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Consciente de la inmensa gesta llevada a cabo, Cristobal Colón no sólo la registró minuciosamente

día a día en el Diario de navegación que aquí publicamos, sino que posteriormente se ocupó
también de divulgarla. En principio, este Diario era un material reservado, destinado al uso e
información de los Reyes de España. Pero acabó siendo mucho más que un Diario de navegación,
pues a las anotaciones de tipo puramente marinero, Colón añadió descripciones de gentes,
lugares, fauna, flora y reflexiones personales sobre toda clase de temas. Gracias a este documento
se ha podido reconstruir muy detalladamente aquel primer viaje de la Pinta, la Niña y la Santa
María. El Diario, muy humano, refleja ilusión y decepciones, dudas y miedos, el nerviosismo de una
tripulación que se enfrentaba con la incertidumbre. Tiene la fuerza y la frescura de lo escrito en el
momento, sin apenas retoques posteriores. Tras aquel 12 de Octubre, el Almirante minifiesta en el
Diario su asombro por el trópico deslumbrante descubierto y su vena poética estalla en páginas de
gran sensibilidad. Fue el primer gran cantor de aquella tierra que el llamó Indias y las generaciones
sucesivas América.

ARGUMENTOS DEL PRIMER VIAJE DE CRISTOBAL COLÓN

Cristóbal Colón tenía como objetivo cruzar el océano Atlántico y llegar al continente asiático.
Zarpó del Puerto de Palos (España) el 3 de agosto de 1492, al mando de tres naves (Santa María,
La Pinta y La Niña). Primero, ancló en la isla Gran Canaria para aumentar sus provisiones y el 6 de
setiembre continuó su viaje con dirección oeste.

A las 2 de la madrugada del 12 de octubre de 1492 el marinero Rodrigo de Triana, desde la “Pinta”
vio un cerro iluminado por la luna y gritó "¡Tierra, tierra!". Al amanecer Colón desembarcó en la
isla Guanahaní (Bahamas) y la bautizó como "San Salvador". Había llegado a una isla del mar
Caribe (América), pero el genovés creyó haber llegado a una isla de la India, China o Japón. En
Guanahaní, Colón tomó contacto con los nativos taínos y los llamó "indios".

Continuando con su viaje, el 27 octubre Colón llego a la isla de Cuba y la llamó “Juana”. El 6 de
diciembre llegó a la isla de Santo Domingo y la llamó “La Española”. Aquí, la noche del 25 de
diciembre la “Santa María” chocó con unas rocas y encalló. Con sus tablas, Colón construyó el
fortín “La Navidad”. Aquí dejó a 40 hombres al mando de Diego de Arana y el 2 de enero de 1493
inició el regresó a España a bordo de la carabela La Niña.

LITERATURA DE LA CONQUISTA
El día 12 de Octubre de 1492 marcaría el inicio de un cambio profundo y largo para la Historia
Universal. Una expedición comandada por Cristóbal Colón había salido de España con la intención
de circunnavegar el globo y encontrar una ruta a las Indias orientales completamente opuesta a la
habitual. Y si bien Colón creyó haber tenido éxito cuando desembarcó en las Antillas, el tiempo se
encargaría de demostrar que adonde había arribado era a un nuevo continente, desconocido
hasta entonces para los pueblos europeos.

De este desconocimiento se derivó el nombre habitual con el que los historiadores se refirieron a
este hecho y a los posteriores: el descubrimiento de América. Sin embargo, pronto quedó claro
que lo que vino después de ese descubrimiento fue una invasión militar y una conquista
especialmente virulenta, que acabó con la aniquilación de numerosos pueblos indígenas y la
desaparición de las tres grandes culturas precolombinas: la azteca, la maya y la inca.

Como no podía ser de otra, semejante torrente de acontecimientos inspiró un numeroso conjunto
de libros y descripciones que en su mayoría han sido categorizadas como “crónicas” (y sus autores
como “cronistas”). Algunas de ellas fueron meras descripciones de las tierras a las que los
conquistadores iban llegando. Otras daban cuenta de los pueblos que encontraban, sus
costumbres y tradiciones. Poco a poco, cuando la cuestión colonial fue ganando en importancia y
los propios españoles se dieron cuenta de la magnitud del “descubrimiento”, las crónicas se
empezaron a tornar en alegatos políticos a favor o en contra de determinadas actuaciones.

La literatura de la conquista es, pues, este acervo literario producido en su mayor parte por los
españoles y europeos que llegaron a América en la primera etapa de la conquista. El primero, sin
duda, fue el propio Cristóbal Colón, que escribió un diario desde su salida del puerto de Palos de la
Frontera hasta su llegada al posteriormente llamado “Nuevo Mundo”.

Algunos de los famoso cronistas fueron Álvar Núñez Cabeza de Vaca, que da cuenta de su llegada
las cataratas del Iguazú (se considera que fue el primer europeo en llegar allí), Bernal Díaz del
Castillo, Garcilaso de la Vega, Felipe Guamán Poma de Ayala y Fray Bartolomé de las Casas, que
con su “Brevísima relación de la destrucción de las Indias” inauguró el género al que antes
hacíamos referencia como la crónica política, abogando claramente por dar a los nativos un trato
más civilizado.

