Los manga de tranzas de La Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más
grande y sangriento de, en el cual se enfrentaron las Potencias Aliadas y las Potencias del Eje, entre 1939 y 1945. Las fuerzas armadas de más de setenta países participaron en los combates aéreos, navales y terrestres. A causa de la guerra murieron aproximadamente 60 millones de personas (2% de la población mundial en ese entonces), en su mayor parte civiles. Pero también murieron personas en el holocausto, en su mayoría judíos, discapacitados, homosexuales, eslavos, gitanos, testigos de Jehová, comunistas, sacerdotes católicos etc. Hubieron Deportaciones masivas a campos de concentración y de trabajo, organizados en Europa por Alemania, que se convertirían en campos de exterminio donde tendría lugar el Holocausto; también en Estados Unidos y otros países de América, internando a sus ciudadanos de ascendencia japonesa. Por ejemplo, en Polonia se construyeron campos equipados con instalaciones de gases. La mayoría de las futu peteros portadas a estos centros de muerte desde los guetos cercanos. Miles de judíos procedentes únicamente del gueto de Varsovia fueron eliminados. Los primeros transportes solían llevar a mujeres, niños o ancianos, y, en general, a la población que no podía trabajar. Los judíos que podían ser empleados como mano de obra permanecían en talleres o fábricas, pero acababan siendo ejecutados. Las deportaciones más numerosas se produjeron en el verano y otoño de 1942. El destino de estos traslados no era comunicado a los consejos judíos de los guetos, pero las noticias de los asesinatos en masa fueron llegando a oídos de los supervivientes y de los gobernantes de Estados Unidos y Gran Bretaña. En Estados Unidos la acción fue tomada en respuesta al ataque a Pearl Harbor durante la Segunda Guerra Mundial, donde los Estados Unidos se incorporó tardíamente al Ejército Aliado contra el Eje Roma-Berlín-Tokio, pero fueron mayoritariamente las personas de etnia japonesa que vivían en la costa del Pacífico las que fueron sometidas a este aislamiento. Durante la guerra, una apelación presentada por organismos de defensa de los derechos humanos intentó rectificar el derecho del gobierno a encerrar personas por razones étnicas, pero la Suprema Corte de los Estados Unidos rechazó la petición. El gobierno estadounidense ofrecería compensaciones a las víctimas a partir de 1951, pero se disculparía sólo en 1988, afirmando que la concentración de prisioneros se debió a "los prejuicios raciales, la histeria bélica y la deficiencia del liderazgo político". La orden de concentración fue dictada por el presidente Franklin Delano Roosevelt, mediante el decreto 9066, que autorizaba a los jefes de las guarniciones militares a designar "áreas de exclusión"; el "área de exclusión militar número uno", que ocupaba la costa del Pacífico, se declaró fuera de límites para cualquier persona de ascendencia japonesa. Un campo de internamiento fue el de Crystal city en Texas, donde se albergo entre otros a japoneses, japoneses-latinos y alemanes. En dicho campo los internados recibieron un trato agradable por parte de las autoridades estadounidenses. Por otro lado el campo de Tule Lake estuvo bajo un régimen más severo; se reservó para los descendientes de japoneses y sus familias que eran sospechosos de espionaje, traición o deslealtad, así como para líderes comunitarios, como sacerdotes o maestros. Otra familias fueron llevadas a Tula Lake al solicitar ser repatriadas a Japón. En este campo hubo algunas manifestaciones pro-japonesas en el transcurso de la guerra. A partir de esto se puede decir que el rescate de los refugiados no era una