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El juicio

año 2209

José Antonio

Fortea

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Editorial Dos latidos
Benasque, España
Título: El juicio; año 2209

© Copyright José Antonio Fortea Cucurull


Todos los derechos reservados
fortea@gmail.com

Publicación en formato digital en mayo de 2012


www.fortea.ws

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Versión para tablet
versión 2 del texto

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El juicio, año 2209
...................................................................................................................................................................................................

José Antonio Fortea

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E
l coronel Dwight Patterson descansaba su voz pausada y timbrada, marcando mucho
en su bañera. Veinte minutos de las palabras, su altura de 1,92 m, le conferían
sosegado baño cada día antes de cenar, el aspecto de alguien que mandaba, que estaba
uno de los rituales diarios del coronel. El pecho acostumbrado a mandar y que, además, lo
de Patterson sobresalía recostado en la gran hacía muy bien. Su mano nunca le había
bañera circular de mármol azul situada en el temblado a la hora de imponer las medidas más
centro del amplio aseo de su casa. El militar catonianas para restablecer la disciplina, las
apoyaba sus cabellos plateados, su nuca, en el pocas veces que había tenido que hacerlo. No
cojín dorado colocado a tal efecto a sus obstante, su espíritu, siempre estaba inclinado
espaldas. Con los ojos cerrados Dwight a la magnanimidad. Su prestancia, su carácter
escuchaba música de Gershwin. A su derecha, férreo, todas las anteriores cualidades le hacían
en el borde marmóreo de la bañera, una copa ser respetado por todos los oficiales bajo su
de cristal con vino de Madeira. A su izquierda, mando.
también a mano, Yo Claudio; de vez en Justo en el momento en que los violines
cuando, no siempre, le gustaba leer mientras y el piano entraban en un compás de andante
disfrutaba de su baño relajante. Varios en la grabación que escuchaba, el sonido
ambientadores daban al aseo un agradable interrumpido y agudo del timbre de la puerta le
aroma a pino. Cuatro velas encendidas advirtió que alguien había llegado al rellano de
acababan de dar una nota de exquisito buen su piso. Patterson alargó su brazo hacia su
gusto al ambiente, casi de sofisticación. teléfono y sin salir del agua atendió al timbre
El coronel gustaba mucho del agua. No de su puerta desde su teléfono.
tanto para beber, como para meterse en ella al –¿Sí? ¿Dígame?
final del día, antes de la cena. No sólo era su –Policía Metropolitana, ¿podría
bañera, sino que un día a la semana iba a la abrirnos?
inmensa piscina climatizada de la calle Patterson quedó sorprendido. La
Hoffman. Lo del baño relajado, cada día o cada policía... ¿qué querrían?
dos días, tenía pocas excepciones. El oficial era –Sí, por supuesto. Pero tendrán que
un hombre de rutinas, un amante de las esperar unos momentos, me encuentro en el
costumbres, las cultivaba con delectación. Pero baño.
no tomaba esos baños prolongados todos los El militar salió del baño y sin
días, los fines de semana y a veces los viernes enjuagarse la poca espuma que había quedado
descansaba, pues como él siempre repetía a sus sobre su cuerpo, esbelto a pesar de encontrarse
amigos oficiales del ejército: todo placer cerca de los sesenta años, se puso encima su
reiterado cesa de dar placer. albornoz de algodón. Así, con el albornoz
El rostro del militar de cincuenta y blanco que le llegaba hasta los tobillos y que
cinco años era una especie de mezcla entre la ostentaba sus iniciales doradas, abrió la puerta.
cara de Woodrow Wilson y las facciones de un –Buenas tardes, ¿en qué puedo
aristócrata sueco. Es decir, un rostro que ayudarles?
irradiaba distinción. Un rostro alargado Cuatro policías con sus uniformes
coronado de canas, con unos párpados algo oscuros y pesados, cubiertos de acolchadas
caídos que le daban la apariencia de perenne placas negras de protección, en los que
serenidad. Su papada, sus ojos clarísimos, sus relucían sus aceradas rectangulares insignias
ademanes, todo en él era noble. Su paso firme,

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del Departamento con su número de Componiéndose su corbata en tonos ocres,
identificación, escoltaban a su obeso sargento. contempló desde la ventanilla del vehículo
–¿Es usted Dwight Patterson? policial las decenas de miles de ventanas
–Sí, soy yo. iluminadas de las torres de Boston. Los
–Tengo orden de detenerle. pasillos aéreos entre aquellas torres estaban
El coronel casi no pudo dar crédito a lo muy transitados; era la hora de la vuelta del
que acababa de escuchar. Sus ojos se abrieron trabajo a casa.
completamente. Durante un instante no supo Mientras el vehículo sobrevolaba las
qué decir. calles inmerso entre todas la luces de los que
–¿Puedo leer la orden? –preguntó circulaban en aquel corredor, Patterson se
finalmente Patterson. preguntaba por qué estaba en el asiento trasero
–Lo siento, no es una orden judicial. La de aquel coche patrulla. No había llamado a
orden ha sido cursada por radio por el nadie todavía, quería saber primero de qué se
organismo central de detenciones del sector 30. le acusaba para después actuar en
En la comisaría, el superior al mando le consecuencia. De momento era mejor no darle
informará de los cargos. vueltas, mirar por la ventanilla, tratar de no
–¿Ustedes no los saben? agobiarse, pensar en otra cosa. Su labio inferior
–No tenemos ni idea. Pero la foto de su denotaba la tensión a la que estaba sometido en
cara, el nombre y su dirección aparecieron en ese momento. Pero hacía ímprobos esfuerzos
nuestra pantalla, junto a la orden de proceder a por no desmoronarse, por ofrecer a los agentes
su detención. No sabemos nada más. Pero y ofrecerse a sí mismo una impresión digna, la
insisto, los sujetos arrestados en virtud del serenidad con la que se espera que un militar
artículo 328, son informados al llegar a afronte los escollos imprevistos de la vida. Él
comisaría. era, al fin y al cabo, un militar. Sobre todo
El militar todavía no acababa de dar eso... un militar.
crédito a la situación que estaba viviendo y Con su trabajo había colaborado a
reaccionaba con lentitud. No sabía muy bien defender esas torres, esa ciudad y las miles de
qué hacer, claro que tampoco se podía hacer ciudades de los 50 Estados. Había custodiado
nada, más que dejarse llevar, dejarse conducir. ese territorio, esas moradas habitadas por
–Muy bien, me disculparán, necesito tantos seres humanos. Las había defendido en
unos minutos para vestirme. tiempos de paz, pero hubiera estado dispuesto
a derramar su propia sangre por defender a su
Diez minutos después apareció patria. Por eso ahora no comprendía. No
elegantemente vestido con traje blanco. comprendía esa situación. Él era un hombre
Sosteniendo un pequeño maletín en la mano. justo. Los extensos muros de las gigantescas
–Lo siento, señor –le dijeron–, pero no construcciones del centro de la ciudad seguían
puede llevarse nada. desfilando por la ventana en el recorrido de
–¿Ni siquiera un libro y mi cepillo de aquel coche patrulla. El gélido río Charles, las
dientes? luces de aquella noche invernal, la hora
–Ni siquiera. Son las normas. temprana, pero ya oscura en esa época del año.
Sin rechistar, sin quejarse, dejó, allí Hacía frío fuera. ¿Qué hace un hombre
mismo, en el salón el maletín, bajó con los honrado como yo en este asiento de atrás de
agentes en el ascensor y se subió a la aeronave. este vehículo policial? Y volvía a mirar otra

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vez a la superficie del río y a las luces del nada más saludarle tecleó y consultó la pantalla
centro de la ciudad. Cualquier cosa con tal de de su mesa, mientras se rascaba la mejilla.
distraerse, de no pensar en esto, la mayor Después dijo pensativo:
humillación de su vida, una situación en la que –Señor Patterson, tengo que
jamás imaginó que se vería. comunicarle que ha sido detenido en virtud de
El militar se pasaba las manos nervioso la orden general de detenciones que ha dictado
por la parte superior de la pernera de sus la Dirección Central de la Policía
pantalones blancos. Cuánto le hubiera gustado Metropolitana de Boston, después que hoy se
tener a su lado a su mujer. Pero ni ella, ni sus nos diera a conocer el decreto 8/2209. El
hijos, le esperarían en casa cuando regresase. decreto ha sido aprobado hoy mismo a las
Mejor. Nadie de su familia sufriría con este 10:00 a.m. por el Presidente de los Estados
inesperado asunto desagradable. Sufriría solo. Unidos. Mi impresora está ahora mismo
Patterson trataba de distenderse con cualquier preparándole una copia de esta nueva ley. Aquí
pensamiento, porque cuando se detiene a un la tiene.
sinvergüenza, a un hombre que asiduamente ha La negra y gruesa mano del comisario
quebrantado la ley, su ánimo, su psicología, sobrevoló la mesa aproximándole la hoja.
está preparada para tal eventualidad. La Dwight Patterson leyó atentamente el papel.
posibilidad de ser atrapado ha sido ponderada –Mañana será presentado usted ante el
a menudo por todo canalla, desde que opta por juez –añadió el comisario–. No se trata de un
saltar la raya de la ley. Pero cuando se detiene juicio, es tan solo una comparecencia con
a hombres honrados y justos, se derrumban. sentencia inmediata. ¿Tiene usted abogado?
La Comisaría Norte de la ciudad, ya –No, no tengo –respondió Patterson.
estaba a la vista. Tenía el aspecto de una –¿Lo quiere de oficio o prefiere
fortaleza. De una fortaleza incrustada en la contratarlo usted mismo?
parte media de un rascacielos. La comisaría –Creo... que haré unas cuantas
tenía una altura de siete pisos, y estaba situada llamadas.
a casi 200 metros de altura respecto al suelo. –Por supuesto. Como le he dicho,
Continuamente entraban en las pistas y mañana será llevado a los tribunales del distrito
hangares de la comisaría aeronaves policiales. 30. Mientras tanto, ha de saber también que,
De lejos, las aeronaves parecían luciérnagas desde este momento hasta la comparecencia
penetrando en las entrañas arquitectónicas de ante el juez, está usted detenido. Tengo la
aquella megaestructura. obligación de advertirle también que sus
bienes y cuentas financieras quedan
Un cuarto de hora después, el coronel congeladas bajo la custodia y supervisión del
entraba en el despacho del comisario Mac Estado de Massachussets hasta la sentencia de
Millan. mañana –y con aburrida velocidad continuó:–.
–Encantado. Siéntese. No puede hacer trasferencias, ni compraventas,
Mac Millan le saludó con un apretón de ni cualesquiera otros actos de disposición de
manos, un comisario de color con una voz seca bienes hasta que la decisión del juez aclare su
y profunda. El comisario le había dado la situación legal.
mano, porque aunque fuera un tipo duro y mal –Comprendido.
afeitado, le gustaba ser cortés con los detenidos –Si lo desea, ahora un agente le leerá la
de apariencia de clase media. El comisario lista completa de sus derechos.

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–No hace falta, espero esta misma tarde Rommel del desierto legal, se las sabía todas.
hablar con el letrado que se encargue de mi Y no sólo eso, entre las no menos malas armas
defensa. de su arsenal estaban sus amigos, tenía muchos
–Muy bien, pues nada más. Adiós. amigos abogados, de todas las especialidades.
El comisario sin acabar la última La cara sonriente de Douglas apareció en
palabra le tendió la mano para dar por seguida en la pantalla del teléfono. No dejó
finalizada la conversación. Su rostro no hablar al coronel, sino que, de inmediato, dijo
denotaba ninguna emoción, era el rostro duro alegre:
de alguien acostumbrado a realizar el –Hola Dwight, te iba a llamar yo
procedimiento muchas veces al día. mañana, Lester Berrigan nos ha invitado al
torneo de golf, el torneo de primavera de su
Patterson fue conducido por un pasillo club.
a una salita blanca bastante vacía pero con un –Mira Douglas, te llamo desde la
video–teléfono encima de la mesa. Todo era Comisaría Norte. Estoy detenido.
blanco, el suelo, la mesa, la silla, las paredes. –¡Cómo! –en ese momento se le cayó
El viejo coronel se sentó y consultó las encima el cielo al administrador.
direcciones de la agenda electrónica que
llevaba en el bolsillo de su americana. Los
guardias junto a la pared de enfrente Patterson fue trasladado por los dos
aguardaron con aburrimiento a que acabara. policías a través de un inacabable pasillo.
Allí estaban, silenciosos, observándole. El ¿Cuántas celdas flanqueaban el pasillo?
militar pensó que lo mejor era llamar al ¿Cientos? Cada vez que ingresaban en un
número de teléfono de su asesor financiero. En nuevo pasillo que daba a otra zona de celdas,
ese momento no se le ocurrió alguien más debían esperar a que se abrieran las verjas
adecuado para el caso. Era su asesor y su mecánicas que clausuraban cada tramo.
amigo. Y siempre estaba metido en asuntos de Escapar no debía ser fácil, porque incluso
abogados. Los dedos del coronel teclearon con llegar a su celda requirió su tiempo. Pero a
lentitud y preocupación la siguiente dirección través de aquellos pasillos silenciosos,
alfanumérica de teléfono: acabaron por llegar.. El agente que iba delante
abrió una puerta. Una puerta metálica blanca.
douglaswilliams327hollbrook Todo era inmaculadamente blanco. El coronel
echó una ojeada a su celda. La puerta se cerró
Su viejo amigo Douglas Williams era sin ningún aviso a sus espaldas. Un catre, una
mucho más que el gestor de toda la vida que le silla y un lavabo. Ni una ventana, ni un libro,
confeccionaba la declaración para hacienda nada. Al fin y al cabo aquella era una celda de
cada año. Era Douglas el contertulio usual que comisaría. Una celda de estancia breve en
venía no pocos fines de semana a casa a espera de ser trasladado a una prisión para
tomarse un café y a charlar acerca de cómo permanencias prolongadas. El viejo militar de
iban las cosas. Su asesor no sólo le informaba sienes canas tomó asiento. No sabía qué
de todos los más rentables productos pensar. Todo había sido tan inesperado. Las
financieros donde invertir sus ahorros, sino que horas comenzaron a pasar.
también era un perro viejo resabido de todos
los vericuetos del derecho penal. Era el

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Al día siguiente Así que tranquilo. Y ahora pasemos a estudiar
la letra del decreto presidencial por la cual

U
na gran mesa en la amplia habitación. usted comparece mañana ante la justicia:
A un lado Patterson, al otro su 2 de enero de 2209. En virtud del
abogado con dos ayudantes también Decreto de Poderes Especiales, el Presidente
abogados. También Douglas Williams se de los Estados Unidos de América establece
hallaba en esa mesa, al lado del coronel. El que, en orden a una mejor protección de los
asesor financiero había trabajado derechos de la infancia, todos los cristianos
concienzudamente, había consultado a cinco deberán someterse a un tiempo de
abogados conocidos, letrados de su entera
reeducación en centros destinados a tal efecto
confianza que le aconsejaron no como a un
por las autoridades federales.
cliente, sino como a un amigo. La noche
Este decreto afecta a todos los
anterior había sido un día alocado de llamadas,
cristianos por encima de la mayoría de edad.
pero finalmente a las diez de la mañana del día
siguiente Patterson tenía delante a tres Los menores de edad serán acogidos
abogados que se contaban en la nómina del temporalmente en los centros de la institución
mejor bufete de la Gran Manzana. federal Childrencare creada a tal efecto.
El coronel tamborileaba con su El decreto afecta a todos los cristianos
bolígrafo sobre los folios que tenía delante, que se hallen en suelo norteamericano o en
mientras sus ojos infatigables atendían las una jurisdicción equivalente, sean o no
explicaciones de su abogado. Hacía menos de ciudadanos de los Estados Unidos. Los casos de
un minuto que había firmado los documentos cristianos carentes de inmunidad diplomática
que les convertía a ellos en sus abogados. pero que trabajen en embajadas serán
–Como cliente nuestro y para su estudiados caso por caso por el Departamento
conocimiento, le diré que nuestro bufete está de Estado.
compuesto por 74 abogados. Tocamos todos Los bienes de los cristianos quedan
los campos y todas las especialidades –hablaba bajo custodia federal; desde que entre en vigor
un abogado delgado, muy delgado, de ojos
este decreto no se permitirá la enajenación,
azules, y vestido con un traje cortado en una de
venta o transferencia de ningún bien. La
las mejores sastrerías de la Quinta Avenida–.
Fiscalía General enviará, de inmediato, el
Créame, está en las mejores manos. La
listado de los acusados al Organismo de
comparecencia la tenía dentro de dos horas.
Pero ahora mismo vamos a pedir el Regulación Bancaria.
aplazamiento de un día, para que se nos Asimismo, de acuerdo a la legislación
conceda más tiempo para estudiar su defensa. penal vigente y para evitar que ningún
Durante esta noche, cuatro personas van a estar ciudadano sea injustificada o erróneamente
preparando todas las estrategias posibles para enviado a los centros de reeducación, el envío
defender su caso. En cuanto salga de aquí, sólo se podrá hacer tras la sentencia de un
vamos a buscar toda la información posible juez. La sentencia de reclusión será emitida tan
acerca del juez. A lo largo de esta noche sólo tras la preceptiva comprobación de que el
sabremos la biografía del juez, dónde estudió, sujeto es cristiano. Para lo cual se le
cuáles son sus manías, sus preferencias, las interrogará acerca de esta cuestión. Si el sujeto
cosas que le gustan y lo que le produce tirria. niega ser cristiano o consta por alguna razón

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que ya no lo es, se le dejará de inmediato en sería de una ayuda inestimable algún tipo de
libertad. dubitación. Por eso se lo repito: ¿alberga algún
Este decreto entrará en vigor el día 2 tipo de duda, por pequeña que sea, acerca de la
del mes de enero a las 12:00 p.m. del mismo fe en el credo que usted profesa?
día en que es aprobado. –No, creo firmemente.
–¿Estaría usted dispuesto a negar que
Como ve, señor Patterson, el decreto ha es cristiano?
sido redactado deliberadamente de un modo –No.
bastante amplio. No se entra en –Dese cuenta que no le pido que
especificaciones que hubieran sido internamente deje de creer en su fe, sólo le
complicadas y, tal vez, inacabables. No se preguntaba si estaría dispuesto a negarlo
habla de si el cristiano pertenece a una u otra externamente.
confesión. No se explicita qué tipo de –No. No lo voy a hacer.
preguntas certificarán esa calificación de El abogado no insistió en el tema. Su
cristiano. ¿Por qué? Pues porque el legislador misión era defenderle. Ellos no iban a hacer el
sabía que concretar la letra de la norma en ese más leve esfuerzo por cambiar las ideas de un
sentido llevaría al uso de argucias legales para cliente. El cliente pagaba y el bufete le
buscar vías de escape a su aplicación. Por eso defendía con uñas y dientes, eso era todo.
han decidido hacer una ley sin recovecos. Lo Nadie en el equipo de abogados compartía
único que aparece con claridad, es que si uno aquellas creencias. Es más, en pocos lugares de
explícitamente niega ser cristiano queda en este mundo había un grupo de personas menos
libertad. El decreto ha sido emanado de esta inclinado a problemas de conciencia como los
manera contando con la supervisión de un buen de Milton & Asociados. Pero ellos no entraban
equipo de expertos en materia religiosa. Sabían en el tema de fondo, para ellos todo esto era
muy bien que a un cristiano no le es lícito sólo un trabajo; y un trabajo que hacían muy
renegar de su fe. bien.
Por lo que sabemos, dentro del –¿Pero vamos a ver, no podríamos
cristianismo, usted profesa el catolicismo. Es decir que esa ley es anticonstitucional? –
usted católico, ¿es así? preguntó Patterson.
–Correcto –contestó Patterson. –Mucho me temo que tal medida
–Pertenece a la Iglesia que sigue al resultaría inútil. Los recursos de
Papa de Roma. ¿Me equivoco? inconstitucionalidad contra una ley federal se
–No, no se equivoca. presentan ante el Tribunal Supremo de los
–Luego usted se considera incluido en Estados Unidos. Después del atentado del año
el término cristiano. ¿No? 2183, el Presidente tuvo que nombrar a todos
–Sí, creo en Cristo y sigo sus sus miembros. Desde entonces, el Tribunal
enseñanzas, luego soy cristiano. Supremo no es más que una mera rama del
–Antes de nada –interrumpió el Poder Ejecutivo. De manera que por esa vía no
abogado de la derecha al abogado del centro tenemos mucho futuro. Le aseguro que por ahí
que era el que estaba hablando–, y para nuestra no lograremos nada. Además, junto al decreto
información, queríamos preguntarle: ¿tiene 8/2209 de confinamiento de los cristianos, el
usted alguna duda respecto de su fe? Entiendo Departamento de Justicia de los Estados
que es un asunto espinoso, pero para nosotros Unidos emitió un anexo que era un informe en

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el que fundamentaba la constitucionalidad de –Tampoco esa razón va a convencer
esa medida. mucho al juez. Es cierto que, hasta ahora, los
El informe jurídico razonaba, y la perseguidos siempre habían sido confesiones
verdad es que técnicamente lo hacía muy bien, con unos cuantos cientos o, como mucho,
las razones por las que tal decreto no vulneraba miles de seguidores. Ésta es la primera vez que
la Primera Enmienda a la Constitución. El se actúa contra una denominación tan
Departamento sostiene que ninguna religión numerosa. No en vano ustedes los cristianos
podrá ampararse en la libertad de creencia para son el 4% de la población de los Estados
dañar los derechos elementales de la infancia. Unidos.
Y así, cita que la enseñanza sexual del –¿Y los jueces no se han opuesto a un
cristianismo se considera que puede decreto así?
traumatizar a los niños creándoles complejos –A pesar del poco tiempo que ha
de culpa. Otro tanto ocurre al hablar del pasado desde la emisión del decreto, nos
Infierno, la mortificación, etc. Leo consta que muchos jueces han manifestado su
textualmente del informe: El Estado no aprensión a emitir sentencias con arreglo a esta
prohíbe las creencias cristianas, pero quiere al orden presidencial. Sin embargo, la Asociación
mismo tiempo salvaguardar la salud mental de Psiquiátrica Americana ya ha ofrecido una
los hijos de los cristianos. rueda de prensa, en la que su presidente ha
–Entonces, por ese camino ¿no vamos afirmado el carácter antinatural de esas
a lograr nada? creencias cristianas, y ha apoyado las acciones
–Hay una abundante jurisprudencia en del Gobierno.
la que se ratifica el poder del Estado para –¿Y no ha habido más voces en contra
perseguir organizaciones que divulguen que la de algunos jueces?
creencias contrarias a la salud corporal o –No, se están preparando
mental de sus seguidores. Ha habido sectas que manifestaciones de protesta en varios puntos
practicaban la automutilación ritual, otras la del país. No sabemos cómo reaccionará la
castración, otras impedían todo tipo de opinión pública, pero desde luego, de
libertades y derechos a sus miembros, teniendo momento, la presión mediática contra la Iglesia
que vivir desde que nacían en sus es muy fuerte. Hace dos días las cuatro cadenas
comunidades, que más que comunidades más importantes del país, emitieron a la hora
constituían verdaderas prisiones. Por eso la de mayor audiencia el famoso reportaje que
Ley se ha visto obligada a intervenir en este usted conoce.
campo, a lo largo del último siglo y medio, –Ahora vemos claro –dijo otro
desde la famosa condena Brooks-Fletcher. abogado– que tal coproducción televisiva no
–Pero la Iglesia a la que pertenezco no fue fruto de una iniciativa espontánea. La
es una secta. opinión pública está muy influida por una
–Con ese argumento, no vamos a llegar campaña que ya lleva en marcha varios años.
muy lejos. Mi congregación no es culto No hace falta que le diga que más de una cuarta
dañino, eso es lo que dicen todos los parte de la población de los Estados Unidos
pertenecientes a una secta. pertenece a la religión dagoniana, religión que
–Pero no somos cuatro gatos, somos siempre ha manifestado su oposición frontal y
muchos. encarnizada al cristianismo.

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–Tampoco –añadió el tercero de los una fortuna en abogados si creyera que me van
abogados– podemos apelar a la quinta a soltar en un par de semanas. Pero tengo la
enmienda de la Constitución, porque no se clara convicción de que no va a ser así. De
exigirá que declare usted. Si usted calla, el juez manera, que prefiero gastarme mi dinero en
no le va a forzar a decir nada. Ellos tienen los abogados que no dejárselo al gobierno que me
listados incautados en los libros de bautismos. va a recluir.
Eso es una prueba documental más que –Si tal es su decisión, nosotros le
suficiente para emitir sentencia. Aun así, apoyaremos.
apelaremos a esa enmienda. –Señor Patterson –habló con
–Veo que la situación es... difícil –dijo solemnidad el abogado del centro–, es cierto
el coronel llevándose la mano al mentón con que cobramos 900 dólares la hora. Pero si su
cierta inseguridad y mirando a los tres opinión es la que nos ha dicho, a nosotros nos
abogados–. ¿Y no podríamos excitar la parece bien.
compasión del jurado? –Sí, señores –repitió Patterson–, estoy
–Esto está tipificado como una causa seguro de que si la sentencia es negativa y me
menor. No habrá jurado, ni público. condenan, mis bienes no sólo serán
Únicamente se le ingresa a usted por un tiempo congelados, sino que con el tiempo serán
breve en un campo de reeducación. Todo se confiscados. Estoy seguro. Así que más vale
ventilará por vía de una comparecencia breve que utilice mi dinero, el dinero ahorrado de una
con sentencia inmediata. Delante de usted sólo vida, en defenderme. Me duele, pero mejor eso
habrá un juez que tiene que resolver en la que ahorrarlo para que acabe engrosando las
misma mañana cerca de veinte causas. arcas del Estado.
–¿Cuánto tiempo creen que durará el Hubo un silencio apesadumbrado que
internamiento? todos respetaron. Douglas, su amigo, preguntó
–No creemos que pase más de una a los abogados:
semana en ese campo de reeducación. –¿Tan mal están las cosas?
–¿Están seguros? –Nosotros, de ninguna manera,
–Nadie lo está. Sólo tenemos el creemos que el Poder Ejecutivo caiga en una
decreto, por el momento. locura como la que nuestro cliente da por
–Pero no me aseguran que esté sentado. Aunque cosas muy raras están
únicamente una semana. pasando en los últimos años. Tener como
–Nadie puede asegurarle un plazo. Presidente a un fanático… de un extraño culto,
–O sea, que lo mismo puedo estar un no es lo que más tranquilidad dé. Pero no
mes que medio año. creemos que siga adelante por este camino de
–Tampoco es necesario que se ponga locura. Aun así, una estancia de una o dos
en la peor de todas las posibilidades. semanas en un centro de reeducación no
La cara de Patterson aparecía bastante creemos que se pueda evitar, hagamos lo que
desanimada. Pareció meditar unos momentos. hagamos.
Después dijo: –¿Así que creen que ésa será la
–Señores, como ya les he dicho al sentencia mañana? –preguntó el asesor.
principio y como le dije ayer a mi amigo –Nuestra misión es hacerle comprender
Douglas, voy a luchar por mi libertad con todos a él, cuál es su situación real en este momento.
los medios que me ofrece la ley. No gastaría Pero ya le he dicho que esta noche un equipo

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va a estar estudiando todas las líneas de
defensa posibles. Mañana, a primera hora, nos
reuniremos con ese equipo para que nos
expliquen qué estrategia podemos seguir.
Tanto si somos optimistas, como si no, vamos
a luchar con todas nuestras fuerzas, se lo
aseguro.
Otro abogado intervino con intención
de animarle:
–Si usted es retenido de forma
prolongada, hay una sentencia del Tribunal
Supremo en 1975, O´Connor contra
Donaldson, que prohíbe el confinamiento
indefinido si una persona no es peligrosa;
podemos agarrarnos a este argumento.
–Muy bien, confío en la
profesionalidad de su firma –concluyó el
detenido.
–Tranquilo. Se hará todo lo que se
pueda hacer. Como una vez me dijo un colega
mío italiano, cuando le pedí un favor
profesional: Si es difícil, ya está hecho. Si es
imposible, vamos a ver. Nuestro bufete hace
cosas así continuamente.

