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La presente obra recoge los trabajos presentados HISTO lA DE LA

en el Coloquio homónimo llevado a cabo en julio


de 1993, cuya finalidad fue la de reunir a investi- NTROPOL GIA
gadores, de las diferentes especialida es de la an-
tropología caracterizados por ani testo E MEX CO
interés crítico en el discurrir sobre a • or·a de
sus profesiones. Así, el Coloquio ·t yó e un
.,
Fuentes y transmísíe
encuentro de recuentos, vivencias, ,. e i lu-
so prospectivas, todo desde la vis·' lo a el
ejercicio de la antropología co o ·v·dad MECHTHILD
académica, científica y política. Compil do
El lector podrá adherirse o no o
puntos de vista aquí expresados,
indiferente ante muchos de los enf1..,t.
dos, los cuales pueden revelárse e cellB. oritrin
sugestivos, polémicos o aun a t·t:é'U.-'
RIO DE IDSTORIA, FILoSOFíA y so.~L04GIA
ANTROPOLOGíA MEXICANA, or&I__ lOr
loquio, hace patente con esta o,or:•• ",I_~V
que en la antropología, y so
hay aún mucho que decir, espee••••• te
asume como una ciencia de c01mllln_iIo
social.

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La historia de la
antropología en México
Fuentes y transmisión

Seminario de Historia, Filosofía y Sociología


de la Antropología Mexicana.

La historia de la
antropología en México
Fuentes y transmisión

Varios autores

Compilación

MECHTHILD RUTSCH

Índice

Prefacio
Mechihild Rutscb 11
Colaboración en la organización del volumen: Ignacio Rodríguez
Diseño de portada: Plaza y Valdés, S.A. de c.v. Conferencia Magistral . . . . . . . . . . . . . . . 15
Dibujo de portada y caricatura: Noel Morelos Curtis Hinsley, Antropología e identidad nacional:
Cuidado de la edición: Carlos García Mora Reflexiones acerca de los Estados Unidos
en el siglo XIX . . . . . . . . . . . . . . . 17
Primera edición: marzo de 1996
Mesa 1: La importancia de la historia de
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO la antropología en México . 37
Mechthild Rutsch, Presentación . 39
© Universidad Iberoamericana Guillermo de la Peña, Nacionales y extranjeros
© Instituto Nacional Indigenista 41
en la historia de la antropología mexicana .
© Plaza y Valdés, S.A. de C.V.
Ignacio Rodriguez García, Recursos
ideológicos del Estado mexicano: el caso de
Derechos exclusivos de edición reservados para
la arqueología . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
todos los países de habla española. Prohibida la reproducción
total o parcial por cualquier medio, sin autorización Luis Alberto Vargas, La enseñanza de la
escrita por los editores. historia de la medicina, motivo de reflexión
para la antropología física . . . . . . . .. 105
Editado en México por Plaza y Valdés Editores Francisco Javier Guerrero, El desencuentro
Manuel María Contreras Núm. 73, Col. San Rafael del marxismo y la antropología en
México, D.F. Tel. 705-00-30 México, 1970-1990 . . . . . . 117
Luis Vázque: León, Comentario 131
ISBN: 968-856-428-1

HECHO EN MÉXICO Mesa 11: Las fuentes de la historia de la


antropología en México . . . . . . . . . 137
Esta obra es una coedición entre Alba Gonzále; Jácome, Presentación 139
la Universidad Iberoamericana, el Rodolfo Coronado Ramirez; Las fuentes orales
Instituto Nacional Indigenista y
en la historia de la antropología en México 143
la editorial Plaza y Valdés.

GuilLermo Alfaro TeLpaLa, El testimonio de las Fernando Cámara Barbachano, La enseñanza de


imágenes: el uso de la fotografía y la cinematografía la antropología dentro y fuera del aula. Una
en antropología . . . . . . . . . . . . . . . . . . 153 experiencia personal . 295
Columba Quiñone: Amézquita, Las bases de datos: Francisco Barriga Puente, El aula dilatada . 313
su importancia y difusión en la antropología Leonardo Manrique Castañeda, Comentario 325
mexicana 159
Luis Vázquez León, El Archivo Nacional de Antropología
del INAH, un proyecto 171
A. Tonatiuh Romero Contreras y Tomás Martine:
Saldaña, La enseñanza y la investigación
antropológica en el Colegio de Postgraduados 185
Jesús Monjarás-Ruiz; La obra y el archivo de
Robert H. Barlow, apuntes preliminares 201
Eréndira Nansen Diaz; El acervo manuscrito autógrafo
como fuente para la historia de las ideas científicas:
los manuscritos de Humboldt 213
CarLos Garcia Mora, La creatividad científica a través
de los papeles de un etnólogo (a propósito del
archivo personal de Paul Kirchhoff) 225
Salomón Nahmad, Comentario 247
Wayne Robins, Comentario . . . . . . 253

Mesa III: La transmisión formal e informal


de la memoria histórica de la antropología
en México . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
Andrés Medina, Presentación . . . . . . . . . . . 261
Raymundo Mier, Las taxonomías del desprecio.
Vicisitudes en la historia de la antropología
en México . . . . . . . ." . . . . . . . . . . . . 269
Jaime Litvak King, El anecdotario como parte de
la formación del antropólogo 283
Otto Schumann Gálvez; La formación extramuros de
los lingüistas 291
s

AGRADECIMIENTOS

El Seminario de Historia, Filosofía y Sociología de la Antro-


pología Mexicana desea dejar constancia de su gratitud por los
múltiples apoyos financieros y logísticos brindados para la
realización del Coloquio así como la publicación del presente
volumen. El Instituto Nacional de Antropología e Historia, su
Secretaría Técnica, su Coordinación Nacional de Investigación,
su Dirección de Etnología y Antropología Social (sede del
Seminario) y su Escuela Nacional de Antropología e Historia
(sede del evento) hicieron posible la realización del Coloquio.
El Instituto Nacional Indigenista (Dirección de Investigación
y Promoción Cultural) y la Universidad Iberoamericana (Depar-
tamento de Ciencias Sociales) patrocinaron con entusiasmo el
proyecto de la presente edición, lIevándolo a feliz término.
Más allá de las instituciones, los momentos de logros y
también las vías de su realización pasan por personas, tienen
rostros y presencias, deudoras de buenos deseos, vertidos en
práctica voluntad activa. Si bien esta es obra colectiva y por
tanto se debe al esfuerzo de todos los colegas del Seminario,
queremos agradecer en especial el apoyo activo y los buenos
oficios del Dr. Luis Vázquez León y de los coordinadores de
mesas, la Dra. Alba González Jácome y el Mtro. Andrés Medina
así como la disposición del Arqlgo. Ignacio Rodríguez y del
Mtro. Carlos García Mora por cuidar la edición de la publica-
ción que acompañó al evento. Tanto el Dr. Enrique Nalda, la
Mtra. Isabel Lagarriga, la Mtra. Gloria Artís, el Mtro. Héctor
Tejera, la Lic. Leticia Rojas y la Lic. Ixchel Delgado Jordá
resolvieron con dedicación profesional gran parte de la logística
imprescindible. Durante el evento y su realización, también se
montó un testimonio de nuestro pasado organizado en forma de
exposición temporal. Nuestras gracias por el entusiasmo y la
dedicación profesional de la Etnlga. Cristina Suárez y Farías PREFACIO
quien tuvo a su cargo esta labor.
Sobre todo, queremos agradecer al Lic. Carlos Garza, direc- Mechthild Rutsch*
tor del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad
Iberoamericana y a la Comisión de Publicaciones del mismo,
así como al Etnlgo. Julio Pérez, la Lic. Andrea Huerta y la Soco
Marcela Villegas del INI, por el apoyo financiero, así como su
entusiasta cooperación y eficiencia para la edición y publica-
ción de la presente memoria.
Polo de tensión interna, profundamente política, la memoria
l.
histórica aquí evocada se antoja dispersa y escindida en sus
fuentes y transmisión. La autorreflexión --como dice Ray-
mundo Mier: "esta posibilidad de la antropología de reflexio-
nar sobre sí misma" -abre otro paso diverso y contrastante.
No obstante, desde las vidas, ideologías, nacionalidades e
11
identidades y hasta los desencuentros, exclusiones, anecdo-
tarios, archivos de antropólogos, acervos manuscritos, orga-
nización en bases de datos, aulas dilatadas y la docencia en
antropología física, lingüística, social y arqueología, hemos
hablado y escrito para dialogar, coloquiar. Diálogo en un
sentido doble: entre nosotros mismos, colegas de la misma
disciplina y con nuestro pasado académico-político y las
visiones e interpretaciones que de él tenemos.
El presente volumen es el resultado de un diálogo realizado
del 5 al 7 de julio de 1993, durante el Coloquio La historia de
la antropología en México, fuentes y transmisión.
Si como dice Curtís Hinsley la empresa comunica tiva está en
el corazón del quehacer antropológico, entonces hemos dado un

* Dirección de Etnología y Antropología Social (DEAS) del INAI!. Coordinadora general


del Coloquio y sus memorias.

11
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO PREFACIO

paso en esta dirección, en la dirección por reencontrar un len- mexicana como un quehacer antropológico sustantivo que, no
guaje posible entre antropólogos "pedestres" (expresión de Leo- obstante, ha sido escasamente reconocido en nuestro medio
nardo Manrique, cf su comentario a la Mesa 3) y aquéllos de nacional. Con salvedad de algunas honrosas y destacadas ex-
orientación más filosófica y/o histórica. cepciones (citadas a lo largo de diferentes) ponencias y comen-
Todo comenzó con la duda: ¿hay condiciones para la refle- tarios), el hecho es que ni en la enseñanza ni en la producción
xión sobre nuestra memoria, sus influencias, aciertos y vaci- bibliográfica se testimonia la importancia y la sustantividad de
laciones? ¿Podremos despertar suficiente interés entre la reflexión crítica sobre nuestro pasado, y menos aún un análi-
colegas adscritos a diversas instituciones y tradiciones aca- sis "que comprendiera las relaciones personales en sus signifi-
démicas? Más allá de las buenas intenciones, la asistencia de cados social, teórico y político" (García Mora 1987). Así las
todos los ponentes, así como la del público (durante los tres cosas, el Coloquio hizo dos propuestas concretas: una, la ins-
días del Coloquio) respondió a nuestra duda. Confirmó la tauración de una cátedra de historia de la antropología en la
presencia de una fuerte inquietud por (re)valorar lo que so- Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) que fuese
mos hoy, ayer, mañana. Si bien la antropología mexicana ha rotativa e impartida por diversos especialistas. La otra se refiere
sido "patria lista " -ligada a conveniencias estatales diversas a la creación de un archivo de antropólogos en el que se custo-
y sexenales- tal interés es factor sine qua non de las condi- diaran los testimonios de nuestra labor como colectivo, abierto
ciones de posibilidad de una reflexión que apunta traspasar a las necesidades de investigación y consulta (cf la ponencia de
sus fronteras institucionales y (sub)disciplinarias. Y éste tam- Vázquez León, Mesa 2).
bién ha sido el espíritu de nuestro Seminario, pues la pregunta Volver la historia de la ciencia, y en nuestro caso la
por la historia y la actualidad de malestares académicos, historia de la antropología, una (auto)reflexión sustantiva,
patrimoniales, de género, de trabajo de campo y otros, pasa implica un trabajo arduo que pasa por el derrumbe del
por el encuentro y la discusión -a veces encarnizada- de postulado de un pasado "objeto" y un presente "sujeto" así
diferencias teóricas e interpretativas y rebasa un enfoque como el reconocimiento de que el supuesto objeto externo
reduccionista de tradiciones aparentemente establecidas. determina desde dentro sus quehaceres. Como dice Cardo-
Hoy estamos ante una coyuntura política que más que za y Aragón (1986), el pasado es imprevisible: un porvenir
nunca pretende amarrar el pensamiento científico a su ciega reconociéndose en el presente. También lo es nuestra me-
tendencia económica y utilitaria. Más que nunca urge, pues, moria histórica y sus testimonios de los que el lector
la autorreflexión como fuente de una posible (re)valoración encontrará una transcripción de viva voz en el relato del
critica. Pero, como señaló Fabián (1991), para el antropólogo
maestro Fernando Cámara (Mesa 3).
critico la antropología debe ser reinventada de manera conti-
George W. Stocking (1968) afirma que la historia de la
nua, pues la crítica no es acumulativa en términos de una sola
antropología sí nos confronta con un rico espejo de problemas
tradición establecida.
donde podamos actuar fructíferamente. El lector juzgará si es
En este sentido, el lector encontrará en estas memorias múl- que las páginas siguientes cumplieron con este cometido.
tiples puntos de reflexión por profundizar. Quiero simplemente
señalar uno de ellos. Se refiere a la historia de la antropología México, Distrito FederaL, a 7 de julio de 1994

12 13
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

Referencias citados
Cardoza y Aragón, Luis, El rto. Novelas de cabal/ería, México, Fondo de Cultura
Económica, 1986 (Col. Tierra Firme).
Fabian, Johannes, Time and the Work o/ Anthropology. Critical Essays /97/-/991,
Berkshire, lIarwood Academic Publishcrs, 1991.
Gamio, Manuel y Andrés Medina, Dos aportaciones a la historia de la antropologia en
México, publicación con motivo del Coloquio La I listoria de la Antropología en México:
Fuentes y Transmisión, México, Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1993.
García Mora, Carlos, "Pródromo", en La antropologia ell México, Panorama histórico,
México, Instilllto Nacional de Antropología e Historia,\. 1, 1987.
Stocking, Georgc W. Jr., Roce, Culture and Evolution, Nueva York, T1,e Free Prcss,
1968. CONFERENCIA
MAGISTRAL

14
ANTROPOLOGÍA E IDENTIDAD
NACIONAL: REFLEXIONES ACERCA DE
LOS ESTADOS UNIDOS EN EL SIGLO
XIX*
Curtis M. Hinsley**

Me alegra poder estar hoy con ustedes. Quiero dar las gracias
a Mechthild Rutsch y al Instituto Nacional de Antropología e
Historia por su invitación y las facilidades brindadas para mi
viaje a la ciudad de México.
El año pasado se cumplieron exactamente 100 años desde que
la Universidad Clark de Massachusetts otorgó el primer docto-
rado en antropología de los Estados Unidos a un estudiante de../
Franz Boas. También en 1992 se cumplieron justo 100 años
desde la Feria Mundial de Chicago y se celebró el 500 aniver-
sario del primer viaje de Colón al Nuevo Mundo. Este evento
provocó una nueva fascinación del público estadounidense en
general por los artefactos y las culturas arqueológicas y antro-
pológicas.
De esta forma, ya sea que nos ocupemos de las disciplinas
profesionales de la antropología o de la arqueología; ya sea que
abarquemos más directamente sus manifestaciones públicas e

* Versión original en inglés, traducida por Mechthild Rutsch .


•• Profesor de Historia Americana. Northem Arizona University.

17
HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO CONFERENCIA MAGISTRAL

institucionales, desde la Feria Mundial hasta la revista National a las complicaciones morales implicadas en el estudio de pue-
Geographic, en cualquiera de estos casos nos ocupamos más o blos vivientes, o a las cuestiones igualmente apremiantes que
menos de los últimos 100 años de historia. surgen por el acto de turbar las tumbas y las casas de ancestros
No obstante, como sabemos todos los presentes, la antropo- humanos o por remover artefactos de su sitio original. En el
logía es tan antigua como la humanidad. Herodoto, historiador crecimiento de la antropología como un todo pueden distinguir-
y etnógrafo de la Grecia antigua, consideró como su primer se dos elementos constantes: esto es, la antropología involucra
deber "interpretar la imagen de la humanidad, ilustrar casos al estudio de otros humanos y, al menos hasta muy recientemen-
paralelos; separar, mediante la comparación, la observación te, esto se dio en un marco de desigualdad y de dominación
genuina del comentario incierto" (Myres 1908:22). Durante su política. ~estructura básica de la antropología, es decir, la de
primer viaje y con relación a los pueblos que había encontrado, centro-perifeña, hunde proTüñdaS raÍCes en lo que ha~
Cristóbal Colón escribió: "Nadie que no lo ha visto, lo podrá experiencia política central y global de los últimos 500 años: la
creer. Aunque otros han hablado o escrito acerca de estos países, eEansión de los estados-nación y sus intereses económico-po-
hasta ahora todo esto fue mera conjetura" (Majors 1870:7). líticos en todo el mundo. Por tanto no sorprende que la antro-
Colón expresaba así su convicción de que el viaje y el descubri- Pclogía como enfoque, o más bien como una serie de enfoques
miento finalizan con el regreso a casa y culminan en el esfuerzo para comprender a la humanidad, haya sido profundamente
por transformar la experiencia personal en conocimiento com- impactada por e implicada en estas realidades políticas. Ha sido
partido por el público. Por eso la comunicación es el corazón de persistente el conflicto entre el deseo por obtener conocimiento
la empresa antropológica; como sus predecesores, Herodoto y acerca de los otros, por un lado, y el derecho propio, de estos
Colón, los antropólogos viajan extensamente; su pertenencia a otros a la privacidad y la autodeterminación, por el otro. La
un lugar es sólo marginal; en tiempo y espacio median entre lo historia nos enseña que aquellos pueblos sujetos de estudio de
familiar y lo extraño, entre lo propio y lo otro. Virtualmente la antropología tuvieron muy escasas oportunidades para inter-
todos los antropólogos comparten una común estructura de pretar e intercambiar ideas con relación al uso y el control de la
experiencia: un movimiento periódico fuera del centro o la casa información recolectada por antropólogos y arqueó lagos.
(metrópoli, universidad, museo) hacia la periferia antropológica Como subdisciplina central de este Coloquio, también la
(el "sitio" o el "campo", que puede encontrarse ya sea al otro historia de la antropología hunde sus raíces estadounidenses en
lado del mundo, ya sea en el traspatio de la propia casa), y de dinámicas geopolíticas globales. Hasta los años sesenta, cuando
nuevo vuelven hacia el centro/casa. Su patrón básico es la el libro de Thomas Kuhn, The Structure o/ Scientific Revolu-
inmersión temporal en un ambiente extraño seguido por el tions (1959) I comenzó a ejercer una profunda influencia sobre
regreso con conocimiento o perspectivas nuevas. Esto marca nuestra percepción relativa a la estructura y los procesos de la
el flujo de la empresa: la distinción central se ubica entre casa ciencia (tanto históricamente como en la actualidad), la mayor
y campo, entre lo propio y lo otro.
En este movimiento entre casa y campo, o entre centro y
periferia, los antropólogos y los arqueólogos no pueden escapar 1 Versión en español, La estructura de las revoluciones cientlficas, Fondo de Cultura
Económica, México, 1971 IN.del Trad.l.

18 19
HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO CONFERENCIA MAGISTRAL'-- _

parte de la historia de la ciencia en los Estados Unidos se de la 'profesionalizacióñ]' como tal roblema ue durante los
escribía por los protagonistas de edad avanzada de las diversas años sesen a y setenta comenzó a ser examinado y problema1i-
disciplinas, en parte como pasatiempo de jubilación, en parte Z;do, aun antes de la difUSión de la crítica de Michel Foucault
como fragmento de sus memorias, o tal vez también como entre 'los académicos estadounidenses), el incipiente interés de
palabras definitivas en disputas añejas. En la mayoría de los los antropólogos en su propia historia se debió ante todo a un
casos estas historias solían ser bastante progresistas y positivis- sentimiento de crisis respecto de la metodología, el sentido y
tas (por ejemplo, si pensamos en History of Ethnological Theory Faun del fundamento epistemológico. Con estas palabras descri-
[1937] de Richard Lowie, o en A Hundred Years of Archeology be Stocking (1983:4) la "crisis":
[1950] de Glyn Daniel). Hace ya algunos años y acerca de este
tipo de historias de la arqueología escribí lo siguiente: Durante mucho tiempo la entrada de los antropólogos al
campo colonial había estado protegida por las potencias
[...] tanto en su recolección de los datos como en su molde europeas. Con su retiro, los antropólogos se encontraron ante
teórico la mayoría de éstas todavía buscan una lógica de el problema de un acceso cada vez más difícil a los "otros"
progreso. No importa la manera en que uno pueda modificar no europeos (a la vez que su estudio resultó ética mente más
este tipo de historia -introduciendo nociones de estructura problemático). Tradicionalmente esos "otros" no europeos
paradigmática, admitiendo ocasionales giros equivocados o habían estimulado la imaginación antropológica; pero, a cau-
aun la naturaleza exclusiva de una comunidad científica bajo sa del cambio cultural, esos otros al fin parecían comprender
condiciones de "ciencia normal"- en su esencia éstas siguen la antigua predicción antropológica relativa al "primitivo en
siendo historia Whig un legado de la Ilustración que ya desaparición". Algunos presintieron "el fin de la antropolo-
presupone justamente aquello que intenta ilustrar: una trayec- gía" junto con su tradicional materia de estudio (cf Worsley
toria ascendente hacia un conocimiento más exacto y acumu- 1970). Otros se preguntaron si la antropología era una forma
lativo. Este tipo de historia celebra la fuerza generadora de de conocimiento universal y reversible o si simplemente
la teoría y del dato, un proceso dialéctico de prueba y de consistía en la manera en la que los europeos se habían
cambio que ante todo presume ser autónomo y autorregulado explicado la existencia de los "otros" encontrados durante el
(Hinsley 1989:80). periodo de los siglos de expansión europea (Stocking
1982:419). Aun otros propusieron "reinventar" la discipli-
George Stocking rastreó la "preocupación más sistemática" en na[ ...] (Hymes 1973).
la historia de la antropología hasta el congreso del Social Scien-
ce Research Council de 1962 y, más específicamente, hasta los La nueva reflexividad en la antropología --en especial entre los
esfuerzos del antropólogo A. 1. Hallowell (Stocking 1983:3; cf. antropólogos culturales- y en general esta nueva receptividad
Hymes 1962). Conforme creció el interés de intelectuales e ante el examen de los contextos políticos, económicos e intelec-
historiadores sociales en las disciplinas profesionales desarro- tuales de la antropología, da impulso a los nuevos estudios sobre
lladas en los Estados Unidos, así como su interés en el fenómeno las relaciones entre figuras individuales, sistemas teóricos e

20 21
mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO CONFERENCIA MAGISTRAL

institucionalización. La mayoría de éstos ya hablan perdido los poco más formal. El Bulletin se concibió en analogía al News-
tonos progresistas de las historias más tradicionales e "interna- letter e intenta cubrir la arqueología --disciplina que no es
listas" descritos antes. En deuda tanto con la historia intelectual, abarcada por el Newsletter. En ambos casos el formato permitió
más bien convencional, como con las ideas de Thomas Kuhn, una comunicación flexible, interdisciplinaria y de individuo a
mucho de la historia de la antropología de los setenta cayó en individuo que parece funcionar bien en los contextos académi-
el modelo de "ideas/individuos/instituciones". Tal como lo veo
ahora y en retrospectiva -ya que estoy describiendo tanto mi
propia obra (por ejemplo, Hinsley 1981) como la de otros- me
cos y museísticos de los Estados Unidos. Como explicaré con
más detalle abajo, la historia de la antropología es una subdis->
ciplina híbrida e intersticial; •.por ello debe buscar sus salidas de
+
sigue pareciendo útil y necesario, pero de poco filo crítico. publicación/comunicacIón mediante canales de revistas, edito-
No obstante, había algunas excepciones, una de las que deseo riales y noticias a veces oscuras. Esto pertenece alIado negativo
mencionar, el volumen Anthropology and the Colonial Encoun- del asunto. El lado positivo de éste es que, a causa de su mismo
ter (1973), editado por Talal Asad, levantó preguntas centrales estatuto marginal o intersticial, la historia de la antropología
relativas a la interrelación y el funcionamiento mutuo de siste- disfruta de una notable energía intelectual, creatividad y sensi-
mas coloniales y los proyectos antropológicos cuyas implica- bilidad ante la innovación.
ciones, a 20 años de distancia, apenas estamos explicitando (ef En 1983,20 años después de una reunión sobre la historia de
Stocking 1991). Mientras, hacía tiempo se había notado la la antropología y diez años después de la fundación de la History
Intima complicidad intelectual entre el funcionalismo británico 01 Anthropology Newsletter, George Stocking anunció el prin-
y el pensamiento y la práctica imperial --como también el papel cipio de un volumen anual de ensayos titulados simplemente
frecuentemente ambivalente y multivalente de los antropólogos History 01 Anthropology, Cada volumen (hasta ahora se han
inmersos en estos sistemas-, en tiempos de la publicación de impreso nueve) ha tenido un foco temático -tradiciones en el
Asad ni siquiera se había sospechado la complejidad (multi)cul- trabajo de campo, museos y colecciones, antropología física,
tural de estos asuntos. colonialismo, etcétera- con algún espacio dedicado a ensayos
En 1973 Stocking fundó la History 01Anthropology Newslet- ocasionalmente no relacionados con el tema central. La opción
ter (Chicago), un boletín semestral de noticias impreso a bajo de enfocar los volúmenes hacia un solo tema a veces requirió
costo, distribuido por suscripción (individual $ 5 al año; insti- un esfuerzo editorial extraordinario, pero también dotó a cada
tuciones $ 6 al año). Este boletín sigue siendo la mejor opción volumen de la presentación de múltiples aspectos de algún
para los interesados en la historia de la antropología; en esencia asunto persistente o emergente en su campo respectivo; los
es un centro de información bibliográfica, un medio para faci- mejores volúmenes presentan un discurso multivocal, resaltado
litar la comunicación entre individuos que persiguen investiga- por amplias y valiosas bibliografías.
ciones similares, así como un testimonio del crecimiento del El formato de History 01 Antliropology me parece especial-
tema de fácil acceso. En 1991 se inició la publicación del mente bien adaptado a los cambios críticos en la historia de la
Bulletin 01 the History 01 Arehaeology (St. Louis) y ahora ya antropología que comenzaron en los primeros arios de la década
lleva tres años. El precio es el mismo, aunque el formato es un de los ochenta. En primer lugar, la "crisis" de los sesenta y los

22 23
HISTORIA DE LA ANTROPOLOGiA EN MÉXICO CONFERENCIA MAGISTRAL

setenta no mostró signos de abatimiento, mientras la antropolo- Ja historia de la antropología, bajo la ~nfluencia y tomando en,
gía social o cultural, tradicionalmente el centro del nexo disci- oréstamo ideas aparentemente muy alejadas de_su campo, en los
plinario angloamericano, continuó escindiéndose en -;lños ochenta se transfornló aceleradamente en algo más que una
subespecialidades cada vez más fracturadas. Como escribió ~historia de :a disciplina o la historia de ~rofesionalización en
Stocking en aquel entonces: "Ya sea que se reinventa o simple- sentido lato. Al mismo tiempo se hicieron sentir y se absorbie-
mente continúa siendo arrastrada por la inercia institucional.jlg ron las profundas y hondas críticas de figuras tales como Michel
~ropología en íos primeros años de los ochentaéontin~ Foucault, Jacques Derrida, Pierre Bourdieu, Edward Said y, en
~ndos asuntos de identidad discip}inaria." (Stoc- ~a profcsiot~dounidense mas directamente, la figu-
king 1983:4; cf. Hoebelt 1982). En segundo lugar, la c~isis del ra de Hayden White (críticas que, desde luego, en varias oca-
método y del sentido parecía expandirse a la arqueología, hasta siones encontraron una vigorosa contestación). Desde un
entonces la rama más científica y confidencialmente positivista asombroso número de posiciones y perspectivas intelectuales
de la antropología. En parte debido a las escasas perspectivas comenzaron los ataques al "modernisrnovy al "proyecto modero
de empleo, a una dependencia cada vez mayor de los contratos nista ". Para poner un asunto muy complicado en términos muy
gubernamentales, y a las dificultades de acceso a sitios "vír- simples: al tiempo que ahora entramos a la última década del
genes", también entre los arqueólogos se podían escuchar co- siglo, la hislOria de la antropología es entendida por muchos.
mentarios de menor certeza y confianza, muchas veces colega~n los Estados Unidos como una vía hacia una autocolll,:, -f
acompañados por retrospectivas a tiempos anteriores, tal vez ,Prensión cr;¡:ca del modemismo en el mundo occidental. Ya sea
simplemente más felices. Asimismo la necesidad de regresar a que se entienda al modernismo en sus varios aspectos como
sitios que ya habían sido excavados -la arqueología de "revi- glorificación y reificación del Estado-nación, o como la expan-
sita"- naturalmente llamó la atención hacia las notas, el regis- sión global y la dominación de varias formas capitalistas de
tro y las piezas de colección de arqueólogos anteriores, lo que producción económica y su opresión consecuente; ya sea que se
a su vez dio lugar a una preocupación más amplia respecto de le entienda como formas característicamente culturales (por
la preservación adecuada y la recuperación de estos materiales. ejemplo, formas estéticas tales como la novela o el retrato), o
Sobre este particular recomiendo los ensayos reunidos en la como el crecimiento del totalitarismo mediante, por ejemplo, un
obra de Andrew Christenson, Tracing Archaeologys PaST: The "nuevo orden mundial" de factura estadounidense acompañado
Historiography of Archaeology, libro que reúne los resultados por Coca-Cola y MTV; cualquiera de las caras inmediatas del
de un congreso de 1987 celebrado en la Southern Illinois Uni- modernismo que se discutan, el papel histórico de la repre-
versity. Explicando sus motivaciones para organizar este con- sentación antropológica --en las aulas de clase, los libros de
greso, Christenson escribió en 1987: "tal parece que la historia texto, las exhibiciones de museos, las películas o las atracciones
de la arqueología todavía no llegó a su etapa introspectiva" turísticas- ha sido .::entral en el proceso de distribución y, en
(Christenson 1989:x). Hoy, ciertamente, esta etapa ya llegó. ocasiones, en el ~estionamiento de los procesos globales de la
Pero en última instancia, mucho más importante que las ~~~~r-~~~~~~~cr~~~~~~~~~::T::-~
modernIdad y sus maqumatl::s de dominación 'destrucción. En
dinámicas más negativas de estas "crisis" fue el hecho de que otras pa a ras, a antropo ogia ha estado tan nodalmente impli-

24 25
HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO CONFERENCIA MAGISTRAL

cada en el proyecto modernista. que haría sospechar aquella Post-Modernity in Anthropology ", en Clifford y Marcus 1986:
frase familiar de la "servidora ('t:I colonialismo ". El proceso que 234-261). En junio de 1993 asistí a un congreso en Amsterdam
nosotros llamamos "la profecionalización" de la antropología acerca de "etnografías coloniales". Había una serie de ponen-
-la participación de nuestro campo en las universidades, los cias en su mayoría ocupadas del colonialismo británico y holan-
museos, las asociaciones profesionales y las revistas- aparece, dés en Asia y África. El congreso se ocupó específicamente de
deSde esta perspectiva, como la cristalización institucional de la producción etnográfica escrita no por antropólogos "profe-
una manera de ordenar el mundo humano que, por así decir, sionales" sino por figuras tales como misioneros, militares y
~ permitió proseguir -vía sus estructuras intelectuales imperan- administradores coloniales. El supuesto central de los organiza-
t.es- las dinámicas del imaginario modernista. dores del congreso era asumir la antropología académica como
~
Como dije, tanto los ataques como las reconstrucciones son instancia específica de la práctica etnográfica, más que la prác-
muchos y asombrosos. Por ejemplo, y para emplear el término tica etnográfica como herramienta metodológica particular de
de Michel Foucault: la antropología comprende un discurso la antropología académica y profesional.
significativo de clasificación humana y de separación, operando Bajo los mismos lineamientos se cuestionan y se examinan
en el ámbito de una episteme de orden impuesto, cuyo fin es el ahora los museos de antropología respecto a sus raíces, sus
control y la utilidad de los recursos humanos y naturales. 0, para prácticas y políticas, tal como se ejemplifica en el congreso de
emplear las nociones de Jacques Derrida: los asuntos de la 1988 de la Smithsonian (véase Karp y Lavine), J:xhibiting ~
repatriación de tesoros arqueológicos, huesos y artefactos abar- Cultures: The Poetics and Politics of Museum Display (1991).
can mucho más allá que el campo de la propiedad individual o 'En parte apoyándose en la noción de Bourdteu relativa al capital
aun nacional, puesto que tales materiales constituyen la sustan- simbólico, los nuevos análisis de la actividad de coleccionar (ef
cia de la narrativa; la lucha, en última instancia, no se desarrolla en especial Stewart 1984 y los ensayos en Boone 1993), como
respecto al control de huesos sino al control del lenguaje y la fenómenos culturales y psicológicos, arrojaron una nueva luz
narrativa -las historias de personas antecesoras y cómo esta crítica sobre estos procesos que son tan centrales en la antropo-
gente (y sus descendientes) debe ser actual y finalmente repre- logía y la arqueología.
sentada. ¿Quién puede contar la historia, quién podrá controlar Las políticas de género no han sido tampoco ignoradas, ni en
la narrativa? Desde este punto de vista se problematiza y de la historia de la antropología ni en la de la arqueología. Yendo
nuevo se cuestiona virtualmente cada institución y cada herra- mucho más allá de las prácticas de una historia meramente
mienta del antropólogo. Así, por ejemplo, la etnografía ya no es recuperativa ~sto es, el redescubrimiento de figuras femeni-
la presentación de observaciones y de datos con pretensión nas de la disciplina-, algunos estudiosos han cuestionado muy
alguna de autoridad epistemológica; más bien se convierte en profundamente la codificación de género del lenguaje y la
prueba de representaciones personales y las cuestiones más práctica antropológica y arqueológica, desde Raiders of thc Lost
relevantes que postula tienen que ver con los procesos de su Ark hasta las prácticas de los arqueólogos estadounidenses en
escritura (acerca de este punto, ef en especial el texto de Paul Yucatán y en otros lugares (ef en especial Gero 1983, y Hinsley
Rabinow, "Representations are Social Facts; Modernity and 1992).

26 27
HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO CONFERENCIA MAGISTRAL

trabajadores de campo se salven y se guarden de manera apro- nes coloniales sean "formales", o ya sea que no, en todo caso
piada para acceso futuro. Ya hace algunos años que un pequeño encontramos que los antropólogos y los arqueólogos llevan un-ª-
grupo de la Society for American Archaeology se ha reunido voz muy fuerte en los discursos sobre la fonnación de identidad
con el fin de diseñar una base de datos cornputarizada, de nacional y regional.---
referencias cruzadas completas, para poder localizar testimo- Por ejemplo, tomemos la región donde yo vivo: Arizona y el
nios históricos de la arqueología de las diferentes regiones de suroeste de los Estados Unidos. Es una región que hoy compren-
los Estados Unidos y para establecer una fuente de información de Arizona y Nuevo México y que sólo muy lentamente llegó a
de los testimonios profesionales y biográficos de arqueólogos formar parte de la conciencia pública de Estados Unidos en las
contemporáneos que tienen dudas acerca de dónde archivar sus postrimerías del Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848. De
materiales de campo. hecho, no fue sino hasta 1880 que comenzó a formarse un
Aunque yo fui participante activo en estos esfuerzos, durante sentido más o menos claro de esta región. Tal "sentido de
los últimos años mis propias energías se dirigieron más bien región" se centró en la idea de que se trataba de una región
hacia los asuntos más amplios de la historia cultural, en los que recuperada para la vida industrial y civilizada, ocupada sobre
las prácticas antropológicas parecen estar centralmente involu- todo por las culturas pacíficas, lentas y estancadas de los indios
cradas. En este punto debo ser muy específico: me ocupo del pueblo. Estos indios fueron imaginados como profundamente
nacionalismo, de identidades nacionales y regionales y de un religiosos y naturalmente artísticos, "en contacto" con la natu-
sentido de pertenencia a la tierra. Estos asuntos son vitales y a raleza y los más altos impulsos estéticos. No es difícil de
la vez permanecen sin resolverse en la cultura de los Estados en~ender que la imagen de un paisaje incambiable, recuperado
Unidos. Los Estados Unidos comenzaron su vida política hace al.Igual q~e la de sus pueb~os indígenas, dando la bienvenida y
300 años como un conjunto de colonias que estaban imbuidas y rejuveneciendo a estadounidenses cansados de Chicago o Nue-
enlazadas en un proceso de ruptura violenta, en la expulsión de va York, correspondía a un sentido de pérdida o deficiencia en
pueblos indígenas y la usurpación de tierras. En la medida en la cultura dominante -tal vez lIPa pérdida de profundid;d
que nos acercamos al fin de este siglo que es y ha sido testigo reltglosa o de experiencias estéticas significativas. En todo c?so
de genocidios ( o "limpiezas étnicas "), de la expropiación ma- f~s antropólogos y los arqueólogos contribuyeron en gran me-
siva de tierras y mares, del desplazamiento y la migración de dida al complejo de este imaginario. Inmediatamente uno piensa
millones de gente sin hogar y del virulento crecimiento de en el "Suroeste apolíneo" de los indios zuñi tal como fueron
nuevos nacionalismos, hoy ciertamente me parece relevante representados en Patterns of Culture de Ruth Benedict (1934);
cuestionarse acerca de las formas en que la gente llega a imagi- p~ro el retrato famoso de la Benedict sólo fue la apoteosis de un
nar su propia relación con la tierra y los paisajes; cómo llega a genero del imaginario del Suroeste que comenzó a formarse
concebir algunas tierras como "propiedad", y construye una durante los años ~etenta y ochenta del siglo pasado y ha sido
imagen de los "otros" -los otros pueblos-, que pueden ser los ela_~orado desde entonces. En los años de 1930 el pueblo de los
habitantes actuales o los ocupantes anteriores de estas mismas zurn -"el monte de hormigas" corno llaman los zuñi a su
tierras. Ya sea, y hablando en sentido estricto, que las condicio- hogar-estaba cubierto no de hormigas pero sí de antropólogos.

30 31
mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO CONFERENCIA MAGISTRAL

¿Mediante qué formas de lenguaje y de imaginario visual se


construyó esta imagen del Suroeste estadounidense? ¿Qué pa-
peles especificos jugaron los antropólogos? ¿Qué papeles si-
guen jugando en la creación del imaginario público de regiones
y naciones? Hoy, desde luego, tales cuestiones y estos papeles
están íntimamente ligados al comercio internacional de los
turistas y sus deseos románticos: los anuncios de viajes a Can-
cún en las revistas y periódicos estadounidenses asocian regu-
larmente las pirámides y piezas mayas con las botellas de
tequila, paisajes de playas solitarias y con mujeres en bikini.
Esto es más que una cuestión de arqueología, dinero y sexo.
Ya sea que se trate del Suroeste estadounidense o de la península
de Yucatán, éstos representan mundos construidos, generados
por el deseo y la ganancia, y los antropólogos --sea de manera
intencional o no- han contribuido grandemente a la sustancia
y la coherencia de los significados que contienen. Por lo tanto,
tenemos una tarea muy grande ante nosotros, ya sea en su país
o en el mío. Mientras estamos ocupados en tomar medidas de
precaución para preservar y registrar el trabajo científico de
nuestros predecesores y colegas, haremos bien en estar cons-
cientes de que tales campos científicos junto con sus encomia-
bles descubrimientos crean una resonancia que abarca toda la
cultura y las políticas mexicanas (o estadounidenses). Éste es
un punto de vista más amplio respecto a la antropología y acerca
de su lugar en la cultura y la historia, y éste también debe
'! convertirse en preocupación mayor de aquellos de nosotros que
"" "
~ • k t
con orgullo nos llamamos historiadores de la antropología.

La zuñi llegó a ser la encarnación de las culturas amigables y


Referencias bibliográficas
de adobe del Suroeste, En la novela de Aldous Huxley, Brave
New World (1932), los indios que habitaron en la reservación
de descanso y de curación del Suroeste tenían nombres zuñi. Asad, Talal (ed.), Anthropology and the Colonial Encounter,
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32 33
mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO CONFERENCIA MAGISTRAL

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House, 1973.

34 35
MESA I

LA IMPORTANCIA DE LA
HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA
EN MÉXICO
PRESENTACIÓN
Mechthild Rutsch

Esta primera mesa expresa nuestra preocupación e interés por


escuchar la reflexión de colegas de diversas disciplinas y tradi-
ciones académicas relativas a la historia de la antropología
mexicana.
La ponencia magistral antecedente nos ha señalado uno de
los núcleos actuales y determinantes del conocimiento antropo-
lógico y de su historia; esto es, la nueva conciencia de crisis que
a partir de los años sesenta y a nivel mundial coincide con la
preocupación más sistemática por la historia de nuestro queha-
cer y sus contextos específicos. Curtis Hinsley describe esta
nueva conciencia en términos de una autorreflexividad que
rebasa la especialidad disciplinaria única y describe así la his-
toria de la antropología como disciplina intersticial preocupada
por los nexos diversos entre representación antropológica, iden-
tidades nacionales, regionales, epistemológicas, etcétera.
Ahora, Guillermo de la Peña nos ofrece una rica y sugerente
reflexión, formulando la relación entre nacionales y extranjeros
en la historia de la antropología mexicana como relevante para
la teoría y la política lingüística a principios de este siglo.
Aporta materiales de fuentes primarias, cuyo análisis y recopi-
lación deben ser asunto primordial para cualquier investigación
de la historia de nuestra disciplina.

39
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

Por su parte, nuestro colega arqueólogo y miembro del Semi-


nario, Ignacio Rodríguez, lleva el diálogo hacia el contexto del
conocimiento arqueológico mexicano, es decir, sus herencias y NACIONALES Y EXTRANJEROS EN LA
presencias de ideología estatal. Como acertadamente analiza el HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA
autor, éstas transforman su contexto especifico según los cam- MEXICANA!
bios sexenales. A la pregunta de si la arqueología mexicana
sería capaz de rebasar su condicionante histórico-ideológico, Guillermo de la Peña*
Rodríguez afirma que la única esperanza puede encontrarse en
una reorientación académica que busque un enlace real con el
contexto de la sociedad civil.
Desde la antropología física, Luis Alberto Vargas nos dibuja
un panorama conocedor y detallado de la enseñanza y la inves-
tigación de la historia de la medicina y la antropología física en
México. No obstante lo ya logrado en este campo, concluye el Como nos ha recordado recientemente George W. Stocking
autor, hemos de redoblar esfuerzos, pues la empresa histórica
Jr. (1991), la historia de la antropología en el mundo occidental
de la antropología es un asunto constante, por igual tarea del ha implicado frecuentemente la producción y reproducción de
presente y del futuro. un doble mito: el mito del Encuentro con el Primitivo, y el mito
La lista de las ponencias se cierra con la reflexión de Javier de la Inducción del Primitivo a la Civilización. En la historia de
Guerrero relativa a los encuentros/desencuentros entre marxis- la antropología mexicana encontramos un tercer mito: el de la
mo y antropología mexicana, influencia importante y profunda Redención de la Identidad Nacional. Desde los primeros años de
no sólo en los aspectos académicos y de formación de los la Independencia de México, un componente importante, aun-
antropólogos mexicanos, sino también en lo que toca a la histo- quecontrovertido, en la construcción de las ideologías políticas
ria de sus instituciones.
de nuestro país, ha sido la creencia en la existencia de una
Como en todas las mesas, también en ésta anteceden a la
discusión entre público y ponentes (que no pudimos reproducir
1 Este trabajo se basa en una investigación emprendida mientras el autor era Tinker
aquí) las reflexiones de un colega comentarista. En este caso Visiting Professor en el Departamento de Antropología de la Universidad de Chicago
Luis Vázquez León -quien también comparte la coordinación en la primavera de 1992. Agradezco a Ángel Palermy t a George W. Stocking Jr., por
llamarme la atención sobre la correspondencia inédita entre Franz Boas y vanos
del Seminario- se ocupó con espíritu crítico de esta tarea,
estudiosos mexicanos (particulannente Manuel Garnio); a Norman McQuown por sus
ofreciéndonos un recorrido sintético de los principales tópicos inteligentes comentarios sobre el desarrollo de la lingüística profesional en México, y
y llevándolos hacia sugerentes reflexiones. Sus comentarios a James W. Feruandez por ínvitarrne a escribir sobre las relaciones entre antropólogos
mexicanos y sus colegas estadounidenses. Paul Litman y Jonathan Amith aportó .valiosos
confirman así la sustantividad de la historia antropológica me- consejos editoriales y comentarios sobre el tema. Una primera version fue leída en la
xicana y la necesidad urgente de su transformación en una conferencia sobre Comunicación Intercultural organizada por Transcultura y la Univcr-
disciplina académica y autorreflexiva. sidad de Chicago en septiembre de 1992.
'Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social- Occidente.

40 41
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

"nación mexicana" cuyos orígenes se encuentran en el pasado sentimiento de que la preservación de este patrimonio debería
prehispánico. Supuestamente, esa nación originaria fue destrui- implicar la exclusión de manos extranjeras. Habría que recordar
da por la Conquista española en el siglo XVI y reconstituida que la memoria histórica de México está llena de hostilidad
después de la consumación de la emancipación política de hacia los extranjeros, y no es sorprendente: entre 1821 (año de la
España (Phelan 1960; Brading 1991: cap. XXV). Naturalmente, Independencia) y 1915 (año de la "expedición punitiva" de
no se concebía la nación como una realidad estática, sino diná- Pershing contra Pancho Villa) el territorio mexicano fue inva-
mica. En la práctica eso significaba que las civilizaciones indí- dido 43 veces por España, Inglaterra, Francia y, la mayoría de
genas debían ser veneradas -y utilizadas como emblema contra las veces, Estados Unidos. El himno nacional, que los escolares
los conservadores apologistas del legado español- pero no cantan todas las semanas, proclama la disposición de los ciuda-
resucitadas (Villoro 1978: 171). En particular durante los años danos a combatir al "extraño enemigo" que amenace con "pro-
de la dictadura de Porfirio Díaz (1876-1910), "los indios" y todo fanar" el suelo de la Patria.? En realidad, en ocasiones la
lo relacionado con ellos pasaron a ser objetos de museo y de presencia de antropólogos europeos y estadounidenses ha de-
cuidadosa investigación historiográfica. El Museo Nacional fue sencadenado reacciones abiertamente xenofóbicas. Sin embar-
generosamente dotado para que desarrollara la investigación go, al mismo tiempo ha habido muchos casos de colaboración
antropológica (arqueológica, etnohistórica y etnológica). El na- exitosa. Y además hay una diferencia importante: los antropó-
cimiento de la antropología como profesión implicaba que sus logos extranjeros definen su trabajo en términos puramente
practicantes tendrían una especie de misión sagrada: la de sacar académicos, mientras que sus colegas mexicanos tienden a
a luz y preservar "el patrimonio nacio~al". ~se~é~e I~R5Yº=- hacerlo también en términos políticos, y no sólo por razones
lución de 1910, los antropólogos mexicanos proCTámaron estar ideológicas. Como en México las instituciones académicas han
'"éOrr(prom~ sólo con e asa o maí ena sino tambi én con sido sumamente dependientes del mecenazgo político, hacer
el mejora . nto social y eéonóriiico de la pob ación indígena política era (y en ocasiones todavía es) una manera de conseguir
contemporánea. Sin emb rgo, el concepto de "patrimonio na- empleo y ascensos.
cional" -y su fetichización- ha permanecido como una carac- En este trabajo se exploran las condiciones en que puede
terística crucial de la antropología mexicana (véase Olivé desarrollarse la ayuda mutua, o por el contrario, el antagonismo,
Negrete 1988). entre estudiosos mexicanos y extranjeros. Ante todo examinaré
Paradójicamente, la práctica antropológica mexicana ha im- la relación entre Franz Boas y Manuel Gamio, en el contexto de
plicado desde sus orígenes la presencia de extranjeros que a la creación de la Escuela Internacional de Arqueología y Etno-
menudo han aportado financiamiento, pericia y liderazgo para logía Americanas y en medio de la Revolución Mexicana. Pese
empresas de investigación --con o sin participación de estudio- a las diferencias en sus concepciones profesionales e ideológi-
sos mexicanos. Esto ha creado cierta tensión entre nacionales y cas, y a la creciente participación política de Gamio, siempre
extranjeros en el terreno profesional. Por un lado, las activida-
des de practicantes extranjeros han contribuido al enriqueci-
miento de nuestro patrimonio nacional; por el otro, existe el 2 "Mas si osare un extraño enemigo/profanar con su planta tu suelo,/piensa ¡oh Patria
querida! que el cielo/un soldado en cada hijo te dio."

42 43
MESA I. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA oo'

LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

mantuvieron una actitud de amistad y respeto mutuos, y esa etnología en una disciplina científica. Para hacerlo, proponía
amistad ayudó a Gamio a llevar a cabo su muy ambicioso recolectar y clasificar sistemáticamente grandes cantidades de
proyecto de Teotihuacán. En segundo lugar me ocuparé breve- datos en bruto. Insistía en capacitar a los estudiantes en los
mente del desarrollo de la lingüística antropológica en México, métodos de la geología, la geografía, la estadística y la lingüís-
campo en que los conflictos y los malentendidos parecen ser tica y les exigía relatos verídicos y detallados -incluyendo
endémicos. secuencias históricas de cada cultura en particular. Como digno
Sugiero que, para los propósitos de este artículo, el concepto descendiente intelectual de la tradición de Herder, Franz Boas
de intermediario intelectual (inspirado por el cultural broker de era un apasionado defensor del relativismo cultural; además
aborrecía las generalizaciones hipotéticas. Por consiguiente,
~0.lf.1956) puede resultar de utilidad. Se refiere al papel de un
individuo que vuelve inteligibles y aceptables para una comu- para él sólo era posible inducir científicamente generalizaciones
nidad intelectual las ideas científicas y métodos de pesquisa de válidas después de reunir conocimientos suficientes sobre va-
una comunidad intelectual extranjera. No se trata de una mera rias "áreas culturales" (su concepto) diferentes (ibid.: 128-134;
labor de traducción, sino de una práctica innovadora; a su vez Lowie 1946: 170-171). En consecuencia se interesaba en Méxi-
la inn~vación no es simplemente imitativa de lo ajeno: logra una co como un territorio que incluía varias áreas culturales que
síntesis nueva. Paradójicamente, llega a ser vista como una todavía esperaban ser definidas e investigadas. Además, una vez
confirmación de la tradición intelectual propia, y por ello tras- en México lo fascinó la arqueología, que para él era relativa-
ciende la moda efímera o la influencia de una personalidad mente nueva, y en esa fascinación tuvo un papel importante un
carismática. Incluso puede afirmarse que, en los países "perifé- joven estudioso mexicano llamado Manuel Gamio.
ricos ", el desarrollo científico exitoso depende de la presencia Gamio, nacido en 1883, emprendió el estudio de la arqueo-
y reproducción de intermediarios intelectuales. logía en el Museo Nacional de México en 1907 y apenas un año
después tuvo a su cargo una misión exploratoria en el pueblo de
Chalchihuites (Zacatecas). Tres meses después perdió el puesto
Franz Boas, Manuel Gamio y la Escuela porque Leopoldo Bartres, el principal arqueólogo mexicano e
Internacional de Antropología inspector de Monumentos Nacionales, se quejó de que semejan-
te responsabilidad hubiera sido encargada a "un simple estu-
Cuando Franz Boas llegó a México en 1910 tenía 52 años de diante", y sin su aprobación (González Gamio 1987:27). En
edad y ya era considerado uno de los principales antropólogos 1909 Zelia Nuttall, colega y corresponsal de Boas que había
del mundo. En ese mismo año fue elegido presidente de la New realizado investigación arqueológica y etnohistórica en México
York Academy of Sciences (Kardiner y Preble 1963: 121). Pru- y vivía en la ciudad de México desde 1901, le recomendó a
siano ?e nacimiento, Boas había trabajado como antropólogo Gamio. Como resultado de esa recomendación, Gamio recibió
profesional en Estados Unidos desde 1888. En 1899, fue nom- una beca para estudiar antropología en la Universidad de Co-
brado profesor de antropología en la Universidad de Columbia. lumbia. En 1910 tomó parte en una expedición de trabajo a
~anto en su trabajo de campo como en sus trabajos rnuseográ- Ecuador, patrocinada por Columbia y el Museum of the Ame-
ficos y en la enseñanza, Boas estaba decidido a transformar la

44 45
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

rican Indian, y en 1911, tras presentar una tesis basada en su país. También la idea de atraer profesores y estudiantes de
material de Chalchihuites, obtuvo su grado de maestro (ibid.: distintas nacionalidades era nueva. Como lo expresó Boas:
24-38). Durante sus estudios en Columbia, Manuel Gamio ad-
quirió un sólido conocimiento de la teoría y la metodología del Los Patrocinadores y Protectores decidieron que la Escuela
momento en el campo de la antropología y, lo más importante, no debía dedicarse a la popularización de esos temas [arqueo-
se ganó la simpatía y el respeto de Franz Boas. "I like him very logía y etnología], sino a la preparación de investigadores
much ", escribió el ilustre maestro en una carta a Genaro García, productivos y al adelanto de nuestros conocimientos. Por
director del Museo Nacional, cuando Gamio estaba a punto de consiguiente se decidió que los alumnos [fellows] de la Es-
regresar a su patria.' Varios meses después, tras visitarlo y cuela debían ser personas que hubieran completado sus estudios
realizar trabajos en México, Boas ratificó su observación ante- preliminares y estuvieran en condiciones de dedicarse a la
rior afirmando: "entre los mexicanos jóvenes con quienes he investigación de campo. En consecuencia, las tareas del director
tenido contacto, él [Gamio) es de lejos el más prometedorv.s en relación con los estudiantes consistirán principalmente en
Boas y Gamio continuaron colaborando en México, patroci- seleccionar problemas para su trabajo de campo, y en dirigir su
nados por la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología actividad de modo que desarrollen su capacidad de investiga-
Americanas, formalmente fundada en septiembre de 1910 bajo ción independiente.
los auspicios de los gobiernos de México, Prusia y Francia, y Con esa política los Patrocinadores y Protectores espe-
las universidades de Columbia, Harvard y Pennsylvania. Entre ra[ba]n también desarrollar gradualmente un cuerpo de in-
sus principales promotores se contaban dos grandes figuras vestigadores [... que] con base en la amistad desarrollada a
académicas, Eduard Seler y Franz Boas --<Iuienes fueron ade- través de la cooperación personal, contribuya a impulsar los
más el primer y segundo directores de la Escuela. Ambos intereses de nuestra rama de la ciencia en todos los países de
firmaron su constitución, Seler en representación del gobierno donde provengan.'
prusiano y Boas por la Universidad de Columbia. La Escuela
fue inaugurada el 20 de enero de 1911 por el presidente Porfirio Era lógico que Gamio, al regresar de Columbia, fuera uno de
Díaz (Lameiras 1979; Suárez Cortés 1987:30-31; cf Godoy los alumnos escogidos de la Escuela Internacional, donde pron-
1977). Los métodos de enseñanza de la Escuela Internacional to se ganó los elogios de sus profesores -y posiblemente la
=-primera institución moderna de estudios de posgrado estable- envidia de sus compañeros- cuando realizó la primera explo-
cida en México-representaron una gran innovación en nuestro ración estratigráfica de México, bajo la supervisión de Seler:

[ ]en una ladrillera de San Miguel, cerca de Atzcapotzalco


3 Franz Boas a Genaro García, lo. de junio de 1911, 71Je Professional Papers of Franz [ ]El resultado de esa excavación fue la prueba definitiva de
Boas (de aqui en adelante, PI't'8), The lIIinois Central Rcscarch Library, Colección de
Microfilms.
4 "[ ... ] amollg the younger Mexicons with whom I have come into contact, he [Gamio]
is by far the most promising ". Franz Boas a Gcorges Engcrrand, 29 de octubre de 1912, 5Franz Boas, "Summary of thc Work of the Inrematioual School of American Archaeology
PP¡'8 and Etlmology in México, 1910-1914", ms., PPF8, fines de diciembre de. 1915, pp. 1-2.

46
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 1. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

que en el Valle de México había habido tres civilizaciones --cuya dirección él debía asumir poco después- fueran a
distintas: una primitiva[ ...] una segunda idéntica a la de San alterarse.8 En realidad, el régimen de Porfirio Díaz había caído
Juan Teotihuacán, y una tercera, la azteca." en mayo de 1911. Las autoridades educativas cambiaron; e
inesperadamente, a comienzos de agosto, la Secretaría de Edu-
Después de ese descubrimiento, Seler y Boas animaron a inves- cación canceló el contrato de Boas con la Universidad de Mé-
tigadores como los profesores Alfred Tozzer y Georges Enge- xico, arguyendo que no hablaba bien el español y por
rrand y a estudiantes como Richard Hay, Isabel Ramírez consiguiente sus cursos serían incomprensibles para los estu-
Castañeda y el propio Gamio para que indagaran si en otros diantes. Probablemente las razones detrás de esa decisión tenían
sitios del Valle de México o en otras regiones del país se relación con luchas internas en el gobierno interino, pero el
encontraba la misma secuencia de civilizaciones y establecieran texto enviado a Boas implicaba que, como extranjero, su pre-
cronologías comparativas. Al mismo tiempo, Boas diseñó un sencia no era muy grata.? una de las críticas más fuertes dirigi-
ambicioso proyecto para estudiar tanto "la estructura y distribu- das contra el régimen de Díaz era que los capitalistas y
ción de las lenguas" como el folelor de los grupos indígenas, aventureros extranjeros estaban saqueando el país. En respues-
ccn el objeto de determinar la persistencia de la cultura indígena ta, Boas apeló al secretario de Estado estadounidense. 10 El 4 de
frente a la influencia europea. Para ese proyecto contaba con la noviembre de 1911, después de la elección de Francisco 1.
colaboración del profesor Paul Radin y de los estudiantes Hans Madero como presidente de México, Boas fue reinstalado en su
Mechling, J. Alden Mason, Leopold Wagner y, de nuevo, Ra- cátedra, y pocos días después llegó a México para enseñar y
mírez Castañeda y Garnio.? Pero Gamio también tenía sus pro- asumir la dirección de la Escuela Internacional.!' Madero asu-
pios proyectos, relacionados con un acontecimiento mayúsculo mió la presidencia el 6 de noviembre y su gobierno pronto fue
que había conmovido a México mientras se organizaba la Es- desafiado por varios movimientos armados en distintas partes
cuela: la Revolución Mexicana. del país, pero Boas no interrumpió sus tareas como director ni
Aparentemente Boas y los demás profesores extranjeros no sus clases en la Universidad.»
comprendían por entero la importancia del movimiento político En mayo de 1912 Boas se fue de México, dejando a Georges
que se iniciaba. Enjunio de 1911, Boas escribió al subsecretario Engerrand encargado de la Escuela. Engerrand, francés de na-
de Educación de México -su amigo Ezequiel A. Chávez-que
había sido imposible desarrollar la idea de crear una sociedad
8 Boas a Ezequiel A. Chávez, 8 de junio de 1911, PPFB.
en apoyo de la Escuela debido a "the disturbed condition o/ 9 Dictamen del abogado consultor de la Secretaria de Instrucción Pública y Bellas Artes,
affairs in Mexico ", pero no creía que los planes para la Escuela México, lo. de agosto de 1911, enviada a Franz Boas por José López Portillo y Rojas,
Subsecretario encargado del Ministerio, PrFB.
10 Boas al honorable secretario de Estado de Estados Unidos, 8 de agosto de 1911, PPFB.
11 Memorándum enviado por José López Portillo y Rojas, subsecretario, a Franz Boas,
«iu« :3. Véase Garnio 1912. Es posible que las técnicas cstratigraficas ya hubiesen sido 4 de noviembre de 191 1, PPFB.
introducidas en México por Gcorgcs Engerrand, quien habia estudiado geologia, pero 12 Informe de la Secretaria de la Escuela de Altos Estudios a la Secretaria de Instrucción
enlodo caso Gamio fue el primero en aplicarlas a un problema concreto (Luis Vazquez Pública y Bellas Artes, 7 de mayo de 1912, PPFB. Boas estuvo ausente de México durante
León, comunicación personal).
tres meses. de enero a marzo de 1912, pero eso habia sido decidido con anterioridad y
7 Boas, "Surnmary of thc Work of the International School .. ", op.cit., pp. 6-8. no tuvo relación con la caída de Díaz.

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

cimiento y geólogo de profesión, había vivido desde el comien- realizando en el suroeste de Veracruz (cerca de Tezonapa, en
zo del siglo en México, donde se convirtió en ciudadano -in- un lugar llamado Ruinas del Calvario) eran sumamente impor-
cluso cambió su nombre por el de Jorge- y nrqueólogo. Sentía tantes, no sólo porque no había ninguna información arqueoló-
devoción por la Escuela y por el programa científico elaborado gica o etnológica de esa zona, sino porque en su opinión
por Boas, pero no mostró mayor simpatía ni comprensión por presentaba variaciones importantes respecto a la secuencia cul-
la tempestad política que azotaba a México. El presidente Ma- tural del México Central. Además estaba registrando idiosincra-
dero a su vez había designado nuevas autoridades en la Secre- sias dialectales en el náhuatl hablado por los indígenas de la
taría de Educación y en la Universidad, y Engerrand tuvo región.14
muchas dificultades en su trato con ellos. Mientras tanto, Gamio Boas respondió con una carta amistosa, agradeciendo a Ga-
abandonó su trabajo en Atzcapotzalco y viajó a la región de mio su contribución para el álbum, pero agregaba:
Zongolica, en Veracruz, cosa que provocó indignación en En-
gerrand y confusión en Boas. Este último le pidió descripciones [oo.] Espero que continúe Usted con su trabajo de Atzcapot-
y dibujos de sus hallazgos en Azcapotzaleo, para un álbum que zaleo, pero permítame aconsejarle que termine un buen artí-
la Escuela Internacional quería publicar.J3 culo consistente sobre ese tema en el curso de este año. Su
En octubre de 1912, Gamio escribió a Boas dos cartas enig- Secretario de Instrucción Pública no está muy equivocado
máticas en las que afirma haber enviado ya los materiales de cuando dice que no sabe nada de Usted porque Usted sólo ha
Azcapotzaleo, pero se niega a regresar a la ciudad de México publicado bagatelas. Su reputación debe basarse en las publi-
antes de acabar su trabajo en Veracruz. Sus argumentos eran los caciones que haya hecho, y si yo estuviera en su lugar me
siguientes: primero, no era seguro que volvieran a elegirlo como preocuparía por hacer una cosa bien y completa, por pequeño
fellow de la Escuela Internacional porque el nuevo secretario de que sea el tema que Usted escoja. 15
Instrucción Pública no lo conocía. El gobierno de Madero no
tenía una política clara con respecto a la Escuela -y, según y a continuación escribió a Engerrand:
daba a entender, Engerrand no era un buen negociador. Segun-
do, él (Gamio) necesitaba ser reconocido en México como un Una palabra confidencial sobre Gamio [oo.] En el último año
arqueólogo y un antropólogo profesional por derecho propio, y trabajó muy bien mientras yo estuve en México. Cuando me
no sólo como discípulo de Boas. Aludía a su ingrata experiencia fui en diciembre y no regresé hasta marzo, en todo ese
en la exploración de Chalehihuites, donde había perdido el periodo no hizo prácticamente nada. Por supuesto dio algunas
puesto antes de terminar el trabajo por ser considerado como excusas, que sin embargo no eran válidas. Lo mismo ocurrió
"un simple estudiante". Tercero, las exploraciones que estaba apenas me fui [en mayo]. Siempre me decía que no tenía
ingresos suficientes para concentrarse en su trabajo de ar-
queología, y mientras yo estuve en México yo le pagaba,
13 Boas a Gamio, 9 y 29 de agosto de 1912; Engerrand a Boas, 14 y 18 de septiembre
de 1912; Boas a Engerrand, 29 de octubre de 1912; todas en PPFB. El álbum se publicó 14 Gamio a Boas, 7 y 25 de octubre de 1912, PPFB.
finalmente, completo, nueve anos más tarde (véase Gamio 1921). 15 Boas a Gamio, 15 de octubre de 1912, PPFB.

