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Versión 01
Fecha: febrero 15 de 2013
MISIÓN:
VISIÓN:
La Carrera se posicionará competitivamente en los escenarios y dinámicas sociales de la
ciudad, la región y el país, logrando ser opción académica de calidad para la formación de
profesionales de pre y post grado, en los ámbitos de la investigación, capacitación y gestión del
desarrollo humano, mediante estrategias y métodos de intervención con enfoque de género,
generacional, interculturalidad y territorialidad, bajo principios de participación ciudadana y
derechos humanos.
Objetivos
General
El estudiante al finalizar el ciclo será capaz de:
Reconocer los diversos factores que influyen en la construcción de la personalidad del ser
humano y en su conducta individual y de grupo, a fin de comprender a los sujetos desde sus
formas particulares de ser, sentir, pensar y hacer.
Específicos
Identificar los aspectos que estructuran la personalidad
Reconocer los aportes de las distintas corrientes teóricas que abordan el tema.
Reconocer las variables y procesos que se relacionan con el desarrollo de conductas
saludables y de trastornos.
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN A LA ASIGNATURA 5
Introducción a la Unidad 22
Tema 4: La Corriente Psicoanalítica 22
4.1.- Sigmund Freud 22
4.2.- Erik Erikson 31
4.3.- Carl Jung 38
4.4.- Alfred Alder 45
4.5.- Erich Fromm 49
Resumen 54
Mapa conceptual 55
Introducción a la Unidad 78
Tema 7: Las Crisis 78
7.1.- Las Crisis Familiares 79
7.2.- Tipos de Crisis 79
Actividad 4 82
Resumen 82
Mapa conceptual 83
Introducción 96
Tema 10: Factores de Riesgo y Protección que inciden en la Salud Mental 97
10.1.- Factores Protectores que influyen favorablemente en la salud mental 97
10.2.- Factores de Riesgo en el desarrollo de problemas de salud mental 99
10.3.- Otros Factores de Riesgo 100
Actividad 5 109
Resumen 109
64
Tema 11: El Rol del Trabajo Social en la salud mental 110
11.1.- El Trabajo Social en la Asistencia Psiquiátrica 110
11.2.- El Rol de la Familia en la Salud Mental 116
Actividad 6 121
Resumen 121
Bibliografía de la unidad 122
INTRODUCCIÓN
Estimados estudiantes, ustedes han elegido una carrera que les brinda la posibilidad de
establecer relaciones profundas con el ser humano en todas sus dimensiones. La asignatura de
Psicología del Desarrollo Humano tiene una importancia significativa para el Trabajo Social,
puesto que para la profesión es imprescindible el estudio y la comprensión de la persona
humana, tanto en su estructura interna como en sus relaciones y dinámicas que influyen en su
manera de ser, sentir, actuar y pensar. Para ello es necesario un abordaje complejo, que
comprenda las múltiples dimensiones del ser humano y los diferentes contextos en los que se
desenvuelve.
Les espera un agradable recorrido a través de una formación integral, holística que les permitirá
conocer, observar y analizar al ser humano en todos sus aspectos; familiar, emocional, físico,
espiritual, académico, laboral y social, es decir, todo lo que abarca su ser, estar, tener, querer,
conocer, expresar y sentir.
La unidad tres, nos acerca al conocimiento de los diferentes trastornos mentales que afectan a
ser humano, comprendiendo y estableciendo diferencias entre lo que es Neurosis, Psicosis,
los distintos tipos de éstas, los trastornos afectivos y los trastornos de la personalidad. 64
Finalmente, la unidad cuatro establece los factores que promueven la salud mental y los que la
ponen en riesgo; además nos remite al importante rol que desempeñan, tanto el Trabajador
Social como la familia, en lo que se refiere a la Salud Mental.
Los contenidos de esta unidad les permitirán ir comprendiendo los elementos constitutivos de la
identidad, las dimensiones propias del ser humano y las conductas que estos elementos y
dimensiones reflejan en la realidad en la que vive.
Pero ¿qué es esto a lo que llamamos personalidad?
Que los sistemas psicológicos son tendencias determinantes que dirigen y motivan la
acción.
es única e irrepetible y social porque somos conscientes de nuestros actos; vemos como nos
condiciona el entorno y lo construimos.
El individuo no nace con una personalidad determinada, sino con cierta dotación que
condicionará, en parte, su desarrollo posterior. La personalidad se conquista, se hace, se
construye. Las condiciones heredadas se complementan y transforman a través de la
experiencia, el aprendizaje, la educación, el trabajo, la fuerza de voluntad, la convivencia y el
cultivo de la persona.
La herencia proporciona una constitución física y una dotación genética, mediante las cuales se
va a captar el mundo y a responder ante él. El ambiente proporciona elementos de
interpretación, pautas para dar significado a los estímulos, y determinar formas de respuesta.
La influencia simultánea de lo hereditario y lo ambiental a través del tiempo y del espacio, van
dando origen y determinando la personalidad.
Vamos a ver cuáles son estos elementos que estructuran la personalidad:
El término aparece en la teoría Hipocrática. Galeno afirmaba que el predominio de uno de los
humores traía manifestaciones de rasgos psicológicos, desde características emocionales hasta
intelectuales. Para Allport "el temperamento hace referencia al material más primigenio del ser
humano relacionado con aspectos hereditarios de naturaleza emocional, el estado de ánimo
que prevalece en la persona y las fluctuaciones del mismo”. El temperamento entonces
depende del sustrato biológico, y lo utilizamos para hacer referencia a las características
relativamente estables de la conducta que están presentes desde la infancia y tienen una clara
fundamentación biológica, y posiblemente genética.
Carácter: Forma concreta y estable que adquieren en un individuo los rasgos afectivos-
dinámicos heredados. Surge de la convergencia de factores congénitos y adquiridos por
educación y experiencias.
Etimológicamente el término carácter proviene del griego y significa "marca" o "sello" que
distingue inconfundiblemente a una persona. En el mundo griego el concepto carácter suponía
lo que uno debe ser, es decir que cada uno es responsable de su comportamiento, así el
carácter tiene un contenido ético e indica lo distintivo de una persona. Ya en el siglo XIX el
carácter era la suma de los valores permanentes de una persona, mantenía su contenido ético
y quedaba impreso en las elecciones de "lo que se debe hacer", inmerso en un contexto familiar
y social y determinado por él. Millon nos dice que el carácter alude a aquellas cualidades
personales que representan la adhesión de la persona a los valores y costumbres de la
sociedad.
La importancia del carácter radica en que demuestra los valores que vive la persona, la forma
de tomar y llevar a cabo las decisiones y de conducirse con sus semejantes.
Piaget, prestó particularmente atención al desarrollo cognitivo del niño y, como tal, su
contribución puede no considerarse vinculada al estudio global de la personalidad.
Se sabe que el ambiente prenatal (incluye hábitos dietéticos, salud y enfermedad, status
emocional, actitudes, exposición a drogas y radiación), influye favorablemente o no; algunos
estudios sugieren que traumas psicológicos en el feto, o alteraciones del proceso de parto,
pueden tener ulteriores repercusiones en el desarrollo de la personalidad.
Teniendo en cuenta que la cultura se define como un conjunto de normas, valores y pautas de
comportamiento que se traducen en el modo de vida de un grupo, este concepto es un valioso
instrumento para analizar la socialización de la personalidad. En el proceso de culturación, el
individuo aprende las formas de comportamiento admitidas por su grupo y tiende a adoptar un
tipo de personalidad. La personalidad básica está determinada por las instituciones
primarias (familia, instituciones educacionales) y a su vez determina las instituciones
secundarias (religiones, mitos, ideologías, valores). En resumen, la formación de la
personalidad es inseparable de las condiciones culturales específicas en que se desarrolla.
Su carácter clave en la estructura psicológica del individuo hace que cualquier desorden
emocional o mental afecte y se vea afectado por el funcionamiento de la personalidad.
Finalmente, es evidente que existen un conjunto de desórdenes o trastornos que pueden alterar 64
severamente la homeostasis (equilibrio) del individuo y que requieren un manejo terapéutico.
Las consecuencias de los desórdenes psicopatológicos de la personalidad, entre muchas
son: la disminución o pérdida de la flexibilidad para actuar coherentemente en el plano
interpersonal, la limitada capacidad de enfrentamiento al estrés, la propensión a la ansiedad y a
la descompensación emocional, las dificultades ocupacionales e interpersonales.
La personalidad no es una entidad estática sino que está sometida o transformaciones. A veces
se describen transformaciones dramáticas de la conducta, atribuidas a sucesos importantes,
pero por lo general, los cambios son graduales y requieren un período más o menos largo de
incubación, y dentro de ciertos límites, determinados por los factores biológicos, el aprendizaje
y otras circunstancias socioculturales. Por ello a pesar, de los cambios, la persona se
experimenta a sí misma como idéntica a lo largo del tiempo. El cambio de la personalidad es un
hecho derivado de las transformaciones fisiológicas y de la experiencia.
Los niños poseen un desarrollo orgánico importante y una maduración psíquica considerable.
La pubertad tiene transformaciones fisiológicas, hormonales y afectivas profundas. La vejez
tiene la experiencia del declive físico, de la enfermedad y de la muerte.
En las páginas anteriores ya hemos hecho referencia a los factores endógenos (internos) de la
personalidad: la herencia, los factores prenatales y los factores clínicos. También hemos
hablado sobre la influencia de la cultura en la personalidad, la cual constituye un factor
exógeno, es decir, externo.
Así podemos hablar de factores internos (endógenos) y externos (exógenos) que presionan a
los elementos dinamizadores de la vida humana a saber:
Factores Endógenos
La herencia
Factores prenatales;
Factores clínicos
Factores Exógenos
La familia
La escuela
El grupo étnico
El barrio
La sociedad global
Los factores externos son los que actúan dinámicamente desde el exterior, integrando el marco
social dentro del cual se desenvuelve su vida; todos los autores coinciden en la decisiva
influencia que tiene el entorno con el ser humano.
1.3.1. La familia
Tiene como responsabilidad entregar al menor su calidez afectiva, la cual se requiere para su
normal desarrollo, así como suministrarle los medios indispensables para encaminarse hacia su 64
plena realización. Los padres son quienes transmiten la vida y con ella contraen la gran
responsabilidad de nutrir y educar a su prole. (Ejemplo de menores indigentes- a falta de
padres, crean entre ellos mismos sus lazos afectivos principales y derivado de su propia
inexperiencia, toman caminos inadecuados).
1.3.2. La escuela
Es en ese lugar donde el menor se reúne por primera vez con otros niños quienes a su vez se
encuentran en un nuevo círculo social fuera de lo ya conocido, es decir de la familia. Al llegar a
este nuevo círculo debe integrarse a un nuevo o nuevos grupos sociales, compartir espacios o
tareas con desconocidos quizá de edades mayores a la suya y viceversa.
El entorno escolar promueve la aparición del grupo porque los jóvenes se asocian para el juego
con grados de participación distintos según el tiempo, y en ella se entrelazan mediante
mecanismos de identificación. (por ejemplo en los equipos deportivos). El aspecto escolar debe
contar con fuertes y cercanos vínculos con el familiar, ya que durante varios años de vida del
menor, será su constante realidad.
Ejerce influencia antisocial cuando opera a partir de que alguno de los miembros del grupo
hace de su propia peculiaridad étnica el motivo para ser desechado de otros grupos,
motivándolo al rencor y pudiendo llegar a la conducta delictiva. (por ejemplo en las prisiones y
en las pandillas)
Constituye el entorno inmediato del hombre, y en él el menor entabla relación con sus vecinos
de edades similares, hijos de las familias de las proximidades, con una duración dependiente
del tiempo de residencia en el lugar.
Las influencias indirectas de la sociedad se reciben a través de la familia, que acusa los
impactos de las contrariedades y las transmite a la prole. La dificultad para procurar el sustento,
debida a la carencia de trabajo o a salarios mal pagados por debajo del mínimo indispensable
para la subsistencia son factores que influyen en el desarrollo y ambiente familiar, generando
una tensión domestica de conflicto y destrucción. Así podemos explicar muchas fugas de niños
y adolescentes.
Otros canales de influencia son los medios de comunicación, los cuales si bien es cierto han
tenido un avance vertiginoso en las últimas décadas, también han abierto la puerta a nuevas
formas de consumo y a desinformación, tal y como lo vemos en la admiración que despierta en
los menores las mercancías expuestas en internet, las grandes portadas y escaparates, así
como los héroes fantásticos a quienes todos los menores quieres imitar para obtener sino los
poderes especiales, sí esa vida cómoda y resuelta que da el poder de cualquier especie, en
nuestro caso específicamente el económico.
RESUMEN
Que en su constitución participan factores endógenos (internos) que están dados por la
herencia, factores prenatales y factores clínicos. Y además factores exógenos (externos que
constituyen el ambiente en el que el individuo se desenvuelve: la familia, la escuela, el grupo
étnico, el barrio, la sociedad en general. 64
MAPA CONCEPTUAL
Introducción
En el desarrollo del yo intervienen algunos elementos psicosociales que coadyuvan a que este
desarrollo sea beneficioso, o por el contrario, perjudicial.
Son elementos psicosociales que influyen en la salud de las personas, que aunque parecen
definir lo mismo, se encuentran más bien interrelacionados. Están constituidos por elementos
cognitivos, emocionales, conductuales y perceptivos. En cada uno, predomina un elemento,
aunque en mayor o menor medida, están todos presentes
2.1.1.- La autoestima
Está dominada por lo afectivo, son los sentimientos y emociones que experimento hacia mí
mismo y generalmente no atiende a razones ni a la lógica. Es la valoración y aceptación de la
propia manera de ser que se desarrolla desde la infancia, a partir de las experiencias del niño y
de su interacción con los demás. 64
2.1.2.- El autoconcepto
Está dominado por elementos cognitivos, como lo que pienso de mí mismo. Cómo me veo en
todas mis dimensiones (biológicas, psicológicas, sociales, culturales y espirituales).
2.1.3.- La autoimagen
Está dominada por la percepción y sobre todo relacionada con la imagen corporal. Cómo
percibo mi cuerpo, lo que tiene gran importancia en esta cultura psicoestética que vivimos,
sometida a una dictadura de la belleza.
2.1.4.- La autoeficacia
Es la creencia que tiene cada persona acerca de sus capacidades para alcanzar niveles de
rendimiento en situaciones específicas. La autoeficacia está íntimamente relacionada con la
autoestima, además facilita la autonomía y la toma de decisiones. Pensar. “yo soy capaz de …”
me ayuda a la formulación de metas para mi proyecto de vida.
2.1.5.- Autonomía
Deriva de los vocablos latinos autos (por uno mismo) y nomos (ley) o sea darse alguien sus
propias leyes, sin injerencias extrañas. Esto es, ausencia de dependencia, de lazos y presiones
para ejercitar las ideas, pensamientos o acciones.
2.1.6.- El autoconocimiento
También incluye detectar cuáles son las conductas que nos dificultan ser felices, es decir,
cuáles son nuestras conductas erróneas. Esto implica gran madurez personal porque
obviamente algunos aspectos de nosotros mismos no nos van a agradar.
El autoconocimiento debe ser un proceso reflexivo para resaltar nuestras cualidades y corregir
los aspectos negativos. También debe ser retrospectivo porque en el pasado de nuestras 64
acciones se encuentra la respuesta a lo que hacemos en el presente.
Ejercicio 1: ¿Cómo está mi autoestima? .- Escribe una V (verdadero) o una F (falso) en cada
uno de los siguientes ítems, de acuerdo con la forma en la que tú piensas, sientes y actúas
acerca de ti mismo. Trata de ser lo más sincero/a posible.
Autoevaluación: Suma las respuestas Verdaderas y falsas que obtuviste. Si el 50% o más de
las respuestas fueron Verdaderas, denota que no tienes confianza en tí mismo, y no sabes
apreciar el valor e importancia de tus propios sentimientos y capacidades. Si respondiste Falso
a la mayoría de ítems, pareces tener una buena autoestima, te respetas y estás dispuesto/a a
hacer cambios y a enfrentar los retos de la vida.
Ejercicio 2: ¿Cómo está mi autoeficacia? .- Escriba dos experiencias vividas en los últimos
meses, en las cuales se manifestó su nivel de autoeficacia. Pueden ser positivas o negativas, o
una positiva y una negativa.
Experiencia 1:-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Experiencia 2:-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
RESUMEN
MAPA CONCEPTUAL
AUTOESTIMA
AUTOIMAGEN
AUTOCONOCI
MIENTO 64
AUTOEFICACIA
AUTONOMÍA
Introducción
Para introducirnos en este tema, es preciso primero saber qué son las emociones. Veamos
algunas definiciones:
Las emociones son reacciones psicofisiológicas que representan los modos de adaptación de
la persona, a ciertos estímulos.
Psicológicamente, las emociones alteran la atención, hacen subir de rango ciertas conductas de
respuestas del individuo y activan redes asociativas relevantes en la memoria.
Fisiológicamente, las emociones organizan rápidamente las respuestas de distintos sistemas
biológicos, incluidas las expresiones faciales, los músculos, la voz, la actividad del sistema
endocrino, a fin de establecer un medio interno óptimo para el comportamiento más efectivo.
Conductualmente, sirven para establecer nuestra posición con respecto a nuestro entorno, y
nos impulsan hacia ciertas personas, objetos, acciones, ideas y nos alejan de otros.
Las emociones forman parte de la vida corriente. "Emoción" designa sentimientos que cada uno
puede reconocer. Se caracterizan por sensaciones más o menos precisas, de placer o
displacer. Las positivas, anticipan acontecimientos agradables; las negativas se asocian con las
experiencias del dolor, el peligro, la culpa, el rencor, los miedos. Las emociones agradables o
desagradables tienen una característica en común y es que no son simplemente cerebrales,
sino que van acompañadas por modificaciones fisiológicas y somáticas. Para hablar de
emociones y compartirlas con aquellos que nos rodean, se las pueden designar con términos
como alegría, felicidad, miedos, ansiedad, rabia, tristeza, depresión, odio, rencor, envidia.
Se puede afirmar que la familia es el contexto de desarrollo por excelencia durante los primeros
años de vida de los seres humanos. El más deseable de crianza y educación de niños y niñas y
de adolescentes, ya que es el que mejor puede promover su desarrollo personal, social e
intelectual y además, el que puede protegerlos mejor de diversas situaciones de riesgo.
El apego tiene una función adaptativa tanto para el niño como para los padres y el sistema
familiar en conjunto, así como para la supervivencia de la especie. Además, este vínculo
permite desarrollar un sentimiento básico de confianza y seguridad en su relación tal que el niño
se siente tranquilo para aventurarse a explorar el entorno, así como para afrontar las
separaciones breves de sus padres, constituyendo además un prototipo o un modelo interno de
relaciones que guiará las relaciones sociales y afectivas posteriores (López y Ortiz, 1999; Ortiz,
Fuentes y López, 1999).
Aunque la mayoría de los padres desarrollan desde muy pronto un apego profundo con sus
hijos y la mayoría de los hijos desarrollan durante su primer año de vida un fuerte apego hacia
sus padres, el encuentro entre los sentimientos y las formas de relación paternas -intensos y
claros, ambivalentes o incluso rechazadores- y las características de los niños y niñas puede
dar lugar a diferentes tipos de apego.
Ya hace algunos años, Mary Ainsworth estableció tres diferentes tipos de apego infantil:
seguro, ansioso-ambivalente y evitativo. Investigaciones más recientes (Main y Solomon, 1990)
han descrito otro patrón, el ansioso-desorganizado. Sin embargo, hay que destacar que los
niños suelen establecer apegos múltiples (por ejemplo, con sus abuelos o con sus hermanos),
de gran importancia para la elaboración de sentimientos, procesos de aprendizaje e
identificación y garantía en casos de pérdida de uno de los progenitores (López, 1990).
En los niños con apego seguro se muestra un tipo de interacción recíproca y mutuamente
reforzante. Lo más destacado es que los padres o cuidadores son capaces de interpretar y de
responder adecuadamente a las señales del niño. Los padres de niños con apego ansioso-
ambivalente son afectuosos y se interesan por sus hijos, pero tienen dificultades para 64
interpretar y responder adecuadamente a las señales del niño, actuando de modo incoherente.
El estilo interactivo de los padres de niños evitativos se caracteriza por la irresponsabilidad, la
impaciencia y el rechazo. Por su parte, el apego ansioso-desorganizado se ha encontrado en
niños víctimas de negligencia y maltrato físico o con figuras de apego seriamente deprimidas.
Pero, además de velar por el bienestar físico y emocional de niños y niñas, la tarea de ser
padre o madre conlleva la intervención educativa para modelar, desde edades muy tempranas,
el tipo de conductas y actitudes que se consideran adecuadas para que el desarrollo personal y
social de los hijos se adapte a las normas y valores del entorno social y cultural próximo, lo que
se ha llamado estrategias de socialización.
Esta misión comienza una vez se han establecido los vínculos de apego entre los padres y los
hijos y tiene como uno de sus pilares fundamentales tales relaciones, pero también implica la
adopción por parte de los padres, de comportamientos que suponen normas y restricciones a la
conducta infantil, lo que provoca tensiones que no se dan en las relaciones de apego (Palacios
y Moreno, 1994; Rodrigo y Palacios, 1998; Sorribes y García, 1996).
Los adultos utilizan mucho el razonamiento y la reflexión sobre las consecuencias que para el
mismo niño o para los demás pueden tener determinados comportamientos. Ante los problemas
de conducta o errores, además de explicar sus consecuencias, se aportan alternativas de
respuesta. Como forma preferente de castigo se usa la retirada de alabanzas o de privilegios.
Los hijos de padres democráticos son los que presentan las características que nuestra cultura
actual (parece que en las culturas asiática y afroamericana los hijos de padres autoritarios son
los mejor adaptados) considera más deseables, ya que se distinguen por su competencia
social, su madurez, su elevada autoestima y capacidad de autocontrol, su mayor independencia
y su habilidad para posponer la satisfacción inmediata de sus necesidades o apetencias. Los
estudios tanto con niños como con adolescentes determinan que este estilo parental es el más
beneficioso para el desarrollo infantil y el más eficaz desde el punto de vista de la socialización.
Esto parece ser debido a que es más fácil internalizar normas justificadas y razonadas que
aquéllas que son presentadas de modo arbitrario. Esto hace a los niños progresivamente más
responsables, aumentando también el autoconocimiento, la autoestima, la madurez y la
independencia y autonomía de juicios.
Los hijos de padres autoritarios, por su parte, muestran puntuaciones de autoestima más bajas
que las del grupo anterior debido a la escasa retroalimentación positiva de las conductas
positivas; tienden a la introversión, toman escasamente la iniciativa, disponen de escasa
autonomía personal, dependiendo mucho de control externo hasta el punto de tener
manifestaciones impulsivas o agresivas cuando ese control no está presente, con lo que su
conducta parece más controlada desde fuera que desde los principios interiorizados.
Los padres de estilo permisivo se caracterizan por el afecto y el dejar hacer. Existen altos
niveles de comunicación y afecto, creándose una dinámica familiar donde el niño se siente
querido y goza de muy amplias libertades de acción y expresión. Sin embargo, las escasas
normas y demandas madurativas planteadas al niño, así como la pobre supervisión del
cumplimiento de las existentes, basadas en la creencia de que los niños no deben ser
reprimidos en sus impulsos, hacen que los niños encuentren muy pocas exigencias a las que
hacer frente, por lo que no suelen asumir compromisos familiares, escolares ni sociales. Así,
son los padres los que en todo momento tienden a adaptarse al niño o niña, centrando sus
esfuerzos en identificar sus necesidades y preferencias, y en ayudarles a satisfacerlas.
Los hijos de padres permisivos serían alegres, espontáneos, vitales y creativos, dando
muestras sin embargo de inmadurez y dependencia con sus padres; agresividad y dificultades
del control de sus impulsos, para posponer las gratificaciones o persistir en las tareas, así como
falta de competencia social, mostrándose sensibles a la presión por parte de sus compañeros.
Su autoestima y autoconfianza son menores que las de los hijos de padres democráticos.
Por último, los padres encuadrados en el estilo indiferente-negligente son los que
muestran una menor implicación con sus hijos. La expresión de afecto es mínima, así como
también lo es la sensibilidad a las necesidades e intereses del niño, incluso en aspectos
básicos, por lo que esta situación puede llegar al abandono infantil, una de las formas de
maltrato. En la dimensión exigencias y control, lo más frecuente es la ausencia de controles y
normas, pero a veces también pueden mostrar normas o controles excesivos no justificados e
incoherentes y supervisión colérica.
Finalmente, los hijos de padres negligentes son los que presentan un perfil más problemático,
con valores pobres en identidad, motivación y autoestima, con dificultades en el autocontrol y
en las relaciones con los iguales, manifestando una mayor propensión a los conflictos
personales y sociales debido al escaso respeto a las normas y necesidades de los demás.
En cuanto a los determinantes de los estilos educativos paternos, las investigaciones revelan la
importancia del nivel de estudios y profesional de los padres, de las metas educativas de los
padres y de su propia historia evolutiva, así como de las características de los hijos y de la
configuración familiar, entre otros muchos factores (Ceballos y Rodrigo, 1998; Grusec, 2002;
Palacios, 1999; Palacios y Moreno, 1994).
64
3.2.- Factores que promueven el desarrollo emocional
“El ambiente psicosocial que rodea a las niñas y los niños incide de forma significativa en su
desarrollo integral. Si crecen rodeados de afecto, atención, cuidados, respeto y reconocimiento;
se sentirán amados, aceptados y valorados, su comportamiento tenderá a ser más positivo y
cooperativo, creerán más en sí mismos, se fomentará su autoestima, tolerarán mejor las
frustraciones, afrontarán mejor las dificultades y problemas, desarrollarán mejor su autonomía y
su identidad como personas”.
