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FACULTAD DE EDUCACIÓN E IDIOMAS

ESCUELA PROFESIONAL DE EDUCACIÓN INICIAL

INFORME ACADÉMICO

“El juego teatral en la infancia”

Autores:

QUINTANA LOZANO, Yuri Flor


QUIÑONES TELLO, Maria José
RONDOY PAISIG, Faviola
SOLÓRZANO MOZO, Rossysela

Asesora:
NINAMANGO SANTOS, Ninoska Julia

Lima – Perú

ÍNDICE
Pág.

I. INTRODUCCIÓN 3
II. DESARROLLO 5
II.1. Nociones básicas del juego teatral en la infancia 5
2.2. Evolución del juego teatral infantil 7
2.3. Tipos de juegos teatrales en la infancia 9
2.4. Beneficios del juego teatral infantil 12
III. CONCLUSIONES 15
IV. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA 16

I. INTRODUCCIÓN

El teatro fue uno de los principales entretenimientos en el siglo XIX. Este consiste en desarrollar uno o
varias situaciones a través de los personajes que se desenvuelven sobre la escena gracias al diálogo. Esta
expresión artística se presenta de dos maneras: mediante la actuación de los actores sobre un escenario
delante del público o a través de la lectura de la obra como si se tratase, por ejemplo, de una novela. Toda obra
teatral está concebida no solo para ser representada, sino también por los beneficios que estos generan como
es el juego.

El juego teatral en la infancia suele ser breve y simple. Utilizar el juego teatral en los niños es beneficioso,
ya que le permite propiciar la interacción, el aprendizaje de la lengua, el desarrollo de la fluidez verbal,
además, promueve el diálogo y la comprensión auditiva. Todas esas competencias son necesarias en el niño y,
con el juego teatral dirigido por una especialista, le permitirá desarrollar sus habilidades comunicativas. En ese
sentido, en el presente informe se abordarán los siguientes subtemas: Nociones básicas del juego teatral en la

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infancia, la evolución del juego teatral, tipos de juegos teatrales y los beneficios del juego teatral en la etapa
infantil.

Al respecto, Naldos (2014) elaboró la tesis: Efectos del programa de juegos teatrales en la expresión oral
de los niños de 4 años de la institución Inmaculada Concepción del distrito de Breña, para obtener el grado de
Magíster en Docencia y Gestión Educativa en la Universidad César Vallejo. En esta investigación llegó a las
siguientes conclusiones: Los estudiantes que recibieron el programa de juegos teatrales presentan diferencias
significativas en su dicción y fluidez de aquellos no lo recibieron. Asimismo, los juegos teatrales se deben
insertar en la programación curricular y ser desarrollados permanentemente, ya que eso fomenta la dicción,
fluidez verbal y coherencia en la expresión oral. Por último, las instituciones educativas deben programar
actividades y proponer estrategias para la ejecución de dichos juegos como, también, se debe crear
argumentos teóricos según la realidad de los niños.

Dada la relevancia del tema, la presente investigación tiene por objetivo determinar las nociones básicas
del juego teatral en la infancia, reconocer su evolución, describir la clasificación de los tipos de juegos teatrales
de manera que sirva como una herramienta fácil y eficiente para su enseñanza, y evaluar los beneficios que el
juego teatral tiene en la etapa infantil.

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II. DESARROLLO
2.1. Nociones básicas del juego teatral en la infancia