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA oo.

creo, 60 pesos por mes además de su otro ingreso, para que 1913 Madero fue depuesto por un golpe militar y asesinado. El
pudiera abandonar todo lo demás, y[ ...] así lo hacía. Cuando nuevo presidente fue el general Huerta, jefe de los gol pistas,
me fui en mayo le dejé, me parece, 120 [pesos], para que quien gozaba de la ayuda activa de la Embajada de los Estados
pudiera hacer todo lo necesario, entre otras cosas la lista de Unidos y prometía devolver al país la paz y la tranquilidad
mis ejemplares, pero por sus propias cartas estoy convencido (Ulloa 1971:48-55). El Congreso dio su apoyo a Huerta y
de que no ha hecho casi nada. Se queja de que el Gobierno aparentemente lo mismo ocurrió con la comunidad académica,
no reconoce sus méritos, y hace poco le escribí que el Go- que esperaba renovado apoyo a sus instituciones. El25 de mayo
bierno tiene razón, porque él nunca ha dado prueba de ser un de 1913, Engerrand escribió a Boas una carta optimista, tratando
cientifico productivo. Creo que es sensible a las influencias de animarlo a regresar:
y que si se le mantiene con persistencia en su trabajo, y
particularmente si se le lleva hasta el punto en que tenga que La situación política de México era mala hasta hace algunos
hacer un informe completo y formal sobre lo realizado, gra- días pero ahora se ha compuesto bastante[ ...] Mi opinión
dualmente adquirirá el hábito de trabajo sin el cual nadie personal es que habrá desórdenes durante uno o dos años
puede tener éxito. En las condiciones que imperan en México, todavía, pero que después vendrá un periodo de notable
me inclino a pensar que es uno de los jóvenes a los que vale prosperidad gracias a la paz que tiene que conseguirse con el
la pena dedicar tiempo y energía, con la esperanza de que tiempo. De todos modos, con o sin paz, es posible trabajar en
llegue a ser un científico productivo. [Boas a Engerrand, 29 arqueología en México. Ud. sabe muy bien que nunca ha
de octubre de 1912.] habido verdadero peligro para los extranjeros[ ...] los cuales
reciben especial protección por parte del Gobierno. Sé, de
Sin embargo Engerrand, según el testimonio de J. Alden Mason, fuente segura, que el gobierno va a emprender una campaña
estaba indignado tanto por "la costumbre mexicana de dejarlo enérgica para acabar con los disturbios[ ...] Se han aumentado
todo para mañana" (en concreto, la falta de respuesta del Go- los presupuestos de Instrucción Pública, del Instituto Geoló-
bierno) como por la ausencia de Gamio --que temía que pudiera gico, etc., yeso indica que el país está muy lejos de encon-
prolongarse mucho si las autoridades llegaban a convencerse trarse en tan malas condiciones como se cree en Europa.!?
del valor de los descubrimientos de Veracruz.!» Sin embargo
Gamio regresó en noviembre, para encontrar la Escuela y el Al principio, los esfuerzos de Engerrand no tuvieron más éxito
Museo prácticamente inactivos por falta de fondos. Boas siguió con Huerta, del que habían tenido con Madero. El 30 de junio
tratando de obtener dinero de los gobiernos extranjeros asocia- de 1913, el contrato de Boas como profesor de antropología fue
dos con la Escuela Internacional, pero no podía conseguir mu- cancelado nuevamente por el Gobierno, otra vez con la excusa
cho a menos que el gobierno mexicano también contribuyera. de su "mal español".l8 Sin embargo poco después Genaro Gar-
En México continuaba la inestabilidad política. En febrero de
17Engcrrand a Boas, 25 de mayo de 1913.
18Comunicación de la Sección Universitaria de la Secretaria de Instrucción Pública y
16 J. Aldcn Mason a Boas, 23 -24 de octubre de 1912, PPFB. Oellas Artes, 30 de junio de 1913, PPFB.

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

cía, viejo amigo de Boas, fue nombrado nuevamente director mes malévolos" que circulaban en la ciudad de México, alimen-
del Museo Nacional. Engerrand dejó la dirección de la Escuela tados por "celos por parte de los mexicanos e intrigas por parte
Internacional y la Junta de Patrocinadores y Protectores escogió de europeos chauvinistas", e insinuando que le gustaría irse a
para sucederlo a Alfred Tozzer.'? Manuel Gamio -que tenía trabajar a Estados Unidos, puesto que "allí la gente debe ser más
buenas relaciones con el nuevo secretario- renunció a su magnánima ".22Mientras tanto Gamio, pese a su cargo oficial,
posición como fe Llo w para convertirse en inspector de Monu- no ocultaba su simpatía por los ejércitos rebeldes que amenaza-
mentos. Para Gamio eso significó el comienzo de una carrera ban efectivamente al gobierno de Huerta -los de Carranza-
independiente y la liberación de Engerrand y demás profeso- Obregón, Villa y Zapata (González Gamio 1987:44). El joven
res,20 pero no el fin de su relación con Boas. Era evidente que inspector de Monumentos admiraba especialmente a Zapata,
las minuciosas exploraciones de Azcapotzalco y Culhuacán (en cuyas bandas andaban muy cerca, por la sierra del Ajusco,
las que participaba también Engerrand) lo aburrían; lo que porque defendía los derechos de la población indígena (Aguirre
deseaba en cambio era emprender un vasto y ambicioso proyec- Beltrán 1983:160-161; el Gamio 1916:316). Boas finalmente
to a largo plazo sobre la cultura de Teotihuacán, cuyo esbozo reconoció la gravedad de la situación, pero su actitud hacia las
presentó a su maestro: fuerzas revolucionarias era más bien negativa, según puede
verse por una carta a Ezequiel A. Chávez, rector de la Univer-
Pienso estudiar detenidamente la cultura teotihuacana, pri- sidad:
meramente en Teotihuacán y en seguida en zonas concéntri-
cas, hasta llegar a los límites de Veracruz (entre Hidalgo y Desde luego toda la situación de México debe resultar suma-
Veracruz existe el tipo teotihuacano; el Dr. Seler tiene algu- mente angustiosa para todos los ciudadanos serios. Es impo-
nos ejemplares de ahí y yo he estudiado y tengo a la vista una sible formarse ningún tipo de opinión acerca de qué está
colección de 3 a 400 ejemplares), Guerrero, Chiapas, Queré- ocurriendo en su infortunado país, pero no puedo dejar de
taro, etc., etc., para más tarde continuar en esos estados.s! tener la impresión de que Estados Unidos no está ayudando
mucho con su política. No logro ver por qué tenemos que
Gamio publicó un artículo crítico sobre sus desacuerdos con metemos a decirle a México lo que debe hacer; y además, las
Engerrand (Gamio 1913), que llevó a éste a quejarse amarga- peticiones hechas parecen basarse en una incomprensión
mente con Boas, expresando además su disgusto por los "chis- total de la situación. Si es que podemos aprender algo de los
acontecimientos históricos, creo que debemos reconocer que,
en un estado de desorden como el que prevalece actualmente,
19 Informe presentado por Franz Boas al presidente de la Universidad de Columbia, 28
de septiembre de 1913, f'PFR.
sólo una mano fuerte puede traer alivio a la situación -un
20 La relación entre Gamio y Engcrrand se había agriado. Este último escribió a Boas, Cromwell, o un Napoleón, o un Díaz. La única cosa que no
ellO de julio de 1913: "Estoy harto de Gamio, que para mi ha sido un castigo de cada entiendo es que la larga opresión de las pequeñas cornunida-
instante. No ha hecho otra cosa que intrigar para conseguir un empleo y su trabajo ha
sido eternamente nulo. Es un elemento pésimo y no quiero, en ningún caso. tcncrlo otra
vez corunigo ". PPFB.
21 Garnio a Boas, II de agosto de 19D; véase Gamio 1913b. 22 Enge.rrand a Boas, dos cartas fechadas el 9 de octubre de 1913, /'/'FH.

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

des por los elementos revoltosos no haya dado un fuerte mexicana[ ...] ".25 En ese contexto, Engerrand fue separado de su
impulso al movimiento de autodefensa, que se inició hace un cargo como curador de las colecciones de la Escuela Internacio-
par de años, pero aparentemente no ha llegado a nada. Si no nal, que había asumido al terminar su mandato como director,
se hubiera impuesto la larga depresión creada por la domina- aparentemente con el argumento de que no era "realmente"
ción de la clase más pobre, ciertamente hubieran estado a la mexicano. En realidad, a Tozzer no le resultaba de mucha
altura de la ocasión, como nuestras comunidades occidenta- ayuda. Boas trató de calmar a Engerrand:
les en la época de la colonización, cuando formaron comités
de vigilantes.P Por lo que me escribe Tozzer llego a la conclusión de que la
situación en México debe ser bastante peculiar, y aun cuando
Ud. es ciudadano mexicano subsiste el sentimiento de que no
La política estadounidense a que hace referencia Boas era la
es exactamente uno de ellos. No necesito decirle cuánto
demora para reconocer al gobierno de Huerta y la suspensión
aprecio su generosa actitud con respecto a este asunto, y el
de la ayuda financiera hasta que México estuviera en paz y se
hecho de que Ud. reconozca lo dificultoso de la situación y
celebraran elecciones. Además, tanto el presidente Taft -al
la acepte sin sentimiento personal. No creo necesario decirle
final de su gestión- como su sucesor Wilson presionaron a los
cuánto estimo su trabajo[oo.)26
gobiernos europeos para que retiraran cualquier apoyo a Huerta.
Todo esto no favoreció la situación de la Escuela Internacional.
Pero a Engerrand no le hacía ninguna gracia la situación. Citaré
A fines de 1913, Tozzer informaba que si bien algunos de
extensamente su respuesta a Boas porque es a la vez un elocuen-
los patrocinadores estaban reanudando su apoyo económico, los
te testimonio de los sentimientos de un europeo que deseaba
cambios en las autoridades mexicanas y las disputas entre estu-
mexicanizarse y una especie de manifiesto contra la xenofobia:
diosos mexicanos (en particular entre Gamio y Engerrand) no
contribuían a mejorar la situación -por no mencionar el hecho
Cuando Tozzer me avisó [oo.]que no sería posible que siguie-
de que las fuerzas zapatistas estaban ya en las inmediaciones de
ra como curador, me dio por razón única la falta de fondos y
la ciudad de México.> El gobierno ruso, por su parte, condicio-
verdaderamente eso me pareció [oo.]justoj...] Ahora resulta de
nó su apoyo económico al envío de una colección de cerámica
la carta de Ud. que no puedo ser curador (según Tozzer) porque
para los museos de Rusia, pero las autoridades mexicanas no
no soy mexicano por nacimiento. Como Ud. no sabe la verdad
parecían muy dispuestas a permitir que la colección saliera del
acerca de eso, debo decirle que no apruebo la nueva razón
país, cosa que a Boas le parecía poco razonable: "[ ...] con la
aludida, sencillamente porque no es cierro que haya un sen-
enorme cantidad de material que se encuentra en México, no
timiento general que me considere como extranjero. Es segu-
hay ninguna razón valedera para no enviar buena parte a otros
ramente inexacto y no me explico que Tozzer haya llegado a
países, a fin de difundir el conocimiento de la arqueología

23 Boas a Chavez, 21 de noviembre de 1913. 25 Boas a Tozzer, 19 de diciembre de 1913.


24 Tozzer a Boas, 25 de noviembre, 2 y 16 de diciembre de 1913, PPFB. 26 Boas a Engerrand, 6 de febrero de 1914.

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

esta conclusión si no es únicamente porque sufrió la influen- [oo.] Sólo quisiera hacer una observaciónj...] Ud. sabe que he
cia del grupo Gamio o León ~i hubiera hablado con personas pasado treinta años en este país, y sin embargo de vez en
de verdadera significación moral en México como Pruneda, cuando hay ocasiones en que se me hace notar que no nací
Chávez o Aguilera, su cpinión hubiera sido muy distinta. en Estados Unidos. Es característico, por ejemplo, que para
Acabo de ver a Chávez[ ...] se mostró muy sorprendido y me el último Congreso de Americanistas celebrado en Londres,
dijo textualmente: "No entiendo. Es imposible que Ud. no sea cuando todos los antropólogos de Estados Unidos fueron
bastante mexicano para ser curador y sí lo haya sido para ser como delegados oficiales del gobierno estadounidense, yo no
director. Es un pretexto para quitarlo ", y estuvo conforme estuve entre ellos.28
en que se trata de poner a otro a quien conocemos[ ...]
Que ciertas personas llevadas por los celos me ataquen en En abril de 1914 el gobierno de Estados Unidos invadió el
nombre de mis orígenes extranjeros es muy natural y era de puerto de Vera cruz, cosa que en México no ayudó a la imagen
esperarse pero es necesario luchar contra tales sentimientos. de los extranjeros en general y de los estadounidenses en parti-
Mi firme voluntad desde mi llegada aquí ha sido contribuir a cular. En mayo Huerta huyó de la capital, que fue ocupada por
implantar en este país el concepto aceptado por muchas el ejército revolucionario. Sin embargo el nuevo gobierno, en-
naciones civilizadas de que un extranjero naturalizado debe cabezado por Carranza, mostraba buena disposición hacia la
ser considerado como compatriota[ ...] Si el grupo extranjero Escuela; Gamio conservó su puesto de inspector, y Boas solicitó
del Instituto Geológico no me quiere, es únicamente porque su ayuda como mediador ante los revolucionarios.t? Además
desde el principio he adoptado resueltamente una actitud Boas alentó a Gamio a proseguir sus proyectos de investigación,
contraria a un espíritu de crítica acerba e injusta, sin nobleza instándolo a almacenar y clasificar todos los tepalcates que
ni gratitud por el pan recibido. Me he mexicanizado hasta pudiera, a fin de facilitar la elaboración de un registro sistemá-
pasar por hijo del país y le aseguro que aun he logrado algo tico de la secuencia cronológica de las civilizaciones mexica-
de popularidad en ciertos centros en donde doy conferen- nas. La respuesta de Gamio muestra que había previsto el
cias[ ...] Si no soy mexicano ¿qué soy pues? Ya he perdido la consejo de Boas y que estaba inmerso en el proyecto Teotihua-
nacionalidad francesa y a pesar que saludo con infinito y cán y en varias empresas arqueológicas más, proyectos que
tierno respeto a la nación cuyo papel ha sido tan grande en la sometió a la crítica y el asesoramiento de su mentor:
evolución humana, quiero ir a mezclarme entre los hombres
de un pueblo más joven para vivir de una vida nueva[ ... ]27 Estoy verdaderamente satisfecho por haber previsto varias
de las ideas que me sugiere usted en su carta con respecto a las
Boas respondió que simpatizaba plenamente con la situación de colecciones de "tepalcates"; sin exageración puedo asegurar
Engerrand: que tengo en las bodegas de esta Inspección y en las de San

28 Boas a Engerrand, 10 de marzo de 1914, I'I'FlI.


27 Engerrand a Boas, 23 de febrero de 1914, I'I'FlI.
29 Boas a Garnio, 25 de octubre de 1914, I'/'FB.

58 59
..

LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMP<..'1<TANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

Juan Teotihuacán, algo más de doscientos mil tepalcates También envío a usted una "Metodología arqueológica ",
clasificados por zonas geográficas, profundidades, culturas y pues no sé si se la mandó el Museo. Espero que la juzgue
tipos decorativos. La mayor parte de ellos han sido extraídos usted y me indique los errores que contengaj...]
durante mis trabajos de inspector, pero tengo también entre
ellos, la colección completa que se sacó en las excavaciones La guerra civil abierta estalló entre las facciones revoluciona-
que hice en Atzcapotzalco, durante el tiempo que fungió rias en noviembre de 1914. Carranza huyó de la capital y no
como director el señor Engerrand. regresó hasta agosto de 1915. Durante la mayor parte de ese
En Teotihuacán, conclusiones experimentales permiten es- periodo, todas las instituciones educativas y culturales perma-
tablecer que existió unidad cultural o cuando menos, predo- necieron cerradas, prácticamente sin fondos. Engerrand nunca
minio del tipo teotihuacano, y además, cosa que juzgo recuperó su cargo; eventualmente se fue de México y pasó a
interesante, dos periodos de intensidad cultural bien defini- ocupar un cargo en la State University of Mississippi.w Pero
dos. Esto juzgando por la estratigrafía. En cuanto a la arqui- Gamio sobrevivió con ayuda de su familia y escribiendo para
tectura, la estamos estudiando, pudiéndose predecir por las periódicos. Resolvió convertirse en un ideólogo de la Revolu-
observaciones que se están haciendo de los pisos y estructu- ción en los temas relacionados con la cultura indígena, tanto
ras superpuestas, que, como demuestra la estratigrafía, hubo pasada como presente. En 1916 publicó un libro titulado For-
dos periodos máximos de habitabilidad e intensidad de la jando patria: Pro-nacionalismo, que llegaría a ser el primer
cultura teotihuacana. manifiesto del naciente movimiento indigenista y que fue leído
Me permito adjuntar copias de estos estudios de Teotihua- y elogiado por intelectuales revolucionarios e incluso por cau-
cán que estamos haciendo y también los de Atzcapotzalcoj...] dillos como Alvaro Obregón. En ese libro, Gamio desarrollaba
Espero se dignará usted darme sus sabios consejosj...] a fin de algunas tesis de Boas: por ejemplo, rechazaba toda forma de
quitar errores y evitarlos para lo futuroj...] Siguiendo sus racismo y proclamaba la unidad básica de la humanidad. Ade-
consejos, me he dedicado a investigar desde que se fue usted, más esbozaba una teoría del desarrollo cultural basada en el
procurando vencer los obstáculos que el desorden del país concepto de "área cultural ", pero al construir su concepto de
opone constantemente. Tengo varios trabajos de la Inspec- nación aceptaba la creencia positivista en la idea del progreso,
ción terminados, pero como no hay "Anales" en el Museo, no y por consiguiente rechazaba las premisa s básicas del relativis-
he podido publicarlos. mo cultural. La nación, sostenía, es un tipo superior de unidad
Estamos descubriendo el templo de Huitzilopoxtli, en San- espiritual que debe ser construida mediante la aplicación de
ta Teresa. Como no hay dinero oficial, pues solamente esta- leyes científicas. Para alcanzar esa unidad, no se debe imponer
mos con 12 trabajadores que paga el dueño de la casa que el desarrollo a las diferentes áreas culturales que forman la
estamos derribando, pues he logrado despertar en él la sim- nación; por el contrario, cada una de ellas debe seguir su propio
patía por las investigaciones arqueológicas. Hoy le envío a
usted un ejemplar del Boletin de Educación, en el que escribí 30 130as a Engerrand, 11 de julio de 1919, F'f'FB. Engcrrand terminó su vida profesional en

un artículo sobre ese asunto. la Universidad de Texas, en Austin, donde fue un profesor muy estimado, aunque "daba la
Impresión de no confiar en sus colegas" (Millon Síugcr, comunicación personal).

60 61
LA mSTORlA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

ritmo. Así la disciplina de la antropología, con ayuda de otras análisis, el indigenismo latinoamericano ha tenido un objetivo
ciencias, sería un instrumento crucial en el proceso de construc- que es totalmente contrario a las ideas de Boas: entender las
ción de la nación. Sin embargo, el objetivo último era la "incor- diferentes lógicas culturales a fin de abolir las diferencias). Así
poración" de las culturas indígenas a la modernidad. mismo, cuando en 1930 Gamio emprendió el estudio de los mi-
En 1917, Gamio fue nombrado director de Antropología en grantes mexicanos en Estados Unidos (para el cual hizo trabajo de
la Secretaría de Agricultura y Fomento, puesto creado especial- campo en Chicago), utilizó el enfoque biográfico que Boas propo-
mente para él. Alentado por Boas, elaboró un ambicioso plan nía como la mejor manera de comprender la dinámica cultural y
para el estudio de las diferentes "poblaciones culturales" de la aculturación (Gamio 1931a y 1931b; el Lowie 1946: 166-168).
México. Dos años más tarde, una resolución presidencial con-
virtió ese plan en política oficial.» El laboratorio inicial para
Lingüística, nacionalismo y política de la lengua
ese estudio era el valle de Teotihuacán. Gamio reunió un equipo
de estudiosos mexicanos que incluía geólogos, geógrafos, ar-
Un área de desacuerdo importante entre Boas y Gamio era la
queólogos, historiadores, médicos, arquitectos, pintores, lingüis-
referente al papel de la lingüística en el estudio de las áreas
tas, etcétera, todos bajo su coordinación. Los trabajos terminaron
culturales. Para Boas, la diferenciación de las lenguas era el
en 1920 y sus resultados se publicaron en tres volúmenes en
objeto de la lingüística antropológica. Además, la existencia de
1922. Gamio presentó la síntesis, la metodología y la justifica-
una lengua distintiva era el Índice más importante para la deli-
ción del proyecto Teotihuacán como tesis de doctorado en la
mitación de un área cultural. Para Gamio, el asunto crucial no
Universidad de Columbia, aceptada con los máximos honores.
era la diferenciación sino la "convergencia "lingüística. Así, en
En 1924, la Dirección de Antropología fue transferida a la
su proyecto Teotihuacán nombró a unjoven lingüista y filólogo,
Secretaría de Educación y Gamio fue ascendido a subsecretario.
Pablo González Casanova, encargado de documentar el debili-
La amistad y la correspondencia entre Gamio y Boas conti-
tamiento de la lengua I áhuatl y la adopción del español en el
nuaron hasta la muerte del segundo, en 1942. En 1925 Gamio
área. Más tarde proclamó la necesidad de estudiar cómo el
cayó en desgracia políticamente por haber denunciado los pe-
castellano iba remplazando a las distintas lenguas y dialectos
culadas y la corrupción existentes en la Secretaría de Educa-
indígenas. Para Boas el cambio lingüístico, aun siendo un aspec-
ción. La Dirección de Antropología fue suprimida, pero la
to crucial del cambio cultural, tenía su propia lógica autónoma;
influencia continuó reflejándose en las políticas gubernamenta-
para Gamio, la homogeneización lingüística era una función del
les hacia la población indígena, no sólo en México sino también
(muy deseable) proceso de incorporación nacional.»
en varios países latinoamericanos. Esas políticas a su vez llevan
la impronta de ciertas ideas de Boas, particularmente las refe-
rentes a la lógica autónoma de cada cultura (si bien, en último 32 Lasid d .
1 cas e Boas estan expuestas en su libro The Mind o/ Primitive Mun (1911), así como
en su introducción al llandbook o/ American bu/in" Language (1911) que editó; también
estaban claras en las conferencias que dictó en la Escuela Internacional (Boas 1912). Gamio
nunca desarrolló por entero SIL, teorías sobre las lenguas, pero se pueden deducir de lo que dice
31 Carta del Secretario de Agricultura y Fomento a todas las oficinas del Gobierno e ~n Forjarufo patria (191~) y en .Ias secciones referentes a la lengua de su estudio sobre
instituciones académicas. 15 de agosto de 1919. c,olthuacall. Véase tarnbíén Gamio 1935; Aguirre lkltrán 1983: 138-9, 155, J(\3-4.

62 63
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 1. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA oo.

La meta de la homogeneización lingüística se convirtió en la [oo.] Sáenz aparentemente esperaba que la lingüística, la tra-
piedra angular de la política educativa en México, y tuvo parti- ducción de la Biblia y la educación bilingüe no sólo enseña-
cular importancia en el vasto programa de escolarización masi- ran el español a los campesinos indígenas monolingües sino
va lanzado por el gobierno revolucionario en la década de 1920. que además les aliviaran la carga de la superstición del
Sin embargo, en 1927, cuando Moisés Sáenz, educador que catolicismofo/k. Además había que considerarj...] la crecien-
había sido alumno de John Dewey en Columbia y que había te ola anticlerical que estaba afectando también a los misio-
sucedido a Gamio como subsecretario de Educación, visitaba neros protestantes. ¿No vendría el bolchevismo después?
escuelas rurales en remotas zonas montañosas de los estados de (Stoll 1982:89).
Puebla y San Luis Potosí, comprobó que la mayoría de los
maestros rurales no podían comunicarse con sus alumnos por- En su primera visita a México, pese a la protección pública de
que éstos sólo hablaban lenguas indígenas (Sáenz 1927). Eso Sáenz, Townsend fue recibido con abierta hostilidad, tanto por
fue una traba considerable para el programa gubernamental de ser un pastor protestante como por ser estadounidense. Para
alfabetización. Sáenz comprendió también que el experimento superar esa oposición emprendió una campaña infatigable ante
de la Casa del Estudiante Indígena en la ciudad de México era las autoridades educativas, en la que se presentaba como maes-
un fracaso. Esa institución reclutaba niños indígenas de todas tro y lingüista, no como pastor. Como resultado de sus esfuer-
las regiones del país, con la idea de que eventualmente regresa- zos, en 1935 obtuvo autorización para establecer una estación
rían a sus lugares de origen a enseñar "la civilización occiden- experimental en el pueblo de Tetelcingo, Morelos, de habla
tal" a sus paisanos; sin embargo, la mayoría de los alumnos náhuatl. El nuevo presidente de México, Lázaro Cárdenas,
prefería quedarse en la capital una vez terminada su instrucción quien tenía un genuino interés por la educación indígena, visitó
(Heath 1972:95). En 1931, Sáenz creyó haber encontrado la Tetelcingo y encontró a Townsend totalmente dedicado a alfa-
solución al problema de la educación mexicana cuando cono- betizar a niños y adultos en su propia lengua. Ese día se inició
ció a William Carneron Townsend, un misionero presbiteria- entre Cárdenas y Townsend una larga amistad, que llevaría al
no que había trabajado en Guatemala desde 1917 y había segundo a defender con vehemencia las políticas de Cárdenas
elaborado un método para alfabetizar a los cakchiqueles y +-como la expropiación de las compañías petroleras estadouni-
hacer proselitismo al mismo tiempo, haciéndolos leer la Bi- dense- ante las autoridades de los Estados Unidos. Townsend
blia en su lengua natal. Como él mismo había sido en origen además escribiría después una vasta y muy elogiosa biografía
un misionero presbiteriano, Sáenz simpatizó por entero con del presidente mexicano (Townsend 1952). En 1936, Townsend
el proyecto de Townsend. Para él, el protestantismo era un recibió aliento para ampliar sus actividades, y para ese fin trajo
aliado natural de la Revolución Mexicana, amenazada por a otros tres misioneros-lingüistas: Kenneth Pike para que traba-
movimientos reaccionarios católicos, como la Rebelión de los jara entre los mixtecos en el estado de Oaxaca, y Maxwell y
Cristeros (1926- 1929), que tenían apoyo masivo en su pro- Elizabeth Lathrop para atender a los purépechas (o tarascos) en
testa contra las reformas anticlericales del presidente Calles, Michoacán. Pike, discípulo de Edward Sapir, quien a su vez
particularmente en las áreas rurales. Así, tenía gran influencia de Boas, llegaría a ser una figura clave en

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LAmSTORIADELAANTROPOLOGÍA
ENMÉXICO MESAl. LAIMPORTANClADELAmSTORlADELA ...

el desarrollo de la lingüística antropológica en México (Sánchez Moreno, Evangelina.Arana, Yolanda Lastra. Ese programa em-
Marco 1976:87-91). En ese mismo año Townsend y sus asocia- pr'eñdió la tarea de publicar texto~ en lenguas indígenas, para 10
dos fundaron los Wycliffe Bible Translators, sociedad que es- cual utilizaron materiales del ILV. Sin embargo, como el ILV no
taba destinada a ser muy conocida en toda América Latina, y había desarrollado un método de transcripción estandarizado, el
más tarde en África y Asia, como Instituto Lingüístico de programa tuvo que crear su propio método e incluso diseñar
Verano (ILV). Antes de finalizar la década de los treinta los prensas especiales. En 1939 se lanzó el Proyecto Tarasco para
miembros del Instituto, todos ellos ciudadanos estadounidenses, probar un método de alfabetización en la lengua vernácula, sin
estaban trabajando entre seis grupos étnicos más en México: los ninguna referencia directa a la enseñanza en español. Pero en
mixes, los mayas, los tarahumaras, los mazatecos, los otomíes 1941, cuando ya Cárdenas había dejado de ser presidente, tanto
y los totonacos (Heath 1952:112-13; Aguirre Beltrán 1983: el Proyecto Tarasco como todo el Programa de Educación
224-226). Muchos educadores y políticos vieron eso como una Bilingüe fueron suprimidos, y hasta las prensas fueron secues-
peligrosa expansión del imperialismo estadounidense, pero la tradas y aparentemente destruidas, por orden del nuevo secre-
protección de Cárdenas impidió cualquier ataque abierto contra tario de Educación (Norman McQuown, comunicación
eIILV. personal).
Curiosamente, al Qtincipio los misioneros pr()testantes e_'!:..~ Las personas que trabajaban en el Programa de Educación
contraron sus mejores aliados para la defensa del multilingüis- Bilingüe fueron blanco de ataques por ser extranjeros, por ser
·mo y la educación bilingüe en los clentiÍlcos de iz~ierd;"- izquierdistas o por ser protestantes. Pero también había una
agrupados en el Instituto de Estudios Lingüísticos de la Univ~:_. objeción política más seria contra su trabajo lingüístico: que
~sidalliacional, y después en una serie de instituciones creadas ~st@an reforzando la fragmentación cultural que exjstía en
por Cárdenas: el Departamento de Asuntos Indígenas, el Insti- Mé?Ü~ Durante los 30 años siguientes, diversas instituciones
tuto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la Escuela gubernamentales continuaron trabajando en programas de edu-
Nacional de Antropología e Historia (ENAH).Dos grandes figuras cación bilingüe ~l Departamento de Asuntos Indígenas, el
de la izquierda, el dirigente obrero ~icente Lombardo Toledano Instituto Nacional Indigenista (creado en 1948) y la Dirección
y el antropólogo Miguel Othón de Mendizábal, defendieron la de Educación Indígena- pero su presupuesto se mantuvo siem-
JeQTía de las nacionalidades de Stalin, que supuestamente se pre mínimo. Al mismo tiempo la lingüística académica, desa-
estaba poniendo en práctica en la URSS y que incluía elJespeto rrollada en la ENAHy en la Universidad Nacional, nunca alcanzó
P2!las lenguas tradicionales (Aguirre Beltrán 1983: cap. 8). En la estatura de otras disciplinas académicas como la arqueología,
el Departamento de Asuntos Indígenas el gobierno mexicano la etnología y la antropología social. La principal figura de la
inició un ambicioso programa pionero de educación bilingüe, lingüística (antropológica) académica fue M.Ql:ti.s.,.Swa~
con participación de un grupo de lingüistas y antropólogos quien vivió en México desde 195(2 hasta su muerte e~ y
profesionales que incluía tanto estadounidenses -Morri~,S.wa:: dejó un reducido y selecto grupo de discípulos. En cambio el
\ desh, Nonnan }1cQuown, Jules HgnI}é....j'Kenneth Rik.e, este ILV continuó expandiéndose: "Durante los 25 años entre 1935
\f., )@¡mo el único del ILv-como mexicanos -Wigberto~ez y 1960, todas las lenguas de México y Guatemala[ ...] recibieron

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LA mSTORIADELAANTROPOLOGÍA
ENMÉXICO MESA1. LAIMPORTANCIA
DELAmSTORIADELA ...

atención [del ILV], y se publicó una cantidad considerable de menos un antídoto, contra la alienación provocada por el desa-
trabajos de lingüística descriptiva sobre esas lenguas [por el rrollo capitalista. En ese contexto las disciplinas antropológicas,
ILV)" (McQuown 1967:5). En 1951, la Secretaría de Educación y particularmente las tendencias provenientes de Estados Uni-
de nuevo solicitó ayuda del ILV para la elaboración de materia- dos, eran vistas como instrumentos del imperialismo, y el ejem-
les didácticos (cartillas) para uso de maestros bilingües (Bravo plo por excelencia de esa instrumentalidad eran los lingüistas
Ahuja 1977:114-115). No fue ninguna sorpresa que cuando se estadounidenses, que no sólo eran agentes de la CIA sino que
publicó el volumen de lingüística del Handbook of Middle además hacían propaganda del dios gringo. Tales fueron las
American Indians en 1967, sólo tres de los 15 autores fueron acusaciones enunciadas en un documento de 1975, firmado por
mexicanos; los otros 12 eran estadounidenses. Entre esos 12 30 antropólogos mexicanos, conocido como la Denuncia de
había 2 sobrevivientes del antiguo Programa de Educación Pátzcuaro:
Bilingüe (Swadesh y McQuown) y seis miembros del ILV te].
Wauchope y McQuown 1967). Denunciamos [...]
Desde fines de los años sesenta y durante toda la década 1. Que en el quehacer de las ciencias sociales[ ...] se instru-
siguiente, el ILV fue blanco de violentos ataques de la comuni- mentan mecanismos de penetración imperialista[ ...] a través
dad antropológica mexicana. Este ataque era doble. En primer de programas de investigación, asistencia y evangelización.
lugar, se argumentaba que en muchas comunidades indígenas 2. En México, a partir del régimen de Lázaro Cárdenas se
había llegado a producirse una drástica división religiosa como iniciaron los trabajos del Instituto Lingüístico de Verano [...]
resultado de la actividad proselitista de los misioneros-lingüis- agencia seudocientífica vinculada con la CIA, cuya actividad
tas. En realidad había incluso lugares, como algunos pueblos manifiesta es difundir la Biblia y supuestamente ayudar a
mayas de los Altos de Chiapas, donde los que se habían con- elaborar las cartillas en lenguas indígenas[ ... utilizadas por]
vertido al protestantismo vivían físicamente aparte. Además, a la Secretaría de Educación Pública] ... ]
menudo estallaban conflictos abiertos entre los seguidores del 3. La política del Instituto Lingüístico de Verano[ ...] contra-
catolicismo folk y los protestantes, porque estos últimos se viene] ...] la Constitución General de los Estados Unidos
negaban a participar en festividades tradicionales y tareas co- Mexicanos[ ...] Además ocasiona divisiones en el seno de las
munitarias. Una segunda fuente de hostilidad hacia el ILVestaba comunidades que constituyen un freno para su organización
relacionada con el fuerte y generalizado sentimiento antiesta- y la defensa de sus derechos comunes.
dounidense que predominó en los medios intelectuales latinoa- 4. [...] Como resultado de esa manipulación imperialista, la
mericanos durante las décadas de los años sesenta y setenta. tradición de investigación lingüística mexicana[ ...] ha queda-
Para la izquierda revolucionaria --que en buena medida estaba do desvirtuada. Esto impide resolver problemas que atañen a
limitada a las universidades- el rechazo del american way of la lingüística y a la problemática nacional[ ...]
life, incluyendo cualquier forma de pensamiento identificable 5. Resalta entre[ ... las] actividades [del ILV] la labor de
con Estados Unidos, llegó a ser una cuestión de principio: se proselitismo y penetración ideológica[ ... mediante la] difu-
consideraba que ese rechazo era una defensa preventiva, o al sión de patrones culturales que desvirtúan [los propios] y

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 1. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

desvían la atención[ ...] [de] la solución de[ ...] [los] problemas Texas debido a la ruidosa protesta de un grupo de empleados
fundamentales. del INAH. Se quejaban de la
6. El Instituto Lingüístico de Verano[ ...] utiliza sus amplios
recursos y las condiciones que el gobierno de México le [...] influencia nefasta que han ejercido las universidad~
brinda para difundir su política imperialista a toda América norteamericanas en el desarrollo[ ...] de la antropología me- J
Latina y a algunos países del orbe. xicana, con una orientación culturalista, un sUbdesarrollo~
7. Esta institución cuenta con innumerables recursos no con- teórico y una total enajenación a (sic) los problemas reales de.
trolados: campos de aterrizaje, helicópteros, radiodifusoras, la población mexicana.v ~
centros de radiocomunicación, centros de adiestramiento,
clínicas experimentales[ ... )33 Obviamente, el ,b.picot x~nofóbico contra ese proyecto institu-
cional no impidió la presencia de docenas de antropólogos
Después de la Denuncia de Pátzcuaro, el Colegio Nacional de extranjeros haciendo investigación en México, como lo señaló
Etnólogos y Antropólogos Sociales y el Colegio Mexicano de en tono cáustico Ángel Palenn (1975). Del mismo modo, el
Antropólogos Profesionales -las dos asociaciones profesiona- Proyecto de Lingüística del Centro de Investigaciones Supe-
les de antropólogos que existen en México- presentaron a la riores del INAH fue blanco de duras críticas que finalmente
Secretaría de Educación una petición formal de que cancelara obligaron a casi desmantelarlo, porque estaba dirigido por dos
su contrato con el ILV. Solicitaban además que el ILV donara a estadounidenses, a pesar de que su objetivo era preparar inves-
la nación mexicana todas sus construcciones, aeropuertos, equi- tigadores mexicanos.
po técnico y demás posesiones, que supuestamente le habían
sido proporcionadas por el gobierno mexicano. En 1979, des-
pués de una serie de artículos en revistas y periódicos mexicanos Algunas observaciones finales
en contra del ILV, el gobierno mexicano canceló el contrato en
cuestión y confiscó todas las propiedades del ILV. Sin embargo La presencia de Franz Boas en la Escuela Internacional de Etno-
muchos miembros del ILV han continuado trabajando libremen- logía y Arqueología Americana ijetenninó el comienzo de mé-
te en territorio mexicano, y todavía es frecuente que institucio- todos de investigación rigurosos así como de nuevas tendencias
nes académicas y gubernamentales recurran a su pericia. teóricas en la antropología mexicana. Las ideas de Boas sobre
La ola de sentimiento antiestadounidense afectó a estudiosos la secuencia de las civilizaciones mesoamericanas y el papel de las
que no tenían ninguna relación con el ILV. Por ejemplo, en 1974 áreas culturales en la investigación antropológica fueron adop-
resultó imposible llevar a la práctica un ambicioso proyecto tadas por estudiosos mexicanos, gr cias a la mediación de
arqueológico de colaboración entre el INAH y la Universidad de ~ Esa mediación Implicó tanto comul1lcacion
Intelectual como amistad personal entre Boas y Gamio, y ade-

34"El proyecto arqueológico de la Universidad de Texas", en Garcia Mora y Medina


33 Citado en Garcia Mora y Medina 1986,11:551-3. 1986,11:533-9.

70 71

L
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍt, EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

más la capacidad ~e Gamio de traducir los conceptos de l~to~ de la lingüística. La intermediación efectiva en el área de la
?.. .!In len.,guaje cultural aceptable tanto para los intelectuales como _ lingüística antropológica la realizarían posteriormente (en los
, E,ara los políticos mexicanos: el del nacionalhmo. Esto sin duda años cardenistas y luego en los cincuenta y sesenta) el pequeño
fue paradójico, porque para Boas el nacionalismo era una fuerza y brillante grupo reunido en tomo a Swadesh y a Pike (que
peligrosa e indeseable. Según él, una de las tareas de la antro- merece una historia aparte), pero no logró una influencia amplia
pología era combatir el racismo y el nacionalismo con los ni tuvo protección adecuada en el medio oficial, y además se
conceptos de la unidad de la humanidad y el relativismo cultu- perjudicó por su conexión (en parte real y en parte imputada)
ral. Sin embargo, Boas tenía una mente suficientemente abierta con el ILV. Los furibundos ataques políticos contra los lingüistas
para aceptar la redefinición de "área cultural" por su joven y otros antropólogos extranjeros hoy nos parecen desorbitados;

!¡ discípulo, en. términos de un plan p~ra la "construcción de la


nación" y la 'hlnvestigación integral:.f(e~
~Esa redefinición llegaría a ser crucial para
pero no hay que olvidar que la CÍA efectivamente financió
ciertas investigaciones antropológicas en América Latina a fi-
nes de los años sesenta (el Proyecto Camelot). En todo caso, el
el desarrollo de otros influyentes modelos teóricos en México, impacto de esas críticas se hubieran matizado de existir una
como el de regiones de refugio de Gonzalo Aguirre Beltrán. interrnediación intelectual efectiva.
Además, en los campos de la arqueología y la etnohistoria, la Naturalmente, la intermediación intelectual no desapareció.
hipótesis de Boas de una secuencia general de civilizaciones No podríamos explicamos la antropología hecha por mexicanos
mesoamericanas, sujeta a variaciones regionales, fue la base de a partir de 1930 sin la transmisión y traducción de las ideas y
la investigación posterior (de Caso, Vaillant, Kirchhoff, Armi- méto~os de Redfield, Malinowski, Herzkovits, Wittfogel, Ste-
Has, Palerm, etcétera). wacd, Wolf, Godelier ... por sólo mencionar unos cuantos nom-
~ Boas quería para sus discípulos un compromiso con la inves- bres. Pero no ha desaparecido la concepción patrimonialista de
, ~gación pe~sonal y solitari~, ~.ena a los avatares socIales -: la disciplina: la idea misionera de la "antropología mexicana".
e políticos. Engerrand le hizo caso, y terrruno por aban onar De tal idea misionera d la xenofobia hay un corto trecho, y si
.o--~
México. Gamio no desdeñaba la dedicación personal; pero dio caemos en ésta el avance! científico será seriamente amenazado.
igual importancia a la investigación en equipo y buscó su De ahí que las labores mediadoras sigan siendo imprescindibles.
inserción en la dinámica sociopolítica del país; gracias a ello,
las ideas boasianas sobre las áreas culturales tuvieron una gran
Apéndice: Dos cartas de Gamio a Boas
repercusión en la antrop~gla nacIOnal. Sin embargo, la inter-
mediación intelectual de Gamio no se extendió a las proposicio-

.* 1
Tienda Mixta La Esmeralda, Almacén de Abarrotes Nacionales
nes de Boas sobre el relativismo lingüístico, quizás por ser más
y Extranjeros.Compra y Venta de Semillas, Café y Tabaco .
i~tríns.ecamente subversivas respecto de cualquier doctrina na- Felipe Amieva y Hno. F. C. al Itsmo. Tezonapa, Ver.
cionalista.
Sáenz defendió las nuevas corrientes de la ciencia del lengua-
je, pero no fue un intermediario: él mismo no era un investigador

72 73
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

Tezonapa, 7 de ocbre de 1912 El Sr. Engerrand me ha indicado que continúe trabajando en


la Escuela Internacional y yo por mi parte lo deseo de todo
Señor Dr. corazón. Dice que me encomendará un trabajo relativo a la
D. Franz Boas sucesión de culturas o sea la prosecución de las labores que
Columbia University, New York, N. Y. inicié bajo la dirección de Ud. Esto me hace esperar que quizás
el gobierno mexicano me pensione como alumno este año. Yo
Muy estimado y respetable profesor: lo celebraría mucho pues teniendo el presupuesto cubierto
Al escribirle desde este lugar estoy imitando al avestruz que (¡eterno problema!) me dedicaría exclusivamente a los trabajos
para no ser visto esconde la cabeza debajo del ala. En efecto, de la Escuela.
tanta es mi mortificación y mi pena por el juicio, indudablemen- Ahora voy a decir a Ud. por qué estoy aquí: como alguna vez
te adverso, que hará Ud. de mí por el retardo con que hice las le dije, conozco interesantes construcciones prehispánicas en
descripciones de las láminas, que no me atreví a escribirle esta región y hace dos meses propuse al Ministerio por conducto
cuando se las envié. Sólo hasta llegar aquí, he resuelto escribirle del Sr. Robelo que me enviaran a explorarlas. Esto lo hice con
como asunto principal de mi carta (y subrayado) dispénseme el exclusivo objeto de que, si los resultados de la exploración
usted. Supongo que ya estarán en su poder las descripciones. son halagüeños, el Sr. Ministro sepa que yo me dedico a inves-
¿Verdad que sí? tigaciones arqueológicas, pues ya me ha sucedido tres veces que
Paso a otro asunto: He hecho las correcciones a las pruebas los Ministros me ponen cariñosamente en la calle, alegando que,
de mi artículo (el cual por cierto he hallado muy deficiente al como ellos no tienen antecedentes sobre mí, yo no me ocupo de
leerlo de nuevo). Como no pude consultar la otra publicación estudiar arqueología. La lógica del razonamiento es pobre, pero
alemana [palabra ilegible] en donde el Dr. Seler incluyó su resultado es fatal para mí. Voy a trabajar cuanto mejor pueda
ilustraciones relativas a objetos del tipo de Teotihuacán, y en cuanto termine me iré a México (cuestión de un mes) a
mandé hacer unos dibujos que ocupan una lámina y con ponerme a las órdenes del Sr. Engerrand. Le comunicaré a Ud.
respecto a los objetos que aparecen en esa lámina, me refiero cuanto haga por aquí. Mi dirección es Manuel Gamio, Tezona-
a sus copias en el álbum. pa, E. de Veracruz. Los lugares que voy a explorar están lejos
de aquí pero el Sr. Amieva, dueño de esta tienda, es el encargado
Antes de salir de México, supliqué al Sr. Engerrand se
del correo y me enviará las cartas inmediatamente. Reciba Ud.
sirviera vigilar la ejecución de los dibujos y se los enviara a
Ud. junto con las pruebas --cuando estuvieran terminadas. muchos recuerdos afectuosos de su discípulo y atto. s.
Resolví enviar a Ud. las pruebas pues creo indispensable que
M. Gamio
Ud. las examine por última vez. No creo que en este caso el
retraso sea muy perjudicial pues como Ud. sabe la obra
rel~t~va al Congreso de Americanistas que se verificó en P. D. Antier envié a Ud. el manuscrito en mexicano y unos
México todavía no se reparte. soldados para su hijito.

74 75
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO
MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

Ruinas del Calvario, 25 de ocbre de 1912 encontrado montones de grandes tepalcates que son parte de
miles de objetos. Espero muy pronto llegar a los salones inte-
Sr. Dr. riores a donde los indios de la actualidad no han llegado por
Prof. Franz Boas temores supersticiosos y creo que recogeré muchísimos jarros
New York y vasijas enteras, amén de los fragmentos que presenten deco-
ración. ¿No cree Ud. que con los objetos que recoja pueden
Muy estimado y respetable Señor: fijarse algunos tipos locales?
Recibí su grata carta de fecha 15 del corriente y sentí mucho He hablado con los indios que hablan el dialecto de que Ud.
gusto al leerla y saber que no está disgustado conmigo por la ya tiene noticia é hice algunas observaciones: el sonido fuerte
tardanza con que le envié el manuscrito relativo a las láminas. de la e, es decir la k, no 10 pronuncian sino lo transforman
He leído con toda atención los consejos que se sirve Ud. darme aparentemente en saltillo, como de tlacatl = tia 'atl, ni can =
sobre la conveniencia de escribir y publicar algún trabajo con- ni 'ano En otros casos parece que el mismo sonido de k 10
cienzudo. Voy a hacerlo así, de veras, en cuanto termine la transforman en aspirado, como de ictli = ihtli. Por último son
exploración que actualmente efectúo. frecuentes las sustituciones de u por v: cihuatl = civatl. Desgra-
Aquí he encontrado unas construcciones que, a primera vista, ciadamente ya murió uno de los indios viejos que conocía
tienen el mismo tipo que las de Cempoala descritas por el Sr. muchas canciones y ceremonias para efectuar las siembras,
del Paso y Troncoso; el trabajo es difícil pues las ruinas están curar enfermedades, etc. etc. Sin embargo todavía hay otro que
cubiertas con tierra y sobre ésta se levanta una selva de viejos conoce algunas canciones. Hoy pedí al Sr. Engerrand el fonó-
y gruesos árboles. Naturalmente que no vaya descubrir todas grafo de la escuela para fijar algunas canciones y palabras, a fin
las construcciones pues para ello necesitaría mucho tiempo; de remitirle los discos.
solamente desmontaré el terreno y rascaré la tierra que cubre De política Ud. estará mejor informado que yo, que en estas
superficialmente a la construcción a fin de tomar medidas y montañas nada se sabe con respecto a la cosa pública, sino que
fotografías y darme cuenta del estilo arquitectónico. He hallado el Gral. Higinio Aguilar anda merodeando en este cantón de
en la superficie una gran cabeza de piedra y la escultura de un Zongolica. Yo, recordando las inolvidables frases de Ud., llevo
animal. Probablemente en el interior de los departamentos hay en el bolsillo 2 3 pesos, lO no disappoint them [sic].
ó

objetos domésticos, de culto, etc. pero no podré conseguirlos Ya para terminar repito, como antes dije, que voy a empren-
pues dichos departamentos están llenos de tierra y detritus der un trabajo serio y a publicarlo en cuanto llegue a México.
vegetales que los elementos han acumulado y sería muy largo Muchas gracias por sus buenos e inestimables consejos.
el tiempo necesario para desalojar esos materiales. Reciba Ud. con estas líneas las afectuosas expresiones de su
He encontrado también -y creo que son de gran interés- discípulo y afmo. atto. S.
unas cavernas naturales que constan de muchos salones en casi
todos los cuales existen inmensas cantidades de cerámica. Hasta M. Gamio
hoy, he explorado una pequeña parte de las cavernas y he

76 77
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA I. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

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80 81
RECURSOS IDEOLÓGICOS DEL ESTADO
MEXICANO: EL CASO DE LA
ARQUEOLOGÍA
Ignacio Rodríguez García*

Introducción

La historia de cualquier disciplina académica es fundamental-


mente la historia de su desarrollo temático, teórico y técnico,
pues el interés de los historiadores se centra generalmente en
estos aspectos como los sustantivos para medir el progreso
específico de la disciplina en cuestión, de otras disciplinas
correlacionadas y en general del ámbito científico de una nación
o región determinada. En pocos casos, y con menor profundidad
y extensión, los historiadores amplían los objetivos de sus
análisis e interpretaciones a los aspectos no directamente re-
lacionados con el desarrollo o tendencias de la disciplina de
su interés, tales como sus efectos sociales, políticos o econó-
micos. Pero aún son menos los casos de estudio histórico donde
se efectúa específicamente el análisis en sentido contrario, es
decir, un análisis que tenga como objetivo establecer el impacto

* Subdirección de Investigación, INAH.

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LA IDSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

de la influencia de las estructuras sociales, políticas o económi- Estado, nacionalidad y patrimonio


cas en el desarrollo de la disciplina.
Sobre la arqueología existen varias obras que ejemplifican el Como ha sucedido en otras naciones, parte importante del
punto anterior; así por ejemplo, la historia de la arqueología proceso de consolidación posindependentista de México se
como la sucesión de proyectos y exploraciones donde la am- basó en el manejo ideológico que resulta de resaltar los
bientación social brilla por su ausencia es la norma común del valores locales en contraposición a los de la antigua metró-
trabajo de Willey y Sabloff (1979), y no deja de sentirse en el poli. Los argumentos fueron fundamentalmente aquellos re-
de Bernal (1979) a pesar de algunos comentarios de tipo socio- feridos a la situación de injusticia que significan la exacción
lógico del autor al referirse a la comunidad de arqueólogos en económica y la sangría de riquezas ejercidas sobre la colonia,
México. Otro autor, Daniel (1976), va más allá de esta línea y argumentos siempre acompañados de llamados a la unidad
ofrece una secuencia histórica de temáticas y exploraciones con nacional fincados en la distinción del territorio, en un nuevo
un cierto enfoque relativo al condicionamiento social y cientí- orden económico de mayor oportunidad general, en la posi-
fico de las diferentes etapas de nuestra disciplina. Pero mientras bilidad de inserciún y despegue del nuevo país en el concierto
que Willey y Sabloff y Daniel tienen que sujetarse a enfocar la de naciones, y especialmente en la variedad y valía de nues-
disciplina sólo en cuanto a su desarrollo académico, pues se tras raíces étnicas.
dedican a realizar historias generales de regiones muy amplias Los gobiernos posindependentistas en mayor o en menor
(América en el primer caso y Europa y América en el segundo), medida echaron mano del recurso ideológico relativo al valor
en Bernal este mismo enfoque deja una sensación de no estar étnico, incluyendo constantes referencias a la grandeza an-
completo, al faltar en su obra referencias específicas a los cestral. Pero, y quizá por la urgencia de otras necesidades,
condicionantes externos que han marcado a la arqueología me- este recurso pocas veces pasó de lo retórico a acciones de
xicana ' y que le han conferido su particular fisonomía. estudio concretas: casi todo el siglo XIX se caracteriza porque
Pero no es objetivo del presente ensayo criticar a una u otra las investigaciones de sitios arqueológicos son ocasionales y
obra por no presentar temáticas o enfoques que no tenían por aisladas y en muchos casos realizadas por extranjeros, siendo
qué estar presentes en los intereses de sus autores, sino más bien notoria la falta de instancias oficiales específicas dedicadas
colaborar en el esclarecimiento de las peculiares características a su estudio.
del desarrollo de la arqueología de nuestro país. Así, nuestro La situación cambia drásticamente en los años finales del
discurso enmarcará este desarrollo desde un análisis que pro- porfirismo, ya que el dictador es impelido a buscar en las raíces
pone como fundamento de explicación al principal motor y de la nación escenarios que llamen la atención del concierto
cliente de los productos de la arqueología nacional: el Estado mundial hacia México, especialmente cuando se daba a la tarea
mexicano. de atraer capitales estadounidenses y europeos que sacaran al
país del atraso económico. Por sus referencias legendarias Teo-
tihuacán es escogido para este proyecto de impacto histórico y
1 Este hecho nos lIalna especialmente la atención, ya que Bcrnal, como director del mxu, porque tiene un gran edificio (la Pirámide del Sol) digno de
fue ampliamente lestigo y actor de la incidencia de tales condicionantcs.

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA I. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

rivalizar con otros grandes monumentos? de la antigüedad clá- huacán como símbolo de la riqueza de las raíces nacionales.
sica europea y de la egipcia. Con esta intervención queda Ahora el objetivo inmediato del Proyecto del Valle de Teotihua-
inaugurada la que posteriormente será una constante marca de can, iniciado en 1917, no estaba orientado a impresionar a la
la arqueología nacional: su productividad orientada al reforza- comunidad internacional, sino a proporcionar sustento ideoló-
miento ideológico estatal. gico a un Estado basado en la reivindicación de las abundantes
Las excavaciones del proyecto de Leopoldo Batres en 1906 minorías étnicas, mayorítariamente campesinas. El reparto
y 1908 dejan al descubierto la gran pirámide y refuerzan la agrario viene entonces acompañado de un muy importante y
magnificencia de las fiestas del centenario de la Independencia. hasta entonces inusual esfuerzo académico, tendiente al estudio
Las noticias de las exploraciones en efecto llaman la atención de la población indígena, y que busca alcanzar varios objetivos:
mundial, pero a pocos convencen sobre la bondad de la política la comprensión de sus necesidades económicas y sociales, sen-
étnica del dictador, que buscaba dar una cara de preocupación
tar las bases para su incorporación nacional y diversificar los
y orgullo por el pasado prehispánico al mismo tiempo que
fundamentos de la reestructuración económica, obligada por el
reprimía y desarraigaba a sus comunidades indígenas (como los
yaquis y los mayas), casualmente descendientes de aquellos avance mundial de la industrialización.
mismos constructores de pirámides. Afortunada o desgraciadamente el trabajo de Gamio tuvo
El gran valor que demuestra el uso de un sitio arqueológico relativamente poca intervención del Estado, entre otras razones
para efectos propagandísticos, valor que se midió por sus reper- porque los señores estadistas de la época estaban más ocupados
cusiones internacionales, sienta sólidamente sus reales en la en realizar cuartelazos y levantamientos, y en defenderse de
conciencia estatal, y no es considerado como una mera estrata- éstos, que en el aprovechamiento cabal de los resultados del
gema de la dictadura por los gobiernos inmediatos a la Revolu- proyecto. Esta situación permite a Gamio realizar sin mayores
ción. Tanto en el gobierno de Porfirío Díaz como en los de los injerencias lo que hasta la fecha sigue siendo un modelo de
presidentes Madero, Carranza y Obregón, queda reconocido y investigación interdisciplinaria, especialmente por el fuerte
formalizado el valor histórico y social del pasado prehispánico contenido humanístico de su estudio. El objetivo de la investi-
y se consolida el concepto que vendrá a dar la pauta social, gación rebasa ampliamente al monumento arquitectónico, por
ideológica y legal de los restos arqueológicos, esto es, su status
lo que las labores arqueológicas quedan reducidas a ser sólo uno
como patrimonio cultural.
de los apartados del proyecto, si bien de los más espectaculares.
Las consecuencias ideológico-políticas del proyecto de Ga-
Manuel Gamio mio son más aprovechadas por gobiernos posteriores a la época
en que se desarrolló, como veremos más adelante, mientras que
En plena época de consolidación revolucionaria y reestructura- las consecuencias académicas son de amplia trascendencia des-
ción política, nuevamente se lleva a la práctica el uso de Teoti- de luego. Con esta investigación se desarrolla la primigenia
concepción boasiana de la unidad de la antropología (sentando
2 La concepción sobre el valor de los monumentos se consolida ya en estos años. El
las bases del prestigio de varias décadas de la antropología
concepto de "monumento", central en la arqueología mexicana, ha sido profusamente mexicana), el enfoque interdisciplinario y, sobre todo, el con-
analizado por Vazquez León (1992).

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 1. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

cepto del quehacer antropológico no como un mero ejercicio de Bajo esta imagen, el redescubrimiento y la reivindicación de
observación y comparación de la otredad -al estilo de la las minorías indígenas pasadas y presentes quedan plasmadas
antropología colonialista europea-, sino como un ejercicio con la fundación del INAH, y al reservar la riqueza arqueológica
comprometido con un programa social y político de justicia como una prerrogativa exclusiva del Estado. En efecto, y aun-
social. que sea una curiosidad histórica, la expropiación petrolera
arrastra a la arqueología en su posterior conceptualización y
uso, ya que los restos arqueológicos, como los mantos petrole-
El impacto del cardenismo ros, se encuentran en el subsuelo ahora propiedad de la Nación,
ni más ni menos que la figura jurídica que constituye la esencia
Las investigaciones arqueológicas en los años anteriores al del decreto de expropiación. Al igual que el petróleo, los restos
sexenio de Lázaro Cárdenas traen consigo el entusiasmo des- arqueológicos sólo pueden ser explotados por el Estado pues
pertado por el trabajo de Gamio, y especialmente se caracterizan son de interés nacional y utilidad pública, y sólo el Estado como
por la profusión con la que varias instituciones extranjeras representante de la Nación (y no alguna instancia privadas)
vienen a realizar estudios de las comunidades indígenas pasadas puede decidir cómo explotarlos. A partir de Cárdenas la suerte
y presentes. La incidencia de los gobiernos de esos años en la de la arqueología mexicana quedó echada.
arqueología es relativamente limitada, debido sobre todo a que
en el concierto de fuerzas políticas aún se vive un periodo
intenso de ajuste y consolidación; mientras tanto, las agencias La arqueología durante la transición al civilismo
encargadas de los monumentos arqueológicos cumplen sin ma-
yores pretensiones sus actividades asumiendo el papel institu- El sexenio de Cárdenas termina en 1940 y comienza el de otro
cional que les corresponde. general, Ávila Camacho, en cuya gestión México entra a la
Pero en 1934, el general Cárdenas asume la presidencia Segunda Guerra Mundial. Este evento constriñe las investiga-
dejando atrás la inestabilidad militar y política de los años ciones científicas no bélicas y las humanísticas, pero a pesar de
previos, al ejercer cabalmente el poder que le corresponde. Con ello en el país continúan las investigaciones arqueológicas (aun-
la fuerza que le da el haber enfrentado y desterrado a Plutarco que en pequeña escala) y la presencia de instituciones extranje-
Elías Calles (hasta entonces el "jefe máximo de la Revolu- ras realizando diversos estudios de interés antropológico. Como
ción"), Cárdenas tiene detrás de sí a toda la nación cuando reta es de imaginarse, el esfuerzo conjunto de los países aliados se
a las potencias de entonces y nacionaliza la industria petrolera, orientaba al teatro bélico y México participaba con su aporte de
y confirma ese apoyo al aplastar a Saturnino Cedillo, que se alza petróleo y braceros hacia las industrias estadounidenses; no
en armas para revertir el decreto expropiatorio. La fuerza y el obstante, el Estado mexicano no desatiende el estudio del pasa-
prestigio que Cárdenas se arroga con estos actos le permiten
realizar toda una serie de acciones de corte popular que, conse-
3 Un análisis histórico sobre la concepción social del patrimonio arqueológico, así como
cuentemente, crea ante los ojos del pueblo la imagen de un Una revisión de las posibles condiciones de ese mismo patrimonio bajo un escenario de
Estado fuerte, omnipotente y paternal. privatización, puede consultarse en Rodrígucz 1993.