Entornos que promueven el desarrollo- convivencia y en paz y armonía con las personas.
Colombia.
http://www.deceroasiempre.gov.co/QuienesSomos/Documents/2.De-Entornos-que-Promueven-
el-Desarrollo-Convivencia-en-Paz-y-Armonia-con-las-Personas-resumen.pdf
Consigna.- Lea detenidamente y elabore un resumen de dos carillas, arial 12, espacio 1½
sobre los datos más importantes de las dos lecturas. Proponga además, ideas de acciones que
se pueden emprender en su comunidad para promover el desarrollo integral de las familias que
las conforman.
RESUMEN
proporcionan a los hijos e hijas alimento, cuidados, protección, afecto, apoyo y cauces para
conocer progresivamente el mundo físico y social en el que viven, todos ellos elementos
fundamentales para su desarrollo. Pero además, los padres también promueven el desarrollo
infantil a través de la organización de los aspectos estructurales y materiales del hogar, de la
planificación de las actividades de sus hijos y de las interacciones que mantienen con ellos.
Así, en el ámbito de las ideas que padres y madres pueden tener sobre cómo se desarrollan
sus hijos e hijas, y de las prácticas de crianza y educación relacionadas con tales cogniciones,
es necesario que se desarrollen programas formativos para las familias, para que éstas
adquieran herramientas que les permitan:
MAPA CONCEPTUAL
EMOCION
ES
DESARROLLO EMOCIONAL
BIBLIOGRAFÍA DE LA UNIDAD
Comisión Intersectorial para la Atención Integral de Primera Infancia. Colombia. Entornos que
promueven el desarrollo- convivencia y en paz y armonía con las personas. Recuperado de:
http://www.deceroasiempre.gov.co/QuienesSomos/Documents/2.De-Entornos-que-Promueven-
el-Desarrollo-Convivencia-en-Paz-y-Armonia-con-las-Personas-resumen.pdf
Gerrig, Richard & Zimbardo, (2005). Psicología y vida. México: Pearson Educación.
INTRODUCCIÓN
Ya hemos analizado lo que es la personalidad y los elementos que la conforman, así como los
factores que promueven un desarrollo positivo de la misma. En esta nueva unidad revisaremos
una serie de teorías sobre la personalidad, desde el Psicoanálisis de Sigmund Freud hasta el
Psicodrama de Jaboc Levi Moreno. Incluiremos biografías, términos básicos y conceptos,
métodos de evaluación y terapias, discusiones y anécdotas, así como referencias para material
de lectura adicional. Pero antes, definamos lo que es Teoría:
Una teoría es un modelo de realidad que nos ayuda a comprender, explicar, predecir y controlar
la realidad. En el contexto del estudio de la personalidad, estos modelos son usualmente
verbales. De vez en cuando, alguien aparece con un modelo gráfico, con ilustraciones
simbólicas, o con un modelo matemático, o incluso con un modelo informático. Pero las
palabras constituyen el modelo básico.
Otra definición sostiene que la teoría es una guía para llegar a la práctica. Una teoría es como
un mapa: no es exactamente igual al terreno que describe y desde luego no ofrece todos los
detalles del mismo, pero nos provee de una guía hacia la práctica (y nos brinda algo para
corregir los fallos cuando los cometemos).
Existen tres orientaciones teóricas en el estudio de la personalidad que se mantienen sobre las
otras: La Psicoanalítica, la Conductista y la Humanista.
Consiguió una beca de estudios, primero con el gran psiquiatra Charcot en París y
posteriormente con el que más tarde sería su rival: Bernheim. Ambos científicos estaban
investigando el uso de la hipnosis en los pacientes histéricos.
Después de pasar un breve período de tiempo como residente de neurología y como director de
una guardería infantil en Berlín, Freud se volvió a Viena y se casó con su prometida de años,
Martha Bernays. Allí abrió su consulta de neuropsiquiatría.
Las lecturas y obras de Freud le proporcionaron tanto fama como ostracismo dentro de la
comunidad médica. Se rodeó de un buen número de seguidores que más tarde se convertirían
en el núcleo del movimiento psicoanalítico. Desafortunadamente, Freud tenía una gran
propensión a rechazar a aquellos que no estaban de acuerdo con sus teorías; algunos se
separaron de él de manera amistosa, otros no, estableciendo entonces escuelas de
pensamiento competidoras.
Freud emigró a Inglaterra justo antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando Viena ya no era
un sitio seguro para un judío y más aún de la talla del famoso Freud. Poco más tarde murió de
un cáncer maxilobucal del que había sufrido desde hacía 20 años.
4.1.1.- Teoría
La parte más grande estaba formada por el inconsciente e incluía todas aquellas cosas que no
son accesibles a nuestra consciencia, incluyendo muchas que se habían originado allí, tales
como nuestros impulsos o instintos, así como otras que no podíamos tolerar en nuestra mente
consciente, tales como las emociones asociadas a los traumas. Según Freud, el inconsciente
es la fuente de nuestras motivaciones, ya sean simples deseos de comida o sexo, 64
compulsiones neuróticas o los motivos de un artista o científico. Además, tenemos una
tendencia a negar o resistir estas motivaciones de su percepción consciente, de manera que
solo son observables de forma disfrazada. Ya volveremos más adelante con esto.
La realidad psicológica freudiana empieza con el mundo lleno de objetos. Entre ellos, hay
uno especial: el cuerpo. El cuerpo es especial en tanto actúa para sobrevivir y reproducirse y
está guiado a estos fines por sus necesidades (hambre, sed, evitación del dolor y sexo).
Una parte muy importante del cuerpo es el sistema nervioso, y una de sus características más
prevalentes es la sensibilidad que posee ante las necesidades corporales.
En el nacimiento, este sistema es poco más o menos como el de cualquier animal, una “cosa”, o
más bien, el Ello. El sistema nervioso como Ello, traduce las necesidades del cuerpo a fuerzas
motivacionales llamadas pulsiones. Freud también los llamó deseos. Esta traslación de
necesidad a deseo es lo que se ha dado a conocer como proceso primario.
El Ello tiene el trabajo particular de preservar el principio de placer, el cual puede entenderse
como una demanda de atender de forma inmediata las necesidades. Imagínese por ejemplo a
un bebé hambriento en plena rabieta. No “sabe” lo que quiere, en un sentido adulto, pero “sabe”
que lo quiere…¡ahora mismo!. El bebé, según la concepción freudiana, es puro, o casi puro
Ello. Y el Ello no es más que la representación psíquica de lo biológico.
Menos mal que existe una pequeña porción de la mente a la que nos referimos antes, el
consciente, que está agarrado a la realidad a través de los sentidos. Alrededor de esta
consciencia, algo de lo que era “cosa” se va convirtiendo en Yo en el primer año de vida del
niño. El Yo se apoya en la realidad a través de su consciencia, buscando objetos para satisfacer
los deseos que el Ello ha creado para representar las necesidades orgánicas. Esta actividad de
búsqueda de soluciones es llamada proceso secundario.
El Yo, a diferencia del Ello, funciona de acuerdo con el principio de realidad, el cual estipula
que se “satisfaga una necesidad tan pronto haya un objeto disponible”. Representa la realidad y
hasta cierto punto, la razón.
Hay dos aspectos del Superyo: uno es la consciencia, constituida por la internalización de los
castigos y advertencias. El otro es llamado el Ideal del Yo, el cual deriva de las recompensas y
modelos positivos presentados al niño. La consciencia y el Ideal del Yo comunican sus
requerimientos al Yo con sentimientos como el orgullo, la vergüenza y la culpa.
Freud consideró que todo el comportamiento humano estaba motivado por las pulsiones, las
cuales no son más que las representaciones neurológicas de las necesidades físicas. Al
principio se refirió a ellas como pulsiones de vida. Estas pulsiones perpetúan (a) la vida del
sujeto, motivándole a buscar comida y agua y (b) la vida de la especie, motivándole a buscar
sexo. La energía motivacional de estas pulsiones de vida, que impulsa nuestro psiquismo, la
llamó libido, a partir del latín significante de “yo deseo”.
La experiencia clínica de Freud le llevó a considerar el sexo como una necesidad mucho más
importante que otras en la dinámica de la psiquis. Somos, después de todo, criaturas sociales y
el sexo es la mayor de las necesidades sociales. Pero, aunque debemos recordar que cuando
Freud hablaba de sexo, hablaba de mucho más que solo el coito, la libido se ha considerado
como la pulsión sexual.
Más tarde en su vida, Freud empezó a creer que las pulsiones de vida no explicaban toda la
historia. Freud empezó a considerar que “debajo” o “a un lado” de las pulsiones de vida había
una pulsión de muerte. Empezó a defender la idea de que cada persona tiene una necesidad 64
inconsciente de morir.
Parece una idea extraña en principio, y desde luego fue rechazada por muchos de sus
estudiantes, pero creemos que tiene cierta base en la experiencia: la vida puede ser un proceso
bastante doloroso y agotador. Para la gran mayoría de las personas existe más dolor que
placer, algo, por cierto, que nos cuesta trabajo admitir. La muerte promete la liberación del
conflicto. Freud se refirió a esto como el principio de Nirvana, tomado del budismo y
usualmente traducida como “Cielo”.
El Yo lidia con las exigencias de la realidad, del Ello y del Superyo, lo mejor que puede. Pero
cuando la ansiedad llega ser abrumadora, el Yo debe defenderse a sí mismo. Esto lo hace
bloqueando inconscientemente los impulsos o distorsionándoles, para que sean más
aceptables y menos amenazantes. Estas técnicas constituyen los mecanismos de defensa.
Es usual ver este mecanismo de defensa en los niños cuando son confrontados a situaciones
para las que no están preparados. También he visto personas desmayándose en una autopsia
(personas que niegan la realidad de la muerte de un ser querido) y estudiantes que se olvidan
de buscar las notas de sus exámenes. Todo esto es negación.
La Regresión constituye una vuelta atrás en el tiempo psicológico cuando uno se enfrenta a un
estrés. Cuando estamos en problemas o estamos atemorizados, nuestros comportamientos se
tornan más infantiles o primitivos. Un niño, por ejemplo, puede empezar a chuparse el dedo
nuevamente o a orinarse cuando nace un hermanito. Un adolescente puede empezar a reírse
descontroladamente en una situación de encuentro social con el sexo opuesto. Un grupo de
personas civilizadas se pueden volver violentas en un momento de amenaza.
Todas las defensas son, de hecho, mentiras, pero aun así, Freud consideró que eran 64
necesarias. No podemos esperar que una persona, especialmente un niño, pueda con todo el
dolor y las penas que la vida le depara. Aunque algunos de sus seguidores sugirieron que todas
las defensas podían utilizarse con fines positivos, Freud dijo que solo había una, la sublimación.
Freud observó que en distintas etapas de nuestra vida, diferentes partes de la piel que nos
daban mayor placer. Más tarde, los teóricos llamarían a estas áreas zonas erógenas. Vio que
los infantes obtenían un gran monto de placer a través de chupar, especialmente del pecho. De
hecho, los bebés presentan una gran tendencia a llevarse a la boca todo lo que tienen a su
alrededor. Un poco más tarde en la vida, el niño concentra su atención al placer anal de retener
y expulsar. Alrededor de los tres o cuatro años, el niño descubre el placer de tocarse sus
genitales. Y solo más tarde, en nuestra madurez sexual, experimentamos un gran placer en
nuestras relaciones sexuales. Basándose en estas observaciones, Freud postuló su teoría de
los estadios psicosexuales.
La etapa oral se establece desde el nacimiento hasta alrededor de los 18 meses. El foco del
placer es la boca. Las actividades favoritas del infante son chupar y morder.
La etapa anal se encuentra entre los 18 meses hasta los tres o cuatro años de edad. El foco
del placer es el ano. El goce surge de retener y expulsar.
La etapa fálica va desde los tres o cuatro años hasta los cinco, seis o siete. El foco del placer
se centra en los genitales. La masturbación a estas edades es bastante común.
La etapa de latencia dura desde los seis a siete años de edad hasta la pubertad, más o menos
a los 12 años. Durante este período, Freud supuso que la pulsión sexual se suprimía al servicio
del aprendizaje.
Cada estadio comprende una serie de tareas difíciles propias de donde surgirán multitud de
problemas. Para la fase oral es el destete; para la anal, el control de esfínteres; para la fálica,
es la crisis edípica, llamada así por la historia griega del rey Edipo, quien inadvertidamente mató
a su padre y se casó con su madre.
Veamos cómo funciona la llamada crisis edípica: El primer objeto de amor de todo niño es la 64
madre. Quiere su atención, su afecto, su cuidado; la quiere y la desea de una manera
ampliamente sexual. No obstante, el niño tiene un rival ante estos deseos, personificado en su
padre. Éste es mayor, más fuerte, más listo y se va a la cama con ella, mientras que el chico es
desplazado a dormir solo en su habitación. El padre es el enemigo.
Pero, aparece la pregunta: ¿y dónde está el pene de la niña?. Quizás lo ha perdido de alguna
forma. Quizás se lo cortaron. ¡Quizás lo mismo me puede pasar a mí! Este es el inicio de la
ansiedad de castración, un nombre utilizado para definir el temor a perder el propio pene.
Volviendo a la historia anterior, el niño, al reconocer la superioridad de su padre y temiendo a su
pene, empieza a poner en práctica algunas de sus defensas yoicas. Desplaza sus impulsos
sexuales por su madre hacia las chicas y posteriormente a las mujeres. Y se identifica con el
agresor, su papá, e intenta parecerse cada vez más a él; esto es, un hombre. Después de unos
años de latencia, entra en la adolescencia y al mundo de la heterosexualidad madura.
La niña también empieza su vida con amor hacia su madre, por lo que se nos presenta el
problema de tener que redirigir sus afectos hacia su padre antes de que tenga lugar el proceso
edípico. Freud responde a esto con la envidia al pene. La niña ha notado también que ante la
diferencia de ambos sexos, ella no puede hacer nada. A ella le gustaría tener un pene también,
así como todo el poder asociado a éste. Mucho más tarde podrá tener un sustituto, como un
bebé. Ella sabe, se necesita de un papá y una mamá para tener un bebé, de manera que gira
su atención y cariño hacia papá.
Pero, papá, por supuesto ya está cogido por alguien. La chica entonces le desplaza por los
chicos y hombres, identificándose con mamá, la mujer que posee al hombre que ella
verdaderamente desea. Debemos observar que hay algo aquí que falta. La niña no sufre por el
poder motivacional de la ansiedad de castración, ya que ella no puede perder lo que nunca ha
tenido. Freud pensó que la falta de este tremendo miedo es lo que provocaba que las mujeres
fuesen menos firmes en su heterosexualidad que los hombres y un poco menos inclinadas
hacia los aspectos morales en general.
Freud creía que las experiencias traumáticas tenían un efecto especialmente fuerte en las
personas, pero aquellos traumas asociados con los estadios de desarrollo por los que todos
pasamos, tendrían mayor consistencia.
Si una persona presenta algún tipo de dificultad en cualquiera de las tareas asociadas con
estas etapas (el destete, el control de esfínteres o la búsqueda de la identidad sexual) tenderá a
retener ciertos hábitos infantiles. A esto se le llama fijación. La fijación provoca que cada
problema de una etapa específica se prolongue considerablemente.
Cuando tenemos entre 5 y 8 meses de edad, empezamos la dentición. Una acción que nos
satisface mucho en este período es morder todo lo que esté a nuestro alcance, como por
ejemplo, el pezón de mamá. Si esta acción se corta demasiado rápido, podremos desarrollar
entonces una personalidad oral-agresiva. Esta personas retienen de por vida un deseo de
morder cosas. Tienden a ser verbalmente agresivos, sarcásticos, irónicos y demás.
Otros padres son estrictos. Pueden estar compitiendo con los vecinos a ver cuál de los niños
controla primero los esfínteres. Pueden llegar a usar la humillación o el castigo. Este niño puede
perfectamente sufrir de estreñimiento, tratando de controlarse constantemente y desarrollará de
mayor una personalidad anal-retentiva. Será especialmente pulcro, perfeccionista y dictatorial.
En otras palabras el anal-retentivo está atado por todas partes.
Existen también dos personalidades fálicas, aunque a ninguna de ellas se le ha dado nombre.
Si el niño, por ejemplo, es rechazado en demasía por su madre y además amenazado por su
padre excesivamente varonil, tendrá posiblemente una sensación muy pobre de autovalía en
cuanto a su sexualidad. En este caso, intentaría lidiar con esto o bien declinando cualquier
actividad heterosexual, convirtiéndose en un ratón de biblioteca o llegando a ser el macho de
todas las mujeres. En el caso de una niña rechazada por su padre y amenazada por una
madre excesivamente femenina, también producirá una autoestima muy baja en el área de la
sexualidad.
En otra situación, si un niño es más bien es sobreprotegido por su madre y tiene un padre
pasivo con el que no se identifica, podría desarrollar una opinión de sí mismo bastante grande
(lo cual le remitirá mucho sufrimiento al enfrentarse al mundo real y darse cuenta de que los
demás no le quieren como su madre lo hizo) y parecer afeminado. De la misma manera, si una
niña es la princesita de papá y su mamá ha sido relegada a una posición casi de sirvienta, la
chica será muy superficial y egocéntrica, o por el contrario muy masculina.
4.1.2.- Terapia
La terapia de Freud ha sido la más influyente de todas, a la vez que la parte más influyente
también de su teoría. A continuación veremos algunos de sus puntos más importantes:
4.1.2.1.- Atmósfera relajada. El cliente debe sentirse libre de expresar lo que quiera. Añada a
este situación un diván cómodo, luces tenues, paredes insonorizadas, y el ámbito está servido.
64
4.1.2.2.- Asociación libre. El cliente puede hablar de cualquier cosa. La teoría dice que con
una buena relajación, los conflictos inconscientes inevitablemente surgirán al exterior. Si nos
detenemos un poco aquí, no hay que ir tan lejos para observar una similitud entre esta terapia y
el soñar. Sin embargo, en la terapia, existe un terapeuta que está entrenado para reconocer
ciertos aspectos o pistas de problemas y sus soluciones que el cliente pasa por alto.
4.1.2.3.- Resistencia. Una de estas pistas es la resistencia. Cuando el cliente intenta cambiar
de tema, o su mente se le queda en blanco, se duerme, llega tarde o falta a una sesión, el
terapeuta dice “¡Ajá!”. Estas resistencias sugieren que el cliente, a través de sus asociaciones
libres, está cercano a contenidos inconscientes que vive como amenazantes.
4.1.2.5.- Fallos o desvíos en el discurso verbal. Freud creía que éstos sugerían pistas para
llegar a conflictos inconscientes. De hecho, creía que cualquier cosa que dijera el paciente
siempre significaba algo; equivocarse de número al llamar por teléfono, desviarse de ruta, decir
mal una palabra, suponían serios objetos de estudio para Freud
le crió sola durante los tres primeros años de la vida de Erik. En este
momento, se casó con el Dr. Theodor Homberger, el pediatra de él y se
mudaron a Karlsruhe en el sur de Alemania.
Al finalizar la secundaria, decidió ser artista. Cuando no asistía a sus clases, vagaba por
Europa. Vivió así mucho tiempo antes de pensar seriamente qué hacer con su vida.
A los 25 años, aplica para maestro en una escuela experimental. Mientras estuvo allí, conoció a
una profesora de danza teatral, con quien se casó y tuvo tres hijos.
Cuando los nazis toman el poder, abandona Viena y se dirige primero a Copenague y luego a
Boston, donde aceptó un trabajo en la Escuela de Medicina de Harvard y practicó psicoanálisis
de niños en su consulta privada. Luego enseñó en Yale y después en la Universidad de 64
California en Berkeley.
En 1950 escribe “Childhood and Society”, libro que contenía artículos de sus estudios de las
tribus americanas, análisis de Máximo Gorky y Adolfo Hitler, así como una discusión de la
“personalidad americana y las bases argumentales de su versión sobre la teoría freudiana. Su
obra “La Verdad de Ghandi”, obtuvo el premio Pulitzer y el Premio Nacional del Libro.
4.2.1.- Teoría
Erikson acepta las ideas de Freud como básicamente correctas, incluyendo aquellas debatibles
como el complejo de Edipo, no obstante, está bastante más orientado hacia la sociedad y la
cultura. Prácticamente, desplaza en sus teorías a los instintos y al inconsciente.
Crisis Relaciones
Virtudes psico- Maladaptaciones y
Estadio (edad) psico- significati- Modalidades psicosociales
sociales Malignidades
social vas
1 (0-1) Confianza vs. Distorsión sensorial y
Madre Coger y dar en respuesta Esperanza, fe
infante desconfianza Desvanecimiento
Autonomía
2 (2-3) Voluntad, Impulsividad y
vs. vergüenza y Padres Mantener y dejar ir
bebé determinación Compulsión
duda
3 (3-6) Iniciativa vs. Propósito, Crueldad y
Familia Ir más allá jugar
preescolar culpa coraje Inhibición
4 (7-12) Laboriosidad Vecindario y Completar Virtuosidad unilateral e
Competencia
escolar vs. inferioridad escuela Hacer cosas juntos Inercia
Identidad yoica
Grupos, Ser uno mismo. Fidelidad, Fanatismo y
5 (12-18 o más) vs. confusión de
Modelos de roles Compartir ser uno mismo lealtad Repudio
adolescencia roles
6 (los 20’s) Intimidad vs. Colegas, Perderse y hallarse a uno mismo Amor Promiscuidad y
Estadio I
Estadio II
El segundo estadio es alrededor de los 18 meses hasta los 3-4 años de edad. La tarea
primordial es la de alcanzar un cierto grado de autonomía, aun conservando un toque de
vergüenza y duda.
Si papá y mamá (y otros cuidadores) permiten que el niño explore y manipule su medio,
desarrollará un sentido de autonomía o independencia. Los padres no deben desalentarle ni
empujarle demasiado. Se requiere un equilibrio. Si no lo dejan explorar y ser independiente, es
bastante fácil que el niño desarrolle un sentido de vergüenza y duda, asumiendo que no puede
hacer las cosas por sí mismo.
Peor aún es demasiada vergüenza y duda, lo que llevará al niño a desarrollar lo que Erikson
llama compulsividad. La persona compulsiva siente que está sobreenvuelto en las tareas que
hace y por tanto todo debe hacerse correctamente. El seguir las reglas de una forma precisa,
evita que se equivoque, y debe evitar cualquier error a cualquier precio.
Estadio III
64
Este es el estadio genital-locomotor o la edad del juego. Desde los 3-4 hasta los 5-6 años, la
tarea fundamental es la de aprender la iniciativa sin una culpa exagerada.
La iniciativa sugiere una respuesta positiva ante los retos del mundo, asumiendo
responsabilidades, aprendiendo nuevas habilidades y sintiéndose útil. Los padres pueden
animar a sus hijos a que lleven a cabo sus ideas por sí mismos. Alentar su fantasía, curiosidad
e imaginación. Esta es la época del juego, no de la educación formal. Ahora el niño puede
imaginarse, como nunca antes, una situación futura, una que no es la realidad actual. La
iniciativa es el intento de hacer real lo irreal.
Pero si el niño puede imaginar un futuro, si puede jugar, también será responsable…y culpable.
Si mi hijo de dos años tira mi reloj al inodoro, puedo asumir que no hubo mala intención, solo
era una cosa dando vueltas y vueltas hasta desaparecer. ¡Qué divertido!. ¡Pero si mi hija de
cinco años lo hace…bueno, ya no sería lo mismo porque a esa edad ya tiene la capacidad para
establecer juicios morales.
Demasiado iniciativa y muy poca culpa significa una tendencia maladaptativa que Erikson llama
crueldad. La persona cruel tiene sus planes, ya sea en materia de escuela, romance o política.
El único problema es que no toma en cuenta a quién tiene que pisar para lograr su objetivo. Los
sentimientos de culpa son para los débiles. La forma extrema de la crueldad es la sociopatía.
Un buen equilibrio llevará al sujeto a la virtud psicosocial del propósito. El sentido del propósito
es la capacidad para la acción a pesar de conocer claramente nuestras limitaciones y los fallos
anteriores.
Estadio IV
Esta etapa corresponde a la de latencia, o aquella comprendida entre los 6 y 12 años de edad
del niño escolar. La tarea principal es desarrollar una capacidad de laboriosidad. Los niños
deben “domesticar su imaginación” y dedicarse a la educación y a aprender las habilidades
necesarias para cumplir las exigencias de la sociedad. Los niños deben aprender que no
solamente existe placer en concebir un plan, sino también en llevarlo a cabo. Deben aprender lo
que es el sentimiento del éxito, ya sea en el patio o el aula; ya sea académica o socialmente.
Una buena forma de percibir las diferencias entre un niño en el tercer estadio y otro del cuarto
es sentarse a ver cómo juegan. Los niños de cuatro años pueden querer jugar, pero solo tienen
conocimientos vagos de las reglas e incluso las cambian varias veces a todo lo largo del juego
escogido. No soportan que se termine el juego, como no sea tirándoles las piezas a su
oponente. Un niño de siete años, sin embargo, está dedicado a las reglas, las consideran algo
mucho más sagrado e incluso puede enfadarse si no se permite que el juego llegue a una
conclusión estipulada.
Si el niño no logra mucho éxito, debido a maestros muy rígidos, desarrollará entonces un
sentimiento de inferioridad o incompetencia. Otras fuentes de inferioridad, según Erikson, son el
racismo, sexismo y cualquier otra forma de discriminación. Si un niño cree que el éxito se logra
en virtud de quién es en vez de cuán fuerte puede trabajar, entonces ¿para qué intentarlo?. 64
Lo ideal sería un equilibrio entre la laboriosidad y la inferioridad; esto es, ser principalmente
laboriosos con un cierto toque de inferioridad que nos mantenga sensiblemente humildes.
Entonces tendremos la virtud llamada competencia.
