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La Puerta del Sol (Inti Punku) es un monumento de las Ruinas Arqueológicas de

Tiahuanaco, Bolivia. Es conocida a nivel mundial como la mejor muestra del grado de
perfección que alcanzó esta cultura, tanto por el arte como por la simbología que atesoran
sus bajos relieves.

Este portal lítico fue trabajado en un solo bloque de piedra andesita de aproximadamente
10 t de peso.1 En el pasado no era una pieza aislada sino, más bien, parte de una edificación
mayor, que pudo ubicarse en la cima de la Pirámide de Akapana o en el mismo Kalasasaya,
donde existen varias piezas del mismo material que el de esta puerta.

La puerta tiene en su dintel una imagen del Señor de los báculos, comúnmente confundido
con Viracocha, que está rodeado de unas criaturas aladas que se arrodillan ante él. Algunas
de estas figuras representan hermosas cabezas de cóndor. La puerta quedó inconclusa ya
que hay varias figuras sin acabar, como si los tallistas hubiesen abandonado
precipitadamente el martillo y el cincel.

La puerta presenta en su parte superior derecha una rotura que divide la piedra en dos. Se
cree que fue rota por un rayo, pero esta teoría no puede verificarse a causa de que no hay
huellas de quemaduras en la piedra ni en su interior. Si comparamos esto con la leyenda de
los gigantes, la puerta habría sido rota al ser depositada por causa del golpe, ya que la
dejaron caer. Esto aún sigue siendo un misterio para los arqueólogos. De acuerdo con la
leyenda aymara, la puerta guarda un secreto que los antiguos aymaras dejaron escondido
en Lakaqullu para ayudar a una futura humanidad en apuros. Actualmente es uno de los
monumentos más importantes de Tiwanaku.

Antecedentes

En el año 2000, estando en Tiwanaku con el Discovery Channel que filmaba "La Atlántida en
los Andes", me acompañaba Oscar Corvison, un arqueoastrónomo boliviano que me dio su
propia interpretación del calendario de Tiwanaku calculando sobre une base de calculo
vigesimal (20).

Oscar me explicó que el calendario de Tiwanaku no era la Puerta del Sol, sino que lo era un
muro que se encuentra en nuestros días a un lado de la Puerta del Sol, dentro de lo que se
llama el patio "Kalasasaya". Una de sus principales preocupaciones era que durante la
reconstrucción del muro situado al oeste del Kalasasaya, una de las grandes piedras que
había formado parte del calendario en el pasado no fue restaurada, había quedado tumbada
en el suelo a unos cientos de metros al oeste del muro.
Arriba a la izquierda, La Puerta del Sol con el calendario detrás. La flecha muestra la
posición del pilar faltante.

Arriba a la derecha Oscar Corvison nos muestra el pilar faltante en el terreno detrás..

Vista sobre el muro reconstruido, se puede ver la posición del pilar faltante, justo detrás de la
persona que aparece corriendo.

Oscar me entregó entonces un librito editado por sus propios medios donde explicaba como
funcionaba el muro, y parecía bastante fácil de entender, había dividido el año en 20 partes
como lo creía el. Después deje de pensar en ello hasta que en diciembre 2008, me vi
obligado a darle referencias a mi editor para proceder a la revisión de mi libro “Atlantis: Lost
Kingdom of the Andes” que finalmente sería publicado en mayo de 2009 por la Editora Floris
Boooks.

Como siempre me han fascinado las antiguas medidas más que los calendarios, volví a
retomar al estudio de las medidas del muro realizadas por Posnansky y descubrí entonces
que el muro no era un simple calendario solar como se pensaba hasta ahí, sino que estaba
incorporado a un calendario más sofisticado basado en meses lunares siderales.

El resto de este ensayo y el descubrimiento del calendario lunar sideral es una consecuencia
del descubrimiento de Oscar Corvison relativo al calendario de Tiwanaku basado en un
sistema vigesimal.

Arriba, la Puerta del Sol grabado antiguo.


El Kalasasaya como era en tiempos en que escribía Posnansky. El muro hoy existente ha
sido restaurado en los años 1960

La puerta de piedra que se encuentra en nuestros días dentro del Kalasasaya es llamada 'La
Puerta del Sol' y según Arthur Posnansky que pasó gran parte de su vida estudiando el sitio,
" Kalasasaya " significa sencillamente 'piedras levantadas'. Cuando empezaba sus
investigaciones en Tiwanaku alrededor de 1904, los pilares de piedra mostraban una
apariencia más parecida a un 'Stonehenge', no había muro tal como existe hoy. En los años
1960 en el marco de un proyecto de reconstrucción se suponía que una gran parte del muro
fue robado y se rellenaron los espacios entre los pilares con vista a formar un muro. Se
desplazó la Puerta del Sol a su posición actual dentro del Kalasasaya acercándola al muro
calendario, y solo 10 de los piliares gigantes se mantuvieron allí. El pilar once faltante está
ahora acostado en un terreno cercano boca abajo a unos 229 mètres hacia el oeste. Según
Oscar Corvison, el investigador boliviano que estudió el sitio, los once pilares representaban
la división del año en períodos de 20 (Corvison 1996). Esto parece mucho más lógico, ya
que si hacemos cálculos partiendo del pilar central (que representa el equinoccio) y vamos
hacia la derecha hasta el último pilar (que representa el solsticio de invierno), luego
volvemos hacia el centro para ir hacia la izquierda hasta el último pilar (que representan el
solsticio de verano), luego de nuevo hacia el centro para llegar a un total de 20.

