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La teoría que se escoja como idónea debe tener, como presupuesto, congruencia con la realidad,

pues de lo contrario se tratará de un desarrollo exótico, probablemente sofisticado pero


desprovisto de utilidad, es decir, vacuo. Para evitar ello, primero hay que descubrir la realidad. En
ella encontramos que hay disciplinas procesales diferenciadas en atención al derecho material
para el que son instrumentos. Así, tenemos un proceso penal, civil, laboral, administrativo, agrario,
familiar y otros. Inclusive un análisis del derecho comparado latinoamericano nos lleva a pensar
que cada ordenamiento suele participar de una especie de desarrollo teórico propio. Sin embargo,
esclareciendo esta primera versión, encontramos que al margen de su expresión normativa, los
procesos están vinculados por un tronco común, un río principal del que los demás son solo
afluentes con distinto cauce o volumen. Esta matriz no es otra cosa que la teoría del proceso. En
ánimo de enumerar rasgos comunes, podemos decir que todas las disciplinas procesales están
previstas para lograr un fin concreto (la solución del conflicto deintereses) y un fin abstracto (la
paz social en justicia). Asimismo, no hay proceso en donde no haya un juez y dos partes que están
sometidas al primero y que están conectadas por el interés resistido. Por otro lado, todo proceso
reconoce previamente la existencia de una organización judicial jerárquica y también de una
secuencia en la actividad procesal. Inclusive no es posible admitir la existencia de un proceso sin
litigio, que regularmente es consecuencia de un conflicto previo. En el caso del proceso penal, este
se presentaría entre la pretensión punitiva del Estado y la resistencia del procesado, para citar un
ejemplo. Entonces hay una teoría del proceso que, es necesario decido, se manifiesta en los
estudios y en la práctica, predominantemente a través del proceso civil. Afirmamos que el
desarrollo científico de la teoría del proceso tiene su manifestación más extensa, profunda e
importante en el campo del proceso civil. Esta es la razón por la que suele considerarse que los
ordenamientos procesales civiles son los códigos procesales generales de un Estado, en mérito de
lo cual deben ser utilizados en vía supletoria por cualquier otro ordenamiento procesal que haya
sido previsto en atención a la naturaleza especial del derecho material discutido. Un objetivo
deliberado de los estudios procesales debe consistir en intentar la unificación de la normativa
procesal a partir del desarrollo exhaustivo del ordenamiento procesal civil, respetando los
principios fundamentales que deben tenerse en cuenta para determinados derechos materiales.
Esta idea está en el espíritu y en la letra, por ejemplo, del Código Procesal Civil del Perú91

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