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INDICE

Cómo usar este libro.........................................................................ii


1. ¿Porqué estoy herido? ..........................................................1

2. Acuda a su Gran Médico......................................................13

3. Hay un bálsamo: la Palabra de Dios.....................................21

4. El amor del Calvario... su infierno y su sanidad…………….29

5. ¿Es usted libre para escoger?..............................................40

6. Dios está en control y se interesa por usted………………...49

7. ¡Dios está presente! .............................................................60

8. Permita que su mente se renueve........................................68

9. Su mente: El campo de batalla………………………………..76

10. ¡En pie de batalla! .................................................................87

11. ¿Cómo puedo perdonar? ......................................................97

12. ¡Pero estoy muy enojado! ....................................................112

13. El remedio para la amargura.................................................129

Preguntas para el estudio en grupo....................................................144

Los atributos de Dios..........................................................................154


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Como usar este libro

C reo que Dios en su soberanía ha puesto en sus manos un libro que puede
ser más que algo para leer y considerar. Puede ser su instrumento para la
sanidad de las heridas invisibles pero muy verdaderas; heridas que son peores
que las heridas físicas. También puede ser su medio para proporcionarle de un
ministerio para las personas que sufren.

Si va a usarlo como un instrumento de Dios para sanar, entonces usted


debe comprometerse en el estudio haciendo todas las tareas. Eso lo pondrá
directamente dentro de la Palabra de Dios; y es desde aquí que Dios puede
"enviar su palabra, y sanarlo y librarlo de todas sus angustias".
Si está buscando un ministerio, permítame asegurarle que existe un vasto
número de personas en todas partes que están heridas y que necesitan
conocer a Dios y el poder sanador de su Palabra.

Por lo tanto, Señor, sana mis heridas se ha diseñado para EL estudio en


grupo así como para el estudio personal. Al final de este libro hay una lista de
preguntas para consideración en cada semana de estudio.
Amigo, le entrego este libro con todo el cariño que me ha dado el Padre
celestial, quien lo ama a usted con amor eterno.

Kay
1

¿Por que estoy herido?

A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí. Quebrantado estoy por el


quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha arrebatado.
¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico?
¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?
Jeremías 8:18,21-22

Primer día

M i anillo de bodas de platino rodó en círculos sobre el piso de la sala de


entretenimientos, burlándose de lo que estaba pasando. Tom estaba en el
piso buscando mi anillo de compromiso de diamantes a tientas en las sombras de
las lámparas de mesa. Cuando me detuve en el rincón de la habitación,
observando como un espectador indiferente, mis labios estaban tensos. Ningún
llanto. Ningún sollozo histérico. Ya no hacía eso. Según mi opinión, todo había
terminado.

El anillo de bodas al fin había dejado de rodar en círculos. Su movimiento


se había acabado, así como nuestro matrimonio. Tom todavía estaba buscando el
anillo de compromiso que le había arrojado junto con mi anillo de bodas. Él
murmuraba algo acerca de lo caro que era el anillo. ¡Eso me puso furiosa!

Pensé: ¡Te importa más ese anillo de brillantes caro y tonto que yo! ¿No
sabes lo que pasó? Me quité el anillo de bodas. El que tú habías hecho grabar
con las palabras: "Nuestro amor es eterno." no te das cuenta de ― no se te
ocurrió pensar Tom Goetz ― que nunca me quité el anillo desde el día de nuestra
boda?

La pelea había comenzado en nuestro dormitorio. No quise volver allí, por


eso me quedé en la planta baja. Por primera vez en nuestros seis años de
matrimonio, Tom me había abofeteado. Yo lo había insultado y eso fue
demasiado; no lo pudo soportar y perdió el control. Cuando la sangre tibia y
salada que salía de mi nariz me tocó los labios, le dije a Tom que eso ya era
demasiado. Se había acabado........ ¡Terminado! Él me, siguió hasta la planta
baja, pidiendo perdón. Después de eso se fue a acostar.

No sé si Tom durmió o no. Sólo sé que al día siguiente llamamos a nuestro


sacerdote y éste vino a casa. Él pensaba que debíamos separarnos. Yo me
llevaría a nuestros hijos pequeños, Tom y Mark, y volvería a Arlington, Virginia,
donde tenía amigos. Fue así de sencillo... por fuera. Por dentro, comenzó a
supurar una herida invisible pero verdadera, con su veneno penetrando dentro de
mi alma. Si la herida hubiera sido sólo mía, no habría sido tan terrible. No sabía
que los niños estaban heridos... nunca lloraron delante de mí.
2

Mi amigo, ¿ha pensado alguna vez en la posibilidad de un divorcio?


¿Ha querido alguna vez distanciarse de una relación y decir: "Olvídalo, no vale la
pena"?
¿Se ha sentido lastimado de tal manera que pensó que el dolor nunca se le
pasaría y que sería más fácil morir?

¿Ha sido alguna vez herido de manera tan terrible que deseó, o hasta oró,
que la persona que lo había lastimado se muriera?

¿Está herido emocional, espiritual o psicológicamente?


¿Tiene un compañero, un hijo, un familiar, un amigo que está herido?

¿Cuál es la respuesta, la solución? ¿Existe alguna? ¿Hay algunas


personas condenadas a estar heridas para siempre? ¿Existen algunas personas
que tienen heridas tan grandes que nunca podrán cicatrizar?

¿Existe sanidad para el que está herido, no importa lo grave que sea la
herida?
Sí, existe. Créalo o no, Dios lo(a) ama, y Él desea su integridad mental,
emocional, y su sanidad. Hace unos dos mil quinientos años, impulsado por Dios
Jeremías registró la carga que Él sentía por su pueblo que estaba herido.

Estoy por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy,


espanto me ha arrebatado (Jeremías 8:21).
¿Por qué tal angustia? ¿Era debido a que sus heridas eran muy grandes? No,
estimado amigo era porque existía un remedio para sus heridas, y ellos no
estaban enterados... o quizá sabían a dónde ir para encontrar ayuda, pero por
alguna razón se negaban a hacerlo.

Escuche el clamor de desaliento de Jeremías:


¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo
medicina para la hija de mi pueblo?
Un bálsamo en Galaad... un médico allí. . . y sanidad para cada herida de
su alma. Exactamente de eso se trata este estudio devociónal.
Estoy impaciente por ver, y confío en que también pueda oír, lo que Dios va
a hacer con este estudio sobre la sanidad de las heridas. Estudie con diligencia y
se asombrará de lo que Dios hará cuando usted crea en su Palabra y viva de
acuerdo con ella.
Yo lo sé. He sido sanada, y muchas, muchas otras personas también lo
han sido.

¿Me permite que le haga una sugerencia? Abra su Biblia en el libro de


Jeremías. Si no sabe donde se encuentra, hay un índice al principio de la Biblia.
Busque en los libros del Antiguo Testamento hasta que encuentre Jeremías y el
número de la página donde comienza. ¿Por qué no lee uno o dos capítulos? Al
hacerlo, pídale a Dios que le dé entendimiento con respecto a su pueblo, a quien
se refiere como Judá, y lo que estaba experimentando ese pueblo y ¿por qué?. Si
no ha estudiado antes la Biblia, no permita que su lectura lo abrume. Se
encontrará aprendiendo más y más de la Biblia a medida que avanzamos a través
de nuestra búsqueda de sanidad.
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Segundo Día
Nunca pensé que alguna vez tendría que sufrir un divorcio. Hubo sólo una cosa
que siempre quise en la vida; y era estar felizmente casada para siempre, igual
que mi mamá y mi papá.

Quería estar enamorada con locura, igual que en las películas. Quería un
esposo típico que amara a su esposa e hijos y que quería que todos viviéramos
constantemente felices. Habría estado contenta de permanecer en casa y ser la
esposa de un hombre de negocios con éxito de criar a mis niños, y de unirnos a
un club campestre. Jugar golf, y pasarme los fines de semana bailando en brazos
de mi esposo, riendo y disfrutando de la compañía de nuestros amigos.

Ahora, después de seis años de matrimonio, todo se había perdido. Mis


sueños se convirtieron en una pesadilla. Eso duele. Había fracasado. Lo único
que siempre había querido, estar felizmente casada con un hombre hasta que la
muerte ― nos separase a una edad avanzada ― se había terminado. Había
venido y se había ido. Yo tenía sólo veintiséis años.

¡Ah, eso dolía! ¡Pero no tanto como iba a dolerme después! Estaba tan centrada
en mí misma, tan determinada a lograr mi propia felicidad, que nunca en realidad
entendí de qué manera todo lo que pasó había herido a Tom. Él no quería el
divorcio. Sólo seguimos un mal consejo dado por alguien con un símbolo
eclesiástico. Una vez que sucedió la separación, el divorcio parecía lo más
natural.

Tom odiaba vivir solo. Un día me llamó y me dijo que estaba yendo a un
psiquiatra. Cuando le pregunté por qué, dijo que era porque no podía olvidar las
cosas tan feas que yo le había dicho. De cuando en cuando me decía que iba a
suicidarse. Como no le creía, le decía: "Ve y hazlo, pero bien, así me quedo con
tu dinero."

Su herida se convirtió en llaga, una llaga que se haría más profunda con
cada llamada telefónica, con cada carta. Más profunda, hasta que se puso una
soga al cuello. Murió, herido y sin sanarse. Y nunca pudo oír mi llanto que decía:
"¡Lo siento! Si sólo hubiera sabido..."

Para mí, todo sería diferente, porque un día clamaría: "¡Sáname tú, Señor,
y seré sanada! ¡Sálvame tú, y seré salva!"

Descubriría que había un bálsamo en Galaad que podía sanar al alma enferma
por el pecado. ¡Cómo deseaba poder haberle contado a Tom lo que aprendí!

Pero por otra parte, todo eso ― el aprender a vivir a pesar de la realidad de
su suicidio, el aprender a enfrentarme con el recuerdo de haberles fallado a mis
dos hijos al divorciarme de su padre y de exponerlos a mi consecuente
inmoralidad ― sería sanado por ese mismo bálsamo y por mi Gran Médico a
quien llegaría a conocer como Abba, Padre.
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Tengo un mensaje para usted, amado lector. Un mensaje de esperanza, de


vida y de paz. No es mi mensaje, tampoco es un mensaje psicológico, ¡sino un
mensaje de Dios! Cualquiera que sea su llaga, su herida -ya sea una llaga
mayormente causada por usted mismo, como la mía, o una llaga causada por
otros ― la Palabra de Dios dice que existe un bálsamo en Galaad, que hay un
Gran Médico allí. Y por eso puede clamar: Sáname oh Jehová, y seré sano;
sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza (Jeremías 17:14).

No creo que haya algún hijo de Dios que no pueda ser sanado de las
heridas más profundas y horribles si aprende tres cosas: cómo aplicar el bálsamo
de Galaad, cómo seguir las instrucciones del Gran Médico y cómo darle a su
medicamento tiempo para que obre. De eso se trata este estudio. En los días que
siguen, la expresión el bálsamo de Galaad tomará un profundo sentido y
significado cuando aprenda cómo se usaba esa frase en la época del Antiguo
Testamento.

Permítame sugerirle, amigo, que hoy tome tiempo a solas con el Señor por
un rato y le pida que le muestre si hay algunas heridas en su vida, pasadas o
presentes, que necesitan sanidad. Escríbalas a medida que Dios se las muestre.

Si se siente bien ― sin heridas, pasadas o presentes ― entonces escriba


las heridas de su cónyuge, de su amigo o de su amiga.

Al escribirlas, por favor, no se preocupe por lo que alguien pueda pensar. Este es
su cuaderno de ejercicios y lo que vamos a ver es cómo Dios puede tratar y sanar
las heridas que vienen como parte de la vida.
Por eso, cuando se le pida que escriba algo, encontrará muy provechoso
hacer exactamente eso. Hay una razón por la que le pediré que lo haga, y estoy
segura de que en realidad lo ayudará. Cuando termine de escribir, busque
Jeremías 17:14. Cópielo debajo de lo escrito y luego memorícelo. Descubrí que la
manera más fácil de memorizar es leer algo en voz alta tres veces consecutivas
por la mañana, por la tarde y por la noche. ¡Haga la prueba!

Tercer día

A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí (Jeremías 8:18).


¿Escribió Jeremías esas palabras sólo para describir su angustia cuando se
lamentaba por la terrible devastación del pecado en la vida de las personas de su
pueblo? No, como está escrito en Romanos 15:4: Porque las cosas que se
escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por la
paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza.

Amigo, después de dar una mirada a las heridas en su vida o en la vida de


su cónyuge o de un amigo, ¿siente usted un dolor que no tiene remedio? ¿Siente
que la integridad total mental y emocionalmente es imposible, que la sanidad es
un milagro que nunca sucederá?

¿Son las palabras de Jeremías 8:18 también sus palabras? ¿Pudiera


haberlas escrito usted? ¿A veces se pregunta cómo puede continuar, y si la vida
será alguna vez más que una simple existencia y supervivencia día por día? ¿O
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hay veces en que no desea sobrevivir, cuando la muerte sería bienvenida si no


tuviera que provocarla o si pudiera estar seguro de que la muerte sería en
realidad más dulce y más tolerable que la vida?

Lo comprendo. En su mayor parte, yo causé mis heridas. Y aún así, ya sea


que me las haya causado debido a mi desobediencia egoísta y voluntaria a los
preceptos de Dios, o que otro me las haya causado, las heridas duelen.

Aunque la causa de nuestro dolor tal vez no sea el mismo, he sostenido en


mis brazos a incontable cantidad de personas heridas, golpeadas y lastimadas.
He llorado y orado con personas que fueron maltratadas emocional y físicamente
de tal forma que, si no hubiera conocido el poder sanador de la Palabra de Dios,
habría dicho: "No hay esperanza." He leído las cartas de ellos y su dolor era tan
grande que a veces pensé que mi corazón iba a estallar.

No hay nada nuevo debajo del sol. Algunas heridas pueden ser más
profundas o más, grandes, pero el dolor es dolor, la herida es herida; todo nos da
punzadas que duelen.

Las personas que me han contado acerca de sus heridas han pasado por
toda la gama de dolores, desde pensamientos de inutilidad y desesperanza hasta
sentimientos de ser suci@, usad@ y desechad@. Algunos han sido tan
maltratad@s en forma sexual, física o emocional que viven atormentados por los
recuerdos, acosados por todo lo que hace volver los hechos a la pantalla de sus
pensamientos. Los horrores del pasado, la incapacidad para enfrentarlos y los
sentimientos de no poder ser nunca lo suficiente buenos los abruman y los
incapacita. Viven con "si solamente" "si nunca me hubiera casado con él o con
ella... si sólo no me hubiera permitido a mí misma; si sólo hubiera respondido en
forma diferente; si sólo no lo hubiera hecho..."

Yo comprendo. ¿Y usted? ¿No ha permitido también que su mente repita


una y otra vez el pasado, preguntándose qué hubiera pasado "si sólo"? Es un
infierno, ¿verdad? Un tormento constante a medida que lo repasa en su mente
una y otra vez. Lo sé. He pasado por esa situación; pero también he encontrado
la sanidad de Dios.

Aunque el relatarle lo que sucedió con Tom vuelve a despertar el dolor y


me llena los ojos de lágrimas, puedo seguir adelante. Puedo vivir como más que
vencedor, y usted puede hacerlo también. Dios tiene una vía de escape, y vamos
a encontrarla.

¿No quisiera acudir hoy mismo al Señor en oración y decirle exactamente


cómo se siente en este punto con respecto a la capacidad de Él para sanarlo?
Creo que le ayudará si lo escribe con claridad. No sienta vergüenza de hacerlo;
Dios ya sabe sus pensamientos. Sin embargo, cuando se dirige a Dios
directamente, se produce una comunicación abierta y entonces se puede tratar de
una manera designada por Dios. Esa manera es la oración.
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Cuarto día
Durante la época de Jeremías, las personas del reino de Judá se
encontraban en un estado de angustia. Se hallaban quebrantadas por los
estragos del pecado. Semejante al día de hoy, el pecado había ocasionado su
efecto devastador, tocando todos los niveles de la sociedad desde el plebeyo
hasta el sacerdote, el profeta y el rey. Judá era una nación quebrantada con
personas heridas debido a sus pecados y debido a los efectos de sus pecados
sobre la sociedad.
Había algunas personas que iban de un lado a otro proclamando "paz,
paz", pero no había paz. Buscaban sanidad, pero la sanidad los eludía. ¿Cuál era
el problema? Eso es lo que vamos a considerar porque, al hacerlo, veremos por
fin la respuesta de Dios. La solución ofrecida en la época de Jeremías es la
misma solución que Dios ofrece para todas las épocas.

Antes que comience a leer el libro de Jeremías, permítame darle el


contexto histórico del mismo. La nación de Israel había sida un reino con
Jerusalén como la capital hasta después de la muerte de Salomón, uno de los
hijos de David. Cuando el hijo de Salomón, Roboam, subió al poder, el reino se
dividió en el reino del Norte y el reino del Sur. Bajo el reinado de Jeroboam, las
diez tribus que formaban el reino del Norte designaron a Samaria como su capital.
Ese reino del Norte fue conocido con el nombre de Israel. Debido a que ya no
tenían acceso al templo de Jerusalén, se hicieron dos becerros de oro,
construyeron un altar y establecieron su propio sistema de adoración. Su idolatría
continuó hasta que por último Dios envió a los asirios para que los llevaran
cautivos. Esto ocurrió cerca del año 722 a.C.

El reino del Sur, Judá, estaba compuesto por las tribus de Judá y de
Benjamín. Aunque Judá había visto el juicio de Dios sobre su hermana Israel, no
aprendió de los errores de ella. Durante los últimos años de vida de Jeremías,
Dios permitió que los babilonios (caldeos) fueran a Judá para tomarla cautiva. El
libro de Jeremías describe el horrible quebrantamiento de esa nación, el llamado
de Dios por medio de Jeremías al arrepentimiento y la destrucción final de Juda
debido a que no querían escuchar y ser sanados. En el año 586 a.C., los
babilonios conquistaron a Judá.

A la luz de esa breve reseña histórica, lea los dos primeros capítulos del
libro de Jeremías. Observe cómo Dios habla a Judá haciéndole recordar los
tiempos en que Él se había convertido en su Dios (lo cual fue, por supuesto,
cuando Israel se convirtió en un reino y antes que ese reino se dividiera).
Después que lea esos dos capítulos, busque los siguientes versículos en el libro
de Jeremías. Junto a cada referencia, haga un resumen de lo que aprenda acerca
de la situación de Judá durante la época de Jeremías. Luego, a medida que anote
sus observaciones, vea si hay algo comparable con nuestra época. Tal vez quiera
escribir las comparaciones con un color diferente para que pueda distinguirlas con
facilidad.
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1. Jeremías 2:1-8
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2. Jeremías 2:13 (Observe las comparaciones o contrastes en este versículo.)
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3. Jeremías 2:17-19
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4. Jeremías 2:20-25
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Quinto día
Antes que vayamos a la solución para las heridas de Judá, quiero que lea un poco
más del libro de Jeremías. Si alguna vez se ha escrito un libro que los cristianos
necesitan estudiar en este período de la historia humana, ese libro es Jeremías.
Si quiere leerlo desde la perspectiva de cómo la situación de Judá es comparable
a los acontecimientos de su país en la actualidad, se sorprenderá de las
similitudes. También espero que estará decidido a no responder a la Palabra de
Dios de la misma manera.

Lea desde el capítulo 3 hasta el 5 del libro de Jeremías y luego


repasaremos juntos esos capítulos. Por favor no permita que eso lo agobie.
Créame, no quiero que se sienta desanimado de ninguna manera y que tal vez no
logre la sanidad que será suya si tan sólo persevera a lo largo de estas trece
semanas. Nuestro estudio va a ser un proceso. Usted no va a encontrar alivio
instantáneo en un tipo de enseñanza como "uno, dos, tres pasos y está sanado".
Estoy convencida de que si su sanidad va a ser más que superficial, entonces hay
algunas verdades cruciales y fundamentales que deben ser la base para su
sanidad, sin importar la herida. ¡Así que, siga leyendo! Ahora bien, repasemos
juntos el libro de Jeremías. Vamos a tomar un punto a la vez.
1. En Jeremías 3 Dios muestra cómo su esposa, "la infiel Israel", había hecho
el papel de prostituta.
a. Lea Jeremías 3:1-13.
b. Haga una lista de lo que aprendió acerca del comportamiento de
Israel en los versículos siguientes:
3:1 y 3:6,13 (Las prácticas paganas de adoración en aquellos tiempos
a menudo incluían el rendir honor a árboles cortados en símbolos
fálicos [sexuales].)
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2. En Jeremías 4:19-22 uno casi puede oír el gemido de angustia de Jeremías


cuando ve el juicio de Dios acercándose por medio de la guerra y la
cautividad. Lea esos versículos y luego anote lo que observe acerca de las
personas.
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3. En Jeremías 5:7 Dios formula una pregunta muy válida: "¿Cómo voy a
perdonarte?" Hay muchas razones por las cuales El no debiera hacerlo.
Esas razones se encuentran en el capítulo 5. Lea dicho capítulo y haga una
lista de las razones y de los versículos donde las encontró. Luego en la
segunda columna, haga una lista de las similitudes con la época actual.

RAZONES PARA EL SIMILITUDES CON LA


JUICIO DE DIOS EPOCA ACTUAL
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Dios no quería juzgar a Israel, aun cuando tenía verdaderas razones para
hacerlo. A lo largo de todo el libro de .Jeremías, Dios llama a su pueblo para que
lo escuchen y se vuelvan a El:

Ve y clama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice
Jehová; no haré caer mi ira sobre ti, porque misericordioso soy yo, dice Jehová, no
guardaré para siempre el enojo. Reconoce, pues, tu maldad, porque contra Jehová tu Dios
has prevaricado, y fornicaste con los extraños debajo de todo árbol frondoso, y no oíste
mi voz, dice Jehová. Jeremías 3:12-13

Al estudiar el libro de Jeremías, tal vez usted se identifique con la infiel Israel
porque no ha amado a Dios como debiera haberlo amado o no ha vivido para Él
como debiera haber vivido. Si tal es su caso, reconozca su pecado... pero, amigo,
amiga, sepa que Dios todavía sigue siendo misericordioso, esperando que usted
clame con fe: "Sáname tú, SEÑOR, y seré sanado; sálvame tú, y seré salvo."
Vuélvase y acuda a los brazos abiertos de amor del Calvario. Él lo sanará.

Sexto Día
¿Se ha preguntado alguna vez cómo algunas personas pueden estar tan
confundidas? ¿Cómo es que algunos padres y algunas madres traen hijos al
mundo y luego los maltratan o los ultrajan? ¿Cómo pueden insultarlos,
rechazarlos, ser malos con ellos o abandonarlos?
¿Cómo pueden algunos padres agredir sexualmente a sus hijitas? Para la
mayoría, eso es difícil de comprender. Ni siquiera queremos pensar en eso
porque es tan detestable; sin embargo, sucede mucho más de lo que se da
cuenta la mayoría de las personas.
¿Por qué algunos padres golpean con violencia a sus hijos y los maltratan
emocionalmente? ¿Por qué los tratan con brutalidad, desquitándose de su enojo y
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frustración con alguien más débil y más pequeño que ellos? ¿Qué es lo que hace
que un padre llegue a estar tan emocionalmente enfermo que haría algo así a un
niño, menos aún a su propio niño o niña? ¿Se ha preguntado usted eso alguna
vez o lo ha pensado?
¿Por qué algunas personas se convierten en marginados sociales? ¿Por
qué abandonan sus relaciones familiares? ¿Por qué se hacen adictos a las
drogas, alcohólicos, prostitutas, homosexuales o lesbianas? ¿Por qué algunas
personas son atraídas a las prácticas del ocultismo?

¿Por qué algunas personas arruinan su vida y la vida de otros? ¿Es eso lo
que querían desde el principio, lo que querían hacer con su vida cuando se
hicieran adultos?

Me doy cuenta de que la respuesta se remonta al problema del pecado


inherente y de que no hay ninguno, con excepción de Jesucristo, que no haya
nacido en pecado (Romanos 5:12). Sin embargo, las personas anhelan tener
alguna semejanza del cielo, no del infierno, en su vida.
Si eso no es lo que anhelan, entonces ¿por qué hay tantas personas
lastimadas y heridas que han experimentado un infierno viviente? Es porque en
algún punto, alguien no escuchó a Dios.
Cuando las personas no escuchan la Palabra del Señor, eso afecta a las
familias, que a su vez afecta a la sociedad, que a su vez afecta a las naciones, y
que a su vez puede afectar al mundo. A lo largo de todo el libro de Jeremías
leemos la siguiente expresión: "Y no oyeron ni inclinaron su oído." Se puede
deducir que el origen de nuestros problemas es porque alguien no quiso escuchar
a Dios, escucharlo a fin de creerle y de obedecerle. Ahora bien, eso le puede
parecer simplista, pero si usted quiere leer la Palabra de Dios en forma
cuidadosa, verá que es verdad. La manera en que el pecado entró originalmente
en el mundo fue por no escuchar a Dios. Adán y Eva no escucharon a Dios. En
cambio, escucharon a Satanás y creyeron una mentira. Y lo que hicieron afectó a
todas las generaciones futuras.

Cuando pienso en mi primer matrimonio, me doy cuenta de que sufrí


nuestro divorcio y el suicidio de Tom porque no escuché a Dios. No hice lo que Él
me decía que hiciera como esposa y madre. Hice lo que me parecía. Pero usted
puede decirme: "¿Bueno, Tom tampoco era perfecto! Si él hubiera satisfecho sus
necesidades, entonces..." Y yo le diría: "Pero Tom tenía heridas causadas por su
familia…" Luego encontraríamos el hecho de que los padres de Tom no
escucharon a Dios, y que él, en sus pruebas, no escuchó a Dios. Ninguno de
nosotros escuchó a Dios, ¡y todos tuvimos la oportunidad!
Deténgase por unos minutos y piense en sus propias heridas, en los males que
ha sufrido. ¿Por qué sucedieron? Piénselo y escriba las respuestas.
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Al ir escribiendo Señor, sana mis heridas, pienso en usted. Se me ocurre


que tal vez no sepa mucho acerca de la Palabra de Dios. Puede ser que la Biblia
haya sido un libro cerrado y aburrido para usted, como lo era para mí. Tal vez ni
siquiera la haya leído nunca. Tal vez usted sea como muchos que han venido a
nuestras clases en Ministerios Precepto, ha venido porque estaba herido y
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desesperado por conseguir alivio. ¡Estoy muy contenta de que el Señor nos haya
reunido! Usted no se va a desilusionar si está buscando a Dios con sinceridad.
En caso de que la Biblia sea algo nuevo para usted, quiero definir la palabra
pecado. El pecado comenzó en el huerto del Edén cuando el primer hombre y la
primera mujer desobedecieron a Dios. Él les dijo que no comieran del fruto del
árbol del conocimiento del bien y del mal. También les dijo cuáles serían las
consecuencias que vendrían si desobedecían. Sin embargo, en vez de creerle a
Dios y de obedecerle, escucharon a la serpiente antigua, el diablo, y
desobedecieron.

La desobediencia es pecado. Saber qué es lo bueno y no hacerlo es


pecado (Santiago 4:17). Todo lo que no proviene de fe es pecado (Romanos
14:23). Por lo tanto, la incredulidad es pecado. El pecado es trasgresión de la ley
(1 Juan 3:4). El pecado tiene su raíz en querer ir por nuestro propio camino. Isaías
53:6 dice: Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por
su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Así define el
pecado la Biblia.

Ahora bien, continuemos a través de libro de Jeremías, capítulos 6, 7 y 8,


ya que estamos a punto de encontrar la solución de Jeremías para las heridas de
su pueblo. Vamos a mencionar la solución al final de nuestra lectura de la Biblia
para hoy, pero no la vamos a explicar todavía. A medida que vayamos a través de
los capítulos 6, 7 y 8 del libro de Jeremías, anote la información que recoja y
escríbala en el cuadro de la siguiente página. Eso lo ayudará si está haciendo
este estudio con un grupo.

1. Si tiene tiempo, lea todo el capítulo 6 del libro de Jeremías. No obstante, si


no tiene tiempo, lea los versículos 6 al 19. Luego fíjese en lo que aprenda
acerca del pueblo de Dios en los versículos 7,10, 13, 14 y 19. Anote en el
cuadro lo que aprendió.
2. Lea el capítulo 7 del libro de Jeremías. Cuando termine, busque los
versículos 8-10, 13, 18, 23 - 28, 30,31 y anote sus observaciones en el
cuadro.
3. ¿Se fijó en la oportunidad que Dios le dio a su pueblo para que se
arrepintieran, en Jeremías 7:1-7? Arrepentirse significa tener un cambio de
actitud. Un cambio de actitud con respecto a la manera en que estaban
viviendo hubiera traído un cambio en sus vidas, ¿no es cierto?
4. Por último, llegamos al capítulo 8 del libro de Jeremías. Una vez más, sería
beneficioso para usted si lee el capítulo completo. Cuando termine, busque
Jeremías 8:5 -7,9 -12 y anote lo que perciba en su cuadro.
5. Ahora bien, ¿cuál es la solución para sus problemas? Para decirlo de otra
manera, ¿por qué Jeremías se encuentra consternado? Lea el libro de
Jeremías 8:21-22 y anote lo que perciba. Como mencioné antes, tal vez
usted no comprenda el significado de la terminología de Jeremías en esos
versículos, pero la va a comprender más adelante.
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EN LA ÉPOCA DE JEREMÍAS

LOS PROBLEMAS LA ACTITUD DEL PUEBLO


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LO QUE NECESITABAN PARA SANARSE


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Séptimo día
Debido a que muchas personas me han contado acerca de sus heridas, puedo
comprender cómo se sentía Jeremías cuando exclamó: Quebrantado estoy por el
quebrantamiento de la hija de mi pueblo; entenebrecido estoy, espanto me ha
arrebatado. ¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues,
no hubo medicina para la hija de mi pueblo? (Jeremías 8:21-22).
¿Puede sentir la angustia de Jeremías? ¿No siente también que la causa
es porque Jeremías sabía que había un remedio pero que las personas no
querían escucharle?
Hay un remedio seguro. Existe una manera de ser sanado, de estar íntegro
mental y emocionalmente. Quiero que usted lo sepa. Las personas de la época de
Jeremías no tenían que vivir en desesperación y derrota, y tampoco usted tiene
que vivir de esa manera. No tiene que estar inutilizado por el trauma de su pasado
ni un poco más que los hijos de Judá lo tuvieron que estar.
Creo con toda sinceridad, amado, que no hay ningún trauma de su pasado,
ni ninguna herida de su mente, de sus emociones, de su corazón o de su alma
que esté más allá del alcance del poder sanador de Dios. ¿Por qué? Porque hay
un bálsamo en Galaad, hay un Gran Médico allí.
Nuestro estudio de la semana próxima lo ayudará a ver por usted mismo
exactamente quién es el Médico al cual se refería Jeremías. Luego vamos a dar
una mirada detallada al bálsamo de Galaad. Y después vamos continuar con
heridas específicas; vamos a ver cómo se deben tratar de manera tal que haya
una sanidad verdadera.

Cuando Jeremías observaba el quebrantamiento de su pueblo, lo abrumó


la consternación porque esas personas creían que estaban condenadas a una
vida de desesperación total. ¡Tal vez usted pueda sentirse identificado con ellas!
El pueblo había olvidado que tenía un Dios cuyo nombre era Jehová-Rafah, el
Dios que sana. Esa es la razón por la que Jeremías observó el terrible estado del
12

pueblo y gritó: "¿No existe bálsamo en Galaad? ¿No hay médico allí?" La
respuesta obvia y supuesta era un resonante "¡Sí!". Uno se da cuenta de eso por
la manera en que Jeremías formuló su próxima pregunta: ¿Por qué, pues, no
hubo medicina para la hija de mi pueblo? (Jeremías 8:22).
La fuente final de su completa sanidad - o de la sanidad de cualquier otra
persona - será el Gran Médico y el bálsamo que El ha mandado. Por
consiguiente, ¿no quisiera terminar esta semana escribiendo una oración a Dios
con respecto a su sanidad, la sanidad de su cónyuge o la sanidad de un amigo?
En su oración, vaya a Dios con fe. Si su fe es débil, dígaselo a Dios. Si cree que
su sanidad está más allá del alcance del amor de Dios, de su cuidado, capacidad
o poder, dígaselo. Sencillamente dígaselo. Tal vez usted quiera incorporar
Jeremías 17:14 en su oración.
13

Acuda a su Gran Medico


Porque yo soy Jehová tu sanador.
Éxodo 15:26

Primer día
i está pasando por un tiempo de amargura, permítame hablarle de Jehová-
S Rafah, el Señor que sana sacando lo amargo y haciéndolo dulce.

Estudiemos ese nombre de Dios que lo muestra como el que sana. La


primera vez que se menciona el nombre Jehová-Rafah en la Biblia es durante el
relato de Moisés del éxodo de los israelitas de Egipto. Acababan de cruzar el Mar
Rojo y Moisés había cantado su canción de victoria: Ha echado en el mar al
caballo y al jinete (Éxodo 15:1). Los israelitas habían llegado a Mara donde no
podían calmar su sed porque las aguas de Mara eran amargas.
Ahora que usted sabe el contexto, demos una mirada más detallada al libro
de Éxodo 15:22-26.
E hizo Moisés que partiese Israel del Mar Rojo, y salieron al desierto de Shur;
y anduvieron tres días por el desierto sin hallar agua. Y llegaron a Mara, y no
pudieron beber las aguas de Mara, porque eran amargas; por eso le pusieron
el nombre de Mara.
Entonces el pueblo murmuró contra Moisés, y dijo: ¿Qué hemos de beber?
Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y la echó en las aguas,
y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los
provocó y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo
recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares
todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te
enviaré a ti; porque yo soy Jehová.

Dios dice: "Yo soy Jehová-Rafah, el que los sana a ustedes." ¿Alguna vez ha
considerado a Dios desde este punto de vista? Como muchas otras personas en
la actualidad, los hijos de Israel se encontraron pasando por un tiempo de
amargura. Ellos no sabían que el agua amarga era una prueba. ¿Vio la palabra
probó? Retroceda y subráyela. Dios quería que los hijos de Israel aprendieran un
principio importante: Cuando las cosas se ponen difíciles, uno tiene que acudir a
Dios. El escuchar y obedecer a Dios traerá sanidad. Dios puede sacar lo amargo
y hacerlo dulce, porque El es nuestro sanador.
Compare la situación de los israelitas con la suya en la actualidad. Cuando se
encontró pasando por un tiempo de amargura, ¿qué hizo?, ¿a quién recurrió?
Dedique unos minutos y haga una lista de los varios caminos que ha seguido para
sanarse. Diga si dieron resultado o no y por qué.
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14

Segundo día

El médico a quien se estaba refiriendo Jeremías era Dios, porque su nombre es


Jehová-Rafah. Jehová es nuestra traducción del tetragrama YHWH. Jehová
(YHWH) es el nombre que revela a Dios como el que existe en sí mismo. ¡Qué
significativo es eso cuando se trata de comprender a Dios como el que lo sana a
usted! Debido a que El es el sanador que existe en sí mismo, su sanidad no
depende en realidad de nada más que de Dios. Cuando se detenga a pensar en
eso, se encontrará dando un suspiro de alivio, porque no tienen que reunirse otros
factores aparte de Dios. El es el que sana (Deuteronomio 32:39).