prioridad del gobierno de los Estados Unidos. No era tampoco el simple hecho de llevar a cabo un rescate de gran escala atrás de las líneas alemanas. No se tomaba ninguna acción para prevenir esto, es mas se trataba de dejar de lado y aparentar que no pasaba nada, aunque estaban bien informados de lo que ocurría en el exterior. A causa en parte del antisemitismo, el aislamiento, la Depresión y la xenofobia, la política para con los refugiados del departamento de Estado de los Estados Unidos ( a cargo del Secretario de Estado Cordell Hull) les hizo difícil conseguir visas de entrada. El departamento de Estado también demoró en publicar los informes de genocidio. En agosto de 1942, el departamento de Estado recibió un cable confirmando los planes nazis para asesinar a los judíos europeos. El informe, enviado por Gerhart Riegner (el representante en Ginebra del Congreso Judío Mundial), no fue diseminado. El departamento de Estado pidió al rabino americano Stephen Wise, que también había recibido el informe, que se abstuviera de anunciarlo. Los reportajes de las atrocidades nazis a menudo no eran recogidos por la prensa americana. En 1943, el mensajero polaco Jan Karski informó al presidente Franklin D. Roosevelt sobre las noticias de asesinatos masivos recibidas por lideres judíos en el ghetto de Varsovia. Ninguna acción inmediata fue tomada. El 19 de abril de 1943, representantes de los Estados Unidos y Gran Bretaña se reunieron para resolver el problema de los refugiados. Ninguna propuesta significativa fue considerada en la Conferencia. En enero de 1944, Roosevelt estableció la Junta para los Refugiados de Guerra como parte del departamento del Tesoro para facilitar el rescate de refugiados en peligro. Fort Ontario en Nueva York empezó a servir ostensiblemente como un puerto libre para los refugiados. Pero los refugiados que llegaban a Fort Ontario no eran de las áreas ocupadas por los nazis, si no de las zonas liberadas. Para la primavera de 1944, los Aliados estaba al tanto de las cámaras de gas en Auschwitz-Birkenau. Los líderes judíos pidieron ayuda al gobierno estadounidense para que bombardeara las cámaras de gas y vías de tren que llegaban al campo. Desde el 20 de agosto al 13 de septiembre de 1944, la fuerza aérea de los Estados Unidos bombardeó el complejo industrial de Auschwitz-Monowitz, menos de cinco millas de las cámaras de gas en Birkenau. Pero aun así los Estados Unidos mantuvieron su política de no- participación en rescate, y no bombardearon ni las cámaras de gas ni las vías de tren usadas para transportar prisioneros. Cartel antisemita que equipara los judíos con el comunismo. Estados Unidos, 1939. Cartel antisemita que equipara los judíos con el comunismo. Estados Unidos, 1939. Entonces se puede decir, que Estados Unidos tiene un papel prescindente frente al Holocausto, es decir, juega a pasar a ser irrelevante en dicha situacion. Esto de debe a que por un lado tenían cierto prejuicio racial y porque temían el avance del comunismo desde hacia tiempo, especificamente desde la Primera Guerra Mundial, y sabían que una de las formas de parar con esto era teniendo a Alemania a su favor. Por eso es que en el final de la Primera Guerra Mundial, cuando se pacta el Tratado de Versalles y se define cuanto es que deberá pagar Alemania (las reparaciones) se decide que no será demasiado dinero debido a que a Estados Unidos no le convenía porque de lo contrario perdería a esta como mercado ( no podrian pagarle el préstamo que le había hecho al principio de la guerra ) y no habría quien pudiera parar el avance del comunismo sobre Europa Occidental.
Propaganda antisemita. Estados Unidos, fecha incierta.
