REGLAMENTO PARA LA APLICACIÓN LEY 169-14

En afinidad con lo visto con anterioridad, y adentrándonos en lo que son los

artículos más importantes por así decirlo de este reglamento, tenemos a destacar
de manera específica el artículo no.12, La Ley 169-14, dispone expresamente en
su artículo 12, que establece estrictamente que el Poder Ejecutivo, debe dictar un
reglamento para los que son los hijos de extranjeros nacidos en la Republica
Dominicana y a los que se va a naturalizar, las cuales son aquellas que cumplen
con los requisitos de la ley 1683 del 1948.

Las normativas del reglamento, no dejó brechas abiertas a lo que podría ser un
hoyo normativo, cubrió a cabalidad con las dudas a subsanar, como podemos
apreciar la parte que establece la ley sobre las pruebas que se deben tomar en
cuenta como primordiales para la validez del proceso; en este sentido el
reglamento de la ley precisa que al momento de la persona iniciar el proceso de
regularización debe presentar constancia de nacido emitida por un hospital
público o centro de salud privado. Además de esto, mostrar acto de notoriedad
por ante Notario Público de siete testigos dominicanos hábiles que indiquen la
fecha y lugar de nacimiento, así como el nombre del niño o niña y los de los
padres, esto en caso de niños a los que se les regularizaría su situación en el país
y sean de padres extranjeros.

De manera expresa, estos eran los requisitos medios de prueba que debieron
cumplir para acreditar al solicitante de inscripción figurar en el Registro de
Extranjería y posterior ser regularizado.

a) Constancia de nacido vivo emitida por un hospital público o centro de salud

privado, que indique el nombre de la madre, género de la criatura y la fecha del
nacimiento;

b) Acto de notoriedad por ante Notario Público de siete (7) testigos dominicanos
hábiles que indiquen la fecha y lugar del nacimiento, así como el nombre del niño
o niña y los nombres de los padres;
c) Declaración jurada mediante acto auténtico ante Notario Público de la partera
que recibiera al niño o niña, indicando la fecha y el lugar de nacimiento de este,
así como el nombre de la madre;

e) Declaración jurada mediante acto auténtico ante Notario Público de familiares

dominicanos en primer o segundo grado que posean documentación nacional
dominicana.

Cabe destacar que a los hijos de las personas que ya tenían algún documento de
identidad dominicano, no se aplicaría el reglamento; puesto que al sus padres
estar regularizados el asunto con ellos sería auto aplicativo y no necesitaría de
una reglamentación adicional, como es el caso que podríamos considerar que
destapó todo el proceso legislativo y aplicativo que fue el de Juliana Deguis.

Entrando a lo que es la comparación del reglamento con la sentencia 168-13, se

consideró que este era contrario a la misma, pero este reglamento es respetuoso
de la jerarquía normativa. Respeta la Constitución, la Sentencia 168-13, y la Ley
169-14, al circunscribirse solo a los detalles que hacen posible el registro y
regularización de extranjeros nacidos en territorio nacional.

De igual forma, cabe precisar que el reglamento respeta en su contenido el

principio de separación de los poderes y la autonomía de la Junta Central
Electoral, Al Poder Ejecutivo, en virtud de la Constitución de la República le
correspondió la dirección de la política interior y exterior del Estado, así como la
administración civil y militar.

Como se trató de un tema de naturaleza migratoria, las competencias del Estado

corresponden a la autoridad superior de la Administración Pública en el tema,
que es el Ministerio de Interior y Policía. La Ley 169-14 dispuso que la evaluación
primaria de la solicitud de inscripción en el Libro de Extranjería contemplado en
la Ley General de Migración, así como lo relativo a la regularización migratoria
compete al Ministerio de Interior y Policía. Luego a esto, la Junta Central Electoral
le correspondía la inscripción en el Libro de Extranjeros nacidos en República
Dominicana. El Ministerio de Interior y Policía se limita en ese ámbito a tramitar
con su no objeción la inscripción solicitada, tal y como dispone el párrafo II del
articulo 6 de la Ley 169-14; respetándose así todos los ensanchados eslabones del
Estado.