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do prehispánico, y aunque no hay un gran proyecto, lo impor- grado a la paranoia macartista muy difundida en esos años en
tante es que las investigaciones humanísticas continuaran efec- los Estados Unidos, país tradicionalmente acreedor del nuestro.
tuándose. Parte importante de la cooperación internacional en el ámbito
Al finalizar el sexenio de Ávila Camacho el Estado mexicano de la arqueología es la suscripción de convenios para permitir
ha superado la etapa de consolidación posrrevolucionaria, y ya estudios en México por investigadores extranjeros, pero ahora
es posible que un civil asuma la presidencia del país. A partir con la novedad de que estos convenios no son sólo entre univer-
de Miguel Alemán el civilismo es la nota permanente en la sidades sino ya entre los gobiernos. En los años cincuenta se
conformación de los gobiernos emanados de la Revolución, y incrementa notablemente la afluencia de alumnos extranjeros,
es precisamente la presencia de enfoques civiles, ciertamente principalmente latinoamericanos, a la Escuela de Antropología;
más culturales y veleidosos que los enfoques militares, la que a la luz de este nuevo espíritu de cooperación intercontinental,
permite lo que posteriormente redondeará y llevará a lo excelso a mediados de la misma década la principal agencia científica
el aprovechamiento ideológico de los restos arqueológicos. estadounidense, la National Science Foundation, patrocina pro-
No obstante que los gobiernos de Alemán y Ruiz Cortines, yectos como el de la Cuenca de México, de WiIliam Sanders, y
de 1946 a 1958, se vieron más preocupados por los problemas el del Valle de Teotihuacán, de René Millon; proyectos aún no
generados por el proceso de industrialización (y por desbaratar superados por los investigadores mexicanos.
algunas acciones demasiado populares de Cárdenas), las inves- Aun cuando es posible observar un uso insistente de la
tigaciones arqueológicas en campo y en gabinete tuvieron una arqueología como recurso ideológico, hasta el sexenio de Ruiz
actividad notable, pues en estos años se gestan estudios y Cortines las acciones gubernamentales en este sentido se man-
exploraciones como los de Tula y Palenque. De proyectos como tienen más o menos ecuánimes y no muy disparadas en su
éstos y otros de menor difusión, el Estado mexicano saca cierto propaganda respecto de otros recursos ideológicos. Esta situa-
provecho en esos sexenios, sobre todo al propalar su compro- ción cambiará radicalmente en los sexenios por venir y la
miso de continuidad con la tradición del modelo de Gamio y con arqueología mexicana adquirirá una dinámica fundamentalmen-
el todavía persistente interés social implantado en la gestión de te presidencia lista en sus principales intervenciones.
Cárdenas.
Pero además de lo anterior, el Estado hace uso de la arqueo-
logía para apoyar en alguna medida el concurso de México en El despegue ideológico
el panorama internacional. En efecto, en esos años el país se
prepara para integrarse a los mecanismo económicos y comer- 1958-1964
ciales de la Alianza para el Progreso, y se suma a todos los
acuerdos de la Organización de Estados Americanos (OEA), Al iniciar en 1958 el sexenio de López Mateos, el país ya ha
especialmente aquéllos relacionados con los pactos militares alcanzado cierta estabilidad industrial y una eficaz práctica
contra agresiones extracontinentales (presumiblemente de la agrícola que permite alcanzar, por primera vez en muchos años,
Unión Soviética), concesión dada más obligadamente que de la autosuficiencia alimentaria. En estas condiciones el Estado
es capaz de prodigar su tutela patemalista y hacerse cargo de

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA oo.

varios de los más caros anhelos populares. En este sexenio, por época.> pero no tomó en cuenta las propias necesidades acadé-
ejemplo, se nacionaliza la industria eléctrica buscando evocar micas de la arqueología. El Proyecto Teotihuacán de 1962 a
la gesta petrolera; se atienden las necesidades de vivienda de las 1964 se concibe primordialmente como una labor de acondicio-
clases bajas, continuando lo que seguía siendo un novedoso namiento de la zona para las necesidades turísticas, ya que la
experimento: las unidades habitacionales;s el Estado verdade- Calle de los Muertos es tomada como un corredor de acceso
ramente se asume paternal y acude en auxilio de los padres de cómodo, los edificios en la misma son consolidados sólo en la
familia a través de dos grandes acciones: los libros de texto cara que ven los turistas, y se reconstruye para ellos todo un
de educación primaria se vuelven gratuitos, y se crea el Instituto palacio (el Quetzalpapálotl) aun cuando el dato original es muy
Nacional de Protección a la Infancia (INPI) el cual, en un verda- limitado.
dero alarde de populismo, establece un plan nacional para que La arqueología mexicana sufre en estos años un serio condi-
todos los niños en edad escolar reciban diariamente y a un costo cionamiento a su estructura de operación, y el papel del arqueó-
simbólico un desayuno nutritivo (aunque al parecer nadie se logo queda delimitado al de un consolidador arquitectónico
preocupó porque fuera sabroso). especializado." La producción académica de ese proyecto es
Entre todos estos actos de gran resonancia popular e interna- prácticamente nula, más aún cuando se le compara con los
cional, el Estado voltea otra vez hacia los restos arqueológicos resultados del mapa de Teotihuacán de Millon, pero este hecho
y descubre nuevamente en Teotihuacán un magnífico venero de no incomoda a los jerarcas del Estado que igualmente acuden
propaganda de amplia penetración social; en efecto, la sociedad con orgullo a la inauguración de la zona.
ya siente un respeto profundo por nuestro pasado prehispánico Una incipiente crítica a las motivaciones y al desempeño del
(fuente de símbolos patrios), y no puede menos que congratu- proyecto nace durante la vigencia de éste, pero es rápidamente
larse por un gran proyecto que vendría a reforzar la conciencia acallada ante el alud de elogios que el gabinete de López Mateos
histórica. Pero el objetivo del proyecto rebasa las necesidades vuelca sobre quienes participaron. Los cuestionamientos acadé-
ideológicas, y en armonía con éstas se plantea todo una estrate- micos son ignorados ante la satisfacción política que calla la
gia económica, pues Teotihuacán se concibe como un principa- conciencia de los arqueólogos, pues ven en este proyecto el
lísimo punto de atracción turística. El pasado prehispánico, ya precedente de otros de igual resonancia y dotación presupuestal.
altamente rentable ideológicamente, también empieza a serIo El interés de López Mateos por las culturas prehispánicas se
económicamente. extiende no sólo a las exploraciones sino que, en un lógico
Lamentablemente el objetivo de poner en uso a la zona complemento ideológico y turístico, se lanza a la creación del
arqueológica de Teotihuacán tomó en cuenta los deseos popu- Museo Nacional de Antropología (MNA), concebido como un
listas de López Mateos, las necesidades ideológicas del Estado,
las demandas de afluencia turística de la floreciente industria
respectiva, y hasta las expectativas de los intelectuales de la 5 Muy influidos por el muralismo mexicano, de pura cepa nacionalista y permanente
motivación prehispánica.
6 Este papel se ha interiorizado tanto en la disciplina, que son muy abundantes los
colegas (viejitos sobre todo, pero también algunos jóvenes) que sostienen que para ser
4 El plan piloto de estas fue la Unidad Kenncdy en la ciudad de México, un profesional cabal, el arqucólogo debe dominar la consolidación arquitectónica.

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gran altar para rendir admiración al pasado prehispánico (y de 1964-1970


paso para dar a conocer la variabilidad étnica del país). La
magnitud y belleza del edificio que alberga al Museo y la El sexenio siguiente intenta repetir el éxito político e ideológico
riqueza informativa que despliega consiguen el esperado impac- del Proyecto Teotihuacán creando un proyecto propio del agra-
to internacional, y quedan como el mayor logro del sexenio, no do del presidente en turno. Si López Mateos, que era nativo del
superado en su tipo por los sexenios siguientes. El impacto Estado de México, se inclina por Teotihuacán, Díaz Ordaz, que
museográfico e ideológico del Museo es tal,? que tienen que era poblano, escoge Cholula (jno faltaba más!). Pero la crítica
pasar 25 años antes de que los curadores del mismo y los al Proyecto Teotihuacán hace, como quiera que sea, una cierta
directivos del INAH pierdan el miedo a modificar los guiones de mella en la conciencia arqueológica, y los primeros encargados
las salas y las propias cédulas, que en más de un sentido ya eran de llevar a cabo el Proyecto Cholula osan darle un cariz más
piezas de museo. académico, que por supuesto no es del agrado de la clase política
Un elemento más que va en detrimento de la valoración del que recuerda con deleite el impacto del proyecto anterior. El
efecto presidencia lista en estos proyectos 10 constituye el equipo y los planteamientos originales son retirados y los nue-
hecho de que sus periodos de actividad deban enmarcarse vos encargados se ven compelidos a regresar al modelo teo-
dentro de rigurosas fronteras sexenales. Al lastre que signifi- tihuacano, esto es, a copiar un mal ejemplo de investigación
ca que estos proyectos no tengan en su origen motivos acadé- arqueológica.
micos se suma la imposición de terminarlos dentro del lapso Pero no sólo se parte de un mal ejemplo, sino que también se
de la gestión del presidente, pues éste, consistentemente, no carece del entusiasta apoyo del presidente. Mientras que López
sólo los encarga sino que también debe inaugurarlos, con la Mateos seguía muy de cerca la evolución del Proyecto Teoti-
consecuencia de que los tiempos y prioridades académicas huacán, Díaz Ordaz se ocupa del Proyecto Cholula casi sólo por
tienen que supeditarse a la fecha de la ceremonia de inaugu- razones diplomáticas, dando la sensación de que su apoyo al
ración. Los proyectos arqueológicos de encargo presidencial proyecto es sólo para no ser menos que su antecesor. El Proyecto
y uso estatal, también conocidos como proyectos coyuntura- Cholula es un importante recurso ideológico del gobierno de
les» devienen así en un distintivo, medalla o trofeo que Díaz Ordaz, pero es mucho menos importante que el principal:
caracterizan al sexenio en cuestión. los Juegos Olímpicos de México en 1968. Con todo, este pro-
yecto contribuye activamente a conformar la tradición de los
proyectos coyunturales sexenales.
Vilipendiado en los corrillos académicos, y sin la difusión y
7 Con un análisis comparativo entre museos de México y de Estados Unidos,
el total apoyo de que gozó el Proyecto Teotihuacán, el Proyecto
Errington (1993) realiza un notable estudio antropológico de las concepciones de la
antropología mexicana que quedaron plasmadas en el MNA, buscando dar cuenta de Cholula constituyó un penoso ejemplo de práctica académica
los argumentos nacionalistas que hubo detrás de éste. Por lo demás. este artículo es donde la arqueología mexicana tocó fondo. Los resultados aca-
un citable ejemplo sobre un producto antropológico estudiado antropológicamente,
desde la perspectiva del otro.
démicos no alcanzan mayor trascendencia y la reconstrucción
8 Una revisión analítica de la estructura de estos proyectos puede verse en Morelos, continúa siendo la nota opera tiva, al grado de que el producto
Rodríguez y Cabrera.

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final de las intervenciones arquitectónicas es deplorable y esto presidenciales, pues la abundancia de sexos y edades a las que
es notado hasta por los turistas, lo que ya es mucho decir. En la pertenecían los restos óseos reputados como pertenecientes al
historia por escribirse de la arqueología mexicana es indispen- último emperador mexica hacía algo dudosa su credibilidad. Sin
sable una análisis crítico del capítulo cholulteca, y qué mejor embargo, la imposibilidad de declarar oficialmente al enterra-
que tal capítulo pudieran escribirlo los protagonistas, muchos miento como la tumba de Cuauhtémoc no impidió que el Estado
de los cuales aún viven y sabemos de su interés por expresarlo. realizara un acto de celebración para culminar los trabajos. Con
cobertura nacional y la presencia de distinguidas personalidades
1970-1976 del gabinete y del mundo intelectual, el Estado recordó a la
nación que él seguía siendo el principal promotor de nuestra
El sexenio de Echeverría Álvarez ha quedado caracterizado conciencia ancestral, y lo demostró vivamente no sólo haciendo
como la etapa en que el país se hundió en lo económico, en las consabidas declaraciones sino además atestiguando toda una
donde se gestó aquella dolorosa devaluación que acabó con la ridícula ceremonia pretendidamente prehispánica con danzan-
estabilidad cambiaria de más de 20 años y que sería el preludio tes, música y ofrendas (aunque parece que no hubo sacrificios,
de una etapa de recesión y fuerte inflación. En lo político, el si exceptuamos el del buen gusto).
Estado hubo de defenderse de la imagen represiva causada por Lo anecdótico no sería digno de nuestro análisis si no fuera
la matanza de Tlatelolco, imagen que acabó consolidándose con porque pertenece a un proceso donde la arqueología queda mal
la represión del 10 de junio de 1971. En estas condiciones de parada. Prestarse a realizar actos poco serios atendiendo a motiva-
restricción económica y de imagen política internacional, el ciones no académicas, por más urgentes que sean las moti vaciones
Estado mexicano poco se preocupó por desarrollar un proyecto políticas, no puede menos que ir en detrimento de la disciplina. La
arqueológico coyuntural, si bien el cumplimiento de las respon- distracción de recursos y capacidades profesionales dedicadas
sabilidades institucionales en cuanto a la atención de salvamen- a la tumba de Cuauhtémoc debilitó otros estudios más serios que
tos arqueológicos y mantenimiento de zonas se cumplieron hubieran podido aprovechar tales esfuerzos, y reforzó en los
normalmente. Pero no se abandonó el uso de la arqueología políticos la imagen de los arqueólogos como profesionistas dispo-
como recurso ideológico, antes al contrario se hizo amplio uso nibles para todo tipo de veleidades. Pero en el medio académico
de ella para distraer la atención de los problemas nacionales. En arqueológico y en las instancias de autoridad intermedias no hubo
este caso el recurso no fue una zona arqueológica sino un capacidad de oposición a las demandas presidenciales. El descu-
importante personaje prehispánico: Cuauhtémoc. brimiento de rentabilidad ideológica que el Estado hizo en 1962
Las noticias relativas al posible descubrimiento de sus restos alcanzó su máximo aprovechamiento entre 1970 y 1976.
movieron rápidamente a las altas esferas políticas, que con un
despliegue importante de apoyo económico y logístico confor- 1976-1982
maron un proyecto y un equipo abocado a dilucidar tan fausto
acontecimiento.
Con la lección del fracaso de las esperanzas sobre los restos de
Lamentablemente para el Estado, los resultados del equipo
Cuauhtémoc en el sexenio anterior, el sexenio de López Portillo
de trabajo que fue a Ixcateopan no colmaron las expectativas

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volvió los ojos nuevamente a las zonas arqueológicas. Ahora las Con todo, para el Proyecto Templo Mayor se pretendió repetir
condiciones económicas eran mucho mejores, ya que el boom el exitoso experimento del MNA de 1964, construyéndose el
petrolero permitía augurar años de bonanza para las finanzas museo de sitio con una perspectiva similar. Al igual que el MNA,
públicas? y para el medio intelectual en general. En este último el Museo del Templo Mayor ha cumplido cabalmente con su
sentido, la creación del CONACYT como respuesta a la demanda cometido de impactar a la comunidad internacional, pero no
de los profesionistas académicos de una comunicación abierta hemos podido ver claramente cuál es su papel en la educación
y directa con el Estado, permitió augurar un mayor respeto por popular.
parte de la clase política hacia los científicos, y afortunadamente
esta consideración alcanzó también a los científicos sociales. 1982-1988
Por lo que respecta a la arqueología, por supuesto, no se tuvo
la suerte de que el nuevo presidente se desinteresara del pasado El sexenio de Miguel de la Madrid marca un hiato en la proli-
prehispánico (y menos siendo un gran Jan de Quetzalcóatl), y feración de proyectos coyunturales, pero no en el uso ideológico
por supuesto tampoco de que abandonara la inercia de los de la arqueología y de la historia. Cuando esperábamos oír el
sexenios anteriores de tener un proyecto coyuntural que distin- anuncio de un gran proyecto (seguramente en Calima), el Esta-
guiera su gestión. El Proyecto Templo Mayor primeramente do se limitó a concentrarse en la creación de varios museos de
(iniciado en 1978), y después el Proyecto Arqueológico Teoti- todo tipo por toda la República, quizá en respuesta a los recla-
huacan (PAT) 1980-1982, se constituyeron en el recurso ideoló- mos de las poblaciones y sectores sociales contra el permanente
gico favorito, especialmente el primero. La retórica culturalista centralismo del gobierno federal. El Estado continuó aprove-
que acompañó el desarrollo de las excavaciones en el Templo chando el recurso del Templo Mayor y extendió su preocupa-
Mayor fue constantemente reforzada con visitas periódicas a la ción hacia otros ámbitos de la vida cultural y científica. Por lo
zona -felizmente inmediata al Palacio Nacional- por parte que respecta a la arqueología, fuera de los museos temáticos y
del presidente y de numerosos estadistas extranjeros. del mismo Templo Mayor, no hubo mayor incidencia estatal, lo
Sin embargo, en ambos proyectos la arqueología empieza a que a nuestro juicio fue benéfico ya que algunas posiciones en
recuperarse un poco de los niveles poco dignos que alcanzó en la arqueología mexicana no encontraron distracción para avan-
épocas anteriores. Aunque estos proyectos son también coyun- zar en la consolidación de ciertos postulados, pero esto es tema
turales, y por lo tanto tuvieron las limitaciones derivadas de su de otra disertación.
origen no académico y su delimitación sexenal, en ambos la
negativa por principio de los arqueó lagos a realizar reconstruc- 1988-1994
ciones fue respetada y, hasta donde nos consta como participan-
tes de los mismos, no hubo en la producción académica traza El sexenio de Salinas de Gortari es una fase sorprendente de
alguna de condicionamiento o censura, especialmente en el PAT. cambio y adaptabilidad del Estado mexicano. Con una política
e .. .
Conotmca Interna y externa francamente agresiva, el sexenio
Se ha caracterizado por derribar muchos mitos que antaño cons-
9 Aunque nuevas devaluaciones nos despertaron a la realidad.

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

titulan el sostén argumentativo del Estado. El abandono del que puede pensarse y hacerse para desarrollar una alternativa
paternalismo, la gestión del Tratado de Libre Comercio, el popular (es decir, de la sociedad civil) para una reorganización
reconocimiento jurídico a las iglesias, la concesión de guberna- cu ltura 1.
turas estatales a la oposición, la privatización de la economía La modernidad económica, política y hasta religiosa que ha
con el gradual abandono de la ideología de la Revolución demostrado la actual administración, deja con un cierto cariz
Mexicana, y hasta la devolución de la Banca a sus antiguos anacrónico su abierta preocupación por lo arqueológico, que
dueños -a sólo sexenio y medio de distancia-, marcan a la ahora no sólo continúa con la tradición de uno o dos proyectos
actual administración federal y la distinguen ampliamente de coyunturales, como en los sexenios anteriores, sino que se lanza
los sexenios anteriores. a una empresa de inusitada envergadura que propone nada
Este cambio radical de actitudes y expectativas nos hicieron menos que doce grandes proyectos, mismos que fueron anun-
pensar, lo confesamos, que el Estado recurriría en una mínima ciados precisamente el Día de la Raza de 1992, por si quedara
escala a la arqueología como recurso ideológico, pues creímos alguna duda sobre la preocupación del Estado por nuestras
que ya no la necesitaría tanto, puesto que las necesidades de minorías étnicas.
distracción social resultarían mínimas ante una cierta estabili- Con las mismas imposiciones inherentes a los proyectos
dad económica y una menor tasa de incremento en los precios. coyunturales, estos 12 (o 14) megaproyectos sin duda se inte-
Incluso nos conformamos cuando la primera acción de uso gran a la historia de la consolidación político-ideológica objeto
ideológico se limitó a hacer del pasado prehispanico la atracción de nuestro ensayo. Sabemos que la historia misma de nuestra
principal de la exposición itinerante México EspLendores de 30 disciplina hará muy difícil que en ellos se hagan reconstruccio-
SigLos, concebida como la avanzada cultural con la que el país nes, pero no nos hacemos ilusiones respecto del destino princi-
pretende insertarse en la globalizante estructura comercial mun- palmente turístico de sus productos arquitectónicos. Al igual
dial. Hasta este punto bien podía pensarse que la injerencia en que en el pasado, la comunidad académica no encontró suficien-
la arqueología sería más bien retórica. tes fuerzas para oponerse a la vehemencia patriótica presi-
Pero empezamos a preocupamos cuando la atención del pre- dencial, hoy como antes quizá por la falta de argumentos
sidente por el pasado prehispánico se mostró muy evidente al académicos, quizá por el temor a la reacción política, quizá por
recuperarse las piezas que habían sido robadas del MNA en la conveniencia que estos proyectos representan como nuevos
diciembre de 1985. En la bonita ceremonia de reforzamiento feudos para algunos sectores académicos.
ideológico y de lucimiento político en la que el INAH recuperó Conocemos a la mayoría de los profesionistas implicados en
algunas piezas robadas, quedó nuevamente de manifiesto que el los proyectos mencionados, y estamos seguros de que en algu-
Estado continúa siendo el benefactor y protector de nuestra nos casos la calidad académica de su producción está asegurada.
conciencia histórica, y que, si ya no es el Estado paternal en lo Pero la crítica esencial continúa inalterada:
económico, lo sigue siendo en lo histórico. La rentabilidad de
nuestro pasado, en lo ideológico y en lo emotivo, sigue siendo • estos proyectos tienen su origen y objetivos en motivacio-
su coto exclusivo. Y ante tal imagen de solidez parece poco lo nes políticas y no en consideraciones científicas, con lo

100 101

R
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE ~ HISTORIA DE LA oo.

que las metas académicas resultarán necesariamente me- papel estatal en la arqueología, y entonces enfrentar las visiones
nos importantes que las conservativas, poco académicas que seguramente surgirán desde la inminente
• aun cuando la proposición específica de cada uno de los privatización? No lo sabemos. Sólo sabemos que una respuesta
proyectos se haya basado en razones académicas defendi- con dignidad a éstas y otras interrogantes descansa únicamente
das por los especialistas encargados, dicha elección se en la discusión estrictamente acadélllica Y en la organización
sustentó en criterios oportunistas personalmente elegidos del esfuerzo colectivo.
y no en consensos académicos derivados de un programa
de investigación general, Junio y julio de 1993
• y no dudamos de que los cruciales periodos de mayor
actividad de los proyectos tendrán que sujetarse a las
fronteras sexenales, independientemente de la dinámica
Referencias bibliográficas
que llegue a tener cada investigación, con lo que sus
alcances y calidad habrán de restringirse.
Bernal, Ignacio, Historia de la arqueología en México, México,
Editorial Porrúa, 1979.
¿Es nuestro el futuro? Daniel, Glyn, A Hundred and Fifty Yeaté o/ Archaeology, Cam-
bridge, Mass., Harvard University press, 1976.
1994-? Errington, ShelIy, "Progressivists stories and the Pre-Colum-
bian Past: Notes on Mexico and the United States ", en Co-
El actual ejemplo del uso ideológico de la arqueología no lIecting the Pre-Columbian Post, Washington, D.C.,
presenta muchas esperanzas para el futuro, especialmente por- Dumbarton Oaks, Harvard Universit)'. 1993.
que las nuevas generaciones de arqueólogos, al revisar la histo- Morelos, Noel, Ignacio Rodríguez y Robén Cabrera, "Los pro-
ria de nuestra disciplina, ven como natural que el Estado actúe yectos arqueológicos coyunturales", en Teotihuacán 80-82.
de esta manera; para muchos de ellos incluso un cambio en este Nuevas interpretaciones, México, INAH, 1992, Col. Científi-
proceder afectaría sus perspectivas de empleo. Pero, ¿es que no ca núm. 227.
hay alternativa", o mejor debemos preguntamos: ¿queremos Rodríguez, Ignacio, "Patrimonio cultural, interés público y pri-
una alternativa? ¿Hasta qué punto tenemos la fuerza de organi- vatizacion", en Cuadernos de Arquitectura Mesoamericana,
zamos para enfrentar a un Estado acostumbrado a imponer sus México, Facultad de Arquitectura, seminario de Arquitectu-
visiones ideológicas sobre las necesidades académicas?, ¿hasta ra Prehispánica, UNAM, núm. 28, 1993.
qué punto podríamos subsistir políticamente sin las cíclicas Vázquez León, Luis, "Arqueología y patrimonialismo en Méxi-
dotaciones presupuesta les coyunturales? ¿Tendríamos la capa- co. Pasado y presente de una tradición consumada ", México,
cidad de estructurar con la sociedad civil una opción no políti- .manuscrito proporcionado por el autor, 1992.
co-ideológica al uso de los restos arqueológicos?, ¿convendrá a Wllley, Gordon y Jeremy Sabloff, A History o/ American Ar-
la sociedad civil y a los especialistas la reducción del tradicional chaeology, San Francisco, CaL, FreeJ11anand Co., 1979.

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LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA DE LA
MEDICINA, MOTIVO DE REFLEXIÓN
PARA LA ANTROPOLOGÍA FÍSICA
Luis Alberto Vargas*

Comenzando con Nicolás León (1919), pasando por Juan


Comas (1950), Eusebio Driva los (1953), Y Javier Romero
(1960), los antropólogos físicos mexicanos hemos elaborado
documentos en los que consta la historia de nuestra especiali-
dad. Lo que aún no logramos es plasmarla en un libro o en la
cátedra y constatamos que las generaciones que egresan de
nuestras aulas desconocen nuestra saga. Los libros y artículos
escritos por nuestros maestros y los antropólogos de mi genera-
ción, se encuentran casi siempre incluidos en obras colectivas
o folletos de difícil acceso. Desde luego que la excepción son
los 15 tomos de La antropofagia en México. Pal/orama históri-
co, editados por Carlos García Mora y colaboradores (1977-78).
Sin embargo el material relativo a la antropología física en ésta
y otras obras se encuentra disperso y formando parte de biogra-
fías, reseña de instituciones y otros temas o bajo forma de
crónica, más que como verdadera historia.
Como contraste, la historia de la medicina en México tiene
una amplia bibliografía. Uno de los primeros intentos serios por

• racultad de Medicina e Instituto (1<-Illvestigaciones Antropnlól'icas. UNAM.

105
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 1. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

sistematizarla con un enfoque positivista en una sola obra, fue d'Ardois y Juan Comas. En tercer lugar, en esos momentos
el de Francisco de Asís Flores y Troncoso (1886-1888), al que Raoul Fournier era director de la Facultad de Medicina. Este
siguieron Nicolás León (op. cit.), Fernando Ocaranza (1934) y distinguido gastroenterólogo fue un hombre de profunda cultu-
más recientemente Francisco Fernández del Castillo y Castañe- ra, amigo de todos los anteriores; recibió el apoyo de Efrén C.
da (1986), Germán Somolinos (1979; 1986) Y Fernando Martí- del Pozo, entonces secretario general de la Universidad Nacio-
nez Cortés (1965-1987). Los textos escritos por Somolinos y nal Autónoma de México (UNAM), para constituir diversos gru-
Castillo y Castañeda con frecuencia se refieren a una determi- pos que impulsaron la historia de la medicina.
nada época de la medicina mexicana o se encuentran dispersos El 1 de marzo de 1957 se creó la Sociedad Mexicana de
como artículos publicados en diversas revistas. Sin embargo, Historia y Filosofía de la Medicina (Martínez B. 1993), que
tienen el gran mérito de haber mostrado la relevancia de inves- aglutina a los antropólogos, historiadores, médicos, odontólo-
tigar y enseñar sobre la historia de su profesión en México. En gos y otros profesionistas interesados en este campo. De enton-
fecha reciente Bernardo Ortiz de Montellano (1993) y Carlos ces a la fecha este grupo se reúne cada mes en sesiones
Viesca Treviño (1986) publicaron panoramas generales de la ordinarias, celebra congresos y edita el Boletín de la Sociedad
medicina mexica. Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina, de manera
Con el fin de promover el interés de mis colegas antropólogos sencilla pero bien presentado y con buenos artículos. Los pro-
físicos por las tareas históricas sistemáticas, en este trabajo fesores de la Facultad de Medicina intentamos que nuestros
presentaré lo que ha ocurrido en el campo de la medicina, cuya alumnos participen en las sesiones y cada año logramos desper-
situación hasta hace poco era semejante a la de nuestra especia- tar unas cuantas vocaciones para este campo de trabajo.
lidad. En 1985 la Sociedad Mexicana publicó la Declaración de
principios para la enseñanza de la historia y filosofía de la
medicina, que ha servido como fundamento para que se imparta
La enseñanza y la investigación de la historia de la
la materia en diversas escuelas y facultades de medicina.
medicina Hacia la misma época, la Academia Nacional de Medicina
dispuso que algunos de sus sitiales fueran para historia de la
La segunda mitad de los años cincuenta de nuestro siglo fue medicina, y los ocuparon Francisco Fernández del Castillo,
particularmente importante, ya que se conjuntaron varios facto- Germán Somolinos y Gonzalo Aguirre Beltran, a los que pronto
res que favorecieron el auge de los estudios históricos de la se incorporó Fernando Martínez Cortés.
medicina. Por una parte se había consolidado un grupo mexica- En el pasado hubo intentos esporádicos por crear una cátedra
no interesado en el tema, gracias al interés de personas como de historia de la medicina como parte del plan de estudios de la
Efrén C. del Pozo, José Joaquín Izquierdo, Mario Salazar Ma- carrera. Lo lograron a mediados y finales del siglo pasado José
llén, Fernando Martínez Cortés, Francisco Fernández del Cas- María de los Reyes y Tomás Noriega. En nuestra época, la
tillo y otros. En segundo lugar, ya se encontraban sólidamente enseñanza se continuó con seminarios y clases aisladas durante
ubicados en México los trasterrados españoles que se interesa- los años cuarenta. Finalmente, la enseñanza formal de la materia
ban en este campo, entre los que destacan Germán Somolinos

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO
MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA oo.

la inició Francisco Fernández del Castillo en 1956, dentro de la en la materia a la ética médica, técnicas de investigación y
Facultad de Medicina de la UNAM, con el apoyo de un distingui- antropología médica. El museo está en continua ampliación,
do grupo de profesores.
abierto al público y cuenta con una sala de exposiciones tempo-
La clase de historia y filosofía de la medicina ha sido objeto
rales. Constantemente se enriquece con donativos de piezas por
de críticas, ya que algunos no le atribuyen importancia y prefe-
parte de los médicos y ofrece visitas guiadas. En el mismo
rirían que ese tiempo se destinara a la clínica, la cirugía o la
edificio se encuentra la Biblioteca Histórica Nicolás León que
patología. Sin embargo hasta ahora se ha mantenido y ha des-
también recibe donaciones de libros y publicaciones periódicas
pertado el interés de las generaciones de estudiantes que la
y conserva el archivo histórico de la Facultad, así como copia
cursan. De ahí han surgido los que continúan la labor de los de las tesis de sus egrcsados.
maestros fundadores, entre ellos se encuentran Jorge Avendaño Hacia 1972 un conjunto de médicos, historiadores y antropó-
Inestrillas, Juan Somolinos Palencia, Vicente Guarner, Carlos lagos crearon el Grupo de Antropología Médica, con el propó-
Viesca Treviño, Ignacio de la Peña, Emilio García Procel y sito de intercambiar sus experiencias e información de manera
muchos otros, a los que se han unido profesionales de otras amistosa e informal. Se reunieron inicialmente en la Facultad
carreras como el odontólogo José Sanfillipo, las historiadoras de Medicina y después en el Instituto de Investigaciones Antro-
Sonia Flores, Xóchitl Martínez Barbosa, Marta Eugenia Rodrí-
pológicas y fueron el germen de los grupos de trabajo interdis-
guez y un grupo de antropólogos, de los cuales varios son
ciplinario que fructificaron años después. Entre otros, lo
además médicos.
integraron Carmen Anzures, Leticia E. Casillas, Rolando Colla-
Para impartir dicha clase, obligatoria para los alumnos de cuarto
do, Alfredo López Austin, Fernando Martínez Cortés, Luis
año de la licenciatura, se creó formalmente el Departamento de
Alberto Vargas y Carlos Viesca.
Historia y Filosofía de la Medicina y cuando se terminó la restau-
Desde luego los acontecimientos anteriores están íntimamen-
ración del Palacio de la Antigua Escuela de Medicina, se le asignó te relacionados, ya que los protagonistas fueron los mismos. Lo
espacio para albergado y la responsabilidad de crear en ese edificio que debemos rescatar es el hecho de que a mediados de este
el Museo de la Medicina Mexicana. Una estrategia adicional es siglo existió lo que suele llamarse una "masa crítica" que per-
que los alumnos cursan la materia en este edificio, con el fin de mitió la integración de equipos de trabajo cuya colaboración se
que lo conozcan a fondo y despierte su sentido de identidad con él
tradujo en obras concretas.
(Fernández y Castañeda 1986; Soberón 1983). En 1993 el Depar-
tamento ha apoyado activamente una maestría en antropología
médica en la Universidad Autónoma del Estado de México y La historia general de la medicina en México
pronto publicará una bibliografía comentada sobre el tema, que se
agregará a los otros textos que ha editado. Estos propósitos se han Para 1977 los historiadores de la medicina estaban listos para
logrado en forma satisfactoria. un nuevo cambio. Siendo presidente de la Academia Nacional
Hoy el Departamento se encuentra firmemente asentado y de Medicina Octavio Rivera Serrano y Guillermo Soberón el
cuenta con un variado grupo de profesores, quienes han incluido rector de la UNAM, Fernando Martínez Cortés propuso la forma-
ción de un grupo de trabajo patrocinado por las dos instituciones

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 1. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA
---
oo'

para hacerse cargo de elaborar la Historia general de la medi- de Juan de Esteyneffer (1978), manual de medicina popular, del
cina. Lo original de la propuesta fue que se abrieran las puertas: que algunos ejemplares eran consultados ~a~ta hace poco por
a médicos ajenos a la Academia, a historiadores, antropólogos médicos populares, como fuente de conocinuento para atender
y otros profesionales que contribuyeran a la meta del proyecto. los problemas de sus pacientes. El estudio del primero fue de
Este enfoque abrió las puertas a la forma actual de hacer historia' Fernando Martínez Cortés y de María del Carmen Anzúres el
de la medicina en nuestro país y al inicio enfrentó críticas y segundo. Se han publicado tres títulos más.
obstáculos. Octavio Rivero aceptó la propuesta y Guillenno 3. La elaboración de la Historia generaL de La medicina en
Soberón la hizo suya. Al poco tiempo se integró un patronato México (1984-1990), obra en varios volúmenes, que tiene el
que lo dotó de los fondos necesarios para iniciar sus trabajos y propósito de presentar una visión panorámica que rebase el ca-
de un local en la entonces recién construida Biblioteca Nacional rácter de la simple crónica y percibir a "la medicina como un
en la Ciudad Universitaria. proceso eminentemente social, relacionado con la cultura, la
El proyecto del grupo constó de los siguientes apartados: estructura de la sociedad, la religión, la economía, la ciencia, el
1. La formación del "Archivo de la palabra médica" coordi- ambiente, etcétera, y con tales características damos una expli-
nado por Eugenia Meyer, para el que se contó con la colabora- cación del pasado utilizable para entender el presente".
ción del INAH. Consistió en la elaboración de una treintena de ' Esta Historia ha sufrido un largo proceso de ajuste. Se ela-
entrevistas hechas con la técnica de la historia oral, a médicos ' boraron instructivos para escribir los capítulos y la bibliografía
del Distrito Federal y de varios estados del país. En ellas se y se ha dialogado constantemente con los autores para unificar
recoge la visión personal de la época y las circunstancias que la obra y evitar repeticiones. A la fecha se han publicado los
tocó vivir al entrevistado. Algunas son de tamaño moderado y tomos correspondientes a la época prehispánica y al siglo XVI.
otras extensas, pero todas representan un testimonio valioso. ' Los editores no quedaron satisfechos con el primero y se prepara
Este archivo terminó su primera etapa de recopilación hace su reedición. Faltó una visión homogénea y sobre todo el pano-
varios años. Las entrevistas están ya editadas y listas para ser. rama global del proceso histórico, además de que el tomo está
publicadas. Las cintas se encuentran depositadas en la Acade- ' lleno de erratas. El segundo está mucho más acabado y presenta
mia Nacional de Medicina y el Instituto José María Luis Mora. ' una visión más histórica, rebasando la crónica, Actualmente se
Algunas de ellas tienen secciones "canceladas" lo que significa preparan los tomos correspondientes al siglo XIX y luego el del
que solamente podrán ser consultadas al término de una fecha siglo XVII. Para ello los autores hemos participado en seminarios
fijada por los entrevistados, colectivos, el del siglo XVII coordinado por Carlos Martínez
2. La publicación de la serie Nuestros Clásicos Médicos, que " Marín. Se han revisado en forma abierta y crítica los trabajos
son obras escritas en siglos pasados y que forman parte de " de los colegas y se espera lograr una mejor obra.
nuestra historia, tuvieron trascendencia práctica, pero no son' El grupo de amigos y de trabajo trabaja de manera coordina-
accesibles en los originales. De ellas destacan el libro de Alonso , da. Ocasionalmente participamos en otras obras. Así ha sucedi-
López de Hinojosos, escrito en 1578, uno de los primeros libros' do con la reciente edición de los nuevos comentarios al Códice
mexicanos sobre medicina en castellano (edición de 1977) y el de la Cruz Badiano (Secretaría de Salud 1992) y de una obra

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

con una visión panorámica sobre herbolaria en México (Secre- unos diez años publicar otra versión de La antropología en
taría de Salud 1993). México. Panorama histórico. Esta es la tarea que nos espera,
confío en que la sabremos afrontar con dignidad.

A manera de conclusión

¿Qué lecciones puede aprender la antropología física de lo Referencias bibliográficas


anterior? La primera es que ya hay un largo trecho recorrido.
Ya citamos La antropología en México. Panorama histórico,
pero recordemos que el INAH ha elaborado una serie de graba- Boletín de la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la
ciones de viva voz con los testimonios de un buen grupo de Medicina, México, Sociedad Mexicana de Historia Y Filoso-
antropólogos; algunos colegas han escrito biografías y reseñas fía de la Medicina.
de antropólogos destacados. Otros acabamos de contribuir con Comas, Juan, "Bosquejo histórico de la antropología en Méxi-
unos cuantos artículos para una enciclopedia mundial de la co", México, Revista Mexicana de Estudios Antropológicos,
historia de la antropología física. Son un buen ejemplo del 1950, núm. 11, pp. 97-191,
esfuerzo que se hace por conocer nuestra historia, ésta misma Dávalos Hurtado, Eusebio, "Perspectivas de la antropología
reunión y los seminarios que la han precedido en la DEAS, física en México", en Tlatoani, México, segunda época, 1953,
Dirección de Etnología y Antropología Social, así como las núm. 7, pp. 27-29.
publicaciones que de ellos han salido. Esteyneffer, Juan de, Florilegio medicinal de todas las enfer-
Considero que quedan dos aspectos pendientes. El primero medades, est. prel. de María del Carmen Anzures Y Bolaños,
es financiero. Tal vez se puede registrar esta actividad como un México, tomos 1y Il, Academia Nacional de Medicina, 1978,
proyecto patrocinado por CONACYT o CNCA. Este financiamien- Serie Nuestros Clásicos, 2.
lo debe ser utilizado para apoyar investigaciones concretas, pero Fernandez del Castillo, Francisco y Hermilo Castañeda Velas-
además plasmarlas en una obra o una serie de publicaciones. co, Del Palacio de la Inquisición al Palacio de la Medicina,
Algunas podrán ser reimpresiones de obras clásicas, semejante México, UNAM, Facultad de Medicina, 1986.
a lo que el Instituto Nacional Indigenista (INI) ha logrado con Flores y Troncoso, Francisco de Asís, Historia de la medicina
las suyas. Por ejemplo, la revista La naturaleza, publicada en el en México, 3 vols., México, Oficina Tipográfica de la Secre-
siglo pasado, tiene una serie de artículos que vale la pena taría de Fomento, 1886-1888.
recopilar, revalorar y publicar. García Mora, Carlos (coord.), La antropologia en México, pa-
Una segunda etapa consiste en enseñar la historia de la norama histórico, 15 tomos, México, 1987-1988, Col. Bi-
antropología dentro de nuestras escuelas. El grupo que lo haga blioteca del INAH.
encontrará que a través de sus clases sistematizará informacion León, Nicolás, "Historia de la antropología física en México ",
y aprenderá tal vez más que sus alumnos. Desde luego además American Journal of Physical Anthropology, México, n (3), pp.
deben reforzarse los grupos existentes y planear para dentro de 229-264, 1919. [Este texto fue vuelto a publicar en Retmpresos

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

del Instituto de Investigaciones Antropológicas, 1, agosto de Soberón Acevedo, Guillenno, El Palacio de la Escuela de
1976, con una presentación de Johanna Faulhaber)' Medicina, México, UNAM, Facultad de Medicina, 1983.
López de Hinojosos, Alonso, Suma y recopilación de cirugía, Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina, La
con un arte para sangrar muy útil y provechosa (edición enseñanza de la historia y filosofía de la medicina. Declara-
original 1578), con estudios previos de Fernando Martínez ción de principios, Oaxaca, septiembre de 1985.
Cortés y Germán Somolinos dArdois, México, Academia Somolinos, Gerrnán, La medicina en las culturas mesoamerica-
Nacional de Medicina, 1977 (Serie Nuestros Clásicos, 1). nas anteriores a la conquista, México, Sociedad Mexicana
Martínez Barbosa, Xóchitl, "La Sociedad Mexicana de Historia de Historia y Filosofía de la Medicina, Capítulos de historia
y Filosofía de la Medicina: primeros pasos y tropiezos", médica mexicana, 1978.
ponencia presentada en el X Coloquio de Historia y Filosofía ___ , Elfenómeno de fusión cultural y su trascendencia médica,
de la Medicina, Mérida, Yucatán, 29 de octubre al 5 de Capítulos de historia médica mexicana, México, Sociedad
noviembre de 1993. Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina, México,
Martínez Cortés, Fernando, Las ideas en La medicina náhuatl, 1979.
México, La Prensa Médica Mexicana, 1965. Viesca Treviño, Carlos. Medicina prehispánica de México. El
___ , La medicina científica y el siglo XIX mexicano, México, conocimiento médico de los nahuas, México, Panorama Edi-
Fondo de Cultura Económica, 1987, (Serie La Ciencia desde torial, 1986.
México núm. 45).
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Ocaranza, Fernando, Historia de la medicina en México, Méxi-
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___ , La investigación científica de la herbolaria medicinal
mexicana, México, edición conmemorativa de los 50 años de
la Secretaría de Salud, 1993.

114 115
EL DESENCUENTRO DEL MARXISMO Y
LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO
1970-1990
Francisco Javier Guerrero*

En cierta ocasion el maestro Ángel Palerm me señaló la


importancia de la obra de Eric Wolf, y me indicó que éste era
"marxista", No cabe duda de que en los años setenta existía toda
una disputa entre antropólogos y otros estudiosos de las ciencias
sociales por arribar en las mejores condiciones a la tierra del
ensueño marxista, Como casi nadie lo ignora, aquella época fue
de múltiples éxitos para las fuerzas que pudiéramos denominar
"progresistas" en todo el mundo. Los movimientos de emanci-
pación colonial, cuya marcha se aceleró en la era subsecuente a
la Segunda Guerra Mundial, lograron alcanzar sus metas en
muchos casos. El llamado "campo socialista" parecía más ro-
busto que nunca en los planos económico y político, y en la
competencia con el sistema capitalista destacaba como un fuerte
contendiente, quizá destinado a propinar golpes letales a su rival
y a preparar sus funerales. A principios de los años setenta,
la victoria de las fuerzas populares en Viet Narn había sido la
expresión sintética del avance del socialismo y de la profundi-

* Dirección de Etnología y Antropología Social (DEAS) ddINAIf.

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LA mSTORlA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORT ANClA DE LA mSTORlA DE LA ...

zación del movimiento anticolonialista. En América Latina la viduos, por mil trabajadores agrícolas, que participaron en
Revolución Cubana señalaba el camino del glorioso futuro, huelgas en Italia, Australia, Francia, Finlandia, Nueva Zelan-
mientras el régimen del presidente Allende -en medio de una da, el Reino Unido, Japón, Estados Unidos [...] Muchas de
serie de dificultades-mostraba la pertinencia de la vía pacífica estas huelgas incluyeron la toma y posesión de las fábricas.
al socialismo. En Bolivia el general Torres encabezaba breve- Estas protestas tuvieron un impacto enorme. Es importante
mente un importante experimento de gobierno popular; el gene- subrayar este aspecto, ya que la mayoría de los trabajos que
ral Velasco Alvarado se autoproclamaba en Perú como dirigente celebran los años sesenta se centran en los movimientos
de un Estado al servicio de las causas populares; y hasta el estudiantiles. Por muy importantes que hayan sido estos
presidente Echeverría de México desarrollaba una abrumadora movimientos, los que verdaderamente fueron percibidos
demagogia estatizante y socializante. Las fuerzas más retrógra- como amenazantes del orden social fueron los levantamien-
das del subcontinente se aliaron con los imperialistas para tos de la clase obrera y las olas de huelgas y encierros en las
preparar y desarrollar las "guerras sucias ". fábricas. Estos movimientos obreros reivindicaron el control
En los años sesenta y setenta, el sistema hegemónico capita- obrero sobre el proceso laboral[ ...] 1
lista se llegó a percibir como un gigante envejecido y debilitado,
casi herido de muerte. Los aires libertarios se respiraban por Torpemente, Hebert Marcuse y otros pensadores sostenían que
doquier y por muy diversos rincones del mundo aparecían la clase obrera moderna en países desarrollados había perdido
nuevos sujetos revolucionarios. Entre éstos cobraban especial su vocación revolucionaria, mientras que personas como Louis
importancia los estudiantes, llevando a cabo rebeliones y movi- Althusser, que se había marginado prácticamente de movimien-
mientos que, aunque se desarrollaban alrededor de demandas tos como el estudiantil francés de 1968, desarrollaban una serie
muy concretas (de carácter estudiantil o no --como en México, de tesis supuestamente marxistas que sustentarían el retorno de
donde los estudiantes exigían la libertad de los presos políticos o los estudiantes a las aulas, transformados ya en plácidos discí-
la destitución del jefe de policía-), representaban auténticas pulos de intelectualillos que descubrían paradigmas por todos
impugnaciones masivas a las culturas dominantes y la pretensión lados y convertían al legado de Marx en una "revolución teó-
de hacer reinar nuevos estilos de vida, nuevos modos de hacer las rica" (como lo han demostrado Edward Thompson y otros
cosas, nuevas vías para el crecimiento espiritual. Pese a que los autores, el teoricismo y antihistoricismo althusserianos tenían
llamados "motines" estudiantiles fueron ampliamente reconocidos mucha correspondencias con la discursividad antimarxista de
en todo el planeta como signos de una sólida remodelación de filósofos como Popper).
multitud de formaciones sociales, los movimientos obreros, que Los avances revolucionarios de los años setenta necesaria-
no gozaban de tan extenso reconocimiento, abrían también las mente impelían a la creación y desarrollo de teorías del mismo
puertas del porvenir. Como indica Vicente Navarro: signo que fungieran como guías para la acción y explicaran a
esta última. En particular, este periodo se distinguió por la
"En el periodo 1968-73 hubo incrementos significativos (en
comparación con el periodo 1960-67) en el número de indi-
I "Las luchas sociales de los sesenta ", en Latin American Perspectives.

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

revitalización del marxismo o materialismo histórico. Esta teo- En la época a la que nos estamos refiriendo, el marxismo
ría, creada por Carlos Marx y Federico Engels en el siglo pasado aparecía como la teoría más avanzada y la más adecuada para
es, como lo han señalado los marxistas más distinguidos, la explicar la realidad. Ciertamente la investigación marxista ha
teoría revolucionaria del movimiento obrero. Esto implica que contribuido mucho a descubrir y caracterizar los elementos
no puede desarrollarse por sus adherentes más que en el seno claves de nuestro tiempo. Las aportaciones marxistas en los
mismo del proceso de emancipación de los trabajadores, que es campos de la política, del estudio social, de la economía o de la
el que le aporta su razón y sustento; no es el resultado de una historia, han sido decisivas en el progreso del conocimiento. Por
práctica científica autosuficiente ni un producto académico; no otra parte, el marxismo tenía la aureola del "éxito". En muchos
es una revolución teórica que nazca y se desenvuelva a partir de de los países estatocráticos, mal llamados socialistas, el marxis-
su propio desarrollo interno. El marxismo es, como sostenía mo era la teoría oficial de Estado. La denominada construcción
Antonio Gramsci, una filosofía de la praxis. es decir, una forma del socialismo en esos lugares contaba con amplio prestigio
de apropiación de la realidad que conlleva su transformación. entre muchísimos habitantes del planeta. La Unión Soviética,
Por ende es un instrumento de una práctica transformadora del cuyos pueblos estaban sometidos a un evidente despotismo
mundo. Por otro lado, el marxismo se ha desarrollado como una burocrático, dejaba de ser ya un modelo ideal para los revolu-
teoría científica o pretendidamente científica y, como tal, se ha cionarios, pero en cambio se ensalzaban las hazañas de los
desenvuelto parcialmente en forma autónoma. Como señala revolucionarios cubanos o de los chinos. Multitud de luchadores
Adolfo Sánchez Vázquez: sociales se proclamaban marxistas en Guatemala, Viet Nam o
España. Sartre llamaba al marxismo "la filosofía de nuestro
Esta autonomía[ ...] es condición indispensable para que la tiempo ".
teoría sirva a la práctica, ya que entraña la exigencia de que Los partidarios del marxismo declaraban que éste era una
la teoría no se limite a ir a la zaga de ella, sino que, en mayor "ciencia" y casi alegaban su carácter infalible. En realidad,
o menor grado, se adelante a la práctica misma. Ciertamente, ninguna ciencia ---si es que se acepta que el marxismo tiene ese
sobre la base del conocimiento del objeto o fenómeno de que carácter-proporciona certezas absolutas, y menos en el campo
se trate, se le puede modelar idealmente y arrancarlo así de de lo social, altamente dinámico, con diferentes esferas que se
su presente para situarlo en una situación futura posible. El traslapan y con diferentes pesos en sus cualidades determinan-
conocimiento de cierta legalidad del objeto permite, en efec- tes, con una serie de contradicciones y desarrollos desiguales.
to, prever determinadas tendencias de su desarrollo y, de este Por ello es que el marxismo sufrió una serie de transformaciones
modo, anticipar con un modelo ideal una fase de su desen- internas al igual que las demás teorías sociales, y devino en una
volvimiento no alcanzada aún. 2 serie de teorías herederas, en diversos "marxismos". Cabe se-
ñalar además que el marxismo original, si bien era una teoría
El marxismo como teoricismo es, sencillamente, una aberración. revolucionaria del movimiento obrero, no lo era en estado
"puro". Es evidente la influencia eurocéntrica en el pensamiento
de Marx y Engels. La influencia de la ideología burguesa domi-
2 Estetica y marxismo, México, Ed. Era.
I

120 121 I

11
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGiA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA oo.

nante se deja sentir notoriamente en el marxismo primigenio calificado por uno de esos "intelectuales orgánicos" (el doctor
que, considerando a las fuerzas productivas como motor del Gonzalo Aguirre Beltrán) como "anarquista ". Los estudiantes
desarrollo, conducía a la concepción de un modelo industria lista más avanzados se aliaron naturalmente con un conjunto de
como sustento del progreso humano. Si bien la obra de Marx es profesionales de la antropología que criticaban acerbamente las
predominantemente libertaria, existen en su seno elementos de bases en que se apoyaba la antropología hecha en México, y
apoyo a prácticas autoritarias o a postulados estatistas. Marx y atacaban el burocratismo del Instituto Nacional de Antropología
Engels no eran partidarios del detenninismo económico, pero e Historia. Entre ellos se hallaban Guillenno Bonfil, que en una
sus razonamientos, interpretados pobremente, han conducido a breve época juvenil había sido un comunista ortodoxo, y Arturo
muchos de sus seguidores al reduccionismo economicista. En Wannan, que informó a quien esto escribe de una también breve
su lucha contra el fideísmo y la metafísica Marx y Engels militancia comunista.
adoptaron muchas posturas positivistas, y sin embargo, como A estos profesionales se unió ulteriormente Angel Palenn,
Alec Novelo ha señalado, en el marxismo existen resonancias relevante conocedor del marxismo y antiguo militante comunis-
claras de un pensamiento de tipo mesiánico y religioso. Ludolfo ta en España. La influencia marxista en los estudiantes y en
Paramio ha llegado a afirmar que el éxito del marxismo ha estos antropólogos profesionales era notoria, aunque se expre-
residido en su carácter de religión laica. Es evidente que en los saba en diferentes grados y consecuencias. Los estudiantes
umbrales del siglo XXI es necesario enriquecer el carácter cien- éramos por lo general marxistas radicalizados, mientras que los
tífico y la atmósfera libertaria del marxismo. profesionales susodichos habían abandonado poco a poco la
La revitalización del marxismo se dio conjuntamente con la ortodoxia marxista y trataban de apoyarse en nuevos paradig-
vigorización y fortalecimiento de otras teorías y posiciones mas teóricos.
progresistas, como el anarquismo y las corrientes socialistas no En 1969 algunos estudiantes redactamos varios documentos
marxistas. El peso de los movimientos populares determinó que en donde se proclamaba la necesidad de que a) la antropología
se revisaran las ciencias sociales para que éstas se configuraran mexicana abandonara el estudio de comunidades indígenas con-
como bastiones de los mismos. Se reivindicó a múltiples lucha- sideradas en un aislamiento que no existía en los hechos, b) que
dores sociales y se reconoció su obra, como en el caso de las disciplinas antropológicas se desligaran de la política de
Ricardo Flores Magón en México. Estado, e) que nuestra ciencia se abriera a las corrientes teóricas,
La antropología dominante en México, casi siempre enlazada en particular el marxismo, que escudriñaran y explicaran con
al Estado, no escapó a este embate. Los más importantes antro- mayor claridad y eficiencia las realidades sociales. Para Aguirre
pólogos mexicanos, como Manuel Gamio o Alfonso Caso, eran Beltran, uno de esos documentos era la típica expresión del
concebidos por las generaciones contestatarias como "intelec- carácter "ácrata" de nuestro movimiento.
tuales orgánicos" al servicio del aparato oficial. Los que éramos Las impugnaciones alcanzaban a las mismas ciencias antro-
estudiantes en la Escuela Nacional de Antropología e Historia pológicas como tales, consideradas como hijas espurias del
(ENAH) a fines de los años sesenta, participamos activamente, imperialismo occidental y concebidas como un conjunto de tesis
la mayor parte, en el movimiento estudiantil de 1968, que fue y postulados que funcionaban como dispositivos instrumentales

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 1. LA IMP0RT ANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

para lograr la mejor y más idónea administración de los pueblos una renovación sustancial al ser sujeto de confrontación con la
colonizados. De hecho, en los años setenta en la ENAH, se antropología; el propio Marx impulsó una serie de tesis con base
eliminaron muchas materias antropológicas de los programas en el dominio que tenía de mucha de la información antropoló-
de estudios de las diferentes especialidades, alegándose su ca- gica de su época, y marxistas posteriores han desarrollado
rácter reaccionario o trivial dentro de un proceso de apoyo a las lineamientos en torno a modos de producción diferentes del
causas populares. Por el contrario, se favorecía la implantación capitalista, o en relación con las economías primitivas, o en lo
de materias que mostraran la sustantividad "estructural" de la que atañe al Estado en las comunidades precapitalistas, etcétera.
sociedad, en particular las de base marxista. Por cierto, es de Por otra parte, es claro que muchos de los datos que recogen los
hacerse notar que muchos de los cursos "marxistoides" en la ENAH antropólogos al servicio de los poderes imperiales son también
eran impartidos por individuos que habían arribado al centro necesarios para quienes son adversarios de éstos, con lo cual se
escolar con antecedentes de Iiderazgo izquierdista, o de marxismo sientan las bases de lo que pudiera ser una antropología revolu-
"radical", cuya preparación académica dejaba mucho que desear. cionaria o una "anti-antropología ".
Pese a que el desarrollo histórico de muchas de las disciplinas En México, como en muchas otras naciones, el marxismo
antropológicas mostraba en parte la razón de sus impugnadores, tuvo un notorio desenvolvimiento. La historia, la antropología
el radicalismo izquierdista tendía a la vez un velo sobre aspectos y otras ciencias sociales contaron con nuevas e importantes
de la antropología que podían devenir en herramientas revolu- contribuciones que en diferentes terrenos realizaron intelectua-
cionarias. Al tener como objeto básico de estudio a las "otras les y activistas como Pierre Vilar, Eric Hobsbawm, Perry An-
culturas", es decir, a las sociedades no occidentales --o confor- derson, Ernst Mandel, Alberto Cirese, Ruy Mauro Marini y
me a la terminología de la antropología social británica, socie- muchos más. En México, trabajos como los de Enrique Semo,
dades de "tecnología simple" o "preindustriales"-, la Arnaldo Córdova o Adolfo Gilly inauguraron nuevas vías de
antropología impelía a un descentramiento de la discursividad interpretación social dentro del amplio espectro del marxismo.
dominante occidental, procreada y desarrollada por las clases En la antropología mexicana, ejemplos de aportaciones funda-
hegemónicas en Europa y Estados Unidos. Los antropólogos mentales fueron constituidos por obras como las de Roger
escribían, y algunos explicaban, la razón de ser de muchas de las Bartra, Luisa Paré, Héctor Díaz Polanco y otros. Los antropó-
representaciones, hábitos, prácticas y costumbres de los llamados lagos marxistas criticaban tanto las tesis oficialistas como las
"primitivos ", con lo que, independientemente de las intenciones del grupo denominado "etnopopulista ", el cual abogaba por el
de muchos de ellos, precisaban la pertinencia del pluralismo reconocimiento del pluralismo cultural y por la salvaguarda de
cultural en este planeta. A ello hay que sumar el hecho de que los derechos de los grupos étnicos, aunque dentro de un marco
los análisis antropológicos, al caracterizar estructuras sociales que no implicaba la impugnación del estado capitalista, sino el
y dinámicas socio-culturales propias de las sociedades objeto aprovechamiento de la institucionalidad oficial para la conse-
de su estudio, enriquecían a las ciencias sociales profundizando cución de sus objetivos.
el conocimiento de diversas variantes del desarrollo humano. La influencia del marxismo también se dejó sentir en los
Como ejemplo habría que señalar que el propio marxismo tuvo procesos de profundización de la democracia en las institucio-

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

nes antropológicas. Como ejemplo de ello, cabe señalar que en dos de progenie marxista, conjugado con la decadencia política
la ENAH se reconoció el carácter directivo de la asamblea gene- del movimiento obrero y la retracción sindical.
ral de maestros, estudiantes y trabajadores, en un contexto 4. La inoperancia del marxismo academicista, del dogmático
difícil y no exento de contradicciones. En el Departamento de y de otras variantes, que se expresó en su falta de capacidad para
Etnología y Antropología Social (DEAS) se reconoció a la Asam- dar cuenta de los fenómenos complejos y abigarrados de nuestra
blea General de Trabajadores Académicos y Administrativos época. De la misma forma, ha caído en descrédito cualquier
como instancia máxima de dirección. Escuelas de antropología teoría que pretenda generar explicaciones globales a partir de
como las de Jalapa, Veracruz, o Mérida, Yucatán, también elementos causales -lo cual no es el caso del marxismo, pero
iniciaron flujos democratizadores. Muchos antropólogos se su- sí de muchas de sus versiones vulgarizadas.
maron y apoyaron diversos movimientos populares. Las dele- 5. La absorción de redes institucionales creadas por el movi-
gaciones sindicales del INAH promovieron activamente la miento popular, así como de muchas de las teorías que servían
defensa de los intereses de sus agremiados. de soporte a tales redes. Partidos, sindicatos, asociaciones,
En la actualidad todo esto parece haberse derrumbado y etcétera, creados por la lucha popular, hoy sirven al proceso de
nos hallamos ante un desencuentro de la antropología y el reproducción ampliada del capital. De la misma manera, anti-
marxismo. Las causas de esta situación son múltiples; entre guos dirigentes sociales e intelectuales progresistas han sido
ellas, nos interesa citar las siguientes que son de importancia cooptados por Estados e instituciones privadas, algo muy fre-
fundamental: cuente y notorio en México.
1. La reestructuración económica y política del sistema capi- 6. La constitución de una "antropología marxista" no llegó a
talista mundial a partir de los años ochenta hasta la actualidad, plasmarse, fue inconclusa. La intención de explicar los objetos
reestructuración que se presentó en parte como consecuencia de antropológicos mediante los instrumentos propios de la teoría
las luchas de clase en la década precedente, y que reafirma por marxista (la determinación de la estructura económica, las ca-
el momento al capitalismo como sistema hegemónico indis- tegorías modo de producción y formación social, la "super-es-
putado. tructura", etcétera) adelantó considerablemente con trabajos
2. La caída del llamado bloque socialista, cuyas formas de como los de Maurice Godelier, Pierre Philippe Rey, Peter Wors-
planificación económica y organización social se inspiraban, ley y otros, pero éstos no fueron más que los primeros intentos
según alegaban los representantes estatales en los países socia- serios. A la vez, las tentativas de revisar el propio corpus teórico
listas, en principios marxistas-leninistas. El supuesto de que en marxista a partir de los datos antropológicos y renovarlo, han
esas naciones se encarnaba y terrenalizaba lo que había enseña- sido menos afortunadas aún.
do Marx era una idea que compartían millones de personas en En la actualidad se recurre con frecuencia a teorías y posturas
el mundo y que nace de una apreciación incorrecta de la teoría diferentes a las marxistas para tratar de construir alternativas
marxista. frente al capitalismo de raigambre occidental. Como indica el
3. El reflujo relativo de los movimientos de emancipación etnólogo Francisco de la Peña:
nacional, de las luchas socialistas, de los levantamientos arma-

126 127
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO
MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA HISTORIA DE LA ...

El vacío dejado por la ausencia del comunismo y sus ramifi-


diosos importantes como el historiador Friedrich Katz indiquen
caciones (tercennundismo, antiimperialismo) ha sido ocupa-
que la Revolución es un fenómeno vigente en México -y que
do por ideales de sociedad que no buscan en el futuro, sino
el régimen oficial se considere heredero de ella- y que por
en el pasado, la clave para superar el capitalismo occidental.
ello el nombre de la calle Madero no se va a cambiar por el de
[...] Fenómenos y modas como la postmodernidad, el new age
Porfirio Díaz, ni el de la calle Emiliano Zapata por el de
o la conciencia planetaria [...] se caracterizan por un relati-
Victoriano Huerta, la realidad es que a partir de los años ochenta
vismo cultural que alienta, frente a los imperativos de occi-
la política y la economía neoliberales prevalecientes han propi-
dente, el eclecticismo, el hibridismo y la transculturación,
nado golpes devastadores a esa red institucional.
tanto en el plano artístico como en el religioso y el filosófico
En el espacio presente no podemos pasar al análisis de las
[y nosotros agregaríamos: •. y en el antropológico " FJG] ".3
causas que hemos señalado; lo estamos haciendo para exponerlo
en trabajos posteriores.
Difícilmente puede prosperar en esta atmósfera el marxismo
con su industrialismo y eurocentrismo, con su notoria coheren-
cia interna (al menos en la obra original de Marx) que lo hace
poco proclive a los experimentos eclécticos, y con el anacronis-
mo de muchos de sus conceptos y categorías.
Todos estos fenómenos tienen expresiones y traducciones
particulares en México. Así por ejemplo, si bien en este país se
está desarrollando embrionariamente una antropología que pu-
diéramos considerar ecléctica y denominarla "posmoderna ", es
claro que ella, en su desarrollo, responde a condicionamientos
nacidos de la tradición histórica del país, de las características
del desarrollo de la antropología mexicana, de los rasgos pro-
pios de las instituciones que fomentan el trabajo antropológico,
de la tradición indigenista, etcétera.
Por otro lado, además de estas expresiones específicas, exis-
ten determinaciones fundamentales propias del país, y entre
ellas habría que citar una esencial: el desgaste de la institucio-
nalidad nacida de la Revolución Mexicana y con ello la desin-
tegración de sus fundamentos ideológicos (en cuya elaboración
tomaron parte muy importante los antropólogos). Aunque estu-

3 "Etnia y globalización", en La jornada semanal, México.

128 129
COMENTARIO
Luis Vázquez León*

Quisiera comenzar mi comentario a las ponencias antes ex-


puestas con una paráfrasis de Ian Hacking. Dice él que hacia
1950 la historia de la ciencia era una provincia de aficionados
talentosos, pero para 1980 era toda una industria. Es un poco de
lo que estamos viendo acaecer en la historia de la antropología.
A partir de la publicación, hace seis años, de La Antropología
en México, panorama histórico, coordinado por Carlos García
Mora, se ha venido incrementando este interés, por las razones
que se han hecho evidentes en esta mesa desde la ponencia del
doctor Hinsley. Simplemente agregaré que en nuestro país -y
las ponencias comentadas así lo atestiguan-e- esta preocupación
se está llevando a un terreno más profesional. Una cosa notoria
en ellas es la reflexión personal en tomo a la participación en
proyectos de investigación arqueológicos (naturalmente me re-
fiero a Ignacio Rodríguez en el Proyecto Teotihuacán en los
años ochenta) o bien directamente referidos a fuentes primarias
de la antropología, es decir, a los archivos históricos.
Entrando en detalles, comenzaré por la ponencia del doctor
de la Peña. Resulta muy interesante su señalamiento de la vía
exitosa de la intennediación teórica, que él refiere específica-

• Centro INAH, Jalisco.

