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En la cuarta definición hay algo nuevo, rescatable: por primera vez se introduce el
concepto de que lo que hace el ingeniero debe hacerlo con un criterio económico. A
diferencia del científico, al que en la búsqueda de la verdad no debe ponérsele ninguna
traba, del ingeniero se espera que sus soluciones sean económicas; sus proyectos deben
ser viables. Por eso, la primera fase de un proyecto en ingeniería es el estudio de la viabi-
lidad tanto técnica como económica del mismo. Es decir, se responde si es rentable, si el
producto final va a poder venderse, si el dinero que se invierta podrá recuperarse y deja-
rá una ganancia aceptable para las personas que han invertido su dinero en el proyecto.
La quinta definición es mucho más explícita en algunos aspectos. Es la definición
propuesta por la ETC (E!ectronic and Technology Commitee) de los Estados Unidos. La parte
final especifica que el ingeniero se prepara con un enfoque investigativo. Se habla del
diseño conceptual, opuesto al diseño del detalle. El ingeniero descrito en esta definición
es un ingeniero de alto vuelo, con un excelente soporte científico (matemáticas avanza-
das) capaz de sentarse al lado de los científicos y avanzar con ellos por el camino de la
ciencia. No es el ingeniero soldador, ni el del voltímetro, ni el del cronómetro; lo que no
quiere decir que no sepa y pueda usar esos aparatos adecuadamente. No se va a poner
a programar; esa es labor de los programadores. Pero si debe programar, lo hará como
el mejor. Sin embargo, su función es de mucho mayor nivel: definirá las especificaciones
de una máquina, de un circuito de control, las que debe cumplir un paquete de compu-
tación, etcétera. Ese es el ingeniero que se desea preparar.
La sexta definición describe un ingeniero más cercano a las líneas de producción, a
la parte operativa de los procesos; en algunos países los denominan ingenieros técnicos.
Su conocimiento de las matemáticas no necesita ser tan elevado. No va a ser prepa-
rado para la investigación. Su labor es resolver los problemas cotidianos que afectan
a la producción; es el ingeniero que se va a sentar al lado de los programadores para
resolver los problemas de programación que vayan presentándose. Estará presente en
la obra, procurando que lo que se ejecuta siga fielmente lo plasmado en los planos y en
los cronogramas del proyecto. Procurará que los circuitos cumplan las especificaciones
definidas y en caso necesario modificará algunas características de los mismos para
lograr un mejor rendimiento.
Se podría aumentar la lista con otras habilidades, pero la idea es mostrar algunas
que sirvan de ejemplo a lo que· está proponiéndose. En cualquiera de estos casos no hay
soluciones definidas; es más, se ve claramente que falta un elemento clave para el logro
del éxito: la mayor parte del personal docente que disponemos no está capacitado para
llevar adelante ninguno de estos planes. Es necesario el concurso de especialistas en
diversas áreas para determinar cuál sería el mejor mecanismo para incorporar a los cu-
rrículos de ingeniería unos objetivos distintos a los tradicionales. Sin embargo, y a pesar
de esta dificultad conceptual, l a solución no está en quedarse esperando a alguien que
aparezca con la solución buscada; cada uno de nosotros, con su experiencia y sentido
común, debe empezar a trabajar en esta dirección, con mecanismos, procedimientos,
técnicas que prometan resultados esperanzadores en este cambio de estrategia.
Por último, mas no por ello menos importante, está el aspecto humanístico que debe
caracterizar a todos los ingenieros. Muchos creen que el ingeniero solamente debe dedi-
carse a aspectos técnicos; se olvidan que es una parte de la sociedad y que muchos de
los problemas que deberá resolver tienen implicaciones sociales. Debe ser una persona
capaz de entender los problemas que surgen de la aplicación indiscriminada de la tec-
nología; por ejemplo, desde el punto de vista técnico el trazado de una carretera debería
pasar por determinados parajes, pero las consecuencias ambientales o culturales de tal
diseño podrían afectar los intereses de algunas comunidades. Hay valores enraizados en
ciertas culturas que vienen de muchos siglos atrás. Hay que tenerlos en cuenta a la hora
de diseñar una solución a un problema que los afecte. Las soluciones a los problemas
de la sociedad deben contemplar todos los aspectos; el ingeniero debe ser un intérprete
de la sociedad. No debe obrar a espaldas de ella. Las soluciones que da la ingeniería no
son buenas o malas en sí: solucionan o no solucionan el problema para el cual fueron
diseñadas.
El ingeniero debe ser una persona culta, capaz de intercambiar ideas con personas
de otras disciplinas; debe poder entender las implicaciones sociales que una solución
propuesta tenga. Por ello, en su formación deben incluirse cursos que amplíen su visión
del mundo y lo lleven más allá de los aspectos meramente técnicos.
Con base en lo anterior, se necesita un ingeniero:
Q Con un alto contenido científico, capaz de comprender los principios de las tecnolo-
gías del futuro.
Q Con un desarrollo de habilidades y destrezas mucho mayor que el actual.
Q Con unos conocimientos básicos de las ciencias de la ingeniería.
Q Capaz de encontrar la información requerida para la solución de un problema plan-
teado.
Q Con excelentes habilidades de comunicación, incluyendo un idioma técnico univer-
sal.
Q Capaz de trabajar en grupos interdisciplinarios.
Q Con una permanente disposición descubridora, creativa e innovadora.
Q Con una formación cultural y humanística que le permita trascender los limites de
la tecnología y comprender los aspectos sociales de los problemas de la ingeniería.
Q Con una sobresaliente habilidad para resolver problemas, y no crearlos.
El plan de estudios
Cada programa de estudios está definido por su currículo, que es la fusión de los conte-
nidos de las asignaturas, la metodología empleada y otras actividades complementarias
que buscan la formación de sus estudiantes de modo tal que al salir graduados tengan
el perfil definido por la institución. Por eso, los programas de ingeniería, como los de
otras profesiones, se distinguen entre sí no solamente por lo que se estudia, sino por