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Facultad de Derecho
Familia y Sucesiones.
Medellín 2018
Resumen 2
Fue el caso de Colombia, en la que el gobierno liberal presidido por José María Obando
decretó por la ley de junio de 1853 la separación Iglesia-Estado. Con esta ley Nueva Granada se
constituyó pionera de la separación entre las Repúblicas de América Del Sur. El patronato
republicano, herencia no reconocida por Roma de los antiguos privilegios de la Corona hispana,
pesaba sobre las Iglesias americanas. Desde el sector eclesiástico se había reclamado la extinción
acción de la Iglesia. Así lo había sostenido en 1836 el arzobispo Manuel José Mosquera, al
defender a la Iglesia neogranadina de la injerencia estatal. Para los que apostaban por el
concordato con la Santa Sede la separación era el inicio de una andadura incierta y llena de
privaciones para el trabajo eclesial, una imposición del Estado neogranadino para acabar con la
influencia social de la Iglesia. Por el contrario, apenas siete años después de proclamada la ley de
separación, en el año 1861, el Delegado apostólico en Colombia sostenía que la separación del
nobleza polaca, se le describe como un gran señor, inteligente y a la vez conciliador, a los treinta
y cinco años, fue designado Delegado Apostólico en Colombia, con jurisdicción añadida sobre
Venezuela, Ecuador y Perú, Residió en Bogotá desde donde atendió los asuntos eclesiásticos de
los cuatro países que le habían sido encomendados; Los cuatro años de permanencia en Bogotá le
cercanía con que el Delegado Apostólico había vivido los hechos desde Bogotá contribuyeron sin
duda a que el informe sobre la Iglesia neogranadina fuese más amplio y preciso que el de las
restantes iglesias. La separación de la Iglesia del Estado y la intervención del clero en la vida
pública eran dos temas de especial incidencia en la Iglesia neogranadina que exigirían una
prudente atención por parte del Delegado que fuere enviado a la República. Es en este momento
en el que Ledochowski opta a favor del régimen de separación Iglesia-Estado que regía en
Colombia, desde 1853, y que había acabado en Colombia con la injerencia estatal sobre la
Iglesia. Establecido por el gobierno liberal de José María Obando, para expresar la
aconfesionalidad del Estado, fue acogida pasivamente por el episcopado colombiano y tolerada
El Delegado apostólico afirma que la separación había sido tan beneficiosa para la labor
espiritual de la Iglesia que los mismos liberales que la promovieron en pro de la aconfesionalidad
del Estado deseaban anularla. En efecto, la separación de uno y otro ámbito, al acabar con el
patronato republicano, suprimió una injerencia estatal abusiva sobre las iglesias.
El régimen de separación había cortado también la apropiación de los diezmos eclesiásticos 4
separación del Estado gozó de plena libertad en su labor pastoral y recuperó la conexión sin
Colombia, Mons. Barili, había informado a Roma del deseo manifestado por el gobierno
neogranadino de reanudar las relaciones con la Santa Sede, eliminando el régimen de separación
Iglesia-Estado. La Secretaría de Estado vaticana había respondido que debería alabar la decisión
gubernativa, aclarando que era un tema que exigía estudio conjunto con la Santa Sede que ya
Roma en 1856 veía como meta deseable para Colombia el restablecimiento de las relaciones
entre ambas potestades. Pero, el gobierno, añadía el escrito de 1856, persistía en mantener el falso
sendero de la separación y no se tenían noticias ciertas de que quisiera cambiarlo. Era cierto que
Mons. Barili había escrito alguna vez que los gobernantes de Colombia le habían expresado el
deseo de ver reunido el Estado y la Iglesia, pero lo declaraban con poca firmeza y tal vez con el
deseo de que la Santa Sede diera el primer paso de acercamiento para después rechazarlo el
gobierno. Barili no se empeñó en el tema: había alabado el gesto, pero se excusó porque no tenía
instrucciones al efecto. Ledochowski debería seguir esa misma conducta: lejos de oponerse, la
alabará y añadirá que referiría a la Santa Sede para conocer las condiciones que deberían
señalarse para la reunión esperada. Se le hace hincapié al Delegado para que informe sobre qué
temas estaría dispuesto el gobierno neogranadino a resarcir los daños causados a la Iglesia del
país.