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MESA l. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

tismo teórico, que aparecen entreverados. Este binomio contras-


mente a la relación de Boas y Garnio. Empero este éxito con-
ta c,on el d~ otro grupo extranjero, el de los españoles, que luego
trasta con otro fenómeno no menos importante en cuanto a
serian víct~mas de una contrarreacción xenofóbica de antropó-
comunicación de ideas: el dogrnatismo. Este problema se rela-
logos mexicanos preparados bajo las influencias histórico-cul-
ciona con su ponencia directamente, pues de todos es sabido que
turales germanas. Al respecto podríamos detectar por lo menos
las reacciones xenófobas contra los antropólogos extranjeros
cuatro oleadas con esta orientación, que abarcan desde Bus-
frecuentemente se han ligado a expulsiones de prestigiadas
chmann hasta Kirchhoff. Lo notorio de este grupo extranjero es
figuras de nuestras instituciones -Pedro Armillas y Angel
que se quedó a vivir en México, desempeñándose profesional-
Palerm, entre las más destacadas-, a raíz de una repulsión a
mente junto con sus colegas mexicanos, con quienes establecie-
sus ideas, para mantener otras que se consideraban básicas en
ron estrechas relaciones de intercambio. Esto tiene mucho de
su época. Entonces, si hacemos una contextualización más
común con la relación personal establecida entre Gamio y Boas,
amplia, podríamos replantear la cuestión de hasta dónde es
pero en este caso involucra a más antropólogos, muchos de ellos
posible una intermediación exitosa como la aquí sugerida, o si
bastante menos citados que Gamio o Caso. En consecuencia la
de verdad lo es. En la misma ponencia se menciona que Georges
ponencia del doctor de la Peña nos mueve a reflexionar con
Engerrand debió salir del país, a pesar del supuesto éxito de la
ma~or detalle respecto de las relaciones entre extranjeros y
intermediación. Luego, en 1925, Gamio sufrió una caída políti-
nacionales en la historia de la antropología mexicana.
ca vertical a causa de su extrema honradez. En el periodo que
Tenemos también la ponencia del doctor Luis Vargas. Mu-
sigue a su debacle, Gamio va a Estados Unidos, trabaja breve-
chas de las ideas por él propuestas serán motivo de discusión en
mente como arqueólogo en Ecuador, para regresar tiempo des-
la sesión de mañana, pero hoy podrían condensarse en una
pués radicalmente cambiado, mostrando un extremo cuidado en
cu.estión: cómo enseñar la historia de la antropología a los
sus desplantes políticos, por lo que ocupa puestos oficiales
mls~~s antropólogos. Al respecto sólo diría lo siguiente: hay
menores, pero evitando involucrarse como lo hizo entre 1917 y
tradiciones en la antropctogía mexicana que no ven como pro-
1925. Una segunda característica es que no vuelve a practicar
blemática una empresa reflexiva de esta índole, pero no todas.
la arqueología sino que gira hacia la incipiente antropología
Sería necesario recordar que el auge marxista en esta escuela
social. Y finalmente, en cuanto tiene la oportunidad, se va al
(ENAH) --donde obviamente ha de enseñarse la historia disci-
Instituto Indigenista Interamericano, donde muere siendo su
plinaria a sus futuros practicantes-no favoreció una enseñanza
director, digamos, con las "botas puestas", pero sin duda no las
así. La causa de tal ambigüedad tiene que ver con la estructura
mismas que usaba a principio de siglo.
teó~i~a que había detrás, es decir, la historia de una disciplina
Con todo esto quiero resaltar que si bien en un momento dado
definida como burguesa no tenía ningún sentido estudiarla, sin
fue exitosa la relación Boas-Gamio, quizá no lo fue siempre.
contar con que poseía claros resabios extranjerizantes, colonial-
Más bien esto nos remitiría a otra vía de comunicación ésta sí
mente condenables. Paradójicamente, mientras esto sucedía,
definitivamente exitosa, como lo fue la sostenida por Alfonso
alguno de los teóricos que habían sido expulsados del INAH se
Caso con antropólogos extranjeros, especialmente alemanes. Su
dieron a la tarea de conservar la memoria histórica. Estoy
éxito parece fincarse en la política, pero también en el dogma-

133
132
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXIco MESA 1. LA IMPORTANCIA DE LA mSTORIA DE LA ...

pensando específicamente en el doctor Ángel Palerm, pero muy corto plazo --que Rodríguez denuncia aquí como coyun-
también en el doctor Juan Comas, quien simplemente había sido turales para enfatizar su impermanencia-, exigen analizar sus
jubilado, pero luego atraído por la UNAM. Desde que la Escuela consecuencias sobre la profesión y sus resultados, ya no mate-
de Antropología de la UIA se convirtió en Departamento de riales, sino de conocimiento efectivo. ¿Qué debe hacer el ar-
Antropología Social, Palerm se encargó de insistir en que se queólogo en un contexto situacional así, ante las pretendidas
enseñara la historia de la antropología a los antropólogos socia- necesidades académicas de su profesión y las exigencias coyun-
les. En cuanto a la ENAH de hoy en día, sería excesivo decir que turales del momento político? Éste puede ser un dilema en el
no se enseña esta historia a los nuevos profesionales, pero aún que haya que optar, pero muy seguramente se inclinará por la
se le considera un tanto ajena y superflua. Además hay diferen- segunda. A mí no me extraña para nada (a diferencia de Rodrí-
cias de enseñanza entre especialidades, ya que la de arqueología guez) que los arqueólogos que asuman esta decisión a veces ni
la ha asumido como una cátedra especial. En etnología y antro- siquiera se la planteen como tal, por parecerles tácita a la
pología social tiende a ser ésta una historia de anécdotas. Estu- aprobación y éxito del megaproyecto. Las hipótesis y los pro-
diar las "teorías clásicas" resultaba, por ejemplo, en un desprecio blemas, aun las simples preguntas pueden resultar banales aquí,
al funcionalismo británico. Coincido pues con el doctor Vargas cuando lo inminente es la tarea de consolidar, restaurar y aun
en la necesidad de crear una cátedra que, con la contribución de reconstruir monumentos antiguos.
los aquí presentes y algunos más que están ausentes, permitirá Paso, por último, a la intervención del maestro Javier Gue-
renovar esta herencia histórica de la antropología en la ENAH. rrero, o mejor, a la dificultad personal que tengo para discutir a
Con respecto a la ponencia de Ignacio Rodríguez, creo que mi maestro Javier Guerrero. Y me cuesta trabajo contradecirlo
va un tanto en el mismo sentido que la anterior, a pesar de al afirmar que una de las salidas del marxismo en antropología
que el tema es por completo distinto. De hecho, incide en la es una que él niega rotundamente, que es la del marxismo
pregunta de qué tipo de historia de la arqueología podríamos académico. No creo, como él afirma, que vaya a haber un reflujo
enseñar a los estudiantes de arqueología. Sin plantearse la en las fuerzas en el ni. ~Imundial, a no ser que nos sumemos,
cuestión de ese modo, el Prof. Rodríguez nos muestra que es como marxistas, a cosas tan terribles como el Khmer Rouge o
imposible desligar mucha de la experiencia del arqueólogo Sendero Luminoso, o cualquier otro fundamentalismo análogo.
mexicano del contexto sociopolítico en que vive. Las preguntas Ejemplos como ésos son los que hacen a cualquiera dejar de ser
que hizo al final de su trabajo me parecen verdaderamente marxista. Otro es la burocracia perviviente en el socialismo real
"císrnicas" porque, muy independientemente de cierto toque chino, coreano y cubano, la casta privilegiada que sigue usando
pesimista, nos obligan a pensar bien a bien qué será de la la ideología de la misma manera que un déspota usa la religión.
arqueología mexicana en el futuro. Problemas tan evidentes De todo esto, creo que la variedad de marxismo menos letal y
como el que discute Rodríguez deberían hacerse extensivos a aun benigno es el marxismo académico. Quisiera recordar a
una asignatura de sociopolítica de la arqueología: cómo se Javier, del modo más amistoso posible pues seguramente le
preparan los proyectos y cómo se deberían preparar. Proyec- molestará la comparación, que mal hubiera sobrevivido el pen-
tos de alta intensidad en recursos y organización, pensados en samiento grecolatino o la ciencia árabe sin los frailes conven-

134 135
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXIco

tuales del oscurantismo. Lo que quiero decir es que, en lo futuro,


el marxismo antropológico no sobrevivirá sin los propios antro-
pólogos marxistas. ¿Y esto qué implica? Pues implica simple-
mente que habría que defender un "núcleo duro" en el que haya
que prescindir de una serie de conceptos periféricos. Estoy
hablando francamente de un movimiento "revisionista " hasta de
algunos de los componentes valorativos y éticos que hacen
todavía más desagradable el deber ser marxista cuando se le
contrasta con el socialismo realmente existente. En ese sentido, MESA II
quizá lo más digno de recobrar sea el marxismo como pensa-
miento crítico y dialéctico, algo que, por ser más bien acadé-
mico, puede resultar enojoso a Javier. Aun así, espero sinceramente LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE
que el marxismo sea salvado por los propios marxistas y no a LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO
pesar de ellos.

136
PRESENTACIÓN
Alba González Jácome*

D e alguna manera la vieja idea de que los pueblos que carecen


de historia, y yo agregaría de historia oral o escrita, están conde-
nados a repetir sus errores, sigue siendo vigente. Esta consi-
deración puede también aplicarse a la historia de las disciplinas
científicas, que por carencia de análisis sobre sus propias
ideas, conceptos o, si se quiere considerar así, sobre sus para-
digmas, reinventan a cada momento cuestiones, problemas y
conceptos, sin haber alcanzado antes un grado de refinamiento
o consenso que permitan continuar el avance de la teoría mane-
jada por estas disciplinas. !
El Coloquio La historia de la antropología en México. Fuen- '1.
tes y transmisión, organizado por el Seminario de Historia, 1]
Filosofía y Sociología de la Antropología Mexicana, incluyó I¡
entre sus mesas de trabajo una dedicada a la discusión sobre las
fuentes de la historia de la antropología en nuestro país. Los
participantes en esta mesa fueron invitados con la idea de
representar distintas perspectivas frente al tema. Para ello se
seleccionaron antropólogos que representan distintas forma-
ciones académicas y que pertenecen a diversas instituciones
educativas y/o de investigación, tanto en sus formaciones per-

* Posgrado en Antropología, Universidad Iberoamericana.

139

j
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO
MESA II. LAS FUENTES DE LA HISTORL<\ DE LA ...

sonales como por su pertenencia a distintas generaciones aca-


primas, sus ideas personales y sus aportaciones puedan ser
démicas dentro del campo de la antropología mexicana. Tiene
conservadas y analizadas. Por supuesto, sabemos que esta no es
por consiguiente distintos enfoques teóricos y sus concepciones
la única historia factible sobre la antropología o sobre la antro-
de la disciplina y de su historia en México, son diferentes.
pología mexicana. Las posibilidades son numerosas y mucho
La mesa propuso la inclusión de una variada gama de fuentes
dependen de las necesidades emergentes en cada momento
para conformar una historia de la antropología en México. Así,
particular de una historia que, a veces, parece penosa, y que al
en ella se incluyeron temas como la transmisión oral y el uso
fin y al cabo no termina mientras la humanidad continúe hacien-
antropológico de la fotografía y de la cinemato~rafía co~o
do su propia interpretación. A estas fechas, por ejemplo, aún no
fuentes para la historia de la disciplina; el papel e importancta
hemos elaborado una historia que discuta las distintas corrientes
de las bases de datos; la creación de un archivo nacional de
teóricas generadas desde los Estados Unidos y Europa, y sus
antropólogos; varios casos sobre archivos públicos y privados;
personajes centrales.
los manuscritos autógrafos y la importancia de los papeles
Hasta estos momentos el énfasis mayor de los antropólogos
personales y su conservación. El espectro que se ofreció. al
mexicanos se ha centrado en las necesidades y en las actuacio-
asistente, y ahora al lector, fue diverso y las fuentes mencio-
nes políticas del Estado mexicano; pero no podemos negar la
nadas en el Coloquio fueron a su vez variadas.
interrelación entre la antropología mexicana y la de los países
La mesa discutió aspectos referentes a las fuentes para la
altamente industrializados. Tampoco podemos ignorar la in-
construcción sistemática de una novedosa historia de la antro-
fluencia de la antropología desarrollada en México sobre Amé-
pología en México. Se incluyeron fuentes encaminadas dire~ta-
rica Latina, que incluye desde la formación profesional de
mente a la elaboración de una historia escrita, oral o fílmica,
antropólogos latinoamericanos, hasta sus preocupaciones por el
cuyas interpretaciones selectivas discutan la importancia de su
estudio y análisis de temáticas similares, y también del acerca-
utilización y su conservación, así como de la creación de acer-
miento teórico a ellas.
vos especializados.
En esta mesa, cada una de las participaciones aporta dife-
En estos acervos los actores involucrados no son los indí-
rentes tipos de material factual y de interpretaciones que
genas, los campesinos, los obreros, los migran.tes o ~uale~q~ier
tienen, por un lado, una confiabilidad variable, y por otro, un
otro grupo étnico, socioeconómico, demográfico o ideológico,
manejo diferencial particular. Una temática que se discutió
que cotidianamente es estudiado por el profesional de la an-
escasamente fue la del montaje de criterios básicos para el
tropología. Los actores principales de esta discusi~n son los
manejo y el análisis crítico de las fuentes. Tampoco se discu-
antropólogos mismos, sus experiencias como profesionales de
tió la propuesta de que no es suficiente llegar a la constatación
la disciplina, sus memorias personales y sus anécdotas, sus
de la existencia de diferentes tipos de fuentes y de su conte-
vivencias y, en general, todo registro oral y escrito que con-
nido: hay que dar el siguiente paso, consistente en saber qué
textualice su actuar intelectual y su aporte académico.
hacemos con ellas y cómo las podemos utilizar o aplicar, de
La idea fundamental fue la elaboración de una historia de la
manera crítica, en la elaboración de una historia de la antro-
antropología en México donde los antropólogos y sus materias
pología en México.

140
141
LA mSTORlA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

Se discutieron, de hecho, dos maneras de hacer o de compren-


der historia. La primera corresponde al relato cronológico de
los acontecimientos y de su sucesión de personajes. La segunda LAS FUENTES ORALES EN
es una historia de sus corrientes teóricas, sus conceptos básicos LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA
y su aplicación. Ambos enfoques son fundamentales, aunque
EN MÉXICO
pudiese parecer que el segundo sería más fructífero en cuanto a
la comprensión del desarrollo científico de la antropología Rodolfo Coronado Ramírez*
mexicana, de sus aciertos y desaciertos, de su capacidad crítica
y práctica de acción ante la sociedad mexicana y, de hecho, de
su debilitamiento como fuerza social ante el Estado mexicano.
Este tipo de historia también incluye y contextualiza los acon-
tecimientos y la actuación de las figuras más destacadas de la
disciplina en México.
La elaboración de una historia comprensiva de la antropolo-
gía en México resulta más complicada de lo que podemos Antes que nada quisiera agradecer la invitación que me hizo
imaginar en estos momentos. Sin embargo, el punto de partida Alba González Jácome, coordinadora de la mesa, para participar
es la existencia de fuentes suficientes en cantidad y en calidad en este evento. El objetivo de esta ponencia es hacer un breve
para iniciar la tarea. Las discusiones aquí desarrolladas llaman recuento de proyectos que han hecho uso de las fuentes orales
la atención hacia aspectos como las dificultades para la preser- en la construcción histórica de la antropología en México en los
vación de las fuentes orales y escritas, su seguridad física, las años recientes. La necesidad de un reconocimiento histórico de
dificultades inherentes a su interpretación, y también hacia la antropología ha sido una preocupación constante en el interior
aquellos elementos relacionados con el uso y la importancia de del gremio antropológico. Estudiar los aspectos implicados en
defmir el tipo de historia que en cada tiempo y espacio se pretende su desarrollo ha merecido la atención de algunos antropólogos
elaborar. interesados en preservar este tema como línea de investigación.
Ponemos aquí a juicio crítico del lector los resultados de esta Existe una larga lista de trabajos ~~ alto valor historiográfico
mesa, esperando que permita también el comienzo de una dis- que esperan lectura y una crítica propositiva. Por causas que
cusión sobre las fuentes, sobre este tipo de propuestas y sobre están lejos de nuestro alcance explicar, estos investigadores han
nuestra disciplina. prescindido, en gran medida, de las fuentes orales. Fue hasta
últimas fechas, cuando se incorporó de manera sistemática el
testimonio oral en algunas investigaciones históricas sobre
nuestra ciencia.

* Universidad Iberoamericana.

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA II. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

Si hacemos un breve recuento de algunos de los proyectos Historia (ENAH) que retornaron a su país de origen como Jorge
institucionales, publicaciones y ventos académicos y de inves-
p Gussinye Alfonso.
tigación que recurren al testir.ionio oral como materia prima Como parte de los resultados de este proyecto se elaboró el
para el análisis histórico de la disciplina, encontramos que estos texto titulado Palabras del exilio. Seis antropólogos mexicanos,
esfuerzos han sido más bien modestos en número y mesurado s publicado en 1984 por el INAH. En general el proyecto ha contado
en profundidad. con el auspicio institucional, financiero, técnico y humano para
En los últimos 15 años proliferó la idea de apoyar, no tanto su realización y continuidad. Hoy en día es uno de los archivos
de sustentar, el análisis histórico con fuentes orales. Uno de que concentran información sistematizada útil para la historia
los primeros proyectos en los que se entrevistó a protagonis- de la disciplina.
tas del quehacer científico de la disciplina para la interpreta- Otro programa institucional que directa o indirectamente
ción histórica fue el llamado de "Historia oral. Refugiados impulsó la recopilación y difusión de la tradición oral de los
españoles en México", iniciado en 1979 bajo la dirección de protagonistas de la antropología en México, fue el evento edi-
la doctora Eugenia Meyer y como parte de los proyectos del torial La antropología en México. Panorama histórico, publi-
Archivo de la Palabra del Instituto Nacional de Antropología cado entre 1987 y 1988 bajo la coordinación general de Carlos
e Historia (INAH). García Mora.
Dicho proyecto tuvo como uno de sus sectores sociales de Al respecto hemos de decir que de sus 15 volúmenes, tres
estudio a los intelectuales españoles exiliados, entre los que están dedicados a los protagonistas; en ellos se reúnen sem-
posteriormente hubo destacados antropólogos en México. Se blanzas tanto de los profesionales de la antropología como de
reconoció la trascendencia histórica que tuvo para México y aquellos que desde otros campos científicos, del arte y de las
España la experiencia del exilio español. Se extrajo mediante la humanidades, aportaron para el desarrollo de la disciplina.
entrevista el recorrido "temporal y geográfico" de los refugia- En el centenar y medio de semblanzas biográficas halladas
dos, en especial la vida personal, lo privado, su vida cotidiana, en los volúmenes, encontramos el testimonio oral de algunos
además de valorar la importancia que tuvieron en sí mismos los biografiados, aspecto que posibilitó contar con interpretaciones
testimonios para la interpretación histórica macrosocial. directas de los protagonistas, es decir, "acerca de sus propios
El proyecto "Historia oral. Refugiados españoles en Méxi- procesos de producción intelectual" (Güemes 1988).
co", logró concentrar los testimonios de personas como Pedro Un trabajo similar al anterior fue el de los antropólogos Jorge
Armillas, Pedro Carrasco, Juan Comas Camps, Santiago Geno- Durand y Luis Vázquez León, quienes en el libro Caminos de
vés, José Luis Lorenzo Bautista, Ángel Palerm Vich, Claudio la antropología. Entrevistas a cinco antropólogos, buscan "po-
Esteva Fabregat y Adela Ramón, antropólogos que en su gran ner al alcance del estudioso, elementos analíticos para precisar
mayoría han realizado sustanciales aportes a la disciplina. Otros el cómo y el por qué de tan peculiar forma de hacer y pensar la
refugiados no pudieron ser entrevistados, como Pedro Bosch antropología [ya que] las ideas antropológicas no pueden desli-
Gimpera, quien falleció antes del inicio de este proyecto; o garse de la vida y peripecias del autor que tenemos entre manos,
algunos egresados de la Escuela Nacional de Antropología e describiéndose, siempre, a sí mismo". Durand y Vázquez Léon,

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al igual que Alicia Olivera, José Luis Domínguez y Fernando nuestro medio académico y de investigación para elaborar la
Salmerón logran entrevistar a Pedro Armillas, Wigberto Jimé- historia oral de la institución. Por cierto, creo que es favorable,
nez Moreno, Ricardo Pozas Arciniega, Alfonso Villa Rojas y creo, el que sea aquí, en los ámbitos académicos y de investiga-
Gonzalo Aguirre Beltrán, todos ellos, en palabras de los autores, ción donde se generen eventos que redunden en novedosa infor-
antropólogos pioneros. mación para el análisis histórico de la disciplina.
Otras de las vías tradicionales dentro de nuestro quehacer Cabe destacar el impulso de proyectos como el realizado hace
científico que han generado información oral en beneficio de la algún tiempo por el Departamento de Planeación Académica de
indagación histórica, son las tesis de grado y los eventos acadé- la ENAH sobre el "mercado de trabajo del antropólogo", que
micos y políticos de temas polémicos. incluyó la aplicación de entrevistas a un grupo de antropólogos
Las tesis de grado han recurrido en forma mínima al uso de en sus centros de labor profesional. Otro es el que generó un
las fuentes orales como herramienta de estudio para la historia profesor del sistema de pos grado en antropología social de la
de la antropología. En ellas se ha dado preferencia al uso de la Universidad Iberoamericana, que tuvo como propósito reunir y
entrevista con autoridades, profesores y alumnos para realizar analizar las diversas opiniones de varios antropólogos sobre sus
la historia institucional de las escuelas de antropología; son los perspectivas de investigación en relación con el futuro de la
casos de las tesis que hablan de la Escuela de Ciencias Antro- antropología en México.
pológicas de Yucatán y de la ENAH, respectivamente. Ahora bien, ¿cómo se ha realizado el acopio de la historia
Mediante la organización de eventos académicos se invita a oral? El proyecto "Refugiados españoles en México" del Archi-
que los antropólogos expongan y traten frente a un público vo de la Palabra requirió de mucha inversión en tiempo y
escucha, sus precisiones inmediatas, voluntarias, espontáneas y recursos para su constitución. La parte del archivo concerniente
personales sobre determinados hechos o temas. Aquí, han sido a los antropólogos mexicanos, como el resto del acervo, se
las distintas instancias antropológicas nacionales como la So- configuró bajo una rigurosa planeación metodológica.
ciedad Mexicana de Antropología, los colegios de antropólogos La selección de los informantes del exilio español se hizo
y escuelas y centros de investigación, los encargados de generar teniendo como criterio principal el que fueran personalidades
esta gran posibilidad de coloquio. Como ejemplo podemos men- destacadas dentro de la migración. En este caso, que fueran
cionar la publicación Cuatro décadas de la Escuela Nacional de "figuras" importantes dentro de 13S disciplinas científicas como
Antropología e Historia, editado por la institución en 1982. la antropología. Para la realización de las entrevistas se recurrió
Este libro es el resultado de la organización de varias mesas a la aplicación de un cuestionario "base", que permitió centrar
redondas donde una veintena de antropólogos de distintas gene- la información en los objetivos específicos del proyecto (Salga-
raciones egresadas de la ENAH, expresaron sus puntos de vista do 1985).
sobre la formación profesional del estudiante durante los prime- En el cuestionario, que estuvo integrado por cuatro apartados
ros cuarenta años de vida del plantel. cuyas preguntas se ordenaron cronológicamente, quedó plas-
Algo similar sucedió cuando la escuela cumplió sus 50 años. mado lo que se esperaba de los testimonios: 1. Antecedentes
Algunos alumnos nos interesamos en entrevistar a figuras de biográficos, 2. Segunda República, 3. Guerra Civil, 4. Exilio.

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En todos los rubros se abarcaron tanto impresiones personales ejemplo la elección de los biografiados. En este sentido se
como información perteneciente al campo de la "memoria co- tomaron como criterios relevantes: 1) que el entrevistado hubie-
lectiva" y de la ideología. El cuestionario base, según comenta- ra alcanzado los 60 años de edad, 2) que contara con 40 años de
rios de algunos de los responsables del proyecto, permitió actividad profesional, y 3) que tuviera obra significativa.
flexibilidad para que el informante incluyera comentarios de su Hubo otras circunstancias de carácter teórico a considerar:
interés (Pla 1985), a pesar de su rigurosa planeación. 1) Contar con criterio de periodización, es decir, con una
Las entrevistas se transcribieron ad verbatim, es decir, se noción sobre el momento histórico en que se constituye o funda
transcribió lo que se dijo "en cuanto al lenguaje se refiere" y se desarrolla la ciencia antropológica, esto con el fin de
tratando de hacerlo con la mayor fidelidad; por ejemplo, se seleccionar a los pioneros o precursores de nuestra disciplina
respetaron titubeos, muletillas y falsas entradas. que hubo que biografiar. 2) Reconocer la pertinencia de utilizar
Después de un depurado sistema de revisión de las transcrip- las semblanzas de los personajes incluidos para la historia de la
ciones, se integraron en la medida de lo posible las formas antropología en México. 3) Fundamentar una concepción sobre
coloquiales del habla, los silencios, el empleo de subrayados lo que es historiar y cuáles son los elementos para "reconstruir"
hechos por el historiador en términos para él significativos, las la historia. 4) Argumentar la importancia de hacer "historias
funciones fácticas y las observaciones sobre la actitud del en- académicas". 5) Reconocer si las propuestas de los antropólo-
trevistado (Salgado 1985). gos seleccionados respondían a intereses científicos o ideológi-
Actualmente estas entrevistas constituyen uno de los más cos (Güemes 1988).
notables acervos de historia oral de antropólogos en México, tal De los proyectos anteriormente enumerados, el trabajo de
vez el único. Cabe señalar que este archivo ha implementado un Jorge Durand y Luis Vázquez León incluyó una misma norma-
escrupuloso sistema de consulta que garantiza, por una parte, tividad en sus entrevistas. La elección de los informantes se
los derechos que tiene el entrevistado sobre el material (que apoyó en cuestiones prácticas, por ejemplo, la localización de
donó previamente) y, por la otra, dar seguridad de que la materiales preexistentes sobre las figuras a entrevistar, las po-
información se utilice sólo para fines de investigación. sibilidades de acceso al informante y las oportunidades perso-
De este acervo han salido materiales que continúan la tarea nales para hacer este trabajo.
de divulgación e interpretación histórica; entre ellos, se publi- En cuanto a la conformación del ~exto, producto de su labor,
caron los trabajos que siguieron de los homenajes a Ángel advertimos un "estilo" personal de cada uno de los investigado-
Palerm y Pedro Armillas, res; unos fueron bastantes laxos en su manejo de la entrevista,
Por otra parte, las entrevistas realizadas con motivo de los cediendo ante el torrente de información e interviniendo sólo
tres volúmenes de la obra La Antropología en México. Panora- con preguntas generales para orientar la plática. Otros fueron
ma Histórico respondieron a un proyecto mayor, del cual las más incisivos en sus interrogatorios, denotando que hay una
semblanzas fueron una aportación parcial aunque muy impor- profundidad de conocimientos en cuanto a los temas de la
tante. Su elaboración implicó igualmente revisar ciertas consi- entrevista, hecho que los convirtió en afanosos interrogadores
deraciones metodológicas y teóricas respecto de la fuente, por que no dieron tregua a la memoria del informante.

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En la introducción, los compiladores hacen un señalamiento importante dentro del método de la historia oral, lograr una
interesante: Cuando un antropólogo funge como informante de relación intersubjetiva idónea con el informante para hacerle
un colega pueden surgir problemas tales como recelo y descon- partícipe realmente de nuestra investigación, o tan sólo cumplir
fianza profesionales por parte de los entrevistados, al grado que los cánones de rigurosidad científica en el diseño de métodos y
algunos de ellos solicitaron se recurriera a su autobiografía y la técnicas para el levantamiento de testimonios? ¿Cómo atender
revisión escrupulosa del original mecanografiado (como fue el los problemas éticos del uso de la información? ¿Cuáles son los
caso de Gonzalo Aguirre Beltrán). límites entre la manipulación del informante y la información y
En cuanto a la transcripción de los testimonios, se determinó la búsqueda por parte del entrevistador de la realidad de aquél
publicar las versiones originales con pequeños cambios en la respecto al tema estudiado? ¿Hasta qué punto la subjetividad
redacción, con el fin de hacer más legible su lectura. El trabajo del informante, su visión personal de las cosas es una aportación
Caminos de la antropología. Entrevista a cinco antropálogos, para la comprensión "objetiva" del hecho histórico? ¿Son las
como lo mencionan sus compiladores, no se adhirió a ninguna biografías un recurso aceptable para la construcción y signifi-
teoría sobre la interpretación histórica, únicamente se asegura- cación histórica?
ron de que los entrevistados pertenecieran a dos de las más Desde nuestra perspectiva, la historia oral es un recurso
notables tradiciones de pensamiento y acción antropológica aleccionador para la indagación histórica y sociológica de nues-
nacional: la antropología integral de herencia porfiriana y de tra disciplina. Siendo que nuestro grupo social de estudio es la
influencia estadounidense, y la antropología social como parte propia comunidad de antropólogos, tenemos que ser más rigu-
de la influencia de la antropología británica (Durand y Vázquez rosos y sistemáticos en el manejo de la información.
León 1988: 13). Es todavía insuficiente lo que se ha hecho en tomo al uso de
La metodología de los otros proyectos mencionados estuvo la historia oral en la investigación histórica de la antropología.
determinada por el carácter cuantitativo de la investigación. La Es necesario, desde mi perspectiva, estimular la diversificación
recopilación de testimonios se supeditó a herramientas de aná- y continuidad de los archivos orales existentes, o en todo caso
lisis como la aplicación de encuestas y cuestionarios. la creación de un acervo especializado sobre la historia oral
De acuerdo con el recorrido que hemos hecho en este breve de la antropología en México que busque, por un lado, consoli-
espacio, podemos concluir que son mínimas las instituciones dar lo poco que se ha avanzado =n este sentido (como son los
académicas o de investigación preocupadas por establecer pro- proyectos mencionados) y por el otro, algo que me parece aún
yectos de historia oral que investiguen sobre los distintos mo- de mayor trascendencia: entrevistar y hacer partícipes de la
mentos del quehacer antropológico en el país. Igualmente, las historia de la antropología en México a todos aquellos que, sin
iniciativas existentes están limitadas en su continuidad. Se re- ser líderes de movimientos o pioneros de la ciencia, no han sido
curre a la "memoria de las fuerzas vivas" no tanto como se considerados dentro del escaparate de la historia. Tal vez así
quisiera. Se deja al conocimiento e interés particular de cada podremos acceder a una visión crítica y renovada de lo que hasta
investigador el uso de las fuentes orales. ahora se ha elaborado.
Por otra parte, hay problemas de orden metodológico y teó-
rico que están en la palestra de las discusiones. ¿Qué es más

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXIco

Referencias bibliográficas

Durand Jorge y Luis Vázquez León (comps.), Caminos de la EL TESTIMONIO DE LAS IMÁGENES:
antropología. Entrevistas a cinco antropólogos, México, EL USO DE LA FOTOGRAFÍA Y LA
Consejo Nacional para la Cultura y las Artes/Instituto Nacio-
nallndigenista, 1988 (Colección Presencias, 39).
CINEMATOGRAFÍA EN ANTROPOLOGÍA
Güemes, Una Odena (coord.), La antropología en México. Guillermo Alfaro Telpala*
Panorama histórico, Vol. IX, Los protagonistas, México,
1NAli, 1988.
Pla Brigat, Dolores, "Una experiencia: la creación del archivo
Historia Oral. Refugiados españoles en México" en Cuicuil-
co, México, nueva época, núm. 22, ENAH, 1985.
Salgad-, Andrade, Eva, "El archivo de la palabra ", en Cuicuilco,
México, ENAH, nueva época, núm 22, 1985.
Este trabajo tiene por objetivo ofrecer algunas consideracio-
nes acerca del uso de las técnicas fotográfica y fílmica como
fuentes de la historia. No pretendo efectuar un recuento de
archivos especializados o proporcionar una bibliografía sobre
el tema, más bien expongo la necesidad de hacer nuestro el
potencial que ofrecen ambas modalidades como registro de
datos. Pongo a su consideración una reflexión personal acerca
de la imagen como testimonio y de la realidad que se registra
para ser interpretada.
El interés en registrar los acontecimientos, nace de la nece-
sidad colectiva de mantener una memoria confiable sobre los
hechos que van marcando la vida social. No es una mera crónica
casual la que alimenta ese registro. Se trata más bien del relato
que permita explicar el origen y las causas del momento que se
está viviendo. Esa narración acerca del devenir particular de un
pueblo o un grupo, se sustenta en la herencia oral y, en su caso,
escrita. También puede añadirse que se cuenta con repre-
sentaciones gráficas como los códices, los grabados y las pin-

*Universidad lberoarnericana.

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turas, además de estelas, relieves, inscripciones y monumentos. Ésta es una de las consideraciones que expongo como esencia
Todo ello para avalar veracidad en el recuerdo. de este trabajo. La fotografía es un registro claro de la realidad,
Desde hace unos 155 años se cuenta también con la presen- en un determinado tiempo y lugar, que permite realizar secuen-
tación de imágenes mediante la fotografía, técnica que permite cias diacrónicas; ésta es la función de una fuente histórica, sólo
conservar en papel la impresión de un momento determinado que lo expresado de manera gráfica necesita el apoyo textual, que
del quehacer humano. Así de amplio y general. Tan vasto como puede ser desde el mero registro de catálogo hasta el discurso
las manifestaciones humanas, a las que, a fin de cuentas, la ensayístico. El valor de las fuentes utilizadas radica no sólo en
antropología les dedica su atención. su buen manejo e interpretación, sino también en la capacidad
El aporte de la fotografía es que ofrece una evidencia que de ser complementadas y contrastadas con otras. Es el caso de
trata de despejar dudas sobre las acciones o los hechos. Debe la fotografía y la palabra escrita.
considerarse que quien opera la cámara fotográfica, aun cuando Hoy en día el valor de la fotografía como fuente es motivo
se propone plasmar la realidad en su documento gráfico, tam- de discusión. Pero sí ha bría que reparar en su uso por parte de
bién se encuentra asediado por disposiciones de índole personal, los estudiosos de las ciencias antropológicas. En las primeras
que traducen la imagen captada en su propia visión del mundo. publicaciones de nuestra disciplina la imagen fotográfica re-
Fotografiar marca los espacios concretos entre la persona que fuerza la solidez del lenguaje impreso; por citar ejemplos muy
registra y las personas que son registradas. La cámara es un conocidos, es posible recordar aquella escena de Malinowski a
puesto de observación activa, ya que la acción se da cuando se la puerta de su tienda, sentado frente a la máquina de escribir,
encuentra algo que posee la suficiente relevancia para ser foto- observado por los trobriandeses; o los cuerpos esbeltos de los
grafiado. Un investigador participa de su objeto fotográfico al pastores nuer en diferentes escenas de su vida cotidiana, que nos
conservarlo en su película; igualmente, al capturar un momento ofrece Evans-Pritchard; esto en lo que se refiere a los clásicos
y guardarlo, el fotógrafo convierte su placa en el testimonio de británicos.
la dimensión temporal. En México, podemos referimos de manera muy precisa al
Con cada fotografía sucede lo que Wittgenstein concedía a acervo del Archivo Etnográfico Audiovisual del Instituto
las palabras: el significado es el uso. Hay que considerar enton- Nacional Indigenista (AEA/INI), que se nutre de imágenes
ces que una fotografía es interpretada de acuerdo con el marco captadas por fotógrafos e investigadores que realizaron tra-
referencial en que se le vea: un álbum familiar, un registro bajo entre los grupos indígenas del país. Este esfuerzo es
judicial, una revista, un cartel publicitario, una galería o un evidente en obras como la de Carlos Basauri, cuya publica-
archivo científico. Esta contextualización evidencia que la fo- ción data de 1940. Así, la antropología ha utilizado a la
tografía expresa imágenes, pero nunca habla. En el trabajo del fotografía como complemento vivencial de la presencia del
registro histórico, la fotografía irá aparejada con el texto, cuya investigador en el campo.
función es ayudar a interpretar las imágenes, aunque el escrito La importancia de la fotografía como fuente para la historia
difícilmente puede brindar el significado completo de esa ex- queda patente en el deseo consumado de conservar películas e
presión gráfica. impresiones en archivos especializados, en particular el ya

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citado Archivo Etnográfico Audiovisual del INI y de la Fototeca Los hechos proyectados en una cinta brindan su explicación
del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde en las voces de los actores involucrados en la escena o en el
se encuentra el Archivo Fotográfico Casasola. El primero, enfo- relato del narrador. Aparece ya la contextualización que no
cado al acopio de imágenes sobre la labor indigenista en México, siempre puede ofrecer la fotografía, como ya se mencionó
ofrece la posibilidad de acceder a la información gráfica que se párrafos antes. Y sigue en pie que el investigador o el cineasta
obtuvo sobre los grupos étnicos, información que va desde el retendrán para sí los momentos que su criterio o interés especí-
atuendo o los alimentos, hasta ceremonias cívicas o religiosas, fico determine, como se mantienen las posturas expresadas en
incluyendo además la recreación del ambiente. cualquier investigación o trabajo científico.
Por su parte, el material que ofrece la colección Casasola La película acerca al espectador con la realidad captada por
contiene elementos relacionados con el desarrollo del país desde la lente. La presencia del investigador en su trabajo de campo
fines del siglo XIX hasta ya entrada la presente centuria. Así, se se convierte no sólo en una expedición científica, sino en una
encuentran imágenes sobre núcleos rurales o urbanos; sobre forma de divulgación de su labor para el público en general. Del
campesinos, obreros o funcionarios públicos; sobre procesos mismo modo, la cinta podrá ser interpretada no exclusivamente
judiciales o la farándula; sobre monumentos religiosos o sobre como resultado de la permanencia en un lugar y el aporte que
haciendas; variedad temática que no hace sino afirmar la versa- representa para la comprensión de la sociedad, sino como la
tilidad del registro fotográfico. La reconstrucción histórica con- presentación de realidades no conocidas por el espectador co-
solida su valor con la amplitud de los aspectos que considere. mún.
En este punto hay que precisar que tanto las referencias La historia viva presentada por el material audiovisual es una
escritas como las imágenes, pueden ser aprovechadas como fuente de gran autoridad para la interpretación de hechos pasa-
fuentes por separado, no dependen unas de las otras, pero si se dos. Este recurso está ahora muy cerca del alcance de los
trabajan al mismo tiempo generan mayor riqueza informativa y estudiosos por medio de la técnica de video. Los instrumentos
claridad en la explicación. portátiles, con grandes facilidades para los no expertos en la
Aquí es conveniente hacer un comentario acerca del material cinematografía, abren esta posibilidad. Su aceptación como
filmográfico. La banda sonora de cine retiene tanto imágenes medio para el registro de información científica y el desarrollo
en movimiento como expresión oral; acercarse a esta informa- en su uso permitirá el crecimiento ¿ '! las filmotecas y videotecas
ción es penetrar en una situación de tiempo y espacio determi- especializadas, que en este momento todavía se encuentran por
nados, pero con animación. La duración de la cinta marca un debajo de la riqueza que ofrecen en volumen los archivos de
límite comprendido entre unos minutos y algunas horas, pero impresos y de fotografía.
esa cerca cronométrica no impide revivir las acciones realizadas En el marco de lo expresado hasta aquí, ofrezco estas aseve-
por las personas registradas en el documento. Si antes hablamos raciones finales:
de la utilidad de manejar el testimonio de las imágenes junto l. El manejo de las fuentes para la reconstrucción de la
con el lenguaje oral o literario, en el cine puede verse el desem- historia, en este caso, la de la antropología en México, adquiere
peño de ambos. mayor solidez al contrastarlas o complementarias. La fotografía

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es un registro esclarecedor para la historia, pero su refuerzo con


el texto la enriquece, sin llegar a ser imprescindible.
2. Filmar eventos relacionados con el interés científico ofrece LAS BASES DE DATOS:
registros animados de esa realidad. Una fuente actuante permite SU IMPORTANCIA Y DIFUSIÓN EN
estudiar comportamientos y actitudes, conocimiento básico
para la comprensión de momentos históricos.
LA ANTROPOLOGÍA MEXICANA
3. El uso cada vez mayor de la fotografía y el video como Columba Quiñones Amézquita*
materiale-g de consulta conducirá a interpretaciones más preci-
sas acer~a de la sociedad y de los grupos humanos, interés
específico de la antropología.
4. El testimonio de las imágenes es el testimonio de las
sociedades vivas.

Introducción

En los últimos años el avance tecnológico para el almacena-


miento de información es muy variado. Su principal caracterís-
tica es el uso de la computadora y varios implementos que se
pueden conectar a ésta.
La computadora posibilita la optimización de los tiempos de
búsqueda en una biblioteca o centro de información, además de
proporcionar nuevas pistas para mejorar la estrategia de búsque-
da y, lo más importante, su consulta puede llegar a ser econó-
mica, dependiendo del formato que se seleccione.
Se espera que dicha información tenga tres características:

• Pertinencia, que sea lo que el usuario está buscando.


• Relevancia, que sea lo más importante.
• Actualidad, lo más reciente en información.

*Universidad Iberoamericana.

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

Por ejemplo, la Compañía DIALOG, una de las más importan-


En esta ocasión se pondrá un énfasis especial en la investiga-
tes de Estados Unidos y del mundo, ha creado alrededor de 500
ción, ya que es un papel importante aunque no el único que se
bases de datos sólo para ciencias sociales.
espera de un antropólogo, historiador o sociólogo a lo largo de
En México, a partir de 1976 se comienza a tener acceso a
su carrera y que lo continúe al terminar su formación académica.
diversas bases de datos internacionales y nacionales gracias al
En este sentido, el objetivo de la presente ponencia es presentar
Servicio de Consulta a Bancos de Información (SECOBI) que
de manera muy suscinta la importancia de las bases de datos
depende del Consejo de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
como apoyo a la antropología.
Los factores que determinan que la demanda para la consulta
Antes de continuar es necesario aclarar qué es una base de
y la creación de bases de datos vaya en aumento son tres:
datos y cuáles son sus modalidades.
a) Búsqueda en retrospectiva de acuerdo con los años que
Una base de datos se puede definir como un conjunto orga-
interesa localizar.
nizado de unidades de información, las que se describen como
b) Servicio de diseminación selectiva de información, de
entidades del mundo real, agrupándolas para poder dar respues-
acuerdo con los intereses del usuario, ya sea por tema o
ta a las demandas de información de los usuarios; así cada
por autor.
unidad de información está constituida por datos, cada uno de
e) Obtención y reproducción de documentos.
los cuales describen una característica particular.
El usuario puede esperar que existan diferentes bases de datos
El número de bases de datos leídas por computadora, el
en función de intereses específicos: bases estadísticas, de texto
número de archivos contenidos en ellas y el número de usos en
com~leto de artículos de revista, capítulos de libros, monogra-
línea de esos archivos se han incrementado en los últimos años.
fías, informes, reportes, avances de investigación, directorios,
El total de bases de datos en línea creció de 400 en 1979 a 2 700
resumen del contenido de alguna obra, cita bibliográfica, infor-
en 1993 y el promedio de crecimiento es de aproximadamente
mación biográfica, etcétera.
45% al año.
Otra característica de las bases de datos es que pueden ser
Las bases de datos se distribuyen, de acuerdo con su país o
multidisciplinarias o especializadas y se puede acceder a ellos
región de origen, en los siguientes porcentajes:
por medio de un vocabulario controlado .
. Por ejemplo, la base de datos especializada para antropolo-
País o región Porcentaje
gia, la Human Research Area FUe, que se encuentra en Austin,
Estados Unidos 60%
Texas, puede dar información por código geográfico con sólo
Europa 30% ','
pedirle, por ejemplo, la palabra México. Puede hacer mucho
Japón 6%
más específica la búsqueda si se desea trabajar en función de
América Latina 4%
determinado grupo étnico, por ejemplo los tarahumaras. Auto-
~uenle: Primer Simposio sobre Bancos de información: Tecnología y Aplica- máticamente la base de datos rastreará estas dos palabras y
ciones. eliminará todo aquello que no tenga que ver con lo que se desea
saber. Las bases de datos se pueden consultar bajo dos modali-

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dades: en línea y en disco compacto. Si se decide hacer una como los de música, de sólo 12 cm de diámetro, que utiliza la
consulta en línea se necesita una computadora, una línea telefó- tecnología láser, con una capacidad de almacenamiento de hasta
nica, un modem para la transmisión de datos y una clave o 640 millones de caracteres de información, lo que equivale a
password de acceso al sistema. 275 000 páginas o bien a 1 600 disquetes.
La computadora permitirá ver en pantalla la información Si bien es cierto que los pioneros en el diseño de discos
bibliográfica y la hernerográfica de esta base de datos, el modem compactos son los estadounidenses, los creadores de los siste-
es el medio de conexión y la línea es la trasmisión por vía tele- mas maestros o masters para la elaboración de los discos com-
fónica por las redes TYMENT, TELENET, TRANSPAC y TELEPAC, pactos son los brasileños. México es considerado como uno de
las dos primeras son redes privadas, mientras que las dos últi- los países latinoamericanos líderes en la elaboración y diseño
mas son públicas (NTC/NCT 1989:24). de discos compactos.
La consulta vía línea es muy costosa y para cualquier persona A través del ROM se puede recuperar la información ya sea
significa que tiene que pagar en dólares por el tiempo de con- para su consulta en pantalla, o bien para la grabación o impre-
sulta, de conexión y de trasmisión de datos. sión de los datos que sean de interés para el usuario.
Sin embargo existe otro formato que está teniendo mucha
mayor difusión y aceptación en el mundo de la informática,
concretamente en las universidades; se le conoce como disco Base de datos que puede consultar
compacto o compact disc en su modalidad de disco óptico. un antropólogo
El disco compacto se conoce en la actualidad como el nuevo
papiro. Y es de esperar que los estudiantes conozcan y consulten En este apartado presentaremos primero las bases de datos
algunos de ellos a lo largo de su carrera, pero sobre todo en el nacionales y posteriormente las internacionales (aquellas a las
momento de comenzar a investigar. que se tiene acceso en México)
El CD-WRM (Compacl Disc-Read Only Memory) puede ser
visto como un dispositivo que se basa en la tecnología láser, al
igual que el CD-WRM (Compact Disc-Write or Read Mernory), Bases de datos nacionales
Si bien el primero es más conocido en México, el segundo
apenas se conoce y es un poco más caro. l. CLASE
Para usar el CD-ROM basta tener una lectora de disco compac- Es el primer producto de un banco de datos almacenado vía
to que se conecta a la computadora y por medio de un programa computadora en la UNAM. CLASE, aunque también está en línea,
(software) se transfiere la información a la pantalla como si se es el CD-ROM por excelencia para una buena consulta.
estuviese haciendo una consulta en línea. Es una verdadera red en disco, ya que busca simultáneamente
La actualización de la información en disco compacto se en cinco bancos de datos: CLASE, que es el banco de ciencias
realiza mediante un intercambio cuya periodicidad en la mayo- sociales; PERIÓDICA, que corresponde al banco de ciencias exac-
ría de los casos es de tres meses. Es un pequeño disco plateado tas; BIELAT, un banco creado para toda la bibliografía de Amé-
rica Latina; MEXINV, que es el sistema bibliográfico sobre la

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LA mSTORlA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXIco
MESA n. LAS FUENTES DE LA mSTORlA DE LA ...

investigación científica y humanística mexicana; y finalmente


2.3 DOCPAL/CONAPO y MAPAS
DESA, el banco creado para tener información sobre desastres
Banco de información sobre aspectos de población y carto-
naturales e industriales, que trata principalmente aspectos como
grafía mexicana. Este sistema contiene dos bases de datos. La
prevención, urgencias, rescate y reconstrucción. En total se
primera es DOCPAL/CONAPO, que capta y registra información
tiene acceso a 300 ()()()registros, con las siguientes características:
de documentos con temas de población sobre México, publi-
. cados en el país o en el extranjero, dando preferencia a los
1. Palabra clave
escritos en español, inglés y francés. La base de datos MAPAS
2. Relación booleana (interacción- Y, unión-O, y Exclusión-
NO). contiene el 75% de los registros generados por CONAPO, a
partir de la cartografía nacional publicada por el Instituto
3. Autor, institución, título o tema.
Nacional de Geografía y Estadística.
4. Idioma.
5. Año de 1900 a la fecha.
2.4 SIRIACYT
6. Información de más de 800 publicaciones periódica edita-
Sistema regional de información de actividades científicas y
das en América Latina, tanto en español, portugués o
tecnológicas en la Región Occidente de México. Reúne la
inglés.
información referente a los proyectos de investigación y los
recursos humanos en los que intervienen los siguientes esta-
2. Bancos bibliográficos mexicanos
dos: Jalisco, Michoacán, Nayarit, Guanajuato, Guerrero, Za- .,i
Estos bancos editados por la Universidad de Colima de 1987 a
catecas, Aguascalientes y Colima. SIRIACYT contiene las
1992, sirven a antropólogos, sociólogos y en general a los
siguientes bases de datos:
científicos sociales; los bancos creados son:
• PROY. Informa acerca de los proyectos de investigación.
2.1 CEEA
• PERSONo Agrupa la información correspondiente a las per-
Banco de información sobre Asia y África. Contiene registros
sonas que participan en estos proyectos.
bibliográficos que la Biblioteca de El Colegio de México posee
• DIREC. Conforma el directorio de instituciones y unidades
sobre Asia y África con énfasis en las ciencias sociales.
de investigación.

2.2 HERMES
2.5 MECS
Banco de información hemerográfica sobre aspectos econó- Es un banco hernerográfico sobre ciencias sociales. Se confor-
micos de México, América Latina y el resto del mundo. El ma del análisis de publicaciones periódicas editadas principal-
responsable de este banco es el Instituto de Investigaciones mente en América Latina. MECS es un banco creado por el
Económicas de la UNAM, y se integra con la información sobre Centro de Investigaciones Documentales de la Facultad de
economía que proviene del análisis de lo siguientes diarios de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
circulación nacional: Excelsior, El Financiero y El Día.

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165
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA Oo.

2.6 BIBEC. e investigación de las ciencias sociales. La información conte-


Bibliografía latinoamericana sobre economía. Se integra con la nida se basa en el análisis de cerca de 800 revistas internacio-
información del área económica generada en América Latina y nales especializadas en sociología, antropología, relaciones
que aparece en revistas especializadas y documentos técnicos. internacionales, ciencias políticas, etcétera (Coordinación de
La base es de tipo hemerográfico, en especial de la información Servicios Bibliotecarios 1992: 17).
proporcionada por la CEP AL.
2. SOCIAL SCIENCE FULL TEXT
3. LIBROUNAM y TESIUNAM Es la base de datos de texto completo que digitaliza artículos de
Estas dos bases de datos, si bien son diferentes, ambas se revistas o capítulos de libros, con la posibilidad de grabar o
complementan. Una corresponde al acervo de 168 bibliotecas imprimir los resultados.
departamentales y especializadas que dependen de la UNAM y
la otra base se refiere a todas las tesis que se encuentran en la 3. SOCIOFILE
UNAM, sean de licenciatura o de posgrado. Contiene fichas bibliográficas con resúmenes analíticos de ar-
tículos de revistas especializadas en los campos de antropolo-
4. Bancos bibliográficos latinoamericanos gía, economía, desarrollo comunitario, demografía, sociología
Contienen 50 bases de datos bibliográficos de Cuba, Costa Rica, y psicología social. Su acervo es de los más grandes, con 1 600
Ecuador, Colombia, Venezuela, Brasil, etcétera, con temáticas revistas de 55 países en 30 diferentes idiomas.
diversas como economía, antropología, sociología, historia y
otras. Lo novedoso es que estas bases de datos incluyen datos o 4. UMI-DlSSERTATION ABSTRACTS INTERNATIONAL
imágenes; así, si se le conecta un scanner a la computadora es En esta base se pueden consultar tesis de grado de todo el mundo
posible obtener imágenes. con excepción de América Latina; incluye pequeños resúmenes
de 300 a 500 palabras por cada referencia.
5. El Catálogo del Fondo de Cultura Económica en ROM.
Contiene el catálogo general de las publicaciones del Fondo de 5. PAÍS INTERNACIONAL
Cultura Económica de 1934 a 1990, además proporciona la Esta base de datos se puede consultar en línea pero se recomien-
imagen digitalizada de cada una de las portadas de los libros y da hacerla en ROM por lo económico de su costo. Comprende más
revistas editados. de 450 000 referencias acumulativas de revistas, periódicos y
libros sobre los campos de etnología, arqueología, antropología,
administración pública, sociología y relaciones internacionales.
Bases de datos internacionales
6. POPLINE
1. SOCIAL SCIENCE INDEX En este banco se analiza y resume todo lo que tenga que ver con
Es un banco de datos a nivel internacional en idioma inglés con población. Incluye todo lo relevante sobre planeación familiar,
más de 200 000 referencias que tratan temas relativos al estudio

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXIco MESA n. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA Oo,

seguridad social, salud, leyes y políticas sobre la población Depende de lo que desee encontrar, por ejemplo, si se
mundial, al igual que trabajos inéditos sobre el tema. buscan estadísticas, lo mejor es hacerlo en una base espe-
cializada y de texto completo.
7. COMPTON'S MULTIMEDIA ENCYCLOPEDIA • ¿Cuál es la base de datos más confiable?
Se trata de la Enciclopedia Británica en disco compacto y de Todas las bases de datos son confiables, ya que siempre se
texto completo. Presenta 31 200 artículos de carácter multidis- señala la fuente, la fecha y el número de páginas.
ciplinario con 8 700000 palabras, 60 minutos de sonido, 10 000 • ¿Puedo crear mi propia base de datos?
fotografías, 5 800 mapas y cartas geográficas, así como estadís- Sí, lo único que se necesita es un buen equipo de cómputo
ticas mundiales. Es la base de datos más completa a nivel y un buen sistema de software, por ejemplo Minisis, Mi-
mundial. croisis o DBASE. Incluso muchas veces en mejor diseñar su
propia base de datos y después intercambiarla con otras
8. SOCIAL SCIENCE CITATION INDEX instituciones para cotejar los datos .
Para finalizar se hará referencia a una base de datos muy diferente, • ¿Qué ventaja tiene consultar una base internacional res-
ya que es altamente especializada y sirve para la realización de pecto de una base nacional?
estudios bibliométricos, los cuales tienen como objetivo final La base internacional tiene más cobertura, en especial por
proporcionar parámetros para el desarrollo de la ciencia. El Social las revistas, libros y periódicos que presenta, pero tiene
Science Citation Index brinda información sobre: dos desventajas: su alto costo si se hace la consulta en
línea, su carácter general y no particular.
• Qué libros y revistas fueron utilizados en diferentes biblio-
tecas y hemerotecas. Su enorme capacidad de almacenamiento, así como la versati-
• Qué autores fueron citados, por quién y cuántas veces. lidad y facilidad al consultarlas hacen que las bases de datos en
• Cómo creció la literatura de las ciencias sociales, hacia qué línea y en disco óptico sean la mejor opción de búsqueda
campo y en cuánto tiempo. extensa.

Lineamientos para una elección de


la base de datos adecuada

Bibliografía
Las bases de datos son tantas y tan variadas, que las preguntas
obligadas para alguien que se empieza a familiarizar con ellas
son: Coordinación de Servicios Bibliotecarios, Manual de acceso y
recuperación de información de las bases de datos en CD-
• ¿Cuál es la base de datos idónea? ROM, México, UNAM, 1992.

168 169
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

NTCJNCT, Redesprivadas de transmisión de datos , México " NCT


1989.
PSYCINFO, Searching Psyctu on CD-ROM, Washington, D.C., EL ARCHIVO NACIONAL DE
American Psychological Association, 1993. ANTROPOLOGÍA DEL INAH
Centro de Información Científica y Humanística, Nueva gene-
ración de sistemas de información, México, UNAM, 1990.
UN PROYECTO
Luis Vázquez León*

1. Su justificación y objetivo

Por muchos años, como una de sus funciones sustanciales de


carácter patrimonial, el INAH se ha venido ocupando de reunir
y preservar una serie de fuentes primarias de interés histórico.
Hasta 1987 el Departamento de Archivos Históricos y Bibliote-
cas tenía registrados 269 archivos documentales de diversa
índole, muchos de los cuales han sido objeto de constantes
acciones de depuración, organización y clasificación.' Ya en ese
entonces la directora del Departamento, Cristina Bonfil, había
propuesto la creación de un "Archivo Histórico del INAH", que si
bien contemplaba ciertos archivos ya existentes (como el de la
Dirección General del INAH y el del Museo Nacional de Antro-
pología), proyectaba ampliarse a otros archivos externos, como

* Centro Jalisco del INAH.


1 Véanse pormenores en el apéndice estadistico de Antropologia, 21, 1988, pp. 13-14.

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I '
LA mSTORlA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXIco MESA n. LAS FUENTES OE LA mSTORIA OE LA ...

el de la. mapoteca de la Sociedad Mexicana de Geografía y gentes-, no obstante que en el INAH hay acervos que deberían
Estadística y el del arqueólogo Leopoldo Batres, actualmente ser objeto de una atención equivalente y sistematizada. Tal es
t~d~vía en propiedad partícular.r Por lo que sabemos esta ini- el caso, por ejemplo, del Archivo Paul Kirchh<2ff, que habiendo
c~atlva.~o se concretó, probablemente porque la pasada admi- sido también donado a la institución, y tras haber sido conser-
rustr~~lOn del INAH dedicó todo su esfuerzo y atención a la vado en la BNAH, fue enviado al Centro Regional Puebla, donde
f~n~lon de conservación y restauración del patrimonio arqueo- ha sido relegado a una habitación (que sirve también de oficina
j I

10gIC?, antes que del J>atrimonio histórico, lo que por cierto del personal de seguridad del Museo Regional) donde es difícil I

también nos compete institucionalmente. consultarlo, sin mencionar el peligro potencial a que se expone .
. E~ la actualidad, la Subdirección de Documentación de la Algo parecido ocurre con el archivo de Roberto Weitlaner,
Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH) es la actualmente en la biblioteca de la Dirección de Etnología y
que ha llenado (en la medida de sus posibilidades) la carencia Antropología Social (OEAS). Sin embargo, existen casos en
de ~ arc.~vo nacional de antropología. Como se ~abe, en esa extremo delicados, como el del archivo del Museo Regional
Subdirección se h?n co~ju~t.ado acervos sumamente dispares, Michoacano, de gran importancia por ser uno de los museos más
com~ son el Archivo Histórico Microfilmado, la Fonoteca, el antiguos de carácter especializado. Este archivo, hasta donde
Archivo de la Palabr?, la Fototeca y Diapoteca, la Mapoteca y sabemos, no ha recibido la atención adecuada, acaso por ser un 1 '

Plano~eca y los ~rchivos Incorporados. Asimismo, se han em- museo que debe compartirse con la Universidad Nicolaita.
I
prend.I~o encomlabl~s acciones de integración, cuidado y cata- Como quiera que sea, aún se conserva ahí alguna documenta-
l~ga~Ion de los archivos de trámite, conservación, histórico y ción del doctor Nicolás León, su fundador, cuestión crítica

t~cruco del INAH, dentro de la figura organizativa llamada porque la mayor parte de su archivo personal fue vendido por
SIstema Red de Archivos. Sin restarle méritos, a pesar de estos -
su familia a la Biblioteca Latinoamericana de la•.Tulane Univer-
.sity en Nueva Orleal!-s, donde se le conserva como la Colección
esfuerzos de ~a Subdirección, no vemos en ésta una política
es ecífi~ hac.la aquellos acervos estrictamente relativo;;l ro- Nicolás León. Otro archivo que siguió un destino parecido es el
~so de In:.eS!!gaclon de la antrQ~a, os cuales normalmen- de GenªTQ Oarda, antiguo director del Museo Nacional de
te poseen Información que rara vez llega a hacerse pública no Arqueología, Historia y Etnografía, que ha pasado a manos de
o?s~~te poseer ?e modo intrínseco un doble interés, a la 'vez la Colección Latinoamericana Nettie Lee Benson de la Univer-
histórico que de Información primaria, para las investigaciones sidad de .Ie~as, en AustiD.
en curso llevadas a cabo por otros estudiosos. La necesidad de una política consistente de organización,
Así, los archivos pertenecientes a Manual Gamio Eul Ii preservación y concentración de estas fuentes, es decir, de la
G ' Silvi ' a la creación del Archivo Nacional de Antropología (ANA) del INAH,
uzman y 1 vra Rendón están ubicados dentro de los Archivos
Incorporados: esto, sin ser malo, demuestra una política en tiene un incentivo adicional que le da un carácter urgente como
CIerto modo incidental --pues ,depende de donacione!, contin- acción política. Me refiero a que la Smithsonian Institution, a
través de su National Anthropological Archives, con sede en el
Museo de Historia Natural en Washington, D.C. (actualmente
2 UD
epartarnento de Archivos Históricos y Bibliotecas", en lbidem, pp. 6-7.

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA II. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

el depositario más grande de su tipo), ha venido desarrollando atención se dedicó a los mecanismos para facilitar el acceso
una política de concentración de vastos alcances, que no englo- a estos materiales por estudiosos y otros en el extranjero,
ba sólo a la antropología estadounidense sino también a la especialmente en países donde se ha llevado a cabo investi-
canadiense y a la mexicana. De este modo, su Human Studies gación por antropólogos de los Estados Unidos.
Film Archives ha puesto a la disposición del público informa-
ción (entrevistas filmadas) sobre Daniel Rubín de la Borbolla, Estas palabras podrían interpretarse como una versión remozada
Fernando Cámara Barbachano, Andrés Medina y Manuel Gán- del imperialismo cultural, pero con sus matices, pues Sydel~
dara.! Otro es el caso del Archivo Etnográfico de Isabel KeU¡, , Sih:.erman, directora de la Wenner-Gren, ha aclarado que su
que posee mucha información sobre Tajín, La Lag~na y Tehuan- -j.ntenc.!9n es jnyolucrar a grupos profesionales de distintas na-
tepec. Este archivo ha sido reunido por la Southern Methodist cionalidades en este mismo esfuerzo de" reservación del
University en Dallas,s y en un momento dado podría enrique- antropológico ", como parte e una "comunidad internacional de
.cerse con documentación que Kelly dejó en México, en particu- _antropólogos ".1 En consecuencia el Archivo Nacional de Antro~
lar sobre sus excavaciones en el Occidente. pología (ANA) debería desde el principio diseñar una política de
En fin, a mediados de 1992, por impulso de la Wenner-Gren intercambio con otros archivos del corte del Smithsonian y otros
Foundation y el Council for Museum Anthropology se llevó a cabo similares.
el Simposio "Preservando el registro antropológico: problemas y En síntesis, podría decir que el objetivo primario del ANA
estrategias". En este evento se exhortó a universidades, museos y sería la preservación documental de todos aquellos archivos
asociaciones profesionales a ocuparse sistemáticamente de preser- personales reunidos durante su vida profesional por los antro-
var los archivos antropológicos; esto denota una mayor organización pólogos de nuestro país, con la intención de mantener una
en la política de concentración de estas fuentes primarias de cono- memoria institucional y colectiva del pasado de la disciplina;
cimiento histórico y actual.! A propósito de esta política, William conservar materiales irremplazables para la educación e inves-
Sturtevant, de la Smithsonian Institution, ha afirmado claramente:« tigación futuras; hacer accesibles fuentes para el estudio de la
historia de la antropología mexicana y de sus contribuciones al .
Los participantes del simposio se han enfocado a la archiva- desarrollo del país, de las ciencias y de las humanidades.
ción de la antropología de los Estados Unidos, pero se reco-
noció que era necesario un esfuerzo internacional. Alguna 2. Su política de preservación

3 "Videotape Dialogues on History of Anlhropology", en History of Anthropology


De lo apuntado puede deducirse que el ANA es un paso lógico y
Newsletter, XIX (1), pp. 12·13, 1992. necesario en nuestra función de cuidado patrimonial y que el
4 International Guide to Research 011 Mexico, México, UC Mexus/El Colegio de la ~s la ~titución que podría emprender10 como..pai'te
Frontera Norte, 1987, p.46.
s Thomas H. Wilson, "Message from the CMA President", en Museum Anthropology, 16
(2), pp. 3·4, 1992.
6 William Sturtevant, "Archívíng Anrhropology", en History of Anthropology Newslet- 7Sydel Silverman, "Preserving the Anthropological Record", en Current Anthropology,
ter, XIX (1), p.12, 1992. 34 (1), pp. 100-2, 1993.