Hace poco recibí una carta de una señora que estaba obvia-mente herida. Ella
escribió:
El viernes pasado por la noche usted usó una ilustración empezó a correr por
el pasillo durante uno de sus mensajes sobre el perdón. Ella no podía
perdonar a su padre por el abuso sexual al que él la había sometido. ¿Pudiera,
por favor, decirme lo que le dijo a ella? Yo me siento identificada con esa
mujer en gran manera con excepción de que nunca quedé embarazada, pero
la ira y la falta de perdón están allí todavía.
También se extiende a mis relaciones con otros hombres, ya que no puedo
formar una relación amistosa con ningún hombre. Tengo treinta y siete años y
no lo puedo superar. Pero lo más importante es que causa serios problemas
en mi relación con el Señor. No me gusta la palabra padre. La odio. Cuando
trato de orar me veo de pie en frente del Señor como me paraba en frente de
mi padre. Me doy cuenta del problema, pero no sé cómo superarlo, Amo al
Señor, pero no confío en Él. ¿Cómo puedo llegar a confiar y hacer que todas
esas paredes gruesas y altas se derrumben?
Esa carta pudo ser escrita por cualquier otra mujer entre miles de mujeres.
¿Cómo pueden comenzar a sanarse cuando el daño ha sido tan grande?
¿Cómo pudieran confiar alguna vez en Dios cuando la imagen de padre ha
sido tan desviada y deformada por sus propios padres? Algunas personas
dirían que esas mujeres nunca estarán por completo sanas mental y
emocionalmente. Otros dirían que la sanidad no sería posible sin años de
consejería profesional. Pero ¿es verdad todo eso? No, no lo es porque el
nombre de Dios es Jehová-Rafah, el Dios que sana. El mismo Dios que está
en el proceso de sanar a la mujer que fue violada por su padre, es el mismo
que puede sanarlo a usted. ¡Piénselo!
15

Tercer Día
Rafah significa "curar, remediar". Se traduce como "sanar, reparar, reparar por
completo, sanar la mente y las emociones en forma total". Se traduce como
médicos en Génesis 50:2: Y mandó José a sus siervos los médicos que
embalsamasen a su padre; y los médicos embalsamaron a Israel.

A veces pensamos en la sanidad sólo en el terreno de la sanidad física. Pero,


¿sana Dios sólo enfermedades físicas? En vez de decirle que no, y hacer que se
fíe de mi palabra, quiero que escudriñe la Palabra de Dios por usted mismo. El
símbolo que tenemos en el ministerio que represento, Ministerios Precepto, es
una plomada. Una plomada es un instrumento por el cual uno distingue, lo que
está derecho. La Palabra de Dios es nuestra plomada. Si lo que pensamos o
creemos no está de acuerdo con la Palabra de Dios, entonces sabemos que
estamos fuera del camino de la verdad. La Palabra de Dios es verdad (Juan
17:17).
Ahora busque las siguientes referencias y anote qué o a quiénes sana el
Señor. En algunos casos tal vez necesite revisar el contexto del versículo. Se
llama contexto a los versículos cercanos al versículo en cuestión.
1. Deuteronomio 32:39
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2. Isaías 19:22
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3. Isaías 57:17-18
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4. Salmo 147:3
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5. Isaías 30:26
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6. Isaías 53:5 junto con 1 Pedro 2:24-25
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7. Génesis 20:17
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8. Hechos 10:38
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A la luz de lo que ha observado en la Palabra de Dios hasta ahora, ¿cree


usted que hay algo que no puede ser sanado por Dios? Si cree que sí, sea
sincero y anótelo. Luego en los días venideros, vamos a ver qué es lo que Dios
tiene para decirnos.
16

Cuarto día
Repasemos lo que ha aprendido acerca del Gran Médico. Si el nombre de Dios es
Jehová-Rafah, el Dios que sana, entonces eso es lo que hace Dios: sanar. Y Él
puede sanarlo. El nombre de Dios es tan valioso como la persona de Dios. Su
nombre permanece porque Él nunca cambia. Dios es el mismo ayer, hoy, y por
los siglos. El siempre ha sido y siempre será Jehová-Rafah.
Amado, ^a quién acudió para que lo sane? Asegúrese de que tenga consejería
piadosa, que tenga su mismo-fundamento en la Palabra de Dios, que le muestre a
Dios y todo lo que Él es, en vez de consejería que esté apartada de Él y de sus
mandamientos de vida. No crea la mentira que dice que sólo su parte espiritual
pertenece a Dios y que por eso Él puede sanarl@, pero que la parte psicológica
tiene que sanarse por medio de la sabiduría humana. El que lo creó a usted, el
que lo formó ― cuerpo, alma y espíritu ― no es sólo su Creador.
1. Escriba lo que dice Jeremías 17:5-6.
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2. Ahora escriba lo que dice Jeremías 17:7-8
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3. Para fijar este contraste entre los benditos y los malditos, dibuje algo mostrando
las diferencias o haga una lista de las diferencias entre ellos.

LOS MALDITOS LOS BENDITOS

El personal que trabaja conmigo y yo hemos hablado con muchas personas


que han ido a consejeros profesionales y en el proceso han consumido horas de
su tiempo y cientos o miles de dólares, y aún están viviendo como un arbusto
totalmente seco en el desierto. Sus consejeros nunca los guiaron a la Palabra de
Dios para encontrarla solución. Recibieron consejos de un ser humano, pero no
sirvió porque el ser humano sólo pudo tratar con el problema desde la perspectiva
humana.

Nosotros hemos tenido la oportunidad de llevarlos a la Palabra de Dios, de -


enseñarles acerca del carácter y de las entregas totales a Jesucristo como Señor.
En el proceso de empaparlos en las verdades de la Palabra de Dios, los hemos
visto sanados. Aleluya significa "alabado sea Jehová o Jah"... y nosotros decimos
"¡Aleluya!".
17

Quinto día
Cuando examine con atención Jeremías capítulo 8, usted verá que el profeta
estaba consternado por el quebrantamiento del pueblo de Dios. Había un bálsamo
en Galaad, había un Médico allí, pero su pueblo no había aprovechado ninguno
de los dos. Las heridas que tenían eran curables, pero no querían aceptar la
sanidad de Dios. En sus tribulaciones y pruebas, acudían a cualquiera menos a
Dios; por lo tanto, sus heridas se sanaban en forma superficial.
Ellos escuchaban a cada profeta que venía por el camino proclamando sus
sueños y visiones, pero no le prestaban atención a los mandamientos de Dios.
Una expresión repetida en el libro de Jeremías es: Y no oyeron ni inclinaron su
oído. Debido a que no escucharon a Dios, no encontraron el bálsamo de Galaad.
En Galaad se producía un ungüento conocido por sus propiedades
curativas y cosméticas. "El bálsamo de Galaad" se convirtió en una expresión
proverbial, sinónima de sanidad. En esos términos, el Señor habló por medio de
Jeremías y dijo: Sube a Galaad, y toma bálsamo, virgen hija de Egipto; por demás
multiplicarás las medicinas; no hay curación para ti (Jeremías 46:11). El pueblo de
Judá había actuado de la misma manera que el mundo; trató de encontrar
sanidad por sí mismo, pero no había sanidad lejos de Dios.

¡Qué paralelo! Muchísimas personas han acudido a Egipto, una ilustración del
mundo y de todo lo que tiene para ofrecer. Allí tratan de encontrar sanidad para
sus almas heridas cuando debieran haber acudido a Dios como su Jehová-Rafah.
Debieran haber escogido el consejo y el remedio de Dios para sus heridas. ¡Pero
no lo hicieron! Era más fácil escuchar a los no podían ver, que parecía estar muy
lejos de los seres humanos de sus necesidades.

Durante la época de Jeremías, la Palabra de Dios se había convertido en un


reproche para el pueblo de Dios (Jeremías 29:19; 42:13; 43:4; 44:16-17). La
nación, en su mayor parte, estaba enferma desde la punta de la cabeza hasta la
planta de los pies. No había sanidad para ellos porque desde el; profeta hasta el
sacerdote todos hacen engaño. Y curaron la herida de la hija de mi pueblo con
liviandad, diciendo: Paz, paz; y no hay paz (Jeremías 8:10-11).

Los profetas profetizaban mentira, los sacerdotes dirigían por la autoridad


propia, y el pueblo de Dios así lo quiso 'Jeremías 5:31). Y el final de todo eso fue
horrible. El pueblo nunca se sanó.
Para describir su condición casi desesperanzada, en forma metafórica Dios le
dice a su pueblo que ha abandonado el agua ^va de la Palabra de Dios por las
aguas sucias del Nilo. En vez de ir a Galaad, donde podían encontrar refugio y los
recursos .e Dios para su sanidad, fueron a Asiría y bebieron las aguas el Éufrates
(Jeremías 2:14-19).

Nosotros hemos hecho en nuestra época lo mismo que ellos hicieron en la de


Jeremías. Muchas personas han bebido las aguas de la Psicología, de la Filosofía
y de la Psiquiatría en vez de beber el Agua de Vida. Hemos acudido a hombres y
a mujeres adiestrados en la sabiduría del mundo, pero no hemos acudido en
oración al niño que ha nacido, al hijo que nos fue dado, cuyo nombre es
Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre terno, Príncipe de paz (Isaías 9:6).
18

No quiero decir con esto que no. debamos acudir a otros en busca de ayuda.
Por el contrario, quiero decir que no debemos, dejar de acudir a Dios. Y cuando
vamos a otros, ¿qué ayuda verdadera y duradera pueden darnos si sus consejos
son contrarios a la Palabra de Dios?

Deténgase a pensar en esto. ¿Hacia dónde se dirige en primer lugar en


tiempos de sufrimiento, de necesidad o de duda? Escríbalo.

Si escribió "a Dios", permítame preguntarle qué hace usted cuando acude a Él.
¿Espera en Dios para ver lo que le va a poner en el corazón? ¿Busca a Dios por
medio del consejo de su Palabra?
Dios ministra a través de su Palabra. Cuando usted lea su Palabra cada día, lo
encontrará hablándole en maneras increíbles, supliendo en forma milagrosa lo
que necesita exactamente para ese momento específico, o trayéndole a su
memoria algo que ya haya leído.
Sin embargo, si escribió que acudió al alcohol, a las píldoras, a las drogas o a la
promiscuidad, permítame decirle que eso no lo ayudará. Sencillamente lo van a
acompañar a tratar de olvidar y así guiarlo hacia ataduras de pecado... hacia
esclavitud y destrucción.

Amado, acuda a su Jehová-Rafah….

Cuando hablamos acerca de acudir al ser humano en nuestra aflicción, en


nuestros momentos de necesidad, no puedo evitar pensar en el rey Asa de Judá.
Lea 2 Crónicas capítulo 14. Cuando termine de leer, responda las siguientes
preguntas:
1. ¿Cómo era la relación de Asa con el Señor?
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2. Cuando los etíopes fueron contra Asa, ¿qué hizo él?
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3. ¿Qué hizo Dios?
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(No quiero que se canse, pero siga leyendo; ¡vale la pena!)


Lea 2 Crónicas capítulo 15.
4. ¿Cuál fue la advertencia de Dios a Asa?
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5. ¿Cómo respondió Asa?


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Por último, lea 2 Crónicas capítulo 16.
6. Cuando Asa se ve confrontado por el rey de Israel, ¿qué hace?
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7. ¿Qué opina Dios de eso? ¿Cómo lo sabe?
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8. ¿Qué tipo de hombre o mujer busca Dios? ¿Cuáles serán los beneficios de ser
dicho tipo de hombre o mujer?
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Así como el rey Asa de Judá, muchos buscan a los médicos en vez de al Señor (2
Crónicas 16:12). No se sanan, o se sanan sólo en la superficie, con apósitos
adhesivos.

¿A quien se debe culpar?


Séptimo Día
¿Es usted una víctima del abuso? ¿Alguien se ha aprovechado de usted de
manera que es una deformación de lo que Dios intentó? ¿Fue su niñez ultrajada
de su inocencia?

¿Se siente atrapado en una red de pecado tejida por los hilos del rechazo, el
enojo, el temor y la amargura? ¿Se le ha dicho que nunca va a ser libre, que es
imposible que sea alguna vez la misma persona?

¿Se le ha dicho que va a estar emocionalmente lisiad durante toda su vida,


que usted será siempre un incapacitad emocional, nunca bien por completo,
nunca íntegro mental y, emocionalmente?

No preste atención a la sabiduría finita del hombre. El hombre no es sino


hombre, limitado por su humanidad. Sus días son sólo "setenta años". ¿Qué sabe
el hombre? Lo que el hombre hace nunca llegará a la altura de lo que Dios puede
hacer.

Escuche lo que dijo Dios:


Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas
que tú no conoces. Jeremías 33:3

He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea
difícil para mí. Jeremías 32:27

Mirad a mí, y sed salvos todos los términos de la tierra, porque yo soy
Dios, y no hay más. Isaías 45:22.

Al decir todo esto, no puedo evitar mostrarle parte de una carta que recibí de
una mujer que fue víctima de incesto desde su infancia. Ella escribió:

En un libro que estoy leyendo, la autora escribió acerca de su experiencia


personal con el incesto y de lo mucho que la ha ayudado su caminar con
Dios. Lo único que desaprobé fue su analogía con un amputado, al decir
que así es la víctima; perdió algo que nunca puede reemplazarse. Hace
unos días miré un programa cristiano sobre niños que fueron abusados,
20

quienes expresaron la misma opinión. Debo admitir que fue un golpe duro
al principio. Sentí que mi luz, mi esperanza y mi fe se apartaron de mí por
un momento, hasta que recordé lo que había leído en la Palabra de Dios
acerca de nacer de nuevo, de ser una nueva criatura, de que todas las
cosas viejas pasaron.
Lo que saqué de todo eso es que lentamente me estoy pareciendo más a
Jesucristo. Tengo su mente. Para mí El no es un emocionalmente lisiado,
por eso yo tampoco lo soy. Yo soy lo único que se interpone entre Dios y el
ser una persona sana por completo mental y emocionalmente. Yo soy el
problema.
Usted puede corregirme si estoy equivocada, pero estoy
insistiendo en exigir todas las promesas de Dios. No voy a ponerme a
aprender sólo como adaptarme, enfrentar el problema y funcionar.
Me estoy aferrando a la promesa de vida abundante. Yo creo que Dios
puede sanar por completo. Tengo la fe y la esperanza de que voy a
llegar a ese punto. Esa es mí meta: ser todo lo que Jesucristo dice que
puedo ser y que quiere que yo sea. Sin esa meta, si creyera lo que
dijeron esas personas, dejaría de crecer y me rendiría porque no hay
esperanza si voy a estar siempre emocionalmente lisiada. Dije que
puede corregirme si estoy equivocada, pero no necesita hacerlo en
este caso porque sé que tengo razón.

¿Corregirla? No me atrevería, porque de acuerdo con la Palabra de Dios, ella


tiene razón.
Dedique unos minutos para escribir una oración a Dios. Derrame su corazón ante
Él. ¿Tiene miedo de confiar en Él, de llamarlo? ¿Tiene miedo de que le vaya a
fallar? Dígaselo. Eso lo ayudará. Si usted quiere confiar en Él y aprender a acudir
en primer lugar a El, si quiere que su corazón sea por completo de Él, dígaselo.
Escríbalo. Cuando termine, léale a Dios su oración en voz alta. No tiene que ser
rebuscada o elocuente, sólo tiene que ser de corazón.
21

Hay un bálsamo:
La palabra de Dios
Envió su palabra, y los sanos,
Y los libro de sus ruinas
Salmo 107:20
Primer día
Quiero que esta semana consideremos la metáfora "el bálsamo de Galaad" y
veamos por qué se convirtió en un símbolo lo de la sanidad de Dios. No se
impaciente durante nuestro estudio. A veces el sufrimiento llega a ser tan grande
que uno se pregunta cómo puede sobrevivir si algo no cambia en forma
inmediata. Tal vez todavía no lo vea con claridad, pero Dios va a usar todo lo que
está aprendiendo semana a semana para llevar a cabo su sanidad. Sea paciente.
Déle tiempo a Dios. Todo lo que está aprendiendo es esencial para la sanidad,
por eso no se canse, ni desmaye... ni abandone el estudio.
Veamos acerca de Galaad, un territorio ocupado por las tribus de Gad,
Rubén y la media tribu de Manasés. "Geográficamente, Galaad era la región
montañosa y boscosa, al norte de una línea desde Hesbón al oeste hasta el
extremo norte del Mar Muerto, que se extendía hacia el norte hacia el arroyo y el
río actual yarmuk, pero que se convertía en llanuras desde unos cuarenta v cinco
kilómetros al sur del Yarmuk."1 En esa región se producía un bálsamo que era
conocido no sólo por sus propiedades curativas sino también por sus virtudes
cosméticas.

La combinación de propiedades curativas y cosméticas un bálsamo es


interesante Deténgase a pensar en eso por un momento. ¿Acaso no conoce a
algunas personas que han experimentado sanidad y, quienes, como resultado, se
volvieron más hermosas? Una vez que se quita la amargura, el resentimiento, la
ansiedad o el dolor, viene una nueva dulzura, una tranquila serenidad, que trae
nueva belleza.

Quiero llevarlo otra vez a la Palabra de Dios ya que ella es una parte
importante del proceso de sanidad; aún más, ¡es crucial! Cuando busque los
próximos versículos, anote lo que aprenda con relación al bálsamo o anote de
dónde proviene el bálsamo.
1. Génesis 37:25
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2. Jeremías 46:11
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Galaad correspondía a la totalidad o a parte de las tierras transjordanias


ocupadas por las tribus mencionadas. Sin embargo, Galaad no sólo era conocida
por el bálsamo que producía, sino también como un lugar donde las personas

1
Douglas. The New Bible Dictionary (Grand Rapids, Michigan: Wm. B. Eerdmans Publishing Co., 1962), p.
469.
22

huían cuando se encontraban en dificultades. Jacob huyó allí de Labán su suegro


(Génesis 55 Los israelitas huyeron allí cuando los perseguían los filisteos (1
Samuel 13:7). Y David huyó allí cuando lo perseguía Absalón (2 Samuel 17:22 y
versículos siguientes). Durante la época de Moisés, se la declaró como una
ciudad de refugio.

3. Busque Josué 20:1-9 y anote lo que aprenda con respecto al propósito de una
ciudad de refugio. Escriba el nombre de la ciudad en Galaad que servía como
ciudad de refugio.
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¿Cuál es su ciudad de refugio? ¿Dónde está su Galaad?

Segundo Día
Ayer le pregunté a dónde corría en momentos de dificultad, en tiempos de
necesidad. Le pregunté qué o quién ha sido su refugio en el pasado. Muy a
menudo tenemos la tendencia de dirigirnos a "los brazos carnales" en vez de
acudir a nuestro Dios. Podemos ser rápidos para acudir a consejeros, psicólogos,
psiquiatras o al razonamiento humano, y, en el proceso, podemos perder lo que
Dios tiene para nosotros.

¿Adónde lo haría ir Dios en momentos de dificultad o de necesidad?


¿Recuerda cuando examinamos Jeremías capítulo 8? Jeremías estaba
consternado porque las heridas de su pueblo eran curables pero ellos no querían
aceptar el remedio de Dios. Escuchaban a todos los profetas que venían por el
camino proclamando sus sueños y visiones, pero no querían escuchar a Dios ni
prestarle atención a su Palabra, el bálsamo de Galaad.
Recuerdo la noche en que acudí a Dios en oración después de leer esa
parte en Jeremías capítulo 8. Yo estaba en Dallas, Texas, y era sábado por la
noche. Una amiga me había ubicado en una de sus habitaciones para huéspedes,
me trajo una taza de té caliente y me dejó para que estuviera a solas con el
Señor. Yo necesitaba esa quietud, el tiempo para estar con mi Padre, para
escuchar su voz, para aprender de El. Mientras derramaba mi necesidad delante
de Dios en oración, El me hizo pensar en el libro de Jeremías. Desde ahí, usando
mi concordancia, Dios me guió al Salmo 1.97. Ahí encontré un versículo que era
paralelo a la metáfora "el bálsamo de Galaad" como la usa Dios. Y con ese
versículo bíblico vino discernimiento tras discernimiento de cómo se puede usar el
bálsamo de Galaad para sanar el quebrantamiento del pueblo de Dios. Aquel día,
en esa habitación, Dios me dio la sementera de este libro y de la colección que
llamaría más tarde "Sanando lo que duele".
¿Ah, lo que Dios ha hecho desde entonces al permitirme enseñar esas
verdades a otras personas por todo el país! En realidad, he visto cómo nuestro
Padre sana heridas que los seres humanos pensaban que nunca se sanarían.
Pero, ¿no es eso típico del Dios de lo imposible, el que dijo: Clama a mí, y yo te
responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces (Jeremías
33:3)?
Lea todo el Salmo 107.
23

1. Coloree o marque de una manera distintiva cada repetición de esta expresión


reiterada "clamaron a Jehová en su angustia". (Cada expresión no necesita estar
enunciada de la misma manera, pero en esencia debe decir lo mismo).

2. Hay otra expresión reiterada que es clave en ese salmo. Márquela de manera
que sea fácil de distinguirla de la otra expresión que ya marcó.
3. Ahora haga una lista de las diferentes aflicciones que el pueblo de Dios
enfrentó según se relata en ese salmo.
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4. ¿Qué versículo en el Salmo 107 le muestra a usted que la sanidad vendría de
la Palabra de Dios? Escriba ese versículo en el espacio, provisto.
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Una y otra vez el salmista describe los varios estados de angustia en los que se
encontraba - el pueblo de Dios. A medida que lea, verá que la tensión se eleva,
aliviada sólo por las palabras: Luego que clamaron a Jehová en su angustia, los
libró de sus aflicciones (Salmo 107:13). Leamos esa expresión dos veces, y luego
vayamos al versículo 17: Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de
su rebelión y a causa de sus maldades; su alma abominó todo alimento, y
llegaron hasta las puertas de la muerte. Pero clamaron a Jehová en su angustia, y
los libró de sus aflicciones. ENVIÓ SU PALABRA, Y LOS SANÓ, Y LOS LIBRO
DE SU RUINA (Salmo 107:17-20, mayúsculas añadidas).
¡Ahí está! La Palabra de Dios puede sanar el alma. Usted - o cualquier otra
persona - puede ser liberada de su pozo de desesperación porque ¡hay un
bálsamo en Galaad, y hay un Gran Médico allí!
Oro para que usted se envuelva por completo con el manto de protección
de esa verdad. A primera vista puede pensar que lo que digo es simplista. Tal vez
sea tentado a rechazarlo o a pensar que soy ingenua. Comprendo.

Sin embargo, creo que si me escucha hasta el final, Dios puede usar lo que
quiero decirle para transformar su vida así como Él ha transformado la mía.

Tercer Día
En Juan 6:63 Jesús afirmó que las palabras que El habló "son espíritu y son vida".
A diferencia de las palabras humanas, la palabra de Dios da vida porque es
literalmente la Palabra de Dios. La Palabra de Dios no se originó por el hombre.
Ninguna profecía de la Escritura es de interpretación priva-da, porque nunca la
profecía fue traída por voluntad humana (2 Pedro 1:20-21). Cuando usted lee la
Palabra de Dios, no está considerando el análisis humano de Dios, Satanás, el
hombre, la creación, la historia, la salvación, la vida, la muerte, el futuro. La Biblia
es el libro de Dios, que se nos dio por medio de hombres que hablaron siendo
inspirados por el Espíritu Santo (2 Pedro 1:21).
En 2 Timoteo 3:16 leemos: Toda la Escritura es inspirada por Dios. La palabra
griega para inspirada es theópneustos. Esa es la única vez que se usa en el
24

Nuevo Testamento. Theópneustos significa "soplo de Dios". Eso es lo-que hace


que la palabra de Dios sea inimitable. Es el único libro que es sobrenatural y
divino en origen. Esa es la razón por la que es viva: sus palabras se originaron en
Dios, y por lo tanto las palabras de Dios son exactamente lo que Jesús dijo que
eran: espíritu y vida. ^No es de extrañarse de que pueda sanar!

1. Lea 2 Timoteo 3:16-17, y luego haga una lista de las cosas para las que la
Palabra de Dios es útil.
a. ____________________________________________________________
b. ____________________________________________________________
c. ____________________________________________________________
d. ____________________________________________________________

2. De acuerdo con 2 Timoteo 3:17, ¿qué se logra por la Palabra de Dios?


_________________________________________________________________
_________________________________________________________________

Cuarto Día
Ya que la Palabra de Dios es el soplo de Dios, es útil para doctrina. La
doctrina es lo que las personas creen, a lo que se adhieren, el credo o la verdad
por la que viven.
Si usted o yo queremos saber lo que es bueno y lo que es malo, lo que es
verdad y lo que es mentira, entonces necesitamos saber lo que la Palabra de Dios
tiene que decir acerca de eso, ya sea en palabras específicas, en principio o en
mandamiento. Jesucristo oró al Padre pidiéndole que Él nos santifique en la
verdad y luego hizo esta declaración: Tu Palabra es verdad (Juan 17:17). Cada
vez que usted encuentre algo que sea contrario a la Palabra de Dios o que la
contradiga, puede saber de inmediato que no es la verdad. Quienquiera que haya
sido el que lo escribió, lo dijo o lo enseñó, estaba equivocado. Creer algo que sea
contrario a la Palabra de Dios, o que en principio o en mandamiento contradiga la
Biblia, es ser engañado. Si acepta tal declaración, usted ha elegido creer al
hombre antes que a Dios y ha hecho una mala elección. No importa lo que haya
hecho por usted o por otras personas ni tampoco importa qué prueba supuesta
tenga de que la Palabra de Dios esté equivocada. Debo decirle que está siendo
engañado. La Palabra de Dios es lo que Dios dice que es o todo es una mentira.

La Biblia es el único libro que, en su totalidad, está compuesto de las


mismas palabras de vida y de los mismos mandamientos de Dios. Y si usted va a
sanarse alguna vez, si alguna vez va a ser mental y emocionalmente íntegro,
entonces debe tener el bálsamo de Galaad, la Palabra de Dios.

La Palabra de Dios no sólo es la verdad - la doctrina o la enseñanza por la


cual tenemos que vivir - sino que es también útil para reprender. La Biblia nos
reprende porque nos muestra dónde estamos equivocados, dónde estamos fuera
del camino.

La Palabra de Dios es nuestra plomada por la cual tenemos que medir todo
lo que oímos, todo lo que creemos, todo por lo cual vivimos. En caso de que no
sepa lo que es una plomada, permítame describirle una. Una plomada es una
25

cuerda con un pesado plomo en el extremo que le da peso a la línea, haciendo


que la misma caiga en línea recta. Si usted quiere empapelar o levantar una
pared y quiere asegurarse de que esté derecha, entonces debe dejar caer una
plomada. Para revisar la rectitud de una puerta, por ejemplo, un carpintero
suspende la plomada en la pared con el peso de plomo en el extremo de la línea.
Cuando la plomada deja de oscilar, el carpintero revisa la rectitud de la puerta
siguiendo la línea de la plomada en vez de seguir la línea de la puerta. Aunque la
puerta pueda parecer derecha, si no corresponde con la plomada, el carpintero
sabe que está fuera de sitio.

¿Cómo se aplica eso a la sanidad de sus heridas? Alguien puede decirle que si
está herido, usted tiene que hacer "tal y cual cosa".
Tal vez le digan que si fue herido por sus padres y está sintiendo ira
reprimida, entonces necesita estar a solas, imaginarse que una almohada es su
padre o madre y descargar sus frustraciones en la almohada.
Tal vez le digan que si se siente rechazado, necesita volver al vientre de su
madre y revivir todo lo que recuerde a partir de entonces.

Sin embargo, si la Palabra de Dios no concuerda con el consejo que está


recibiendo, ya sea en enseñanza específica o en principio, entonces el consejo no
viene de Dios. Tal vez sus consejeros sean personas encantadoras, muy queridas
y bien consideradas. Tal vez tengan títulos impresionantes y adiestramiento
profesional. Tal vez hayan ayudado a otras personas. Pero sus consejos no son
de Dios si es que de alguna manera no están de acuerdo con la Palabra de Dios.
Es esencial que conozca la Palabra de Dios y que permita que ella habite
en usted en abundancia. Necesitamos conocer la Palabra de Dios para que nos
proteja del consejo impío que nos pudiera llevar a tener razonamiento impío y
comportamiento antibíblico.

Permítame terminar el día con una pregunta: ¿Qué prioridad tiene la Biblia
en su vida? ¿Se ha dedicado a estudiar con diligencia sus mandamientos?

Quinto día
La Palabra de Dios, de acuerdo con 2 Timoteo 3:16; no sólo es útil para enseñar y
reprender sino también para corregir. Es en el terreno de la corrección donde a
menudo el proceso curativo tiene lugar. Corregir es saber cómo tomar lo que está
mal y tornarlo en bien. Muy a menudo cuando las personas son heridas por otras,
albergan dolor y amargura, y los alimentan en vez de soltarlos. No-saben que la
amargura y la falta de perdón les impedirán ser sanados. ¡Cuán a menudo he
visto eso! Y no saben cómo deshacerse de su amargura. Se preguntan cómo
pueden perdonar alguna vez.
La Palabra de Dios es tan perfecta que no sólo nos da la verdad y nos
muestra dónde estamos equivocados, sino que también nos muestra cómo tomar
lo que está mal y tornarlo en bien.
Y eso es lo que va a aprender a hacer en este libro. Y, ¿sabe una cosa? Si
usted hace lo que dice Dios, va a ver que da resultado. Usted puede ser sanado.
Cuando digo sanado no quiero decir que nunca va a sentir dolor otra vez.
Tampoco quiero decir que el pasado nunca más va a levantar su cabeza
desagradable. Quiero decir que podrá tratar con su herida de tal manera que
26

pueda "vivir como más que vencedor". Usted tendrá la respuesta de Dios sobre
cómo tratar con su herida a fin de que no lo dañe sino que ayude para su bien.

Usted ha encontrado a Dios como su Gran Médico y tiene la Palabra de


Dios que sana. Todo lo que necesita es fe para obedecer. Si no tiene esa clase de
fe, puede, orar: "Dios, creo. Ayuda mi incredulidad", y Él lo hará.
De acuerdo con 2 Timoteo 3:16, la Palabra de Dios es también útil para
instruir en rectitud. Vivir de manera recta sencillamente es vivir de acuerdo con la
Palabra de Dios. Y eso, una vez más, es el comienzo de la sanidad; el hacer lo
que Dios le dice que haga, sin importar cómo se sienta, sin importar lo que
piense. Eso es fe. Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario
que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le
buscan (Hebreos 11:6). ¡No puede confiar demasiado en Dios!

Nunca voy a olvidarme de una mujer que vino a verme hace unos años,
perturbada porque su esposo estaba teniendo una aventura con otra mujer. La
situación la había derribado de tal manera que comenzó a ver a un psiquiatra que
le dijo que llevaría dos años de consejería antes que pudiera sanarse. Recuerdo
que estaba sentada con ella en la casa donde yo enseñaba una clase bíblica
semanal. Mientras estaba situada en la punta de la cama en una habitación de
huéspedes, miraba su rostro, su larga cabellera de color marrón oscuro y sus ojos
hermosos pero tristes y me preguntaba cómo algún hombre pudo distanciarse de
quien estaba tan enamorada de él. Después que la escuché, orando todo el
tiempo pidiendo sabiduría, me encontré extendiendo mis manos y, tomando las
suyas en las mías le dije: “Querida, usted puede ser sanada hoy si sólo confía en
Dios y le obedece.”

Por lo general no les digo a las personas que pueden ser sanadas “hoy” porque a
menudo la sanidad es un proceso. Pero sí digo: “Usted puede ser sanado si sólo
confía en Dios y le obedece.”

Vamos a hablar más de eso en unos minutos, pero permítame volver a mi


amiga. Ella fue sanada ese día. Esa sanidad ha permanecido durante muchos
años, ayudándola a superar más pruebas. Cuando ella me dijo que quería ser
sanada, le hablé de la Palabra de Dios y de cómo se relacionaba con su situación.
Cuando terminé, nos sentamos en la alfombra azul y suave. El sol tibio comenzó
a caer en nuestras espaldas como un toque del Padre cuando nos arrodillamos y
clamamos a nuestro Jehová-Rafah. Él escuchó. Nos abrazamos, nos secamos los
ojos y nos incorporamos. Todo estaba bien entonces; cualquier cosa que
sucediera, ella sabía que Dios estaba en control. Mi nueva amiga iba a hacer lo
que Dios decía.

Ella se fue a la casa, llamó a su psiquiatra y le dijo que no lo necesitaba


más. Y no lo volvió a necesitar. Lo supe con seguridad cuando vino a verme
varias semanas después de nuestra clase bíblica de los miércoles y me dijo: "Kay,
quiero que ores por mí. No quiero a esa mujer como debiera quererla."
Lo que vi en mi amiga era un deseo de ser como Jesucristo. ¡No hay nada
más sano o más sanador que eso! Estaba dispuesta a tratar a esa mujer adúltera
como Jesucristo la trató: con amor.
27

Su nombre es Jehová-Rafah, el Dios que sana. El es el Médico de Galaad,


y usted puede clamar: "¡Sáname tú, Señor, y seré sano! ¡Sálvame tú, y seré
salvo!" Él va a sanar, Él va a salvar. Lo sé porque lo he visto en mi propia vida, y
lo he visto una y otra vez en la vida de otras personas. Su Palabra es verdad. Su
nombre es una torre poderosa a la que acuden los justos en busca de protección.
(Proverbios 18:10).

