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La germinación (del latín germinatio, -ōnis1) es el proceso mediante el cual un embrión se

desarrolla hasta convertirse en una planta. Es un proceso que se lleva a cabo cuando el embrión se
hincha y la cubierta de la semilla se rompe. Para lograr esto, toda nueva planta requiere de
elementos básicos para su desarrollo: temperatura, agua, dióxido de carbono y sales minerales. El
ejemplo más común de germinación es el brote de un semillero a partir de una semilla de una
planta floral o angiosperma. Sin embargo, el crecimiento de una hifa a partir de unas esporas
micóticas se considera también germinación. En un sentido más general, la germinación puede
implicar todo lo que se expande en un ser más grande a partir de una existencia pequeña o
germen. La germinación es un mecanismo de la reproducción sexual de las plantas.

Importancia de la germinación

La germinación es el proceso de crecimiento embrionario el cual una semilla se desarrollara hasta


convertirse en una planta, este proceso es importante, porque si no hay germinación no hay
planta y sin planta no hay cosecha. Es el inicio de la vida de una planta se ve amenazada por varios
inconvenientes, como serían, la falta o exceso de riegos, plagas, demasiada solarización o
temperatura inapropiada, por estas y otras razones se extremarán los cuidados para obtener
plántulas. Entre los procesos de la germinación la latencia es de vital importancia para la
sobrevivencia de la planta.

La semilla se desarrolla desde un anterozoide situado en el interior del tubo polínico de una flor.
Éste llega al ovario ingresando por la micropila al óvulo, donde se produce la fecundación.
Posteriormente, el óvulo se transforma en semilla y el ovario en pericarpio o fruto. En el desarrollo
de la semilla se pueden distinguir tres estados después que se ha efectuado la polinización:

Se llama germinación al proceso por el que se reanuda el crecimiento embrionario después de la


fase de descanso. Este fenómeno no se desencadena hasta que la semilla no ha sido transportada
hasta un medio favorable por alguno de los agentes de dispersión. Las condiciones determinantes
del medio son: Aporte suficiente de agua, oxígeno, y temperatura apropiada. Cada especie
prefiere para germinar una temperatura determinada; en general, las condiciones extremas de frío
o calor no favorecen la germinación. Algunas semillas necesitan pasar por un período de
dormancia y, después de éste, también un tiempo determinado de exposición a la luz para iniciar
la germinación.

Durante la germinación, el agua se difunde a través de las envolturas de la semilla y llega hasta el
embrión, que durante la fase de descanso se ha secado casi por completo. El agua hace que la
semilla se hinche, a veces hasta el extremo de rasgar la envoltura externa. Diversas enzimas
descomponen los nutrientes almacenados en el endospermo o en los cotiledones en sustancias
más sencillas que son transportadas por el interior del embrión hacia los centros de crecimiento. El
oxígeno absorbido permite a la semilla extraer la energía contenida en estos azúcares de reserva, y
así poder iniciar el crecimiento.

La radícula es el primer elemento embrionario en brotar a través de la envoltura de la semilla.


Forma pelos radicales que absorben agua y sujetan el embrión al suelo. A continuación empieza a
alargarse el hipocótilo, que empuja la plúmula, y en muchos casos el cotiledón o los cotiledones,
hacia la superficie del suelo.
Los cotiledones que salen a la luz forman clorofila y llevan a cabo la fotosíntesis hasta que se
desarrollan las hojas verdaderas a partir de la plúmula. En algunas especies, sobre todo de
gramíneas, los cotiledones no alcanzan nunca la superficie del suelo, y la fotosíntesis no comienza
hasta que no se desarrollan las hojas verdaderas; mientras tanto, la planta subsiste a costa de las
reservas nutritivas almacenadas en la semilla. Desde que comienza la germinación hasta que la
planta logra la completa independencia de los nutrientes almacenados en la semilla, la planta
recibe el nombre de plántula.