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Día 3 de enero, iban las vistas esa mañana, y dirigió su mirada
a las 2:10 p.m. de águila hacia el acusado.
–Siguiente caso –dijo en voz alta, sin

E
l imputado entró rodeado de sus emoción, la oronda secretaria–: el Gobierno
abogados en la sala de juicios. Aquella Federal contra Dwight Patterson. Pendiente de
mañana ni un solo caso se había envío temporal a campo de reeducación por el
demorado en su resolución, y la agenda de la decreto 8/2209.
sala marchaba de la mano con el horario real –Vamos a ver, señor Patterson –le dijo
con una inusual puntualidad. Todos los casos el juez mientras leía rápidamente el informe de
de aquella mañana eran comparecencias breves su caso enviado por el ministerio fiscal del
por causas menores que habían recibido una distrito–, ¿se declara usted cristiano?
sentencia tras escuchar al acusado y a su –Señoría –dijo su abogado sin dejar
abogado por si tenían que alegar alguna cosa. tiempo a que Patterson dijera nada–, nuestro
Patterson ya esperaba entre dos policías en uno cliente se acoge al derecho amparado por la
de los asientos de la parte de atrás de la sala. El Quinta Enmienda para no declarar.
ujier le comunicó a uno de los abogados que –En ese caso me veré obligado a emitir
ellos eran los siguientes. una sentencia condenatoria. Ya que, si no fuera
Patterson y su defensa se sentaron en la cristiano, no tendría ningún inconveniente en
mesa corrida que se hallaba justo delante del declararse no-cristiano. Créanme, con
juez, a la derecha. El magistrado, de unos independencia de que comparta o no las
sesenta años, de rostro y modales patricios, con razones que han empujado a la Casa Blanca a
una gran papada y una nariz respingona, sin aprobar este decreto, debo hacer cumplir la ley.
ninguna prisa terminaba de firmar los papeles Mi obligación es ésta.
de la sentencia anterior. Un movimiento de la cabeza y un gesto
Detrás del magistrado, una gran estatua de las cejas del magistrado mostraron su
representando a la Justicia. Una estatua de fastidio. Aunque nadie captó la razón de ese
mármol que la plasmaba no al modo usual, sino fastidio, lo cierto es que el decreto le parecía
como una grácil mujer griega levantando hacia una sandez, y le hubiera gustado seguir
el cielo el afiladísimo filo de su larga espada hablando contra él. Si bien, al estar sentado en
plateada con incrustaciones de bronce. No el estrado, no le pareció correcto seguir
tenía ni venda en sus ojos, ni balanza en sus manifestando abiertamente su opinión sobre
manos. Su rostro y sus formas sólo mostraban ese decreto.
majestad y belleza, la belleza de la Justicia. Su –Señoría, si mi cliente calla, usted
espada simbolizaba que, a pesar de su belleza, imagina que es cristiano. Y usted está en su
se le había dotado de poder para hacer justicia. derecho de creer tal cosa, pero el decreto
Esta Justicia bellísima y con rizos cayendo estipula que el juez interrogará al acusado, y
sobre los hombros contrastaba con la secretaria que si el juez comprueba que es cristiano, será
del juez, oronda, de rasgos asiáticos y bastante condenado. Las palabras hablan. Pero el
seria. silencio es sólo indicativo de silencio.
El juez dejó sus papeles en un extremo –Letrado, mi sentido común no me deja
de su mesa, bebió un poco de su taza de café, lugar a dudas. Si uno puede evitar una condena
miró con flema británica su reloj de plata de con una sola palabra, con un sí o un no, ¿cree
bolsillo, se sintió satisfecho de lo rápidas que usted que voy a pensar que él no es cristiano?

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Únicamente un cristiano estaría dispuesto a porcelana que representa a Buda. Y no creo en
afrontar la pena antes que decir no. Así que, Buda. Ahora que me acuerdo, también tengo
señor Patterson –y volvió la cara y sus ojos una del Dios Saturno devorando a Mercurio.
azules y acerados hacia el coronel–, ante usted Ser cristiano supone un acto interno, una fe
está la libertad o la condena: ¿es usted interior. Si no, podríamos condenar a los
cristiano, sí o no? Respóndame. actores que representen a obispos o Papas en
El coronel no despegaba los labios. Su sus obras de teatro, pues externamente harían
mirada no era altanera, miraba todo eso como actos pertenecientes a la fe cristiana.
alguien que interiormente está rezando y Podríamos condenar a los agentes del FBI que
pidiendo que se solucione cuanto antes de la se hayan infiltrado en la secta para
mejor forma posible, como alguien que sabe investigarla...
que no hay escapatoria pero que no pierde nada –Muy bien, muy bien, letrado, todo eso
por intentarlo. está muy bien. Pero está muy claro que ellos
–Señoría –volvió a intervenir el han realizado eso por una razón bien concreta
abogado–, el silencio del acusado no puede y que pueden justificar. De forma que sus actos
condenarle. ¿Cuándo el mero silencio ha exteriores no se correspondían con ninguna fe
bastado para condenar a alguien? Para que el interior. Si esas personas comparecieran ante
silencio fuera indicativo, precisaría de pruebas este tribunal, no tendrían inconveniente alguno
que resultaran suficientes. en manifestar su falta de fe en el cristianismo.
–Muy bien –el juez tomó la hoja Y siendo requeridos por esta Sala, no tendrían
enviada por la fiscalía–, su nombre aparece en inconveniente en responder un no, un simple
el listado del FBI como cristiano católico. no, sin dudarlo ni un segundo. Mi pregunta
Seguro que hallaríamos testigos de que ha obtendría una respuesta clara e inequívoca. ¿Se
asistido a Misa los domingos. Y si la policía da cuenta?
registra su casa, me imagino que encontrará –Luego entonces su señoría también
imágenes religiosas. ¿Necesita el señor letrado está de acuerdo en reconocer que esos actos
algún indicio más de la fe del acusado? externos en sí no son probatorios, hasta que no
El abogado se dispuso a replicar a esa medie una declaración del procesado a favor o
argumentación. Se daba cuenta de que tenía en contra.
que argumentar del modo más humilde –No tendría inconveniente en afirmar
posible. En ningún caso debía dar la impresión que los meros actos externos usuales de un
de estar enseñando nada al juez. Había que cristiano pueden ser realizados por un no
hablar como pidiendo perdón por disentir del cristiano por razones ex-pli-ca-bles. Pero usted
magistrado. Si no, el juez daría carpetazo al sabe muy bien que éste no es el caso.
asunto. –Señoría, yo no sé nada, mi
–Todo lo que usted está diciendo – colaborador no sabe nada –y señaló hacia atrás,
explicó el abogado– son aspectos externos que hacia el otro abogado que estaba sentado junto
no son probatorios, dicho sea con todo respeto. a Patterson–, nuestro defendido nos mira pero
El acusado ha podido asistir a Misa durante no dice nada. El acto de fe es un acto interno y
años por tratarse de un agente al servicio del la fiscalía sólo cuenta con actos externos. La
gobierno, encargado de infiltrarse en esa secta. fiscalía lo ha hecho comparecer a él y a todos
El agente puede tener imágenes religiosas en los demás cristianos por encontrarlos en el
su casa, como yo tengo en mi salón una bella listado de nombres de los Libros de Bautismos

17
incautados por el FBI el día 3 de noviembre del es necesario admitir que el ser cristiano es, en
2208. Pero nada más. esencia, un acto interno. Así que dado el
–Mire, usted sabe que a este tribunal le carácter especial de este caso, pospongo la
sería muy fácil hacer comparecer a cristianos resolución del mismo –el juez hizo un gesto a
de la iglesia a la que él se acercara su secretaria para que comprobara si tenía
habitualmente a escuchar los servicios algún compromiso al día siguiente, la
religiosos. Esos hombres serían testigos de su secretaria indicó que no con la cabeza –.
asistencia, de su respuesta vocal a esos Mañana a las 11:30 a.m. se convoca una nueva
servicios religiosos, de sus oraciones, de sus sesión. La sesión tendrá carácter de juicio y no
limosnas, etc., etc. de mera convocatoria para una sentencia
–Si esos cristianos se negaran a rápida sin presencia del fiscal. Voy a pedir un
declarar, y estarían en su derecho, usted informe de jurisprudencia, y requeriré también
seguiría teniendo como única prueba el la asistencia a la vista de mañana de un fiscal.
silencio. El silencio multiplicado por cien. El asunto reviste tal complejidad que no quiero
Cero multiplicado por cien. No tendría ni que recaiga sobre mí la responsabilidad de
siquiera esos actos externos que según usted ejercer la defensa de los puntos de vista
serían probatorios. Pero es que nosotros federales a la hora de aplicar este texto
sostenemos que esos actos externos no son legislativo.
probativos de un acto interno cuyo único –Señoría, pediríamos que se levantase
testigo es nuestro acusado. El señor Patterson la prisión de nuestro cliente.
es el único testigo del delito que usted le –Lo siento, pero considero que hay un
atribuye. Si él no nos revela lo que hay en el peligro real de fuga. Además, aunque nos
interior de su corazón, no sólo es que nadie hayamos topado con un problema de mera
sepa lo que haya dentro, es que nadie podrá formalidad legal para aplicarle el decreto –al
nunca saberlo. La condena de este hombre decir esto señaló con su bolígrafo al coronel–,
sería la condena por un delito cuya misma no me cabe la menor duda de que este hombre
esencia es inasible al tribunal. es un cristiano. Para mí esto es un problema
procesal, nada más. Un inconveniente jurídico
El juez miró a Dwight y a sus tres de carácter técnico que entre hoy y mañana
abogados. El tiempo asignado en la agenda de vamos a resolver.
la mañana a este caso era el similar a un –Señoría, mi cliente podría, al menos,
accidente de tráfico o a una falta menor. Pero ser trasladado a una prisión estatal, ahora
se estaba complicando. ¿Cómo probar la mismo se encuentra en una celda de comisaría.
existencia o no de un delito en el interior de la –Muy bien, me parece razonable.
mente de una persona? Finalmente empezó a Ahora mismo cursaré el permiso para el
escribir, y comentó mientras tanto sin levantar traslado.
los ojos del papel: El juez dio un ligero golpe con su mazo
de madera. Los dos policías que acompañaban
–Este tribunal tiene que juzgar de al acusado, le indicaron que se tenían que
acuerdo a la Ley. Esté yo de acuerdo o no con retirar. El siguiente caso, una mujer acusada
este decreto, tengo la obligación de sujetarme con cargos de ebriedad, insultos y desacato a
a la Ley. Y el tribunal reconoce la dificultad de un agente del orden, ya estaba entrando.
juzgar un acto interno. Pues, a fin de cuentas,

18
Aquella fémina entró en la sala con cara de
pocos amigos.
–Fantástico –le dijo al coronel uno de
sus trajeados abogados–, fenomenal. Hemos
parado el primer golpe.
Patterson suspiró como indeciso
todavía entre la esperanza y el desánimo.
–Créame, lo importante era parar el
primer golpe –insistió el abogado ante su
cliente no muy entusiasmado.
–Mientras duraba la comparecencia –
añadió otro de sus abogados– me han enviado
a mi teléfono los primeros datos. Hasta ahora –
miró al reloj– se han celebrado más de 2.000
comparecencias en todo el país. Hasta el
momento, ningún magistrado ha admitido que
los casos pasaran a juicio. Todos se han
resuelto por el procedimiento rápido. Nosotros
somos los únicos que hemos logrado una
revisión de nuestras alegaciones.
–Muy bien, nos separamos. Esta tarde
le visitaremos en la prisión. Supongo que le
van a trasladar a la Prisión de Applewhite. Así
que, más o menos, a las cinco de la tarde le
volveremos a ver.
El abogado le dio la mano como
despedida. El detenido se alejó custodiado por
los dos policías que le llevarían, de nuevo, a su
celda.

19
4:05 p.m. abajo, una amplia terraza de suelo de hormigón
de un metro de grosor evitaba que esta opción

D
wight Patterson era conducido por supusiese algún problema a los viandantes que
tres agentes por los interminables en la calle andaban inmersos en sus propios
pasillos de la prisión estatal de problemas y alegrías.
Applewhite. La prisión estaba dividida en diez
células totalmente independientes, cada célula El policía que andaba delante, otros dos
era la morada de un millar de prisioneros, cada iban detrás de Patterson, corrió la pesada
célula a su vez se subdividía en diez secciones. puerta blindada de una celda. Con su porra dio
Todo este complejo carcelario de más de 100 un golpe en la puerta y le miró como
km de pasillos se hallaba situado en el interior diciéndole: éste es el lugar, disfrútelo. La
de la Torre Independence, un inmenso edificio puerta al ser corrida descubrió al otro recluso
gubernamental. que estaba sentado sobre su cama colgada de la
Cada célula contaba con un gran patio pared. La celda era para dos. Era más amplia,
iluminado por luz artificial. Aunque el patio más agradable que en la que había pernoctado
tenía el aspecto del típico patio carcelario de la pasada noche. Las celdas de la comisaría
todos los tiempos, la luz artificial daba la estaban pensadas para reclusiones que no
sensación de estar a cielo abierto. La prisión se excedieran el día o los dos días. Las celdas de
hallaba en el interior del rascacielos ya que las las prisiones estatales estaban mejor
ventanas que daban al exterior se reservaban acondicionadas para estancias más
para las viviendas de los millares de prolongadas. Los guardias volvieron a correr el
funcionarios que vivían en aquel rascacielos. A portón deslizante, tres clicks sonaron uno
los presos, no importaba que no les diera detrás de otro en el interior de la puerta.
mucho el sol. En un edificio tan ancho como Patterson miró a su compañero de
ése, las vistas exteriores eran muy codiciadas, celda. ¿Sería un peligroso asesino? ¿Un
y esos pisos muy caros. Por eso la prisión ladrón? ¿Un violador? Su apariencia era la de
estaba situada en las partes internas de la una persona razonable y civilizada. Se trataba
megaconstrucción. de un cuarentón con una nariz grande y
De todas maneras, una vez a la semana redonda en medio de su cara bonachona. El
los prisioneros eran guiados a través de un sujeto, vestido con el mono naranja de los
amplio pasillo interior hasta una extensa prisioneros, se levantó del lecho y le extendió
terraza del piso setenta. La terraza de más de la mano.
quinientos metros cuadrados permitía que, por –Bienvenido, mi nombre es Brian.
lo menos una vez cada siete días, los presos se Brian Smith.
sentaran en un banco bajo el sol, pasearan al –Dwight, encantado.
aire de la calle, y respiraran aire puro, mientras Brian miró, de arriba abajo, al recién
contemplaban las impresionantes vistas de llegado. El aspecto de Dwight con su traje
Boston desde aquella altura de águilas. elegante le agradó. Temía que le hubieran
A esa altura no había posibilidades de colocado un compañero violento o adicto a
fuga, salvo que uno se arrojara al vacío. Opción sustancias químicas, o con alguna de las
suicida por la que habían optado alrededor de nuevas enfermedades contagiosas.
cuarenta depresivos desde la fundación del –Puede dejar sus cosas allí –le señaló
complejo carcelario. Doscientos metros más Brian–, ése es su armario.

20
Patterson dejó sobre su catre el continuar la lista, pero para él todo eso era el
uniforme de la prisión que le habían dado, su robo de un tenderete del metro.
cepillo de dientes y el dentífrico. Después le –Y... ¿qué tal es la vida por aquí?
preguntó a Brian: –Pseaah, no nos podemos quejar. Hoy
–Qué extraño, cuando me han dado las en día prima la psicología carcelaria de
cosas esenciales, no me han dado nada para Chateaubriand–Gateaux –esta última palabra
afeitarme. la pronunció haciendo una parodia del más
–No lo vas a necesitar. Una vez al mes exquisito acento galo–. Es decir, que la cárcel
te rasurarán al cero la cabeza y la barba. tenga distintos entornos donde tener la
–Hay biblioteca, ¿verdad? posibilidad de ejercer una gran variedad de
–Sí, lectura toda la que quieras. Este actividades. Eso sí, todas las actividades en
catre de encima es tu cama. Yo uso el de abajo. grupos muy pequeños. La prisión puede ser
No me gusta dormir en el de arriba. inmensa, pero no te relacionarás nunca más
–Confío en que no roncará –comentó el que con veinticinco reclusos.
coronel con una sonrisa. A una determinada hora te llevarán al
–Lo siento, pero sí. comedor, a otra al lugar de trabajo físico, a otra
–Ahora mismo lo primero que pienso al lugar de trabajo artesanal, a otra a la de la
estrenar de la celda es la taza del váter. televisión, a otra hora al lugar del paseo. El
–Nada, nada, está usted en su casa. Con horario se repite todos los días del año sin
toda confianza. variación. Porque consideran los sesudos
El coronel se asentó tras el recato de la psicólogos del sistema penitenciario que es el
puerta. Pero Brian debía tener ansias de hablar, horario ideal, el horario perfecto elaborado tras
porque las naturales funciones del militar no muchos estudios y muchas pruebas en muchos
fueron obstáculo para que Brian continuase la centros. Qué de zarandajas tenemos que
conversación. Patterson al principio contestó soportar los internos.
con monosílabos, pero al ver que eso no –Estás muy versado en esta materia.
contenía la fluida locuacidad de su compañero, –Ya lo creo, soy un viejo aficionado a
optó por seguir la charla con normalidad. este tipo de vacaciones con gastos pagados.
–Así que cristiano, ¿eh? –repitió Ésta es mi tercera condena. La comida no es
incrédulo Brian–. Vaya. Bueno, no me extraña. mala. De primero, una crema o un puré. De
Yo mismo estoy aquí injustamente. segundo una loncha de carne o de pescado. De
–¿Injustamente? –repitió cándidamente postre una fruta. Siempre lo mismo. Eso sí, los
Dwight. purés son de todos los sabores y colores. Ellos
–Sí, sí. El juez consideró que estaba dicen que si a alguno no le gusta la comida, que
suficientemente probado que yo había robado no delinca. El electorado pide dureza con los
en un tenderete del metro. Y ya ve, me han reclusos, y los políticos les dan el gusto. Hay
caído dos años. crema sabor marisco, crema de coliflores y
–¡Dos años por un pequeño robo! zanahoria, crema sabor sopa de pescado, puré
–Bueno, la condena incluía el uso de de patata, puré vichyssoi. Todo llega a la
explosivos para la cerradura, el uso de palanca prisión en grandes contenedores, sólo tienen
para forzar las cerraduras de los cajeros que calentarlo. La cocina no da ningún trabajo
interiores y en fin... alguna que otra cosa más a este centro.
–la verdad es que Brian hubiera podido –Al menos, es variada la comida.

21
–Sí. Ningún plato se repite en ninguna profesional con que se encargaban de su
comida hasta la semana siguiente. Ahora que defensa.
se habla de cambiar a la semana de diez días, –¡En pie! ¡El honorable juez Harrison!
nosotros los reclusos somos los más El juez del día anterior con su toga
partidarios. Eso supondría diez menús en vez negra subió parsimoniosamente los escalones
de siete –Brian le miró con curiosidad de su tarima. Subir con parsimonia todos esos
mezclada con recelo–. Así que cristiano, ¿eh? escalones, con toda la tranquilidad del mundo
cuando los ojos de la sala entera te están
observando es algo que se logra sólo con los
Día 4 de enero, años. Y desde luego ese magistrado ya tenía
11:30 a.m. esos años a sus espaldas.
Aquello ya no era una comparecencia,

P
atterson estaba, de nuevo, en la sala del era un juicio en toda regla. Una vista para la
tribunal, con sus mismos abogados. que el juez había dejado libre toda la mañana
Miró a la izquierda de la sala, al fiscal. en la agenda de la sala, por si el asunto se
Un hombre sonriente, brillante, el primero de prolongaba. El coronel estaba admirado ante la
su promoción. Al coronel le resultaba difícil de vueltas que sus abogados podían dar a este
entender cómo aquel hombre joven y que no asunto del dichoso decreto, ante una pregunta
parecía malo, quisiera su condena y que fuera en la que cabía tan sólo un sí o un no. Pero por
a trabajar para su reclusión en un centro de muchas vueltas que le dieran no se hacía
reeducación. ilusiones, estaba convencido de que en media
Mientras aguardaban la entrada del hora, o una hora, el asunto quedaría zanjado.
juez, y mientras sus abogados hablaban entre –Tiene la palabra el ministerio fiscal –
sí, el coronel miraba la sala, toda ella pintada fue todo lo que dijo el juez para dar comienzo
en tonos de mármol grisáceo en los que a la sesión mientras abría un cajón de su mesa,
resaltaba muy bien la madera oscura de todos se tomaba una pastilla y se bebía un vaso de
los muebles de la sala. Sus tres abogados eran agua.
unos personajes idénticos al fiscal. Todos entre –Señoría, la defensa ha tratado de
los treinta y cinco y los cuarenta y cinco años, desviar el asunto hacia algo personal e inasible.
todos vestidos con trajes hechos a medida. Primero: Los tribunales no juzgan los
Ninguno era gordo, todos eran correctos en el pensamientos ocultos de la persona. Lo único
trato, ninguno tenía el más mínimo signo de que juzgamos son los hechos. Y en este caso,
estridencia en el vestir, o en sus modales. el hecho externo y comprobable, incluso de
Todos lucían la misma sonrisa, todos parecían modo documental, es que el señor Patterson
cortados por el mismo patrón. Era razonable era un católico practicante. Sobre sus
pensar que en su vida privada cada uno debía pensamientos internos el tribunal... ningún
ser muy distinto, pero allí parecían productos tribunal del mundo, podrá jamás entrar a
de una misma industria. Y desde luego no dilucidar. Si en los juicios hubiera que
albergaba ninguna duda de que si la firma de demostrar los pensamientos ocultos de los
abogados les hubiera comunicado: encargaos homicidas, violadores y ladrones, entonces el
de la acusación contra este hombre, lo habrían ejercicio de la Justicia se tornaría imposible.
hecho con el mismo entusiasmo y ardor Los hechos son los que mandan, la Justicia no

22
entra en el interior de la conciencia de la El juez le preguntó con un gesto de la
persona. mano a la defensa si ya había acabado su
Segundo: Si este hombre puede argumentación. Cuando comprobó que sí, le
salvarse de la condena, negando aquello que concedió el turno de palabra al ministerio
cualquier no cristiano no tiene ningún fiscal. El cual dijo:
inconveniente en negar, entonces no hay que –De violación flagrante, ¡nada de nada!
conocer mucho las leyes de la lógica y del El gobierno de esta nación tiene perfecto
sentido común para comprender que este derecho a defender a la infancia para que sea
hombre es un cristiano. Eso es todo. No tengo educada en un sistema de valores que no sean
nada más que decir. contrarios a la sana razón, un sistema de
–La defensa tiene la palabra –dijo el valores que podría dañarles psicológicamente
juez volviendo a beber más agua, hoy estaba durante el resto de su vida. El Gobierno, en
sediento el señor magistrado. orden a evitar la tara psicológica de miles de
–Señoría, las palabras del mismo fiscal niños, se ha visto impelido a dictar esta orden
proclaman la inocencia de mi acusado. La de un tiempo de reeducación en campos
Justicia juzga sólo los hechos externos y especiales, ya que es el único medio del que
comprobables, estamos de acuerdo. Un dispone la sociedad para tratar de proteger a
homicidio, un hurto o una violación son hechos esos niños y a los que puedan tener en el futuro.
externos. Pero el ser cristiano es algo Hay que proteger a la infancia de esta
esencialmente interno. Un hombre podría verdadera enfermedad de las mentes. Es un
hacer comedia durante años y no ser cristiano, medio duro, pero es el único medio que han
podría ser un agente infiltrado en la secta para señalado los psiquiatras y los expertos en la
llevar a cabo una pesquisa estatal, podría ser un materia para poner orden en este asunto. Se
catedrático de universidad que está elaborando trata de preservar el bien común por encima del
una investigación, podría ser un falsario que bien de un determinado número de personas.
siente placer en hacerse pasar por cristiano, no El fiscal se sentó, había acabado. Todos
creyendo en nada de esta fe.. Lo que hay que miraban con expectación al juez, pues era él a
dilucidar antes de nada es si ser cristiano es quien le tocaba hablar.
algo esencialmente externo o interno. Si el juez –Bien, bien –masculló el juez, mientras
determinara que es algo sustancialmente tomaba ciertos apuntes sin entusiasmo.
interno, supondría que según el fiscal mi Después se rascó su cabello entrecano. A pesar
defendido debería quedar en libertad. de ello, su flequillo permaneció muy bien
Después el fiscal ha argumentado que peinado. Claramente se dejaba ver que el caso
sólo un cristiano callaría ante semejante no le parecía nada sencillo. El juez prosiguió:
pregunta como la que el tribunal le propone. Bueno, este tribunal ha estado realizando
Pues el fiscal se equivoca. Hay muchos consultas durante toda la tarde de ayer. Las
hombres de bien que sin ser cristianos les consultas en materia de jurisprudencia no han
parece que ese decreto es una intromisión en la sido de demasiada ayuda. Por otro lado, las
intimidad de la persona. Y que, por tanto, se consultas a los especialistas en esta materia
negarían a responder a una pregunta que es una religiosa lo único que me han dejado claro es
violación flagrante de la libertad individual por que es un tema no precisamente sencillo, a
parte del poder público. pesar de lo cual voy teniendo pocas ideas, pero
–Protesto –replicó el fiscal. claras.

23
Mucho me temo que tengo que dar la –De acuerdo, estoy de acuerdo –repuso
razón a la defensa. No es lo mismo un el fiscal–. Pero dada la trascendencia de este
homicidio que ser cristiano. Lo segundo caso que crearía jurisprudencia, le ruego que
remite, en esencia, a un acto interno de la no dé todavía el caso visto para sentencia.
voluntad. Un homicidio nunca puede ser falso. Quisiera disponer de unos cuantos días más
O hay homicidio o no lo hay. Mientras que un para poder estudiar alguna posible vía de
cristiano puede ser un falso cristiano toda la alegación. ¿Podría darnos cuatro días?
vida. Me atrevería a decir que la formulación –No veo inconveniente. Pero, hijo, te
de la norma legislativa tal como nos ha sido voy a dar un consejo, ayer me consta que la
dada en el decreto del 2 de enero, es un texto cadena de televisión Justice & Courts –una
cuya letra remite a algo inasible a la labor de cadena por cable que emitía 24 horas al día
un ministerio fiscal. Dicho lo cual quisiera sesiones judiciales y entrevistas a gente del
preguntarles a ambos letrados si tienen algo mundo del Derecho– estuvo pidiendo
que alegar, o les parece que el asunto está visto información sobre este caso a mi secretaria. El
para sentencia y que mañana podríamos ya caso es muy jugoso, periodísticamente
convocarles para escuchar el fallo. hablando. Si el caso sale a la palestra pública,
El fiscal le hizo un gesto pidiendo va a tener mucha publicidad. Así que no le
poder acercarse a la mesa del juez para hablar aconsejo una dilación demasiado larga.
en privado. El juez asintió con la cabeza –Está bien, concédanos dos días más.
permitiendo que se aproximara él así como el –¿Tiene algo en contra? –le preguntó el
abogado de la defensa. juez al abogado que se hallaba a un metro al
–Señoría –dijo el fiscal–, ¿se da usted lado del fiscal.
cuenta de que un fallo en el sentido que usted –Yo preferiría que la sentencia se
apuntaba podría paralizar los centenares de emitiera mañana.
miles de comparecencias que se iban a llevar a El magistrado meditó un momento.
cabo en las próximas semanas? ¿Es consciente Después dijo:
de que un veredicto que lo dejase libre, podría –La petición del ministerio fiscal no me
provocar un formidable cúmulo de recursos parece descabellada. Está bien. Dada la
judiciales incluso para las sentencias de los ya trascendencia de este caso y la repercusión
condenados? social que tendría la absolución del acusado, le
El juez le miró, se inclinó hacia delante concedo una sesión más.
y le contestó: El fiscal y el abogado volvieron a sus
–Yo no me doy cuenta de nada. Mi asientos. El fiscal regresó secándose el sudor
deber es tan solo juzgar este caso según las de la frente. El letrado de Patterson se sentó
normas del Derecho. Si el mundo se hunde con el resto de letrados de la defensa, una cara
porque yo juzgue con justicia, no es asunto de triunfo y satisfacción se reflejaba en su
mío. Al darme este puesto únicamente se me rostro. Un caso perdido desde el principio,
pidió eso: juzgar de acuerdo a Derecho. Y de como les dijeron los compañeros del bufete,
acuerdo a Derecho ese texto legislativo no se aparecía ya como irremisiblemente ganado.
sostiene porque remite a un acto interno, a un –Se aplaza el juicio hasta dentro de dos
acto inabordable a cualquier tribunal humano. días a las 10:00 a.m.
Tendríamos que ser Dios para poder emitir esa –Señoría –dijo el jefe de los abogados–
sentencia de modo probado. , nuestro cliente está sujeto a la situación de

24
prisión preventiva. No sólo por el cariz que
parece haber tomado el proceso, y que haría
ilógica una huída, sino porque además si algo
ha demostrado el señor Patterson es que no es
hombre que no le importe decir sí o no en vano,
por lo tanto, si usted lo requiere, podría él jurar
que si es dejado en libertad no intentaría
fugarse. Un hombre que está dispuesto a correr
el riesgo de ser condenado antes que mentir, no
juraría en falso.
El juez dudó un instante.
–Lo lamento –sentenció finalmente–,
dos días no es un término de tiempo demasiado
largo. Además, dado que no sabemos cuánto
será el tiempo que pueda durar su
confinamiento en el campo de reeducación,
considero que el riesgo de fuga todavía persiste
–esto último lo dijo sin mucha convicción–. Se
levanta la sesión.

25
–¿Qué es la envergadura?

