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Claudio Maruottolo.
Psicoanalista y Psiquiatra.
Jefe Clínico del Hospital de Día de Avances Médicos (AMSA), Bilbao.
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Claudio Maruottolo
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La subjetividad como tercera tópica psicoanalítica. Conceptos de su metapsicología y clínica
de producción en la sociedad postmoderna, una tica tanto desde su versión intersubjetiva, prime-
característica optimista, a mi modo de ver, es la ro de Jürgen Habermas y luego de Axel Honnet,
preminencia de lo subjetivo de la postmoder- como desde la llamada subjetividad colectiva de
nidad sobre el objetivismo de la era moderna, José Maurício Domingues8 (Domingues, 2003).
donde la “objetividad” detentaba el saber y por Algunas de estas teorías han comenzado a ser in-
lo tanto el poder hegemónico en las relaciones corporadas por algunos autores al psicoanálisis.
socio-culturales.
La propuesta de configuración tomada por mi
Por lo tanto, el primer escollo es resolver el lu- perspectiva de la subjetividad es un retorno a
gar de la subjetividad en la era posmoderna para la dialéctica hegeliana donde el par afirmación/
luego sí adecuarla al modelo psicoanalítico. negación no son opuestos sino complementa-
rios necesarios para la existencia uno del otro,
Lo que en general se conoce como método en una constante retroalimentación de nega-
científico puede asimilarse al conocimiento ción/afirmación y viceversa. Hegel presenta
de la sociedad moderna expresado desde las la ley de la negación de la negación, donde el
aludidas antiguas certidumbres que dieron ra- negar no implica la inexistencia sino que lo ne-
zón instrumental sobre el funcionamiento de gado permanece como sustrato de lo nuevo,
la sociedad. La Ilustración había establecido de lo afirmado. Desde esta posición se podría
una sólida relación entre saber y poder, dando enunciar que la subjetividad está configurada
una consolidación progresiva al discurso hege- por este par en lo discursivo y representacional.
mónico positivo7. Todo esto implicaba la con- Así, la subjetividad constituida por el par sub-
solidación definitiva del paradigma de la razón jetivo /objetivo representacional y discursivo,
metódica, la neutralidad axiológica y la aboli- no son negaciones una de la otra sino formas
ción de todo modelo teórico alternativo. Bajo complementarias que se incluyen y se reprodu-
el posestructuralismo, deconstructivismo y di- cen mutuamente en el saber instrumental de
ferentes teorías relativistas de los comienzos la propia posición subjetiva en relación con el
de la posmodernidad, se promovieron no sólo objeto, estando presentes al mismo tiempo en
la abolición radical de la razón como orden ins- conflicto. Esta particular conformación de las
trumental, sino también de la razón crítica de representaciones y discursos, al que denomi-
todo posicionamiento subjetivo emancipador, naré “procesos discursivos de la subjetividad”
lo que determinó un discurso social caracteri- (PDS) y que continuaré profundizando a lo largo
zado por la sobreabundancia de significantes del presente trabajo, son subjetivadas por las
vacíos (Laclau, 1996), y simultáneamente, por transformaciones que intra, inter y transubje-
la hegemonía de un discurso único conserva- tivamente vamos produciendo complejamente
dor en un contexto de dilución de pluralidad con el resto de nuestro psiquismo y en relación
dialéctica sin fuerza de convicción de posturas dialéctica con la cultura.
contrahegemónicas.
Como se observa desde la perspectiva que pre-
Como observamos de lo antedicho, lo subjetivo sento, el psiquismo debe ser pensado en forma
a lo largo de la historia de la filosofía y la ciencia compleja no lineal, ni reduccionista, ni disyun-
adquiere una cualidad de inferior, de debilidad, tora de sus dinámicas, relacionando la subje-
de individual frente a la objetividad positiva. En tividad con las fuerzas externas e internas que
este sentido, el psicoanálisis no fue la excepción determinan al sujeto en situación, por un lado
y las contribuciones de muchos intersubjetivistas con otras formaciones psíquicas subyacentes y,
actuales se limitan a esas cualidades discursivas. por otro, por la cultura de un tiempo y un lugar
que configuran el contenido discursivo que con-
Desde finales del siglo pasado la subjetividad ha
forman la personalidad.
sido motivo de reformulación en la sociología crí-
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Doctor en Sociología por la London School of Economics and
7
jes de los estudios de la primera generación de la Escuela
E Political Science, Universidad de Londres. Profesor adjunto e
de Frankfurt, encabezados por Horkheimer, Adorno, Marcuse, investigador del Instituto Universitário de Pesquisa do Río de
entre otros. Janeiro. Quien desarrolla el concepto de subjetividad colectiva.
