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Técnico

n.4
Publicación de Novartis de Colombia S.A. Sanidad Animal • Bogotá • Julio de 2011

Coccidiosis del
ganado bovino
Mestra P. A.*, Betancur H. O.**

L
a coccidiosis bovina es una parasitosis intestinal,
causada por protozoarios del género Eimeria;
afecta principalmente a animales menores de un
año de edad y se caracteriza clínicamente por diarrea
con sangre, falta de apetito, anemia, debilidad, deshi-
dratación y en algunos casos síntomas nerviosos y muer-
te (Rossanigo, 2009). La enfermedad se conoce con las
denominaciones de: disentería roja, disentería hemorrá-
gica o chorro prieto, diarrea con sangre, diarrea roja,
curso negro de los terneros y diarrea prieta, entre otras
(Lütcher, 2010).

Etiología
A nivel mundial han sido descritas 22 especies de Eimeria
spp., que comprometen a los bovinos (Fayer,1989). Ac-
tualmente se consideran como importantes las siguien-
tes: E. Zuernii, E bovis, E. alabamensis, E. auburnensis,
E. bovis, E. brasiliensis, E. bukidnonesis, E. canadensis,
E. cylindrica, E. ellipsoidalis, E. illinoisensis, E. pellita,
E. subspherica y E. wyomingens (Sánchez et al., 2005). Fotografía Jaime Orozco. Archivo Novartis.

Consideraciones epidemiológicas
La coccidiosis bovina es una enfermedad de gran dis- en animales menores de doce meses (40,2%), especial-
tribución mundial con una prevalencia que oscila entre mente en sistemas de producción de leche o doble pro-
5% y 64% (Levine e Ivens, 1970). La coccidiosis afecta pósito, mientras que en animales de 13 a 24 meses fue
comúnmente a los bovinos jóvenes hasta los 2 años de de 25,7% y en mayores de 25 meses 34% (Tamasaukas,
edad (Ernst y Benz, 1986), siendo más susceptibles los 1998). La coccidiosis es frecuente en terneros de pocas
terneros entre 3 y 6 meses de edad que aún no han ad- semanas, especialmente en aquellos de crianza artificial
quirido inmunidad (Benavides y Romero, 2010). En Co- donde la carga de animales susceptibles por unidad de
lombia, Rave et al., (1985) indicaron que la coccidiosis superficie es muy elevada (Taraba, 1978; Vottero y Suá-
bovina es más frecuente en animales de 3 a 12 meses de rez, 1980; Guardis y Brandetti, 1986). Sin embargo, la
edad, mientras que en Venezuela Moreno y Gómez la creencia que esta enfermedad sólo afecta a los terneros o
ubican en un 57,7% en becerros. Investigaciones rela- animales menores de un año, ha facilitado la “coloniza-
cionadas con la presentación de la coccidiosis y la edad ción” por parte del parásito de vastas zonas, ocasionan-
de los animales indicaron que la mayor prevalencia fue do inmensas pérdidas económicas (Lütcher, 2010)

*MVZ. Esp. Docente Área Parasitología. Fundación Universitaria San Martín.