Sexto día
Hay una verdad más que necesitamos ver en 2 Timoteo 3:17. La razón por la cual
la Palabra de Dios es útil para enseñar, reprender, corregir e instruir en rectitud es
a fin de que usted y yo estemos capacitados y preparados por completo para
hacer toda clase de bien. Marvin Vincent, un erudito griego de renombre, dice que
la idea de completo o capacitado es "la de un ajuste mutuo y simétrico de todo lo
que contribuye a la formación de un hombre: una combinación armoniosa de
diferentes cualidades y capacidades.”1

¿Comprende usted lo que Dios está diciendo? La Palabra de Dios puede hacer
"ajustes" en todos los aspectos de nuestra vida. Permítame continuar y luego verá
que todo encaja. La palabra griega para capacitado es artios que significa
"perfecto o completo". Esta palabra al igual que la palabra griega para preparado
son un juego de palabras. Preparado es exartizo y significa "equipar por completo,
consumar, aprovisionar completamente". Dios dice que su Palabra es todo lo que
usted y yo necesitamos a fin de ser lo que tenemos que ser.

La Palabra de Dios tiene las respuestas prácticas para todas las


necesidades de la vida. Le suministrará por completo para toda clase de bien en
la vida. Vincent, al comentar las palabras "para toda clase de bien" o "para cada
buena obra", dice: "Es de mencionar que la prueba de la inspiración divina de la
Biblia se presenta aquí en su utilidad práctica."2

¿Puede ver ahora por qué la Palabra de Dios puede sanarlo? Es porque la
Palabra de Dios no es como la palabra del hombre. La Palabra de Dios es verdad.
Es viva. Puede sanarlo si la acepta en fe y vive de acuerdo con ella.
Si Dios puede salvar al ser humano de sí mismo y de su pecado, si Dios
puede salvar al ser humano del infierno, y si Dios puede hacer de una persona
una nueva creación en Cristo Jesús, todo sólo por medio de la fe en su Palabra,
entonces, ¿no puede Dios capacitarnos para sobreponernos a nuestras heridas si
confiamos plenamente en lo que Él dice?

Que Dios envíe su Palabra y lo sane y lo libre de su ruina o, como la


palabra ruina puede traducirse también en el Salmo 107:20, ¡de su "sepulcro"! Si
la vida es el sepulcro, ¡la Palabra puede sacarlo de allí!

Escriba y aprenda de memoria 2 Timoteo 3:16-17.


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1
Marvin R. Vicent, Word Studies in the New Testament, Volume IV (Grand Rapids, Michigan: Wm. B.
Eerdmans Publishing Company, 1969), p. 318.
2
Ibid, p. 318.
28

Séptimo Día
Para los hijos de Dios todas las cosas ayudan a bien. Esto es debido a que Dios
es el gran Redentor. El puede hacer algo bueno de todo el pasado de usted y lo
usará para conformarlo a la imagen de su Hijo. Él está a su favor, no en su contra.
Y si Él está a su favor, ¿quién puede estar en contra? Ni la muerte, ni la vida, ni
ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni potestades, ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que
es en Cristo Jesús Señor nuestro (Romanos 8:28-39, versículos seleccionados).

El amor de Dios es incondicional, eterno y transformador. Un amor


demostrado y recibido en el Clavario. Y es en el Calvario que usted, amado de
Dios, encontrará su Galaad, su ciudad de refugio, su lugar de sanidad.
Cuando Jeremías preguntaba si había un bálsamo en Galaad y un médico allí,
esperaba recibir un sí como respuesta. Él había hecho esa pregunta porque
quería que su pueblo recordara que Dios era el único que podía satisfacer todas
sus necesidades, sanar todas sus heridas y darles todo lo que necesitaban para
la vida y la piedad.

Como usted vio en su primera semana de estudio, el pueblo de Dios había


cometido dos perversidades en la época de Jeremías. Primero, habían
abandonado a Dios, la fuente de aguas vivas. Segundo, habían cavado cisternas,
cisternas rotas que no podían retener agua (Jeremías 2:13). En otras palabras, se
había apartado de Dios y de sus caminos hacia la carne y sus caminos. No
extrajeron de Él lo que es esencial para la vida: el agua viva.

¡Qué parecido con nuestro cristianismo! Hemos necesitado sanidad, pero


en lugar de acudir a nuestro Padre y preguntarle qué hacer, hemos recurrido a la
psicología humana, a la filosofía humana, a nuestra versión humanista del
cristianismo o a nuestro propio entendimiento. Al igual que los israelitas en la
antigüedad, nos hemos apartado del manantial de toda la suficiencia de Dios para
ir a la cisterna del razonamiento humano.

Una cisterna es sólo un lugar para almacenar algo, por lo general agua. Lo
que se pone dentro de una cisterna es lo que se saca de ella. En contraste, un
manantial tiene una fuente invisible de la que uno extrae, Las personas de la
época de Jeremías habían abandonado la fuente de aguas vivas por cisternas
rotas que ni siquiera podían retener agua. Hacemos lo mismo que ellos cuando
nos apartamos de la Palabra de Dios hacia el consejo humano y la sabiduría del
hombre para sanar nuestras heridas.

Amado, no sé cómo llegó este libro a sus manos, pero sé que Dios, en su
soberanía, lo puso ahí. Él tiene una manera para sanar sus heridas o las heridas
de los que usted ama.
Puede sanarse si va a sanarse según el método de Dios. Puede sanarse sí
acude al Calvario, su ciudad de refugio. Recuerde que hay un bálsamo en Galaad
y hay un Médico allí. Puede clamar: ¡Sáname tú, Señor, y seré sano! ¡Sálvame tú,
y seré salvo!" Vamos a aprender cómo en las próximas semanas.
29

El amor del Calvario…


Su infierno y su sanidad
Más él herido fue por nuestras rebeliones,
molido por nuestros pecados;
el castigo de nuestra Paz fue sobre él,
Y por su llaga fuimos nosotros curados,
Isaías 53:5

Primer Día
D esde el momento en que supo que había concebido, ella había querido a ese
hijo. Ahora, el hijo ya adulto, de repente había levantado una pared entre
ellos. Ya no la tomaba en sus brazos. Ya no la visitaba. Había una pared allí, una
pared tan impenetrable que no se podía derribar.

El dolor era enorme. Ella no podía pensar en ninguna otra cosa. Él creía
que ella le había fallado como madre. Y ella había fallado. No era su intención...
pero ¿era tan serio como él pensaba? ¿Era una falta irremediable? ¿Era tal que lo
incapacitaría emocionalmente a él y a la relación con su madre para siempre?

El dolor era muy agudo. La meta de toda su vida fue ser una buena madre
y esposa. No había logrado su meta como madre; no tendría otra oportunidad.
Ese pensamiento la abrumaba. Comenzó a revivir su pasado, analizando lo que
podía haber hecho de manera diferente. Su desesperación aumentó. No podía
rehacer el pasado. Todo lo que ella había querido era que sus hijos y su esposo
se levanten y la llamen bienaventurada, y también oír a su Señor que le decía:
"Bien hecho, sierva buena y fiel."
Me dolía el corazón por ella. Podía comprender el anhelo de su corazón.
Yo también amaba a mis hijos. Yo también había deseado lo que ella deseaba.
Me dijo que su dolor le recordaba lo que había oído acerca de los ataques
al corazón; un dolor fuerte, pesado, incesante. Como una piedra grande sobre el
pecho. Su corazón fue ultrajado, despojado del amor de su hijo. E1 dolor la
paralizaba... hasta que acudió en oración a su Padre Dios, a su Jehová-Rafah.
Entonces Dios le recordó que Él comprendía. Comprendía su deseo de estar
cerca de su hijo. Algunos de sus hijos se habían distanciado, habían cesado de
pasar tiempo con el Señor. Consideraban que Él les había fallado.

"Pero Padre, tú no fallaste - le dijo a Dios casi gritando, pero yo sí."

Y luego, en respuesta a su angustia, esa voz apacible y delicada vino a su


mente: "Yo sé que no fallé, y sé que tú no eres perfecta. Pero recuerda que yo
soy más grande que tus fracasos. Yo soy Dios y te he prometido, a ti y a tu hijo,
ya sea que él crea o no, que todas las cosas ayudan a bien. Él es mío y yo voy a
usar esta situación para conformarlo a la imagen de mi Hijo. Ahora bien, ¿cuáles
son mis promesas? Cree en ellas. Vive de ellas. Haz lo que te enseñé. Sin
considerar cómo responda tu hijo, cree y obedéceme. No puedes recuperar el
30

pasado. Yo puedo hacerlo. Camina en fe. Mi palabra es o no verdad, tú sabes que


es verdad."

Mientras mi amiga comenzaba a luchar con la duda acerca de si los


pensamientos eran sencillamente lo que ella quería oír o si eran del Espíritu
Santo, me dijo con una mirada mortifica da que por fin se rendía. Ella sabía que lo
que había venido a su corazón estaba de acuerdo con la Palabra de Dios y con el
carácter de Dios. La lucha había terminado. La fe la puso de espaldas y ganó.
¿Cómo me alegré' Aunque su situación no cambió por un largo, largo
tiempo, ya no estaba incapacitada por la pena. Ella encontró su refugio, su
Galaad, y habita allí por fe.

Esta semana quiero que consideremos lo que voy a llamar el Galaad del
cristiano; un lugar de refugio donde todo hijo de Dios puede clamar: Sáname, oh
Jehová, y seré sano; sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza (Jeremías
17:14).

Segundo día
¿Dónde está la ciudad de refugio de los cristianos? ¿Hacia dónde podemos
dirigirnos? ¿Dónde está el lugar donde vamos a encontrar todo lo que
necesitamos?
En la cruz del Calvario.
Allí recibimos todo lo que Dios efectuó para nosotros por medio de la
muerte y resurrección de nuestro Señor. En la cruz encontramos a Jesucristo
como nuestro Jehová-Rafah, el Señor que sana. En la cruz encontramos a Cristo
como el que ha experimentado el dolor y el infierno que hemos soportado. Debido
a la cruz, usted y yo tenemos un representante en el cielo que puede interceder
por nosotros. En la cruz Jesucristo experimentó a plenitud los estragos del
pecado, el dolor y el sufrimiento. No hay nada que usted haya experimentado que
Jesucristo no haya soportado también. Él se hizo pecado por usted. Eso es el
amor del Calvario. . . el infierno, la sanidad.

Su refugio es la cruz hay herida que el Calvario no pueda sanar.

Permítame mostrarle por qué le digo que nuestro Galaad es la cruz del Calvario.
Recuerde que vimos que la palabra rafah significa "sanar, reparar, reparar por
completo, sanar la mente y, las emociones en forma total". Se usa la palabra rafah
en Isaías 53:5.
Busque Isaías 53:5 y escríbalo en el espacio provisto.
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Isaías 53 indica con claridad hacia la persona de Jesucristo. Muchos del


pueblo judío pasan por alto el estudio de ese capítulo porque para ellos es difícil
de explicarlo. Dicho capítulo con claridad señala a una persona cargando con los
pecados de otros y como resultado, justificando a esas personas al cargar con
sus iniquidades.
31

La profecía de Isaías 53 comienza en Isaías 52:13. Su tarea para hoy va a


ser una bendición increíble. Lea en voz alta desde Isaías 52:13 hasta Isaías
53:12. Cuando lea, cada vez que encuentre un pronombre personal o un adjetivo
posesivo tal como "nosotros" o "nuestro", ponga por su nombre.
Cuando termine con la lectura del capítulo y de poner su nombre en lugar de los
pronombres y adjetivos, escriba la oración que tenga en su corazón a la luz de
ese capítulo.

ISAIAS 52:13 - 53:12

52:13 He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y


exaltado, y será puesto muy en alto.

14 Corno se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los


hombres su parecer, y su hermosura mas que la de los hijos de los hombres,

15 así asombrará él a muchas naciones; los reyes cerrarán ante él la boca,


porque verán lo que nunca les fue contado, y entenderán lo que jamás habían
oído.

53:1 ¿Quién ha creído a nuestro anuncio? ¿y sobre quién se ha manifestado el


brazo de Jehová?

2 Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en
él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.

3 Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado


en quebranto; y como que escondimos de él el rastro, fue menos preciado, y no lo
estimamos.

4 Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y


nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

5 Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.
6 Todas nosotros nos descarriarnos como ovejas, cada cual se apartó por su
camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.

7 Angustiado él, y afligida, no abrió su boca; como cordero fue llevada al


matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su
boca.

8 Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ^quién la contará? Porque
fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido.

9 Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte;
aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca.

10 Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando


haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días,
y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.
32

11 Verá el fruto de la aflicción de su alma, y quedará satisfecho; por su


conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de
ellos.
12 Por tanto, yo le daré parte con los grandes, y con los fuertes repartirá
despojos; por cuanto derramó su vida hasta la muerte, y fue contado con los
pecadores, habiendo él llevado el pecado de muchos, y orado por los
transgresores.

Escriba la oración que tenga en su corazón como resultado de la lectura.

Tercer Día
Jesucristo no sólo sanaba por medio de su vida, Él también sana por medio de su
muerte y por medio de su ministerio actual de intercesión. Antes que continuemos
con nuestro estudio, quiero que vea y comprenda cómo Cristo lleva a cabo
nuestra sanidad por medio de esos tres recursos.
Tal vez se esté preguntando cuándo vamos a ir a los detalles sobre cómo
manejar las heridas que provienen de distintos tipos de maltrato: emocional,
físico, sexual; o de fracasos en el pasado; o de palabras que han dejado lo que
parecen ser cicatrices permanentes; o heridas provenientes de rechazo; y otras
parecidas. No se desespere. Vamos a ver cómo pueden sanarse cada una de
esas heridas. Sin embargo, toda sanidad encuentra- su base en la cruz del
Calvario. Por medio del Calvario usted tiene acceso a su Gran Médica, Jesucristo.
Sólo El es Dios, y Él es el. Dios que sana todas nuestras heridas. Ahora vayamos
al libro de Isaías 53:4 donde vemos que Jesucristo ofrece sanidad mediante su
vida. En Isaías 53:4 leemos: Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió
nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

La mejor intérprete de la Biblia es la Biblia misma. La explicación que un


versículo brinda de otro versículo es la interpretación a la que debemos
aferrarnos. En Mateo 8:17 encontramos una explicación de Isaías 53:4.

MATEO 8:5-17
5 Entrando Jesús en Capernaúm, vino a él un centurión, rogándole,

6 y diciendo: Señor, mi criado está postrado en casa, para-lítico, gravemente


atormentado.

7 Y Jesús le dijo: Yo iré y le sanaré.

8 Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mí techa;
solamente di la palabra, y mi criada sanará.

9 Porque también yo soy hambre bajo autoridad, y tenga bajo mis órdenes
soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y
lo hace.

10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que
ni aun en Israel he hallado tanta fe.
33

11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con
Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos,

12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro
y el crujir de dientes.

13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su,
criado fue sanado en aquella misma hora.
14 Vino Jesús a casa de Pedro, y vio a la suegra de éste postrada en cama, con
fiebre.

15 Y tocó su mano, y la fiebre la dejó; y ella se levantó, y les servía.

16 Y cuando llegó la no che, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra


echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos;

17 para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo
tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias.

Como puede ver, Mateo 8:5 -17 nos habla del ministerio de Jesús en
Capernaúm. Capernaúm, donde vivía el apóstol Pedro, era predominantemente
una ciudad gentil. A medida que lea esa porción, responda las siguientes
preguntas:

1. ¿Qué hacía Jesús en Capernaúm? ¿Cuál es el punto principal de su


ministerio en este relato?
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2. Explique cómo se relaciona Isaías 53:4 con esta porción.
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3. De acuerdo con lo que ha aprendido, ¿cuándo y de qué manera se cumplió
Isaías 53:4?
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Mañana vamos a considerar Isaías 53:5 - 6 y cómo Jesucristo sanó por medio de
su muerte. Hay mucho para aprender, y resultará ser increíblemente beneficioso
para su diario vivir. Estoy impaciente por poder explicarle todo, amigo. Hay
esperanza, así que no se desespere por usted ni por los seres que ama.

Cuarto Día
Como mencioné con anterioridad, todas las heridas al final tienen su raíz
en el pecado. Hemos herido a otras personas o ellas nos han herido. De un modo
u otro, fue debido al pecado: Elegimos (u otros eligieron) vivir independiente de
Dios y de su Palabra. Elegimos no escuchar, no creer y no obedecer a Dios.
34

El pecado hiere. El pecado estropea. El pecado desfigura. El pecado


destruye. Y si no fuera por la cruz del Calvario, la destrucción del pecado sería
permanente, irreversible. ¡Pero Dios! Cómo me gustan esas palabras: "Pero
Dios."
En Isaías 53:5 leemos: Mas él [Jesucristo, el Hijo de Dios] herido fue por nuestras
rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y
por su llaga fuimos nosotros curados.
¡Curados, sanados! ¿Sanidad de qué?

Una vez más, la Biblia debe interpretar a la Biblia. Por lo tanto, escriba lo
que dice 1 Pedro 2:24-25. Al hacerlo, lea los versículos en voz alta. Le va a servir
para memorizar lo que lea.
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Antes de considerar esos versículos, una pregunta más: ¿Qué paralelo, si


es que existe alguno, puede ver entre Isaías 53:6 y 1 Pedro 2:25?
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De acuerdo con Isaías 53: 5 - 6 y 1 Pedro 2: 24 - 25, la cruz fue el medio de


Dios para sanarlo de su pecado de tal manera que usted pueda llevar una vida
recta. El pecado hiere; la cruz sana.

La cruz sana porque trata con el pecado. Por medio del poder sanador del
Calvario, usted puede vivir en rectitud.
Una vida recta es vivir de acuerdo con lo que Dios dice que es recto. No
importa lo que le haya pasado, usted puede vivir sin amargura u odio. Puede
llevar una vida libre de lo que de otra manera lo deformaría, desfiguraría o
destruiría. La amargura se puede ir; el perdón se puede recibir y dar. Usted puede
ser íntegro por completo mental y emocionalmente; usted puede sanarse. La
semana que viene vamos a estudiar por qué eso es posible.
Amado, ¿cree que nunca podrá deshacerse de la amargura? ¿Cree que
nunca podrá perdonar a los que lo han herido? ¿Que la amargura será su
compañera toda la vida? Comprendo sus sentimientos. Sin embargo, le insto a
que descanse en lo que está aprendiendo. Dedique un día cada vez. Siga orando:
"Sáname tú, Señor, y seré sano; sálvame tú, y seré salvo, pues sólo a ti te alabo."
Si hay amargura o falta de perdón en su corazón, escríbala. ¿Contra quién
está dirigida y por qué? No necesita ser demasiado específico si se le hace
demasiado difícil escribirlo.
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Quiero que termine el estudio de hoy leyendo el Salmo 22. Jesucristo no


sólo pagó por su pecado, Él se hizo pecado por usted. ¿Cuál fue el costo de todo
eso para Él? El Salmo 22 nos da una descripción detallada de lo que sucede
35

cuando una persona es crucificada. Léalo con oración y atentamente. Ahora bien,
al considerar lo que ha aprendido en esta semana, haga una lista de lo que cree
que Jesucristo experimentó en la cruz cuando É1 se hizo pecado por usted.

Quinto Día
Si va a aprender a tratar con sus heridas según el método de Dios, debe
conocer a Jesucristo como su refugio.
Al comienzo de esta semana de estudio, le dije que el Galaad del cristiano
es el Calvario. La sanidad viene de Jehová-Rafalu, de nuestro Dios, Salvador y
Señor. Cuando Jesucristo estuvo en la tierra, sanó a los enfermos y a los
poseídos por demonios por medio de su vida. Cuando fue al Calvario, nos salvó
de nuestros pecados por medio de su muerte. Antes que continuemos, vamos a
darle otra mirada a esa verdad desde la perspectiva de Colosenses 2:6-15. Tenga
presente lo que estudiamos ayer.

1. Lea la siguiente porción con atención, marcando cada referencia a vosotros.


Puede darle color o hacer un dibujo como éste encima de cada una de
esas palabras. Cuando termine, haga una lista, al final del texto, de todo lo
que aprendió a partir de esa porción acerca de "usted".

2. Lea toda la porción otra vez y marque cada expresión en Él, o por medio de
Él, o con Él, con otro color o un dibujo como éste . Cuando termine,
haga una lista de todo lo que ocurrió en, por medio, o con Él, de la misma
manera en que hizo la lista de todo lo que aprendió sobre "usted".

COLOSENSES 2:6-15

6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo,


andad en él;

7 arraigados y sobre edificados en él, y confirmados en la fe, así como


habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.

8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas


sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los
rudimentos del mundo, y no según Cristo.

9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,

10 y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo


principado y potestad.

11 En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a


mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la
circuncisión de Cristo;

12 sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también


resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de
los muertos.
36

13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de


vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los
pecados,

14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que


nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió


públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

LO QUE APRENDÍ LO QUE OCURRIÓ EN ÉL,


ACERCA DE MÍ POR MEDIO DE ÉL O CON ÉL

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3. ¿Cómo se relaciona lo que ha observado en Colosenses 2:6 -15 con lo que


hemos estado estudiando esta semana? ¿De qué manera le ha hablado esa
porción?
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Sexto Día
Hasta ahora hemos estudiado como Jesucristo sano por medio de su vida y de su
muerte. Hoy vamos a considerar su tercer recurso de sanidad: la intercesión.
¿Sabe lo que Jesucristo está haciendo ahora? La respuesta a esa pregunta
la entendí con claridad en forma poderosa cuando comenzamos nuestro curso de
estudio bíblico Precepto y estudiamos el libro de Hebreos. Antes que demos a
conocer al público un Precepto o estudio intensivo, lo revisamos con nuestros
estudiantes fieles que tenemos aquí en Chattanooga, o usamos el estudio en uno
de nuestros programas de adiestramiento más extensos.
Nunca me voy a olvidar de lo que me dijo Emily Farmer. En ese tiempo ella
era la productora en jefe de nuestro programa radial "Cómo puedo vivir". Cuando
ella se entusiasma con algo, tiene una sonrisa traviesa y sus ojos marrones
destellan de gozo. Cuando la miré, supe que iba a decir algo bueno.
“Kay, ¿sabes lo que comprendí cuando estaba estudiando el libro de
Hebreos?”: Continuó sin pausa: “La obra de Jesucristo en cuanto a nuestra
salvación está completa. Cuando estaba colgado en la cruz, El dijo: ‘Consumado
es’. ¡Por lo tanto, de acuerdo con el libro de Hebreos, su ministerio en favor
37

nuestro es sencillamente interceder en forma continua por nosotros! ¡Ahora El


vive para hacer eso por nosotros! ¿No es maravilloso?”
Sí, era maravilloso, en realidad impresionante. Cuanto más pensaba en lo
que dijo: Emily, más me ministraban esas palabras. Mientras me iba a enseñar
pensaba: Ahora mismo, Jesucristo está intercediendo por mí.

Cuando estaba testificando y no sabía cómo continuar, pensé: Jesucristo


está intercediendo por mí.
Me he encontrado en situaciones difíciles y he dado un suspiro de alivio porque
recordé que Jesucristo está intercediendo. Él vive ahora para eso.
He sido herida y he sabido que podía continuar. Jesucristo me comprende,
y está intercediendo.
Y sé que el Padre escucha y contesta esas oraciones.
¡Qué misterio divino e incomprensible! ¡Qué realidad maravillosa para vivir
momento a momento! Le pido a Dios que siempre pueda recordar esta verdad.
Nunca estoy sola en ninguna situación, nunca abandonada a mi propia sabiduría,
capacidad o resistencia. Jesucristo está intercediendo. Debido a eso, no hay
ninguna situación que esté fuera del alcance de su conocimiento, control o
propósito. Tal vez mis circunstancias sean arduas o difíciles, pero Él puede
también salvar perpetua mente a los que por él se acercan a Dios, viviendo
siempre para interceder por ellos (Hebreos 7:25).

Oh Padre, enséñame a acercarme a ti constantemente.


Escriba y aprenda de memoria Hebreos 7:24-25.
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¿Está herido o herida? Recuerde que:


Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos,
Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos
un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras
debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra
semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al-
trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el
oportuno socorro.
Hebreos 4:14-16
38

Séptimo Día
¡Qué refugio tenemos en Jesucristo, nuestro Señor que sana! Muchos, aunque
salvos por fe, vivimos como si la fe no fuera suficiente para nuestro diario vivir.
Nos volvemos a deslizar dentro de una mentalidad de “Tengo que hacer mi parte
para agradar a Dios” o “Sencillamente no puedo confiar en la Biblia. Necesito más
que sólo la Palabra de Dios para vivir con éxito.”
Ese tipo de pensamiento lleva a muchas personas a creer que necesitan
algo en lugar de la Palabra de Dios o añadido a ella si alguna vez van a sanarse.
Pero a esas personas debo preguntarles: ^Qué dice la Palabra de Dios?
¿Qué enseña? ¿Es verdad lo que dice 2 Timoteo 3:16-17? ¿Es la Biblia suficiente
a fin de que el hijo de Dios pueda ser completo, enteramente preparado para toda
obra buena? ¿La Biblia nos da las respuestas o las soluciones a fin de que el hijo
de Dios pueda tratar adecuadamente cualquier cosa que la vida le presente
durante su existencia? ¡Sí!

Amigo, ¿qué concepto tiene usted de la Biblia? ¿Cree que ella es lo que
afirma ser? ¿La misma Palabra de Dios, el soplar de Dios, sin errores y el mismo
pan del que el hijo de Dios tiene que vivir? ¿O cree que está llena de mitos, de
cuentos relatados alrededor de hogueras de campamento de generación en
generación hasta que por último fueron registradas de una forma exagerada en un
libro que se dice que es la Palabra de Dios? ¿Cree que la Biblia contiene sólo las
palabras de Dios y que teólogos eruditos pueden clasificarlas y decidir cuáles son
y cuáles no son las palabras de Dios? ¿O cree que la Biblia es la única Palabra
de Dios que le habla en forma personal o que se relaciona con usted en un
sentido espiritual?

¿Qué cree acerca de la Palabra de Dios? Escríbalo y luego busque los


siguientes versículos para ver lo que dice Dios con respecto a su Palabra, la
Biblia.
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Escriba cada versículo o la esencia de lo que dice ese versículo. Voy a dejar a un
lado 2 Timoteo 3:16-17 ya que lo hemos visto antes; sin embargo, no olvide lo que
dicen esos versículos.

1. 2 Pedro 1:20 - 21
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2. Lucas 24:25 - 27
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3. Isaías 8:20
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4. Juan 17:17
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5. Juan 6:63
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¿Va a aceptar lo que dice Dios o el hombre con respecto a la Palabra de


Dios?
40

¿Es usted libre para escoger?


Así también vosotros consideraos muertos
ni pecado, pero vivos para Dios
en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Romanos 6:11

Primer día

U no no puede hablar de la crucifixión sin hablar de la resurrección; la


resurrección corporal de nuestro Señor es un ingrediente esencial del
evangelio. Sin ella, todavía estaríamos muertos en nuestros delitos y pecados. Si
los muertos no resucitan, estamos sin esperanza. La resurrección nos da novedad
de vida.
Esto se ve con claridad en Romanos 6. Sin embargo, antes que
empecemos nuestro estudio, quiero asegurarme de que usted comprende la
importancia de la resurrección y la manera exacta cómo una persona puede ser
salva.
La resurrección de Cristo muestra dos verdades esenciales. La primera,
que Dios fue propiciado o satisfecho, con la muerte sustituta de Cristo. Jesucristo
se hizo el portador de nuestros pecados. En Romanos 4:25 leemos: El cual fue
entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
"Resucitado para nuestra justificación" significa que debido a que el pago de
Jesucristo por nuestros pecados fue suficiente, Dios pudo declararnos rectos,
justificados delante de Él. Jesucristo fue resucitado porque su muerte satisfizo la
justicia de nuestro Dios santo.
Segundo, su resurrección nos muestra que Jesucristo con-quistó la muerte.
La muerte tenía poder sobre el ser humano debido a su pecado. Sin embargo,
una vez que el pecado es pagado, la muerte ya no tiene ningún poder de
posesión. El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley (1
Corintios 15:56). Jesucristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por
nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un
madero) (Gálatas 3:13). Su muerte quitó el poder del pecado. Cristo también quitó
el aguijón de la muerte al pagar por nuestro pecado. Por lo tanto, debido a que
nuestro pecado ha sido pagado por completo, la muerte no tiene poder sobre
nosotros.
Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también
participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio
de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte
estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre (Hebreos 2:14-15). Satanás
nunca puede retener a un hijo de Dios con las cadenas de la muerte porque todo
el pecado de ese hijo de Dios está cubierto por la sangre de Jesucristo. Por lo
tanto, la resurrección es inevitable. Para un cristiano la muerte es estar ausentes
del cuerpo, y presentes al Señor (2 Corintios 5:8). Para el hijo de Dios, el vivir es
Cristo, y el morir es ganancia (Filipenses 1:21).
Si usted es un hijo de Dios, puede estar seguro por completo de que nunca
tiene que temer a la muerte. En el momento en que cierre sus ojos en la tierra, se
41

encontrará con el que ama su alma, el que sana sus heridas, el que dice que
usted es de mucho valor para El.
No puedo continuar hasta que no esté segura de que sabe con exactitud
cómo es su relación con Dios. ¿Es Él en realidad su Padre celestial? ¿Ha creído
de todo corazón en el Señor Jesucristo? No le estoy preguntando eso para
hacerle dudar de una salvación que es verdadera, sino para hacer que se
examine a sí mismo para ver si está en la fe. Aparte de la salvación, usted nunca
va a conocer en forma verdadera lo que es una sanidad permanente para sus
heridas. Por lo tanto, es inútil clamar "Sáname Señor" sin haber clamado antes
"Sálvame Señor".
La salvación pertenece a los pobres en espíritu. Mateo 5:3 dice:
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Ser pobre en espíritu es reconocer que uno está espiritualmente destituido,
incapaz por completo de merecer o de ganar la salvación de ninguna forma.
Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores (1 Timoteo 1:15). Los
pobres en espíritu comprenden que son pecadores, incapaces por completo de
agradar o servir a Dios.
La pobreza de espíritu se halla entretejida en el acto de arrepentimiento. El
arrepentimiento es un cambio de actitud. Arrepentirse es verse a usted mismo
como en realidad es y cambiar su actitud con respecto a su relación con Dios el
Padre y con su Hijo el Señor Jesucristo. En el arrepentimiento uno ve el pecado
tal cual es y quiere ser libre del mismo. Por supuesto, el ser libre del pecado sólo
viene por medio de creer en el Señor Jesucristo. La persona que peca es esclava
del pecado; sin embargo, si el Hijo lo hace libre, usted será en realidad libre (Juan
8:34-36).
Los pobres en espíritu ven su incapacidad para liberarse a sí mismos del
pecado. Ven que la libertad es posible sólo por medio de la muerte sustituta de
Cristo por nosotros. Reconocen que la salvación es sólo por gracia.
Piense en esas casas. Mañana voy a contarle cómo llegué a ser salva.

Segundo día
¿Ha sentido alguna vez que no podía ser bueno aunque quisiera?

¿Ha odiado alguna vez lo que estaba haciendo? ¿Ha tratado de no hacerlo
de nuevo y no pudo lograrlo?

Lo comprendo. Eso es exactamente lo que me pasaba antes que fuera


salva.
Después que abandoné a Tom, anduve de un hombre a otro, buscando a
alguien que me amara sin condiciones. No sabía que la Palabra de Dios decía
que el pecar me haría esclava del pecado. No fui salva hasta que tuve veintinueve
años.
Cuando miro hacia atrás, puedo ver las cadenas que me ataban al pecado.
Cuando por fin enfrenté mi inmoralidad como lo que era, comprendí que no podía
excusar mi comportamiento de acuerdo con su aceptación por la sociedad.
Tampoco podía disculpar mi inmoralidad porque otros también eran inmorales. Lo
que hacían otras personas no era siempre lo correcto. Mi mamá y mi papá me
habían enseñado eso.
42

Vi que algún día tendría que estar de pie frente a un Dios santo y oír la
justa sentencia: "Apártate de mí, al fuego eterno." No me habían enseñado acerca
de la realidad y de la certeza del infierno para los que no tienen al Hijo de Dios
morando en ellos por fe. Yo ni siquiera tenía temor al infierno. Sencillamente
sabía que un Dios santo no iba a tolerar mi inmoralidad y, por lo tanto, no me
podía aceptar en el cielo.
Resolví que iba a dejar de ser inmoral. Iba a cambiar mi estilo de vida. Y
traté de hacerlo. Pero no funcionó. Decía: “No voy a hacerlo otra vez”; ¡Pero otra
vez lo hacía! Salía a la calle y era inmoral otra vez. Entonces una vez más
decidía: “No voy a hacerlo otra vez”; pero otra vez lo hacía. No me daba cuenta
de lo bien que me identificaría algún día con el clamor de Pablo: ¡Miserable de mí!
¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? (Romanos 7:24).
Yo era esclava del pecado. No era pobre en espíritu; pensaba que podía
liberarme por mí misma. No sabía que los esclavos no pueden liberarse por sí
mismos. Hice una resolución tras otra, pero las resoluciones no pudieron librarme
de mis cadenas. Me sentía enferma. En ese tiempo estaba trabajando como
enfermera diplomada en un equipo de investigación en el hospital Johns Hopkins
y me acuerdo que pensaba: ¡Tengo una enfermedad que nadie puede curar!
¡Ojala estuviera físicamente enferma!
Cuando me desperté en la mañana del 16 de julio de 1963, pensé: No
puedo ir a trabajar. Estoy demasiado enferma; enferma de una enfermedad que
no puede curarse. Después que llamé al doctor para quien trabajaba y le dije que
lo iba a ver el lunes siguiente, me arrastré hasta la cocina para hacerme un pastel.
Pensé: Voy a llevar a los niños a acampar. Acampar con ellos era un medio para
lograr un fin: quería que supieran que los amaba, que me importaban y que eran
especiales para mí. Había anhelado ser una madre perfecta. Pero aun en eso
había fracasado. Ellos no tenían una vida familiar normal. Las madres no deben
estar saliendo con distintos hombres; deben vivir con el padre de sus hijos... pero
yo lo había abandonado.
Cuando estaba poniendo el pastel en el horno, Mark se aferró a mi
delantal, deseoso de recibir el amor de su mamá. De repente me incliné, miré sus
ojitos preciosos y, temblando de emoción, dije tartamudeando: "Mark, cariño,
mami tiene que estar sola por unos minutos. ¿Puedes dejarme sola por uno o dos
minutos?"

