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sto - Sept iembre !
Añ o 2014
Julio -
ÓRGANO OFICIAL DE LA
SOCIEDAD ESPAÑOLA CATALANA DE INVESTIGACIÓN Y
DE MEDICINA TERAPIA DEL COMPORTA-
PSICOSOMÁTICA (SEMP) MIENTO (SCRITC)
Y DE LA SOCIEDAD INCLUIDO EN LAS BASES
MARCÉ ESPAÑOLA DE DE DATOS BIBLIOGRÁFICOS
SALUD MENTAL INTERNACIONALES:
PERINATAL (MARES) Y DE PSICODOC E ISOC
LA SOCIETAT CATALANA DE EXCERPTA MÉDICA - LATINDEX -
RECERCA Y TERÀPIA DEL MIAR - CARHUS - ULRICH!S -
COMPORTAMENT/ SOCIEDAD ERIH - SciELO - DIALNET
CUADERNOS DE MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA
DE ENLACE •
Consejo Editorial:
Sección de Conductas Adictivas Comportamentales
DIRECCIÓN: A. Lobo. H.C.U.F.M. U. Zaragoza.
COORDINACIÓN: S. Jiménez-Murcia. H.U. de Bellvitge. COORDINACIÓN: J.A. Monreal. C.S.P.T. Sabadell.
U.B. Barcelona. J.J. de la Gándara. H.U. Burgos. Burgos.
J.Mª Farré Martí. H.U.Q.D. Barcelona. E. Echeburúa. U. del País Vasco. S. Sebastián.
V. Ferrer-Olives. H.U.Q.D (Colaboradora). E. García-Camba. H. de la Princesa. (U.A.M.).
Barcelona. Madrid.
V. González. Atención e Investigación de F. Labrador. U. Complutense de Madrid
Socioadicciones (AIS). Barcelona. B. Sandín. UNED. Madrid
P.A. Soler Insa. H. Mutua de Terrassa. U.B. Terrassa.
M. Valdés. F.M. U.B. Barcelona.
M.A. Vallejo-Pareja. F.P. UNED. Madrid.
CUADERNOS DE MEDICINA PSICOSOMÁTICA Y PSIQUIATRÍA
DE ENLACE •
DE ENLACE •
EDITA
m
COORDINA: MARISA PRIETO
editorial
édica
Editorial
¿Somos adictos?. J.M. Farré . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Editorial Invitada
El transdiagnóstico como nuevo enfoque en psicología clínica y psiquiatría. Bonifacio Sandín . . . . . . . . . . . . . . . 9
Artículos Originales
Variables socioeconómicas asociadas al suicidio. Socioeconomic variables related to suicide.
Aloma Domènech, Margalida Gili, Joan Salvá, Clara Homar, María Sánchez de Muniain, Joan
Llobera, Miquel Roca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .15
Esquizofrenia y otros Trastornos Psicóticos: principales cambios del DSM-5.Schizophrenia and other
Psychotic Disorders: main changes in the new DSM-5. Mar Rus-Calafell y Serafín Lemos-Giráldez . . . . . . . . . . . .89
A Cuadernos, no les quepa duda. Adictos y dependientes. Es por ello que hemos
acogido con entusiasmo el Grupo Colaborativo en Adicciones Comportamen-
tales que coordina este Editor y la Dra. Susana Jiménez-Murcia –un referente internacional
en el tema– desde el Hospital Universitario de Bellvitge. Con ella, Vega González, que dirige
AIS, un grupo esencial para entender las socioadicciones. Les acompañará Verónica Ferrer-
Olives, estudiosa del tema. Conforman una Sección en la que varios hospitales, centros y
Universidades colaboran en un trabajo muy semejante a las de las exitosas Infantojuvenil y
Perinatal.
Cuadernos se congratula de acoger este grupo y les brinda sus páginas para que nos
ilustren con sus hallazgos, sus inquietudes, sus novedades y sus valores docentes y de inves-
tigación. Nos consta que así será.
J.M. Farré
Editor
Resumen
Introducción: Entre los múltiples factores estudiados por su vinculación con el suicidio, la
crisis económica resulta de especial interés dada la actual situación europea y, particularmente,
española.
Objetivos: El objetivo de este trabajo es determinar las variables estudiadas con más fre-
cuencia en relación a la conducta suicida, y contrastarlas con los datos disponibles actualmente
en España y Europa.
Resultados: España se halla muy por debajo de la tasa europea de suicidio en el período del
2007 al 2010. A pesar de producirse un incremento en el año 2008, el suicidio disminuyó en
España a partir de dicho año, mientras que la media europea se acrecentó progresivamente del
2007 al 2009 y se redujo en el 2010. En cambio, la tasa de suicidio de Alemania, que práctica-
mente iguala a la media europea, y la de Portugal, superior a la media europea, aumentaron de
forma continua. Los factores socioeconómicos analizados presentaron evoluciones distintas, que
no guardan relación alguna con la de la tasa de suicidio.
Discusión: No existe una correlación entre la tasa de suicidio y la actual crisis económica en
España ni en Europa.
Summary
Introduction: Among the multiple factors that have been studied because of its correlation to
suicide, the financial crisis is of particular interest given the current European situation and, in
particular, the Spanish one.
pendencia menores de toda Europa –en especial el en cuanto a la tasa de muerte por abuso de con-
2007 y el 2010, años en que la tasa es de 0–. Es- sumo de alcohol entre el 2007 y el 2010 en la
paña iguala a Grecia en 2008 y en 2009 con un figura 2. Francia y Alemania tienen unas cifras
índice constante y bajo. Le sigue Portugal, que igua- muy superiores a la media europea y, en cambio,
la a España en 2007 y en 2008, pero la supera el las del resto son muy inferiores. La media euro-
2009 y el 2010. Estos dos últimos años la tasa de pea varía poco, solo decrece levemente en 2009.
Italia es la misma que la de Portugal, con un des- En Alemania la tasa de muerte por abuso de con-
censo importante del 2007 al 2008. sumo de alcohol es constante en este período, ex-
La media europea de muerte por accidente de cepto por una ligera disminución en 2009. En
transporte mengua de manera constante durante Francia, también es relativamente constante, con
estos años, así como cada uno de los países de la un reducido incremento en 2008, una disminución
muestra, lo cual queda detallado en la figura 2. La posterior el año siguiente y otro escaso incremento
tasa de Italia es prácticamente igual a la de la en 2010. Grecia e Italia se hallan en el extremo
media europea. Un poco superior es la de Portu- opuesto, con los índices de muerte por abuso de
gal, y con una gran diferencia la de Grecia, que consumo de alcohol más bajos entre estos países.
casi dobla a la española en 2007 y en 2008, y que En Grecia se produce una leve disminución en
supera el doble de la tasa española en 2009 y en 2009 y coincide con Italia en 2008, mantenién-
2010. La tasa menor entre estos países es la de dose constante hasta el 2010 –en la página del
Alemania –con una de las tasas de muerte por Eurostat no consta la tasa de Italia en 2007–. Con
accidente de tráfico más bajas de toda Europa en una tasa un poco superior y constante en este pe-
este período– seguida por Francia; y ambas, junto ríodo se encuentra España. La de Portugal es supe-
con España, por debajo de la media europea. rior al doble de la tasa española, que aumenta en
Podemos observar las diferencias entre países 2008 y vuelve a disminuir en 2009.
19
Tasas de muerte por drogodependencia, por accidente de transporte, por abuso de consumo de alcohol y de mortalidad general. Por 100.000 habitantes
En la figura 2, también encontramos una ten- ropa en 2012, a pesar de que su índice de desem-
dencia a decrecer en la mortalidad total de Europa pleo en 2007 es superior al del resto de países es-
y de los países que aquí se analizan. En este caso tudiados. España, en cambio, es el país donde el
es Portugal el país que tiene una tasa de mortali- paro crece en una proporción mayor, con una di-
dad prácticamente igual a la media europea, mien- ferencia importante en lo referente al resto de paí-
tras que el resto de países se encuentran por ses estudiados hasta el año 2011, aunque en 2012
debajo de ambas. Alemania y Grecia tienen unas Grecia prácticamente muestra cifras similares. En
tasas un poco inferiores, mientras que España, a 2007 el índice de desempleo menor lo tiene Italia,
pesar de tener una tasa de mortalidad casi igual a que se mantiene por debajo de la media europea
la de Alemania en 2007, disminuye significativa- hasta el 2011, pero la supera el 2012. Francia tie-
mente a partir de este año, alcanzando valores muy ne unos valores muy similares a los de la media
similares a Italia y Francia, inferiores a la media europea, mientras que en Portugal la tasa de paro
europea. incrementa cada año en mayor proporción que la
La tasa de lo que se ha denominado “carencia media europea, llegando a ser el tercer país con
material grave” europea disminuye del 2007 al más paro a partir del 2010, después de España y
2009 y vuelve a aumentar hasta el 2011, pero sin Grecia.
llegar a alcanzar las cifras de 2007, lo cual queda La última variable analizada es el Producto In-
reflejado en la figura 3. Grecia sigue la misma evo- terior Bruto (PIB) per cápita en la variable deno-
lución, aunque con valores muy superiores, ocu- minada Unidad de Poder de Compra (PPS, siglas
pando el primer lugar entre las tasas de carencia en inglés), siendo la media del PIB europeo del
material grave de los países aquí analizados en 100, que se ve ligeramente superada por Italia y
este período –con un incremento espectacular en España hasta el año 2010, a pesar de que ambos
2012–. Le sigue Portugal con unos datos en ge- países pasan a tener un PIB inferior a esta media
neral ligeramente superiores a los de la media euro- a partir del 2011. Sin embargo, los países que sí
pea, a pesar de que el índice de carencia material que se encuentran muy por debajo de la media son
grave empieza a decrecer en 2009 y en 2011, lle- Grecia y Portugal –en especial este último– al
ga a ser inferior al europeo. Una diferencia si- que iguala Grecia a partir del 2011. El caso con-
milar con la media europea es la de Italia, pero trario es el de Alemania y Francia, cuyo PIB (de
con valores inferiores a la del continente. Su tasa manera opuesta a los otros países) aumenta a par-
de carencia material grave aumenta el 2008, dis- tir del 2009 y supera ampliamente al PIB euro-
minuye el 2009 y el 2010 y vuelve a aumentar el peo. Podemos observar estas diferencias en la
2011, año en que sí supera la media de Europa. figura 3.