Como se ve, la actuación que se aconseja a Ledochowski en las instrucciones que recibe de 5
Roma es la de hacer posible la vuelta a las relaciones, con la doble condición de resarcir al menos
propio ámbito. Cinco años después, la experiencia vivida en Colombia, llevaba a Ledochowski a
optar por la no confesionalidad del Estado colombiano y por el régimen de separación como la
El Delegado daba a conocer la actuación que personalmente había seguido en este punto: al
Estado, su respuesta había sido que Roma no rechazaría esa proposición, pero que habría que
estudiar las condiciones. Al mismo tiempo, orientó a las autoridades eclesiásticas y a los laicos de
La intervención del clero en la vida pública era a juicio del Delegado el segundo tema de
vital interés en Colombia. Apuntaba en su informe dos peligros: la exclusión del sacerdote de
toda actuación pública, pretendida por los radicales, negándole sus derechos de ciudadano, y la
tendencia del pueblo que confiaba en los sacerdotes las decisiones que había de tomar en el
ámbito político, tanto en las elecciones, como ante las revoluciones. En su actuación como
Delegado rechazó los errores de la primera tendencia y corrigió los abusos de la segunda. En sus
conversaciones con párrocos y eclesiásticos les animó a no ceder sus derechos de ciudadanía,
vigilar por los intereses de la Iglesia y promover la moral del pueblo, concurriendo de modo lícito
libertad que lograron con la separación Iglesia-Estado, pudieron trabajar en esa dirección, pero la
falta de preparación teológica y canónica de los prelados hizo que hubiera escasos resultados. El
clero inferior estaba necesitado de reforma. En la diócesis de Pamplona no se disponía de clero 6
preparado; en las de Cartagena, Santa Marta o Panamá el clero adolecía en su nivel moral; otras
diócesis tenían sacerdotes valiosos pero escasos en número para las necesidades reales.
La Santa Sede debería prestar la máxima atención a impulsar la calidad del clero secular en
Nueva Granada. Para ello sugiere que el Papa enviase un representante, en cuanto fuese posible,
que estimulara y aconsejase a los obispos en todo lo que beneficiara los intereses religiosos de la
República neogranadina, como también de las otras repúblicas de la América hispana. Como
segunda medida Ledochowski sugiere llevar adelante el Colegio Pío Latinoamericano, fundado
por Pío IX tres años antes de su informe, en 1858, ya que en él “se formarán los futuros obispos,
los profesores y los sacerdotes de América, llamados a introducir las máximas, los métodos y las
enseñanzas que en Roma habrán recibido y que sin ese medio no se podrían obtener a pesar de
Finalmente, La Sede romana impulsó con vigor el desarrollo del Colegio Pío-
diócesis americanas.
Conclusión 7
La libertad política exige la separación de Iglesia y Estado. Este principio es defendido con
Significa que cada individuo debe ser libre de pensar y de aceptar cualquier idea que le parezca
bien.
Decir que la iglesia está separada del estado significa que el estado no hace ninguna
evaluación de las ideas de sus ciudadanos, sean ideas religiosas o de otro tipo. La preocupación
del estado debe ser sólo con las acciones de los hombres, en particular con las acciones que dañan
los derechos individuales. El estado ni persigue ni tolera ni fomenta ningún tipo de ideas –
Desde la perspectiva opuesta, decir que el estado está separado de la iglesia significa que un
ciudadano – incluyendo cualquier facción de ellos, tal como una comunidad religiosa – es
incapaz de utilizar el poder coercitivo del estado para penalizar o apoyar ideas, religiosas o de
otro tipo. Si un ciudadano quiere obstaculizar o apoyar una idea, tiene que exponer y defender su
religiosas, porque no tiene poder de regular ideas como tal. Nadie, incluyendo los funcionarios
http://www.colombiaaprende.edu.co/html/mediateca/1607/articles-113067_archivo.pdf
http://www.scielo.br/pdf/alm/n6/2236-4633-alm-06-00005.pdf
http://albertomansueti.com/2012/separacion-de-iglesia-y-estado-por-alberto-mansueti/