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO
MESA n. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

integral de su capacidad leg!,1. A demás, no se arranca de cero


que tarde acaban por ser archivos históricos 'i se les debe
para tal fin, porque ya dispc- .rnos de una serie de archivos
manejar como tale:;. Hay q~e asegurarse entonces de que esos
antropológicos que aguardar sólo a ser concentrados en un
";rchivos sigan siendo unitario~ y se les conserve como ramos
depositario cualitativamentr. distinto a los Archivos Incorpo-
especializados .• Y par; fines de preservación y' consulta es
rados, hoy existentes, Sin e.mbargo, es preciso definir una polí-
"preciso abrir fondos especiales de arqueólogos. En tal sentido
tica de concentración y preservación consistente. Esta política
es preciso rescatar lo que queda del archivo de Alfonso Caso,
tendría varias vertientes, a saber:
que alguna vez estuviera en la Sección de Arqueología del
1. De entre los archivos del INAH, deben reunirse en el ANA
Museo Nacional de Antropología y hoy se conserva en parte
t~s aquellos archivos que competan a la investigación y
mezclado con la Colección Antigua de la BNAH.
presencia de los antropólogos en sus distintas especialidades.
2. Esta política de concentración sería insuficiente si sólo se
Aquí es preciso distinguir entre el individuo y la institución,
restringiera a los archivos ya existentes dentro del INAH. Es
aunque a veces sea difícil disgregarles. Así por ejemplo, mucha
preciso que el ANA desarrolle una actividad de sensibilizació.!l
de la historia de la Escuela Internacional de Arqueología y
hacia todas las asociaciones e in~iones de investigación,
Etnología Americanas es inseparable de la historia del Museo
docencia y aplicación de la antropología (entendida en un am-
Nacional de Historia, Arqueología y Etnografía, cuyo archivo
plio sentido), para que los antropólogos tomen las medidas
se remonta a 1831. Ante casos como éste, es preciso mantener
adecuadas para la preservación de sus propios archivos, evitan-
la unidad (y catalogación, si la hay) del acervo original, aunque
do que se desprendan, por ejemplo, de sus borradores u otros
sea institucional y subsuma a los individuos que constituyeron
documentos que juzguen inútiles. Asimismo, se debe crear
su personal. Entonces lo que habría que definir es si ese archivo
conciencia sobre el valor de sus notas de campo, mapas, fotos,
se traslada íntegramente al ANA como Ramo del Museo Nacio-
grabaciones, dibujos, correspondencia, documentación oficial,
nal y, paralelamente, se abre otro para el Fondo Manuel Gamio
videos y filmes, y aun sobre sus registros magnéticos para
o el Fondo Franz Boas, para ilustrar con el mismo ejemplo.
computadora personal (y que a la larga va a generar una forma
Existen archivos especialmente delicados, como el Archivo
inédita -harto volátil- de fuente histórica).
Técnico de la Dirección de Arqueología, por ser un archivo
Además de estas cuestiones instrumentales, está el hecho
tanto de tipo histórico (con documentos coloniales desde 1690
mismo de enriquecer al ANA con nuevos fondos documentales.
y otros de tipo etnológico e indigenista) como propiamente
La confianza depositada en el INAH por quienes donaron los
técnico.s Por lo tanto, lo idóneo sería abrir dentro del ANA un
archivos de Gamio y otros, está siendo defraudada por el funcio-
Ramo Arqueología, dejando al Archivo Técnico sólo una fun-
nano que ordenó deshacerse del Archivo de Paul Kirchhoff, tal
ción en vez de dos. Lo mismo ocurre con cualquier otro archivo
vez por congraciarse con la Fundación Alemana para la Investiga-
técnico del resto de las dependencias del INAH: más temprano
ción Científica. Si queremos que esa confianza persista es necesa-
rio corregir el error y apuntalar nuestra política de preservación,
de tal suerte que los profesionales vean como deseable que sus
8Esto puede constatarse en Roberto García Moll, Índice del Archivo Técnico de la
Dirección de Monumentos Prehispánicos deIINAH, México, INAH, 1982. archivos pasen en un momento dado al ANA, en lugar de seguir un

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 11.LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

destino incierto como patrimonio familiar. Pondré un ejemplo No se trata de crear una nueva fototeca sino de preservar
actual: la familia de Guillenno Bonfil ha clasificado su archivo, aquellas fotografías de individuos, grupos, reuniones, de campo
pero no ha tomado una decisión sobre su destino. Por comuni- o gabinete, que den corporeidad al antropólogo como autor.
cación personal con Lina Odena Güemes (quien se ocupó de la Aparte pues del materialigcumental, pictográfico y audiovi-
clasificación) sé que se inclinan por cederlo al INAR, pero no
están del todo seguros. Otra persona que me expresó una preocu-
pación parecida fue el finado Ricardo Pozas. Como ejemplo final
--
sual, se debe emprender una accion simultánea de ords:Dhíhlio-
gráfico y hemerográfico. Para quienes hemos practicado la
historia oral de la antropología (y considerando un género muy
diré que el actual Archivo Manuel Gamio que resguarda el INAR próximo, aunque poco practicado en México: la biografía inte-
está incompleto. De hecho, abarca al Gamio joven, mas no al lectual) es asombroso descubrir la dificultad que se tiene en el
Gamio viejo, el de la época en que fungió como director del momento de reconstruir las bibliografías de; algún autor, por lo
Instituto Indigenista Interamericano (m) (1942-1960). Esta otra menos para contrastarlas con sus currículos personales, no di-
parte de su vida profesional aún es conservada en el m, sin que gamos para consultarlas con fines de indagación más amplia.
haya intención manifiesta de integrarla a la primera. Pero mientras En Puebla hemos visto el error de incorporar de modo desorde-
el INAR no cree al ANA y desarrolle una política de preservación nado la biblioteca personal de Kirchhof con la biblioteca del
amplia y formalizada, no se logrará la conservación de estos Centro Regional del INAH. Lo ideal sería separar su biblioteca
acervos. personal de los libros de consulta general que puedan servir para
3. Pero no todo es cuestión de archivar documentación; los todo el público. Esta actividad deberá hacerse paralela a la cons-
medios se han ido desarrollando y el archivo del antropólogo titución de fondos documentales personales, a modo de colec-
actual se ha ido complejizando. Aparte de preservar la existen- ciones bibliográficas y hemerográficas clasificadas por autor.
cia de grabaciones de campo (me refiero sobre todo a entrevistas Desde el inicio del ANA debe pensarse en la creación de una
en vez de música y lenguas, que ya están resguardadas en la biblioteca especializada en obras de historia, filosofía y antro-
Fonoteca del INAH), hay un rubro muy despreciado, me refiero
pología de la antropología, especialidades íntimamente conec-
a la historia oral. Sabemos que en el Archivo de la Palabra del
tadas con las funciones del ANA y que facilitarían la actividad
INAH hay grabaciones de entrevistas a seis antropólogos espa-
ñoles refugiados en México." y de las que conocemos extractos; de su personal y de los investigadores interesados en la consulta
otras instituciones han emprendido proyectos similares, 10 pero de esta obras.
aún no hay acciones bien organizadas para crear una historia
•oral de la antropologja. Otro tanto debe decirse de l<\..fotografía.
Una cosa es usarla como medio de investigación y otra como 3. Su política de concentración
comprensión de esa investigación, que es lo que aquí nos mueve.
Si partimos del supuesto elemental de que muchos archivos
conservados por el INAH deben concentrarse en una primera
9 María de la Soledad Alonso y Marta Baranda, Palabras del exilio. Seis antropologos
mexicanos, México, INAH/Librería Madero, 1984.
etapa de organización dentro del ANA, entonces debemos exa-
10 Jorge Durand y Luis Vázquez León, Caminos de la antropologia. Entrevistas a cinco minar cuál sería su política más general para la concentración
antropálogos, México, INI/CNCA,1990. de fuentes antropológicas.

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 11.LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

De entrada, la fundación del ANA debe acompañarse de una embargo, no se contempla como parte de esta edición la
se~ie de. actividades de amplio despliegue publicitario que al publicación del catálogo elaborado por Eréndira de la
mismo tiempo que atraigan la atención sobre el archivo sirvan Lama en su archivo. Estas publicaciones serían posibles
para su divulgación. Entre estas actividades se pueden sugerir: sólo en aquellos archivos disponibles y ya catalogados. En
adelante, estas clasificaciones deberán hacerse sólo con
• Con unf.klo d~nferenclls de carácter especializado, en medios electrónicos: bases de datos y fotografía computa-
el que se prevea la asistencia de un representante de cada rizada de los documentos que contribuyan a su mejor
institución antropológica que tenga fondos documentales consulta y presentación.
y otros que en un momento dado sea factible canalizar al
ANA. Sugiero invitar también al Archivo General de la
Nación (donde hay fondos de interés, como la Celebración 4. Su política de organización
del Centenario de 1910) y al National Anthropological
Archives del Smithsonian. Con el fin, a todas luces interesado, de que el ANA se convierta
• Elaboración o perfeccionamiento de un directorio de an- en una organización permanente e institucionalizada, juzgo
tropólogos. Para ello habría que recurrir a las asociaciones pertinente que sea una entidad diferente de la BNAH; la Subdi-
profesionales que cuentan con registros de este tipo. Por rección de Documentación de la Biblioteca mantendría su actual
medio de este directorio el ANA puede involucrar a los función de documentación sistematizada del acervo científico,
p~ofesionales enviándoles un JEstructivo que indigue_ técnico y administrativo del INAH. Pero la función especializada
~omo preservar y organizar los archivos personales y... del ANA, tal como se le ha venido delineando, reclama una
eventualmente, ro onerles su donación al ANA. subestructura diversa. En lo personal desconozco qué ocurrió
• No d~be descartarse la ~ ítlca e a qUlsición de archivo~ en el Departamento de Archivos Históricos y Bibliotecas, pero
muy Importantes. Un estímulo poco usado en México es la si aún existe en el organigrama general del INAH, sugiero que el
deducción de impuestos a través de la donación de bienes ANA quede adscrito a éste. Para propósitos de funcionamiento,

a la nación, que podría ser atractiva para muchos profesio- convendría que la Subdirección de Documentación formara'
nales aún en vida, o para sus herederos. Esto implica que parte del Comité de Asesores del ANA, que sería un órgano de
la Dirección de Asuntos Jurídicos del INAH debe desarro- consulta del director(a) del ANA. Este comité sería honorífico,
llar un procedimiento expedito de donación y que ésta deje integrado por personas cuya opinión sea de interés para el ANA
de ser la actividad contingente que ha sido hasta ahora. como los encargados de archivos específicos y especialistas en
• En una primera etapa de organización y divulgación po- la historia de la antropología, que no necesariamente deben
drían publicarse, en ediciones limitadas (no necesariamente pertenecer al INAH, Pienso especialmente en Carlos García
lujosas), los catálogo~ de algunos archivos incorporados. Mora, Andrés Medina, Mechthild Rutsch e Ignacio Rodríguez,
Por ejemplo, el INAH y la UNAM están por concluir la y en general los miembros del Seminario que publica este libro.
elaboración de las obras completas de Paul Kirchhoff, sin El nombramiento de estos asesores, lo mismo que la dirección
del ANA, correspondería a la Dirección General del INAH; reco-

180 181
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 11.LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

mendaría, que de ser posible,~irección del archivo recayera 5. Sus necesidades inmediatas
""'" .
~ecialista en antropología o historia con conocimie~
to en este camE.2. - - A. Edificio y lugar
• Dado que la archivonomía ha alcanzado en el presente un
carácter decididamente profesional, creo imprescindible crear Debido a la excesiva concentración administrativa y polución
una unidad especializada de este tipo, a cargo de un experto y reinantes en la ciudad de México, pienso que debemos encontrar
un par de auxiliares de carrera. Y puesto que las exigencias de un recinto especial en la provincia, de preferencia en alguna
registro informático así lo ameritan, sugiero que uno de los ciudad cercana al Distrito Federal (Puebla, Cuerna vaca, Queré-
requisitos de contratación sea el conocimiento de este medio , taro o Pachuca) o, en su defecto, otra que se encuentre en el
en especial del uso del programa Paradox (así como el manejo altiplano y cuyo clima facilite la conservación de documentos
de sistemas CD-ROM, scanner y cámara digital) usado actual- (Morelia, Guadalajara, Guanajuato, San Luis Potosí o Aguasca-
mente por el National Anthropological Archives por ser idóneo lientes). En gran medida esta decisión dependería del acceso a
para la clasificación y consulta de este tipo de documentación. un irunueble que sirva de recinto al archivo. Así, sabemos que
Asimismo es preciso un conservador con amplios conocimien- en Tlaxcala se han restaurado y acondicionado algunos exconven-
tos en cuidado de medios tales como papel, fotografía, graba- tos que, bajo convenio con su gobierno, podrían muy bien servir
ción y otros. para tal fin. Sin embargo, mientras no se defina esta cuestión,
Ya que uno de los cuellos de botella de estas organizaciones será difícil prever una inversión en acondicionamiento.
archivísticas son las facilidades de consulta, ha de preverse desde
ahora un servicio eficiente de fotocopiado de originales, aparte de B. Recursos
la impresión electrónica a través de computadoras y periféricos.
Aparte de esta estructura interna, necesaria en tanto depen- Lo que sí se puede anticipar es la adquisición con fondos
dencia del INAH, es pertinente pensar en la fundación de un federales de cierto equipo imprescindible, como cuatro compu-
patronato de personas notables que no sólo den prestigio al ANA, tadoras y su red, dos scanners y dos cámaras digitales, una
sino que incluso contribuyan a él con fondos extrainstituciona- impresora láser y una fotocopiadora.
les. Ello coincidiría con la actual política de apertura a la
iniciativa privada, la cual encontraría aquí un medio adicional C. Personal
para deducir impuestos. Este patronato podría incluir, por
ejemplo, a representantes de CONDUMEX o de Fomento Cul- Como ya dije, se precisa de tres archivonomistas, un curador y
tural Banamex, entre otros. De hecho, sugeriría buscar un personal de mantenimiento y cuidado.
intermediario, de preferencia alguien que pudiera articular
los intereses públicos (y académicos) con los privados, como
[ el licenciado Carlos Bernal, hijo de Ignacio Bernal, quien AGRADECIMIENTOS: Debo reconocer a Carlos Garcia Mora, de la Dirección de
reúne estas características. Etnohistoria del INAH, y a William Merrill, exdirector del National Anthropological
Archives, muchas de las ideas aquí replanteadas por el autor de este proyecto.

182 183

•...
LA ENSEÑANZA Y LA INVESTIGACIÓN
ANTRO PO LÓGICA EN EL COLEGIO
DE POSTGRADUADOS
A. Tonatiuh Romero Contreras*
Tomás Martínez Saldaña*

Introducción

La metodología que aplicamos para elaborar este presente


trabajo es la utilizada por la etnohistoria, es decir, nos valimos
primero de los documentos existentes en el archivo del Centro
de Estudios del Desarrollo Rural (CEDERU), fundamentalmente
las tres carpetas que llevan el título de "Documentos del CEDERU",
así como el recurso de la tradición oral y la crítica de fuentes.
La historia y el quehacer de la Antropología en el CEDERU
(antes Rama de Divulgación Agrícola), del Colegio de Postgra-
duados de la Universidad de Chapingo, es poco conocida dentro
del ambiente académico antropológico, ya que se inició hace
poco tiempo como área de enseñanza e investigación.
Su existencia como área permanente a partir de 1977 y su
relación con las demás disciplinas del centro ha sido difícil pero
continua; sin embargo, ha sido de importancia para el desarrollo

* Centro de Estudios del Desarrollo Rural del Colegio de Postgraduados, Universidad


de Chapingo.

185
LAmSTORIADELAANTROPOLOGÍA
ENMÉXICO MESAII.LASFUENfESDELAmSTORIADELA...

de las ciencias sociales, la educación y la investigación en el nuevo centro sería el de trabajar interdisciplinariamente con las
Colegio de Postgraduados (CP).La actividad antropológica en ciencias agrícolas. En ese momento, para algunas personas el
el CEDERUha estado enmarcada dentro de la problemática que Centro parecía estar fuera de lugar dentro de esta institución de
se genera en instituciones educativas en las que se enseña enseñanza agrícola, en la que los aspectos de cooperación inter-
antropología pero que no llevan a la formación de antropólogos. disciplinarios se realizaban sólo entre las ciencias agronómicas.
Una institución de esta naturaleza lo constituye el Colegio de . Un año mas tarde se realizó el Primer Simposium Latinoame-
Postgraduados, cuya orientación se centra en la formación de ricano sobre Divulgación en el Desarrollo Agrícola, evento
profesionales de la agronomía a nivel de posgrado. Debemos donde se planteó nuevamente el anteproyecto de creación del
indicar que la enseñanza de la antropología en el CP,y en general Centro, y que reunió en su entorno a especialistas en agricultura,
en las instituciones de educación agrícola superior, es muy divulgación, economía y antropología, representada esta última
reciente y no es generalizada. por el antropólogo Ricardo Pozas, quien presentó una ponencia
apoyando y expresando la importancia de la cooperación entre
la antropología y la agronomía para la institución y para el país.
La creación del área de antropología
Las conclusiones de este evento reforzaron los planteamientos
en el Colegio de Postgraduados
en tomo al establecimiento de una rama de enseñanza e inves-
tigación dentro del Colegio, que se ocupara de las ciencias
En 1959, año de creación del Colegio de Postgraduados en
sociales en relación con los problemas del agro mexicano y con
Ciencias Agrícolas de la Universidad de Chapingo, no se con-
la necesidad de que especialistas en antropología colaboraran
taba con un centro especializado en ciencias sociales pues no se
en la formación de un "nuevo tipo de extensionista ", el cual
consideraba fundamental para el desarrollo de las ciencias agrí-
tomara en cuenta no sólo los factores agrícolas, sino también
colas; sin embargo, debido a las barreras culturales encontradas
los culturales, sociales y psicológicos del campesino para el
entre el profesionalista agrícola que quería llevar la tecnología
"desarrollo del campo mexicano".
al campo y la resistencia que el productor oponía para aceptarIa,
Así se pretendía que los "especialistas en antropología cultu-
comenzó a ser evidente la falta de especialistas en el CP que
ral ", como se les denomina en un documento, ayudaran dentro
explicaran y dieran alternativas a este problema. Hacia 1963 un
de un enfoque interdisciplinario a entender y a solucionar los
grupo de agrónomos propusieron el establecimiento de un cen-
fenómenos humanos en el medio rural, fundamentalmente el de
tro especializado en ciencias sociales para resolver este proble-
transferencia de tecnología. Estos especialistas en antropología
ma de transferencia de tecnología hacia el agro. En ese mismo
cultural vendrían de otras instituciones de enseñanza superior;
año se llevó a cabo la Primera Reunión Nacional de Profesores
se sugirió que provinieran de la Universidad Nacional Autóno-
de Extensión Agrícola, celebrada en Chapingo; allí se propuso
ma de México (UNAM),donde existía personal formado en esta
formalmente el establecimiento de esa área especializada dentro
área; además se contaría con el apoyo de Ricardo Pozas. El
del Colegio, en el cual, según los documentos (carpeta 1, doc.
contexto en el que surge la necesidad de formar un nuevo centro
1), tendrían cabida la antropología, la psicología y la sociología,
de investigación dentro del Colegio y la posibilidad de que
entre otras. Uno de los puntos fundamentales que cubriría el

186 187
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA II. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

especialistas en antropología apoyaran al centro con cursos, se discutida en varios eventos científicos, cambiando su nombre
enmarca en la grave crisis del campo mexicano de los años original por el de Rama de Divulgación Agrícola, que pareció
sesenta. En esta década el Estado mexicano, después de más de más congruente con el ámbito de intereses de las instituciones
20 años de "cargarle" al agro el costo de la industrialización, se promotoras con la población rural.
percata de la problemática del campo; éste ha dejado de ser Hacia 1965 el ingeniero Jesús Martínez Reding, secretario
autosuficiente y menos aún responde a las crecientes demandas del Colegio de Postgraduados, dio lectura a la propuesta de
de una población en constante aumento. La crisis agrícola era creación de este centro ante el cuerpo directivo del Colegio,
alarmante: México, de país agroexportador, había pasado a país elaborada por el maestro Ing. Leobardo Jiménez, que en ese
importador de alimentos básicos tales como maíz, trigo y frijol. momento se encontraba en Estados Unidos junto con otros
El Estado respondió a esta situación con un programa de "Alian- futuros fundadores del centro terminando sus estudios de pos-
za para el Progreso", en el cual el problema del campo se grado en teoría de la extensión y comunicación rural. Este grupo
planteaba como derivado del atraso tecnológico y económico en tenía la convicción de que la problemática del desarrollo agrí-
el que éste estaba sumergido. Esta visión correspondía a la cola y rural demandaba una concepción de la agricultura como
concepción teórica de "desarrollo" de esos años, cuya hipótesis un fenómeno social, caracterizado por la interacción de los
central se puede sintetizar así: el problema de los países "sub- aspectos biológicos, tecnológicos, sociales, culturales, psicoló-
desarrollados" o en "vías de desarrollo" es que se encuentran en gicos económicos y políticos, lo que llevó a este grupo de
una etapa histórica de crecimiento por la que los países desarro- agrónomos a concebir un "nuevo tipo de profesional agrícola"
llados ya pasaron, y su problema es que se quedaron rezagados con una formación en ciencias sociales aplicadas al sector rural
en el proceso de desarrollo histórico social. y al desarrollo agrícola. Se apreciaba que esta especialización
En esa época, quienes concibieron la creación de un centro en ciencias sociales era necesaria para abordar los problemas
de estudios sociales enfatizaban que en este centro se prepara- del campo, pero sería sólo un complemento a su formación de
rían los profesionistas capaces de comprender la compleja pro- las ciencias agronómicas y similares. En esta concepción se
blemática del desarrollo rural y se formarían los cuadros ratificaba la visión, entonces totalizante, de la ciencia agronó-
técnicos que el país requería para los programas de extensión mica de ese momento; se pensaba que el único que podía
agrícola. Entonces esto era totalmente congruente con el con- resolver los problemas del campo era el agrónomo, a lo más
cepto de desarrollo que se tenía, y para ello solicitaban la requería cierta especialización para ser más eficiente en su
participación de la antropología aplicada a la agricultura; es labor.
decir, en términos generales, que la extensión agrícola se pre- En 1967 el proyecto de creación de un centro con estas
sentaba como la estrategia del Estado para afrontar el problema características dentro del Colegio aún no había cristalizado,
de desarrollo rural. pero las condiciones para su establecimiento ya estaban dadas.
Ante esta situación, comienza a ser importante el anteproyec- Ese mismo año la junta directiva del Colegio de Postgraduados
to de creación en el Colegio de Postgraduados de un Centro de acogió y apoyó el programa con nuevo interés debido a las
Comunicación y Ciencias Sociales. La propuesta vuelve ser proporciones gigantescas que estaba tomando la crisis agrícola.

188 189
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA Oo,

Apoyaban la idea de que por la naturaleza del programa de En el transcurso de la formación académica y de campo de
creación de un Centro de Ciencias Sociales dentro de una este "nuevo extensionista", los estudiantes participan en los
institución de enseñanza agrícola, éste debería desarrollarse y enormes programas de desarrollo rural que el Estado había
ser resultado del esfuerzo de la institución con sus propios implantado con apoyo internacional (como en el Plan Puebla);
recursos humanos y financieros. De tal forma que buena parte en éstos se observó que no era fácil que el técnico entendiera al
de los agrónomos que tomaron la iniciativa y que eran candida- Campesino, ni que el campesino entendiera al técnico.
tos para la creación de esta nueva rama, habían estudiado en el Con base en estas experiencias los profesionistas de las
extranjero y contaban con la visión del desarrollo antes expuesta, ciencias agrícolas estimaron que el problema en el campo no
y otros candidatos fueron mandados a Estados Unidos a prepararse sólo era de atraso tecnológico y económico, sino también cul-
en las áreas de ciencias sociales y del desarrollo dentro de la misma tural. En esta etapa se siente la necesidad de tener profesionales
línea. Estos grupos de académicos fueron apoyados por las funda- de las ciencias sociales de lo que en ese momento se llamó "el
ciones Ford y RockefelJer para que realizaran estudios en la problema cultural" del atraso del campesino mexicano. Gracias
Universidad de Madison, en Wisconsin. al contacto que muchos profesionistas agrícolas habían tenido
Por fin, en 1968 se crea la Rama de Divulgación Agrícola, con los profesionales estadounidenses, sabían que este proble-
que inició sus actividades docentes en enero de 1969, ubicán- ma era afrontado por los antropólogos mexicanos desde hacia
dose físicamente en las instalaciones del edificio de Exten- algún tiempo. En esa época, la praxis indigenista en México
sión Agrícola del Plan Chapingo. En estas fechas varios promovida en el periodo del presidente Luis Echeverría, les
investigadores habían regresado ya de hacer su especializa- hacia pensar que esos especialistas de la cultura los podrían
ción en ciencias sociales, extensión y comunicación, funda- ayudar a resolver el problema del "atraso cultural" del campo,
mentalmente. punto al que se le achacaba el no entendimiento entre los
La creación de este Centro de Ciencias Sociales dentro del extensionistas y el campesinado.
Colegio de Postgraduados, significó que por primera vez en la En carta del 13 de enero de 1970, del doctor Leobardo
enseñanza e investigación agrícola en México las ciencias so- Jiménez a Lauro Bucio, entonces director del Colegio de Post-
ciales tenían injerencia y se proyectaban en colaboración con graduados, le recomendaba la importancia de fortalecer la aca-
las ciencias agrícolas hacia el medio rural, teniendo presente demia de la Rama de Divulgación haciendo especial énfasis en
para su estudio el punto de vista cultural, social, económico, las secciones de comunicación y antropología cultural.
físico y biológico para el desarrollo del agro mexicano. Sin Entonces se pensaba que la falta de personal propio capaci-
embargo, a pesar de que en el anteproyecto de creación del tado en el área de antropología se podía subsanar a mediano
Centro de Ciencias Sociales en 1964 estaba contemplada un área plazo enviando a algunos agrónomos a estudiar un pos grado en
de antropología, ésta no funcionaba todavía en 1970. En los antropología mediante el Programa Interno de Formación de
programas de la época se aprecia que se le daba mayor énfasis Profesores (carp. 1, doc. 2, p. 2).
a los cursos de sociología, teoría de la extensión y de la comu- Aquí es notable el cambio de posición; mientras que en 1964
nicación principalmente. se expresaba el deseo de que vinieran antropólogos de la UNAM,

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA. EN MÉXIco MESA II. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

en 1970 se quería que esta área fuera cubierta por agrónomos ciÓn existente entre ellas en sociedades simples. Estará In-
de la Rama de Divulgación con un posgrado en antropología. tegrada por:
Así, en 1980, la Rama contaría con dos doctores en antropología a) Antropología general (Curso de Primavera). Tendrá como
cultural y uno con maestría dentro de la misma área. Estos objetivo familiarizar al estudiante con la temática general de
deseos de formación antropológica del personal agronómico la antropología, sus métodos y sus relaciones con otras ciencias.
interno no cristalizaron, al parecer por que se tenía preferencia b) Antropología cultural (Curso de Verano). Su objetivo
por otras especializaciones "más prácticas", tales como la co- es describir las formas y los procesos culturales, así como
municación y la extensión agrícola. discutir teorías de cambio cultural tanto espontáneo
Hacia finales de 1971 o principios de 1972, los intentos por como dirigido.
contar con la materia de antropología cultural culminaron en la e) Antropología Social (Curso de Otoño). Tiene como finali-
inclusión de algunos cursos de ella en el programa de estudios. dad analizar y entender las estructuras sociales y explicar
Esto se debió en gran parte a la colaboración e interés que puso las relaciones entre éstas y la cultura.
el maestro Ángel Palerm en el problema, para lo cual recomendó Esta cátedra sería ocupada en 1974 por el antropólogo Bolí-
al antropólogo Arturo Warman para que se hiciera cargo de var Hemández. Cabe destacar que durante todo este tiempo el
algunos cursos de antropología dentro de la Rama de Divulga- maestro Ángel Palerm brindó asesoría, pláticas y conferencias
ción. En 1972, Warman publica en el Colegio de Postgraduados en apoyo a la Rama de Divulgación.
un folleto sobre Metodología de la investigación en ciencias Con el aumento del alumnado hacia 1976 y las crecientes
sociales, que sirvió como un pequeño manual para los cursos de dudas y problemas "culturales" que no encontraban respuesta
la maestría en divulgación. satisfactoria en el campo, se llega a una decisión dentro de la
En 1973 ya estaban funcionando regularmente los cursos rama: no basta el apoyo de especialistas sociales de tiempo
sobre antropología, pero en ellos se apreciaba la influencia de parcial, deben contratarse de tiempo completo para que se
los agrónomos para que fueran cursos sobre antropología cultu- integren al proceso de encontrar soluciones más adecuadas para
ral; parece ser que para no violentar la entrada de la antropología la formación de los profesionistas que saldrán al campo. Así,
al Colegio, tanto Warman como Palerm accedieron a conformar por primera vez comienza a perder estima, dentro de la rama, el
un programa de estudios que cubriera los reclamos de los agrónomo especializado en ciencias sociales, y se busca ahora
agrónomos, aunque al final de los cursos pudieron impartir uno al científico social de formación para que colabore de tiempo
sobre antropología social (carp. 1, doc. 3, p. 16), tal como se completo con ellos y con los estudiantes.
aprecia en el programa de la época: Como se ha apreciado, la rama en estos años estuvo inte-
grada a la política desarrollista del sexenio de Luis Echeve-
Rama de Divulgación Agrícola, Área rría, y se enfatizaba la formación de profesionales para planear,
de Antropología (1973) dirigir y ejecutar programas de "desarrollo rural" que atacaran
El objetivo general de esta área es capacitar al estudiante para en forma integral los problemas del campo. En esa "integridad"
entender las estructuras sociales y la cultura, así como la rela- se concebía a la antropología como un buen instrumento que

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 11.LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

podría ayudar a resolver los problemas del campo. Sin embargo, ellos egresados de la licenciatura de Antropología Social de la
la decisión de contratar antropólogos de tiempo completo fue Universidad Iberoamericana (UIA).
crucial para reafirmar el área de antropología de este centro. Estos antropólogos trasladaron los proyectos que venían reali-
También fue un avance sustancial para la Rama de Divulgación zando en el CISINAH a cargo del doctor Gustavo del Castillo Vera,
el que hubiera profesionales de la agronomía que se declararan a la Rama de Divulgación; estos proyectos trataban fundamental-
sin elementos suficientes para resolver ciertos problemas rurales. mente sobre las estrategias y respuestas campesinas frente al
De ahí en adelante ya no se procuró especializar a los profe- Estado mexicano en la Comarca Lagunera. Ellos eran especialistas
sores agrónomos en algunas de las ciencias sociales para que en antropología política y en las relaciones Estado-campesino. La
ocuparan las cátedras en la maestría del Centro, sino que se llegada de este grupo de antropólogos formados bajo la tradición
pensó en contratar científicos sociales, entre ellos antropólogos, palermiana de la UIA, con una visión de estudios regionales arti-
que estuvieran preocupados por la problemática del sector rural culados a procesos mucho más amplios y con énfasis en ecología
y que guiaran un programa académico orientado a la compren- y política, provocó desde el principio diferencias con el programa
sión de los problemas rurales. de estudios vigente y con el de antropología en particular. Esto se
Para resolver esta situación, el ingeniero Edilberto Niño, vio agudizado por el proceso político generado a partir de la
entonces director de la Rama de Divulgación, le expuso al división y separación de la Universidad de Chapingo, ya que fue
maestro Ángel Palerm, en ese tiempo director del Centro de la oportunidad de discutir dentro de un ambiente académico los
Investigaciones Superiores del INAH, el deseo del Colegio de programas y contenidos de las materias.
Postgraduados, de que un grupo de antropólogos colaboraran A mediados de 1977 los antropólogos empiezan a darse
como profesores investigadores de tiempo completo en la maes- cuenta que sus colegas en realidad no eran científicos sociales.
tría de la Rama de Divulgación Agrícola. Los que se decían comunicólogos eran ingenieros agrónomos
con cierta especialidad en medios audiovisuales, en estadística
o en alguna teoría específica sobre comunicaciones. Los soció-
De la crítica de la antropología a la logos resultaron ser agrónomos con cierta especialidad en so-
antropología crítica ciología rural y en periodismo agrícola. Los psicólogos eran
psicólogos clínicos que manejaban ciertas técnicas de manejo
de grupo, de persuación o de dinámica de grupos. Muy pronto
Ángel Palerm promueve esta propuesta entre el personal acadé- hubo enfrentamientos en todos los niveles por la conceptualiza-
mico del CISINAH, obteniendo entonces lo que desde hacía años ción, tanto de la labor como de los valores no entendidos a partir
había vislumbrado: la creación de otro espacio para la discusión de conceptos y marcos teóricos. Otro de los motivos de discu-
antropológica que no fuera el INAH. sión fue el manejo del concepto de trabajo de campo. A los
A fines de 1976 autoridades de ambas instituciones firmaron antropólogos les costaba trabajo aceptar el discurso oficial
una carta convenio, y en febrero de 1977 trabajaban en el área según el cual el trabajo de campo en agronomía era el trabajo
recién abierta de antropología Leticia Gándara y Tomás Martí- de inserción de los profesionistas agrícolas en el medio rural,
nez, incorporándose un poco más tarde Laura Helguera, todos

194 195
--
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA II. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

para transformarlo y "desarrollarlo " dinámicamente. Al campo Trabajo de campo:


se va a resolver los problemas de atraso de orden práctico. Sociedades campesinas en México
Cuando los antropólogos plantearon la idea de que el trabajo de El campesinado en las corrientes teóricas del
campo era en primera instancia trabajo de investigación, se les cambio social
tachó de faltos de compromiso con los campesinos estudiados. El Estado mexicano y el sector rural
De la misma manera los antropólogos acusaron a los agrónomos Problemas especiales
de utilizar la teoría del desarrollo como justificación de sus Investigación
acciones, es decir, la teoría se convertía en otro instrumento más
para que los agrónomos pudieran realizar sus proyectos de Sin embargo, se logró poner en tela de juicio el programa
trabajo de acuerdo con la política impuesta por el Estado. académico vigente y las concepciones teóricas de las que se
Los antropólogos cuestionaron la manipulación de la teoría derivaba, y resaltar la urgencia de contratar profesionales en las
y la falta 4de verdadera formación en ciencias sociales en el diversas disciplinas sociales que supuestamente formaban el
programa académico, sin embargo, sólo lograron modificar plan académico.
algunos contenidos del programa, fundamentalmente el de an- A principios de 1978 hubo cierto eco a los problemas plantea-
tropología, pero comenzaron a llevar a los estudiantes al campo dos se contrató un historiador con maestría en antropología,
en forma de trabajo de investigación y lograron hacer un pro- Modesto Suárez, además de dos sociólogos y un comunicólogo.
grama académico de dos años, aunque no lograron modificar Al parecer los sociólogos no lograron adecuarse a las condicio-
sustancialmente el programa general de formación, pues sólo nes académicas de la Rama --diferentes de las de un departa-
incidieron en detalles. Sin embargo, el plan de antropología mento de ciencias sociales de cualquier universidad- y
cambió sustancialmente, se puso énfasis en la teoría y el trabajo renunciaron.
de campo como eje del aprendizaje y la investigación, tal como Ante cierta crisis motivada por la renuncia de los sociólogos,
se puede apreciar en el plan de estudios. se dio más apoyo a los antropólogos para modificar los progra-
mas académicos. Los antropólogos comenzaron a poner énfasis
Centro de estudios del desarrollo rural en la investigación interdisciplinaria con otras ramas del Cole-
Área de antropología (1978) gio, principalmente con aquellas que venían realizando trabajos
relacionados con los sistemas agrícolas tradicionales, aquí hubo
Trabajo de gabinete: un acercamiento fundamental con el maestro Efraín Hernández
Introducción a la antropología Xolocotzi y sus investigaciones en etnobotánica.
Antropología social en México Así, de conversaciones académicas con el maestro Xolo y con
Antropología del desarrollo Ángel Palerm, surge la idea de investigar la colonización agrí-
Problemas especiales
cola tlaxcalteca en el norte mexicano, pero la coyuntura con los
agrónomos se hizo cada vez más difícil en vez de mejorar y sólo
quedó el proyecto en ideas. Cerca de 1980 los antropólogos,

196 197
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGíA EN MÉXICO MESA 11.LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

junto con otros académicos, fueron "apoyados" dentro del Pro- agricultura que se venía trabajando desde hacía años atrás con
grama de Formación de Profesores para que estudiaran un el INAH y otras instituciones, proyecto en el cual la investigación
doctorado en el extranjero, pero sólo regresa en 1983 Tomás hecha en el CEDERU jugó un papel vital, cristalizando esto en la
Martínez al Colegio con el grado de doctor; aunque el área de publicación del libro La agricultura en tierras mexicanas desde
antropología quedó débil numéricamente, la obtención de un sus orígenes hasta nuestros días, bajo la coordinación de Teresa
g~ado ~~adé~ico más alto por parte de Martínez le permitió la Rojas.
discusión en Igualdad académica y la participación activa de los Esta persistencia de trabajo constante en el Centro permitió
estudiantes en estas ideas. Ese mismo año se reorganiza el curso la consolidación del estudio del campesinado donde se aprecia
~e c~mpesina~o, en particular la parte de economía campesina, el punto de vista antropológico o por lo menos se le respeta.
tItulandose mas tarde dos estudiantes sobre este tema (Roberto En 1989 se reestructura de nuevo el CEDERU, y se repite el
Ku Naal en 1990 y Eduardo Bello en 1991). Además, se conti- enfrentamiento entre disciplinas y generaciones, sólo que esta
nuó con la investigación antropológica de la presencia del vez el director del Centro es una de las personas que habían
Estado en el campo, siguiendo los casos de los Altos de Jalisco realizado su pos grado en el extranjero, y trata de iniciar una
y La Laguna, regiones que han continuado estudiando los alum- línea nueva, truncada al renunciar a su puesto y al Colegio
nos del CEDERU. debido a las continuas presiones. Aquí surge un impasse acadé-
En 1984 el doctor Martínez dicta algunos cursos en la Escuela mico administrativo, del que surge como director del centro el
Nacional de Antropología e Historia (ENAH), donde conoce al doctor Tomás Martínez en 1991.
e~tonces es~udiante de etnohistoria Tonatiuh Romero, y lo in- La antropología y su enseñanza dentro del CEDERU espera
vita a t:abaJar con él unos meses en el Centro de Estudios de consolidarse aún más en un futuro no lejano; tal vez Tonatiuh
Zonas ~ridas del Col~gio de Postgraduados, ubicado en Salinas, Romero y Felipe Olivares, dentro del Programa de Formación
San LUIS Potosí. A fines de 1989 Tonatiuh ingresa al CEDER U de Profesores, obtengan posgrado en antropología social en la
con el plan de cristalizar el proyecto de la colonización agrícola UIA y sus investigaciones de tesis sirvan como apoyo al progra-
tlaxcalteca del norte mexicano, que empieza a realizarse con la ma del CEDERU y al área de antropología. Es deber de las nuevas
colaboración del maestro X% y de Zazil Sandoval, etnohisto- generaciones conservar este espacio de discusión antropológica
riadora contratada en el Departamento de Etnobotánica del donde, a pesar de todo, esta experiencia ha servido como punta
Colegio, sin embargo, tuvo que renunciar cuando fallece el de lanza en la cooperación interdisciplinaria y de formación de
m~estro ~olo en 1991. También en estas fechas el etnólogo profesionistas agrícolas críticos.
Eh~eo ~opez Cortés del Departamento de Antropología de la
Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa, es llamado
por el doctor Martínez como profesor invitado para apoyar los
cursos sobre teoría del campesinado; también se abrieron otras
á~~as de tra~ajo, co~o la del análisis antropológico de la pobla-
cion; ademas culminó el análisis global de la historia de la

198 199
LA OBRA Y EL ARCHIVO DE ROBERT H.
BARLOW APUNTES PRELIMINARES
Jesús Monjarás-Ruiz*

La noche del 1 al 2 de enero de 1951 fue encontrado muerto


en su casa de Azcapotzalco Robert Hayward Barlow, oriundo
de Leavenwort, Kansas (8 de mayo de 1918); sus cenizas, se-
gún deseo de su madre Bernice Barlow e industria de Ignacio
Bernal y Pablo Martínez del Río, fueron depositadas entre las
sobresalientes raíces de un gran árbol del frondoso bosque del
contradictorio Desierto de los Leones.' Así, Barlow, como acer-
tadamente señala Smisor (p. 39), ••...terminó su carrera como
antropólogo a una edad cuando la mayoría de los estudiantes
inician la suya".
Detrás de sí, como resultado de cerca de diez años de febril
y multifacética actividad académica dedicada, casi en su totali-
dad, al estudio del periodo posclásico tardío y de la etapa

* Dirección de Etnohistoria, INAH.


1 "Cuando murió Barlow en enero de 1951, don Pablo Martínez del Río y yo fuimos a
enterrar sus cenizas, pues su madre quería que quedaran entre árboles en un bosque. Don
Pablo pensó que lo más indicado sería el bosque de Chapultepec; pero, como le hice ver,
si nos veían enterrando restos humanos, iriamos a prisión por asesinato. Entonces,
decidimos ir al Desierto de los Leones. Al llegar don Pablo sacó una palita de alpinista
con la cual era imposible hacer un agujero en la tierra dura. Depositamos la urna entre
las raíces emergentes de un árbol, y la tapamos con hojas secas y la poca tierra que
logramos aflojar." (Bernal 1983: 11.)

201
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

colonial temprana del proceso de desarrollo histórico de nuestro 1940 a los cursos de náhuatl que impartía el profesor W. Jimé-
país, dejó numerosos, por no decir incontables trabajos publi- nez Moreno en la Escuela de Verano de la Universidad Nacional
cados principalmente en México, Estados Unidos y Francia, los Autónoma de México (UNAM) (Mascarones).
cuales nos muestran en su división temática sus intereses y la Allí conoció a George T. Smisor, junto con quien se percata-
forma de acercamiento a los problemas que abordó y, parcial- ría de la complejidad de la dinámica social, política y económica
mente, cómo los resolvió.2 .de las sociedades prehispánicas de la etapa anterior a la Con-
El complemento de su concepción sobre las etapas señaladas quista, y de la forma en que un proceso de desarrollo propio
y las posibles maneras de completarlas se encuentra en buena sería interrumpido y subordinado en la formación de la sociedad
medida en su archivo, ordenado por Fernando Horcasitas. Cons- colonial. Devenir en gran medida reconstruible en sus diferentes
ta de 220 carpetas, 217 de ellas dedicadas a México, referidas a aspectos, gracias a la gran riqueza documental con que se
las lenguas indígenas, las fuentes, aspectos etnográficos o estu- contaba. Naciente interés puesto en práctica y estimulado a su
dios concretos, con buena cantidad de dibujos y sobre todo de regreso a Estados Unidos y en colaboración con Smisor, con la
fotografías. publicación de los documentos en náhuatl relativos a Nombre
Barlow se inclinaba por formación y afición a la literatura. de Dios, Durango6depositados en la Biblioteca Bancroft, punto
En particular, debido a su relación con Howard Phillips Love- de partida de sus abundantes publicaciones."
craft y su grupo, a la llamada literatura gótica y a la poesía; 3 Barlow conoció y vivió en México una etapa desarrollista de
dejó varios escritos como Los annaLes de LosJinns« y sus poesías acelerado crecimiento económico bajo la égida gubernamental,
de Azcapotzalco. Su interés por los estudios mexicanistas, rela- debido principalmente a la Segunda Guerra Mundial. Académi-
cionado tal vez con una breve estancia en nuestro país en 1938,5 camente, de manera hasta cierto punto tangencial, participó en
realmente comenzó a desarrollarse durante su asistencia en la primera década (1940-1950) de la llamada "época de oro" de
la antropología mexicana, durante la cual se consolidaron las
2 Mas de 200 artículos, ediciones de textos, reseñas y notas y su libro La extensián del instituciones fonnativas y de investigación y se manifestó una
imperio de los culhua mexica. Sobre su bibliografía véase: Abrams, Jr. 1981; Barlow importante y madura actividad dentro del gremio, básicamente
1949; Bernal 1950, y los cuatro vohimenes de sus obras aparecidos hasta ahora (Barlow,
1987,1989, 1990; 1992). a través de proyectos bilaterales entre México y Estados Unidos,
3 Véase Smisor 1949. Para Lawrencc Hart (1962): "Su poesía algunas veces era ligados a la política indigenista de integración y desarrollo de
singularmente brillante, en su trabajo está todo el bagaje de la arqueología de los
indígenas mexicanos de una forma tal como para darle un sabor romaruico el cual era
regiones ocupadas en gran medida por poblaciones indígenas.
casi tan fuerte como la calidad artística de la poesía en sí misma." Sobre su relación con En dichos proyectos intervinieron el Instituto Nacional de
Lovecraft cfr. Riviére 1987. Antropología e Historia (INAH), la Escuela Nacional de Antro-
4 Annals of the Jinns. "Serie episódíca sobre una raza mítica de la antigüedad que vivía
en una torre negra, encantada, situada a orillas del ventoso río Olgee, cerca de la aldea
pología e Historia (ENAH), la UNAM, la Secretaría de Educación
de Droam." Se supone que estaban escritos en un antiguo y extraño idioma. Según Pública (SEP) y varios gobiernos estatales por parte de México
Smísor, "Cuando uno lee estos Anales, es fácil comprender el ansioso interés que Barlow
tuvo en esa antigüedad, por las razas arcaicas y los idiomas curiosos." (Smisor 1949: 97.)
5 De acuerdo con Smisor (p. 40), ese mismo ario visitó a Bárbara Mayer, funcionaria del 6 De dicha obra únicamente se imprimieron 130 ejemplares, lo que los convierte en una
National Youth Administration, quien le sugirió que dedicara su vida a la antropología, rareza bibliográfica (Smisor 1977).
en particular la antropología sobre México. 7 Rosa Mercado Zarza, 1988.

202 203
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

y, del lado estadounidense, las instituciones Carnegie y Smith- dio a conocer diversos documentos sobre Tlatelolco, sus gober-
sonian principalmente. Como directores de estos proyectos par- nantes indígenas, su escuela y su convento de la época colonial
ticiparon Bronislaw Malinowski y Julio de la Fuente (sobre los temprana. En lo que respecta al periodo prehispánico, en gran
mercados en Oaxaca en 1940), Sol Tax y Alfonso Villa Rojas medida con la ayuda de Byron McAfee en la preparación de
(sobre Chiapas en 1942), George Foster (Proyecto Tarasco en los textos en náhuatl, reunió buena parte de los "anales" sobre
1944) y otros. Decenio marcado en sus inicios por la celebración dicho lugar, el magnífico Códice de Tlatelolco y parte del conte-
del primer Congreso Indigenista Interamericano (celebrado en nido de los códices Cozcatzin y García Granados, entre otros.
Pátzcuaro en 1940) y en su culminación por el Seminario de Aportaciones importantes inéditas hasta hace poco, aunque
Nueva York, organizado por la Viking Foundation en 1949.8 en términos de Barlow, él mismo da como aparecidos su libro
Dentro de este contexto general, para Barlow fue fundamen- TlateloLco rival de Tenochtitlan y su artículo sobre Moquf-
tal su participación en el proyecto sobre Tlatelolco? y la crea- huix;u el primero como concreción de los diversos aspectos
ción, junto con Smisor, de la revista Tlalocan.w aquí se tratados sobre TlateloIco y el segundo como cobertura de una
definirían sus principales y más elaborados campos de interés: importante laguna de la historia mexica, la derrota de los tlate-
la publicación de fuentes, básicamente pictográficas y de archi- loIcas por parte de los tenochcas. Éstos, junto con algunos
vos, aunque con aportaciones a la crítica historiográfica, y la documentos de archivo más o menos preparados para su publi-
reconstrucción del desarrollo histórico de los mexicas: tenoch- cación, permanecían ignorados como parte de su archivo depo-
cas y tlatelolcas, desde sus humildes orígenes, pasando por sus sitado en la Universidad de las Américas, en Puebla (UDLA-P).
divisiones y luchas internas, sus relaciones con los otros poderes SU rescate, junto con la reimpresión de los trabajos publicados
lacustres, hasta llegar a la consolidación, bajo la hegemonía sobre Tlatelolco reunidos en los primeros dos volúmenes de sus
mexica-tenochca, del "imperio de los culhua-mexicas". obras, nos permiten ahora, -gracias al proyecto interinstitucio-
Como ejemplos de lo anterior se pueden mencionar los resul- nal INAH-UDLA-P, a través de la Dirección de Etnohistoria del
tados parciales del proyecto sobre Tlatelolco publicados prime- primero y la Decanatura de Estudios Avanzados de la segun-
ro en las Memorias de la Academia Mexicana de la Historia y, da- tener una visión más completa de la historia prehispánica
posteriormente, en fascículos separados en la serie Tlateloleo a de 'I'latelolco.P
través de los tiempos, donde Barlow, con algunas lagunas, El proyecto es la materialización de una vieja idea de poner
delineó la historia de Tlatelolco desde la migración hasta más o a disposición de estudiantes, estudiosos y del público interesado
menos el primer tercio del siglo XVII y, por otro lado, reunió y la dispersa obra de Barlow en su edición crítica, en él han
participado desde su inicio en 1986, Elena Limón de la UDLA-P
y María de la Cruz Paillés del INAH, además del que esto escribe.
8 Lameiras 1979: 151-152 y Téllez Ortega 1987: 151-152. De hecho se logró reunir casi de la totalidad de la producción
9 Importante proyecto dirigido por don Pablo Marunez del Río, cuya virtud fue no
esperar los "grandes resultados" sino ir publicando los logros parciales. El mismo
Barlow elaboró una "Lista razonada de los trabajos publicados en Tlatelolco a través
de los tiempos, números I·X inclusive", en Barlow 1988: 475-483. 11 Véase I3arlow 1987: 11-13.
10 Sobre Tla/ocan véanse Oakin 1988; Horcasitas 1977 y Smisor 1949. 12 Barlow 1987 y 1989.

204 205
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

de Barlow.P y de su archivo se han recuperado, en los volúme- se vería, a través de la historia militar, la expansión del imperio,
nes aparecidos hasta la fecha, 20 de sus trabajos y un número del que también estudiaría su extensión para finalmente dedi-
similar aparecerán en los volúmenes que faltan. carse al estudio de "la tribu en sí". Tenemos buenos ejemplos
De su labor editorial destaca su faceta de editor o publicador de la metodología que proponía en "Material para una cronolo-
de fuentes indígenas, además de la recuperación de la tradición gía del imperio de los mexicanos" o "El derrumbre de Huexot-
oral de los pueblos hablantes de náhuatl de la antigua región zinco" y, por supuesto, la obra más citada aunque no siempre
lacustre central, tarea que con ayuda de Smisor, McAfee, Ba- conocida de nuestro autor, La extensión del imperio de los
rrios y otros nunca abandonó. Baste recordar la creación de culhua-mexica, trabajos reunidos en los volúmenes III y IV de
Tlalocan, las recopilaciones de textos sobre Xaltocan y la edi- sus obras, enriquecidos con materiales de su archivo relativos a
ción del "periódico" Mexícatl Itoncláma. A su labor hemos de las conquistas de los tlatoque mexicas a partir de Itzcóatl y sus
agregar su participación en la concepción y publicación de la apuntes sobre los señoríos, reinos o provincias independientes
revista Mesoamerican Notes ahora Notas Mesoamericanas.w del imperio que complementan su visión del mundo prehispáni-
En este aspecto debe señalarse de manera importante su co anterior a la Conquista en el cual si bien existía un predomi-
interés por los documentos pictográficos o códices, trabajos que nio mexica-tenochca en el seno de la Triple Alianza y se
fueron básicamente descriptivos. También habría que señalar su observaba un creciente proceso de centralización política, los
edición del Códice Azcatitlan, sus notas sobre el grupo denomi- logros obtenidos no eran definitivos, y hacia el exterior aún no
nado Techialoyan y sus intentos de sistematización de las fuentes, se había dicho la última palabra.t>
aspectos que conoceremos más cabalmente en los volúmenes v Barlow, más que un teórico, fue un investigador pragmático que
y VI de la edición de sus obras, que incluirán entre otros sus supo visualizar y concretar, desde su punto de vista, problemas
trabajos sobre los códices de Chiconquiauco, Coatlán, Quauh- latentes señalados por investigadores anteriores. Ejemplos de esto
tlantzinco, Huamantla, Moctezuma, Xochitepec, etcétera. son su "Crónica X" y la Extensión del imperio; en el primer caso
Barlow dedicó buena parte de sus esfuerzos a desarrollar lo estudia más sistemáticamente un problema abordado por Ramírez,
que podemos calificar como uno de sus temas centrales, el sur- Bandelier, Chavero y Orozco y Berra, entre otros para, a partir de
gimiento y desarrollo de la Triple Alianza o, en sus términos, el la idea de que existió un manuscrito base, establecer la relación
imperio culhua-mexica entre 1430-1521. Su idea era tratar en tres entre las crónicas de Durán, Tezozómoc (mexicana), Tovar-Acos-
grandes estudios el desarrollo de los mexica-tenochcas, en ellos ta y Ramírez, señalando la posibilidad de, basándose en las diver-
sas versiones, reconstruir esa perdida crónica X.16
En el segundo caso, desde mi punto de vista, retorna las
13 Faltan básicamente sus apuntes mimeográficos, con excepción de los que se refieren
inquietudes sobre el asunto y, con base en una serie de indica-
a los códices rescatados y publicados por Leon Abrahms en Katunob, vol. IX, núms. 1,
2 Y 3, marzo, junio y septiembre de 1976.
14 Tanto Tlalocan como las ahora Notas Mesoamericanas siguen apareciendo. A la
muerte de Barlow se ocuparon de Tlalocan Fernando lIorcasitas, Ignacio BemaI, Doris
Heyden, Miguel León Portilla, Rubén Bonifaz Nuño y Karcn Dakin. De Notas Mesoa- 15 Barlow 1990 y 1992.
mericanas Barlow imprimió los dos primeros números, la revista fue mantenida por John 16 "La 'Crónica X': versiones coloniales de la historia de los mexica-tenochca", en
Paddock, Ignacio Bernal, Edward Simmons y otros. Véase Dakin 1988 y Limón 1988. Barlow 1990: 13-32.

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

dores relativos a la filiación étnica, los idiomas, la toponimia y de su metodología y de los problemas que, en su momento,
el tributo, basado principalmente en la Matricula-Mendocino preocuparon a otra parte de los protagonistas de esa "época de
(para él una sola fuente), las Relaciones Geográficas y los oro" aludida al inicio de este escrito, aquellos dedicados a
estudios existentes al respecto, establece por medio de sus desentrañar y reconstruir parte del o de los procesos de desarro-
"provincias" la extensión del imperio. 17 llo de las sociedades del México prehispánico a través de los
Barlow también se ocupó, criticándola, de la sociedad mexi- estudios que hoy conocemos como etnohistóricos. Entre otros,
cana capitalina de la época, haciendo hincapié en la que consi- Wigberto Jiménez Moreno, Alfonso Caso, Arturo Monzón y
deró un despego de los mexicanos; de sus raíces por ejemplo, Paul Kirchhoff, imprimirían su sello a este tipo de estudios,
en "El concepto popular de los 'aztecas"', analizó las connota- dentro de los cuales para sus maestros y contemporáneos Bar-
ciones que tenía la designación de "indio" en los años cuarenta low merecería el calificativo de "genio "; su actividad desplega-
en la capital. Ahí, señala y se queja básicamente de la pérdida da entre 1943 y 1950 sobre el México prehispánico llevó a don
de identidad étnica-cultural por parte de los mestizos, haciendo Wigberto Jiménez Moreno a opinar que tal periodo podría
ver cómo a pesar de que gran parte acusaba rasgos marcadamen- llamarse "la época de Barlow'U?
te indígenas, la carga peyorativa del término "indio" no era La extensa obra de Barlow -en buena medida dispersa y
aplicable a ellos sino a los demás. 18 desconocida-, si bien superada en algunos aspectos por sus
En "Una toma de posesión en México hace quinientos años", sugerencias y aportaciones concretas muchas de ellas aún vi-
escrito en 1940, Barlow muestra sus aficiones literarias al estilo gentes, indudablemente ha ocupado o debe ocupar por derecho
de Alan Poe. Mediante el juego de imágenes literarias más que propio un lugar importante, no siempre reconocido, en el deve-
de palabras, establece una comparación entre el México de los nir de la heterodoxa antropología mexicana, dentro de los estu-
cuarenta con el de la época de Ahuízotl, parangón apoyado en dios sobre Mesoamérica en general y del centro de México en
las enormes desigualdades sociales y la existencia de estratos particular.
dominantes sumamente prepotentes y explotadores.i? Aquí, al
igual que en otros textos, aflora la temible atracción-repulsión
que le causaban los mexicas.
Con lo apuntado, sin que por supuesto se agote el tema, creo
que sí puede afirmarse, que en el caso de Barlow (no único por
Referencias bibliográficas
cierto), debido a lo prematuro de su muerte, existe una liga
orgánica entre sus trabajos publicados y los conservados en su
archivo cuya conjunción nos permite tener una idea más cabal Abrams, Leon Jr., "Robert Hayward Barlow. An Annotated
Bibliography with Commentary "; en Katunob, Greeley Co-
lorado, núm. 16, 1981.
17 Barlow 1992.
18 "El concepto popular de los 'aztecas .•••en Barlow 1990: 243-245.
19 "Una toma de posesión en México hace quinientos años", en Barlow 1990: 247-252. 20 Citado en Bernal 1979: 178. Véase también Bernal 1983: 11.

208 209
.,

LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA II. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

Barlow, Robert H. "Bibliografías de antropólogos", en Boletín Horcasitas, Fernando, "Para la historia de la revista Tlalocan
Bibliográfico de Antropología Americana, México, vol. x, (1943-1976)", en Tlalocan, México, vol. VII, 1977,núms. 15-16.
1949, Lameiras, José, "La antropología en México. Panorama de su
___ Tlatelolco rival de Tenochtitlan, Obras de Robert H. desarrollo en lo que va del siglo", en Ciencias sociales en
Barlow, vol. 1, eds. Jesús Monjarás-Ruiz, Elena Limón y México. Desarrollo y perspectiva, México, El Colegio de
María de la Cruz Paillés, México, INAH-UDLAP, 1987, 164 pp., . México, 1979, pp. 108-180.
ilust. y cuadros. Limón, Elena, "Notas Mesoamericanas", en La antropología en
- __ Tlatelolco Fuentes e historia, Obras de Robert H. Bar- México. Panorama histórico, vol. 8, coords. Carlos García
low, vol. 2, eds. Jesús Monjarás-Ruiz, Elena Limón y María Mora y Mercedes Mejía Sánchez, México, INAH, 1988, pp.
de la Cruz Paillés, México, INAH-UDLAP, 1989,526 pp., ilust. 546-556 (Colección Biblioteca del INAH).
y cuadros. Mercado Zarza, Rosa. "Robert Hayward Barlow", en La antro-
___ Los Mexicas y la Triple Alianza, Obras de Robert H. pología en México. Panorama histórico, vol. 9, coords. Car-
Barlow, vol. 3, eds. Jesús Monjarás-Ruiz, Elena Limón y los García Mora y Lina Odena Güemes, México, INAH, 1988,
María de la Cruz Paillés, México, INAH-UDLAP, 1989, 320 pp. 194-211 (Colección Biblioteca del INAH).
pp., ilust. y mapas. Riviere, Francois. Profanaciones, México, Diana Edivisión,
___ La extensión del imperio de los culhua mexica, Obras de 1987.
Robert H. Barlow, vol. 4, traducción de Jesús Monjarás-Ruiz, Smisor, George T., "R.H. Barlow y Tlalocan", en Tlalocan,
eds. Jesús Monjarás-Ruiz, Elena Limón y María de la Cruz México, vol. I1I, 1949, pp. 97-102.
Pailléz, México, INAH-UDLAP, 1992, 262 pp., ilust. y mapas. Téllez Ortega, Javier. "La época de oro (1940-1964)", en La
Bernal, Ignacio. "Bibliografía de Robert H. Barlow", en Boletín antropología en México. Panorama histórico, vol. 2, coord.
Bibliográfico de Antropología Americana, México, vol. XIII, Carlos García Mora, México, INAH, 1987,pp. 291-330 (Colec-
1950. ción Biblioteca del INAH).
___ Historia de la arqueología en México, México, Porrúa,
1979.
___ "Introducción", en Notas Mesoamericanas, México,
UDLA, núm. 9,1983.
Dakin, Karen, "Tlalocan", en La antropología en México. Pa-
norama histórico, vol. 8, coords. Carlos García Mora y Mer-
cedes Mejía Sánchez, México, INAH, 1988, pp. 593-603
(Colección Biblioteca del INAH).
Hart, Lawrence, Accent on Barlow. A comemmorative antho-
logy, San Rafael, Cal., edición del autor.

210 211
EL ACERVO MANUSCRITO
AUTÓGRAFO COMO FUENTE PARA LA
llISTORIA DE LAS IDEAS CIENTÍFICAS:
LOS MANUSCRITOS DE HUMBOLDT
Eréndira Nansen Díaz*

... 0 lo que es lo mismo, papelito habla ...


Dominio popular

La experiencia de conocer a un científico por medio de sus


escritos es, ciertamente, muy diferente de la de conocerlo a
través de un libro. En realidad, el texto impreso equivale a una
fotografía en blanco y negro del pensamiento del autor en el
momento de salir del taller de impresión. El manuscrito, en
cambio, nos revela el colorido y riqueza de detalles del contexto
• y de las sucesivas etapas de desarrollo del pensamiento de un
investigador. Así pues, el trabajo de edición historicocrítica de
manuscritos como parte del estudio de la historia de las ideas
científicas de un autor en particular, se convierte, como dice
Righi (1967:21), en: .....la función más augusta de la filología,
la de hacer revivir a una persona física o moral, mediante los
signos que la indican".