Estadio V
La identidad yoica significa saber quiénes somos y cómo encajamos en la sociedad. Exige que
tomemos todo lo que hemos aprendido acerca de la vida y de nosotros mismos y lo moldeemos
en una autoimagen unificada, una que nuestra comunidad acepte. Esto se facilita cuando el
adolescente cuenta con buenos modelos de roles adultos y líneas abiertas de comunicación.
Además, la sociedad debe proveer también unos ritos de paso definidos, es decir, ciertas
tareas y rituales que ayuden a distinguir al adulto del niño. En las culturas tradicionales y
primitivas, se insta al adolescente a abandonar el poblado por un de tiempo determinado con el
objeto de sobrevivir por sí mismo, cazar algún animal simbólico o buscar una visión inspiradora.
De una forma o de otra, la diferencia entre ese periodo de irresponsabilidad de la infancia y ese
otro de responsabilidad propia del adulto se establece de forma clara.
Sin estos límites, nos embarcamos en una confusión de roles, lo que significa que no sabremos
cuál es nuestro lugar en la sociedad y en el mundo. Erikson dice que cuando un adolescente
pasa por una confusión de roles, está sufriendo una crisis de identidad. De hecho, una pregunta
muy común de los adolescentes en nuestra sociedad es “¿Quién soy?”.
Cuando tenemos demasiado “identidad yoica”, no queda espacio suficiente para la tolerancia.
Erikson llama a esta tendencia maladaptativa fanatismo. Un fanático cree que su forma es la
única que existe. Por descontado está que los adolescentes son conocidos por su idealismo y
por su tendencia a ver las cosas en blanco o negro. Éstos envuelven a otros alrededor de ellos,
promocionando sus estilos de vida y creencias sin importarles el derecho de los demás a estar
en desacuerdo.
La falta de identidad es bastante más problemática, y Erikson se refiere a esta tendencia como
repudio. Estas personas repudian su membresía en el mundo adulto e incluso repudian su 64
necesidad de una identidad. Algunos adolescentes se permiten a sí mismos la “fusión” con un
grupo, especialmente aquel que le pueda dar ciertos rasgos de identidad: sectas religiosas,
organizaciones militaristas, pandillas. Pueden embarcarse en actividades destructivas como la
ingesta de drogas, alcohol o incluso adentrarse seriamente en sus propias fantasías psicóticas.
Después de todo, ser “malo” o ser “nadie” es mejor que no saber quién soy.
Si logramos negociar con éxito esta etapa, tendremos la virtud que Erikson llama fidelidad. La
fidelidad implica lealtad, o la habilidad para vivir de acuerdo con los estándares de la sociedad a
pesar de sus imperfecciones, faltas e inconsistencias. Esta fidelidad se establece cuando
hemos hallado un lugar para nosotros dentro de la sociedad, un lugar que nos permitirá
contribuir a su estabilidad y desarrollo.
Estadio VI
Si hemos podido llegar esta fase, nos encontramos entonces en la etapa de la adultez joven, la
cual dura entre 18 años hasta los 30 aproximadamente. La tarea principal es lograr un cierto
grado de intimidad, actitud opuesta a mantenerse en aislamiento.
La intimidad supone la posibilidad de estar cerca de otros, como amantes, amigos; como un
partícipe de la sociedad. Ya que posees un sentimiento de saber quién eres, no tienes miedo a
“perderte” a ti mismo, como presentan muchos adolescentes. El “miedo al compromiso” que
algunas personas parecen presentar es un buen ejemplo de inmadurez en este estadio.
Muchas personas enlentecen o postergan el proceso progresivo de sus relaciones
interpersonales. “Me casaré (o tendré una familia, o me embarcaré en algún tema social) tan
pronto acabe la universidad; tan pronto tenga un trabajo; cuando tenga una casa …
El joven adulto ya no tiene que probarse a sí mismo. Una relación de pareja adolescente sí
busca un establecimiento de identidad a través de la relación. “¿Quién soy?. Soy su novio”. La
relación de adultos jóvenes debe ser una cuestión de dos egos independientes que quieren
crear algo más extenso que ellos mismos.
Si atravesamos con éxito esta etapa, alcanzaremos esa virtud o fuerza psicosocial que Erikson
llama amor. Incluye no solamente el amor que compartimos en un buen matrimonio, sino
también el amor entre amigos y el amor de mi vecino, compañero de trabajo y compatriota.
Estadio VII
Este estadio corresponde al de la adultez media. Es muy difícil establecer el rango de edades,
pero incluiría aquel periodo dedicado a la crianza de los niños. Para la mayoría de las personas
de nuestra sociedad, estaríamos hablando de un período comprendido entre los 20 y pico y los
50 y tantos. La tarea fundamental aquí es lograr un equilibrio apropiado entre la productividad
y el estancamiento.
64
La productividad es el amor hacia el futuro. Tiene que ver con la preocupación sobre la
siguiente generación y todas las demás futuras. Por tanto, es bastante menos “egoísta” que la
intimidad de los estadios previos: la intimidad o el amor entre amantes o amigos, es un amor
entre iguales y necesariamente es recíproco. Con la productividad, no estamos esperando, al
menos no implícitamente, una reciprocidad en el acto. Pocos padres esperan un “pago” de sus
hijos.
Aunque la mayoría de las personas ponen en práctica la productividad teniendo y criando los
hijos, existen otras maneras también. Erikson considera que la enseñanza, la escritura, la
inventiva, las ciencias y las artes, el activismo social complementan la tarea de productividad.
Aquí puede presentarse la tendencia maladaptativa que Erikson llama sobrextensión. Algunas
personas tratan de ser tan productivas que llega un momento en que no se pueden permitir
nada de tiempo para sí mismos, para relajarse y descansar. Al final, estas personas tampoco
logran contribuir algo a la sociedad. Estoy seguro de que todos ustedes conocerán a alguien
inmerso en un sinnúmero de actividades o causas, clases, trabajos y al final, no tienen ni
siquiera tiempo para hacer ninguna de estas actividades.
Más obvia todavía resulta la tendencia maligna de rechazo, lo que supone muy poca
productividad y bastante estancamiento, lo que produce una mínima participación o contribución
a la sociedad. La persona estancada deja de ser un miembro productivo de la sociedad.
Estadio VIII
Esta última etapa, la delicada adultez tardía o madurez, o la llamada de forma más directa y
menos suave edad de la vejez, empieza alrededor de la jubilación, después que los hijos se han
ido; digamos más o menos alrededor de los 60 años.
La tarea primordial aquí es lograr una integridad yoica con un mínimo de desesperanza. Esta
etapa parece ser la más difícil de todas. Primero ocurre un distanciamiento social, desde un
sentimiento de inutilidad; todo esto evidentemente en el marco de nuestra sociedad. Algunos se
jubilan de trabajos que han tenido durante muchos años; otros perciben que su tarea como
padres ya ha finalizado y la mayoría creen que sus aportes ya no son necesarios.
Además existe un sentido de inutilidad biológica, debido a que el cuerpo ya no responde como
antes. Las mujeres pasan por la menopausia, algunas de forma dramática. Los hombres creen
que ya “no dan la talla”. Surgen enfermedades de la vejez como artritis, diabetes, problemas
cardíacos, problemas relacionados con el pecho y ovarios y cánceres de próstata. Empiezan los
miedos a cuestiones que uno no había temido nunca, como por ejemplo a un proceso gripal o
simplemente a caerse. 64
Junto a las enfermedades, aparecen las preocupaciones relativas a la muerte. Los amigos
mueren; los familiares también. La esposa muere. Es inevitable que también a uno le toque su
turno. Al enfrentarnos a toda esta situación, parece que todos debemos sentirnos
desesperanzados.
La integridad yoica significa llegar a los términos de tu vida, siendo capaz de mirar atrás y
aceptar el curso de los eventos pasados, las decisiones tomadas; tu vida tal y como la viviste.
Todos hemos cometido errores, alguno de ellos bastante graves; si bien no seríamos lo que
somos si no los hubiéramos cometidos.
La persona que afronta la muerte sin miedo tiene la virtud que Erikson llama sabiduría.
Considera que este es un regalo para los hijos, dado que “los niños sanos no temerán a la vida
si sus mayores tienen la suficiente integridad para no temer a la muerte”.
El padre inició a Carl en el latín a la edad de 6 años. Además de leer la mayoría de las lenguas
modernas del occidente europeo, Jung también leía varias otras lenguas antiguas como el
sánscrito (el lenguaje original de los libros sagrados hindúes).
En 1903, se casa con Emma Rauschenbach. En aquel tiempo, también dedicó parte de su
tiempo a dar clases en la Universidad de Zurich y mantenía una consulta privada. Fue aquí
donde inventó la asociación de palabras.
Siendo un gran admirador de Freud, por fin le conoció en Viena en 1907. Dice la historia que
después de conocerle, Freud canceló todas sus citas del día, para continuar una conversación
que duraría 13 horas continuas. ¡Tal fue el impacto de este encuentro entre estas dos mentes
privilegiadas!. Eventualmente, Freud consideró a Jung como el príncipe de la corona del
psicoanálisis y su mano derecha.
Pero Jung nunca se apoyó totalmente en la teoría freudiana. Su relación empezó a enfriarse en
1909, durante un viaje a América. En este viaje, ambos se entretenían analizándose los sueños
de cada uno (aparentemente de manera más desenfadada que seria), cuando en un momento
determinado Freud demostró una excesiva resistencia a los esfuerzos de análisis de Jung.
Finalmente, Freud le dijo que debían parar, ya que él se sentía con temor a perder su autoridad.
Evidentemente, Jung se sintió insultado.
La Primera Guerra Mundial fue un periodo especialmente doloroso de auto-exámen para Jung.
Sin embargo, era solo el principio de una de las teorías de la personalidad más interesantes
que el mundo haya visto. Después de la guerra, Jung viajó mucho, a África América y la India.
Se jubiló en 1946, retrayéndose de la vida pública a partir de este momento hasta la muerte de
su esposa en 1955. Jung murió el 6 de junio de 1961 en Zurich.
4.3.1.- Teoría
La teoría de Jung divide la psique en tres partes. La primera es el Yo, el cual se identifica con la
mente consciente. Relacionado cercanamente se encuentra el inconsciente personal, que
incluye cualquier cosa que no esté presente en la consciencia, pero que no está exenta de
estarlo. El inconsciente personal incluye las memorias que podemos atraer rápidamente a
nuestra consciencia y aquellos recuerdos que han sido reprimidos por cualquier razón. La
diferencia estriba en que no contiene a los instintos, como Freud planteaba.
Aun así, nunca somos plenamente conscientes de ello. A partir de él, se establece una
influencia sobre todas nuestras experiencias y comportamientos, especialmente los
emocionales.
Existen ciertas experiencias que demuestran los efectos del inconsciente colectivo más
claramente que otras. La experiencia de amor a primera vista, el deja vu (el sentimiento de
haber estado anteriormente en la misma situación) y el reconocimiento inmediato de ciertos
símbolos y significados. Otros ejemplos que ilustran con más amplitud la influencia del
inconsciente colectivo son las experiencias creativas compartidas por los artistas y músicos del
mundo en todos los tiempos, o las experiencias espirituales de la mística de todas las
religiones, o los paralelos de las mitologías, cuentos de hadas y la literatura.
64
Un ejemplo interesante que actualmente se discute es la experiencia cercana a la muerte.
Parece ser que muchas personas de diferentes partes del mundo y con diferentes antecedentes
culturales viven situaciones muy similares cuando han sido “rescatados” de la muerte clínica.
Hablan de que sienten que abandonan su cuerpo, viendo sus cuerpos y los eventos que le
rodean claramente; de que sienten como una “fuerza” les atrae hacia un túnel largo que
desemboca en una luz brillante; de ver a familiares fallecidos o figuras religiosas esperándoles y
una cierta frustración por tener que abandonar esta feliz escena y volver a sus cuerpos. Quizás
todos estamos “programados” para vivir la experiencia de la muerte de esta manera.
4.3.1.2.- Arquetipos
Los contenidos del inconsciente colectivo son los llamados arquetipos. El arquetipo sería una
tendencia innata (no aprendida) a experimentar las cosas de una determinada manera. El
arquetipo carece de forma en sí mismo, pero actúa como un “principio organizador” sobre las
cosas que vemos o hacemos. El arquetipo es como un agujero negro en el espacio. Solo
sabemos que está ahí por cómo atrae materia y luz hacia sí mismo.
Este arquetipo está simbolizado por la madre primordial o “madre tierra” de la mitología; por Eva
y María en las tradiciones occidentales y por símbolos menos personalizados como la iglesia, la
nación, un bosque o el océano. De acuerdo con Jung, alguien a quien su madre no ha
satisfecho las demandas del arquetipo, se convertiría perfectamente en una persona que lo
busca a través de la iglesia o identificándose con la “tierra madre”, o en la meditación sobre la
figura de María o en una vida dedicada a la mar.
La sombra.- En la teoría junguiana también hay espacio para el sexo y los instintos. Éstos
forman parte de un arquetipo llamado la sombra. Deriva de un pasado pre-humano y animal,
cuando nuestras preocupaciones se limitaban a sobrevivir y a la reproducción, y no éramos
conscientes de nosotros como sujetos. Esto supone que la sombra es amoral; ni buena ni
Anima y animus.- En todas las culturas, las expectativas que recaen sobre los hombres y las
mujeres difieren. Estas están basadas casi en su totalidad sobre nuestros diferentes papeles en
la reproducción y en otros detalles que son casi exclusivamente tradicionales. En nuestra
sociedad actual, todavía retenemos muchos remanentes de estas expectativas tradicionales.
Todavía esperamos que las mujeres sean más calurosas y menos agresivas; que los hombres
sean fuertes y que ignoren los aspectos emocionales de la vida. Pero Jung creía que estas
expectativas significaban que solo hemos desarrollado la mitad de nuestro potencial.
El ánima y el animus son los arquetipos a través de los cuales nos comunicamos con el
inconsciente colectivo en general y es importante llegar a contactar con él. Es también el
arquetipo responsable de nuestra vida amorosa: como sugiere un mito griego, estamos siempre
buscando nuestra otra mitad; esa otra mitad que los dioses nos quitaron, en los miembros del
sexo opuesto. Cuando nos enamoramos a primera vista, nos hemos topado con algo que ha
llenado nuestro arquetipo ánima o animus particularmente bien.
Otros arquetipos.- Jung decía que no existía un número fijo de arquetipos que pudiésemos
listar o memorizar. Se superponen y se combinan entre ellos según la necesidad. Además de la
madre, existen otros arquetipos familiares. Obviamente, existe un padre que con frecuencia
está simbolizado por una guía o una figura de autoridad. Existe también el arquetipo de familia
que representa la idea de la hermandad de sangre, así como unos lazos muy profundos.
También tenemos el de niño, representado en la mitología y en el arte por infantes, así como
por otras pequeñas criaturas. La celebración del niño Jesús en las Navidades es una
manifestación del arquetipo niño y representa el futuro, la evolución, el renacimiento y la
salvación. El arquetipo niño también con frecuencia se mezcla con otros, formando el niño-dios
o el niño-héroe.
El héroe representa al Yo (tendemos a identificarnos con los héroes de las historias) y casi
siempre está envuelto en batallas contra la sombra, en forma de dragones y otros monstruos.
No obstante, el héroe es un ignorante de las formas del inconsciente colectivo. Luke Skywalker,
de La Guerra de las Galaxias, sería el ejemplo perfecto.
Quizás se estén preguntando por el arquetipo de “padre oscuro” de Darth Vader. Es la sombra y
el maestro del lado oscuro de la fuerza. También resulta ser el padre de Leia y Luke. Cuando
muere, se convierte en uno de los viejos hombres sabios.
Hay también un arquetipo animal. Un buen ejemplo sería el del caballo fiel del héroe. Las
serpientes también son frecuentes arquetipos animales y creemos que son particularmente
listas. Después de todo, los animales están más cercanos a sus naturalezas que nosotros.
Quizás, los pequeños robots y la siempre disponible nave espacial (el Halcón) sean símbolos de
animales.
El principio de los opuestos. Cada deseo inmediatamente sugiere su opuesto. Por ejemplo, si
tengo un pensamiento positivo, no puedo dejar de tener el opuesto en algún lugar de mi mente.
De hecho, es un concepto bastante básico: para saber lo que es bueno debo conocer lo malo,
de la misma forma que no podemos saber lo que es negro sin conocer lo blanco; o lo que es
alto sin lo bajo.
De acuerdo con Jung, es la oposición la que crea el poder (o libido) del psiquismo. Es como los
dos polos de una batería. Es el contraste el que aporta la energía, por lo que un contraste
poderoso dará lugar a una energía fuerte y un contraste débil provocará una energía pobre.
Si por el contrario, pretendemos negar que este pensamiento estuvo ahí, la energía se dirigirá
hacia el desarrollo de un complejo. El complejo es un patrón de pensamientos y sentimientos
suprimidos que se agrupan alrededor de un tema en concreto proveniente de un arquetipo. Si
negamos haber tenido un pensamiento relacionado con aplastar el pájaro, podríamos poner esa
idea en una de las formas ofrecidas por la sombra (nuestro “lado oscuro”). 64
Aquí es donde empiezan los problemas. Si pretendemos que en toda nuestra vida somos
absolutamente buenos; que ni siquiera tenemos la capacidad de mentir y engañar; de robar y
matar, entonces cada vez que seamos buenos, nuestra otra parte se consolidará en un
complejo alrededor de la sombra. Ese complejo empezará a tomar vida propia y te atormentará
da alguna manera. Puedes verte sufriendo de pesadillas donde ¡aplastas a pequeños pájaros!.
Si el complejo dura mucho tiempo, puede llegar a “poseerte” y puedes terminar con una
personalidad múltiple. En la película “The Three Faces of Eve” (Las Tres Caras de Eva), Joanne
Woodward daba vida a una mujer dulce y retraída que eventualmente iba descubriendo que
salía a la calle los sábados en la noche, asumiendo una identidad contraria. No fumaba, y sin
embargo encontraba paquetes de cigarrillos en su bolso; no bebía, más se levantaba con
resaca y no flirteaba con hombres, aunque encontraba ropas en su habitación de lo más sexys.
Es importante decir aquí, que a pesar de que el trastorno de personalidad múltiple es raro,
cuando aparece, no tiende a presentarse de una manera tan extrema, tipo blanco y negro.
El principio de entropía, establece la tendencia de los opuestos a atraerse entre sí, con el fin
de disminuir la cantidad de energía vital a lo largo de la vida. Jung extrajo la idea de la física,
donde la entropía se refiere a la tendencia de todos los sistemas físicos de que toda la energía
se distribuya eventualmente. Si tenemos un calentador en la esquina de una habitación, con el
tiempo el salón completo se calentará.
Cuando somos jóvenes, los opuestos tienden a ser muy extremos, malgastando una gran
cantidad de energía. A medida que crecemos, la mayoría de nosotros empieza a sentirse
cómodos con sus facetas. Somos un poco menos idealistas e ingenuos y reconocemos que
somos una combinación de bueno y malo. Nos vemos menos amenazados por nuestros
opuestos sexuales. Incluso, en la vejez, mujeres y hombres tienden a parecerse más. Este
proceso de sobreponernos por encima de nuestros opuestos; el ver ambos lados de lo que
somos, es llamado trascendencia.
4.3.1.4.- El self
El self es un arquetipo que representa la trascendencia de todos los opuestos, de manera que
cada aspecto de nuestra personalidad se expresa de forma equitativa. Por tanto, no somos ni
masculinos ni femeninos; somos ambos; lo mismo para el Yo y la sombra, para el bien y el mal,
para lo consciente y lo inconsciente, y también lo individual y lo colectivo (la creación en su
totalidad). Cuando somos jóvenes, nos inclinamos más hacia el Yo, así como en las
trivialidades de la persona. Cuando envejecemos (asumiendo que lo hemos hecho
apropiadamente), nos dirigimos hacia consideraciones más profundas sobre el self y nos
acercamos más a la gente, hacia la vida y hacia el mismo universo. La persona que se ha
realizado (que ha desarrollado su sí mismo- su self) es menos egocéntrica.
4.3.1.5.- Sincronicidad
Supone la ocurrencia de dos eventos que no están asociados ni por la causalidad ni por
propósitos, significados o valores, sin embargo tienen una relación estrecha. Muchas veces, las
personas soñamos con la muerte de un ser querido y a la mañana siguiente nos encontramos
con la muerte real de esa persona. Algunas veces, cogemos el teléfono para llamar a un amigo
y nos encontramos con él en la línea al levantar el auricular. La mayoría de los psicólogos
llamarían a estas situaciones coincidencias o intentan demostrarnos lo frecuentes que son.
Jung creía que estas situaciones eran indicativas de cómo nos interconectamos los seres 64
humanos con la naturaleza en general a través del inconsciente colectivo.
Jung desarrolló una tipología de la personalidad que se ha vuelto tan popular que mucha gente
cree que él no hizo nada más. Esta empieza con la diferencia entre introversión y
extroversión. Las personas introvertidas prefieren su mundo interno de pensamientos,
sentimientos, fantasías, sueños y demás, mientras que las extrovertidas prefieren el mundo
externo de las cosas, las actividades y las personas.
Estos términos se han confundido con vocablos como timidez y sociabilidad, debido en parte a
que los introvertidos suelen ser tímidos y los extrovertidos tienden a ser más sociables. Pero
Jung se refería más a cuán inclinados estamos (nuestro Yo) hacia la persona y la realidad
externa o hacia el inconsciente colectivo y sus arquetipos. En este sentido, el sujeto introvertido
es un poco más maduro que el extrovertido, aunque bien es cierto que nuestra cultura valora
más al extrovertido.
Aun cuando seamos introvertidos o extrovertidos, está claro que necesitamos lidiar con el
mundo, tanto interno como externo. Y cada uno de nosotros posee su propia manera de
hacerlo. Jung sugiere 4 funciones para hacerlo:
La primera es la de las sensaciones, que como indica la propia palabra supone la acción de
obtener información a través de los sentidos. Una persona sensible es aquella que dirige su
atención a observar y escuchar, y por tanto, a conocer el mundo. Esta función compete más a
las percepciones que al juicio de la información. Jung determinó a esta función como una de las
irracionales.
La segunda es la del pensamiento. Pensar supone evaluar la información o las ideas de forma
racional y lógica. Jung llamó a esta función como racional, o la toma de decisiones en base a
juicios, en vez de tomar sólo la información.
La tercera es la intuición. Este es un modelo de percepción que funciona fuera de los procesos
conscientes típicos. Es irracional o perceptiva como la sensación, pero surge de una compleja
integración de grandes cantidades de información, más que de una simple visión o escucha.
Todos poseemos estas funciones y las usamos en diferentes proporciones. Cada uno de
nosotros tiene una función superior que preferimos y que está más desarrollada.; otra
secundaria, de la cual somos conscientes de su existencia y la usamos solo para apoyar a la
primera. También tenemos una terciaria, la cual está muy poco desarrollada y no es muy
consciente para nosotros y finalmente una inferior, la cual está muy pobremente desarrollada y
es tan inconsciente que podríamos negar su existencia en nosotros. La mayoría de nosotros
sólo desarrolla una o dos de las funciones, pero nuestra meta debería ser desarrollar las cuatro.
Durante la Primera Guerra Mundial, sirvió como médico en la Armada Austríaca, primero en el
frente ruso y luego en un hospital infantil. Así, tuvo la oportunidad directa de ver los estragos
que la guerra producía, por lo que su visión se dirigió cada vez más hacia el concepto de interés
social. Creía que si la humanidad pretendía sobrevivir, tendría que cambiar sus hábitos.
Después de la guerra, se embarcó en varios proyectos que incluyeron la formación de clínicas
asociadas a escuelas estatales y al entrenamiento de maestros. En 1926, viajó a los Estados
Unidos para enseñar y eventualmente aceptó un cargo de visitante en el Colegio de Medicina
de Long Island. En 1934, Adler y su familia abandonan Viena para siempre. El 28 de mayo de
1937, mientras daba clases en la Universidad de Aberdeen, murió de un ataque al corazón.
4.4.1.- Teoría
Alfred Adler postula una única “pulsión” o fuerza motivacional detrás de todos nuestros 64
comportamientos y experiencias: el afán de perfeccionismo, que constituye ese deseo de
desarrollar al máximo nuestros potenciales con el fin de llegar cada vez más a nuestro ideal.
Una de las frases más tempranas de Adler fue la protesta masculina. Él observaba algo
bastante obvio: los chicos estaban situados en una posición más ventajosa que las chicas. Los
chicos deseaban, a veces de forma desesperada, que fuesen considerados como fuertes,
agresivos o en control (masculinos) y no débiles, pasivos o dependientes (femeninos). Todavía
hoy podemos escuchar a algunas personas mayores comentando esto cuando se refieren a los
chicos y chicas pequeños. Si un niño demanda o grita buscando hacer lo que quiere (¡protesta
masculina!), entonces es un niño que reacciona de forma natural (o normal). Si la niña pequeña
es callada y tímida, está fomentando su feminidad. Si esto ocurre con un chico, es motivo de
preocupación, ya que el niño parece afeminado o puede terminar en mariquita. Y si nos
encontramos con niñas asertivas que buscan hacer lo que creen, son “marimachos”.
Pero Adler no creía que la asertividad masculina y su éxito en el mundo fuesen debido a una
superioridad innata. Creía más bien que los niños son educados para lograr una asertividad en
la vida y las niñas son alejadas de este planteamiento. No obstante, tanto los niños como las
niñas vienen al mundo con la misma capacidad de protesta.
Adler decía que debíamos entender a las personas como conjuntos unificados en vez de
considerarlas como un montón de piezas, y que debíamos hacerlo en el contexto de su
ambiente. Esta postura es el holismo y Adler tuvo mucho que ver con esto. Primero, para
reflejar la idea de que debemos ver a los demás como un todo en vez de en partes, el autor
decidió designar este acercamiento psicológico como psicología individual. La palabra
“individual” significa de forma literal “lo no dividido”.
