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PILARES DE LA FE CRISTIANA
En la Biblia Lutero descubrió que el hombre es salvo “solo por fe”, es decir
que este no tiene medios ni condiciones de auto salvarse, la salvación solo
obras, y todo para merecer su amor y el perdón de Dios. Por más que el
hombre o mujer se esfuerce siempre estará en deuda con Dios. El
testimonio Bíblico nos dice que es Dios quien salva y que justifica al hombre
gratuitamente, esto significa que lo declara justo a pesar de tenerla máxima
culpa, o por decirlo de otra manera: Dios se hizo hombre a través de su hijo
para redimirnos, de tal manera que por eso Lutero insistía en “Solo
GRACIA”.
Preguntas:
1. Cuando alguien te ofrece algo de gracia o gratuitamente, te merece algo
de desconfianza?
¿Qué es lo que hoy tiene valor y es de manera gratuita?
¿Si el amor de Dios es incondicional y si somos salvos solo por gracia,
como es que la gente está tan alejada de la Iglesia y de Dios?
SOLO CRISTO!
Según el testimonio bíblico Dios nos salva, nos consuela, nos perdona, nos
María y a los santos lo que nos salva, es solamente Cristo, nadie más que
Cristo, somos salvos única y exclusivamente por Cristo, por salvos Lutero
insistía en “SOLO CRISTO”.
Preguntas:
1. El principio “Solus Cristus” fue decisivo para desencadenar el
movimiento de la Reforma. Por mucho tiempo Lutero vivió angustiado
con las preguntas: ¿Cómo puedo encontrar un Dios misericordioso?
¿Cómo puedo ser salvo?. Ahora la pregunta: ¿Cuáles son las preguntas
que hoy nos hacemos, en relación a nuestra fe?
Dios es amor, ese es el hilo conductor que atraviesa la Biblia, desde inicio hasta el
fin, desde Génesis hasta Apocalipsis. Esta afirmación está siendo desdoblada en
diversas formas y acontecimientos desde el pueblo de Israel hasta Jesús y en las
primeras comunidades cristianas. El amor de Dios nunca fue puesto en duda, sin
embargo a través de la historia ese amor fue apagado por los ritos, exigencias,
manadas, peregrinaciones, indulgencias. Hasta que al final el rito y las tradiciones
son más importantes que el amor de Dios.
El cumplimiento de las exigencias financieras, fue más importante que el perdón.
La observación de ciertas prescripciones de días para santos, ayunos, fue más
importante que el amor al próximo.
El propio Lutero sufrió con esa realidad. El conoció los ritos, las exigencias y
prescripciones e intentaba obedecerlas y veía cada vez más distante el amor de
Dios. Cada vez se preguntaba ¿Cómo puedo alcanzar a un Dios de gracia? ¡como
puedo alcanzar el amor de Dios?. Dicho de otra forma,: Yo pobre mortal, pobre
diablo, como me puedo apropiar del amor de Dios?
Preguntas:
1. ¿Cómo puedo participar, como puedo hacer parte de esta gracia, de este
perdón en Cristo
¿y esa fe, es esfuerzo nuestro?, ¿cómo podemos alcanzarla?
¿La Salvación depende de mí mismo?
¿La salvación depende de mí mismo?.
¿Qué obras nos podrían salvar?