Cuando se menciona el teatro en la infancia, automáticamente se piensa en las


representaciones que hacen los niños en cada día festivo o en los actos guiados por las
maestras de turno que intentan demostrar que los niños pueden ser parte de un
espectáculo aún sin tener noción del mismo. Incluso, muchos de estos niños se paran sobre
el escenario y su sola presencia es motivo de satisfacción de la profesora a cargo. Pues bien,
la mayoría de estas representaciones carecen de un método pedagógico, lo cual las hacen
poco o nada significativas durante el desarrollo integral del niño. Para que esto cambie, es
necesario comenzar a conocer cada concepto desde un punto de vista más amplio, de
manera que las herramientas planteadas en este informe puedan ser usadas de manera
correcta.
Antes de abordar el tema del juego teatral en la infancia, es necesario retrotraerse a los
conceptos elementales sobre la importancia de las actividades lúdicas dentro del desarrollo
infantil. Para ello, se debe empezar a definir el juego, no solo como una actividad necesaria
para el niño, sino también como una herramienta de aprendizaje.
Al respecto, García expresa que el juego debe verse como una actividad que permita
que el niño asuma, interiorice y exprese una situación determinada, con reglas claramente
establecidas, estas reglas deberán ser determinadas por la persona a cargo sin limitar los
primeros impulsos que son propios de la edad (2008, p. 30).
Eso quiere decir que, durante el desarrollo de la infancia, el juego será de vital
importancia si se lleva de un modo guiado y se organiza la forma en la que se le presenta al
niño. Se dice que es necesaria una guía porque se necesita una constante observación que
sirva como referencia para la maestra en un futuro; ya sea para la toma de decisiones con
respecto a la educación del niño o para entender mejor su comportamiento en clase.
También se menciona que esta guía no debe ser invasiva, porque los niños están
acostumbrados a seguir sus impulsos durante el desarrollo del juego y de esa manera
demuestran sus verdaderas intenciones. Ese es el punto de partida del juego teatral, lo
orgánico siempre será la manera en la que se deben abordar las diferentes actividades
dramáticas.
En efecto, el juego tiene un papel determinante en el desarrollo del niño. Según la RAE
(2014), el juego es el “ejercicio recreativo sometido a reglas” (párr.1). Eso quiere decir que
aun cuando se trate de un simple divertimento, el juego deberá ser tomado seriamente y
con un orden establecido, haciendo que el cerebro del niño se ordene de una manera más
rápida.

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Se debe ver al juego infantil más allá de una actividad lúdica en la cual el niño se
desarrollará corporalmente. Se debe precisar que también permite el desarrollo cognitivo
por el simple hecho de que los niños usan el pensamiento de manera indirecta, pues él
siempre está pensando en cómo desarrollar el juego sin proponérselo. Es así como esta
actividad permite que el niño entienda el mundo a través de sus experiencias reales y este
será reflejado en el juego y viceversa (Pineda, 2012, pp. 36 – 41).
Durante los juegos los niños dejan ver sus verdaderas intenciones a nivel intelectual,
social y corporal. Por ello, es necesaria la observación constante de los mismos para la
correcta guía de aprendizaje en el futuro del niño, de manera que sea una ayuda tanto para
el niño, que recibe una educación más personalizada, como para la maestra quien realizará
un trabajo más dinámico con los niños en el aula.
Luego de dejar en claro la importancia y definición del juego, se puede empezar a
abordar el juego netamente teatral o también llamado juego de roles. Si se definió el juego
como una actividad llena de reglas. El juego teatral se podría definir como una actividad en
donde estas reglas se usan como estímulo para desarrollar capacidades en un contexto
imaginario.

En el juego teatral se despierta la base de la actividad lúdica que viene a ser la


esencia de la infancia, o sea, el juego. Se sabe que el niño aprende a través del juego
y reconoce su entorno mediante este. Las reglas de convivencia que el niño aplicará
en el juego teatral, serán la base de los valores que desarrollará más adelante y que
lo guiarán en su vida adulta. Así también, el juego teatral induce a generar
competencias en las que se puede trabajar de manera constante para un mejor
aprendizaje. Entre esas competencias se resalta la creatividad, la concentración, la
memoria, la imaginación, fluidez de pensamiento, atención, entre otras que se
explicarán más adelante. (García, 2008, p. 30).

Por lo ante expuesto se puede afirmar que el juego teatral es una herramienta que se
utiliza para el desarrollo de las capacidades que los niños emplearán durante toda su vida y
que le asegurará un mejor aprendizaje y mejor desarrollo personal, social y cognitivo. El
niño aprenderá a diferenciar lo bueno de lo malo gracias a los ejemplos que se brindarán en
situaciones específicas en los llamados juegos de roles. Estos juegos de roles toman como
referencia situaciones reales que los niños hayan experimentado o visto, de manera que la
imaginación y la memoria serán de mucha ayuda en la resolución de los conflictos que se le
plantearán en la interacción de estos roles a trabajar.