4.4.1.2.- Teleología
“La vida no es meramente una reacción mecánica” es una segunda postura en la que Adler
difiere considerablemente de Freud. Para este último, lo que te ocurrió en el pasado determina
lo que eres en el presente. Adler considera la motivación como una cuestión de inclinación y
movimiento hacia el futuro, en vez de ser impulsado, mecánicamente, por el pasado. Somos
impulsados hacia nuestras metas, nuestros propósitos, nuestros ideales. A esto se le llama
teleología. La teleología reconoce que la vida es dura e incierta, pero siempre queda un lugar
para el cambio.
Adler creía que la preocupación social estaba basada en una disposición innata, pero debe ser
alimentada para que sobreviva. Podemos observar que cuando un bebé llora en la sala de
neonatología, todos los demás empiezan a llorar también. O cómo nosotros, al entrar en una
habitación donde todos se están riendo, empezamos a reírnos también.
Al tiempo que observamos cuán generosos y simpáticos pueden ser los niños con otros,
tenemos ejemplos que ilustran cuán egoístas y crueles pueden ser. Aunque instintivamente
podemos considerar que lo que hace daño a los demás puede hacérnoslo también, y viceversa,
al mismo tiempo somos capaces de saber que, ante la necesidad de hacer daño a aquel o
hacérmelo a mí, escojo hacérselo a él siempre. Por tanto, la tendencia a empatizar debe de
estar apoyada por los padres y la cultura en general.
En definitiva, lo que Adler quería decir con interés, preocupación o sentimiento social no estaba
referido a comportamientos sociales particulares, sino a un sentido mucho más amplio de
cuidado por el otro, por la familia, por la comunidad, por la sociedad, por la humanidad, incluso
por la misma vida. La preocupación social es una cuestión de ser útil a los demás.
Por otro lado, para Adler la verdadera definición de enfermedad mental radica en la falta de
cuidado social. Todas las fallas (incluyendo la neurosis, psicosis, criminalidad, alcoholismo,
problemas infantiles, suicidio, perversiones y prostitución) se dan por una falta de interés social.
4.4.1.4.- Inferioridad
Si nos estamos manejando bien, si nos sentimos competentes, nos podemos permitir pensar en
los demás. Pero si la vida nos está quitando lo mejor de nosotros, entonces nuestra atención se
vuelve cada vez más focalizada hacia nosotros mismos.
Obviamente, cualquiera sufre de inferioridad de una forma u otra. Adler empieza su trabajo
teórico hablando de la inferioridad de órgano, lo cual no es más que el hecho de que cada
uno de nosotros tiene partes débiles y fuertes con respecto a la anatomía o la fisiología.
Algunos de nosotros nacemos con soplos cardíacos, o pulmones o riñones débiles, o
problemas hepáticos. Algunos tienen tartamudeo, otros diabetes o asma. Están también
aquellos con ojos débiles, o con dificultades de audición.
Adler señaló que muchas personas responden a estas inferioridades orgánicas con una
compensación. De alguna manera se sobreponen a sus deficiencias: el órgano inferior puede
fortalecerse e incluso volverse más fuerte que los otros; u otros órganos pueden
superdesarrollarse para asumir la función del inferior; o la persona puede compensar
psicológicamente el problema orgánico desarrollando ciertas destrezas o incluso ciertos tipos de
personalidad. Existen, como todos ustedes saben, muchos ejemplos de personas que logran
llegar a ser grandes figuras cuando incluso no soñaban que podían hacerlo. Tomemos como
ejemplo muy conocido el caso del cientìfico Stephen Hopkins.
Pero Adler pronto se percató de que hay muchas más personas con inferioridades
psicológicas. A algunos nos han dicho que somos tontos, o feos o débiles. Algunos llegamos a
creer que sencillamente no somos buenos. En el colegio nos dicen que no somos tan buenos
como el otro alumno. En estos ejemplos, no hay inferioridad orgánica, pero nos inclinamos a
creer que somos menos que los demás. Algunos compensan siendo mejores en cosas 64
diferentes; pero otros no lo lograrán crecerán con una muy baja autoestima.
Adler debe ser tomado en cuenta como el primer teórico que incluyó no sólo la influencia de la
madre, el padre en la vida del niño, sino también de los hermanos y hermanas de éste. Sus
consideraciones sobre los efectos de los hermanos y el orden en que nacieron es
probablemente aquello por lo que más se conoce a Adler.
El hijo único es más factible que otros a ser consentido, con todas las repercusiones nefastas
que hemos discutido. Después de todo, los padres de un hijo único le prestan una atención
especial (en ocasiones un cuidado lleno de ansiedad). Si los padres son violentos o
abusadores, el hijo único tendrá que enfrentarse solo al abuso.
El primer hijo empieza la vida como hijo único, con toda la atención recayendo sobre él.
Lástima que justo cuando las cosas se están haciendo cómodas, llega el segundo hijo y
“destrona” al primero. Al principio, el primero podría luchar por recobrar su posición; podría, por
ejemplo, empezar a actuar como un bebé, aunque sólo encontrará la reticencia y la advertencia
de ¡que crezca ya!. Algunos se vuelven desobedientes y rebeldes; otros hoscos y retraídos.
Adler creía que los primeros hijos estaban más dispuestos a desarrollar problemas que los
siguientes. Mirando la parte positiva, la mayoría de los hijos primeros son más precoces y
tienden a ser relativamente más solitarios (individuales) que otros niños de la familia.
El segundo hijo está inmerso en una situación muy distinta: tiene a un primer hermano que
“sienta los pasos”, por lo que tiende a ser muy competitivo y está constantemente intentando
sobrepasar al mayor, cosa que con frecuencia logran, pero muchos sienten como si la carrera
por el poder nunca se realiza del todo y se pasan la vida soñando en una competición que no
lleva a ninguna parte. Otros chicos del “medio” tienden a ser similares al segundo, aunque cada
uno de ellos se fija en diferentes “competidores”.
El último hijo es más dado a ser mimado en las familias con más de uno. Después de todo, ¡es
el único que no será destronado! Por lo tanto, estos son los segundos hijos con mayores
posibilidades de problemas después del primero. Por otro lado, el menor también puede sentir
una importante inferioridad, con todos los otros mayores que él y por tanto “superiores”. Aunque
el pequeño puede excederles también.
Como con todo el sistema de Adler, el orden del nacimiento debe entenderse en el contexto de
las circunstancias especiales personales de cada sujeto.
4.4.2.- Terapia
64
Existen diferencias considerables entre la terapia de Freud y la de Adler. En primer lugar, Adler
prefería tener al cliente sentado frente a él, cara a cara. Más adelante se preocuparía mucho
por no parecer autoritario frente al paciente. De hecho, advirtió a los terapeutas a no dejar que
el paciente le situase en un papel de figura autoritaria, dado que le permite al paciente jugar un
papel que es muy probable que ya haya jugado muchas veces anteriormente: el paciente puede
situarte como un salvador que puede ser atacado cuando inevitablemente le revelamos nuestra
humanidad. En la medida en que nos empequeñecen, sienten como si estuviesen creciendo,
alzando igualmente sus estilos de vida neuróticos.
Esta sería, en esencia, la explicación que Adler dio a la resistencia. Cuando el paciente olvida
las citas, llega tarde, demanda tratos especiales o se vuelve generalmente terco y poco
cooperador no es, como pensó Freud, una cuestión de represión, sino más bien una resistencia
como signo de falta de valor del paciente a enfrentar su estilo de vida neurótico.
El paciente debe llegar a entender la naturaleza de su estilo de vida y sus raíces en sus
ficciones de autocentramiento. Esta comprensión (o “insight”) no puede forzarse: Si le decimos
simplemente a un paciente “Mire, éste es su problema”, sencillamente el mismo se volverá atrás
buscando nuevas vías para mantener sus fantasías. Por tanto, debemos llevar al paciente a un
cierto estado afectivo que a él le guste escuchar y que quiera comprender. Solamente a partir
de aquí es que puede influenciarse a vivir lo que ha comprendido (Ansbacher y Ansbacher,
1956, p. 335). Es el paciente, no el terapeuta, el que será finalmente responsable de curarse.
Como Jung, Erich provenía de una familia judía muy religiosa. El mismo
se denominó más tarde un “místico ateo”.
En su autobiografía, Beyond the Chains of Illusion (Más Allá de las Cadenas de la Ilusión)
Fromm habla de dos eventos acontecidos en su adolescencia temprana que le condujeron
hacia este camino. El primero tiene que ver con una amiga de la familia:
Tendría ella más o menos como unos 25 años; era hermosa, atractiva y además pintora; la
primera pintora que conocía. “Recuerdo haber escuchado que Había estado comprometida
pero luego de un tiempo había roto su compromiso; recuerdo que casi siempre estaba en
compañía de su padre viudo. A él le recuerdo como un hombre insípido, viejo y nada atractivo;
algo así (quizás porque mi juicio estaba basado de alguna manera por los celos). Entonces un
día oí la tremenda noticia: su padre había muerto e inmediatamente después ella se había
suicidado, dejando un testamento que estipulaba que su deseo era ser enterrada al lado de su
padre”.
Como pueden imaginar, esta noticia sorprendió al joven Erich, en ese momento con 12 años, y
le lanzó a esa pregunta que muchos de nosotros nos haríamos: “¿por qué?”. Más tarde,
encontraría algunas respuestas (parcialmente, como admitió) en Freud.
El segundo evento fue incluso más fuerte: la Primera Guerra Mundial. A los 14 años, pudo darse
cuenta de hasta dónde podía llegar el nacionalismo. El odio, la “histeria de guerra”, le asustó, 64
como debía pasar. Por tanto, se encontró nuevamente queriendo comprender algo irracional (la
irracionalidad de las masas) y halló algunas respuestas, esta vez en los escritos de Karl Marx.
Cerca del final de su carrera, se mudó a México para enseñar. Ya había hecho un considerable
trabajo de investigación sobre las relaciones entre la clase económica y los tipos de
personalidad de allí. Murió en Suiza en 1980.
4.5.1.- Teoría
Tal y como se sugiere en su biografía, la teoría de Fromm es más bien una combinación de
Freud y Marx. Freud postuló que nuestro carácter estaba determinado por la biología, mientras
Marx consideraba a las personas como determinados por su sociedad y más especialmente por
sus sistemas económicos.
4.5.1.1.- La Libertad
Fromm añadió a estos dos sistemas deterministas la idea de libertad. Él animaba a las
personas a trascender los determinismos que Freud y Marx les atribuían. De hecho, Fromm
hace de la libertad la característica central de la naturaleza humana.
Como dice el autor, existen ejemplos donde el determinismo opera en exclusividad; por ejemplo,
los animales no están ocupados en su libertad, ni necesitan consulta profesional para decidir
qué van a hacer de su vida. Y de la misma manera que los animales, pocas personas de la
Edad Media necesitaban consultas profesionales: tenían un destino: si tu padre era un labrador,
tú serías labrador. Si tu padre era rey, tú también lo serías. Y si eras una mujer, bueno, solo
existía un papel para la mujer.
Históricamente hablando esta simple pero dura vida empieza a perfilarse durante el
Renacimiento, donde las personas empiezan a considerar a la humanidad como el centro del
universo, en vez de Dios. Después vino la Reforma, que introdujo la idea de cada uno de
nosotros éramos responsables individualmente de la salvación de nuestra alma. Y luego
sobrevinieron las revoluciones democráticas tales como la Revolución Americana y la Francesa.
En este momento parece que estamos supuestos a gobernarnos a nosotros mismos.
Posteriormente vino la Revolución Industrial y en vez de trillar los cereales o de hacer cosas con
nuestras manos, teníamos que vender nuestro trabajo a cambio de dinero. De repente, nos
Así, tras casi 500 años, la idea del individuo, con pensamientos, sentimientos, consciencia
moral, libertad y responsabilidad individuales, se estableció. Pero junto a la individualidad vino
el aislamiento, la alienación y la incertidumbre. La libertad es difícil de lograr y cuando la
tenemos nos inclinamos a huir de ella.
La persona que utiliza la conformidad autómata es como un camaleón social: asume el color de
su ambiente. Ya que se ve como el resto de los demás, desde luego no estará solo, pero
tampoco es él mismo. De hecho, dado que la “verdadera naturaleza” de la humanidad es la
libertad, cualquiera de estos escapes de la misma nos aliena de nosotros mismos. Como lo dice
Fromm: El hombre debe luchar no solo contra los peligros de morir, pasar hambre y lesionarse,
sino también de otro peligro específicamente humano: el de volverse loco. En otras palabras,
debe protegerse a sí mismo no solo del peligro de perder su vida, sino de perder su mente.”
La forma en que escapamos de la libertad tiene bastante que ver con la familia en la que
crecemos. Fromm describe dos tipos de familias no productivas.
4.5.1.2.1.- Familias simbióticas. La simbiosis es la relación estrecha entre dos organismos que
no pueden vivir el uno sin el otro. En una familia simbiótica, algunos miembros de la familia son
“absorbidos” por otros, de manera que no pueden desarrollar completamente sus
personalidades. El ejemplo más obvio es el caso donde los padres “absorben” al hijo, de forma
que la personalidad del chico es simplemente un reflejo de los deseos de los padres. En
muchas sociedades tradicionales, es el caso con muchos niños, especialmente niñas.
El otro ejemplo cuando el niño “absorbe” a sus padres. En este caso, el niño domina o manipula 64
al padre, que existe esencialmente para servir al niño. Esto es bastante común, especialmente
en las sociedades tradicionales y particularmente en la relación entre el hijo y su madre.
En realidad, prácticamente todo el mundo de una sociedad tradicional aprende como ser tanto
dominante como sumiso, ya que casi todo el mundo tiene a alguien por encima o debajo de él
en la jerarquía social.
¿Qué hace a una familia buena, sana y productiva?. Fromm sugiere que ésta sería una familia
donde los padres asumen la responsabilidad de enseñar a sus hijos a razonar en una atmósfera
de amor. El crecer en este tipo de familias permite a los niños aprender a identificar y valorar su
libertad y a tomar responsabilidades por sí mismos y finalmente por la sociedad como un todo.
Pero nuestras familias la mayoría de las veces sólo son un reflejo de nuestra sociedad y cultura.
Muchas veces creemos que la manera en que hacemos las cosas es la única forma; la forma
natural. Lo hemos asumido tan bien que se ha vuelto inconsciente (el inconsciente social, para
ser más precisos). Por esta razón, en muchas ocasiones creemos que estamos actuando en
base a nuestro propio juicio, pero sencillamente estamos siguiendo órdenes a las que estamos
tan acostumbrados que no las vemos como tales.
Fromm cree que nuestro inconsciente social se entiende mejor cuando examinamos nuestros
sistemas económicos. De hecho, define, e incluso nombra, cinco tipos de personalidad, las
cuales llama orientaciones en términos económicos. Si lo desea, puede aplicarse el test de
personalidad que Fromm usa para describir sus orientaciones. Haga clic aquí para verlo.
4.5.1.3.1.- La orientación receptiva. Estas son personas que esperan conseguir lo que
necesitan; si no lo consiguen de forma inmediata, esperan. Creen que todas las cosas buenas y
provisiones provienen del exterior de sí mismos. Este tipo es más común en las poblaciones
campesinas, y también en culturas que tienen abundantes recursos naturales, de manera que
no es necesario trabajar demasiado fuerte para alcanzar el sustento propio También es fácil
encontrarlo en la escala más inferior de cualquier sociedad: esclavos, siervos, familias de
empleados, trabajadores inmigrantes…todos ellos están a merced de otros.
Esta orientación está asociada a familias simbióticas, especialmente donde los niños son
“absorbidos” por sus padres con la forma masoquista (pasiva) de autoritarismo. Son los oral-
pasivos de Freud y los acomodados de Adler. Pueden caracterizarse como sumisos en su forma 64
extrema y como resignados y optimistas en su forma más moderada.
La orientación explotadora está asociada a la familia simbiótica con el estilo masoquista del
autoritarismo. Es el oral agresivo de Freud, el dominante de Adler. En los extremos, son sujetos
agresivos, seductores y engreídos. Cuando tienen cualidades más sanas, son asertivos,
orgullosos y cautivadores.
4.5.1.3.4.- La orientación de venta. Esta orientación espera vender. El éxito es una cuestión
de cuán bien puedo venderme; de darme a conocer. Mi familia, mi trabajo, mi escuela, mis
ropas; todo es un anuncio, y debe estar “perfecto”. Incluso el amor es pensado como una
transacción. Solo en esta orientación se piensa en el contrato matrimonial (tú me darás esto y
yo te daré aquello y). En un extremo, la persona “que se vende” es oportunista, infantil, sin
tacto. En casos más moderados, se perciben como resueltos, juveniles y sociales. Nótese que
nuestros valores actuales se nos expresan a través de la propaganda: moda, salud, juventud
eterna, aventura, temeridad, sexualidad, innovación…¡Lo superficial lo es todo!.
4.5.1.3.5.- La orientación productiva. Esta es la persona que sin evitar su naturaleza social y
biológica, no se aparta nunca de la libertad y la responsabilidad. Proviene de una familia que
ama sin sobresaturar al sujeto; que prefiere las razones a las reglas y la libertad sobre la
conformidad.
Fromm dice que las primeras cuatro orientaciones (a las cuales otros llaman neurótica) viven el
modelo de tenencia. Se centran en el consumo, en obtener, en poseer…Se definen por lo que
tienen, volviéndose sujetos manejados por sus posesiones. Del otro lado, la orientación
productiva vive en el modo vivencial. Lo que eres está definido por tus acciones en el mundo.
Vives sin máscara, viviendo la vida, relacionándote con los demás, siendo tú mismo.
Dice que la mayoría de las personas, ya acostumbradas al modo de tenencia, usan el verbo
tener para describir sus problemas: “Doctor, tengo un problema: tengo insomnio. Aunque tengo
una bonita casa, niños estupendos y un matrimonio feliz, tengo muchas preocupaciones.” Este
sujeto busca al terapeuta para que le quite las cosas malas y que le deje las buenas. Lo que
deberías decir es más como “estoy confuso. Estoy felizmente casado, pero no puedo dormir…”.
Al decir que tienes un problema, estás evitando el hecho de que tú eres el problema; una vez
más, evitando la responsabilidad de tu vida.
4.5.1.4.- Maldad
64
Fromm siempre estuvo interesado en tratar de comprender a las personas verdaderamente
malévolas; no solamente a aquellas que sencillamente eran estúpidas, estaban mal guiadas o
enfermas, sino a aquellas con total conciencia de maldad en sus actos, fuesen llevados a cabo
como fuere: Hitler, Stalin, Charles Manson, desde los menos hasta los más brutales.
Son los chicos a los que les encantaba jugar a la guerra, explotar cosas con sus juegos de
química y de vez en cuando torturaban a algún pequeño animal. Les encantaban las armas y
todos los artilugios mecánicos. A mayor sofisticación tecnológica, mayor era su felicidad.
En una entrevista durante la guerra que hubo en Nicaragua, uno de los mercenarios, llamó la
atención del reportero. Era experto en municiones (volaba puentes, edificios y por supuesto,
soldados enemigos). Cuando le preguntó cómo se había involucrado en este tipo de trabajo,
sonrió y dijo que cuando era niño, le gustaba amarrar petardos a pequeños pájaros que
capturaba; encendía la mecha, les dejaba ir y veía como explotaban en el aire. Este hombre era
un necrofílico. (Un ejemplo adicional y gráfico más cercano podemos verlo en el personaje de
Sid en la película Toy Story).
Fromm hace algunas sugerencias sobre cómo surge este tipo de sujetos. Dice que debe existir
algún tipo de influencia genética que les previene de sentir o responder a los afectos. Que
deben haber tenido una vida tan llena de frustraciones que viven inmersos en la rabia. Y
finalmente, sugiere que deben haber crecido con una madre también necrófila, de manera que
el niño no ha tenido a nadie de quien recibir amor. Es muy posible que la combinación de estos
tres factores provoque esta conducta. Aun así, subsiste la idea de que estos sujetos son
plenamente conscientes de su maldad y la mantienen.
RESUMEN
La corriente psicoanalítica
Es la precursora y por eso es también llamada primera corriente. Su más famoso exponente es
Sigmund Freud, y es por esto que a aquellos que fueron directa o indirectamente influenciados
por él se los llamó freudianos. Otros exponentes de esta corriente fueron Erik Erikson, Carl
Jung, Erik Erikson, Alfred Alder y Erich Fromm.
Las aportaciones más importantes de esta corriente se las debemos a Sigmund Freud,
quien fue un pionero en este campo y aunque sus teorías han producido controversias, es 64
evidente que tiene muchísimos elementos básicos en la comprensión de la personalidad. Su
aportación más importante, fue el desarrollar los conceptos de consciente, preconsciente y
subconsciente, que fueron la base de muchas teorías que surgieron después. También es
significativa su aportación referente a la dinámica de la conducta, pues planteó la existencia de
la “libido” que es la energía vital del ser humano, que se mueve por 3 estructuras de la
personalidad, que son el ello, el yo y el superyó.
Otras aportaciones Freudianas de relevancia son la Crisis Edípica, las Etapas Psicosexuales, la
Fijaciones y los Mecanismos de Defensa del Yo.
Carl Jung retoma los conceptos de consciente e inconsciente propuestos por Freud y al
segundo lo completa con su teoría del inconsciente colectivo y los contenidos de éste,
llamados arquetipos, que actúan como un “principio organizador” sobre las cosas que vemos
o hacemos. También retorna la libido, refiriéndose a ella como energía psíquica. Otro aporte de
Jung es el principio teleológico: Él pensaba que era limitante suponer que el hombre se guía
únicamente por sus metas inmediatas. Según este principio, el hombre se guía también por sus
metas a futuro ya que sin ellas no puede llegar a la autorrealización.
Más adelante, una nueva generación llegó con ideas revolucionarias. Uno de ellos fue Erik
Erikson con su teoría evolutiva, cuya principal aportación, fue la de las etapas de desarrollo, en
la que proponía que a lo largo de su vida el hombre se enfrenta a ocho crisis o conflictos que
debe superar por medio de ocho virtudes básicas.
Alfred Adler aporta con su teoría de los complejos de inferioridad y superioridad. El complejo
de inferioridad es la percepción de desarraigo del individuo a causa de una infancia mala, llena
de burlas, sufrimientos, rechazos, etc. La persona se siente menos que los demás, y esto lo
lleva a a sobrecompensarlo. La necesidad de sobrecompensación puede resultar o bien en
exitosos logros o bien en comportamiento disfuncionales como un estado avanzado de
desánimo y la evasión de las dificultades. Respecto del complejo de superioridad, Adler
considera que con éste se busca esconder la inferioridad percibida, con la pretensión de ser
superior a los demás y se manifiesta con posturas prepotentes o arrogantes.
Finalmente, está el aporte de Erich Fromm, que plantea que la conducta es modelada por la
sociedad, lo que resulta muy lógico si tomamos en cuenta que el hombre es un ser social por
naturaleza. Entre los mayores aportes de Fromm está su estudio sobre la libertad y la
importancia de trascender que tiene todo ser humano.
MAPA CONCEPTUAL
CORRIENTE PSICOANALÍTICA
Basada en el Inconsciente
64
Sigmund
Sigmund Freud
Freud Erik
Erik Erikson
Erikson Carl Alfred
Alfred Adler Eric
Eric Fromm
Carl Jung
Jung Adler Fromm
El
El Inconsciente
Inconsciente Las
Las 88 Fases
Fases del
del El Complejos
Complejos de El
El principio
principio dede la
El Inconsciente
Inconsciente de la
Yo,
Yo, Super
Super Yo, Ello Desarrollo
Desarrollo de
de la
la Colectivo Inferioridad
Inferioridad yy de
de Libertad
Libertad yy la
la
Colectivo
La
La Crisis
Crisis Edípica
Edípica Persona
Persona Los Superioridad importancia
importancia de
Los Arquetipos
Arquetipos Superioridad de
Las
Las Etapas
Etapas El El
El Orden
Orden de trascender
El Principio
Principio de trascender
Psicosexuales
Psicosexuales Teleológico Nacimiento
Nacimiento
Teleológico
Las
Las Fijaciones
Fijaciones
Los
Los Mecanismos
Mecanismos
de
de Defensa
Defensa
Es llamada “Segunda Corriente”. En esta perspectiva, las respuestas parecen recaer sobre una
observación cuidadosa del comportamiento y del ambiente, así como sus relaciones. Los
conductistas prefieren métodos cuantitativos y experimentales. El enfoque conductista estará
representado en nuestra revisión por Frederic Skinner y Albert Bandura.
5.1.- B. F. Skinner
1904 - 1990
Recibió su grado en Inglés del Colegio Hamilton en Nueva York. No encajó muy bien allí.
Escribió para el periódico de la universidad, incluyendo artículos críticos sobre la misma, la
facultad e incluso contra la fraternidad. De paso era ateo (en una universidad que exigía asistir
diariamente a la capilla). Al final, se resignó a escribir artículos sobre problemas laborales.
Después de algunos viajes, decidió volver a la universidad; esta vez a Harvard. Consiguió su
licenciatura en psicología en 1930 y su doctorado en 1931.
En 1936 se mudó a Mineápolis para enseñar en la Universidad de Minesota. Allí conoció y más
tarde se casó con Ivonne Blue. Tuvieron dos hijas, de las cuales la segunda se volvió famosa
como la primera infante que se crio en uno de los inventos de Skinner: la cuna de aire. Aunque
no era más que una combinación de cuna y corral rodeada de cristales y aire acondicionado,
parecía más como mantener a un bebé en un acuario.