Le siguen Francia y Alemania, con unos datos si-
milares entre sí e inferiores a los de Europa. Es- DISCUSIÓN
tos aumentan en Francia hasta el año 2010 y des-
pués disminuyen de nuevo, mientras que en Ale- Nuestros resultados muestran que no existe
mania aumentan en 2008, decrecen en 2009 y en una correlación clara entre el suicidio y los facto-
2010 y se incrementan una vez más el 2011. Por res socioeconómicos analizados en el caso de Es-
último, España tiene un índice de carencia mate- paña y Europa durante la actual crisis económica.
rial grave muy inferior a la media europea y por Diversos estudios han apuntado datos contradicto-
debajo del resto de países aquí mencionados: dis- rios en ese sentido. Recientemente se ha publi-
minuye en 2008, aumenta en 2009 y en 2010, y cado un trabajo de Chang, Stuckler, Yip y Gu-
vuelve a bajar ligeramente en 2011. nnell (2013), que sostiene que la crisis económica
La figura 3 nos muestra cómo la tasa europea ha resultado en un aumento de la tasa de suicidio
de desempleo aumenta del 2007 al 2012. La mis- entre la población masculina de los 27 países eu-
ma evolución es la que siguen todos los países ropeos en 2009. De igual modo, otro artículo pa-
que analizamos en este trabajo, menos Alemania rece sugerir que se ha producido un incremento de
que disminuye progresivamente desde 2007 hasta la tasa de suicidio española coincidiendo con el pe-
alcanzar una de las tasas de paro más bajas de Eu- ríodo de crisis económica (López Bernal, Gas -
21
Tasa de carencia material grave, PIB per cápita en PPS y paro
parrini, Artundo y McKee, 2013). Sin embargo, puede tener connotaciones diferentes de un país a
los datos publicados por la Comisión Europea otro. Por ejemplo, a pesar de que Alemania es
(http://epp.eurostat.ec.europa.eu/portal/page/por- uno de los países europeos con menor tasa de de-
tal/eurostat/home/) muestran que en España dis- sempleo, la media de horas trabajadas ha dismi-
minuye la tasa total de suicidio en 2009, así co- nuido durante los últimos años (Eurofound, 2013).
mo la media europea el año 2010. A pesar de las limitaciones, la presente revi-
A pesar del aumento de las tasas de suicidio sión tiene como punto fuerte ser el primer trabajo
europeas, coincidiendo con el principio de la cri- que analiza la posible relación entre elementos
sis, su posterior disminución no mantiene corre- socioeconómicos y otros elementos habitualmen-
lación alguna con la evolución del contexto socioe- te relacionados con las tasas de suicidio de Europa,
conómico. Por lo tanto, podemos decir que no exis- entre los años 2007 y 2011. Nuestra conclusión
te un paralelismo entre el suicidio y el paro (que es que ninguno de dichos elementos está directa-
va en aumento) ni con la creciente carencia mate- mente relacionado con el suicidio en España ni en
rial grave (a excepción de lo años 2008 y 2009 en Europa, al menos durante los inicios de la actual
que la media europea disminuye) ni con el tímido crisis económica. En cualquier caso, tendremos que
aumento del salario mínimo y del presupuesto des- esperar los datos a partir del 2011 para tener una vi-
tinado a sanidad. sión adecuada.
En cuanto al resto de variables estudiadas no
parece que haya relación alguna con la tasa de sui- BIBLIOGRAFÍA
cidio, ni en Europa ni en España. En general, tam-
poco se observa ningún vínculo entre tasa de sui- 1. Ag erbo , E. (2007). High Income, Employment,
cidio y dichas variables en ninguno de los países Postgraduate Education, and Marriage: A Suicidal
estudiados. Mientras la tasa de suicidio aumenta Cocktail Among Psychiatric Patients. Archives
of General Psychiatry, 64 (12): 1377-1284.
en los primeros años de la crisis para disminuir
Recuperado 26 abril, desde http://archpsycjama-
después, el resto de factores se comportan de for- network.com/journal.aspx.
mas diferentes; la muerte por drogadicción y la 2. Al berdi -Sudupe, J. , Pi ta-Fernández, S. , Gó -
muerte por alcoholismo varían levemente y de for- mez-Pardi ñas , S. , Ig l es i as -Gi l -de-Berna-
ma distinta en cada país, los accidentes de trans- b é , F. , Garc í a- Fe rn án de z , J. , Mart í n e z -
porte, así como la mortalidad total, disminuyen Sande, (. . . ), y Pérteg a-Dí az. (2011). Suici -
progresivamente en el período del 2007 al 2010 en de attempts and related factors in patients admitted
todos los países observados. to a general hospital: a ten-year cross-sectional
Una limitación con la que nos hemos encon- study (1997-2007). BMC Psychiatry, 11 (1): 51-
trado ha sido la imposibilidad de acceder a ciertos 59. Recuperado 19 octubre 2013, desde http://
www.biomedcentral.com/1471-244X/11/51.
datos de interés como, por ejemplo, los presupues-
3. Bl akel y, T. A. , Co l l i ng s , S. C. D. , y Atki n -
tos para salud mental. De igual modo, no hemos s o n, J. (2003). Unemployment and suicide: Evi-
podido disponer de datos posteriores al 2011 que dence for a causal association? Journal of Epi -
son de especial interés –ya que los presupuestos– demiology & Community Health 57: 594-600.
para salud en general sufren los mayores recortes Recuperat 19 octubre 2012, desde http://jech.
en 2012 (Legido-Quigley, Otero, la Parra, Álva- bmj.com/content/57/8/594.full.pdf.
rez-Dardet, Martín-Moreno y McKee, 2013). 4. Bo rg es , G. , No ck, M. K. , Haro Abad, J. M. ,
Un segundo obstáculo sería la posible falta de Hwan g , I. , S amp s o n , N. A. , Al o n s o , J. ,
rigurosidad de los datos que registran los organis- ( . . . ) y Ke s s l e r, R. C. (2010). Twelve Month
mos públicos oficiales. Por ejemplo, es difícil es- Prevalence of and Risk Factors for Suicide Attempts
in the WHO World Mental Health Surveys. The
timar con exactitud el índice de paro real en Es-
Journal of Clinical Psychiatry, 71 (12): 1617-
paña cuando, según anunció la Fundación de Es- 1628. doi: 10.4088/JPC.08m04967blu.
tudios Financieros en julio de 2013, la economía 5. Chang , S. , Gunnel l , D. , Sterne, J. A. C. , Lu,
sumergida de nuestro país se encuentra entre el T-H. , y Cheng , A. T. A. (2009). Was the eco-
18,6 % y el 20 % del PIB. Incluso si dichas cifras nomic crisis 1997-1998 responsible for rising
fueran exactas, entendemos que un mismo índice suicide rates in East/Southeast Asia? A time-trend
Resumen
1
Psicóloga. Unitat Mòbil d’Intervenció Psicològica (UMIP). Fa-
cultad de Psicología. Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
2
Profesor titular. Departamento de Psicología Clínica. Universidad
Autónoma de Barcelona (UAB).
Co rres po ndenci a: Dra. Marina López Ruiz
Edifici B. Campus de la UAB
Despacho B5-b 053
08193 Bellaterra (Cerdanyola del Vallès)
marinalopezr@gmail.com
Background. Bordin’s definition is the most accepted for the therapeutic alliance. He defined
it as agreement on the goals of therapy, tasks and development of the bond between therapist
and patient. The most recognized inventories for evaluation are California Psychotherapy
Alliance Scales, Vanderbilt Therapeutic Alliance Scale and the Working Alliance Inventory.
Many studies relate therapeutic alliance with clinical outcome variables and psychologist’s and
patient’s variables, especially with personality disorders. There are few investigations about
normal personality. This study analyzes the importance of the therapeutic alliance in relation to
non-pathological personality traits as well as the clinical symptoms, at the onset of psychologi-
cal intervention. Method. A sample of 31 participants who were administered the Working
Alliance Inventory and Theory of Change, Temperament and Character Inventory of Cloninger
and Symptom Checklist-90-Revised. Results and Conclusions. The results suggest that the per-
sonality profile obtained is related to the therapeutic alliance’s level. In detail, all personality
dimensions are related, more or less, to the therapeutic alliance. No connection was found bet-
ween onset symptoms global severity, although it was found some connection with subscales of
symptoms. This highlights the importance of non-pathological personality in any therapeutic
process, as it depends heavily on proper establishment of the therapeutic alliance.
El concepto de alianza terapéutica (AT) ha es- Los instrumentos de evaluación más utiliza-
tado definido por diversas corrientes psicológicas y dos y relevantes son las California Psychotherapy
autores con el propósito de operativizarlo. Freud, en Alliance Scales (CALPAS), las Penn Helping Alli-
The Dynamics of Transference (1912, en Corbella ance Scales, el Helping Alliance Questionaire II,
y Botella, 2003), señalaba la importancia de la re- la Therapeutic Alliance Scale, la Vanderbilt The-
lación analista-paciente, que nombró transferen- raputic Alliance Scale (VTAS), el Working Alliance
cia. Zetzel (1956, en Corbella y Botella, 2003) di- Inventory (WAI) y la Integrative Psychotherapeu-
ferenció los conceptos de transferencia y alianza, tic Alliance (Corbella y Botella, 2003). Elvins y
definiendo a esta última como la parte no neuró- Green (2008) consideran los instrumentos más exi-
tica de la relación. Rogers (2007) enfatizó en que en tosos el WAI, VTAS y la CALPAS. A raíz de su cuan-
el proceso de alianza debían encontrarse presentes tificación, el número de publicaciones aumentó.
conductas dirigidas al cambio, aceptación incondi- Se ha demostrado ampliamente la correlación
cional y empatía. significativa entre la AT y el nivel de mejora de
Bordin (1979), uno de los autores más relevan- la sintomatología en pacientes con diversas pato-
tes en AT, definió el concepto de modo que las logías (Barber, Connolly, Crits-Christoph, Gladis
principales corrientes psicológicas lo aceptaron. y Siqueland, 2000; Botella, Corbella et al., 2008;
Partió del concepto psicoanalítico y extrajo las Strunk, Brotman y DeRubeis, 2010). Se ha relacio-
características básicas de diversas intervenciones nado la alianza de trabajo (componente de la AT)
psicológicas (objetivos de la terapia; asignación (Horvath y Symonds, 1991) y el potencial predic-
de tareas; desarrollo del vínculo). Luborsky (1976, tivo (Howgego, Yelowlees, Owen, Meldrum y Dark,
en Horvath y Luborsky, 1993), otro autor notorio, 2003), llegándose a considerar como el mejor pre-
consideró que esta tiene carácter dinámico y defi- dictor de los resultados terapéuticos (Horvath y
nió dos tipos de AT, tipo 1 y tipo 2. Corbella y Bo- Bedi, 2002, en Gómez 2010). Además, presenta va-
tella (2003), dos autores nacionales relevantes, la lor terapéutico per se (Martin et al., 2000), inde-
definen como una construcción conjunta entre pa- pendientemente de la adherencia (métodos y técni-
ciente y terapeuta, donde expectativas, opiniones, cas) y la competencia terapéutica (habilidades)
trabajo conjunto, relación establecida y visión del (Webb, DeRubeis y Barber, 2010).
otro resultan relevantes. Lambert (1992, en Gómez 2010) halló que la re-
Nota. WATOCI: Working Alliance Theory of Change Inventory; WAI: Working Alliance Inventory; TCI-R:
Inventario de Temperamento y Carácter de Cloninger; Pt: perfil temperamental. *p<.05.
Tabl a 2
Co efi ci entes de co rrel aci ó n entre Di mens i o nes de Temperamento del TCI-R y s ubes cal as y
puntuaci o nes del WATOCI y s ubes cal as
Tabl a 4
Anál i s i s de reg res i ó n entre di mens i o nes del TCI-R y s ubes cal as del SCL-9 0 -R y l a al i anza
terapéuti ca
VD R2 R2 co rreg i da t ß IC 9 5 %
Di mens i o nes de Temperamento - PD DR
WATOCI ,335 ,133 2,164* ,506 ,021-,927
Subes cal as SCL-9 0 -R - Ans
WATOCI ,423 ,098 2,357* 1,245 ,174-3,28
Tareas ,441 ,127 2,502* 1,3 ,07-,849
Teo rí a del cambi o ,372 ,019 2,56* 1,411 ,105-1,122
WAI ,407 ,074 2,241 1,206 ,065-2,347
Nota. Solo se muestran los datos con significación estadística. VD: variable dependiente; WATOCI: puntuación
total en Working Alliance Theory of Change Inventory; PD RD: puntuación directa en Dependencia a la
Recompensa; WAI: puntuación en subescala Working Alliance Inventory; Ans: puntuación en subescala
Ansiedad; TCI-R: Inventario de Temperamento y Carácter de Cloninger; SCL-90-R: Inventario de 90 Síntomas
Revisado. *p<,05.
que Coleman utiliza la teoría factorial de los Big puntuación en BN tengan niveles inferiores en
Five y el presente estudio se basa en la teoría psi- AT, ya que en la correlación entre Pt metódico y
cobiológica de Cloninger. Pt explosivo-sensitivo no se obtuvo significa-
Las diferencias de las puntuaciones medias en ción.
