Ventisca

hojas de arquitectura y pensamiento

BARRAGÁN FRENTE A CODERCH

1902-1986 1913-1984

casa Ugalde Caldes d’Estrach casa-estudio Tacubaya azotea

2 CASAS 2 LUGARES
Cruz López Viso
siglo XXI
número 5
mayo 08
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Se trata de reflexionar sobre la naturaleza de los espacios creados para
habitar.
El punto de anclaje es el lugar, su significado y atributos específicos,
donde la intersección entre la forma construída y el contexto natural que
la sostiene conlleva la atenta escucha a los elementos de la naturaleza,
que van a entrelazarse con la casa.

Estas dos obras son una muestra de cómo en los años 50 se creaba ese
gradiente de extensión al entorno, dialogando en pacífica interacción
naturaleza y arquitectura.

Ambas obras representan arquetipos, la casa frente al mar en el

Mediterráneo y la casa como una geoda que concentra el jardín, el vacío y
el cielo en el tejido urbano de México.

Parto de las figuras de dos arquitectos, con una diferencia de once años
separando sus nacimientos y dos sus muertes.

Entre Barragán y Coderch es posible encontrar intersecciones:

Ambos inicialmente próximos a la ingeniería y de formación clásica

evolucionan hacia un panteísmo de austeridad monacal.

Ambos poseen una mirada incisiva, oponiéndose a la evolución tecnológica

y a la frivolidad efectista y convulsa de las vanguardias.

Desde la casa-estudio de Barragán se trata de crear extensiones

significativas hacia la casa Ugalde de Coderch. El análisis comparativo
revela rasgos en el escorzo que se produce cuanto más extraño resulta
ponerlas en paralelo.

Las viviendas unifamiliares que vamos a estudiar se han construído con

una diferencia de tres años y pueden considerarse contemporáneas.

La casa-estudio en Tacubaya, México D.F. surge en un punto de inflexión

de la vida de Luís Barragán. En 1947 tiene 45 años y decide romper con el
modo tradicional de entender el oficio de arquitecto y solo trabajar para
sí mismo, se inicia la tercera etapa creadora de su vida.

La casa Ugalde es un encargo realizado para un ingeniero y está situada

en Caldes d’Estrach frente al Mediterráneo en 1951 cuando José Antonio
Coderch tiene 38 años.

croquis de la casa Ugalde croquis de la casa-estudio

Al analizar estas dos casas una junto a otra se manifiestan:

Ortogonalidad en el trazado de la planta en la casa-estudio, frente a

líneas en tensión y contratensión, curva-recta en la casa Ugalde.

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Casa abierta a la naturaleza marina frente a casa inscrita en el paisaje
urbano que captura la naturaleza en su interior.

Ambos arquitectos esquivan los espejismos de la forma, anteponiendo las

potencialidades ambientales del lugar, donde el valor otorgado a los
árboles como presencias tectónicas, a los ejes cardinales y al paisaje
recibido desde los sentidos disuelve los límites entre interior y
exterior, materializándose en terrazas escalonadas en el paisaje en la
casa Ugalde y puntos focales y transparencias que son creadas a partir
del muro como elemento de sintáxis espacial en la casa estudio.

En la casa-estudio, la vivienda es introvertida y el paisaje se va

creando en cavidades-patio-espejo que se abren al cielo remansando el
agua en lienzos que se estancan, donde el árbol se expande y disuelve las
lineas del muro. La casa de Tacubaya se configura en una secuencia de
espacios partiendo del zaguán de entrada para acceder a la casa en
expansión hacia el jardín.

La casa Ugalde responde a una ley interna diferente.

Está dentro de la Naturaleza, es centrífuga.
La casa puede radiarse en la tierra y perder la concentración de la que
parte. Es concebida desde un punto focal que va desplazándose capturando
los ángulos plásticos del paisaje, por tanto la forma desaparece a favor
del movimiento de la mirada. La casa se incrusta en los diferentes
estratos de la tierra para mirar lo abierto.

Las leyes internas de ambas casas son divergentes, pero el entendimiento

del muro, el diálogo con los elementos del paisaje y la abstracción y
depuración de la forma es común a ambas que se relacionan con lo abierto
desde la estimulación de los sentidos.

