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UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA

FACULTAD DE CIENCIAS BÁSICAS


ESCUELA DE BIOLOGÍA

Yackeline Niño Corredor – 201621901


LA RAÍZ
Dicotiledóneas:
La mayoría de las dicotiledóneas presenta un sistema radical axonomorfo, que consiste en
una gran raíz axonomorfa, con la función de ‘explotar’ fuentes de agua a gran profundidad.
Esta raíz se desarrolla a partir de la raíz embrionaria o radícula y produce raíces ramificadas,
llamadas raíces laterales o secundarias. Éstas a su vez se ramifican, lo que da lugar a un
amplio sistema radical [1].

Figura 1. Sistema radical axonomorfo. La flecha señala la raíz axonomorfa en un diente de


león [1].

En una vista tridimensional, los tejidos forman cilindros. El cilindro de una raíz o de un tallo
rodeado de córtex recibe el nombre de estela. La mayoría de las raíces presentan el tipo más
sencillo de estela, conocido como protostela. En toda protostela, el tejido vascular forma un
sólido cilíndrico central que está rodeado por córtex, pero la disposición del tejido vascular
puede variar [1].
En la mayoría de las raíces de Dicotiledóneas, una sección transversal de protostela muestra
la existencia de sólidos dientes o lóbulos de xilema, entre los que existe floema [1].
Figura 2. La mayoría de Dicotiledóneas tienen un núcleo de xilema con un número
variable de lóbulos [1].

Figura 3. En la foto se muestra una raíz primaria triarca de dicotiledónea. En la superficie


(a) la epidermis está formada por una única capa de células de pequeño tamaño con una
cutícula muy fina y reducida cantidad de pelos radicales. Debajo de la epidermis (b) se
desarrolla una amplia corteza (característica de las raíces) formada por una parénquima de
almacenamiento cuas células dejan entre ellas espacios intercelulares por donde circula el
agua. En el centro de la raíz (c) se encuentra el cilindro central vascular rodeado por la
endodermis, estructura característica de todas las raíces en crecimiento primario. Los tres
haces de xilema primario se disponen como radios que se extienden hasta el centro de la
raíz, lo que hace que este tipo de raíces carezcan de zona medular. Alternando con el
xilema primario se encuentran pequeños grupos de células apretadas que constituyen el
floema primario, donde no es posible distinguir tipos celulares que lo componen. Entre
ambos tejidos se sitúa e meristemo que los originó [2].
Monocotiledóneas:
La mayoría de las Monocotiledóneas poseen un sistema radical fasciculado. En lugar de tener
una gran raíz axonomorfa desarrollada a partir de la radícula o raíz embrionaria, muere pronto
y surgen numerosas raíces desde la parte inferior del tallo. Éstas son raíces adventicias, pues
no se originan en el lugar habitual, es decir, no provienen de otras raíces. En un sistema
radical fasciculado no existe una raíz que sobresalga por su mayor longitud. Cada raíz
adventicia forma raíces laterales, dando lugar a un sistema que generalmente es menos
profundo y más horizontal que un sistema radical axonomorfo. Esta estructura poco profunda
permite que las raíces obtengan agua más rápidamente antes que se evapore. Es un sistema
radical muy común en regiones secas, donde las capas más profundas del suelo pueden
carecer de humedad. Es fácil encontrarlo en vegetales que no crecen más de u periodo
vegetativo, como el maíz. El sistema radical axonomorfo y el fasciculado representan dos
estrategias diferentes para obtener agua [1].

Figura 4. Un sistema radical fasciculado carece de raíz primaria y suele ser poco profundo
[1].
En la mayoría de las raíces de las monocotiledóneas, la estela presenta células
parenquimáticas en el centro, rodeadas de franjas alternas de xilema y floema. Se ha sugerido
que el tejido del centro de la estela en las monocotiledóneas son simplemente células de
parénquima que no pudieron convertirse en tejido conductor. Aunque, a veces estas células
reciben el nombre de médula debido a su localización, no son parte del tejido fundamental,
puesto que se originan a partir del procámbium y no del meristemo apical [1].

Figura 5. En la mayoría de las raíces monocotiledóneas, un núcleo de células no


diferenciadas está rodeado de anillos alternos de xilema y floema [1].
Figura 6. Raíz poliarca de una monocotiledónea. La epidermis uniseriada presenta una
cutícula un poco más gruesa que en dicotiledóneas. Entre las células epidérmicas podemos
observar pelos radicales más o menos largos. La corteza es ancha presenta como
particularidad en este grupo de plantas la presencia, además de parénquima, de un
esclerénquima más o menos desarrollado que, en esta imagen, se sitúa justo debajo de la
epidermis. La mayoría de las raíces adventicias carecen de crecimiento secundario, por lo
que no es extraño que las partes más maduras presenten una estructura primaria. Un
elevado número de cordones de xilema primario caracterizados por los grandes vasos o
tráqueas se disponen en círculo dejando en el centro de la raíz una zona medular más o
menos desarrollada formada por células de esclerénquima de paredes gruesas. La presencia
de médula es una característica que diferencia a las monocotiledóneas de los otros grupos
de plantas. Pequeños grupos de células apretadas se disponen entre los cordones de xilema
y la endodermis constituyendo el floema primario [3].

BIBLIOGRAFÍA
1. Nabors, M. (2011). Introducción a la Botánica (pp. 83, 86). Barcelona: Pearson Educación
de México, S.A. de C.V.
2. Raíz primaria de dicotiledóneas (2018). Atlas de Histología Vegetal y Animal. Consultado
el 6 de Marzo de 2018, de https://mmegias.webs.uvigo.es/2-organos-v/o-imagenes-
grandes/raiz-primaria-d.php
3. Raíz primaria de monocotiledóneas. (2018). Atlas de Histología Vegetal y Animal.
Consultado el 6 de Marzo de 2018, de https://mmegias.webs.uvigo.es/2-organos-v/o-
imagenes-grandes/raiz-primaria-m.php

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