**MVZ. Esp. Director Científico Novartis de Colombia SA.
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Impacto económico
La cuantificación económica de las enfermedades causa-
das por coccidias se basa en datos puntuales de reduc-
ción de ganancias de peso o mortalidad correspondientes
a casos clínicos particulares, proyectadas a la totalidad
de la población expuesta. (Romero 2010). Las pérdidas
económicas son importantes y están relacionadas con el
deterioro producido en los animales enfermos, ocasio-
nado por el menor desarrollo corporal y la pérdida en
el potencial de producción. A ésto hay que sumarle la
muerte de animales y los gastos de tratamiento (Ross-
anigo, 1997).
La coccidiosis es una enfermedad costosa por varias ra-
zones: en primer lugar, la enfermedad puede afectar a
los terneros en todos los ambientes y geografías, su pre-
valencia puede alcanzar hasta el 100% de los animales Fotografía archivo Novartis.
(Daugschies, 2005); se debe considerar que es una enfer-
medad inducida por el estrés y de difícil diagnóstico (Jo- se desarrollan en el interior del organismo huésped (fase
lley y Bardsley, 2006). De hecho, el 95 por ciento de to- endógena) y la etapa de esporogonia en el medio am-
dos los casos son subclínicos y nunca son diagnosticados biente (fase exógena) (Rodríguez y Rodríguez. 1993).
(Quigley, 2009). Si se producen signos visibles, ocurren
entre tres a ocho semanas después de la infección inicial
cuando gran parte del daño ya se ha dado (Daugschies,
Fase Agamogonia
Corresponde a la multiplicación asexuada; se inicia
2005). Las coccidias destruyen el revestimiento del intes-
con la ingestión de ooquistes que contienen en su in-
tino delgado, que se traduce en una absorción incompleta
terior cuatro esporoquistes con dos esporozoítos cada
de los nutrientes y electrolitos resultando una deshidrata-
uno. En el interior de los bovinos, los jugos gástricos
ción con reducción de la eficiencia alimenticia. Un estudio
destruyen las capas del ooquiste y del esporoquiste de-
mostró una reducción del 30 por ciento en la eficiencia
alimenticia en los animales que fueron infectados con jando libres a ocho esporozoítos que se introducen en
coccidia (Jolley y Bardsley, 2006; Quigley, 2009). diferentes células epiteliales. Fase Gametogonia o mul-
tiplicación sexuada, el esporozoito dentro de la célula
Transmisión aumenta de tamaño y recibe el nombre de trofozoito,
La coccidiosis se transmite mediante la ingestión de luego divide su núcleo y su citoplasma convirtiéndose en
ooquistes esporulados, procedentes del alimento, el agua eschizontes de primera generación o merozoítos que van
o los pastos contaminados, o bien los animales lo pueden a parasitar a otras células intestinales. La reproducción
adquirir al lamer el pelaje contaminado (Georgi, 1985). eschizogónica puede ocurrir por dos o tres generaciones
El contagio por coccidios en los rumiantes es inevitable. más permitiendo a los merozoítos convertirse en macro
Sin embargo, la presencia de este protozoo, en la mayo- y microgametos que dividen sus núcleos para convertir-
ría de los casos es bien tolerada por el animal. La enfer- se en microgametocito y macrogametocito y lograr los
medad sobreviene cuando se producen condiciones muy procesos de fertilización para formar el huevo o zigoto
particulares en el animal, en su manejo y en el medio (Mestra, 1998). La Fase esporogonia se encuentra re-
ambiente. Los focos siempre están asociados a tres fac- lacionada con la maduración de esporos. Ocurre en el
tores que se presentan simultáneamente: a) condiciones medio ambiente y se inicia cuando son eliminados los
climáticas con humedad y temperatura favorables para ooquistes con la materia fecal. En el interior del ooquiste
la esporulación de los ooquistes en el medio ambiente, existe un cuerpo protoplasmático que dadas las accio-
b) hacinamiento con alto grado de contaminación y c) el nes de humedad y temperatura empieza a contraerse y
destete como factor de estrés que resiente la inmunidad dividirse para originar los esporoblastos que al rodearse
(Rossanigo, 1997). con su propia membrana originan cuatro esporoquistes.
Dentro de cada esporoquiste se forman dos esporozoítos
Evolución (Mestra, 2010). A temperatura de 25ªC la mayoría de
La evolución de las coccidias se desarrolla en tres etapas las especias que afectan bovinos esporulan en menos de
bien definidas: Las etapas de agamogonia y gametogonia una semana. Las temperaturas extremas (>35°C) afectan
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a todas las especies de Eimeria sin embargo E. zuernii nutrientes y el desarrollo de hemorragias que dan origen