La casa Ugalde se abre al Mediterráneo y la casa de Tacubaya a través de

los espacios metafísicos de la azotea se impulsa hacia el vacío de los
cielos mexicanos.

1. Casa estudio Barragán

Tacubaya es un barrio obrero y áspero, rebosante de vida y color.

En el contorno de la calle la fachada endurecida de la casa se abre a

través de un zaguán que es umbral desde el ruido y la claridad exterior,
hacia un mundo recogido de penumbra y silencio.

La casa estudio no tiene preámbulo, se apantalla hacia la calle y esa

pared se cruza desde el zaguán. Desde la calle la casa se percibe a
través de los muros emergentes cuyo color rompe el azul del cielo y rasga
la neutralidad plástica de la fachada.

Josep Lluis Sert ha denominado al patio interior, habitación sin techo.

Los espacios abiertos intercalados en la trama de la casa son cavidades
que raptan fragmentos de Naturaleza y crean visiones de una naturaleza
simbólica depurada hasta lo esencial, tan próxima a la idea del espacio
zen que puede concebir fragmentos de naturaleza minúsculos en lugares
impensables.

Barragán construye estos espacios a través de láminas de agua oscura y de

hiedra que rasga el nítido recorte de los muros
Los muros son toscos y abstractos, sin bordes ni remates.

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Desaparece por completo la presencia del tejido urbano como contexto de
la casa.
El jardín es espesura, naturaleza frondosa e indefinida, donde se borra
la idea del muro como límite.

La realidad física de Mexico D.F. es esencial para entender las obras de

Barragán.
El sol omnipresente determina la gradación de movimentos hacia la luz
seccionando los cielos deslumbrantes mediante huecos medidos
estrategicamente y filtros que funcionan como superficies refractarias.

el sentido cualitativo de lugar

Las obras que configuran la última fase creativa de Barragán son

cavidades sensitivas donde el significado espacial se entrelaza con el
sonido, la luz y el movimiento corporal.

2. Casa Ugalde

En la casa Ugalde los muros emergen a partir de la topografía.

Coderch daba un valor esencial al lugar.

La distribución parte de un punto fijo, marcando los ángulos de las

vistas y las transparencias correspondientes.

El árbol roza los límites físicos de la casa confiriendo al muro el rigor

abstracto de su materia por oposición.

La falta de un trazado regulador geométrico en la distribución de las

plantas se manifiesta en las tres dimensiones como un caos que enfoca
plasticamente el paisaje creando lienzos vivos a partir de la materia de
la casa y confirmando del mismo modo que en Tacubaya la fuerza creadora
que otorga la presencia del arquitecto inspirándose en el lugar,
empapándose de sus coordenadas y esculpiendo el espacio y cortándolo con
los muros a modo de cuchillos.

Esta casa es una invocación al mar, desde sus ventanas y la

transparencias creadas a partir de los muros en sus encuentros.

el muro como elemento de sintáxis

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En ambas casas el muro se concibe como elemento de sintáxis espacial, que
se formula desde una imperturbable solidez ciñendo el lugar.

El muro desde su desnudez expresa el ascetismo latente an ambos

arquitectos.

Los muros de Barragán rezuman color y el color se convierte dentro del

contexto de México en una cualidad tectónica, en una virtud.

Los muros de Coderch son blancos, eluden el color.

Su arquitectura no lo reclama.

Son marcos del mar, el Mediterráneo queda prendido en ellos y ese es el

color ausente de sus texturas.

croquis del proceso de la casa Ugalde plano de situación en el lugar

(fotografías, croquis gráficos de la casa Ugalde extraídos de: “En busca del hogar.
Coderch 1940-1964”.
Edición a cargo de A. Pizza y J.A. Rovira. Barcelona. Colegi d’Arquitectes de Catalunya.
2000 y “Coderch, variaciones sobre una casa. R.B. Fundación Caja de arquitectos)

(croquis planta casa-estudio extraído de “Luís Barragán. La revolución callada”.

Editado por Federica Zanco en el año 2001 por la Barragan Foundation)

edición coordinación composición

comisión de cultura C.O.A.G.
Susana Alberte Sendín Cruz López Viso