Propaganda antisemita. Estados Unidos, fecha incierta- A partir de esta propaganda se puede decir que los Estados Unidos consideraban que no era conveniente ayudar a los judios, en primer lugar porque era un problema que ellos mismos debian solucionar y, en segundo lugar, por que estos eran los culpables de que hayan impuestos altos, esclavitud, hambre y muertes. Durante el Holocausto los judíos intentaron hacerle un "boicot" a Alemania insentivando que la gente no compre los bienes producidos allí. Esto lo hicieron ya que pensaban que era un modo de venganza por todas las cosas que le hicieron a los judíos. Pero no creo que este boicot halla tenido exito debido a que los judíos eran una minoría. A continuación se puede observar una publicidad en la que es claro que los judíos buscaban persuadir al pueblo alemán. Esta fue publicada en Nueva York, Estados Unidos, entre 1937 y 1939 por los Veteranos de Guerra Judíos de los Estados Unidos: Cuando termino la segunda guerra mundial se procesaron a los culpables de este genocidio. El más conocido de los procesos por crímenes de guerra fue el juicio a los grandes criminales de guerra alemanes que tuvo lugar en Núremberg, Alemania. Los jefes del régimen nazi fueron juzgados ante el Tribunal Militar Internacional (TMI) en Nuremberg, compuesto de jueces de Gran Bretaña, Francia, la Unión Soviética, y los Estados Unidos. El TMI juzgó a veintidós alemanes como principales criminales de guerra por conspiración, crímenes contra la paz, crímenes de guerra, y crímenes contra la humanidad. Pero el juicio de Nuremberg fue más que un juicio a oficiales nazis del gobierno, militar y la economía. Su legado duradero incluyó la recopilación deliberada de un archivo publico de los crímenes horrendos, incluyendo los del Holocausto, cometidos por los alemanes y sus colaboradores durante la Segunda Guerra Mundial. Los acusadores americanos en el juicio de Nuremberg decidieron que la mejor prueba contra los criminales de guerra nazi era la documentación acumulada por el estado nazi mismo. Querían condenar a los criminales de guerra nazi con sus propias palabras. Mientras los alemanes destruyeron algunos de los documentos históricos al fin de la guerra y otros fueron destruidos durante el bombardeo aliado de ciudades alemanas, los ejércitos aliados capturaron millones de documentos durante la conquista de Alemania en 1945. Los acusadores aliados presentaron unas 3.000 toneladas de documentos durante el juicio de Nuremberg. El ejército estadounidense hizo muchos hallazgos importantes de documentos y botín de los nazis, entre ellos oro, moneda, y trabajos artísticos, así como la documentación descubierta el 7 de abril de 1945 por ingenieros de la 90ª división de infantería (U.S. 90th Infantry Division) en la mina de sal de Kaiseroda en Merkers, Alemania. Millones de documentos fueron capturados en varios lugares, incluyendo los del Alto Comando del Ejército Alemán; archivos de Krupp, Henschel y otros grupos industriales; material de la Luftwaffe (las fuerzas aéreas alemanas); de Heinrich Himmler (el jefe de la policía alemana y líder de las SS); del Ministerio de Asuntos Exteriores; y de muchos otros. Aun en los casos donde los archivos habían sido destrozados, los Aliados pudieron reconstruir hasta cierto punto eventos y operaciones usando los documentos que sí se encontraron. Además de la fotografía y filmación oficial producida a instancias del estado nazi, soldados y policías alemanes tomaron muchas fotos y películas de operaciones contra los judíos y otros civiles. Documentaron la humillación publica de los judíos, su deportación, su asesinato masivo, y su encarcelación en los campos de concentración. Estas fotos eran una evidencia visual muy potente de los crímenes de guerra nazi. Más documentación provino del cuerpo de señales del ejército de los Estados Unidos, que al fotografiar y filmar las operaciones americanas durante la guerra, también jugó un papel importante en documentar las atrocidades nazis y del Holocausto. Muchas de las fotos y filmaciones de los campos de concentración recién liberados fueron tomadas por fotógrafos del ejército como Arnold E. Samuelson y J Malan Heslop. Una cantidad de estas imágenes fueron luego transmitidas a agencias de noticias en los Estados Unidos y otros países, donde ayudaron a informar el mundo del los horrores del nazismo y la situación apremiante de los prisioneros de los campos de concentración. El TMI introdujo una película de una hora titulada "Los campos de concentración nazis", la cual impacto a los que estaban reunidos para verla. Además, en los juicios, los nazis que fueron acusados dieron testimonio al igual que las víctimas del holocausto. Tomados en su conjunto, los documentos, fotografías, películas, y el testimonio de perpetradores y sobrevivientes en los juicios de las posguerra proveyeron una documentación del Holocausto ineludible e innegable.