E
l coronel recostado en su catre, con la
espalda apoyada en la pared, hablaba y –Es la longitud de extremo a extremo.
hablaba de su profesión como militar. Tiene una forma oblonga, como de balón de
Su compañero de celda estaba sentado frente a rugby que se desplaza hacia delante por su
él, con los codos apoyados en las rodillas. El parte más ancha, no por uno de sus extremos,
militar, medio aburrido, le explicaba su vida en en el espacio no hay necesidades
el Ejército desde lo alto de la litera. Brian, con aerodinámicas. Un acorazado exosférico es, en
su mono de prisionero arrugado y con varias resumen, una formidable acumulación de
manchas, había abandonado su colchón por la misiles. Un formidable arsenal rodeado por
silla, para escucharle mejor, pero a veces se una coraza de diez metros de grosor. Diez
levantaba y andaba por la celda, era un hombre metros de capas de acero y roca comprimida.
nervioso por naturaleza. Semejantes artefactos únicamente pueden ser
–El plan de batalla tal como está construidos en el espacio. No sólo no podrían
concebido en los acorazados exosféricos es jamás despegar de la Tierra, sino que son tan
algo impresionante. pesados que, incluso, si alguno de ellos se
El coronel le explicaba la guerra a su aproximara a la Tierra más allá del umbral de
compañero de celda tal como se concebía en el los 2.300 kilómetros, sus reactores ya no
año 2209. Los ojos legañosos y arrugados de podrían contrarrestar la atracción de la
Brian seguían absortos las explicaciones del gravedad. Más allá de ese umbral, el acorazado
nuevo inquilino de celda. El silencio en la se iría acercando al planeta sin que nada
celda era total, únicamente las palabras de pudiera ya evitar que se precipitara a la Tierra.
Patterson llenaban aquel silencio, rompiendo –¿Pero por qué no le han puesto unos
las horas de tedio. Las explicaciones del motores más fuertes o más grandes?
coronel eran a ratos de una muy especializada –Los reactores del acorazado son
precisión, excesiva a todas luces para su impresionantes. Sin embargo, es tal la masa
compañero. Pero a Brian no se le ocurría que han de mover, que esta nave de guerra no
interrumpirle, quería que le explicase las se desplaza a más de 200 km/hora. Eso en el
operaciones del acorazado exosférico con el espacio, sin gravedad, ni rozamiento, es ir muy
mismo cuidado como si se las estuviera lento.
explicando al mismo Secretario de Defensa. –¿Cuántos hombres tenía bajo su
Brian no le interrumpía ni para pedirle mando?
explicaciones de lo que no entendía. Sólo –La tripulación usualmente es de
cuando el coronel callaba, le bombardeaba con cincuenta hombres.
nuevas preguntas. –¿Cuántos acorazados exosféricos
–Como te decía, Brian, mi acorazado hay?
exosférico, el U.S.S. Eisenhower, desplaza un –Ocho. Unos de Estados Unidos, otros
peso medio de 993.366 toneladas. de la Unión Europea, otros de la Liga Asiática.
–¡No me lo puedo creer! –Qué pocos. Claro que supongo que
–Sí, parece increíble. Pero ése sería su cuestan mucho. Al menos supongo que serán
peso si pudiera ser colocado en la superficie de útiles.
la Tierra. Situado a 3.100 km de distancia de la –Ja, ja, claro. Si no, no gastaríamos una
Tierra. Con una envergadura de tres fortuna en construirlos. En el Pentágono se
kilómetros. dieron cuenta que si era útil disponer en tierra

26
de una base militar en el Pacífico o en África, accidentado en una sucesión interminable de
mucho más útil era tener una base que se cráteres.
desplazara por el espacio y que pudieras –¡Impresionante! ¡Qué poderío! Sabe,
colocar justo encima del lugar donde quieres yo siempre me he considerado un buen
intervenir, sea cual sea la parte del mundo americano. Puede que haya acabado aquí, pero
donde esté. Ninguna ley internacional te siempre he amado a mi nación –se quedó
prohíbe colocar algo en el espacio en una órbita pensativo, tratando de imaginar todo aquello, y
geostacionaria. Eso es como tener una base preguntó–: ¿Y sólo pueden atacar a países en
militar encima del país que te molesta, encima la Tierra?
de sus cabezas. –No, también está la guerra exosférica.
–¿Y qué pasa una vez que estás encima Si dos acorazados entran en combate, la
del país enemigo? secuencia de operaciones es la siguiente.
–Una vez que determinas el objetivo Primero se envía una señal de radio advirtiendo
que quieres destruir, el campo de batalla o lo que se va a proceder al ataque. Siempre se da
que sea, despliegas en el espacio decenas de la opción de la rendición. El acorazado
miles de misiles, o sólo unos pocos centenares enemigo en ese momento está a varios
de miles, según la importancia del objetivo que centenares de kilómetros. Cuando los dos
debas destruir. Los misiles quedan colosos se encuentran ya a no menos de 50 km
desplegados en el espacio como en una se despliegan los misiles. Ya te he dicho que
cuadrícula imaginaria. Cuando ya has sacado los misiles van saliendo por varias compuertas
de las bodegas del acorazado la potencia de al exterior de la gran aeronave. Cada misil
fuego que has determinado lanzar, das una maniobra para situarse en las coordenadas que
orden y todos esos misiles se lanzan a un le corresponden. Todos, una vez que han salido
tiempo hacia las coordenadas de la superficie de sus hangares, se van ubicando en esa
de la Tierra que has prefijado. especie de cuadrícula invisible de la que te
–¿Todos a la vez? hablaba.
–Puedes lanzarlos de una sola vez, o en El acorazado tiene que detenerse para
andanadas, o formando un flujo constante el no abalanzarse sobre la línea de misiles que se
tiempo que determines. van colocando delante de él. Todos se van
–¿Y el país enemigo no puede colocando más o menos a unos 80 metros de
detenerlos? distancia de la nave de la que salen. Cuando ya
–Ningún sistema antimisiles puede están listos, se disparan a la vez. Si lo hicieras
interceptar a decenas de miles de misiles paulatinamente le darías tiempo al sistema
lanzados en un solo segundo a tan solo una antimisiles del enemigo a que te los fuera
distancia vertical de unos 800 kilómetros. interceptando paulatinamente. Pero no le
Porque los misiles se sitúan a esa distancia, y dejamos que lo haga. Desplegamos todo y así
sólo cuando están todos preparados y listos, el ataque es masivo.
encienden sus reactores a toda potencia. La maniobra de despliegue de misiles
Ningún sistema antibalístico puede hacer suele durar unos quince minutos. Porque lanzar
frente a un ataque tan masivo. Una vez que los medio centenar de misiles, lo podríamos hacer
misiles impactan, ya únicamente resta ordenar al instante. Pero no tendría sentido, interceptar
a la infantería que ocupe las ruinas de lo que a unos pocos a sus sistemas les resultaría
hubiera antes allí. El terreno queda calcinado y sumamente sencillo. Ni uno solo tendría ni

27
media posibilidad de atravesar sus sistemas de Brian profirió todo tipo de
interceptación. exclamaciones. Se había metido tanto en el
Cuando nuestra nave lanza su ataque, el relato del viejo coronel que era como si todo lo
acorazado enemigo ya ha desplegado por su hubiera visto, como si aquella tremenda esfera
parte también los misiles antimisiles, y con de luz de varias decenas de miles de grados de
ellos va deteniendo nuestro ataque. Aunque al temperatura hubiera detonado justo delante de
mismo tiempo, él también lanza su ofensiva él. Era como si hubiera escuchado el estampido
contra nosotros. El caso es que, poco a poco, el de aquel trueno formidable en medio de la
acorazado enemigo va teniendo menos misiles negra oscuridad del espacio. La imaginación
antimisiles con los que interceptar nuestro de Brian veía la luz de las explosiones
ataque. De manera que tus misiles van siendo recortándose, amortiguándose, en la negrura
interceptados cada vez más cerca de la nave del vacío. Brian disfrutaba. El experimentado
enemiga. Es todo un espectáculo de poder. A militar percibió el entusiasmo de su compañero
cada segundo, hay millares de bolas de fuego de celda y prosiguió:
explotando en medio de la negra oscuridad del –Hasta ahora en la Historia sólo se han
espacio, con la Tierra de fondo a lo lejos. producido dos combates entre acorazados. Y
Las explosiones tienen lugar en todos fue hace casi treinta años, ya sabes, la famosa
los espacios intermedios entre los dos crisis de la India. Todos estos ataques son
acorazados. Hay 50 km entre ambas naves, de filmados desde el puente de mando, de manera
manera que todo sucede a mucha distancia de que en la Academia estudiamos esas
los acorazados. Lentamente, ya te he dicho, grabaciones.
esas explosiones, que son las de los misiles –¿No pueden atacar por sorpresa en
enemigos interceptados, van aproximándose tiempo de paz a un acorazado?
más y más. Algún que otro misil ya logra Brian preguntaba con la misma
alcanzar la coraza. Aunque son misiles seriedad con que lo haría un Secretario de
atómicos, la coraza puede normalmente resistir Estado que hablara con un general. A Patterson
un impacto directo de uno de esos artefactos aquello le hizo gracia. Así que siguió haciendo
nucleares inteligentes. feliz a su compañero de celda, como si de un
–¿En serio que la coraza puede resistir niño se tratara. Tampoco tenía otra cosa que
un impacto de una explosión nuclear? hacer allí que conversar con él.
–Sí, claro. Pero si se van produciendo –En el espacio no hay obstáculos
más impactos, entonces, antes o después, se visuales, Brian. No es fácil atacarnos por
acaba quebrando la coraza o se acaba sorpresa, porque nuestros radares, en todo
provocando la explosión de algún misil nuestro momento, tienen que ver limpias nuestras
que se hallaba en la operación de salir de las inmediaciones, en un radio de 300 km. Si algo
bodegas. Ese misil hace explotar al que le se introduce en ese espacio de seguridad, se le
seguía detrás por los raíles. En seguida, se notifica de inmediato al intruso que ha entrado
produce una reacción en cadena. En el en el campo de seguridad de un acorazado
momento que en el interior de las bodegas de exosférico. Si no retrocede, automáticamente
un acorazado se produce una sola explosión, el la Computadora Central del acorazado activa
acorazado está sentenciado y, en menos de el protocolo de interceptación de intrusiones.
veinte segundos, explosiona en medio de una Alguna vez ha sucedido que algún aparato muy
formidable bola de luz cegadora. pequeño no identificado se nos haya acercado.

28
Pero nuestro sistema de interceptación es –Y dime, ¿cuando no hay guerra qué
automático, no requiere de ninguna orden. hacéis dentro de la nave? Me imagino que no
Nadie debe acercarse a un acorazado hacéis nada.
exosférico. Entre otras cosas porque no Patterson se dio cuenta de que aquello
podríamos saber si es una nave tripulada o si es era una estratagema compasiva para evitar que
una bomba. se sumiera en la melancolía. Pero no dijo nada
Brian estaba feliz casi hasta la y se limitó a contestar. En el fondo, agradeció
excitación. Nunca volvería a tener un inquilino aquel gesto. Aunque se tomó su tiempo antes
en la celda de esa calidad. Aquel hombre de continuar con sus explicaciones:
podría dar conferencias en los mejores lugares –Los cincuenta tripulantes tenemos
del mundo, y lo tenía sólo para sí. mucho trabajo. Casi todos los suboficiales del
–¡Qué interesante! –exclamó Brian–. acorazado son técnicos. Los arsenales de las
Creo que voy a sacar una bolsa de cacahuetes bodegas son sistemáticamente revisados. Cada
que me trajo mi madre cuando me vino a visitar misil se revisa una vez cada cinco años. Dado
la última vez. que hay centenares de miles de misiles, eso
Que Brian compartiera sus cacahuetes, supone un buen número cada día. Las bodegas
era algo completamente inaudito. carecen de atmósfera y gravedad. De manera
Compartieron los cacahuetes, rieron. El tiempo que todo se hace a través de cámaras y sistemas
pasó más rápido. robotizados. Únicamente, si se detecta alguna
–¿No tienes mujer? –le preguntó anomalía en algún proyectil, se traslada por un
Patterson arreglando distraídamente las sistema de raíles internos a los talleres dentro
sábanas del lecho sobre el que estaba sentado. del anillo habitado.
–No... ya sabes que nuestra época es –¿Allí es donde vivís vosotros?
una época de personas solitarias. Una aventura –Sí. La tripulación habita un anillo en
por allí, una amistad por allá... Pero no he el centro del acorazado, un anillo de un
tenido nada que cuajara. La institución familiar kilómetro de diámetro que rota creando
es un peso muy pesado para pájaros libres gravedad en su parte interior. Dentro están
como yo. ¿Y tú? nuestros camarotes, cocinas, jardines y lugares
–Yo sí. Estuve casado. Felizmente de recreo. Todo en la parte más interna de la
casado. Y ahora viudo. Tuve dos hijos. La nave de guerra.
suerte tampoco me acompañó. Hace dos años –En la parte interna... ¿luego no hay
el mayor se mató en un accidente de tráfico. El ventanas?
pequeño ya había muerto asesinado por un –No, claro. Recuerda que hay una
ratero en un callejón de Los Ángeles. coraza de un grosor de diez metros. Cualquier
–Dónde vamos a ir a parar... ventana no sería otra cosa que un túnel. Y total
Brian miró hacia el techo tratando de para qué, ¿para ver la oscuridad del espacio?
respetar el duelo que había nublado los ojos del No hay ventanas. Incluso en el Puente de
coronel. El militar no dijo nada, ninguna Mando lo que hay es una gran pantalla de
lágrima se asomó, tan sólo puso sus manos varios metros de altura que nos hace las
delante, sobre los muslos de su pantalón, como funciones de ventana. En esa ventana vemos la
un buen colegial. El compañero de celda panorámica que nos dan las cámaras que
decidió hacer alguna pregunta para distraer de tenemos situadas en el exterior, en la cubierta
sus penosos pensamientos al militar. del acorazado. Esas cámaras son nuestros ojos

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y nuestras ventanas. Pero si hay guerra no –No, yo a nada de eso. Allí estaban los
vemos a la otra nave, ya que se encuentra como técnicos y los estrategas. Yo estaba entre los
mínimo a 50 km de distancia. estrategas. En eso me he especializado en la
–Qué mundo tan formidable. Academia Militar. He sido preparado para
Realmente, eso sí que es otro mundo. ¿Por qué adoptar la decisión de qué tipo de combate y
hay seres humanos que tienen trabajos tan operaciones son las más adecuadas para cada
formidables, y otros, como yo, que nos situación. Y créeme, ésa es una decisión muy
movemos bajo tierra como los topos? La vida complicada.
no es justa. Ojalá todo saltara por los aires y –Apasionante.
pudiera rehacer la sociedad. Desde los –En las naves de guerra
cimientos. A esta sociedad habría que barrerla estadounidenses, la estancia de cada tripulante
con metralleta. dura tres meses. Ésa es la norma. De manera
–¿Y serías tú el que la volviera a que con cuatro relevos, el año entero es
organizar? cubierto. Durante esa estancia cada miembro
–Seguro que lo haría mejor. Oye, si de la tripulación, además de sus ocho horas de
saliera de aquí, me podrías buscar un trabajo en trabajo, realiza su segunda labor. Para evitar el
uno de esos acorazados. cansancio psicológico de estar en un lugar tan
–Querido Brian, las labores que se pequeño (aunque el anillo habitado tiene más
realizan en esos aparatos son sumamente de ocho kilómetros cuadrados de extensión),
especializadas. Hay técnicos que revisan los realizamos distintas tareas. Un comandante
misiles, otros revisan continuamente los puede hacer de cocinero durante un mes,
programas informáticos de combate, que son después tareas de limpieza, lavandería, etc. La
verdaderamente complejos, otros resuelven las sucesión de distintas tareas supone una
averías normales de la nave. Son trabajos que variación. Yo cuidaba de los jardines de la
requieren muchos años de estudios y de zona común. Aunque el coronel y sus tres
experiencia. capitanes somos los únicos que estamos
–Ya veo que no hay lugar para los liberados de las labores comunes menos
parias, ni siquiera para defender a la patria. adecuadas a nuestro rango. Nosotros jamás
–¿Pero no decías que querías que todo pisamos la cocina, ni la lavandería, ni otros
saltara por los aires? lugares, salvo para ir a inspeccionarlos.
Brian se sonrió. Le había cogido. Así –¿Capitanes? ¿Ha dicho capitanes?
que, con una sonrisilla, le contestó al militar: ¿No era usted el capitán de la nave?
–Es verdad, pero reconoce que, desde –En el ejército norteamericano los
allí, sí que tendría, de verdad, más acorazados exosféricos se consideran bases
posibilidades de mandarlo todo al carajo. militares, de forma que la graduación militar
Patterson rió. Su compañero le parecía que rige en ellas son las del Ejército de Tierra
un pillo, no un hombre peligroso. Aunque las y no las de la Marina. Ser coronel de una de
apariencias engañan. Sin duda, no le habrían esas monumentales bases tiene un poder
mandado allí por una mentirijilla o por haber fáctico mucho mayor que el de un general.
arrojado a la acera un papel. Pero dado que cada base tiene una tripulación
–Oye, y tú, Dwight, ¿a qué de todo lo tan reducida, el rango del jefe de estas bases
que has dicho te dedicabas? ¿Reparación, exosféricas es de coronel.
informática…?

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–Con lo que a mí me hubiera gustado defender, ése es el orden divino. Si
ser capitán de una de esas naves de guerra... traspasamos el orden divino, entonces el caos
Los ojos del militar se entornaron, irá ganando posiciones.
miraron al vacío, rememorando los recuerdos –Pero eso significa que ante tu Dios
felices de su acorazado. haces el bien entrenándote para la destrucción
–Dwigth, ¿añora su nave? y la muerte. Lo siento... pero no me convences.
–Mi camarote era mi casa. Cada Soy un devoto de la no–violencia. Siempre he
coronel y cada capitán tiene un camarote votado a los verdes.
permanente en esa nave. En el mío tenía un Patterson comprobó con desagrado que
espadón que perteneció a uno de los generales su compañero era uno de esos seguidores del
de Napoleón. Tenía también un auténtico pacifismo absoluto, a ultranza. Brian siempre
yelmo romano hallado en una fortificación del se había opuesto con vehemencia a que los
limes germánico cerca de Colonia. Y por Estados Unidos siguieran dedicando
supuesto, un ajedrez. Un juego militar por cantidades ingentes de su presupuesto a
excelencia. Cada día jugaba una partida con mi Defensa. Claro que después de un rato, Brian
lugarteniente el capitán Malcolm. Un soberbio comentó:
ajedrez. –Es curioso, soy seguidor de Ghandi y
–Pero vamos a ver... yo no sé mucho de los Beatles, pero me gustaría ser capitán de
de religión, pero tengo entendido que los una de esas naves de guerra. Aunque para mí
cristianos creen en el amor. ¿Cómo se conjuga la auténtica utilidad del ejército son los
eso con ser un militar? Creo haber oído que desfiles. En lo que yo creo, en realidad, es en
ustedes promueven el perdón y todo eso. los derechos humanos. Sí, esa es mi verdadera
Otra vez la misma historia, pensó el religión. Creo en el hombre. Todos los
coronel. obstáculos heredados de épocas más
–Mira, la defensa propia es un derecho primitivas, más oscuras, van cayendo. O
natural. Y si yo me puedo defender, también deberían ir cayendo. Porque, la verdad, en lo
puedo defender a otros. La defensa propia que llevo de vida, tampoco veo que hayan
forma parte del orden divino. Los glóbulos caído muchos que digamos.
blancos en el cuerpo, los animales... todos los –Nadie puede gozar de sus derechos si
seres vivos se defienden. La defensa propia no hay alguien que los salvaguarde. Puedes
forma parte de la armonía universal. El orden tener todos los derechos del mundo, que si no
debe ser preservado. La defensa de la armonía hay alguien que se erija en garante de esos
forma parte de esa misma armonía. Yo lo tengo derechos, en la práctica no disfrutarás de
muy claro. Si a mí me hacen un mal, puedo ninguno de ellos. Puedes tener derecho a la
perdonarlo. Pero si hacen un daño a la propiedad, o la libertad de expresión, pero si no
sociedad, ésta debe defenderse. Si yo fuera hay alguien concreto, alguien de carne y hueso,
juez y alguien me hace una jugarreta, le puedo que dé la cara por ese derecho tuyo, te aseguro
perdonar. Pero si estoy sentado en mi sillón de que ese derecho únicamente lo tendrás sobre el
juez y me presentan un caso, yo debo juzgar, papel.
no puedo perdonar. Si yo como persona –Mira, vosotros los militares todo lo
particular perdono, hago un acto virtuoso. Si veis así. Creo que la fraternidad universal
yo como juez perdono, cometo un acto acabará triunfando. La fraternidad superará
reprobable. El juez debe juzgar, el militar debe todas las fronteras, todos los obstáculos

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heredados de épocas más primitivas, más
oscuras.
En ese punto, Brian volvió a repetirse.
En realidad, no sólo se repitió, sino que
también se armó un poco de lío, porque
hablaba con las palabras tomadas de un mitin
que había escuchado hacía años. ¿Aquello era
de un mitin o de una letra de una canción? Ya
no estaba seguro. No importaba. Tomando
prestadas las palabras de quién sabe donde,
dijo:
–Las trabas van cayendo, la humanidad
se yergue.
–Mucho me temo que me veo forzado
a ser más pragmático –replicó el coronel
perdiendo su mirada en la blanca superficie del
techo.
–Vosotros los militares sólo pensáis en
eso, en el pragmatismo, nosotros en el
idealismo. El pasado conservador frente a la
renovación del futuro.
–Creo que eso es lo que desean los
tiranos: enfrentarse a un ejército de idealistas.
Pero tranquilo... respeto tu opinión.
–En fin, me voy a echar otra siesta. El
día es largo.
–Aquí, en la cárcel, tempus non fugit –
murmuró para sí el coronel.
–¿Cómo?
–No, nada.
Presuntuoso, pensó Brian dándose
media vuelta en su lecho y bajando la
intensidad de la luz de la celda sin ventanas.

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El mismo día, dos horas después temporal de los cristianos por medidas
relativas al bien común. La cuestión es si ese
hombre es cristiano o no lo es, ¡ya está! –la

E
l juez en mangas de camisa trabajaba
en silencio en su despacho. Un Fiscal hablaba con un tono cortante y duro.
despacho con una amplia mesa, los Nadie habla con severidad a un juez, no están
papeles con los asuntos en los que trabajaba acostumbrados a ello. Pero ella, por su cargo,
estaban a su derecha. A su izquierda había sí que lo hacía de vez en cuando, pues tenía que
algún libro, pero la mesa estaba en su mayor llamar para reconvenir a alguno.
parte despejada. Le gustaba no tener su lugar La Fiscal General acabó su
de trabajo cubierto de papeles u objetos. El argumentación diciéndole al juez:
juez era hombre escrupuloso en su trabajo, eso –Si una ley condenara a un campo de
se notaba hasta en su escritura, en su grafía reeducación a los pertenecientes al partido
pequeña, minuciosa, equilibradísima, de nazi, ¿cree usted que sería razonable ir
márgenes muy rectos, impecables. El mismo mirando si han hecho un acto interno para
atildamiento se denotaba en su forma de vestir. militar en ese partido? Pues lo mismo en este
La camisa no podía estar más blanca, más caso. Me es muy desagradable tener que
planchada. Gemelos de plata en las mangas, hacerle esta llamada. Muy desagradable.
patillas perfectamente recortadas. Confío en que este argumento que le acabo de
La tranquilidad del trabajo bien hecho exponer, le haya convencido plenamente.
era su lema en cada una de las causas que había
instruido. Ningún cabo suelto, ningún juicio
hecho ya de antemano a la hora de ponderar las Día 6 de enero,
cosas. Él era un magistrado que se iba cada día 10:00 a.m.
contento a su casa. Sus largos dedos hacían
anotaciones marginales en el folio que estaba –¡En pie! ¡El honorable juez Harrison!
revisando. Su pluma se movía con pausa, su El magistrado se sentó e hizo las
juicio también. Era el juicio de alguien que de mismas operaciones usuales de siempre,
todas maneras conoce bien su oficio desde preparando sus cosas sobre la mesa, sacando
hace muchos años. sus hojas de papel. Después comenzó:
El teléfono sonó suave y grave. Unas –Tras estudiar el caso minuciosamente,
breves palabras de su secretaria. Le llamaba la he llegado a la conclusión de que el decreto
Fiscal General de los Estados Unidos. Le 8/2209 lo que condena es un acto externo, no
pasaron la llamada en unos segundos. Primero un acto interno. De ahí que este tribunal
los saludos de rigor, cortos. Este tipo de cargos juzgará la existencia de ese acto externo. Para
tan importantes, tan atareados, siempre iban al este tribunal, la mera constancia inequívoca del
grano. Después de medio minuto ya estaban en nombre del señor Patterson en un libro de
el meollo del asunto. La Fiscal General le dijo: bautismo, es razón suficiente para considerarle
–Usted está en ese puesto para aplicar perteneciente a la secta. Sólo una retractación
la Ley. Nadie le manda meterse en del acusado cambiaría la situación por
berenjenales de actos internos. Cuando leí contemplarse así en el mismo texto del decreto.
aquello monté en cólera y pedí de inmediato A partir de ahora el proceso proseguirá
que me pusieran en contacto con usted. La sobre esta base, sobre la cual no admitiré
normativa vigente ordena el confinamiento debates argumentales que nos conducirían

33
hacia un proceso infinito. Admitidos estos El coronel subió al estrado y tomó
términos de discusión, escucharé las asiento. Un secretario se acercó a él. El coronel
alegaciones que quiera presentar la defensa, y se levantó.
las réplicas que quiera también añadir el fiscal. –¿Jura decir toda la verdad, nada más
–El ministerio fiscal no tiene nada que que la verdad y sólo la verdad?
añadir –dijo levantándose el joven fiscal. –Lo juro –dijo solemnemente con la
Se le notaba al fiscal que estaba mano derecha alzada.
satisfecho. Los tres abogados de la defensa se –Señor Patterson, ¿es cierto que usted
diría que estaban bastante aplastados, si no ayer retractó su pertenencia a esa religión
fuera porque los abogados son incombustibles. cristiana?
Algo lógico, pues, al fin y al cabo, el entierro El coronel miró al frente
no va con ellos. majestuosamente. Todos estaban pendientes
de sus labios. Los segundos comenzaron a
Hubo un espacio de medio minuto de pasar. Pronto se vio que no pensaba responder
silencio en el que los tres abogados deliberaron a la pregunta.
en voz bajísima entre ellos. El juez aprovechó –Quizá me he expresado mal –le dijo
para poner orden en sus papeles y firmar dos amablemente el fiscal–. ¿Manifestó algún
documentos. Finalmente, dijo: reparo, alguna matización a su pertenencia a
–Bien, si la defensa lo precisa, puedo esa fe?
conceder un receso de media hora. Silencio, ahora incluso se animó a
Uno de los abogados se puso en píe con mirar a los ojos al fiscal, pero de decir ni una
decisión, era Du Bois, asistente del abogado palabra, nada de nada.
principal que siempre se sentaba en el medio, –Señor Patterson… coronel Patterson –
entre sus dos asistentes. Du Bois, el fiscal le hablaba paulatinamente con más
decididamente, dijo: dureza–, ¿qué es exactamente lo que le dijo a
–Señoría, ayer sucedió algo que cambia su abogado ayer?
radicalmente la situación del acusado. Más silencio por parte del acusado.
El juez alzó sus pobladas cejas. El –¿Es usted cristiano?
fiscal dio un respingo. Patterson se mantenía Silencio.
con su rostro enigmático. –¿Se considera usted cristiano?
–Ayer, –continuó Du Bois– cuando fui Silencio.
a visitar a nuestro cliente a la prisión de –¿Había alguien más en la sala cuando
Applewhite, visita que se produjo a eso de las hizo usted esa retractación? –el fiscal aguardó
cuatro de la tarde, el acusado me dijo que ya no con exquisita paciencia– .¿La hizo en otro
era cristiano. Me aseguró que se retractaba de momento ante alguien más? –
su fe, de su pertenencia a esa religión y de involuntariamente el fiscal apretó su puño–.
todos los vínculos y creencias que le habían Quiero recordarle que ha jurado que diría toda
unido a ella. la verdad.
Conmoción general en la sala. El juez –He jurado que si decidía responder
miró interrogativamente al fiscal. diría toda la verdad. Pero no he jurado que
–Solicito interrogar al acusado –pidió respondería a todas sus preguntas. Y no he
el fiscal. jurado eso, porque sé muy bien que me puedo

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acoger al derecho de permanecer en silencio. Todo lo que, efectivamente, se ha dicho en la
Conozco mis derechos. sesión precedente. Pero todo ello conforma un
–Muy bien –dijo el fiscal–. Aquí nadie único hecho, su pertenencia a esa religión.
le obliga. Conoce sus derechos. Pero quiero Hecho externo, objetivo y comprobable.
recordarle que si no habla, constando su –Cuánto me alegra oír eso –comentó
nombre en la lista de miembros de su Iglesia, por lo bajo el fiscal, aunque no lo
será usted condenado. Ya ha escuchado al juez. suficientemente bajo.
Ahora es el momento de hablar. –Sí, Walter, sí –le dio la razón el
Patterson le miraba con toda abogado mirándole–. Pero frente a ese hecho
tranquilidad, como si el asunto no fuera con él. objetivo, tenemos ahora otro. Otro hecho
O por lo menos eso trataba de aparentar. Desde externo, la declaración que hizo ayer el
luego, sus labios no dijeron ni una palabra. acusado ante mi compañero. Tenemos un
–Muy bien, eso es todo, señor juez – hecho externo de ayer mismo que anula a los
dijo el fiscal volviendo hacia su silla. otros hechos que se remontan a tiempo atrás.
–¿Quiere la defensa interrogar al –Pero vamos a ver –le rebatió
acusado? –preguntó el juez. civilizadamente el fiscal, conteniendo un
–No. enfado incipiente–, su silencio ante mis
–Muy bien, puede usted bajar del preguntas indica que lo que dice usted no es
estrado –ordenó el juez–. ¿Mantiene su cierto.
declaración de antes, señor Du Bois? –Lo siento, Walter, pero la máxima
–La mantengo. jurídica dice: qui tacet consentire. Luego, si
–¿Quiere añadir algo o aclarar algo? – antes por callar, se consideraba que sus
preguntó el juez de forma protocolaria. anteriores actos seguían vigentes, ahora si
–No. vuelve a callar, habrá que considerar que su
–¿Además de usted y del señor último acto externo sigue vigente.
Patterson había alguien más en la sala cuando –Ja, ja, esta sí que es buena. De verdad
su cliente hizo esa retractación? que no me lo esperaba –se burló el fiscal
–Durante toda la reunión de la tarde poniendo los codos en la mesa y apoyando su
estuvimos nosotros dos solos. cara en las manos.
–¿Quiere alegar algo más la defensa? –Veamos –dijo el juez después de
–Sí, señoría –intervino el jefe de los tomarse una pastilla que siempre se tomaba a
tres abogados–. Verá, lo que antes ha declarado esas horas–, usted, señor Du Bois, ¿está
mi asistente Du Bois. Considero que cambia dispuesto a jurar que lo que ha dicho es
completamente la situación. Hasta ahora verdad?
teníamos un hecho externo que condenaba a –Sin la más ligera dubitación, señor
nuestro cliente: la aparición de su nombre en el juez.
libro de bautismos de la parroquia en que fue –Pues ya está. La defensa cuenta con
bautizado. una prueba de que el señor Patterson ya no es
–Y más cosas –añadió el juez. cristiano –concluyó el juez–. Una prueba
–De acuerdo, y más cosas, seguro que reciente, que invalida las anteriores en orden a
si investigásemos, quizá encontraríamos lo que manda el decreto. Además, este acto de
pruebas de que asistió a celebraciones la voluntad sigue vigente, mientras no se
religiosas, de que entregó donaciones, etc. retracte. Porque si lo podíamos condenar por