ha demostrado que soporta .perfectamente esos niveles a los síntomas externos como son heces líquidas con al-
en la fase de presegmentación. La humedad menor al guna frecuencia acompañada de sangre. En los bovinos
75%, las bajas tensiones de O2, y la luz solar directa, afectados en forma severa, se observa diarrea sangui-
condicionan la sobrevivencia aún en temperaturas per- nolenta siendo visibles en ocasiones coágulos y partes
mitiendo a los ooquistes pueden sobrevivir varios meses de mucosa intestinal; de persistir este cuadro por una o
(Romero, 2010). dos semanas, el animal presenta otros síntomas como
anorexia, depresión, deshidratación, tenesmo y pérdida
Coccidiosis intestinal de peso. La muerte puede sobrevenir durante los epi-
El curso clínico de la coccidiosis varía de 4 a 14 días y la sodios agudos de la enfermedad o como resultado de
tasa de mortalidad puede llegar hasta el 24% en brotes complicaciones secundarias frecuentes (Lütcher, 2010).
severos (Fitzgerald, 1975). Sin embargo, Rossanigo, C. La muerte ocurre principalmente por la diarrea, que
1997, resalta los síntomas clínicos observados en terne- causa pérdida de electrólitos y deshidratación; sin em-
ros después del destete, a diferencia de los casos repor- bargo, la hemorragia y las complicaciones secundarias
tados por otros autores (Taraba, 1978; Vottero y Suárez, con gérmenes oportunistas pueden contribuir también
1980) quienes describen frecuentes episodios de cocci- a la mortalidad. Los animales que se recuperan de las
diosis enzoótica en terneros de crianza artificial (25 a 35 infecciones severas pueden sufrir pérdidas permanentes
días de vida) (Rossanigo, 1997). Los signos de la enfer- de producción (Ernst y Benz, 1986).
medad son anorexia, pérdida de peso y diarrea mucoide
y hemorrágica (Georgi, 1985). En los casos severos, las Coccidiosis nerviosa
heces son líquidas, sanguinolentas y pueden contener es- Los signos clínicos observados en la coccidiosis nerviosa
trías de mucosa intestinal. Los animales pueden presen- pueden variar en gravedad y frecuencia, con un rango
tar emaciación, deshidratación, debilidad y estupor. Los que va desde una leve incoordinación muscular y tem-
esfuerzos improductivos de defecación pueden generar blores, hasta la pérdida de equilibrio con convulsiones
prolapso rectal (Ernst y Benz, 1986). intermitentes o continuas. Durante las convulsiones los
terneros afectados caen en decúbito lateral y exhiben
La coccidiosis clínica y subclínica causa problemas
una variedad de signos que incluyen: opistótonos, chi-
económicos y sanitarios. Ambas formas producen una
rrido de dientes, nistagmus, estrabismo, miradas fijas,
disminución en las condiciones del hato y, si no se apli-
ceguera ocasional, movimiento de remo de miembros
ca un tratamiento, se puede presentar mortalidad. La
anteriores y posteriores, bramidos ocasionales, saliva-
coccidiosis clínica muestra las respuestas del curso de
ción y respiración rápida e irregular. (Isler et al., 1987).
la enfermedad, o sea que se acompaña de signos. Se ha
Estudios de casos de coccidiosis entérica bovina con y
calculado que el 5% de los animales infectados muestra
sin signos nerviosos, han concluido que la concentración
los signos clínicos de la coccidiosis. Por el contrario, la
de Na, K, Ca, P, Mg en sangre, la carencia de vitamina
coccidiosis subclínica corresponde al período anterior a
A, la deficiencia de tiamina, la anemia, la intoxicación
la aparición de los signos típicos de la enfermedad, o
por plomo, la uremia, las meningoencefalitis bacteria-
bien se trata de animales infectados que no muestran los
nas, la gravedad de la infección coccidial y las altera-
signos de una infección clínica. El 95% restante presenta
ciones graves en la flora bacteriana intestinal no están
la coccidiosis subclínica que no es percibida por los ga-
involucrados en la patogenia de la coccidiosis nerviosa.
naderos. Las pérdidas debidas a la coccidiosis clínica y
Ese mismo año estos investigadores (Isler et al., 1987)
subclínica son el resultado de una reducción en la absor-
llegan a la conclusión que los signos nerviosos pueden
ción de los nutrientes a causa del daño que ocurre en la
asociarse a reacciones de autointoxicación producido
capa que recubre internamente al intestino (Muirhead,
por toxinas de los coccidios absorbidas a través del epi-
1989). En investigaciones sobre coccidiosis bovina de-
telio dañado. Los síntomas clínicos de la coccidiosis ner-
sarrollado por Rave y Zaraza (1984) en Colombia, se
viosa son similares a los de otras enfermedades neuroló-