En 1945 fue jefe del departamento de psicología en la Universidad de Indiana. En 1948 fue
invitado a volver a Harvard, donde se quedó por el resto de su vida. Era un hombre muy activo,
investigando constantemente y guiando a cientos de candidatos doctorales, así como
escribiendo muchos libros. El 18 de agosto de 1990, Skinner muere de leucemia, después de
convertirse probablemente en el psicólogo más famoso desde Sigmund Freud.
64
5.1.1.- Teoría
Ahora, si volvemos a poner en marcha la máquina para que al presionar la barra, la rata
consiga el alimento, el comportamiento de pisar el pedal surgirá de nuevo.
Estímulo adverso es lo opuesto al estímulo reforzador; algo que notamos como displacentero
o doloroso. Un comportamiento seguido de un estímulo adverso resulta en una probabilidad
decreciente de la ocurrencia de ese comportamiento en el futuro.
Esta definición describe además del estímulo adverso, una forma de condicionamiento conocida
como castigo. Si le pegamos a la rata por hacer x, hará menos veces x. Si le doy un cachete a
José por tirar sus juguetes, los tirará cada vez menos (quizás).
Por otro lado, si removemos un estímulo adverso establecido antes de que la rata o José hagan
un determinado comportamiento, estamos haciendo un refuerzo negativo. Si cortamos la
electricidad mientras la rata se mantiene en pie sobre sus patas traseras, durará más tiempo de
pie. Si dejas de ser pesado para que José saque la basura, es más probable que saque la
basura. Un comportamiento seguido del cese del estímulo adverso resulta en una probabilidad
incrementada de que ese comportamiento ocurra en el futuro.
Skinner no “aprueba” el uso del estímulo adverso; no por una cuestión ética, sino porque ¡no
funciona bien!. ¿Recuerdan cuando dije que José quizás dejaría de tirar los juguetes y que
quizás llegaría a tirar la basura? Es porque aquello que ha mantenido los malos
comportamientos no ha sido removido. Este refuerzo escondido ha sido solamente “cubierto”
por un estímulo adverso conflictivo. Por tanto, seguramente, José se comportarà bien; pero aún
le provocarà tirar los juguetes. Lo único que tiene que hacer es esperar a que estés fuera de la
habitación o echarle la culpa a su hermano, o de alguna manera escapar a las consecuencias, y
de vuelta a su comportamiento anterior. De hecho, será ¡aún más resistente a extinguir dicho
comportamiento!.
Hay una variante de mod-b llamada economía simbólica, usada con frecuencia en hospitales
psiquiátricos, hogares juveniles y prisiones. Se explican ciertas reglas que hay que respetar, y si
lo hacen, los sujetos son premiados con fichas que son cambiables por tardes libres fuera de la
institución, películas o cigarrillos. Si el comportamiento empobrece, se retiran estas fichas. Esta
técnica ha demostrado ser especialmente útil para mantener el orden en estas difíciles
instituciones.
5.2.1.- Teoría
El conductismo, con su énfasis sobre los métodos experimentales, se focaliza sobre variables
que pueden observarse, medirse y manipular y rechaza todo aquello que sea subjetivo, interno
y no disponible (lo mental). En el método experimental, el procedimiento estándar es manipular
una variable y luego medir sus efectos sobre otra. Todo esto conlleva a una teoría de la
personalidad que dice que el entorno de uno causa nuestro comportamiento.
64
Bandura consideró que esto era un poquito simple para el fenómeno que observaba (agresión
en adolescentes) y por tanto decidió añadir un poco más a la fórmula: sugirió que el ambiente
causa el comportamiento; cierto, pero que el comportamiento causa el ambiente también.
Definió este concepto con el nombre de determinismo recíproco: el mundo y el
comportamiento de una persona se causan mutuamente.
Más tarde empezó a considerar a la personalidad como una interacción entre tres “cosas”: el
ambiente, el comportamiento y los procesos psicológicos de la persona. Estos procesos
consisten en nuestra habilidad para abrigar imágenes en nuestra mente y en el lenguaje. En el
momento en que introduce la imaginación en particular, deja de ser un conductista estricto y
empieza a acercarse a los cognocivistas. De hecho, usualmente es considerado el padre del
movimiento cognitivo.
5.2.1.1.- Aprendizaje por la observación o modelado
De los cientos de estudios de Bandura, un grupo se alza por encima de los demás, los
estudios del muñeco bobo. Lo hizo a partir de una película de uno de sus estudiantes, donde
una joven estudiante solo pegaba a un muñeco bobo. La joven pegaba al muñeco, gritando
¡“estúpidooooo”!. Le pegaba, se sentaba encima de él, le daba con un martillo y demás
acciones gritando varias frases agresivas. Bandura les enseñó la película a un grupo de niños
de guardería que, como podrán suponer ustedes, saltaron de alegría al verla. Posteriormente se
les dejó jugar con un muñeco bobo nuevo y algunos pequeños martillos.
Y ustedes podrán predecir lo que los observadores anotaron: un gran coro de niños golpeando
a descaro al muñeco bobo. Le pegaban gritando ¡”estúpidooooo!”, se sentaron sobre él, le
pegaron con martillos y demás. En otras palabras, imitaron de manera bastante precisa a la
joven de la película.
Esto podría parecer un experimento con poco de aportación en principio, pero consideremos un
momento: estos niños cambiaron su comportamiento ¡sin que hubiese inicialmente un refuerzo
dirigido a explotar dicho comportamiento! Y aunque esto no parezca extraordinario para
cualquier padre, maestro o un observador casual de niños, no encajaba muy bien con las
teorías de aprendizaje conductuales estándares. Bandura llamó al fenómeno aprendizaje por la
observación o modelado, y su teoría usualmente se conoce como la teoría social del
aprendizaje.
1. Atención. Si vas a aprender algo, necesitas estar prestando atención. De la misma manera,
todo aquello que suponga un freno a la atención, resultará en un detrimento del aprendizaje,
incluyendo el aprendizaje por observación. Influyen sobre la atención ciertas propiedades del
modelo. Si el modelo es colorido y dramático, atractivo o prestigioso prestamos más atención. Y
si el modelo se parece más a nosotros, prestaremos más atención. Este tipo de variables
encaminó a Bandura hacia el examen de la televisión y sus efectos sobre los niños.
2. Retención. Segundo, debemos ser capaces de retener (recordar) aquello a lo que le hemos
prestado atención. Aquí es donde la imaginación y el lenguaje entran en juego: guardamos lo
que hemos visto hacer al modelo en forma de imágenes mentales o descripciones verbales.
Una vez “archivadas”, podemos hacer resurgir la imagen o descripción para poder
reproducirlas.
4. Motivación. Aún con todo esto, todavía no haremos nada a menos que estemos motivados
a imitar; es decir, a menos que tengamos buenas razones para hacerlo. Bandura menciona un
número de motivos:
Nótese que los que Bandura considera motivos han sido tradicionalmente considerados como
aquellas cosas que “causan” el aprendizaje. Por supuesto que las motivaciones negativas
también existen, dándonos motivos para no imitar:
a) Castigo pasado
b) Castigo prometido (amenazas)
c) Castigo vicario.
Como la mayoría de los conductistas clásicos, Bandura dice que el castigo en sus diferentes
formas no funciona tan bien como el refuerzo y, de hecho, tiene la tendencia a volverse contra
nosotros.
5.2.1.2.- Autorregulación
2. Juicio. Comparamos lo que vemos con un estándar. Por ejemplo, podemos comparar
nuestros actos con otros tradicionalmente establecidos, tales como “reglas de etiqueta”. O
podemos crear algunos nuevos, como “leeré un libro a la semana”. O podemos competir con
otros, o con nosotros mismos.
3. Auto-respuesta. Si hemos salido bien en la comparación con nuestro estándar, nos damos
respuestas de recompensa a nosotros mismos. Si no salimos bien parados, nos daremos auto-
respuestas de castigo. Estas auto-respuestas pueden ir desde (decirnos algo malo o trabajar
hasta tarde), hasta el otro más encubierto (sentimientos de orgullo o vergüenza).
Las recomendaciones de Bandura para las personas que sufren de auto estimas pobres surgen
directamente de los tres pasos de la autorregulación:
5.3.- Terapia
5.3.1.- Terapia de autocontrol.- Ha sido bastante exitosa con problemas relativamente simples
de hábitos como fumar, comer en exceso y hábitos de estudio.
2. Planning ambiental. Los registros y diarios nos facilitarán dar el siguiente paso: alterar
nuestro ambiente. Por ejemplo, evitar aquellas situaciones que nos conducen al mal
comportamiento: retirar los ceniceros, separarnos de nuestra pareja fumadora… Buscar el
tiempo y lugar para adquirir comportamientos alternativos mejores: ¿dónde y cuándo nos
damos cuenta que estudiamos mejor? Y así sucesivamente.
Después que el cliente ha visto todo esto (sin duda, con la boca abierta durante toda la
observación), se le invita a que él mismo lo intente. Imagínense, él sabe que la otra persona es
un actor (¡no hay decepción aquí; solo modelado!) Y aun así, muchas personas, fóbicos
crónicos, se embarcan en la rutina completa desde el primer intento, incluso cuando han visto la
escena solo una vez. Esta desde luego, es una terapia poderosa.
RESUMEN
La corriente conductista
Bandura plantea que el ambiente causa el comportamiento, pero que el comportamiento causa
el ambiente también. Definió este concepto con el nombre de determinismo recíproco: el
mundo y el comportamiento de una persona se causan mutuamente. Uno de sus estudios más
famosos es el del muñeco bobo, donde comprueba su teoría del modelado a través de una
película exhibida a niños de guardería, donde una joven le pega a un muñeco bobo y los niños
al verla imitaron de manera bastante precisa a la joven de la película.
Aparte de las motivaciones positivas que “causan” el aprendizaje, Bandura considera otro tipo
de motivaciones que podemos llamar negativas, que nos dan motivos para no imitar: el castigo
pasado, el castigo prometido (amenazas) y el castigo vicario. Por último está la
autorregulación (controlar nuestro propio comportamiento) es la otra piedra angular de su
teoría, para la que Bandura sugiere tres pasos: Auto-observación, Juicio y Auto-respuesta.
MAPA CONCEPTUAL 64
CORRIENTE CONDUCTISTA
Basada en el Comportamiento
Frederic
Frederic Skinner
Skinner Albert
Albert Bandura
Bandura
Condicionamiento
Condicionamiento Operante
Operante Determinismo
Determinismo Recíproco
Recíproco
Estímulo
Estímulo Reforzador
Reforzador Teoría
Teoría del
del Modelado
Modelado
Estímulo
Estímulo Adverso
Adverso Autorregulación
Autorregulación
Revisaremos a tres autores de la corriente humanista: Abraham Maslow, Carl Rogers y Jacob
Levi Moreno.
En N.Y. empezó a dar clases en el Brooklyn College. Durante este periodo, entró en contacto
con muchos de los inmigrantes europeos que llegaban a USA; personas como Adler, Froom,
Horney, así como varios psicólogos de la Gestalt y freudianos.
En 1951 fue Jefe del área de Psicología en Brandeis, permaneciendo allí durante 10 años. Fue
aquí donde empezó su cruzada a favor de la psicología humanística; algo que llegó a ser
bastante más importante que su propia teoría. Pasó sus últimos años semi-retirado en
California hasta que el 8 de junio de 1970 murió de un infarto del miocardio después de años de
enfermedad. 64
6.1.1.- Teoría
Una de las muchas cosas interesantes que Maslow descubrió mientras trabajaba con monos al
principio en su carrera fue que ciertas necesidades prevalecen sobre otras. Por ejemplo, si
estás hambriento o sediento, tenderás a calmar la sed antes que comer. Ya que puedes pasarte
sin comer unos días, pero solo un par de días sin agua. La sed es una necesidad “más fuerte”
que el hambre. De la misma forma, si te encuentras muy sediento, pero alguien te coloca un
artefacto que no te permite respirar, ¿cuál es más importante? La necesidad de respirar, por
supuesto.
PIRAMIDE DE MASLOW
Maslow recogió esta idea y creó su ahora famosa pirámide, con 5 grandes bloques: las
necesidades fisiológicas, necesidades de seguridad y reaseguramiento, la necesidad de amor y
pertenencia, necesidad de estima y la necesidad de actualizar el sí mismo (self); en este orden.
Las necesidades fisiológicas. Estas incluyen oxígeno, agua, proteínas, sal, azúcar, calcio y
otros minerales y vitaminas. Otras necesidades incluidas aquí son aquellas dirigidas a
mantenernos activos, a dormir, a descansar, a eliminar desperdicios (CO2, sudor, orina y heces),
a evitar el dolor y a tener sexo.
Maslow llama a todos estos cuatro niveles anteriores necesidades de déficit o Necesidades-
D. Si no tenemos demasiado de algo (tenemos un déficit), sentimos la necesidad. Pero si
logramos todo lo que necesitamos, ¡no sentimos nada! En otras palabras, deja de haber
motivación: “No aprecias nada a menos que lo pierdas”.
El autor también habla de estos niveles en términos de homeostasis; principio a través del cual
opera nuestro termostato de forma equilibrada: cuando hace mucho frío, enciende la
calefacción; cuando hace mucho calor, la apaga. Lo que Maslow hace es simplemente extender
el principio de la homeostasis a las necesidades, tales como la seguridad, pertenencia y estima.
Maslow las considera necesarias para el mantener la salud. Afirma que todas estas
necesidades están construidas genéticamente en todos nosotros, como los instintos. De hecho,
les llama necesidades instintoides.
En términos de desarrollo general, nos movemos a través de estos niveles como si fueran
estadios. De recién nacidos, nuestro foco está en lo fisiológico. Poco tiempo después,
buscamos atención y afecto. Un poco más tarde, buscamos la autoestima. Bajo condiciones de
estrés podemos “regresar” a un nivel de necesidad menor. Cuando nuestra gran empresa ha
quebrado, podríamos buscar un poco de atención. Cuando nuestra familia nos abandona,
parece que lo único que necesitamos es amor.
Maslow sugiere que si tienes problemas significativos a lo largo de tu desarrollo (por ejemplo,
periodos más o menos largos de inseguridad o rabia en la infancia, o la pérdida de un miembro
familiar por muerte o divorcio, o rechazo significativo y abuso) entonces podrías “fijar” este
Una vez logradas, estas necesidades continúan haciéndonos sentir su presencia. De hecho,
¡tienden a ser aún más insaciables a medida que las alimentamos! Comprenden aquellos
continuos deseos de llenar potenciales, a “ser todo lo que pueda ser”. Es una cuestión de ser el
más completo; de estar “auto-actualizado”.
64
Pero, si quieres llegar a una verdadera auto-actualización, debes tener llenas tus necesidades
primarias, por lo menos hasta un cierto punto. Cuando las necesidades básicas no están
satisfechas, no puedes dedicarte a llenar tus potenciales. La pregunta surge entonces: ¿qué es
lo que Maslow quiere decir exactamente con auto-actualización? Para responder, tendremos
que analizar a aquellas personas que Maslow considera auto-actualizadas.
Maslow escogió a un grupo de personas que le parecía que cumplían con los criterios de ser
auto-actualizadas. Incluyó personajes como Abraham Lincoln, Thomas Jefferson, Mahatma
Gandhi, Albert Einstein, Eleanor Roosevelt, William James, Benedict Spinoza, y otros. A partir
de ahí, desarrolló una lista de cualidades similares a todo el grupo y opuesta a la gran masa.
Estas personas eran centradas en la realidad, lo que significa que pueden diferenciar lo que
es falso, de lo que es real. También eran personas centradas en el problema, es decir, que
enfrentan los problemas en pos de sus soluciones. Y además tenían una percepción diferente
de los significados y los fines. Creían que los fines no necesariamente justifican los medios; y
que los medios (el viaje, el proceso) eran con frecuencia más importante que los fines.
Los auto-actualizadores poseían también una manera peculiar de relacionarse con los demás.
Tenían una necesidad de privacidad, y se sentían cómodos estando solos. Eran relativamente
independientes de la cultura y el entorno, apoyándose más en sus propias experiencias y
juicios. Así mismo, eran resistentes a la enculturación, es decir, a la presión social.
Además poseían interés social, compasión y humanidad –lo que Maslow llamaban valores
democráticos- Disfrutaban de las relaciones personales íntimas con pocos amigos
cercanos y familiares, más que de un montón de relaciones superficiales. Tenían un sentido del
humor no hostil, prefiriendo las bromas a costa de sí mismos o de la condición humana, pero
nunca dirigida a otros. Poseían además aceptación de sí mismo y de los demás, lo cual
implica aceptar a las personas como eran y no querer cambiarlas. La misma actitud la tenían
consigo mismos; preferían ser ellos mismos antes que ser pretenciosos o artificiales.
Eran creativos, inventivos y originales y además, tenían una tendencia a vivir con mayor
intensidad las experiencias que el resto de las personas. Experiencias pico como las llama el
autor, que tienden a dejar una huella sobre las personas que las viven. También son llamadas
experiencias místicas y constituyen parte importante de muchas religiones y tradiciones
filosóficas.
No obstante, Maslow no cree que los auto-actualizados fueran perfectos. Con bastante
frecuencia sentían ansiedad y culpa; aunque ansiedad y culpa realistas, no neuróticas o fuera
de contexto. Algunos de ellos eran “idos” (ausentes mentalmente). Y por último, algunos otros
sufrían de momentos de pérdida de humor, frialdad y rudeza.
Estudió agricultura y más tarde, se prepararía para ser religioso. Durante esta época, fue uno
de los 10 elegidos para visitar Beijing para el “World Student Christian Federation Conference”
por 6 meses. Esta experiencia amplió tanto su pensamiento que empezó a dudar sobre ciertas
cuestiones de su religión.
Después de graduarse, se casó con Helen Elliot (en contra de los deseos de sus padres), se
mudó a Nueva York y empezó a acudir a una famosa institución religiosa liberal. Aquí, tomó un
seminario que lo hizo desistir de dedicarse a la religión. Se cambió al programa de psicología
clínica de la Universidad de Columbia y recibió su PhD en 1931.
En 1940 dió cátedra en Ohio y dos años más tarde, escribiría su primer libro “Counseling and
Psychotherapy”. En 1945 fue invitado a establecer un centro de asistencia en la Universidad de
Chicago, donde publicó su trabajo: La Terapia Centrada en el Cliente (1951).
6.2.1.- Teoría
Su teoría parte de sus años de experiencia clínica. A diferencia de Freud, Rogers considera a
las personas como básicamente buenas o saludables, o por lo menos no malas ni enfermas. Es
decir, considera la salud mental como la progresión normal de la vida, y entiende la enfermedad
mental, la criminalidad y otros problemas humanos, como distorsiones de lo natural.
Su teoría está construida a partir de una sola “fuerza de vida” que llama la tendencia
actualizante, que es una motivación innata presente en toda forma de vida dirigida a
desarrollar sus potenciales hasta el mayor límite posible. Rogers entendía que todas las
criaturas vivientes (incluyendo animales y plantas) persiguen hacer lo mejor de su existencia, y
si fallan en su propósito, no será por falta de deseo.
Rogers agrupa bajo el nombre de visión positiva a cuestiones como el amor, afecto, atención,
crianza y demás. Está claro que los bebés necesitan amor y atención. De hecho, fallarían en
prosperar; en ser todo lo que podrían ser.
Nuestra sociedad también nos reconduce con sus condiciones de valía. A medida que
crecemos, nuestros padres, maestros y demás, solo nos dan lo que necesitamos cuando lo
“merecemos”. Podemos jugar sólo después de clase; comer dulce sólo cuando hayamos 64
terminado las verduras y, nos querrán sólo si nos portamos bien.
Dado que todos necesitamos esta recompensa, los condicionantes son muy poderosos y
terminamos siendo muy determinados por una sociedad que no necesariamente toma en
cuenta nuestros intereses reales. Este condicionamiento nos conduce a una autovalía
positiva condicionada. Empezamos a querernos si cumplimos con los estándares que otros
nos aplican. Y dado que estos estándares no toman en consideración las necesidades
individuales, es muy frecuente que no cumplamos esas exigencias y por tanto, no logremos un
buen nivel de autoestima.
6.2.1.3.- Incongruencia
Por otro lado, dado que nuestra sociedad no está sincronizada con la tendencia actualizante y
que estamos forzados a vivir bajo condiciones de valía que no nos pertenecen, y finalmente,
que solo recibimos recompensas positivas condicionadas, entonces tenemos que desarrollar un
ideal de sí mismo (ideal del yo). En este caso, Rogers se refiere a ideal como algo no real;
como algo que está siempre fuera de nuestro alcance; aquello que nunca alcanzaremos.
El espacio comprendido entre el verdadero self y el self ideal; del “yo soy” y el “yo debería ser”
se llama incongruencia. A mayor distancia, mayor será la incongruencia. De hecho, la
incongruencia es lo que esencialmente Rogers define como neurosis: estar desincronizado con
tu propio self
6.2.1.4.- Defensas
Cuando estés en una situación donde existe una incongruencia entre tu Ideal del yo y tu Yo, te
encontrarás en una situación amenazante. Por ejemplo, si te han enseñado a que te sientas
incómodo cuando no saques “A” en todos tus exámenes, entonces situaciones especiales como
los exámenes, traerán a la luz esa incongruencia; los exámenes serán muy amenazantes.
Ante una situación amenazante, sientes ansiedad. La ansiedad es una señal que indica que
existe un peligro potencial que debes evitar. Una forma de evitar la situación es, por supuesto,
huir psicológicamente, usando las defensas.
Rogers define solo dos defensas: negación y distorsión perceptiva.
Sobre la psicosis, Rogers dice que ésta surge cuando las defensas se sobresaturan y el
sentido del self se “esparce” en distintas piezas desconectadas entre sí. La conducta tiene poca
consistencia y estabilidad, con comportamientos extraños, palabras que parecen no tener
sentido y emociones inapropiadas. El individuo puede perder su habilidad para diferenciar el
self del no-self y volverse desorientado y pasivo.
Como Maslow, Rogers solo se interesa por describir a la persona sana. Su término es
funcionamiento completo y comprende las siguientes cualidades:
Apertura a la experiencia.- Comprende la capacidad de aceptar la realidad, incluyendo los
propios sentimientos. Si no puedes abrirte a tus propios sentimientos, no podrás abrirte a la
actualización. La parte difícil es distinguir los sentimientos reales de aquellos derivados de la
ansiedad subsecuente a cuestiones de valía personal.
Confianza organísmica. Debemos confiar en nosotros, hacer aquello que creemos que está
bien; aquello que surge de forma natural. Este es uno de los puntos espinosos de la teoría
rogeriana. “Sí, claro, entonces, si eres un sádico, haz daño a los demás; si eres un masoquista,
hazte daño; si estás deprimido, suicídate... De hecho, muchos de los excesos de los sesenta y
setenta fueron debidos a esta actitud. Pero a lo que Rogers se refiere es a la confianza en el
propio yo; en el sí mismo real y la única manera que tienes para conocer lo que es
verdaderamente tu self es ¡abriéndote a la experiencia y viviendo de forma existencialista! En
otras palabras, la confianza organísmica implica estar contacto con la tendencia actualizante.
Libertad experiencial. Esto no quiere decir, que somos libres para hacer lo que nos dé la gana.
Lo que significa es que nos sentimos libres cuando se nos brindan las oportunidades. Rogers
dice que la persona que funciona al 100% reconoce ese sentimiento de libertad y asume la
responsabilidad de sus oportunidades.
6.2.2.- Terapia
Actualmente, la mayoría de las personas le llaman terapia rogeriana. Una de las frases que
Rogers utiliza para definir su terapia es “de apoyo, no reconstructiva” y se apoya en la analogía
de la bicicleta para explicarlo: cuando ayudas a un niño a aprender a montar en bici,
simplemente no puedes decirle cómo, debe tratarlo por sí mismo. Y tampoco puedes estarle
sujetando para siempre. Llega un punto donde sencillamente le dejas de sostener. Si se cae, se
cae, pero si le agarras siempre, nunca aprenderá. Es lo mismo en la terapia. Si la
independencia (autonomía, libertad con responsabilidad) es lo que quieres que un paciente
logre, no lo logrará si se mantiene dependiente de ti como terapeuta. Un abordaje autoritario en
la terapia parece resultar fabuloso en la primera parte de la terapia, pero al final solo crea una
persona dependiente.
Existe solo una técnica por la que los rogerianos son conocidos: el reflejo. El reflejo es la
imagen de la comunicación emocional: si el paciente dice “¡me siento como un desastre!”, el
terapeuta puede reflejar esto de vuelta diciéndole algo como “Ya. La vida le trata mal, ¿no?” Al
hacer esto, el terapeuta le está comunicando al paciente que de hecho está escuchando y se
está preocupando lo suficiente como para comprenderle. También el terapeuta está permitiendo
que el paciente se dé cuenta de lo que él mismo está comunicando.
Nació el 18 de mayo de 1889 en Rumanía; emigrando muy pequeño a Viena donde vivió desde
su infancia y realizó sus estudios universitarios. Ahí, además de estudiar medicina, filosofía,
teatro e iniciarse en el Hasidismo, se dedicó a desarrollar sus ideas existenciales además de
tener una muy activa vida dentro de los círculos intelectuales de la época.
Menciona Moreno (1975, 1995) que el principio fundamental a todas las formas de psicoterapia
y curación emocional es el encuentro genuino entre personas; y
que el encuentro solo es posible a partir de la relación y la reciprocidad. Solo cuando cada uno
de los implicados experiencia la más simple y profunda existencia del otro, podrá experimentar
la suya propia.
64
Según Moreno, la patología y los problemas interpersonales, se producen a partir de la
dificultad de que las personas tengan un encuentro libre y espontáneo, ya que probablemente
los roles que desempeña cada uno serán rígidos y estereotipados, sin ningún contenido vital y
sí más bien representando un guion cultural.
