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TEMA 8.

ADMINISTRACIÓN DE MEDICACIÓN: TÉCNICAS DE PREPARACIÓN Y


ADMINISTRACIÓN DE MEDICAMENTOS POR VÍA ORAL, RECTAL Y TÓPICA.
CONDICIONES DE CONSERVACIÓN DE MEDICAMENTOS. CADUCIDADES.
INDICACIONES Y TÉCNICAS DE APLICACIÓN DE TERMOTERAPIA, CRIOTERAPIA
E HIDROTERAPIA.

1. ADMINISTRACIÓN DE MEDICACIÓN: TÉCNICAS DE PREPARACIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE


MEDICAMENTOS POR VÍA ORAL, RECTAL Y TÓPICA.

1.1. Introducción: conceptos generales de farmacología


Un fármaco es una sustancia química que actúa sobre determinados sistemas orgánicos del
organismo, modificando su comportamiento.
Si el efecto del fármaco es favorable para el organismo, la sustancia se denomina medicamento.
Si por el contrario el efecto es desfavorable, se le denomina tóxico.
Un fármaco puede tener tres nombres:
-Marca registrada: es el nombre comercial, el nombre con el que se vende (Aspirina®).
-Nombre químico: denominación química del nombre del fármaco (ácido acetil-salicílico).
-Nombre genérico: recoge la acción del producto químico en concreto (analgésico).
Además, los fármacos pueden ser de tres tipos:
-Semisólidos: pomadas y cremas.
-Sólidos: polvos, pastillas y cápsulas.
-Líquidos: jarabes, soluciones y aerosoles.

1.1.1. Aspectos legales en la administración de medicamentos


La administración de un fármaco es una función delegada de órdenes médicas.
Debe realizarse siempre previa orden médica escrita. Si la orden se ejecuta por
teléfono debe procurarse cuanto antes que quede constancia por escrito.
Es importante que el profesional de enfermería conozca:
Los colegios profesionales y el Ministerio de Sanidad firman un acuerdo que hoy se presenta
a las autonomías para que entre en vigor como un decreto en unos pocos meses en
aproximadamente cinco meses estará publicado en el BOE y en vigor.
Podrán hacerlo de manera "autónoma y libre atendiendo a criterios profesionales".
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También podrán tomar decisiones con respecto a medicamentos que no requieren un
diagnóstico previo por tratarse de actuaciones que les son propias a estos profesionales:
vacunas, insulinas, material de cura de heridas, oxitocina, calmantes, etc. En estos casos,
deben ajustarse a los protocolos que previamente se hayan establecido.
-Legislación vigente que define y delimita sus funciones (especialmente la Ley 29/2006, de 26 de
julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios).
-Los límites de su propio conocimiento y destreza ya que, si lo sobrepasan, pueden quedar
expuestos a demandas por negligencia.
-Bajo la Ley, el personal de enfermería es responsable de sus propias acciones, independientemente
de que haya una prescripción médica.
-El médico es quien determina las necesidades de medicación del paciente y lo refleja por escrito en
la orden de medicación. Para evitar errores, en ella deben figurar con claridad todos los datos
necesarios: nombre del paciente, edad, fecha, nombre y dosis del fármaco, frecuencia, vía de
administración, duración del tratamiento y firma.
-La receta médica, pública o privada, y la orden de dispensación hospitalaria son los documentos
que aseguran la instauración de un tratamiento con medicamentos por instrucción de un médico, un
odontólogo o un podólogo, en el ámbito de sus competencias respectivas, únicos profesionales con
facultad para recetar medicamentos sujetos a prescripción médica.
-Sin perjuicio de lo anterior, los enfermeros, de forma autónoma, podrán indicar, usar y autorizar la
dispensación de todos aquellos medicamentos no sujetos a prescripción médica y los productos
sanitarios, mediante la correspondiente orden de dispensación. Los fisioterapeutas también podrán
indicar, usar y autorizar, de forma autónoma la dispensación de medicamentos no sujetos a
prescripción médica y de productos sanitarios relacionados con el ejercicio de su profesión, mediante
orden de dispensación.
-El Gobierno regulará la indicación, uso y autorización de dispensación de determinados
medicamentos sujetos a prescripción médica por los enfermeros, en el marco de los principios de la
atención integral de salud y para la continuidad asistencial, mediante la aplicación de protocolos y
guías de práctica clínica y asistencial, de elaboración conjunta, acordados con las organizaciones
colegiales de médicos y enfermeros y validados por la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de
Salud.
-El encargado de administrar la medicación es el enfermero, que en algunos casos delega en un
Auxiliar de Enfermería (medicación rectal, tópica, oral, etc.).
-Después de cada administración se registran las incidencias en la hoja de tratamiento, libro de
medicación, historia de enfermería, o sistema empleado en cada centro sanitario.

1.1.2.Efectos de los medicamentos


-Efecto terapéutico: efecto primario pretendido, es decir, la razón por la cual se prescribe el fármaco.

-Efecto secundario o efecto colateral: aquel que no se pretende con el uso del fármaco. Es
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generalmente previsible. Algunos efectos secundarios son tolerados por los efectos terapéuticos del
fármaco y sólo los efectos dañinos justifican la interrupción de la medicación.
-Toxicidad: es el resultado de la sobredosificación, de la ingestión de un fármaco que estaba indicado
para uso externo, o en acumulación sanguínea a causa de una alteración en el mecanismo de
excreción (efecto acumulativo).
-Alergia: es una reacción inmunológica a un medicamento al cual la persona está sensibilizada.
Cuando el paciente se expone por primera vez a una sustancia extraña (antígeno), el organismo
reacciona produciendo anticuerpos. Es la llamada reacción inmunológica. Pueden ser leves o
graves, desde dos horas hasta dos semanas después de la administración del fármaco.
-Tolerancia: se da en pacientes con una actividad fisiológica muy baja en respuesta a dicho fármaco,
lo cual requiere incrementar la dosis para mantener el efecto terapéutico deseado.
-Efecto acumulativo: cuando una persona es incapaz de metabolizar una dosis de un fármaco antes
de recibir la siguiente.
-Efecto idiosincrásico: es inesperado e individual. Un fármaco puede producir un efecto totalmente
normal o causar síntomas impredecibles.
-Interacción entre fármacos: se produce cuando la administración altera el efecto de uno de ellos o
de los dos medicamentos.
-La enfermedad iatrogénica es la causada inintencionadamente por un tratamiento médico del griego
yatros = accidente.

1.1.3. Acción de los fármacos en el organismo


La acción de los fármacos en el organismo puede ser descrita en términos de vida media o tiempo
de eliminación.
a) Comienzo de la acción: tiempo que pasa desde que se administra la medicación hasta que el
organismo comienza su respuesta a la misma.

b) Pico del nivel de plasma: el nivel plasmático más alto logrado por una dosis única, cuando la
cantidad eliminada de medicación iguala a la cantidad absorbida.

c) Vida media de un medicamento o vida media de eliminación: el tiempo requerido por el proceso de
eliminación para reducir la concentración del medicamento a la mitad de lo que era cuando se
administró inicialmente.

d) Meseta: la concentración mantenida de un medicamento en el plasma durante una serie de dosis


programadas.

e) Valle: nivel de decrecimiento del medicamento en el organismo.