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ser cristiano, mientras no se retractase, también piensa usted y yo y todos que ayer el acusado
le tenemos que declarar no–cristiano, mientras y el bufete de abogados encontraron esta
no se retracte de que no es cristiano. Lo que es solución y se pusieron de acuerdo. Si no fuera
válido para lo uno, lo es para lo otro. así, ¿por qué sigue manteniéndose en silencio
–Pero, señor juez –protestó el fiscal–, el señor Patterson? Si lo que dice su abogado
¿es que hay un solo hombre en esta sala, para fuera verdad, él ya no tendría razón alguna para
el que no esté claro qué significa el silencio de no afirmar con claridad: no soy cristiano, no
este hombre? soy católico.
–Señor Walter –le contestó el juez–, el –Señor fiscal, –repuso el juez con
silencio puede ser interpretado de muchas severidad–, aunque yo mismo fuera de la
maneras. Pero yo tengo que interpretar el opinión de que esto ha sido un acuerdo previo,
silencio de acuerdo a Derecho, no según el no tengo ninguna prueba de ello. ¡Tampoco
humor con el que me levante cada mañana. usted! Y le advierto que si persiste en afirmar
Usted proporcióneme un argumento lógico que eso en esta sala, le acusaré de delito de injuria
desbarate el razonamiento de la defensa, y lo a un letrado.
aceptaré. Pero no me pregunte qué significa –¡¡Pero...!!
para mí su silencio. Porque como dice la –¡Cállese! –le interrumpió el juez–.
máxima, tot capita tot sententiae. Cada uno Mientras usted no presente una prueba de
juzgará el silencio de este hombre según su perjurio acerca de lo que ha afirmado el señor
ingenio, pero yo debo juzgar atado a las leyes Du Bois, lo que dice usted, letrado, no pasa de
del Código Penal, el cual se rige por la lógica. ser una suposición. Aquí, señor mío, se juzga
Escucho el silencio de este hombre y no me por pruebas, no por suposiciones. Y ni usted ni
dice nada. Si ante el silencio de este hombre yo, de momento, podemos leer los
me permitiera dejarme llevar de mis pensamientos de nuestros semejantes.
imaginaciones, entonces creería saber lo que –¿Entonces por qué el acusado no dice
no sé. Y juzgaría mal. Sólo debo juzgar de claramente: no soy católico?
acuerdo a lo que me prueben. Ahora bien, si –Se ha expuesto desde el principio de
como persona particular me pregunta qué creo esta vista que el juicio iba a tratar acerca de los
del silencio de este hombre, entonces le podré hechos externos, no acerca del fuero interno.
dar mi opinión. Claro que tendrá que El fiscal cerró con fuerza y mala
preguntármelo fuera de esta sala. educación el libro de notas que tenía sobre la
–Señoría, con todo respeto, pienso mesa. Y exclamó en tono grosero y
hacerlo –le dijo el fiscal con una sonrisa maleducado:
malévola. –¡Usted sabe que Du Bois se ha puesto
–Y yo con todo respeto –añadió el de acuerdo con los otros!
juez– pensaré si le contesto o más bien El juez, indignado, le atravesó con la
prefiero, como este hombre, mantenerme en mirada y se dirigió a él con lenta solemnidad:
silencio –risas en la sala–. Le he dicho que –Señor Walter, como juez le pregunto
fuera de esta sala, le podré dar mi opinión, no ahora mismo: ¿le consta que el señor Du Bois
que se la vaya a dar. haya cometido perjurio, cuando ha jurado
–Señor juez –dijo el fiscal–, ¿va a haber escuchado que su cliente ha renegado de
considerar que tiene valor de prueba una su fe?
declaración de su propio abogado? Es que no

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El fiscal se pensó la respuesta. El juez perjurio? ¿Quién puede desdecir sus palabras?
no le quitaba ojo. Si insistía en afirmar que Du Al decir lo que ha dicho Du Bois, cometía un
Bois era un perjuro, el juez podía sancionarle delito que iba a resultar indemostrable por su
allí mismo por injuria. El fiscal, al final, optó misma naturaleza. Él lo sabía muy bien.
por responder con una pregunta: –Señor Walter, cuando ese letrado ha
–Señor juez, le respondió, ¿cómo tomado la determinación de hacer esa
podemos admitir el testimonio de su propio declaración, sabía muy bien que esta
abogado? Resulta inaudito –dijo esto en tono declaración será recordada en cada curriculum
burlesco, arrojando su pluma en la mesa. que se presente acerca de su trayectoria
–Le recuerdo –le dijo el juez– que profesional. El que un letrado jure algo a favor
ninguna ley prohíbe declarar en un juicio a un de su defendido es un hecho relevante, y ya
abogado. Accidentalmente un abogado sabe que no será entendido por muchos como
defensor podría ser testigo de un hecho que un signo de honestidad profesional.
considerase que debe exponerlo en un proceso –Señoría –dijo Walter–, para muchos la
en el que es parte. Un abogado tiene derecho a falta de honestidad con tal de lograr la
declarar lo que ha visto u oído, tanto a favor de absolución de un cliente, será considerada
su cliente, como en contra. Le aconsejo que como un mérito a la hora de realizar una
consulte el caso Brooks vs. Swithfter en contratación de servicios.
Minnesota, del año 2085. El Tribunal Supremo –Señor Walter, si sigue por ese camino
consideró que incluso un abogado es sujeto de le tendré que exigir una petición de disculpas
los mismos derechos que cualquier otro ante el señor Du Bois. Insisto, si sigue, se lo
ciudadano en un juicio. Y que por tanto puede tendré que exigir. Y eso sin merma de que el
declarar. Poder declarar es un derecho y, a letrado al que acusa no quiera presentar una
veces, un deber. Será labor del juez valorar demanda por injuria. Puedo dudar de la
hasta qué punto tiene valor probativo la culpabilidad de los acusados que son
declaración de alguien involucrado en un presentados en esta sala, pero nadie tiene
pleito o en un proceso. derecho a poner en duda durante el tiempo de
El fiscal puso cara de niño rebelde al la vista, la honorabilidad de ninguno de los
que un mayor le estuviera reconviniendo de letrados que participen en el juicio.
algo. Se cruzó de brazos y alzó la cabeza con El juez le dio a entender al fiscal que le
orgullo, manifestando con claridad que no estaba importunando con su insistencia. El
podía hacer otra cosa que escucharle y acatarle, fiscal optó por callarse y no complicar más la
pero que no estaba en absoluto de acuerdo. situación. El magistrado, en tono más
–Walter –acabó el juez–, quiero distendido, se dirigió a todos los presentes:
además recordarle que el señor Du Bois al –Tal como veo las cosas hasta ahora
efectuar su declaración, la cual consta en las tenemos una prueba frente a otra. Lo que dice
actas, sabía que se arriesgaba a ser acusado de el Libro de Bautismo frente a la declaración de
un delito penado. El perjurio es un delito Du Bois. Una prueba antigua frente a otra
penado. nueva y que, por tanto, anularía la precedente
–¡Él sabe muy bien que no había en orden a la aplicación del decreto en el
ningún otro testigo fuera del acusado! – acusado. Por mi parte creo tener elementos
protestó Walter, con moderación pero en tono suficientes para dictar sentencia. Creo que ya
contundente–. ¿Quién le va a acusar de se han escuchado en la sala todos los

37
argumentos de ambas partes. De todas
maneras, estoy dispuesto a dar más tiempo a Unos minutos más tarde salía de la sala
las partes por si quieren presentar nuevos Patterson rodeado de sus abogados y seguido
argumentos. ¿Desea la defensa presentar de dos policías. Nada más atravesar la puerta
alguno más? ornamentada con dos bellas cariátides, se
–No, señoría –el abogado era un encontró en el ancho pasillo neoclásico de
hombre feliz en esos momentos. suelo de mármol, con los distintos grupos de
–¿El ministerio fiscal? letrados que aguardaban a entrar en las cuatro
–Sí, señoría, desearía revisar la salas de vistas a las que daba aquel amplísimo
jurisprudencia y añadir algún tipo de pasillo. Allí, a la derecha, estaba el fiscal de su
argumentación contra los nuevos hechos caso bebiéndose en un grueso vaso de plástico
presentados en esta sala. un café humeante. El fiscal charlaba
–Muy bien –dijo el juez mirando su distendidamente con otros dos funcionarios
agenda–. La próxima vista tendrá lugar dentro conocidos suyos.
de tres días a la 1:00 p.m. Ah, pido a ambas La mirada del fiscal dio con Patterson
partes que entreguen la lista completa de las cuando éste salía de la sala. El fiscal siguió
alegaciones finales que deseen presentar –el hablando, pero en seguida cogió su maletín y
juez hablaba mientras ya se levantaba de su procedió a despedirse de sus amigos. El
mesa–, porque no quiero que este caso se coronel y los que le acompañaban caminaban
prolongue hasta el infinito –el magistrado dio hacia la salida del pasillo y se iban por tanto
golpe seco y ligero con su mazo de madera aproximando hacia el lugar donde estaba el
oscura. fiscal con el café en la mano despidiéndose de
Todos se pusieron en pie. Uno de los sus amigos.
abogados que estaba a dos metros del fiscal le –Señor Patterson –se dirigió hacia él el
comentó en tono chusco: fiscal cuando pasaba justo a dos metros.
–Quizá nuestros descendientes sigan –¿Sí? –respondió.
las sesiones sin alcanzar esa dichosa prueba –Aunque la línea que llevan sus
que tanto ansía el ministerio fiscal. abogados en la defensa de su caso es muy
–Muy gracioso –replicó Walter. inteligente y no puedo por menos que
–A lo mejor –continuó el primero– el elogiarla, permítame que le diga que creo que
juicio lo continúan nuestros descendientes con es usted un cobarde. Mientras tantos cristianos
el esqueleto del señor Patterson sentado en este afrontan el confinamiento por defender su fe,
mismo lugar. Las discusiones versarían acerca usted se esconde, no da la cara. Se comporta
de si los huesos aquí presentes correspondían a como un auténtico cobarde. Espero que su
un hombre cristiano. Dios tenga otro tipo de defensores mucho más
Walter recogió sus papeles en su valerosos que usted.
maletín de cuero. Estaba visiblemente Todos en el grupo de Patterson se
contrariado. En cuanto saliera de la sala quedaron helados ante aquella salida tan poco
telefonearía al equipo de vicesecretarios del profesional del fiscal. Incluso en el grupo de
Ministerio de Justicia. El asunto estaba funcionarios en el que había estado charlado el
poniéndose de día en día peor, el caso se le joven fiscal, se hizo un silencio tremendo.
estaba escapando de las manos de un modo Patterson cerró los ojos un momento, un par de
evidente.

38
segundos, y después con toda calma le –La respuesta se la da mi inteligente
respondió: silencio. Si quiere interrogar a alguien,
–Tenemos en nosotros algo de la interroge usted a su propia inteligencia. Seguro
inteligencia de Dios, se sentirá honrado de que que ella le da una respuesta.
usemos el don que nos concedió. –Váyase a la porra –dijo el fiscal con
–¡Ja!, todo el mundo pensará que usted toda lentitud, con toda acritud.
es un apóstata –repuso el fiscal–. Un hombre El fiscal volvió a coger el maletín que
cobarde que tuvo remordimientos para negar había apoyado en el suelo y se fue a paso
su fe, pero que no tuvo arrestos para ligero. Los letrados que acompañaban a
defenderla. Será despreciado por creyentes y Patterson estaban muy violentos. Ninguno dijo
no creyentes. nada, todos siguieron su camino hacia la salida
–Cada cual juzgará según su del edificio.
inteligencia –dijo Patterson–. El necio juzgará
según su necedad, el sabio según su sabiduría.
El malvado inteligente juzgará malvadamente
de un modo inteligente. El justo que sea poco
inteligente, juzgará poco inteligentemente,
pero con bondad. La gama de combinaciones
es muy larga. Pero debemos obrar para un solo
juicio... ¡el de Dios! Este juicio es ante Dios.
–Pues creo recordar que en la Biblia
hay un versículo en que se dice que si alguno
se avergüenza de mí, Yo me avergonzaré de él
ante mis ángeles –el fiscal era ambicioso y se
había estudiado bien el caso.
–Mi silencio es elocuente. Es el silencio
de la inteligencia. Por mi pueden decir que soy
mahometano, vudú o de raza negra. Yo sólo
responderé de mis palabras.
–Puedo entender a los que se
comportan como mártires, pero no veo que
usted sea digno del Dios al que dice servir.
Recuérdelo: ante mis ángeles me avergonzaré
del que me niegue.
–Los animales se defienden, nosotros,
hijos de Él, también. La defensa es parte del
orden de Dios. No le molestará que usemos de
las leyes para defendernos de la Ley. Dios es
inteligente, sabrá entender mi silencio.
–¿Y sabe Dios que usted es cristiano?
–Pregúnteselo a Él.
–¡Se lo pregunto a usted!

39
D
e nuevo en la prisión, de nuevo la cívicos, otros meramente culturales. Su calidad
misma celda. Los desplazamientos al era variable. Los presos aprendían historia,
tribunal y el mismo juicio, al menos biología, idiomas.
suponían una distracción. Patterson nunca La seguridad era tan buena, como mala
había reparado en los millares de seres la comida. No importaba cuantas decenas de
humanos que pasaban sus existencias en los miles de reclusos hubiera en aquella
centros penitenciarios. Vidas encarceladas al institución, cada recluso únicamente se
tedio. Existencias desangrándose del tesoro relacionaría con otros veinticuatro reclusos. La
más valioso: la vida. Allí estaban, lejos de la obsesión de las autoridades era evitar motines.
vista del resto de la sociedad, desangrándose De manera que todo el complejo, celdas,
de tiempo y alegría. Allí había miles de lugares de recreo, de trabajo, de paseo, estaba
hombres carcomidos por el deseo de que dividido en pequeños sectores. Nunca había
pasara parte de la vida, para poder regresar a la más de veinticinco internos en un lugar.
vida, al mundo exterior. La incomunicación de unos reclusos
Tasado está el tiempo del hombre, con otros era una norma que se seguía a
contados los años de su vida efímera, y no rajatabla. Las puertas de cada sector estaban
obstante, en esos inmensos complejos cerradas, de forma que hasta para los guardias
carcelarios nada era más inútil, nada más atravesar el complejo era como atravesar una
abundante, que los años. Otros presos le habían inmensa cuadrícula de casillas cerradas.
dicho durante el paseo que lo peor eran los Continuamente debían los guardias introducir
primeros días. Después sobrevendría sus tarjetas para abrir cada puerta. Claro que
paulatinamente el acostumbramiento al tedio. eso era sólo cuando alguna patrulla debía
Pero tenía que aceptar al aburrimiento no como entrar en el complejo. Los guardias se movían
algo que a veces sobrevenía, sino como su únicamente por el exterior, por el perímetro de
estado normal de ánimo. la institución. Prácticamente, no entraban
El horario en esa prisión estatal de nunca. Todo, desde la comida hasta la pasta
Massachussets era de una regularidad dentífrica, desde unos pantalones nuevos hasta
inalterable. Ocho horas de trabajo manual cada los materiales para nuestro trabajo, todo se
día. Patterson estaba un poco harto de juntar introducía por un sistema mecánico que
piezas de electrodomésticos. Los veinticinco consistía en una red de montacargas verticales
reclusos con los que trabajaba en el taller, y horizontales.
ensamblaban piececitas para una empresa que Todo el sistema estaba pensado para
tenía un convenio con Instituciones que los funcionarios y los guardias no entrasen
Penitenciarias. El trabajo no sólo era bueno en contacto con los reclusos. Porque si los
para el cuerpo y para la mente, sino que además motines eran la primera obsesión de los
los rendimientos del trabajo de miles de diseñadores de aquel centro, la segunda
reclusos suponían una fuente de ingresos, que obsesión era que fuera imposible tomar
aliviaban en algo los presupuestos anuales de rehenes. Tampoco era posible un incendio de
ese centro penitenciario. aquel centro penitenciario, cada sector era
Para los presos no sólo era obligatorio completamente estanco. Jamás las llamas
el trabajo, sino también dos horas de podían atravesar los muros ignífugos hacia el
instrucción. Dos horas en que les ponían ante sector contiguo o superior.
una pantalla a ver reportajes. Algunos de ellos,

40
Aquella prisión estaba decorada en niveles inferiores de ese mismo edificio,
tonos blancos. Tanto los pasillos, como sus trayendo nuevos reclusos. Carne fresca para
celdas, como sus salas, eran de un blanco casi aquel almacén de condenas vivientes. Pero era
agobiante. Casi agobiante, porque los sesudos lo justo, si habían perpetrado delitos debían
psicólogos de Instituciones Penitenciarias ya pagar las consecuencias.
se habían encargado de moderar un poco ese El coronel trató de conjurar
color hasta darle un cierto tono crema. La pensamientos lúgubres mirando hacia delante.
limpieza era absoluta. El orden también. Además, esa prisión no era inhumana. Era
Nunca había nada tirado por el suelo, ninguna como una gran factoría moderna llena de
mancha. Aquel edificio penitenciario, así como eficiencia, aunque el cumplimiento de
la organización que regía en él, había sido condenas era su única producción. Pero no, no
pensado para dejar atrás completamente la idea se podía quejar. Además, desde esa terraza en
de que una cárcel tiene que ser un lugar sucio. la que se hallaba, el paisaje urbano era
La limpieza, el orden, el trabajo y la disciplina soberbio. Si uno miraba hacia abajo, veía volar
durante la estancia en el centro debían ser una a las gaviotas en bandadas entre los
enseñanza para los reclusos. La enseñanza de desfiladeros que formaban los rascacielos.
que otra vida era posible. Detenerse a mirar, asomarse, y a pasear
El centro, al ser tan grande, contaba con otro rato, una hora pasaría pronto. Los reclusos
variedad de patios internos y lugares de paseo. paseaban, unos solos, los más en grupos. A lo
Los presos eran destinados cada día de la lejos se veían otras balconadas con más grupos
semana a un patio distinto. Distinto en su de internos andando y charlando. Pero cada
forma, en su estética, en su tamaño. Había terraza estaba incomunicada del resto. Veinte
patios con sus muros cubiertos de hiedras, metros de caída libre separaban cada balcón.
otros con un gran depósito rectangular con La verdad es que el régimen
peces anaranjados en el centro. Otras veces penitenciario había ido endureciéndose más y
tocaba ir a las terrazas que daban al exterior, más en los últimos cuarenta años. Pasaron ya
con unas bellas vistas urbanas. Otro patio, los tiempos de las palabras mágicas
bastante grande, era la reproducción de un rehabilitación y reeducación. Ahora el
trozo de campo con árboles. La institución electorado pedía, exigía, otras cosas. Todo lo
dedicaba no pocos presos al cuidado de esos que fuera entender los años de cárcel como
jardines y campos situados en patios cubiertos algo más que un mero castigo, se consideraba
en los que nunca daba la luz del sol. que era pura poesía e idealismo. Sin embargo,
Suponía un placer impagable sentir el esa prisión pertenecía a la nueva generación de
sol verdadero sobre la piel el día que les grandes prisiones y era modélica.
permitían salir a la gran terraza, al inmenso Encarnación de los más nobles ideales,
balcón a la altura del piso 70. Sentir la luz solar así había considerado siempre el coronel a su
verdadera, poder volverse hacia aquellas vistas País. Por eso ahora aquel confinamiento, aquel
donde la mirada podía perderse en el infinito. juicio, le cogía a contrapelo. Él era un patriota.
Desde allí se veían las miles y miles de Por eso se hallaba internamente tan
ventanas de las torres más cercanas, también desorientado. Eso hacía que entre sus
algún que otro pequeño monorraíl, un poco compañeros de célula se hubiera extendido la
abollado, un poco oxidado, cubierto con algún impresión respecto al recién llegado de que el
que otro graffiti. Monorrail que penetraba a los coronel era un vejete cada día más senil, cada

41
vez más depresivo. Lo veían como un anciano después de tantos momentos compartidos, lo
muy fuera de lugar en aquel sitio, con sus único que les preocupaba era la herencia?
modales atentos, con su aire distinguido. No Patterson todavía volvió más hundido a
pegaba nada allí. Además, a algunos les caía su celda. Sintiéndose más solo que nunca.
francamente mal. Les daba la sensación de que Nunca le habían parecido muy sinceras las
se daba aires de superioridad, de que les sonrisas de sus sobrinos y sus mujeres. Pero
consideraba inferiores. No es uno más, nos esta vez le habían parecido más forzadas que
mira por encima del hombro. Y en los paseos en los años pasados. Hoy habían estado todavía
se encontró un buen día con que paseaba solo. más teatrales. Más teatrales y menos
Y desde ese día ya siguió paseando solo, convincentes. De lo único que volvía
cabizbajo. Tratando de erguirse, de vez en convencido era de que su destino les era
cuando, para afrontar la situación con nobleza indiferente. “Un familiar agradable, pero muy
de espíritu. fanático”, seguro que comentaban eso al volver
El coronel se interrogaba a sí mismo a casa. En ellos no había ni el menor rastro de
cómo era posible que hubiera comenzado comprensión hacia su postura. “Su terquedad
aquella caza de brujas. Supongo que los judíos es signo de su falta de normalidad”, dirían,
alemanes de 1940 se habrían preguntado lo seguro.
mismo. ¿Cómo pueden llegar a suceder estas En sus caras, muchas veces, mientras
cosas? ¿Cómo la sociedad puede llegar a hablaban, mientras le escuchaban, había
permitir lo que hubiera sido impensable un par percibido en medio de la conversación esos
de generaciones antes? silencios que lo dicen todo. Prefería el hastío
El altavoz indicaba a todos los que de la celda a esa compasión evidente de sus
paseaban por la gran terraza que el tiempo de rostros. Guardaos vuestra compasión, pensó el
paseo había acabado. Todos fueron entrando sexagenario coronel. Desde luego, pensó, de
hacia un pasillo tan grande, que era como un mi herencia no veréis ni su más minúscula
túnel. Los grupos se dirigían hacia sus porción. Prefiero gastármela en mi defensa,
respectivos sectores de celdas. El túnel tenía íntegramente, que ahorrarla para que viváis
800 metros de longitud. Por allí se cruzaban mejor vosotros que en vida me ignorasteis y
con otros grupos de reclusos que se dirigían hasta me despreciasteis, eso sí, siempre a mis
camino de su tiempo semanal de paseo en el espaldas.
exterior.

Hoy le habían venido a ver los sobrinos


de su difunto hermano. Su familia más
próxima, la única parentela a la que visitaba y
llamaba con asiduidad. No se habían dado
mucha prisa en visitarle. Nunca es grato visitar
a un familiar presidiario. Pero no importaba, él
se alegraba de verles. No se alegró tanto
cuando, al final de la conversación, su olfato
de sabueso le hizo olisquear la verdad en
alguna que otra frase dejada caer como por
casualidad. ¿Pero es que al final de todo,

42
.

43
Día 9 de enero, Departamento Federal de Justicia en
hora 1:00 p.m. Washington. Comunicación que acabo de
comprobar personalmente poniéndome en

E
l juez Harrison abrió la sesión pidiendo contacto con la sede central del Departamento.
a la secretaria judicial que le aclarara Hasta ahora, este proceso en el que estamos
una serie de formalidades acerca de las incursos se basaba en el decreto 8/2209. Pues
actas. Patterson, en su silla, se giró y miró hacia bien, hoy a las 10:15 a.m. el Presidente de los
atrás. Hoy por primera vez en los asientos del Estados Unidos, después de leer los informes
público estaba su administrador Douglas de sus asesores, ha firmado un nuevo decreto
Williams. Hoy, por fin, su trabajo le había que explicita el procedimiento judicial del
permitido asistir. Quizá hoy era el primer día decreto 8/2209. El decreto 8/2209 sigue
en que su miedo le permitía asistir. Miedo a vigente, pero a partir de ahora debe ser
que se le involucrara de alguna manera con la aplicado según el nuevo decreto 51/2209. El
secta que ahora se perseguía. Al principio, su decreto dice así, hago lectura de él:
administrador le había ayudado mucho,
muchísimo. Pero después daba la impresión de Washington,
que era como si hubiera recapacitado, y se 8 de enero de 2209
hubiera dado cuenta de que todo esto no le iba ***
reportar ningún bien. ¿Ganaba algo creándose En orden a eliminar dudas de
quebraderos de cabeza? Pobre Douglas, desde procedimiento en las vistas judiciales abiertas
luego, no era ningún héroe. Tampoco era mala en virtud del decreto presidencial 8/2209, se
persona. Douglas le hizo un gesto breve y determina lo siguiente:
discreto con el puño, como diciendo ánimo. El
coronel agradeció el gesto con una sonrisa.
1. Que el juez encargado del procedimiento
El fiscal Walter estaba acompañado de
formulará al acusado esta pregunta: “¿es
cuatro letrados más. Los más experimentados
usted cristiano?”. Si el acusado guarda
que había disponibles en el Departamento
Federal de Justicia. Cada uno de ellos, número silencio, o no afirma de forma clara y sin
uno de su promoción. Cada uno de ellos con ambigüedad que no es cristiano, se le
experiencia en los más intrincados aplicará el internamiento previsto en el
procedimientos legales. Du Bois echó una decreto presidencial 8/2209.
mirada al nuevo equipo de asistentes del fiscal.
Por alguna razón, el fiscal y sus acompañantes 2. En la comparecencia no se podrán
aparecían con un excelente estado de ánimo. presentar alegaciones acerca de los
Después de que la secretaria le dejase al juez indicios que han traído a un acusado frente
aclaradas ciertas cuestiones menores que al juez, ya que bastará la negativa a
atañían al papeleo ordinario de las vistas, el responder al juez sobre la cuestión que
honorable magistrado con cara grave reanudó versa el procedimiento 8/2209, para que
el proceso con estas palabras: se interne al compareciente.
–Me acaba de llegar una comunicación
expedida por la Secretaría General del Consejo
3. No sólo la negativa, sino incluso una
del Poder Judicial del Estado de
respuesta no satisfactoria será suficiente
Massachussets, y que proviene del

44
para que el juez aplique la condena a la que joven fiscal estaba allí por su brillantez y no
alude el decreto 8/2209. tanto por los años de experiencia.
Pese a saber la pericia de Milton &
Dado que este decreto es de carácter Asociados, Walter tenía la esperanza de que
estrictamente procesal, se aplicará desde su cuando el juez le preguntara a la defensa si
aprobación a todos los procedimientos que se tenía que hacer alguna alegación, ésta
contestara que no. Que finalmente, después de
hayan incoado en virtud del decreto 8/2209 y
seis días, la defensa dijera que ya no tenía que
que todavía estén pendientes de resolución.
hacer ninguna alegación. Que sus odres
repletos de alegaciones estaban exhaustos, que
Entre los abogados de la defensa, sus
sus ubres estaban resecas de argumentaciones.
caras, aun tratando de mantenerse
inexpresivas, no dejaban de trasparentar
Tres noches antes, la noche del día en
consternación. Entre los letrados de la
que el juez le había humillado, Walter había
acusación, Walter no pudo dejar de caer en la
soñado que este caso era el caso de su vida,
tentación de mirar de reojo, con prudencia, sin
porque emplearía toda su vida en él. Que la
ser impertinente, pero sin perderse detalle.
sentencia no la verían ni sus hijos, ni los hijos
Walter se sentía el rey de la sala. Había sido
de sus hijos, ni los nietos de los hijos de sus
humillado, y ahora todos veían cómo había
hijos. Que las alegaciones se irían acumulando
venido en ayuda de su postura ni más ni menos
como capas de nieve consecutivas. Como las
que un decreto presidencial. Sin duda, ése era
capas de nieve en el Antártico, que se van
el día cumbre de su carrera, uno de los días más
comprimiendo y comprimiendo, sin llegar
felices de su vida. Comprobó que la venganza
nunca a fundirse. Capas de nieve que acaban
tenía un sabor dulzón, ligeramente ácido. Eso
fragmentándose en grandes icebergs en los que
es justamente la venganza, algo que sabía
se va acumulando de forma sólida el
como a un zumo entre ácido y dulce.
inacabable acopio de alegaciones.
Pero los abogados de la firma Milton &
Icebergs judiciales que flotan en el Mar
Asociados no habían nacido ayer, y habían
del Derecho. Él, el fiscal-pingüino,
estudiado todas las posibles líneas de defensa
contemplaba helado las frías y oscuras nubes
del caso, con todas sus contingencias. Eran
de la Jurisprudencia, las nubes espesas del
como jugadores de ajedrez que se hubieran
Razonamiento nevando sin piedad, dejando
aplicado a cavilar todas las jugadas posibles.
caer suavemente sobre el Polo del Juicio folios
La única posibilidad que les hubiera cogido de
y folios, blancos, escritos por las dos caras, con
sorpresa hubiera sido que el juez hubiera
interlineación de 1,5. Y el pingüino–fiscal se
sacado una ametralladora de debajo de la toga
veía impotente para detener aquella
y les hubiese disparado. Fuera de eso, todo
meteorología, aquella glaciación de la Justicia.
estaba previsto; hasta lo imprevisible.
El juez era como un cachalote negro, que hacía
Especialmente lo más imprevisible. Por eso
breves apariciones, las vistas de la sala, para
cobraban lo que cobraban.
después recluirse de nuevo en la profundidad
Esta pericia del bufete de la defensa la
de su despacho, en los abismos de su despacho,
conocían todos, el juez y el ministerio fiscal.
no sin antes haberse divertido un rato
Todos los contrincantes llevaban caminando
mostrando los surtidores procedentes de su
por el mundo judicial muchos años. Sólo el
lomo a los pingüinos–letrados que a trancas y