"Dircccton de Lingüística, (NAII.

213
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA oo.

El texto impreso de una obra, como producto final, en realidad Todo lo anterior puede parecer trivial y superfluo, sin embar-
oculta muchas fases reveladoras de su constitución y de su conte- go, es de capital importancia cuando se trata del estudio de
nido, pues no sólo ha pasado por la rigurosa censura del propio manuscritos, ya que estas articulaciones constituyen la forma
autor, sino también por el tamiz de correctores de estilo y editores interna y la forma externa de la construcción de la obra del autor.
y, en ocasiones, de los traductores, quienes también plasman en Igual que su autor, un escrito científico no es producto de la
él, silenciosa e imperceptiblemente, características de pensamien- 'generación espontánea que aparentemente ocurre en la produc-
to que son ajenas a la concepción original de la obra. ción literaria. Por el contrario, el texto científico como producto
Si bien no en todos los casos es posible acudir a la fuente final es, además de una creación original, una intrincada elabo-
primaria de una obra (los manuscritos autógrafos originales), en ración de interpretaciones sobre los temas u objetos de los que
otros, el acervo manuscrito autógrafo constituye una rica veta se ocupa la reflexión científica de un sujeto en particular. En
de conocimiento de los signos que conforman al autor y su obra. consecuencia, las observaciones que habremos de hacer sobre
Pero, ¿cuáles son estos signos que hemos venido mencionan- el proceso de edición no conducen a los detalles minúsculos del
do repetidamente? Independientemente del rasgo físico deno- mismo, sino, más bien, a la observación de los diferentes crite-
minado escritura, que constituye en sí la apariencia visible del rios que prevalecen en la práctica de ediciones de este tipo, así
texto -que es individual y característica de cada autor-, es será más fácil de observar el impacto que la mecánica del
posible afirmar que todo texto es histórico. Lo es porque, por proceso de edición aporta al conocimiento de una obra en su fase
un lado, pertenece a un periodo temporal determinado, y por el manuscrita, cuando existen diferentes documentos que contienen
otro, al fijarlo se ha convertido en una manifestación atemporal versiones diferentes o sucesivas del texto de la misma.
de pensamiento que responde a una cuestión o problema deter- La primera tarea de quien enfrenta el acervo manuscrito de
minado. un científico es delimitar su conformación y su contenido. Si, co-
Así, el texto científico adquiere un valor social diferente de mo en el caso concreto de los documentos que contienen la
cualquier otra manifestación textual, sea literaria, descriptiva, Gramática mexicana de Wilhelm von Humboldt, existe más de una
técnica, legal, etcétera, ya que contiene un fragmento del dis- versión de la obra, habrá que recurrir a la definición de lo que
curso de un científico sobre un tema determinado, que se arti- constituye tanto el objeto u objetos de la edición, como el tipo
cula de manera lógica con el resto de sus ideas sobre la ciencia de edición a realizar.
y de manera epistemológica con el espectro de temas sobre el Dentro del amplio espectro de tipos de edición bajo los cuales
que desarrolló estas ideas. Además, el texto en particular está puede elaborarse una versión impresa del legado manuscrito del
también inserto en una articulación lógica con los de otros autor, la que mejor responde a las necesidades acerca del desa-
autores-antecesores y sucesores --del que nos ocupa-, en el rrollo de su pensamiento científico, es la edición histórico-crí-
interior de la historia del desarrollo de las ideas sobre una tica. Para hacer una edición de este tipo, hay que hacer filología
disciplina del conocimiento. Pero también se articula epistemo- de la edición.
lógicamente con la amplia gama de puntos de vista científicos Kraft (1990: 12) nos ilustra, en el siguiente párrafo, sobre el
existentes sobre el tema en particular. menester de este tipo de filología:

214 215
LA mSTORIA DE LA ANfROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

Las tareas de la filología de la edición cumplen, de manera En el caso de los manuscritos de la Gramática mexicana, como
especial con los objetivos de las ediciones histórico-críticas, en el de otras obras de corte gramatical y lingüístico-filosófico
son históricas puesto que describen, de la manera más precisa que pennanecen aún inéditas entre los manuscritos del legado
posible, tanto la historia de la conservación del documento o Humboldt! aparece, en primer lugar, el problema de que existen
legado, como la historia del surgimiento del texto. Describen por lo menos dos versiones manuscritas del texto de la obra. La
a las diferentes versiones textuales de la manera más exacta primera de ellas --que también es la más extensa- es un
posible, arrojando luz tanto sobre la genealogía como sobre documento sin fecha que consta de 141 folios en 20. cuyo texto
el génesis c'e los textos. Son críticas, puesto que se dedican a principal procede de la mano de Wilhelm von Humboldt. El
la revisión crítica (recensio) de todos aquellos documentos texto de la gramática aparece escrito en forma continua sobre la
disponibles que contengan variantes de la obra (variantes y mitad derecha de cada folio, sobre la mitad izquierda se encuen-
esbozos textuales), los someten a un examen crítico (exami- tran las acotaciones, notas y adiciones o sustituciones de texto
natio), y pueden aún, proceder a la corrección (enmendatio¡ hechas también por Humboldt.
de los errores u omisiones importantes a la luz de la crítica de Sin embargo, puesto que en el cuerpo del texto aparecen
documentos. esporádicamente algunas anotaciones hechas por otras manos,
un primer problema colateral consiste en determinar quién o
He aquí, somera mente clarificado, el procedimiento a seguir. quienes pudieron tener acceso al texto en una etapa posterior y
La edición incluiría pues, a grosso modo, no solamente la con qué finalidad intervinieron en él.
versión final del texto de una obra, a la que estamos tan acos- En cambio, el segundo documento contiene una copia incom-
tumbrados a través del continuo contacto con las que aparecen pleta de la Gramática mexicana de Humboldt, consta de 168
en forma de libros, sino que también comprendería una intro- folios en 20. que sólo se encuentran escritos sobre la mitad
ducción que abarque problemas que se organizan en diferentes derecha de cada folio. Este manuscrito procede de otra mano
apartados, como los siguientes: distinta de la de Humboldt y su contenido equivale a más o
• Una breve descripción de la organización y división de la menos dos tercios del texto de la Gramática, pero no incluye
obra. ninguna de las correcciones y adiciones posteriores de Hurn-
• Una descripción del proceso de edición. boldt que sí aparecen en el primer manuscrito.
• La historia de la transmisión y conservación del documen- Entonces, un segundo problema colateral consiste en deter-
to contemplando las diferentes versiones manuscritas de la minar si el primer manuscrito contiene no sólo el texto original
obra, su descripción, su cronología y, en el caso de existir de la Gramática mexicana, sino también la segunda versión
una versión impresa semejante, o relacionada con la obra,
incluirla como fuente colateral para determinar el desarro-
I En este caso nos referimos concretamente al acervo denominado Collectanea linguis-
llo de ésta.
tica, actualmente en poder de la Sección de Manuscritos de la Staatsbibliothek Preus-
sische Kulturbcstiz de Berlín, Alemania. Los manuscritos que contienen las dos
diferentes versiones de la Gramática mexicana se encuentran clasificados bajo Col/.
ling., fol. 102 y fol. 103, respectivamente.

216 217
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXIco MESA TI.LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

autógrafa de Humboldt, ya que fue posteriormente revisado, crito y lo autoriza a editarlo (es decir, a intervenirlo) para su
anotado, corregido y aumentado por él, es decir que en este publicación.
manuscrito se encuentran, en realidad, dos versiones sucesivas Hablemos ahora un poco acerca de estos puntos de vista, ya
de la misma obra, así nuestro documento se convierte en dos. que repercuten en la forma y contenido del texto manuscrito al
En un primer paso hay que paleografiar la versión completa cual nos enfrentamos sobre la marcha. En el primer caso, cuan-
~el texto que aparece sobre la mitad izquierda de los folios, do se aplica el criterio de autenticidad, se procede como se
incluyendo en la transcripción aquellas partes que fueron tacha- mencionó antes, seleccionando y ubicando cronológicamente
das o cambiadas de lugar, devolviéndolas al sitio exacto en el (en la medida de lo posible) las diferentes versiones textuales o
que se encuentran en la primera versión. esbozos de texto que forman parte del legado de un autor, en
Un ~egundo paso de la labor de edición, será cotejar el texto cuyo caso habrá que poner atención al estilo del autor, la
~ranscrIto con la transcripción del segundo manuscrito, aunque terminología contenida en el texto, la definición, explicación y
este no proceda de la mano de Humboldt. El autor puede haber empleo de los diferentes conceptos que gradualmente va de-
ordenado una copia del original por razones de trabajo, o bien, sarrollando en la obra. Adquirir un buen nivel de conocimien-
su albacea puede haber hecho copiar el documento con fines to sobre estos aspectos convierte al estudioso del acervo en perito
e~itoriales, dando por sentado que era más fácil trabajarlo así. sobre los diferentes aspectos del discurso del autor. Así, en el
Sin embargo esto nos lleva a tratar de establecer la secuencia de caso de encontrar otra versión del mismo texto, sea o no autó-
producció~ de un documento en términos cronológicos, por un grafa del autor tendrá elementos de juicio para determinar si se
lado, y eplstemológicos, y estilísticos por el otro. trata efectivamente de un texto escrito por éste, o bien de una
Fina~mente, en una tercera etapa de construcción textual, que versión modificada, elaborada por alguien más, aun cuando la
es propiamente la reconstrucción del texto corregido por Hum- letra fuese muy similar.
boldt, enfrentamos también los mismos problemas de secuencia Lo mismo se aplica a las demás versiones conocidas en el
cronol~gica; sin. embargo, éstos son en sí menos relevantes que momento de emprender el estudio del texto, el criterio de auten-
los de intentar srtuar al contenido de la Gramática mexicana en ticidad conlleva pues la perfecta delimitación de las característi-
el marco de la obra general de Humboldt sobre el lenguaje. cas de cada versión textual o documento y exige una comparación
En el campo de la filología de la edición como auxiliar en la de contenidos, por medio de la cual es posible comprender la
interpretación de la obra de un autor, existen dos puntos de vista génesis y el desarrollo de una obra en sus diferentes etapas de
diferentes que norman el criterio de los editores. Al primero se concepción. Sin embargo, aquí queda en disputa el "respeto a
le denomina de autenticidad, en términos de la historicidad del la voluntad del autor", que se halla presente en las ediciones que
documento; al segundo de autorización, en términos de una siguen al criterio de autorización.
voluntad o deseo expreso del autor para designar a una de las En estos momentos y precisamente en relación con este
versiones del texto como "la buena" o aquella con la que el autor conflicto de criterios, me viene a la mente la titánica labor de
está de acuerdo en forma y contenido, o bien, en el caso en que Engler, autor de la edición crítica de Wiesbaden del Curso de
éste designa a otra persona como albacea de su legado rnanus- lingüística general de Saussure, por contraposición con la más

218 219
~.
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...
i.
accesible y conocida edición de Bally y Sechehaye, alumnos del
padre de la lingüística moderna, quienes con base en sus apuntes
de clase hicieron la reconstrucción impresa del discurso teórico
I contenido en la obra. Kraft menciona también otra faceta im-
portante a este respecto cuando dice:

de su maestro. ¿Cuál es pues la lingüística de Saussure que El carácter ... de una obra no depende de la voluntad de su
aprendimos: la de él o la de los recuerdos de Bally y de Seche- autor y esta decisión que es de tipo jurídico no afecta a la obra
haye? en su carácter, sino que pareciera que súbitamente posee una
En el caso de los manuscritos de Humboldt, aunque hubo un calidad que se aparta de la modificación de su forma o de las
albacea editorial designado por Alexander para hacer la edición condiciones en que será leída y comprendida; como si la
póstuma de los escritos lingüísticos de Wilhelm, que fue J. K. expresa voluntad de un autor, que carece de influencia sobre
Eduard Buschmann, afortunadamente ni él ni Albert Leitzmann, 2 la forma material de los textos, introdujese un avance cuali-
sus editores posteriores, llegaron a publicar la Gramática mexi- tativo en ella, que permitiese al editor "autorizado" definir
cana. y es de suponer que en sus respectivas ediciones de con base en ello la "superioridad" de un texto "autorizado"
Humboldt, ambos siguieron el proceso editorial tradicional que frente a otra versión que no lo fue ...
incluye una "uniformación y corrección de estilo ", oscurecien-
do las diferentes etapas de producción del texto y colocando al y acto seguido se pregunta: "¿Qué le faltaría a un texto, cuando
estudio de las mismas como una escueta parte del estudio se trata de sopesar su no autorización?" (Kraft 1990:22).
biobibliográfico del autor. De hecho, solamente el criterio de historicidad o autentici-
El criterio de autorización, conlleva el peligro de pretender dad puede dar la pauta para esclarecer lo que le falta o le sobra
una superioridad formal del texto "autorizado" por el escritor al texto autorizado. Esto debe considerarse para la lectura de
sobre las demás versiones no autorizadas, que normalmente las fuentes, editadas en una cierta manera. Además de tener en
constituyen el punto real de partida del estudio histórico de un cuenta la mayor o menor modificación que haya sufrido su for-
manuscrito." Esto, en la versión editada, roba al lector impor- ma al modernizar su ortografía, su terminología, su uso de la
tantes aspectos del contexto del desarrollo del pensamiento lengua, su puntuación y su estilo, como es práctica corriente en
las ediciones de tipo autorizado.
Esta práctica nos hace leer el español, inglés o náhuatl de un
2 Aquí, desde luego, habrá que salir en defensa de Leitzrnann, quien sí se tomó la
autor con los lentes de nuestra contemporaneidad, disminuyen-
molestia de incluir en su aparato de notas a la edición de los Gesarnmeltc Schriften de
Humboldt, algunas de las tachaduras, correcciones y adiciones que este hizo en sus do así nuestra objetividad como receptores del texto. De manera
escritos, adema s de una serie de estudios acerca de la probable cronología y génesis de que el esfuerzo de una edición histórico-crítica que siga el
los diferentes escritos de Wilhelm von l lumboldt. Pero en pocos casos habla en concreto
de versiones diferentes de los textos.
principio opuesto de la historicidad, es decir, que contenga tanto
3 En ocasiones se ha dado el caso de que el albacea editorial, en su afán de llevar hasta el texto editado de la obra como sus diferentes variantes, cons-
las últimas consecuencias la "voluntad" del autor, altera el orden de los documentos e tituye la imagen más cercana de la realidad concreta del texto,
incluso llega a hacer desaparecer las versiones "no autorizadas" por considerarlas
erróneas o no dignas de aparecer en la publicación, como fue posiblemente el caso del en términos de lo que Kraft (1990: 141) describe como:
manuscrito de Gramática mexicana, ya que aun cuando Buschmann fue expresamente
designado para puhlicarlo, nunca lo hizo sin que hasta ahora sepamos por que.

220 221
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA u LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

...la realidad del tan a menudo complicado y multifacético de las que normalmente consultamos para construir un trabajo
proceso de trabajo de un autor sobre su (propia) obra. Y la de tipo histórico.
transformación dialéctica de esta realidad en la elaboración
de un inventario de variantes, será tan complicada como la
misma realidad subyacente lo sea. Así pues, si existen mu-
Referencias bibliográficas
chos manuscritos e impresos que contienen una buena canti-
dad de enmiendas y divergencias por describir, entonces el
proceso de creación de una obra será reflejado con una Buschmann, J.K. Eduard (ed.). Wilhelm v. Humboldt: über die
relativa exactitud, sobre la base del estado de trasmisión del Verschiedenheit des menschlichen Sprachbaues und ihren
legado, y si sucede así, entonces el inventario de variantes no Einfluss auf die geistige Entwickelung des Menschenges-
será menos complicado que el proceso de trabajo del propio chlechts, Bonn, F. Dümmlers Verl (facsimilar de la de 1836),
autor. 1967.
Engler, R. (ed.), F. de Saussure: Cours de linguistique générale,
Por ello, una vez más, lo que parece ser una sola version ed. crítica, Wiesbaden, t. 1 Y n, 1974.
manuscrita de un texto, organizada como la Gramática mexica- Hay, Louis y Winfried Woesler (eds.), Die Nachlasseditionjla
na u otros escritos de Humboldt, en realidad debe ser tratada publication de manuscrits inedits, Actas del Coloquio de
c?mo si constara de dos textos que constituyen dos etapas Editores Franco-alemanes, organizado por el Centre National
diferentes del proceso de reformulación de una misma obra de la Recherche Scientifique y la Deutsche Forschungsge-
científica, cuya comparación entre sí nos permite advertir la meinschaft, París, 1977, Berna y Frankfurt, CNRS-DFG, 1979.
evolución del pensamiento de un autor. Kraft, Herbert, 1990, Editionsphilogie, Darmstadt, Wissens-
Esta versión de ninguna manera debe ser interpretada como chaftliche Buchgesellschaft, 1990.
~n solo ~exto con correcciones, lo cual nos conduciría a emplear Leitzmann, Albert (ed.), Wilhelm v. Humboldt: Gesammelte
mconscrentements el criterio de autorización, descartando la Schriften, (facsimilar de la de 1909), Berlín, De Gruyter,
lectura cuidadosa de la primera versión de la obra, en su calidad 1968.
de primer paso en el desarrollo de la misma, para sólo observar Nansen Díaz, Eréndira, Die Mexicanische Grammatik von Wil-
como "versión autorizada" al segundo texto, que resulta de la hem v. Humboldt, Textedition u. historischkritische Einlei-
inclusión de las correcciones, enmiendas, sustituciones o adi- tung, tesis doctoral, Tübingen, Universidad de Tübingen,
ciones que aparecen sobre el margen izquierdo. 1984.
y como bien dice la sabiduría popular: "papelito habla" sí Righi, Gaetano. Historia de la filología clásica, Barcelona, Ed.
siempre y cuando sepamos separar las diferentes etapas' d~ Labor, 1967.
lectura de un solo manuscrito que puede convertirse en dos Robson, John M. (ed.), Editing Nineteenth-Century Texts. Pa-
v~rsione~ dif~rentes de una misma obra, lo que hace que el pers given at the Editorial Conference, Univ. of Toronto,
genero científico sea una forma de fuente textual muy diferente oí' Nov. 1966, Toronto, 1967.

222 223
-

LA CREATIVIDAD CIENTÍFICA A
TRA VÉS DE LOS PAPELES DE UN
ETNÓLOGO (A PROPÓSITO DEL
ARCHIVO PERSONAL DE PAUL
KIRCHHOFF)*
Carlos García Mora**

Kirchhoff en la ENAH de 1970

En 1970, el historiador Carlos Martínez Marín, entonces en


funciones de director de la Escuela Nacional de Antropología e
Historia (ENAH), pidió al etnólogo Paul Kirchhoff impartir a
estudiantes principiantes el curso de introducción a la etnología.

* Versión corregida de una ponencia leída durante el Coloquio La historia de /a


antropologia en México, fuentes y /ransmisión, celebrado en la Escuela Nacional de
Antropología e Historia (ENAH) del 5 al 7 de julio de 1993. La ponencia aprovecha
material recopilado para un proyecto de edición de los Escritores selectos de Paul
Kirchhoff, en el cual colabora el autor conjuntamente con la arqueóloga Linda Manza-
nilla del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autó-
noma de México (UNAM) y el etnohistoriador Jesús Monjarás-Ruiz de la Dirección de
Etnohistoria del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El autor agradece
a sus colegas Jesús Monjarás-Ruiz, Ángela Ochoa y Catalina Rodriguez Lazcano, la
revisión critica del borrador original de este escrito; así como la colaboración de Pedro
Carrasco, Eréndira de la Lama, Luis Reyes García, Teresa Rojas Rabiela y Oscar
Zambrano, quienes permitieron la consulta del Archivo Paul Kirchhoff v]o proporcio-
naron información sobre él.
* * Dirección de Etnohistoria, INAH.

225
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

Con 70 años a cuestas y una mala condición física que le vestigador alemán disertar sobre los dioses y calendarios [en el
obligaba a caminar lentamente, casi arrastrando los pies, Kir- Asia de mil años antes! A ellos les interesaba México y el
chhoff necesitaba que lo llevaran en automóvil a la escuela y lo México del presente. Así pues, les tenían sin cuidado los rasgos
regresan a su departamento después de impartir la clase. Una culturales de quién sabe qué pueblos allende los mares.
noche, al retornar en el volskwagen de uno de los estudiantes
que se ofreció de chofer, les comentó a los pasajeros -a pro-
pósito del paso de cierto camión- que en 1936, cuando llegó a Su fama marxista
México procedente de los Estados Unidos, llamaron su atención
las leyendas que los choferes de los camiones acostumbraban
Quizás otra actitud hubieran tomado de haber sabido que, en su
pintar en las defensas traseras de sus vehículos, y empezó a
juventud, su maestro había sido miembro del Partido Comunista
tomar nota de ellas. A sus oyentes les debió parecer una simple
Alemán. O que, al llegar a México, continuó por un tiempo su
anécdota, a ninguno se le ocurrió preguntarle para qué enlistó
actividad política mediante círculos de estudio por él prohija-
esas leyendas ni qué interés tenían para él; quizás lo tomaron
dos; uno, con trabajadores para introducir y difundir los postu-
sólo como una curiosidad, propia de visitantes extranjeros, por
lados del marxismo, desenmascarando los postulados y
una simpática como folclórica costumbre mexicana.
acciones de la burguesía y el imperialismo capitalista; y otro,
Probablemente, a la mayoría de sus alumnos les pasaba
con alumnos de antropología para estudiar textos de Karl Marx
desapercibido quién era ese viejo maestro; sólo sabían que era
y Friedrich Engels, buscando los elementos teóricos que pudie-
el autor de aquel famosísimo artículo con el cual sembró la idea
ran aplicarse en los estudios etnológicos.
de Mesoamérica.! De sus clases algunos apenas recordarían
Por ello, en 1970 él era ya una leyenda, nacida a partir de su
cómo se enfrascaba llenando el pizarrón con cuadros compara-
tivos, en los cuales enlistaba datos de pueblos de por lo menos arribo al país, cuando estaba claramente adscrito al pensamiento
dos continentes. Sólo unos cuantos aplicados, que nunca faltan, y militancia marxistas.s A lo largo de su carrera mexicana se fue
le seguían con fervor; otros, abandonaron el curso. De éstos, creando una expectativa en la comunidad antropológica --sobre
algunos habían entrado a laENAHcon el propósito de convertirse \ todo entre sus colegas del ala izquierda-que en vano siguieron
esperando de él, hasta el final de su vida, "la clave" de la
en promotores del cambio social, involucrarse en las luchas
interpretación histórico-social del fenómeno mesoamericano.
sociales, incorporarse a programas de desarrollo regional o
Según suponían, Kirchhoff la mantenía inédita en su mesa de
participar en la asistencia pública. Con la aún fresca experiencia
trabajo, mientras terminaba las investigaciones para fundamen-
de la rebelión estudiantil de 1968 y el deseo de tener una nueva
tarla.
revolución mexicana, nada atractivo les resultaba oir a un in-

2 Véanse las conferencias del curso de preparación para etnológos e historiadores


1 Kirchhoff (1943). Fue reedítado una vez en 1960, bajo el cuidado de Guillermo Bonñl impartido por Kirchhoff en el Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía
Batalla, por la Sociedad de Alumnos de la ENAH; y reimpreso varias veces como artículo bajo el enunciado "Origen de las clases sociales y el Estado" (Anónimo 1936). Verifi-
o folleto. También fue traducido al inglés por Nonnan McQuown en 1952, siendo a su cadas en la ciudad de México quizás en año de 1936, fueron publicadas -{;on excepción
vez reimpresa esa traducción en 1960. de una- en 1979.

226 227
LA mSTORIA DE LA ANfROPOLOOÍA EN MÉXICO MESA n. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

Pero además de su lejana fama marxista, la leyenda creció que yo publiqué en mi tesis sobre los indios del Amazonas
por su inmersión en las fuentes históricas; ello hizo de él un no tiene ningún interés); segundo, [...] que yo tenía que
profundo conocedor del México antiguo, sobre el cual ayudó a buscarme un lugarcito que los colegas mexicanos hubieran
esclarecer varios problemas. Era pues su creatividad científica dejado vacío. En los primeros años [...] tuve oportunidad de
en este campo, aunada a su dominio de las teorías de la historia observar, de leer (porque antes no era mexicanista) 10 que
y la etnología, uno de los rasgos de su trabajo que le dio el hacían y vi claramente que había dos grandes campos, atrac-
prestigio del cual gozó. Después de todo, fue uno de los funda- tivos entre tres: uno, era excavar, y el otro, visitar indios
dores de la empresa mesoamericanística propiamente dicha. actuales. Todo mundo tenía en su biblioteca a Sahagún y
Duran, etcétera [...]
Es decir, me di cuenta que allá [en estas fuentes históricas
Su lucha mesoamericanista
que todos tenían, pero apenas estudiaban,] había un gran
campo abierto, y creo que yo, mucho más que alguien que
En efecto, además de sembrar esa prolífica idea que fue el
nace en el país o puede regresarse al suyo y estar nada más
concepto de Mesoamérica, Kirchhoff dedicó la mayor parte de
aquí por unos años, tenía que plantear toda mi actividad
su vida a los estudios mesoamericanistas precisamente. Nacido
científica en relación con pesos y centavos, [por ello], decidí
el año de 1900 en el pueblo de Hórste y educado en Berlín, al
que mi especialización iba a ser el estudio de la etnografía
llegar emprendió la investigación de las cuestiones que enfren-
taba la historia antigua de México. Lo hizo conjugando historia según las fuentes.'
y etnología, en un intento por comprender el desarrollo de las
Aunque Kirchhoff nunca llegó a escribir una obra donde sinte-
sociedades humanas desde una perspectiva global, después de
tizara sus exploraciones y hallazgos, o plasmara su visión etno-
haber incursionado en los estudios etnológicos sobre Sud amé-
lógica global de la etnografía e historia de Mesoamérica, el
rica, Irlanda, África y Norteamérica. Luego, se interesó también
conjunto de sus trabajos dispersos constituye una de las mayores
en ~l estudio comparativo de sociedades antiguas en América y
empresas intelectuales realizadas por un investigador para re-
ASla.3 Su elección mexicana la relató él mismo:
construir y entender la evolución y la estructura social mesoa-
mericana; asimismo, contiene estímulos intelectuales, hipótesis
En los primeros años de mi llegada a México, cuando estaba
de investigación y sugerencias múltiples de caminos por andar
todavía con el problema de cómo vive aquí un extranjero que
y de líneas de trabajo por desarrollar. En sus textos están
no puede regresar a su país, [puesto] que México es la
estación final, que aquí tiene que quedarse, me di cuenta:
primero, que tienes que ser mexicanista (aquí algo como 10 4 Esta declaración, tomada de la transcripción de una grabación fonográfica de las
sesiones del curso que impartió en la Universidad Iberoamericana en 1971 (Kirchhoff
1983: 113), se reproduce aquí con la puntuación corregida para facilitar su comprensión.
La tesis doctoral mencionada por Kirchhoff, sobre la organización del parentesco en
3 Véa~e las semblanzas escritas por Kutscher (1970), Dahlgren (1974, 1979, 1988), pueblos de las selvas sudamericanas, fue publicada en dos partes en 1932 por la revista
Gonz,alez Torres (1974), Vázquez León y Arboleyda (1977), Jiménez Moreno (1979), Zeitschrift für Ethnologie, órgano de una sociedad berlinesa de antropología, etnología
García Mora (1979), Jiménez Castillo (1988) y Zapen (1988), y prehistoria.

228 229
MESA u LAS RJENTES DE LA mSTORIA DE LA ...
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

enumeradas las tareas más importantes que, según él, afronta la Por ocupar el México antiguo un lugar tan especial en la
etnología sobre México. De hecho, con dicha enumeración evolución de la humanidad, en ninguna ciencia los investiga-
dores mexicanos encuentran tanta oportunidad para hacer
propuso un programa de investigaciones que en buena medida
aportaciones únicas y llamativas al acervo científico del
asumió como propio."
En sus pesquisas, se consideró un historiador que utilizaba mundo que en la antropología.s
estructuras conscientes y planeadas como un medio para recons-
truir y entender la historia, pero reconociendo toda una evolu- Pese a lo que de él se pensaba al final de su vida, siempre buscó
ción; su tarea era entender "el agrupamiento". Esta labor la ampliar la comprensión de las características socioeconómicas
consideró parte de un esfuerzo global de una "ciencia mesoa- y políticas de Mesoamérica. Y así mismo entender de qué
mericanista" (como él la llamó), multidisciplinaria, cuyos estu- manera pudieron existir en ella estados con una organización y
dios abarcan toda la historia de la civilización mesoamericana una cultura intelectual como las suyas.
(incluyendo antecedentes y orígenes, y relaciones entre sus
supervivientes y la civilización occidental). Ciencia que conce- Sus líneas de trabajo
bía comparativa y dedicada al estudio de procesos históricos;
creadora de una arqueología y una etnología con sus materiales, Sus estudios fueron elaborados siguiendo una intrincada se-
problemas y métodos de investigación; y de una historia antigua cuencia intelectual, la cual dejó entrever su autor pero que, a
-<:omo puente entre ambas- que debía ser una rama de la veces, no corresponde a una secuencia cronológica si,no a una
disciplina histórica en general y de la ciencia comparativa de serie de preocupaciones relacionadas unas con otras. El mismo
las altas culturas de la humanidad. escribió que, para abordar ciertas cuestiones del conocimiento
Para él, en contraste con otras culturas americanas, la presen- sobre el México antiguo, era antes preciso resolver una serie de
cia en Mesoamérica de escritura, calendario y tradiciones his- problemas menores cuya solución era indispensable para res-
tóricas, permite combinar datos arqueológicos con fuentes ponder a las preguntas de mayor importancia. Así lo asentó
pictóricas y escritas. Según afirmó, ello da a los estudios me- cuando informó sobre sus avances en las historias tolteca y
soamericanistas su carácter tan especial y único en todo el mexica:
continente americano, acercándolos a los de las antiguas civili-
zaciones del Viejo Mundo. Ya por experiencias anteriores [...] propias y ajenas, había yo
En Mesoamérica percibió múltiples problemas relativos a la llegado a la conclusión de que todos los problemas de la
etnogénesis, la filiación histórica de sus pueblos, la organiza- historia tolteca y de los principios de la historia azteca esta-
ción social, las costumbres y los dominios políticos, etcétera. Y ban mucho más estrechamente relacionados, geográfica y
aún más, pensó que: cronológicamente, de lo que habitualmente se suponía; y que
por consiguiente, no se les debía estudiar aislados y uno por

s Véase un desglose somero del desarrollo de ese programa a lo largo de sus trabajos,
6 Kirchhoff (s.f.).
en la reseña de Garcia Mora (\990).

230 231
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA u LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

uno, sino como un gran conjunto y atacándolos simultánea- interpretaciones, de manera que pudiera percatarse de si las
mente, aprovechando cada progreso logrado en una investi- cosas podían ser diferentes a como él las concebía. Nunca le
gación para corregir los errores de los demás [...] creía a nadie, ni siquiera a sí mismo.s Para él nada estaba dicho
[...]me lancé solo a la aventura, a sabiendas de que, de de una vez y para siempre, sólo se disponía de afirmaciones y
acuerdo con este programa, me sería imposible publicar los propuestas provisionales y, sobre todo, de problemas por resol-
resultados de una de esas investigaciones antes de terminar ver y de caminos por abrir.
todas y que, por consiguiente, me resultaría difícil encontrar
temas que se dejaran aislar lo suficiente del conjunto para ser
Su archivo personal
publicados separadamente, sin que al año resultaran equivo-
cados.?
Esa lucha suya quedó plasmada en unos 45 impresos dedicados
a Mesoamérica, entre trabajos menores y mayores, aunque
De esta manera, la obra mesoamericana de Kirchhoff constituye.
ningún libro (sin contar, pues, artículos sobre otras áreas cultu-
un conjunto interrelacionado, el cual patentiza la gran tarea que
rales). Y también en sus numerosos manuscritos y mecanogra-
su autor se echó a cuestas: comprender la esencia y encadena-
fiados, gracias a que solía conservar lo que escribía con fines
miento de los problemas históricos del fenómeno mesoamericano.
académicos, desde una simple ficha con una idea o apuntes
garabateados hasta los originales de trabajos terminados o a
Su espíritu crítico medio hacer. En efecto, a lo largo de su carrera llevó un archivo
personal con sus textos. En buena medida, aparte de que cons-
A lo largo de su vida, cambió varias veces de opinión sobre los tituía su material de trabajo, pues incluía también mapas, fichas,
mismos problemas, pues ponía a prueba los puntos de cada una tablas, fotografías, etcétera, ese archivo se formó porque iba
de sus hipótesis de trabajo: "continuamente estoy dudando de poniendo por escrito cada uno de sus estudios sobre problemas
lo que hago", "ahora las dudas son tan grandes que ya no creo específicos muy particulares, los cuales no tenía intención de
casi en nada", declaró cuando había rebasado los 70 años de publicar pero que, como ha quedado dicho, llevaba a cabo para
edad. Admitía que cambiaba continuamente de opinión y que ir despejando los obstáculos de comprensión de un conjunto de
podía decir en un año lo contrario de lo que había dicho hacía cuestiones mayores. Por ello, su archivo muestra su embate
tres: "Creo que siempre me estoy confesando en cuanto a mis contra una maraña histórica y etnológica de difícil dilucidación,
errores del pasado y eso es como pedir perdón para futuros erro- sus diversas estrategias o caminos para abordarla, la evolución
res." Acostumbraba buscar argumentos en contra de sus propias de su pensamiento y el itinerario que fue siguiendo o trazando.
El antropólogo conforma su archivo personal atendiendo a
7 Kirchhoff (1962: 3), reproducido parcialmente por Jiménez Moreno (1979: 20). La
sus intereses y a múltiples circunstancias. A veces lo integra con
transcripción de este texto, hecha aquí con ligeras correcciones ortográficas y de notas, apuntes y escritos de su actividad intelectual a lo largo
puntuación respetando el contenido, se basa en una fotocopia del mecanografiado
original proporcionada por la etnohistoriadora Teresa Rojas Rabiela del Centro de
Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CJESAS). 8 Kirchhoff (1983: 27,137,39, 120 Y passim).

232 233
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA ll. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

de su carrera. Así ocurrió con los papeles de Paul Kirchhoff, tamento de la calle de Georgia en la colonia Nápoles de la misma
quien dejó reflejados en ellos sus inquietudes. ciudad. Luego, fungiendo como apoderado el hijo, ofreció en
Desafortunadamente, como todo archivo personal, el suyo venta el grueso del archivo de Kirchhoff al entonces director del
estuvo sujeto a las innumerables peripecias propias de este Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Guiller-
género de fondos documentales. Recuérdese que Kirchhoff mo Bonfil Batalla, un leal alumno suyo, quien aceptó y comi-
mudó varias veces de casa trasladándose de un país a otro si~nó a los etnólogos Luis Reyes García y Lina Odena Güernes
(Alemania, Francia, Inglaterra, Estados Unidos y México), sin para que acudieran a seleccionar los escritos, una vez que la
contar sus cambios de domicilio en cada uno de ellos. Así, esposa separó lo que quiso conservar.
desaparecieron sus notas tomadas en la ciudad de México, Ellos guardaron el material en cajas numeradas para que
citadas al inicio de esta ponencia, sobre las leyendas pintadas las recogiera el INAH (a partir de fines de 1972 o al año
en los camiones mexicanos; así como toda pista para saciar la siguiente, según puede deducirse). Ambos, quienes cuando
curiosidad acerca del contenido y propósito de esas notas, las murió estaban colaborando con Kirchhoff en la reedición
cuales quizás hubieran mostrado cuál era su capacidad de ob- crítica de la Historia to/teca chichimeca, fueron de los pri-
servación etnográfica y de interpretación etnológica del México meros investigadores en tener acceso a su archivo, el cual
de los años treinta; capacidad de que hizo gala en los Estados pudieron consultar para completar precisamente la menciona-
Unidos, según consta en unos breves apuntes, que sí sobrevivie- da reedición. Aunque parte de la biblioteca de Kirchhoff fue
ron, sobre indios, negros y blancos en las Carolinas, a raíz de conservada por su hijo Martín, en su selección, Reyes y
un viaje suyo en ferrocarril para conocer al país y su gente entre Güernes incluyeron sus sobretiros, folletos y algunos libros,
la helada Nueva York y la cálida Florida.? además del archivo propiamente dicho.
Respecto de sus papeles políticos, no quedó ninguno entre Del archivo, Reyes García conservó una parte bajo su
sus documentos, quizás por la prevención, usual entre los mili- cuidado -en calidad de préstamo- en el Centro de Investi-
tantes marxistas de su época, de evitar conservar el más mínimo gaciones Superiores del INAH (ahora CIESAS), con algunos de
rastro de su actividad; por una prudencia similar cuando regresó los mapas y unos libros anotados de puño y letra del etnólogo
a los Estados Unidos para trabajar allá; o bien, por su desinterés alemán. Además, hizo sacar fotocopias de los demás trabajos
en ellos, por haberlos retirado la familia o por alguna otra causa publicados e inéditos de éste, contenidos en el archivo. En esa
desconocida. misma institución, las fotocopias fueron engargoladas para
Después de fallecer, en septiembre de 1972, en el departa- quedar bajo su custodia. Todo con la idea, suya y de la
mento donde vivía solo en la calle de Río Lerma, por los rumbos etnohistoriadora Teresa Rojas Rabiela, de publicar sus obras
del Monumento a la Independencia de la ciudad de México, sus en el futuro.
pertenencias fueron recogidas en cajas por su exesposa Espe- E! INAH mantuvo la mayor parte del archivo. Un tiempo, lo
ranza Domínguez, quien vivía con su hijo Martín en otro depar- hizo en su Departamento de Investigaciones Históricas (DIH)
cuando el historiador Enrique Florescano era el jefe de esa
dependencia, localizada en un edificio anexo al Castillo de
9 Kírchhoff (1931).

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA II. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

Chapultepec. Luego, las cajas pasaron (¿entre 1974 y 1977?) Puebla- Tlaxcala, la ciudad de Puebla era una sede adecuada.»
a la archivalía de la Biblioteca Nacional de Antropología e Ya en ésta, el archivo ingresó a la biblioteca de la dependencia
Historia Eusebio Dávalos Hurtado (BNAH), cuando aún la citada, donde quedó a cargo de la bibliotecaria Eréndira de la
dirigía Antonio Pompa y Pompa. \O Entonces, Wigberto Jimé- Lama, quién preparó el índice después de foliarlo, clasificarlo
nez Moreno lo consultó para elaborar una semblanza, en la y catalogarlo con diligencia.
cual-además de transcribir párrafos de algunos mecanogra- Ella facilitó la sobrevivencia del archivo, a pesar de haberse
fiados- asentó: "Ha dejado Kirchhoff múltiples trabajos perdido para entonces el interés y el apoyo institucionales.
inéditos y su archivo se guarda en la Biblioteca de Antropolo- Catalogó numerosas carpetas (alrededor de 740) con los más
gía e Historia. "11 También lo consultó Franz Tichy, un investi- variados papeles, algunas con sólo una hoja, otras con un artí-
gador alemán del Proyecto Puebla- Tlaxcala de la Fundación culo completo. Además de ello, conservó unos ficheros de
Alemana para la Investigación Científica, quien copió unas trabajo y algunas de las famosas "sábanas" de trabajo elabora-
notas sobre organización social y política del México antiguo. 12 das por el autor. En un principio, todo esto fue colocado en el
Mientras, quizás por 1977, los libros fueron enviados a la local de la citada biblioteca, el cual carecía de las instalaciones
biblioteca del Centro Regional Puebla del INAH, la cual reque- necesarias para garantizar su resguardo. Por fortuna, luego fue
ría engrosar su raquítico fondo. trasladado a un cuarto frío asignado exclusivamente para guar-
Tiempo después, en 1982, habiéndose nombrado a otra per- darlo, aunque aún sin el mobiliario necesario. Después, de
sona como directora de la BNAH, Yo landa Mercader, ésta entre- manera indebida, el espacio del cuarto fue compartido con el
gó el archivo en depósito al mismo centro regional, donde su personal encargado de la vigilancia del edificio. Actualmente,
directora Amelia Lara Tamburrino recibió las cajas. El argu- está de nuevo integrado a la biblioteca como fondo reservado.
mento formal esgrimido pudo haber sido el de que, por haber Continúan, pues, sus peripecias.
sido Kirchhoff el promotor de los estudios sobre la región En conjunto, este archivo -<:uyo catálogo ya está disponible
para su consulta- tiene un apreciable valor académico por lo
numeroso de sus documentos y la información en ellos conteni-

10 Las cajas fueron vistas en un cuarto del DlH por Pedro Carrasco (1993, comunicación
oral). Existe una versión de un bibliotecario de la mencionada BNAH, según la cual la 13 Según una averiguación: "En 1980 por órdenes superiores, la Mtra. Yolanda Mercader
que él denomina Colección Paul Kirchhoff, con "los borradores y sobretiros de este Martinez, directora de la Biblioteca Nacional de antropología e Historia, entregó el
distinguido etnólogo", "fue donada al INAH gracias a la intervención de don Antonio material en depósito al Centro Regional del INAH en Puebla, siendo recibido por la Mtra.
Pompa y Pompa" (1993). La incorrecta suposición del donativo puede deberse a la Amelia Lara Tarnburríno" (Zambrano 1993). La fecha de 1980 puede ser incorrecta,
intervención que Pompa y Pompa, entonces director de la BNAH. debió haber tenido en pues según testimonio oral de la bibliotecaria Eréndira de la Lama, fue en 1982, estando
el traslado y almacenamiento del archivo. ella presente. Según otra versión complementaria, se envió allá porque hacia esa ciudad
11 Jirnénez Moreno (1979: 23, la. col.). estaba por trasladarse la biblioteca disponible para encargarse de ordenar y catalogar el
12 Tichy (1976: 13). En el artículo posterior Tichy volvió a citar esas notas, enlistándolas archivo. Además debe considerarse que, como los libros y folletos de Kirchhoff ya
en su bibliografía como un manuscrito de los "papeles inéditos de P. Kirchhoff", y había!' sido enviados a la biblioteca del Centro Regional Puebla, con el envío de su
asentando como depositaria a la "Biblioteca del Museo Nacional de Antropología, archivo éste se reunía de nuevo con aquéllos. Sin embargo, falta confrontar los docu-
México" (Tichy 1978: 157, 159), refiriéndose a la BNAII cuya sede se encuentra mentos y testimonios que puedan aclarar las confusas circunstancias en que se tomó la
efectivamente en dicho museo. decisión y el argumento poco convincente para hacerlo.

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO
MESA n. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

da.l4 Uno de los aspectos valiosos de este material es el de al principio, partiendo de la fe de que las fuentes no pueden
mostrar con detalle la labor científica de su autor.
mentir ni equivocarse y que por consiguiente la ~parente
confusión y contradicciones deben estar en nuestr~ interpre-
Su creatividad científica a través de sus papeles tación de esos datos, fue la de elaborar una nueva interpreta-
ción que permitiera explicar la totalidad de i.~formaciones de
El archivo permite emprender estudios, en el campo de la las que disponemos, en contra de la selecc~on de dato~ que
historia de la ciencia, sobre un tema que otros depósitos no ha formado la base de todas las reconstrucciones anteriores;
permiten: la lucha personal del investigador por desentrañar los y que así demostrará que las contradicciones y confusión de
problemas que afronta. Así por ejemplo, con sus propias pala- las fuentes son tan sólo aparentes ... 15
bras, ilustra una de las dificultades con las cuales se encontró
Kirchhoff para identificar y localizar Tamoanchan, el mítico Como puede constatarse en este testimonio, un aspecto intere-
lugar de origen de los dioses nahuas: sante del archivo es el de permitir el análisis del proceso de la
creatividad científica de un etnólogo, algo difícil de hacer cuando
Durante más de 22 años de lucha casi diaria el autor de estas se carece de una fuente documental de esta naturaleza. L~s
líneas ha batallado con el material aparentemente más confu- mismas características de los manuscritos propician un estudio
so y contradictorio que el historiador pueda encontrar en así pues según atestiguó Jiménez Moreno, "corresponden, pro-
cualquier parte del mundo, en la esperanza de hallar en él el bablemente, a diversos grados de elaboración de sus obras".16
sentido que sabía que debe tener ese cúmulo de datos que nos Con éstos y, por supuesto, con sus publicaciones, puede recons-
han dejado indios y españoles. La tarea que se impuso muy truirse el esfuerzo de Kirchhoff por desentrañar los problemas
históricos enfrentados en sus estudios sobre el México antiguo,
el entramado de los temas y problemas de investigación histó-
14 En el gremio antropológico circulan rumores, según los cuales, el archivo fue objeto
rico etnológicos recurrentes en ellos y la manera de abordarlos.
de sustracciones durante sus traslados de un lado a otro e, incluso, el fondo bibliográfico
sufrió cierta merma de sobretiros. Sin embargo, para verificar esto tendría que confron- Así pues, el interés de fuentes como ésta estriba en pro.P?r-
tarse la relación del material elaborado por Reyes Garcia y Güemes, para constatar si se cionar elementos para saber cómo, al establecer la problematlca
extrajeron documentos y saber cuáles fueron. Mientras, debe considerarse que el
material seleccionado y guardado en el departamento de la excsposa, fue el mismo que
esencial, los antropólogos fueron conformando los com~onen-
llegó a la BNAH, el mismo que luego fue enviado a Puebla y el mismo que actualmente tes básicos de los estudios mesoamericanistas, para enfllarl~s
se conserva ahí. Ahora bien, los rumores pueden tener su explicación en la circunstancia hacia la solución de los problemas fundamentales del conoci-
de que, antes de la adquisición del archivo por parte del INAH, la familia pudo vender
trabajos sueltos a investigadores particulares (quizás del extranjero), amén de haber
miento de las sociedades antiguas. Es decir, en revelar n.ada
conservado otros. De hecho, cuando Reyes García participó en la selección del material, menos que las bases sobre las cuales crearon una mesoamerica-
ya no encontró trabajos de cuya existencia él estaba enterado. De ahí también la conseja nística propiamente científica.
según la cual algunos de esos supuestos robos sirvieron para plagios intelectuales. Hasta
la fecha, esta conseja carece igualmente de credibilidad fundada, aunque es posible que
el archivo o documentos sueltos hayan inspirado investigaciones especificas o articulos
académicos sobre algún tema o problema del México antiguo, sin que su consulta fuera
consignada. 15 CiL por Jíménez Moreno (1979: 23, 2a. col.).
is Jirnénez Moreno (1979: 23, la. col.).

238 239
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXIco MESA n. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA Oo,

Ahora bien, un uso como éste de una fuente histórica implica Por supuesto, es posible y deseable reunir este enfoque "in-
cierta manera de enfocar la hi itoria de la antropología en Mé- tema lista ••de la historia de la antropología con uno "externalis-
xico. Ésta ha podido abord irse reconstruyendo sus marcos ta", es decir, contextual, en una visión histórica integral. Para
políticos, sociales y económicos. Sin embargo, conforme avan- ello, además de los archivos personales, deben utilizarse otro
zan las averiguaciones de los historiadores de la antropología, tipo de fuentes.
cada vez es más evidente la necesidad de estudiar también la
manera como se ha venido haciendo ésta, si realmente quiere
saberse qué ha sido esta disciplina en el país. Epílogo
Con ese propósito, un camino a seguir es el estudio "internalis-
ta" del proceso de la creatividad científica. 17 Aunque para algunos El archivo personal del antropólogo como fuente para la historia
colegas la fuente de la historia de la antropología está constituida de su disciplina en México es una materia sobre la cual conviene
exclusivamente por las obras de los antropólogos, las ideas en ellas prestar atención. Una de las razones para hacerlo es el desapro-
contenidas cobran su dimensión y las acepciones que sus autores vechamiento, por parte de la comunidad académica, de un
les dieron, si se conoce el proceso de su gestación y las circuns- recurso disponible frente a sus propias narices. Como toda
tancias personales en las cuales fueron producidas y difundidas. fuente, ofrece ventajas para ciertos estudios y desventajas para
Para averiguarlo, conviene comprender el marco personal de los otros.
descubrimientos intelectuales de los antropólogos, estudiando, por Para usarla como mina, a los historiadores de la antropología
ejemplo, el origen y recurrencia de sus temas de investigación, el les conviene evitar que su mera naturaleza específica dicte los
papel que desempeñaron en su mente las preocupaciones temáticas temas a estudiar. En ocasiones es útil descubrir fuentes antes
para aceptar o rechazar sus hallazgos y, por tanto, la función que que el problema por resolver, dejándose deslumbrar por su
desempeñaron en el desarrollo de su disciplina. Además, es opor- riqueza e ideando un tema factible de ser investigado basándose
tuno buscar las ideas más fructíferas, dilucidando los aspectos en en ellas. Al hacer eso suelen producirse monografías con abun-
los cuales hicieron cambiar las opiniones vigentes sobre la dantes datos, las cuales ciertamente han contribuido a aumentar
manera como trabajaba la mentalidad científica de su época. 18 el cuerpo informativo de los historiadores. Aunque algunas
veces este proceder ha inspirado fructíferas líneas de investiga-
ción; 19 otras, es preciso algo más para hacer también análisis,
11 El "intemalismo" y el "externalísmo", como los llama el antropólogo Llobera (1980:
además de recopilaciones descriptivas.
26), son dos enfoques aparenlemente opuestos (en realidad complementarios) usados Por tanto, antes de emprender la búsqueda y recopilación de
para explicar el desarrollo científico. Según puede comprenderse, el "inlemalista" lo datos, es preferible establecer los problemas esenciales a los
explica concentrándose en los descubrimientos científicos en sí mismos, el proceso de
su obtención, la forma como cada investigador llega a ellos, las obras en las cuales los cuales se enfrenta la historia de la antropología para caracterizar
difunden,la inleracción de las ideas de éstas o, para decirlo de olra manera, en el proceso
mismo del trabajo del antropólogo; mienlras el "externalísta" considera también las
influencias y condiciones externas a la antropología, como pueden ser las políticas, 19 Como entre los hisloriadores franceses, por ejemplo, quienes al hacerlo así dieron pie
socioeconómicas, ideológicas y otras. al desarrollo de una corriente de medievalistas europeos. Véase el respecto el testimonio
18 Véase como lo sugiere hacer el historiador de la ciencia Gerald Holton (1985: 10-35). de Duby (1992).

240 241

L
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA ll. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

a esta ciencia en México. Ello es una premisa para discurrir Serra Puche, introd. Manuel Jiménez Castillo, México,
sobre las fuentes para esta historia; al fin y al cabo, ante el UNAM, Instituto de Investigaciones Antropológicas, 1988,
engolosinamiento por tantos y tan variados recursos disponi- pp. 21-3 (Serie antropológica/Etnología, 96).
bles, cabe preguntarse: bueno, ¿para qué diantres usar todo Duby, Georges, La historia continúa, trad. Pilar Álvaro, Ma-
esto? drid, Editorial Debate, 180 pp. (Serie historia).
En lo relativo al archivo personal de Paul Kirchhoff, éste García Mora, Carlos, "Paul Kirchhoff, el instigador", en Antro-
constituye un medio para abordar cuestiones generales que pología y marxismo, México [Ediciones Taller Abierto],
antecedieron al interés del autor de esta ponencia por estudiarlo: mayo de 1979, núm. 1, pp. 7-10.
¿cómo y en qué circunstancias se ha dado la creatividad cientí- ___ "La lucha personal de Paul Kirchhoff", en Antropología.
fica en la antropología hecha en o sobre México?, ¿desarrolló Boletín Oficial del Instituto Nacional de Antropología e
esta creatividad una especificidad propia?, ¿cuáles son sus ea- Historia, México, nueva ép., octubre-diciembre de 1990,
racterísticas?, ¿cómo se construyó la mesoamericanística cien- núm. 32, pp.57-61.
tífica? El lector aceptará entonces, la relevancia de usar una González Torres, Yólotl, "Paul Kirchhoff (1900-1972)", en
fuente con datos e ideas útiles para responder estas preguntas, Anales de antropología, México, unam, Instituto de Investi-
estudiando un caso ilustrativo del proceso mismo del trabajo gaciones Antropológicas, vol. XI, 1974, pp. 415-21.
antropológico. Holton, Gerald, La imaginación científica, trad. Juan José Utri-
lla, México, Fondo de Cultura Económica, 1985, 272 pp.
(Sección de obras de ciencia y tecnología).
Jiménez Castillo, Manuel, "Introducción", en La etnología:
Referencias bibliográficas y documentales
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del 21 al 25 de abril, 1986, present. Mari Carmen Serra
Anónimo, "Cursos para los expertos del Museo Nacional. Los Puche, México, UNAM, Instituto de Investigaciones An-
historiadores y etnólogos serán preparados por el profesor tropológicas, 1988, pp. 15-9 (Serie antropológica/Etnolo-
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ciembre de 1974, núm. 2, pp. 4-5.
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doctor Paul Kirchhoff, coord ... , México, INAH, 1979, pp. 7-9. rat", en Zeistschrift für Ethnologie. Organ der Berlina Ge-
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etnología: temas y tendencias. I Coloquio Paul Kirchhoff. Berlín, Julius Springer, año 64, 1932b, núrn, 1/3, pp. 41-71.
Celebrado del 21 al25 de abril, 1986, present. Mari Carmen

242 243
LA HISTORIADELAANTROPOLOGÍA
ENMÉXICO MESAII. LASFUENTESDELA HISTORIADELA ...

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nica y caracteres culturales, 2a. ed., México, ENAH, Socie- ___ "El calendario solar como principio de organización del
dad de Alumnos, 1960 [2]-18 pp., mp. (Suplemento de la espacio para poblaciones y lugares sagrados", en Comunica-
revista Tlatoani, 3). ciones. Proyecto Puebla-Tlaxcala, Puebla, Fundación Ale-
- __ "Investigaciones, 1955 a 1961 ", México, 7 de mayo de mana para la Investigación Científica, 1978, núm. 15,
1962, [1]-8 hs. mecanografiadas (en la colección de fotoco- pp.153-9.
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en Antropología y marxismo, México, Ediciones Taller logía, A.C., año 11, diciembre de 1977, núm. 7, pp. 39-46.
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sa Rojas Rabiela, colab. Amelia Camacho, México, CIESAS, Carlos García Mora).
1983, 194 pp. (Cuadernos de La Casa Chata, 91). Zapett Tapia, Adriana, "Paul Kirchhoff", en La antropología en
___ [Ficha suelta sin título], en Archivo Paul Kirchhoff, México. Panorama histórico. 10. Los protagonistas, coord.
Puebla, INAH, Centro Regional Puebla, s.f., carpeta 380. Lina Odena Güemes, México, INAH, 1988, pp. 352-9 ft. (Col.
Kirchhoff, Paul, Lina Odena Güemes y Luis Reyes García Biblioteca del INAH).
(eds.), Historia tolteca-chichimeca, México, Centro de In-
vestigaciones Superiores del INAH/Instituto Nacional de An-
tropología e Historia, 1976,290 pp., mps., láms., cds.

244 245
COMENTARIO*
Salomón Nahmad**

Agradezco la invitación a este coloquio aunque no soy experto


en las áreas de historia ni de etnohistoria; me ha motivado la
participación de todos, si bien yo hubiera invertido el orden,
pues me parece que el trabajo de Carlos García Mora es de lo
más sugestivo, así como el de Monjarás sobre Barlow, porque
reflejan, por un lado, el trabajo de los investigadores que han
trabajado en México, pero también la otra cara de la moneda,
su posición ética y humanista frente a los problemas sociales.
Creo que muchos de los documentos básicos, los libros publi-
cados o los articulas, en ocasiones, como lo han señalado en
varias de las ponencias, entran dentro de la autocensura y del
manejo muy académico, muy específico, y esto impide profun-
dizar en la personalidad, en el interior de los investigadores. En
este sentido, los trabajos de Nansen, Monjarás Ruiz y García
Mora me recordaron a mis viejos maestros; al mismo Kirchhoff
y cómo él, en el fondo, estaba profundamente preocupado por
los problemas de la población indígena. Cuando yo tomé clases
con él, en el doctorado de 1969, él conocía mi orientación y mi
preocupación por los problemas de la población indígena, y no

*Transcripción de la grabación tomada del autor.


** CIESAS, unidad Oaxaca.

247
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 11.LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...

sólo discutimos los problemas teóricos sino que tuvimos una de trabajar, y también su posición interior y su posición oficial
amplia discusión por los problemas entre la posición de Caso y o su posición académica. Yo creo que así vamos a descubrir
su propia posición frente al problema indígena, y cómo hubo un muchas maneras de proceder y de actuar que tienen relevancia
gran distanciamiento entre la "vaca sagrada" que era Caso y no sólo en la preservación del patrimonio cultural sino en las
Paul Kirchhoff que era un hombre crítico, analítico de la socie- políticas aplicadas.
dad. En este sentido, yo creo que muchos de sus materiales y de En este sentido, creo que hay una relación muy profunda en
sus alumnos tenemos algo que expresar. los campos de la lingüística, de la arqueología, de la etnología,
Lo mismo podríamos decir de todos los otros archivos. Por y por supuesto, de la antropología aplicada. Por eso pienso que
eso creo que la idea de crear un archivo nacional de los que han las propuestas que se han hecho de recuperar en las fuentes
hecho la investigación social y antropológica en México debe orales, por ejemplo, todos los trabajos de Swadesh, o los de
ser un punto central para el análisis, para desentrañar no sólo lo Evangelina Arana sobre las lenguas, sobre su posición ética,
que aparece en los artículos o libros publicados, sino en las notas sobre su posición moral, su compromiso social sobre las lenguas
y en los documentos internos; en los diarios, en los pensamien- y su actividad en favor de éstas; o en el caso de Comas, su lucha
tos profundos, en la historia oral de quienes vivimos con estos contra el racismo y no sólo su trabajo puramente científico de
maestros y de cómo esto, para mi modo de ver, se refleja en un antropología física. Creo que en esto hay un material, un acervo
punto central que es la política cultural y sociocultural de incalculable, profundo.
México. La política de la diversidad étnica, de la historia antigua y también me quiero referir a los antropólogos que no han
de estos pueblos, de su presencia actual y de su proyección hacia destacado, que no han sido de excelencia, pero que han hecho
el futuro y no sólo como relatos referidos al pasado. Esto me una labor titánica en el campo, en su trabajo, y que tienen
trajo a la memoria cuando fui ayudante de Weitlaner y también archivos. Recuerdo, deben estar por ahí, el archivo de Maurilio
me recuerda muchos de sus trabajos, de su manera de trabajar, Muñoz, antropólogo otorní muy comprometido con las pobla-
de su posición ética y moral frente a la población indígena y ciones indígenas; de los pocos antropólogos indígenas, muy
frente a los hechos; el objeto de estudio y el compromiso. Creo responsable. El archivo de Carlos Incháustegui, el de Francisco
que todos, en este caso todos los que han trabajado en la Plancarte, en fin, los de múltiples colegas que han guardado
investigación, han tenido un marco de referencia hacia el pre- materiales muy importantes.
sente y hacia el futuro y no sólo hacia la arqueología o a la Por otro lado, se están echando a perder todos los registros
historia. históricos. La correspondencia que mantenía, por ejemplo, Caso
El mismo Gamio inicia en la arqueología y va al indigenismo con los antropólogos, con los que trabajaban en el campo; la
al igual que Caso o Kirchhoff, quien viene de los problemas correspondencia de Pozas, los conflictos, todo eso debe estar en
sociales del Partido Comunista Alemán y debe emigrar, y exi- el archivo del INI, que se está perdiendo, pues los burócratas
larse por causa del nazismo. O los casos de Juan Comas, Weit- consideran que son papeles viejos, de la contabilidad que hay
laner, Julio de la Fuente, Aguirre Beltrán; es muy importante que quemar, o los documentos del Departamento de Asuntos
retomar y registrar todos sus materiales: sus archivos, su manera Indígenas, los de Miguel Othón de Mendizábal, de las notas de

248 249
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 11.LAS FUENTES DE LA mSTORlA DE LA ...

Basauri, sus fotografías, su trabajo etnológico pero aplicado, que nos mueve o nos ha movido a estudiar antropología, a
creo que deben estar por ahí. También hay una veta enorme en estudiar lo diverso, estudiar a los otros y entender por qué
las relaciones entre instituciones como el INAH, el INI, Educa- estamos interesados en ello; pienso que todo esto nos va a
ción Indígena, el Instituto Indigenista Interamericano y su es- permitir entender estos problemas de fondo.
trecha vinculación con la antropología estadounidense. En este Recuerdo discusiones muy amplias con Julio de la Fuente,
sentido, lo que está haciendo la Smithsonian va a aportar mate- con Ricardo Pozas, las contradicciones de fondo, las posiciones
riales que van a ayudar a entender lo que pasaba en México o no sólo teóricas sino las posiciones de origen de la gente; de
en América Latina y cómo se veía desde la óptica antropológica cómo se educaron, de donde emergieron, de qué clase social
estadounidense la situación de estos países. La posición, por provienen, de cómo se articulan socialmente; de cómo los an-
ejemplo, de Richard Adams, actualmente en Guatemala, los tropólogos estamos creando una ideología de los dominantes, al
problemas que surgen. mismo tiempo que hay una tesis de descolonizar y de romper
Yo creo que hay que rescatar todo este material; el acervo esta posición colonialista que persiste hasta el presente, y cómo
fotográfico (cuando estaban hablando de las fotografías recordé se da en esta relación y se da mucho más claramente al aplicarla
al maestro Caso, que preparaba sus visitas a los centros coordi- que al escribir historia. Es más fácil estudiar códices, soslayan-
nadores y entonces pedía que los niñitos lo recibieran con do el problema de fondo, que referirse a la sociedad mixteca
banderas mexicanas, niños mixtecos, o huicholes, etcétera; esto como una sociedad mixteca, como un pueblo mixteco, como un
era entonces todo un ceremonial); la entrada triunfal del indige- pueblo que requiere una posición. Creo que los cambios que se
nismo y de la integración, de la asimilación de los pueblos. Lo han dado en las nuevas generaciones de la antropología tienden
mismo se puede hablar de Mendieta y Núñez con su obra La mucho a desmantelar esto y a encontrar raíces de fondo en esta
etnografía moderna de México, de su pensamiento profundo, preocupación por la antropología, por la historia, por los pro-
su pérdida de identidad como oaxaqueño de origen e indígena blemas actuales y por las lenguas, las políticas que se deben
y su actitud racista en contra de la población indígena. De estos tomar en el presente y hacia el futuro de la antropología. Yo
fenómenos que no aparecen en la obra escrita, pero que en los creo que es bien interesante.
documentos, en las cartas, en todo esto se ve. Me encantó la participación de todos, yo propugnaría por este
Yo creo que es una obra meritoria la de este Seminario de archivo nacional de los antropólogos que propone Luis Vázquez
Historia, Filosofía y Sociología de la Antropología Mexicana, y sobre todo, por guardar todos los testimonios fotográficos, los
obra que han hecho ustedes, aprovechando esta ocasión para materiales grabados, algunas clases de los maestros. Yo tengo
felicitarlos por la obra del rescate histórico, por el análisis por ahí guardadas unas clases de Kirchhoff, unas clases de
histórico, pero yo creo que, como en la historia del psicoanálisis, Aguirre Beltrán en el doctorado, cuando podía tener grabadora,
se ha tratado también de revisar la obra de Freud o de Fromm, porque al principio, cuando empezamos a estudiar, no teníamos
o de los grandes psicoanalistas, también en nuestro caso habrá grabadora. En fin, yo creo que es una tarea fundamental para
que desentrañar el por qué del interés y la posición social, el entender la importancia de la antropología en México.
compromiso social y la verdadera raíz y la orientación de fondo

250 251
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

Pienso que la antropología en México no ha tenido un auge


y una resonancia mundiales; esto no es extraño porque precisa-
ment~ estamos. en la búsqueda de una solución a los profundos
COMENTARIO
conflictos sociales que no nos han permitido construir una
sociedad más igualitaria y más ética. En este sentido, creo que Wayne Robins*
muchos de estos hombres que dedicaron su vida a este trabajo
merecerían ser revisados en su intimidad, en sus detalles, como
ustedes lo están mencionando. Kirchhoff es un ejemplo que a
~í ~e consta, él nos daba clases en su casa, y recuerdo como
rivalizaba por la negación y el temor en la antropología mexi-
cana para e~tender el difusionismo; y él decía: bueno, ¿por qué
el calendario asiático no tiene relación con los calendarios
mesoamericanos? Trabajaba ya en eso. Y Caso mantenía una Propongo hacer algunos comentarios acerca de las ponencias
idea muy nacionalista, es decir, de que lo hecho en México está que hemos escuchado en esta Mesa sobre las fuentes de la
hecho s~lamente en México. Creo que estos fenómenos requie- historia de la antropología en México. Entiendo que "comenta-
ren meditarse, aceptar que hay emociones y conflictos entre la rios" son observaciones generales pero, al mismo tiempo, críti-
pro~ia profe.sión. En los conflictos entre Comas y el maestro cas acerca del contenido de las presentaciones. Me encuentro
LU~1OMendlet.a y Núñez, por ejemplo, deben reflexionarse por ante la disyuntiva de decidir cómo proseguir. Por una parte, se
que se dan y como se dan; esto debe estar en los archivos, tanto podría comentar cada ponencia por separado, o se podría tomar
en el de Lucio Mendieta y Núñez que está en Oaxaca como en el conjunto de ponencias para vertir una serie de consideracio-
el archivo de Comas que debe estar en la UNAM. 'Con esto nes más generales. La primera alternativa sería interesante pero
terminaré mis comentarios. Muchas gracias. implica una dispersión de ideas y observaciones; la segunda
tiene el mérito de sintetizar ideas en un nivel general, pero lo
que se gana en generalizaciones se pierde en especificidades.
La Mesa ha intentado abarcar la amplia gama de tipos de
fuentes para la historia de la antropología en México: la trans-
misión oral; el uso de la fotografía y de la cinematografía; bases
de datos, principalmente bibliográficos; la creación de un archi-
vo nacional de antropólogos; archivos públicos y privados;
manuscritos autógrafos; y papeles personales. La gama es am-
plia y las fuentes variadas. Cada una aporta diferentes tipos de
datos de confiabilidad variable y de manejo diferencial. Una

*Programa de Posgrado en Antropología Social de la Universidad Iberoamericana.