AT entre el grupo Pt metódico-sensitivo y Pt En referencia a las Dimensiones de Tempera-
explosivo confirman esta relación. Se podría ex- mento, un inconveniente para la AT (subescala
traer que los Pt caracterizados por puntuaciones Vínculo) es la elevación en la subescala Impul-
elevadas en ED serían los que más AT presenta- sividad de BN. Las puntuaciones obtenidas en la
rían. Esto no implica que aquellos con mayor Dimensión DR son relevantes para el buen esta-
Resumen
Se ha documentado que la población infantil con obesidad presenta una importante proble-
mática psicológica y es objeto de estigmatización social. Por tal motivo, el objetivo de este estu-
dio fue hacer una revisión sistemática de algunas investigaciones en las cuales se evaluó la obe-
sidad y el sobrepeso relacionados con la estigmatización social, la imagen corporal y la autoes-
tima de los niños. Para lograr tal objetivo, se realizó una búsqueda de artículos en las bases de
datos EBSCO Host, Biblioteca Virtual en Salud, Ovid, PubMed y Science Direct, estableciendo
ciertos criterios de inclusión y exclusión. Fueron analizados 24 artículos. Se encontró que las
siluetas muy delgadas y gruesas son más estigmatizadas, sobre todo por las niñas; igualmente,
la población obesa y con sobrepeso presentó mayor insatisfacción corporal y menor autoestima.
Sin embargo, existieron resultados poco claros en los que se sugiere realizar mayor investiga-
ción con relación a los tres factores y conocer si existe alguna relación entre ellos.
Summary
Resumen
El objetivo del estudio ha sido analizar las actividades que los profesionales sanitarios de
Atención Primaria de Valencia realizan, frente a embarazos no deseados e infecciones de trans-
misión sexual (ITS) en adolescencia.
Han participado 499 profesionales de Atención Primaria: medicina de familia, pediatría,
enfermería y matronas de 41 Centros de Salud de la ciudad de Valencia.
Las variables se han recogido mediante cuestionarios autoaplicados y anónimos.
Los resultados indican que en las actividades habituales de prevención hay diferencias signi-
ficativas (p<0,001) entre los profesionales de medicina y enfermería, siendo sobre todo las
1
Centro de Salud Sexual y Reproductiva. Centro de salud “Fuente San
Luis”. Valencia. Agencia Valencia de Salud. Generalitat Valenciana.
2
Pediatría. Centro de salud “Fuente San Luis”. Valencia. Agencia
Valencia de Salud. Generalitat Valenciana.
3
Unidad de Promoción de la Salud. Dirección General de Salud
Pública. Consellería de Sanidad. Generalitat Valenciana.
4
Unidad de Salud Mental. Centro de salud “Fuente San Luis”. Valencia.
Agencia Valencia de Salud. Generalitat Valenciana.
5
Dirección de Atención Primaria. Departamento sanitario Doctor
Peset de Valencia. Agencia Valencia de Salud. Generalitat Valenciana.
Co rres po ndenci a: Dr. D. Felipe Hurtado Murillo Proy ecto de inv estigación en pro-
Centro de Salud Sexual y Reproductiva
gramas de salud, prev ención y predic-
Centro de Salud “Fuente San Luis”
C/ Arabista Ambrosio Huici, 30 ción de enfermedad 040/2008 de la
46013 – Valencia Consellería de Sanidad. Generalitat
Correo electrónico: hurtado_fel@gva.es Valenciana.
Summary
The aim of the study was to analyze the activities that primary care health professionals of
Valencia, performed against unwanted pregnancies and sexually transmitted infections (STIs) in
adolescents.
Have taken part 499 professionals in primary care: family medicine, pediatrics, nursing and
midwifery of 41 health centers of the city of Valencia.
The variables were collected through self-administered, anonymous questionnaires.
The results show that in the usual prevention there are significant differences (p <0.001) bet-
ween the medical and nursing professionals, and most notably the midwives (70 %), but family
physicians and pediatricians to the demands and signs of suspicion are those most activities per-
formed.
Among the main difficulties for intervention in sexual and reproductive health in adolescents
in all professional include: lack of time in consultation, insufficient training and not having mul-
tidisciplinary team.
Key wo rds : Sexual health. Adolescents. Unwanted pregnancies. Sexually transmitted infections.
Primary Care.
Respuestas: 1 - Siempre. 2 - A veces. 3 - Nunca. 4 - Solo ante demandas o quejas. 5 - Solo ante signos de sos-
pecha. 6 - Ante demandas o quejas y signos de sospecha.
Tabl a 1 b
Real i zaci ó n de acti v i dades de prev enci ó n de embarazo s no des eado s en ado l es centes
(co mparaci ó n entre g rupo s )
Respuestas: 1- Siempre. 2 - A veces. 3 - Nunca. 4 - Solo ante demandas o quejas. 5 - Solo ante signos de sospe-
cha. 6 - Ante demandas o quejas y signos de sospecha.
(tabla 2), destaca que casi la mitad de los médicos Prescripción de anticoncepción de emergencia
de familia (47,4 %) y de los pediatras (44 %) deri- En cuanto a la prescripción de anticoncepción
van estos casos al Centro de Salud Sexual y Re- hormonal de emergencia ante coito no protegido
productiva para que se realice allí la prescripción (tabla 3), la mayoría de médicos de familia la rea-
anticonceptiva. Con una tasa cercana (44,6 %) se lizan (76,8 %) y solamente el 16,6 % de los mis-
sitúan los médicos de familia que habitualmente mos derivan al Centro de salud sexual y reproduc-
prescriben anticonceptivos hormonales, aunque un tiva para su prescripción. En cambio, algo más de
12,7 % de los mismos además derivan a especia- la mitad de los pediatras (56,5 %) derivan al Cen-
listas. Frente a los médicos de familia, solamente tro de salud sexual y reproductiva para su pres-
el 12 % de los pediatras prescriben habitualmente cripción, optando el 30,4 % por prescribirla ellos
anticonceptivos hormonales, habiendo un 4 % que mismos, quedando un 2,2 % que realizan ambas
además deriva a especialistas de la materia. opciones.
Respuestas: 1 - Sí. 2 - No. 3 - Derivo al Centro de salud sexual y reproductiva. 4 - Derivo a otros. 5 - Sí y derivo.
Tabl a 3
Pres cri pci ó n de anti co ncepci ó n de emerg enci a
Respuestas: 1 - Sí. 2 - No. 3 - Derivo al Centro de salud sexual y reproductiva. 4 - Derivo a otros. 5 - Sí y derivo.
Respuestas: 1 - Siempre. 2 - A veces. 3 - Nunca. 4 - Solo ante demandas o quejas. 5 - Solo ante signos de sospe-
cha. 6 - Ante demandas o quejas y signos de sospecha.
Tabl a 4 b
Real i zaci ó n de acti v i dades de prev enci ó n de i nfecci o nes de trans mi s i ó n s ex ual en
ado l es centes (co mparaci ó n entre g rupo s )
Tabl a 5 a
Fo rma habi tual de pro ceder ante l a detecci ó n o demanda de al g ún ti po de pro bl ema en s al ud
s ex ual y repro ducti v a (co mparaci ó n entre ti po s de pro fes i o nal es )
fermería en intervención habitual, ya que el 59,2 % alcanzan cotas del 45,1 %, las matronas el 36,7 %
lo hace siempre y de ellos un 5 % además deriva y las enfermeras el 31,2 %.
a especialista. En cambio, entre la enfermería la
tasa de intervención habitual es del 41,6 % y de Dificultades de los y las profesionales
ellos el 9,5 % deriva además a un especialista. Finalmente, en las tablas 6a y b aparecen los
Estas diferencias observadas entre ambos grupos resultados sobre las mayores dificultades que am-
son estadísticamente significativas ("2= 18,625; bos tipos de profesionales de atención primaria de
p<0,001). salud tienen ante la necesidad de aplicar medidas
En esta actividad destacan los médicos de fami- de promoción, prevención, detección y actuación
lia ya que el 56,4 % lo hacen siempre, los pediatras en salud sexual y reproductiva.
Tabl a 6 a
Las may o res di fi cul tades que l o s pro fes i o nal es de medi ci na y enfermerí a de atenci ó n pri mari a ti enen
ante l a neces i dad de apl i car medi das de pro mo ci ó n, prev enci ó n, detecci ó n y actuaci ó n en s al ud
s ex ual y repro ducti v a (co mparaci ó n entre ti po s de pro fes i o nal es )
Las principales dificultades para ambos grupos y sexta dificultad, respectivamente con tasas del
son coincidentes, siendo la primera para ambos la 37,4 % y 26 %. Tampoco en este caso las dife-
“falta de tiempo en consulta” (80,4 % para médi- rencias mostradas son significativas.
cos y 53,4 % para enfermería), alcanzando en este En quinto y último lugar, ya que en el resto de
caso diferencias estadísticamente significativas dificultades las tasas de acuerdo de opinión no lle-
("2=41,336; p<0,001). gan al 20 %, está para ambos grupos “la presen-
En la segunda dificultad, “insuficiente forma- cia de los padres en la consulta”, que para el caso
ción”, también coinciden aunque con menor tasa de los/as médicos/as llega al 29,6 % y para las/os
(48,6 % para medicina y 41,6 % para enfermería), no enfermeras/os al 27,4 %. Tampoco en este caso las
mostrando diferencias significativas entre los grupos. diferencias son estadísticamente significativas.
La tercera dificultad para médicos/as corres- Las diferencias estadísticamente significativas
ponde con la cuarta para enfermeros/as, “no tener entre grupos, aparte de la ya mencionada “falta de
equipo multidisciplinar”, alcanzan cotas cercanas tiempo en consulta”, aparecen en “considerar que esa
(38,2 % para los primeros y 34,2 % para los segun- actividad no le corresponde” ("2=10,174; p<0,005)
dos) y tampoco alcanzan diferencias significativas. y “en barreras culturales” ("2=3,942; p<0,005),
Aquí se diferencian las matronas, que destacan siendo las diferencias a favor de la enfermería, pe-
el no tener equipo multidisciplinar como la segun- ro las tasas de dificultad para ambos grupos son in-
da mayor dificultad. feriores al 20 %.
La cuarta dificultad para médicos se refiere tan-
to a “no disponer de medios” como a “falta de de- DISCUSIÓN
manda o queja” que representa la opinión del 31,4 %
de los mismos. Para enfermería supone la tercera Promocionar la salud sexual y reproductiva me-
ANEXO I
CUESTIONARIO DE PROMOCIÓN, PREVENCIÓN, DETECCIÓN Y ACTUACION EN SALUD
SEXUAL Y REPRODUCTIVA EN NIÑEZ Y ADOLESCENCIA
1. Como práctica habitual de tu protocolo de consulta ¿realizas actividades de educación sexual ajustada
a la etapa evolutiva del/la niño/a adolescente?