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1.1.4. Farmacocinética

La farmacocinética es el estudio de la absorción, distribución, transformación biológica y excreción


de los fármacos.
A) Absorción

Es el proceso por el cual el fármaco pasa al torrente sanguíneo y es la primera etapa del fármaco en
el torrente sanguíneo.
Varios factores afectan a la absorción del fármaco en el estómago:
— Comida: puede retrasar la absorción del medicamento, puede también combinarse con
moléculas de otros fármacos cambiando su estructura molecular, inhibiendo o evitando su absorción.
— Medio ácido del estómago: que varía según la hora del día, comida ingerida y la edad del
paciente. Algunos medicamentos al combinarse son incapaces (o su capacidad está muy
limitada) de disolverse en los líquidos gastrointestinales.
— Forma de administración: algunos fármacos son absorbidos antes de llegar al estómago.
Ejemplo: nitroglicerina, se administra de forma sublingual donde es absorbida por los vasos
sanguíneos que la llevan directamente al corazón. Si se traga, se absorberá al torrente
circulatorio y llegará al hígado, donde se destruirá.
— Vía de administración: un fármaco inyectado en los tejidos subcutáneo o muscular es
absorbido al torrente circulatorio. Es la vía de elección cuando se quiera conseguir un efecto
rápido.
— Preparación: algunos fármacos pensados para ser absorbidos de forma lenta se preparan en
un medio de baja solubilidad como el aceite, para ser absorbidos lentamente en un largo
espacio de tiempo.
— Vía de absorción: la absorción de un fármaco desde el recto hasta el torrente circulatorio
puede ser impredecible. Por tanto, esta vía se usa cuando no disponemos de otra vía o
cuando el fármaco debe estar en el recto o en el colon sigmoideo.
B) Distribución

Etapa durante la cual el fármaco es transportado desde su zona de absorción hasta su zona de
acción.
Cuando un fármaco entra en la corriente sanguínea llega más rápidamente a los órganos más
vascularizados (hígado, riñón,...). Las zonas del organismo con menor aporte sanguíneo (piel y
mucosas) reciben el fármaco más tarde.
C) Biotransformación biológica

También llamada detoxicación, es el proceso por el cual el fármaco se convierte en una forma
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menos activa.
La mayoría de las transformaciones biológicas ocurren en el hígado. Hay muchas enzimas
metabolizadoras de fármacos en las células hepáticas que detoxican los fármacos. Los productos
resultantes se llaman metabolitos, que pueden ser activos o inactivos.
D) Eliminación

Es el proceso por el cual los metabolitos y los fármacos son excretados del organismo. La mayor
parte de los metabolitos son eliminados por el riñón en la orina, algunos son excretados en las
heces, respiración, sudor y saliva y en la leche materna.
Algunos fármacos como los anestésicos generales se excretan por vía respiratoria, además de los
metabolitos. El alcohol es eliminado por los pulmones.

1.1.5. Variables que influyen en la acción de los medicamentos

— Edad. Es un factor a tener en cuenta, ya que la gente muy joven y la gente mayor son
altamente sensibles a los medicamentos y, por tanto, necesitan menos dosis. El peso corporal
también afecta directamente a la acción de los medicamentos: a mayor peso corporal mayor
es la dosis requerida.

— Sexo. Las diferencias ligadas al sexo son debidas a dos factores:


• Diferencias de la distribución de la grasa y agua.
• Diferencias hormonales.
Las mujeres pesan menos que los hombres y, a igual dosis de medicación, ésta afecta más
a las mujeres que a los hombres.
Las mujeres tienen más tejido graso que los hombres y los hombres más líquido corporal que las
mujeres por lo que los hombres absorben más rápidamente que las mujeres y viceversa, en
función de si la droga es más soluble en grasa o en agua.
Hay que tener en cuenta las situaciones especiales en grupos de alto riesgo, como las
mujeres embarazadas, ya que no pueden tomar cualquier tipo de medicamento.
— Factores genéticos. Un paciente puede ser anormalmente sensible a un medicamento o
puede metabolizarlo de diferente manera que la mayoría de la gente debido a variables
genéticas.
— Factores psicológicos. Influyen en cómo se siente un paciente ante un medicamento, por
ejemplo, los placebos.
— Dolencia o enfermedad. La acción de los medicamentos está alterada en pacientes con
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disfunciones circulatorias, hepáticas o renales. Los diabéticos necesitan mayores dosis de
insulina en caso de fiebre.
— Hora de administración. Por ejemplo, la medicación oral se absorbe más rápidamente con
el estómago vacío. El ritmo de sueño de un paciente puede afectar la respuesta ante un
medicamento.
— El entorno. Sobre todo, en aquellos medicamentos utilizados para alterar la conducta y el
estado anímico. Si la temperatura ambiental es elevada, los vasos sanguíneos periféricos se
dilatan, por lo que se intensifica la acción de los vasodilatadores. En un ambiente frío, la
consiguiente vasoconstricción inhibe la acción de los vasodilatadores.

1.2. Vías de administración de los medicamentos

Son los diferentes caminos por los que podemos hacer llegar el principio activo de un fármaco a la/s
zona/s a tratar.
— Vía oral: administración de fármacos líquidos o sólidos para absorción por vía
gastrointestinal.
— Vía rectal: administración de fármacos para absorción por vía intestinal, con fines
exploratorios o de eliminación de residuos.
— Vía inhalatoria: administración de fármacos gaseosos que se absorben en vías
respiratorias.
— Vía tópica: administración de cremas o lociones que se absorben por la piel.
— Vía parenteral: administración de suspensiones por inyección que puede ser intradérmica,
subcutánea, intramuscular, intravenosa, intratecal o intraósea.
— Vía sublingual: administración de fármacos a través de la mucosa sublingual.

1.2.1. Precauciones previas a la administración de un fármaco

A) Administrar el fármaco correcto

Parece bastante sencillo, pero cuando se están realizando varias tareas a la vez, aumenta el riesgo
de confundir un medicamento con otro. Además, muchos fármacos tienen nombres similares.
Para evitar errores, hay que tomarse el tiempo necesario para comprobar el nombre de cada fármaco
que se va a administrar con los registros de administración de medicamentos.

B) Administrar el fármaco al paciente correcto


Compruebe siempre la identificación del paciente.
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No pregunte “¿Es usted el señor García?”, es posible que conteste que sí sin haberle entendido o
incluso que haya dos señores García.
Recuerde que preguntar a un niño pequeño su nombre no siempre es la forma más correcta de
verificar su identidad.

C) Administrar la dosis correcta


Son varios los factores que influyen en la cantidad necesaria para alcanzar una dosis terapéutica,
entre ellos la edad, el sexo, el peso corporal, etc.

Debe comprobar dos veces la dosis farmacológica prescrita con la dosis que está a punto de
administrar.

D) Administrar el fármaco por la vía correcta


Algunos pacientes cometen el error de partir o masticar tabletas con protección entér ica.

De igual modo aplastar una tableta o cápsula de acción retardada permite que se absorba
rápidamente una elevada cantidad de fármaco.
La vía parenteral exige prestar una mayor vigilancia. Los medicamentos parenterales actúan tan
rápido que un error puede resultar muy nocivo, incluso letal.

E) Administrar el fármaco a la hora correcta


Las concentraciones terapéuticas en sangre de muchos medicamentos dependen de la constancia y
regularidad de los tiempos de administración.

Una forma de evitar errores asociados con las horas de administración es consultar el manual de
protocolos farmacológicos del hospital.

F) Otras precauciones
Además también debemos:

1. Educar al paciente sobre el fármaco que se le va a administrar


Aproveche cada oportunidad que tenga para educar al paciente y a su familia sobre la
medicación prescrita.
2. Obtener una historia farmacológica completa del paciente
Conocer todos los fármacos que está tomando su paciente puede ayudarle a garantizar la
seguridad.
3. Averiguar si el paciente tiene alguna alergia medicamentosa
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Debe distinguir también entre reacciones adversas y alérgicas.
— Una reacción adversa es un efecto farmacológico no deseado. El efecto puede ser
incontrolable, problemático o peligroso.
— Una reacción alérgica es una respuesta física desfavorable ante un efecto químico, no
farmacológico.
4. Anotar cada medicamento que se administra
5. Lavarse las manos antes y después de cada contacto con los pacientes

1.2.2. Clasificación general de los fármacos


En general, los fármacos se clasifican según el efecto que producen y el aparato o sistema sobre
el que actúan.
— Fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central.
— Fármacos que actúan sobre el sistema nervioso periférico.
— Relajantes musculares: bloquean la actividad motriz y producen relajación muscular
completa, por lo que se necesitará tratamiento respiratorio. Se utilizan para facilitar la
intubación endotraqueal.
— Fármacos que actúan sobre el sistema cardiovascular.
— Fármacos del sistema endocrino y metabolismo.
— Fármacos del aparato respiratorio.
— Fármacos del aparato digestivo.
— Farmacología de la sangre.
— Quimioterapia antiinfecciosa.

