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Preámbulo.

Hay circunstancias que se presentan en el aula y que representan un verdadero problema para el
docente, los alumnos y para la institución. Pero ¿A qué tipo de problemas nos referimos? Generalmente
hay ciertas situaciones o conductas en el aula que llaman considerablemente la atención del docente.
Por lo aparatoso y notorio de los excesos conductuales, éstos son considerados en la escuela como
problemas que hay que abordar y corregir.

Las conductas indeseables como la hiperactividad, la conducta disruptiva, el negativismo desafiante, y


la conducta violenta pasan a ser el punto focal en donde se centran la mayoría de las estratégias en el
aula para su posterior corrección y erradicación.

Generalmente el alumno llamado “conflictivo” es betado y poco apoyado tanto por el profesor como
por el resto de sus compañeros, pero ¿ pero qué sucede con aquellos alumnos que no presentan ningún
tipo de conflictividad y que por el contrario presentan índices académicos altos, buen comportamiento,
y que para el docente no representan (aparentemente) ninguna amenaza que pueda alterar el dinamismo
grupal y la estabilidad en el aula?

Hay ciertos problemas que parecen pasar inadvertidos, pero que generan alta conflictividad dentro del
grupo y para ciertos individuos en específico.
Muchas veces se llega a pensar que por el hecho de que un alumno tenga buen rendimiento, buen
comportamiento y tenga la capacidad de optimizar por si mismo sus potencialidades, no pueda llegar a
formar parte de situaciones problemáticas, que por falta de comunicación y por la presencia de
conductas aversivas hacia él, no son del conocimiento del docente o simplemente no son
representativas o lo suficientemente indeseable, aparatosa y notoria para el docente, como para que se
tomen los correctivos necesarios.

Según un informe elaborado por la UNICEF en el año 2011 respecto a la discriminación en el aula, la
falta de comunicación aparece como una de las causas de la violencia escolar, específicamente en las
relaciones interpersonales de los alumnos.

Para los textos obviamente estudiates sobresalientes (no excepcionales) con estas características no son
tomados en cuenta como un problema, por lo tanto no es común que se aborden a profundidad los
conflictos que estos puedan prsentar por su aprente equilibrio y normalidad en el cumplimiento de las
exigencias propuestas por el docente en el aula.

Pero cabe preguntarse: ¿que sucede en el interior del individuo con buen promedio cuando es alagado y
tomado como buen ejemplo en público por los profesores? ¿cuál es la reacción de sus compañeros al
ver que los profesores tienen una aparente preferencia por este tipo de alumnos? ¿realmente un docente
se ve interesado en conversar frecuentemente con los padres de un buen estudiante para indagar sobre
su estado de ánimo, situación familiar y social? ¿que sucede con el estudiante si está deprimido debido
a su entorno social, escolar y familiar y no muestra indicios ni en su rendimiento ni en su interés en
los estudios que le puedan dar luces al maestro de alguna situación conflictiva en él?

A continuación plantearemos una situación que comúnmente se presenta en el aula, pero es poco
común que se aborde como una situación conflictiva.

Planteamiento de la situación.

Descripción de las partes.