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2.2. Evolución del juego teatral infantil

Si bien los estudios acerca de los beneficios del teatro en el desarrollo de las personas
son relativamente actuales, el teatro desde sus inicios se usó como una herramienta para
explicar conceptos y situaciones diversas. Para bien o para mal, el teatro poco a poco fue
modificando su objetivo inicial hasta llegar a convertirse en un espectáculo. Eso sí, sin dejar
de transmitir una idea fija ni olvidarse de la necesidad de comunicar y generar
planteamientos, tanto en el ejecutante como en el espectador.
Actualmente, se puede ver que el teatro se usa como una ayuda en cuanto al
desenvolvimiento personal, estimulación para una mejor expresividad y hasta como un
método de relajación. Todo esto resulta muy útil, pero es importante que se reconozca esta
actividad más como una herramienta pedagógica que como un complemento opcional a la
educación ya establecida, puesto que, como se explica a continuación, la idea de la
dramatización, siempre estuvo ligada al concepto de explicar didácticamente los
conocimientos que se impartían en cada época en la que ha ido desarrollándose.
Los usos que se le han dado al teatro desde su origen han sido diversos, pero todos
basados en un objetivo común: darle al ser humano una visión diferente de su entorno, ya
sea para criticar, enseñar, generar catarsis o realzar cualidades. Es así como se afirma que el
teatro siempre ha estado al servicio del ser humano y su desarrollo integral. Referente a
este tema, Badillo refiere lo siguiente:

El teatro surge en Grecia en el año 550 a.C [sic] como ritos de los que se encargaban
las autoridades máximas de la comunidad griega, quienes habían sido elegidos por
sus dioses, según sus creencias, para comunicarle al mundo su mensaje divino. (2002,
p. 5).

También en la Edad Media y el Renacimiento se puede ver representaciones en plazas y


mercados en obras que incluían a niños y adolescentes a pesar de ser concebidas para el
aprendizaje de un público adulto (Cañas, 2009, p. 22).
Esto lleva a reafirmar la importancia de la educación para el hombre desde sus inicios y
la capacidad de generar formas didácticas de intercambiar conocimiento que en cada época
se consideraba válido. Cabe resaltar, que este objetivo se ha seguido impulsando a través de
la historia usando el teatro como herramienta importante para la expresión de las ideas
propias o de un colectivo.
Desde siempre, y por tratarse de una manifestación cultural desarrollada por el
hombre, el teatro ha ido cambiando. Estos cambios han influenciado en la sociedad de un
modo tal que ha llegado a modificar a través de catarsis y ejemplos escenificados la manera
en la que los padres forman a sus hijos y en la que los maestros acompañan esta formación.

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Las nuevas generaciones están más abiertas a introducir al arte en general como parte de
sus vidas, haciendo incluso que sea una materia extracurricular necesaria en la educación
de sus hijos. Sin embargo, se vuelve a lo mencionado anteriormente, esta idea de que el
arte, en este caso el teatro, es solo un acompañamiento de las materias ya establecidas, es
una constante que se intenta transformar. La idea de las bases del teatro como herramienta
pedagógica aún está tomada por pinzas por el hecho de la poca seriedad con la que se toma
la expresión artística dentro de las aulas, pero claro, no siempre ha sido así.
Según Tejerina (2007), conforme va pasando el tiempo, el teatro ha impuesto nuevos
cuestionamientos acerca de los modos ya establecidos para la enseñanza de los conceptos
básicos de vida. Esto lleva a concluir que el teatro no pierde su cualidad educativa, sino que
además, evita caer en el conservadurismo, llevando a los ejecutantes a cuestionarse y a
plantear nuevas ideas a favor a un cambio positivo en la sociedad (p. 13).
Se puede decir que el teatro y los juegos que ayudan a desarrollar al ser humano, son
consideradas manifestaciones sumamente importantes por su influencia en la sociedad a
través del tiempo y por la manera en la que se une a la pedagogía desde la conciencia de la
crítica en los temas que conciernen a toda una población. Es por ello, que debe tomarse
como una herramienta que acompañe la introducción de los conocimientos durante toda la
primera etapa de la infancia y seguir con ello en lo que dure su desarrollo, de manera que se
explore en su máximo contenido para su aprovechamiento y no quede solo en la forma.
Para esto se deberá organizar su uso para una experiencia mucho más didáctica y
entendible tanto por las maestras como por los alumnos.

2.3. Tipos de juegos teatrales en la infancia

Después de dejar en claro cada concepto acerca del juego teatral, es necesario
comenzar a ordenar y clasificar los tipos de juegos teatrales para que su uso sea mucho más
didáctico y fácil de aplicar. Es por ello, que la clasificación que se hace en este informe es un
intento de guía para la correcta aplicación del juego teatral como herramienta pedagógica.
Todo dependerá, en primer lugar, de la edad del alumno. Según este factor, el niño
tendrá una visión diversa de los juegos teatrales; se verán aspectos en común, pero con un
desarrollo distinto. En segundo lugar, es importante basarse no solo en la edad, sino
también en el fin que estos juegos teatrales deban cumplir en el aula. Se debe clasificar el
juego teatral según las necesidades del grupo y los retos propuestos, de manera que la
constancia y la disciplina tomen protagonismo dentro del juego para llegar a los objetivos
planteados (Navarro y Montavani, 2012, p. 21).