1.2.3. Procedimientos de administración de los medicamentos


A) Vía oral
Permite el acceso del fármaco de forma fácil. Su absorción se realiza a nivel del estómago o
intestino.
Estos fármacos se administran en forma de pastillas o tabletas, cápsulas, jarabes y
suspensiones.

• Material
Hoja de medicación, guantes, carro o batea con los vasos unidosis y me di camento, etiquetas y
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bolígrafo.

• Protocolo de actuación

— Lavarse las manos, ponerse los guantes y comprobar la medicación.

— Identificar al paciente y explicarle la importancia de su colaboración.

— Asegurarse de que toma la medicación, ofreciéndole algún tipo de líquido para facilitar su
ingestión (agua, leche, zumo, etc.).

— Recoger todo el material y dejar al paciente cómodamente instalado.

— Lavarse las manos, registrar los datos de interés en la hoja de medicación y firmar la
administración.
B) Vía sublingual
El fármaco se administra colocándolo debajo de la lengua del paciente hasta su disolución. Se
absorbe rápidamente debido a la rica vascularización de la zona. No debe confundirse esta
vía de administración con la vía oral.
C) Vía rectal
Se utiliza para tratamientos locales o sistémicos en pacientes que no toleran el medicamento por
vía oral o que están inconscientes.

Estos fármacos se administran en forma de: supositorios, pomadas y enemas.

• Material

Hoja de medicación, guantes, carro o batea con los supositorios o pomadas, lubricante, gasas y
aplicador.

• Protocolo de actuación

— Lavarse las manos, ponerse los guantes y comprobar la medicación.

— Explicar al paciente lo que se le va a hacer, tomando las precauciones necesarias para preservar
su intimidad.

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— Colocarle en decúbito lateral izquierdo o posición de Sims, dejando expuesta la zona glútea y el
ano. También se puede utilizar la posición genupectoral o mahometana.

— Extraer el supositorio de su envase.

— Separar las nalgas del paciente con una mano, pedirle que se relaje y respire profundamente.
Con la otra mano introducir el supositorio por su base plana.

— Apretar las nalgas hasta que desaparezca la sensación o deseo de defecar.

— Limpiar con una gasa el exceso de lubricante.

— Para administrar pomada, se introduce el aplicador en el recto y se aprieta el tubo. Después se


retira y se coloca una gasa doblada entre los glúteos, para eliminar el exceso de pomada.

— Recoger todo el material y dejar al paciente cómodamente instalado.

Los supositorios deben conservarse en lugar fresco y seco, no en la nevera, si se deformase por
el calor ambiental, introducirlo en agua fría durante cinco minutos, nunca en el congelador.

— Lavarse las manos, anotar las incidencias en la hoja de medicación y firmar la administración.
D) Vía respiratoria (inhalatoria)
La vía inhalatoria se utiliza para administrar dos tipos de medicación:
— Inhaladores presurizados.
— Aerosoles.

Definimos como aerosol “un agente líquido o una solución dispersada en el aire en forma de
partículas finas y utilizado con fines terapéuticos.”
Esta vía se utiliza básicamente porque el efecto del principio activo es inmediato, ya que actúa
localmente. Además se utilizan dosis más bajas que cuando el medicamento se administra por otras
vías, por lo que los efectos secundarios son mínimos.

Sistemas de administración:
1. Inhalador en Cartucho Presurizado de dosis controlada (ICP): el fármaco micronizado
está acompañado de propelentes que, mezclados al agitar, forman una suspensión uniforme
que se administra al activar la válvula de salida, debiendo colocar el envase boca abajo.

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— Material
Hoja de medicación, guantes, inhalador (está provisto de un recipiente que contiene la medicación y una
boquilla protegida por un cabezal), gasas y batea.
— Protocolo de actuación
• Lavarse las manos, ponerse los guantes y comprobar la medicación.
• Explicar el procedimiento al paciente, pidiéndole su colaboración.
• Quitar el cabezal del sistema y ajustar la boquilla.
• Retirar la tapadera y agitar el contenido 5 veces antes de su uso.
• Indicar al paciente que espire profundamente y cierre los labios alrededor de la boquilla
del inhalador.
• Al comenzar la inspiración, que debe ser lenta y profunda, presionar el inhalador y
continuar inspirando.
• Contener la respiración durante, al menos, 5 segundos y espirar lentamente con los
labios fruncidos.
• Esperar 30 segundos a realizar la siguiente inhalación.
• En la administración de corticoides por esta vía es necesario que el paciente se
enjuague la boca con agua después de la inhalación para evitar la aparición de
candidiasis oral.
• Limpiar al paciente y la boquilla, anotar las incidencias en las hojas de tratamiento y
firmar la administración.
2. Inhalador en cartucho presurizado con cámara de inhalación: son dispositivos
diseñados para favorecer la administración. Con un volumen de 750 cc y una
longitud de 20 cm, se interponen entre el inhalador y la boca del paciente, que ya no
tiene que hacer movimientos respiratorios sincronizados.
3. Inhaladores de polvo seco: evitan los problemas de coordinación de los cartuchos
y los efectos que éstos tienen sobre la capa de ozono. Se activan con la inspiración.
Hay varias presentaciones:
— Turbuhaler: se dispone la dosis con un simple giro preparatorio.
— Inhalator: se inhala el contenido de una cápsula que se perfora de forma sencilla.
— Accuhaler: sistema multidosis que la dispensa con un solo ejercicio preparatorio
fácil.
4. Sistemas de nebulización tipo jet: son impulsados por aire comprimido u oxígeno a alta
presión.

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— Material
• Hoja de medicación, guantes y batea.
• Toma de oxígeno. En domicilios se utilizan compresores pequeños.
• Equipo nebulizador.
• Medicación a administrar y suero fisiológico.
— Protocolo de actuación:
• Informar al paciente del procedimiento.
• Explicarle que debe hacer una respiración profunda, pausada y tranquila para que la
medicación penetre a los bronquios finos.
• Lavarse las manos y ponerse guantes.
• Sacar el frasco nebulizador del antiséptico, si procede, lavarlo y secarlo.
• Coger la medicación prescrita y completarla con suero fisiológico según prescripción
facultativa y por el tiempo estimado de nebulización.
• Limpiar y secar la mascarilla del nebulizador y acoplarla al frasco.
• Conectar a la toma de oxígeno y abrir la válvula del flujo hasta que nebulice (5 litros
aproximadamente).
• Poner la mascarilla al paciente, comprobar que respire de la forma indicada
previamente, mantenerla hasta que la medicación se acabe y retirar inmediatamente
para que el paciente no inhale oxígeno puro, sin humidificar y a alta presión.
• Retirar el nebulizador, desmontarlo, lavarlo junto con la mascarilla y dejar ambos en
solución antiséptica.
E) Vía tópica
El medicamento se aplica directamente sobre la piel y/o mucosas. Produce efectos
locales. Se administra en forma de polvo, pomada, pasta, loción, crema, espuma,
gel y líquidos (gotas óticas, oftalmológicas y nasales). Dentro de esta vía se incluyen
la cutánea, oftálmica o conjuntival, ótico, nasal, genitourinaria, bucofaríngea, etc.
• Fármacos tópicos cutáneos
— Material