encontró que tan sólo en el 40.6% de los casos positivos
gicas que afectan la función de la corteza cerebral de los
se presentaba diarrea; el 12.8% diarrea con sangre, y el
animales. El diagnóstico diferencial se debe realizar con
50% sin síntoma alguno que denunciara la presencia de
IBR de presentación nerviosa, la intoxicación por ácido
la enfermedad. Del total de animales analizados el 62%
cianhídrico, la deficiencia de vitamina B por acidosis,
eran adultos. (Lütcher, 2010).
la hipomagnesemia, la poliencefalomalacia (PEM), la
La causa de la diarrea es la inflamación grave del tejido listeriosis, la meningoencefalitis por Haemophilus, la in-
intestinal con desprendimiento del epitelio, que ocasio- toxicación por sal y los abscesos cerebrales entre las más
na una severa interferencia del proceso de absorción de importantes entre otras. Una buena anamnesis y exámen
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clínico, la necropsia, las pruebas de laboratorio, la histo- minoría desarrolla la enfermedad clínica. En infecciones
patología y la respuesta al tratamiento deben diferenciar moderadas, luego del primer contacto, se desarrolla una
estas enfermedades (Rossanigo, (2009). sólida inmunidad específica. Animales más viejos que en-
cuentran la infección por primera vez son generalmente
Patogenicidad de las coccidias más resistentes y al menos que la descarga sea muy alta,
Las condiciones por las cuales las coccidias producen la infección tiende a ser asintomática. Infecciones con
sus efectos son complejos y variados; por lo cual, hay pequeños números de ooquistes son sobrepasadas por
que resaltar algunos factores relacionados los animales adultos y terneros más viejos, con el desa-
rrollo de inmunidad. En un grupo de animales, la infec-
Factores relacionados con ción se desarrolla ascendentemente y con ella una sólida
inmunidad; por esto se considera que es una enfermedad
el manejo de los animales
autolimitante. La introducción de animales susceptibles
El grado de patogenicidad está regulado por la intensi-
a un grupo de este tipo puede producir infecciones serias
dad del desafío parasitario. Los brotes de la enfermedad
y hasta fatales (Benavides y Romero, 2010)
tienden a estar asociados con terneros mantenidos en
condiciones de hacinamiento, alta contaminación fecal
del medio y ambientes húmedos y sucios (Benavides y Otros factores relacionados
Romero, 2010). Los animales criados intensivamente Los efectos de la coccidiosis pueden exacerbarse si es-
están más expuestos a sufrir de coccidiosis debido al tán presentes varias especies en diferentes partes del in-
estrés y al hacinamiento en ambientes pequeños (Sán- testino; así como cuando hay infecciones concurrentes
chez, 2005). Por ende, los bovinos de engorde en corral bien sea por helmintos, bacterias o virus. Los rumiantes
y el ganado lechero son los más susceptibles (Ernst y de todas las edades son susceptibles a la infección, sin
Benz, 1986). embargo ocasionalmente pueden ocurrir casos de cocci-
diosis clínica aguda en animales adultos cuando falla la
inmunidad celular o cuando se tornan susceptibles por
Factores relacionados con el hospedador factores estresantes (Taylor y Catchpole, 1994).
Pueden citarse la edad, raza y estado de inmunidad
natural o adquirida; así los animales jóvenes son más En los animales jóvenes, el calostro provee inmunidad
susceptibles a sufrir la enfermedad clínica, que los adul- pasiva durante las primeras semanas de vida, y se incre-
tos, a pesar de que no existe una verdadera resistencia menta en animales mayores de 4 semanas de edad. Luego,
por edad. Además, los que se recuperan de una infección los animales van adquiriendo resistencia a las coccidias
previa, desarrollan inmunidad contra la especie que los como resultado de inmunidad activa (Taylor y Catchpole,
afectó pero esta inmunidad no es absoluta, y los adultos 1994). Aunque la resistencia de un animal a la coccidio-
pueden reinfectarse en formas discretas, por lo general sis puede verse reducida por condiciones adversas, tales
sub-clínicas, que no los afectan significativamente, pero como, cambio de dieta, viajes prolongados, temperaturas
se transforman en fuente de infección para los más jó- extremas y condiciones climáticas desfavorables (Gre-
venes. Por otra parte, un estrés marcado puede quebrar gory, 1990); así como deficiencias nutricionales de mine-
la inmunidad y estos animales desarrollarán un cuadro rales y vitaminas, influencian la resistencia a la infección
agudo de coccidiosis clínica nuevamente (Lima, 1980). ya que afectan directamente el sistema inmunitario de los
animales (Taylor y Catchpole, 1994).