6.3.2.- La telé
La telé es un concepto fundamental del pensamiento socionómico. Moreno observó desde muy
joven, la presencia de una fuerza que permite que las personas se vinculen o rechacen. La telé
se conforma como una unidad básica de sentimiento que se trasmite de un individuo a otro, y
se establece como una expresión de la tendencia natural del ser humano para establecer
vínculos emocionales con el otro, siendo la calidad de la emoción que transita entre las
personas, la que proporciona la característica de atracción o rechazo (Boria, 2001).
La definición propuesta por Moreno, supone que la telé es el fundamento de todas las
relaciones sanas y que es de naturaleza bi-direccional, lo que significa que el flujo emocional
viaja simultáneamente entre las personas implicadas en la relación. Cuando Moreno se refiere a
una relación sana, quiere decir que en ella hay congruencia en la telé que se trasmite entre los
interlocutores, ya sea de aceptación (positivo), rechazo (negativo) o indiferencia (neutro). En el
sentido valorativo, la telé positiva, siempre va cargada de sentimientos, que implican un agrado
por la otra persona; la negativa contiene sentimientos de desagrado, mientras que la neutra no
lleva intensidad ni carga afectiva. Estos sentimientos siempre se presentan en distintos niveles
de intensidad, e implican una mayor atracción o rechazo por el otro.
La congruencia en la telé consiste en que cuando una persona A siente atracción por otra B,
también B siente atracción por A. En este caso, tanto A como B tienen un buen sentido de las
relaciones sociales y son capaces de intuir las características del otro y de establecer vínculos
emocionales adecuados y satisfactorios.
“El rol puede ser definido como la forma que el individuo asume en un momento y situación
específicos en los cuales están involucrados otras personas u objetos. La forma es creada por
las experiencias pasadas y por los modelos culturales de la sociedad en la que vive la persona,
y es sostenida por las capacidades productivas de la persona misma. Cada rol contiene una
fusión de elementos privados y colectivos”
El término rol, Moreno lo retoma del teatro y se refiere a la parte que un actor interpreta en una
representación teatral; así, la persona siempre representará un rol en un contexto determinado.
Todo rol se da en una bipolaridad, lo que implica que siempre hay un “otro” implicado, que
responde de manera recíproca por medio de la representación de un “contra-rol”, que es
mediatizado por una tarea específica que posibilita la interacción.
Una respuesta espontánea siempre es ecológica y armónica, tanto para el sujeto como para el
contexto social donde éste se encuentra, lo que significa que cuando las personas actúan
espontáneamente, los resultados de estos actos conllevan implícitamente una transformación
benéfica para todos los implicados.
Moreno durante toda su vida luchó contra la tendencia generada en el mundo desde finales del
siglo XIX, y que alcanzó su máxima expresión en el siglo XX, cuando se orienta y presiona a los
individuos para alejarse de toda respuesta espontánea o creativa, dando preferencia a
respuestas y comportamientos rígidos y estereotipados, lo que conlleva a que la persona se
alinee con lo que los sistemas culturales, políticos o sociales marcan en el momento, por temor
a la exclusión.
Lo anterior tiene importantes implicaciones para la salud física, emocional y social, porque
cuando las personas viven como autómatas estereotipados, tienden a acumular importantes
Moreno dice que la creatividad “constituye la más alta inteligencia que el hombre conozca. El
subraya la errónea tendencia a dar el máximo valor a la obra terminada, por sobre el proceso
de preparación psíquico para la producción de ésta; ese instante en que la persona hace acopio
de sus recursos para emitir una respuesta adecuada.
Boria (2001) dice sobre la creatividad que ésta “se refiere exclusivamente al acto mismo, 64
mientras que la espontaneidad se refiere a la preparación para éste; lo que significa que la
persona es espontánea mientras busca comportamientos nuevos y adecuados, y es creativa
cuando los encuentra”. Esto muestra la inseparable relación e interdependencia de la
espontaneidad y la creatividad, y permite comprender cómo es que Moreno a lo largo de su
trabajo y reflexión teórica, modificó su postura de factor e (espontaneidad) a factor E/C
(espontaneidad-creatividad).
El inconsciente colectivo, término acuñado por Carl Jung, se refiere a contenidos psíquicos que
se suponen comunes a toda la humanidad, y que no tienen su origen en la psique individual.
Menciona que su fundamento son las experiencias de los antepasados y que se transmite a las
generaciones posteriores a partir de las narraciones culturales (cuentos, mitos y leyendas) y por
los rituales; por lo que sus contenidos se refieren a figuras simbólicas conocidas como
arquetipos.
Sostiene Moreno la hipótesis de que cuando las personas mantienen relaciones interpersonales
profundas y con interacciones constantes y permanentes, es inevitable que vayan generando
contenidos psíquicos comunes, por lo que las dificultades de adaptación o neuróticas pueden
proceder de la relación interpersonal y encuentran explicación al explorar esta zona co-
inconsciente.
Uno de los elementos fundamentales para el trabajo con grupos lo constituye el ambiente
donde se encuentra inmerso el grupo, ya que es de éste de donde recibe toda la información y
condiciones que son necesarias para su sobrevivencia. Para iniciar el análisis sociodinámico de
un grupo, habría que considerar el ambiente desde las siguientes dimensiones:
b) Ambiente físico: Se refiere a ¿dónde se encuentra el grupo?, ¿cuáles son las condiciones
de donde se encuentra? Ubicar y describir el ambiente físico del grupo, comprender las
condiciones de vida de éste y especialmente, la forma como se organiza para sobrevivir.
En el pensamiento socionómico, los grupos cobran vida cuando sus miembros entran en acción
e inter-acción; de ahí que nos sea posible observar la vida de aquéllos como si se desarrollara
en escenas, considerando el contexto social como un escenario. La descripción de los
acontecimientos grupales tiene que ser densa y detallada, ya que debe quedar muy claro el
escenario tanto en sus características físicas como las del clima afectivo.
Para comenzar con el estudio sociodinámico, resulta fundamental que se tenga en cuenta que
tanto el grupo como su contexto son cambiantes, pero es ahí donde se encuentra la riqueza, ya
que a partir de un seguimiento paciente y detallado es como nos será posible captar el espíritu
grupal. Es necesario que se comience desde lo más básico, para lo cual el sociónomo, deberá
desprenderse de todo afán interpretativo colocándose en una postura descriptiva paciente y
puntual, con la consecuente recompensa de que le sea revelado el sentido profundo vital y
existencial del grupo. Para acceder al sentido profundo de la sociodinamia, es posible mirar la
dinámica de los grupos a partir de un triángulo autogenerado, interdependiente e inseparable: la
actividad, la interacción y los sentimientos.
La actividad se refiere a lo que hacen las personas en el medio físico, con o sin la utilización de
utensilios, solos o acompañados, dentro o fuera de los límites del grupo. Permite responder a
las preguntas ¿qué se hace?, ¿quién lo hace? ¿Cómo se hace?
Normalmente y dentro del contexto de los grupos sociales, las actividades aunque se hagan en
solitario, implican a las actividades de otros, ya sea de forma simultánea o subsecuente. Es
decir que normalmente las actividades de una persona son producto o generan las actividades
de otros, lo que provoca que las personas generen interacciones ya sea para realizar
actividades o como producto de ellas.
Para acceder a las interacciones, nos planteamos las siguientes preguntas: ¿quién se comunica
con quién?, ¿en qué orden?, ¿qué tanto?, ¿cuánto dura su comunicación? ¿Qué acciones
acompañan o dejan esta comunicación?
Y finalmente, tenemos los sentimientos que son los elementos más subjetivos de la conducta
social y surgen como resultado de las actividades y las interacciones. Éstos son definidos cómo
todas aquellas sensaciones internas que tiene el sujeto, resultantes de las actividades e
interacciones realizadas dentro del contexto grupal.
Moreno define a la psicoterapia de grupo cómo “…un método para tratar conscientemente y en
el marco de una ciencia empírica las relaciones interpersonales y los problemas psíquicos de
los individuos en un grupo.”
Uno de los puntos que vale la pena resaltar de la perspectiva de Moreno es que la terapia es
para el grupo, ya que la mirada se da de forma integradora y total del grupo como unidad,
considerando siempre que se encuentra formado por personas individuales, pero que cuando
forman parte de un grupo particular, se integran a un microcosmos particular con estructura y
dinámica propia, en la que poseerán un estatus sociométrico específico y desempeñarán roles y
contra-roles particulares.
6.3.7.- El psicodrama
64
El psicodrama parte de los conceptos griegos psique (alma) y drama (movimiento), y pretende
poner la mente de las personas en movimiento. Es un método de trabajo grupal e individual, en
el que por medio de técnicas de acción se logra la exploración de la situación vital y existencial
de la persona.
2. Protagonista: Paciente elegido por el grupo para trabajar en la sesión por medio de la
representación de una escena o momento específico. Lo anterior implica que el grupo se pone
al servicio de éste para que se pueda realizar la exploración de la situación de la persona
implicando todas las áreas de la existencia.
4. Yo auxiliar: Co-terapeuta o miembro del grupo que presta su yo para el trabajo terapéutico
del protagonista. Este resulta ser un apoyo para el director o terapeuta en jefe, y su trabajo
consiste en la representación de roles específicos que requiera el protagonista para la
realización de la escena.
5. Audiencia: Conformada por los miembros del grupo que no participan en la escena. Funge
como principio de realidad y como un espejo moral al protagonista. En algunas situaciones la
audiencia puede ser el paciente del trabajo psicodramático, al ser necesaria la intervención en
esferas del imaginario y síndromes colectivos.
6. Director: Terapeuta que coordina y facilita el desarrollo de la escena, funge como principio
de realidad y acompañamiento en la exploración profunda del protagonista.
6.3.8.- El sociodrama
El sociodrama utiliza los mismos elementos que el psicodrama, pero se enfoca en la terapéutica
específica de roles y temas sociales y no así en los trastornos emocionales y psicopatológicos.
Sociodramáticamente es posible acceder a elementos de la dinámica social y temas específicos
como el imaginario sobre el contrato matrimonial y el matrimonio, los roles de esposos, padre y
madre, padre e hijo, hermanos, etc.
RESUMEN
La corriente Humanista
Esta “Tercera Corriente” es la más reciente de las tres y se basa en que las
respuestas se deben buscar en la consciencia o la experiencia. Se revisaron
los postulados de Abraham Maslow, Carl Rogers y Jacob Levi Moreno.
Una de las torías más interesantes de Maslow es la que se basa en las necesidades y de allí
surgió su ahora famosa pirámide, con 5 grandes bloques: las necesidades fisiológicas,
necesidades de seguridad y reaseguramiento, la necesidad de amor y pertenencia, necesidad
de estima y la necesidad de actualizar el sí mismo (self); en este orden.
Rogers, a diferencia de Freud considera a las personas como básicamente buenas. Es decir,
considera la salud mental como la progresión normal de la vida, y entiende la enfermedad
mental, la criminalidad y otros problemas humanos, como distorsiones de lo natural.
Su teoría está construida a partir de una sola “fuerza de vida” que llama la tendencia
actualizante, que es una motivación innata presente en toda forma de vida dirigida a
desarrollar sus potenciales hasta el mayor límite posible. Rogers agrupa bajo el nombre de
visión positiva a cuestiones como el amor, afecto, atención, crianza y demás, que repercuten
en la autoestima, la autovalía y una imagen de sí mismo positiva.
Jacob Levi Moreno es otro exponente del humanismo cuyo concepto fundamental es la telé
que cataloga como una fuerza que permite que las personas se vinculen o se rechacen. Otro
tema angular del pensamiento moreniano es el Factor E-C (expontaneidad-creatividad). Sin
embargo, el principal aporte de Moreno es la terapia de grupo y el psicodrama, que toma
muchos elementos del teatro.
MAPA CONCEPTUAL
LA CORRIENTE HUMANISTA
Basada en la consciencia y la
experiencia
64
Abraham
Abraham Maslow
Maslow Carl
Carl Rogers
Rogers Jacob
Jacob Levi
Levi Moreno
Moreno
Telé
Telé
Pirámide
Pirámide de
de Necesidades
Necesidades Bondad
Bondad innata
innata Factor
Factor E-C
E-C
Auto-actualización
Auto-actualización Tendencia
Tendencia Actualizante
Actualizante Terapia
Terapia de
de Grupo
Grupo
Visión
Visión Positiva
Positiva Psicodrama
Psicodrama
BIBLIOGRAFÍA DE LA UNIDAD
INTRODUCCIÓN
64
Tema 7.- Las crisis
Muchas personas escuchan la palabra crisis y suelen asociarla con una calamidad, el caos, el
desastre, un problema, desgracias, desempleo o la ruina. Es una palabra que, sin duda,
produce muchos dolores de cabeza para quien no tiene la información y la visión adecuadas
ante una situación aparentemente difícil. Es natural que una persona que no esté preparada
para ese cambio pueda ver todo a su alrededor como una adversidad. La crisis es una situación
que nos avisa que ha llegado el momento de hacer un cambio urgente en algo, es la hora de
tomar una decisión, pero depende mucho de la actitud de la persona ante una circunstancia en
particular. Es por esto que se define como crisis “a un momento de ruptura en el funcionamiento
de un sistema, un cambio cualitativo que puede ser en sentido positivo o negativo”.
La palabra crisis viene del griego Krisis y este del verbo Krinein, que significa “separar” o
“decidir”, también los chinos tienen su propia definición al respecto y para ellos la palabra crisis
tiene dos significados: peligro y oportunidad. Por esta razón, podemos decir que la crisis es un
momento de cambio o ruptura para tomar una decisión sobre cuál camino escoger, el camino
del peligro o el camino de la oportunidad, al fin y al cabo es una decisión personal.
Por otra parte nos adentraremos en lo que es la enfermedad mental y sus diferentes tipos de
trastornos, diferenciando los que son de origen neurótico de los de origen psicótico. Y
describiremos sus principales características y síntomas, según el DSM (Manual estadístico y
diagnóstico de los trastornos mentales, de la Asociación Psiquiátrica Estadounidense)
Los investigadores del funcionamiento familiar han intentado averiguar por qué algunas familias
logran afrontar las transiciones naturales y los eventos catastróficos, y aun, crecer a través de
ellos, en tanto que otras familias con problemas similares, se bloquean o se rinden ante las
dificultades.
Las familias, como todos los sistemas sociales, intentan mantener un funcionamiento
balanceado usando sus capacidades para enfrentar sus demandas o exigencias. Esto implica
una fase de ajuste y otra de adaptación a la crisis.
La fase de ajuste denota un periodo relativamente estable, durante el cual sólo se presentan
cambios menores, como un intento de la familia por afrontar las demandas con las capacidad
existentes, dentro de patrones de interacción predecibles y estables. La crisis surge cuando la
naturaleza o el número de demandas exceden las capacidades de la familia.
También llamadas vitales o de desarrollo. Son universales y por lo tanto previsibles, normales y
superables, puesto que las familias funcionales poseen las fuerzas y los recursos para
adaptarse a los cambios y reorganizar sus roles y reglas de relación.
Las crisis normativas o de desarrollo, son desencadenadas por eventos propios del ciclo
evolutivo: nacimiento del primer hijo, ingreso a la escuela, adolescencia de los hijos, egreso de
los hijos del hogar, etc. Algunos de estos cambios evolutivos son sutiles y graduales; otros son
abruptos y dramáticos. Algunos son determinados por las diversas etapas biológicas; otros por
condicionamientos de la sociedad. Las más vulnerables son, el nacimiento de los hijos, su
adolescencia y su egreso.
Las crisis evolutivas que marcan la transición de una etapa a otra, son oportunidades de
crecimiento para cada uno de los miembros de la familia, al posibilitar la adquisición de nuevas
responsabilidades, roles, relaciones, compromisos, lo que va dando forma a la identidad de
cada uno y del grupo. El sano funcionamiento de la familia requiere que estas crisis sean
reconocidas y validadas por ella misma como problemas potenciales, a fin de poder ser
resueltas favorablemente.
Las crisis normativas se desarrollan en 4 etapas, cada una con sus estresores típicos.
4. Etapa Familiar Final.- Corresponde a la etapa del egreso de los hijos del hogar
identificación de los recursos necesarios para resolverlas, como sucede por ejemplo con un
divorcio, el alcoholismo de un miembro de la pareja o la conducta delictiva de un hijo.
Las desgracias inesperadas tienen tanta posibilidad de ocurrir en familias sanas como en
aquellas que sufren todo tipo de disfunción. El peligro de las crisis paranormativas o
inesperadas reside en la búsqueda de culpables; el esfuerzo por encontrar algo que alguien
podría haber hecho para evitar la crisis.
La familia funcional no difiere de la disfuncional por la ausencia de problemas, lo que las hace
diferentes es el manejo que hacen de sus conflictos
Son aquellas crisis concurrentes en las que se exacerban de manera regular determinadas
fuerzas DENTRO de la familia. Aunque la tensión venga de un factor externo, la crisis es en
esencia una exacerbación de una pauta interna. Incluso puede no haber una tensión externa
perceptible, para que estas familias, de vez en cuando, como respuesta a fuerzas misteriosas,
repitan una vieja crisis familiar.
Familias violentas
Familias con miembros con tendencias suicidas
Familias con miembros adictos
Familias con miembros con una enfermedad psicosomática
Familias que están permanentemente al margen de la ley
A nivel terapéutico, estas familias se ubican como multiproblemàticas. Son familias que no
tienen o poseen redes débiles y por ello requieren asistencia de varias entidades, instituciones
y/o profesionales.
Consigna: A partir de la lectura del caso, los alumnos deberán identificar las
crisis por las que está pasando la familia y clasificarlas por sus tipos: Normativas
RESUMEN
La crisis es una situación que nos avisa que ha llegado el momento de hacer
un cambio urgente en algo, es la hora de tomar una decisión. Las crisis
afectan a las personas a lo largo de sus vidas, ya sea por acontecimientos
relativos a las etapas del ciclo vital o por eventos inesperados que afectan el
equilibrio individual y familiar y que implican ajustes y cambios. 64
Tipos de crisis
Crisis normativas.- También llamadas vitales o de desarrollo. Se presentan a lo largo del ciclo
vital (nacimiento del primer hijo, ingreso a la escuela, adolescencia de los hijos, egreso de los
hijos del hogar, etc.). Son universales, por lo tanto previsibles, normales y superables, puesto
que las familias funcionales poseen las fuerzas y los recursos para adaptarse a los cambios y
reorganizar sus roles y reglas de relación. El sano funcionamiento de la familia requiere que
estas crisis sean reconocidas y validadas por ella misma como problemas potenciales, a fin de
poder ser resueltas favorablemente.
MAPA CONCEPTUAL
CRISIS
8.1.- Psicosis
que haya un factor desencadenante junto con un ambiente social que lo favorezca,
como puede ser un divorcio, una experiencia traumática, un fracaso, la frustración al no
lograr un determinado objetivo, etc.
El DSM IV reconoce como psicosis a la esquizofrenia y sus diversos tipos y a los siguientes
trastornos que implican pérdida de realidad como el trastorno esquizoafectivo, el trastorno
delirante y otros trastornos psicóticos como los inducidos por enfermedades médicas o por el
abuso de sustancias.
8.1.2.- La Esquizofrenia
El término esquizofrenia viene del griego schizein que significa dividir, escindir, hendir, romper
y de phrēn: entendimiento, razón, mente. Suele iniciarse en la adolescencia o en la juventud,
con brotes o recaídas, que dejan como secuela un deterioro cognitivo, afectivo y social. El
esquizofrénico por lo general muestra delirios, alucinaciones, lenguaje y pensamientos
desorganizados, trastornos afectivos y conducta inapropiada.
Marcada alteración psicomotora que puede incluir inmovilidad motora o actividad motora
excesiva.
Negativismo extremo, o mutismo.
Peculiaridades del movimiento voluntario con posturas extrañas, movimientos
estereotipados, muecas.
Copia lo que dice o hace otra persona.
8.2.- NEUROSIS 64
Aun cuando las neurosis se encuentran entre los trastornos más comunes de la práctica
médica, probablemente ninguna otra entidad clínica es, con tanta frecuencia, tan mal
comprendida. En vez de utilizarlo exclusivamente para un grupo específico de trastornos
mentales, la palabra se ha vuelto de uso popular para describir trastornos emocionales de la
más diversa naturaleza. Con mucha frecuencia se titula de "neuróticos" a individuos con un
comportamiento excéntrico o un poco inestable.
Las neurosis son episodios de desequilibrio psicológico que se presentan en personas que han
alcanzado una función mental relativamente adecuada. Son trastornos mentales sin una base
orgánica demostrable, en los cuales el paciente puede tener un considerable poder de auto
observación y una sensación adecuada de la realidad; en ellos lo más común es que no se
confundan las experiencias patológicas subjetivas y sus fantasías, con la realidad externa. La
conducta puede ser afectada seriamente, aunque es común que se mantenga dentro de límites
sociales aceptables; pues la personalidad no está desorganizada.
Las neurosis pueden ser de tipo recurrente y se manifiestan de la misma forma a través de toda
la vida del paciente. Pueden variar de gravedad, desde episodios leves hasta una enfermedad
grave e incapacitante, que incluso requiera hospitalización. Neurosis antiguamente quiso decir
lleno de nervios. A continuación veremos los principales tipos de neurosis.
Todos estos aspectos y temas tienen como finalidad desplazar la angustia valiéndose para ello
del pretexto del objeto fóbico. El individuo organiza así distintas conductas fóbicas: de
evitación, evitando el objeto que le atemoriza; y de tranquilización: procurando no estar solo o
acompañarse de objetos que le proporcionan seguridad.
El individuo fóbico está en una continua alerta para descubrir los peligros que presupone en el
ambiente que le rodea, y organiza actitudes de huida, que pueden ser pasivas: inhibición,
timidez con el otro sexo, indecisión o directamente rechazo total del contacto con los demás;
y activas o de comportamiento desafiante, en las que el sujeto procura mantenerse
continuamente ocupado.
Durante el ataque de pánico se producen síntomas físicos intensos, como taquicardia, dificultad
para respirar, hiperventilación pulmonar, temblores o mareos. Los ataques de pánico pueden
ocurrir en cualquier momento o lugar sin previo aviso. A menudo el individuo siente durante la
crisis que está en peligro de muerte inminente y tiene una necesidad imperativa de escapar de
un lugar o de una situación temida.
Tipos de TOC.- Dentro del TOC se pueden diferenciar los tipos más comunes:
Verificadores: son personas que inspeccionan de manera excesiva las cerraduras de las
puertas, los listados de contrataciones y los aparatos electrodomésticos (gas, vitrocrerámicas,
calentador, enchufes). Revisan cajones, puertas y aparatos eléctricos para asegurarse de que
están cerrados, con seguro o apagados; nunca pueden estar seguros de si lo han hecho y se
preguntan repetidas veces: ¿cerré la puerta?, ¿apagué la luz?, ¿cerré la llave de gas?, etc.
Ordenadores: Personas que exigen que las cosas que les rodean estén dispuestas de acuerdo
con determinadas pautas rígidas, incluyendo distribuciones simétricas.
Acumuladores: coleccionan objetos, inclusive insignificantes o sin valor, de los que no pueden
desprenderse.
Numerales: buscan sentido a los números que les rodean; sumándolos, restándolos,
cambiándolos hasta que les da un número significativo para ellos.
Varias teorías sugieren una base biológica para el trastorno, y actualmente una serie de
estudios exploran esta posibilidad. La Tomografía de Emisión Transaxial de Positrón (TETP) y
otras técnicas de imágenes han sugerido que pueden existir algunas anormalidades en el lóbulo
frontal que influyen en los síntomas del TOC.
Neurosis depresiva
En este tipo de neurosis se presenta una reacción excesiva de depresión cuando ocurre un
conflicto, sobre todo alguna perdida emocional. Las reacciones se caracterizan por una pérdida
de autoestima, impulsos inhibitorios o de agresividad y distanciamiento hacia algunas personas.
Los trastornos afectivos, son un grupo de padecimientos que se caracterizan por anormalidades
en la regulación del afecto o ánimo. Generalmente se acompañan con alteraciones del
funcionamiento cognitivo, del sueño, del apetito, y del equilibrio interno (homeostasis). Aunque
el origen de estos padecimientos se desconoce en la mayoría de los casos, recientes
investigaciones sostienen la idea de que tienen una base neurobiológica.
Actualmente se reconocen diferentes tipos de Trastornos Afectivos; los más importantes son:
64
Trastorno depresivo mayor (depresión mayor)
Trastorno bipolar
Sus síntomas predominantes son: tristeza la mayor parte del día, disminución del interés o de la
capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades (anhedonia), trastornos del sueño
(insomnio, hipersomnia) y del apetito (disminución, aumento), alteraciones psicomotoras
(agitación, enlentecimiento), pérdida de energía, sentimientos de culpa, disminución de la
capacidad de concentración, pensamientos de muerte e ideas suicidas. Estos síntomas
provocan deterioro social, laboral o de otras áreas de la actividad del individuo. En casos graves
están descritas manifestaciones de tipo psicótico (delirios, alucinaciones).
Para su tratamiento se propone el uso de antidepresivos, sin embargo éstos sólo han
demostrado ser especialmente eficaces en depresión mayor/grave.
Es una enfermedad que ocasiona cambios abruptos en el estado de ánimo. También se conoce
como trastorno maníaco-depresivo o solo como trastorno bipolar.
El trastorno afectivo bipolar afecta tanto el estado de ánimo como la conducta. La persona que
lo padece, pasa por estados emocionales extremos, que van desde la energía excesiva y la
euforia (manía) hasta la depresión y los pensamientos suicidas. Sus estados de ánimo
cambian bruscamente de un extremo a otro. Este trastorno afecta a uno de cada 100 adultos en
algún momento en la vida. Aparece con mayor frecuencia en personas entre 15 y 25 años y
afecta tanto a hombres como a mujeres.