Hoja de medicación, guantes, gasas, aplicador, carro o batea, apósitos, esparadrapo, equipo de
limpieza y el medicamento.
— Protocolo de actuación

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• Lavarse las manos, ponerse los guantes y comprobar la medicación.
• Explicar al paciente lo que se le va a hacer.
• Colocarle en una posición cómoda y limpiar la piel (si procede) observando sus
características.
• Aplicar el medicamento extendiéndolo con suavidad, cubriendo la zona posteriormente con un
apósito, cuando sea necesario.
• Recoger todo el equipo y dejar al paciente cómodamente instalado.
• Lavarse las manos, anotar las incidencias en la hoja de tratamiento y firmar la
administración.
• Fármacos tópicos oftálmicos
— Material
Hoja de medicación, guantes, gasas estériles, toalla, suero fisiológico, jeringa grande,
batea y el medicamento (colirio, pomada o solución de lavado).
— Protocolo de actuación
• Lavarse las manos, ponerse los guantes y comprobar la medicación.
• Explicar al paciente lo que se le va a hacer, pidiendo su colaboración.
• Colocar al paciente con la cabeza echada hacia atrás y los ojos mirando hacia arriba,
(administración de colirios o pomadas) y con la cabeza ladeada (para irrigaciones). En este
caso se coloca la batea para recoger el líquido.
• Limpiar los párpados y las pestañas con gasas humedecidas en suero fisiológico, desde la
parte interna del ojo hacia la parte externa.
• Calentar la medicación moviendo ligeramente entre las manos.
• Tirar ligeramente de la piel hacia abajo con el dedo índice colocado sobre el pómulo y con la
otra mano administrar el medicamento: en el ángulo interno del saco conjuntival, si se trata
de colirios y a lo largo del saco conjuntival, si son pomadas, evitando tocar la córnea.
• Pedir al paciente que mantenga los ojos cerrados y retirar el exceso de medicamento con
una gasa estéril para cada ojo.
• Para las irrigaciones: mantener el ojo abierto con los dedos pulgar e índice, echando el
líquido sobre el ojo, desde el ángulo interno al externo.
• Secar los párpados y la cara y retirar todo el equipo, dejando al paciente cómodamente
instalado.
• Lavarse las manos, registrar las incidencias en la hoja de tratamiento y firmar.
• Fármacos tópicos óticos.

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— Material
Hoja de medicación, guantes, batea, algodón o gasa y medicamento.
— Protocolo de actuación

• Lavarse las manos, ponerse los guantes y comprobar la medicación.


• Explicar al paciente lo que se le va a hacer.
• Colocar al paciente sentado en decúbito lateral, con el oído que se va a instilar hacia arriba.
• Calentar el recipiente de la medicación entre las manos.
• Tirar suavemente del pabellón auricular hacia arriba y hacia atrás, para alinear el canal
auditivo. Si el paciente es un niño de hasta 3 años, tirar hacia abajo y hacia atrás.
• Depositar las gotas sobre el canal ótico, procurando no tocar nada con el recipiente.
• Dejar al paciente recostado 5-10 minutos, para mantener la medicación en el canal y tapar
con una gasa o algodón.
• Retirar el equipo y dejar al paciente cómodamente instalado.
• Lavarse las manos, anotar las incidencias en la hoja de tratamiento y firmar la
administración.
• Fármacos tópicos nasales
Pueden aplicarse mediante instalación de gotas y pulverización.
— Material
Hoja de medicación, guantes, gasas y pañuelos desechables, batea y medicamento.

— Protocolo de actuación
• Lavarse las manos, ponerse los guantes y comprobar la medicación.
• Explicar al paciente lo que se le va a hacer, pidiéndole que se limpie la nariz.
• Colocarle con la cabeza hacia atrás para descongestión nasal; en posición de Proetz (con el
cuello hiperextendido) en procesos sinusales; en posición de Parkinson (cabeza ladeada, en
decúbito supino) para los senos maxilar y frontal.
• Pedir al paciente que respire por la boca mientras se introduce el cuentagotas o el
pulverizador en la nariz para administrar el medicamento.
• Deberá mantener la posición unos minutos después de la aplicación, para permitir que el
medicamento se extienda por todas las cavidades.
• Limpiar la nariz, recoger todo el equipo y reinstalar al paciente.

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• Lavarse las manos, anotar las incidencias en la hoja de tratamiento y firmar la
administración.
• Vía parenteral
Consiste en la administración de fármacos mediante inyección, utilizando jeringas y agujas,
palomillas o catéteres. De esta forma, el medicamento se pone en contacto directo con
el medio interno. Es una vía de absorción rápida.
Incluye otras vías, como: intradérmica, subcutánea, intramuscular, intravenosa, intraarterial,
intraperitoneal, etc.
• Terapia intravenosa mediante perfusión
Consiste en administrar mediante punción endovenosa una solución líquida con fines
terapéuticos. El objetivo es asegurar el flujo del medicamento o del líquido intravenoso a perfundir.
La perfusión endovenosa se utiliza para:
— Restaurar en el organismo las pérdidas de líquidos y electrólitos.

— Aportar los nutrientes necesarios y mantener los niveles y necesidades energéticas.


— Administrar medicamentos.
— Controlar los niveles hemodinámicos del paciente.
— Soluciones para perfusión
• Soluciones electrolíticas, que aportan agua y electrólitos: como los sueros fisiológicos,
salinos, bicarbonatados, glucosados, etc.
• Soluciones nutritivas y energéticas, que aportan glúcidos, lípidos y aminoácidos.
• Soluciones de carácter mixto (electrolíticas y energéticas).

• Soluciones medicamentosas, que suelen administrarse junto con sueros.


• Soluciones o líquidos de sustitución: plasma, sangre completa, etc.
— Zonas de punción venosa
Dependen de las características fisiopatológicas del paciente y de la solución a perfundir. Las zonas de
punción más utilizadas son:
• La flexura del codo: vena basílica y cubital.
• Antebrazo y dorso de la mano: vena cefálica, basílica y metacarpiana.

• Para tratamientos de larga duración: vena yugular y subclavia.


— Control de la velocidad de perfusión
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El ritmo de flujo se expresa en número de gotas por minuto y se determina teniendo en cuenta:
• El volumen total de solución a perfundir (en mililitros).
• La duración del tratamiento de la perfusión (en minutos).

• 1 mililitro equivale aproximadamente a 20 gotas del sistema de macrogoteo y 60 del de


microgoteo.
De donde se deduce la siguiente fórmula:

Volumen a perfundir en ml x 20 gotas/ml

Número de gotas/minuto = Tiempo total en minutos.


— Cuidados de un paciente con sistema de perfusión
Es fundamental que el equipo de enfermería vigile todos y cada uno de los aspectos relacionados
con el sistema de perfusión, así como las posibles reacciones del paciente, como flebitis,
extravasación, obstrucción del sistema, etc.
Habrá que controlar, por tanto:
• El nivel de solución del interior del frasco o bolsa, para evitar que el aire entre en el sistema de
perfusión.

• Que el cuentagotas esté lleno aproximadamente hasta las tres cuartas partes, para evitar que se
formen burbujas.

• El ritmo del flujo, equipo y sistema de perfusión.

• La fijación de la aguja y su conexión con el sistema de perfusión.

• Colocación y aspecto del brazo del paciente.

• La aparición de síntomas locales: dolor, inflamación, edema, etc.

• La aparición de síntomas generales: escalofríos, disnea, vómitos, cianosis, fiebre, reacciones


alérgicas, alteraciones de la tensión, etc.
Todos estos casos deben comunicarse al equipo de enfermería para retirar la perfusión o realizar
la intervención adecuada.