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Todo ello se resume a que el juego teatral irá evolucionando junto con el alumno de
manera progresiva. No se puede llenar de información al niño sin un orden establecido
porque eso causaría un desorden en su aprendizaje. El niño deberá ir paso a paso y la
maestra le planteará distintos juegos teatrales aumentando la dificultad según como el niño
vaya respondiendo a los ejercicios planteado. El juego teatral será usado como una
estrategia pedagógica con un orden, para el cual se plantea las siguientes clasificaciones
según la edad y la finalidad:
Durante los 3 a 5 años se desarrolla la primera infancia. Esta etapa es vital la
exploración de su entorno para empezar a desarrollarse dentro de este mundo nuevo para
ellos. Como se explicó líneas anteriores, el niño demostrará sus impulsos en sus primeros
juegos teatrales. Aprenderá la importancia del autocontrol y empezará a reconocerse en los
otros mediante juegos en grupo.
Es por ello, que durante esta etapa, el niño comienza a entender el valor del
compañerismo y la solidaridad. Se debe inducir al juego teatral como una actividad
individual y espontánea en un primer momento. Luego de superar este primer contacto, el
niño comenzará a interesarse por los juegos compartidos. Cada acontecimiento en su vida
será un inicio para la exploración por medio de la imitación y los juegos de roles sociales.
Mientras todo esto ocurre, el adulto deberá acompañarlo prestando atención a sus juegos y
estimulándolo por medio de situaciones de su entorno o el uso de objetos, así como
también, por medio de la literatura infantil (Navarro y Montavani, 2012, pp. 21 – 22).
En esta primera etapa el juego teatral será de carácter libre y espontáneo. Se prestará
atención a lo que el niño recibe a partir del juego para el uso posterior en su desarrollo y
aprendizaje. Asimismo, se menciona el uso de objetos y de la literatura infantil como otro
aspecto a desarrollar. Esto es de mucha importancia porque su concentración se basará no
solo en lo que puede hacer con su cuerpo, sino también en lo que puede lograr usando su
imaginación con objetos que se le presenten, ya sean telas, pelotas, aros o cualquier
elemento en el aula. El uso de un objeto que sirva como una extensión de su cuerpo lo
harán situarse en situaciones conocidas para él, de manera que se reconozca en su entorno
más próximo. En cuanto a la literatura infantil, es bien sabido que estimula la imaginación al
presentársele historias con contextos desconocidos para el niño. Al igual que con el objeto,
lo harán pensar de manera automática en su relación más próxima con aquello que ellos sí
conocen, situándose en un juego de rol real y verdadero para ellos con un poco de
estimulación externa.
De los 5 a los 9 años, el niño tiene la concentración mucho mejor desarrollada y apta
para seguir de una manera óptima las reglas y pautas que se le irán presentando. Del mismo

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modo, sus habilidades sociales lo ayudarán a aprovechar al máximo las ventajas del juego
teatral para su mejor desarrollo. Al respecto, Navarro y Montovani (2012) expresan lo
siguiente:

A partir de esta etapa el juego teatral se convierte en una actividad de dramatización


orientada a la resolución de problemas. Al igual que en la etapa previa, se deberá
acompañar al niño durante el juego, pero esta vez de un modo más activo, incluso
participando junto con ellos como un compañero más hasta que la actividad fluya por
sí sola. El juego en grupo toma protagonismo y se siente un apremio por la
participación en partes iguales. Es recomendable partir de temas y personajes
elegidos en el grupo para que los mismos alumnos sean quienes poco a poco se
planteen pequeños conflictos que serán resueltos por ellos mismos con ayuda y
acompañamiento del docente. (p. 22).