Pensé que él pudo sentir la urgencia de mi pedido al ver su cabecita rubia


moviéndose en señal de afirmación; sin embargo tenía que estar segura, así que
pregunté otra vez: "¿Puedes dejar que mamí esté sola por sólo unos minutos?"
Después salí apresuradamente de la cocina.
Me tomé de la baranda y subí las escaleras de dos en dos. Tenía que estar
sola. Cuando entré en mi habitación, apenas esquivé la mesa de noche al
postrarme de rodillas. Tenía que llegar a mi cama antes que mi corazón se
desgarrara. Ya no pude contener el llanto.
“Oh Dios, no me importa lo que me hagas - dije sollozando, al mismo
tiempo que derramaba las peores cosas que pensaba que pudieran suceder-. No
me importa si tú me paralizas desde el cuello. No me importa si nunca vuelvo a
ver a otro hombre mientras viva. No me importa lo que hagas con mis dos hijos...
sí sólo me das paz.”
Eso fue todo lo que dije en oración. Allí, de rodillas, recibí al Príncipe de
paz. No sabía que eso era lo que Dios llama salvación. Sólo sabía que estaba
limpia y que Jesucristo estaba conmigo. Dondequiera que fuera, Él iría conmigo.
43

En los días que siguieron, supe que había sido liberada. Mi perspectiva de
la vida era diferente. Estaba hambrienta por la Palabra de Dios. Y, maravilla de
maravillas, podía comprenderla. Ya no era una esclava. Tenía el poder para decir
que no y vivir de acuerdo con los mandamientos de Dios. Era como sí un defensor
de la ley hubiera venido a vivir dentro de mí. Y, por supuesto, ¡Él lo había hecho!
Su nombre era el Señor Jesucristo. No digo que no pecaba - lo hacía - pero no
como antes. Ahora el pecado era un asunto de libre elección, y ¡el pecado no era
algo que yo elegía despreocupadamente! Quería agradar a mi Dios. Y era capaz
de hacerlo porque la Trinidad había venido a habitar dentro de mí (Juan 14:23).
Estaba curada del pecado. En un tiempo había pensado que Dios tenía la
suerte de tenerme en su equipo trabajando en la iglesia, pero por fin había visto
mi total pobreza de espíritu. Estaba dispuesta a negarme a mí misma, a tomar mi
cruz y a seguirlo. Y cuando lo hice, encontré mi Galaad al pie de la cruz.
Amado, ¿ha llegado al final de usted mismo?

¿Ha comprendido su total incapacidad, su total falta de mérito? ¿Ha


comprendido su completa insignificancia separado de Dios? ¿Ha considerado a
Jesucristo, Dios el Hijo, que se hizo carne y sangre para morir por usted y por
toda la humanidad? ¿Cree eso? ¿Cree que El murió en lugar de usted? ¿Cree
que Él se hizo pecado por usted, para que, un enemigo de Dios débil y sin
esperanza, pueda tener la justicia y la vida de El? ¿Se ha arrepentido - negado a
usted mismo - para creer en el Señor Jesucristo? ¿Ha sido salvo de su pecado?
Si no lo ha sido, entonces nunca va a poder sanarse.

¿Por qué demorar? Vaya a El. Invoque su nombre. Crea en su corazón que
Dios levantó a Jesucristo de entre los muertos. Confiese al Señor Jesucristo y
será salvo, porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se
confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en Él creyere, no
será avergonzado. Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será
salvo (Romanos 10:10-11,13).
¿Cuál es su respuesta? Anótela.
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Tercer Día
Hay mucho para considerar con respecto a su libertad, como hijo de Dios,
de la esclavitud del pecado.
Tres de los capítulos más significativos de la Palabra de Dios son Romanos
6, 7 y 8. Hemos impreso Romanos 6 para usted. Léase todo el capítulo una vez
rápidamente sin detenerse. Luego léalo otra vez con atención y en oración tantas
veces como sea posible. Léalo en voz alta.
1 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la
gracia abunde?

2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ^cómo


viviremos aún en él?

3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo


Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
44

4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el


bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria
del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.

5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su


muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;

6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente


con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no
sirvamos más al pecado.

7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. 8 Y si morimos


con Cristo, creemos que también viviremos con él;

9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere;


la muerte no se enseñorea más de él.

10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; más en
cuanto vive, para Dios vive.

11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos


para Dios en. Cristo Jesús, Señor nuestro.

12 No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo


obedezcáis en sus concupiscencias;

13 ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como


instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios
como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como
instrumentos de justicia.

14 Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis


bajo la ley, sino bajo la gracia.

15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la


gracia? En ninguna manera.

16 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para


obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado
para muerte, o sea de la obediencia para justicia?

17 Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis
obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual fuisteis
entregados;

18 y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.

19 Hablo como humano, por vuestra humana debilidad; que así como
para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la
inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad
vuestros miembros para servir a la justicia.
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20 Porque cuando erais esclavos del pecado, erais libres acerca de la


justicia.

21 ¿Pero qué fruto teníais de aquellas cosas de las cuales ahora os


avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte.

22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de
Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es


vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Marque las siguientes palabras de una manera fácil de distinguir:

a. pecado, pecando, pecadora, pecar


b. morir, muerto, muerte, morimos, murió
c. esclavo(s), esclavitud, servir, servicio
d. libre(s)
e. dominando
f. viviendo, vida, viviremos, vivir, vive
g. obedecer, obedecen

Todo lo que tiene que hacer para hoy es terminar de marcar esas palabras.
¿Cómo se encuentra? ¿Está todavía abrumado por el dolor? ¿Está tentado a no
continuar? No se desanime. Ya vamos a ver las respuestas. Sólo lleva un poco de
tiempo.

Cuarto Día
Hoy quiero que continúe observando Romanos 6 para que vea por usted
mismo con exactitud lo que Dios le dice. Pudiera explicárselo todo, pero ¿cómo
sabría usted si lo que le digo es correcto o no? No lo sabría, a menos que sepa lo
que dice el texto. Aunque es una tarea que consume tiempo, va a recoger una
cosecha maravillosa. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar
primero. Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo (2 Timoteo
2:6 -7).

Con esa palabra de exhortación, permítame asignarle su tarea. Tome las


palabras que marcó ayer: pecado, pecando, pecadora, pecar; morir, muerto,
muerte, morimos, murió; y esclavo(s), esclavitud, servir, servicio. Haga una lista
de todo lo que observó en el texto que tenga relación con cada palabra. Por
ejemplo, usted haría una lista de todo lo que observó acerca del pecado, de esta
forma:
46

PECADO
1. No debemos continuar viviendo en pecado.
2. Hemos muerto al pecado.
3. _______________________________________________________________

Ahora le toca a usted. Escriba en el siguiente espacio, pero si el espacio no es


suficiente, use un cuaderno.
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Quinto Día
Cuando comprenda las verdades de Romanos 6, entenderá la gran victoria
que Dios efectuó para usted por medio del Calvario. Esa victoria transformará su
manera de vivir.
Cuando lea Romanos 6, va a encontrar la palabra bautismo. Los teólogos
se preguntan si se refiere al bautismo en agua o a nuestra identificación con
Cristo. Sin embargo, ese cuestiona miento no sirve para el propósito de este libro.
Ya sea en agua o por salvación, lo que Pablo quiere que veamos es nuestra
identificación con el Señor Jesucristo.

1. Lea otra vez todo el capítulo 6 del libro de los Romanos y marque cada
expresión con Cristo o con Él con un color fácil de distinguir o con un
dibujito.
2. Ahora lea otra vez Romanos 6:1-11. ¿A qué hemos sido bautizados o
unidos? Considere todas las expresiones con Cristo o con Él que acaba de
marcar. Sea tan específico como el texto.
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____________________________________________________________
____________________________________________________________

3. Escriba lo que su identificación con Jesucristo ha efectuado de manera


personal para usted. Luego tome unos minutos para agradecerle a Dios por
lo que ha hecho. Recuerde que Dios lo ama.
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Sexto día
El vivir en firme obediencia a la verdad, sin importar cómo se sienta, es la clave
para la victoria sobre cualquier problema. El consentimiento mental no es
suficiente, usted debe hacer lo que Dios dice que tiene que hacer.
No hay atajos para la sanidad. Hay verdades fundamenta-les que debemos
saber y adoptar. Nuestra identificación con Cristo en su muerte, sepultura y
resurrección es una de esas verdades fundamentales que producirá sanidad.
Nuestra identificación con Cristo produce novedad de vida. La semana que viene
vamos a comenzar a comprender algunas de las ventajas gloriosas de esta nueva
vida que es nuestra.
Volvamos a Romanos 6. Todavía hay más que necesita entender. Pídale al
Padre que quite el velo de esas verdades y que las imprima en su corazón, de
modo que llegue a ser una carta viviente conocida y leída por todos (2 Corintios
3:2).

1. Tome las palabras que quedan de las que marcó en Romanos 6 y haga una
lista de todo lo que aprenda de esas palabras clave. Esas verdades
pertenecen a todo hijo de Dios. ^No lo olvide! Las palabras eran:
a. libre(s)
b. dominando
c. viviendo, vida, viviremos, vivir, vive
d. obedecer, obedecen
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2. ¿Cuáles son los mandamientos o las exhortaciones de Dios para el


creyente en Romanos 6? Haga una lista de ellos.
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3. En Romanos 6:15-23 Pablo hace un contraste entre dos clases de
esclavos. Haga una lista de ellos y anote lo que aprenda con respecto a
cada uno a partir del texto.
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4. ¿En qué categoría entra usted? ¿Cómo lo sabe?
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48

Séptimo día
Cuando las personas han sido profundamente heridas, a menudo se
sienten como si no tuvieran ninguna importancia, ningún valor como seres
humanos. Sentimientos o pensamientos de esa clase no vienen de Dios. Tienen
su origen en Satanás, el padre de mentiras, el acusador, el destructor. Como
vamos a ver más adelante, el blanco principal de Satanás es la mente. La
armadura del cristiano, según nos dice Efesios 6, incluye el yelmo de la salvación.
Cuando comprendemos nuestra salvación, entendemos nuestro propósito
como seres humanos. Fuimos creados a la imagen de Dios, aunque tal vez dicha
imagen esté estropeada en nosotros. Por medio de la salvación, la obra del
Espíritu Santo y el poder transformador de la Palabra de Dios, se lleva a cabo una
transformación gradual conformándonos a la imagen del Hijo de Dios.
En nuestro último día de estudio de esta semana, quiero que se concentre
en la verdad de Juan 15:16.
1. Escriba lo que dice Juan 15:16
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2. Al observar lo que dice ese versículo, sin agregar otros pensamientos,
¿qué aprende acerca del hijo de Dios? A continuación haga una lista de lo
que perciba.
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3. Al responder esta pregunta, olvide cómo se siente, olvide lo que piensa
acerca de sí mismo, y olvide lo que cualquier otra persona ha dicho acerca
de usted. De acuerdo con ese versículo, ¿tiene su vida como hijo de Dios
valor y propósito?
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4. Escriba una oración a Dios. En su oración haga el compromiso de vivir de
acuerdo con la verdad que ha visto en la Palabra de Dios. Recuerde que
los que escuchan la voz de Dios y no viven de acuerdo con ella se
engañan a ellos mismos y pierden la bendición de Dios.
49

Dios esta en
Control y se interesa por usted
Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas (es ayudan a bien,
esto es, a los que con forme
a su propósito son llamados,
Romanos 8:28

Primer Día
E sta usted herido debido a su pasado? Lo comprendo. Mi pasado me
atormentaba hasta que aprendí las verdades que estoy a punto de enseñarle.
La semana pasada usted vio dos verdades clave que son fundamentales
para tratar con el pasado. Permítame repasar-las. Primero, usted está identificado
con la muerte y resurrección de Jesús. Esta identificación lo libera de la esclavitud
del pecado a fin de que pueda ser esclavo de la justicia. Segundo, usted fue
elegido por Dios. Aunque pueda parecer misterioso y difícil de comprender con
mentes finitas, nosotros no lo elegimos a Él, sino que Él nos eligió a nosotros.
Cuando lo hizo, tenía un plan. Eso es lo que quiere decir cuando menciona:

No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he


puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca;
para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Juan 15:16

La idea principal de estas dos verdades es la siguiente: Una vez que ha


sido liberado de la esclavitud del pecado, usted tiene un propósito en la vida. Su
vida tiene valor eterno, no debido a lo que usted es o a algo que usted haya
hecho, sino porque Dios en su gracia maravillosa lo escogió para que le
pertenezca para siempre.
Quizá se esté preguntando: ¿Pero qué pasa con mi pasado? ¿Cómo puede
mi vida ser de algún valor?
Amigo, eso puede ser lo que piensa, pero le puedo decir que no es lo que
Dios piensa. ¿No lo alegra eso?
Usted tiene sólo una tarea para hoy. Ore para que Dios quite el velo de sus
ojos y le muestre cómo Él puede redimir los al parecer destructivos traumas del
pasado, usarlos para su bien y para la gloria de El. Escriba su oración en el
espacio provisto.
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Segundo Día
Romanos 8:28 es muy, conocido para muchos cristianos y aun así me
pregunto si lo citamos sin reflexionar, sin comprender la profundidad de su
significado y el contexto en el cual se da.
50

Dios está usando ese versículo para sostenerme en uno de los traumas
más grandes de mi vida. No tengo la libertad para contarle acerca de mi herida,
pero permítame asegurarle que no tiene nada que ver con mi precioso esposo o
con nuestra relación. Sencillamente quiero que sepa que estoy poniendo en
práctica lo que estoy a punto de contarle.
Hemos impreso para usted Romanos 8:28-39. Léalo cuidadosamente.
1. Marque las siguientes palabras clave de una manera fácil de distinguir:
Dios, Cristo o Cristo Jesús, y todos los pronombres que se refieran a la
Trinidad.
2. Marque cada palabra que se refiera a los hijos de Dios (nosotros, nos,
quienes, a los que, estos).
3. Cuando termine de marcar sus palabras clave, haga una lista de todo lo
que aprenda acerca de Dios y de Jesucristo. Escriba esa lista al final del
texto (mañana va a tener que usar el margen derecho). Por favor no haga
más que eso por hoy.

ROMANOS 8:28-39
28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a
bien, esto es, a, los que conforme a su propósito son llamados.

29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que
fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el
primogénito entre muchos hermanos.

30 Ya los que predestinó, a estos también llamó, - y a los que llamó, a


éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó.

31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra


nosotros?

32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos


nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?

33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica.

34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el


que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que
también intercede por nosotros.

35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o


persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;


somos contados como ovejas de matadero.

37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó.

38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la Luda, ni ángeles, ni


principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
51

39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá


separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Tercer Día
Muy a menudo citamos o leemos Romanos 8:28: Y sabemos que a los que
aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados. Luego nos detenemos ahí. Aunque hay un punto después
del versículo 28, el pensamiento aún continúa. Nuestra pregunta debiera ser
¿cuál es el bien que Dios promete producir en mi vida?

Puede responder esa pregunta observando el texto de Romanos 8:28-39.

1. Lea toda la porción de Romanos 8 que marcó ayer.

2. En el margen derecho haga una lista de todo lo que observó como


resultado de marcar las palabras que se refieren a los hijos de Dios. Esas
son verdades que le pertenecen, sí usted pertenece a Dios. Y si aún no le
pertenece, debe saber que Dios lo quiere tener en su familia.

3. Si está terriblemente herido o si en su corazón hay mucha amargura y falta


de perdón, entonces, amado, esta tarea tal vez le sea difícil de hacer en
este punto. Lo comprendo. Haga lo mejor que pueda; ¡inténtelo! En unas
semanas vamos a tratar con la amargura y la falta de perdón. Ahora
estudie Romanos 8:28-39 y escriba el bien que Dios intenta llevar a cabo
en su vida por medio de todo lo que le ha sucedido. Use el siguiente
espacio.
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____________________________________________________________

4. ¿Qué preguntas vienen a su mente al leer Romanos 8:28-39? Haga una


lista en el espacio siguiente. Por ejemplo: ^cómo pudiera hacer Dios que un
incesto ayude para mi bien?
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Cuarto Día
¿Cuál es el bien que Dios promete producir en su vida? La semejanza a
Cristo. Dios quiere que cada creyente sea como su Hijo. Romanos 8:29 nos dice
que Dios nos conoció de antemano. Al conocernos de forma anticipada, nos
predestinó o señaló antes, para que seamos conformados a la imagen de su Hijo.
La formación a la imagen de Jesucristo se logra por medio de tres cosas: nuestra
relación correcta con Dios, nuestra respuesta a la Palabra de Dios y el sufrimiento
que acompaña la vida de cada hijo de Dios. Esos serán nuestros temas de
estudio para el resto de la semana.
52

Primero, demos una mirada a la forma en que Dios usa su Palabra para
conformarnos a la imagen de Jesucristo. Tome unos minutos para leer 2 Corintios
3 en su Biblia. En ese capítulo, Pablo hace un contraste entre el pacto antiguo,
que era la ley escrita en tablas dé piedra, y el nuevo pacto de gracia, que está
escrito en nuestro corazón por el Espíritu Santo que habita en nosotros.
En 2 Corintios 3 Pablo explica que cuando una persona viene a Jesucristo,
se quita un velo. Ese velo es el antiguo pacto, un pacto que los judíos no
comprendieron. Ellos pensaban que podían ser salvos guardando la ley. Aunque
la salvación siempre había sido por gracia, los judíos no comprendieron el
propósito de la ley y tenían la idea de que al guardarla, se podían hacer
aceptables a Dios. Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer
la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios (Romanos 10:3). Ellos
buscaban la justicia por medio de las obras. No comprendían su incapacidad para
ser justos.

Debido a que les faltaba pobreza de espíritu, no pudieron entender que Dios nos
salva...

... no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su
misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el
Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo
nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser
herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Tito 3:5-7

Amado, si piensa que de alguna manera ha ganado o merecido la


salvación, entonces está ciego a la verdad. Cuando una persona comprende y
acepta que la salvación es por pura gracia - favor no ganado y no merecido - que
se dio a los hombres debido a lo que Jesucristo realizó en el Calvario, entonces
se quita el velo. Sólo la fe lleva a una persona al reino de Dios.
Pero eso es sólo el comienzo. Dios no sólo lo salva, sino que también
comienza a transformarlo a la imagen que El había propuesto para el ser humano
cuando creó a Adán y a Eva. Una imagen no estropeada por el pecado. ¿Cómo
es que esa imagen es restaurada en usted y en mí, que hemos vivido en pecado?
Comienza con la salvación, con la venida del Espíritu Santo a vivir en nosotros y
continúa cuando estudiamos y obedecemos la Palabra de Dios.

Busque los siguientes versículos y escriba lo que aprenda acerca de cómo


somos limpiados y transformados. De paso, la palabra griega para transformación
es metamorphoo. ¿No es interesante cuando uno se detiene a pensar acerca de
la metamorfosis que ocurre cuando una oruga se convierte en mariposa?
1. 2 Corintios 3:18
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2. Romanos 12:2
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53

3. Efesios 5:25-27 (Observe con cuidado lo que Cristo hace por la iglesia. Anote
los cómo y los por qué de toda la porción).
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Bueno, querido alumno, es suficiente por hoy. Mañana vamos a dar una mirada a
la forma en que Dios usa el sufrimiento para transformarnos a la imagen de su
Hijo.
Quinto Día
El sufrimiento es uno de los medios principales de Dios para conformarnos
a la imagen de su Hijo, Jesucristo. Jesús sufrió, como el Dios-hombre. Como hijos
de Dios, vamos a sufrir.
Cuando sufro es siempre un consuelo saber que no soy la única que sufre y que
mi sufrimiento tiene un propósito. Permítame darle algunos versículos que lo
animarán en gran manera, así como me animaron a mí.
El autor del libro de Hebreos escribe acerca de Jesucristo:

Aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia.


Hebreos 5:8

Filipenses 1:29 afirma:


Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no sólo que
creáis en él, sino también que padezcáis por él.

Romanos 8:16-18 nos asegura que:


El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de
Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos
con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente
con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones
del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en
nosotros ha de manifestarse.

Quinto día
El sufrimiento y la gloria van de la mano. Usted no puede tener uno sin lo
otro. Esa es la razón por la cual Dios compara nuestro sufrimiento con la
purificación de la plata y del oro. Ninguno de los dos es puro en su estado natural.
Se encuentran mezclados con todo tipo de cosas que los hace impuros.
¿No es eso lo mismo que ocurre con nosotros? Nacemos con una
naturaleza pecadora que atrae constantemente todo tipo de impurezas:
pensamientos, creencias, acciones y hábitos destructivos. Somos influidos por el
medio ambiente, un medio ambiente impregnado de pecado.
Se necesita refinar la plata y el oro antes que muestren su belleza. Lo
mismo sucede con nosotros. E1 refinamiento incluye fusión por medio de fuego
destinado no para destruir el metal, sino para sacar a luz su belleza.
¿Cómo se hace todo eso? Usemos la plata como ilustración. Se tritura la
plata en partes pequeñas y luego se la coloca en un crisol. El platero coloca el
crisol sobre el fuego después de haber preparado el fuego al grado apropiado de
calor, y después observa con cuidado cómo se derrite la plata. Por último, las
impurezas van a subir a 1a superficie del crisol y el platero las quita con cuidado.
54

Más tarde prepara un fuego aún más caliente, y una vez más somete la plata al
calor. Ahora bien, bajo esta nueva intensidad de calor, se libera más cantidad de
impurezas de diferentes tipos.
El platero nunca deja la plata desatendida en el fuego, a fin de que no se
dañe debido a demasiado calor. Cada vez que aumenta el fuego y remueve las
impurezas, el platero se inclina sobre el crisol para mirarse en la plata derretida.
Al principio la imagen es poco clara... su rostro es apenas perceptible. Sin
embargo, con cada tratamiento en el fuego su imagen se hace más nítida.
Cuando por último el platero se puede mirar con claridad, sabe que
desaparecieron todas las impurezas. E1 refinamiento está completo.
Lo mismo pasa con usted, amado. Dios lo quebranta y lo pone en el crisol
del sufrimiento con un sólo y único propósito: hacerlo a su imagen. E1 está
preparándolo para la gloria. Ya sea que usted lo sepa o no, Dios ha estado
presente en cada sufrimiento, dolor y herida. Él ha estado observando con
cuidado a fin de que las dificultades no lo destruyan, sabiendo todo el tiempo que
al final todo ayudaría para el bien de usted. Escuche sus palabras:

En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es


necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que
sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual
aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y
honra cuando sea manifestado Jesucristo, a quien amáis sin haberle visto,
en quien creyendo, aunque ahora no lo veías, os alegráis con gozo inefable
y glorioso.
1 Pedro 1:6-8

Aprenda a ver cada prueba - pasada, presente y futura - como parte del
proceso de refinamiento de Dios para hacerlo como Jesucristo.

La pregunta que confronta es: ¿Cómo responderá usted al sufrimiento? No


sólo al sufrimiento que le espera, sino también al sufrimiento que ha soportado en
el pasado? ¿Dejará que lo amargue o que lo transforme? ¿Se va a aferrar a los
desperdicios o va a dejarse hacer como Jesucristo?

Cada sufrimiento de la vida es una prueba de su fe, porque con cada


sufrimiento usted tiene que tomar una decisión… La decisión es: ¿Le creerá a
Dios y responderá así en la forma que El le dice que responda; o va a aferrarse a
los desperdicios de la desobediencia independiente y, por lo tanto, va a pecar en
la incredulidad de la carne?

Permítame llevarlo a 2 Corintios 4:7-12. Escuche la Palabra de Dios:


Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia
del poder sea de Dios, y no de nosotros, que estamos atribulados en
todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperados;
perseguidos, mas no desamparados; derribados, pero no destruidos;
llevando en el cuerpo siempre por todas partes la muerte de Jesús,
para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestros cuerpos.
Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados a muerte
por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en
nuestra carne mortal. De manera que la muerte actúa en nosotros, y en
vosotros la vida.
55

1. Marque las siguientes palabras en la porción que acaba de leer de 2


Corintios: vida, muerte.

2. De acuerdo con 2 Corintios 4:7-12, ¿por qué estamos entre-gados a la


muerte, a situaciones difíciles de la vida?
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3. ¿Qué notó acerca de cada situación calamitosa mencionada en la porción
bíblica? Escriba lo que perciba.
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¿Comienza a ver cómo Dios puede usar todo lo que ha tenido que
soportar para dar esperanza y vida a otros? ¿Puede ver cómo puede usarse
su obediencia para ministrar a otras personas si cree y confía en Dios, y si va
a confiar en El y si se aferra a El en fe?

¿Y cómo va a andar de manera tal que siga llevando esa vida? Pablo
continúa en 2 Corintios 4:16-18.

4. Busque 2 Corintios 4:16-18 y escríbalo.


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5. En sus propias palabras, escriba lo que debe hacer para vivir en la victoria
de la fe.
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Su sanidad depende de su respuesta. No digo nada de eso para


desanimarlo... ni para hacer que tire con enojo este libro al otro lado de la
habitación. En este punto tal vez crea que no puede recibir lo que le digo.

Sea paciente. No se desanime. Hemos progresado hasta aquí. Termine el


curso que comenzó. No permita que el que lo estaba destruyendo lo mantenga
cautivo. Recuerde que el diablo es un mentiroso y un asesino (Juan 8:44) que
tratará de impedir que acuda a su gran Médico y su bálsamo sanador.
56

Sexto Día
El sufrimiento nos refina o nos amarga. A veces cuando sufrimos
pensamos que Dios no se interesa por nosotros. ¿Por qué lo permitiría? ¿Por qué
no hace algo para calmar nuestro dolor?
Nunca olvidaré a una mujer a la que le presenté el evangelio. Oh, qué dolor
sentía... y yo también sentí dolor cuando escuché su relato.

La conocí cuando estaba haciendo evangelizando de casa en casa con


algunas personas de nuestra iglesia. Cuando nos sentamos en la sala de su casa
para hablar, no pude evitar notar las líneas de su rostro que representaban
falsamente su edad, haciendo que se viera mayor de lo que era. Su vida parecía
estar en tanto desorden como su casa. La falta de esperanza flotaba en el aire.
Cuando le presenté el evangelio, y le dije que necesitaba un Salvador y el amor
de Dios, la amargura comenzó a desbordar de sus labios: “Cuando Dios me
devuelva a mi niño, entonces lo voy a escuchar.”
Le pregunté lo que quería decir. Su niño había muerto en un incendio. La
escuché y luego le dije que Dios comprendía. Él, también, había perdido a su Hijo.
Pero no la pude convencer de que debido a que Dios entregó a su Hijo, ella podía
reunirse algún día con el suyo. El enojo había endurecido su corazón y perdió la
sanidad que sólo Dios podía darle. Una mujer amargada me acompañó a la
puerta.
Nada nos puede separar del amor de Dios, de acuerdo con Romanos 8:35
- 39. Las tribulaciones, angustias y persecuciones que vienen a nuestra vida no
son para destruirnos. Son destinadas para impulsarnos a sus brazos eternos de
amor. En su soberanía, Dios ha permitido el sufrimiento. El que se sienta en el
trono de los tronos reina en forma suprema. El hace según su voluntad en el
ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra (Daniel 4:35). Él lo sostiene en
sus manos omnipotentes.
Dios es amor y lo ama con amor eterno. Por lo tanto, todo lo que llega a su
vida debe ser filtrado primero a través de sus dedos de amor. Nadie puede
tocarle, hablarle, mirarle o hacerle nada sin el permiso de Dios. Si la adversidad
llega a su vida, llega con el permiso de Dios (Isaías 45:7). Y si llega, va a ayudar
para su bien. Se empleará para conformarlo a la imagen de Él. No le va a impedir
el acceso al reino de los cielos.

Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a


éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó...
¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o
persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está
escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo. Somos contados
como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que
vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de
que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo
presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa
creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús
Señor nuestro.
Romanos 8:30,35-39
57

Puede saber, amado, que todo lo que Dios permita que llegue a su vida no
está destinado para amargarlo, desfigurarlo o destruirlo. Es permitido por un Dios
amoroso con el propósito de conformarlo a la imagen de su Hijo, Jesucristo.

Como prueba adicional, busque los siguientes versículos y escríbalos.


Luego piense en ellos.
1. Escriba las tres últimas palabras de 1 Juan 4:8. Ese es un atributo
invariable de Dios. Por lo tanto, Él nunca va a actuar independientemente
de lo que usted aprenda de Él en ese versículo.
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2. Daniel 4:34-35
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3. Isaías 45:5-7 (Adversidad significa "calamidad").
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4. Salmo 103:19
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5. Deuteronomio 32:39
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6. Jeremías 29:11 (Creo que lo que Dios dice de Israel, su pueblo escogido,
también lo dice de usted, su escogido.)
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Séptimo Día
Dios, en su soberanía, nos escogió y nos ordenó que vayamos v demos
fruto. Él promete que todas las cosas en nuestra vida van a ayudar a bien y serán
usadas para conformarnos a la imagen de su Hijo.
En nuestro último y breve día de estudio de esta semana, quiero que
demos una mirada a cuando fuimos elegidos por Dios y que también miremos qué
es lo que hizo que Dios nos eligiera, si es que hubo algo.

1. Lea Romanos 8:29. De acuerdo con ese versículo, ¿para qué nos
predestinó Dios?
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2. Ahora lea Efesios 1:3-6. Lo hemos impreso a continuación para usted.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que
nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
58

Cristo, según nos escogió en Él antes de la fundación del mundo, para


que fuésemos santos y sin mancha delante de Él, en amor habiéndonos
predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo,
según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su
gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.
Efesios 1:3-6

3. Cada vez que lea la Palabra, siempre pregúntese: ¿quién, qué, cuándo,
cómo, dónde y por qué? Para ayudarlo a que obtenga práctica, pregunte y
responda las preguntas con respecto a esos versículos. Examínelos desde
cada ángulo posible. Pregunte: ¿Quién estaba hablando? ¿A quién?
¿Quién bendijo? ¿Quién escogió? Cubra todas las preguntas que pueda en
esos versículos. Escriba lo que perciba. Si necesita más espacio, use otra
hoja.
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4. Resuma, en una sola oración lo que aprendió respecto a cuando Dios lo
escogió a usted y respecto al propósito que Él tenía.
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5. ¿De qué manera se relaciona lo que ha visto hoy con su -asado y con lo
que aprendió de Romanos 8:28-39? Si no ve ninguna relación, entonces
sea honrado... pero no se rinda.
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Vamos a ver mucho más sobre este tema de tratar con nuestro pasado.
Creo que el Señor va a usar en gran manera las verdades que vamos a ver la
semana que viene para ministrar sanidad para usted de una manera muy
especial. Pero si usted no necesita sanidad, sé que Dios va a usar esas verdades
para ayudarle a que pueda ser de bendición para su cónyuge, a su familia u otras
personas.
Mi oración, amado y diligente alumno, es que Dios le muestre lo valioso
que es usted para Él, no debido a quién es o que es, sino sencillamente debido a
quién es Él y debido al : favor inmerecido que Él ha elegido otorgarle como
receptáculo de su misericordia.
Al mismo tiempo que le digo eso, debo mostrarle la otra cara de la moneda.
Hay personas que aceptan lo que Dios está haciendo y responden en obediencia
a la Palabra, pero las que no lo hacen. Se niegan a abandonar las impurezas de
amargura, odio, enojo, venganza y otras cosas que las heridas pueden acarrear.
En vez de despojarse de esas impurezas en fe, se aferran a ellas, aun en medio
del fuego del sufrimiento. El resultado es que se convierten en lo que Dios llama
plata rechazada o desechada.
Eso es lo que pasó en la época de Jeremías cuando las personas
rechazaron el bálsamo de Dios, la sanidad de Dios. Escuche las palabras de Dios
a Jeremías con respecto a esas personas: Por fortaleza te he puesto en mi
pueblo, por torre; conocerás, pues, y examinaras el camino de ellos. Todos ellos
59

son rebeldes... todos ellos son corruptores. Se quemó el fuelle, por el fuego se ha
consumido el plomo; en vano fundió el fundidor, pues la escoria no se ha
arrancado. Plata desechada los llamarán, porque Jehová los desechó (6:27-30).
Si usted y yo no respondemos a las verdades de la Palabra de Dios y le
permitimos que nos transforme a la imagen de El, entonces Dios no puede hacer
nada más con nosotros. No deje que eso le suceda a usted. Si lo permite, nunca
va a conocer la sanidad de Dios.
El resultado de todo eso puede ser que usted sea conformado a la imagen
de Jesucristo. Puede ser así debido a la vida, muerte y resurrección de El. Usted
puede salir triunfante porque Jesucristo vive para interceder a su favor. Recuerde
que Él lo comprende. Aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;
y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los
que le obedecen (Hebreos 5:8-9).
60

¡Dios esta presente!


He aquí que en las palmas de los manos
te tengo esculpida.
Isaías 49:16

Primer Día

M e afligía acerca de mi pasado y me preguntaba por qué no había conocido


antes a Jesucristo. Pensaba en lo que pudo haber sido si hubiera escuchado
el evangelio antes que me divorciara de Tom. Pensaba en lo que pudo haber sido
para mis hijos si no hubiera caído en la inmoralidad. Vivía con los fantasmas de
"si sólo" y era desdichada. Luego mediante el poder transformador de la Palabra
de Dios fui liberada.
Cuando me dediqué a estudiar a fondo la Biblia, entendí que Dios me salvó
cuando a El le agradó. Entendí que fui elegida en Cristo Jesús antes de la
fundación del mundo para ser adoptada como su hija. Pero aún más especial para
mí en ese tiempo fue que también entendí que el momento preciso de mi
salvación era obra de Dios. En la soberanía de Dios yo no iba a ser salva hasta
que tuviera veintinueve años, ya divorciada y capturada en la trampa de la
inmoralidad. Dios sabía eso, y en su soberanía Él planeó que aun el tiempo
preciso de mi salvación ayudaría a bien.

¡Qué impresionante!
Muchas personas están heridas, como yo lo estuve, debido a que han
vivido en rebeldía abierta a los definidos mandamientos de Dios. Han amenazado
con los puños a Dios. En vez de permitir que la ley de Dios les impidiera caer en
pecado hasta que acudieran por fe en Jesucristo, insistieron en hacer lo que les
parecía... y ¡qué horrible cosecha recogieron! Una cosecha, como dice Romanos
6, de la cual se avergüenzan cuando conocen al Señor Jesucristo.
Esas personas lloran y viven con "si sólo". Aunque Jesucristo pagó por el
pecado de ellos en el Calvario, dejándolo a sus espaldas y no recordándolo más,
ellos siempre lo mantienen delante de sus ojos.
Llevan el recuerdo de su pasado como un velo negro de luto, impidiendo
que otros vean el brillo que trae el perdón de Dios. La aflicción sobre los pecados
pasados debilita su fortaleza. Son débiles y aun incapaces para servir a Dios.
Necesitan escuchar o que se les recuerde la Palabra de Dios que fue dada a otras
personas que se lamentaban por su pecado: No os entristezcáis, porque el gozo
de Jehová es vuestra fuerza (Nehemias 8:10).
¿Hay alguna esperanza para los que son salvos, pero que están aún
perturbados por los fantasmas de pecados pasados? ¿y para los que se sienten
como si fueran ciudadanos de segunda categoría en el reino de Dios? ¿y para los
que les cuesta ver cómo Dios puede usarlos debido a sus pecados pasados?
¡Sí!