1. Siempre ( ) 2. A veces ( ) 3. Nunca ( )
4. Solo ante demandas o quejas ( ) 5. Solo antes signos de sospecha ( )
3. ¿Compruebas si los/as niños/as adolescentes que atiendes están recibiendo educación sexual en el
ámbito escolar?
1. Siempre ( ) 2. A veces ( ) 3. Nunca ( )
4. ¿Informas o asesoras a padres u otros familiares sobre cómo educar y fomentar el diálogo sobre
sexualidad?
1. Siempre ( ) 2. A veces ( ) 3. Nunca ( )
4. Solo ante demandas o quejas ( ) 5. Solo antes signos de sospecha ( )
6. ¿Realizas algún tipo de actividad en salud sexual comunitaria, bien individualmente o como parte de
un equipo multidisciplinar?
15. Ante la detección o demanda de algún tipo de problema en salud sexual, ¿cuál es tu forma habitual
de proceder?
Suelo intervenir ( ) Derivo al especialista ( )
16. ¿Cuáles son las mayores dificultades que encuentras ante el abordaje de aplicar medidas de promo-
ción, prevención, detección y actuación en lo que a la salud sexual y reproductiva se refiere? Marca todas
aquellas que consideres.
Resumen
El parto puede ser altamente traumático para algunas mujeres. Se estima que entre el 2 y el
6 % de las mujeres desarrollan un trastorno de estrés postraumático (TEPT) completo tras el
parto y que el 35 % de las madres presenta algún grado de TEPT. A menudo, el trauma de las
mujeres es el resultado de las acciones (u omisiones) de los profesionales sanitarios. El con-
cepto de violencia obstétrica incluye “un trato jerárquico deshumanizador, un abuso de medica-
lización y patologización de los procesos naturales, trayendo consigo pérdida de autonomía y
capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad, impactando negativamente en
la calidad de vida de las mujeres”. Las razones que llevan a los profesionales que atienden par-
tos a ejercer la violencia obstétrica pueden ser variadas; entre otras se han señalado: la falta de
formación y de habilidades técnicas para afrontar los aspectos emocionales y sexuales del
parto; el propio trauma no resuelto o el síndrome de burnout.
Pal abras cl av e: TEPT. Parto. Violencia obstétrica. Burnout.
Summary
Childbirth can be a traumatic event for many women. Different studies have found a high
prevalence of trauma symptoms following childbirth: between 1 % and 6 % of women will deve-
lop complete post-traumatic stress disorder (PTSD) following childbirth and 35 % of women
present some degree of PTSD symptoms postpartum. Women are often traumatized as a result of
the actions or inactions of midwives, nurses and doctors. Obstetric violence has been defined as
“… the appropriation of the body and reproductive processes of women by health personnel,
which is expressed as dehumanized treatment, an abuse of medication, and to convert the natu-
ral processes into pathological ones, bringing with it loss of autonomy and the ability to decide
freely about their bodies and sexuality, negatively impacting the quality of life of women.”
Professionals may exert obstetric violence because of lack of technical skills to deal with emotio-
nal and sexual aspects of childbirth, unsolved trauma and or professional burnout.
Key wo rds : PTSD. Childbirth. Obstetric violence. Burnout.
Resumen
A lo largo de las diferentes ediciones del Manual de Clasificación de los Trastornos Mentales
de la APA se ha ido perfilando conceptualmente la adicción al juego, si bien podemos destacar
tres momentos relevantes. El primero ocurre en la tercera edición del Manual (DSM-III),
cuando se produjo la consideración del juego patológico como un trastorno mental, con una
entidad gnosológica propia y unos criterios clínicos definidos y característicos, que se clasificó
en la categoría “Trastorno del control de los impulsos no clasificado en otros apartados”. En la
revisión posterior (DSM-III-R), se añadieron una serie de criterios muy característicos de los
trastornos por dependencia de sustancias, si bien el juego patológico continuó clasificándose en
la anterior categoría de trastornos del control de los impulsos, a pesar de que los criterios aña-
didos perfilaban un trastorno muy diferente al resto que conformaban dicha categoría y se ase-
meja mucho más al resto de drogodependencias, alcoholismo o tabaquismo. La esperada (y soli-
citada) consideración del juego patológico como trastorno adictivo no se producirá ni en el
DSM-IV ni en su revisión del DSM-IV-TR, sino que habrá que esperar al DSM-5, momento en el
cual se resuelve finalmente este hecho con la aparición de una nueva categoría en la que se
incluyen los trastornos por el consumo de sustancias y el juego. Pese a ello, en el DSM todavía
se muestran renuencias a incluir explícitamente una categoría de trastornos adictivos en la cual
se incluyan el juego y el consumo de sustancias.
Summary
Throughout the editions of the DSM, the gambling has been progressively conceptualized,
although three relevant moments could be considered. The first was the third edition of the
Manual ( DSM -III), in which the pathological gambling was considered as a mental disorder,
with gnoseological entity, with its own characteristic and a defined clinical criteria.
Pathological gambling was classified in the category of “Impulse Control Disorders not classi-
fied in other disorders”. In subsequent revision (DSM- III -R) several characteristic criteria of
dependence disorders substance was added. Nevertheless, pathological gambling continued
Facultad de Psicología
Universidad de Valencia
E-mail: Mariano.Choliz@uv.es
LA ADICCIÓN AL JUEGO HASTA EL patía, juego compulsivo, juego excesivo, juego adic-
DSM-IV-TR tivo, juego neurótico, etc. (Echeburúa y Báez, 1994).
El paso adelante que supuso el DSM-III (APA,
El homo Sapiens es también un homo Ludens, 1980) en la clasificación de los trastornos menta-
un animal que juega y que a veces declina en el les también alcanzó, como no podía ser menos, a
azar sus propias aspiraciones. Es por ello que, la enfermedad del juego. Así, en el DSM-III, esta
desde los albores de la civilización, el hombre ha patología aparece clasificada por primera vez co-
desarrollado juegos mediante los cuales pudiera mo un trastorno mental, con una categoría gnoseo-
conseguir bienes o recursos materiales apelando a lógica propia y con unos criterios diagnósticos
la suerte. La tensión por el resultado y la obten- que lo definen. Se caracterizó entonces como tras-
ción de los beneficios ha subyugado al jugador, torno del control de los impulsos, debido a que se
imbuyéndole en una espiral de ganancias y pérdi- entendía que el jugador habría llegado a una situa-
das que arrastra a algunos de ellos a jugar de for- ción en la cual había dejado de tener el control de
ma desmedida. Dicho patrón excesivo tiene como su propia conducta de juego. Como consecuencia
consecuencia, la mayoría de las veces, la ruina ma- de ello, se producirán no solo las inevitables pér-
terial, familiar y personal, puesto que el juego de didas económicas, sino una clínica psicopatoló-
azar está organizado por administraciones y em- gica más extensa y grave. Así pues, la definición
presas del sector con un afán recaudatorio y lucra- del juego patológico por parte de la APA en el
tivo, respectivamente. Esa es la razón por la cual DSM-III es la de un “fracaso crónico y progre-
los juegos de contrapartida están diseñados para sivo en la capacidad de resistir los impulsos a
que, a la larga, gane quien organiza el juego, mo- jugar y a la conducta de jugar, fracaso que com-
tivo por el cual el jugador habitual se encuentra promete, altera o lesiona los intereses persona-
en clara desventaja y con un futuro cierto: la rui- les, familiares o vocacionales” (APA, 1980, pg. 305).
na económica. Según la ley de los grandes núme- Esta incapacidad de resistir los impulsos de
ros –que es la ley que gobierna los resultados del jugar afecta gravemente diferentes esferas de la
juego de azar– el jugador patológico solo puede es- vida y se caracterizaría, al menos, por tres de los
perar del juego, pérdidas. siguientes fenómenos:
Pese a ello, hay personas que desarrollan una 1. Arrestos por robo, fraude, estafa o evasión
relación de dependencia con el juego de azar, en la de impuestos, debidos a intentos para obtener di-
medida que son incapaces de dejar de jugar o de nero para jugar.
hacerlo de una forma funcionalmente adaptativa.
Semejante patrón de comportamiento tiene graves 2. Incapacidad para satisfacer las deudas y res-
consecuencias, no solo en el pecunio, como acaba- ponsabilidades financieras.
mos de comentar, sino también en el ajuste perso- 3. Alteraciones familiares y conyugales debi-
nal, la adaptación social y profesional, o las pro- das al juego.
pias relaciones familiares y afectivas. Se trata de 4. Obtención de dinero a través de fuentes ile-
los problemas antiguamente conocidos como ludo- gales (usureros).
Resumen
El presente artículo tiene como objetivo resumir los principales cambios realizados en la
definición y descripción de la esquizofrenia, así como de sus criterios diagnósticos, en la quinta
edición del DSM. En esta edición, la nueva categoría diagnóstica en la que se recoge la esquizo-
frenia se titula “Trastorno del Espectro Esquizofrénico y otros Trastornos Psicóticos”. Los cam-
bios específicos en su definición incluyen la eliminación de los subtipos clásicos y del trato
especial al síntoma de delirio bizarro o la alucinación de tipo “Schneideriana” (síntomas de
primer orden). Se incluyen, en lugar de los subtipos, especificadores de curso según el síntoma
predominante en el momento de la evaluación, que pretenden ayudar al clínico a tomar decisio-
nes en cuanto al tratamiento apropiado de la patología en ese momento concreto. Se ofrece tam-
bién una delimitación más clara entre esquizofrenia y trastorno esquizoafectivo y la reconcep-
tualización de la catatonia.
Pal abras cl av e: Esquizofrenia. DSM-5. Espectro Esquizofrénico. Subtipos clásicos. Trastorno esqui-
zoafectivo. Catatonia.
Summary
The present article aims to summarize and discuss the main changes made in the definition
and description of schizophrenia, and its diagnostic criteria, in the fifth edition of the DSM. In
this last edition, the new diagnostic category that includes schizophrenia is entitled
"Schizophrenic Spectrum Disorder and other Psychotic Disorders". Specific changes in the defini-
1
Department of Social Psychiatry, Institute of Psychiatry.
King’s College London
2
Departamento de Psicología. Universidad de Oviedo
Co rres po ndenci a: Dra. Mar Rus-Calafell, PhD
Institute of Psychiatry
at the Maudsley Hospital
King’s College London
De Crespigny Park
London SE5 8AF
E-mail: maria.rus-calafell@kcl.ac.uk
Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son multicausales. Las influencias culturales
sobre el modelo estético, por ejemplo, son una de las causas más claras; sin embargo, en la última
década se ha evidenciado el importante papel de los factores genéticos que explican entre un 60-65 % de
su génesis. Prueba de ello son algunos datos de prevalencia de Anorexia Nerviosa (AN) y Bulimia
Nerviosa (BN) en familiares de primer grado de pacientes con TCA, que es de 7 a 12 veces superior a
la de familiares de controles (Lilenfeld et al., 1998: Klump et al., 2000).
En psicopatología, tanto el ambiente común como el individual no solo es social o interpersonal;
también puede ser físico-químico como la polución atmosférica, los traumatismos cráneo-encefálicos,
las intoxicaciones (alimentos, fármacos, alcohol, drogas) y la Perinatalidad: embarazo, parto y lactancia.