45
barrancas se movían bamboleándose por los El juez, casi de un modo ritual,
icebergs de una larga historia legal. automático y mecánico, preguntó a los
¿Hasta dónde alcanzaría el aguante de abogados de la defensa si querían alegar algo,
un juez–cachalote? ¿Hasta cuándo seguiría tras conocer la nueva situación de
permitiendo que la defensa explorase los más procedimiento que les planteaba el nuevo
enrevesados y arduos senderos de aquellos decreto. Los tres abogados y el acusado
icebergs para proteger a su cliente? ¡No! hablaron por lo bajo entre ellos durante unos
¡Hasta un juez–cachalote tiene sus límites! diez segundos. El joven fiscal saboreaba de
Llegaría un momento en que el dolor de cabeza antemano el sabor del triunfo y la victoria.
del magistrado fuera tal que gritase con todas Pero, inexplicablemente, ante el
sus cetáceas fuerzas: ¡visto para sentencia! Y asombro de Walter, el jefe de los abogados de
el pingüino–fiscal estaría feliz, porque un la defensa se levantó de su silla sin dudarlo ni
pingüino–funcionario necesita medrar, un momento, y contestó: ¡sí, señoría!
necesita trepar como una hiedra, necesita Walter inclinó la cabeza y se llevó los
mostrar un grado óptimo de eficacia en el dedos índice y pulgar al entrecejo en un gesto
panorama de la lucha por la vida, en la de cansancio e incredulidad. No tenía palabras
darwiniana élite de los mejores abogados del para expresar su estupefacción. En realidad, no
Departamento Federal de Justicia. tenía ni pensamientos para expresar
La crema de esos abogados, constituía mentalmente su pasmo. ¡¡Pero qué podían
una élite darwiniana, sí. Porque allí no hay alegar ahora!! ¡Si con el nuevo decreto estaban
pingüinos colegas, todos los pingüinos son en jaque mate! Si su ficha–cliente estaba
carnívoros. En la cúspide de la pirámide del arrinconada en el tablero, aprisionada,
funcionariado todos los pingüinos–letrados procesalmente desahuciada.
son pingüinófagos. No es que puedan comer –Señoría –comenzó el abogado–, hasta
carne de pingüino, sino que es la que más les ahora nuestro cliente ha mantenido silencio
gusta. En la cima del Departamento Federal de sobre la pregunta, pero ahora ha cambiado su
Justicia sólo trabajan los que han emergido de determinación y desea contestarla.
entre las oposiciones. Sólo unos pocos El juez se quedó mirando al abogado,
supervivientes a las más inquisitoriales después se repantigó, tomó un poco de café y
oposiciones. Ahora bien, los sueldos de esos dijo:
grandes abogados son el salario de una vida en –Antes de que continúe, señor letrado,
otros niveles menos agraciados de la permítame decirle que como juez he tenido que
existencia. Eso sí, entre esos pocos elegidos, presidir muchas vistas, pero ésta se lleva la
allí sólo reina el Derecho Darwiniano. palma al derroche más exuberante de
inteligencia abogacial. Permítame que le diga,
Pero aquello ya quedaba medio que nunca he presenciado algo así.
olvidado en las negras profundidades de El juez estuvo a punto de decirle que si
aquella pesadilla, en la tristeza de ese día en esa inteligencia de los abogados hubiera sido
que pensó que, por cuarta vez en su vida, iba a aplicada no a los foros judiciales, sino a otros
perder un juicio. Ahora las cosas habían campos de la ciencia, no dudaba de que ellos
cambiado. La realidad presentaba un aspecto hubieran dado con la solución a los más
bastante más agradable que el de aquella arcanos entresijos de las leyes físicas o
noche. biológicas. El juez estaba admirado. Pero se

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calló y no quiso insistir en elogios hacia la qué se le acusa. Señor fiscal... –dijo mirándole
defensa, que hubieran podido ser entendidos y dándo a entender que le concedía la palabra.
como parcialidad. Así que se limitó a decir al Walter miró a sus asesores. Durante
abogado: unos segundos cundió la perplejidad entre el
–Por favor proceda. ministerio fiscal. Walter indicó que
–Muchas gracias, señor juez, por sus respondiera Fitz Patrick, el más especializado
comentarios –e inclinó gentilmente la cabeza– en esa materia. Era uno de los cuatro letrados
. Me complace mucho el carácter distendido en enviados por el Departamento de Justicia.
que damos comienzo a esta sesión. Y, –Bien, pues cristiano –explicó sin
efectivamente, después de seis días ya nos entusiasmo, midiendo cada palabra con
vamos conociendo. Sí, mi defendido no tiene lentitud– es aquél que es seguidor de Cristo. Es
ningún inconveniente en responder a esa decir, seguidor de la doctrina que enseñó
pregunta, si... Cristo... Alguien que cree en las enseñanzas
Aquí el abogado hizo voluntariamente que él enseñó –el asesor del fiscal había
una leve pausa que todos soportaron como medido tanto cada palabra, que para decir esas
unos violines a los que tensaran sus cuerdas tres frases había precisado de medio minuto.
justo antes de que el músico atacara con un Aquellas tres frases habían sido como un parto.
arranque impetuoso. El abogado lanzó una Cada frase podía convertirse en una trampa en
mirada, breve pero interminable, al ministerio la que atraparse los dedos.
fiscal. Los cuales se preguntaban ¿qué es lo –Me gustaría que precisase una sola
que quería ahora el abogado? cosa más –le pidió de nuevo el abogado–,
–Sí, mi defendido no tiene ningún tranquilo, es la última cosa que le solicito,
inconveniente en responder a esa pregunta, si... puesto que no quiero abusar: ¿quién es ese
el tribunal tiene la amabilidad de explicar qué Cristo del que usted me habla?
ha de entenderse por ser cristiano. –Pues eso se lo dirá cualquier
Los fiscales se miraron entre sí. La historiador, era un hombre que quiso
anguila volvía a escurrirse de entre las manos protagonizar una revuelta política y que
fiscales. ¿Qué era aquello? ¿Qué pretendía? fracasó, pero en cuya figura se basaron sus
Seguro que pretendía algo. seguidores para construir una religión –el
–Ningún tribunal –prosiguió el asesor del fiscal se sentó. Esto último lo había
abogado– puede pedir que se responda a una dicho con menos tensión, con más soltura.
pregunta si no está claro el significado de una –¿Alguna pregunta más? –dijo el juez.
de las palabras de la pregunta. –Ninguna –respondió el abogado.
El abogado se sentó. El silencio en la –Llamo a declarar –ordenó el juez– al
sala era absoluto. señor Dwight Patterson –el acusado subió a la
–Me temo que tiene derecho a ello – tarima y se sentó–. Señor Patterson, ¿es usted
dijo el magistrado con lentitud, como sabiendo cristiano?
en el enredo en que se metía–. Yo no soy –Si por cristiano hay que entender lo
cristiano, así que no soy el más adecuado para que ha explicado el ministerio fiscal, es decir,
hacer precisiones. Pero puesto que el seguidor de un mero hombre y sólo hombre,
ministerio fiscal es el que acusa, él no tendrá que fracasó en sus intrigas políticas, entonces
ningún inconveniente en responder a su mi respuesta es NO.
pregunta para que sepamos exactamente de –¿Está usted seguro?

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–Sí, indudablemente yo no soy sin ambigüedad que no es cristiano. Aquí hay
seguidor de eso. razones más que de sobra para sospechar que
Walter echó la cabeza hacia atrás. Ya lo las cosas no están claras, que existe una cierta
que me faltaba, pensó. El juez se sonrió para ambigüedad. Es deseo de esta fiscalía dejar las
sus adentros, aunque se guardó de cosas claras. ¿Se opone su señoría a ello?
manifestarlo. –Esta bien, señor fiscal, proceda a
–Este tribunal ya ha formulado la interrogar al acusado.
pregunta preceptiva –dijo el juez–, y el El juez dio un suspiro cansado. De
acusado ha respondido que no. ¿Desea el fiscal todas maneras, reconocía que el ministerio
hacer alguna alegación? ¿O damos el caso por fiscal había argumentado impecablemente y
cerrado? que, por tanto, debía concederle la posibilidad
El fiscal apretó sus dientes y de disipar las oscuridades que rodearan al caso.
conteniendo su rabia se levantó protestando: El que se levantó para hacer las preguntas fue
–Señoría –dijo Walter–, ¡por supuesto Fitz Patrick, el letrado que ayudaba al fiscal y
que tengo algo que alegar! Este hombre es un que era especialista en este tema. El juez
cristiano, y moriría antes que negar a añadió:
Jesucristo. Lo que pasa es que él cree en un –Pero recuerde que el decreto establece
hombre que para ellos es hombre y Dios. Por que el modo de saber si alguien es cristiano es
eso ha especificado que no cree en un Cristo preguntárselo. No estamos aquí para repasar lo
que fuera sólo hombre. Pero pido permiso para que el acusado hizo en los últimos veinte años.
preguntarle en qué Cristo cree él, y ya verá si –Muy bien, muy bien, muy bien, con su
es cristiano o no. venia –Fitz Patrick se volvió al acusado–. El
–Protesto –dijo el abogado. falso Cristo en el que creen ustedes es un
–Hable –permitió el juez al abogado hombre que al mismo tiempo es Dios, para
defensor. ustedes el único Hijo del verdadero Dios.
–Es el ministerio fiscal el que acusa, y ¿Cree usted en ese Jesús?
es el ministerio fiscal el que debe precisar los El acusado guardó silencio. Sus
términos de la acusación –dijo el abogado–. abogados estaban en tensión. Todo pendía de
Sería incorrecto el que se condenara una esa respuesta. Patterson respondió:
creencia, y que al ver el fiscal que un acusado –Yo creo en el verdadero Jesús –
niega seguir esa creencia, el fiscal le ordenara: contestó el acusado.
pues díganos en lo que cree, porque aquello en El fiscal se turbó un instante, ¿había
lo que cree será lo que imputemos como delito. alguna celada en sus palabras? Si la había no la
–Estoy de acuerdo con usted –dijo el veía. No, no la había. ¡Definitivamente había
juez al abogado–, es labor del fiscal precisar la caído! Así que reaccionó y volviéndose al juez
acusación, como ya ha hecho, y obligación del dijo:
acusado simplemente responder si cree o no –¡¡Por fin!!, ya lo tenemos. ¡Cree en
cree en aquello, como también ha hecho. Jesús! Lo ha dicho.
Además, el acusado no tiene obligación de El acusado bajó del estrado y cuchicheó
explicar en un tribunal toda su vida espiritual. de nuevo con sus abogados. Después, su
–Señor juez –intervino el fiscal–, el abogado pidió interrogarle. Patterson volvió a
decreto afirma claramente: si el acusado subir de nuevo al estrado.
guarda silencio, o no afirma de forma clara y

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–Señoría –dijo el abogado–, mi cliente venia –y se dirigió al acusado–. ¿Cree usted
no tiene ningún inconveniente en afirmar que que Jesús era un dios?
cree en la existencia del hombre que se llamó –No, no lo creo –contestó el acusado
Jesús y que vivió en esa época. Tal cosa no es después de pensarlo un instante.
delito, es la opinión más extendida entre todos El fiscal que interrogaba se quedó
los especialistas afirmar que Jesús existió, al sorprendido, ¿qué estaba pasando? En seguida
igual que existió un personaje histórico en la se dio cuenta del error, el error de un artículo.
India llamado Buda. Una cosa es creer que –Rectifico –corrigió el asesor del
existe el Buda histórico y otra el Buda fiscal–, ¿cree usted que Jesús es Dios, como
imaginario transformado por la transmisión afirma el Prólogo del Evangelio de San Juan?
oral de siglos. También yo, como tantos –aquel fiscal se las sabía todas. Podía no ser
profesores en muchas universidades, creo en el creyente, pero sabía más teología que un cura.
Buda real, histórico, no en el imaginario. –Protesto –intervino el abogado–, la
–¿Adonde quiere ir a parar, señor pregunta que se le había hecho era si él era
letrado? –le preguntó el juez. cristiano. Si se acepta esta segunda pregunta,
–En definitiva, creer que existió un puede continuar preguntándole si cree en la
hombre, un hombre como nosotros, que se Trinidad, si cree en los sacramentos, si cree en
llamaba Jesús, eso no es delito. Me imagino el Papa. Y esta cuestión se va a transformar en
que la fiscalía no tendrá inconveniente en creer una clase de historia de la religión. El proceso
que existió un personaje histórico. va a caer en unas ciénagas teológicas de las que
–¿Tienen algún inconveniente en ello? va a ser imposible salir.
–les preguntó el juez. –Lo siento, –dijo el juez– no se admite
Fitz Patrick con desagrado negó con la la protesta. La pregunta del procedimiento es
cabeza, no había inconveniente. Walter miró a una, es verdad, pero ha sido la defensa la que,
su asesor sin saber muy bien a qué atenerse. al principio, ha solicitado que se precisara un
Esto le había pillado de improviso. El juez término de la pregunta. Esta pregunta del fiscal
miró al fiscal, después al abogado. Finalmente, sólo delimita los límites de la pregunta inicial.
se dirigió al acusado: Así que, señor Patterson, responda al fiscal.
–Vamos a ver, señor Patterson, es ¿Cree usted que Jesús era Dios?
cierto que existió un sujeto llamado Jesús, es El coronel miró a todos los presentes en
decir un personaje histórico, eso no lo niega la sala. El desánimo cundió entre sus abogados.
nadie, o casi nadie. Por lo menos no parece que Aquella pregunta no admitía escapatoria
lo niegue ni la fiscalía. Ahora bien, ¿en qué alguna. Y si callaba sería condenado
Jesús cree usted? igualmente, el nuevo decreto así lo estipulaba.
–Señoría, yo sólo creo en el real, en el Su abogado le hizo gesto de que ya daba lo
verdadero, no en el ficticio –contestó mismo, de que hiciera lo que desease, todo
mansamente el coronel. estaba perdido.
–Bueno, señor Walter –dijo el –¡Sí, creo que Jesús era Dios! –
magistrado–, pienso que esto es suficiente, él respondió en voz potente y majestuosa–. ¡Soy
ha afirmado claramente que cree en el real. cristiano! Creo en la Santísima Trinidad. Me
–¡Señor Juez –contestó el asesor del honro en pertenecer a la Santa Iglesia que Él
fiscal–, es evidente que no coincide nuestro fundó mientras todavía estuvo sobre este
Jesús real con el Jesús real del acusado! Con su mundo. Creo en las Sagradas Escrituras, en la

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santa fe que nos ha sido trasmitida generación El juez sacó unos papeles de una
tras generación –el juez le hizo gesto con la carpeta que tenía sobre la mesa, y los revisó.
mano de que no siguiera hablando, de que la Mientras, el abogado le dijo.
pregunta ya estaba respondida. Pero el acusado –Señor juez, encontrará que este punto
prosiguió:– Y tengo la más completa seguridad acerca de la nulidad de pleno derecho, aparece
de que en esta generación se cumplirán las mencionado en la primera lista de apelaciones
profecías consignadas en el Libro del que la defensa presentó el tercer día de la
Apocalipsis. Que la ira del Altísimo caerá reclusión de nuestro cliente y ya antes de la
sobre esta generación inicua y perversa como primera vista.
no ha conocido ninguna el mundo desde que –Ah, muy bien –dijo el magistrado–, sí,
vio por... me consta, y tiene perfecto derecho a presentar
–Suficiente. Baje del estrado –ordenó una apelación contra un texto legal en el
el juez–, se le retira el uso de la palabra. Tribunal Supremo. Es más, antes de eso
El coronel le miró con gravedad, y también puede presentar, incluso, otra
calló. Nunca había protagonizado ninguna apelación en un tribunal de segunda instancia
escena indecorosa, y tampoco la contra el veredicto que aquí se dé. Pero aquí en
protagonizaría ahora. Con dignidad se dirigió a este tribunal sólo podemos juzgar al acusado,
su sitio. El fiscal y sus dos asesores estaban no a la ley. Este tribunal es incompetente para
radiantes. juzgar a la ley, como usted bien sabe.
–Muy bien, señores, creo que hemos –Señoría, con su venia –y el abogado
llegado al final del caso –dijo el magistrado–, extrajo de su carpeta un informe de más de
¿alguna de las partes quiere añadir algo? sesenta páginas que entregó, al momento, a la
–Sí, señoría –dijo el abogado. secretaria judicial. La secretaria, una mujer de
El fiscal miró a sus asesores, ¿incluso rostro serio y moño en el pelo, a su vez le pasó
ahora tenía algo que alegar? Era increíble. el informe al juez–. En esas páginas explico,
¿Pero qué podía decir ya? El juez también se que si mi apelación es que esta ley es un delito
sorprendió, pero concedió la palabra al contra la humanidad, entonces puedo apelar
abogado. ante usted en este mismo tribunal. Ya que,
según la doctrina de los Juicios de Nuremberg,
–El juicio hasta ahora ha versado – doctrina que aceptaron los Estados Unidos, los
explicó el abogado– acerca de si nuestro cuales fueron incluso parte fiscal en ese juicio,
defendido entraba en el supuesto incluido en el es que la obediencia debida de un juez a una
decreto. Pero, desde el primer momento, no ley contraria a los derechos esenciales y
hemos renunciado a tratar de defender el evidentes de la humanidad, no exime de
supuesto de que el texto legislativo por el que responsabilidad penal a ese juez
está siendo juzgado el señor Patterson, es un –¿Así que me quiere convertir en reo?
texto inválido de pleno derecho, por estar –comentó jocoso el magistrado mientras
incluido en lo tipificado como crimen contra la hojeaba el informe del abogado.
humanidad. Pues la persecución por motivo –Señoría, con todo respeto –le dijo el
religioso expresamente aparece mencionada en abogado–, la aplicación de una ley contra la
el Derecho Internacional. humanidad, constituye por sí misma un delito.
Ésa es la doctrina ratificada por los Estados
Unidos en Nuremberg. Para evitar que se

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cometa ese delito, es por lo que puedo contraria a los más elementales derechos
presentar ya en esta instancia mi alegación. primarios de la humanidad, entonces según la
–¡Para eso está el Tribunal Supremo! – doctrina iusnaturalista ratificada en los Juicios
estalló el fiscal. de Nuremberg, yo no puedo proceder a su
–No, señor fiscal, no –repuso el aplicación. Y como ha expuesto la defensa,
abogado. El Tribunal Supremo está para Estados Unidos siempre ha defendido esta
determinar si una ley es o no constitucional. Lo doctrina legal. El mismo comienzo de nuestra
que yo razono en mi informe es si la misma Constitución indica que esos derechos son
sentencia sería, de por sí, un crimen de lesa inherentes a la persona, y no meramente
humanidad sin necesidad de ningún concedidos por un pacto social.
pronunciamiento de una instancia superior. Además, no puedo negar la posibilidad
–Está usted loco, abogado –sentenció el a la defensa de usar todos los argumentos
fiscal. razonables a favor de su cliente. Y,
–Señoría –continuó el abogado sin ciertamente, sin ninguna duda, una línea de
hacer caso al último comentario–, en un juicio defensa es demostrar que una ley es
la defensa trata de demostrar la inocencia de su intrínsecamente injusta per se. Puede
defendido. Si la ley es injusta, mi defendido comprobar dos casos en la jurisprudencia –el
automáticamente deja de ser culpable. Le juez leyó la primera página del informe–: el
suplico que no desprecie esta línea de caso Bernard vs. Calagham en 2034, y el caso
argumentación. del Estado de Ohio vs. Kidney en 2108 –el
El juez hojeaba el informe y se detenía juez, aunque había estudiado estos dos casos
en algunos pasajes. Iba una y otra vez del en Harvard, sólo pudo citarlos con detalle por
índice al texto, y de nuevo del texto al índice. aparecer los años y los nombres en la primera
–Señor juez –dijo irritado el fiscal ante página del informe que tenía entre manos–.
un juez que pasaba páginas en silencio–, Desde luego –dijo mirando a la defensa–, si lo
admitir esa línea de defensa del acusado, sería logran, es decir, si logran demostrar que la ley
una extralimitación de competencias por parte es injusta, entonces yo no puedo hacer otra
de usted –la voz del fiscal sonó bastante cosa que hacer justicia.
insolente. Necesitaré cinco días para estudiar si es
–Señor fiscal –le replicó el juez–, plausible esta línea de argumentación. La
todavía no he decidido qué hacer. ¿No me defensa, si lo desea, me presentará un informe
otorgará el ministerio fiscal la gracia de unos completo en el plazo de dos días con todos los
instantes para que la mente de este tribunal razonamientos que quiera añadir acerca de esta
decida si procede o no esta alegación? vía de argumentación. Quiero que en esos
El juez siguió hojeando el informe. El folios estén todas sus alegaciones, porque el
joven fiscal, nervioso, dio varios suspiros proceso no puede seguir dilatándose. No
enérgicos, su paciencia estaba al límite. Aquel admitiré ya más alegaciones. Todo lo que
minuto transcurrió con una lentitud pasmosa. hayan de decir díganlo en el informe. La
El juez cerró de golpe el informe y concluyó: fiscalía tendrá el informe que me presente la
–Señores, el asunto es más complejo de defensa en el mismo día que yo lo reciba. Y
lo que parece. Necesito tiempo para meditarlo. espero el informe de la fiscalía cuarenta y ocho
Por más que le pese al ministerio fiscal, es horas después.
cierto que si una ley fuese de modo evidente

51
Otro punto más. He estado afronta la prisión y la pérdida de todos sus
considerando la petición de excarcelación del bienes, por seguir su conciencia.
acusado. Y he llegado a la conclusión de que el Deseó decirle eso, aunque finalmente
razonamiento de la defensa era verdadero. Un calló, porque se dio cuenta de que también
hombre que es capaz de ir a la cárcel antes que tendría que decirle que, a pesar de ello, no
decir un sí o un no que sea falso, no se escapará tendría ningún escrúpulo en condenarle si sus
si jura no hacerlo. Además, este asunto que, al abogados no lograban vencer a los argumentos
principio, era por vía de comparecencia rápida legales de la fiscalía. Él le admiraba y, no
se ha ido complicando y alargando. Así que le obstante, tendría que firmar la sentencia que le
voy a ahorrar esa ingrata estancia en prisión. privaría de todos sus bienes y de su libertad si
Señor Patterson, ¿si yo le dejo en libertad, no se lograba demostrar su exclusión de lo
usted me jura que no eludirá la acción de la tipificado por el decreto 8/2209.
Justicia escapándose? El juez férreamente dijo:
Los abogados de Patterson, exultantes, –La próxima sesión tendrá lugar el día
miraron a su defendido. El cual, sin dudarlo 14, a las 4:00 p.m. –golpe de maza–. Se levanta
contestó: ¡lo juro! la sesión.
–¿La fiscalía tiene algo que decir?
–Nos oponemos total y radicalmente a
que el acusado sea puesto el libertad.
–Muy bien –dijo el juez–. Determino
que, de inmediato, sea puesto en libertad
condicional. Ahora mismo firmo su orden de
excarcelación. La orden llegará a la prisión de
Applewhite desde este juzgado. Si tiene algo
que recoger en su celda, los agentes le llevarán
si lo desea. Pero si no, puede marcharse a su
casa desde este momento.
El juez miró al acusado y añadió en
tono más bajo, menos solemne:
–Jamás firmaría esta orden en otro
caso, con una pena como la que afronta. Pero
usted se ha atado con un juramento a los lazos
de su propia conciencia. Y si algo me ha
demostrado, señor Patterson, en este juicio es
que su conciencia es firme como una roca.
El juez hasta ese momento había estado
mirando al impreso que estaba rellenando y
firmando. Cuando alzó la vista y miró a los
ojos agradecidos de Patterson, se conmovió.
Quiso decirle al acusado que el hecho de no
compartir sus creencias no había impedido que
su admiración por él hubiera ido creciendo día
tras día. La admiración hacia alguien que

52
P
atterson contempló la puerta de bronce misma página, en que le sorprendió, hacía ya
envejecido de su piso, una puerta noble. siete días, una pareja de la policía llamando a
Para el coronel hasta la casa debía la puerta de su piso. Todo estaba como lo dejó.
respirar una cierta majestuosidad marcial Al regresar a su piso, había descubierto,
acorde al rango que ostentaba. Regresaba incluso, que el agua, seguía llenando la bañera.
como se había marchado, con lo puesto. En su Al salir acompañado de la policía, había
mano derecha un pequeño portafolios con el olvidado vaciarla. Había encontrado un agua
contrato del bufete de sus abogados, y algún turbia, fría, sin espuma. Pero se puso manos a
que otro papel más relativo al juicio. la obra. Un rato después, la bañera ya había
Abrió la puerta, encendió las luces. Allí sido limpiada y el agua caliente había
estaba su piso, su querido hogar. sustituido a la desagradable agua de una
Majestuosidad y severidad castrense era lo que semana antes. Al ponerse su albornoz de
respiraba la decoración de su hogar. Lo siempre, ya veía el mundo de otra manera. En
primero de todo, fue mirar su querido sillón. albornoz de lana estampada en formas verdes
Allí de pie, a la entrada del salón, contempló y geométricas atravesó tranquilamente su
solitario, meditabundo, su sillón, sus cuatro salón. Qué pocas visitas había recibido en
ánforas griegas alineadas a lo largo de la pared prisión, qué pocos mensajes en el contestador
opuesta a las ventanas. Los ventanales eran del videoteléfono. Pero ése era el final de su
amplios, desde el suelo hasta el techo. vida: un final en soledad. O por lo menos eso
Las ánforas, de un metro de altura, parecía. Atravesó la estancia hasta el gran
estaban rodeadas cada una de un diminuto ventanal del salón.
jardincito de pequeñas macetas. ¡La afición del Su piso, su querido piso, casi 300
coronel por la jardinería! Cuatro jardincitos metros cuadrados en el centro de Boston, en el
cuadrados de un metro de lado, cuatro piso 625. En el centro bostoniano no había más
jardincitos de tipo zen cercando aquellas que ocho grandes megaestructuras, de manera
cerámicas ornadas con figuras rojas sobre que las vistas hacia el extrarradio de la ciudad
negro. El gusto por la jardinería de interior lo eran espectaculares. A través de los cristales de
ponía el coronel, el gusto por la decoración lo la ventana, se veían las nubes grises, henchidas
había puesto su difunta esposa. El eficiente de nieve aproximándose desde New
sistema de riego automático había mantenido Hampshire. Estaba nevando. En invierno a esa
la vida en su piso durante su ausencia. altura nieva con mucha frecuencia. En verano,
Patterson seguía contemplando aquel lugar tan en ese piso, tampoco se sufrían los calores de
querido para él. Quiso echarse, derrumbarse, la canícula.
sobre el mullido sofá, sobre su sillón, en Cuando está despejado y uno ve
cualquier lado de su solitario salón, pero no. acercarse un frente de nubes cargado de nieve,
Prefería recostarse en el agua tibia y relajante la colisión de las nubes con las paredes del
de su bañera. edificio es un espectáculo fabuloso. Es como
una avalancha de nubes que se precipitara
En la bañera, a la luz de las velas, bebió contra los muros del rascacielos. Detrás del
una copa de vino blanco con sabor a frutas, gran ventanal del salón se encontraba una
volviendo a sentir el placer de relajarse dentro terraza enmarcada entre cuatro figuras de
del agua. Allí seguía a su derecha el libro granito que representaban a cuatro atlantes
interrumpido. En el mismo capítulo, en la señalando al horizonte. El balcón estaba

53
sostenido por dos águilas americanas haciendo quedaba transitoriamente suspendido en tanto
las veces de canecillos de la gran balconada. en cuanto no se aclarara su situación legal. Se
En invierno casi cada día tenía que coger la le comunicaba que era un cese de servicios,
pala para retirar la nieve que se acumulaba en pero no de sueldo, ni de cargo, ni siquiera se le
la terraza. A 1.800 metros de altura el clima era cesaba de destino. El sueldo... el sueldo era
algo tan interesante de observar en sus ahora lo que más le importaba. Todos sus
cambios, como todas aquellas lucecitas ahorros bancarios se desangraban lentamente
doradas y rojas, violáceas y ámbar, que se tras haber firmado el acuerdo de honorarios
veían allá abajo, en la calle, lejanas. con sus abogados. Gracias a ese acuerdo, esta
Espectáculo sólo visible en los momentos en misma casa por la que paseaba quedaba
que las nubes no retornaban cubriendo todo hipotecada, para correr con los posibles gastos
con su velo. futuros de la minuta. Esta misma casa ya no iba
El coronel amaba su piso, el piso en que a ser suya. Si lograba la libertad, debería
había pasado tantos momentos. El piso, un día mudarse a otra más humilde. Los gastos
lleno con los sonidos de una familia, ahora acumulados ya eran superiores a los ahorros de
silencioso. Todavía estaba fresco en su su vida.
recuerdo la imagen de sus hijos saltando por Pero valía la pena, se repetía paseando por
allí. La imagen de su mujer arreglándose para su hogar. Era preferible perderlo todo a
ir al cine. Recuerdos felices, felicidad del ahorrarlo... para otros. No estaba descontento
pasado, tortura del presente. Le quedaba tan de la labor de la Milton & Asociados. ¡El mejor
poco para retirarse, la vejez ya estaba allí. bufete de Nueva York! Era una sangría, pero
El militar de rostro de águila, valía la pena. Cobraban tanto porque eran los
mayestático, salió al gran balcón. Estaba mejores. La calidad se paga. Este tipo de cosas
protegido tan sólo por su albornoz, estaba eran las que se repetía una y otra vez Patterson
nevando, pero durante un segundo fugaz quería paseando solitario por su piso. Se sentía
sentir en su piel el mordisco del frío. La cansado. Interiormente cansado. El coronel se
balaustrada del borde de la terraza estaba iba a la cama, fuera de noche o no.
revestida de una gruesa capa de nieve. Las dos
estatuas que señalaban al horizonte estaban
arropadas por un manto blanco. El coronel se