1. Lea, una vez más, Efesios 1:3-6. Tal vez quiera repasar las preguntas que
contestó cuando estudió esos versículos la semana pasada.
61

2. Pablo se refiere brevemente a su conversión en Gálatas 1:11-17 Lea esa


porción con cuidado, luego escriba lo que aprenda acerca del momento
preciso de la salvación de Pablo.
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Segundo Día
Tengo una nota que alguien me escribió en papel rayado. El lado de los
orificios está rasgado de manera irregular ya que el papel fue arrancado
apresuradamente de una carpeta de tres anillos el 17 de enero de 1986.

La enseñanza que usted dio esta noche me ha liberado de tal manera


que ahora creo que Dios me ha elegido desde antes de pertenecer a El,
sabiendo perfectamente bien que mi vida iba a estar llena de pecado.
Antes que fuera salva, yo era una adúltera. Había un hombre que
vivía al lado de la casa de mis padres y se lo robé a su esposa e hijos,
tuve un hijo con él fuera de matrimonio y por último logré que se casara
conmigo cuando nuestro hijo tenía años. Cuando acepté al Señor, me
apesadumbró darme cuenta del dolor y el sufrimiento que mi pecado
había causado a tantas personas, pero en especial al darme cuenta de
que había entristecido a mi Señor. Dios ha hecho algo bueno de mucho
del dolor de muchísimas personas y en forma milagrosa nos ha traído a
una posición de amarnos unos a otros, pero yo todavía siento que El
me dejó escurrir por la puerta de atrás y que nunca puedo ser en realidad
especial para Él.
Pero, oh Kay, yo sé que Él me escogió con pleno conocímiento de
cuán vil sería y de que ahora soy llamada santa y sin culpa por la sangre
de mi precioso Jesucristo.

Ese es el testimonio de una mujer que llegó a conocer la verdad, y al


conocerla fue liberada. ¡Libre porque le creyó a Dios!

Amado, ¿le cree a Dios?


1. Tome lo que aprendió ayer acerca del momento preciso de Dios para su
salvación y escriba cómo pudiera ayudar a otras personas a tratar con el
trauma de su pasado. Sea tan específico como pueda en su respuesta.
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Tercer Día
¿Qué pasa con los que están heridos debido a cosas que no pudieron
controlar?
¿Qué pasa con los que fueron abusados mental, emocional y físicamente
por otras personas... por los padres o por las personas en quienes confiaban?
¿Qué pasa con los que están heridos porque están amargados y enojados
debido a que no les gusta cómo es su cuerpo con su personalidad? ¿Qué pasa
con los que, debido a incapacidades físicas o tendencias a ser demasiado obesos
o demasiado delgados, han sufrido rechazos que pudieron venir en decenas de
formas diferentes pero dolorosamente verdaderas?
¿Qué pasa con los que son bulímicos o anoréxicos y todavía se resisten a
tratar con la realidad de que están destruyendo su cuerpo?

¿Qué pasa con los que fueron abusados sexualmente, sodomizados o


hechos víctimas de pecadores pervertidos, torcidos e impíos?
¿Es posible la sanidad para todos ellos?
¿Sí, sí, sí?
Hay un bálsamo en Galaad, hay un Gran Médico allí.

Si va a decir: "No, esas son necesidades psicológicas para las que sólo la
psicología puede ayudar", entonces también debe decir que Dios no podía hacer
nada antes del advenimiento de la psicología hace unos cien años. Tendría que
decir que la Palabra de Dios era incapaz de hacer algo bajo el ministerio del
Espíritu Santo. Y, si usted apoyara esta premisa, elevaría al hombre a la
omnisciencia y a la omnipotencia. Retrasaría la sanidad emocional hasta que el
ser humano por fin evolucionara a un estado tal, donde en su propia sabiduría,
pudiera adquirir una perspectiva dentro de los enredos del alma del hombre. Y
entonces tendría que preguntarle: ¿Hay una sanidad permanente lejos de Dios?
¿Podemos poner en duda si la Biblia tiene o no las respuestas para todas y
cada una de las situaciones de la vida, aun los traumas causados por las manos
de pecadores impíos? Con toda sinceridad, no creo que podamos hacerlo y que
todavía mantengamos una fe agradable a Dios. Porque sin fe es imposible
agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay
v que es galardonador de los que le buscan (Hebreos 11:6). La Palabra de Dios
es suficiente, tiene la sanidad.
Dios es Jehová-Rafah, el Dios que sana.
¿Dónde comienza una persona el proceso de sanidad? Cuan-do entiende
el carácter y la soberanía de Dios. Sin embargo, no finaliza allí. Muchas personas
no son sanadas cuando pudieran porque no comprenden el cuidado vigilante de
Dios para traernos a la salvación. Tampoco comprenden la minuciosidad y la
totalidad de nuestra salvación. Desde el punto de vista espiritual se parecen a
mendigos, recogiendo la basura del mundo a fin de mantener la vida.
Mañana comenzaremos a empaparnos de las verdades del Salmo 139. Por
hoy, siga clamando con fe: "¡Sáname tú, Señor, y seré sano!" y sepa que todo lo
que pida en su nombre, El lo hará. ¿Qué mejor oración que esa pudiera pedir en
el nombre de su Jehová-Rafah?
Hablando de nuestra necesidad de orar por sanidad, pienso que sería
provechoso para usted si busca Lucas 11:1-13, léalo con cuidado y responda las
siguientes preguntas:
63

1. ¿Cuál es el tema principal de esa porción? Dicho de otra manera, ¿cuál es


el tema principal que Jesucristo está tratando en esos versículos?
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_________________________________________________________
2. ¿Qué está enfatizando Jesucristo con respecto a ese tema en los
versículos 5-10? (Sugerencia: Pidan, busquen y llamen están en el tiempo
presente en griego, lo cual indica acción continua o habitual.)
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_________________________________________________________
3. ¿Qué está enfatizando Jesucristo en los versículos 11 a 13?
_________________________________________________________
_________________________________________________________
4. ¿Qué puede aprender de esos versículos con respecto a orar por sanidad?
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Una de las porciones bíblicas clave para sanar los traumas que mencioné
ayer es el Salmo 139. Hemos impreso ese salmo para usted.

Su tarea para hoy es doble. No deje de hacer exactamente lo que se le


pide. Eso va a ser el punto de cambio para muchos.

1. Lea todo el Salmo 139 en voz alta. Concéntrese en lo que lea, en lo que
dice el salmista. Hágalo por lo menos tres veces, en voz alta cada vez.
Cuando lea algo en voz alta en forma repetida, lo memoriza de forma
automática. Algo al decirlo y escucharlo hace que su mente-lo retenga.
2. Lea todo el salmo por cuarta vez. Esta vez marque todos los tú y ti. Luego
al final de la tarea de hoy, haga una lista de todo lo que aprenda del uso de
los tú y de los ti.

SALMO 139
1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.

2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde


lejos mis pensamientos.

3 Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son


conocidos.

4 Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la


sabes toda.

5 Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano.

6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo


pueda comprender.

7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Ya dónde huiré de tu presencia?


8 Si subiere a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciere mi estrado, he
aquí, allí tú estás.
64

9 Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar,

10 Aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.

11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche


resplandecerá alrededor de mí.

12 Aun las tinieblas no encubren de ti y la noche resplandece como el


día; lo mismo te son las tinieblas que la luz.

13 Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi


madre.

14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras; estoy


maravillado, y mi alma lo sabe muy bien.

15 No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y


entretejido en lo más profundo de la tierra.

16 Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas


cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.

17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es


la suma de ellos!

18 Si los enumero, se multiplican más que la arena; despierto, y aún


estoy contigo.

19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío; apartaos, pues, de mí,


hombres sanguinarios.

20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti; tus enemigos toman en


vano tu nombre.

21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen, y me enardezco contra


tus enemigos?

22 Los aborrezco por completo; los tengo por enemigos.

23 Examíname, oh. Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce


mis pensamientos;
24 Y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino
eterna.

Quinto Día
Una vez más, vamos a pasar el día con el Salmo 139. Este salmo va a ser
nuestro punto central para lo que queda de esta semana.
Si hace en forma cuidadosa y diligente todo lo que Dios me ha inspirado para bien
de ustedes, creo que su relación con el Padre va a asumir una nueva profundidad
65

de intimidad y comprensión. Por lo tanto, no voy a escribir o decir mucho, el salmo


hablará por sí mismo.

1. Lea todo el Salmo 139 otra vez.


a. Marque cada uso de la palabra tú.
b. Haga una lista de lo que modifica al adjetivo tu (ejemplos: Espíritu,
mano, y otros).
c. Al lado de cada expresión que anotó, escriba lo que aprenda y
cómo se relaciona de manera personal con usted. Por ejemplo:
Tienes puesta tu mano sobre mí. Eso significa que Dios me conoce
de manera personal, ha tocado mi vida. No me dejó solo.
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2. Cuando lea todo el Salmo 139 otra vez, recuerde que fue escrito para
usted. Léalo en voz alta tres veces. No permita que su mente divague
cuando lea. Pídale a Dios que le hable, que le deje ver lo que Él le está
diciendo.

Sexto Día
En el Salmo 139 Dios revela diferentes aspectos de su carácter o atributos.
Quiero que los vea por sí mismo antes que le comente sobre ellos. Por lo tanto,
antes que siga leyendo:

1. Haga una lista de lo que aprenda acerca de Dios en ese salmo. Escriba lo
que se dé cuenta como si estuviera describiéndole a otra persona lo que
aprendió acerca de Dios.
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2. Al final de este libro encontrará una lista de los atributos de Dios. Léalos
con atención. Cuando encuentre un atributo revelado en ese salmo,
anótelo, junto con el versículo en que vio ese atributo.
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3. Vuelva a la lista de los atributos de Dios que se encuentra al final de este
libro. ¿Qué aprendió acerca del carácter de Dios que pudiera ayudarlo a
tratar con sus heridas? Escríbalo.
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4. El Salmo 139 revela mucho acerca de Dios, y también mucho acerca de
nosotros. Dibuje un muñequito sobre cada referencia a Yo, mi, mía, mi.
Haga una lista de todo lo que aprenda de esas referencias. Ponga un
66

asterisco junto a los que puede hacer suyos. Ponga un signo de


interrogación junto a las verdades que no está seguro si quiere creerlas.

5. Si sus padres lo han desilusionado, si está herido debido a lo que su padre


o su madre le ha hecho, o debido a lo que no fueron para usted, quiero
hacerle dos preguntas:
a. ¿Quién permitió que usted tenga los padres que tiene?
b. Si sus padres le han fallado, si no han sido el tipo de padres que
Dios quería que fueran, ¿qué debe pensar a partir de nuestro
estudio de la Palabra de Dios?
Piense en esas cosas, y vamos a tratar con ellas en las próximas semanas.
Mañana veremos un resumen del Salmo 139.

Séptimo Día
En el libro de los Salmos, el Salmo 139 resuena con el sonido triunfante de
címbalos. He aquí su Dios. Llénese de admiración por todo su amor y cuidado por
usted.
Antes que fuera formado en el vientre de su madre, usted era de El.
Considerando el tema del amor y el cuidado soberano de Dios, se puede hacer el
siguiente bosquejo del Salmo 139:

El amor y cuidado soberano de Dios como:


Versículos 1 - 6 El Omnisciente
Versículos 7 - 12 El Omnipresente
Versículos 13 - 18 El Creador-Sustentador
Versículos 19 - 24 El Juez Justo

¡Qué reconfortante es saber que como Dios es omnisciente (lo sabe todo),
Él está íntimamente familiarizado con todo lo que usted hace! ¿Ha notado que el
salmista una y otra vez dice “Tú”?. Nuestro Dios que lo sabe todo, que lo
comprende todo, lo ha rodeado por todos lados. Dios no está lejos, desinteresado,
ajeno a los sucesos de su vida, ni de sus pensamientos secretos. El se interesa
por usted de tal manera que Dios mismo ha puesto su mano sobre usted. Es
asombroso, ¿no es cierto?, que sea el objeto de interés del Todopoderoso
Elohim. Él lo ha inscrito en las palmas de sus manos (Isaías 49:16). ¡Él no puede
olvidarlo! Las marcas de los clavos del Calvario están allí para siempre.
Recuerde que no hay nada que le haya sucedido que su Padre Dios no lo
sepa. Recuerde también que Él es el Juez Justo que va a tratar con los que lo han
herido; porque usted es hijo de Dios.
Pero hay aún más. Dios no sólo sabe todo lo que le ha pasado, sino que
también estuvo presente. Usted nunca estuvo solo. Ya sea que haya reconocido
su presencia o no, Él estaba presente. Nadie puede huir de su presencia. Él
estaba presente, amigo, cuando usted se sentía como el salmista: Si dijere:
Ciertamente las tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de
mí. Él estaba presente... protegiéndolo, cuidándolo, preservándolo.
Su Creador no lo trajo al mundo sólo para abandonarlo. Él es su Creador -
Sustentador. Tal vez haya pasado su vida deseando tener otros padres,
preguntándose cómo habría sido si hubiera tenido una madre y un padre como los
de su amigo o su amiga.
67

Amado, tal pensamiento sólo lo va a hacer más desdichado. Como vio,


Dios le dio sus padres (Salmo 139:13 - 16). Tal vez no hayan sido nada parecido
al ejemplo de Dios como padre, pero deshágase de esas expectativas. Si está
enojado, herido o desilusionado, recuerde Romanos 8:28 y 1 Corintios 10:13. Tal
vez le parezca que sus padres son más de lo que usted puede tolerar, pero Dios
ha provisto una vía de escape. Aférrese a Él así como el cinturón se aferra a la
cintura, y Él lo va a transformar en una persona para alabanza, renombre y gloria
(Jeremías 13:11).
Su vida no está terminada. Dios señaló los días de su vida cuando aún no
existían ninguno de ellos (Salmo 139:16), y en su soberanía lo ha dirigido a este
estudio para que aprenda esas verdades. Usted tiene que creer. Él lo ha
confrontado con su verdad. Ahora usted es quien determina su sanidad. El
bálsamo está allí. ¿Se lo va a aplicar?
Quiero explicarle una verdad más acerca de su Creador y Sustentador. Tal
vez no le guste su aspecto físico, pero Dios tiene un propósito en eso. Él dice que
usted fue hecho de manera maravillosa. Tal vez usted se desprecia sencillamente
porque de una manera u otra, no tiene la proporción que piensa que debiera tener
o el tipo que usted prefiere, pero aun eso tiene un propósito. Su cuerpo no estaba
escondido de Dios cuando era forjado con destreza. Los pensamientos que Dios
tiene hacia usted son maravillosos. Él no miente.
Por último vemos a Dios como el Juez Justo. Ese es su carácter. É1 puede
juzgar con justicia porque es omnisciente y omnipresente. Nada ha estado oculto.
Él tratará con los malvados.
Dios no espera que usted se ponga de parte de la maldad. Tampoco quiere
que esté en compañía de los que odian a Dios. Los enemigos de Dios tienen que
ser sus enemigos también. Tiene que tratar a los enemigos de Dios y a los suyos
de la manera en que Él dice que los tratemos. Usted encontrará las instrucciones
en el Nuevo Testamento, en lugares como Mateo 5:44-48 y Romanos 12:14-21.
Ya que Dios va a juzgar con rectitud a los que lo han herido a usted, no
tiene que darles el castigo que merecen. Sus enemigos son los enemigos de
Dios, deje que Él trate con ellos. A usted le corresponde perdonar y a Dios le
corresponde juzgar. Más adelante vamos a considerar el cómo y el por qué del
perdón.
El salmo concluye con la responsabilidad de usted: Dejar que Dios
mantenga su corazón puro por medio de examinarlo y haciéndole saber sus
pensamientos llenos de ansiedad. Dios le mostrará cualquier camino de mal que
haya en su vida para que usted pueda tratar con él y andar por el camino eterno.
¿No es maravilloso saber que su Padre lo va a mantener puro si se lo pide?
Permítame terminar con unas palabras de exhortación. A la luz de la
verdad infalible del Salmo 139, ¿va usted a doblar sus rodillas en humilde
sumisión a Dios y sus caminos soberanos, y da [r] gracias en todo, porque esta es
la voluntad de Dios para con [usted] en Cristo Jesús (1 Tesalonicenses 5:18)? Si
lo hace, y si continúa andando en fiel obediencia, encontrará la sanidad de Dios.
68

Permita que su mente se renueve


De modo que si alguno esta en Cristo,
nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron;
he aquí todas son hechas nuevas,
2 Corintios 5:17

Primer Día

S e ha detenida alguna vez a pensar en la manera en que Dios pudiera usar los
pecados que cometió, las heridas que sufrió las ofensas as que soportó, los
rechazos que ha experimentado, para que usted le sirva en bien de los demás?
Hubo un tiempo cuando recién conocí a Jesucristo en el que me deprimía
por mi pasado. El enemigo traía de manera continua delante de mí "lo que pudiera
haber sido". Mi mente se convirtió en el terreno de caza de Satanás cuando
pensaba en cómo todo pudiera haber sido distinto. Como muchas otras personas
yo tenía mis sueños y expectativas de lo que debiera ser la vida. En mis sueños
había paz, amor, seguridad; un cuadro de un matrimonio romántico de manera
maravillosa, un tipo de familia feliz como en algunos programas de televisión.
¿Pruebas? Sí. ¿Pero tragedias? ¡NO! Y cuando estos pensamientos de "lo que
pudiera haber sido" o "que pudiera haber sido si sólo" me atormentaban, encontré
que mis sentimientos se tambaleaban al parecer fuera de control, condenadas a
derrumbarme, y dejarme destrozada. Era difícil salir adelante. Estaba consumida
con pesares del pasado... el futuro no me deparaba nada.

¿Se siente identificado, mi amigo? Es un poco del infierno, ¿no es verdad?


Usted quiere tener lo que tienen otras personas y siente que la vida o aun Dios,
de manera maliciosa le han hecho una mala jugada con su felicidad.

Cuando contempla a los que le fallaron, ¿reconoce que su relación no es lo


que debiera o pudiera ser? ¿Está dividido entre una dicotomía de sentimientos?
¿Quiere el amor y la aprobación de esas personas, pero luego se vuelve en
contra de ellas porque algo despierta el recuerdo del pasado y el fracaso de las
mismas de ser lo que usted esperaba que fueran? El fracaso de esas personas lo
consume como una úlcera dolorosa.
¿Como trata con tales pensamientos? ¿Hay algún bálsamo espiritual que
pueda sanar los pesares de su pasado? Sí. La sanidad comienza al comprender
que Dios está en control.
Todo su pasado tiene un propósito en el plan soberano de Dios. Sin
embargo, Satanás va a tratar de convencerlo de lo contrario. Él es un mentiroso,
un asesino, el destructor que desde el huerto del Edén continúa susurrando en los
pensamientos del ser humano la insinuación de que Dios no se interesa, que Dios
no quiere nuestro bien. Y de la misma manera, es en su mente en sus
pensamientos donde se libra la batalla por su sanidad. Y en ese campo de batalla,
¡la victoria está ganada!
Piense en lo que acaba de leer. ¿Lo entiende? ^De qué manera? Escríbalo.
69

Segundo Día
Como usted sabe, mi vida no está libre de heridas. Pero porque conozco la
Palabra de Dios, puedo permitirle a Dios que sane esas heridas cuando vienen. Si
mi vida hubiera sido como había soñado, no habría tenido heridas ni sufrimiento.
Sin embargo, mis heridas me capacitan para identificarme con usted, para
comprender lo que ha experimentado y para hacerle saber que puede llevar la
vida como más que un vencedor.
Puedo decir con certeza que hay un bálsamo sanador en Ga-laad.
¿Se da cuenta de que Dios se refiere a los creyentes como a un reino de
sacerdotes? Busque los siguientes versículos y escríbalos.
1. Apocalipsis 1:5-6
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2. Apocalipsis 5:9-10
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_________________________________________________________
_________________________________________________________
_________________________________________________________

Ahora veamos Hebreos 5:1-3:

Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres es


constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que
presente ofrendas y sacrificios por los peca-dos; para que se muestre
paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también está
rodeado de debilidad; y por causa de ella debe ofrecer por los pecados,
tanto por sí mismo como también por el pueblo.

El autor de Hebreos hace hincapié acerca de los sacerdotes levíticos. Ellos


podían tratar con bondad a los que pecaban porque también habían pecado. Eran
hombres con debilidades, igual que las personas a las que representaban.
Aunque Jesucristo nunca pecó, fue tentado en todas las formas en que
nosotros somos tentados; por lo tanto, puede tener compasión de nuestras
debilidades. Esa es la razón por la que venimos a Él, porque Él comprende.
Y cuando usted ha experimentado algunas heridas, puede comprender las
heridas y rechazos que otros han experimenta-do. Y cuando ha encontrado la
sanidad del bálsamo de Galaad, puede contarles lo que Dios ha hecho por usted.
¡Se ha convertido en el "sacerdote" de Dios para un mundo herido, dándoles un
mensaje de esperanza y de ánimo! Eso es lo que he visto en mi propia vida.
Es en la luz de cómo Dios usa nuestro pasado para el bien de otros que
quiero mostrarle la siguiente carta:
Quiero agradecerle por su testimonio personal y agradecerle a Dios por darle la
gracia para ser sincera y muy sensible. Espero poder expresar en palabras la manera
en que Dios usó su testimonio para ayudarme a sentirme parte del Cuerpo de Cristo.

Yo también tengo un pasado inmoral y estaré eternamente agradecida por la


sangre salvadora de Jesucristo. Pero tenía un problema con mi nueva familia (los
70

cristianos). Me sentía incómoda e indigna de servir a Dios. No estaba segura de


cómo encajar o aun de si alguna vez encontraría mi lugar. La mayor parte del
tiempo me sentía como la, mujer corrompida tratando de ser parte de las doncellas
vírgenes.
Pero Jesucristo me liberó por medio de usted, porque al observarla me miro a
mí misma. Al fin, había alguien igual que yo. ¡Mi corazón saltó dentro de mí!
¡Quería gritar! Si Dios pudo hacer por usted lo que ha hecho, entonces Él tiene un
lugar para mí también.
Mi corazón se está limpiando y mi mente se está renovando por medio de lo que
estoy aprendiendo en la Palabra a través de estudios bíblicos. Por primera vez en mi
vida cristiana, estoy siendo transformada de adentro hacia afuera. Alabado sea el
Señor.

Amado, si le cree a Dios y le obedece, ¡El va a hacer algo bueno de su


pasado y lo va a usar para la gloria de su reino!

Tercer Día
Tengo otra razón por la cual le he mostrado la carta de mi amiga.
¿Ha notado lo que dijo acerca de su corazón que se estaba limpiando y que su
mente se estaba renovando por medio del estudio de la Palabra de Dios? El
permanecer en la Palabra de Dios es muy esencial para su sanidad. Esa es la
razón por la que muchas personas no están siendo sanadas. Esas personas han
acudido a beber de las aguas contaminadas del Nilo en Egipto, la sabiduría del
mundo, en vez de acudir a la fuente de agua viva, Jesucristo y la Palabra de Dios.
El pecado, ya sea el que cometemos o el que cometen en contra de
nosotros, deforma y deja cicatrices en la imagen de Dios. La restauración a esa
imagen hermosa semejante a Cristo viene cuando somos transformados por la
Palabra dé Dios. Lo he visto en mi vida, y en la vida de incontables personas.

Escriba Romanos 12:1-2. Léalo en voz alta hasta que lo aprenda de


memoria.
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Para comprender Romanos 12:1-2 debe saber el contexto. Pablo está


instando a sus lectores a que presenten su cuerpo como sacrificio vivo a la luz de
las verdades de Romanos capítulos 1 al 11. Los eruditos creen que el sacrificio
vivo tiene un paralelo con la ofrenda quemada que se menciona en el primer
capítulo de Levítico. Una ofrenda quemada era una ofrenda voluntaria - ofrecida
por completo para Dios y consumida en el altar. Pertenecía toda a Dios - no se le
daba nada a los sacerdotes, como sucedía con algunos de los otros sacrificios.
Con la expresión así que en Romanos 12:1, Dios hace su petición sobre la
base de lo que Él ha hecho para liberarlo del castigo y del poder del pecado.
Ahora Él pregunta: ¿Te presentarás a mí, para pertenecer a mí por completo, te
apartarás para mí y para mis propósitos?
71

Si Dios le dijera eso hoy, ¿cómo respondería usted? ¿Por qué? Escríbalo a
continuación.
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Cuarto Día
Algunas personas tienen miedo de entregarse a Dios porque temen que El
los mande a hacer algo que no quieren hacer. Otras personas tienen miedo de
que Dios las mantenga solteras toda la vida. Algunas personas que están
divorciadas temen que Dios no les va a permitir casarse otra vez. Otras temen
entregarse por completo a Dios porque El pudiera traer enfermedad o tragedia a
sus vidas, o a las de sus seres queridos. Aún hay otras que temen que Dios
quiera que se reconcilien con los que no quieren amar o no quieren perdonar.
Algunas personas creen que el rendirse a Dios les va a impedir lograr la
felicidad que anhelan en forma tan desesperada, o que Dios no les va a permitir
ser lo que quieren ser, hacer lo que quieren hacer, o tener lo que quieren tener.
A partir de todo lo que ha aprendido hasta aquí, amigo, ¿cree que esos
temores son válidos? ¿Qué le diría a alguien que tuviera esos temores? Escriba lo
que diría. Use la Palabra de Dios en su respuesta tanto como sea posible.
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¿Tuvo usted alguno de esos temores? ¿Puede aceptar la respuesta que


dio para esos temores?

Quinto Día
La sanidad comienza con la confianza.
Si no confía en Dios, entonces no puede confiar que Él es fiel a su Palabra.
Y si no puede hacerlo, entonces está rehusando el único medio seguro de
sanidad.
¿En qué otro lugar, amigo, encontrará una sanidad segura para sus
heridas? Si el Dios que lo hizo y que le ama no lo puede sanar, ¿cómo pudiera
hacerlo un sencillo ser humano?
Amado, si todavía no lo ha hecho, con todo lo que ahora sabe, ¿se
presentará a Dios ahora, sin limitaciones? Si lo hace, escriba su compromiso y
hágalo de manera personal usando el pronombre "Yo".
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Como dije con anterioridad, la sanidad comienza con la confianza. La


confianza viene por el conocimiento de la Palabra de Dios. Ella es la herramienta
de Dios para transformarnos. Todo eso nos lleva a Romanos 12:2 donde Dios nos
dice: No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación
72

de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de


Dios, agradable y perfecta.

El campo de batalla para nuestra sanidad está en la mente, en nuestros


pensamientos. Vamos a considerar eso con más profundidad la semana que
viene, por lo tanto, sea paciente. Tenemos que aprender un principio por vez.
Escriba lo que dice Mateo 15:18-20. Al hacerlo, permítame recordarle que
para los judíos, la mente y el corazón eran la misma cosa. Por eso, cuando
escriba corazón, piense en mente.
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¿Puede ver por qué Dios dice: No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta (Romanos
12:2). Como es nuestra mente la que nos contamina, o la fuente de nuestras
acciones y respuestas, es esencial que nuestra mente se renueve. Proverbios
4:23 dice: Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la
vida. Uno vive de acuerdo con sus creencias. Cuando digo creencias, no quiero
decir conocimiento. El conocimiento es sólo una porción de las creencias. La
creencia genuina es activa, vive de acuerdo con el conocimiento que posee. La
vida cristiana tiene que ser una nueva manera de pensar por completo. Y allí es
donde viene la sanidad. Cuando conoce la Palabra de Dios, usted obtiene una
nueva perspectiva sobre el dolor y el sufrimiento, la perspectiva de Dios. Entiende
por qué puede dar gracias en todo: porque tiene la mente de Dios, no la del
hombre. Eso trae sanidad.

Cuando se somete a Dios, poniendo todo sobre el altar, y cuando es


transformado por medio de la renovación de su mente, entonces, amigo, conocerá
la voluntad de Dios. Encontrará que la misma es buena, agradable y perfecta.

Sexto Día
Una mente renovada le va a permitir tratar con su pasado dándole una
perspectiva diferente.
Cuando su pasado lo atormenta, cuando el padre de mentira le susurra "lo
que pudiera haber sido si sólo", entonces la mente renovada va a contraatacar
con la verdad de Romanos 8:28-30. Una mente renovada se aferrará a la
promesa de que todas las cosas ayudan a bien.
Ahora demos una mirada a 2 Corintios 5:14-21.
1. Cuando lea todo el texto, marque cada referencia a Jesucristo con, el
mismo color o marca distintiva (por ejemplo: dibuje una cruz). Luego en el
margen derecho, haga una lista de todo lo que aprenda acerca de
Jesucristo a partir de esos versículos.
2. Marque cada referencia a nosotros de una manera distinta. El nosotros
también abarca las siguientes palabras: todos, los que, sí mismos, ellos, el
que, cualquier referencia a los creyentes. Marque todas esas palabras de
la misma manera. Luego haga una lista de lo que aprenda de ese pasaje
acerca de usted como creyente. Escriba esa lista al final de 2 Corintios
5:14-21.
73

14 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que


si uno murió por todos, luego todos murieron;

15 y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para
sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

16 De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie


conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según
la carne, ya no lo conocemos así.

17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las


cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

18 Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo


mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación;

19 que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo,


no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos
encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.

20 Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si


Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de
Cristo: Reconciliaos con Dios.

21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para


que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.

_________________________________________________________
_________________________________________________________
_________________________________________________________
_________________________________________________________

Nuevas criaturas. ¡Qué promesa para los que están heridos! Lo amo,
amado lector.

Séptimo Día
En 2 Corintios 5:14-21 que leímos ayer se afirman varias verdades
fundamentales y maravillosas acerca del Hijo de Dios. Las verdades
fundamentales son cualidades, conceptos o normas fijas e inmutables
(invariables). Una de las verdades fundamentales es el hecho de que Cristo murió
por todos, y por lo tanto, usted murió. Esa es la misma realidad o verdad
fundamental que vimos en nuestro estudio de Romanos 6.

Cuando Jesucristo murió, Dios nos hizo morir con Él. Eso significa que
nuestra vieja naturaleza murió, eso es, todo lo que éramos por el primer Adán
antes que creyéramos en nuestro Señor Jesucristo. En la mente y en el corazón
de Dios el viejo usted ya no existe. Eso es lo que Pablo dice en Gálatas 2:20.
Escríbalo en el espacio siguiente.
74

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_________________________________________________________________
_________________________________________________________________

1. Qué observa a partir de 2 Corintios 5:17?


a. ¿Acerca de cada hijo de Dios?
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b. ¿Qué cosas han pasado?
______________________________________________________
2. ¿Qué es lo que lo hace nueva a una persona, aparte del hecho de que las
cosas viejas pasaron? Dicho de otra manera: ¿Qué es lo que nos hace
diferentes de las personas del mundo que no fueron en realidad salvas?
Lea Romanos 8:9. Escriba el versículo y la respuesta a la pregunta.
____________________________________________________________
____________________________________________________________
____________________________________________________________
____________________________________________________________
3. Ahora tome toda esa información y las otras verdades que ha visto en
nuestro estudio y llene el diagrama que sigue. Anote las fechas de los
siguientes sucesos en el lugar apropiado del esquema.
a. Cuando Dios lo escogió para Él.
b. Cuando nació en forma física.
c. Anote la fecha de su salvación sobre el dibujo con la cruz. Si no sabe la
fecha, no se preocupe, ponga una fecha aproximada. Si cree que
recibió a Cristo como Salvador a una edad temprana pero no tuvo un
cambio en su vida hasta que lo hizo su Señor, ¿por qué no pone esa
última fecha?
d. En el lugar apropiado, anote en qué punto las cosas viejas pasaron de
modo que lo que ahora hay es nuevo.
e. Escriba X para sus heridas, ya sea debido a sus propios pecados o a
pecados cometidos en contra de usted. Escríbalos en el esquema en el
lugar donde ocurrieron. ¿Cuándo le sucedieron la mayoría de ellas?
Escriba su respuesta

____________________________________________________________
____________________________________________________________

Si sus heridas sucedieron antes que conociera a Jesucristo, entonces


pertenecen a una persona que murió.

En 2 Corintios 5:16 Dios dice: De manera que nosotros de aquí en adelante


a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne,
ya no lo conocemos así. Dios dice que una vez que una persona muere por medio
de su identificación con Jesucristo, se convierte en una nueva persona. Por lo
tanto, no señalamos lo que era en el pasado. ¡Se ha ido! Esa persona, como
antes era, ya no existe.

Deténgase y medite en esto, amado. ¿Está viviendo encade-nado a un


cadáver? ¿Está viviendo a la luz de su pasado o a la luz de todo lo que Jesucristo
ha realizado por usted en el Calvario?
75

Quizás responda: "Pero o no puedo olvidar lo que se me ha dicho o hecho.


No puedo olvidar mi pasado y todos mis fracasos. Mi pasado me persigue."

Mañana, y durante nuestra próxima semana de estudio, aprenderá cómo


tratar momento a momento con los pensamientos que lo atormentan.

A lo mejor me dirá: "Pero, Kay, ¡lo que me atormenta es lo que hice


después que conocí al Señor Jesucristo! ¿Cómo pude hacerle eso a mí Señor?
Ojala hubiera sucedido antes que lo conociera, pero no fue así; y ahora ¿qué
hago?"

Debe acudir a 1 Juan 1:9, haga lo que dice allí y crea que Dios va a hacer
lo que dice que va a hacer.