Las mujeres con un TCA experimentan cambios corporales por primera vez desde la adolescencia
y muchas albergan sentimientos negativos sobre el aumento de peso y los cambios corporales. Du-
rante el embarazo, el miedo a perder el control sobre el aumento de peso es, en estas mujeres, el senti-
miento ansiógeno más prevalente, a la vez del temor a que su hijo pueda resultar afectado físicamente
por una pobre nutrición. Sin duda, el común denominador es siempre la ansiedad; de hecho, en el
seguimiento de los hijos de madres con historia de TCA (AN y BN) los datos son reveladores: se
observa que los hijos presentan menor peso al nacer y menor circunferencia craneal y, a pesar de
que a los 3 meses de edad el IMC se normaliza, la circunferencia craneal se mantiene menor. A los 5
años presentan mayores dificultades en habilidades verbales que correlacionan con anomalías en la
circunferencia craneal (Koubaa et al., 2013). Así mismo, los bebés de las madres con TCA presentan
Bibliografía
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28; 3(5).
Key words: Prenatal exposure. Abuse drugs. Biomarkers. Alternatives matrixes. Pregnancy.
Newborn.
En España, el 2,5 % de mujeres en edad fértil afirman haber consumido cocaína durante los últi-
mos 12 meses; sin embargo, más allá de las encuestas telefónicas, solo se han realizado unos pocos
estudios acerca de la prevalencia del consumo de drogas durante el embarazo, mediante determina-
ción de biomarcadores de exposición en matrices biológicas, dos de ellos en Barcelona, en el marco
del denominado Proyecto Meconio. El estudio incluye a 1209 parejas de madre-recién nacido y su
objetivo principal es estimar la prevalencia del consumo de las sustancias de uso recreacional (opiá-
ceos, cocaína, cannabis y anfetaminas) en mujeres embarazadas y los efectos de la exposición crónica
en el recién nacido. El análisis de meconio ha revelado que el 10,9 % de los fetos están expuestos a
alguna de estas drogas de abuso y ha puesto de manifiesto la infradeclaración existente en los cuestio-
narios y la poca expresividad clínica de la exposición prenatal.
Por otro lado, la exposición que ocurre durante la vida prenatal puede extenderse, y existen padres
consumidores de sustancias de abuso que exponen a sus hijos a ellas durante los primeros años de
vida. Además del riesgo de intoxicación aguda, pueden estar expuestos a estas sustancias de forma cró-
nica. Las vías de exposición son diversas y dependen de la forma de consumo: por inhalación de hu-
mo, ingestión accidental o contaminación del mobiliario del entorno. El seguimiento clínico de todos
estos niños es imperativo, con el objetivo de minimizar los efectos a largo plazo, como la predisposi-
ción al consumo de sustancias de abuso en la adolescencia y la vida adulta, posteriormente.
Los efectos deletéreos relacionados con la exposición pasiva a sustancias de abuso son múltiples y
dependen de la intensidad de la exposición, del período de la vida (prenatal o postnatal), de la sustan-
cia implicada y del tipo de intoxicación (aguda o crónica).
Los recién nacidos y los niños en edad preescolar son candidatos, por su tamaño y su baja masa
corporal, a tener mayores efectos deletéreos después de su exposición a sustancias de abuso, a pesar de
que pocos trabajos hayan demostrado este hecho. La exposición activa (por ejemplo, por ingesta de
restos de la sustancia) o pasiva (por ejemplo, por inhalación pasiva del humo derivado del consumo
fumado de la misma) está vinculada a un posible riesgo de envenenamiento. Se conoce que la intoxi-
cación aguda grave en niños puede producirse a concentraciones más bajas que en adultos (en los que
suelen dar lugar a los efectos fisiológicos deseados tras su consumo activo) debido al metabolismo
El cannabis sigue siendo una de las drogas de abuso más consumidas, especialmente entre la pobla-
ción juvenil, incluidas jóvenes embarazadas. El principal compuesto psicoactivo del cannabis es el
Delta-9-tetrahidrocannabinol (THC), que ejerce sus efectos al activar receptores cannabinoides. El recep-
tor CB1 cannabinoide es uno de los receptores más abundantes en el cerebro. Los receptores cannabi-
noides se encuentran no solo en sistema nervioso, sino también en otros sistemas y, por tanto, los efec-
tos perjudiciales del cannabis se refieren no solo al sistema nervioso y al comportamiento, sino también
a otras funciones. Sin embargo, en esta charla se revisó fundamentalmente el impacto de la droga sobre
el cerebro y las consecuencias a nivel cognitivo y emocional. Para entender estos efectos, es fundamen-
tal tener en cuenta que el sistema endocannabinoide (SEC) (que incluye los receptores cannabinoides,
ligandos endógenos de esos receptores y la maquinaria enzimática para su síntesis y degradación) es un
sistema neuromodulador y regulador que juega un papel muy importante en diversos aspectos de la
psicofisiología del individuo, incluidos regulación de la ansiedad y respuesta al estrés, balance energé-
tico y sistemas de recompensa del cerebro. En lo que se refiere al tema de esta conferencia, es funda-
mental resaltar el papel que el SEC parece jugar en el propio desarrollo del cerebro y sus implicaciones
en la plasticidad sináptica. Dos períodos críticos para el neurodesarrollo son los períodos perinatal y
adolescente; durante estas etapas, el cerebro muestra una plasticidad única y es especialmente vulnera-
ble a la acción del cannabis (y otras drogas). Más aún, el propio SEC está en pleno desarrollo durante
estas etapas, por lo que el consumo de cannabis puede hacer que la repetida activación del receptor
CB1 por el THC interfiera con el desarrollo del SEC y altere sus funciones reguladoras. Tras una des-
cripción de los efectos deletéreos del cannabis, tanto en agudo como en crónico (efectos persistentes,
de larga duración), sobre el cerebro y el comportamiento (mayor riesgo de enfermedades psiquiátricas,
notablemente, aunque no solo, esquizofrenia), se explicó la importancia de la capacidad del THC de
atravesar la barrera placentaria y de ser secretado en la leche materna, como introducción a los efectos
del cannabis consumido por madres embarazadas y/o lactantes sobre el desarrollo del cerebro del feto.
Se presentaron datos procedentes de estudios epidemiológicos en humanos, así como de estudios en
animales de experimentación que indican que la exposición prenatal/perinatal a cannabis afecta al
desarrollo del cerebro y puede tener efectos a largo plazo sobre función cognitiva y otros aspectos del
comportamiento, notablemente aspectos emocionales y afectación del sistema de recompensa del cere-
bro, que es activado tanto por el propio cannabis como por otras drogas de abuso. Se analizaron los
paralelismos en cuanto a efectos descritos en humanos y animales, y las ventajas de los estudios en ani-
males de experimentación a la hora de indagar en los mecanismos neurobiológicos que subyacen a las
consecuencias del consumo del cannabis, incluida la posibilidad de modificar la respuesta a otras dro-
gas de abuso y facilitar su consumo. También se mencionaron posibles factores genéticos de vulnerabi-
lidad, así como el hecho preocupante de que en los últimos años se encuentra un aumento de la canti-
dad de THC en las preparaciones de cannabis/marihuana e incluso se consumen agonistas sintéticos
de tipo cannabinoide (spice) altamente potentes y peligrosos. Tanto en la charla como en la discusión
posterior, la ponente hizo hincapié en que la evidencia científica, incluidos datos experimentales recien-
tes que apuntan a efectos trans-generacionales del cannabis, indica con rotundidad que no solo las
mujeres embarazadas o lactantes deben evitar por supuesto consumir cannabis, sino que la droga no
debe consumirse en ninguna etapa de la vida, sobre todo en aquellas en las que el cerebro es más vulne-
rable como los períodos críticos del neurodesarrollo a los que se hace alusión más arriba.
Web recomendada: National Institute on Drug Abuse (NIDA) http://www.drugabuse.gov/
El consumo de alcohol y otras drogas es una de las causas más importantes de morbi-mortalidad
en los países desarrollados. En un estudio reciente realizado en nuestro contexto, se encontró exposi-
ción a las drogas en el 28,8 % de niños de entre 2 y 10 años (Pichini S et al, 2014). La no planifica-
ción de muchos embarazos aumenta la prevalencia de fetos expuestos a alcohol y otras drogas y, dicha
exposición, aumenta de manera significativa el riesgo de efectos adversos en la gestación y en el desa-
rrollo del bebé como el síndrome alcohólico fetal, riesgo de aborto, bajo peso, prematuridad, etc.
(Barr HM et al, 2001).
El daño al feto fruto del consumo de sustancias no es reversible, pero el embarazo suele aumentar
la motivación para reducir o eliminar conductas poco saludables y significa controles regulares, por lo
tanto supone una buena oportunidad para prevenir, detectar e intervenir en el consumo de sustancias.
En Cataluña, la Subdirección General de Drogodependencias y el Programa de Salud Materno-
infantil de la Agencia de Salud Pública están trabajando, con el apoyo de un grupo de expertos, en el
desarrollo del programa Embarazo sin alcohol ni drogas, con el objetivo de reducir el consumo de
alcohol y otras drogas durante la planificación del embarazo, la gestación y el puerperio.
Dicho programa, para que se pueda implementar de forma efectiva, debe dar respuesta a una serie
de retos más allá de los propios del embarazo. Así, es necesario promover estudios diversos en nuestro
contexto, tanto en relación a la prevalencia de consumos como a la efectividad de las diferentes accio-
nes. El programa ha de aumentar la conciencia poblacional sobre los riesgos asociados al consumo de
sustancias en general, pero en particular sobre los asociados al embarazo garantizando que cualquier
mujer, planifique o no su embarazo, conozca los riesgos a tiempo. El programa ha de dotar de herra-
mientas a los profesionales para poder detectar los consumos, muchas veces negados, y ayudar a pro-
mover la motivación hacia el cambio. Debe clarificar los tratamientos farmacológicos que se pueden
administrar a mujeres embarazadas que tienen que dejar de consumir, y establecer mecanismos de
coordinación entre los servicios de seguimiento del embarazo y de atención a las drogodependencias,
para poder gestionar adecuadamente los casos más complejos. Todo ello, además, buscando el equili-
brio ético y necesario entre los derechos de las mujeres y los de los niños.
A pesar de los retos a los que nos enfrentamos, creemos que es posible implementar un programa
que coordine la actuación, por parte de diferentes profesionales de la salud y que integre acciones pre-
ventivas y de tratamiento, para mejorar la salud de madres e hijos y además generar un cambio cultural.
Bibliografía
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Mediterranean City by Hair Testing. International Journal of Environmental Research and Public
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2. Barr HM, Streissguth AP (2001). Identifying maternal self-reported alcohol use associated with fetal alco-
hol spectrum disorders. Alcoholism Clin Exp Res. 25:283–7.
La detección sistemática de la DPP es un fenómeno que está en estos momentos en debate. Por
una parte, su necesidad está basada en la alta prevalencia de los trastornos depresivos en el puerperio
(10 % en muestras españolas), sin olvidar el alto riesgo de descompensación depresiva en mujeres con
T. Depresivo recurrente y T. Bipolar; sin embargo, su detección es insuficiente según datos revela-
dos por estudios nacionales e internacionales. Por otra parte, cada vez están más documentadas las
consecuencias de la DPP no tratada, tanto en la mujer (riesgo de suicidio, alteración de la calidad
de vida, la relación de pareja, etc.) como en la descendencia (problemas cognitivos, conductuales,
emocionales y TDAH) y en el v í n c u l o que ha de generarse entre ambos, que puede verse menosca-
bado hasta en el 29 % de los casos.