Los patrones de cambios del estado de ánimo pueden ser cíclicos, comenzando a menudo con
una manía que termina en una depresión profunda. En ocasiones pueden predominar los
episodios maníacos o los depresivos. Algunos de estos trastornos se denominan 'de ciclado
rápido' porque el estado de ánimo puede cambiar varias veces en un período muy breve de
tiempo. Otras veces se presenta el llamado "estado mixto", en el que los pensamientos
depresivos pueden aparecer en un episodio de manía o viceversa.
Causas.- En la actualidad, se desconocen las razones exactas por las se puede desarrollar un
trastorno bipolar. Este pudiera desencadenarse debido a cambios en el sistema nervioso o en
las sustancias químicas del cerebro; sin embargo, hay algunos factores que aumentan las
probabilidades de padecer de un trastorno afectivo bipolar:
Tener un familiar cercano con trastorno afectivo bipolar puede aumentar el riesgo.
Acontecimientos estresantes como la ruptura de una relación o una enfermedad física
pueden desencadenar un trastorno afectivo bipolar.
Un desequilibrio químico en el cerebro
Lo básico para el tratamiento del trastorno bipolar es la toma de conciencia del problema por
parte del afectado y sus allegados, de manera que puedan hacer frente a las crisis sin temores
infundados y con herramientas válidas. La terapia farmacológica personalizada, es otra de las
claves. Los antipsicóticos y los estabilizadores del ánimo son los fármacos más utilizados.
La manía es un episodio característico del trastorno bipolar que se alterna con fases 64
depresivas. Se caracteriza por la exaltación del estado de ánimo, que puede expresarse como
euforia, aunque en otros muchos casos predomina la iracundia, e incluso la agresividad, sobre
la alegría festiva. Otros síntomas son la exaltación psicomotriz, la extrema prodigalidad (el
sujeto afectado puede implicarse en gastos excesivos o mostrarse excesivamente generoso),
pensamiento extraordinariamente acelerado (verborrea, fuga de ideas), la atención muy
dispersa, la disminución de la necesidad de dormir y el aumento del impulso sexual. Los
episodios maníacos pueden durar períodos largos. Esto puede dar lugar a agotamiento físico,
gastos excesivos y relaciones poco sensatas o inadecuadas.
RESUMEN
Trastornos mentales
Psicosis
Es un estado mental que tiene que ver con la pérdida de contacto con la realidad, lo que
termina provocando una grave disfunción social. La enfermedad psicótica más importante y
conocida es la esquizofrenia.
Neurosis
Las neurosis se encuentran entre los trastornos más comunes de la práctica médica. Son
episodios de desequilibrio psicológico en los que la conducta puede ser afectada seriamente,
aunque es común que se mantenga dentro de límites sociales aceptables; pues la personalidad
no está desorganizada. La conducta neurótica es repetitiva, insatisfactoria y conduce a una
mala adaptación, Puede ser de tipo recurrente y se manifiestan de la misma forma a través de
toda la vida del paciente. Existen muchos tipos de neurosis:
Neurosis depresiva, que se presenta cuando ocurre un conflicto, sobre todo alguna pérdida
emocional. Las reacciones se caracterizan por una pérdida de autoestima, impulsos inhibitorios
o de agresividad y distanciamiento hacia algunas personas.
Neurosis histérica, que se caracteriza por la hiperexpresividad somática de las ideas, las
imágenes y los afectos inconscientes. Puede ser de conversión, cuando el conflicto psicológico
se convierte en somático, o de disociación, cuando aparecen trastornos de la conciencia.
Los trastornos Afectivos
La depresión mayor, cuyos síntomas predominantes son: tristeza, disminución del interés o
la capacidad para el placer en todas o casi todas las actividades, trastornos del sueño y del
apetito, alteraciones psicomotoras, pérdida de energía, sentimientos de culpa, disminución de la
capacidad de concentración, pensamientos de muerte e ideas suicidas.
MAPA CONCEPTUAL
TRASTORNOS MENTALES
Esquizofrenia Fobica
Paranoide Obsesivo-compulsiva Depresion mayor
Desorganizada Depresiva Trastorno bipolar
Catatónica Histérica
Carrera de Trabajo Social y Desarrollo Humano – II Ciclo
o
Psicología del Desarrollo Humano Mgs. Mónica Albán García
Se distingue por una capacidad reducida para relacionarse con los demás, así como
distorsiones del pensamiento y excentricidades del comportamiento. Los sujetos con este
trastorno suelen tener creencias raras y supersticiosas (telepatía, clarividencia), lenguaje raro y
estereotipado, suspicacia excesiva, expresión afectiva inapropiada y restringida,
comportamiento excéntrico, falta de amigos íntimos por su incomodidad en las relaciones
personales e intensa ansiedad social.
Se distingue por un patrón general de conducta de desprecio y violación de los derechos de los
demás, con fracaso para adaptarse a las normas sociales e inclusive a las leyes. Es la
personalidad más habitual en el mundo de la delincuencia. Las personas con este trastorno
engañan y manipulan con tal de obtener un provecho o placer personal. Son incapaces de
planificar el futuro, probablemente por su gran impulsividad, y por su búsqueda constante de
Teatrales y exagerados, los histriónicos son conocidos por sus demostraciones emotivas
públicas, que van desde el abrazo ardoroso hasta el sollozo descontrolado o la cólera. Sus
relaciones acostumbran a ser superficiales y muy variables, considerando sus interacciones en
general mucho más íntimas de lo que son en realidad (expresar amistad apenas sin conocer al
otro) Son sujetos altamente sugestionables, fácilmente influenciados en sus opiniones y
sentimientos según las personas o las modas. Tiene tendencia a la extroversión y a aburrirse
fácilmente con las actividades rutinarias, por lo que buscan la estimulación y la excitación.
Es el que afecta a los sujetos inhibidos socialmente por sus sentimientos de inferioridad. Evitan
trabajos o actividades que impliquen relacionarse con la gente si no están seguros de que van a
agradar, se preocupan de antemano por la posibilidad de ser ridiculizados o avergonzados;
pueden sentirse extremadamente ofendidos si alguien se muestra crítico o incluso levemente en
contra. Se vuelven prácticamente "invisibles" por temor a que la atención vaya a provocar la
humillación o el rechazo. Se ven a sí mismos socialmente ineptos, poco interesantes o
inferiores a los demás, por lo que evitan asumir nuevas relaciones o actividades sociales. La
prevalencia es del uno por ciento entre la población general, siendo igual de frecuente tanto en
varones como en mujeres.
El de las personas que tienen una preocupación exagerada por el orden, el perfeccionamiento y
el control mental e interpersonal. Detalles, normas, listas, horarios, centran su actividad. Son
tercos, escrupulosos e inflexibles, reacios a delegar tareas, dedicándose de forma obsesiva a la
actividad laboral. Rígidos y obstinados, adoptan un estilo avaro en los gastos debido a la
ansiedad excesiva que les producen las posibles necesidades futuras. Se diferencia de la
neurosis obsesivo- compulsiva por la presencia de obsesiones y compulsiones en esta última, si
bien, pueden estar asociados.
RESUMEN
MAPA CONCEPTUAL
TRASTORNOS DE LA
PERSONALIDAD
Carrera de Trabajo Social y Desarrollo Humano – II Ciclo
Psicología del Desarrollo Humano Mgs. Mónica Albán García
Paranoico
Esquizotípico
Esquzoide 64
Antisocial
Límite
Histriónico
Narcisista
De evitación
De dependencia
Obsesivo-
compulsivo
BIBLIOGRAFÍA DE LA UNIDAD
INTRODUCCIÓN
Son diversas las circunstancias que influyen en las condiciones de salud mental de la población
y, que a partir de un enfoque multifactorial, se asocian a condiciones de tipo biológico (genético
y ambiental) y psicosocial (económico, cultural y demográfico), que al interactuar afectan de
diferente forma a individuos, familias y grupos sociales.
Factores Psicosociales.- Los factores psicosociales son aquellos que están relacionados con
el medio ambiente físico y social; éstos, siempre han estado presentes como condicionantes, en
diversa medida, de la salud mental. Se ha demostrado la relación entre la exposición a factores
psicosociales y la salud en general; esto tiene su origen en la agresión hacia el individuo
provocada por la inseguridad y tensión que se produce en el contexto físico y social. Este
proceso daña la convivencia humana, propicia la aparición y mantenimiento de diversos
fenómenos sociales como pobreza, violencia urbana, violencia familiar, fuerte presión en el
lugar de trabajo, inseguridad de empleo, bajo apoyo social, conductas adictivas, desintegración
familiar, niños en situación de calle, explotación sexual y abuso físico de menores, entre otro
Los factores de riesgo son todas aquellas condiciones que propician que un trastorno mental
se desarrolle y pueda agravar las circunstancias, el estado de salud físico, emocional o social
de la persona, familia o comunidad expuesta a los factores biológicos y psicosociales. Las
cadenas de riesgo operan a través del tiempo para aumentar la vulnerabilidad, como es el caso
de la pobreza; sin embargo, existen otros que pueden precipitar la aparición de algún trastorno,
como es el caso de la falta de atención a los hijos por parte de los padres. Muchos de estos
factores son específicos de ciertas etapas de la vida, en particular de la infancia; otros tienen
impacto a lo largo de la vida como la desventaja socioeconómica.
10.1.1.- Individuales
64
• Alimentación adecuada
•Cercanía o apego con la familia
• Inteligencia superior a la media
•Logros escolares
• Habilidades en la resolución de problemas
• Autocontrol
• Habilidad social
• Habilidades de relación
• Optimismo
•Creencias morales
• Valores
• Autoestima
10.1.2.- Familiares
10.1.3.- Escolares
• Sentimiento de pertenencia
• Clima escolar positivo
•Grupo de pares prosocial
•Colaboración y apoyo •Responsabilidades
•Oportunidades de éxito y reconocimiento de logros
• Reglas en la escuela en contra de la violencia
10.1.4.- Sociales
• Buena salud
• Acceso al mercado laboral
• Vivienda digna
10.1.5.- Eventos
10.2.1.- Individuales
• Alteraciones genéticas
• Daño cerebral prenatal
• Nacimiento prematuro
• Daño al nacer
• Bajo peso y complicaciones al nacer
• Discapacidad física e intelectual
• Salud deficiente en la infancia
• Apego inseguro en la infancia
• Inteligencia deficiente
• Temperamento difícil
• Enfermedad crónica
• Habilidades sociales deficientes
• Autoestima baja
• Alienación/ aislamiento
• Impulsividad
10.2.2.- Familiares
• Madre adolescente
• Padre o madre solteros
• Familia numerosa
• Modelos con rol antisocial
10.2.3.- Escolares
64
• Peleas/riñas
•Rechazo de los padres
•Bajo apego a la escuela
• Manejo inadecuado de la conducta
•Grupo de pares desafiante
•Fracaso escolar
•Cambios de escuela
• Relaciones insatisfactorias
•Deserción escolar
• Falta de expectativas o expectativas falsas
10.2.4.- Sociales
• Desventaja socioeconómica
• Discriminación social y cultural
• Violencia y criminalidad en la zona de vivienda
• Densidad de población y condiciones inadecuadas de la vivienda
•Falta de servicios de apoyo como transporte y lugares de recreo
• Aislamiento social
• Sociedad competitiva
10.2.5.- Eventos
la salud mental del individuo, impactando directamente en las condiciones de vida de la familia y
de la sociedad. Este es un problema complejo, en el que la dimensión de la carencia, la
privación o la marginalidad son los rasgos que habitualmente se destacan.
Encuestas recientes han demostrado que las familias pobres tienen una mayor prevalencia de
depresión y trastornos de ansiedad; los niños que viven en la pobreza se encuentran más
expuestos a enfermedades médicas, estrés familiar, apoyo social inadecuado y a la depresión
de los padres. La pobreza se asocia con la falta de apoyo y de estimulación, ambientes
caóticos, estrés psicológico y bajo control en la familia. Enfocando la atención a las minorías
vulnerables es importante entonces, mencionar a los grupos considerados de mayor riesgo
social y de salud, por tener las mayores adversidades de la complejidad demográfica.
64
Mujeres trabajadoras.- El cambio de los roles en el hogar y la doble carga para las mujeres,
que además de las labores del hogar, aportan económicamente, ha provocado un incremento
del papel de la mujer en las decisiones familiares, pero también ha generado un desfase entre
las expectativas de comportamiento de hombres y mujeres y las realidades domésticas, que
estalla en diversas situaciones de violencia intrafamiliar, que en la mayoría de los casos recae
directamente sobre las mujeres y los menores de edad. La mayor participación de las mujeres
en el mundo del trabajo incrementa a su vez el número de menores que crecen al margen del
cuidado y la vigilancia de ambos padres, así como de aquellos que ingresan de manera
temprana al mercado informal de trabajo.
Vulnerabilidad social.- Condición de las familias, grupos o personas que debido a su edad,
género, origen étnico, limitaciones físicas, presentan mayores riesgos en su salud, en su
integridad física, mental o moral y en su desarrollo como personas plenas.
Exclusión social.- Efecto final en que se ven afectadas las personas por falta de acceso a los
bienes y servicios, sea por vínculos débiles con el mercado o bien con las prestaciones sociales
En los últimos años se han incrementado los problemas sociales, asociados al desarrollo del ser
humano y a su salud mental
Población rural.- Las características de la vida rural, como la falta de oportunidades de trabajo,
la falta de infraestructura básica, de servicios de salud, de satisfactores, alimentación deficiente
y mal balanceada, oportunidades limitadas para contraer matrimonio fuera del círculo familiar,
incrementando los factores genéticos de riesgo, aunados al abuso en el consumo de alcohol,
embarazos adolescentes, depresión y limitaciones en el desarrollo de las funciones cerebrales
superiores, son factores que favorecen la prevalencia de padecimientos mentales.
Niñas y niños en situación de calle.- El niño de la calle es todo menor que depende o está en
condiciones de depender de su propia actividad en la calle para sobrevivir; de igual modo
existen menores que trabajan en la calle para contribuir al ingreso familiar, llamados también
niños en la calle. Con su inclusión en el mercado laboral, los niños y jóvenes de hogares más
desfavorecidos se encuentran en condiciones de enorme desventaja, pues trabajar para
contribuir al ingreso familiar les impide asistir a la escuela; esta falta de preparación se convierte
en un obstáculo para superar, en el futuro, sus precarias condiciones de vida. Asimismo, se ha
detectado que un gran número de estos menores es miembro de familias desintegradas y
disfuncionales, lo que las convierte en expulsoras de estos niños y posibilitan que el problema
se mantenga, ya que éstos salen a la calle en busca de mejores condiciones de vida, muchas
veces sólo para encontrarse con situaciones hostiles, agresivas, opresivas, incomprensivas y en
crisis constante. Estos niños y jóvenes viven continuamente expuestos al uso de drogas, a la
violencia social, al abuso sexual, a la prostitución, a la explotación y a las enfermedades
trasmitidas por vía sexual; entre las secuelas que esta situación deja en los menores se
encuentran el retraimiento emocional, la ansiedad, la depresión y los problemas para
relacionarse, entre otros. En suma, estos niños habitan en condiciones de alto riesgo, que les
impide romper con el círculo intergeneracional de la pobreza y enfrentan adversidades que
pueden ocasionarles trastornos en su salud física y mental.
El niño de la calle se define como todo menor que depende o está en condiciones de depender
de su propia actividad en la calle para sobrevivir Estos niños viven en situaciones de alto riesgo,
que pueden ocasionarles trastornos en la salud física y mental 64
Personas con discapacidad.- Las personas con discapacidad son aquellas que por razones
físicas, psicológicas y sociales requieren de mayor apoyo para interactuar con su medio y
desarrollar sus potencialidades. Adicionalmente, la discapacidad se asocia con otro factor de
vulnerabilidad que es la pobreza, que hace más susceptible de desarrollar diversos trastornos
en su salud física y mental a quien lo padece. Si la población discapacitada no es atendida
adecuadamente, padece desajustes psicosociales, problemas de desintegración familiar,
analfabetismo, desempleo, mendicidad y problemas económicos graves, todos ellos estresores
emocionales importantes.
mercado de trabajo. La mayoría de las madres adolescentes tiene que abandonar sus estudios,
sea por cuestiones personales, presiones familiares o por discriminación escolar. Enfrentan
situaciones de conflicto, que les significan cambios fundamentales en su condición y las
exponen a experiencias de vida con soledad, dolor emocional, intolerancia y tensiones
emocionales fuertes que las afectan tanto a ellas como a sus hijos.
Adultos mayores.- Las pérdidas que paulatinamente tiene el adulto mayor, de su empleo, de
sus seres queridos, del grupo de amigos, de la pareja, de sus bienes, de sus capacidades y de
su salud, va generando en ellos un estado de ánimo depresivo y de aislamiento. La familia, a su
vez, se ve desorganizada por esas circunstancias y la mayoría de las veces se siente incapaz
de afrontarla, propiciando con ello diversas manifestaciones de maltrato físico y emocional y en
diversas ocasiones, de abandono, rechazo e indiferencia. 64
autonomía se confronta con la capacidad de los padres de autorizarla; la “confusión” del nuevo
estado del joven, se coloca a “pulso” con el afecto y el resto de habilidades que le ofrece la
familia, todo ello resaltando el desarrollo de esta “crisis normativa”, o esperada como resultado
de los nuevos roles y expresiones de función a que se ve sometida la familia por la llegada del
joven a la adolescencia.
La crisis normativa que implica para la familia la entrada del joven a la adolescencia alterará la
“funcionalidad” familiar. Sin duda los jóvenes paulatinamente van “separándose” de sus familias,
como parte de la preparación hacia la siguiente etapa como lo es la formación de su propia
familia (ciclos vitales y familiares de Eriksson). Pero esa ruptura es paulatina y en general la
percepción del joven hacia su familia muestra más funcionalidad que disfunción.
64
Aceptando la evidente influencia de la familia en las decisiones de los jóvenes, resulta
particularmente interesante analizar cómo se expresa ese “apoyo” a través de la estructura
familiar.
Entre las diversas formas de clasificar a la familia, una puede ser a través de sus miembros. Se
considera un hogar nuclear aquel constituido por padres e hijos que conviven bajo un mismo
techo. Cuando falta alguno de los padres, se denomina nuclear incompleto. Esta situación
presupone una disminución de la “protección” que la familia se da entre sus miembros, por
sustracción de los recursos de un aportante.
Un hogar nuclear extenso, se establece cuando bajo el mismo techo conviven adicionalmente
otros miembros de la familia de alguno de los padres. Habitualmente un hermano de alguno de
los padres o el padre de alguno de estos. Krauskopf expone que dichos hogares extensos,
actúan más como “protectores” para los jóvenes que de “peligro”. González y Restrepo ofrecen
una probable explicación a través del incremento de la red de apoyo del joven que implica el
hogar extenso. Otra interesante relación está en establecer qué influencia se presenta en los
hogares reconstituidos, donde uno de los roles de padres (padrastro habitualmente) es asumido
por un miembro sin vínculo de sangre con los hijos.
Los jóvenes, por vez primera, se enfrentan al futuro a través de lo que decidan. Para ello
cuentan con su pasado (en que se sostienen), parten de lo que sienten y de los cambios que se
les presentan (presente), lo que moldea sus anhelos (lo que “sueñan ser, tener y conseguir) y
en base a ello, proyectan su futuro a través de lo que decidan.
¿Qué situaciones exponen a los jóvenes a riesgos? Conocer estas situaciones permite actuar
en prevención. Aspectos psicológicos tales como disminución de la capacidad de
autodeterminación (no tiene la habilidad porque no se le permite o no se le enseñó a decidir), o
la pérdida de la intimidad o el no pertenecer a un grupo, juegan un importante rol. Así mismo, el
desarrollo en entornos familiares inadecuados, donde el joven presenta inhabilidades para
decidir, por ejemplo, por sobreprotección que implica que otros decidan por él o conductas
autoritarias, donde busca imponerse sin respeto hacia los demás, con su expresión más burda
como es la agresión o incapacidad para tolerar a otros o en contraste, actitudes permisivas por
incapacidad de decir NO, o el desarrollo bajo un entorno de autoridad dividida, donde lo bueno
o lo malo “dependen de”… o el desarrollo en un ambiente limitado por la pobreza y la
inseguridad (vínculo a bandas delincuenciales), desencadenan en los adolescentes importantes
riesgos (peligros) en su vida, con lo cual se les disminuye severamente el potencial de su futuro.
De esos ambientes limitados surge el término “riesgo estructural” donde pueden presentar las
siguientes situaciones, que sin duda son más manifiestas en los estratos más bajos:
Dina Krauskopf sostiene que vivimos en una sociedad de riesgos donde los peligros decididos y
producidos, sobrepasan la seguridad y menciona a varios autores (a Ulrich Beck en “La
Sociedad de riesgos: Hacia una nueva modernidad”) que sostienen que es importante
diferenciar en los jóvenes los comportamientos de riesgos, explicados como situaciones que
involucran el peligro en lo que el joven hace, con los comportamientos asumiendo riesgos, en
donde existe “conciencia” del peligro en lo que hacen y, sin embargo, lo asume (práctica de
deportes extremos, por ejemplo). ¿Por qué los jóvenes asumen conductas de riesgo?
Krauskopf plantea puede ser un “rito” de demostración de los jóvenes que hace manifiesta su
capacidad de convertirse en adultos. O tambièn el reflejo de una sensación de omnipotencia y
de aceptación de retos, derivada del deseo de ser reconocido por sus pares.
Riesgos y pobreza.- La relación entre riesgos y pobreza es evidente y de ahí la validez del
término “riesgo estructural” (Beck), donde por ejemplo, la no asistencia al colegio,
definitivamente se relaciona con incremento de eventos adversos.
Otro hecho importante es que los riesgos (y la vida) en general no se asumen de manera
aislada. Suele asumirse en algunos casos de forma “sumada” lo que ha dado pie a la
descripción de “circuitos de riesgos” (situación donde se asumen varios riesgos
simultáneamente). Por ejemplo, la ingesta de alcohol, favorece el consumo de otras sustancias
y el estado de ahí derivado favorece la promiscuidad sexual, así como la accidentalidad (riesgo
de morir) o los comportamientos violentos. Además, entre más temprano se expongan a riesgos
los jóvenes, más probable será el daño.
Ejemplos de circuitos de riesgos son los desencadenados por hogares con disfunción severa
(maltrato intrafamiliar o la pertenencia a bandas delincuenciales) donde día a día el joven se
expone a riesgos (los mismos o nuevos). Si bien es complicado asegurar predicciones
(asegurar que le va a ocurrir el evento adverso), si se ha encontrado que el inicio temprano de
relaciones sexuales, la deserción escolar y la toma de bebidas alcohólicas, guardan una
relación muy importante con que les sucedan los eventos adversos (vínculos delincuenciales,
embarazos no deseados y adicciones a drogas lícitas e ilícitas).
Se han clasificado factores internos (o propios de “si mismo”) como la autoestima y externos
(del medio donde se desenvuelve) como tener una familia funcional. Factores protectores
reconocidos sin duda son la autoestima (que el joven se acepte y se sienta bien como es) o la
confianza y cercanía hacia un adulto (distinto a los padres) del joven. Un poderoso elemento
protector está dado por el buen rendimiento escolar. Aquellos que se perciben buenos
estudiantes asumen menos riesgos (¿será porque construyen conciencia crítica?).
La fascinante resilencia.- Queda entonces evidente (según los autores mencionados) que así
como existen factores de riesgo, conductas de riesgo y conductas asumiendo riesgos, se puede
afirmar que existen sus recíprocos en torno a la protección. Pero además, existe en torno a la
“protección un término muy interesante: se trata de la resilencia, definida como la capacidad de
sobreponerse a la adversidad, alcanzando a ser feliz (transformar eventos adversos y alcanzar
niveles de competencia en la vida). Es decir: que ante “desgracias” ocurridas en la vida del
joven, no solo se sobrepone a ellas (lo cual hace la mayoría) sino que además, “se permite” ser 64
feliz en su futuro (lo cual hacen más bien pocos).
Victor Frankl expuso la inquietud de por qué algunas personas sometidas a la infamia de los
campos de concentración en la segunda guerra mundial, al sobrevivir, rehicieron sus vidas
alcanzando a ser felices a diferencia de una mayoría de sobrevivientes que quedaron con
profundas secuelas psicológicas. De ahí, la búsqueda de “ese por qué” se ha convertido en una
valiosa proyección de cuestionamiento, para poder ofrecerlo al ser humano que sufre. De
hecho, y ante la evidencia de que en algunas personas, los eventos adversos, desarrollan la
capacidad de sobreponerse e incluso de ser felices, ha llevado a considerar la relación entre lo
adverso y lo protector. Lo cierto es que la búsqueda de los factores protectores debe hacerse
con la misma insistencia que los de riesgo.
¿Qué protege a un joven ante una situación determinada? La respuesta no deja duda. Lo que
decida y esa decisión ha de hacerse basada en:
Lo anterior implica tener conocimientos acerca del peligro, conocer probables respuestas, haber
vivido (o visto) consecuencias de las respuestas y saber que lo que decida tendrá el apoyo de
otros, así como poder evaluar la respuesta asumida y cambiarla de ser necesario. Y ¿dónde se
le presenta a un joven la oportunidad de “exponerse” a esos elementos? Sin duda, en la familia
y en el colegio, ambientes que constituyen los principales escenarios donde lleva acabo su vida.
Como un elemento a tener cada vez más en cuenta, está la pertenencia a grupos religiosos,
que promueven comportamientos de protección en diversos tópicos de la vida del ser humano.
Aprender a decir NO.- Jessor sostiene que los jóvenes expuestos a riesgos, cuando adquieren
conciencia de los mismos y declaran su intención de decir NO a la exposición (y proceden en
consecuencia), potencializan su protección y por ende su futuro.