Quiero que hoy medite en lo que ha aprendido de 2 Corintios 5. Recuerde


que su centro tiene que estar en Cristo y en quien es usted en Cristo, no en lo que
era antes que lo conociera.
76

Su mente:
El campo de batalla
Pues aunque andamos eh la carne,
no militamos según la carne;
porque las armas de nuestra miliciano son carnales,
sino poderosas en Dios
para la destrucción de
2 Corintios 10:3-4

Primer Día

S i ha sido herido por medio de maltrato verbal, emocional o físico, usted se


encuentra en una lucha espiritual por su vida. (No necesariamente por su vida
física, a menos que esté contemplando el suicidio o que su salud haya sido
afectada por la amargura.) Su vida espiritual se encuentra bajo asedio.
Satanás peleará largo y tendido para mantener a un alma bajo su dominio de
oscuridad (Hechos 26:18). Sin embargo, cuando el Espíritu comienza el proceso
de traer una oveja perdida de Dios a la salvación, Satanás tiene que soltarla.
El poder de Satanás sobre un alma está roto debido a que el pecado ha
sido pagado por completo por la sangre de Jesucristo. Sin embargo, la salvación
no pone término a la batalla de una persona con las' fuerzas del maligno. Satanás
desea zarandearnos como a trigo, hacernos siervos débiles e inútiles en el reino
de Dios. Aunque nos perdió, él sabe que le pertenecemos a Dios para siempre,
sin embargo la realidad de esa verdad no lo detiene de sus ataques contra
nosotros.
¿Y dónde ataca primero el enemigo? Si contestó que "en nuestra mente y
en nuestros pensamientos", ¡usted tiene razón! Como hemos visto, la maldad
viene de la mente, del corazón. Cuál es el pensamiento en el corazón de una
persona, así es esa persona (Proverbios 23:7). Esa es la razón por la que leemos
en Proverbios Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana
la vida (4:23).
Satanás quiere llenar su mente con pensamientos contrarios a la Palabra
de Dios. Escriba y aprenda de memoria lo que dice Juan 8:44.
_________________________________________________________________
___________________________________________________________

Satanás le dirá que debido a lo que le han hecho, usted nunca va a poder
ser por completo íntegro mental y emocionalmente, estar bien, sano, libre o tener
algún valor para Dios. ¡Eso es una mentira! Cualquier pensamiento que lo lleve de
regreso a su vida antes de Cristo y lo atormente, no viene de Dios. Dios siempre
lo mira como usted es en Cristo Jesús, una nueva persona.

Satanás, sin embargo, quiere que se concentre en lo que usted era. Él odia
que usted sea ahora una nueva persona, y por eso le declara la guerra en sus
pensamientos. Si Satanás logra que concentre sus pensamientos en cosas del
pasado, entonces usted no puede concentrarse en lo que Dios tiene para su
futuro. Esa es la razón por la que Pablo escribió: Una cosa hago: olvidando
77

ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a


la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filipenses
3:13-14).
Lea todo 2 Corintios 10:3-7. Vea lo que puede observar en ese pasaje por
usted mismo. ^Esta porción es un tesoro!
Esas palabras de Pablo fueron escritas debido a algunos comentarios poco
amables y difamadores que se estaban haciendo acerca de esa palabra.

2 CORINTIOS 10:3-7

3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;

4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en


Dios para la destrucción de fortalezas,

5 derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el


conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo,

6 y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuan-do vuestra


obediencia sea perfecta.

7 Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está persuadido en sí


mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él
es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo.

1. Ahora marque cada vez que aparezca el pronombre nosotros, y luego


anote todo lo que aprenda acerca de esa palabra.
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2. Anote lo que nos dicen esos versículos acerca de:
a. Nuestra guerra
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b. Nuestras armas
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3. De acuerdo con el versículo 7, ¿qué no debieran estar haciendo los
corintios? ¿Puede ver algún paralelo entre ese versículo y lo que dice 2
Corintios 5:16? Explique.
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_________________________________________________________
_________________________________________________________
4. Comience a memorizar 2 Corintios 10:3-5. Le sugiero que la lea en voz alta
tres veces cada mañana, cada mediodía y cada noche hasta que pueda
decirlo de memoria.
78

Segundo Día
Antes que consideremos 2 Corintios 10:3-7, permítame darle el contexto.
Lo animo a que sepa que Pablo comprende su sufrimiento. También quiero que
observe como Dios empleó el sufrimiento de Pablo como un medio para
ministrarnos a nosotros a fin de que podamos aprender de su experiencia.
Aun cuando Pablo nos parezca muy imponente, no lo era para todos los
que lo conocían y para las personas a quienes ministraba. No todas las personas
que Pablo había llevado a Cristo lo estimaban. Algunos se volvieron contra él.
¿Se puede imaginar el sufrimiento que eso ocasionó? A mí me ha sucedido. El
dolor es verdadero.

Es claro que algunas personas en Corinto despreciaban a Pablo por su


aspecto físico. Si Dios no lo hizo a usted como lo que el mundo considera normal
o hermoso, estoy segura de que puede identificarse con Pablo. Cuando era niña,
me fastidiaban debido a que era muy delgada. Me llamaban "mondadientes" o
"palo de escoba". No tenía las curvas que otras niñas tenían, y ¡en aquellos días
las curvas estaban más de moda que los huesos!

Pablo no impresionaba a nadie. En el versículo diez leemos: Porque a la


verdad, dicen, las cartas son duras y fuertes; mas la presencia corporal débil, y la
palabra menospreciable. La tradición nos dice que Pablo era pequeño de estatura
y que tenía las piernas arqueadas. También se dice que tenía una enfermedad en
los ojos que a veces era repulsiva debido a la secreción amarilla y costrosa que le
salía de los ojos. ¿Se puede imaginar cómo sería tener ese aspecto en una
sociedad que de manera literal adoraba las figuras griegas y que erigía estatuas
magníficas de cuerpos magníficos por todas partes?

Algunas personas decían que lo único destacado acerca de Pablo eran sus
cartas. ¡Aun su hablar dejaba mucho que...desear! Recuerde que a esa sociedad
le encantaba la elocuencia y la retórica. Estaban atrapados en la sabiduría del
mundo y todo lo que iba con ella.
Por las lenguas de esa gente, el enemigo estaba tratando de destruir el
ministerio de Pablo. Además, estaba enviando sus dardos de fuego apuntando
directamente a la mente de Pablo. Si hubiera podido conseguir que Pablo
concentrara sus pensamientos en esas acusaciones y comentarios hirientes y
atacara a los corintios, Satanás habría ganado una gran victoria.
Pablo conocía a su enemigo. No ignoraba los trucos, métodos o
estratagemas de Satanás. Esa es la razón por la cual Pablo les recuerda a los
corintios que aunque somos humanos, aunque vivimos en un cuerpo carnal, no
luchamos con armas carnales. No lo hacemos porque nuestra lucha espiritual no
es contra carne y sangre.
La meta de Satanás es establecer sus fortalezas en nuestra mente.
Nuestra responsabilidad es detenerlo. En la guerra es estratégico establecer una
cabeza de playa en el territorio del enemigo. Eso da una base interna de
operaciones. Y así como es en la guerra terrenal entre naciones, es también en la
lucha espiritual entre Satanás y sus huestes demoníacas, y Dios y sus huestes
angelicales.
79

Cuando usted piensa mucho en cosas que no son de Dios o que están en
su contra, o cuando usted fantasea alguna mal-dad, le está dando al enemigo
terreno en el cual puede erigir una fortaleza.
Esa es la razón por la que Pablo dice que refutando argumentos, y toda
altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios. Si Pablo no destruye las
acusaciones, los argumentos, los pensamientos que son contrarios a la Palabra
de Dios, ellos pueden llegar a ser el medio para destruirlo.
Esa es la razón por la que Pablo continúa: Llevando cautivo todo
pensamiento a la obediencia a Cristo. En otras palabras, cada vez que venía un
pensamiento a la mente de Pablo, él lo evaluaba para ver si era agradable a
Cristo y si estaba de acuerdo con la Palabra de Dios.
Ahora bien, le he dado bastante material para que medite hoy. Escriba lo
que ha aprendido que pueda aplicar a su vida.
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Tercer Día
Cuando enseño 2 Corintios 10:3-5, utilizo este dibujo para explicar mi tema:
Está claro que ¡no soy una artista!
Como puede notar, tengo a Satanás fuera de la mente, pero golpeando a la
puerta. Por supuesto, nuestra mente no tiene puertas; sin embargo, este dibujo
describe lo que Satanás quiere: tener acceso a nuestros pensamientos. El quiere
que concentremos nuestros pensamientos en cosas contrarias a la verdad acerca
de nosotros como hijos de Dios, cosas contrarias a la Palabra de Dios. Sabiendo
que el mal procede de la mente, él quiere traer mentiras o verdades a medias a
nuestros pensamientos para que nos concentremos en ellos. Como es astuto, no
va a llamar a la puerta de mi mente y decir: “Oye, oye, Kay, amiga mía, soy
Satanás. Dime, ¿qué te parece si conversamos un rato?”
Satanás es sutil. Nunca anuncia quien es a menos que usted esté deseoso
por hablar con él. Se puede disfrazar como un ángel de luz o como uno de sus
pensamientos. Va a dejar caer sugerencias en su mente que pueden traer
desorientación en usted si no sabe de dónde vienen.
Cuando tenía como un año de estar en el Señor, me invita-ron a hablar en
una reunión de mujeres en una iglesia. Había entrelazado mi testimonio con la
Palabra de Dios, y Dios lo había usado. Estaba muy entusiasmada. Cantaba una
canción tras otra al Señor, inventando las palabras cuando manejaba a casa en
mi camioneta.
De repente, en medio de mí regocijo por lo que había hecho el Señor, vino
este pensamiento a mi mente: Has hecho un trabajo maravilloso. Eres una gran
oradora. Mi gozo se interrumpió. ¡Esos fueron pensamientos llenos de orgullo! Dios no
usa a los orgullosos. Él resiste a los soberbios. ¡Ahora no voy a poder hablar en público
otra vez porque tengo orgullo!

Estaba abrumada por completo. No quería ser orgullosa. Mi gozo había


desaparecido. Por un momento estuve temblando. Luego la luz comenzó a
asomarse. Esos pensamientos de orgullo no fueron mis pensamientos. Eso no es
lo que pienso de mí misma. Dios obró; no pude haber sido yo. Yo soy sencilla-
mente su vasija dispuesta, entusiasmada y nerviosa, llenada por El. Entonces ¿de
dónde vinieron estos pensamientos?
80

El pensamiento continuó. Tengo la mente de Cristo. Eso es lo que dice 1


Corintios 2:16, y Cristo no tendría esa clase de pensamientos. No son pensamientos que le
pertenecen a El, y tampoco son pensamientos que quiero tener. ¡Ah, son pensamientos del
diablo!
¡Qué alivio me trajo entenderlo! Yo no tenía orgullo, ¡podía ser usada por
mi Padre!
¿Se identifica con todo esto? ¿Comprende lo que le digo? Satanás me hizo
creer que esos pensamientos eran mis pensamientos. Pero no lo eran; no
pertenecían a la mente de Cristo.
¿Qué pensamientos está pensando que no pertenecen a la mente de
Jesucristo? ¿Cómo puede decir que no le pertenecen a El? Mañana vamos a
considerarlo... a menos, por supuesto, que usted esté muy impaciente.

Cuarto Día
Todo pensamiento y sentimiento que usted y yo tenemos deben ser
sometidos a la obediencia de Jesucristo. Nuestros pensamientos deben
someterse a las verdades de la Palabra de Dios o ser rechazados.

Usted necesita vivir en obediencia a lo que dice en Filipenses 4:8.


1. Lo primero que hago con los pensamientos que vienen a la puerta de mi
mente es revisarlos. Como les digo a mis alumnos, cuando un
pensamiento venga a llamar a la puerta de su mente, usted tiene a
“Filipenses 4:8”. Con eso quiero decir que necesita examinar cada
pensamiento para ver si cumple con las condiciones de Filipenses 4:8.

Busque Filipenses 4:8 y haga una lista de las condiciones que


debe cumplir el pensamiento.
DEBE SER: ______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
______________________________________________
¿Cuántas de esas condiciones cree que debe cumplir un pensamiento? Escriba
sus respuestas y el porqué de ellas.
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_________________________________________________________________

Ahora, amado, ¡tiene a “Filipenses 4:8”!

Quinto Día
Una de las tácticas de Satanás es hacerlo sentir rechazado. El rechazo
duele. Separa. Es destructivo.
Quiero que consideremos el rechazo. Entonces cuando venga el enemigo
con toda su "carga de rechazo" usted sabrá cómo hacerla explotar: ¡en la cara de
él, no en la suya!

Puede estar seguro de que el rechazo llega de una u otra forma a cada hijo
de Dios. El sufrimiento y la persuasión son parte de la vida de los que pertenecen
81

a Jesucristo. Recuerde que Cristo sufrió el rechazo de los suyos, porque a lo suyo
vino, y los suyos no le recibieron (Juan 1:1). Él era perfecto, no había falta en El;
sin embargo, fue despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores,
experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue
menospreciado, y no lo estimamos (Isaías 53:3). ¿No cree que Jesucristo puede
comprender y sentir compasión por su rechazo?

Muy, a menudo he pensado: Si solo pudiera haber sido perfecta entonces


las personas no me habrían rechazado. He gemido y llorado por mis propias
insuficiencias, mis propios fracasos, mis propias estupideces, y he pensado: Si
sólo hubiera... o: Si sólo no hubiera... Y pienso: ¿Por qué no hice...? Debiera
haber:... ¿Por qué soy...? El rechazo duele. Lo sé. Comprendo. ^No me llega
correspondencia únicamente de cartas cariñosas! No todos los que me hablan
están siempre contentos conmigo. No todos los miembros de mi familia me aman
o aceptan como soy. Y aunque trato, no soy todo lo que debiera ser. Tengo que
tratar con el rechazo, algunas veces debido a mi personalidad e insuficiencias y
otras veces debido al evangelio.

¿Cómo trato con el rechazo?

Sometiendo mis pensamientos a Cristo, escuchando la Palabra de Dios,


creyéndola, y andando en obediencia a ella.

Aceptando que por la gracia de Dios soy lo que soy (1 Corintios 15:10) y
que estoy en el proceso de ser conformada a su imagen.
Tratando de aprender a partir de mis errores y buscando dejar lo que no es
semejante a Cristo en carácter y en comportamiento.
Recordando las palabras de Pablo y haciéndolas mías:
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado [la semejanza con
Cristo]; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y
extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Filipenses 3.13 -14
Debo recordar:
... que mi Señor, que era perfecto, fue rechazado.
... que aun los hermanastros de Jesús no creyeron en Él, en esencia,
lo rechazaron (Juan 7:5).
... que algunas personas a quienes Pablo había guiado para el Señor
no lo querían y hablaban mal de él.
... las experiencias de los profetas que fueron rechazados por el pueblo
y aun por los sacerdotes y reyes.

Yo soy sierva de Dios y no de los hombres. Pues, ¿busco ahora el favor de


los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía
agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo (Gálatas 1:10).
También trato con el rechazo aferrándome a las siguientes porciones
bíblicas que quiero que usted busque. Escríbalas o anote la idea principal de cada
una. Observe de qué manera se aplican a usted.
Las primeras dos referencias explican el rechazo que viene con el
evangelio.
82

1. Mateo 10:34 – 37
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2. Juan 15:18 - 21
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3. Salmo 27:7 - 10 (Si tiene tiempo, sería muy útil que considerara el salmo
completo.)
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4. Hebreos 13:5 - 6 (Si yo estuviera en su lugar, aprendería estos versículos de
memoria. Qué consuelo me dieron cuando los memoricé poco después de ser
salva.)
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Dios no nos va a dejar o abandonar. Somos aceptos en el Amado.
Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo... nos hizo aceptos en el Amado (Efesios 1:5 - 6).
Otras personas pueden rechazarlo, y lo harán. Dios nunca nos garantiza
que no lo harán. Tal vez lo rechacen debido a su fe cristiana. Pero como usted
pertenece a Cristo, Dios lo ha esculpido en las palmas de sus manos por medio
de su pacto de gracia.
Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí. ¿Se olvidará la mujer
de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque
olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. He aquí que en las palmas de las manos te
tengo esculpida.
Isaías 49:14-16

Hay momentos en que usted puede pensar que el Señor lo ha olvidado


como su hijo; momentos en que el dolor, el sufrimiento y el rechazo son tan
fuertes que apenas puede soportar los. Es entonces que necesita acudir al refugio
de la Palabra de Dios. He aquí su Salvador, Ponga su dedo en las marcas de los
clavos, y recuerde que Dios lo ama con amor eterno.
Usted es acepto en el Amado. Él nunca, nunca, nunca lo va a dejar o
abandonar. Dios no rechazará lo que le pertenece; no puede.
ROMANOS 8:1,35-39
1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo
Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ?Tribulación,


o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?

36 Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;


somos contados como ovejas de matadero.

37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de
aquel que nos amó.
83

38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni


principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir

39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá


separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

Como usted sabe, mi pasado no fue un pasado hermoso. Estuvo lleno de


pecado y de su horrible cosecha. Después que fui salva, a veces encontraba que
mi mente vagaba hacia mi pasado. No siempre supe qué es lo que estimulaban
esos pensamientos. A veces eran provocados por algunas circunstancias de la
vida, por la vista de alguna escena o por el escuchar cierta clase de música, pero
a menudo irrumpían en mi mente. Cuando eso sucedía y yo les daba lugar a esos
pensamientos, muchas veces me deprimía al preguntarme por qué había hecho lo
que hice o cuando sencillamente repetía mentalmente mi pasado. A menudo,
durante esos momentos, me quedaba pensando en mis errores, mis fracasos, mis
debilidades, mis pecados, mis...
Los pensamientos que no están bajo control conducen a la depresión.
Estar deprimido es estar “presionado hacia abajo”. Si la causa de su
depresión no es física ni bioquímica, pudiera ser que usted esté deprimido porque
está viviendo en el pasado 0 porque está enojado con Dios o con los hombres. La
depresión puede venir si permitimos que nuestras circunstancias nos agobien,
arrojándonos a un estado de inercia mental o física. La depresión puede ser
también un síntoma de incredulidad.
Aunque no podemos estudiar el tema de la depresión, quiero que
consideremos cómo podemos tratar con los pensamientos del pasado que causan
dolor constante y conducen a la depresión
Razone conmigo a partir de la Palabra de Dios. Todo lo que hizo antes que
fuera salvo no son cosas que caracterizan a su “nueva naturaleza”.
¿Su pasado fue un pasado de alcoholismo, lesbianismo, homosexualismo,
homicidio, adulterio, fornicación, aborto, perversión, mentira, robo, blasfemia,
brutalidad? Cuando hizo lo que hizo estaba bajo el dominio de su vieja
naturaleza". En 1 Corintios 6:9 - 11 dice:
¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan
con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni
los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis
sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre
del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios ¡énfasis añadido!).

Antes que fuera salvo, ¿fue abusado sexualmente, maltratado, degradado


o rechazado? Esa persona murió junto con Cristo (Romanos 6:6). Todo lo que le
sucedió antes que conociera a Jesucristo pertenece a un hombre muerto o a una
mujer muerta. ¿Por qué está tratando de resucitarlo? ¿Por qué está encadenando
sus pensamientos a un cadáver? ¡Los cuerpos muertos se descomponen y
apestan!

¿Ha tenido alguna vez un ratón muerto en su casa? Yo sí, varias veces.
Cuando tratamos de deshacernos de los que establecieron su residencia de
invierno en nuestra vieja granja, el fumigador nos dijo que los ratones comerían el
veneno, tendrían sed e irían al arroyo a beber. Algunos ratones deben de haber
84

comido demasiado veneno. Nunca fueron a beber, ¡nunca abandonaron la casa!


El hedor era nauseabundo.

El hedor de su vieja persona puede ser agobiante, nauseabundo.


Mantenga clavado el ataúd. No se siente en la tumba de la vieja persona ni haga
revivir recuerdos ni llore por su pasado. Eso no viene de Dios.
Cuando sus pensamientos quieran divagar sobre el pasado, acuda a Dios
en oración y diga algo así:
Oh Padre, estoy muy agradecido de que esa persona ya no vive; que esa parte de mí
está muerta, para no resucitar nunca. Gracias porque esas cosas viejas pasaron.
Gracias por hacerme nuevo, flamante. Gracias por perdonar todos mis pecados, por
no recordarlos más, por ponerlos a tus espaldas, por alejarlos tan lejos como se
encuentra el este del oeste. Oh Padre, perdóname por aún comenzar a recordar,
rememorar aquellas cosas de las que tú te has encargado de forma tan adecuada, y
has perdonado y olvidado. Señor, voy a concentrar mis pensamientos en aquellas
cosas que tú dices que son verdad para mí ahora.

Ahora bien, amado, ¿qué es lo que lo deprime de su pasado? Renuncie a


eso en una oración de fe. Escriba su oración, luego léala en voz alta.
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Tal vez usted esté pensando: ¡Espere un momento! ¡No me deje aquí! Usted
dijo que las cosas que pertenecen a mis días ‘a.C’. están enterradas con mi vieja persona,
pera ¿qué pasa si esas casas le sucedieron a mi nueva persona? ¿Qué pasa si han sucedida
después que conocí a Jesucristo? Esa es una buena pregunta. Vamos a hablar sobre
lo que le ha sucedido a la "nueva persona" cuando consideremos cómo tratar con
el enojo, la falta de perdón y la amargura en los capítulos que quedan este libro.

Séptimo día
Hay dos salmos que lo van a ayudar a tratar con los pensamientos de
rechazo y con las cosas que le causan depresión.
Usando su Biblia, lea los Salmos 42 y 43 con atención. Al hacerlo, marque las
siguientes palabras de una manera fácil de distinguir: Dios (y todos los
pronombres que se refieran a Dios), alma, abates, turbas, desechado y espera.
Cuando termine, haga una lista de las palabras que marcó y luego haga una lista
de todo lo que aprendió de cada palabra.
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85

Nuestra alma es nuestro hombre interior: la mente, la voluntad, las


emociones; lo que hace que usted sea "usted" y que yo sea "yo". A fin de ayudarle
a aclarar lo que observó al marcar y hacer una lista de cada uso de la palabra
alma en los Salmos 42 y 43, permítame hacerle algunas preguntas:

1. ¿Por qué el alma del salmista clama y tiene sed de Dios?


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2. ¿Ha experimentado alguna vez algo similar a eso? ¿Cuál fue la ocasión de
tal clamor y sed de su parte?
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3. ¿Con qué está tratando el salmista en su relación con Dios?
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4. ¿Se ha sentido alguna vez de esa manera acerca de Dios y de su relación
con Él, o de la relación de Dios con usted? ¿Cuándo? ¿Por qué?
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5. El abatimiento es la falta de esperanza. ¿Qué puede aprender acerca del
abatimiento y de su remedio a partir de esos salmos?
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6. ¿Puede ver algunos hechos específicos a partir de la experiencia del
salmista que puede seguir cuando esté abatido y se sienta desechado por
Dios?
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_________________________________________________________

Si usted expresa esos salmos como una oración a Dios, descubrirá que sus
verdades echarán raíces en su corazón produciendo esperanza.
Permítame darle un ejemplo de lo que quiero decir cuando menciono
expresar una porción bíblica en oración al Señor. Tome la porción bíblica
versículo por versículo, o pensamiento por pensamiento, y personalícelos para
usted misma o para otras personas. Por ejemplo, esta mañana durante mi
devocional, mientras leía el Salmo 9, me sentí guiada a arrodillarme y orar al
Señor con las palabras de ese salmo a favor de todos mis hermanos que están
sufriendo por el evangelio de Jesucristo. Cuando lo hice, lo personalicé para la
situación de ellos. También me encontré orando por usted que está tomando este
curso y que se encuentra afligido por otros.
De una forma especial los salmos son maravillosos para convertirlos en
oraciones, porque son el derramamiento y la meditación del corazón. Permítame
mostrarle cómo lo hago utilizando los primero cinco versículos del Salmo 42.

Tal vez usted esté herido por su hija, entonces la oración pudiera ser así:
86

Oh Padre, mi corazón clama por ti así como el ciervo brama por las corrientes de
las aguas. Estoy herido, Dios, y muchas personas dicen que tú me has abandonado.
En medio de mis pruebas, me preguntan dónde estás tú y por qué estás permitiendo
que pase por lo que estoy pasando. Oh Dios, quiero derramar mi corazón, mi alma,
ante ti. Ayúdame en este abatimiento a detenerme a recordar el gozo que he
conocido contigo en el pasado, de cómo conduje a otras personas con voces de
alegría y gratitud.
Oh Padre, estoy abatido porque estoy herido. Sabes el dolor que he soportado
porque mi hija no quiere saber nada de ti. Sabes que creo que fracasé en ser todo
lo que debí haber sido. Pero, Oh Señor, tú eres más grande que todos mis
fracasos. Tú puedes ayudarme en esta situación.

Así es como personalizo y convierto las porciones bíblicas en oraciones a


Dios. ¿Por qué no prueba aunque sea uno o dos versículos ahora mismo?
A lo largo de esos salmos, el salmista le dice a Dios con exactitud cómo se
siente, pero no se detiene allí. El recuerda y repite en su mente lo que Dios hizo,
quién es El, y lo que hará.
El salmista considera su relación pasada con Dios. Reconoce que ese tiempo de
abatimiento va a pasar y que va a alabar a Dios otra vez. Reconoce que si vendrá
alguna ayuda, será de Dios.
Como en los otros salmos, una vez que el salmista coloca delante de Dios
su corazón y sus necesidades, junto con sus preguntas y dudas, halla paz en el
acto de confiar en Dios.
Oh amado, si está abatido, acuda a los salmos. Haga una oración a Dios
con ellos -- en voz alta - hasta que llegue el dulce alivio de la fe.
87

En pie de batalla
Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda In armadura de Dios…
tomad el escudo de la fe…
Y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios,
Efesios 6:10, 11, 16-17

Primer día
Quequedebe hacer usted cuando los pensamientos no quieren irse? Recuerde
está en una batalla. La estrategia de Satanás es acosar su mente hasta
acabar con su resistencia y captar sus pensamientos. Usted puede esperar que
una andanada de pensamientos esté golpeando de manera constante sus
defensas. Eso es guerra espiritual.
Puede alegrarse porque Jesucristo es el vencedor. La victoria está
asegurada siempre y cuando usted le permita a El ser su capitán y haga lo que
dice: Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros" (Santiago
4:7).
Ahora veamos la forma práctica de trabajar más que el diablo y de
resistirlo. Va a encontrar gran ayuda y discernimiento en tratar esos pensamientos
persistentes y fastidiosos cuando observemos la manera en que Jesucristo trató
con Satanás cuando fue tentado. Miremos el relato registrado en el libro de
Mateo.
Cuando lea esa porción, marque cada referencia a Jesús y al diablo.
Asegúrese de marcar también los pronombres para que pueda distinguir si se
refieren a nuestro Señor o al diablo.

MATEO 4:1 -11

1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado
por el diablo.

2 Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo


hambre.

3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas


piedras se conviertan en pan.

4 Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre,


sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.

5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo


del templo,

6 y lo dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A


sus ángeles mandará acerca de ti y, en sus manos te sostendrán, para
que no tropieces con tu pie en piedra.

7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.


88

8 Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los
reinos del mundo y la gloria de ellos,

9 y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares.

10 Entonces Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios


adorarás, y a él sólo servirás.

11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.

1. Haga una lista de lo que aprenda acerca de las tácticas de Satanás a


partir de esa porción.
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2. ¿En qué aspecto(s) el diablo tentó a Jesús?
3. ¿Puede ver algún paralelo en la forma en que el diablo tentó Jesús y en la
forma en que lo tienta a usted? Explique su respuesta.
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4. ¿Cómo trató el Señor Jesucristo la tentación de Satanás?
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Satanás perseveró en su intención de seducir a Jesús a que pecara. ¡Qué


lección hay en todo eso para usted y para mí! Satanás se negó a rendirse en su
intención de cansar á Jesús. Nunca debemos rendirnos al enemigo. Tenemos que
resistirlo una y otra y otra vez, rechazando pensamiento tras pensamiento que no
agrada a Dios o que no esté de acuerdo con la Palabra e Dios. Todo lo que diga
el enemigo debe ser traído al patrón le la plomada de Dios. No debemos permitir
que el enemigo tome porciones bíblicas fuera de contexto o que las deforme o las
pervierta. Como Jesús, tenemos que resistir al diablo. Cenemos esa autoridad
debido a quien está en nosotros: Mayor es el qué está en vosotros, que el que
está en el mundo (1 Juan 4:4).
Cuando trato con pensamientos reiterados que son contrarios a lo que dice
Filipenses 4:8, ordeno al enemigo que se aleje de mí en el nombre del Señor
Jesucristo. Por lo general lo digo en voz alta o, si no es apropiado, en voz muy
baja. Digo algo así: "Satanás, esos pensamientos no vienen de Dios. Tú no tienes
ningún lugar en mí, por lo tanto, en el nombre de Jesucristo y por la sangre de
Jesucristo, te ordeno que me dejes tranquila. ¿Por qué dirigirnos a Satanás?
Jesucristo lo hizo. Él lo reprendió y le dijo que se fuera.
Si no está teniendo victoria en detener pensamientos persistentes, malos o
inmorales, entonces diríjase de manera verbal a Satanás en la forma que le
mostré. Clame por la sangre de Jesucristo que derrotó a Satanás. Aprenda este
versículo de memoria:
89

Y ellos le han vendido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra


del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Apocalipsis 12:11
Ahora bien, cuando resiste al diablo, puede encontrar que vuelve con un
segundo ataque, luego un tercero, y un cuarto. Debe continuar manteniendo su
territorio en obediencia fiel. Por último se detendrá.
Terminemos el estudio de hoy haciendo un resumen de las verdades que
puede aplicar cuando el diablo venga como un león rugiente, tratando de devorar
su fe (1 Pedro 5:8). Cuando haga su lista, personalice lo que ha aprendido. Por
ejemplo, puede escribir de esta manera: Aprendí que debo___
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Segundo Día
Las dudas que hay acerca de la realidad del diablo y de la batalla que el
cristiano enfrenta desaparecen cuando uno abre la Palabra de Dios y le permite
hablar por sí misma. Efesios 6:10-20 afirma con claridad que estamos en una
batalla. Lea esa porción con atención.

EFESIOS 6:10-20

10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de


su fuerza.

11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes


contra las asechanzas del diablo.

12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra


principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas
de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes.

13 Podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.

14 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos


con la coraza de justicia,

15 y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.

16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos de fuego del maligno.

17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la


palabra de Dios;

18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y


velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
90

19 y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a
conocer con denuedo el misterio del evangelio,

20 por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él,
como debo hablar.

1. En el margen derecho del texto haga una lista de los elementos contra los
que luchamos.
2. En el espacio que sigue o en el margen derecho, haga una lista de lo que
Dios le dice a sus hijos que hagan en esa porción. No tiene que ser
específico con respecto a cada parte de la armadura; sencillamente diga
que tenemos que ponernos toda la armadura.

3. Ahora haga una lista de cada parte de la armadura y escriba un


descripción breve de cómo cree que cada parte de la arma-dura se
relaciona con usted como hijo de Dios.
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4. ¿Cómo cree que la armadura se relaciona con la batalla del cristiano en su
mente?
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5. El diablo va a hacer todo lo que pueda para impedir que usted acuda al
Gran Médico y que El aplique el bálsamo sanador de Galaad a sus
heridas. El diablo quiere que se concentre en sus heridas y que sea
consumido por su dolor para que su vida sea inútil para Dios.

¿Puede ver cómo el entender Efesios 6 pudiera usarse para sanar sus
heridas? Por ejemplo, ¿cómo pudiera la armadura de Dios ser eficaz en el
proceso sanador? Sea tan específico como pueda. Algún día, pronto, usted va a
usar eso que percibe cuando Dios lo use para ayudar a otras personas.
Permítame darle un ejemplo sobre cómo hacerlo. Lo primero que se nos
dice es que ciñamos nuestros lomos con la verdad. Esa es la única parte de la
armadura que es difícil de comprender, por eso permítame explicarle y mostrarle
cómo aplicarla a su vida. Puede escribir: "Voy a aprender las verdades de la
Palabra de Dios para que pueda caminar sin tropiezos". En los tiempos bíblicos,
cuando un hombre quería ir a algún lado con rapidez o tenía que hacer un trabajo,
tiraba el manto a sus espaldas, lo colocaba entre las piernas y lo metía en el
cinturón para que no tropezara con él o para que no le molestara en su trabajo. A
veces "ceñir vuestros lomos" se traduce como "pónganse el cinturón de la
verdad". En ese caso, la analogía es con la armadura del soldado romano. E1
cinturón mantenía la armadura en su lugar. El soldado enganchaba allí la coraza y
la vaina para la espada. Para mí eso significa que tengo que ceñirme con la
Palabra de Dios para que mantenga todo lo demás en su lugar.
Amado, exprese en oración a Dios Efesios 6:10-20 de la manera en que le
enseñé a hacerlo con el Salmo 42, en la página 131. Personalice esos versículos
91

a la luz de sus sentimientos, sus heridas, sus necesidades. Cuando ore, hágalo
en voz alta.

Tercer Día
Algunas personas están heridas porque tienen una visión distorsionada de
Dios y, en consecuencia, de ellos mismos. Esas personas están, como escribió mi
amiga Karen, "llenos de sentimientos dolorosos de culpa, de odio hacia sí
mismos, de temores y de falta de valor... atrapados en una red de aceptación de
acuerdo como actúe en sus relaciones, incluso su relación con Jesucristo".
Permítame contarle un poco acerca de Karen.
Karen (no es su nombre verdadero) siempre parecía tener todo bajo
control. Una mujer piadosa, había ministrado a muchas personas por medio de su
don espiritual de exhortación. Nunca me di cuenta de que estaba luchando para
aferrar-se a las verdades de la Palabra de Dios que les decía a otras personas.
He conocido a Karen por muchos años, pero nunca supe, hasta hace unas
semanas, que había sido una víctima de incesto. Fue entonces que me contó qué
obra maravillosa de sanidad había hecho el Señor hace poco en su vida. Pedimos
a Dios que use su testimonio para ministrarle a usted.
Bajo la dirección de su pastor, Karen comenzó a llevar un diario de
porciones bíblicas que podía personalizar. "Debían ser pasajes bíblicos que
confirmaran quien soy en Cristo – dijo ella - . Encontré que eso era muy difícil
porque siempre parecía ser atraída a los que mostraban mis fracasos y á los que
sentía que me condenaban."

¿Puede identificarse con eso o conoce a algunas personas que pueden


hacerlo?
Cuando Karen escudriñó la Palabra, vio sus conceptos personales
imperfectos y los sectores problemáticos en su pensamiento. Hizo una lista de
ellos:
• El temor y la ansiedad dominaban mi vida.
• Me sentía sin valor, inferior, y era consciente al extremo de mí misma y
asqueada de mi persona.
• Me sentía rechazada por mis compañeros, familia y amigos.
• Sentía intensa culpa y vergüenza por haber permitido que ocurriera el
ultraje o por el placer que en parte me dio. También había aceptado
dinero de mi tío.
• Habiendo perdido el respeto por mí misma, me hice condescendiente,
aceptando el mal comportamiento de otras personas como algo que yo
merecía.
• Mi enojo estaba dirigido contra mí misma.
• Me convertí en una persona orientada a agradar en mis relaciones, en
especial en mi relación con Dios. Buscaba aprobación, pero sentía que
estaba lejos de alcanzar la aprobación de Dios.
• Me faltaba tristemente, tener confianza delante de Dios y de los hombres.
Siempre me sentía insuficiente e insegura.

