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TEXTO EXPOSITIVO

LA ATENCIÓN EN LA INFANCIA

Presentación

Hay razones por las que un estudiante no puede tener éxito en el desempeño escolar o en sus
relaciones sociales; el problema atencional es una de esas posibles razones, no la única que
implica una seria dificultad para que un estudiante pueda cumplir con ciertos requerimientos
específicos en cuanto al aprendizaje. A través de los años se han venido estudiando a cerca del
desarrollo y aprendizaje del ser humano, así como también el desarrollo de las habilidades
cognitivas básicas, como lo es el proceso de atención. Este tema se ha convertido en la actual
preocupación ya que durante la infancia, comprendida entre los cero y doce años de edad, el
cerebro posee una gran plasticidad y es de muy importancia formarlo adecuadamente para que
este sirva como base de las futuras etapas del desarrollo. La atención es un proceso muy
importante para el procesamiento de la información, la adaptación del individuo al entorno y un
proceso cognitivo relacionado con la percepción. Un punto de referencia que ayuda a manipular
la atención es la motivación, así como las expectativas que generen las actividades a desarrollar.
A continuación se dará a conocer puntos importantes referentes a la atención, como las diversas
definiciones que posee, tipos de atención, el desarrollo de esta durante la infancia, los factores
que la determinan y un trastorno que según las estadísticas, por lo menos un alumno por salón
de clase, lo padece.

Definición

La atención proviene del latín attendere, cuyo significado original era, “tensar el arco hacia”.
Esto quiere decir, que por su origen, vendría a ser “tensión”. Podría definirse como la capacidad
de concentración de la conciencia, dirigida hacia un objeto externo o interno, por medio del
interés o motivación que este genere sobre el individuo. Sin embargo esta no sería la única que
refiera al término atención, puesto que va a depender mucho de la persona que lo estudie.
Como por ejemplo, para W. James (1890) la atención es “la toma de posesión por parte de la
mente, de uno entre los muchos objetos o series de pensamientos simultáneamente posibles”.
Para Luria (1975), “el proceso selectivo de la información necesaria, la consolidación de los
programas de acción elegibles y el mantenimiento de un control permanente sobre los mismos”.
Tudela (1992), “es un mecanismo central de capacidad limitada cuya función primordial es
controlar y orientar la actividad consciente del organismo de acuerdo a un objeto determinado”.
En la infancia se concibe como el filtro de selección más relevante que nos rodea. Tal es el caso
que se puede observar cuando un niño se mantiene atento a un objeto que resalta sobre los
demás, ya sea por el color, tamaño o forma. Durante esta etapa la atención forma parte de las
habilidades cognitivas básicas del ser humano desarrolladas a través de las experiencias. Por ello
hoy en día se prioriza el desarrollo de estas habilidades en los niveles de educación inicial, puesto
que es la edad apropiada para que la persona pueda tener un óptimo desarrollo en el ámbito
estudiantil.

Tipos de atención

Para desarrollar los tipos de atención en la infancia tomaremos el modelo proporcionado por
Edward Kirby propuesta en 1992, quien nos da a conocer tres tipos: atención selectiva, dividida
y sostenida. La atención selectiva se refiere a la habilidad de una persona para responder a los
aspectos esenciales de una tarea o situación, y pasar por alto o abstenerse de hacer caso a
aquello que sea irrelevante. Es típico que un niño se distraiga con mucha facilidad, y que muchas
veces sea catalogado por los profesores o padres como distracciones, sin embargo podría
definirse como una búsqueda, por parte del niño, de nuevos estímulos. Asimismo, podría decirse
que los niños se salen de las actividades porque es reducida su capacidad de atención. La
atención dividida, a groso modo, se refiere a la habilidad que posee un niño para atender a más
de un estímulo a la vez. La mayoría de las tareas de aprendizaje, por su naturaleza, requiere el
enfoque de diversos estímulos. Esto requiere un cambio ágil entre las actividades o la ejecución
de forma automática de una de ellas. Por último, la atención sostenida, es la que tiene lugar
cuando un individuo debe mantenerse consciente a los requerimientos de una tarea y ocuparse
de ella por tiempo determinado. Esto se requiere sobre todo en las tareas de matemática y en
las lecturas de párrafos. Como cuando a un niño le cuentan un cuento y este debe permanecer
atento hasta que le terminen de contar, claro que existen tiempos determinados para la
atención de los niños de acuerdo a su edad.