E
cobijó de nuevo dentro del salón de ambiente l juez Harrison trabajaba en su
templado, acogedor. Ya sólo vivía de despacho del edificio de tribunales.
recuerdos. Ésa era la señal. La señal de que el Era un hombre muy trabajador. Nunca
invierno de la vejez había llegado. De joven más de ocho horas, pero durante esas ocho
había vivido con tanto ardor la ilusión por el horas se enfrascaba totalmente en lo que hacía.
futuro, a los veinte años se tiene tanto futuro Sentado ante su mesa de roble, consultaba
por delante... Era el atardecer de ese día, un día gruesos tomos y largos índices en el Corpus
que había sido muy frío y muy gris. Hubiera Iuridicum digital de la pantalla de su mesa. Un
deseado que fuera por la noche para irse a la vaso lleno de agua con mucho hielo estaba
cama. sobre un bloque de folios. Delante de él, en la
Había recibido un e–mail oficial con el pared de enfrente, un óleo de grandes
sello electrónico del Departamento de Defensa dimensiones representando a la Nación
comunicándole que su servicio en el ejército Americana como una mujer colosal togada que

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acogía a multitudes en una tierra de bosques, una extralimitación. Todo este juicio, el
llanuras y montañas. El teléfono sonó con un proceso entero, ha sido una extralimitación.
agradable y suave sonido digital, un sonido de Mis colaboradores están ya elaborando un
diseño. informe para iniciar un expediente contra
–¿Sí? Dígame. usted. Pedimos que se le remueva del cargo y
–Señor Harrison –le dijo su secretaria– que se le imponga una sanción. ¡Por favor, no
, le paso una llamada del Departamento nos ponga en la incómoda situación de tener
Federal de Justicia de Washington. que presentarlo al Consejo del Poder Judicial
–Muy bien. del Estado de Massachussets! Todavía está a
Al otro lado de la línea se oyó la voz tiempo.
grácil y agradable de otra secretaria que le –Yo debo juzgar según Derecho. Unos
pedía que aguardara, que le iba a pasar con la construyen casas, otros fabrican zapatos, yo
Fiscal General de los Estados Unidos. imparto justicia. Y pienso hacerlo a pesar de
–Buenos días, juez Harrison –le saludó esta llamada. Si tengo que darle la razón, se la
secamente la Fiscal General. daré a pesar de lo que me acaba de decir. A
–Buenos días. efectos de la sentencia, esta llamada para mí no
–Me imagino que sabrá por qué le existe. En estos momentos, siento deseos de
llamo. darle con la sentencia en las narices. Pero no
–Lo supongo. voy a echar por tierra mi trabajo de veintitrés
–¿Sabe usted en lo que se está años administrando justicia. Si tiene usted
metiendo? razón, se la daré por más que me pese. En otros
–Llevo ejerciendo la profesión tiempos, más felices, hubiera denunciado esta
veintitrés años. Así que creo que sí. injerencia en cuanto colgara.
–Creo que no captó plenamente mi Desafortunadamente, sé que hoy día no tendría
mensaje cuando le llamé hace cinco días. ningún efecto. Montesquieu se echaría a llorar,
–¿Ah, no? si viera el cambio del que he sido testigo en la
–Podemos emprender acciones judicatura, desde que entré en la facultad a los
administrativas contra usted. No yo dieciocho años hasta ahora mismo, a mi edad,
directamente, pero sí que puedo usar toda mi en que peino canas.
influencia para que lo haga el Consejo del –¿Puedo preguntarle a qué viene este
Poder Judicial del Estado de Massachusetts. discurso que me está echando? ¿Quién se ha
–Señora Hamilton, ¿acaso los jueces no creído que es usted? Únicamente le he llamado
son independientes en este país? para recordarle que usted está ahí para juzgar
–Lo son. según Derecho. ¡Hay una ley, aplíquela!
–Pues entonces no tengo de qué –Parece mentira que le tenga que
preocuparme. recordar que en Derecho hay unas normas y
–Mire... que no puedo saltármelas cada vez que me
–Cuando me nombraron juez –la apetezca. Al igual que los reos que comparecen
interrumpió– ¿no me pidieron que juzgara con ante mí, yo también estoy atado a las leyes.
justicia? Pues de qué se quejan, eso estoy Estoy tan atado como ellos.
haciendo. –¡Oiga, usted está de broma! ¿Me lo
–Mire usted tenía que haber pedido un está diciendo a mí? ¿Sabe que soy la Fiscal
sí o un no. Y ya está. Todo lo demás ha sido General de los Estados Unidos?

55
–¡Pues compórtese como tal! Esta
llamada y su tono es ya una injerencia
sencillamente inadmisible.
–A mí, no me falte el respeto –la voz de
la Fiscal era acerada, no denotaba ninguna
emoción. Era la voz del que amenaza desde
arriba, desde el Poder. Por eso ella continuó
diciendo–: Oiga, ¿no ha cometido ningún error
en toda su vida? ¿Lo tiene todo en orden?
¿Hacienda? ¿Su vida privada? ¿Todos los
casos de su carrera? Nos interesa mucho que
nuestros jueces sean intachables, es parte de mi
trabajo.
Aquel tono exasperó al juez Harrison,
al honorable juez de sesenta y tres años, al juez
al que hasta aquel entonces nadie le había
tosido. Un juez que se creía, que se consideraba
un intachable trabajador de la Nación.
Meticuloso en los detalles, amante del trabajo
perfecto... y ahora, aquella mujer le
amenazaba. El juez montó en cólera.
–Señora, nadie le ha faltado el respeto.
¡Usted se ha faltado el respeto a sí misma!
Nuestros antepasados lucharon por un país, por
la libertad de un país. Lucharon por una nación
en la que no tuvieran lugar llamadas como ésta.
–Señor Harrison, esta conversación ya
no tiene ningún sentido, así que no me digno a
seguirle escuchando. Es la última vez que
hablamos –colgó.

56
Día 14, 11:00 a.m. juez y de la fiscalía, no tengo nada más que
añadir.
–Le agradecemos su concisión –dijo el

L
a sesión había comenzado hacía veinte
minutos. En los asientos de los letrados juez–. Señor fiscal, su turno.
de Patterson estaban los dos asesores. –La mera pertenencia a un grupo puede
El jefe de los abogados de la defensa había sido ser penada por el Estado en orden al bien
llamado de urgencia el día anterior a Nueva común –comenzó Walter, visiblemente
York por el jefe ejecutivo de Milton & irritado–. Creo que este principio apenas
Asociados. Dada la hora del vuelo que tomó necesita ser explicado, dado que los códigos
para el regreso a Boston, llegó cuando la vista penales de varias naciones occidentales tienen
ya había empezado, pocos minutos después de una larga tradición en considerar delito la
que el juez dijera: pertenencia, por ejemplo, a grupos nazis. Es
–Concedo la palabra a la defensa. indudable que el fin del Estado es velar por el
Normalmente se concede primero al fiscal y bien común, y que la protección de ese bien
después a la defensa. Pero en la vista de hoy, común a veces pasa ineludiblemente por poner
de facto, es la defensa la que acusa a la ley, y todas las trabas posibles a la difusión de grupos
el fiscal el que hará la defensa de ella. Así que que atentan a ese bien común. Y si las trabas
el último turno de palabra se le concederá al no fueran suficientes, la sociedad puede
fiscal. La defensa tiene la palabra. incluso llegar a la prohibición de pertenencia a
El jefe de los tres abogados se levantó. estos grupos.
Estaba fresco, había dormido muy bien la Como he dicho, no creo que nadie
pasada noche, perfectamente afeitado, con un niegue el principio general por el cual un
cierto aroma a lavanda, su ánimo estaba Estado puede prohibir el mero hecho de la
optimista. Puede que demasiado optimista, pertenencia a un determinado grupo. Las
todos pensaron que quizá le traicionaba el naciones, y ésta también, llevan prohibiendo
haber ganado los asaltos anteriores en este asociaciones desde hace siglos: organizaciones
combate. Aunque, en realidad, no había de apoyo ideológico al terrorismo, el Ku Kus
ganado nada. Sólo había logrado detener los Klan, asociaciones filonazis. El individuo es
golpes de su poderoso adversario. poseedor de derechos, pero también lo es el
–Nosotros nos preguntamos –comenzó Estado. Y la comunidad tiene derecho a velar
el abogado– ¿qué materia es la perseguida: la por el bien común. Y ese bien común lleva a
calificación de cristiano, o los delitos veces a prohibir determinadas agrupaciones.
asociados a esa calificación? Si son los delitos, Insisto, no creo que nadie niegue este principio
nuestro acusado quedará en libertad, sin duda general.
alguna, porque no se podrá probar ningún La siguiente cuestión es ¿por qué en
delito cometido por él. Si lo que se condena es este caso concreto el Estado ha procedido
el nombre de cristiano, entonces tal supuesto contra el derecho de asociación y el derecho a
sería contrario a los más elementales derechos la libertad de credo de los cristianos aplicando
salvaguardados por la Constitución. Como la una medida de reclusión y reeducación? Pues
fundamentación jurídica de esta porque estos dos derechos, el de asociación y
argumentación con su jurisprudencia está libertad de credo, es evidente que pueden ser
detallada en el informe que obra en poder del restringidos cuando tal cosa se precisa para la

57
salvaguarda de otro derecho: el bien de la leve y la más humana, la reeducación temporal
infancia. de los cristianos en establecimientos
Los cristianos enseñan unas normas preparados al efecto. La medida puede parecer
sexuales a sus hijos contrarias a la salud excesivamente estricta, pero o se lleva a cabo,
psicológica de estos. Unas enseñanzas que o si no este problema seguirá vivo generación
pueden provocarles traumas de culpabilidad tras generación. O le ponemos solución o no se
para el resto de sus vidas. Los católicos, a los la ponemos. Por otro lado, se trata de una secta
que él pertenece, enseñan unas doctrinas con un número de adeptos muy escaso. De
aberrantes acerca de la mortificación que todas maneras, todos estos razonamientos sólo
llevan a la verdadera inmolación de miles de deben ser considerados por el legislador, no
jóvenes en lugares de penitencia. Monjes y por este tribunal que debe atenerse a aplicar
monjas quedan inmolados de por vida, escrupulosamente el texto legal.
arrojados a una existencia de mortificación en Por último, y creo que este punto no
comunidades creadas al efecto. Comunidades debe ser olvidado, durante el juicio hemos
que, en el fondo, suponen prisiones donde se hablado de ser cristiano, como si fuera un
cumplen cadenas perpetuas. Podría seguir delito. Pero la palabra delito no figura en
enumerando otros detalles más pequeños de ninguno de los dos textos legales por los que es
sus doctrinas que el Departamento Federal de juzgado el señor Patterson, el del decreto
Salud Mental considera claramente nocivos 8/2209 ni en el del decreto 51/2209. Y no
para el bien de los individuos. figura tal palabra porque así lo ha querido de
Quiero añadir que jurídicamente, propósito el legislador. La reclusión es una
además, encontramos otro ejemplo de que esta medida. Una medida digamos... higiénica;
medida que ha llevado el decreto 8/2209 no es higiénica, sanitaria, preventiva para la
contraria a Derecho. La ablación femenina, es sociedad. Expresamente el Estado ha
decir la extirpación del clítoris femenino, está determinado crear unos lugares especiales no
penada con cárcel en países occidentales desde penales para el tratamiento de este problema
el siglo XX. Ya en esa época se consideró que concreto. Como se ve, no era posible mayor
amparar tal práctica so capa de respetar el tacto a la hora de afrontar la solución de este
derecho de credo o el derecho de la patria problema. No tengo nada más que decir.
potestad, no estaba de acuerdo a la recta razón.
Salvaguardar el derecho a la ablación bajo El juez había tomado notas, los
pretexto de salvaguardar el derecho de credo asesores de ambas partes deliberaban entre sí.
era proteger un derecho menor con el perjuicio El magistrado, mientras desenvolvía de su
de un derecho muy superior. papel un caramelo de café con leche, se aclaró
Por lo tanto, debíamos en el caso de los la voz y dijo:
cristianos proteger a sus hijos de que sus –La fiscalía ha tenido en su poder el
mentes fueran educadas desde pequeños en lo último informe completo acerca de la
que tienen de nocivo esas doctrinas. La misión adecuación o no de esta ley al iusnaturalismo
del Estado no es acabar con el cristianismo, que la defensa me presentó. Ustedes no han
sino tan sólo privar a la educación de los niños tenido tiempo de leer el contrainforme de la
de aquellas doctrinas que pueden acarrear de fiscalía, pero que en esencia viene a decir lo
por vida terribles traumas psicológicos. Y que acaban de escuchar, sólo que
como se ve, hemos optado por la medida más fundamentado bibliográficamente. No tendría

58
mucho interés el que ustedes lo leyeran, pues Patterson miró a sus abogados. Du Bois
insisto que en él consta tan sólo una mayor le reprendió con el gesto, pero el acusado se
fundamentación bibliográfica. Aun así si puso en pie y dijo:
desearan unos días para estudiar el informe de –Comprendo que el Gobierno Federal
la fiscalía, les concederé un aplazamiento para pueda prohibir grupos cuyo carácter delictivo
que tengan tiempo de hacerlo. haya quedado probado. Pero aquí no se ha
–Señoría, muchas gracias. No es probado que mi fe sea un delito. Todo depende
necesario. de los presupuestos de los que uno parta. ¿Es
–Ya veo que hoy es el día de las que resulta tan imposible que exista un Dios
cortesías y de la amabilidad –comentó el juez– que imponga un comportamiento moral en la
. Entonces, antes de dar el caso visto para sexualidad? ¿Es que no puede un Ser personal
sentencia, ¿tienen por tanto algo que añadir? infinito agradecer el sacrificio de un placer por
¿Algún elemento nuevo que aportar? amor a Él? Si partimos de que la conducta
Los abogados se miraron entre sí, por humana tiene un fin superior al de la fruición
primera vez se palpaba una cierta atmósfera de de todos los placeres dados, entonces la idea de
nerviosismo entre ellos. Todos eran penitencia, o de castidad, serían elementos no
conscientes de que el razonamiento del fiscal antinaturales de la existencia humana.
había sido perfecto y convincente. Los Si la vida es sólo nuestro paso por la
abogados hablaron entre ellos en voz baja, el Tierra y después la nada, entonces la castidad
acusado también intervino en aquella y la penitencia no tienen sentido, son una
deliberación. El juez notó que Patterson quería locura, un comportamiento antinatural. Pero si
decir unas palabras para concluir el proceso, la vida es algo más, entonces el sacrificio
pero que el jefe de los abogados, le insistía en presente tendrá sentido, porque recibirá una
que no, en que todo estaba dicho, en que no era remuneración. Si el fiscal, el señor Walter,
conveniente que dijera algo que le pudiera logra demostrar que el orden de este cosmos es
perjudicar. el que él cree, no tendré ningún inconveniente
–Señoría –dijo el abogado Du Bois–, no en apoyar la erradicación de las doctrinas
solamente no nos parece mal lo que ha dicho el cristianas como cosas inútiles e incluso
fiscal, sino que incluso estamos de acuerdo. No contraproducentes. Pero que recuerde el fiscal,
cuestionamos el derecho del Estado a prohibir que puesto que es él el que acusa, es labor suya
grupos peligrosos. Eso es todo. demostrar el carácter antinatural de mis
El magistrado percibió que el acusado creencias. Mientras tal cosa no se demuestre,
por lo bajo seguía diciéndole a otro de sus yo debo contar con el beneficio de la duda.
abogados, que quería decir unas últimas Sólo cuando se prueba se puede condenar.
palabras. Así que cuando Du Bois finalizó, el
juez dijo: El fiscal se frotaba los ojos, aquello era
–Señor Patterson, si usted desea hablar, el cuento de nunca acabar, aquello era una
puede hacerlo aunque sus abogados no lo historia interminable. ¿Sería preciso presentar
consideren oportuno. La causa está ya a punto a Dios en el banquillo para declarar? Se había
de ser vista para sentencia, así que o habla propuesto no decir nada, pero levantó la mano
ahora, o ya no habrá otro momento. Cuando yo para pedir la palabra al juez y le dijo al
emita mi veredicto, ya no se le dará la palabra. acusado:

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–El señor Patterson es un maestro del jurado. El decreto 8/2209 remitía a unos
sofisma. Me pide una prueba, pues bien, se la principios generales, se basaba
proporcionaré. Que mire el universo, si inevitablemente en ellos. Y aquí sólo se ha
encuentra al Dios Cristiano cambiaré mi modo examinado la legalidad de esos principios
de pensar. El abogado se ha mostrado muy generales.
ducho en invocar las leyes de la lógica en todo –Señores, señores –interrumpió el
este juicio. Pues muy bien, creo que ahora le juez–, serénense. Vamos a hacer un receso de
voy a dejar K.O., porque es labor del que media hora para que cada parte revise sus
afirma que algo existe demostrar que esa cosa posiciones y se enfríen los ánimos.
existe. Y no al revés. Y pongo un ejemplo: si Todos los equipos, tanto el de asesores
alguien afirma que los dinosaurios existen, de la defensa, como el de la fiscalía, como el
debe mostrar un dinosaurio, o una prueba de de funcionarios de la sala salieron afuera. Cada
que existen. Pero es imposible para el que uno a hacer sus cosas. Unos a tomar un
afirma que no existen el mostrar la no– tentempié, era ya la hora del almuerzo, la
existencia. Si el abogado dice que aquí en la defensa y la fiscalía a revisar el último curso
sala hay una bomba, es labor del que afirma que había tomado el caso. Los tres letrados de
demostrar su afirmación. Pero yo no puedo la defensa se fueron aparte a hablar entre ellos.
mostrar –y recalcó la palabra– la no existencia Patterson se quedó un rato solo, leyendo la
de una bomba aquí. Biblia. El juez sencillamente salió a darse un
–Señor fiscal –repuso el acusado–, paseo por los jardines exteriores, a que le diera
estoy de nuevo de acuerdo con usted. Es el aire. El coronel no quería comer, tenía que
maravilloso, cada vez estamos más de acuerdo perder unos kilos, estaba cansado.
en todo. Pero desearía que se percatara de que
el hecho de que usted no vea ese Ser Infinito Media hora después todos estaban ya
no significa que no exista. Porque si ese Ser en sus sitios. El juez de un modo ritual, pero
existe, sería por propia naturaleza espiritual y con brío, comenzó recapitulando:
por tanto invisible a los sentidos. Y con –Las primeras sesiones de este juicio
respecto a la prueba de la existencia de Dios la han orbitado más que nada alrededor de
encontrará usted en Tomás de Aquino, en cuestiones procesales. Mientras que después
Platón, en Aristóteles. Quizá el señor fiscal hemos estado dando vueltas alrededor de
también desee llevar a juicio a Aristóteles. cuestiones relativas al derecho sustantivo. Al
El juez se sonrió. final hemos llegado a un punto sumamente
–Señor mío –replicó el fiscal–, éste es espinoso, es innegable. Sin duda, si existe Dios
un juicio con arreglo a una ley. Me remito a la tendría derecho a pedir esas privaciones a sus
ley, ¡a la letra de la ley! Usted se remite a todo. fieles. No será este tribunal el que quiera hacer
Si pudiera, hubiera hecho juzgar en este menoscabo de los derechos divinos –dijo con
tribunal hasta a la misma Justicia. Hubiera ironía. La secretaria del tribunal se sonrió–.
hecho juzgar al Juez, y aun a la misma especie Claro que si no existe Dios, entonces esas
humana. Todo, con tal de salvarse. privaciones no tendrían sentido, y las taras
–Eso que dice es una falacia –le dijo el psicológicas que se inferiría a los niños serían
coronel–. Me parece mentira que no se dé un perjuicio cierto. Y entiendo que el
cuenta de que aquí no hace falta que haga legislador, como este tribunal, debe ser
demagogia. Estamos ante un juez, no ante un especialmente cuidadoso en proteger y

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salvaguardar ese tipo de derechos de la de los asesores del fiscal le devolvió la mirada.
infancia. Mucho más cuando estamos No se volverían a ver hasta el día 20. Ya nada
hablando de una educación que, según la se podía hacer, todo estaba hecho. Sólo
opinión de muchos prestigiosos psiquiatras quedaba escuchar la lectura de la sentencia. No
consultados, dejará unas secuelas durante toda podían ganar los dos. O la firma Milton &
la vida a los hijos de los pertenecientes a esa Asociados o la fiscalía, uno de los dos quedaría
secta. sobre el campo de batalla. El acusado daba la
Dados ciertos presupuestos, el mano a sus tres abogados. El fiscal y sus
perjuicio a la infancia sería cierto, desde mi asesores salían fuera de la sala.
punto de vista. Claro que desde otros
presupuestos, otros consideran que se puede
dar esa educación a la infancia. Ahora bien, el
punto esencial consiste en dilucidar si existen
unos presupuestos que hagan razonable o no
razonable que el Estado permita ese tipo de
educación por parte de los padres cristianos a
sus hijos. Y aquí ya mi punto de vista no
importa, debo juzgar según los datos objetivos
que tengo ante mí. E incluso iré un poco más
lejos: sea cual sea mi opinión al respecto, yo
debo juzgar de acuerdo a la Ley.
Dicho lo cual, francamente, considero
que ambas partes ya han agotado sus
argumentos. Aun así, les pregunto a ambas
partes si desean alegar alguna cosa más.
–La fiscalía no tiene nada más que
añadir –respondió el fiscal.
El juez miró al equipo de abogados.
–La defensa –respondió uno de los
abogados– no tiene tampoco nada que añadir.
El fiscal, tras oír esas palabras del
abogado, no pudo evitar manifestar su alivio
¡por fin!
–Entonces –dijo el juez– la causa queda
vista para sentencia. La sentencia se hará
pública dentro de tres días. El día 20, a las
10:30 a.m., quedan convocados para ese
momento –golpe de maza.
–¡Todos en pie! –exclamó con voz de
sargento uno de los secretarios de la sala.
Mientras el juez bajaba de la tarima,
uno de los asesores de la defensa no pudo
evitar dejar de mirar a la fiscalía. También uno

61
62
Día 17, por la tarde tuvimos conocimiento de que Dwight
Patterson había sido contactado por algunos

E
l juez trabajaba en su despacho. Detrás miembros de la secta, que habían intentado
de los cristales de su ventana la nieve captarle infructuosamente.
estaba cubriendo de nuevo los Le pedimos al coronel que se infiltrase
mármoles de las escalinatas de la fachada del en ese grupo para darnos la mayor información
magnífico edificio neoclásico de los juzgados. posible. Cosa que ha realizado puntualmente
El juez leía, revisaba, escribía, corregía, en los últimos meses. A pesar del decreto de
anotaba. Como siempre, llevaba a cabo su tarea confinamiento de los cristianos, Leones de la
en el silencio y la calma, sin prisas, con la Liberación Cristiana mantiene su
espalda muy recta. infraestructura. No es de extrañar esta
–Juez Harrison –le dijo su secretaria pervivencia, ya que llevaba en la
por el teléfono. clandestinidad desde hace nueve años, como le
–¿Sí? he dicho, y el decreto les ha pillado preparados.
–La cita de las tres y cuarto está aquí. Veinte miembros pertenecientes a la cúpula de
–Hágalos pasar. este grupo sí que están en una prisión federal.
Dos hombres elegantemente vestidos, No sabemos cuántos miembros dirigentes
de unos cuarenta años y con dos maletines siguen en libertad.
entraron en su despacho. Correctos y amables Nuestro plan, el plan de nuestro
saludaron al magistrado. Departamento, era meter en prisión a Patterson
–Ustedes dirán –les dijo el juez. con los miembros que nos consta que eran los
–Como le dijimos a su secretaria, gerifaltes de la secta. Para que recabase la
pertenecemos al departamento de lucha mayor información posible. Y después sacarlo
antiterrorista procedente de grupos religiosos, con cualquier excusa legal, para que los
un departamento dependiente del FBI. Y miembros encarcelados tuviesen la
estamos aquí por el caso referente a Dwight oportunidad de usarlo como correo, como
Patterson –uno de los dos agentes extrajo de su enlace con la cúpula todavía en libertad.
maletín un dossier y se lo entregó al juez–. Desafortunadamente ahora, por
Patterson es un agente de nuestra sección de primera vez, dudamos del sentido que va a
inteligencia. Un agente infiltrado en un grupo tomar su sentencia. Y por eso hemos decidido
cristiano que se autodenomina los Leones de la darle a conocer esta investigación en curso que
Liberación Cristiana. Este grupúsculo de unos lleva a cabo el FBI.
50.000 adeptos lleva siendo investigado desde
hace nueve años. A pesar de las condenas que El juez se quedó pensativo. Después
han recibido miembros de ella por extorsión, dijo:
retención de personas e incluso asesinato, la –Si el mismo Patterson estaba de
secta ha permanecido activa. Es más, la acuerdo con ingresar en prisión, por qué ha
clandestinidad no ha sido obstáculo para que contratado a la más prestigiosa firma de
ese grupo continúe creciendo. abogados de Nueva York para su defensa.
Últimamente el FBI estaba muy –Fue la secta la que le obligó al coronel
preocupado por sus conexiones con el a contratar sus servicios. Cuando sus
terrorismo internacional. A través del correligionarios se enteraron de que estaba
interrogatorio de uno de los que detuvimos, retenido, en seguida le obligaron a encargar

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estos servicios. Nos consta que el grupo está El agente extrajo de su maletín un
pagando parte de la minuta. Y, de hecho, pequeño archivo de vídeo. Se lo dio al juez,
estamos siguiendo el rastro del dinero. Aunque diciéndole:
es difícil, porque el rastro de trasferencias se –Le entrego esto. Puede quedárselo.
pierde en un paraíso fiscal. Pero me atrevo a sugerirle que lo vea ahora, por
La secta tiene tanto dinero, que nos si quiere hacernos alguna pregunta.
dimos cuenta de que no podíamos arriesgarnos El juez sostuvo en su mano el pequeño
a darle una condena fingida, a introducirle en archivo de forma cuadrada, mientras sus ojos
la prisión por las buenas. No sabemos quiénes bajo sus pobladas cejas lo miraban pensativo.
pertenecen a la secta. Pero en ella puede haber Finalmente, decidió verlo en ese momento. Lo
miembros infiltrados en el sistema judicial, introdujo en la ranura de su ordenador. En la
funcionarios de este mismo edificio de pantalla apareció Patterson en lo que parecía
tribunales... Si no queríamos levantar un despacho del FBI, acompañado de varios
sospechas, si no queríamos arriesgarnos a que agentes compañeros suyos. Patterson delante
toda la operación pudiera ser descubierta, la de la cámara y con la mano derecha alzada juró
condena, el juicio, todo, debía ser real. renegar de Dios, de Cristo y de cualquier
Teníamos conductos para confesión cristiana. Lo hizo sonriente, leyendo
comunicarnos con Patterson, conductos el impreso que tenía en la mano izquierda.
reservados, seguros. Cuando él nos avisó, a Después de prestar ese juramento de apostasía,
través de esos conductos, que la secta le otro agente se adelantó a prestar el juramento,
forzaba a gastarlo todo en contratar a la mejor otro agente de los que se iban a infiltrar en la
firma de abogados, le dijimos que no secta.
obedecerles levantaría sospechas, que éste era –¿Qué es esto?
el momento óptimo para desarticular a toda la –Verá, nuestros agentes infiltrados en
organización. Lo que pasa es que la defensa de las sectas prestan esta declaración por nuestra
la firma ha sido mucho mejor de lo que nunca propia seguridad. Así nos aseguramos que el
podíamos haber esperado, y ahora dudamos de agente trabaja únicamente para nosotros: jamás
verdad que pueda ser condenado. Sólo hemos un miembro de ninguna secta juraría esas
venido a comunicarle que si no introducimos a apostasías. Estas grabaciones también nos
ese hombre en la cárcel, toda esta paciente sirven para poder probar ante los jueces, que
operación se vendrá al traste. estos sujetos, desde el principio, eran agentes
Si después de hablar con nosotros, nuestros infiltrados.
necesita corroborar algún punto de esta El juez se había quedado estupefacto.
operación con algún alto jefe del FBI, haremos Había visto con sus propios ojos a Patterson
que se ponga en contacto con usted. O si lo decir aquellas cosas en la filmación. Lo visionó
desea, le recibirá en la sede central de de nuevo. Volvió a escuchar cómo Patterson
Washington. El Departamento correrá con renegaba con voz clara y gesto sonriente.
todos los gastos, por supuesto. Pero, créame, Renegaba de Dios, de Jesús, de los artículos
esta operación es muy importante. esenciales de la fe, era una apostasía completa
Ah, se me olvidaba. Traigo algo que del cristianismo. El agente le dijo al juez que
certificará de modo conveniente que ese podía quedarse el archivo, aunque prefería que
hombre es un agente encubierto. se lo devolviese. Sus jefes preferían que no