Ella continuó: "Cuando observé esa lista me di cuenta de que mi yo y mis


sentimientos gobernaban mi vida. No hay que extrañarse de que estuviera en tal
esclavitud."
92

Dios hizo una obra poderosa de sanidad en la vida de Karen. No la logró


por medio de enseñanzas que nos dirigen a concentrarnos en el yo: amarse a sí
mismo, darse valor a sí mismo, aceptarse a sí mismo, estimarse a sí mismo, el
poder del pensamiento positivo o hacer confesiones positivas. Era a su propio yo
al que ella se encontraba en esclavitud. La sanidad vino por medio de
sometimiento a la Palabra de Dios y de la fe obediente a la misma. Vino por
medio de fortalecerse en el Señor y en el poder de su fuerza. Vino cuando se
puso toda la armadura de Dios.
Mañana vamos a considerar unos puntos de vista más que Karen me dio.
Sin embargo, por hoy, permítame darle una palabra de advertencia, necesaria en
gran manera para el cristianismo de hoy.
Desde el principio Satanás ha arrojado dudas sobre la Palabra de Dios. Él
quiere que usted cuestione, dude, deforme, altere, adorne, desacredite o ignore la
Palabra de Dios, o que la sustituya por otras alternativas. Disfrazado como un
ángel de luz, va a hacer todo y cualquier cosa que pueda para debilitar de manera
paulatina la Palabra de Dios: diluyéndola, añadiéndole cosas, adulterándola.
Recuerde que la Palabra de Dios es todo lo que usted necesita para estar
completo, enteramente preparado para toda obra de bien (2 Timoteo 3:16-17).
Todo lo relacionado con la armadura de Dios tiene algo que ver con la Palabra de
Dios.
La táctica del diablo no es sólo hacer que dude, ignore y desobedezca la
Palabra de Dios, sino también hacer que dude del amor de Dios. Dudar del amor
de Dios es dudar de su carácter. Una vez que el enemigo logra eso, él lo
desconecta de la única, verdadera y segura fuente de sanidad: su Jehová-Rafah y
la Palabra de Dios.
Amigo, esté advertido. Conozca a su Dios. Conozca su Palabra. Y viva de
acuerdo con ella.

Cuarto Día
Karen es una estudiante fiel de la Palabra, pero no logró la sanidad hasta
que hizo dos cosas. Primero, tuvo que enfrentar el hecho de que fue una víctima
de incesto. Luego comenzó a apropiarse de las verdades de Dios y a aplicarlas a
su necesidad particular.
Ella escribió lo siguiente:
El Señor de manera gradual me capacitó para encontrar en su Palabra una
verdad para contrarrestar las mentiras que me había acostumbrado a escuchar.
La imagen que Dios tenía de mí era muy distinta de la mía y de la que había
percibido que otros tenían de mí. Acostumbraba a personalizar esas porciones bíblicas
escribiéndolas en un cuaderno y poniendo mi nombre. Luego las leía en voz alta y
saboreaba la verdad. Necesitaba hacer un estudio sobre el carácter y los atributos de Dios.
Mi concepto de Dios había sido imperfecto, y anhelaba comprender su amor y
aceptación incondicional y estar libre del temor a su ira.
También comencé a estudiar la ley y la gracia en la carta a los romanos. Debido
a que había estado tan condicionada a agradar, no había podido asirme por
completo de la bendición de la gracia de Dios en mi vida. ¡A menudo lloraba de
alegría cuando iba comprendiendo esa verdad! Cuando comencé a comprender y a
aceptar la gracia de Dios, la alabanza se convirtió en un desbordamiento natural de
mi corazón. Acostumbraba a despertarme por las noches con una canción de
alabanza o una porción bíblica en mi corazón. Casi todas las mañanas me despierto
93

y comienzo a alabar y a agradecer a Dios porque Él sostiene mi vida en la palma de


su mano. Puedo confiar en Él en cada circunstancia que pudiera enfrentar ese día,
sabiendo que El la va a usar para hacerme madura en Cristo.
Hice un estudio bíblico sobre quien soy en Cristo. Consciente del peligro de
demasiada preocupación por uno mismo, mi meta era conocer la estimación de
Dios por sus hijos y comprender su verdadero carácter. 2 Corintios 3:18 cobró un
nuevo significado cuando comencé a ver la Palabra como un espejo. Cuando me
miraba en la Palabra, con el rostro descubierto (totalmente desvestido), podía ser
transformada a su imagen hermosa y podía reflejarlo a Él.

En todo eso, Karen estaba ciñendo sus lomos con la verdad, y poniéndose
la coraza de la justicia de Dios. Sus pies fueron calzados con el apresto del
evangelio de la paz. Estaba aprendiendo acerca de su posición delante de Dios y
de Jesucristo. El proceso de leer, escribir, personalizar y saborear las verdades
de la Palabra de Dios capacitaron a Karen para tomar el escudo de la fe, con el
que puede apagar todos los dardos de fuego del enemigo. Ella se puso el yelmo
de la salvación, renovando su mente, para que pudiera evaluar todo de acuerdo
con la Palabra de Cristo. En el proceso, ella estaba afilando la espada del
Espíritu, que es la Palabra de Dios. Esa era la única e incomparable arma
ofensiva que necesitaría para ganar la batalla contra el maligno.

Y usted, por medio de este estudio, está aprendiendo a hacer lo mismo.


¡Oro para que usted sea un oidor y un hacedor de la Palabra, para que lo que
escuche le sea de provecho, al ir acompañado de fe! (Hebreos 4:2).

Quinto Día
Pasaremos los próximos dos días meditando en el Salmo 119. Cuando lea
el Salmo 119:1-88 en su Biblia, haga lo siguiente:

1. Marque cada referencia a la Palabra de Dios con un mismo color. Las


palabras que se refieren a la Palabra de Dios que marcará son:
a. palabra d. testimonios
b. mandamientos e. estatutos
c. ley f. juicios
2. Marque cada una de las siguientes palabras de una manera fácil de
distinguir: salvación, esperar, y cada referencia a Dios, incluso el posesivo
tu o tus. Por lo general marco las referencias a la deidad en amarillo.
3. Marque cada referencia a la palabra aflicción y sus sinónimos.

Al leer, personalice los versículos que sean significativos para usted


convirtiéndolos en una oración. Por ejemplo, cuando leo el versículo 38, puedo
orar:
Padre celestial, de todo corazón deseo que me confirmes tu
Palabra. Quiero que tu Palabra renueve mi mente y produzca
reverencia por ti. Quiero adorarte de la manera en que tú
mereces ser adorado.
El salmista dice: Bueno me es haber sido humillado, para que aprenda tus
estatutos (119:71). Usted puede orar:
94

Señor, gracias por mostrarme que mis aflicciones me han conducido a tu


Palabra. Perdóname por no aferrarme en fe profunda a lo que tú dices sin
importar cómo me siento. Estoy aprendiendo a vivir por tus estatutos momento a
momento. [La Palabra de Dios] es mi consuelo en mi aflicción, porque tu dicho
me ha vivificado (Salmo 119:50).

Sexto Día
Mucha paz tienen los que aman tu ley, y no hay para ellos tropiezo (Salmo
119:165, énfasis añadido). Esa es una promesa de Dios, y su Palabra es segura.

Hoy lea el resto del Salmo 119, márquelo como lo hizo ayer. Medite y déle
tiempo al Señor para que le hable. Personalice en oración los versículos que
tengan especial significado para usted. Tal vez quiera comenzar orando con el
salmista: Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová; dame entendimiento
conforme a tu palabra (v. 169).

¿No es maravilloso ver el poder protector, sustentador y vivificante de la


Palabra de Dios en las aflicciones? Que la ley de Dios sea su delicia para que no
perezca en su aflicción (Salmo 119:92). Déle gracias a Dios porque su Palabra es
una lámpara a sus pies y lumbrera a su camino (v. 105). Alégrese de que El lo va
a sustentar y sostener conforme a su Palabra (vv. 116-117).

Cuando termine de leer el Salmo 119, haga una lista de las maneras en
que ese salmo le ha sido de bendición para usted.
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Séptimo Día
Cuando estudió el Salmo 119 y observó cómo se usa la palabra afligido, vio
que la aflicción hace que nos volvamos a los estatutos de Dios. La aflicción
también nos da un ministerio.
El consuelo que recibe lo capacita para ministrar a otros con el mismo
consuelo que recibió del Señor (2 Corintios 1:3-5). Eso nos lleva a una verdad
importante: Habiendo recibido al Señor Jesucristo como su Salvador, su vida tiene
un propósito. Dios ha planeado buenas obras para que usted las realice. Por
tanto, todo lo que tuvo que soportar en su dolor no sólo va a ser para su bien, sino
también para la gloria de Dios cuando se disponga a ministrar a otras personas
diciéndoles lo que ha aprendido. Permítame nuevamente emplear a Karen como
ejemplo. Ella escribió lo siguiente:
Dios me ha dado amigos valiosos a quienes pude contar mis
sentimientos más profundos y mis temores más gran-des. Ellos fueron
tolerantes y alentadores, y cuando lo necesitaba, me confrontaban. Me
escuchaban con un corazón no condenatorio y me ayudaron a ver
muchos falsos conceptos que se habían arraigado en mi pensamiento.
Ellos creyeron en mí al mismo tiempo que confiaban en que Dios sanaría
mis heridas. Dios los usó como una extensión de su amor por mí.
95

Mi objetivo al permitirle utilizar este material es el de ministrar a


mujeres heridas. Puesto que soy más abierta acerca de lo que me ha
sucedido, he descubierto a muchas víctimas de tal ultraje.

El apóstol Pablo era muy consciente del ministerio crucial que tenemos en la vida
de otras personas. Busque las siguientes porciones bíblicas y escriba lo que
aprenda de ellas con respecto a la ayuda que debemos darnos unos á otros.
Observe las varias maneras en que podemos o en que debemos ayudar-nos unos
a otros y por qué debemos hacerlo.
1. Efesios 6:18-19
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2. Hebreos 10:24-25
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3. Gálatas 6:1
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4. Gálatas 6:2
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5. 1 Tesalonicenses 5:14 - 15
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6. Romanos 12:10 - 11,15
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7. 2 Corintios 1:3-5
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8. Escriba Efesios 4:15-16
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Cuando aplique a su vida los pasajes bíblicos que ha estudiado hoy y


cuando ejercite sus dones espirituales, encontrará que su "actividad propia" hará
que el cuerpo de Cristo crezca y se edifique en amor. E1 estar dispuesto a tomar
a otros de la mano y ayudarlos a vivir a la luz de la Palabra de Dios es un
ministerio muy necesario. Es gratificador de una manera impresionante. No sé de
otra alegría más grande que la de dejar que Dios nos use para bendición de otra
persona.
¿Dios lo está usando? ¿Está dispuesto a ser abierto y sincero a fin de que
otras personas puedan encontrar que usted es accesible? ¿Está usted
disponible? Recuerde que no puede continuar viviendo en pecado y a la vez ser
usado por Dios.
Una vez que ha permitido que Dios lo sane a través de su Palabra, usted
está listo para dejarse usar por Dios en la sanidad de otras personas. No tiene
que ser un consejero profesional para ayudar a otros. No caiga en la trampa de
esa clase de pensamiento.
96

Usted tiene la Palabra de Dios. En el Salmo 119:24 leemos: Tus


testimonios son mis delicias y mis consejeros o, para expresarlo literalmente: los
que me aconsejan.
Usted tiene al Espíritu Santo. Su ministerio es guiarlo a toda verdad y recordarle
las verdades que ha aprendido. La verdad de Dios santifica y libera a las
personas. Por eso, cuando esté ayudando a otras personas, pídale al Espíritu
Santo que le muestre qué verdades necesitan.
Recuerde por qué Jesucristo le fue dado a usted. Isaías 9:6 dice: Porque
un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se
llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de
paz. Jesús tiene que gobernar nuestra vida. El es nuestro consejero. Entonces,
usted tiene lo que necesita ser de ayuda y bendición para otras personas ¿no es
cierto?
Amado, dedique unos minutos para hablar con su Padre. Esté disponible
para que Él lo use para ayudar a otras personas, aunque sea sólo para escuchar,
orar o alentar, reprender o aconsejar con la Palabra de Dios. ¡Verá lo que hace
Dios!
97

¿Como puedo perdonar?


Y perdónanos nuestras deudas,
como también nosotros
perdonamos a nuestros deudores,
Mateo 6:12

Primer Día

Quieres ser sano?


Esa pregunta debe de haber sido tan chocante como un cubo de agua helada
derramado sobre la cabeza. En realidad lo hizo reaccionar. Allí estaba, cara a
cara con la Verdad. Ya no había más encubrimiento en su enfermedad, ni más
solaz en su dolor, ni más excusas por lo que pudiera haber sido, pudiera haber
hecho, pudiera haber tenido si hubiera estado sano. Ahora estaba contemplando
al que podía sanarlo.
¿Quería él ser sano?
Había estado enfermo durante treinta y ocho años. Había pasado sus días
entre los débiles, los enfermos, los inválidos. Nadie le exigía nada porque estaba
afligido. El mundo le debía su sostén, su lástima, porque al parecer Dios, o la
vida, le habían asestado un mal golpe.
¿Quería él ser sano? Era una pregunta válida.
Por supuesto, sabía cómo podía mejorarse. Lo tenía todo calculado. Por
eso había estado acostado junto al estanque de Betesda bajo sus cinco pórticos
durante todos esos años esperando que viniera un ángel y agite las aguas. Para
él, la única manera de sanarse era meterse en las aguas agitadas antes que
ninguna otra persona. Por eso respondió a Jesús: Señor, no tengo quien me meta
en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende
antes que yo (Juan 5:7).
Ese hombre se sanaría, pero no de la forma en que lo había planeado. En
vez de eso, sencillamente tenía que levantarse, tomar su lecho y andar.
¿Quiere usted sanarse? No se ofenda por esa pregunta. Por favor no lo haga.
Hay algunas personas que aman sus heridas, sus dolores, su enfermedad. ¿Por
qué? Hay varias razones.
Su dolor les brinda atención y lástima. Se gozan en exhibir sus heridas
frente a otros. Hacen que la gente se ponga de su lado, y que desprecien a los
que los han herido. Hay un consuelo deformado en verlos heridos. ¿Cómo se
vengarían de los que los hirieron si fueran sanados? ¿Cómo pudieran seguir
haciéndolos sufrir?
Muchos alimentan sus heridas porque son una excusa para sus defectos y
fracasos. Su modo de pensar es: Yo soy como soy debido a lo que he sufrido.
¡Usted no puede esperar nada más! La sanidad les quitaría la excusa de ser lo
que son. Les haría tomar la responsabilidad de ser lo que debieran ser.
Otras personas no quieren sanarse porque están enojadas con Dios. Si
Dios las sanara, entonces sentirían que tienen una deuda para con Dios: ser lo
que Dios quiere que sean. No quieren eso. Están enredadas en sí mismas y
renunciar a su ego sería perder el control. Si ese es el caso, no quieren sanarse.
Algunas personas no están seguras si sabrían cómo vivir si fueran sanadas.
98

Tienen miedo al cambio. En un sentido, hay un falso "bienestar" en su dolor. Han


vivido y sobrevivido todo este tiempo. ¿Por qué cambiar?
Hay otros que están tan enojados, amargados, desesperados,
desmoralizados y aturdidos que les es difícil de creer que las cosas pudieran
cambiar alguna vez. Para ellos la sanidad no es ni siquiera una opción, no es
probable ni posible. No se dan cuenta de que pudieran ser desatados de las
cadenas de la amargura y el enojo. Hay esperanza para los desesperados, para
los desmoralizados.
Habiendo dicho todo esto, volvamos a la pregunta inminente: ¿Quiere ser
sano? Si su respuesta es afirmativa, entonces debo preguntarle: ¿Está dispuesto
a sanarse bajo las condiciones de Dios? ¿Está dispuesto a ser por completo
integro mental y emocionalmente? ¿Está dispuesto a sanarse sin importar lo que
Dios le diga que haga? ¿0 quiere sanarse sólo si puede hacerlo a su manera y
bajo sus propias condiciones?
No hay herida demasiado grande, demasiado profunda, demasiado
perjudicial que no pueda sanarse por medio del Espíritu de Dios obrando a través
de su Palabra. La sanidad es para los que están dispuestos a confiar y a
obedecer.
En estas últimas semanas de estudio, vamos a considerar algunos detalles
con respecto al perdón, al enojo, a la amargura, al amor y a la aceptación;
elementos con los que debemos tratar si es que vamos a ser sanados. Tal vez se
encuentre cara a cara con algunas decisiones difíciles con respecto a perdonar a
otras personas, a dejar de lado el enojo y la amargura, a actuar con amor, y a
aceptar a ciertas personas que considera que tienen una deuda con usted y
nunca se la han pagado.
Va a encontrar al Espíritu de Dios preguntándole una y otra vez: "¿Quieres
ser sano?" Estoy orando para que su respuesta sea: "Sí, sáname Señor. Quiero
ser sanado, quiero estar sano, y mental y emocionalmente íntegro, para que
pueda servirte a plenitud."
¿Cuáles son sus dudas, sus temores y sus preguntas cuando se enfrenta con
esta cuestión: "¿Quiere ser sano?" Escríbalas, para que pueda volver a
considerarlas y ver cómo Dios trata con ellas para efectuar su sanidad.
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Las heridas físicas infectadas o llenas de desperdicios nunca van a
sanarse de forma adecuada hasta que estén limpias por completo. Eso es verdad
también en el terreno espiritual y emocional del ser humano. La sanidad no viene
ignorando la infección o los desperdicios o poniendo de manera descuidada una
venda sobre la herida y esperando que se sane.
Usted no puede cubrir la infección de la herida o la inflamación ardiente del
alma adolorida y esperar sanarse. La herida tiene que descubrirse, abrirse,
librarse de desperdicios y limpiarse por completo. Entonces puede sanarse. No
digo que necesita descubrir cosas que el Señor ha borrado, esas cosas que no
recuerda.
En cambio, todo lo que ha sido enterrado, estancado 0 negado necesita ser
expuesto a fin de que se pueda aplicar el bálsamo sanador de Galaad para que
traiga sanidad. Usted no tiene que ponerse a escarbar su pasado usando varios
métodos no bíblicos. En realidad, Pablo desaprueba el revolver en el ático de su
pasado: Olvidando ciertamente lo que queda atrás [el pasado] (Filipenses 3:13).
99

Si ha enterrado algo con lo que necesita tratar, entonces Dios se lo traerá a


su memoria cuando usted ore: Examíname, oh Dios... ve si hay en mí camino de
perversidad [o camino del dolor] (Salmo 139:23-24).
La sanidad es un proceso. Viene momento a momento, pensamiento por
pensamiento, cuando escoge creer a Dios y caminar en obediencia sin importar
cómo se siente. ^Se dio cuenta de la palabra escoger? La sanidad viene cuando
usted hace la elección de creer, de obedecer y de aferrarse al carácter de Dios y
a su Palabra. Si se aferra a Dios así como el cinturón se aferra a la cintura de una
persona, entonces Él lo va a transformar en una nueva persona para alabanza,
renombre y gloria (Jeremías 13:1-11).
Comencemos el proceso de sanidad con la identificación de la fuente de su
herida. ¿Qué piensa que le ha causado la herida? ¿Está herido por algo que
alguien le ha hecho? ¿Está herido debido a algo que les ha hecho a otras
personas o a Dios? ¿Está herido porque está desilusionado con Dios o enojado
con Él ya que cree que le ha fallado?
Escriba lo que cree que Dios le está mostrando como la fuente de sus
heridas. A veces es difícil hacerlo porque no queremos que nadie lo sepa.
Tememos que vayan a indignarse con nosotros o a rechazarnos si saben en lo
que hemos estado comprometidos. Amado, si Dios es por usted, ¿quién puede
estar en contra? Si Dios no lo ha rechazado, entonces ¿qué derecho tiene el
hombre a hacerlo? Ninguno. El ser humano no es más grande que Dios.
Recuerde la promesa de Jeremías 29:11. Búsquela y escríbala antes que
haga una lista de sus heridas y de sus orígenes.
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El decirle a otras personas la razón por la que estamos heridos es a


menudo el medio que Dios utiliza para nuestra sanidad. Aquí es donde entra en
función el cuerpo de Cristo según lo que Dios nos enseña de llevar los unos las
cargas de los otros (Gálatas 6:2). He sido sorprendida al ver lo que sucede
cuando confesamos [nuestras] ofensas unos a otros, y oramos unos por otros,
para que seamos sanados. En realidad, la oración eficaz del justo puede mucho
(Santiago 5:16).
Muchas personas me han escrito: "Nunca le he dicho esto a nadie en mi
vida, pero..." En la misma expresión de su carga, hubo un alivio sólo por dejar que
otra persona en la que podían confiar supiera en lo que estuvieron
comprometidos, lo que soportaron o sufrieron.
Una mujer me escribió después que yo hiciera una serie por televisión
sobre el incesto. Tenía unos sesenta años, estaba casada por tercera vez y
herida de una manera tal que había afectado sus relaciones con su familia. Ella
había sido abusada sexualmente por su padre y por sus hermanos. Tenía mucho
miedo de que si alguien lo descubría pensara que ella era la causa. Por casi
cincuenta años esa mujer encantadora había estado sufriendo dolores, vergüenza
y culpa que eran innecesarios... cuando siempre hubo un bálsamo en Galaad. Ella
no lo descubrió hasta que nos escribió pidiendo ayuda.
Conozco a personas que han sido víctimas de todo tipo de perversión, aun
de bestialidad. También conozco a muchos que han estado practicando el
lesbianismo, el homosexualismo o el adulterio. Absolutamente asqueados por
100

eso, dudaban de que Dios pudiera usarlos alguna vez. Conozco a otras personas
que han hecho víctimas a otros de todo tipo perversiones. Para esas personas era
muy difícil creer que Dios pudiera perdonarlas alguna vez, y menos aún que las
usara. La exposición de esas cosas a un cristiano maduro conocedor de la
Palabra de Dios ha traído alivio y victoria.
Si no puede expresar su herida debido al dolor que le produce mencionarla,
entonces es una herida muy verdadera e infectada. Se debe usar un bisturí para
abrirla y luego se la debe limpiar y tratar con el bálsamo de Galaad para que
puede sanarse.

Segundo Día
En preparación para las próximas semanas de estudio sobre el perdón, el
enojo, la amargura, la mansedumbre y sobre cómo tratar con el rechazo, quiero
que se asegure de ver que todo lo que ha soportado, sufrido o experimentado
puede tener valor eterno si lo mira desde la perspectiva de Dios.
Si hay un hombre en la Palabra de Dios que demuestra esa verdad, ese
hombre es José. Para ver cómo él demuestra ese precepto en la vida, tendrá que
leer una parte del libro de Génesis. Le va a llevar tiempo, pero va a ser
provechoso.

1. Génesis 37:1-36. Anote debajo el rechazo que José sufrió de parte de sus
hermanos.
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2. Génesis 39:1-23. Observe la tentación y lo que José sufrió pese a su
inocencia. Escriba cómo fue tentado José y lo que sufrió como resultado
de su obediencia a Dios. ¿Cuánto duró? ¿Cómo reaccionó?
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3. Génesis 40:1-23. Aunque José no lo sabía, Dios estaba preparando las
circunstancias que producirían su liberación. Lo mismo es verdad para
usted, y puede saberlo porque en 1 Corintios 10:13 leemos que: No os ha
sobrevenido ninguna tentación [tribulación o prueba] que no sea humana;
pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis
resistir, sino que dará también juntamente con la tentación [tribulación o
prueba] la salida, para que podáis soportar.
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4. Génesis 41:1-57. Cuando Faraón escuchó la interpretación que le dio José
del sueño, simpatizó con José. Y lo puso en el puesto que con el tiempo le
permitió utilizar todo lo que había sufrido para el beneficio de su padre, de
su familia y también de Egipto.

Por el hambre, los hermanos de José fueron a Egipto para comprar


trigo. Mediante una serie de circunstancias ordenadas por Dios, José
los ayudó dándoles trigo. Por último se reveló a sus hermanos. Si tiene
tiempo lea los capítulos 42 al 44.
101

5. Escriba lo que dice el versículo 5 de Génesis 45:1-5. Lea Génesis 50:15-


21. Escriba el versículo 20 y las palabras "para hacer lo que vemos hoy".
Escriba cómo pueden aplicarse a usted y a sus heridas.
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Eso, amado, le debiera dar gran esperanza.

Tercer Día
¿Quién o quiénes lo hirieron? ¿Los ha perdonado?
Si fue la causa de su propio dolor, ¿ha recibido el perdón de Dios?

A menos que reciba y otorgue el perdón de Dios, no va a ser sanado. Si


desea sanarse, debe hacer lo que Jesucristo dice. Nada menos que eso será
suficiente.
Cuando los discípulos fueron a Jesús - según Lucas 11 - y le pidieron que
les enseñara a orar, Él les dio el Padrenuestro. El Padrenuestro consiste de siete
oraciones temáticas que cubren los ingredientes esenciales de la oración eficaz.
Ese mismo Padrenuestro se repite en Mateo 6:9-13:

Padre nuestro que estás en, los cielos,


santificado sea tu nombre.
Venga tu reino.
Hágase tu voluntad,
como en el cielo, así también en la tierra.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y PERDONANOS NUESTRAS DEUDAS,
COMO TAMBIÉN NOSOTROS
PERDONAMOS A NUESTROS DEUDORES.
Y no nos metas en tentación,
más líbranos del mal;
porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria,
por todos los siglos. Amén.

Así el Señor termina su oración modelo, pero El tiene más que decir con
respecto al perdón: Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará
también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres
sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas (6:14-15).
1. ¿Qué nos enseña esa porción de Mateo 6 acerca del perdón? Dé una
respuesta detallada, porque es crítico para su sanidad que comprenda
esto.
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2. Una de las explicaciones más claras sobre el perdón fue dada por nuestro
Señor en forma de una parábola. La parábola fue provocada cuando
Pedro fue a Jesús y le preguntó cuántas veces tenía que perdonar a una
persona que había pecado contra él.
102

Lea la respuesta de Jesús con mucha atención. Cuando lea, marque


la palabra perdonar y todos sus sinónimos. (Diez mil talentos valdrían unos
diez millones de dólares como metal precioso, pero valdría mucho más en poder
adquisitivo. Un denario era equivalente a un día de salario, como dieciocho
dólares.)

MATEO 18:21-35

21 Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces


perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? 22 Jesús le
dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete.

23 Por lo cual el reino de los cielos es semejante aun rey que quiso
hacer cuentas con sus siervos.

24 Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía


diez mil talentos.

25 A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e


hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda.

26 Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten


paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo.

27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó


la deuda.

28 Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le


debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo
que me debes.

29 Entonces su consiervo, postrándose a sus píes, le rogaba diciendo:


Ten paciencia conmigo, y ya te lo pagaré todo.

30 Más él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la


deuda.

31 Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y


fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado.

32 Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella


deuda te perdoné, porque me rogaste.

33 ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo


tuve misericordia de ti?
34 Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que
pagase todo lo que le debía.

35 Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de


todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas.
103

Permítame hacerle unas preguntas que creo lo van a ayudar a poner en claro
exactamente lo que nuestro Señor le quiere decir en esa parábola.

a. ¿Con qué compara Jesucristo esos sucesos?


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b. ¿A quién cree que representa el rey en la parábola? ¿Por qué? ¿Y a
quién cree que representa el siervo del rey?
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c. ¿Qué cree que Jesucristo está tratando de mostrarnos en la situación
entre los dos siervos, al estar el uno en deuda con el otro?
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d. ¿Por qué se enojó tanto el rey con el siervo que le había perdonado la
deuda?
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4. ¿Cuál era el tema de la historia, es decir, la idea central? ¿Puede ver
algún paralelo entre ese relato y lo que hemos estudiado ayer del libro de
Mateo capítulo 6? Explique su respuesta.
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5. ¿Qué ha aprendido de ese relato que puede aplicar a su vida? Sea
específico.
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____________________________________________________________

Medite en esas cosas; ¡no permita que le entren por un oído y le salgan por
el otro!
Cuarto Día
Antes que continuemos con el tema de perdonar a otros, usted debe darse
cuenta de que no importa lo que haya hecho, Dios le ha asegurado perdón
completo y absoluto. Fue por medio de la sangre de Jesucristo que todo sus
pecados fueron pagados, una vez y para siempre (Hebreos 10:10; 1 Pedro 1:23).
Si no comprende o no recibe el perdón de Dios, le será casi imposible el
perdonar a los que lo han herido profundamente o que no han sido lo que
debieran haber sido para usted como cónyuge, madre, padre, hermana, hermano,
hijo, hija, amigo o amiga.
Una conciencia culpable puede causar estragos y destrucción en sus
relaciones con otras personas, en sus sentimientos y hasta en su cuerpo. La
sanidad para una conciencia culpable se logra por medio de comprender y
aceptar la gracia de Dios que perdona todos nuestros pecados por medio de la fe
en el Señor Jesucristo. Una conciencia culpable es arrojada como trapo sucio al
pie del trono de Dios en el Lugar Santísimo. Esa es la razón por la que el autor del
libro de Hebreos escribe:
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la
sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo,
esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
104

acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, PURIFICADOS


LOS CORAZONES DE MALA CONCIENCIA, y lavados los cuerpos con agua
pura.
Hebreos 10:19-22 (mayúsculas añadidas).

No hay culpa que no pueda ser atendida en el trono de misericordia de


Dios. Lo que le toca hacer a usted es acercarse.
Había un pastor que era tan recto como una flecha en cuanto a doctrina,
pero machacaba implacablemente y sin amor a su congregación. Sus sermones
eran inflexibles, su andar era legalista, y sus expectativas eran exigentes. Hasta
su esposa retrocedía ante su presencia. Nada estaba bien, nada lo agradaba.
Usaba la palabra amor, pero parecía ser sólo conocimiento intelectual. La
misericordia compasiva del amor nunca se mostraba en su vida hasta que se
quebrantó y confesó su pasado a otro creyente. Durante años había mantenido su
pecado reprimido dentro de sí, sólo conocido por él y por una prostituta. Antes de
comenzar el pastorado, había prestado servicio en el ejército. Su base de
operaciones estaba en Corea y le dieron dos semanas de vacaciones en Japón.
Allí se había debilitado en la fe, se había rendido a los anhelos temporales de la
carne y fue a ver a una prostituta. Conocía la Palabra de Dios y sabía que el
adulterio era pecado; sin embargo había sucumbido.
Ahora, después de todos sus años de servicio a Dios, sirviendo con
profunda dedicación, con severa disciplina, sentía que todavía no había
compensado por la culpa que atormentaba su conciencia. Ah, pero él sabía de la
cruz, de la muerte de Cristo por sus pecados, pero no podía aceptar el perdón de
Dios, otorgado con liberalidad, dado con liberalidad para ese pecado en particular.
Como no podía aceptar el perdón de Dios, ese hecho afectaba su relación con su
esposa, y afectaba su ministerio como pastor. Qué lejos estaba de la
representación del Buen Pastor de las ovejas, porque ¡era un pastor que arreaba
a sus ovejas en vez de guiarlas! Y todo porque estaba impulsado por la culpa de
su pecado. Él trataba de compensar por algo que había sido cubierto y tratado
hace dos mil años cuando Jesucristo clamó: "Tetelestai: Consumado es." Todo lo
que ese hombre necesitaba hacer era confesar su pecado y creer lo que Dios dijo
acerca de que lo perdonaría y que lo limpiaría de toda maldad (1 Juan 1:9).
De algún modo, aunque comprendía que la palabra gracia significa favor
inmerecido, vivía bajo la ley en vez de bajo el pacto de gracia. No aplicó la verdad
de Hebreos 10:15-18:
Y nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: Este es
el pacto que haré con ellos. Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis
leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, añade: Y nunca más me
acordaré de sus pecados y transgresiones. Pues donde hay remisión de éstos, no
hay más ofrenda por el pecado.

Amado, ¿qué dará para pagar por sus pecados? ¿Qué puede, en su
incapacidad, hacer para pagar la deuda exorbitante que debe a nuestro Dios justo
y santo? ¿Trabajar toda la vida? ¿Guardar todos los mandamientos de Dios todo
el tiempo, sin titubear jamás? ¿Siendo siempre todo lo que se supone que usted
tiene que ser? Siempre, completo e infalible como Jesús. ¿Puede hacerlo? ¡Por
supuesto que no! Entonces ¿qué va a hacer para pagar por las veces en que ha
sido menos que perfecto? ¿Qué va a hacer para pagar por las veces en que ha
sido desobediente a la voluntad de Dios por propia elección y sabiendo lo que
hacía? Vaya, haga lo que pueda; no va a dar resultado.
105

Ya sea que su pecado haya sido grande y evidente o delicado y disfrazado,


hay sólo una manera de recibir el perdón de Dios. Es por medio de la sangre del
Señor Jesucristo, el único sin pecado que fue hecho pecado por usted, a fin de
que pueda ser justicia de Dios (2 Corintios 5:21).
El perdón de Dios es siempre un acto de gracia. Uno se apropia de él
sencillamente reconociendo su pecado contra Dios y recibiendo el completo
perdón de Él. Está escrito en la Palabra infalible de Dios: Palabra fiel y digna de
ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvara los pecadores
(1 Timoteo 1:15).
El rechazar creer que está perdonado para siempre es darle 1a espalda a
Jesucristo que pagó por todos sus pecados: pasa-dos, presentes y futuros.

¿Cómo se recibe el perdón?


1. Acepte la verdad de que lo que usted ha hecho es pecado, una infracción contra
Dios, una rebeldía contra la voluntad de Él. Llame al pecado por su nombre.
La palabra confesar en 1 Juan 1:9 es homologeo, que significa "decir lo
mismo". Confesar el pecado, entonces, es reconocer que lo que ha hecho
está mal delante de Dios.
2. Asuma la responsabilidad por ese pecado. Usted no puede culpar a ningún
otro. Usted escogió hacer lo que hizo. Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo
hace, le es pecado (Santiago 4:17). Reconozca eso. Asuma plena
responsabilidad.
3. Dígale a Dios que está dispuesto a hacer restitución a otras personas si fuera
necesario. Para estar en orden no sólo con Dios sino también con otras
personas, siga el principio establecido en Mateo 5:23-24: Por tanto, si traes
tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,
deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu
hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.
4. Agradezca a Dios por la sangre de Jesucristo que lo limpia de todo pecado, y
por fe acepte su perdón. Recuerde que el perdón es siempre sobre la base de
la gracia, nunca sobre la del mérito. Donde el pecado abundó, sobreabundó
la gracia (Romanos 5:20).
5. Crea lo que Dios dice. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que
están en Cristo Jesús (Romanos 8:1). No tome en cuenta sus sentimientos;
aférrese por fe a lo que dice Dios. No permita que el acusador, Satanás, le
robe la victoria de la fe.
6. Déle gracias a Dios por el don del Espíritu Santo y dígale que quiere andar en el
Espíritu para no satisfacer los deseos de la carne (Gálatas 5:16). Una oración
como esa muestra arrepentimiento genuino.