Los estudios, que han investigado cómo responde la mujer a este tipo de evaluación (mayoritaria-
mente mediante la utilización de la Escala de Edimburgo -EPDS-), reflejan una alta tolerabilidad de
las pacientes (80-90 % de los casos) tanto en mujeres no deprimidas como en las deprimidas.
Los planteamientos actuales, específicamente los de la Sociedad Marcé Internacional de Salud
Mental Perinatal (Austin MP et al, 2014), son los siguientes:
1. Periodo a evaluar. No circunscribirse al posparto, sino ampliar a toda la etapa perinatal (em-
barazo y 1 año posparto) con el objetivo de la detección e intervención tempranas a fin de preservar el
bienestar materno-infantil.
2. Patología a evaluar. No solo la DPP, sino la "Morbilidad psicosocial" (Figura 1).
La evaluación deberá llevarse a cabo desde Atención Primaria de Salud, de forma integrada con
Salud mental, que desarrollará planes de formación y supervisión continuada (Figura 3).
Bibliografía
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4. Brown, F. W. (1998). Rural telepsychiatry. Psychiatric Services, 49, 963-964.
Actualmente la salud mental es un objetivo prioritario en el ámbito europeo, ya que según la evi-
dencia, una de cada cuatro europeas padecerá algún trastorno mental a lo largo de su vida. Por otro
lado el embarazo es una etapa de cambios fisiológicos, culturales, emocionales y sociales. La actitud
que se tome hacia estos cambios, y la capacidad individual para afrontarlos, puede motivar que este
momento sea un factor de riesgo para el debut o empeoramiento de un trastorno mental; de hecho, se
sabe que el 20 % de las mujeres embarazadas sufre alguna sintomatología emocional o trastorno psi-
quiátrico.
La prevalencia de los trastornos mentales durante la gestación oscila en la depresión leve y mode-
rada entre el 10-16 %, en la depresión posparto en un 13 %, los trastornos alimentarios como la ano-
rexia y la bulimia en un 3-5 %, el trastorno de ansiedad incluyendo fobia social, el trastorno obsesivo-
compulsivo, estrés postraumático y ataques de pánico en un 14 %, y los trastornos mentales severos,
–que incluyen esquizofrenia y trastorno bipolar– en un 0,5 % (American Congress of Obstetricians
and Gynecologists, 2008). Sabemos que existe un infradiagnóstico de cada una de estas patologías y
Método
Para poder ofrecer el plan de tratamiento personalizado y dar una asistencia adaptada, es necesario
tener en cuenta las peculiaridades de cada patología mental y solo con el conocimiento podremos
adaptar nuestros cuidados a las necesidades, tanto desde consultas externas como de sala de partos y
hospitalización; es por ello, que el Servicio de Psiquiatría Perinatal y Medicina Maternofetal se unen
para ofrecer formación a todo el personal que trabaja en el bloque obstétrico.
La introducción de la figura de la comadrona como profesional de referencia en consultas externas
contribuye a la mejora de la educación sanitaria ofrecida. Si es preciso, esta debe procurarse de forma
individualizada o en grupos reducidos, mediante una estrategia que defina un circuito en el que la
paciente pueda preguntar sus dudas, ganar seguridad y cuando lo necesite reciba información sobre el
proceso de parto o cesárea.
Si es posible, la comadrona de referencia acompañará a la paciente en el momento del parto o cesá-
rea, con la función de dar apoyo o realizar técnicas de relajación en el momento de la cesárea, el parto
respetado mediante una actitud empática y de escucha activa, con una atención especial a los signos no
hablados y a los síntomas de ansiedad. Todos estos elementos deben ser prioritarios en estas mujeres.
Después del parto, el objetivo será estabilizar a la madre y al recién nacido y promover el vínculo
materno-filial. Si es posible, se debe fomentar el contacto piel con piel, aumentando la vigilancia neo-
natal en los recién nacidos expuestos a psicofármacos durante el embarazo y parto. Se ha demostrado
que las madres que han recibido tratamiento antidepresivo tienen bebés con más riesgo de sufrir dis-
trés respiratorio, temblores, alteraciones en la adaptación neonatal y mayor riesgo a ser ingresados en
la unidad de cuidados intensivos neonatales (Grigoriadis S et al, 2013).
En la atención al parto en esta población, es importante que todos los especialistas (medicina mater-
nofetal, psiquiatría y anestesia) hayan dejado por escrito las pautas e indicaciones necesarias para la
administración de la medicación, curas y atenciones necesarias, incluyendo la ansiedad y el dolor.
La comadrona de referencia debe formar equipo y coordinar las actuaciones con la enfermera de
hospitalización, así como acoger a la nueva familia y presentarles al/la profesional de referencia, perso-
nalizando al máximo la habitación . En caso de ingreso del neonato, es importante mejorar y promo-
ver conductas de facilitación del contacto y la cercanía entre la mamá y el bebé, resolver los impedi-
mentos protocolarios, administrativos, físicos y arquitectónicos, y ayudar a la madre a decidir el mejor
momento para tener cerca a su hijo.
Discusión
En el momento actual existen dos situaciones que pueden parecer paradójicas: por un lado,
muchas personas con enfermedad mental grave no reciben tratamiento, a pesar de que existen trata-
mientos eficaces y, por el otro, se produce una psiquiatrización de la vida cotidiana, cada vez son más
las personas que no son capaces de afrontar eficazmente las situaciones de cambio de la vida cotidiana
y recurren a tratamientos farmacológicos no justificados.
Bibliografía
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tal adaptation: a systematic review and meta-analysis Journal of Clinical Psychiatry.74 (4): 309-20.
En base a los problemas detectados en la reproducción y desarrollo de los grandes simios, y especí-
ficamente en los gorilas de las poblaciones que se mantienen ex situ dentro del proyecto de conserva-
ción Europeo (EEP, EAZA), se investigó qué factores podían mejorar su éxito reproductivo y su desa-
rrollo. Los sujetos del estudio son miembros de una megapoblación que ha vivido a lo largo de varias
décadas (y en algunos casos aún vive) en cautividad y, por tanto, en unas condiciones que difieren en
algunos aspectos de las propias de la especie en su medio natural, tanto en lo concerniente a su hábi-
tat, condiciones sociales y condiciones demográficas.
Uno de los problemas específicos detectados en las poblaciones de grandes simios provenía del
considerable número de individuos criados por humanos, que existía en la población histórica y del
momento, y que presentaba deficiencias en la conducta materna, en las relaciones sociales y en la
reproducción (en su término más amplio, no el mero hecho del apareamiento). Es por ello que se
revisaron aspectos del proceso de socialización y de las conductas sociales, haciendo una especial inci-
dencia en los factores que influían en la conducta materna de hembras adultas, que en fases iniciales
de su desarrollo no tuvieron la oportunidad de socializarse en la forma adecuada a la especie. Se iden-
tificaron unos factores principales que favorecían un perfil maternal adecuado en las hembras de
gorila cautivas, y por extensión en otras especies de grandes simios, poniendo de manifiesto que cir-
10. El cuidado del vínculo entre madres e hijos prematuros, a partir de la aplicación
de técnicas cognitivas.
The care of the bond between mothers and premature babies, from the application of cognitive
techniques.
M. Serret Serret1, I. Rubio de Abajo
1
Escola Universitària d’Infermeria de Sant Pau, Barcelona.
El nacimiento prematuro interrumpe un proceso de vinculación afectiva entre padres e hijo ini-
ciado desde la concepción, e implica el ingreso del mismo en una UCI neonatal. La aplicación de los
“Cuidados centrados en el desarrollo y la familia” permite un acercamiento entre ellos que posibilita
una buena vinculación. Sin embargo, el sufrimiento y los sentimientos de culpa que suelen acompa-
ñar, sobre todo a las madres, dificultan esta relación. La enfermera experta lidera el cuidado de estos
sentimientos de una manera intuitiva, basada en su experiencia profesional, cuya fundamentación teó-
rica nos aportan las técnicas cognitivas. La teoría cognitiva considera que la respuesta emocional del
individuo ante cualquier suceso viene determinada por el significado consciente que le atribuye. La
entrevista motivacional y la reestructuración cognitiva son técnicas psicológicas que permiten identifi-
car, analizar y modificar las interpretaciones y pensamientos erróneos que las personas experimentan
en determinadas situaciones.
Objetivo: Mostrar cómo la aplicación de estas técnicas puede ser útil en el cuidado de estas madres
y ayudarles a crear un vínculo fuerte y seguro con sus hijos.
Metodología: Se escoge la madre de un prematuro, en la que la enfermera detecta gran cantidad
de pensamientos negativos que interfieren notablemente en el proceso de vinculación hacia él. A par-
tir de una relación empática con ella, la enfermera decide realizar una entrevista motivacional y una
reestructuracción cognitiva.
Conclusiones: Ambas técnicas cognitivas son muy útiles para ayudar a las madres de niños prema-
turos a cambiar sus sentimientos y actitud hacia su hijo, y así fomentar un vínculo fuerte.
El uso de ISRS durante el embarazo se ha ido incrementando en los últimos años, situándose en la
última década alrededor del 3 % (Bakker et al., 2008). La serotonina actúa en etapas tempranas como
neurotransmisor y modulador del neurodesarrollo. Estudios animales muestran que la inhibición tem-
prana del 5-HTT provoca alteraciones sutiles en el neurodesarrollo y una conducta emocional adulta
alterada (Ansorge et al., 2004). Existen pocos estudios que evalúen el efecto a largo plazo de la exposi-
ción prenatal a ISRS sobre los síntomas exteriorizados e interiorizados. En general, estos estudios no
hallan relación entre la exposición prenatal a ISRS y el desarrollo posterior de problemas interioriza-
dos o exteriorizados (Morison et al., 2001; Nulman et al., 2002; Reebye et al., 2002; Misri et al., 2006;
Oberlander et al., 2007; Nulman et al., 2012), con la excepción de un estudio que halló que tanto la
depresión prenatal como la exposición a ISRS se asociaron a los síntomas interiorizados (Oberlander
et al., 2010). La mayoría de estudios, en cambio, sí que hallan un efecto de la enfermedad materna
sobre dichos síntomas (Oberlander et al., 2007; Oberlander et al., 2010; Nulman et al. 2012).
En esta ponencia, presentada en la III Jornada de Salud Mental Perinatal, se expusieron datos refe-
rentes a un estudio sobre la evaluación del funcionamiento cognitivo conductual a los 5 años de edad
de niños expuestos intraútero a ISRS, financiado por el Instituto de Salud Carlos III (EC08/00170).
El objetivo del estudio fue evaluar el efecto de la exposición intraútero a ISRS sobre los problemas
emocionales y de conducta a los 5 años de edad. Para ello, se diseñó un estudio de dos cohortes aparea-
das por edad gestacional y sexo del recién nacido. Una cohorte estuvo compuesta de 60 díadas madre-
hijo expuesta a antidepresivos ISRS durante la gestación, que acudieron al Programa de Psiquiatría
Perinatal BCN-Clinic durante los años 2004-2006, diagnosticadas de un trastorno depresivo o por
ansiedad (DSM-IV) y que fueron tratadas con ISRS durante la gestación. La segunda cohorte estuvo
compuesta de 60 díadas madre-hijo sana y no expuesta a antidepresivos durante la gestación. Se rea-
lizó la evaluación en edades comprendidas entre los 60 y 80 meses, mediante la escala Early Child-
hood Inventory (ECI-4), que cuenta con dos versiones: padres y maestros.