Vista general de los pilares. El sol sigue su avance como lo muestran las cifras de 1 à 20.

Los frisos que aparecen en los bajos de la Puerta del Sol nos muestran como seguir la órbita
del sol alrededor de los pilares,
contando en veinte

Así es como funciona. En el centro del patio de Kalasasaya, se encuentra un gran bloque de
piedra del que se dice que fuera el punto original de observación. Desde ese punto, se podía
ver el sol en el horizonte por arriba de los pilares cada noche. Cuando el sol se instalaba en
el pilar central, sería el 22 de septiembre y empezaría la primavera. Cuando el sol llegará al
pilar siguiente a la izquierda, habría pasado una vegisima parte del año y así hasta alcanzar
el último pilar de la izquierda un cuarto de año más tarde el 21 de Diciembre que marca el
solsticio de verano. (Las estaciones son inversas en el hemisferio sur).
El sol empezaría entonces a desplazarse hacia el centro, alcanzado aquí otro cuarto de año
más tarde el 22 de marzo, marcando el equinoccio de otoño, luego seguiría a la derecha,
alcanzando el pilar del final el 21 de junio llegando el solsticio de invierno y el comienzo del
nuevo año aymará (el gran festival del Inti Raymi cuando aparece el sol para "stand still") y
volviendo de nuevo al pilar del centro un año más tarde el 22 de Septiembre siguiente para
marcar el comienzo de otra primavera. (Se agradece la explicación a Oscar Corvison).

Parece que Posnansky consideró la fila de pilares como un calendario basado en un mes de
30 días - probablemente porque aparecían en la Puerta del Sol 30 pequeñas figuras
llamadas Chasquis - y llegó a la conclusión que el año solar de 12 meses se usaba con el
sol mostrándose a través del espacio existente entre los pilares cada mes. Pero existe un
problema con eso : con once pilares, solo tenemos 10 espacios, no 12 …

Para que se puedan contar 12 meses en este tipo de calendario, hubiese sido necesario
construir 13 pilares, no once y recientemente se ha descubierto una fila de 13 torres en Perú.
De acuerdo con el sistema mencionado, esto representaría un año dividido en 24 y
correspondería a 12 meses solares, lo que sugiere que el antiguo calendario fue reformado
más tarde en 12 meses de 30 días y esto puede haber llevado a conclusiones erróneas a
algunos estudiosos en su intento por entender el calendario andino original. (haga click para
informe)

Posnansky tenía que haber prestado mejor atención a una de sus propias notas, en sección
E, nota 78 de su libro "Tihuanacu, la cuna del Hombre americano" donde menciona una
historia del siglo 16 en Perú y dice : 'Dividieron el año en 12 meses por las lunas. Cada luna
o cada mes tenía ya una marca o un pilar alrededor de Cuzco, donde llegaba el sol cada
mes.' (Ondegarda 1571)

Se dice que los Incas fueron el pueblo del sol, mientras que los Aymará serían el pueblo de
la luna; y me pregunto si en realidad, los pilares pudieran haber sido un calendario soli-lunar
ya que lo que llamamos el ciclo 'Saros', de eclipses lunares se repite cada 20 años 'Incas' y
cada 20 'años Inca' de 12 meses de 27.32 días es muy similar a los 18 años solares de
365.24 días (Allen 1998 y Aveni 1990). El pueblo que construyó Tiwanaku fue anterior a los
Incas y posiblemente hasta anterior a los propios Aymaras. Por otra parte, si se usó para
fines agrícolas, puede haber sencillamente marcando los solsticios de invierno y de verano
con el pilar correspondiente o espacio entre los pilares marcando el regreso del sol para el
tiempo indicado para la siembra. Posnansky pensó que esto era la finalidad del calendario
en un primer momento.

unque Corvison estuvo en lo cierto al identificar el uso del calendario solar basado en
divisiones de 20, (y esto no debería ser una sorpresa ya que ambas civilizaciones azteca y
maya usaban un calendario basado en 20) y no parece haber considerado tampoco la
posibilidad de que fuera un calendario lunar.