Desarrollo de la atención

A fines del primer año de vida y comienzos del segundo, el niño orienta su mirada hacia el objeto
nombrado, destacándolo entre los demás. En esta edad la atención es aún muy inestable, ya
que orienta su percepción hacia el objeto más vistoso, nuevo o de mayor interés para el niño.
Durante el segundo y tercer año de vida, la indicación verbal del adulto, completada con la
participación de propio lenguaje del niño, se convierte en el factor que ayudará a estabilizar la
atención. Cabe resaltar que a partir de esta edad los procesos de atención van a depender
mucho de las experiencias adquiridas por el niño, es decir, no solo valdrá la indicación verbal del
padre, sino que el niño destaque a través de la práctica los rasgos necesarios del objeto, para
luego afianzarlos en sus actos reales. Estudios acerca de la atención selectiva, han hallado que
los niños muestran avances en sus estrategias de exploración y búsqueda, siendo cada vez más
exhaustivos y sistemáticos, sin tener mucha diferencia con la duración de las fijaciones oculares
de los adultos. Quezada, J. & Martinez, B. (2004) manifiesta que “En estudios sobre
metaatención, se ha hallado que los niños de 4 años se dan cuenta que existen diferencias
individuales entre los compañeros a la hora de atender. Entre los 4 y 7 años, presentan un
conocimiento metaatencional de las variables, y entre los 6 y los 10 años saben que no siempre
prestan atención y pueden identificar aquellos factores de la tarea o de aquella situación que les
causa dificultad. El conocimiento o uso de estrategias se halla ya presente en niños de 5 años,
siendo esta el orden. Los niños de 7 años logran mirar selectivamente e ignorar incluso, si la
situación lo exige” (pág. 14).los tiempos de concentración en niños, varían de acuerdo al a
edades, siendo los siguientes: 15 minutos de los 5 a los 6 años; 20, de los 8 a los 10 años; 25, de
los 11 a los 13, y alrededor de 30, a partir de los 14 años.

Factores de la atención

Los factores que permiten atender y concentrarse se pueden dividir en dos grupos: los factores
intrínsecos, es el que permite la activación fisiológica o aurousal definido como el nivel de
recepción y respuesta que el sistema nervioso posee en un determinado momento ante los
estímulos ambientales. El nivel de activación moderado, permite un mejor rendimiento de la
actividad de atención y es considerado el punto óptimo, ya que esta es despertada por el interés
propio del individuo. Por otro lado, como factores extrínsecos se señalan determinantes
motivacionales como la actitud que se brinda a los actos de escuchar y aprender, y la capacidad
para concentrar la atención. También los estímulos presentan una serie de factores que influyen
en la atención, como por ejemplo: tamaño, posición, color, novedad, intensidad y complejidad
del estímulo. Si vamos a un caso real, la gran mayoría de niños son capaces de fijar su atención
por un periodo considerable a situaciones que les despiertan gran interés, tales como ver
programas de televisión o los videojuegos. Para Edwar Kirby (1992) “quizás esto indique que
estos muchachos son bastante capaces de sostener su atención si sienten mucho interés y
simplemente hay que animarlos y persuadirlos a que hagan los mismo con tareas poco atractivas
[…] al interrogar a estos niños y a sus padres acerca de los programas que prefieren, casi siempre
aluden a una serie de dibujos animados y espectáculos con mucha acción y poco complicados.
En lugar de dar lugar a atención sostenida y esfuerzo estratégico, el verlos puede reforzar al niño
porque para ello requiere poco de estas habilidades” (pág. 26).

Trastorno por déficit de atención

Para Gratch (2009) “El trastorno por déficit de atención o ADD-ADHD es una afección
caracterizada por un grupo de síntomas, entre los que destacan: la inatención o dificultad para
sostener la atención, la impulsividad, la hiperactividad (en algunos casos), la dificultad para
postergar las gratificaciones, los trastornos en la conducta escolar y social, las dificultades para
mantener cierto nivel de organización en la vida y las tareas personales, y el daño crónico en la
autoestima como consecuencia de los escasos logros que se obtienen a causa de estas
dificultades” (pág. 9). Si un niño presenta alguno de estos síntomas, es posible que presente un
desorden por trastorno de déficit de atención, lo cual puede ser determinado por especialistas,
ya sean pediatras, neurólogos, psiquiatras, psicólogos, psicoanalistas y psicopedagogos. En el
caso de ADD-ADHD se manifiesta de manera crónica y afectan seriamente el rendimiento
intelectual del individuo, quien a pesar de ser inteligente, debe soportar una disminución en sus
logros. Por ello es importante la detección y tratamiento de este trastorno a temprana edad,
puesto que las consecuencias para el futuro del individuo, muchas veces pueden ser
determinantes en cuanto a sus rendimientos en la escolaridad, la vida afectiva y laboral.

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