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2. CONDICIONES DE CONSERVACIÓN DE MEDICAMENTOS
Las áreas existentes en el Servicio de Farmacia son:
— Área de almacenamiento y conservación de medicamentos.
— Área de dispensación farmacológica.
— Área de farmacotecnia.
— Área de nutrición artificial.
— Área de citostáticos.
2.1. Área de almacenamiento y conservación
En ella se almacenan y conservan los medicamentos, cubriendo las demandas del hospital.
Para su almacenamiento existen zonas con grandes estanterías donde los medicamentos están
colocados por orden alfabético o por grupos terapéuticos.
Hay medicamentos que, por sus características especiales, deben guardarse en lugares
específicos, como la fluidoterapia, que dado a su gran volumen de almacenaje, se guarda en
almacenes exclusivos para este fin.

Para los medicamentos termolábiles se dispone de cámaras frigoríficas y congeladores que


garantizan la cadena del frío.
Los medicamentos potencialmente peligrosos, como los estupefacientes y psicotrópicos, se
guardan en armarios de seguridad a los que sólo los farmacéuticos tienen acceso.
Los fármacos fotosensibles se conservan en envases de cristal de topacio o en papel de aluminio
y se dispone de estanterías exclusivamente para ellos.
Los fármacos que se almacenan en el servicio de farmacia se pueden agrupar en:
— Medicamentos registrados en España. Pueden presentarse en envases normales o envases
clínicos de uso hospitalario.
— Medicamentos no registrados en nuestro país. Se adquieren a través del Ministerio de
Sanidad y Política Social.
— Preparados de dietética. Su adquisición se hace siguiendo las pautas de los medicamentos.
— Productos químicos. Se utilizan para los preparados de fórmulas magistrales.
— Medicamentos de uso excepcional. Requieren un impreso especial para su petición.
• Funciones del Auxiliar de Enfermería en el área de almacenamiento y conservación
— Verificar la identidad del laboratorio.

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— Comprobar la concordancia de los medicamentos pedidos y sus cantidades con los recibidos
según los albaranes.
— Controlar el lote y la fecha de caducidad, tanto de los medicamentos servidos como de los
ya almacenados.
— Comprobar el estado de los medicamentos termolábiles, garantizando su conservación sin
romper la cadena del frío.
— Firmar la hoja de albarán.
— Colocar el pedido en el lugar adecuado.
— Ordenar los medicamentos respetando los lugares y las normas establecidas. Hay que tener
la precaución de colocar los medicamentos nuevos detrás de los ya existentes para
consumir los más antiguos.
2.2. Condiciones de conservación de medicamentos
En los botiquines de las unidades de hospitalización, consultas, quirófanos, etc., los
medicamentos deben conservarse en sitios frescos y secos y protegidos de la luz.
La conservación a bajas temperaturas está indicada en los siguientes casos:
— Cuando la forma de presentación se puede ver alterada por el efecto de altas temperaturas
(por ejemplo, los supositorios).
— Cuando se pueden alterar las propiedades farmacocinéticas del compuesto.
— En las vacunas, ya que si no pueden morir los gérmenes vivos que contienen.
— Todos los medicamentos incluyen una fecha de caducidad, fuera de la cual no deben ser
consumidos.
3. CADUCIDADES
Siguiendo las recomendaciones de la OMS, se ha establecido en España un plazo máximo de
validez para las especialidades de 5 años.
Las denominaciones del lote correspondiente al año de fabricación van reseñadas en el ángulo
superior derecho del envase, y se realizan mediante letras que indican el mismo.
Todas las especialidades cuya fecha de caducidad sea inferior a 5 años deben llevar además el
signo de caducidad, el mes y el año en que caduca dicha especialidad cuando la caducidad
está referida al último día del mes reseñado.
4. INDICACIOES Y TÉCNICAS Y TÉCNICAS DE APLICACIÓN DE TERMOTERAPIA,
CRIOTERAPIA E HIDROTERAPIA.
4.1. Termoterapia
La termoterapia consiste en la aplicación de calor con finalidad terapéutica. El calor constituye un
agente terapéutico natural, cuya utilización se remonta a los tiempos más primitivos. Griegos,
romanos, egipcios y otros pueblos de la antigüedad lo utilizaban con eficacia en el tratamiento de
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múltiples afecciones. Precisamente por su eficacia, la termoterapia ha seguido empleándose hasta
nuestros días, si bien se han modificado y perfeccionado las formas de aplicación de calor.
4.1.1. Efectos fisiológicos de la termoterapia

El ser humano, para su normal desarrollo, debe mantener constante la temperatura dentro de unos
estrechos márgenes (35-36° C). Para ello dispone de unos mecanismos de termorregulación
encargados de disipar calor cuando se producen aumentos de temperatura o de generar calor
cuando la temperatura corporal desciende por debajo de los márgenes establecidos.

Ante un aumento de temperatura en el organismo se ponen en marcha los mecanismos de


termorregulación encargados de “perder calor”: se produce una vasodilatación periférica para
aumentar la pérdida de calor por radiación, un aumento de sudoración que comporta una
pérdida calórica por evaporación de agua superficial y una hiperventilación pulmonar con
eliminación de vapor de agua.
Además, cuando la aplicación de calor se realiza de forma localizada sobre una zona o región
anatómica se producen una serie de efectos locales de interés terapéutico.
— A nivel celular se produce un estímulo del metabolismo con el consiguiente incremento de
todas las funciones celulares.
— A nivel circulatorio se produce una vasodilatación. La hiperemia que se origina contribuye al
estímulo metabólico celular, pero además es la responsable del efecto antiinflamatorio que produce
el calor al aumentar el aporte de elementos de defensa en la zona.
— A nivel tisular, como consecuencia del estímulo metabólico y circulatorio se produce un efecto
trófico.
— Sobre el sistema nervioso el calor actúa sobre las terminaciones nerviosas produciendo un
efecto antiálgico (calma el dolor).
— A nivel cutáneo se produce eritema y sudación.
— Sobre el músculo, la elevación de temperatura produce una relajación de las fibras con el
consiguiente efecto antiespasmódico y descontracturante.
— Sobre el tejido adiposo se produce una estimulación del catabolismo de la grasa.
Cuando la aplicación de calor se realiza sobre un área extensa del organismo o son aplicaciones
de larga duración en el tiempo, además de los efectos locales mencionados, se producen
unos efectos generales, también con aplicaciones terapéuticas:
— Aumento de la temperatura corporal.
— Vasodilatación generalizada.
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— Aumento generalizado de sudación y de diuresis.
— Relajación muscular generalizada.
— Efecto de sedación sobre el sistema nervioso.
4.1.2. Indicaciones de la termoterapia
Como se ha visto, los efectos locales y generales que produce el incremento de temperatura son
múltiples y a diferentes niveles. De ahí que las indicaciones generales de la termoterapia
sean tan variadas:
Por el estímulo circulatorio:
— Favorece la absorción transcutánea de productos tópicos.
— Trastornos circulatorios sin base orgánica.
— Celulitis.
Por el efecto antiinflamatorio:
— Inflamaciones subagudas y crónicas.
— Proceso artrósico, periartritis, esguinces.
Por efecto analgésico:
— Procesos dolorosos orteoarticulares, neuralgias, mialgias, etc.
Por efecto de relajación muscular:
— Contracturas y espasmos musculares.
Por efecto diurético y de sudación:
— Tratamientos de desintoxicación general.
Por el efecto sedante:
— Tratamientos antiestrés y de relajación.
Por el estímulo del catabolismo de las grasas:
— Adiposidad localizada.
— Celulitis.
— Obesidad generalizada.
4.1.3. Clasificación de las técnicas de termoterapia
— Técnicas basadas en la aplicación de cuerpos sólidos calientes, que en contacto directo con la
20
piel propagan el calor por conducción. Se incluye en este grupo la aplicación de esterillas, mantas
eléctricas, termóforos, hotpacks, etc.
Pueden aplicarse de forma localizada o generalizada, pero en todos los casos producen
fundamentalmente calor superficial, por lo que se emplean básicamente para potenciar la
acción del calor a nivel cutáneo (vasodilatación superficial, su dación, penetración
transcutánea de productos tópicos, etc.).
— Técnicas basadas en la aplicación de cuerpos semisólidos calientes: barros y arcillas,
parafinas y parafangos, máscaras termoactivas de algas, etc.
Producen también un calor superficial por lo que, al igual que con la aplicación de sólidos
calientes, se potencian los efectos del calor a nivel cutáneo. Pero además, a estos efectos
propios del calor se le suman otras propiedades específicas del método empleado: aporte de
minerales (ciertos barros), aporte de sustancias orgánicas y de yodo (algas), efecto
desintoxicante (arcilla), lubricación (parafina). Ello hace que todas estas técnicas de
termoterapia estén indicadas básicamente en el cuidado de la piel.