Se evaluó el nivel intelectual de la madre y se recogió el nivel socioeconómico y variables clínicas y
obstétricas. También se evaluó la sintomatología depresiva actual con el Edimburg Postnatal Depression
Scale (EPDS), y la psicopatología materna actual con el Symptom Checklist 90-R (SCL-90-R). Se realiza-
ron análisis factoriales exploratorios con las escalas del ECI-4 en su versión tanto para padres como
para maestros, hallando en ambos casos una solución de dos factores que podrían denominarse sínto-
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Este estudio tiene como objetivo mostrar si existe o no correlación entre los factores familiares,
cognitivos y la percepción de rechazo, con la agresión en el hogar y en la escuela. Se utilizó una mues-
tra de 476 niños de 7 a 15 años, con diagnóstico de TDAH y que habían manifestado anteriormente
episodios de conducta agresiva.
El estudio concluye con la afirmación de que los factores genéticos y ambientales influyen en el desa-
rrollo de la conducta agresiva en el TDAH. La prevención y la detección de las señales de alerta ayudaran
a una mejor intervención clínica en niños con TDAH y con mayor riesgo de padecer agresión.
La catatonia se ha asociado con la esquizofrenia y los trastornos generalizados del desarrollo. Esta
investigación se centra en evaluar las características catatónicas que sufren los adolescentes que pade-
cen esquizofrenia, comparándolas con un grupo de adolescentes con trastorno generalizado del desa-
rrollo y otro grupo de pacientes con trastorno del espectro autista.
Los resultados de este estudio fueron que todos los adolescentes con esquizofrenia habían mani-
fiesto rasgos catatónicos en algún momento de su vida, donde el 78 % de los adolescentes las habían
expresado antes de los 10 años. Estos resultados fueron significativamente mayores entre los adoles-
centes con un trastorno comórbido del desarrollo.
En conclusión, los adolescentes esquizofrénicos con un trastorno comórbido del desarrollo muestran
muchos rasgos catatónicos en la infancia. Esta investigación muestra similitudes en los rasgos catatónicos entre
adolescentes con esquizofrenia y adolescentes con trastornos generalizados del desarrollo sin esquizofrenia.
Esta investigación pretende asociar los problemas de sueño con algunos de los trastornos psiquiá-
tricos más comunes en la infancia y adolescencia. La muestra fue de 1420 niños con edades entre 9 y
16 años. Los resultados revelaron que los problemas de sueño se relacionan con una ansiedad genera-
lizada y depresión, y también con el trastorno de oposición desafiante. La relación que se encuentra
entre los problemas de sueño y estos trastornos psiquiátricos podría proporcionar una disminución de
enfermedades mentales en niños.
En este apartado les ofrecemos los avances más inmediatos en Medicina Psicosomática. Los
breves resúmenes hacen mención a determinados artículos científicos, recogidos de los últimos
números publicados por las revistas más representativas dentro del campo de la Psicosomática
“Journal of Psychosomatic Research”, “Psychosomatic Medicine”o“Journal of Psychiatric Research”.
También se ofrece una breve descripción de artículos del “Journal of Sexual Medicine”, revista
oficial de la International Society for Sexual Medicine y de la International Society for the Study of Women's
Sexual Health.
PSYCHOSOMATIC MEDICINE
Entre las poblaciones de inmigrantes chinos, una larga duración de residencia en los EE.UU se ha
asociado con un elevado riesgo para varias enfermedades crónicas. Aunque los cambios de estilo de
vida después de la migración han sido ampliamente estudiados en la población inmigrante, el impacto
Siever y Davis (1991) autores constituyentes del marco psicobiológico del trastorno límite de la per-
sonalidad (TLP) identifican la inestabilidad afectiva (IA) como una dimensión central del trastorno,
que se caracteriza por una reactividad emocional prolongada e intensa. Recientemente, la habituación
deficiente de la amígdala, definida experimentalmente como un cambio de respuesta relativo a la
exposición repetitiva a imágenes desagradables, ha surgido como un correlato biológico de la IA en el
TLP. La terapia conductual dialéctica (DBT), un tratamiento basado en la evidencia, se dirige a la IA
mediante la enseñanza de habilidades emocionales. El siguiente estudio pone a prueba la hipótesis de
que los pacientes con TLP tratados con DBT mostraran una menor activación de la amígdala y una
mejora de la habituación de la misma, así como una mejor regulación de las emociones después de 12
meses de tratamiento.
Se obtuvieron medidas mediante resonancia magnética funcional (fMRI) antes y 12 meses después
del tratamiento mediante terapia dialéctica conductual (DBT) en pacientes con TLP no medicados.
El grupo control (GC) se tomó como punto de referencia para medir la actividad normal de la
amígdala. Durante cada exploración, los participantes vieron una serie de imágenes cualificadas como
desagradables, neutras y agradables que se presentaban en dos ocasiones (novel, repetición). El cambio
en la regulación emocional se midió mediante la escala Difficulty in Emotion Regulation (DERS).
Los resultados obtenidos mediante fMRI mostraron la interacción prevista Grupo " Tiempo: en
comparación con los HC, los pacientes con TLP mostraron una disminución de la activación de la
amígdala con el tratamiento. En cuanto a la regulación emocional medida con la DERS se hallaron
mejoras significativas después del tratamiento en pacientes con TLP. Las mejoras obtenidas en la habi-
tuación de la amígdala se asociaron con una mejor regulación emocional (medida con la DERS).
El presente estudio tiene una clara relevancia a nivel clínico y apoya que la DBT se dirige a reducir
la hiperactividad de la amígdala. El objetivo de estudios posteriores debería ir dirigido a examinar
cómo los cambios inducidos por la amígdala mediante la DBT interactúan con las regiones del lóbulo
frontal implicadas en la regulación emocional.
Un número creciente de países está adoptando la castración química como una modalidad de tra-
tamiento para los delincuentes sexuales.
El objetivo de este estudio fue evaluar el resultado de la castración química en los delicuentes
sexuales centrándose en la recuperación de la cinética de la testosterona sérica (T).
Este análisis prospectivo incluyó 56 agresores sexuales encarcelados por delitos sexuales en el Hospital
Nacional Forense. Treinta y ocho y 18 pacientes que recibieron 3 y 6 meses de inyecciones de acetato de
leuprolide se asignaron al grupo A y al grupo B, respectivamente. Se evaluó la eficacia del tratamiento en
base a la duración del tratamiento, a las evaluaciones psicoconductuales y a los niveles séricos de T que se
midieron durante el tratamiento y durante un período de observación de 12 meses después del mismo.
Los resultados mostraron que la castración química y la disminución asociada a niveles séricos de
T reducía la frecuencia y la intensidad de los pensamientos sexuales en el 76 % y el 71 % de los
pacientes del grupo A y en el 78 % y el 72 % de los pacientes del grupo B, respectivamente. Las reduc-
ciones en la frecuencia de la masturbación se observaron en el 74 % del grupo A y 83 % de los pacien-
tes del grupo B. La mediana de las puntuaciones de Wilson Sex Fantasy Questionnaire (SFQ) también
se vieron reducidas significativamente en ambos grupos. En el grupo A, se observó un aumento de
suero de T durante los 2 primeros meses después del tratamiento, acompañado de un deseo sexual
intenso y de la frecuencia de fantasías sexuales. En el grupo B, el suero de T se recuperó gradualmente
hasta el nivel basal y se estabilizó hasta los niveles de referencia durante el período de observación. Las
puntuaciones en el SFQ del grupo A volvieron a los niveles previos al tratamiento tras el período de
observación; Sin embargo, las puntuaciones del SFQ en el grupo B permanecieron bajas. La falta de
evaluaciones objetivas de los resultados psicoconductuales supuso una limitación del estudio.
En los últimos años se han llevado a cabo gran cantidad de investigaciones centradas en el sín-
drome del intestino irritable (SII) a fin de ampliar los conocimientos disponibles sobre este, así como
para hallar la comorbilidad existente con otros trastornos.
El presente estudio examinó las tasas de síndrome de intestino irritable en una muestra de 264
pacientes con trastorno límite de la personalidad (TLP), así como los factores de riesgo para el SII en
estos. Los pacientes fueron evaluados al inicio del estudio y en distintas sesiones de seguimiento
mediante entrevistas semi-estructuradas. Las tasas de SII no fueron significativamente diferentes entre
los hombres con TLP recuperados y no recuperados. Sin embargo, se encontró una diferencia signifi-
cativa en las tasas de SII en mujeres con TLP recuperadas y no recuperadas, siendo el segundo grupo
el que presentaba tasas más elevadas de síndrome del intestino irritable.
Los autores concluyeron que las tasas de SII en mujeres con TLP se predecían de manera significa-
tiva mediante los antecedentes familiares de SII y una historia de abuso verbal, emocional y/o físico
en la infancia. Los resultados de este estudio sugieren, consecuentemente, que tanto los factores bioló-
gicos/sociales de aprendizaje como la adversidad en la niñez pueden ser factores de riesgo para el SII
en mujeres con TLP.
Numerosas investigaciones han concluido que la aceptación del dolor contribuye de manera signi-
ficativa a la eficacia del tratamiento del dolor. Sin embargo, se han realizado pocos estudios que exa-
minen si una disminución de ésta contribuye a un deterioro en el funcionamiento del proceso tera-
péutico.
El objetivo de este estudio fue evaluar el papel de la aceptación del dolor en relación con los resul-
tados de un programa de dolor. Se evaluaron 120 adultos con dolor crónico a las 3 semanas y 6
meses después del finalizar el tratamiento. Las medidas de evaluación de la aceptación del dolor
incluían el Cuestionario de Aceptación del Dolor Crónico-8 (CPAQ-8); la escala de catastrofismo del
dolor, la escala de cogniciones de afrontamiento y la escala de kinesiofobia. Las escalas de medición
de los resultados incluyeron el Cuestionario de Discapacidad de Roland Morris; una escala de depre-
sión y ansiedad, una escala de medición estrés y dos medidas de funcionamiento físico.
Gran cantidad de investigaciones han observado que las alteraciones del suelo pélvico durante los
años de la menopausia, como resultado del envejecimiento y la disminución hormonal, pueden dar
lugar a varias formas de disfunción sexual, como la dispareunia (que se encuentra entre las más fre-
cuentes). Sin embargo, pocos estudios han evaluado la función muscular del suelo pélvico en las muje-
res posmenopáusicas con dispareunia.
Los autores llevaron a cabo un estudio transversal para evaluar la actividad mioeléctrica en los
músculos del suelo pélvico en mujeres peri y posmenopáusicas (entre 45 y 60 años) con y sin dispareu-
nia. Además, se evaluó la calidad de vida de las pacientes y la función sexual mediante el Índice de
Función Sexual Femenina. No se hallaron diferencias estadísticamente significativas en el reposo la
actividad muscular, la contracción voluntaria máxima, y la contracción sostenida entre las mujeres
con y sin dispareunia. Sin embargo, se observaron diferencias entre grupos en las puntuaciones obte-
nidas en la escala de evaluación de la calidad de vida y en todos los dominios del índice de función
sexual femenina, excepto en el deseo y la satisfacción (excitación, p = 0,019; lubricación, p = 0,030;
orgasmo, p =. 032; dolor, p <0,001; deseo, p = 0,061; satisfacción, p = 0,081).