Cuando el sol cruza por el centro hacia el primer pilar, 1/20 del año solar ha transcurrido con
un mes de 18 días contando un año de 360 días. Los 5¼ días restantes se "pierden" cuando
el sol se queda quieto a cada final del calendario.
Basándonos en esta teoría, cuando el sol alcanzara el primer pilar, habría transcurrido 1/20
del año solar que corresponde a 18.26 días. Cuando alcanzara medio camino hacia el pilar
siguiente, habría transcurrido al menos la mitad otra vez, lo que añadido al primer cálculo
significa que habrían pasado 27.39 días - virtualmente un mes lunar sideral - cada pilar y
medio se añadiría otro mes sideral y si continuamos el proceso, llegaríamos de nuevo al pilar
central y habrían pasado 13 meses lunares siderales y un tercio (o divisiones), completando
así un año solar y marcando fines duales, un calendario soli-lunar.

Ahora me pregunto si esto puede estar relacionado de alguna manera con el ciclo Saros y ya
que se necesitan 13 meses lunares siderales y un tercio en darle la vuelta a las piedras del
calendario para completar una "vuelta" y volver a un año entero, ¿cuántas vueltas harían
falta para completar el ciclo Saros?

Si se dan tres vueltas alrededor de los pilares, llegará el sol al pilar central, representando 40
meses lunares siderales y ya que cada vuelta alrededor de los pilares equivale a un año
solar, la suma de 18 "vueltas" alrededor de los pilares completarían el ciclo Saros ; el sol
regresaría de nuevo al pilar central y el ciclo volvería a comenzar una y otra vez!

Quizá por eso los Amautas (matemáticos) de los Aymará, pensaban que habían descubierto
el calendario más perfecto del mundo. ¿Podría ser este el calendario de Atlantis? Algunas
personas pensaron así (Corvison 1996), pero sin descubrir que el Altiplano era Atlantis.

Además de contar el año inca con 12 meses lunares siderales (328 días), el calendario
representa también un año de 360 días así como un año de 365.24 días. ¿Cómo pudo haber
sido? Veamos : desde el centro hasta el centro de los pilares finales, se toma como 360 días
(contando desde un final y volviendo de nuevo) entonces la distancia desde el exterior hacia
el exterior del pilar opuesto (volviendo de nuevo) representaría 365.24 días. De este manera,
el calendario podría hacer que se sobrepusiera el calendario solar con el calendario lunar,
los cinco días y cuarto extra "se pierden (ver)" cuando el sol alcanza los pilares finales y
aparece para quedarse quieto un rato antes de volver hacia la dirección opuesta. Cada
división de un pilar a otro constituiría 18 días, lo que se podría dividir en grupos de 2 x 9
días.

Tal parece que en los Andes, se usaba un periodo de trabajo de seis semanas de nueve
días, lo que por consiguiente correspondería a tres divisiones del calendario muro y serían
dos meses lunares siderales.

Se decía que la llave del calendario estaba construida en la Puerta del Sol, que hoy se
encuentra cerca del muro de pilares del Kalasasaya y puesta allí cuando se restauró el
Kalasasaya. La Puerta consiste en un bloque gigante de piedra con una puerta cortada en la
mitad inferior y una decoración muy elaborada en la parte superior. En el centro de esta
decoración, vemos la representación del dios "que llora" - probablemente Viracocha - y en
sus manos lleva dos báculos, que parecen ser báculos para matemáticas o mediciones, y
aunque el resto del monumento es simétrico, los báculos son distintos. El de la mano
derecha tiene dos conjuntos de tres círculos y el de la mano izquierda tiene dos líneas
verticales encima de tres círculos. En nuestros días, ¿Quién sería capaz de leer el
monumento?
¿Dónde da el Sol en mi casa?.- Así pues, en el hemisferio Norte el Sol da así en la fachada
principal de una casa (aquella en la que están las ventanas de las habitaciones principales,
es decir, el salón y el dormitorio principal), en función de su orientación:
Sur, sureste y suroeste: En invierno da todo el día.
Norte, noreste y noroeste: En invierno no da nunca.
Este, sureste, noreste: Cuando da lo hace desde el amanecer hasta el mediodía.
Oeste, suroeste, noroeste: Cuando da lo hace desde mediodía hasta el ocaso.
En el hemisferio sur ocurre igual, sólo que donde pone Este deberemos leer Oeste, y
viceversa.

Otras variables a tener en cuenta.- La orientación va a condicionar el grado de luz que


recibirá la vivienda, pero en cuanto al calor han de tenerse en cuenta otros factores, por
ejemplo:
– Si hay previstas construcciones enfrente de donde nos da el sol, lo perderemos.
– Si estamos en la última planta de un edificio con mal aislamiento del tejado o terraza
el piso se calentará por el techo aunque esté orientado al norte.
– Importante: los vientos que den en cada localidad harán que la vivienda sea fría o
caliente independientemente de su orientación. Por ejemplo: en Jerez el viento de Levante
llega del Este y es caliente en verano, mientras que el Poniente, que llega del Oeste, es
fresco. Así que, si compro un piso orientado al sureste será mucho más caluroso en vernao
que si escojo otro orientado al suroeste.
NOMBRE:

Vanessa Brisa Cayoja Choque

COLEGIO:

Liceo Oruro

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