Dalia una adolescente de 13 años de edad, cursante del 2do año de educación media, es una joven
sobresaliente con un excelente rendimiento y comportamiento. Se caracteriza por cumplir al día con
sus asignaciones, es participativa en clases, la mayoría de las veces domina los temas asignados por los
profesores, posee una gran capacidad creativa.
Generalmente sus profesores cuando llegan a clases y debido a lo responsable que es, le preguntan a
ésta si hay alguna asignación y diligentemente siempre tiene la respuesta conforme a las tareas
asignadas del día. No solo tiene la información, sino que también tiene las tareas investigadas.
Debido a que es una joven responsable y siempre lleva al día sus asignaciones, es costumbre verla
intervenir en todas sus clases e incluso debatir con los docentes.
Dalia siempre es alabada por sus maestros debido a sus intervenciones efectivas, su responsabilidad y
su índice académico.
En su grupo familiar Dalia carece de apoyo afectivo, académico y económico. La conflictividad
familiar es es el día a día de Dalia, dónde el maltrato físico y verbal son sus constantes compañeros. Su
entorno familiar y el trato interfamiliar dista mucho del trato que recibe de sus profesores en la escuela.
El grupo de 2do año al cual pertenece Dalia se caracteriza por ser un apático, demuestran poco respeto
a sus pares, manifiestan enormes lagunas de conocimiento, no cumplen con las asignaciones, es
considerado el peor grupo en cuanto a índice académico en la institución.
Los profesores de Dalia generalmente alaban su conducta y siempre la colocan como ejemplo de
responsabilidad y de buena estudiante. Cada vez que ella entrega las asignaciones y el resto de sus sus
compañeros no lo hacen, es destacada y puesta como ejemplo a seguir para el cumplimiento de las
actividades. Por lo tanto y al dirigirse al resto del grupo les hacen ver lo irresponsable, incompetente e
incapaces que son.
La mayoría de las veces los profesores de Dalia le asignan responsabilidades de control de grupo,
asistencia al docente y representante o vocera entre los alumnos y los profesores.

Descripción de la situación problemática.

Como se mencionó anteriormente Dalia siempre entrega las tareas al día y es tomada como ejemplo por
sus profesores, trayendo como consecuencia el rechazo del resto del grupo, ya que los mismos no
cumplen con la asignación y los profesores los hacen ver como irresponsables en comparación con
Dalia.
Cuando Dalia informa acerca de las actividades asignadas, al salir de clases es amenazada
constantemente por sus compañeros de curso para persuadirla a que no informe acerca de las
asignaciones. Al salir del aula es rodeada por gran parte de los estudiantes de su sección y es
coaccionada y presionada psicológicamente con amenazas de agresión física.

A raíz de que a Dalia se le asignan responsabilidades de control de grupo y asistencia a los profesores,
el grupo en general decidió aplicar a Dalia lo que comúmnete se llama “Ley del hielo” que no es más
que no dirigirle la palabra e ignorarla por completo.

El grupo en general tiene la creencia que sus capacidades no son las suficientes para tener un buen
rendimiento debido a la constante comparación y exigencia de los docentes.

Por su parte Dalia recibe con agrado los alagos de sus profesores, sin embargo esto la lleva a presentar
estados de ansiedad, sobreexigencia, problemas de sueño debido a la presión que experimenta al sentir
que debe mantener el nivel de respuesta y responsabilidad.
Aunado a esto, Dalia presenta cuadros de depresión debido a las condiciones conflictiva del entorno
familiar, situación que aumenta los problemas de sueño y le disminuye el apetito trayendole como
consecuencia un peso y aspecto poco saludable para su edad.
Los problemas de sociabilización con sus pares no dejan de afectar a Dalia, como resultado de esto,
Dalia comienza a experimentar incapacidad para establecer relaciones sociales con sus iguales y sólo
se relaciona con los docentes de su institución.

Cabe destacar que a pesar de las condiciones emocionales, sociales y familiares que experimenta Dalia
ni su rendimiento académico ni su percepción hacia la escuela y el aprendizaje disminuyen, por el
contrario, aumentan. De hecho pareciera que su estado de ánimo no tiene mayor variación.

Los docentes por su parte, parecen no notar la conflictividad existente en el grupo, no les es extraño
que una jóven de 13 años sólo socialice con los docentes de la institución, o la jóven tenga un aspecto
poco saludable (muy delgada). En vista de que la jóven no presenta alteraciones en su rendimiento y
conducta, para los docentes no representa un problema en comparación con los compañeros de Dalia.

En lineas generales para Dalia, el ambiente en el aula de clases es un tanto difícil de llevar, pues Dalia
ha llegado al punto de que no desea recibir elogios por parte de los profesores y tampoco tener
responsabilidades en el aula por miedo al grupo en general, situación que no comunica ni a sus padres,
ni a sus profesores, aumentando su estado de tensión.
Por otra parte, el grupo en su mayoría, se sienten menospreciados, con sus capacidades socabadas y
con un rendimiento académico sin variaciones positivas.

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