1. Desarrollo del embrión.

2. Acumulación de reservas alimenticias: éstas se fabrican en las partes verdes de la planta y


son transportadas a la semilla en desarrollo. En las semillas denominadas endospérmicas,
las reservas alimenticias se depositan fuera del embrión, formando el endospermo de la
semilla. En las semillas llamadas no endospérmicas, el material alimenticio es absorbido
por el embrión y almacenado en contenedores especiales llamadas cotiledones.

3. Maduración: durante esta fase, se seca la semilla y se separa la conexión con la planta
madre, cortando el suministro de agua y formando un punto de debilidad estructural del
que se puede separar fácilmente la semilla madura.

Factores físicos que afectan la germinación

Entre los factores ambientales más importantes que afectan el proceso de germinación y
crecimiento de la planta se destacan: humedad, temperatura y gases.

HUMEDAD: la absorción de agua es el primer paso y el más importante, que tiene lugar durante la
germinación, porque para que la semilla recupere su metabolismo es necesaria la rehidratación de
sus tejidos.

TEMPERATURA: es un factor decisivo en el proceso de la germinación, ya que influye sobre las


enzimas que regulan la velocidad de las reacciones bioquímicas que ocurren en la semilla despues
de la rehidratación. Por eso, las semillas solo germinan dentro de cierto margen de temperatura.
Si la temperatura es muy alta o muy baja, la germinación no tiene lugar aunque las demás
condiciones sean favorables.

GASES: la mayor parte de las semillas requieren para su germinación un medio airado que permita
una adecuada disponibilidad de oxigeno y dioxido de carbono. La mayoría de las semillas germinan
bien en atmósfera normal. Para que la germinación tenga exito el oxígeno disuelto en el agua
debe llegar hasta el embrión.

FUNCIÓN DE LA GERMINACIÓN

La función de la germinación radica en ser un mecanismo de reproducción sexual en las plantas,


cuyo proceso consiste en el desarrollo de una semilla hasta convertirse en una nueva planta.

Es decir que las semillas son la unidad de reproducción sexual de las plantas y tienen la función de
multiplicar y perpetuar la especie a la que pertenecen.
En un sentido más general, la germinación puede implicar todo lo que se expande en un ser más
grande a partir de una existencia pequeña o germen. La germinación es un mecanismo de la
reproducción sexual de las plantas.

Proceso de germinación

Todo ello comprende una serie de procesos metabólicos y morfogenéticos cuyo resultado final es
la germinación de las semillas. Este proceso se lleva a cabo cuando el embrión se hincha y se
desarrolla a partir de sustancias de reserva que hay en la semilla ya que sea en el albumen, como
en el grano de trigo; ya en los cotiledones, como en las judías. La cubierta de la semilla se rompe.
Para lograr esto, toda nueva planta requiere de elementos básicos para su desarrollo:
temperatura, agua, oxígeno y sales minerales.

Condiciones y factores importantes para el proceso de germinación

1. Que el embrión esté bien formado

Es decir que se trate de una semilla normalmente desarrollada, y que esté madura. Además, que
esté vivo, o sea, que por el tiempo, la humedad, entre otros factores, no haya perdido el poder
germinativo.

2. Que la semilla tenga humedad y calor.

La humedad, al penetrar en la semilla reblandece los tegumentos y provoca la secreción por el


embrión de las diastasas o fermentos que transforman las sustancias de reserva en alimentos
solubles.

3. Tiene que alimentarse la semilla a expensas de sustancias de reserva

Hasta que tenga las primeras hojas y empiece a fabricar alimentos orgánicos. El calor acelera las
reacciones orgánicas de esas transformaciones. El frio paraliza la actividad vital.

4. Que tenga oxigeno para la respiración

Ya que ésta es muy activa en la germinación. Esto exige que las semillas que se siembran se
depositen en tierra mullida para que entre el aire.

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