Eso quiere decir que el juego teatral en esta etapa va obteniendo un orden más preciso
junto a la resolución de conflictos. Durante la primera etapa también se le presentan
conflictos, pero solo como formas simples que son resueltas por la propia maestra. En
segunda etapa el niño será capaz de crear estos conflictos basados en situaciones que él
haya tenido que enfrentar u observar en algún momento de su corta experiencia. Luego de
la creación de un conflicto, que por lo general suele estar influenciado por su imaginación,
el niño deberá encontrar la manera más creativa de resolverlo porque en los juegos
teatrales todo está permitido. Se le plantea situaciones imaginarias, con respuestas
imaginarias, pero tomando como base su realidad contextual. Esta etapa debe contar con
un seguimiento desde la etapa previa para ayudar al niño a ordenar las capacidades que va
adquiriendo, de manera que sean aprovechadas más adelante, incluso durante su etapa
adulta.

2.4. Beneficios del juego teatral infantil

Durante el desarrollo de este informe se han ido exponiendo de manera general los
beneficios que el juego teatral tiene en el desarrollo del niño. Sin embargo, esto se debe a
que la lista es muy amplia y enumerarlos todos significaría realizar una investigación mucho
más extensa. Aun así, se puede agrupar los beneficios más importantes para reiterar la
importancia del uso del juego teatral como herramienta pedagógica. Por ello, a
continuación se presentan los beneficios basados en tres aspectos importantes: personal,
social y cognitivo.
Para un mejor desarrollo de las capacidades que se irán adquiriendo durante la vida, es
necesario preparar al niño desde la aceptación de sí mismo para una mejora de la
autoestima. Esto permitirá que más adelante esté apto para enfrentar situaciones que
requieran de su autocontrol. Mucho se habla de la mejora de la autoestima en la actualidad

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debido a los casos de bullying que se van incrementando por la imitación de la violencia y la
escasez de valores en la educación actual. Para ello, es necesario que en el niño se creen
bases sólidas de amor propio y para ello está el juego teatral que le dará la sensibilidad
necesaria para la creación de esas bases.
Según Laferriére, dentro de los beneficios del juego teatral a nivel personal tenemos
que: primero, el juego teatral transmite e inculca valores, los cuales le ayudan al niño en su
formación. Segundo, desarrolla la creatividad, haciendo que el niño se exprese libremente,
aceptando su creación. Y por último, mejora el sentido crítico, por lo que le permite decir lo
que piensa con respecto a lo que ha visto, leído o ha realizado (s.f., p. 61).
El niño podrá desarrollar la capacidad de autoaceptación desarrollando su yo interior
de una manera adecuada y necesaria para la adquisición de información y el desarrollo
social desde su propia manera de ver las cosas. El niño aprenderá a manejar su autoestima,
será capaz de sopesar sus decisiones y podrá alcanzar a reconocerse como el autor de sus
logros y desaciertos.
Una vez que el niño ha logrado desarrollar sus competencias personales, será capaz de
comenzar a desarrollarse en el aspecto social. Para ello, es necesario que reconozca el
trabajo en equipo y el juego teatral se induce como un primer estímulo para lograr que el
niño pueda ir formando una personalidad adecuada para relacionarse con el resto, desde su
infancia hasta más adelante cuando se encuentre en su etapa adulta.
Al respecto, Laferriére expresa que uno de los beneficios más importantes en el
desarrollo del niño, gracias al juego teatral, es la creación tácita de atmósferas necesarias
para el trabajo en grupo, reconociendo el mundo exterior por medio de anécdotas o
cuentos que el docente le puede hacer llegar. Va reconociendo la existencia de otros como
él, aceptando su entorno y desarrollando la tolerancia ante lo desconocido. El niño, sin
proponérselo, da sus primeros pasos en la creación de ideas colectivas para cambiar y
mejorar su entorno favoreciendo en su desarrollo el intercambio de ideas mediante el juego
teatral en grupo (s.f., pp. 60 – 61).
Por su parte, Loaiza (2008) acota que otro de los beneficios del teatro como
herramienta pedagógica es el desarrollo de la comunicación con su entorno. El arte teatral
se basa en los lenguajes que utiliza el ser humano para comunicar una idea a sus
semejantes. Al guiar al niño en este proceso del descubrimiento comunicacional, se crea
una relación profunda entre su lado social y su lado personal (p. 123).
Entonces, se tiene que el niño desarrollará la capacidad de relacionarse con su entorno,
de manera que eso le sirva más adelante para la creación de ideas sustentadas que
defiendan su manera de pensar, con una correcta forma de expresarse ante otros y siendo
capaz de aceptar y discutir las ideas de sus pares.