En el marco de la celebración del explorador más famoso de la Era del


Descubrimiento, te acercamos 8 curiosidades en torno a la figura de
Cristóbal Colón.
Cristóbal Colón (1436/56-1506), el navegante más destacado de la época del descubrimiento y
cartógrafo, almirante, virrey y gobernador general de las Indias Occidentales al servicio de la
Corona de Castilla. Famoso por ser quien descubre América, pero cuya historia está rodeada de
mitos y leyendas. Con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional de España y el Día Mundial de
la Raza, el pasado domingo 12 de octubre, te acercamos 8 datos interesantes sobre su vida.
1. Cristóbal Colón no era su verdadero nombre

Christopher Columbus es un anglicismo de su verdadero nombre, con el cual fue bautizado en


Génova: Cristoforo Colombo. Se le denomina Cristóbal Colón en español y Kristoffer Kolumbus en
sueco, por ejemplo. Sin embargo, su nombre en genovés no ha sido certificado oficialmente como
el verdadero ya que los documentos históricos sobre su origen son escasos.

2. Casi no pudo realizar su viaje histórico

Colón estaba convencido de la posibilidad de llegar a Asia viajando por el oeste, pero conseguir la
financiación para viajar a Europa. Intentó obtener el capital de diversas fuentes, incluyendo al
mismísimo rey de Portugal, pero la mayoría de los mandatarios europeos pensaron que estaba
demente y no le prestaron demasiada atención.

Formó parte de la corte española por muchos años, intentando convencer a Fernando e Isabela de
que financiaran el viaje. Se había dado por vencido y estaba a punto de viajar a Francia en 1942
cuando se le notificó que había conseguido los fondos para hacer la travesía.

3. Era un verdadero tacaño

En su famosa travesía de 1492, Colón había prometido una recompensa de oro para el primero
que avistase tierra. Un navegante llamado Rodrigo de Tiana fue el primero en hacerlo, el 12 de
octubre de 1492: una pequeña isla situada en las Bahamas, llamada San Salvador. Sin embargo, de
Tiana nunca consiguió su recompensa: Colón se la quedó para si, diciéndole a todos que había
avistado una luz la noche anterior, y no lo había dicho porque la luz era poco definida.

4. La mitad de sus viajes acabaron mal

En su famoso viaje de 1492, el buque insignia, La Santa María encalló y se hundió, por lo que debió
dejar a 39 hombres en un asentamiento denominado La Navidad. Debía retornar a España con el
barco cargado de especies y otros bienes valiosos, así como con conocimiento de una nueva ruta
comercial. En lugar de ello, retorna con las manos vacías y sin uno de los mejores 3 barcos que se
le confiaron. En su 4° viaje, su barco se pudrió y pasó 1 año varado en Jamaica.

5. Un gran capitán pero un terrible gobernador

Agradecido por haber descubierto nuevas tierras, los reyes de España lo convirtieron en
Gobernador en el establecimiento en Santo Domingo. Colón, un gran explorador, resultó ser un
mal gobernador. Sus hermanos y él gobernaron como reyes, conservando la mayoría de las
ganancias para sí y enfrentados con el resto de los pobladores. Llegó a tal punto que la Corona
debió enviar a un nuevo gobernador y Colón fue arrestado y enviado de vuelta a España.

6. Era un hombre sumamente religioso

Colón era un hombre muy religioso que creía que Dios lo había elegido para los viajes de
descubrimiento. Mucho de los nombres que dio a las islas que descubrió fueron religiosos. Ya
siendo mayor, optó por vestir un hábito franciscano adonde quiera que iba, asemejándose más a
un monje que a un acaudalado admiran te. Durante su 3° viaje, cuando vio que el río Orinoco
desembocaba en el Océano Atlántico en el Norte de América del Sur, estaba seguro de haber
descubierto el Valle del Edén.

7. Traficaba esclavos

Ya que sus viajes eran principalmente de naturaleza económica, se esperaba que Colón encontrase
algo valioso en sus viajes. Colón se decepcionó al descubrir que las tierras no estaban colmadas de
oro, plata, perlas y otros tesoros, pero rápidamente descubrió en los indios un recurso valioso.
Trajo varios de ellos de vuelta en su primer viaje, y aún más en el segundo. Estaba devastado
cuando la Reina Isabela decidió que los nativos del Nuevo Mundo eran sus súbditos y no podían
ser esclavizados.

8. Nunca creyó haber descubierto un nuevo mundo

Cristóbal Colón estaba en busca de un nuevo pasaje a Asia, y eso fue lo que encontró, o al menos
eso pensó. A pesar de la información recabada que indicaba el descubrimiento de nuevas tierras,
el explorador continuaba creyendo que Japón, China y la corte del Gran Khan se encontraban muy
próximos a las tierras que había descubierto. Incluso propuso una ridícula teoría para explicarlo:
que la Tierra tenía forma de pera y que Asia se encontraba en el tallo, por eso no la encontraba.

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