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hubiera vídeos de ese tipo fuera de los archivos lleva esta operación. Encantados de haberle
del RDCTD. conocido.
El juez extrajo el vídeo, se lo devolvió, –Igualmente digo –el juez les tendió la
se recostó en su sillón: ¿qué hacer ahora? mano y les acompañó hasta la puerta de su
–Me llamó la Fiscal General de los despacho.
Estados Unidos... –dijo el juez con aire muy Después a solas, silencioso en su mesa,
cansado. comenzó a leer el dossier que estaba sobre su
–No sabíamos que le hubiera llamado. mesa y que ellos le habían dejado. A ratos,
Pero le aseguro que ella no sabía nada, ni descansaba mirando el gran lienzo de enfrente
siquiera ella. Esta investigación sólo era que representaba a la Nación Americana. Tal
conocida por nuestro departamento del FBI. La como se veía a través de su ventana, fuera
fiscal le debió llamar únicamente preocupada seguía nevando.
por la posible paralización de los miles de
causas que van a instruirse. Nosotros hemos
intervenido sólo cuando hemos visto peligrar
toda nuestra operación.
–Pues han tardado en decirme estas
cosas.
–No piense que hayamos venido tarde
a verle. En realidad, no deberíamos nunca
haber venido a verle. Pero el giro que ha
tomado el juicio, nos ha hecho entender que
peligraba toda esta vasta operación de
infiltración.
El magistrado se sentía terriblemente
cansado. Sus párpados se cerraron durante
unos instantes. Después, ensimismado dijo:
–Conozco... conozco desde hace años
la existencia de los Leones de la Liberación
Cristiana. Aunque creía que había quedado
desmantelada. Por otra parte, escuché, entre
mis colegas jueces, opiniones muy
contradictorias acerca de la índole criminal de
esa asociación.
El juez calló, cerró los ojos para
meditar un segundo. Los agentes le dijeron que
no tenían más cosas que decirle y que le
dejaban ya, para que siguiera con su trabajo. Se
despidieron diciéndole al juez:
–Nos tiene a su disposición para lo que
precise. Ésta es mi tarjeta, y aquí tiene el
número del Director del Departamento que

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Al día siguiente flan de salmón con salsa de oporto, y mañana
podía apetecerle ir a la mejor sala de masajes

P
atterson vestido con pantalones cortos y de Nueva York. Su sueldo cabal era gastado,
un jersey grueso de lana estaba medio según él, de la mejor manera. Eso sí, como
tumbado sobre la hierba, frente a él su buen gestor que era, el 10% de sus ingresos
amigo y administrador Douglas Williams. Él y eran puntualmente invertidos en diversos
su amigo se sentaron sobre una sábana blanca productos financieros, como reserva. Ahora
que servía de mantel al pastel de carne y dulces Douglas seguía comiendo su trozo de pastel de
que se habían traído para el picnic. Estaban en carne de pato, mientras Patterson miraba al
medio de un bosque al norte de Boston, cerca cielo azul ensimismado, sumido en sus
de Westbrook, en un encantador día de tiempo pensamientos.
casi primaveral en medio del invierno. En –¿En qué piensas, Dwight? –te veo
cualquier caso, ésa era la última excursión que muy abstraído, le preguntó Douglas.
podrían hacer juntos. Eso lo sabía bien –No, en nada.
Douglas. El coronel escuchaba en silencio a –No me digas que en nada, ¡no es
Douglas que le explicaba que, fuera cual fuera posible no pensar en nada! Lo intenté muchas
la sentencia, estaba perdido. veces en mi etapa de fan del yoga. Pero nunca
Si el fallo le era desfavorable, sería lo logré. Venga, dime, ¿en qué piensas?
recluido. Si le era favorable, el Gobierno –Me imaginaba los artefactos de mi
Federal recurriría esa sentencia. Nadie podía acorazado maniobrando por la oscuridad del
enfrentarse al Departamento de Justicia espacio. Recuerdos, ya ves.
decidido a lograr algo costara lo que costara. –La cabra tira al monte.
Una declaración de inocencia sólo supondría –Me imaginaba... bueno, recordaba
un paréntesis de un par de días antes de verse más bien las últimas maniobras de
enfrascado en un recurso federal ante un entrenamiento que dirigí. El blanco intenso de
tribunal de segunda instancia. El militar en los reactores de los misiles en medio de la
excedencia escuchaba a su amigo Douglas, negrura del vacío. Los misiles, los aparatos
apenas hablaba, miraba mucho al bosque de espías que se lanzan en medio de la batalla para
hayas que había detrás, delante de ellos una conseguir una imagen visual de la nave
vista bucólica de suaves colinas verdes. enemiga, los artefactos que son sólo señuelos
El coronel miraba a su contable, los dos para que sirvan de blanco a los antimisiles. Los
se habían hecho viejos con los años. Douglas misiles de alta velocidad, los misiles
siempre se había resistido a los encantos del blindados...
matrimonio. Ni siquiera había tenido el –¡Para, para!, ya estoy harto. A base de
capricho de tener un descendiente biológico tanto escucharte, ya me conozco todo eso hasta
fuera de la institución familiar. De la la saciedad –Douglas tomó un trozo de
reproducción de la especie que se encargue el melocotón pelado.
Estado, le había repetido siempre a Dwight con –Ja, ja, disculpa. Reconozco que...
un gruñido. Todo su sueldo era íntegramente –Venga, hombre, que es broma. Me
gastado en su infinitud de caprichos. Un fin de decías que los XY son artefactos de menos de
semana en Yemen, el próximo mes otro fin de un metro de envergadura, esféricos, y que sólo
semana en Nueva Zelanda. Hoy podía pedir sirven para que el enemigo trate de
que del mejor restaurante le trajeran a casa un

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interceptarlos, rápidos como son y poco El mundo entero se ha vuelto loco. Quedamos
visibles en el radar. ya pocos cuerdos. Si Canadá ha caído, ¿qué
–Venga, tranquilo, no voy a darte una será lo siguiente?
de mis lecciones magistrales acerca del arte de –A juzgar por el itinerario de
la guerra. desplazamiento de la flota exosférica,
–Pero si lo estoy deseando. desplazamiento que tuvo lugar justo antes de
–No, no lo deseas. que yo comenzara mi permiso de libertad
–Hey, mira allí –dijo el coronel condicional, apostaría que planean una
señalando hacia un rincón del cielo, casi hacia concentración de esos acorazados sobre
el horizonte. Allí se veía una larga hilera de África. No me extrañaría nada que pronto
gigantescos dirigibles de helio. Por los colores, algún que otro país del continente negro quede
era evidente que se trataban de dirigibles para anexionado.
transporte de material de guerra. Majestuosos –¡Madre mía! Lo que nos faltaba. Otro
como barcos, aquellas aeronaves más que bajón de Wall Street. No te imaginas lo mal
volar, navegaban los cielos. Lentos y pesados, que le van las guerras al mercado de valores.
todos de color gris militar, todos cargados con –A Wall Street no le van mal las
la destrucción en sus bodegas, toneladas de guerras, lo que le van mal son los aumentos
destrucción, la destrucción en forma de presupuestarios.
bombas apiladas. –Ay –y dio un suspiro el
–Deben dirigirse hacia la guerra de administrador–, nadie es más pacifista que un
Canadá –exclamó el pacífico administrador, al inversor bursátil. ¿Crees que esto va para
que la guerra siempre excitaba mucho–. ¿Tú largo?
qué opinas de esa campaña? –Estados Unidos y la Unión Europea
–La guerra está acabada. Lo único que han decidido poner orden en el mapa del
quedan son pequeños núcleos de resistencia mundo. Un nuevo orden en lugares donde se
con menos de 100.000 hombres armados. habían enquistado guerras locales. Es lógico
Serán aniquilados en los próximos días. que se pongan manos a la obra, Estados Unidos
–Bien. y Europa por fin tienen una ideología, después
–No. Bien, no. La guerra por sorpresa de casi dos siglos en que el único credo ha sido
fue una traición, una infamia. No me extraña el bienestar y la economía.
que durara sólo un día. Más bien unas horas. –Supongo... en fin... no quiero
Después, de aquello solamente quedaba ocupar preocuparte, Dwight, pero habrás escuchado
el país. Ir asentando los campamentos de los rumores que corren acerca de los campos
ocupación. Me consta que casi todas las de reeducación para los cristianos.
operaciones las llevaron a cabo efectivos –Los he oído, Douglas. Pero estoy
venidos de la Unión Europea. Los oficiales seguro de que son fantasías de mentes
norteamericanos se negaron a participar en exaltadas. Sin embargo, no veo claro cuándo
semejante guerra de anexión. acabará nuestro internamiento temporal. Como
–De negativas de los oficiales, apenas te he dicho: Occidente vuelve a tener una
se ha hablado en las noticias. ideología, un credo.
–Pues te aseguro que ha sido así. –No sabes cuánto lamento la situación
–Que sepas que comparto en la que te ves.
completamente tu opinión. Esto es una locura.

67
Los dos amigos siguieron charlando Aquella misma tarde, a las 6.
dos horas. Después vieron que unas nubes
oscuras se iban acercando por el horizonte. El juez se puso al teléfono.
Podía llover. Había que ir pensando en regresar –Soy Van Halen, subdirector del
a casa. Ambos fueron metiendo Departamento RDCTD. Esta mañana han
ordenadamente las cosas en la cesta. Doblaron estado dos colaboradores míos, poniéndole al
el mantel, tiraron los restos de comida junto a tanto de una investigación que tenemos en
un álamo. El cielo se volvía más oscuro por curso. Le llamaba para ver si necesitaba algún
momentos. Se había hecho tarde. dato más.
–Oye, Douglas, asegúrate de que, si –He estado pensando mucho acerca de
me pasa algo, no hereden nada mis sobrinos – todo lo que me han dicho sus agentes. Y he
le recordó el coronel mientras acababa de llegado a una conclusión.
meter los últimos platos en sus fundas. –¿Ah, sí? ¿Y puede decírmela?
–Tranquilo, todo irá a obras de caridad. –Sí, no tengo inconveniente alguno en
–No quiero que todo lo que he decirle a qué determinación he llegado.
ahorrado, se lo disfruten ellos. El juez se calló un breve instante. Van
–Tu testamento no hay forma de que lo Halen estaba sobre ascuas.
impugnen. Es un testamento perfecto –se rio–. –No voy a tener en cuenta para nada
Ya te lo he dicho. todo lo que me han dicho esos dos agentes –
–Bien. dijo el juez.
–Aunque esa medida… ¿no suena esto –Perdone, ¿cómo dice?
un poco a venganza? –Sí, se lo repito: que no voy a tener en
–No, no, sólo que no quiero que les cuenta para nada lo que me han dicho esta
toque ni un dólar. Sólo es eso. He recibido mañana en mi despacho.
muchas burlas de ellos, a mis espaldas. La El subdirector, confuso, no podía dar
última burla sería encima que me heredasen. crédito a lo que estaba oyendo. El juez
–Mete esos platos en esta cesta. continuó su explicación como si nada:
–Primero, no sé si ese vídeo estaba
trucado. Averiguarlo le llevaría al laboratorio
varios días. Hoy día me constan las maravillas
que un laboratorio podría conseguir
manipulando digitalmente, fotograma a
fotograma, un vídeo. Podría pedirle que me
remitiera de nuevo ese archivo, pero el análisis
tardaría. Dicho de otro modo, la filmación se
me ha mostrado con una antelación
insuficiente, para que yo no pueda hacer
ninguna comprobación. Segundo, aunque el
vídeo fuera auténtico, el señor Patterson ha
podido arrepentirse de aquella apostasía, y ser
ahora un verdadero creyente. Tercero, no
puedo confiar en los documentos que su
Departamento me presente, atestiguando que

68
él era agente, porque esta persecución contra la –Por supuesto que no. Claro que no
secta proviene precisamente del poder federal. puedo asegurarle eso.
Ustedes me dicen que lo condene, –Pues nada de este tema aparecerá en
atestiguándome al mismo tiempo su verdadera ninguna vista –dio un golpe en la mesa que oyó
inocencia. El asunto no deja de ser curioso. el juez al otro lado de la línea.
Y el vídeo, como usted bien sabe, no –Vamos, que no me enviará el archivo.
puede ser analizado en un solo día. Seguro que –No debo correr riesgos.
es usted buen conocedor que, por vía de –Pero su agente me lo iba a entregar –
urgencia, precisaría de cuatro días. Tendría que dijo el juez.
enviarlo a un departamento de análisis sobre el –Pues ahora veo que no debemos.
que ustedes tienen una total capacidad de –Sabe… creo que aunque su agente me
influencia. lo hubiera entregado, no hubiera podido
–Respeto totalmente su determinación comprobar nada.
–Van Halen hablaba conteniendo su ira–. Pero –¿A qué se refiere?
hágase cargo de que usted va a abortar una –Me refiero a que, probablemente, se
investigación que llevamos en curso desde hubiera borrado de forma automática. Después
hace casi dos años. hubieran alegado que era un error en la
–Me doy cuenta de todo. Pero si le da configuración de la seguridad o algo similar.
vueltas a las tres razones que le acabo de dar, –Pero vamos a ver, ¿es que no puede
verá que debo darme por no enterado de unos creer en las pruebas, ¡pruebas!, que le hemos
datos que no puedo comprobar. Han llegado presentado?
ustedes justo al final del proceso, cuando ya no –Lo que usted me pide es que haga un
hay tiempo para comprobar nada. Y acto de fe en usted. Ahora me piden que le
probablemente eso no ha sucedido por condene porque es inocente. Llevan varios días
casualidad. Aunque si me envía de nuevo el los del Departamento de Justicia
vídeo, yo podría detener el proceso unos días presionándome para que le condene porque no
alegando la aparición de datos relevantes. hay ninguna duda de su culpabilidad. Y ahora
–Lo que le hemos dicho es usted me pide que le condene precisamente
confidencial. No debe aparecer ni en la vista, porque es inocente –el juez dio un prolongado
ni en las actas. suspiro de cansancio.
–Podríamos tener una vista a puerta –Sí, tiene razón, reconozco que todo
cerrada. esto ha sido un poco... irregular.
–Absolutamente no. No podemos estar –Mire, vamos al grano, dígale a su jefe
seguros de que alguno de sus abogados que mi acusado será juzgado con
pertenezca a los Leones de la Liberación imparcialidad. ¡Con im–par–cia–li–dad! Y por
Cristiana o al menos informe de lo dicho en la tanto, si he de dar una sentencia que complazca
vista. ¡Tiene que darse cuenta, basta uno solo, al presidente que ahora se sienta en el
uno solo, que informe a la secta para que toda Despacho Oval de la Casa Blanca, lo haré. Le
la operación vaya al traste! ¿Usted me puede complaceré si eso es justo y acorde a Derecho.
asegurar que ninguno de los tres abogados del –No le entiendo, señor juez. No le
coronel Patterson no pertenece a la secta? entiendo... Se le presentan pruebas y no las
¿Puede asegurármelo con absoluta certeza? acepta.

69
–Es deber de un juez determinar si
acepta unas pruebas o no. Las suyas me
parecen viciadas. Tanto la imagen como la voz
de Patterson puede ser perfectamente
falsificada. Ustedes podrían contar para ello
con los mejores profesionales.
–Pero…
–No, lo siento. Si quiere decirme algo
relativo al juicio del señor Patterson, hágalo en
la sala a través de las vías procesales que tiene
a su disposición. Me despido de usted.
El Secretario del Departamento hizo un
momento de pausa y dijo con un tono
totalmente distinto:
–Quiero que sepa que valoro mucho su
labor –la voz del secretario era de pronto como
tímida.
–Sí. Es difícil ser juez en una época de
transición como ésta. De transición de la
República a la República monárquica. Pero
mire, hago lo que puedo. Y le repito, si tengo
que dar la razón al Gobierno, se la daré.
La conversación acabó al poco,
después de que el secretario le hiciera repetidas
protestas de la admiración que sentía por él, y
de que de ningún modo había intentado lograr
una sentencia injusta, sino tan sólo ponerle al
tanto de algunos datos relativos a una
investigación en curso.

70
E
l coronel revisaba todos los cajones de No podía ser de otra manera, esas cosas pasan
su casa. Dos maletas estaban casi cuando se escribe una historia así, a esa edad.
llenas. Buscaba los recuerdos más A ese padre en libertad condicional, por
queridos. Recorría armario a armario en busca primera vez, le encantaba aquel estilo
de todo aquello que tuviera un valor personal, ampuloso, enfático de su joven retoño tratando
las maletas de la habitación de al lado iban de escribir su primer y última gran obra. Pero,
llenándose de los recuerdos de valor más a los veintitantos años, su hijo sólo había
sentimental. escrito párrafos tan desarticulados como
En un cajón encontró unos papeles. Sus rotundos. El padre, huérfano de hijos, paseó la
ojos se abrieron de par en par, cuando hojeó un vista por el pomposo título de las cuarenta
poco y se dio cuenta de que eran un escrito de páginas. Después releyó algunos fragmentos,
su hijo, un escrito del que él le había hablado saltándose a veces trozos, a veces capítulos
varias veces antes de morir. Patterson tomó
enteros.
esos escritos y se sentó junto a la cama, y se El título lo había escrito en letras bien
dispuso a leerlos con calma, sabiendo que grandes. Eso sugería grandes aspiraciones,
tendrían que quedarse allí, sabiendo que era la tono épico:
última lectura.
Se trataba de unos folios manuscritos por HISTORIA DE LOS ESTADOS UNIDOS
su hijo mayor. Su primogénito, cuando todavía DE AMÉRICA
era un jovencito preocupado de su tupé, había Año 2050–2200
dado comienzo a una Historia de los Estados
Después comenzaba con las palabras de
Unidos, que abarcaría desde el año 2050 hasta
un discurso de Ethan Ellsworth, el último
el 2200. Sólo a los veintitrés años se tiene
presidente elegido democráticamente,
audacia como para embarcarse en la escritura
pronunciado en la Universidad de Harvard:
de la historia de toda una nación en los últimos
150 años. La edad es la que va enseñando que
Aquellos colonos que atravesaron el
uno ha de ir acometiendo empresas más
mar Océano, eran la minoría, los escarnecidos,
modestas. La edad nos enseña cada vez más la
los heréticos rechazados. Vinieron a estos
ciencia de la humildad. El avance de la edad es
ya de por sí una ciencia de humildad. Pero a los prados, a estas riberas, a estos bosques... a
veintitrés años, lo que le extrañó a su padre no vivir. Deseaban practicar su fe en paz, fundar
fue que comenzara a escribir una historia como pequeñas comunidades donde poder vivir sin
ésa, sino que no comenzara a escribir una persecución. Pequeños núcleos de creyentes
historia universal. Este tipo de redacciones lejos de los grandes centros del poder, en una
acaban, invariablemente, en la papelera de los esquina del mundo, en un rincón de la creación
ardientes e inexpertos impulsos de juventud. del Todopoderoso. Allá, atrás, quedaban las
Pero aquellos papeles manuscritos se habían grandes potencias, las monarquías seculares,
salvado, afortunadamente. el poder consolidado en dinastías rectoras de
Cuando su hijo se los leyó, de eso ya hacía Estados cada vez más centralizados.
años, le habían parecido retóricos y
grandilocuentes. Pero ahora al padre, de El padre siguió leyendo en esas páginas
pronto, ya no se lo parecían. Era el amor. La olvidadas, cómo su hijo relataba la ascensión
historia, como era previsible, quedó inacabada. de China, la creación de la República Europea,

71
la construcción y el desarrollo de una nueva
África. Patterson se emocionó. Aquello era
como escuchar a su hijo. Un ejercicio de
estudiante, sí. Pero los hechos habían sido
como él bien decía. En el fondo, se alegraba de
que sus hijos no hubieran tenido que
contemplar el modo en que se había degradado
la democracia en su gran país. El viejo militar
dejó los papeles y siguió buscando recuerdos
personales que cupieran en sus maletas.

72
Al día siguiente, ánimo. El juez siguió hablando, pero después
por la tarde. ya no se aguantó y le preguntó–:
–Le noto abatido. ¿Ocurre algo?
–No, nada.

E
n el despacho del juez Harrison estaba
el abogado de la defensa. Había pedido Pero aquella respuesta no resultaba
al magistrado que le recibiera para nada convincente, más bien manifestaba todo
repasar un par de formalidades procesales sin lo contrario. El abogado miró hacia el techo
importancia. El juez, en mangas de camisa, como si estuviera bajo la presión de una carga
distendido reorganizaba algunos papeles sobre interna. Puesto que el abogado no quería
su mesa, mientras le preguntaba al abogado si hablar, el juez se dispuso a cambiar de
deseaba beber alguna cosa. En cuanto conversación.
quedaron aclaradas las pequeñas formalidades –Pues nada, espero que...
que habían traído al abogado a aquel despacho, –Mire… –le interrumpió el abogado.
el juez le dijo: –¿Sí? –el juez vio que el abogado había
–Quiero manifestarle mi más completa estado a punto de empezar a hablar, pero que
admiración por el trabajo de su bufete. Han se calló. Tras un silencio, el abogado continuó:
sacado jugo de una piedra. –Ayer nuestro cliente se derrumbó.
–Muchas gracias, valoro un elogio El abogado había dicho esto de
cuando procede de alguien tan capacitado para improviso, como un desahogo. Durante un
darlo. instante se escuchó hasta el tic–tac del carillón
–Desde luego –comentó el magistrado situado en el despacho. El juez podía haber
recostándose en su sillón de cuero rojo–, llevo preguntado, pero se limitó a mirar a los ojos del
muchos años en la profesión y éste ha sido un abogado, el cual dijo:
caso singular. En otros, las sesiones se alargan –Ayer, el señor Patterson no aguantó
mientras se oyen testimonios y más más, y nos dijo cosas que había mantenido
testimonios, interminables. Estoy harto de ocultas durante todo el proceso –el abogado,
presidir vistas en las que se formula a los tras eso, calló. No deseaba seguir hablando.
peritos preguntas y contrapreguntas acerca del –Explíquese.
valor probativo de las evidencias, y así horas y El abogado miraba hacia delante, hacia
horas. Pero este caso iba a la esencia misma de la mesa del juez. Una gran tensión le invadía.
los pilares del Derecho. No había pruebas, tan ¿Debía hablar? ¿Qué era lo más honesto? Su
sólo las pruebas de los razonamientos. ética profesional parecía como si mantuviese
–Debo reconocer que a mí y a mis dos dentro de él un combate. Después, con gran
colaboradores nos ha entusiasmado este dificultad dijo:
encargo. –Son cosas que no afectan para nada a
–De todas maneras, que sepa que la argumentación que se ha seguido en el
emitiré sentencia con imparcialidad. No seré juicio. Pero sabe... el Gobierno tiene razón.
yo el que condene o absuelva a su cliente, sino Bajo la apariencia bondadosa de esa creencia
el Derecho y la Justicia. cristiana se esconden prácticas y doctrinas
El juez, mientras le decía esto, percibía aberrantes.
una cierta tensión en el abogado. Quizá más La mirada del abogado se perdió a
que tensión era como el peso de algo sobre su través de los cristales del alto ventanal que

73
daba a los jardines del edificio de tribunales, a
sus columnas y pórticos blancos.
–Insisto –prosiguió el abogado–, todo
lo que nos dijo son cosas personales que para
nada afectan a la línea argumental de nuestra
defensa. Lo único... es que nos hemos sentido
traicionados. Yo, por lo menos yo, no hubiera
aceptado llevar este caso si hubiera sabido lo
que ahora sé.
–Pero, vamos a ver. Explíqueme, es
que...
–Lo siento –dijo el abogado
levantándose–, lamento de verdad haber
sacado el tema. Discúlpeme, de verdad. Hasta
el viernes.
El abogado le tendió la mano, el juez
remiso se la dio. El letrado tomó su maletín y
desapareció. El despacho del magistrado
quedó en silencio. El juez se quedó inmóvil
mirando hacia la puerta. Después, apoyó su
espalda en el respaldo de su asiento. Se quedó
pensativo.

74
J
usto en ese momento del día, a la hora en sería conducido a prisión, y estaba convencido
la que el juez y su abogado se de que ya no se le permitiría ni volver a casa a
entrevistaban, Patterson paseaba por su recoger nada. Si la sentencia era absolutoria,
casa continuando la tarea de revisar armarios e debía ir directamente al aeropuerto y tomar el
ir recogiendo los recuerdos más queridos. La primer vuelo que saliera del país. El Gobierno
casa iba a ser embargada dentro de dos días. La Federal no tenía que preocuparse por el dinero
casa iba a ser embargada con sus muebles. El y, sin duda, la sentencia (si era absolutoria)
coronel había decidido meter en cajas sólo su sería recurrida en un tribunal de segunda
ropa, para llevársela, y dejar todo lo demás en instancia.
los armarios. Una vida acumula muchas cosas El juramento que había hecho ante el juez
en una casa. Ése era el momento de deshacerse de no fugarse, le constreñía a no eludir la
de ellas y seguir adelante más ligero de acción de la Justicia. Pero en el momento en
equipaje.
que el tribunal le declarase inocente, sería un
El proceso judicial en el que se hallaba ciudadano libre. Libre ante la ley, y libre de su
inmerso podía ser visto de muchas maneras. compromiso de no huir. Un ciudadano libre
Una de ellas era verlo como una carrera entre puede ir donde le placiese. ¿Tal vez a alguna
los bienes del coronel y el tiempo que duraba nación perdida en medio de países
el proceso. Si el juicio se hubiera prolongado centroafricanos? No lo había decidido, aún.
cinco sesiones más, ni con ese piso el coronel Pero esa posibilidad sólo se realizaría en caso
hubiera podido pagar la minuta del bufete de de absolución. En caso de condena, la maleta
Nueva York, y hubiera tenido que ser iría a parar, como él, a la cárcel. Desde donde,
defendido por un abogado de oficio. unos días después, sería destinado a algún
En la pugna entre la prolongación del campo de reeducación. Ya no tenía ahorros, ya
proceso y los astronómicos honorarios del no tenía casa. Si marchaba a África, sus amigos
despacho neoyorkino, Patterson había ganado. se quedaban en Estados Unidos, llegaría a un
Afortunadamente, el proceso iba a acabar antes aeropuerto de algún país tropical de clima
de la bancarrota. Al principio, había gastado cálido y bochornoso, sin nadie que le esperara,
todos sus ahorros para pagar la defensa por únicamente con lo puesto. Imprevisto capítulo
parte de esa firma. Después, el piso había sido final para una vida. Y más para una vida tan
tasado y los gastos se descontaban de la suma ordenada, tan conservadora, como la de aquel
en la que se valoraba esa propiedad militar de carrera.
inmobiliaria. El coronel andaba por su casa
sabiendo que el 80% de ésta ya no le El coronel cansado se preparó un zumo
pertenecía. Podía quedarse viviendo allí una de tomate. Estaba arruinado, pero todavía tenía
semana más, pero después tendría que mudarse el refrigerador lleno. Con el alto y ancho vaso
a otra parte con el 20% del valor del piso de su rojo zumo, tomó de encima de la mesa de
ingresado en su cuenta bancaria. su salón los papeles de su hijo, se sentó en el
sofá que daba hacia su gran terraza, y releyó
El tiempo, el tiempo del proceso, había otro fragmento de su Historia de los Estados
ganado su batalla sobre los bienes de una vida. Unidos de América, la historia que su hijo
La melancolía también embargaba el ánimo había escrito. Cada vez era un fan más
del coronel. Había perdido sus ahorros y su incondicional del estilo panfletario de aquel
hogar, pero ya no importaba. Nada más escrito. Su primogénito más que una historia
escuchar la sentencia, si ésta era condenatoria había redactado un editorial. Pero hoy su

75
ánimo no estaba para leer escritos exquisitos, de sí. Y esa dura verdad, cada una de estas
sino para recordar. Y esas hojas de su hijo le verdades, las íbamos a experimentar en
recordaban su voz, su carácter y sus ilusiones. nuestra Nación. La única nación que parecía
Patterson retomó la lectura de las hojas de su vacunada, inmune, a todo oligopolio, a toda
hijo donde la había dejado el día anterior: aristocracia, a toda monarquía de poder. Al
final... descubrimos que también nosotros
¿Cómo se perdieron las libertades en estábamos modelados del mismo barro que el
Estados Unidos? No hay nada más resto de los pueblos.
peligrosamente resbaladizo que una Ley de
Poderes Especiales. La Constitución de Hemos disfrutado de libertad en esta
aquellos que lucharon por la Independencia, Nación durante 402 años, hemos dado ya por
había creado la figura presidencial fuerte. Una supuesta la libertad, como algo
acumulación de poder generosa en la figura definitivamente conquistado para todas las
del Presidente. Los congresistas siempre generaciones. Nuestros Padres Fundadores
admitieron que los Estados Unidos eran una habían luchado por la libertad. Sus sucesores
República presidencialista. Los Padres habían luchado por los valores de democracia
Fundadores siempre supieron que el poder a favor de otras naciones. Pero nosotros,
tiende a concentrarse. Tuvieron miedo y confiados, olvidamos que el poder máximo de
pusieron en la Constitución medios para frenar cualquier nación se resiste a someterse a
ese proceso de concentración. ninguna limitación. Mientras existan
Desafortunadamente el periodo de sociedades de seres humanos, existirá siempre
inseguridad y de acontecimientos inusitados una contienda inacabable entre la
que se sucedieron en la Nación entre el 2183 y concentración del poder dado por una nación,
el 2186, casi nos obligaron a tener que aceptar y las limitaciones que esa misma nación
como única solución una mayor concentración imponga a ese mismo poder.
de poder en alguien, el que fuera. Fue una Ahora las cosas han cambiado.
situación de excepción. Pero el Presidente no Desafortunadamente, hasta la mentalidad de
abandonó sus prerrogativas una vez la gente ha cambiado. Y mientras siga en vigor
restablecido el orden, sino que se aplicó a el Decreto de Poderes Especiales que otorga
consolidarlo. esa concentración de poder al Presidente de
los Estados Unidos, él no será un presidente,
La democracia resurge como un ave fénix sino un dictador. No hay que olvidar que los
de las cenizas de tiranías precedentes. Las césares siguieron manteniendo el título de
democracias pierden brillo, se debilitan y cónsules siendo ya emperadores. Mantuvieron
mueren, pero después vuelven a resurgir. Es ese título más modesto durante siglos. Eso es
un proceso continuo. En los momentos de lo mejor para una dictadura, mantener la
retroceso, las tiranías fagocitan las libertades apariencia de una democracia. Cuando uno
sin necesidad de retirar los andamiajes tiene todos los resortes del poder, uno puede
constitucionales precedentes. El experimento permitirse ser generoso con los símbolos. La
de la libertad tiene que ser ensayado una y existencia de tantos símbolos republicanos no
otra vez. Todo hombre tiene un tirano dentro resta poder. Es más, el ejercicio del poder
absoluto no requiere de símbolos. Cuando se