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Lo intersubjetivo se apoya, apuntala y queda an- advenir el yo”. Frente a esto pienso que “donde
clado a estructuras subyacentes que conforman hay un individuo debe advenir un sujeto”. Este
el vínculo, primero mediante el holding materno, es el paso paulatino del proceso inevitable que
primera investidura del sujeto a un otro y, luego, transforma al individuo en sujeto.
en la trama triangular familiar-edípica. El ingreso
a lo social se produce en el momento en que el El sistema intersubjetivo se configura en la
infante vincula la pulsión de autoconservación emergencia de la trama dialéctica de discursos
a la obtención de placer con su madre, la cual y representaciones de sí mismo y de su grupo
representa toda la tradición cultural de una de- cultural familiar, que son posibilidades parciales
terminada sociedad en la que aquel se inscribe17. de representar la realidad. Esas primeras ideas
serán el retoño de la transubjetividad que se de-
En ese contexto intersubjetivo, la interfantasma- terminará en un periodo posterior. El contenido
tización en el vínculo vehiculiza la inscripción de de los discursos se adquiere en este espacio al-
pactos y acuerdos inconscientes prexistentes en tamente determinante de la subjetividad por las
el grupo familiar, incluso antes del nacimiento, condiciones de existencia y medios de produc-
sustentados por las tramas de necesidad, de- ción atados a los deseos de los otros del grupo
seos, amor y poder18. Los mitos e ideologías fa- primario19.
miliares y sociales (trasladados por la familia en
forma de creencias compartidas) actúan para or- Para Pichón Rivière, el aparato psíquico está “im-
ganizar esta estructura intersubjetiva desde los plicado” en el vínculo, haciendo referencia a la
órdenes consciente e inconsciente y ejercen ese segunda tópica freudiana: el Yo, el Ello y el Su-
objetivo instrumental. Por lo tanto, la representa- peryó. Con cada una de estas instancias psíqui-
ción inconsciente del vínculo es el campo de los cas el sujeto establece una relación de objeto, de
otros dentro del psiquismo, surgida de las iden- tal manera que el vínculo del sujeto con el Yo es
tificaciones primarias y secundarias del vínculo. más operacional o tiene más sentido del manejo
Se configura así el pasaje conceptual del grupo adaptativo de la realidad vincular. De aquí enun-
interno a los otros del vínculo y viceversa. La ne- cio que, cuando se dice que la intersubjetividad
cesidad hace que el Yo se adapte sujetándose a está implicada en el vínculo, debe referirse a una
objetos que serán significativos, primero para parte del vínculo, constituida por los contenidos
la supervivencia y, luego, para la obtención del investidos de discursos y de representaciones
placer. Diría Freud: (…) “donde hay un ello debe que configuran cada uno de esos tres sistemas
y que conforman la subjetividad, posicionan-
do discursivamente al sujeto en situación. Por
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ice Freud: “Naturalmente, en el influjo de los progenitores
D lo tanto, la subjetividad se manifiesta a raíz de
no sólo es eficiente la índole personal de estos, sino también metas pulsionales, constituidas por discursos
el influjo, por ellos propagado, de la tradición de la familia, y representaciones que se van a investir (PDS),
la raza y el pueblo, así como los requerimientos del medio
social respectivo, que ellos subrogan. De igual modo, en el convirtiéndose en objetos libidinalmente carga-
curso del desarrollo individual el superyó recoge aportes dos. El proceso de cambiar las metas pulsionales
de posteriores continuadores y personas sustitutivas de los sobre otros discursos cargándolos libidinalmente
progenitores, como pedagogos, arquetipos públicos, ideales
venerados en la sociedad. Se ve que ello y superyó, a pesar
(PDS) lo denomino procesos terciarios o creativos.
de su diversidad fundamental, muestran una coincidencia en
cuanto representan los influjos del pasado: el ello, los del El sistema transubjetivo, o subjetividad colecti-
pasado heredado; el superyó, en lo esencial, los del pasado va, concibe un registro psíquico que con su pre-
asumido por otros. En tanto, el yo está comandado princi- fijo trans nos ubica “al otro lado” de la relación in-
palmente por lo que uno mismo ha vivenciado, vale decir, lo
accidental y actual”. ( Freud, 1940) tersubjetiva que representa el mundo externo de lo
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De la satisfacción de las necesidades para la reproducción de público y del campo cultural-social. La defino como
la vida aparecen otras más complejas, del orden simbólico el conjunto de contenidos representacionales y
que se configura dialécticamente en el vínculo. Junto al len-
guaje y la complejización del vínculo se van configurando los
contenidos discursivos, descriptos por Piera Aulagnier y su
pacto narcisista o el denegativo de René Kaës. Es importante 19
Describir lo intersubjetivo no puede ser aislándolo del con-
observar, a mi modo de ver, cómo estas cualidades se con- cepto de vínculo que Pichón Rivière instaura como ninguno
figuran según los procesos discursivos de cada época de la hasta ese momento articulándolo al psicoanálisis y al con-
producción cultural en la historia de la humanidad. cepto de necesidad material.