— Técnicas basadas en la aplicación de líquidos y gases calientes: hi dro terapia, sauna, baños
de vapor, etc.
Son técnicas que normalmente se aplican de forma generalizada a todo el organismo.
Producen un calor superficial pero potenciando los efectos generales de la termoterapia por
lo que se emplean básicamente en tratamientos orgánicos generales de desintoxicación,
relajación, antiestrés, etc.
— Técnicas basadas en la aplicación de radiaciones: infrarrojo.
La radiación infrarroja es un tipo de radiación electromagnética.
Las radiaciones electromagnéticas constituyen una forma de transmisión de energía a través
del espacio. El foco emisor puede situarse a distancia de la zona receptora. Las radiaciones
se propagan, en forma de ondas, por el espacio y cuando son absorbidas por los tejidos del
organismo, producen sus efectos característicos.
En general, y desde el punto de vista de interés terapéutico se pueden hacer algunas
consideraciones:
• Las radiaciones de menor longitud de onda son las de mayor poder energético y por tanto
son capaces de producir ionizaciones de los átomos (rayos X, gamma...) o de inducir
reacciones químicas en la célula (ultravioleta: síntesis de Vitamina D, bronceado, eritema
retardado...).
• Las radiaciones de mayor longitud de onda (infrarrojas) son las de mayor poder térmico, por
lo que se emplean en tratamientos de termoterapia.
• La radiación infrarroja producida de forma natural proviene del sol y a ella se debe el poder
calorífico de la radiación solar. Además cualquier cuerpo cuya temperatura sea superior al
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cero absoluto emite radiación infrarroja de una determinada longitud de onda, (el cuerpo
humano, un radiador de calefacción, la plancha de la ropa...).
En este apartado se incluyen las técnicas de termolipolisis, que como su nombre indica
tienen como finalidad conseguir la destrucción (lisis) de la grasa (lipo) mediante la aplicación
de calor (termo). El tratamiento se realiza mediante la aplicación de unas bandas
constituidas por un material especial capaz de generar una radiación infrarroja de longitud de
onda corta y por tanto con gran capacidad de penetración. Con estas bandas se envuelve la
zona o zonas del cuerpo donde se desea obtener el efecto lipolítico. La principal ventaja de
este método es que permite alcanzar una termoterapia profunda en zonas extensas del
organismo.
— Técnicas basadas en la aplicación de una energía mecánica (vibración) que en el organismo
se transforman en calor: ultrasonidos.
El sonido se produce por vibraciones mecánicas de un medio elástico (compresiones y
descompresiones periódicas), a través del cual se propagan con un movimiento
ondulatorio. Esta ultravibración mecánica propagada a los tejidos del organismo produce
en ellos efectos térmicos (de calentamiento), pero además produce interesantes efectos
mecánicos (micromasaje y rotura de fibrosis), y efectos químicos (reacciones
colidoquímicas) de gran interés terapéutico.
Los US se aplican por medio de un pequeño cabezal (que genera y transmite la
vibración) y es condición indispensable que se mantenga en continuo movimiento sobre
la zona a tratar interponiendo entre ambos un gel que actúa como sustancia de
acoplamiento. Esta forma de aplicación limita sus indicaciones a zonas localizadas del
organismo.
— Técnicas basadas en la aplicación de una energía eléctrica que en el organismo se
transforman en calor: diatermia, onda corta y diatermia capacitativa.
La utilización en electroterapia de determinadas corrientes eléctricas con finalidad de
termoterapia se remonta a principios del siglo XX, a partir de observaciones que
demostraban que el principal efecto de las corrientes alternas de alta frecuencia
(diatermia y onda corta) era la de calor.
Las corrientes de diatermia son aquellas corrientes alternas cuya frecuencia es superior a 1
Mhz., es decir, cambian de polaridad y sentido más de 1 millón de veces por segundo.
De ahí se deduce que a igual intensidad y tiempo de aplicación, el calor generado
dependerá directamente de la resistencia eléctrica de la zona, de modo que cuanta mayor
sea la resistencia eléctrica, más calor se generará en la zona.
Las corrientes de onda corta se introducen en la terapia médica alrededor de los años 20 de
nuestro siglo. Son corrientes con una frecuencia comprendida entre 10 y 300 Mhz.
La técnica de aplicación clásica de este tipo de corrientes se basa en el el campo del
condensador: el objeto de tratamiento se encuentra colocada entre dos electrodos, pero sin
contactar con ellos, de tal forma que entre el electrodo de aplicación y la zona de tratamiento
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se interpone una capa da aire (aislante). Como conclusión, con la aplicación clásica de las
corrientes de onda corta, el incremento de temperatura será mayor en aquellos tejidos con
mayor contenido al de moléculas bipolares (agua) como son los músculos y las vísceras,
mientras que por el contrario, la grasa (con escaso contenido en agua) se calentará menos.
En los últimos años se ha introducido en estética una nueva técnica de termoterapia: la diatermia
capacitativa. Se trata de una corriente de diatermia, pero que se aplica a la zona a tratar de forma
capacitativa, como se hace con la onda corta: la corriente procedente del aparato Ilega al
electrodo de aplicación constituido por un electrodo metálico envuelto en un elemento aislante
(cristal, cerámica...) y se trasmite al organismo de forma capacitativa, ya que el aislante que se
interpone actúa como dieléctrico. La otra lámina de este condensador es el organismo.
El electrodo indiferente, es un electrodo metálico que se pone en contacto directo con la piel
en una zona cercana a la tratada, por lo que a este nivel, la corriente circula por conducción.
Con esta particular combinación, la diatermia capacitativa consigue generar calor en planos
profundos del organismo (panículo adiposo y masa muscular), si bien dada su forma de
aplicación, mediante un pequeño electrodo móvil, se limita su uso a aplicaciones localizadas.
4.2. Crioterapia
Es la aplicación de frío sobre la piel, lo que produce una destrucción local de tejido de forma
eficaz y controlada.
A nivel celular provoca ruptura de la membrana celular, desnaturalización de las lipoproteínas y
alteraciones metabólicas. A nivel vascular produce vasoconstricción seguida de
vasodilatación, alteraciones endoteliales, aumento de la permeabilidad capilar y formación
de trombos, isquemia y necrosis tisular.
Clínicamente se provocan de un modo sucesivo:
a) Urticarización por liberación de histamina.
b) Edema, máximo a las 12 a 24 horas.
c) Vesiculización, aparece una ampolla serosa y hemorrágica a las 12 a 24 horas que suele romperse
a las 48 horas sin dejar cicatriz.
d) Formación de costra.
e) Regeneración celular que afecta negativamente a los melanocitos, lo que explica el riesgo de
hipopigmentación residual en individuos de piel oscura.
La mayor destrucción celular se produce al congelarse el tejido de manera rápida y
descongelarse lentamente.
4.2.1. ¿Cómo se aplica?
— Con torunda de algodón: después de verter el nitrógeno líquido en un recipiente de
plástico (por ejemplo bote de recogida de orina), se sumerge una torunda de algodón situada
en el extremo de un palillo largo durante unos 10 segundos. A continuación se aplica
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rápidamente a la lesión a tratar durante varios segundos, hasta que la superficie torne
blanquecina con un halo de 1 a 3 mm. Esperamos a que la lesión vuelva a su coloración
normal, y repetimos el proceso haciendo 2 ó 3 aplicaciones por sesión, y las sesiones
necesarias (entre 3 y 6) para la resolución total con intervalos de 3 a 4 semanas.
Deben desecharse tanto el recipiente como la torunda por el riesgo de contagio de virus de
papiloma humano, herpes simple, hepatitis B y VIH.
— Ventajas. Es un método muy económico, la técnica es sencilla, el equipo mínimo, con
eficacia alta en lesiones superficiales y de pequeño tamaño, y las complicaciones son raras.
— Inconvenientes. Escasa capacidad de congelación, incomodidad de transporte (evaporación
rápida), aplicación lenta y poco útil para lesiones profundas, múltiples, irregulares o
extensas.