76
tiene un poder limitado, se buscan símbolos hacia el ventanal detrás del cual se veían pasar
que reafirmen ese poder. Pero al poder las nubes, estaba lejos de saber la trama que
absoluto, los símbolos que expresasen su había sido llevada a cabo en esa misma tarde,
carácter de absoluto, precisamente, lo mientras sentado en su sillón leía los papeles
afearían un poco. El verdadero poder se de hijo.
convierte en referencia de sí mismo, no tiene Desde ese salón, cuántos días había
contemplado esas masas nebulosas,
que apoyarse en nada.
suspendidas inmóviles, o desplazándose,
Las elecciones a las alcaldías, las
inmóviles o alterándose en mil formas
elecciones estatales, continúan. Sólo el poder
distintas. Cuántos ratos muertos había pasado
federal ha sido conquistado por el Presidente.
allí. Ahora era uno de los últimos días que
El poder de la burocracia, de las finanzas, de contemplaba las nubes desde ahí. En adelante,
los grandes medios de comunicación, el FBI, la las miraría, sí, pero desde otro sitio, desde otros
CIA, quien tiene eso bajo su mano puede lugares, no desde ahí. Se sentía desalentado,
amedrentar, desinformar, chantajear, pero más desalentado se hubiera sentido de
arruinar, iniciar procesos... Nunca creímos los haber sabido que mientras leía esos papeles de
estadounidenses que tal cosa podría pasarnos su hijo, se consumaba una última y suprema
a nosotros. Eso sólo pasaba en países perfidia contra él.
bananeros. Pero aquí no. Los analistas nunca Patterson, mirando por la ventana las
creyeron que la mentalidad de la población nubes, desconocía que, cinco días antes, en el
norteamericana cambiaría tanto como para bufete Milton & Asociados se había recibido
aceptar como un mal menor la paz y el orden una llamada, una llamada que directamente
a cambio de una Ley de Poderes Especiales. había sido pasada de centralita al mismo
despacho del abogado–jefe de la firma, uno de
Patterson leyó aquello hasta el final. los cuatro socios fundadores del despacho.
Después apoyó casi de forma horizontal su Dentro de la fauna humana, un abogado
cabeza en la mullida parte superior del sillón. es un espécimen acostumbrado a calcular los
Cerró lo ojos y meditó. Todavía estuvo un rato pros y los contras. Es un ser no inclinado al
más revisando otros papeles de la universidad idealismo, sino a caminar por los senderos del
y el instituto de su difunto primogénito. Del mundo real. El abogado–jefe aquella misma
salón, que había ido oscureciéndose, regresó a tarde, del mismo día de la llamada, habló con
la luminosidad de su cocina. En medio de el consejo de dirección del bufete. El consejo
aquellas solitarias paredes blancas, sobre la de dirección fue unánime. Al día siguiente, el
mesa del centro de la cocina, dejó los papeles director ejecutivo de Milton & Asociados le
de su hijo. Dejó su vaso de zumo ya vacío, se pidió al abogado encargado de dirigir la
apoyó con los dos brazos en el impoluto defensa de Patterson que viniera a su despacho
fregadero de acero inoxidable. ¿Qué haría? de Nueva York a verle.
¿En qué ocuparía lo que le quedaba de día? El letrado Du Bois no entendió por qué
El coronel regresó al salón, se sentó en había tanta urgencia en que tomara un avión
el sofá que había frente al televisor. Vería ese mismo día para entrevistarse con él, ¿no
alguna película, las noticias, algo. Aunque podía decirle lo que fuera por teléfono? La
finalmente decidió disfrutar un par de minutos verdad era que no. La entrevista con el jefe fue
del silencio antes de encender el aparato. larga, una conversación densa. En esencia, el
Mientras Patterson giraba la cabeza para mirar

77
director ejecutivo le comunicó al abogado de La reunión en Nueva York de Du Bois
Patterson que desde ese momento dejaban de con el jefe de abogados, fue la razón por la que
defender a ese cliente. Pero, eso sí, sin que él, el abogado de Patterson llegó con la sesión
Patterson, en ningún momento se apercibiera habiendo comenzado. Du Bois se sentó junto a
de ello. Ya no les traía cuenta la defensa de sus compañeros, pero no les dijo nada. Dado
aquel caso: había que elegir entre la que la defensa de Patterson ya había acabado,
continuación de la defensa de un solo cliente, no les comunicó las noticias de Nueva York.
Patterson, o afrontar la persecución de todos Aquella vista, por supuesto, fue la última. De
los organismos de la Administración del todas maneras, sin saberlo Patterson, la
Gobierno en contra de todos los casos que defensa levantaba el campo de batalla. No
estaba representando Milton & Asociados. habría más alegaciones. El coronel notó un
La amenaza del Gobierno era brillo extraño en su abogado cuando fue a
inequívoca: El FBI abriría nuevas estrecharle la mano. Su abogado le estrechó la
investigaciones para todos y cada uno de los mano, le sonrió, fue amable, pero notó un algo
casos que ellos defendiesen, en busca de indescriptible. Quizá una extraña tensión tras
evidencias en contra de sus clientes. Hacienda su sonrisa. El abogado se sintió como el que
revisaría todas las cuentas de Milton & sabe que está mintiendo y tiene el temor de que
Asociados desde hacía cinco años. Incluso el la víctima pueda leer su mente. Patterson se
Departamento Metropolitano de Sanidad, el de extrañó por un momento de algún gesto
Bomberos, y un par más, iban a inspeccionar inusual, pero no sospechó nada, no sabía nada.
todos los despachos y locales en los que Pero allí no acababa la maquiavélica
estaban ubicados para ver si el reglamento se mente de los enemigos de Patterson. Los tres
cumplía de modo estricto en todas y cada una abogados del Estado llamaron a sus enlaces de
de sus normas. Milton & Asociados y les pidieron una prueba
El Consejo de Dirección había tomado más de su buena voluntad, de su voluntad a
una decisión unánime: la firma dejaba de colaborar con las autoridades federales. Uno de
defender a Patterson, pero sin decírselo. El los letrados de Patterson debía visitar al
cliente no debía sospechar nada. El mártir era magistrado Harrison con cualquier excusa
aquel cristiano, no la firma neoyorquina de acerca del procedimiento, para a lo largo de la
letrados. Y no sólo eso, el director ejecutivo se conversación introducir alguna duda en el
había comprometido a hacer lo posible para ánimo del juez acerca del coronel. El arte de
que el caso Patterson no recibiera una dejar caer alguna duda moderada, razonable,
sentencia absolutoria. Una comisión de acerca de su defendido, era una labor delicada.
letrados de Milton & Asociados se reunió con Aun así, la firma tenía plena confianza en la
otra comisión formada por abogados del experiencia y sagacidad del abogado.
Departamento de Justicia. A aquellas alturas El plan íntegro se había llevado a cabo
del proceso, se decidió que lo más prudente era ya. Todo estaba ya hecho, mientras Patterson
emplear lo menos brillantemente posible el tranquilamente releía algunos fragmentos
turno de la defensa y no pedir ninguna sueltos de los papeles de su hijo. Releía sin
prolongación del proceso. El proceso debía saber, hasta qué punto, el Gobierno Federal
acabar ya. Pero tampoco debían hacer nada había culminado su metamorfosis, de república
durante las sesiones que hiciera sospechar al en principado, y no admitía derrota alguna.
juez.

78
79
Esa misma tarde del día se encaminó hacia el sagrario que estaba
anterior a la sentencia abierto como cabía esperar.
El clero de la catedral había sido detenido,

E
l coronel descendió de la aeronave de por sorpresa, a primera hora de la mañana de
su amigo Ladjos, otro militar. Al otro aquel dos de enero, de manera que no dio
lado de la calle estaba la fachada de la tiempo ni siquiera a cerrar los portones de la
catedral de Boston. Patterson la contempló fachada principal. Desde entonces, día y
desde su asiento un rato. Después, en silencio, noche, las naves del templo catedralicio habían
descendió de la aeronave y antes de cerrar la quedado expeditas al capricho de cuantos
puerta, escuchó como su amigo Ladjos le habían querido internarse por las naves y
preguntaba: dependencias de aquel lugar sacro. Al ver todo
–¿Quieres que te acompañe? aquel espectáculo de destrozo y barbarie,
El coronel movió la cabeza negando, Patterson musitó algo en voz alta, cerrando lo
aparecía muy impactado ante la visión del ojos.
templo que tantas veces había visitado en A la cripta no bajó el coronel por no tener
tiempos más felices. linterna. De todas maneras, fue mejor que no
El coronel se dirigió directo al pórtico descendiera para no ver cómo las lápidas de la
de piedra de la catedral. Cientos de personas capilla de los sepulcros de los obispos estaban
atravesaban la calle, pero nadie subía ni bajaba abiertas y rotas por el suelo, con los restos
los peldaños del Templo. En otros lugares los cadavéricos de los obispos aun cubiertos por
templos habían sido clausurados. De costa a sus vestiduras episcopales.
costa de la nación, la inmensa mayoría de las El coronel trató de imaginar qué tipo de
puertas de las iglesias estaban cerradas, y profanaciones habrían tenido lugar en aquel
delante de ellas había la usual cinta amarilla recinto durante las ceremonias de los
con bandas negras de la policía con la señal de dagonianos. En la cátedra del obispo, hacía
que no se atravesara aquella línea. Pero algún todavía pocas noches, una noche de antorchas,
que otro templo había quedado abierto de par se había sentado el gran pontífice de la secta
en par tras la irrupción en ellos de las masas presidiendo la liturgia idolátrica en honor de la
dagonianas o tras la realización solemne de los nueva deidad de Occidente. La parte central de
ritos de profanación llevados a cabo por los la bóveda estaba ennegrecida por la hoguera de
jerarcas del mismo culto. aquella noche. El aire permanecía corrompido
Ése había sido el caso de la catedral por el humo infecto de aquel fuego alimentado
bostoniana. Patterson cruzó el umbral, dentro de imágenes sagradas. Fuego sacrílego
de las tres naves de la iglesia no había ni una alrededor del cual se oficiaron danzas
luz. Ni una sola luz, ni una sola vela. inventadas a imitación de las de los antiguos
Únicamente la claridad tenue que entraba por paganos colegios sacerdotales romanos.
los tres arcos ojivales del ábside y por los arcos El altar mayor había servido de ara para
de los triforios. Un silencio embargaba aquel otro tipo de ritos muy distintos de los pacíficos
espacio de bancos astillados y revueltos, misterios cristianos. Patterson tenía suficiente,
quebrados unos, amontonados otros. El recordaba la iglesia catedralicia en todo el
silencio de las mutiladas imágenes de los esplendor de sus límpidos misterios litúrgicos,
santos. Como es lógico el paso del y ahora la veía lacerada con unos ritos que, aun
sexagenario, paso abrumado de sentimientos, no habiéndolos visto nunca, los imaginaba

80
tenebrosos y sombríos. Ritos desconocidos
para él, pero en cualquier caso nocturnos y
lóbregos.
La Iglesia entera, y no solo la de ese país,
estaba sumida en un espantoso Viernes Santo.
Aquello no era un mero retroceso. Ya nunca se
volverían a llenar de devotos fieles esos bancos
destrozados, quizá nunca fueran ni reparados.
Aquello era el final. El comienzo del fin
profetizado en la misma fundación de la
Iglesia. Patterson encaminó sus pasos hacia la
claridad que entraba en los portones de la
salida. Tuvo que ponerse la mano, y después el
pañuelo, en la nariz, al lado de la base de cada
una de las primeras seis columnas de la
catedral había un animal abierto en canal.
¿Pero qué tipo de ritos se habían llevado a cabo
allí?
Salió, salió de allí abrumado,
verdaderamente agobiado por tantas
emociones. Salió por la puerta central del
pórtico, con paso vencido, cansado. Surgiendo
de un pórtico cuyas alargadas estatuas
descabezadas mostraban sus manos cortadas.
Apartando su paso de los montones de cristales
del gran rosetón de la fachada. Rosetón que
aparecía ahora como una gran boca abierta y
desdentada. El hombre que salía ahora de aquel
escenario de consternación no tuvo ánimo para
levantar la vista y mirarlo.
En la acera de enfrente le esperaba su
amigo pensativo montado en su vehículo. Al
subirse, lo único que le dijo, tratando de no
llorar, fue: vámonos.

81
Vista final –Buenos días caballeros –saludó el
……………………………
juez–, procedo a la lectura de la sentencia del
día 20 de enero, caso del Gobierno Federal contra Patterson.
hora 10:30 a.m. En ese momento el coronel, aunque
tranquilo, hizo una intensa súplica al Creador
en el interior de su corazón. Aceptaba de
antemano el veredicto, como venido de la
mano de Dios. Es decir, se abandonaba
completamente a lo que Dios quisiera permitir.
–¡En pie! ¡El honorable juez Harrison! Si Dios quería que quedara libre, lo liberaría.
El magistrado, togado de negro, se Si Dios permitía que lo internaran, Patterson
sentó en su sillón con cara seria, como siempre. tomaría ese tiempo de internamiento como una
En la mano derecha, unos cuantos folios; allí prueba que le pedía Dios que superase.
estaba la sentencia. El juez Harrison siempre Patterson oró, lo hizo en silencio, sólo
mostraba un semblante lleno de gravedad. La se notó que entrecerraba un poco los ojos: “Mi
gravedad era algo usual en él. Podía olvidar buen y dulce Redentor, ni un pelo caerá de mi
cualquier cosa, pero lo que nunca olvidaba era cabeza si Tú no lo consientes, me pongo en tus
que sentado allí, él representaba a la Ley. Ni manos. Padre, Tú que asististe al juicio de tu
siquiera los legisladores representaban a la propio Hijo, si es posible que pase de mí este
Ley, aunque ellos las votasen y discutiesen; cáliz. Si tus decretos son otros sobre este tu
pero el juez, sí. Cada vez que se sentaba en ese siervo, los acato con humildad, sin
sillón de cuero negro recordaba que él, que los resistencia”.
miles de jueces en toda la nación, eran la línea El fiscal estaba nervioso. Conociendo
que marcaba la diferencia entre la equidad y la al juez, el veredicto podía ser de cualquier
razón por un lado, y por otro la ciega venganza signo. El abogado que había ejercido la
de las masas y la voluntad soberbia de los dirección de la defensa, y el único de los tres
diminutos tiranos que toda democracia alberga que conocía la traición de la firma frente a su
en su seno. Ellos, los jueces, eran esa barrera cliente, por un lado deseaba la absolución de
entre la anarquía de las masas y la opresión de su cliente; le había cogido cariño. Por otro,
los poderosos. Por eso, cuando se sentaba allí, deseaba la condena, así podría en el futuro
en su sillón, tras la mesa, se sentía lleno de recordar ante sus jefes el decisivo efecto
orgullo. psicológico que habría tenido su intervención
Había llegado ya la última sesión, por privada, en el último momento, ante el juez, lo
fin. El juez miró a la sala. Llenó tranquilamente cual no dejaría de ser un punto positivo en su
de agua su vaso, tomó su pastilla, y bebió, era currículum dentro de la firma. Este tipo de
un hombre de costumbres. Siempre hacía lo habilidades extrajudiciales gustaban mucho a
mismo al empezar la primera sesión de la sus jefes.
mañana. Los abogados, el fiscal y sus Los otros dos abogados asesores de la
ayudantes, no podían dejar de mirar las hojas defensa, y que no sabían nada de la traición,
de papel en las que estaba escrita la sentencia estaban tensos. Pero su nerviosismo se debía a
y que ya estaban puestas delante de él. El que deseaban de corazón que el veredicto fuera
magistrado se aclaró la voz, tosió. de absolución. Egoístas como eran, no
deseaban la absolución tanto por su cliente,

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como por poner la guinda final a la brillantez indemostrables para este tribunal o para
con que habían llevado el caso. Si lograban tal cualquier otro tribunal penal humano.
veredicto supondría un punto más en su 1. Ser cristiano supone, en esencia,
curriculum. En ese preciso momento, esos dos tener fe en Cristo. El tribunal se declara
asesores, carcomidos de la ambición, más que incompetente para determinar lo que, en
nada pensaban en sus carreras. Aunque eso sí, definitiva, es un acto interno. Este tribunal sólo
si el bueno del coronel era absuelto, le puede condenar actos externos delictivos. Los
estrecharían las manos con entusiasmo. Pero actos internos caen fuera de nuestra
aquel entusiasmo era como parte de una jurisdicción para juzgar.
ceremonia de la celebración de la propia 2. Se condena al internamiento a los
excelencia. Aquellos apretones de manos, cristianos, por considerar el Gobierno Federal
aquellas sonrisas, que todavía no se habían que ciertos aspectos de su fe son perjudiciales
producido, eran no una felicitación al para la infancia. Pero para saber eso,
exculpado, sino una autofelicitación del tendríamos que conocer qué hay en el más allá.
abogado hacia sí mismo. El cliente no les Si después de la vida hubiera lo que afirman
importaba. Ellos en el ejercicio de la defensa los cristianos, entonces esos aspectos que
de sus clientes no irían a la cárcel, ellos no ahora se consideran perjudiciales, no sólo no lo
pagarían ninguna sanción económica, ni serían, sino que serían beneficiosos. De nuevo,
ninguna multa, nada. Para ellos, esto era un saber si esas enseñanzas cristianas son o no
trabajo y no se implicaban emocionalmente perjudiciales, dado su carácter exclusivamente
con sus defendidos. religioso, es algo que cae fuera de nuestra
Pero, de momento, la sentencia no se competencia.
había leído. Todo era posible. El fiscal se dijo 3. Por último, este tribunal tiene la
a sí mismo, que tal vez se había tomado el caso convicción de que el decreto 8/2209, a pesar de
de un modo excesivamente personal. Quizá sus sus argumentaciones, supone un decreto
ambiciones necesitaban aquella victoria de un contrario al texto de la primera enmienda de la
modo más apremiante que el resto. El juez Constitución de los Estados Unidos de
procedió a la lectura de la sentencia. América.
–El Gobierno Federal contra Patterson, Por consiguiente, el Gobierno Federal
caso 7.023, sala 3ª, con fecha de 19 de enero de no puede solicitar de un tribunal la condena de
2209 –el juez leía sus folios carente de alguien bajo la acusación de unos supuestos
emoción alguna, como quien lee un prospecto cuyo carácter perjudicial es indemostrable por
de medicamento, con la frialdad de un cirujano su propia naturaleza, al menos, en el ámbito
que corta tejidos y órganos–. jurídico.
Este tribunal declara el caso Por todo lo cual, este tribunal cursará
sobreseído. El acusado Dwight Patterson una comunicación oficial al Departamento de
queda, desde este momento, en libertad sin Justicia de los Estados Unidos advirtiéndole de
cargos. la contradicción interna que subyace en el
Consideramos que ha quedado probado decreto 8/2209, para que el citado
que el decreto 8/2209 supone una Departamento tramite ante la comisión
contradicción en sí mismo. Ya que ese texto correspondiente del Senado de los Estados
legal radica sobre unos fundamentos Unidos o ante el Consejo de Asesoramiento
Jurídico del Presidente de los Estados Unidos,

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la reforma o la revocación del citado decreto vista de los cierres de su carpeta que estaba
8/2209. cerrando.
El caso queda cerrado. ¡Se levanta la –Señor Harrison, espero que algún día
sesión! podamos encontrarnos de nuevo, y que yo sea
El juez dio un golpe con su maza. Su el juez y usted el reo –uno de sus asesores se
cara seria, impenetrable miró, por fin, tras la levantó de la silla y le puso la mano en el
lectura, a los abogados de ambas partes. Desde hombro para tratar de calmarlo–. Permítame
luego la cara del equipo de la fiscalía no era que le manifieste, con todo respeto, la muy
impenetrable. Los sentimientos de Walter eran baja opinión que tengo de usted –el fiscal se
evidentes. Uno de sus asesores sacaba del interrumpió un momento para coger aliento. Se
bolsillo su móvil y llamaba urgentemente al hallaba muy alterado. El asistente del fiscal le
Departamento de Justicia en Washington. Otro hizo gesto a su compañero de que se calmara–
cerraba con amargura su maletín de un golpe. . La sentencia que ha dado es deleznable y
Mientras, en el lado derecho de la sala, confío que algún día se de cuenta del daño que
los abogados estrechaban la mano de Patterson ha provocado en nuestras carreras.
y le daban la enhorabuena. Únicamente, el jefe El juez levantó sus ojos y miró al fiscal
del equipo de abogados aparecía como un poco cara a cara. Las miradas de ambos colisionaron
más comedido en sus felicitaciones, no tan en el aire tenso.
efusivo. Pero sólo al principio, porque después –Señor Walter –le replicó el juez con
pensó a la porra con Milton & Asociados. Y le flema–, únicamente para los tontos he
dio un abrazo sincero. razonado el fallo. El carácter antinatural de la
El fiscal Walter se levantó y, desde su ley era evidente. Era un texto legislativo
puesto en su mesa, miró en silencio al anticonstitucional, un delito contra la
magistrado que recogía sus papeles, una humanidad. Se trata de un texto contra el
mirada cargada de resentimiento. Al principio sentido común. Aun así, conociéndole como
de todo, cuando se le asignó este caso a él, su ahora le conozco, no sé por qué me extraño.
jefe le comentó de pasada: Walter, sólo un Debería parecerme normal que usted no
tonto podría perder un caso como éste. Unas entienda la sentencia.
ciertas gotas de sudor frío aparecieron en su –Puede reírse de mí, pero le aseguro
frente. Finalmente, el fiscal cobró ánimo y, sin que hoy mismo me llamará la Fiscal General
moverse de su lugar, le comentó al magistrado de los Estados Unidos para preguntarme acerca
con aquella mirada asesina: del proceso. Ya me advirtió ella que era usted
–¿Es consciente de que ha declarado un perfecto imbécil.
inocente a un confeso? –Trasmítale a su jefa que siento por ella
Los presentes estaban saliendo de la un gran desprecio. Dado lo que ella es,
sala. La agitación y los murmullos de los que personalmente no entiendo cómo ha llegado a
salían, hicieron que nadie se percatara de este ese puesto. Pero que no se preocupe, a ella con
comentario del fiscal. El cual, como no recibió su inteligencia de matón no le resultará difícil
respuesta, volvió a repetirle: arreglar esta situación. Pero tendrá que
–¿Se da cuenta de que ha declarado arreglarla de un modo extrajudicial. ¡Por la
inocente a un confeso? Ley, desde luego, no!
–Encontrará multitud de precedentes,
señor Walter –le replicó el juez sin levantar la

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–¡Es usted un mequetrefe! –dijo en alta
voz el fiscal. El temperamento del fiscal no
podía resistir la fría flema del magistrado.
El juez le miró tranquilamente y sin
dignarse a darle una respuesta se volvió a los
dos guardias de la sala.
–¡Agentes!, hagan salir a este letrado de
la sala por desacato a mi persona.
Dos guardias corpulentos uniformados
de negro arrastraron al fiscal hacia fuera
mientras éste, olvidado ya todo decoro, se
resistía tratando de meter infructuosamente sus
folios en su maletín de piel. La escena podría
haber sido más decorosa si el fiscal se hubiera
sometido resignadamente a los dos guardias.
Pero por todo el pasillo no dejó de gritar, de
protestar que a él no le pusieran las manos
encima, que tenía derecho a decirle más cosas
al juez, y cosas por el estilo. Pero esas
peticiones las hacía gritando, con chillidos
agudos, como una vulgar verdulera en la plaza
de un mercado.
El juez se levantó de su asiento
meneando la cabeza y murmurando: estos
jóvenes ambiciosos...

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Doce horas después. claridad por su olfato. Tenía apetito y aquella
especie de pincho parecía muy exótico.
–¿Acepta dólares americanos? –

P
atterson se movía por el aeropuerto con
tranquilidad. Una extraña serenidad preguntó en el puesto ambulante junto a la
inundaba su rostro. Vestido con su traje salida del aeropuerto.
blanco, se había puesto sobre la cabeza una –Síii, señoor –le contestó el africano
pamela a juego. Americana blanca, corbata del arrastrando las sílabas finales.
mismo color, zapatos impecables. Caminaba Media hora después, el coronel se
con su figura distinguida por el vestíbulo hacia hallaba en un barrio de las afueras, entrando en
la salida principal de la tercera terminal. la habitación de su modesto hotel, más bien
Encima de la puerta, un letrero gigantesco les aquello se trataba de una pensión. Tenía sólo
saludaba con un BIENVENIDOS A un piso de altura. Su fachada, bastante fea, no
NAIROBI. El coronel prosiguió su camino sin había sido pintada en cincuenta años. Ese
prisas, nadie le esperaba, nadie le conocía. El pequeño hotel no tenía pretensiones, pero lo
aeropuerto tenía sus muelles de atraque para encontró limpio. Una pequeñita habitación de
las aeronaves en la cima de un gran rascacielos paredes encaladas, con dos muebles de bambú
de la capital. Aquél era un país sin convenios y otro de madera contrachapada.
de extradición. Su capital no era El coronel con ya evidentes arrugas en
excesivamente grande. El clima no era las esquinas de los párpados inspeccionó la
agobiante, según le habían dicho. habitación con algo de satisfacción para que la
Bien señalizada, el coronel vio la zona mujer de mediana edad y sobrepeso que le
hacia la que debía dirigirse para encaminarse había acompañado, no se sintiera ofendida.
hacia la salida, no obstante se desvió hacia su Pero aunque le contestó que todo estaba bien y
izquierda y avanzó cien metros, hasta la trató de sonreír, sintió un poco de melancolía.
barandilla en el borde de la cúspide del Un butacón que había conocido tiempos
edificio. Ante él se extendía una inacabable mejores, una cortina corrediza para cortar el
llanura de vegetación tropical, que partía justo sol. Una ventana que daba a la calle: allí los
donde acababa el anillo residencial de la niños de piel oscura jugaban con unos triciclos,
ciudad. Las casas de ese anillo eran muy la calle era de tierra, varios árboles frondosos
blancas, incluso sus techos. Patterson regresó daban sombra.
al vestíbulo central, se montó en un ascensor y Esa calle tropical tenía un aire de siesta.
bajó a la calle. Nada más salir notó un golpe de No era transitada por casi nadie. Observó que
calor y humedad en su cara. una vieja se abanicaba en su portal, el de
En la calle, muchos parientes se enfrente, sentada, meciéndose, mirando cómo
reencontraban y abrazaban. Casi todos los que jugaban los niños. En el bolsillo del coronel
llegaban tenían a alguien aguardándole. No era quedaban todavía unos 2.000 $, que se irían
su caso, nadie le esperaba. La calle, a pesar de alargando lo más sabiamente posible. Los
ser del centro de la capital, estaba muy niños alegres, inconscientes maniobraban con
tranquila. No había gran agitación. A sus oídos sus triciclos de un lado a otro en la calle
llegaba una música alegre, rebosante de ritmos polvorienta. Las plantas de sus pies, más
africanos. Un cierto olor a una comida típica claras, pedaleaban. De vez en cuando, detenido
del lugar, muy sazonada, fue percibido con el triciclo, el hermano más mayor extendía
hacia delante sus piernecitas y esos pies

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desnudos se posaban sobre la espalda de su mayor, que había conocido cuatro primaveras,
hermano más pequeño, que estaba entretenido le sonreía y le sacaba los pies de su espalda
jugando con unas maderas. Su hermano de desnuda.
rizos muy menudos protestaba. Y su hermano

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El juicio: año 2209 es una de las obras de la Decalogía sobre el
Apocalipsis que comencé a escribir en 1.998. La Decalogía es una saga de
novelas que describen los acontecimientos de la generación que habrá de
vivir las plagas bíblicas del fin del mundo. Estas novelas deben ser leídas
como una obra literaria basada en el libro del Apocalipsis. Son una obra
literaria, no son fruto de una revelación privada. Siempre he insistido en que
han de ser leídas como novelas acerca de cómo puede ser el tiempo del
Apocalipsis. De cómo puede ser, no de cómo va a ser.
Cada una de las novelas de esta saga del Apocalipsis es independiente.
Cada una explica una historia completa que no requiere de la lectura de las
anteriores. Cada libro de esta saga tiene sentido por sí mismo. Razón por la
que pueden ser leídas en cualquier orden. Todas estas historias que
componen esta saga fueron comenzadas a escribir en 1998, cuando yo era
párroco de un pequeño pueblo de mil habitantes.
Si desea enviarme un comentario sobre la obra, a mí, el autor, puede
hacerlo con toda libertad en este correo: fort939@gmail.com

www.fortea.ws

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José Antonio Fortea Cucurull, nacido en Barbastro,
España, en 1968, es sacerdote y teólogo especializado
en el campo relativo al demonio, el exorcismo, la
posesión y el infierno.

En 1991 finalizó sus estudios de Teología para el


sacerdocio en la Universidad de Navarra. En 1998 se
licenció en la especialidad de Historia de la Iglesia en
la Facultad de Teología de Comillas. Ese año
defendió la tesis de licenciatura El exorcismo en la
época actual. En 2015 se doctoró en el Ateneo
Regina Apostolorum de Roma con la tesis Problemas
teológicos de la práctica del exorcismo.

Pertenece al presbiterio de la diócesis de Alcalá de


Henares (España). Ha escrito distintos títulos sobre el
tema del demonio, pero su obra abarca otros campos
de la Teología. Sus libros han sido publicados en ocho
lenguas.

www.fortea.ws

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