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Pedagogía Blanca:

Taller de

Aprendiendo
felices
A cargo de
Mireia Long

pedagogiablanca.com
Taller de Pedagogía Blanca:
Aprendiendo felices
Aprendiendo felices
Cuando nos planteamos las necesidades de los
niños para lograr un desarrollo óptimo de sus
capacidades personales que les permitan tener una
vida futura satisfactoria los padres pensamos,
lógicamente, en su felicidad y en su aprendizaje.

Pero, ¿es posible que exista un aprendizaje feliz? Mi


opinión es que realmente ambos aspectos del desarrollo de
un ser humano están unidos y deberían estarlo, pues es que
además, para que una persona aprenda de verdad necesita
sentirse segura, no tener miedo, no estar bajo estrés.

No es una proclama sin bases, todo lo contrario, los


más modernos investigadores en neurología afirman esto
precisamente, el cerebro está capacitado para
aprender pero lo hace realmente cuando las
condiciones emocionales del sujeto son las
adecuadas.

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Taller de Pedagogía Blanca:
Aprendiendo felices
Aprender es natural:
El ser humano, como especie, se caracteriza
precisamente por la capacidad de aprendizaje y eso lo
premia internamente.

Estamos dotados de características que nos definen


como especie y que nos han hecho tener éxito en la lucha
por la existencia.

El ser humano aprende. Es indispensable para


su supervivencia y la Naturaleza nos hace capaces de
aprender.

La curiosidad, el espíritu investigador, la capacidad de


resolver problemas, la memoria, la retención de
conocimientos que consideramos útiles es algo que
llevamos en los genes y que, sin duda, nos proporciona
intensas experiencias de gozo.

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Taller de Pedagogía Blanca:
Aprendiendo felices
¿Qué necesita un niño para aprender?
Primero, y ante todo, tener sus necesidades
básicas cubiertas, por supuesto. Pero esas necesidades
básicas no son solo las físicas, también son las psicológicas
y emocionales.

Estar bien nutrido, sano y cuidado es indispensable,


pero también sentirse amado, protegido, en un entorno
seguro y con adultos que te traten con respeto y cariño. En
definitiva, ser feliz es importantísimo para poder asimilar
conocimientos.

Los padres son responsables de que el niño se sienta


feliz y para lograrlo deben ofrecerle apoyo, confianza,
atención personalizada, escucha sin juicios y la seguridad
del afecto.

Y parece de Perogrullo, pero los niños necesitan


pasar más tiempo con sus padres y en esto deberían
centrarse políticas de protección a la infancia, en
darles las condiciones precisas para que en su niñez
puedan ser cuidados y atendidos principalmente por sus
familias, algo que los niños, cuando se les da voz, dejan muy
claro.

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Taller de Pedagogía Blanca:
Aprendiendo felices
¿Qué necesita un niño para aprender?
Los niños necesitan juego libre, tanto para ser
felices como para aprender. Aprenden mediante el juego y
cualquier programa que se centre en mejorar su vida
debería contemplar también la gran importancia que tiene
para su futuro el disponer de tiempo y espacios de juego
suficientes.

Una vez garantizada la calidad de vida, la presencia de


sus padres en el hogar disponibles para ellos y el poder
jugar, lo demás vendrá como añadidura, importante, pero
como añadidura.

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Taller de Pedagogía Blanca:
Aprendiendo felices
¿Y en la escuela?

Igual que el hogar los niños deberían ser


felices aprendiendo en la escuela. Para los más
pequeños, los de Infantil y Primaria, las escuelas deberían
proporcionarles ambientes educativos y programas que les
permitieran desarrollar naturalmente ese aprendizaje feliz.

Si un niño siente miedo, rabia, presión o se ve


cargado con juicios negativos no aprenderá nada. Para
aprender los niños deben ser felices y solamente eso ya
hará mejorar el resultado de un sistema en lo personal y en
lo general.

No cesamos de preocuparnos por los malos resultados


educativos pero las medidas que se proponen parece que
van precisamente en la línea equivocada; presionar más a
los niños, mandar más deberes, adelantar la exigencia en la
lectoescritura, no rebajar las ratios, no cuidar de mejorar las
condiciones de trabajo de los maestros, hacer más
exámenes de contenidos evaluables y, en muchas
ocasiones, memorísticos. La ansiedad es contraria al
aprendizaje. Lo deteriora, lo frena.
El verdadero aprendizaje efectivo es feliz. Ningún
curriculum, normativa, organización o procedimiento
debería implantarse en la Educación si no tiene como centro

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Taller de Pedagogía Blanca:
Aprendiendo felices
¿Y en la escuela?
la necesidad del niño.

Los niños pequeños no deben temer malas


evaluaciones, ni sentirse abrumados por los contenidos, ni
perder sueño y juegos por hacer deberes abusivos, no
deben ser etiquetados o castigados por ser lo que son, niños
que necesitan aprender haciendo, jugando, riendo,
moviéndose, motivados por el deseo de descubrir y no por el
miedo a la reprimenda. Los niños saben lo que necesitan,
solo hay que escucharlos.

Resumiendo,
para mejorar la vida de los niños
su felicidad es el objetivo prioritario,
y eso debe ser el centro
de cualquier reforma
de atención a la infancia
o propuesta educativa.

6
c 2015 Pedagogía Blanca

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