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Semestre 2 -2017
Prof.: Jean-Paul Grasset B.
Estos principios de la ética profesional son distintos del deontologismo, que plantea o plasma estos
temas éticos como normas o deberes. Con ello, se aplican los temas éticos a situaciones concretas y
genéricas.
Un principio enuncia una meta u objetivo valioso; las normas intentan realizar un principio, es
decir, indican cómo deben aplicarse las normas en ciertas situaciones.
SÍNTESIS
El profesional se rige por un código de ética propio [de la profesión], pero debe conciliarlo con
las costumbres [la moral]
La acción de docente
-Enseñar no será sólo transmitir conocimientos o dominar una disciplina específica; también hay
que profundizar en aspectos metodológicos de la enseñanza y aspectos psicológicos y sociológicos
de los alumnos, para lograr cierta transferencia didáctica que transforme a la persona.
-El docente es una autoridad en el aula, en el sentido eminente de que lo que enseña es tomado por
verdadero; además es un referente de comportamiento social y desempeño profesional.
-Importancia del referente ético en la relación alumno/profesor: esas relaciones han de estar
orientadas por el respeto, la honestidad, la justicia y la discreción. Sólo apegándose a ese marco, un
docente puede exigir.
-Lo anterior se condice incluso con lo declarado por UNESCO como ‘pilares de la educación’, estos
es: ‘aprender a aprender’; ‘aprender a hacer’; ‘aprender a servir’; ‘aprender a ser’.
-El docente siempre debe ser autocrítico y peguntarse si con su labor está logrando que los alumnos
adquieran nuevos conocimientos, y si estos facilitan una transformación. Además, el docente debe
cuestionarse si es un agente de cambio social y si lo que hace es útil y beneficioso para la sociedad.
-Lo anterior configura aquello que caracteriza la complejidad propia de la práctica docente, y
es lo que designamos como duplicidad ética en el ejercicio docente: el profesor debe i)
transmitir contenidos o principios éticos a través de la disciplina que enseñe; ii) ser él mismo
un referente de comportamiento ético. Sólo cumpliendo esa duplicidad podrá entonces su
función ser transformadora en el ámbito del conocimiento, y por ello también el docente
podrá ser agente de cambio social.