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172 REVISTA DE INNOVACJON EDUCATIVA, 1992, n º

PERFIL DE UN INNOVADOR:
J.J. ROUSSEAU
J.J. Rousseau (1712-1778), autodidacta de vida azarosa, relojero en su infancia, chico de le
recados, seminarista, maestro, poeta, viajero, filósofo, pedagogo, copista de música y tratadisl
político, fue uno de los hombres más influyentes de su siglo. El "hombre de la naturaleza y 1
verdad" es una figura relevante en el ámbito de la innovación en lo que concierne a distinto
campos.

En ttfaceta de educador, que es la que aquí nos interesa, fue el creador de la corrient
naturalista; uno de los creadores de la idea de actividad (basada en el interés y la experiencia); 1
primero en reconocer la formación de la libertad como el fin supremo de la educación; precursor e
reconocer el valor propio de la infancia (paidología y paidocentrismo ); y también uno de lo
precursores del estudio psicológico de la primera edad.

A pesar de la existencia de puntos en que los planteamientos roussonianos no está


precisamente a la vanguardia de su tiempo, tales como su deficiente doctrina sobre la educación d
la mujer (la educación femenina está dictada por las expectativas de la opinión pública: su pape
será sólo el de traer hijos al mundo y críarlos; consagrando así la inferioridad de la mujer) o el tip,
de educación burguesa consagrado en el Emilio (la educación de un sólo alumno rico, de buen
casa, por un sólo preceptor), es indudable el valor permanente de sus planteamientos, reconocido
por los más prestigiosos pedagogos de nuestro tiempo.

La educación roussoniana, concebida como búsqueda y desarrollo de aptitude


innatas, encuentra la más completa y sistemática exposición de sus ideas en la novela pedagógic
El Emilio, novela "que le costó veinte años de meditación y tres años de trabajo" y con la cm
se ganó la hostilidad general por la visión del mundo que en ella se expresa y por la ideología qu
contiene. Sintetizando sus principales aportaciones:

- El niño debe ser educado en y para la libertad, que la libertad sea a la vez el medio :
el fin de la educación ("El niño no debe hacer nada por obediencia"). ¿Cual sería pues {
papel del educador?, el de preservar y proteger al niño de los peligros que le acechan (tant
externos: familia, sociedad, religión; como internos: él mismo) y también el de consejerc
eso sí, respetuoso de su autonomía. Esta educación de la libertad es lo que el pensado
ginebrino llama negativa (no hacer, no dirigir, no reprimir)

- Hay que dejar madurar. la infancia en el niño, "el runo tiene maneras de vet
pensar y sentir que le son propias, y nada más insensato que querer sustituirlas por la
nuestras". La educación, en este sentido, debe ser progresiva, es decir, el niño no es e
mismo en todas las edades, por lo que es necesario atender a las fases de desarrollo.

- La educación del sentimiento debe anteponerse a la educación de la inteligenci�


"¿en virtud de que extraña razón nos enseñan tantas cosas inútiles, mientras que por otn
lado no se tiene en ningún aprecio el arte de vivir? ".
DOCUMENTACION 173

- Como consecuencia de lo anterior, el saber importa menos que el ejercicio del


juicio ("el espíritu de mi sistema no es enseñar muchas cosas al niño, sino impedir que
entren en su cerebro ideas que no sean justas y claras"). Se trata no de acumular cantidad de
conocimientos, sino de potenciar el vigor de la inteligencia, la seguridad en el juicio: en
definitiva, lo que hoy se preconiza desde las orientaciones psicopedagógicas de nuestra
Reforma: aprender a aprender.

- Es necesario estimular la curiosidad del niño, despertar su atención, ponerle sobre el


camino, pero que busque por sí mismo. El medio más eficaz para esto sería poner al niño
siempre en contacto con las cosas (nada de libros, nada de discursos).

El programa pedagógico de Rousseau, triunfa bastantes años después, a principios del Siglo
XX, en la escuela de Chicago de J. Dewey (self-made-man).

214 años después de su muerte, leer a Rousseau,- como dijo alguien- sigue siendo un acto
de subversión necesario.

Jorge García Marín

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