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El Día Internacional de la Mujer y la tolerancia cero contra el acoso sexual

* María Cristina Parra

La conmemoración del Día Internacional de la Mujer de este año 2018, precisamente


hoy 8 de marzo, reviste un carácter especial. En efecto, desde su instauración por la
Asamblea General de la ONU en 1972, nunca antes había coincidido con iniciativas tan
concretas y visibles en defensa de los derechos femeninos.
Estas iniciativas se centran, por una parte, en la convocatoria a una huelga general, a
nivel mundial, en protesta por las condiciones de trabajo de las mujeres, todavía en
franca inferioridad con relación a la de los hombres en términos de remuneración,
promociones y reconocimiento, así como por la falta de medidas en favor de las mujeres
que deben compaginar su actividad laboral con su condición de madres y, en muchos
casos, únicas cabezas de familia.
Por otro, en el apoyo al movimiento conocido como #MeToo, iniciado por un grupo de
actrices de la industria cinematográfica estadounidense y que busca combatir el acoso
sexual, a raíz de unas graves denuncias en contra de un conocido y poderoso productor.
Es sobre dicha iniciativa que quisiera centrar los presentes comentarios.
Recordemos que estas denuncias han puesto en evidencia una conducta de indiferencia
generalizada, repetida a lo largo de muchos años, por parte de varios jerarcas del mundo
del espectáculo y, lo que es más grave, han reflejado la pasividad con la cual las mujeres
afectadas habían actuado hasta ese momento frente a hechos tan graves, por temor a que
sus carreras fuesen destrozadas si se atrevían a enfrentarse a sus acosadores.
Pero frente a estos hechos –verdaderos delitos- denunciados por #MeToo y que
incluyen violaciones y agresiones físicas, existe todo un elenco de conductas que
califican como acoso sexual y que vemos repetidas continuamente en todos los ámbitos
laborales, desde las fábricas hasta las oficinas, desde los comercios hasta las
dependencias públicas. Me refiero a aspectos tan sencillos como los piropos de mal
gusto, los comentarios directos sobre el aspecto físico de las mujeres, los chistes
machistas, la división del trabajo en función del sexo, y un largo etcétera.
El problema es que se tiende a considerar que estas conductas no son graves; pero es
que, aunque no lo fuesen, van generando todo un ambiente de acoso hacia las mujeres,
que pueden hacerlo insoportable para nosotras a mediano plazo, pues refuerza una
visión machista en el que la belleza física femenina reviste todavía un aspecto laboral
importante, por encima de las capacidades, y marca una diferencia entre sexos. Nadie ha
visto, por ejemplo, que los hombres sean piropeados en el trabajo, o que se les critique
por su corte de pelo o que se le asignen trabajos “propios de una mujer”.
Esta supuesta falta de gravedad de tales conductas hace que sea difícil eliminarlas a
través de acciones legislativas, por ejemplo. Por ello se impone una actitud más crítica
por parte tanto de las mujeres como de los propios hombres, que deben adquirir
conciencia de lo incorrecto de un tratamiento diferente de los compañeros de trabajo en
función de si son de uno u otro sexo.
Hablamos de una política de “tolerancia cero”, que se establezca en forma expresa como
política de las empresas, como código de conducta cuyo incumplimiento acarree
sanciones a nivel laboral, que puedan llegar incluso hasta el despido justificado. Esto
exige igualmente que las mujeres de cada centro de trabajo se unan y decidan apoyar a
aquellas que denuncien acoso sexual.
Nos referimos a llevar los principios del movimiento #MeToo a todos los ámbitos
laborales, pues, como dijimos, el acoso sexual no se limita al mundo del espectáculo. Se
trata de condenar y combatir todo tipo de conducta que señale a la mujer como un
objeto sexual o que permita que los hombres se coloquen en una situación de
dominación psicológica frente a sus compañeras de trabajo.
Pero sobre todo, a combatir todas y cada una de las conductas que constituyen abuso
sexual, en estas situaciones se impone la “tolerancia cero”.

*Abogada, especialista en Mujer y Familia. Presidenta de Voces Vitales Venezuela


Cristina.parra84@gmail.com

@MaCristinaParra

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