Factores relacionados con el parásito Diagnóstico


Se pueden citar la(s) especie(s) de Eimeria spp., que esté El diagnóstico está basado en la detección de altos nú-
o estén afectando a los animales; el número de células meros de ooquistes en las heces, combinado con una
destruídas por ooquistes ingeridos, que depende del nú- historia de enfermedad entérica en terneros. En muchos
mero de generaciones esquizogónicas y del número de casos, los signos clínicos pueden ser aparentes, antes de
merozoítos producidos por cada generación; la cantidad la aparición de ooquistes en las heces y entonces se re-
de la dosis infectante; la localización de los estadios en- quiere del examen de raspados de la mucosa del intes-
dógenos del parásito en los tejidos y células del hospe- tino grueso para buscar formas evolutivas del parásito.
dador; y la viabilidad y virulencia de los ooquistes inge- (Benavides y Romero 2010)
ridos (Lima, 1980).
Son recomendables las técnicas coproparasitológicas
En general se encuentran infecciones múltiples abarcan- cuantitativas de Mc Master y Sloss que precisan el nú-
do más de una especie de coccidia; la mayoría de ani- mero de ooquistes por gramo de materia fecal (opg)
males en un grupo adquieren la infección, pero sólo una (Mestra, 2010). De igual forma, los oocistos de Eimeria
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sp., pueden ser identificados mediante estudios morfo-


métricos y mediante la determinación del periodo de es-
porulación (Cordero, 1962)

Tratamiento
El principal problema que se presenta al encarar un tra-
tamiento contra los coccidios es que los signos clínicos
están asociados generalmente a la última fase del ciclo,
cuando el daño mayor ya ha sido provocado. Un trata-
miento precoz ayudaría a disminuir los casos fatales y
la severidad de las lesiones, acelerando la recuperación.
Otro factor a tener en cuenta es que no todas los fárma-
cos anticoccidiales actúan en la misma fase del ciclo, por
lo cual es importante diferenciar entre fármacos preven-
tivos y curativos. (Sánchez, 2010)

Fármacos anticoccidiales.
Los fármacos usados para el control de la coccidiosis
pueden tener una acción coccidicida o coccidiostática, • Establecer programas de alimentación que garan-
es decir pueden conllevar a la muerte de las coccidias ticen la defensa del animal frente a las infecciones
(Coccidicida) o a la detención de su ciclo biológico, con por coccidias.
posibilidad de que se reactive (Coccidiostatos). Los fár- • Evitar el estrés y en especial, el hacinamiento de ani-
macos coccidicidas generalmente actúan antes de que males jóvenes.
se alcancen las etapas tardías del ciclo de vida de las
• Organizar cronograma de diagnóstico para determi-
coccidias, la merogonia y la gametogonia, que son las
nar las infecciones parasitarias (en animales jóvenes
responsables de buena parte de las manifestaciones clí-
y en adultos).
nicas y son las preferidas para realizar tratamientos me-
tafilácticos. Suárez, F ( 2011) • Evitar la convivencia de animales jóvenes y adultos.
Sánchez (2010), relaciona los siguientes fármacos anti- • Diseñar comederos y bebederos que no permitan la
coccidiales y sus acciones: Diclazuril, Decoquinato, Tol- contaminación fecal.
trazuril: (Inhibición del transporte de electrones y la fos- • Prevenir e identificar la etiología de las diarreas en
forilación oxidativa); Sulfamidas: (Inhibición sinérgica el hato.
del metabolismo del ácido fólico); Arprinocid: (Inhibi-
ción de la Hipoxantina y la Guanina dentro de la célula • Adecuado control sanitario del hato y de las instala-
eucariota infectada); Amprolio: (Inhibición competitiva ciones de ordeño.
del transporte de Tiamina a través de la membrana celu- • Buena disposición de materias fecales.
lar. Clindamicina y Espiramicenol (inhibición de la sín-
tesis proteíca) y Salinomicina, Lasalocid y Monensina • Buenas prácticas sanitarias de operarios.
(destrucción de la integridad de membranas) • Utilización de fármacos anticoccidiales eficaces.