— Con pulverización: es la técnica más empleada, es cómoda y efectiva. Consiste en


pulverizar de forma intermitente sobre la lesión, con un pulverizador portátil a una distancia
aproximada de 1 cm y en posición vertical, siguiendo los mismos pasos que en el caso de la
torunda de algodón (dejar que la lesión vuelva a su coloración normal, 2 ó 3 aplicaciones por
sesión y repetir cada 3 a 4 semanas).
— Ventajas: procedimiento sencillo que necesita un mínimo equipo, de fácil transporte y alta
eficacia en todo tipo de lesiones ya que la congelación es muy rápida.
— Inconvenientes: los elevados costes de pulverizador y accesorios.

— Aplicación con pinza: se utiliza la pinza de Adson, introduciéndola en un recipiente al igual


que la torunda de algodón. Cuando la pinza está congelada se aplica sobre lesiones de
pequeño tamaño y pediculadas (fibromas), se observa que la congelación llegue a la base de
la lesión y se siguen los mismos pasos que con las otras técnicas.
La manipulación de los contenedores de nitrógeno líquido tanto para transporte,
almacén o vaciado ha de hacerse en posición vertical.
En todos los casos debemos utilizar guantes; limas en caso de usar torundas o
pulverizaciones y conos de otoscopio para delimitar el campo en el caso de las
pulverizaciones.
Como cuidados de postratamiento se aplica povidona yodada sobre la lesión y se cubre ésta con
un apósito estéril. Las ampollas deben recortarse, aplicar pomada antibiótica y cubrirlas con
apósito estéril. Las zonas expuestas no deben exponerse directamente a los rayos solares
debiendo utilizarse filtros solares de protección total.
4.2.2. Indicaciones: ¿en qué casos se aplica?
A) Como tratamiento de elección
— Verruga vulgar.
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— Verrugas planas.
— Verruga seborreica.
— Papiloma plantar.
— Molusco contagioso.
— Queratosis actínica.
— Léntigo senil.
— Acrocordón.
B) Como tratamiento alternativo
— Condilomas acuminados.
— Dermatofibroma.
— Granuloma piógeno.
— Queloides y cicatrices hipertróficas.

— Peeling superficial del acné.


— Hiperplasia sebácea.
— Leucoplasia.
— Xantelasmas.
— Mucocele.
— Rinofima.
— Punto rubí.
— Angiomas de pequeño tamaño.
— Lago venoso.
— Telangiectasias.
— Condrodermatitis nodularis hélicis.
— Liquen plano.
Pese a que la crioterapia es el método más empleado en el tratamiento de las verrugas, existe
poca evidencia de su eficacia, al carecer de ensayos clínicos randomizados confirmatorios.
Sí poseen eficacia los ensayos clínicos que utilizan ácido salicílico y dinitroclorobenceno.

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4.2.3. Contraindicaciones: ¿en qué casos no se debe aplicar?
A) Absolutas
— Lesiones malignas o sospecha de malignidad.
— Duda diagnóstica o lesiones que precisan diagnóstico histológico.
— Insuficiencia vascular periférica.
— Enfermedadel del colágeno y autoinmunes.
— Discrasias sanguíneas de origen desconocido.
— Tratamientos con drogas inmunosupresoras.
— Diálisis renal.
— Mieloma múltiple.
— Enfermedades por déficit de plaquetas.
— Pioderma gangrenoso.
B) Relativas
— Intolerancia al frío.
— Urticaria a frígore.
— Enfermedad de Raynaud.
— Criofibrogenemia.
— Crioglubulinemia.
4.2.4. Complicaciones: ¿qué trastornos puede provocar?
A) Complicaciones agudas
— Dolor.
— Edema.
— Síncope.
— Hemorragia.
— Insuflación de gas.
— Parada cardíaca.
B) Complicaciones inmediatas
— Ampollas.
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— Hemorragia retardada.
— Infección.
— Fiebre.

C) Complicaciones tardías
— Granuloma piogénico.
— Hiperplasia pseudoepiteliomatosa.
— Alteraciones neuronales.
— Discromías.

— Milia.
— Alopecia.
D) Otras complicaciones
— Cicatrices.
— Defectos tisulares.
— Ectropión.
— Secuestros óseos.

— Contracturas musculares.
— Dolor: en ciertas zonas anatómicas como el hélix, labios, pulpejos de los dedos y región
periungueal el dolor es más intenso y duradero, mientras que la aplicación en región frontal,
temporal y cuero cabelludo podría provocar migraña. Se trata con paracetamol o ibuprofeno.
— Edema: puede ser muy intenso en regiones de piel laxa como labios, prepucio, labios
mayores, región frontal y periorbitaria. Se pueden utilizar corticoides antes y después de la
aplicación para tratarlo.
— Síncope: se desconoce el mecanismo, aunque puede estar inducido por el frío, factores
yatrógenos o por el shock de histamina. Es conveniente aplicar la crioterapia en posición
supina para prevenirlo.
— Hemorragia: puede ocurrir cuando se realiza conjuntamente una biopsia. Es muy rara.
— Insuflación de gas: puede suceder al tratar una lesión ulcerada, al penetrar el nitrógeno
líquido en el tejido celular subcutáneo (área periorbitaria). Se previene al utilizar criodos o
sondas.
— Parada cardíaca: sólo existe un caso descrito que respondió a la RCP. Se debe evitar la
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técnica en casos de reacciones extrañas a medicamentos, sobre todo si se trata de
inyectables.
— Ampollas: se producen entre las 12 y 24 horas siguientes a la aplicación. Se pueden recortar
las que son grandes y las que provocan dolor o malestar.
— Infección: es poco común. Puede ocurrir en lesiones con evolución muy lenta o debajo de
alguna costra. Precisa tratamiento antibiótico oral ante la sospecha de celulitis. En
condiciones normales se aplica un antiséptico.
— Fiebre: ocurre ocasionalmente al tratar un carcinoma o grandes queratosis seborreicas en un
solo acto quirúrgico.
— Hemorragia retardada: sólo ocurre en caso de tumores que han invadido un vaso,
probablemente debido a trombosis de capilares y vénulas.
— Granuloma piogénico: poco común, se trata con electrocoagulación.
— Hiperplasia pseudoepiteliomatosa: aunque ocurre a las 4 a 6 semanas y suele persistir de 6
a 8, generalmente desaparece de manera espontánea.
— Milia: suele aparecer en zonas epitelizadas. Se resuelve mediante una aguja.
— Alteraciones neuronales: complicación rara pero de importancia, pues puede persistir años.
Se afectan con mayor frecuencia los nervios sensitivos. Debemos ser muy cuidadosos al
aplicarlo en espacios interdigitales y falanges distales y nervios cutáneo peroneo, cubital,
supra e infraorbitarios y del ángulo mandibular.
— Discromías: todas las lesiones tratadas con crioterapia desarrollan hipopigmentación con un
halo periférico de hiperpigmentación. Estas alteraciones pueden persistir al menos seis
meses. Las personas de piel oscura son más susceptibles de presentar acromías.
— Alopecia: se debe a la afectación del folículo piloso. Puede aparecer en placas.
— Cicatrices: son poco frecuentes en caso de tratamiento de lesiones benignas.
— Defectos tisulares: de preferencia en sitios susceptibles como hélix, punta de la nariz, ala
nasal, márgenes de párpados, etc.
— Ectropión: en el tratamiento de tumores de párpados (no tratar en atención primaria).
— Contracturas y secuestro óseo: en tratamiento de tumores (no tratar en atención primaria).