Los autores concluyeron que las mujeres con dispareunia presentaban peor calidad de vida y una
función sexual menos satisfactoria en comparación con las mujeres sin esta disfunción sexual.
Los estresores psicológicos pueden interferir con la función sexual, a través de mecanismos psicoló-
gicos y fisiológicos. El estrés crónico, en particular, parece tener un efecto negativo en el funciona-
miento sexual de los hombres y las mujeres.
El presente estudio fue diseñado para identificar las categorías de factores estresantes que contribu-
yen a las dificultades sexuales, así como para evaluar la incidencia de la ansiedad y la depresión sobre
la relación entre el estrés y la función sexual. Los participantes de la investigación fueron reclutados
de una encuesta online en la que se completaron escalas sobre factores de estrés diario, ansiedad,
depresión y función sexual.
Los resultados indicaron que los factores estresantes diarios predicen puntuaciones más bajas en
satisfacción sexual tanto para los hombres como para las mujeres e inciden notablemente en la activi-
dad sexual de las mujeres. Los autores concluyeron que los estresores diarios, la depresión y la ansie-
dad están altamente correlacionados. Se llevó a cabo un análisis de los factores de estrés y se clasifica-
ron en cinco categorías distintas. Los factores de estrés financiero y los factores de estrés relacionados
con el bajo nivel socioeconómico se relacionaron con puntuaciones menores en todos los aspectos del
funcionamiento sexual de las mujeres, pero no incidían sobre las puntuaciones de los hombres. Las
puntuaciones de funcionamiento sexual de las mujeres estuvieron más fuertemente relacionadas con
el estrés y la depresión que las de los hombres. Los resultados sugieren que los factores contextuales
(por ejemplo, el estrés diario o la depresión) son aspectos altamente relevantes a tener en cuenta en la
evaluación de los problemas del funcionamiento sexual.
Son pocos los libros que en al ámbito de la te dedicada al planteamiento teórico del trastorno
Psiquiatría y la Psicología ofrecen pautas concre- y una segunda parte de carácter práctico en el que
tas sobre la intervención específica para tratar de- se ofrecen sesiones pautadas para realizar una in-
terminados trastornos psicológicos. Por el contra- tervención adecuada a lo largo del tiempo.
rio, son muchos los profesionales que buscan cons- Aun teniendo en cuenta la brillante exposición
tantemente, guías de intervención para ofrecer un práctica sobre los casos guiados, no podemos pasar
tratamiento adecuado a cada persona en función de por alto la elocuente explicación teórica sobre am-
su problemática. No es extraño encontrarse con bos trastornos. Como bien anticipaba previamen-
libros, supuestamente de intervención, que reple- te, nos encontramos ante un planteamiento holís-
tos de conceptos teóricos, nos ofrecen una visión tico de una problemática vigente, en donde descubri-
meramente conceptual sobre un trastorno. Sin em- remos descripciones y argumentos sobre su eva-
bargo, no es el caso del libro “Dificultades de apren- luación, prevención, diagnóstico y al mismo tiem-
dizaje. Intervención en dislexia y discalculia”, al po, sobre la percepción de la familia y el profeso-
que podríamos considerar como un libro de inter- rado. Siendo ésta última implicación un punto cru-
vención que todo psicólogo, dedicado a los trastor- cial del libro, puesto que es básico integrar a las
nos del aprendizaje, debería tener en su despacho, familias y al personal docente para ofrecer pautas
como guía de actuación (1). de actuación y brindar estrategias a los profesio-
No es de extrañar que tanto Jerónima Teruel co- nales que día a día, se encuentran con esta proble-
mo Ángel Latorre, realicen una exposición tan mática en las aulas. Profesionales perdidos ante la
completa sobre la dislexia y la discalculia, pues sintomatología y manifestación de estos trastor-
sus trayectorias profesionales, con amplia experien- nos, que sin ser conscientes de la transcendencia,
cia en el ámbito de los trastornos del aprendizaje, condenan a niños y adolescentes afectados, a conti-
les ha llevado hasta las aulas. nuas frustraciones por no tener su currículo acadé-
Al adentrarnos en sus páginas, nos encontramos mico adaptado a sus necesidades. De manera que
ante un libro cómodo, manejable, transportable y resulta de gran utilidad la publicación de libros
dirigido a psicólogos que trabajan en el ámbito de que describen la realidad de los trastornos psicoló-
la infancia y la adolescencia, especializados en tras- gicos que se encuentran tanto en las consultas psi-
tornos del aprendizaje. Un libro que se divide en cológicas como en los centros educativos.
dos grandes bloques: el primero dedicado a la ex- Nos encontramos ante una completa guía de in-
plicación conceptual e intervención de la dislexia, tervención, que tiene en cuenta todos los ámbitos
y el segundo a la discalculia. No debe esperar el que afectan directamente a la dislexia y la discal-
lector una simple explicación de lo que son am- culia, incluyendo factores teóricos, prácticos y del
bos trastornos y sus sintomatologías, entre sus mismo modo, a profesionales, familias y niños con
páginas encontrará un análisis completo sobre su estos trastornos. Espero no ser alarmante si afir-
repercusión actual y más de ochenta páginas dedi- mo que debería ser una lectura obligada para los
cadas a programas de intervención específicos, con profesionales dedicados a este ámbito, pero creo
estudios de casos, guiados sesión por sesión. Por que no debemos olvidar que tal y como afirman
lo que dentro de cada bloque explicativo sobre dis- los autores si no se detectan estos trastornos, “se
lexia y discalculia, nos encontramos con una par- augura un porcentaje elevado de fracaso escolar,
Tilesa OPC
Telf.: +34 913 612 600
Fax: +34 913 559 208
XVI World Congress of Psychiatry 14-18 Septiembre 2014 Web: MADRID
www.wpamadrid2014.com
E-Mail: secretariat@wapa-
madrid2014.com
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XXVI Jornades Tècniques de l’Institut Telf.: +34 93 323 85 73
Guttmann (Innovacions Terapèutiques 16 Octubre 2014 E-Mail: BARCELONA
en el Dolor Neuropàtic) guttmann@activacongre-
sos.com
Viajes Halley
Telf.: 91 455 00 28
XVIII Congreso Nacional de Psiquiatría 24-26 Septiembre 2015 Fax: 91 549 93 48 SANTIAGO DE
E-Mail: COMPOSTELA
congresos@viajeshalley.es
2. Manuscripts should be submitted through the following e-mail address: psico.dex@quiron.es. They
should be addressed to the attention of Dr. JM Farré i Martí.
3. Manuscripts are reviewed with the understanding that they are original, have not been published, and are
not under simultaneous review elsewhere. All authors must approve of the submission, and before publica-
tion, the corresponding author should secure permission to name anyone listed under acknowledgments. Most
manuscripts are sent to outside peer reviewers. The rights of reproduction in any form are property of
“Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de Enlace”. Authors must state whether potential con-
flicts of interest exist and in case of including previously published material in the manuscript, authors must
also include all corresponding permissions.
4. Manuscripts must comply with the publication standards of APA (American Psychological
Association). Being some of the basic requirements:
a. Papers should not be longer than 6000 words (including references, figures and tables) in DIN-A4 size.
The entire document should be in 12 point normal times New Roman, 1.5 spaced, with margins of 3 cm and
the page number placed at the upper right.
b. First page must contain: title in Spanish and English. Authors and affiliations; all names are listed
together and separated by comas. Affiliations should be keyed to the author's name with superscript numbers
and be listed as follows: Laboratory, Institute, Department, Organization, City, and Country. The Corres-
ponding Author should be marked with an asterisk. Provide the exact contact address (this time including street
name and city zip code) and email of the corresponding author in a separate paragraph. The second page should
include an abstract in Spanish and English (maximum 250 words) with four key words also in Spanish and
English.
d. All citations in the text must be in the reference list and vice-versa. The references should only include
articles that are published or accepted. In-text citations should be called according to the surname of the first
author, followed by the year. For works by 2 authors include both surnames, followed by the year. For more
than two and less than six authors, include all authors at the first citation and in the following ones include
the first author followed by "et al.", followed by the year. For works of more than 6 authors include only the
surname of the first author, followed by et al., followed by the year. If the author's name is part of the narra-
e. References should be listed at the end of the manuscript in alphabetical order conferring the first author
surname according to the following criteria:
i. Books: Author (Surname, coma, first letter of the name and full stop; in case of multiple authors, sepa-
rate with coma and before the last with a "y"), full stop, year (in parentheses), full stop, full title in italics,
full stop, city of edition, colon, publisher, full stop.
ii. Chapters in collective books: Author(s) (surname, coma, first latter of the name and full stop; for mul-
tiple authors, separate with coma and before the last author add "y" or “&”) , full stop, year (in parentheses),
full stop, title, full stop, followed by the authors’ names of the book (first letter of the name, full stop, sur-
name) followed by "Eds." (in parentheses), coma, book title in italics and in parentheses, chapter page, full
stop, city, colon, publisher.
iii. Journal articles: Author (surname, coma, first letter of the name and full stop; in case of multiple aut-
hors, separate with coma and before the last with a "y" or “&”), full stop, year (in parentheses), full stop, title
of the article, full stop, name of the journal in italics, coma, volume, number in parentheses, coma, first and
last page separated by a hyphen.
5. Book Reviews: will be submitted in .doc format and in 12 point normal New Roman Times with 1.5
spacing. Head title should be the book title followed by the book reference citation. Book reviews should not
exceed 800 words.
6. Once the submission has been completed, the corresponding author will receive a confirmation email
and the manuscript will be forwarded to referees for external evaluation. Corresponding author will be periodi-
cally updated with the manuscript status (suggested review modifications and/or manuscript acceptance).
The manuscripts will remain, as far as possible, the following structure, in addition to those previously
mentioned in paragraph 4 (except 4c):
• Patient Identification
• Analysis of the reason for consultation
• History of the problem
• Analysis and description of the problem behaviors
• Establishment of treatment goals
• Study of the therapeutic objectives
• Selection of the most appropriate treatment
• Selection and application of assessment techniques and results obtained in this phase
• Treatment implementation
• Evaluation of the treatment effectiveness
• Follow-ups: specify whether they took place and in what periods
• Remarks
Las cartas al Editor serán consideradas para publicación si van acompañadas de una carta
de presentación, indicando que son "para su publicación". Su objetivo debe ser comen-
tar los artículos publicados en Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de
enlace. Límite de palabras = 500. Límite de referencias = 10. Las cartas deberán reci-
birse en un plazo de 6 meses desde la publicación del artículo. Aquellas que se reciban
después del plazo límite no serán consideradas para su publicación. Las cartas conside-
radas serán enviadas al autor principal del artículo para que las responda en nombre del
grupo, que tendrá la última palabra en el asunto. No se considerarán las cartas adicio-
nales que discutan algún cambio publicado en las Cartas al Editor de la revista. Las car-
tas deberán incluir el título y el autor del artículo y el mes y año de publicación.
Letters to the Editor will be considered for publication if they are accompanied by a cover
letter stating that they are “for publication”. Their purpose should be to comment on arti-
cles published in Cuadernos de Medicina Psicosomática y Psiquiatría de enlace. Word
limit = 500. Reference limit = 10. Letters must be received within 6 months of the arti-
cle’s publication. Letters received after the deadline will not be considered for publica-
tion; those considered will be sent to the article’s corresponding author to reply on
behalf of the group, wich will represent the final say on the matter. No additional letters
discussing an exchange published in the Journal’s Letters to the Editor will be conside-
red. Such letters must include the title and author of the article and the month and year
of publication.