252
253
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA II. LAS FUENTES DE LA mSTORIA DE LA ...

cuestión que la mayoría de las ponencias no abordaron directa- go esta situación no debe opacar otra de igual importancia. Me
mente, con la honorable excepción de la doctora Eréndira Nan- refiero a la influencia de la antropología elaborada en México,
sen, es la de los criterios para un manejo crítico de las fuentes. en los paises de América Latina. Esta influencia abarca des-
No basta simplemente la constatación de la existencia de dife- de la formación profesional en México de antropólogos de los
rentes tipos de fuentes y su contenido. La cuestión es ¿qué países latinoamericanos hasta las preocupaciones por ciertos te-
hacemos con ellas y cómo las podemos utilizar de manera crítica mas predilectos y el acercamiento teórico a ellos.
en la elaboración de una historia de la antropología en México? Me parece que hay dos tipos de historia que se han manejado
Si bien el título de la Mesa se refiere a las fuentes de la en la Mesa de hoy y que se encuentran también en los esbozos
historia de la antropología en México, tal vez convendría mati- publicados de la historia de la antropología en México. Uno es
zar este título y decir más bien que son fuentes para una historia el relato cronológico de los acontecimientos y de la sucesión de
de la antropología en México. Entre hechos concretos, actos y personalidades en el campo de la antropología; el otro es la
actuaciones, que son las fuentes de las fuentes hasta la elabora- historia de las corrientes teóricas y de los conceptos antropoló-
ción de una historia escrita, oral o fílmica, hay una serie de gicos y su aplicación en México, o aunada a las escuelas de
interpretaciones selectivas que se practican para configurar esa antropología existentes en el país. Mientras que ambos enfoques
historia. No quiero entrar en toda la discusión sobre la relativi- tienen su importancia, me parece que el segundo sería más
dad de las interpretaciones históricas o cuáles interpretaciones fructífero en cuanto a la comprensión del desarrollo de la
corresponden más a los hechos objetivos que otras. Lo único antropología en México, de sus aciertos y sus desaciertos, de su
que quiero dejar asentado es la ambigüedad de las fuentes para capacidad crítica ante la sociedad mexicana y de su debilita-
la elaboración de cualquier historia. Las fuentes ya son inter- miento al ser manoseado en función de intereses políticos,
pretaciones de hechos y tienen que ser consideradas como tales. particularmente en función de la supuesta integración nacional
Son ambiguas y esa ambigüedad se debe de tener en cuenta en y del establecimiento de un nacionalismo que a veces asume
su uso. características xenofóbicas en el contexto político. El segundo
Se trata de la elaboración de Una historia de la antropo- tipo de historia es el que también proveería de un contexto para
logía en México. Ha quedado claro que una historia de la comprender los acontecimientos y la actuación de las figuras
antropología en México no se puede elaborar en aislamiento más destacadas de la disciplina en México.
de las corrientes teóricas y de las personalidades que las han Si bien el título tanto del Coloquio como de la Mesa es
impulsado en los Estados Unidos de Norteamérica y en Euro- amplio, el énfasis de la Mesa cae más bien en la práctica de la
pa. Se ha enfatizado cómo la antropología en México ha profesión y no tanto en la historia académica de la disciplina.
respondido a ese contexto: pasivamente, asumiendo plantea- Se trata de fuentes para la elaboración de una historia de la
mientos foráneos, o reelaborándolos y adecuándolos a las práctica de la antropología en México. Esto tiene una importan-
necesidades políticas del Estado mexicano. Ciertamente no cia fundamental en cuanto al objeto de estudio. Somos los
se puede negar la fuerte liga entre la antropología en México antropólogos que practicamos la antropología. Si se va a elabo-
y la antropología en los países más hacia el norte. Sin embar- rar una historia de la práctica de la antropología en México

254 255
MESA II. LAS FUENTES DE LA HISTORIA DE LA ...
LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

convendría tener en cuenta que se trata de una investigación de juzgar una obra intelectual y personal, no de condenar o recha-
antropólogos por historiadores y, ¿por qué no?, antropólogos y zar a la persona. El principio ético en que quiero insistir es el
otros científicos sociales. respeto que fundamenta todo intento de comprensión de la obra
El objeto de estudio deja de ser comunidades indígenas o de cada quien.
campesinos, o clases sociales, o instituciones políticas, y se La elaboración de una historia comprensiva de la antropolo-
convierte en el antropólogo mismo puesto bajo una lupa por sus gía en México va a ser bastante más complicada de lo que hemos
pares profesionales. No se trata de una autocrítica del antropó- podido señalar aquí. Sin embargo, hay fuentes suficientes para
logo en su práctica profesional sino de algo mucho más desa- iniciar la tarea. Las ponencias de la Mesa nos han llamado la
fiante: la crítica por terceros no sólo en cuanto a nuestras ideas atención sobre las dificultades de la preservación de las fuentes,
sino en cuanto a cómo hacemos individualmente la antropolo- sobre todo en cuestiones relacionadas con la seguridad física de
gía. Surge la pregunta obligada: ¿cuántos de nosotros estaría- las mismas; sobre las dificultades inherentes a su interpretación
mos dispuestos a ser estudiados por nuestros colegas? Tampoco y uso; y sobre la importancia de definir el tipo de historia que
se trata de algo como un examen profesional de nuestros cono- se pretende elaborar.
cimientos sino de nuestro acercamiento personal a la profesión.
Se trata de historias personales y juicios sobre nuestros juicios
personales; se trata de un análisis de parte de terceros de nues-
tros condicionamientos personales, socioeconómicos, históri-
cos y tantos otros condicionamientos que nos hacen no
solamente la persona sino también el profesional que somos.
Por supuesto, normalmente se tratan de juicios póstumos y
hasta ahora, que se sepa, nadie ha podido practicar su derecho
de réplica. Esto me lleva a un último punto. Se trata de una
cuestión ética. Cuando, como antropólogos, nos abocamos al
estudio de algún problema social o de un segmento de la pobla-
ción, se trata de la comprensión y de la explicación del fenóme-
no o de la situación bajo estudio. Esta explicación implica
necesariamente la formulación de juicios, sean personales o no.
No tenemos que estar necesariamente de acuerdo con lo que
intentamos comprender y explicar. Pero una cosa es juzgar, otra
es condenar y otra es rechazar. Condenar y rechazar, fuera del
ámbito jurídico, suelen implicar actitudes personales más defi-
nidas que el simple hecho de emitir un juicio. Lo mismo cuando
se trata del antropólogo como objeto de estudio. Se trata de

256 257

MESA III

LA TRANSMISIÓN FORMAL E
INFORMAL DE LA MEMORIA
HISTÓRICA DE LA
ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO
PRESENTACIÓN
Andrés Medina*

La tercera y última Mesa del Coloquio La Historia de la


Antropología en México. Fuentes y Transmisión, realizada el
día miércoles 7 de julio de 1993, sería una espléndida ocasión
para presenciar el despliegue a plenitud de personalidades y de
diversos recursos histriónicos de varios antropólogos narrado-
res, actores ellos mismos de historias, anécdotas y relatos que
forman parte de ese sustancioso acervo que constituye la tradi-
ción oral de la antropología mexicana. El auditorio Javier Ro-
mero Molina estaba apretadamente lleno y rebosante de
alumnos; había no sólo una gran expectación sino también una
animosidad pegajosa que decididamente influiría en los ponen-
tes y abriría numerosos circuitos de comunicación que harían
de la reunión una extraordinaria y vívida demostración de la
manera en que se transmite la memoria histórica de la comuni-
dad antropológica mexicana en sus espacios fonnativos.
La fluidez de las expresiones orales y los gestos oportunos y
elocuentes de los ponentes atraían poderosamente la atención
del auditorio, que seguía puntualmente los pliegues de la voz y
respondía con exclamaciones y risotadas que los narradores
llevaban señalados en su libreto mental. Se conseguía reprodu-

* Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM.

261
LA mSTORlA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

cir así esa particular sensación que se percibe cuando uno de poder ponderar justamente sus implicaciones, en términos de
tales narradores oficia en los pasillos de la Escuela Nacional de las preocupaciones que habrían de manejarse en la Mesa. El
Antropología e Historia, de algún instituto o centro, o en el tono de la presentación de Raymundo Mier nos dejaría pensati-
espacio generoso y clásico de los cafés, las cantinas o las vos y conscientes de los terrenos filosóficos en que nos movía-
reuniones sociales. Había, desde luego, algo más; un conjunto mos, lo que contrastaría con el clima temático que vendría.
de elementos que subrayaban el carácter ritual del momento, y así fue, porque, efectivamente, Jaime Litvak iniciaría su
como el auditorio mismo que enfrentaba al público asistente con alocución con expresiones y comentarios que harían reír y
una larga mesa, cubierta con su respectivo mantel de fieltro aplaudir ruidosamente al auditorio; con su espesa voz de bajo
verde, tras la cual se sentaban ponentes y moderador, y en la profundo y su manejo ágil del argot de los arqueólogos de la
que el micrófono correría de un lado al otro, sugiriendo no sólo ENAH, pronto se echaría a la bolsa a sus escuchas y con ello
la exigencia de amplificar la voz del narrador, sino también la desbordaría en historias sabrosas, picantes algunas, colmadas
importancia del acontecimiento, al ser grabado en cinta y, oca- de palabrotas y palabrejas dichas con llaneza, características de
sionalmente, registrado por una nada discreta y tiesa cámara de este arqueólogo, quien además de ser un excelente administra-
video, situados -grabadora, cámara, consola y técnico- al dor y difusor de la ciencia, es un consumado narrador que
fondo y en el centro mismo del recinto. Así, la atmósfera disfruta del sagrado momento de impartir sus experiencias y de
cargada de tensión y expectación subrayaba la trascendencia del ridiculizar al mundo.
acto. No menos expresivas serían las intervenciones de Otto Schu-
Las ponencias se presentaron en un ciclo que parecía fría y mann y de Carlos Navarrete.! En tanto que QUo habla calmada
lógicamente calculado, pero que en realidad fue resultado del y pausadamente, con exclamaciones tanto chapinas como chi-
azar y de la intuición. La primera de ellas fue la de Raymundo langas, depositando toda su ironía y la sabiduría en la agudeza
Mier, cuya temática establecería conceptual y teóricamente el de sus comentarios, a contrapunto de sus gestos tranquilos,
escenario en el cual se instalarían las disquisiciones, opiniones Carlos Navarrete entra en un trance de aguda tensión, que se
y anécdotas que vendrían después. A partir de una propuesta desborda en tics, y que logra una enorme capacidad tanto para
que plantea las exclusiones, -lo que llamaría, con una cierta cautivar a sus oyentes como para percibir sus reacciones y sus
elegancia distante, las "taxonomías del desprecio "-, analiza fluctuaciones; su larga experiencia de cuentero le ha dado los
lúcidamente el proceso de configuración de la antropología en recursos narrativos que le permiten una muy estrecha comuni-
un sentido que la llevaría a asumir una posición de control social cación y una habilidad para mantener absorto a su público por
y una construcción teórica marcada tajantemente por el positi- horas y horas; y cuenta historias tremebundas y hace compara-
vismo, dejando de lado, sigilosamente, el aliento iluminista, ciones ingeniosas, inesperadas, que dejan zumbando la memo-
orientado más hacia la comprensión que a la explicación. ria y genera inquietudes críticas, las que poco a poco se van
Esto es, evidentemente, una cuestión profunda que implica
un conocimiento muy cercano y amplio de los procesos que I Desafortunadamente, dado que el profesor Navarrete no entregó su ponencia por
constituyen históricamente a la antropología mexicana para escrito y no se recibió su aprobación a la transcripción de la misma, fue imposible
incluirla en esta memoria. [Nola del editor.]

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA III. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

recuperando a posteriori, cuando se decantan las palabras y se investigación que nos permitan conocer mejor este complicado
sopesan los juicios. En esta ocasión lograría una presentación proceso que es el de la actualización y ritualización de la
impecable. memoria histórica y del saber antropológico.
El ciclo de estos magníficos narradores se cerraría con la El texto de la ponencia de Cámara ha sido producto de una
actuación del maestro Fernando Cámara Barbachano, de la pri- cuidadosa y laboriosa transcripción que nos transmite el estilo
mera generación de egresados de la ENAH y actor fundamental .verbal y el ritmo del ponente; hay aquí una recuperación parcial
en la historia de la misma en diferentes momentos. Su presen- del impacto de este narrador. En cambio Schumann y Litvak
tación, la más larga de la mañana, abordaría cuestiones existen- entregaron sus respectivos textos, dejando en la memoria de los
ciales apuntaladas con anécdotas y comentarios que divirtieron asistentes la huella indeleble de sus intervenciones, cargadas de
enormemente al auditorio, y que el propio narrador retornaría experiencia y buen humor; Francisco Barriga nos daría prácti-
para aludir a problemas básicos en el proceso de la formación camente el mismo texto que leyó en la mesa.
profesional y de la definición de una identidad personal. En vez Evidentemente la presentación más ordenada sería la de Paco
de ofrecer respuestas y conclusiones resultado de una larga y Barriga; en cambio los narradores nos comunicarían muchas
rica experiencia profesional, Cámara abriría numerosas pregun- intuiciones, anécdotas, recuerdos y, por supuesto, también pro-
tas y retornaría a aquellos días iniciales en los que tomaría la puestas que es necesario considerar en los trabajos que se
decisión de estudiar antropología y dar así sus primeros y desarrollan en tomo a la historia de la antropología mexicana.
titubeantes pasos que referiría con una particular combinacrón Litvak propone interpretar las anécdotas como una expresión
de ironía, ternura y duda. Sería ésta una colorida ocasión en que que alude a la historia y a la cultura de la comunidad antropo-
se enfrentaban a través de una narración intensa, cargada de lógica y permite el ingreso a ella de nuevos miembros, facili-
emoción, las primeras generaciones y las que actualmente se tando así su socialización.
forman en la ENAH. Navarrete reconocería la importancia y la oportunidad de un
Finalmente, con la lectura de un texto bien escrito y bien seminario de historia de la arqueología mexicana que él mismo
organizado, Francisco Barriga, coordinador de la licenciatura imparte en la ENAH, destacando las orientaciones que la definen.
de lingüística en la ENAH y lingüista él mismo, cerraría el Por su lado, Otto Schumann apuntaría la poderosa influencia
programa de esta mañana. Era difícil seguirlo, luego de la fonnativa que ha ejercido el trabajo de campo hecho por los
condición exhausta en que nos habían dejado los narradores estudiantes con los prestigiados lingüistas que han pasado por
anteriores; afortunadamente entregó su ponencia y ahora, ya la ENAH y han contribuido a formar la escuela mexicana en tomo
lejos de la electrizante atmósfera, podemos disfrutarlo y enta- al estudio de las lenguas indias. Cámara, a su vez, subrayaría la
blar el diálogo inteligente que nos propone. Me parece que toca, necesidad del pleno compromiso personal con la antropología
ordenadamente, los diferentes ámbitos en los que se da la como una manera de contribuir a ella y de reconocer sus pre-
transmisión del conocimiento y de la cultura antropológica en guntas fundamentales.
México, dando énfasis a las especificidades de la formación El comentario pausado y razonado, no exento de erudición y
de lingüistas en la ENAH y apuntando con ello a espacios de apuntes críticos, de Leonardo Manrique, toda una institución en

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA III. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