Prevención y control Tratamiento estratégico anticocidial


Un control adecuado para evitar las infecciones por (VECOXAN) en bovinos y ovinos:
coccidias en el ganado bovino, está relacionado con las Tratamiento curativo en casos clínicos.
buenas prácticas de manejo de las instalaciones de la
explotación y el manejo de la condición sanitaria del Tratamiento metafiláctico:
animal (Mestra, 1998) A la tercera o cuarta semana de vida de los terneros.
10 días después de presentarse un evento estresante
Algunas prácticas relacionadas al control (reagrupamiento, destete, o movilizaciones).
• Organizar buenas prácticas de manejo, relacionadas
con el tipo de explotación bovina, minimizando los Dos semanas antes del momento en que históricamente
factores ambientales predisponentes para el desarro- se presentan los casos de diarrea en la finca.
llo de coccidias y contaminación de animales (inun- Tratar todos los terneros del lote cuando se presente el
daciones, contaminación de pastos). primer caso de diarrea.
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http://www.veterinria.org/asociaciones/vet-/agronegocios/especies/general/libros/.
htm
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Eficacia del Diclazuril (Vecoxan®)1 en


infecciones causadas por Coccidias en
terneros lactantes de Córdoba–Colombia2

Objetivo general Metodología


Evaluar el efecto anticoccidial del Diclazuril (Vecoxan®) Sitio del ensayo: Municipio de Montería-Córdoba. Cen-
en infecciones causadas por coccidias en terneros de tro de Biotecnología Reproductiva (CIBRe). Km 18 Vía
Córdoba–Colombia.- 2010 Planeta Rica
Número de animales: 37 animales
Fármaco a utilizar: Diclazuril (Vecoxan®) Dosis: 1 ml /
2.5 kg de peso
Técnicas de diagnóstico: McMaster

Cuadro 1. Eficacia anticoccidial del Diclazuril (Vecoxan®) en bovinos


Muestras Infección Observaciones post tratamiento
37 inicial Día 3 Día 7 Día 14 Día 21
Día 0 Infec. Eficacia Infec. Eficacia Infec. Eficacia Infec. Eficacia
(opg) (%) (opg) (%) (opg) (%) (opg) (%)
Total 74800 1250 98.3 500 99.3 2650 96.4 6100 91.8
Promedio 2022 34 98.3 14 99.3 72 96.4 165 91.8
Mestra P. A., Betancur H. O. 2010

1
VECOXAN® 2.5mg/ml. Suspensión oral. Janssen-Animal Health. Registro ICA No.: 8193MV
2
Trabajo supervisado por Oscar Betancur Hurtado. MVZ Esp. Novartis de Colombia S.A.
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Eficacia del Diclazuril (Vecoxan®)1 en


infecciones causadas por Coccidias en
ovinos de Córdoba–Colombia2
Objetivo general Metodología
Evaluar el efecto anticoccidial del Diclazuril (Vecoxan®) Sitio del ensayo: Universidad de Córdoba. Facultad de
en infecciones causadas por coccidias en ovinos de Cór- Medicina Veterinaria y Zootecnia. Sede Berástegui.
doba–Colombia.- 2010
Número de animales: 26 animales (mayores de seis me-
ses).
Fármaco a utilizar: Diclazuril (Vecoxan®): Dosis: 1 ml
/ 2.5 kg de peso.
Técnicas de diagnóstico: McMaster

Cuadro 1. Eficacia anticoccidial del Diclazuril (Vecoxan®) en ovinos


Infección Observaciones post tratamiento
Muestras inicial Día 3 Día 7 Día 14 Día 21
26
Infec. Eficacia Infec. Eficacia Infec. Eficacia Infec. Eficacia
Día 0 (opg) (%) (opg) (%) (opg) (%) (opg) (%)
Total 80050 400 99.5 1050 98.7 1450 98.2 6320 92.1
Promedio 3079 15 99.5 40 98.7 56 98.2 243 92.1
Mestra P. A., Betancur H. O. 2010

1
Vecoxan® 2.5mg/ml. Suspensión oral. Janssen-Animal Health Registro ICA No.: 8193MV
2
Trabajo supervisado por Oscar Betancur Hurtado. MVZ Esp. Novartis.de Colombia S.A.
(Diclazuril)

Anticoccidial para terneros y


corderos de cualquier edad y peso
• Usado estratégicamente no interfiere
la generación de inmunidad natural.
• Sin tiempo de retiro.
• Una sola dosis.
Presentación:
Frasco por 200 mL y 1 litro.
Reg. ICA No.: 8193-MV

Importado y Distribuido por

Línea Nacional Gratuita


01 8000 916029
www.sanidadanimalnovartis.com

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