10.4.4.- Relación entre riesgos y protección.- De esta revisión debe quedar en claro que
muchos de los comportamientos de riesgo, conllevan al mismo tiempo la posibilidad de
convertirse en conductas de protección. El que sea uno u otro factor depende de lo que el joven
decida y en ese sentido, entre “más” años tiene el joven, más autonomía adquiere (y le dan)
estando cada vez más presente, la posibilidad de decidir.
Riesgos en torno a la sexualidad.- ¿Cuáles son los eventos adversos a que se enfrentan los
jóvenes en torno a la sexualidad? Sin duda, y en orden prioritario, la adquisición de una
enfermedad de transmisión sexual, y entre ellas del SIDA, situación que evidentemente expone
a los jóvenes a un peligro mortal. Pero por otro lado, y como un evento adverso de enormes
implicaciones sociales, la aparición del “embarazo no deseado”. Este último conlleva a riesgos
tales como el maltrato, e incremento la pobreza. Si bien se ha logrado un importante control de
natalidad, resulta evidente que la población adolescente mantiene altas tasas de embarazos. La
práctica de uso del condón en la primera relación persiste muy baja, lo que puede servir de
reflejo de la efectividad de los programas de promoción y prevención.
El saber (conocimientos) sin duda es un importante componente de la protección. Por ello, las
clases de orientación sexual en los colegios (incluso desde temprana edad e incluidas en el
currículo escolar) que se han fortalecido a través de otros programas. Pero también se hace
evidente que aún no se entiende cómo “ofrecer” el conocimiento para que “proteja” a los
jóvenes.
La información presente, confirma que coincidente con la implementación de los colegios de los
programas de educación sexual, se han “disparado” las relaciones sexuales (inicio cada vez
más temprano) situación que se ha de analizar confrontando la “inmensa descarga” publicitaria
mundial, promoviendo la actividad sexual. Lo cierto es que con base a la información presente,
los procesos educativos no parecen estar provocando el impacto deseado que es el desarrollo
de actividades sexuales responsables. Todo parece indicar que existe una brecha entre el saber
y el hacer.
Como una realidad, queda expuesto que los jóvenes buscan a través de su sexualidad su
autonomía, pero no siempre en una buena dirección. Cuando en sus hogares son víctimas de
algún tipo de maltrato, la posibilidad del embarazo en los jóvenes se incrementa, de seguro
como alternativa para “salir” de su hogar nuclear a través de la construcción de otro.
Riesgos en torno a las adicciones .- La adolescencia es la edad del riesgo de los “vicios”. El
contacto casi inevitable con sustancias adictivas será la norma de los jóvenes y ahí se presenta
la situación adversa que es el “vicio” o dependencia. El cigarrillo hace su aparición con fuerza a
través de los medios publicitarios masivos y expone a los jóvenes a los riesgos derivados de su
uso y abuso. ¿Cuáles son? Esencialmente biológicos, tales como el incremento de
enfermedades crónicas.
Riesgos en torno a la depresión.- La depresión en los jóvenes es una patología que cada vez
se reconoce más. Su riesgo directo es el suicidio. Los cambios biopsicosociales de la
adolescencia, permiten diferencias en la “maduración” que pueden estar relacionadas con el
surgimiento de ideas depresivas. Igualmente, el convivir con personas deprimidas en el seno de
la familia, favorecen la aparición de depresión en los jóvenes.
Ideas depresivas con otros comportamientos de riesgo.- También existe una relación entre
los comportamientos violentos (Marcelo Larragibel) y el consumo de sustancias prohibidas con
la depresión y con las ideas suicidas. Otra situación de riesgo para depresión, son los jóvenes
que presentan comportamiento violento e intimidador ante sus compañeros. Una vez más, la
asociación con el alcohol de las ideas depresivas e incluso suicidas, es importante y frecuente.
para resolver diferencias sin duda se desarrolla o se prevé en los colegios, razón por la cual se
deberán incentivar los denominados programas de convivencia o de intervención en niños para
evitar la violencia de los jóvenes (por ejemplo, el programa de prevención de Montreal).
Lo cierto es que todo parece indicar que el niño que viene con comportamientos violentos, será
el joven de comportamientos similares ya que no se observa un crecimiento de la prevalencia
de estos comportamientos en esta etapa.
Son factores de riesgo además, el sexo femenino, la obsesión perfeccionista de los jóvenes, la
disfunción familiar severa, las dietas repetidas y la autoestima baja. De seguro aún falta mucho
por estudiar en torno a los TCA (Trastornos de Conducta Alimentaria) y prueba de ellos es esa
diversidad de factores de riesgo mencionados. Pero los riesgos más grandes que presentan los
TCA son los relacionados con aspectos nutricionales, tales como desnutrición, alteraciones
electrolíticas o alteraciones metabólicas secundarias a los desplomes consiguientes. Sea cual
sea la génesis de los TCA, todos los autores están de acuerdo que como un factor de riesgo
muy importante está la imagen publicitaria que se ha construido de la mujer y cada vez más del
hombre, que conlleva a que los jóvenes quieran ser lo que no son.
Consigna: Elija uno de los dos textos relacionados con factores de Riesgo y Protección y
elabore un ensayo de dos carillas en arial 12, espacio 1½ sobre los datos más relevantes del
texto elegido. Este trabajo será enviado como tarea a la plataforma.
RESUMEN
Son muchos y muy diversos los factores que influyen en la salud mental de las
personas, y se asocian a condiciones de tipo biológico (genético y ambiental) y
psicosocial (económico, cultural y demográfico), que al interactuar afectan de
diferente forma a individuos, familias y grupos sociales.
capacidades, que los protegen ante situaciones de riesgo o adversidad, aminorando el impacto
del estrés y reduciendo la posibilidad de que se presente un trastorno.
Los factores de riesgo son todas aquellas condiciones que propician el desarrollo de un
trastorno mental, agravando el estado de salud físico, emocional o social de la persona, familia
o comunidad.
Entre los factores protectores se encuentran los Individuales: alimentación adecuada, apego
a la familia, logros escolares, habilidad social, valores, autoestima, optimismo. Familiares:
Armonía familiar, familia segura y estable, responsabilidad familiar, normas sólidas,
comunicación afectiva, expresión de afectos. Escolares: clima escolar positivo, grupo de pares
positivos, colaboración y apoyo, responsabilidad, reconocimiento de logros, reglas contra la 64
violencia. Sociales: Relación con personas significativas, seguridad económica, buena salud,
vivienda digna.
Entre los factores de riesgo están los individuales: alteraciones genéticas, daño cerebral,
complicaciones al nacer, discapacidad física e intelectual, apego inseguro en la infancia, baja
autoestima, aislamiento, impulsividad. Familiares: padres adolescentes, familia numerosa,
model, roles antisociales, violencia, abuso de sustancias de los padres, rechazo, falta de reglas.
Escolares: peleas, deserción, fracaso escolar, cambios de escuela, manejo inadecuado de la
conducta, grupo de pares desafiantes, falta de expectativas o expectativas falsas.
Sociales: discriminación, violencia y criminalidad en el área de vivienda, falta de servicios
básicos y lugares de recreo, aislamiento social.
INTRODUCCION
Si analizamos el desarrollo del Trabajo Social Psiquiátrico, éste ha sido considerado como una
especialización profesional, y su origen lo encontramos en la fase histórica de tecnificación del
Trabajo Social (Fernández, J., 1997). En los EEUU, al principio del siglo XX se incorporan los
trabajadores sociales a los hospitales psiquiátricos con el objetivo de dar una respuesta
socializadora a la cronicidad de los trastornos mentales y a la masificación de los manicomios.
Es a partir de 1904 que los trabajadores sociales se integraron a los hospitales psiquiátricos,
porque se consideró necesario para el tratamiento de los pacientes. De forma gradual,
psiquiatras de diferentes instituciones comenzaron a apreciar el valor de los datos sociales y en
consecuencia el papel del trabajador social se va reconociendo e incorporando como parte de
los Equipos de Salud Mental.
La evolución del Trabajo Social en Salud Mental, ha estado influenciada por el desarrollo de la
asistencia psiquiátrica. En la década de los 70, el sistema psiquiátrico en España se reducía a
una organización manicomial. La figura del Asistente Social en este ámbito era muy ambigua
en un principio, pero poco a poco se fue desarrollando, y los trabajadores sociales fueron
aprendiendo a identificar problemas, a definirlos y proponer actuaciones dentro de la
intervención terapéutica. En la década de los 80, se produce un gran cambio en la concepción
del enfermo mental, pasando a ser una persona sujeto de derechos y obligaciones que precisa
de una intervención técnica, psicológica y social. La Ley General de Sanidad de 1986 y el
concepto de salud que la Organización Mundial de la Salud definió como un completo estado de
bienestar físico, mental y social, y no sólo como la ausencia de enfermedad configuran el marco
normativo que propició el desarrollo de la reforma psiquiátrica en España. En este momento los
objetivos del trabajo social en salud mental empiezan a tener como meta el esfuerzo por el
proceso de normalización del paciente a su ámbito social. En la década de los 90, los
problemas de la población con enfermedades mentales desbordan el ámbito sanitario- 64
psiquiátrico y se expresan en dimensiones de índole psicosocial y social, caracterizadas por
discapacidades y déficits para el funcionamiento psicosocial autónomo y por consecuencias
sociales de desventaja (pobreza, empleo, aislamiento social, rechazo) sin olvidar los problemas
de tensión y sobrecarga que supone para sus familias. Todos estos aspectos forman parte de la
actividad profesional de los trabajadores sociales, de forma que no sólo es necesario atender su
problemática psiquiátrica sino también sus diferentes dificultades psicosociales y necesidades
sociales, a través de la rehabilitación e integración social normalizada en la comunidad.
El término Salud Mental se ha ido imponiendo como alternativo al de Psiquiatría, para subrayar
el aspecto de prevención (en el que comenzó a insistir la Organización Mundial de la Salud) y el
hecho de que la tarea exige la participación, además de los psiquiatras de otros profesionales
(Guimon, 2008). En la práctica, el trabajador social en salud mental interviene conjuntamente
con otros profesionales (psiquiatras, psicólogos, enfermeros) procurando la integración de las
diferentes disciplinas.
Hasta finales del siglo pasado hablábamos de la asistencia psiquiátrica para referirnos a las
actividades destinadas a prevenir y tratar las enfermedades psiquiátricas. La salud mental es
parte de la salud integral de las personas y se relaciona con las condiciones de vida, con las
posibilidades de desarrollo afectivo, emocional, intelectual y laboral, y con la capacidad de
integración al medio social y cultural. Por tanto, el enfoque de la salud mental es mucho más
amplio que el de la enfermedad mental y su tratamiento clínico.
Desde esta perspectiva, la actividad profesional que desempeña el trabajador social en los
Servicios de Salud Mental es el Trabajo Social Clínico, cuya herramienta principal de
intervención es la relación interpersonal, a través de la cual puede lograr cambios en la
situación social y en las relaciones con personas significativas de los pacientes atendidos.
El trabajador social traslada la vertiente ambiental, relacional, cultural, económica, etc. que se
incorpora a lo biológico y a lo psicológico para realizar la valoración global del enfermo y el plan
de tratamiento (Díaz, E., 2002). Es la atención prestada a individuos, familias y grupos que
presentan o están en riesgo de presentar problemas de índole social, en relación con un
problema de salud. El objetivo de esta actuación se dirige a trabajar los propios recursos del
paciente y la familia. Todo ello llevado a cabo mediante un proceso que incluye:
Dentro del equipo de salud mental la función que el trabajador social tiene es incorporar el
factor social de los problemas de salud mental, colaborando en la continuidad de cuidados,
aportando los recursos necesarios para la integración e reinserción social del enfermo mental,
incluyendo su intervención en el tratamiento de los problemas psico-sociales. La importancia
que lo social adquiere en la comprensión de la vulnerabilidad y la enfermedad, y el hecho de
que cualquier tipo de intervención adquiere la categoría de acción terapéutica supone un
necesario replanteamiento de las estrategias de salud mental (Pons, I., 2006).
En cuanto al rol que desempeña, en el equipo de atención a la salud mental al trabajador social 64
se le considera como el especialista de lo social y en las organizaciones y servicios sociales
(Pellegero, N., 1992). En concreto, los trabajadores sociales, por su parte, son los que mejores
preparados están para asegurar el adecuado desempeño de las relaciones comunitarias
(Guimon, 2002). Por tanto, debe conocer los servicios del entorno e informar tanto a los
usuarios y a las familias como a los compañeros del equipo, para poder incorporarlos a los
planes de actuación individualizados. De hecho, las actividades de los trabajadores sociales se
centran en la mayoría de los países del mundo en cooperar en los aspectos sociolaborales y
vocacionales de los pacientes y en ayudarles a ellos y a sus familias a transitar por los
intrincados caminos de la provisión de los servicios médicos y psiquiátricos.
El conflicto o trastorno mental es lo que diferencia a este grupo de población. Son pacientes
que acuden a recibir tratamiento y cuyo problema médico fundamental es el psiquiátrico.
• La problemática socio-familiar
• Las consecuencias psicosociales de la enfermedad que perturban el curso de la vida habitual.
• La accesibilidad del trabajador social (para el paciente, familia y equipo).
Como trabajadores sociales debemos estar especialmente atentos a las consecuencias sociales
de la enfermedad mental, que van a traducirse en una perturbación o limitación de una función
(disfunción o deficiencia), en la incapacidad funcional (discapacidad para el desempeño de un
rol social), en la dependencia (necesidad permanente de mantenimiento por parte de otra
persona o de un servicio concreto), en la sobrecarga familiar manifiesta o persistente, o bien, en
la ausencia de familia y en la ausencia de red social. Las personas con Trastorno Mental Grave
(TMG) van a necesitar la utilización de varios servicios de salud mental, de forma prolongada o
reiterada, lo que requiere una planificación y organización de la asistencia psiquiátrica y una
coordinación interdepartamental o interinstitucional
La rehabilitación psicosocial tiene como meta global ayudar a las personas con discapacidades
psiquiátricas a reintegrarse en la comunidad y a mejorar su funcionamiento psicosocial de modo
que puedan mantenerse en su entorno social y familiar en unas condiciones lo más
normalizadas e independiente que sea posible.
La integración social se puede considerar como la participación del individuo en las distintas
esferas de la vida social y es el principio de la unidad del cuerpo social. Es un concepto
contrario al de marginación. Por ello, la recuperación del TMG se basa también en conseguir un
sistema de soporte comunitario que favorezca dicha integración social, que sobrepasa el ámbito
de actuación puramente clínico o psiquiátrico. Requiere la participación de profesionales de
otras redes y servicios de la comunidad. Se trata de conseguir un entorno comunitario favorable
a la aceptación de las discapacidades o limitaciones que la enfermedad mental comporta y
propiciar una optimización del uso de recursos disponibles en la comunidad, y en esto los
trabajadores sociales tenemos una función primordial.
Tanto la rehabilitación como la integración social buscarán articular en la vida del paciente una
serie de recursos residenciales, ocupacionales, socioafectivos y comportamentales de
características protésicas, que le permitan el desempeño de un mayor número de roles
socialmente válidos en ambientes lo más normalizados posible. Para alcanzar este objetivo, la
intervención se articula a través de un proyecto individualizado que combine, por un lado, el
entrenamiento y desarrollo de las habilidades y competencias que cada persona requiere para
funcionar efectivamente en la comunidad y, por otro, actuaciones sobre el ambiente que
incluyen desde psicoeducación y asesoramiento a las familias hasta el desarrollo de soportes
sociales destinados a ofrecer los apoyos necesarios para compensar o fortalecer el nivel de
funcionamiento psicosocial del enfermo mental crónico (Rodríguez, A.,1997).
El trabajador social dentro del equipo rehabilitador realizará intervenciones tanto rehabilitadoras
como de integración social, con el objetivo de:
11.1.8.- Hacia dónde vamos: el futuro del trabajo social en salud mental
11.1.8.1.- La especialización
La especialización en este campo fue necesaria desde sus comienzos y hoy en día se hace
todavía más imprescindible si tenemos en cuenta la complejidad de situaciones que se
presentan. El análisis específico del sector, de su situación actual, la profundización de las
teorías propias del Trabajo Social y su aplicación práctica, el rigor metodológico, las adquisición
de determinadas habilidades, la formación teórica práctica en Psicopatología, el trabajo en
equipo interdisciplinario, la intervención en crisis, son contenidos fundamentales de los estudios
de especialización. No se puede separar la formación de los profesionales de la calidad de los
servicios que prestan, de forma que cuanto mejor y más amplia sea la preparación de los
profesionales, mayor será la calidad asistencial de los servicios y el grado de desarrollo que
puedan alcanzar (Mollejo, E, 2002). Como nos señala Guimón (2008): «en lo que se refiere a
los asistentes sociales hay que mejorar su formación específica porque de ellos dependerá en
gran parte la evolución de la salud mental. Deberían adquirir más experiencia en el trabajo en
red y poder asumir las funciones de «gestores de casos». En el futuro deberían asumir la
realización de algunos tipos de Psicoterapias, para lo que tendrían que realizar una formación
parecida a lo de los psicólogos».
De esta forma habría unos mínimos, prestaciones o intervenciones básicas que tendríamos que
ofertar desde todos los servicios. Definir esos mínimos facilitaría el conocimiento de nuestro rol
a otros profesionales, así como permitiría a los trabajadores sociales que iniciaran su actividad
en un dispositivo de salud mental un punto de partida respecto a las intervenciones que
tendrían que prestar.
Conclusión
Antes de pasar directamente al tema, quiero destacar la encomiable labor que realizan
ustedes, las trabajadoras sociales en del Instituto de Neurociencias, especialmente en lo que
tiene que ver con Reinserción Familiar, un proceso que devuelve a las trabajadoras sociales su
rol primigenio que es el de trabajar directamente con las familias, en este caso, orientarlas y
ayudarlas a sobrellevar la difícil tarea de vivir con un miembro enfermo y a la vez posibilitar la
reintegración de éste a la sociedad.
Cuando conocemos a alguien y nos preguntamos: “¿Quién es esta persona que tengo frente a
mí?”, estamos preguntando por su identidad, por cómo llegó a ser quién es hoy. El sentido de
identidad de una persona está determinado por su sentido de pertenencia a una familia en
particular.
Pero qué sucede con la construcción de la identidad cuando las condiciones de desarrollo de
una persona tienen en común las limitaciones y las carencias?
Todos nacemos capacitados para desarrollar una serie de potencialidades, sin embargo, éstas
jamás se desarrollarán sin un aprendizaje familiar y social. Las personas, biológicamente
estamos cableadas con los otros, tenemos contacto visual, verbal, táctil. No tener un adecuado
contacto afecta la parte biológica interna.
Experimentos con animales han demostrado que lo que necesitamos en primera instancia es el
apego, antes incluso que la comida. Nosotros no nacemos diferentes del resto de los animales.
No nacemos "buenos" por el simple hecho de ser "humanos". Tampoco nacemos "malos".
Nacemos, simplemente, con capacidades que deben ser desarrolladas y éstas se desarrollan
dentro de una familia.
este caso, el círculo es vicioso. Estos círculos viciosos son dañinos porque degeneran y
enferman a sus miembros.
Y la enfermedad no está en la persona que presenta los síntomas, sino en la relación que
tienen todos como familia. La comunicación, las relaciones, los roles asignados y asumidos,
van a pautar los niveles de salud mental tanto de cada miembro como de la familia como grupo
o sistema.
"Es entonces en la familia donde se sientan las bases de la salud mental del individuo y
de la comunidad donde vive."
Las familias son consideradas como sistema, aunque existen diferentes concepciones que
permiten comprender su dinámica y su intervención. En la actualidad existen numerosas
tipologías de familias, con estructuras y roles distintos. Por lo tanto es importante comprender
su dinámica para poder intervenir con ellas. Madres o padres solos con hijos, divorciados o
casados en segundas nupcias con hijos de otro matrimonio, familias conformadas por nietos y
abuelos debido a la migración de los padres, tres generaciones viviendo juntas.
No existe una familia completamente normal. Toda familia por su misma existencia experimenta
periódicamente alguna disfunción Las presiones externas, las pérdidas que pueden acontecer
a lo largo de su evolución y muchos otros acontecimientos impiden una vida familiar
absolutamente armoniosa.
Lógicamente, para cumplir correctamente la función, la familia necesita recibir apoyo por parte
de los profesionales y servicios de salud mental, pues de otro modo, enfrentará graves crisis
que pueden llevar a su disolución.
Es aquí donde entran los trabajadores sociales, con una labor informativa y referencial para la
familia, orientada a situarla ante su realidad, a disipar los miedos y a ofrecerle pautas de
actuación efectiva. Entonces la familia tendrá la posibilidad de desarrollar un papel activo y de
colaboración con la persona afectada, el cual servirá para levantar la estigmatización del
paciente mental:
Por otra parte, su contacto directo con la familia les permite solidarizarse con ellos, reconocerle
a la familia el estrés que experimenta al enfrentarse con la enfermedad, y connotar
positivamente su apoyo en el proceso terapéutico.
Es importante saber que en los primeros estadios de la enfermedad, la familia suele ser muy
receptiva a la información sobre qué está sucediendo, por qué ocurre y qué puede hacerse
para remediar la situación. La normalización de la experiencia, enfatizando que no es un caso
extraño sino que dicho trastorno es muy conocido por los profesionales, suele ser tranquilizador.
En investigaciones referidas al medio familiar, se han detectado los que pueden ser estresantes
o tóxicos, y provocar su agravamiento clínico.
Finalmente, es fundamental que los familiares encuentren también la manera de obtener apoyo
y de reducir el estrés que supone convivir con el paciente.
Los sentimientos de fatiga crónica, la falta de interés por vivir, la falta de autoestima y la pérdida
de empatía con el familiar enfermo, son muy comunes en las personas que se enfrentan solas
al cuidado de un paciente con un trastorno mental. Tampoco es infrecuente la aparición de otros
problemas, como insomnio, cefaleas, abuso del alcohol o drogas, depresión y otras
manifestaciones psicofisiológicas del estrés.
Para evitar estas consecuencias, los familiares pueden aprender a manejar la situación; para lo
cual suele ser de utilidad observar los siguientes principios:
1. Cuidar día a día la propia salud, solicitando ayuda médica, si es preciso, y alimentándose
correctamente, haciendo ejercicio y durmiendo lo suficiente.
2. Aprender alguna técnica de relajación.
3. Programar cada día un periodo de descanso y dedicación a uno mismo
4. Tomarse un respiro de vez en cuando, quizá unos días de vacaciones.
5. Evitar la crítica autodestructiva o sentirse culpable.
6. Tener alguna actividad que requiera concentrarse durante unas horas en cualquier otra cosa.
7. No descuidar las relaciones sociales o con el resto de la familia.
8. Compartir las penas y los problemas con personas que le suministren apoyo
9. Alentar el trabajo en equipo, dentro de la familia. Que se de un esfuerzo coordinado y
compartido entre varios cuidadores.
10. Asumir que la vida sigue para el resto de la familia. Esta actitud incluso beneficia al
paciente.
12. No abandonar las creencias religiosas.
13. Mantener el sentido del humor.
14. No perder nunca la esperanza.
La contribución de los familiares a la recuperación clínica de un paciente con una psicosis será
más eficaz cuando afrontan el problema con los siguientes principios:
• Manteniendo las relaciones sociales: El contacto con los amigos, las actividades regulares
de ocio o la puesta en práctica de las tareas domésticas o de aficiones, son recursos esenciales
para disminuir la ansiedad y amortiguar el impacto negativo que la enfermedad pudiera tener
sobre la salud física.
• Entrando en contacto con otras personas que han vivido situaciones similares: Los
grupos de ayuda mutua son un marco de referencia para aprender a manejar los problemas
cotidianos y para superar el sentimiento de soledad que tienen muchos familiares.
• Mostrando una actitud positiva: Es importante tener paciencia y creer que el familiar se va a
recuperar, aunque ello lleve tiempo.
Estas estrategias pueden facilitar que, pese a todo, se produzcan cambios positivos en la
familia, al cambiar su apreciación de lo que es verdaderamente importante y al modificar valores
y prioridades. El objetivo primordial es favorecer la esperanza y aceptar que la vida continúa y
que, pese a las dificultades, todavía hay espacio para expresar las mismas emociones de amor,
alegría, risa, llanto, tristeza o ira, que manifestaban tiempo atrás.
RESUMEN
Desde esta perspectiva, la actividad profesional que desempeña el trabajador social en los
Servicios de Salud Mental es la relación interpersonal, a través de la cual puede lograr cambios
en la situación social y en las relaciones con personas significativas de los pacientes atendidos.
La labor del trabajador social es incorporar lo ambiental, relacional, cultural, económica, etc. a lo 64
biológico y a lo psicológico para realizar la valoración global del enfermo y el plan de
tratamiento, cuyo objetivo es trabajar con los propios recursos del paciente y la familia.
Los trabajadores sociales son quienes están mejor preparados están para asegurar el
adecuado desempeño de las relaciones comunitarias, por lo tanto conocen los servicios del
entorno para informar tanto a los usuarios y a las familias como a los otros profesionales con los
que trabajan en equipo, para poder incorporarlos a los planes de actuación individualizados.
Al trabajador social le corresponde además ser el nexo entre la familia y la institución de salud
que atiende al miembro enfermo.
Si consideramos que la familia es la base de la vida, emocional y social, entonces es allí donde
se sientan las bases de la salud mental del individuo, por lo tanto, un entorno familiar adecuado
es primordial en la recuperación de una enfermedad mental.
La proximidad de la familia permite realizar el seguimiento del paciente, aportar datos claves
para su tratamiento y eliminando la estigmatización del paciente mental.
Es aquí donde actúan los trabajadores sociales, con una labor informativa y referencial para la
familia, orientada a situarla ante su realidad, a disipar sus miedos y a ofrecerle pautas de
actuación efectiva, para que esta pueda desarrollar un papel activo y de colaboración con la
persona afectada.
BIBLIOGRAFÍA DE LA UNIDAD