la lingüística mexicana, señalaría diversas cuestiones aportadas


por los ponentes y con ello nos devolvería la serenidad necesaria
para reinstalamos en el ritmo de nuestra alocada ciudad. La
última imagen que retengo de ese día sería la de las exclama-
ciones y la inquietud de muchos jóvenes alumnos que entusias-
~~~~~----------------------
mados se acercarían, al final, al profesor Cámara para felicitarlo
y para mirarlo, oírlo, luego de haber mostrado las virtudes y
particularidades que han marcado una vida fructífera en la
docencia y en ese tumultuoso y diverso espacio de la enseñanza
informal.
Aprovecho estas últimas líneas para destacar el papel funda-
mental jugado por Mechthild Rutsch tanto en la organización
del Coloquio, como en el penoso y difícil proceso de coordinar I
!~

la recuperación de los textos, su transcripción y su presentación


"

final. Gracias a su estímulo y a su paciente insistencia estas


palabras son escritas y esta memoria es, una vez más, sacudida.

266 267
LAS TAXONOMÍA S DEL DESPRECIO.
VICISITUDES EN LA HISTORIA DE
LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO
Rayrnundo Mier*

El título de este trabajo quizá trasluce una intención irónica


; '. que no es ajena a mi intervención, alude a una mirada un tanto
desapegada sobre la accidentada trayectoria de la reflexión
antropológica. Pero este título acaso permite, por otro lado,
iluminar oblicua mente la tesis primordial que involucra una
historia singular, la historia de la transmisión de la antropología.
El trayecto de la enseñanza de la antropología, de su consti-
tución resultado de un juego dialógico, de una sucesión de
contrastes entre los distintos discursos y tendencias que carac-
terizaron las concepciones de la antropología en México.
Buscaré hacer quizá una especie de crónica de las estrategias
del desprecio, que han marcado la sucesión de inclusiones y
exclusiones, de canonizaciones y condenas que han ido confi-
gurando el trayecto de la antropología mexicana a través de los
accidentes de su propagación.

'Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Escuela Nacional de Antropología


e Historia.

269

-
--
LA mSTORlA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA ID. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

¿Cómo se ha construido el desprecio en la antropología? tral que me interesa es: por qué y cómo se da esta dinámica de
El desprecio de las corrientes, el desprecio de los distintos la construcción del desprecio de la antropología y qué efectos
objetos de análisis, el desprecio de la historia misma de nuestros tiene en el aula, qué efectos está teniendo ahora en este momento
intereses y nuestros conceptos, o el desprecio de dimensiones de una reconstitución profunda de todos los ámbitos del pensa-
completas del orden político y cultural de la antropología. En miento, no solamente antropológico sino también político.
realidad podríamos decir que la historia de la transmisión antro- Quizá el desafío paradójico de la enseñanza de la antropolo-
pológica se da por una extraña conjunción, intrincada, mutable, gía radique en un punto cardinal de indecisión, en una encruci-
caprichosa de lo que no se dice en el aula, todo lo que se calla, jada que es al mismo tiempo ética y política, que pertenece a la
todo lo que se excluye del trabajo del diálogo con los estudiantes historia de la ética con el mismo derecho con el que pertenece
y lo que se dice o se afirma, lo que se sugiere o se desoye. a la historia de las formas culturales de la modernidad o a sus
No podríamos hacer una historia de la antropología solamen- perversiones burocráticas. La antropología es sensible a este
te a partir del análisis de lo que se ha construido o se ha entrelazamiento delicado de imperativos, de tentativas. La an-
explorado cotidianamente en las aulas. La historia pasa también tropología se abandona también a una tentación reflexiva. Se
por el recuento de los silencios y de las exclusiones, esencial- puede analizar antropológicamente la historia de la antropolo-
mente por todo lo que se ha desdeñado en distintos momentos gía. Esta sería una tentación más inquietante que incorporaría a
del trabajo pedagógico; una exhumación de los distintos proce- la preeminencia de la antropología una inflexión histórica que
sos que han sido figurados, construidos con una meticulosidad la descoloca, que le impone una mirada lateral, una incidencia
a veces violenta, las perspectivas que se han confinado a las inusual en la mirada del juego ético que impregna desde el
insidiosas categorías de una corriente, los privilegios que se han centro la tarea antropológica.
concedido a ciertos enfoques; la historia de la antropología Surge un primer punto problemático que valdría la pena
---<omo la de tantas disciplinas- ha desdeñado la "falsación" simplemente señalar: hay una antropología de la historia de la
popperiana para adoptar otro recurso más perturbador: la sata- antropología. Parece un juego de palabras y no lo es; no es un
nización. juego de palabras porque de alguna manera esta formulación
Evoco para la palabra desprecio que utilizo aquí, dos sentidos nos orilla a asumir una interrogante acerca de un punto esen-
contrastantes. Me refiero tanto al sentido estrictamente literal, cialmente equívoco: la relación entre historia y antropología. El
es decir, quitarle valor a algo, pero también excluirlo en un gesto problema que se dibuja --un problema cada vez más percepti-
que es al mismo tiempo denigración. ble- arrastra al ámbito completo del saber antropológico. El
Prácticamente ha habido una particular conjugación de ex- enfoque antropológico hoyes quizá la pieza más crítica capaz
clusión y de denigración reveladora, sintomática, en muchos de de desarticular los modos de pensar tradicionales de la historia,
los enfoques de la construcción del conocimiento antropológico pero al mismo tiempo esa historia, profundamente sacudida,
en México. Esa es la tesis principal, una tesis elemental si se está desarticulando, disgregando, minando los fundamentos de
quiere, pero que desarrollada, creo, permitirá iluminar un fenó- lo que fue el pensamiento antropológico tradicional. Al situar-
meno extraordinariamente intrincado, denso. El problema cen- nos en esta relación entre antropología e historia, estamos frente

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA rn. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

a un problema crucial, es decir. frente a un mutuo, recíproco antropología integral y básicamerite como una rama aplicada de la
desdibujamiento de los rnarc disciplinarios y de los enfoques filosofía del conocimiento y de la filosofía moral.
clásicos, incluso de los gra- .des elementos conceptuales que En su principio, incluso podríamos aventuramos a decir que
parecían estar en la base de nuestra elaboración teórica. en su fundamento, la antropología era precisamente una dimen-
Si nosotros vamos atrás, en una muy breve reconsideración, sión de la ética, de la filosofía práctica, una dimensión pragmá-
quizá muy esquemática, reductiva, de la historia de la antropo- tica que comprometía la complejidad de los órdenes morales y !
logía, el problema que enfrentamos en primera instancia es el la reflexividad del sujeto sobre los fundamentos y las resonan- I
del peso de los primeros grandes modelos. Los modelos román- cias de éstos. Esta pragmática, fundamentada también en un
ticos y los modelos derivados de las antropologías de la vida particular enfoque de la teoría del conocimiento, pierde poste-
básicamente. Podríamos arriesgamos entonces a afirmar que en riormente su sustento y se vuelve lo que nosotros hemos cono-
este mero origen de la antropología hay dos tensiones funda- cido: estos horizontes de saberes de conocimientos tributarios,
mentales, una que de alguna manera va a impulsar a la antropo- falsamente tributarios, de los grandes movimientos de conjun-
logía hacia un enfoque cada vez más especializado, cada vez ción e integración de las concepciones positivas de las ciencias
más riguroso en sus pretensiones aunque no en la consolidación formalizadas, los que constituyen paradigmas propiamente ha-
de ese horizonte de cientificidad, en ese ingreso al ámbito de la blando. La antropología ha formado ese ámbito, esa cauda
formalización y el rigor anticipativo de las ciencias "duras", y sometida a la fuerza de una pura tentación, de una inquietud por
por otro lado, un permanente desdibujamiento del proyecto una verdad y un imperativo surgidos de las creencias cientifi-
inicial de la antropología. cistas. No de la ciencia sino de esta conjugación de creencia y ':\
enceguecimiento que alientan en los intersticios reflexivos de :!
Una antropología que en su momento inaugural en las inmedia- I
I

ciones del Siglo de las Luces era esencialmente una reflexión las ciencias positivas. I
!
integral sobre el campo de la experiencia humana que colindaba y Enfrentamos entonces un primer descarte, una primera exclu-
se fusionaba estrictamente con la filosofía. Fue un tiempo después sión, exclusión de los orígenes de la antropología. En el trabajo
cuando comenzó esta parcialización, esta progresiva erosión de la cotidiano no hay, no ha habido, una recuperación de esta tensión
integridad del enfoque antropológico para construir lo que podría- originaria de la antropología, de esta tensión entre el horizonte
mos llamar una antropología disciplinaria, para configurar el fan- pragmático, ético, moral de la antropología y sus contrastes, su
tasma de la antropología científica que habría de fragmentarse aún calidad iluminadora y disgregadora de las consecuencias de los
más en campos autónomos disciplinariamente como la lingüística, saberes científico-técnicos.
la antropología física, la historia, la arqueología. Podríamos añadir A partir de ahí, posteriormente, sería posible reconocer una
más territorios, cada vez más restringidos, cada vez más volcados segunda exclusión. Ésta tiene que ver con lo que podríamos
sobre sí mismos, acrecentando la fragmentariedad de su objeto. llamar un descarte trágico, un descarte áspero, brutal, que ape-
Este movimiento de disgregación y aparente profundización del nas hoy, en este momento de la antropología, quizá está siendo
conocimiento antropológico de alguna manera se opone al primer revocado. Es decir, la tensión que surge de la divergencia entre
impulso fundamental en los orígenes de la antropología, como comprensión y explicación y que de alguna manera se identifi-

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGíA EN MÉXICO MESA 1lI. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

caba en lo que se llamó despectivamente idealismo, una visión la modernidad su expresión más extrema, exasperada. La antro-
diferencial, una restauración de la imagen inquietante del juego pología aparece como un instrumento de intervención, no sola-
de historia, memoria y subjetividad, un encuadre erigido sobre mente como una modalidad de la articulación de saberes o la
la tensión de una inclinación hermenéutica. La hermenéutica a comprensión --todo lo que integra la palabra comprensión-
principios de siglos, deudora de Dilthey, pone en escena una sino esencialmente como una posibilidad de intervención direc-
tensión básica originaria, constitutiva de las líneas de fuerza ta, la implantación de control sobre los procesos sociales, sobre
básicas de la antropología. Desde esa mirada la antropología se los complejos patrones de interacción simbólica de las comuni-
enfrenta a un dilema que no es sólo cognoscitivo, sino que dades.
recobra la convergencia de la ética y la historia: la antropología Hoy comprendemos claramente que un elemento inherente al
explica o comprende, y esta confrontación no tiene una solución enfoque científico es el control. Ciencia, es decir, explicación,
evidente, inequívoca. involucra la construcción o la presuposición de ordenamientos
La respuesta surge de esta imposibilidad de definir sus alcan- de control. Esta sutil implantación del paradigma cientificista
ces, sus métodos, sus encuadres, sus recursos. Bien se trate de era también necesariamente una sutil implantación del impera-
entender, bien de explicar, esta primera confrontación de exi- tivo de control sobre fenómenos sociales y también indirecta-
gencias, fundante, originaria en el seno de la tentativa antropo- mente sobre los procesos políticos y sobre las comunidades.
lógica, designa una tensión interna en la antropología que de Aquí se define prácticamente lo que habrá de ser el factor
alguna manera no quedó resuelta porque quizá el sentido de la político fundamental en el destino de la antropología mexicana.
antropología radica esencialmente en esta indecidibilidad de los Es en esta disyuntiva, en este surgimiento de lo que podríamos
horizontes teóricos que convergen sin esperanza de resolución. llamar una antropología sustentada en una voluntad de control. 1
No obstante, a pesar de que esta tensión jamás fue resuelta La antropología se enfrenta entonces a una encrucijada fun-
históricamente dio lugar a la necesidad de una alternativa ex- damental donde el descarte, el desprecio de una concepción
cluyente, se procedió imponiendo a esta mirada el silencio, el dialogista de la antropología va a tener un vuelco que no es
olvido, es decir, el paradigma científico predominó. Práctica- solamente epistemológico y filosófico sino esencial y drástica-
mente se desechó toda la vertiente de la comprensión, de la mente político.
antropología como comprensión par!l tratar de centrar el proble- Esta elección de la antropología como recurso de interven-
ma en la antropología como explicación. Este punto me parece ción va a generar una exclusión secundaria, la exclusión de la
crucial porque da lugar a una bifurcación en el saber antropoló- reflexión de la antropología sobre su propia historia. En el
gico. Una bifurcación decisiva políticamente. patrón de las ciencias positivas, el patrón del hacer no requiere
En esta bifurcación política se conjugan quizá los imperati- de una reflexión del sujeto, menos aún de la disciplina, sobre su
vos instrumentales en la antropología surgidos de su nuevo
lugar en el espectro de los conocimientos sobre el hombre. Esta 1 Hay un trabajo que revela, sintomáticarnente, las encrucijadas políticas y éticas de esta
antropología que estaba ya latente en el proyecto iluminista, "antropología del control". El estudio de Ruth Benedick, El crisantemo y la espada, que
es quizá uno de los grandes trabajos clásicos que lleva casi hasta sus consecuencias
pragmático de Kant, encontró en la perspectiva instrumental de
últimas esta tentativa de antropología de control.

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

propia historia. Es un argumento frecuentemente esgrimido por En un momento político crucial para la antropología, el del
los científicos de carrera que ningún físico necesita reflexionar surgimiento y la consolidación de la antropología marxista, se
sobre el lugar de Copérnico; algunos lo hacen por curiosidad, da un momento de posible apertura de este confinamiento de la
otros por un placer por la erudición, hay algunos que pueden antropología dentro de sus propios límites. Cuando se da la critica
hacerlo incluso por una vaga convicción del valor de "las marxista de las corrientes funcionalistas sobre la base de sus
lecciones de la historia", pero subyace la invencible convicción vínculos con el proceso colonial hay el comienzo de una fractura
de que, en realidad, un químico en su laboratorio no necesita de este imperativo de no-reflexividad. Sin embargo esta crítica
saber sobre las veleidades de Kepler por la música para poder fue quizá muy temprana, quizá minada por otros imperativos de
hacer mediciones de laboratorio y establecer protocolos expe- exclusión, una exclusión dogmática. Una exclusión que se sus-
rimentales. La relación de Kepler con la música sin duda ha pende en virtud de otra no menos tajante y que, en el fondo, pone
quedado fuera del horizonte científico, como una mera extrava- en juego los mismos criterios. Una nueva fisonomía de un
gancia sin mayor incidencia sobre los protocolos contemporá- mismo régimen de despotismo sustituye o busca minar la auto-
neos de la física. Y sin embargo, no pasa lo mismo con la ridad intelectual de la antropología fundadora. En sus momentos
antropología. Las veleidades de Malinowski no son ajenas a su más recalcitrantes, la antropología marxista de alguna manera
reflexión sobre el valor del registro antropológico o las obser- prolonga involuntariamente el proyecto deshistorizante de la
vaciones sobre el terreno. La relevancia de los modos de la modernidad antropológica, también imponiendo sobre la exi-
sexualidad en las Trobriand no emerge de un rasgo protocolario gencia reflexiva la vigencia radical de una estrategia de exclu-
o bien accidental del fenómeno mismo. Tampoco son casuales sión, de desprecio. Al asumir la antropología marxista toda la
ni despreciables las veleidades de Roger Caillois y del Collége herencia objetivista, la polémica se "depura" de sus elementos
de Sociologie y las inclinaciones de sus miembros a la explora- subjetivistas, historicistas, se centra entonces en un debate epis-
ción de diversos modos de sexualidad, que los llevaron en cierto temológico sobre la naturaleza de la ciencia. El problema es
momento a tentativas de comprensión de las religiones o las cada vez más legitimar, sustentar, amparar los análisis en los
expresiones de la imaginación y los sueños, la fiesta o los criterios posibles de verdad. Se consolida un juego centrado
rituales sacrificiales. Estamos ante un problema que habrá de sobre el orden de la verdad, pero una verdad tributaria de los
tener un rol crecientemente protagónico en la reflexión sobre la criterios de cientificidad.
historia de la antropología, excluida drásticamente por los im- El proyecto marxista también impregnado por una dimensión
perativos políticos del cientificismo. instrumental asume reclamos y modalidades políticas particu-
Sintetizo brevemente: estos imperativos van a acarrear enton- lares, que en México, por ejemplo, adquieren proporciones
ces una doble exclusión, una exclusión de la reflexión de la programáticas. El impulso político central de la antropología
antropología sobre su propia historia, pero no solamente de su marxista es el tema de la urgencia política. Cuando las teorías
historia como disciplina, sino de su historia como un trabajo de sociales y antropológicas piensan en la instrumentalidad de la
vida, como un horizonte moral y político, integral de los propios antropología para intervenir en las comunidades, de alguna
antropólogos. manera están asumiendo un tiempo histórico particular. Se

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!L.
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGíA EN MÉXICO MESA ID. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

asume la fantasía de una posibilidad de acción y reacción en la alianza peculiar, ha llevado a la antropología a una perversión
interVención antropológica, se asume la intervención según j peculiar --perversión casi en el sentido técnico en y no en el
patrones que reproducen distorsionadamente los protocolos ex- '. sentido peyorativo del término-; es decir, a una especie de
perimentales en los que a una transformación de las condiciones inclinación, a una fascinación por el contubernio con las políti-
sucede una transformación inmediata de los efectos. El recono- cas de Estado, ha habido una fascinante y compleja complicidad
cimiento de lo que hoy Braudel llama las ondas largas de la de la antropología con los despotismos, y las políticas de doble-
historia, es decir, los otros tiempos, su multiplicidad, los tiem- gamiento étnico desarrolladas por el Estado, que de alguna
pos disímiles y rítmicamente inconmensurables de las historias
.,.
; manera está articulando el proyecto antropológico mexicano .

que se tejen en los intercambios colectivos hubiera obligado a Ese fenómeno de simbiosis podría definir enteramente el
".~:.
,~

pensar de otra manera la intervención antropológica. -y proyecto de la antropología mexicana. La mayor parte de los
e
No hay, no existe tampoco la posibilidad de constituir una :'
proyectos antropológicos se han dado sobre la base de su apun-
antropología aplicada, porque los tiempos históricos en su mul- talamiento en el aparato de Estado. Esto tiene que ver con una
tiplicidad no pueden sino revocar los efectos de sentido de toda lógica de la urgencia política y vital, con la urgencia de control,
intervención en el orden de las regulaciones y los sistemas de de dominación pero también de bienestar, de alivio, o de cons-
intercambio. Bien, esto me parece que se puede debatir larguí- trucción y reconstrucción social, esa urgencia que surgió como
simamente, pero la idea de antropología aplicada sin duda se un reclamo del proceso posrevolucionario también. Esa urgen-
exhibía expresamente o alentaba de manera imperceptible pero cia no ha cesado a partir de entonces, una urgencia que de alguna
eficaz en ciertas tentativas recalcitrantes del marxismo antro- manera ha establecido una tensión cada vez más fuerte, más
pológico. Estas fantasías parecen simplemente prolongar un tiránica: la necesidad de reconstruir el proyecto iluminista,
espejismo positivista, se constituyen en la culminación de las reconstituir la "educación indígena", reconstituir la "salud" en
ilusiones del iluminismo. No se trata de hacer una crítica del términos institucionales; la antropología mexicana ha compar-
iluminismo, por continuar con una moda tan deleznable como tido y sustentado --sustenta todavía-un afán "civilizador". A
trivial, surgida de la llamada "posmodernidad". No se trata de pesar de sus resonancias anacrónicas, es posible sostener sin
ser posmoderno, se trata simplemente de analizar el problema inquietarse que el proyecto del Estado mexicano, y los antropó-
de las fracturas que se han dado por lo no dicho dentro de la logos que lo sustentan, nunca ha dejado de ser arcaicamente
antropología, lo que de alguna manera constituye esa exclusión civilizador; este despotismo civilizatorio fue asumido plena-
que ha inducido en la antropología un letargo o una inquietud y mente por las corrientes antropológicas mexicanas todas, inclu-
que está ahí latente y organizando nuestro saber antropológico. so las críticas, y fue asumido incluso por éstas porque de alguna
Ahora bien, la antropología mexicana ha estado fuertemente manera el apuntalamiento clásico tocaba un punto sensible, la
tiranizada por la urgencia, esta urgencia política que es la marca miseria y el sometimiento experimentado durante siglos por los
no solamente de nuestro país sino de Latinoamérica y otros indígenas.
pueblos sin duda, pero que nosotros vivimos como algo tangi- La historia de la antropología ha sido la de la invención de
ble, evidente. Esta antropología de la urgencia ha definido una un testimonio del despojo, de la destrucción y de la degradación

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

incesante de las culturas, y el peso de este testimonio de alguna decir, una subjetividad confinada en una mirada que purifica el
manera atraviesa todo el horizonte conceptual de la antropolo- orden de las regulaciones de la implantación de las subjetivida-
gía. Pero este horizonte de destrucción de los grupos étnicos, des, la cultura interviene en la conformación de éstas y se
esta crónica de su abatimiento progresivo, de la devastación interviene a sí misma al intervenir sobre los juegos de inter-
social, ha impuesto la necesidad de lo que podríamos llamar una subjetividad, etcétera. Los órdenes de expresión y manifesta-
antropología de la urgencia, una antropología de la interven- ción de la autorrefIexividad, sus objetos, sus agentes, esta
ción, una antropología positiva, positivista en el sentido más capacidad de reflexionar sobre sus propios horizontes, sobre su
empobrecedor de la palabra, pero también una antropología sin propia historia, sus propias singularidades, sobre las expe-
alternativas. Sin alternativas en un doble sentido: sin expectati- riencias individuales y el impacto de la vida misma de sus
vas y sin elecciones. Ante la devastación política de los perfiles antropólogos, permanece en los márgenes del pensamiento an-
culturales, demográficos, económicos, jurídicos e incluso esté- tropológico, como un saber periférico, como una concesión
ticos de las etnias en nuestros países, la antropología no tiene humanista, más una cortesía que un eje de construcción del
más elección que admitir como condición de su ejercicio esa saber sobre las colectividades. El estudio de las subjetividades,
precipitación, esa intervención como instrumento de un diálogo de los acontecimientos, de las historias singulares, las historias de
carente de la serenidad del intercambio eficaz. La antropología vida, las narraciones que transitan entre la escucha desentendida
de la urgencia, la que se ha dado al margen de las instituciones de los otros persevera en su calidad problemática, todavía muy
gubernamentales (y muy esporádicamente incluso en el marco incierta en el horizonte de la reflexión antropológica. Aun así
de éstas), es el testimonio de un imperativo ético cuya historia me parece que este evento, esta confrontación de nuestras his-
queda aún por hacerse. torias y su resonancia antropológica, es ese punto de fuga en la
La última exclusión de la que querría hablar es la exclusión reticencia de la antropología. Es también una manifestación de
de lo que podríamos llamar la autorrefIexividad de la antropo- ese intento por recuperar esta especie de densidad autorreflexi-
logía, es decir, la exclusión de esa posibilidad que tiene la va de la antropología sobre sí misma.
antropología de reflexionar sobre sí misma. Hay un momento
que podríamos llamar ejemplar en esta evolución hacia la auto-
rreflexividad. Es el momento en que Lévi-Strauss propone esa
fórmula paradójica del análisis del mito: el análisis del mito
como una más de las variantes míticas. Esta fórmula programa-
tica, conmocionante por su aliento paradójico, abre una fisura,
una grieta irreparable, engendra una perturbación esencial en el
saber antropológico. Podríamos decir que sintetiza ya una enor-
me cantidad de tensiones que se han dado en el trabajo antropo-
lógico: la idea, ejemplificada en los diarios de Malinowski de
la subjetividad en acto dentro del proceso antropológico; es

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P'

MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

EL ANECDOTARIO COMO PARTE DE LA


FORMACIÓN DEL ANTROPÓLOGO
Jaime Litvak King*

Quisiera empezar planteando que quizá debe estudiarse la an-


tropología de la antropología como una ocupación válida. La
profesión, además de su historia -el tema de esta reunión-,
tiene una antropología que vale la pena ver. La cultura material
es muy clara. Es fácil ver, por ejemplo, el vestido del antropó-
logo y el de cada especialidad como una característica. Hay,
seguramente, también un utillaje. Estoy seguro, porque lo he
oído, que hay un lenguaje --quizá sólo un argot- que nos
caracteriza. Hay pues una arqueología y una lingüística de la
antropología. No sé si también hay una antropología física. Pero
la antropología de la antropología no estaría completa si no se
viera su etnología, y es en ésta donde se puede ver la función
del anecdotario en la formación del antropólogo.
El anecdotario en la formación del antropólogo no es sólo una
colección de anécdotas más o menos divertidas. Es, en realidad,
mucho más. La anécdota en la formación del antropólogo es
parte de una tradición, de una herencia. Es la transmisión de una
serie de rasgos que compartimos, que nos identifican hacia
afuera y que nos unen hacia adentro. Nos localizan, nos dicen

* Instituto de Investigaciones Antropológícas, UNAM,

283
,jJ
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA oo,

qué somos, de dónde venimos, de cuántos grupos estamos he- qué la gente, en general y como grupo, es como es y por qué
chos, quiénes son nuestros amigos y hasta dónde podemos cada uno es de determinada forma. Sirve para todos, pero los
contar con ellos y quiénes no lo son y hasta qué punto son beneficiarios primarios son los jóvenes, los que están en el
peligrosos. Esas anécdotas llevan a cabo esa labor dentro del proceso de aprendizaje y tienen que entender su lugar y la
grupo y fuera de él.
manera de su conducta. Eso es la Biblia. Eso también es el
De hecho, si en vez de vemos a nosotros estuviéramos obser- anecdotario para los antropólogos en formación.
vando a un grupo etnográficamente definido, veríamos que estas Tenemos varios tipos de anécdotas ---o leyendas- antropo-
anécdotas tienen el mismo sentido de las leyendas cosmogóni- lógicas, vistas como mitos. Un tipo lo forman las que se refieren
cas de los grupos tradicionales. Los que han hecho etnología de a la enseñanza y constituyen una de las formas más normales de
campo saben la cantidad de tiempo que hemos pasado, la canti- transmitir información. No sólo estamos diciendo qué enseña-
dad de trago que hemos tomado con informantes para oír leyen- ban nuestros maestros, estamos diciendo cómo enseñaban y
das cosmogónicas, En la antropología tienen un lugar especial explicando por qué nosotros sabemos lo que conocemos y por
por su significado. Frazer las usó para la estructura general de qué no sabemos lo que ignoramos. Con ellas definimos la
su Rama dorada y de ellas derivó sus leyes. Levi-Strauss las personalidad de nuestros ancestros como comunicadores. Se
utilizó para definir el concepto de estructura y su papel en los acaba de mencionar la referencia constante que hacía la maestra
conceptos de creación. Dahlgren, en sus clases, al libro sobre la mujer pápago. Una
Las leyendas cosmogónicas cuentan cómo se creó el mundo , leyenda complementaria de mi generación sería que nos tocó
cómo se crearon los distintos detalles físicos del universo donde tomar con ella dos clases: Etnografía antigua en México y Mito,
vivimos, como todo quedó en su lugar, cómo y cuando se magia y religión. Estas materias se enseñaban de cinco a siete
crearon los animales y las plantas; cuáles fueron las circunstan- y de siete a nueve, respectivamente, creo que en martes y jueves.
cias de la creación de los distintos grupos humanos, inclusive Nunca nos dimos cuenta en cuál de las dos estábamos en algún
el nuestro, y sus estructuras de autoridad y de poder. Nos momento dado. La clase que arrancaba a las cinco continuaba
enseñan cómo cada uno de nosotros está en relación con cada hasta las nueve con un descanso de unos cinco minutos alrede-
otro ser y con cada parte del universo. Nos proporcionan una dor de las siete, pero su contenido no dependía de horarios
metodología para resolver dudas sobre situación, relación y asignados. Esa exposición durante cuatro horas de un flujo
cambio. Además unifican nuestros conceptos en ese sentido. continuo de ideas sobre la antropología, dada por alguien que
En la gran leyenda cosmogónica del mundo occidental, la no sólo la sabe sino la siente, como la maestra Dahlgren, era
Biblia, hay una serie de narraciones, incluso duplicadas en parte del gusto de estudiar con ella.
versiones distintas que definen lugares para seres de la natura- Nos acordamos de leyendas como esas pues son parte de
leza y luego una serie de lugares para grupos humanos. La nuestra definición de ser antropólogos. Con ellas nos hacemos
creación del grupo responsable de esa leyenda cosmogónica y herederos del carácter de nuestros profesores y --esperamos-
la definición de por qué está constituido así es parte de la de sus conocimientos. Esa es una de las funciones de la leyenda
explicación. También lo es el por qué está gobernado así; por cosmogónica, la que nos dice cómo eran los héroes de los que

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

tomamos ejemplo. Para la generación de la maestra Dahlgren ba, con ese acento austríaco, guturalizando la r y abriendo las
también debe haber habido un anecdotario similar. De hecho vocales: "¿Notaron la diferencia entre el curado de tuna y el de
algunas de sus leyendas seguramente han pasado a nosotros, ya guayaba?". Nosotros, con la caminada y el pulque, no hubiéra-
sea porque nos las han contado o porque las hemos reinventado mos notado la diferencia entre el arsénico y el té negro. Pero,
con nuevos personajes. eventualmente eso nos ayudó a aprender a beber pulque y hoy
Quizá un subtipo de esta clase de anécdotas sea el de las que los antropólogos sabemos ese arte en desaparición. Es parte
relatan eventos asociados con la formación, pero no directamen- de nuestro anecdotario. Nos trae recuerdos claros e íntimos de
te en clase o en práctica. La famosa luna da que hizo la Escuela gente que ya no podemos ver. A mí me tocó recoger parte de las
(ENAH) en Teotihuacán, provocó que el INAH nunca volviera a anécdotas de su maravilloso trabajo en Tixtla-Naranjo, paralelo
permitir una fiesta en una zona arqueológica. En ella un com- a la carretera México-Acapulco, en el norte y centro de Guerre-
pañero, a la luz de la luna y del trago, decidió que se iba a tirar ro, donde trabajó varios años, donde luego pasamos varios
de la pirámide. Los compañeros le impedían que lo hiciera. La [colegas], haciendo nuestro propio trabajo de campo y recogien-
maestra Dalhgren, dirigiéndose a ellos, les decía: "¡Déjenlo!, si do lo que nos encontrábamos del recuerdo de ese ingeniero
no, ¡se va a frustrar!" alemán. A juzgar por el respeto que le tenían, no sólo sabía de
Esto retrata a nuestros compañeros, a nuestro ambiente, a pulque: no era malo para el mezcal.
nuestra formación y a nuestros maestros. En el anecdotario de Otro tipo de anécdotas se refiere a fiestas. Como todos los
ese tipo hay personajes que aparecen más frecuentemente que antropólogos sabemos, el ocio es una parte importante en
otros. Los que vemos como importantes, como ejemplos, como los grupos humanos, especialmente durante el estudio. Muchos
muy buenos o muy malos y los que queremos. de los recuerdos se refieren a peleas, a que alguien tomó dema-
El otro gran apartado en las anécdotas de la formación del siado o hizo la hazaña de tomar mucho sin que se le notara; o
antropólogo corresponde al trabajo. La descripción de lo que de alguien que llegó con una pareja y salió con otra. De ésas hay
hacemos y cómo nos llevamos con nuestros compañeros y, de toneladas. La monogamia seria da descrita por Powdermaker
nuevo, con nuestros maestros, describe un ambiente, una rela- sobre Hollywood también se aplica en otras sociedades. Para mí
ción de autoridad y de camaradería. Define de hecho la forma el recuerdo más pintoresco de una fiesta fue cuando el doctor
ideal de ejercicio profesional y, en esa forma, sirve de manual Martínez del Río dio una fiesta para la Escuela en su casa y nos
de reglas. Haciendo trabajo de campo en el Valle del Mezquital, dio mole. No sabía qué damos con el mole y no quería damos
el ingeniero Weitlaner (ojo, es importante ver cómo nos refería- cerveza, siendo como era nuestra fama. Nos dieron té.
mos a nuestros mayores y mejores: Weitlaner siempre era "el Hay desde luego anécdotas de la vida personal; relatos de la
ingeniero") iba delante de nosotros, con ese pasito que le era tan relación personal, episodios que retratan a cada uno de nuestros
característico. Cuando pasaba por algún lugar donde había buen maestros, compañeros y hasta, ahora que los antiguos alumnos
pulque dejaba algo pagado para que nosotros lo probáramos. ya somos viejitos, a nuestros alumnos. Son interesantes como
Nosotros íbamos detrás tomando notas y probando el pulque. anécdotas, e independientemente de su valor antropológico son
En la noche, al llegar al campamento, el maestro nos pregunta- buena literatura, alguien debiera publicarlas.

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGíA EN MÉXICO MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

Hay pocos ejemplos publicados de anecdotario antropológi- Estas son nuestras leyendas cosmogónicas. Nos explican
co, y los que hay no se consiguen fácil. Están desde luego cómo era el mundo, por qué las cosas y las personas son
algunas autobiografías de antropólogos que, generalmente, ado- parecidas unas a otras y por qué ese parecido crea una idea
lecen de solemnidad. Hay otras con narraciones más entreteni- general que nos identifica y nos separa de los que no son como
das y quizá hasta más instructivas, como Throw me a Bone, la nosotros. Esa asociación ya no se pierde. Está generada desde
autobiografía de la esposa de Samuel Lothrop, llena de buen esa biblia que explica la antropología para todos nosotros. De
humor y anécdotas. En México el mejor ejemplo sería sin duda hecho no sólo nos define el mundo sino nos define a nosotros
Casa de México de Felipe Montemayor, que debiera volverse a mismos como una sociedad que comparte características de
editar, porque lo merece. Están los maravillosos relatos de conducta, de comunicación simbólica, de valores y que reco-
Xóchitl Métlatl, el ingeniosísimo seudónimo de Florencia Mü- noce ancestros comunes. El símil antropológico más cercano
ller que debiéramos todos leer. Paco Rul publicó uno en la puede ser un linaje. Esto sería una manera de explicar nuestras
biografía que hizo de Doña Flor en uno de los 15 tomos de La leyendas, nuestras anécdotas, nuestras maneras y hasta a noso-
Antropología en México. tros mismos. Habría que conservarJas y habría incluso que
La anécdota en antropología, para examinarse sistemática- buscarlas y recopilarJas.
mente, debe enmarcarse, pues, definida como leyenda cosmo- Quiero terminar con lo que para mí es la anécdota más bonita,
gónica. En ese sentido tendría, según la definición de Frazer cuando menos en la arqueología mexicana. Una persona, no
una relación muy clara con la forma en que ese autor plantea su digo su nombre, hizo su tesis. José Luis Lorenzo, mi maestro,
uso. Las leyendas, al ser contadas, al ser oídas y en su tema estaba en el jurado y, por lo tanto, había que poner atención a
están siendo usadas dentro de las dos leyes que él diseña en su las técnicas de excavación. El tesista, habiendo tratado de hacer
obra: la del parecido y la de la asociación. sus coordenadas de excavación perfectamente bien hechas, al
Con respecto a la ley del parecido, el anecdotario pinta final terminó con un dibujo que le salió mal y los rectángulos
modelos de conducta, formas y rutas en la toma de decisiones. perfectos resultaron rombos. Coco les más que cuadritos. José
Algo que es parecido en algo a alguna otra cosa, tiene en la Luis Lorenzo al verJo pregunta: "¿de dónde aprendió usted
sociedad primitiva una liga que permite una inclusión o una eso?" El examinado respondió: "Usted me lo enseñó, profesor".
asociación. Saber cómo eran los maestros, los héroes, los gran- Fue la única vez, en la historia de la arqueología mexicana que
des antropólogos, nos permite ser como ellos y estar, en esa yo sepa, que el maestro Lorenzo se quedó callado.
forma, en su ámbito.
La ley de la asociación es clara. En cada anécdota aparece
tan~o el héroe como el narrador, aunque éste sólo lo haga en
calidad de espectador. De esta manera se establece la relación
que da al segundo, según la descripción de Frazer, las caracte-
rísti~as del pri~ero. Lo que estuvo alguna vez asociado con algo
no pierde esa liga porque más tarde se aleje.

288 289
LA FORMACIÓN EXTRAMUROS DE
LOS LINGÜISTAS
OUo Schumann Gálvez*

En 1960, año en el que me inscribí a la ENAH, la especialidad


contaba con ocho estudiantes; el enfoque más pronunciado era
hacia la glotocronología y a otros campos de la lingüística
histórica, sin descuidar la recopilación y descripción de las
lenguas. Se estudiaban las lenguas indígenas con la finalidad de
conocerlas y aplicarías en programas de alfabetización; la maes-
tra Evangelina Arana era quien se interesaba en este último
renglón. Ella se mantenía en contacto con el INI y basaba su
aplicación en la política heredada del gobierno cardenista; estos
aspectos los trabajó Mauricio Swadesh y sus discípulos.
El doctor Swadesh fue un lingüista con una formación que
pocos han recibido y manejado, y fue el primero en México en
aplicar las computadora s al análisis lingüístico, además de in-
teresarse por la traducción mecánica, campo que no descuidó
en conocer y mostrar.
El profesor Moisés Romero fue un maestro de relevancia para
el estudio de la lingüística descriptiva y la introducción al maya;
como éramos pocos, el contacto con los maestros fue constante,

* Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM.

291
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA 11I.LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA .,.

así como lo fueron las discusiones y la participación en las hablantes, sino la posibilidad de que lo olmeca fuera en realidad
investigaciones. pluriétnico.
Sin embargo, una era la formación en la ENAH y otra la que La información con Swadesh la adquiríamos más en los
se daba en el campo; en este sentido debemos recordar la centros de investigación donde él operaba, como el Centro de
importancia que representaban Roberto Weitlaner y Wigberto Cálculo de la UNAM; las explicaciones sobre las grandes familias
Jirnénez Moreno quienes, además de ser etnólogos, mostraron lingüística s y las macros que él proponía (dene, nadene, etc.).
gran interés en la lingüística; Weitlaner en la investigación de La visión de Swadesh fue excepcional, puesto que la aplicación
campo y Jiménez Moreno en la investigación de documentos de computadoras en el campo de la lingüística, para él era un
antiguos, y ambos en la lingüística comparada. campo por desarrollar. Swadesh elaboró un archivo de lenguas
Roberto Weitlaner tuvo un gran amor por los pueblos del mundo, con información de lenguas de Asia, América,
hablantes de lenguas otopames y mucho interés por trabajar Europa y África aplicando las computadoras con ese fin; este
en el macro otomangue, aunque ambos investigadores cono- archivo fue desechado por la UNAM años después. Los intereses
cían de lenguas de la familia yuto-nahua y de otras como las de Swadesh eran muchos, porque además de la lingüística tenía
lenguas de Guerrero. Weitlaner fue maestro y amigo en el intereses en campos que desarrolló como la epigrafía maya;
campo, con intereses diversos en etnología, lingüística y Swadesh y otros fuimos fundadores del Seminario para el Des-
arqueología. Repetidas veces salimos al campo con Weitlaner cifre de la Escritura Maya, que posteriormente pasó a ser el
a las zonas pobladas por hablantes de otomí y de mazahua; su Centro de Estudios Mayas. Los discípulos de Swadesh trabajan
verdadero discípulo fue Manuel Alvarado quien presentó aún en campos varios. Entre ellos están Roberto Escalante, Juan
su tesis de maestría sobre el otomí de Ixtenco, en Tlaxcala; José Rendón, Daniel Cazés y Leonardo Manrique, que de una u
con Weitlaner recibíamos el conocimiento de cómo hacer en otra forma siguieron sus enseñanzas.
el campo y qué temas investigar, mostrándonos, cuantas ve- Wigberto Jiménez Moreno no dejó discípulos, pero sí muchos
ces podía, las tradiciones y sistemas que mantenían los pue- principios que los arqueólogos de México y de Estados Unidos
blos otomianos. siguieron sin darle crédito, y formó a varios investigadores en
Fue con Weitlaner que me vi trabajando en lenguas como el los campos de la historia y de la lingüística histórica.
chontal de Oaxaca y me sorprendió su habilidad para entrar en La ENAH cambió por muchas razones y el contacto con los
contacto con los Ilamadores de lluvias en ese grupo. Con Weit- investigadores se ha visto interrumpido, o por lo menos no se
laner aprendimos en las discusiones acerca de las relaciones de da con la misma fluidez de antes. La ENAH se ha visto atacada
las lenguas otopames con las de Centroamérica (Nicaragua y desde dentro y desde fuera, casi siempre por egresados de la
Costa Rica). misma; ha sobrevivido inclusive con programas paralelos, dis-
Jiménez Moreno es quien por primera vez plantea la relación puestos a darle golpes. La educación extramuros no se da más
entre los hablantes de lengua mixe-zoque y la cultura olmeca, y el contacto con los maestros se ha dado cada vez más en forma
aclarando siempre que algún grupo otomangue debió de parti- lejana, por falta de ayudas a la investigación y por las élites de
cipar de esa cultura; es decir, no sólo reconoció la relación entre poder creadas en el campo de la investigación antropológica.

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•..
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXIco

De Weitlaner quedó tanto por editar en campos de la etnolo-


gía y la lingüística, de sus incansables recorridos por los estados
de Hidalgo, México, Tlaxcala, Oaxaca, Guerrero, etc. Siempre LA ENSEÑANZA DE LA ANTROPOLOGÍA
acompañado de alumnos, y si bien sus viajes eran amenos, DENTRO Y FUERA DEL AULA.
nunca perdió la oportunidad de despertar interés en la arqueo- UNA EXPERIENCIA PERSONAL
logía, la etnología, la historia y la lingüística.
No podemos dejar de mencionar en este proceso a Barbro Fernando Cámara Barbachano*
Dahlgren, quien mantuvo un contacto constante con los lingüis-
tas, y con Roberto Weitlaner en especial; su gran interés en el
movimiento de los pueblos, en la etnología y en la etnohistoria,
eran para los alumnos de lingüística de importancia vital. Ella
deja una trayectoria en la formación de investigadores y mucha
información sobre sus investigaciones.
A medida que se ha oficializado la investigación ha perdido
su sentimiento humanista y su sentido de relaciones humanas, En 1938, en Mérida, Yucatán, terminé la preparatoria y no
ya que muchos de los buscadores de prestigio han entrado a sabía qué hacer; 55 años después, ahora que estoy terminando
ocupar puestos de importancia en estos quehaceres. la antropología, [no sé qué hacer! Es muy bueno tener una duda
y tener un afán, "como un clavo, metido en la frente n. ~l ten~r
algo o alguien por qué pensar y por quién hacer da .conslstenc~a
y continuidad a la vida; si no tienes algo o alguien, no estas
viviendo. En ese 1938, cuando no sabía qué hacer, no tenía ese
algo o a ese quién; estaba totalmente desorientado, como sucede
a cualquiera de 18 años. . .
En Mérida había dos posibilidades de estudiar la universidad
tradicionalmente, Y para ciertas familias que pudieran dar a sus
hijos educación de preparatoria y de universidad. En mi familia
había dos posibilidades: medicina o abogada. Mi hermano había
sido señalado, diseñado y programado para estudiar derecho.
Ahora estoy usando esos términos; no me había dado cuenta
antes. A mí me habían programado para medicina. Como yo
sabía que no tenía buena memoria, y sí trataba de razonar y

* Profesor emérito del INAH.

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MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ..,
LA mSTORlA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

hecho, toda la vida, y necesitaba de alguien que lo ayudara. Yo


explicanne los fenómenos, me negué entrar a medicina. Pero como
estaba ahí, en la mesa de la biblioteca y me ofreció ayuda
~ hermano ya estaba en derecho, resultaba casi imposible que dos
económica. Algo que en mi vida había tenido de nadie, porque
miembros de la familia, ante la situación económica muy mala que
yo nada había hecho como para ser retribuido por algo; en
había en mi casa, pudiéramos estudiar la misma carrera. De ahí el
cambio a mí sí me había costado retribuir para alguien o por
cúmulo de desorientación para saber qué hacer en la vida.
algo. Me habló de la posibilidad de estudiar antropología for-
No teniendo nada qué hacer visité por primera vez el Museo
malmente. Me la "pintó" tan esplendorosa, que acepté. Ahora
Arqueológico y Etnográfico de Mérida, que existía desde hacía
me doy cuenta de que era tal mi desorientación que acepté
mucho tiempo, desde el siglo anterior. Yo había pasado frente
estudiar antropología porque él me ofreció la beca. Barrera
a él innumerables veces, porque está en pleno centro de la
Vázquez escribiría a Borbolla, Swadesh, McQuown, Kirchhoff,
ciudad, y nunca había entrado (quién me iba a decir que durante
Weitlaner, etcétera. Una serie de nombres que, en nuestro dia-
50 años no iba a salir de un museo, pues hasta ahorita, todavía,
lecto de Mérida, no tenían cabida; además, yo los pronunciaba
estoy enchufado en el Museo Nacional de Antropología). Entré
a ese museo, no para verlo o conocerlo; entré a la biblioteca para con cierto acento maya.
El Primer Congreso Indigenista tuvo lugar en Pátzcuaro, al
leer el periódico; fui repetidas veces porque aparte de leer
año siguiente (1940), Y fue un momento altamente significativo:
periódicos leía historia de Yucatán y me atendieron muy bien.
sería aprobado el Proyecto de Educación Indígena, a través de
~o era el único que iba a la biblioteca. Y quien me atendió muy
sus propias lenguas nativas. Barrera asistió y a su regreso me
bien fue el culpable o el benefactor de que yo esté aquí con
comunicó que se había aprobado mi beca para fines de ese año,
ustedes: el maestro Alfredo Barrera Vázquez, quien al igual que
y entraría a la Escuela de Antropología, que había comenzado
yo, no sabía qué hacer conmigo.
su existencia dos años antes. Ustedes notarán que cuando hablo
, Me hacía muchas preguntas, tratando de saber quién era yo,
sobre Yucatán o Mérida, es decir, de mi vida en Mérida, se
como era y para qué iba yo a leer el periódico. Fue tanta su
percibe o nota más mi acento yucateco. Así es. No estoy reme-
insistencia que le tuve que confesar la verdad: mis dudas, mi
dando o fingiendo. Al contrario, me sale espontáneo, pues creo
desorientación, que no tenía nada qué hacer y no sabía de ese
que de lo único que puedo estar orgulloso es de ser yucateco.
"nada qué hacer". Por primera vez me habló, aparte de la raíz
En mí no hay una total identidad manifiesta. Soy o hablo o actúo
griega de lo que sí sabía yo, de antropología; me habló de esta
como yucateco, aunque asimismo hablo y actúo como chilango
ciencia, disciplina, yo no sé que es, y no lo creerán ustedes, pero
o "yucahuach" (yucateco que vive en la ciudad de México).
éstos son los "algos" o momentos del cómo llega uno a ser lo
Pues bien, 1939 fue un año decisivo: salgo de Yucatán. Esta
que es, algo que no piensas, no planeas, no programas, sino que
decisión de viajar a México no era bien vista. Sólo unas cuantas
son "algos" fugaces, estelas que pasan en un momento y que las
personas viajaban, principalmente por negocios. De hecho, nin-
agarras o no las agarras; y en una forma u otra, se puede decidir
guno de los jóvenes salía, pues todos creíamos que Yucatán era
el resto de tu vida.
el eje del mundo y Mérida el ombligo. Para qué salir de Yucatán,
El maestro Barrera estaba, desde entonces, reconstruyendo,
si ahí está todo lo bueno; allí se tiene y se da todo, para algunos.
restaurando, cambiando el Museo, como siempre lo hemos

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LA mSTORIA DE LA AN'ffiOPOLOGÍA EN MÉXIco
MESA m. LA TRANSMlSIÓ!'l FORMAL E INFORMAL DE LA ...

y así, en efecto, mi familia estaba en la miseria, y había un administrativas no fue tarea fácil para un yucateco despistado
cúmulo de necesidades. No puedo olvidar a mi mamacita, quien pero, al fin, me identifico, me dan papeles, voy a la galera,
cosía ropa ajena y hacía "pan bueno" para que yo lo vendiera a
encuentro el catre número 13, cuelgo mi traje en un clavo -era
otros vecinos. Cuando le dije a mi madre que me iba a estudiar
un traje "volteado", es decir, un traje viejo de mi tío; unos
antropología, casi se desmaya porque creyó que estudiaría an-
sastres en Mérida lo "voltean" y lo "hacen nuevo"- y dejo mi
tropofagia. Más de 60 años después me doy cuenta que ella tenía
razón. maleta debajo del catre. Luego me fui a comer: sopa aguada,
sopa seca y algo más que me pareció igual que lo anterior, y
Otro hecho significativo en el cómo llegué a estudiar antro-
frijoles bayos. ¡Ésa era la comida de los becarios! A pesar de,
pología fue que, para entonces, el gobernador de Yucatán era
o precisamente por el descontento que sentía, la siesta, q?e ~
Palomo Valencia, ingeniero que llevó al cabo la reforma agraria
esencia del yucateco, me llamaba. Fui a mi catre a dormir mi
y había arruinado económicamente a mis familiares. Sin embar-
siesta. No la pude dormir. ¡Ya no existía mi flus -traje-, ni
go, como becario para estudiar en México, fui a despedirme de
mi maleta! No tienen ustedes idea de lo que fue ese momento.
él y, con gran vehemencia, me dijo: "aquí tienes 50 pesos Lo único que pensé fue regresar a Mérida. No tenía cabida, ni
--serían ahora 50 nuevos pesos- para tu pasaje; vas a estudiar
tenía sentido estar en la ciudad de México, donde ya me habían
para s.abio, pero regresarás a Yucatán". Días más tarde, viajé en
dicho cómo robaban y asaltaban, que me cuidara en las calles;
un patlebote que salta de Chicxulub; no es un puerto principal,
pero nadie me dijo que cuidara de mi flus en el Politécnico.
sino uno comercial y de veraneo. Pailebote es una goleta que va
A las cinco de la tarde fui a ver al doctor de la Borbolla, para
costeando. Salí de ahí el 2 de octubre de 1939, sin saber que
presentarme como exbecario y pedirle que me diera por favor
ve?~ría el "cordonazo de San Francisco ", pues éste no llega a
mi mes de pago, para comprar mi pasaje y regresar a Mérida,
Menda pero sí al mar y playas del Golfo de México. Todos los
pues no podía estar en esa escuela. Con toda la bondad, Borbolla
pasajeros estaban mareados, excepto el profesor Cámara la
me convenció de que había sido un accidente, cosa que era falsa,
tripulación y el capitán. Debido a ese Norte hubimos de en;rar
pero yo acepté en ese entonces, estoy hablando de h~ce 54 años.
a Campeche ..Aquí pasamos dos días, y yo como huésped del Borbolla me dio 15 pesos para comprarme un traje y dar un
capitan, comiendo y conversando con él. Los pasajeros conti- abono a la pensión, pues yo ya había salido de ese lugar o ya.me
nuaban en mal estado de salud, y entonces pensé que estaba habían sacado, porque me habían quitado la maleta y el traje y
destinado a viajar mucho, como lo ha sido, y a estudiar antro- ya no tenía nada. Y así empezó mi vida en la Escuela de
pología.
Antropología, con ese trasfondo muy insípido, trágico, doloro-
. La siguiente referencia fue una experiencia íntima, pero so, molesto [...] pero cambió.
Importante. De principio, yo no tenía ningún deseo de venir a Yo había llegado en un momento de octubre, cuando estaban
México; ni aquí, pues viajé muchísimo. Pues bien, al llegar el terminando las clases. No podía entrar a tomar ninguna y, por
10 de octubre me fui al Politécnico. Allí debería de estudiar, primera vez en la historia, ¡alguien que nunca ha estado en una
dado que el Departamento de Antropología quedaba dentro de Escuela de Antropología sale a prácticas de campo! Es extraor-
la Dirección de Ciencias Biológicas. Encontrar las oficinas dinario lo que les he dicho. No estás prejuiciado, estás virgen;

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puedes ver objetivamente quizá es la única ocasión en que pue- lograrlo. Pulque y polvo, pero ésta fue una práctica de campo
des ver objetivamente: cuando no sabes antes algo de lo que vas sumamente ilustrativa; en ella me dio la impresión de que la
a ver. Y las hice. Me mandaron y me llevaron con Mendizábal antropología no era lo que pensaba que fuera; también me abrió
y con Weitlaner. y como dice él, o Carlitos Navarrete, "a tomar los ojos en cuanto a muchas cosas novedosas, que tenían que
pulque ", Una bebida que en Yucatán es doblemente rechazada suceder, por ejemplo, el propio hecho de salir de Mérida, de que
peligrosa y mala; primero porque no hay y segundo porque es me robaran, de que estuviera en Ixmiquilpan, de que estuviese
mexicana. Pero eso sí, aprendí más que prácticas de campo. bebiendo pulque. Estaban cambiando a Fernando Cámara, de-
Estuve viendo actuar a Weitlaner y Mendizábal, a quienes no masiado, y aquí me empecé a dar cuenta. En un mes me sentía
conocía, y no me parecía que estuvieran hablando bien con la diferente de lo que había sido en septiembre o dos años antes en
gente. En los juegos de béisbol que teníamos en Yucatán con- Mérida. Tenía 20 años, o sea, yo creía que ya estaba formado
versábamos con toda la gente abiertamente; el sentido de la como persona, pero no; sigue uno cambiando y ahora, 50 años
conversación siempre fue paritario. Nunca he hecho, nunca, y después, cuando menos en mi caso, estoy cambiando más que
me ha costado varias molestias y perjuicios, diferencias entre nunca antes. Con esta reflexión voy a cerrar esta porción de la
con quién hablo y a quién me refiero, o qué palabras, señas, charla: el cambio es permanente, aunque la persistencia tam-
signos .0 ademanes diversos he de utilizar. Yo hablo igual con bién; entonces, te queda algo de lo que no cambia; se modifica,
cualquiera, y me pareció que a los otomíes del Mezquital los se transforma algo y se conserva algo, pues hay continuidad;
tenían como gente especial, definidos previamente y seleccio- son cambios, alteraciones, conservadurismo, y algo en ti sigue
nados. No hablaban con toda la gente, sino con algunos y de permanente; tienes cierta identidad.
algunas cosas; luego con otros de otras cosas. Había un cambio Las clases en 1940 representan el tercer año académico. Hay
en las preguntas y en las cosas que les preguntaban, y a mí me 11 alumnos anteriores y 8 o 9 en mi generación. De quienes me
hacía sentir muy mal. "¿Cómo es la luna?; ¿es hombre o mu- acuerdo mucho, porque son parte de mi vida: Ricardo Pozas y
jer?". Yo veía a Wei tlaner, que no entendía cuando el otro decía: Chabela Horcasitas; Monzón, dos años antes, igual que Eusebio
"pues puede ser hombre o puede ser mujer". Ahora me doy Dávalos, Alberto Ruz, Moedano, Faulhaber, Vivó, Calixta Gui-
cuenta que desde entonces había el bisexual, o qué se yo; pero teras, Miguel Acosta y los Galí. En mi generación: Silvia Ren-
eso es ahora. En ese entonces era mayor mi confusión respecto dón, VilIagra, Adela Ramón, Dahlgren, Isabel Horcasitas,
a cómo hablar con esa gente, con esas preguntas, y obtener una
serie de respuestas tan absurdas o confusas, y ellos escribiendo,
I Carrasco y otros que no continuaron y sus nombres se me han
ido. En total éramos unos 20 y otro tanto de profesores por
y yo me decía "¿y esto es antropología? ". ., horas, entre quienes se encontraban alumnos, pues Calixta daba
En la noche, en el hotel yo quería hablar, pero como Mendi- I Inglés; Vivó, Geografía; VilIagra, Dibujo; y Ruz, Francés.
zábal terminaba antes que Weitlaner, no podía yo discutir con ! Alumnos y profesores, todos, en contacto diario y directo, cara
ellos, porque ya se dormían; y para mí seguía siendo un país a cara. Era en verdad una familia extensa, una hermandad, con
e~traño el Mezquital o el propio lugar, Ixmiquilpan. Nunca pude tutorías para cada uno de nosotros. Comíamos y cenábamos
ajustarme. Era todo tan diferente de Mérida, que no era posible juntos en el café de chinos del Poli y los jueves en el Café

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Tacuba, después de las sesiones de la Sociedad Mexicana de cias de estadounidenses en México. No sé si fue la CIA, pero el
Antropología, recién fundada. Esa relación de persona a persona hecho es que se firman convenios con la Smithsonian Institu-
fue la sustancial.
tion, la Universidad de Chicago y con el Instituto del Hombre
A esto último quiero referirme con más amplitud. En cuanto de París. Por ello todos los estudiantes tuvimos las posibilidades
a enseñanza formal e informal, creo que no existe tal separación; de llevar diferentes cursos, con diferentes maestros, que ofre-
la hacemos por cuestiones administrativas; pero en tu vida real, cían 4iferaDtes enfoques o acercamíentos; diferentes ideologías
en la mía cuando menos, no distingo entre lo formal e informal que tienes para usar, probar, comprobar y decidir, o jugar
y menos las separé en mis primeros años en el Departamento de contigo mismo y tu ideología, para ver por dónde vas en tu
Antropología. Salíamos de las clases, matutinas, vespertinas y carrera antropológica. He de decirles que, inicialmente, mi
noctumas, y en los cafés seguía la conversación o discusión. venida a México y mi beca del Departamento de Asuntos Indí-
~demás, muchos hicimos traducciones para Kirchhoff; eran genas, eran para ser mayista, y el propio gobernador de Yucatán
fichas etnográficas para el Handbook oi South American In- me dijo: "Bueno, usted va a estudiar para sabio, pero se me
dja~, mi~ntras yo ganaba unos centavos, haciendo y vendiendo vuelve a Yucatán".
COpl~Smlmeográfica~ para lecturas, en los varios cursos que Don Alfonso Caso, en otras palabras, me dijo lo mismo:
tome con e.ll?s. Eso mismo fue lo que hice 20 años después; mis "Cámara, usted va a estudiar para sabio de maya, pero se nos
alumnos hicieron traducciones, fichas para mí. Ese es el inter- vuelve allá a Yucatán, no se nos queda acá en México"; pero se
cambio, esa es la enseñanza, fuera o dentro del aula' 'cómo desdijo en parte de sus palabras, pues en junio de 1942 me dio
diablos vas a aprender si no estudias? ' ¿ empleo, que era entrar al INAH, lo cual fue, no sé si ustedes lo
Así vivimos, pues nos trataban, también, como hijos, como dirían o no, "accidental". En abril de 1942, en Tuxtla Gutiérrez
hermanos, como parientes, o corno tú quieras, pero con cariño tuvo lugar la Segunda Mesa Redonda de la Sociedad Mexi-
y con respeto. Entonces todo el medio ambiente era para estar cana de Antropología sobre Mayas y Olmecas. Fuimos casi
a gusto, y el que no estuviera a gusto, que se fuera; y así se todos los estudiantes (éramos unos 20), pero no a los hoteles de
fueron muchos, a Dios gracias o gracias a quién sabe quién. Pero los maestros, sino que nos mandaron a Chiapa de Corzo, a Dios
eso es lo Importante de hacer a gusto lo que quieras, en la forma gracias, porque ahí sí vivimos plenamente, no tanto el Congreso,
que tú quieras, cuando tú quieras, a gusto; y aprender, probar, como nuestras vidas en Chiapa de Corzo. Pero Cámara sí fue
crear, ~xpe~~mentar y confirmar lo que tú quieras; así es mayor algunas veces a las sesiones. Luego, en el tren de regreso a
la motlvaClon y el esfuerzo constante para la continuidad si México, a Vivó y a Borbolla les faltaban unos datos de una
estás a gusto. '
sesión, y Vivó dijo: "ese niño de Yucatán debe tener notas,
Una se~und.a experiencia antropológica fue, digamos, formal porque estaba escribiendo". Y me mandan buscar al carro de
y extraordinaria. Otro accidente, también, si tu quieres. En plena ferrocarril, de segunda, donde estábamos los estudiantes, y
guerra, en el 42. Había unos convenios por los cuales México algunos un poco "crudos ", Compañeros que saben de esas cosas
no mandaría soldados, sino que habría intercambios culturales me dijeron que tomara rápidamente una cerveza para equilibrar
para aprovechar en partes del territorio mexicano, las experien- o para que me pasara la "cruda" y pudiera hablar con Caso. Me

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voy al coche de primera a hablar e on Caso, porque sí tenía notas; mínima; pero eso b lo que vale, lo demás es lo de menos. Ahí
sí tenía notas de una tarde y ( . eo que eso fue el factor causal en Zinacantán aprendimos mucho porque llevamos libros de la
para que me dieran empleo el'. el INAH: ¡el día que no me embo- escuela; se dieron cursos; leímos, tradujimos, discutimos, inter-
rraché fui a tomar notas y conseguí empleo! Eso es lo que yo pretamos y planteamos las tesis. De los nueve alumnos que
llamo educación informal o formal, porque luego aprendí que fuimos quedamos tres para hacer un segundo trabajo de campo,
"pambisconeando" y parloteando se puede, también, conseguir más largo (6 meses), para las tesis, mismas que presentamos
empleo en el INAH; pero eso fue más tarde. Para entonces yo ya Calixta Guiteras, Pozas y yo. Además, los tres tuvimos oportu-
tenía empleo, y he llegado a profesor emérito. nidad de ir a la Universidad de Chicago con beca de doctorado;
Los convenios con la Universidad de Chicago y de la Srnith- aunque Calixta y Ricardo Pozas no pudieron o no quisieron
sonian dieron profesores visitantes. Unos alumnos se inscribie- aceptar, yo sí acepté. Aquí contemplan ustedes, de nuevo, el
ron con Beals, con Brand y Foster, y se fueron a Michoacán. A proceso de aprendizaje, dentro y fuera del aula. No sabes nunca
mí me inscribieron con Sol Tax, mismo que mi familia creyó dónde aprendes más, o qué retienes más, porque no es sólo
que era pariente de Pemex. Nunca recordaron el nombre de este entender; estamos hablando de aprendizaje que retengas; por
hombre, quien fue para mi vida muy especial: otra experiencia ejemplo, los investigadores, ¿cómo actuaron en la experiencia
"accidental". Empezó a dar clase, y ahí aprendí algo que es lo del Mezquita]? En Chiapas cambio mi experiencia porque ahí
que he hecho el resto de mi vida: planteamiento de un curso, estaba con grupos de diferente naturaleza étnica, quizás con
tratamiento como seminario, investigaciones históricas, estu- mayor semejanza conmigo, pues yo balbuceaba tzeltal y tzotzil
dios documentales, investigaciones de campo, cursos especiales y algo podía entender por lo poco que sabía de maya. Así vas
para interpretación, análisis de materiales y anteproyectos de aprendiendo y vas cambiando, junto con la teoría que nos
tesis. Ese es el proceso que me enseñaron y el proceso que he enseñaba Sol Tax de antropología social, de historia etnológica.
seguido, en lo que he podido, con todos los estudiantes que he Fue un trabajo intenso, de 14 a 16 horas diarias, de las cuales
tenido, quienes han sido más de 350 y con los cuales he dirigido pasábamos dos o tres escribiendo a máquina el diario de campo:
46 tesis; 14 íntimas, en el sentido de trabajar las tesis juntos, lo que hacías, cómo lo hacías; desde que te levantabas, ¿cómo
pues así no hago diferencia mayor, ni la concibo, entre aula y te sentías", si tenías dolor de cabeza se alteraba tu actuación en
fuera del aula. En 1942, con Sol Tax, aprendimos a trabajar el trabajo de campo.
como equipo en Zinacantán, en los Altos de Chiapas. Al princi- Algo importante que aprendí fue el gusto por hablar, y me di
pio había inscritos unos 20 alumnos para el Seminario y Curso cuenta, con mis propios compañeros de Chiapas, del pavor que
de Etnografía Maya; pero al final quedamos 10 o 12 ya la hora ' . les causaba hacer una entrevista. La gente tiene un miedo
.,:.'.•....
de ir al campo, sólo nueve pudimos ir. ','
natural, nato creo, a no divulgar cómo es; una especie de
El proceso de construcción es permanente, de ajuste y de '.~j,t egoísmo, de no expresar o traducir lo que realmente somos, o
cambio en todo lo que pienses y hagas. De todas tus ideas e
'f,.,' lo que queremos ser; hay una falsedad inicial en la actitud. Y
¡;\

ilusiones al final queda una mínima parte; de todos tus esfuerzos "~ 1 notaba entre mis propios compañeros de entonces, y luego, con
y de todos tus logros, lo que queda realmente es la esencia, y es
}y
. mucha más evidencia, el miedo de mis estudiantes a enfrentarse

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a una entrevista, dejarlos solos con una persona; el temor que argentino o gringo. Si la orientación es semejante a la tuya, para
tienes de que te conozcan. un fin determinado y concreto, funciona perfectamente. El resto
Esto lo digo sobre todo a los alumnos de antropología social, de mi vida profesional en la enseñanza y en la investigación ha
a quienes están en interacción. Tienes que soltarte, dejarte ir, si sido igual: aplicando y tratando en la Escuela de Antropología,
quieres que te entiendan, te aprecien, te respeten y amen. Tienes
que entregarte, si quieres hacer una buena etnografía, tienes que
en la misma forma de actuar, ya sea en la realidad y fuera o
dentro del aula. I
darte. Esta situación de 1942-1943, y luego todo el 43, y parte La beca Guggenheim que tuve era por seis meses, y habría !
del 44 que estuve en los Altos de Chiapas, fueron absolutamente de visitar museos; no obstante, la extendí por 18, pues teniendo
decisivos. Ya lo mayista que quería Caso, se me fue yendo de mi alojamiento y alimentos, di conferencias y realicé mi antro-
la mente, y más porque antes había ido unos días a exploraciones pología social en Colombia, Ecuador y Perú, además de vivir
arqueológicas a Monte Albán, y vi trabajar a las mulas, a los plenamente el carnaval en Río de Janeiro. El resto de 1946 y
cargadores de piedras y a quienes limpian el polvo y las basuras, parte del 47 lo empleo en la elaboración de cartillas para alfa- I
I

para que queden las piezas bonitas y los arqueólogos puedan betización en lenguas indígenas y en realizar investigaciones de 1

estudiarlas. Yo me dije "esto no es para mí", y por lo mismo psicología rural en Chacaltianguis, Veracruz, como parte de los
regresé a la ciudad de Oaxaca. Tomé suficiente mezcal para estudios preliminares en la cuenca del Río Papaloapan. Aquí se
arriesgarme a tomar el tren de regreso, y avisar que no me represarían las aguas del Río Tonto para producir electricidad,
interesaba la arqueología. mediante una planta hidroeléctrica, y hubo una experiencia de
La experiencia de Zinacantán en los Altos de Chiapas, entre rescate arqueológico y de investigaciones sociales en los pobla-
1942 y 1943, la repito dos años después como becario de la dos que cada año se inundaban con las crecientes de los ríos. Yo
Guggenheim, en el Cuzco, en Chinchero, a donde llevo a 10 estudié en Chacaltianguis, y mi estudio fue publicado por el
estudiantes de la Universidad del Cuzco para impartirles cursos gobierno de Veracruz. Por otra parte, una beca para hacer
de antropología social, cambio social y técnicas de campo, el doctorado me fue ofrecida por el Instituto Internacional de
mismos que no di en las aulas, sino en el campo, in situ. En el Educación y la Universidad de Chicago. Por ello, escribí mi
aula no soporto techos, quizás porque soy chaparro, pero, en tesis Cambio y persistencia en los Altos de Chiapas; el examen
general, pienso que muchísimos de los cursos, sobre todo de profesional fue el 12 de septiembre de 1948 y, al día siguiente,
etnografía, de etnología o de antropología social deben darse en viajé a Chicago. Fueron dos años de intensas lecturas, angustias
el campo, en la realidad social. Ahí no tuve que encerrarme en y malestares por el choque cultural, y la presión académica y
el aula, y traté de aplicar las mismas enseñanzas que recibí dos económica. Sin embargo, todo eso cambió cuando compañeros
años antes. En el Cuzco, con los alumnos, con los muchachos de Puerto Rico me invitan, como profesor visitante, a su Uni-
del Cuzco, pude probar, sin haberlo pensado antes, que las versidad para impartir cursos de antropología social, cambio
nacionalidades y las diferencias culturales no importan cuando social y técnicas de campo, además para realizar investigacio-
se tiene la misma motivación o si ésta es semejante a la tuya. nes en varios poblados de la isla.
Para alcanzar un fin determinado, no importa que seas peruano,

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Otra experiencia antropológica, altamente significativa para que quieran ustedes; sólo uno no se ha divorciado; ahí me ha
mí y para nuestra Escuela, fue mi retorno a la cuenca del ido muy mal, más mal que en las tesis, porque creo que no tuve
Papaloapan en 1952 para trabajar con Villa Rojas en el Progra- el entrenamiento y el aprendizaje adecuado, y a ellos les sobra-
ma de "Reacomodo de la población indígena" de Oaxaca a ron prácticas de campo. No es chiste, sino es involucrarte en la
tierras de Vera cruz. En esta ocasión, además, imparto in situ los vida de la gente con la que vives. Yo no hacía diferencia, por
mismos cursos que en Puerto Rico a los estudiantes que se ejemplo, entre los trabajos del señor Berruecos y su vida perso-
habían inscrito en México. Pompa y Pompa, así como Oscar nal, y aquí está para que lo apruebe o lo niegue porque él es uno
Zambrano, me dieron los libros necesarios, actuando semejante de los 11. Mi actitud y conducta personal es parte del propio
tal como en Chiapas, diez años antes, con Sol Tax. Lecturas, aprendizaje o enseñanza de la antropología: convivencia y tu
lecturas y discutir, discutir. A principios de 1954 nuestros participación en la vida antropológica personal y social. No
trabajos en el Papaloapan pasan a depender del Instituto Nacio- puedes diferenciar tu vida de la Escuela, o tu vida en el Instituto
nal Indigenista, pero yo rehuso incorporarme. Llamo a Dávalos, de tu vida doméstica. No existe, no hay separación, hay conti-
entonces secretario de la Escuela, y le pido su opinión. Por nuidad; no puede haber diferencias; la misma vida tienes que
teléfono me contesta que haría lo posible para que se me diera llevar con tus estudiantes, si crees en ellos, si los consideras
el nombramiento de secretario, pues a él lo iban a nombrar alumnos tuyos y ellos te consideran su maestro; de otra manera
director del Museo Nacional de Antropología. simplemente diremos: "me dio clase", o les di clase. Yo creo
En verdad era la subdirección, porque a don Pablo Martínez más en el compromiso, en el darte. Lo que yo aplico en el trabajo
del Río, un extraordinario hombre, no le interesaba nada de lo de campo lo aplico en la vida, sin diferencia. Bueno, me invo-
administrativo y tuvo la confianza de decirme: "Fernando, tú lucré en los matrimonios y aun en los divorcios; suerte que no
vas a manejar esto, porque a mí no me gusta". Pero era un me ha tocado pagar las consecuencias de eso, o dinero de
hombre que estaba pendiente de lo que yo hacía, porque yo le pensión o financiamiento por divorcio, podría ser, porque sí
decía lo que hacíamos y lo que íbamos a hacer. Así le manifesté están muy cerca de mí, podrían pedirme para eso.
14 horas antes, que nos íbamos a ir a huelga; la primera huelga En los años cincuenta, con las experiencias del Papaloapan y
de la Escuela de Antropología, en 1954, para tener dinero para en la Escuela de Antropología cuando, como han dicho mis
viáticos, para las prácticas de campo de etnografía y antropolo- compañeros, iniciamos las carreras de antropología social y
gía social, pues no había dinero, ya que toda la Escuela estaba etnohistoria, hubo mucho fortalecimiento a lingüística. Y lo voy
para los arqueólogos. La huelga la ganamos, y tuvimos dos jeeps a decir, aunque a algunos no les caiga bien: el Instituto Lingüís-
y viáticos para hacer prácticas de campo, de hecho, la huelga en tico de Verano fue una fuerza de la CIA, si así quieren; no me
1954 la ganaron los muchachos que yo había llevado al Papa- importa, pues dio su personal humano, grandes maestros, a la
loapan: Stavenhagen, Leonel Duran, Lesur, Yólotl González, carrera de lingüística, en mi época cuando menos. Los cuatro
María Eugenia Vargas y otros. años que estuve como secretario en la Escuela se fortaleció
He dicho que he graduado a 40, no les he dicho que he sido mucho y ellos contribuyeron extraordinariamente. La antropo-
testigo de 11 matrimonios; más que testigo fui alcahuete o lo logía social que yo introduje, para bien o para mal, llevó la

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antropología aplicada para los centros indigenistas y ofreció sistema político, que está presente todos los días, y si los criollos
posíbilldades de trabajo y empleo generalizado. Recuerden que hicieron la Independencia para su beneficio personal, recordan-
la primera vez que entramos antropólogos profesionales al 00- do a los prehispánicos constructores de las zonas arqueológicas,
bierno fue en el Papaloapan; después de eso, con la carrera de la nueva independencia supuesta de México, la modernidad,
antropología social se abrió un campo de trabajo extraordinario está casi igual: criollos utilizando lo prehispánico y poniéndolo
que es importante señalar, porque ahí viene el compromiso. al servicio de las hoteleras y compañías aéreas; y aunque no hay
Pudo haber chistes, como los hubo muy significativos, que a mí 1 zona arqueológica, se crea Cancún; y si no hay templos o
me encantaban, como cuando decían "la música de Cámara" pirámides, yo pienso que se pueden hacer. Vamos a reímos, pero
que eran los muchachos de antropología social, o "los chicos recuerden que, como dice Freud, la risa es lo más serio que hay
del cambio", que se prestaba mucho a risa; pero lo fundamental en la vida. El futuro antropológico de ustedes, yo lo veo total-
fue que en la Escuela hubo una época en que esa carrera fue mente negro, a menos que se pongan a trabajar en las hoteleras
prioritaria, para infortunio de la etnología. o en Televisa. Ya van a salir en los cines todas las películas de
Otra etapa semejante fue cuando la planeación del nuevo las ciudades mayas; van a salir otras, otras y otras, hechas no
Museo de Antropología entre 1963 y 1964. Participamos duran- por antropólogos, con nuestro trabajo; con excepción de uno que
te meses, sin horarios, ni había horas extras. No había nada de otro que conozco que están asociados con Televisa, y producen
eso. Los muchachos de la Escuela, a quienes escogimos para para Televisa; ellos van a ser --no lo digas en voz alta-, más
conformar las salas de etnografía, se volcaron en el trabajo por importantes de lo que ustedes piensan, quizá alguno de ellos, el
la gran motivación que tenían. Debo añadir que ellos ya eran nuevo director del Instituto. Así que sabrán ustedes por dónde
e~tudiantes avanzados, con experiencia de campo y en las se- van a girar; si se van a quedar en la biblioteca de aquí, no pueden
sl~nes de etnografía y de antropología social, coordinadas por ' trabajar porque muchos de los libros buenos ya los robaron; en
quien habla, para la Sociedad Mexicana de Antropología, y la biblioteca del Museo tampoco, porque no hay un libro nuevo
fueron, asimismo, quienes compraron los materiales etnografi- en los últimos 20 años, de antropología social no hay que leer.
cos para completar las colecciones a exhibir. Pero como dice Litvak o alguien, o ustedes mismos, hubo un
La motivación te lleva a realizar un esfuerzo increíble, jamás momento en que se enseñaban en la escuela los compañeros a
sentirás.cansancio, te cansa lo que te molesta, pero no lo que te sí mismos y no necesitaban profesores. Pueden empezar a en-
gusta; SI te cansa lo que te gusta, descansas y continúas. A tal señarse a sí mismos, a ver qué va a pasar. Yo lo único que les
intensidad trabajamos, que creamos el restaurante de la Güera quiero decir es que, antes que nada y por algo, deben tener la
para no salir del Museo, para trabajar 15 horas diarias en motivación suficiente, tratar de ser objetivos y no perder la iden-
ocasiones no había tiempo para comer en mesa, nos llevaban las tidad que crees tener; no dejes que nadie te la quite.
torta~ o ba~ábamos por .chilaquiles deliciosos; y del cólera que
~abra habido .en ese tiempo, nadie se dio cuenta. El punto
Importante y final es que no estás solo; ésta es una institución
que corresponde a un sistema social, sin olvidar o evitar el

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EL AULA DILATADA
Francisco Barriga Puente*

U no de los principales problemas que enfrentamos quienes


nos dedicamos a la enseñanza de la antropología en general, y
a la de la lingüística en particular, es sin duda, el que tiene que
ver con los desarrollos curriculares, o sea, con la puesta en
práctica de aquellos planes de estudios diseñados ex profeso a
los perfiles de los profesionales que se pretende formar. Y el
problema consiste en que cualquier plan, independientemente
de su filiación ideológica y de sus características estructurales,
pasa por el filtro mediador de los docentes que lo han de aplicar,
por el de los alumnos que lo han de cursar, por el tamiz de la
burocracia institucional y por el de los hábitos escolares más
anquilosados, de tal suerte que siempre existen diferencias
cualitativas y cuantitativas entre el currículo planeado y el
currículo practicado, entre la concepción teórica del proyecto
académico y su realización concreta. O dicho de otra forma: la
ejecución de todo plan de estudios está determinada, en última
instancia, por la concurrencia simultánea de individuos especí-
ficos (alumnos y maestros), en un espacio institucional cuyas
características operativas están sujetas a condiciones históricas
(la escuela).

*Escuela Nacional de Antropología e Historia.

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La cuestión resulta aún más compleja si la aderezamos con diacrónico, entre lo descriptivo y lo interpretativo, e~tre la
ese ingrediente ---por demás escurridizo- al que algunos pe- formación antropológica general y la lingüística en particular.
dagogos llaman currículo oculto y que, definido en grandes Al parecer, la ejecución armónica de lo~ distintos plan~s se
rasgos, no es otra cosa que la orientación implícita del progra- ha debido, en primer lugar, a las capacidades de mamobra
ma, aquel conjunto de contenidos cuya inclusión tiende al man- académica de respuesta pragmática y de concertación que han
tenimiento de la estructura social dentro de la cual está inserta demostrado alumnos y docentes de la especialidad por años,
la propia institución educativa, aquellos cuya razón de estar ahí sobre todo en los momentos en que se han reformado los
es simplemente la reproducción social y que, por lo tanto, programas y se han conformado las plantas semestrales de
dificultan que las escuelas se conviertan en instrumentos gene- maestros; y en segundo, al hecho de que la mi~ma especiali.d~d
radores de cambios. ha sabido cómo regular su funcionamiento en tiempos de cnsis,
y dije ingrediente escurridizo porque, a final de cuentas, el y esto incluye tanto a los marasmos ac~démicos, como a aque-
currículo oculto comprende no sólo la selección y la dosifica- llas otras ocasiones en que los cambios han amenazado con
ción de los conocimientos a transmitir, sino también el cómo precipitarse, sin control ni consenso.
enseñarlos, en qué momentos y en qué contextos, lo cual forzo- Por otra parte, así como estamos disp~e~tos a reco?~cer la
samente implica el privilegiar algunos contenidos en detrimento existencia de un currículo oculto e inSidIOSO, también, ~or
de otros; o cambiando los términos, el inculcar algunos yalores equidad, debemos estar dispuestos a reconocer que en cualqUier
-en la acepción más amplia de la palabrae=- en perjuicio de institución educativa existen suficientes coyunturas desde don-
otros. Y esto, a la hora de evaluar los programas, parece ser un de se puede presentar resistencia a planes y prog:amas, con el
componente muy poco asible y un tanto cuanto subjetivo. objeto de neutralizar cualquier currículo --encubierto o descu-
Así planteadas las cosas, cualquiera podría formarse la im- bierto, subterráneo o superficial-, incluso hasta trans~o~arlo
presión de que los desarrollos curriculares se someten, por en algo contrario a lo pensado por sus diseñadores orlgmales.
sistema, al paradigma inexorable de la entropía y que, inevi- Esta es la otra cara del currículo oculto y está conformada por
tablemente, el caos es la norma que rige la vida académica de la conjunción del gradiente que va desde la libertad ~asta la
las instituciones de educación superior, incluida la ENAH y, por anarquía de cátedra, con lo que podemos ll~ma~ el.aula dilatada,
supuesto, la especialidad de lingüística. Sin embargo, cabe re- o sea, los contextos y modos de enseñar la hng~ístlca que se da~
conocer y subrayar que, al menos en el ámbito que me corres- más allá del salón de clases, con un grado variable de f0r:n'.ah-
ponde, el desorden no campea tan libremente, pues cuando se dad y que abarcan desde el trabajo de campo hasta la parncipa-
examina el currículo expresado por los egresados, en general ció~ en congresos, pasando por el complejo de relaciones que
se aprecia un saldo positivo con relación con lo planeado y se se establecen entre los investigadores Y sus ayudantes, p.or la
puede palpar un equilibrio global en el cumplimiento de los ruta laberíntica de las tesis, por la de los exámenes profeSiona-
contenidos programáticos, una proporción balanceada entre les, y por la de las largas horas compartidas frente a una taza de
lo teórico y lo práctico, entre lo que constituye el núcleo duro de café por educadores y educandos.
la ciencia y las áreas interdisciplinarias, entre lo sincrónico y lo

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El reconocimiento de estos espacios más o menos informales más o menos informales de enseñanza -los cuales tratamos de
de enseñanza es lo que permite, a final de cuentas, contrastar la aprovechar al máximo, en la medida en que aportan eleme?tos
formación que reciben los lingüistas egresados de nuestra es- de innegable valor formativo+-, razón por la cual conviene
cuela, con la que ofrecen quienes desarrollan modelos curricu- detenerse a analizar estos últimos con más detalle.
lares más inflexibles, esquemas ----<asi todos ellos- fraguados Sin lugar a dudas, de los contextos educativos que ~es~ordan
muy al.esti!~ anglosajó~ de los años setenta y que requieren para alsalón de clases, el más orgánico es el de las prácticas de
su aplicación de una infraestructura muy sofisticada, de un campo. De hecho, éstas han constituido, por años, una de. las
aparato administrativo explícito, de una planta de maestros alternativas de enseñanza más productivas y se les ha conside-
reg~l~r y estable, conocedora de las estrategias pedagógicas, rado, con justa razón, como indispensables para lograr una
habilidosa en el manejo de los recursos didácticos, y de una formación integral en cualquiera de las ramas de la antropolo-
matrícula homogénea, participativa, algo contestataria y forma- gía. Tan es así que, prácticamente desde su fundació~, la ENAH
da -de preferencia desde el nivel primario- dentro de las filas les ha otorgado el carácter de obligatorio y, en la medida en que
de la tecnología educativa y bajo la férula de la carta descriptiva. sus recursos lo han permitido, siempre se ha esforzado en
Mod~l~s que, en aras de una eficiencia mal entendida, procuran apoyarlas. Porque, ciertamente, las prácticas d~ c~mp~ se e~-
multiplicar mecánicamente el acto educativo, divorciándolo así cargan de darles cumplimiento a una serie de ob~eUvos irnplíci-
de su auténtico contexto y reduciéndolo a los límites estrechos tos en la formación de cualquier antropólogo, mismos que sería i

de l~ te~n~burocracia. Modelos que al desconocer la personali- imposible cubrir en el salón de clases, y que abarcan desde lo ii
1:
dad individual de docentes y estudiantes, hacen imposible que que algunos llaman "la pedagogía del boy scout", hasta el

¡
I
el proceso de enseñanza-aprendizaje sea una acción creativa desarrollo de las actitudes necesarias para poder comprender la
renovadora, transformadora. ' otredad, o cuando menos, para enfrentarla sin el sesgo de los
Lo anterior, por supuesto, no significa que en el interior de prejuicios. O, dicho con otras palabras, desde acostumbrars~ a
la especialidad de lingüística hayamos arriado las banderas del pasarla sin el baño diario y soportando estoicamente la ofe~lva
currículo escolar o claudicado en la lucha por modernizar la de los insectos, hasta aprender a observar, a escuchar, a registrar
ed~cación y adecuarla a las necesidades de formación de pro- y a ponderar en su propia y justa dimensión a las otras culturas,
feslo?ales que, en materia de lenguaje, experimenta el país. Lo a las otras etnias, a las otras lenguas, a los otros hombres.
anterior tampoco significa que aquellas otras instituciones, di- y aquí cabe subrayar que es precisamente en el campo donde
ferentes a la Escuela Nacional de Antropología e Historia se mide mejor la estatura académica de algunos docentes de
(ENAH), estén libres de los efectos mediatizadores del currículo nuestra institución, la de aquellos que durante incontables tem-
oculto o exentos de contextos de enseñanza extracurricular. Lo poradas de trabajo han acumulado una eno~e ~xpe~ie~cia en
que significa, simple y sencillamente, es que aquí asumimos el terreno de la descripción y que no han cedido ni un aptce ante
plenamente la existencia de ese otro currículo -al cual tratamos la absurda opinión de que el trabajo de campo es talacha. ~e
de salirle al paso cuando resulta contrario a los intereses acadé- segunda, en oposición al análisis de los datos ~ la e~abo~~clon
micos de la institución- y de esas otras aulas, de esos espacios de teorías, que suelen ser considerados como ínvesngacion de

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXIco MESA m. LA TRANSMISiÓN FORMAL E INFORMAL DE LA .,.

primera. Estos maestros, además, han sabido compartir sus primeras generaciones de lingüistas de la ENAH se fo~aron: en
conocimientos y su pericia con estudiantes de todos los niveles, buena medida, como ayudantes de aquellos notables investiga-
en el lugar exacto de la práctica, en el mismo momento de los dores que integraron la planta docente de los años cuarenta,
hechos Iingüísticos. Quede, pues, aquí, un reconocimiento para todos ellos maestros de gran calidad, como Wigberto Jiménez
los profesores Roberto Weitlaner, José Rendón, Otto Schu- Moreno, Norman McQuown, Mauricio Swadesh y Miguel
mann, Leopoldo Valiñas y Fernando Nava --sólo menciono a Othón de Mendizábal. Desgraciadamente, la relación del bino-
algunos- por sostener, desde los orígenes hasta nuestros días, mio estudiante-investigador se fue desgastando en lo más esen-
la mística del trabajo de campo, el compromiso adquirido con cial hasta que, con los años, lo que era una simbiosis educativa
las lenguas indígenas, con sus hablantes, con sus comunidades. quedó convertida en una materia de segunda -léase tal~er-:- o
A lo anterior hay que añadir otras formas de aprendizaje que en un remedo de relación laboral. Al parecer, la causa principal
se producen en tomo al trabajo de campo. Me refiero a aquéllas que motivó la degradación de esta asociación fue el crecimiento
que se originan mediante el contacto entre estudiantes, incluso abrupto de la matricula en la década de los años sete~~, ~I cual, al
de otras disciplinas, y, muy importante, con los miembros de la romper con el equilibrio numérico que desde, los mlclO,s habí,a
comunidad donde se realiza la práctica. Efectivamente, no hay existido entre estudiantes y profesores-investigadores, imposi-
duda en cuanto a que el intercambio de información y experien- bilitó la enseñanza más o menos personalizada, basada en la
cias entre los propios estudiantes es una actividad de importante cátedra y en la investigación participativa, que hasta ese mo-
rendimiento académico. Asimismo, se tiene la certeza de que el mento se había venido desarrollando y obligó a la adopción de
papel educativo que desempeñan los informantes es de primer un modelo educativo afín a la teoría curricular, sujetado a las
?rde~, que su función no se limita a la emisión de datos, pues, proyecciones iniciales, sin duda más mo~e~o, que ~l anterior
I~vartablemente, dan muestras repetidas de su aguda inteligen- ---aunque tal vez un poco ajeno a nuestra ~dlOsmcr~cla---:, pero
era, de su enorme sentido común, de su fina sensibilidad y de que no ofrecia cabida natural para la relación estudlante-mves-
su profunda capacidad de reflexión meta lingüística. Quede, tigador. No, al menos, en los términos anteriores., .
~mbién, constancia de obligación gremial hacia todos aquellos Sin embargo, como era menester contar con espacios dedica-
informantes -verdaderos intelectuales orgánicos, muchas ve- dos al análisis de los datos obtenidos en el campo, se incluyeron
ces anónimos- que han hecho posibles las descripciones que en el currículo los talleres de investigación, Hay que señalar
t~nemos de las lenguas indígenas de nuestro país y, al mismo que, salvo honrosas excepciones, dichos ta~lere~ .defraudaro~
tiempo, han participado activamente en la educación de los las expectativas en ellos cifradas y que su srtuacron se agravo
lingüistas. en los ochenta a tal grado que, durante los primeros meses de
En el mismo orden de ideas, cabe destacar el alcance forma- 1990 , el Consejo Académico aprobó un programa , presentado .
ti~o de la relación estudiante-investigador, que se puede dar lo por la Secretaría de Investigación Y la de Docencl~, conjunta-
nusmo en la escuela, que en los centros e institutos de investi- mente, en el que se suprimen de la estructura curricular todos
gación especializados. Al respecto, es obligado recordar que los talleres de licenciatura y se crean, en su lugar, los proyectos
esta relación tuvo una gran significación en el pasado y que las de investigación forma tiva,

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LA mSTORlA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA .,.

Con la nueva propuesta se pretende que los estudiantes que tor y el pasante. Son bien conocidos los casos en ~~e ambos
tengan sus miras puestas en el Sistema Nacional de Investi- llegan a desarrollar un mutuo sentimiento d~ complicidad ac~-
gadores (SNI) , aprendan a investigar en la Escuela, indepen- démica, producto del trabajo y de los conocimientos .compa~l-
dientemente de que en el proceso de aprendizaje generen o no dos , de los desacuerdos superados, del estira y afloja propios
nuevos conocimientos y/o enfoques teóricos. Sin embargo, esa del proceso de elaboración de la tesis.
no es más que una explicación superficial de las modificaciones. . Es dentro de este marco donde se ofrecen toda clase de
Para interpretar cabalmente la conversión de los talleres en los consejos prácticos y donde la mayor experi.encia .hace sentir su
proyectos de investigación formativa, es preciso considerar que peso, pero es también donde se pueden invertir los pape~es
las condiciones externas volvieron a cambiar al avanzar los tradicionales de tal forma que los estudiantes lleguen a ensenar
ochenta y, como consecuencia, la matrícula empezó a disminuir algo y los m'aestros a aprenderlo. O sea que, para decirlo de
con cada nuevo ciclo escolar. Y no sólo en lingüística, sino manera más sucinta, es en este tramo de la carrera donde algunos
también en las otras especialidades de la ENAH y, más aún, en colegas consideran que se redondea la formación de los lingüis-
todas las carreras de humanidades. tas. El problema es, por una parte, que la relación del pasante
Esta situación tocó fondo al iniciarse los noventa, justo cuan- con su director no siempre es productiva; y por la otra, que la
do la Escuela incrementó considerablemente su planta de maes- elaboración de las tesis en la especialidad de lingüística dura,
tros. De allí que resulte lógico que al reducirse nuevamente el por lo común, cuatro, cinco, seis o más años, lo cual equivale a
diferencial numérico entre alumnos y profesores-investigado- otro tanto, o a más de lo invertido por un alumno regular en la
res, se intente recuperar institucionalmente el rendimiento edu- parte escolar de la carrera. Pero eso no es todo, porque frecuen-
cativo de la relación estudiante-investigador, adecuándolo a las temente sucede que, una vez que la mancuerna formada por el
nuevas necesidades de educación profesional, esto es, introdu- pasante y su director consideran que la tesis ya está terminada,
ciendo a los estudiantes en la investigación por la vía de los el asesor no está de acuerdo y amenaza con ventilar el asunto
hechos, ofreciéndoles en este segundo semestre de 1993, cerca en el examen profesional y, por su parte, el dictaminador, cuya
de 40 proyectos de investigación formativa, que se desarrollan personalidad suele ser un secreto a voces, condicio~a su fallo a
en un territorio que se extiende desde la Sierra Tarahumara hasta la realización de un número tan grande de cambios, que su
la Península de Yucatán, y que cubren una gama muy amplia de realización le toma al pasante otros seis meses. Sobra apuntar
temas antropológicos e históricos. que para el futuro profesionista una situación. de este tipo puede
Una tercera instancia educativa que desborda al salón de constituir una fuente de enseñanzas muy vahosas y representa,
clases, es la que se da en tomo a la elaboración de las tesis al mismo tiempo, la oportunidad para depurar su t~abaj~, porque
profesionales. Aquí los actores principales son el pasante y su más allá de la tragicomedia es verdad que los dlctammadores
director, aunque en ocasiones también llegan a jugar un papel suelen ser verdaderas autoridades en la materia de las tesis, por
relevante los asesores y, con mucha frecuencia, el dictaminador. lo que sus observaciones son dignas de las. ~ejores c?ns~~era-
Por supuesto, cuando las cosas marchan bien, el proceso de ciones. Pero si el pasante tiene prisa en recibirse, la dilación se
enseñanza-aprendizaje se da con más intensidad entre el direc- traduce en frustración y tiene el efecto tangencial de estropear

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

la eficiencia terminal de la especialidad, colocándola muy por tos un tráfico de nuevos saberes e hipótesis que representan la
debajo de las otras instituciones de educación superior que pu~sta al día en la materia y la divulgació.n de los traba~os de
ofrecen alternativas más rápidas de titulación, como lo son las investigación más recientes. Para los estudiantes, en particular,
tesinas, los exámenes globales de conocimientos, los buenos estos eventos también representan la oportunidad de conocer,
promedios, etcétera. Ante esta disyuntiva, no queda otra alter- de primera mano, lo que se hace en otras instituciones, de enta-
nativa que colocar en un platillo de la balanza los beneficios blar relaciones directas con lingüistas de otros países y de otras
académicos asociados con la elaboración de las tesis, y en el ciudades. y por otra parte, los congresos también constituyen
otro las bondades de las titulaciones por fast track, y ver hacia foros en los cuales los alumnos más avanzados pueden dar a
donde se inclina el fiel. Tenemos que sopesar los argumentos conocer y exponer a la crítica de los demás, avances de sus tesis,
en favor y en contra de privilegiar los aspectos cualitativos de primeras investigaciones, proyectos, etcétera. En este tenor,
la educación o los cuantitativos, de ofrecer la carrera de lingüís- cabe apuntar que desde 1987 se han venido celebrando regular-
tica o de ofrecer lingüística a la carrera. mente las Jornadas Lingüísticas, con la idea de que sean, sobre
Una vez aprobada la tesis, al pasante sólo le resta presentar todo un espacio académico para los estudiantes de toda la
su examen profesional para obtener su título. La valoración RepÓblica. De hecho, muchos de nosotros hemos ~btenido e~
académica de este evento varía sensiblemente de persona a las Jornadas nuestros primeros puntos escalafonarios, los pn-
persona, pues hay quienes opinan que éste no significa más que meros "pilones" de la carrera, y por añadidura, también hemos
una reunión social, carente de todo contenido educativo, y aprendido lo indispensable que son para acceder al mercado de
quienes, por el contrario, opinan que el examen posee un sentido trabajo nacional. Consecuentemente, hemos llegado a entender
académico bien definido. De lo que no cabe duda es que, desde por qué, ocasionalmente, un mismo colega ~e emp~ña en pre-
la perspectiva del sustentante, la ocasión constituye un verda- sentamos, una y otra vez, la misma ponencia con ligeras mo-
dero rito de paso y que todo el conjunto de preguntas y respues- dificaciones, en diferentes congresos. No se trata de un acto de
tas que allí se dan, de aciertos y de yerros, de argumentos y de necedad, ni de un afán protagónico en los foros lingüísticos. Se
explicaciones, establecen una impronta indeleble en la memoria trata, más bien, de un recurso estratégico para no quedarse a la
de los examinados. Efectivamente, todo lo que en esa circuns- zaga en la consecución de puntos promociona.les ---:10 que e~ el
tancia se cuestiona y se debate tiene un importante valor educa- .t-·
fondo no es más que un acto de elemental subslstencla-, o bien,
tivo porque cala hondo, porque los sinodales de todos los .' una fórmula para poder hacer turismo científico .
tiempos han sabido poner el dedo en la llaga e identificar las En resumen, se asume la existencia de un currículo oculto
partes más débiles de las tesis para ponerlas sobre el tapete de que, por una parte, reinterpreta los planes y programas de
las discusiones. La situación suele ser incómoda pero fonnativa, estudio, y por la otra, ofrece alternativas de enseñanza ext~acu-
y no sólo para los examinados sino también para todos aquellos rricular nada despreciables. De allí, pues, que se considere
miembros de la comunidad académica que presencian el acto. conveniente tomar en cuenta estas alternativas a la hora de
Algo muy semejante pasa con los congresos, pues en ellos planear el futuro, máxime cuando ya han probad? su eficacia
también se produce una circulación importante de conocimien- por medio siglo. Ahora bien, el cabal aprovechamIento de estas

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j
LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO

posibilidades requiere de imaginación y creatividad, de conju-


gar los proyectos en el largo plazo con la capacidad de respuesta COMENTARIO
pragmática, de evitar a toda costa los modelos curriculares poco
Leonardo Manrique Castañeda*
flexibles y la tecnoburocratización, de entender que una de las
claves para acceder al futuro está en el conocimiento y el
reconocimiento del pasado de nuestra disciplina.

Los comentarios que siguen son breves porque están tomados,


básicamente, de la grabación que se hizo durante la presentación
oral de los mismos. Presentación que tuvo que ser un poco
atropellada en vista de que los ponentes habían casi agotado el
tiempo previsto en el programa.
Otra circunstancia se suma a la anterior: es difícil comentar
trabajos que no han podido leerse con cuidado, y la mayor parte
de las exposiciones fue hecha sin texto alguno. Poco antes de
iniciar la sesión, mi buen amigo Jaime Litvak me decía que no
necesitaba llevar algo escrito porque conocía muy bien el asunto
del que iba a hablar. Era verdad, y nadie duda de que los otros
ponentes que no llevaron un texto tuvieran igual dominio sobre
los temas que eligieron. El problema era para el comentarista
pues puede =-conociendo a los expositores y los títulos de sus
presentaciones- hacerse una vaga idea de lo que tal vez digan,
pero le faltarán puntualizaciones y detalles, si no es que se
equivoca rotundamente en sus suposiciones.
Desafortunadamente tampoco he tenido acceso a los textos
en el momento de revisar la transcripción de lo que en ese
momento dije. Posiblemente se deba a que los expositores de

*Instituto Nacional de Antropología e Historia.

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LA HISTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA III. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

esa sesión son un tanto ágrafos ----<lefectoque, por cierto, com- Buscaba una concepción global del hombre y de su lugar en el
parto- y tal vez no entregaron la versión escrita, pero puede universo que no dependiera por completo de considerarlo cria-
deberse a otra causa, pues tampoco pude tener a la mano la tura de dios, sino que lo comprendiera y valorara desde un punto
ponencia que sí llevó escrita Francisco Barriga, quien sabe de vista más racionalista. Mier nos ha hablado de los contrastes
escribir y sabe hacerla muy bien, con elegancia que hace resaltar y rupturas de la idea del hombre en diversas escuelas filosóficas,
el valor de lo que dice. según creo haber entendido. Si es así, la historia de la antropo-
Pasemos pues a los comentarios. Espero que los antecedan logía que él nos ha dado no está muy próxima de la historia de
los textos, para que resulten comprensibles aunque cojos por las la antropología tal como la entendemos la mayoría de quienes
razones que he dado. estudiamos y practicamos esta disciplina académica no filosó-
Una nota general, aunque no universal, en las exposiciones fica. Muy probablemente la antropología de la que nos habló
de ese día fue la presencia de la anécdota. Ella era el tema central Raymundo Mier sí corresponda a lo que muchos filósofos, y
del discurso de Jaime Litvak, pero después campeó en lo que sobre todo filósofos religiosos, entenderían por ese término. Me
dijeron tanto Carlos Navarrete cuanto el maestro Fernando temo que hablemos lenguajes muy distintos los filósofos y a
Cámara, quien nos ha contado su iniciación a la antropología y quienes llamaré antropólogos "pedestres", para indicar que no
su desarrollo como investigador, basándose en una rica colec- rayamos en las alturas de la filosofía, quehacer eminentemente
ción de anécdotas personales, tan válidas como jalones en una humano al cual, no por ignorarlo dejo de respetar como se lo
vida profesional cuanto valiosas por lo que nos dicen de él como merece.
el ser humano que es. Más parco en este sentido, Otto Schumann Vuelvo ahora sobre la cuestión de las anécdotas. Me pregunto
también recurrió en varios casos a anécdotas o situaciones muy (e invito a los lectores de estos comentarios a preguntarse
particulares que bordean el terreno de la anécdota, si no es que conmigo) si de hecho la antropología -la antropología cultural,
de plano lo son. la etnología, la antropología social, etcétera, tal vez con excep-
La espontánea superabundancia de las anécdotas en el tema, ción de la antropología física- no es un poco recolección de
nos invita a pensar un poco sobre su papel en la antropología, anécdotas. Al fin y al cabo las respuestas de nuestros informan-
asunto sobre el que volveré poco más adelante. tes reflejan sus experiencias personales. Decimos que lo que
El primer expositor, Rayrnundo Mier, se adentró más que los ellos nos dicen corresponde a la visión del mundo y de las cosas
otros en el tiempo de la historia mostrándonos las divergencias que tiene toda su comunidad, pero la verdad es que no hay "una
que a partir del siglo XVIII ha habido en la idea sobre la antro- comunidad" con ideas propias acerca de "su" forma de vida,
pología. Me ha parecido muy interesante e informativa su po- "sus" costumbres, "su" lengua, "sus" tradiciones; quienes tie-
nencia, con una sola salvedad: su excursión ha ido más que nada nen ideas son los individuos que forman esa comunidad, ideas
por los terrenos de lo filosófico. En el campo de la filosofía --si que en muy gran medida, pero no por completo, comparten con
no me equivoco- la antropologia surgió en ese tiempo para los demás. Lo que digo no es ninguna novedad, por eso se nos
designar un ámbito de reflexión complementario y en cierto recomienda, desde estudiantes, acudir a varios informantes.
modo opuesto al ámbito de la teología y de la metafísica. Cada uno de ellos nos da informes distintos, ligeramente distin-

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LA mSTORIA DE LA ANTROPOLOGÍA EN MÉXICO MESA m. LA TRANSMISIÓN FORMAL E INFORMAL DE LA ...

tos, si se quiere. Los informantes mismos reconocen en algunos postre; estos chismes, según él, van introduciendo a los estu-
de los individuos de la comunidad un mayor conocimiento o diantes al grupo del cual formarán parte como profesionales
capacidad para informar sobre determinados asuntos, proba- investigadores o practicantes de la disciplina.
blemente por las experiencias personales (digamos las anécdo- Pues bien, creo que la narración de anécdotas contribuye a
tas) que aquellos han tenido, aunque por similares razones romper el "currículo oculto" del que nos ha hablado Barriga en
algunos se sientan mejor enterados que otros en determinados esta sesión. Ya había oído algunas de las anécdotas que acaba-
campos. Pues bien, es evidente que los antropólogos recogemos mos de escuchar, y hoy me han sido ratificadas, otras me eran
todos estos informes fraccionados y de ellos nosotros abstrae- desconocidas, y de algunas más conocía ciertas variantes, tal
mos y generalizamos, así es que la antropología que construi- vez debidas a la constante recreación que la literatura oral hace
mos está condicionada, en parte al menos, por el azar de las de sus textos, como bien saben los especialistas en este terreno.
anécdotas que se recogieron. El caso es que con variantes o sin ellas, sea en el trabajo de
En el mismo caso están los historiadores, si no es que peor. campo, en el café, en los congresos y en muchas otras situacio-
Ya sabemos lo accidental que es siempre la existencia y conser- nes se cuentan anécdotas -nonnalmente gente mayor a los
vaci?~ de los docu~entos. Lo saben mejor los historiadores y jóvenes-e- cuyo valor formativo es evidentemente grande, pero
los filósofos de la historia y por eso han escrito largos y sesudos yo diría que no sólo tienen valor formativo, sino que tam~ién
tratados al respecto. No es éste el lugar para recoger nada de lo cumplen la importante función de introducir a los nuevos miem-
mucho que se ha dicho sobre este tema. Quiero nada más sugerir bros a la comunidad de los antropólogos.
que podría ser interesante aplicar a la antropología algunas de Dicha comunidad, por cierto, no carece de fisuras, de ciertas
las ideas que han desarrollado los historiadores. posiciones contrarias. Supuse, basándome nada más en el título,
Y.a q~~ mis comentarios se han centrado en las anécdotas y que este era el tema que trataría Mier; él se ha referido de manera
su difusión, creo que vale la pena referinne a otros aspectos de muy acertada a los antagonismos, pero sobre todo a aquellos de
las mismas. Hace ya muchos años Max Gluckman publicó en orden filosófico que responden más a la concepción del hombre
Current Anthropology un artículo titulado "Gossip and sean- que a las corrientes de las disciplinas antropológicas mis~~s o
dal ". La idea central del mismo consiste en que el chisme y el de sus divisiones. Es este nivel menos elevado al que quistera
derecho a hablar mal de ciertas personas fijan los límites de un referinne ahora. Es bien sabido -iJara eso sirven el chismorreo
grupo: se permite chismear y hablar mal de alguien solamente y la narración de anécdotas- que el arqueólogo fula~ito .~~más
a quiene~ son parte del mismo grupo (mi versión sería que "la menciona a perenganito, y lo mismo sucede entre lingüistas,
ropa sucia se lava en casa ", pero sólo se permite lavarla a quien antropólogos físicos, etnólogos y las demás especies de antro-
es de casa). Por eso Gluckman recomendaba --él decía hacerlo pólogos. Vaya un caso como ejemplo: muchos de nosotros
así- que en los cursos introductorios de antropología, además hemos leído los trabajos de J. Eric S. Thompson sobre la
de la teoría y de la información factual deberían también con- escritura maya y seguramente hemos notado con no poca extra-
tarse algunos sabrosos chismes sobre miembros de la comuni- ñeza que nunca menciona a Yurii V. Knorozov~ has~ el grado
dad antropológica a la que los estudiantes ingresarían a la de que cuando es ineludible referirse a sus contribuciones recu-

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rre a circunloquios que le permiten no escribir su nombre. Puede quienes nos antecedieron podemos saber mejor en dónde esta-
estarse de acuerdo o en desacuerdo con lo hecho por Knorozov, mos y hacia dónde debemos dirigir el desarrollo futuro de
pero no puede sanamente ignorársele, y Thompson -estudioso nuestras disciplinas. Por ello me congratulo de que exista el
de indiscutible seriedad- no podía dejar de conocerlo, así que Seminario de Historia, Filosofía y Sociología de la Antropolo-
el silencio que guarda tiene otro sentido: se trata de hacer pasar gía Mexicana, aunque difícilmente podré contribuir al mismo
desapercibido a quien en un momento amenazó la posición porque no soy historiador y mi enciclopédica ignorancia de la
cimera que todos, con justicia, le reconocíamos a Thompson y filosofía me impide decir nada inteligente al respecto. Aplaudo,
que no dejamos de reconocerle aceptando además la aportación pues, el empeño y estoy ansioso por conocer su producción.
de Knorozov.
Hay silencios igualmente significativos de muchos otros.
Curiosos como son, resultan aceptables, porque en otros casos
los antagonismos se vierten en críticas despiadadas, deprecia-
doras y despectivas, sin verdadero fundamento. Desafortunada-
mente la transmisión de anécdotas y el chisme también son
ocasión para la crítica acerba que hacen especialmente quienes
no se sienten capaces de defender con argumentos la postura
que han tomado. Es de lamentar que en ocasiones -lo he visto
con pena-los discípulos de alguien heredan de su maestro no
sólo el saber, sino también las fobias y desprecios.
Para terminar mis comentarios debo referinne a la afirmación
-escuchada en esta reunión hace un rato- de que la antropo-
logía necesita hacer su historia. Yo no estoy tan seguro de que
la antropología (o la antropolgía mexicana, o las ciencias socia-
les en general) necesite verdaderamente hacer su historia. Estoy
convencido de la conveniencia de que cada disciplina haga su
historia y de que los practicantes de esa disciplina la conozcan
por lo menos en sus líneas generales. Esta idea no es nueva, hace
ya 25 años, cuando se fundó la Sección de Lingüística del
Museo Nacional de Antropología -así comenzó lo que ahora
es Dirección de Lingüística del INAH- uno de los temas que
propuse como objeto de estudio permanente era la historia de
los conocimientos sobre las lenguas indígenas porque estimaba,
y sigo estimando, que conociendo el camino recorrido por

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