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forma de pensar, sentir, percibir y conducirse desmitificar esos implícitos sociales. El trabajo
(segunda tópica) sino también sentar las bases terapéutico sobre las dinámicas subjetivas que
para una reflexión subjetiva (tercera tópica) de se producen en este setting modifica indirec-
los contenidos representacionales y discursivos tamente las estructuras subyacentes, habida
preexistentes. cuenta de que los ideales culturales aportados
por el sistema Superyoico movilizan a través
El grupo pequeño es el representante simbólico del Yo contenidos que inciden en los contenidos
del grupo familiar, todas las interpretaciones es- discursivos de la subjetividad. El convocador es
tán dirigidas a él o hacia alguno de los sujetos el responsable de permitir el marco de diálogo
del mismo. En este caso, el grupo presenta una plural agonal entre las partes a fin de posibilitar
matriz con la posibilidad de trabajar sobre las el reconocimiento mutuo en la ética del diálogo
transferencias múltiples y la disposición en que para así redescubrir los fenómenos alienantes de
quedó fijado el sujeto en la relación edípica. El la cultura y alcanzar, de este modo, las máximas
material traído por el paciente de contextos so- potencialidades de libertad de las acciones de
ciales es también interpretado desde la estruc- habla del grupo y de los sujetos para su redesa-
tura del vínculo primario del que el paciente rrollo en el marco social. Es por tanto la matriz
procede y de la configuración que va tomando de una microsociedad que rehabilita al sujeto
en el propio grupo. Se actúa analíticamente, por alienado por esa misma sociedad. Por lo tanto,
tanto, sobre dinámicas intrapsíquicas y vincu- es a la vez un medio para Humanizar la sociedad
lares intragrupo o intergrupales. Como vemos, y Socializar al sujeto del grupo.
también aquí se trabaja terapéuticamente sobre
la primera y segunda tópica, sabiendo que los lo- El grupo multifamiliar psicoanalítico es también
gros de redesarrollo en estos lugares del psiquis- un grupo grande, representando simbólicamente
mo repercutirán en cambios en los contenidos también una microsociedad, pero en este caso,
discursivos y representacionales de la subjetivi- las subunidades sobre las que fundamentalmen-
dad. Al igual que en la psicoterapia bipersonal, te se interviene son las dinámicas vinculares y
en el grupo pequeño las técnica empleada serán cómo la sociedad las condiciona. En él concurren
las tributarias de la interpretación a fin de hacer las familias junto con los pacientes, pero tam-
consciente el material inconsciente. bién acuden parejas o sujetos solos. En mi expe-
riencia, las personas que asisten concurren con
En el grupo grande grupoanalítico salimos de lo su campo psicológico vincular presente y todos
personal y lo familiar y encontramos al sujeto en los abordajes irán dirigidos a los supuestos cul-
el ámbito de lo sociocultural, en donde pode- turales que lo determinan. Las representaciones
mos analizar cómo “Una persona puede ser tan y discursos sociales son cuestionados y reinter-
inconsciente de sus supuestos culturales como pretados en un marco de creatividad y libertad
de su inconsciente”(…) “El grupo grande nos per- que permite a los grupos familiares reposicio-
mite observar mejor que otros dispositivos nues- narse intersubjetivamente frente a los mitos,
tras subculturas y nuestros supuestos macrocul- ideologías y otros determinantes sociales que
turales” (de Maré, 1983). La organización subje- alienan a las familias. Aquí también se observa
tiva entrará en conflicto con la estructura social, que en la medida en que los ideales culturales
pudiendo así mostrarse las ramificaciones que aportan el Super-Yo contenidos que inciden en
pueda tener con lo cultural. Es fundamental tra- la dinámica psíquica de los individuos, estos lo
tar como cruciales los supuestos culturales en- vierten al vínculo de la propia familia presente.
cubridores que determinan nuestras representa- Así, la posibilidad de una reflexión intersubjetiva
ciones y discursos sociales, que particularmente de esos contenidos transubjetivos permite tam-
suelen manifestarse como una conspiración del bién, indirectamente, modificar las estructuras
silencio como señaló Paulo Freire. Por lo tanto, el subyacentes. En palabras de García Badaracco
grupo grande es un dispositivo donde los discur- “Es lo que se parece más a la vida cotidiana de
sos y representaciones sociales se despliegan en los individuos en la familia y a las familias en el
actos de habla entre subjetividades colectivas contexto social” (García Badaracco, 2000). Es en
contrapuestas, conformando subculturas gru- este dispositivo terapéutico hipercomplejo donde
pales que se posicionan dialécticamente a fin de las experiencias enriquecedoras serán necesarias
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Contacto:
Claudio Maruottolo • Avances Médicos (AMSA), Bilbao
cmaruottolo@avancesmedicos.es
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