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Al usar el juego teatral como una herramienta pedagógica se logra que el niño empiece
a interiorizar conceptos básicos de las capacidades que más adelante desarrollará. Estas
capacidades, pueden ser desarrolladas sin la ayuda de éste, pero la presencia de actividades
teatrales durante su formación, lo hará ser capaz de reconocer estas capacidades de una
forma mucho más didáctica y con un mayor entendimiento de los conceptos.
El niño va a introducirse en una especie de investigación mediante el juego teatral que
lo inducirá al desarrollo de la reflexión de la acción mediante el pensamiento. Aprenderá a
partir de lo que hace, de sus errores y se obligará a investigar más para una mejora del
juego integrando así la práctica y la interacción de los conocimientos que vaya adquiriendo
(Laferriére, s.f., p. 13).
Por lo tanto, el niño recibe beneficios de manera integral, pues no solo va a
desarrollarse personal y socialmente, sino que podrá integrar cada área de su desarrollo
como persona, como estudiante y más adelante, como profesional.

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III. CONCLUSIONES

1. El juego teatral tiene su origen en la necesidad del niño por explorar escenarios de su
entorno de una forma mucho más personal. Es así como se plantean situaciones
imaginaria basada en circunstancias y personajes reales, acompañados de conflictos que
lo inciten a encontrar formas creativas de resolver los problemas en diversos contextos.

2. El teatro desde sus inicios ha estado ligado a la enseñanza. Su objetivo principal siempre
ha sido el de comunicar información relevante, por lo que aplicado a la pedagogía lleva
a encontrar maneras didácticas de mejorar el aprendizaje de los niños. Por supuesto,
esto no fue siempre así; pero el teatro, y para ser más precisos, el juego teatral, como
toda manifestación antropológica, sufre y sufrirá una serie de cambios que ayudarán a
que mejore a nivel de herramienta pedagógica.

3. Para un mejor manejo del juego teatral dentro del aula, es necesario clasificarlo según la
edad y necesidad del grupo al que se le va a aplicar esta herramienta pedagógica. Esto
debido a que cada edad tendrá su propio proceso de desarrollo de capacidades, así
como cada objetivo propuesto por el profesor, tendrá una manera diferente de
resolverse. Para bien, el juego teatral es una herramienta amplia que puede
desmenuzarse para su óptimo uso en cada situación.

4. Los beneficios del juego teatral son muchos, pero se rescataron los que permanecen a
través del desarrollo del niño hasta convertirse en adulto. Entre ellos se tiene la
importancia del juego teatral en el desarrollo del yo interior, del manejo de la
autoestima y de la aceptación de sí mismo. Así también, los beneficios en cuanto a
desarrollo social y el manejo de la tolerancia ante el trato con el entorno. Por último, el
juego teatral permite una mejora integral del aprendizaje, ya que aumenta las
capacidades cognitivas del niño y da pie al desarrollo de otras que irá adquiriendo
durante su vida adulta.

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IV. REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

Badillo, P. (2012). Historia del teatro: La tragedia. Puerto Rico: Universidad de Puerto Rico.

Cañas, J. (2009). Didáctica de la expresión dramática. España: Octaedro.

García, A. (2008). Juego teatral, dramatización y teatro como recursos didácticos. Recuperado de
http://www.fundaciongsr.org/documentos/8459.pdf

Laferriére, G. (s.f.). La pedagogía teatral, una herramienta para educar. Revista Educación Social
(13), 54 – 65. Recuperado de http://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=183114

Loaiza. L. (enero – julio, 2008). Pedagogía y teatro. Revista Colombiana de las Artes Escénicas. (1)
Recuperado de
http://200.21.104.25/artescenicas/downloads/artesescenicas2%281%29_19.pdf

Navarro, R. y Mantovani, A. (2012). El juego dramático de 5 a 9 años. Granada: Octaedro.

Pineda, D. (2012). Explorando nuestras mentes: Manual del profesor para acompañar la lectura
y discusión de la novela filosófica Checho y Cami. Bogotá: Diego Antonio Pineda.

Real Academia Española. (2014) Diccionario de la lengua española (23 a ed.). Consultado en
http://www.rae.es/rae.html

Reina, C. (2009). Innovación y experiencias educativas. El teatro infantil. (15). Recuperado de


http://www.csi-
csif.es/andalucia/modules/mod_ense/revista/pdf/Numero_15/CRISTINA_REINA_2.pdf.

Tejerina, I. (2007). Panorama histórico del teatro infantil en castellano. Recuperado de


http://personales.unican.es/tejerini/PANORAMA_TEATRO_INFANTIL.pdf.

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