4.3. Hidroterapia
Con este nombre se designan de manera general diversos métodos terapéuticos consistentes en
la aplicación externa del agua al cuerpo, por procedimientos muy variados, como los baños o
duchas tanto calientes como frías, alternas, hidromasajes, baños de asiento, baño de pies.
Desde la antigüedad se conocía los poderes curativos del agua. Los romanos apreciaban los
beneficios sociales y para la salud del baño, y los griegos atribuían al agua propiedades
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curativas.
En los últimos tiempos ha resurgido el interés sobre la utilización del agua como medio de
mantener la salud y el bienestar; así como para desintoxicar el organismo y estimular la
respuesta del sistema inmunológico.
La hidroterapia puede aplicarse tanto en forma motriz, es decir, de forma externa y utilizando y
aprovechando la fuerza y propiedades del agua, como en ingesta, es decir, mediante el
consumo regulado y controlado de aguas medicinales o de manantiales con características y
propiedades específicas.

El uso de aguas minero-medicinales se denomina crenoterapia, tanto en su uso en ingesta como


tópico.
A los pacientes que han sufrido algunas fracturas, artritis, dolor muscular o articular o tengan
exceso de peso, los baños en piscinas destinadas a la hidroterapia constituyen un remedio ideal a
estas dolencias, ya que libres del peso del cuerpo por la sustentación que ofrece el agua permite una
mayor variedad de movimientos. Los músculos y las articulaciones pueden trabajar sin presión
alguna.
4.3.1. Chorros
Aplicados a zonas específicas del cuerpo, extienden sus efectos a distintas partes del cuerpo.
Encontramos dos tipos de chorros:
— De superficie: actúan ejerciendo poca presión sobre el sujeto, proporcionándole un eficaz manto
térmico de agua. Este manto puede ser frío (agua hasta 18° C), templado (entre 18 y 22° C) o caliente (hasta
36 - 38° C). Los encontramos también ascendentes, que partiendo de la temperatura corporal llegan hasta 42°
C.
— De presión: además de la estimulación térmica actúan también, de forma mecánica, la
presión del chorro sobre el organismo. Se deben ajustar la distancia y la presión del chorro.
• Efectos

Los chorros producen una estabilización de la temperatura corporal por el efecto que ejercen sobre
capilares, venas y vasos linfáticos. Según el lugar donde los apliquemos ejercen influencia
sobre una u otra parte del cuerpo. Así los chorros de rodilla y muslo actúan sobre la vejiga y
las hemorroides, junto a los órganos del vientre y la pelvis. Los chorros de brazos, pechos y
espalda actúan sobre órganos respiratorios y cardiovasculares. Los chorros de nuca y
lumbares actúan sobre la tensión muscular de la columna vertebral. Los chorros faciales o de
embellecimiento ejercen influencia en enfermedades crónicas de vías respiratorias
superiores, así como en los senos frontales y maxilares.
4.3.2. Baños
Pueden ser totales o parciales. Apoyados con la utilización de hierbas medicinales o con
talasoterapia (agua de mar, algas, sales...) pueden potenciar y optimizar sus efectos
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beneficiosos.
La intensidad del estímulo del baño varía según la duración, la extensión corporal expuesta, la
temperatura del agua y la fuerza de reacción del individuo.

Los beneficios de los baños son tanto físicos como psíquicos.


A) Influencias físicas

Los baños a temperatura caliente actúan provocando la sudoración y espesan la sangre,


favoreciendo así la eliminación de residuos celulares.
Esta acción lleva también a una disminución del azúcar.
Los baños fríos producen mayor dilución de la sangre, aumentando la azúcar.
El peso del agua actúa sobre venas, vasos linfáticos, trasladando el caudal sanguíneo a órganos
internos del organismo favoreciendo el riego de estos.

La fuerza del agua actúa sobre el aparato locomotor en afecciones degenerativas articulares, así
como realizando efecto masaje sobre músculos y estructuras.
B) Influencias psíquicas
Según los aditivos que añadamos y la temperatura del agua llevan a estimulaciones o
relajaciones, conduciendo al bienestar físico y psíquico, aliviando tensiones y strés.
La absorción de los aditivos por la piel hace que penetren en la sangre produciendo el mismo
efecto que tomas relajantes o medicamentos.
4.3.3. Aditivos
Existen aditivos de diversas características e indicaciones. Los más comunes son los aceites, los
extractos de plantas o las sales. Son absorbidos por la piel y las vías respiratorias. Absorbidos a
través del nervio olfativo influyen sobre el estado anímico.
4.3.4. Baños de vapor
Son aplicaciones calientes con carácter terapéutico. No poseen peligros o riesgo de lesiones.
Ayudan a mejorar el aparato circulatorio mediante la vasodilatación y otros efectos beneficiosos para
el aparato cardiovascular. Actúan también relajando y disolviendo las mucosidades.
A) Indicaciones

— Indicado en las inflamaciones agudas y crónicas de senos maxilares.

— También en procesos purulentos.


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— Enfermedades de las vías respiratorias altas.

— Impurezas cutáneas.

— Dolores de cabeza de origen circulatorio.

— Resfriados, catarros, tos, rinitis, etc.


B) Contraindicaciones
— Cataratas.
— Dolencias inflamatorias de la piel.
— Debilidad general, hipotensión.
— Fuerte arterioesclerosis.

C) Efectos
Encontramos que los baños de vapor ablandan, desprenden y disuelven mucosidades, activa las
secreciones, efecto antiinflamatorio, depura la piel, provoca sudoración, activa el
metabolismo, propiedades antiespasmódicas y disminuye el dolor.
Debemos tener precauciones en realizar baños de vapor sobre un suelo caliente, así como
evitarlo en pacientes con presión sanguínea inestable.
4.3.5. Efectos de hidroterapia en heridas cicatrizadas por segunda intención y las úlceras por
decúbito
Podemos destacar mediante mención especial el efecto que produce la hidroterapia sobre las
heridas quirúrgicas o traumáticas cicatrizadas por segunda intención, así como en las
úlceras por decúbito.

Tanto en unas como en otras es fundamental la importancia de mantener limpios los bordes de la
herida, para facilitar el proceso de cicatrización.
Para conseguirlo utilizamos diversos mecanismos en el tratamiento, como enzimas desbridantes,
apósitos de diversa índole (hidrocoloides, alginatos...), agentes hidrofílicos, vitaminas,
desbridamiento quirúrgico, etc. Dentro de este abanico podemos considerar también los efectos de la
hidroterapia mediante la cual conseguimos ablandar y eliminar los residuos mecánicamente, además
de ejercer sobre la herida un masaje que favorece la circulación venosa, irrigando así de forma más
efectiva las estructuras y fomentando la cicatrización.

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