Quinto Día
Habiendo recibido perdón, ¿qué les dirá a los que han pecado contra
usted? Quizás su cónyuge, sus padres, su hijo, su amigo o su prójimo no ha
pagado la deuda que le deben. ¿Necesita perdonarlos porque no lo trataron
debidamente? Puede ser que su esposa lo despreció de manera constante o se
negó a tener relaciones sexuales con usted que es su esposo. Quizá su esposo la
maltrató o la descuidó en vez de amarla como ordena Dios. A lo mejor sus padres
lo abandonaron, lo degradaron, lo maltrataron, y no cuidaron de usted. Es posible
106

que sus vecinos o amigos se aprovecharan de usted en vez de amarlo como se


aman a ellos mismos. Quizás alguien hirió o lastimó a su ser más querido.
¿Cómo reaccionará ante esas personas? Para darle una respuesta a esa
pregunta, necesitamos ver lo que dice Dios en su Palabra. Busque las siguientes
porciones bíblicas, y anote lo que aprenda de ellas con respecto a los cómo, los
por qué, y los para del perdón.

1. Efesios 4:31-32 (¿Observa la conexión que tienen la amargura, el enojo, la


ira, el vociferar y la calumnia con la falta de perdón? Explique lo que perciba
al considerar esos versículos.)
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2. Colosenses 3:12-15 (Cuando considera esos versículos, ¿ve alguna
correlación entre el carácter y el estilo de vida al que Dios nos está llamando
y la admonición a perdonar a otros?)
_________________________________________________________
_________________________________________________________
3. Por último, ¿cómo relaciona lo que ha observado en Colosenses y en
Efesios con lo que vio hace dos días en su estudio de Mateo 18:21-35 y
Mateo 6:8, 12, 14 -15?
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_________________________________________________________
La expresión más grande del amor de Dios se vio en la cruz del Calvario
cuando Jesús dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen
(Lucas 23:34). El amor perdona.
Piense en eso, y mañana veremos por qué a veces es difícil perdonar.

Sexto Día
Cuando una persona ha sufrido injustamente en las manos de otra, es difícil
perdonar, especialmente si la otra persona no quiere admitirlo o no se arrepiente
por lo que le ha hecho. Muchas veces no tenemos el deseo de perdonar. ¿Cómo
podemos hacerlo, cuando han sido tan terribles, tan injustos, cuando nos han
herido a nosotros o a nuestros seres queridos?
¿Qué hace cuando siente que no puede perdonar o que no tiene deseos de
hacerlo?
1. Debe darse cuenta de que el perdón es un asunto de la voluntad, no de los
sentimientos. Perdonar o no perdonar es un asunto de elección. Puesto que
Dios nos ha ordenado perdonar a otros, el no hacerlo es rechazar
obedecer a Dios. Los mandamientos no son opciones o sugerencias que
podemos seleccionar o escoger sobre la base de nuestros sentimientos o
deseos. En cambio, los mandamientos son órdenes emitidas por nuestro
Señor y deben obedecerse, sin considerar lo que sintamos o pensemos.
Permita que eso se arraigue en usted.
2. Necesita darse cuenta de que cuando perdona a otra persona, eso no la saca de
estar en apuros con Dios. Cuando perdona a otra persona, eso no libera a
esa persona del justo juicio de Dios. No significa que no va a ser
considerado responsable por lo que ha hecho.
Consideremos esa afirmación con atención y punto por punto.
107

a. Todo pecado va a ser juzgado por Dios, junto con los hechos y las
obras que acompañan todas nuestras acciones. Si una persona no
cree en el Señor Jesucristo para ser salva, entonces:

Si pecáremos voluntariamente después de haber recibido


el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los
pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor
de fuego que ha de devorar a los adversarios.
(Hebreos 10:26-27)

Porque es justo delante de Dios pagar con tribulación a los que


os atribulan, y a vosotros que sois atribulados, daros reposo con
nosotros, cuando se manifieste el Señor Jesús desde el cielo
con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar
retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al
evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena
de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la
gloria de su poder (2 Tesalonicenses 1:6-9).

b. Jesús llevó los pecados de la humanidad sobre su cuerpo, sin


embargo, cuando estaba colgado en la cruz perdonó a los que lo
habían quebrantado. No obstante, si no se arrepienten y creen en Él,
seguro que irán al infierno. Se ofrece el perdón pero éste no está
separado del recibir a Jesucristo. Sé que muchos de mis lectores
también han llevado los pecados de otros en su cuerpo, al haber sido
abusados física, emocional, sexual y mentalmente. Pero, mi estimado
lector, usted tiene que perdonarlos, así como Cristo perdonó a los que
pecaron contra Él.

c. Usted tiene que mostrar el carácter y el amor de Jesucristo


perdonando como Él lo perdonó. Negarse a hacerlo es impedir que
otros vean el carácter de Cristo. Usted es la única Biblia que muchas
personas leerán; por lo tanto, tiene que ser una carta viva, conocida y
leída por todos. Cuando perdona, está demostrando el carácter de
Dios. Está exhibiendo el amor de Dios al perdonar "como Jesucristo lo
perdonó".

d. Cuando usted perdona a una persona y eso no la conduce al


arrepentimiento, entonces será considerada aún más responsable
delante de Dios, porque no tiene ninguna excusa. Ha visto con sus
propios ojos y ha escuchado con sus propios oídos una demostración
de la realidad del evangelio de Jesucristo. Este principio de "mayor
responsabilidad" es presentado con claridad en porciones bíblicas
tales como Mateo 11:21-24; 12:41-42; Apocalipsis 20:11-13.

3. Si está pasando por un momento difícil, si está luchando para perdonar a


otra persona, necesita pedirle a Dios que le permita dar una mirada,
penetrante y objetiva, a su perdón hacia usted. Recuerde que cuando
perdona a alguien, se trata de un pecador perdonando a otro. Ni usted ni
la otra persona son o han sido lo que debieran ser. Sin embargo, en el
caso de una persona que recibe el, perdón de Dios es diferente. Cuando
108

Jesucristo nos perdona, ¡El está perdonando a alguien que ha pecado


contra su santidad perfecta!

Dedique unos minutos a leer Lucas 7:36 - 50, y después responda las
siguientes preguntas:
LUCAS 7:36-50

36 Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo
entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa.

37 Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que


Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro
con perfume;

38 y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con


lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y
los ungía con el perfume.

39 Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí:
Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le
toca, que es pecadora.

40 Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que


decirte. Y él le dijo: Di, Maestro.

41 Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y


el otro cincuenta;

42 y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues,


¿cuál de ellos le amará más?

43 Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y


él le dijo: Rectamente has juzgado.

44 Y vuelto ala mujer, dijo a Simón: ^Ves esta mujer? Entré en tu casa, y
no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas,
y los ha enjugado con sus cabellos.

45 No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de


besar mis pies.

46 No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume


mis pies.

47 Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados,


porque amó mucho; más aquel a quien se le perdona poco, poco ama.

48 Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.

49 Y los que estaban juntamente sentados ala mesa, comenzaron a


decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados?
109

50 Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz.

1. ¿Cómo describiría al fariseo del relato histórico?


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2. ¿Qué aprendió acerca de la mujer en el relato?
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3. ¿Cuál era el tema central de la historia que Jesús le contó a Simón el
fariseo?
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4. ¿Hay un contraste entre el amor del fariseo y el de la mujer?
¿Acaso no eran los dos pecadores? ¿Cuál fue la diferencia en su manera
de reaccionar ante nuestro Señor?
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Séptimo Día
A medida que comprenda más y más la grandeza del perdón de Dios hacia
usted, lo amará más. Cuanto más lo ame, le va a ser más fácil perdonar como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. Sed, pues, imitadores de Dios
como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se
entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante
(Efesios 4:32-5:2).
Permítame mostrarle una vez más lo que escribió Karen con respecto a su
sanidad del abuso de incesto de parte de su tío.
Tenía que enfrentar el tema del perdón. Visité a una amiga querida y de
confianza, que también fue víctima de incesto. Había sido testigo de su
paz, su contentamiento y su gozo radiante en Cristo y necesitaba saber
cómo había logrado esa victoria. Me dijo que había ocurrido en un
momento de crisis cuando su matrimonio estaba a punto de deshacerse.
Ella se arrodilló y le agradeció a Dios por haberle dado los padres que El
quería que tuviera. Y luego expresó su gratitud por cada persona y por
cada circunstancia que Dios había permitido que tocara su vida. Mientras
alababa y agradecía a Dios, expresó su perdón por lo que le había hecho
su padre, luego se incorporó y comenzó a caminar en perdón y aceptación.
Dios salvó su matrimonio.
Cuando llegué a casa, en presencia de mi pastor, oré y liberé a mi tío (ya
muerto), y a todas las personas que me habían herido, de cualquier deuda
que había creído que me debían. Entonces pasé otro espacio de tiempo en
oración, yo sola examinando con cuidado mi pasado, agradeciéndole a
Dios por haber estado conmigo a través de todo por conocer mi sentarme y
mi levantarme y por saber todas mis andanzas, como dice el Salmo 139:1-
110

6. Durante esa oración Dios me recordó muchas cosas que había dicho de
mí, su hija, en su Palabra, y que yo había estado rechazando. Anoté cada
versículo a medida que El traía esas verdades a mi mente. Era
emocionante tener a Dios comunicándose conmigo en oración.

Karen perdonó. ¡Qué íntima fue su relación con Dios, por-que estaban
unidos de corazón en perdonar!

Amado, ¿caminará en obediencia y en perdón, así como Cristo Jesús lo


perdonó? Negarse a perdonar es pecado. Obedecer y perdonar es decir: "Dios, te
amo, y estoy dispuesto a sacrificar mi yo y sus deseos para probarlo." A eso,
Jesucristo dice: El que me ama, mi palabra guardarla; y mi Padre le amará, y
vendremos a él, y haremos morada con él (Juan 14:23). ¡Qué compañerismo, qué
intimidad la que trae la obediencia!

Le insto a que dedique unos minutos ahora mismo y repase lo que ha


aprendido acerca del perdón. Recuerde que el perdón es un asunto de su
voluntad, una elección de obedecer a Dios sin considerar sus sentimientos. Utilice
los próximos minutos para pedirle al Señor que lo perdone por su falta de perdón
hacía los que le han hecho mal. ¿Clamará a su amoroso Padre celestial y le dirá
que escoge perdonar a esas personas que lo han herido o que han herido a sus
seres queridos? Tal vez Quiera escribir su oración a Dios.
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El verdadero perdón hacia otra persona también produce amor. El odio por
esa persona será reemplazado por amor, Cuando hablo de amor, no estoy
hablando de un sentimiento. Estoy hablando de una acción. Amor es un verbo de
acción; usted lo observa cuando lee la Biblia. Por lo tanto, si dice que ha
perdonado a una persona, pero no quiere tener nada que ver con ella, necesita
volver a Dios y preguntarle qué es lo que le impide amarla.

El perdón y el amor son como hermanos siameses que no pueden


separarse. El hacerlo ocasionaría la muerte de ambos. Deténgase a pensar con
qué se asocia el amor. El amor es una parte del fruto del Espíritu, dividido en
nueve partes: amor, gozo, paz... Como "imitadores de Dios" tiene que andar en
amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros,
ofrenda y sacrificio a Dios en, olor fragante (Efesios 5:1-2).

El amar a una persona a la que ha perdonado puede ser difícil, pero el


verdadero perdón hará tal sacrificio. Jesucristo no lo perdonó y después se negó
a amarlo, Él lo perdona y lo trata como si nunca hubiera pecado contra Él. Ese es
el tipo de perdón de Dios. El perdón de usted tiene que ser como el de Dios. Si
alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, mentiroso. Pues el que no
ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha
visto? Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame
también a su hermano (1 Juan 4:20-21).
111

Si usted dice que no puede amar, tal vez tenga que tratar con el enojo y la
amargura para que pueda perdonar en realidad. Vamos a considerar esos temas
en las últimas dos semanas Pero hoy, ¿le dirá a Dios: "En obediencia a ti quiero
ordenar Ayúdame"? Si lo hace, escríbalo.
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112

¡Pero estoy muy enojado!


Todo hombre sea pronto para oír,
tardo para hablar, tardo para airarse;
porque In ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Santiago 1:19-20

Primer Día

H abía terminado de enseñar sobre el perdón en una conferencia para solteros


cuando ella vino caminando rápidamente por el centro del pasillo. Llevaba
una camisa deportiva desaliñada y pantalones de algodón que se extendían a
través de un rollito de grasa que caía debajo de la cintura como un pequeño tubo
interno y se veía que esa mujer no disfrutaba de su femineidad. El cabello le
colgaba en mechones grasosos; lo oscuro de su cabello contrastaba mucho con
la blancura de su rostro que no tenía ni un poquito de maquillaje.
Nunca había visto o encontrado antes a esa mujer y aun así sus primeras
palabras fueron: "No puedo perdonar a mi padre." Lo dijo abruptamente con los
labios tensos. Era claro que estaba hablando con una mujer que estaba sufriendo
mucho. ¿Por qué? No lo sabía. Pero traté de descubrirlo.
Tomándola con suavidad por el brazo, la llevé hasta el borde de la
plataforma, lejos de otras personas, y la invité a sentarse de manera tal que diera
la espalda al auditorio.
- Ahora, querida, dime por qué no puedes perdonar a tu padre. ¿Qué te
hizo? - le pregunté, mientras oraba a Dios para que me diera mucha sabiduría y
que Él amara a esa mujer a través de mí.
-Mi padre me hizo quedar embarazada y después me obligó a tener un
aborto - dijo ella mientras fijaba la vista en sus pies -. Luego me hizo quedar
embarazada de nuevo, pero esa vez tuve al niño. Pero mi pequeño era
deformado y murió.
Él me dijo que yo era una ramera, que había estado saliendo con jóvenes.
Pero eso era mentira. Después de todo lo que mi papá me hizo, no quería que
nadie me tocara. De nuevo él me hizo quedar embarazada, pero esa vez me fui
de casa. Mi niña nació deformada pero vivió durante un año. Cuando murió, ya yo
no quería vivir y traté de suicidarme. Me pusieron en un hospital para enfermos
mentales y dijeron que tenía que tener terapia de grupo con mi familia. Cuando
les dije lo que me había hecho mi padre, él saltó, me señaló con el dedo y gritó
que yo estaba mintiendo y que ni siquiera era una buena ramera, sino sólo una
vagabunda. Mi madre saltó y me gritó lo mismo. Entonces me callé y no dije una
palabra durante meses. No puedo perdonar a mi padre.
Tan de repente como comenzó su historia, hablando casi sin respirar, se
detuvo.
- Eso me enoja mucho - fue mi respuesta inmediata.
- ¿Qué? - dijo, levantando de repente la cabeza.
- Lo que te hizo tu padre me enoja mucho - respondí.

Sus grandes ojos marrones buscaron los míos. Las lágrimas comenzaron a
rodar por sus mejillas.
113

- Nunca nadie me había dicho eso antes - dijo, al mismo tiempo que me
acercaba para secarle el mentón. Sus palabras eran tan suaves, tan
increíblemente tiernas.
- Oh, querida, no sólo me hace enojar a mí, sino que hace enojar a Dios
también. Lo enoja mucho más que a mí. Dios odia lo que tu padre te hizo - afirmé.

Esas fueron las primeras palabras que nos dijimos, palabras que iniciaron
el proceso de sanidad. Una sanidad que comenzó cuando ella descubrió que Dios
también estaba enojado por el pecado de su padre. Ese fin de semana ella
escogió perdonar a su padre.

Han pasado tres años desde entonces y, aunque no tengo tiempo para
contarle las cosas maravillosas que han pasado, quiero que sepa que ahora a ella
le encanta ser mujer. No la reconocería como la persona que era antes. Bajó de
peso, se cuida bien, está casada y hace poco se convirtió en madre. Ya no tiene
miedo de su femineidad. Ya no la esconde por miedo de que pueda ser violada.
Ha aprendido a apoyarse en la Palabra de Dios, a confiar en Él como el Padre
que nunca conoció.
¿Qué maravilloso fue observar cómo Dios la sanaba! Creo que su sanidad
sucedió tan rápido porque se hizo dócil como masilla en las manos soberanas del
amor de Dios. Todo comenzó cuando estuvo dispuesta a entregar su enojo y su
amargura a Dios, y a perdonar a su padre.
¿Está dispuesto a hacer lo mismo o está demasiado consumido por el
enojo como para desprenderse del mismo y deshacerse de la amargura para que
esté dispuesto y pueda perdonar? Escriba su respuesta a esa pregunta. Es una
pregunta que necesita enfrentar en forma sincera por completo si quiere ser sano.
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Quiero que esta semana nos concentremos en el tema del enojo. Quiero
que comprendamos que ese sentimiento no siempre es malo pero que si no lo
trata de manera adecuada, puede causar estragos en usted, en su relación con
Dios y en otras personas.

Segundo Día
Contrario a las opiniones de muchas personas, el enojo no siempre es
pecado. Como lo expresé en el incidente de mi amiga con su padre, hay un enojo
justo. Dios se enoja. Su enojo está justificado por completo y es provocado por el
pecado. Uno no puede leer el Antiguo Testamento o el Apocalipsis sin ver el enojo
de Dios o las consecuencias de su ira. El pecado -la desobediencia - no deja
pasivo a Dios. Su justicia exigía indignación, enojo e ira hacia lo que va en contra
de su carácter, hacia lo que viola sus mandamientos y preceptos. En realidad, si
recuerda, la ira es uno de los atributos de Dios que hemos estudiado.
Creo que si vamos a aprender a tratar con nuestro enojo de una manera
bíblica para que podamos ser sanados, entonces nos va a ayudar sí primero
entendemos el enojo de Dios.

Las palabras enojar, enojado y enojo se usan aproximada-mente


trescientas sesenta y cuatro veces en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. La
114

mayoría de ellas se refieren al enojo de Dios. Por lo tanto, permítame considerar


con usted algunas de las cosas que enojan a Dios.

Al mencionarlas, le voy a dar referencias bíblicas que puede buscar y


copiar en el espacio provisto.

Dios se enoja:

1. A causa de la injusticia: Éxodo 22:22-24


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2. A causa de la idolatría: Deuteronomio 29:18-21; Jeremías 25:6
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3. Por el adulterio espiritual; cuando nos mezclamos con el mundo,
aprendemos sus prácticas, servimos a sus ídolos, y sacrificamos nuestros
niños a "demonios" por medio de nuestra desobediencia: Salmo 106:34-40.
4. Cuando lo traicionamos: Deuteronomio 4:23-26
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5. Cuando no lo escuchamos: Jeremías 25:6-11 (¡Recuerde todo lo que ha
aprendido del libro de Jeremías acerca de escuchar a Dios!)
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6. Cuando lo desobedecemos: Josué 7:1
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7. Cuando su pueblo se queja y murmura contra Él o contra sus siervos:
Números 11:1,33; 12:1-9
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8. A causa de nuestra incredulidad: Salmo 78:21-22; Hebreos 3:7-12; Juan
3:36 (Note que aquí se usa la palabra ira y furor, lo que señala más hacia el
resultado final de su justo enojo.)
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9. Por la impiedad y la injusticia de los hombres que detienen con injusticia la


verdad: Romanos 1:18 (Note otra vez e1 uso de la palabra ira.)
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10. Cuando nos negamos a honrar a su Hijo: Salmo 2:10-12
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Ahora que ha visto lo que enoja a Dios, hay varias cosas que quiero que
vea con respecto al enojo de Dios.
En primer lugar, el enojo de Dios es su reacción al pecado, a la
incredulidad (toda incredulidad es pecado). Cuando leemos acerca del enojo de
Dios, necesitamos recordar que, aunque su ira es provocada por el pecado del
ser humano, Él nunca es controlado por el enojo. El enojo de Dios siempre se
mantiene en balance con su santidad - y con todos los atributos que lo hacen
Dios. Por lo tanto, cuando Dios expresa enojo, es siempre dentro del terreno de
su carácter - nunca contrario al mismo. Su enojo está siempre en armonía con su
gracia, su amor, su misericordia, su compasión y su tolerancia. Está siempre ex-
presado con el propósito de hacer bien y dar a conocer la justicia, y no de hacer
mal. Porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida. Por la noche
durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría (Salmo 30:5).
Esa verdad se observa en toda la Palabra de Dios. ¡Qué bien se explica en
Éxodo 34:6-7!
Y pasando Jehová por delante de él, proclamó: ¡Jehová! ¡Jehová! fuerte,
misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia y verdad;
que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el
pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado.

Tal vez usted quiera mirar toda la porción en Éxodo 33 y 34 donde Dios
trata con la idolatría de Israel en el momento de darles los Diez Mandamientos.
En segundo lugar, Dios es lento para la ira. Se hace esa declaración
acerca de El unas nueve veces en el Antiguo Testamento: Más tú, Señor, Dios
misericordioso y clemente, lento para la ira, y grande en misericordia y verdad
(Salmo 86:15).
En tercer lugar, nuestro Señor Jesucristo, Dios encarnado, sintió enojo.
¿Recuerda las dos veces - una vez al comienzo de su ministerio público y la otra
al final del mismo - cuando volcó las mesas de los que cambiaban dinero en el
templo? El tenía un justo enojo, y aun así controlado de manera justa cuando los
echó con un látigo. Sabemos a partir del testimonio bíblico, que Jesús siempre
trató con su enojo de una manera agradable a su Padre porque siempre hacía las
cosas que le agradaban al Padre (Juan 8:28-29).
¡Qué lección hay aquí para nosotros! Justificable o no, el enojo nunca tiene
que controlarnos. Tenemos que ser controla-dos por el Espíritu de Dios; por lo
tanto, nuestra reacción debe ser de acuerdo con el carácter total de Dios. Cuando
estamos dando a conocer algo que no es característico del corazón de Dios,
estamos en un aprieto.
Hemos considerado el tema del enojo por tres razones.
116

Segundo, quiero que observe que el enojo, aun si es justificado, nunca


tiene que controlarlo. Cuando el enojo lo controla, entonces está en apuros,
porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios (Santiago 1:19-20). Por último,
quiero que reconozca que el enojo es un sentimiento experimentado tanto por
Dios como por el ser humano. En consecuencia, usted y yo sabemos que Dios
comprende el sentimiento de enojo, y cómo pueden inflamarse y arder dentro de
uno. Sin embargo, ^nunca debemos olvidar que el enojo de Dios es siempre
justificado! Nuestro enojo tal vez sea justificado o no.
Mañana comenzaremos a considerar el enojo del ser huma-no: el enojo
expresado no sólo hacia otro ser humano, sino también hacia Dios. Luego, en los
siguientes días, consideraremos qué sucede cuando se trata el enojo de una
manera no bíblica. Pero no nos vamos a detener allí, porque también veremos
cómo tratar con nuestro enojo en forma bíblica para que podamos experimentar
sanidad.

Tercer Día
Hoy vamos a considerar el enojo del ser humano hacia Dios. Usted no
puede albergar enojo en su corazón hacia Dios y ser sanado. Por eso
necesitamos ver qué es lo que causa que las personas se enojen contra Dios y
por qué ese enojo nunca es justificable.
¿Por qué las personas se enojan contra Dios?
1. Nos enojamos porque Dios no opera o no se conforma a nuestro modo de obrar o
a nuestro entendimiento. En Génesis 4:1-8 se ve muy bien eso. Caín quería
adorar a Dios a su manera y se enojó cuando Dios rechazó su sacrificio.
Los que han sido heridos por personas o circunstancias, se enojan
porque no comprenden por qué, si Dios es un Dios de amor, permitió
que les sucedieran tales cosas a ellos o a alguien que aman. Esa era la
fuente de enojo en la mujer herida que con gran amargura me dijo: "Cuando
Dios me devuelva mi niño, entonces voy a creer en El " Su niño había muerto en
un incendio.
2. Nos enojamos debido al juicio de Dios. En 1 Crónicas 13:11, David se enojó
contra Dios porque El mató a Uzza por tocar el arca del pacto. En
Apocalipsis, las personas se enojan contra Dios por su juicio sobre la tierra.
Aun hoy, hay muchas personas que están sufriendo debido a las
consecuencias de su propio pecado. Pero aun así, están enojadas con
Dios porque El los juzgó.
3. Nos enojamos porque no nos gusta lo que nos dicen los siervos de Dios. Eso se
ve en muchos lugares; sin embargo, por consideración al tiempo,
permítame darle sólo dos ejemplos. El rey Asa se enojó con Hanani
cuando le reprendió por no confiar en el Señor. En su enojo, Asa mandó
encarcelar a Hanani (2 Crónicas 16:7-10). Lo mismo le sucedió a Jeremías
por pronunciar palabras de Dios.

Hay personas que no van a ser sanadas porque no les gusta lo que
Dios dice. Se enojan cuando uno les dice que deben dejar su
amargura, perdonar a los que pecaron contra ellos, que Dios es
soberano... Se alejan con una frase parecida a la siguiente: Bueno si
ese es el Dios de la Biblia, entonces olvídese de este asunto. No quiero
tener nada que ver con esa clase de Dios."
117

Se apartan de Jehová-Rafah y de su bálsamo sanador. ¡Qué trágico!

4. Nos enojamos porque Dios no juzga a otras personas cuando queremos que lo
haga. Jonás se enojó con Dios y se enfureció bajo la sombra de una
calabacera porque El no iba a destruir a los habitantes de Nínive a los que
Jonás odiaba (Jonás 4:1-11). Al escribir esto, pienso en los que están
enojados y amargados con Dios por haber permitido el Holocausto y por no
haber destruido a Hitler antes que cometiera atrocidades horribles contra
los judíos. Consideraremos este tipo de enojo más adelante al tratar el
Salmo 37.

Amado, necesita pedirle al Espíritu Santo que examine su corazón para


ver si tiene algún enojo no resuelto que ha estado albergando contra Dios.
Váyase a un lugar tranquilo y pase un tiempo ininterrumpido con El. Si suena el
teléfono, no responda. Apague la radio, la televisión, el aparato estereofónico, y
esté tranquilo. Busque papel y lápiz, y escriba l0 que Dios le traiga a la mente.
Después voy a decirle lo que necesita hacer con lo que Dios le muestre. Si Él no
le muestra nada, entonces ore por otras personas que están haciendo este
estudio. Interceda por su sanidad completa.

Por último, demos una mirada a cómo tratar con el enojo hacia Dios. Lea
Isaías 45:20-24 y luego le voy a dar algunas ideas para reflexionar.

ISAIAS 45:20-24

20 Reuníos, y venid; juntaos todos los sobrevivientes de entre las


naciones. No tienen conocimiento aquellos que erigen el madero de su
ídolo, y los que ruegan a un dios que no salva.

21 Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿quién


hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino yo
Jehová? Y no hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro
fuera de mí.

22 Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy
Dios, y no hay más.

23 Por mí mismo hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, y no


será revocada: Que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.

24 Y se dirá de mí: Ciertamente en Jehová está la justicia y la fuerza; a él


vendrán, y todos los que contra él se enardecen serán avergonzados.

Si está enojado contra Dios, le sugiero que:


1. Hable y presente sus pruebas. Use lo que escribió hace unos minutos y hable
de su enojo con Dios. Expréselo con palabras. Dígale a Dios por qué está
enojado. Tal vez quiera escribirlo a continuación.
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2. Vaya a Dios. Dígale que reconoce que El es Dios, y porque Él es Dios, no
tiene que responderle. Él puede hacer cualquier cosa que quiera.
118

3. Avergüéncese de su rebeldía orgullosa al enojarse con Él. Confiese su pecado. Al


enojarse con Dios, usted se ha puesto bajo su juicio al decir, en su
corazón, que Dios está equivocado en su trato y en su carácter. Usted,
sólo un ser humano, en su enojo ha pensado que sabía más que Dios.
Usted determinó lo que era bueno y lo que era malo, en vez de permitir a
Dios que lo juzgara. Eso es orgullo. Confiese que sólo en El hay justicia,
que usted no tiene ninguna justicia en sí mismo 0 por usted mismo.
4. Humíllese delante de Dios. Doble las rodillas. Sométase a Él.
5. Con la boca, la lengua, prometa su lealtad a Él como su Dios, su Señor, su amo.
Y en Jehová usted será justificad[o] y se gloriará (Isaías 45:25). ¡Aleluya y
Amén!

Cuarto Día
El otro día, me enojé tanto con mi esposo que casi no lo podía soportar.
Ahora bien, eso no es lo normal para mí…Jack y yo nos entendemos de manera
maravillosa y ¡estoy tan agradecida por ello! Con todo, eso fue una excepción de
mi parte.
Me estaba preparando para salir cuando sucedió algo que me entristeció.
Pensando que Jack querría saberlo, comencé a contarle lo que pasó. Cuando le
estaba diciendo acerca de una decepción, él cambió de tema justo en medio de
nuestra conversación. Me preguntó si había registrado un cheque en la chequera.
Había visto la chequera en mi escritorio mientras estábamos allí conversando,
¡entonces me hizo la pregunta! Ahora bien, si usted es hombre, puede parecerle
que no hay nada malo con tal acción, pero si usted es mujer, estoy segura de que
puede comprender cómo me sentí.
¡El enojo se apoderó de mí! Y pequé. En vez de controlar mi enojo, ¡lo hice
correr a toda velocidad! ¡Lo arruiné todo! Estaba para salir hacia la tienda de
comestibles, así que me fui en seguida. Tomando bruscamente mis llaves que
estaban encima del escritorio, salí lo más rápido que pude de nuestro dormitorio,
dejé caer con estrépito un libro sobre el banco de nuestro vestíbulo, y embestí la
puerta principal. Tengo que decirle que no había hecho algo así por años. ¡Desde
poco antes de escribir nuestro curso "Matrimonio sin arrepentimiento"!
Todo el tiempo supe que estaba equivocada. El enojo me estaba
controlando. Estaba andando en la carne. Y aunque no pensé que Jack debiera
haber tomado la chequera o cambiado de tema, desafortunadamente eso no era
excusa para mi comportamiento. Tenía que volver y pedir perdón.
¿Por qué me enojé? Siempre necesitamos detenernos y hacernos esa pregunta
cuando sentimos que ese sentimiento surge dentro de nosotros. Nos ayuda a
evaluar la situación y luego controlarla de una manera que agrade a Dios. Por lo
tanto, quiero que consideremos algunos incidentes en la Palabra de Dios en los
que otras personas se encontraron en situaciones en las que se enojaron.

¿Por qué se enojan las personas?


1. El enojo puede surgir cuando otras personas nonos tratan en forma justa. Ese
era el caso de David y Nabal. David había protegido el rebaño de Nabal,
pero Nabal no le devolvió el favor dándole a los hombres de David una
parte de su cosecha. Eso enfureció a David y salió a destruir a Nabal.
Abigail, la esposa de Nabal, hizo reflexionar a David cuando le pidió que
119

perdonase a su esposo. David perdonó a Nabal. David puso su enojo bajo


el control de Dios. Dios se encargó de Nabal.
2. El enojo puede surgir cuando vemos que otros no son tratados de manera
adecuada. Los sentimientos de Jonatán hacia su padre, el rey Saúl,
representa eso muy bien. Jonatán estaba enojado por la manera en que
Saúl trataba a David. Y se levantó Jonatán de la mesa con exaltada ira, y
no comió pan el segundo día de la nueva luna; porque tenía dolor a causa
de David, porque su padre le había afrentado (1 Samuel 20:34).
¿No es ese tipo de enojo y herida el que surge cuando uno vive
con un alcohólico que maltrata a la familia, cuando los hijos sufren
debido a un divorcio en la familia o cuando uno vive con una persona
que se enoja con facilidad o es abusiva? Surge el enojo, pero debe ser
tratado, porque albergar el enoja es pecado. Si no se lo contiene, el
enojo puede hacer que uno maltrate a otras personas.
3. El enojo puede surgir cuando vemos o nos enteramos del pecado de otras
personas. Moisés experimentó ese tipo de enojo varias veces durante su
liderazgo entre los hijos de Israel. Observe Éxodo 32:19. Pero en Números
20:2-13, Moisés permitió que el enojo lo dominara y golpeó la roca por
segunda vez, después que Dios le había dicho que hablara a la roca. Esa
explosión de enojo le costó a Moisés la entrada a la tierra prometida.
Después de cuarenta años de vagar por el desierto, nunca entró a la tierra
de Canaán debido a que había respondido con enojo a los israelitas en vez
de obedecer a Dios. Dios le dijo: Por cuanto no creísteis en mí, para
santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta
congregación en la tierra que les he dado (Números 20:12).
4. El enojo puede surgir por temor de perder nuestra posición o nuestra reputación
ante otras personas. Los celos pueden producir enojo. Esto es evidente en la
manera como respondió Saúl a la alabanza dada a David. Cuando las
mujeres cantaban: Saúl hirió a sus miles, y David a sus diez miles; Saúl se
enojó mucho "y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y
a mí miles; no le falta más que el reino (1 Samuel 18:7-8). Después de eso
Saúl quería matar a David.
¿Recuerda cuando Tom me pegó? Toda esa escena fue provocada
debido a que estaba enojado porque yo había encontrado satisfacción y
éxito como modelo y él estaba insatisfecho con su trabajo. ¿Ve lo crucial
que es que usted trate con su enojo, porque la ira del hombre no obra la
justicia de Dios (Santiago 1:20)?
5. El enojo puede surgir sencillamente porque nos sentimos bajo presión,
incomodados o estorbados. Puede resultar sólo porque estamos irritados por la
personalidad o el comportamiento de otro ser humano. Esto se observa en 1
Samuel 17:28-29 cuando David visita a sus hermanos cuando el ejército de
los israelitas estaba siendo desafiado por Goliat. Mire con atención las
palabras de Eliab y el uso que David hace de la palabra ahora. Y oyéndole
hablar a David su hermano mayor con aquellos hombres, se encendió en
ira contra David y dijo: ¿Para qué has descendido acá? ¿y a quién has
dejado aquellas pocas ovejas en el desierto? Yo conozco tu soberbia y la
malicia de tu corazón, que para ver la batalla has venido. David respondió:
¿Qué he hecho yo ahora? ¿No es esto mero hablar?
6. El enojo puede surgir hacia las personas cuyas expectativas no podemos
satisfacer. Por ejemplo, cuando Raquel se disgustó con Jacob porque no le
daba hijos, él se enojó: Y Jacob se enojó contra Raquel, y dijo: ^Soy yo
120

acaso Dios que te impidió el fruto de tu vientre? (Génesis 30:2).Muchos


hijos, cónyuges y aun padres están heridos y enojados porque no pudieron
satisfacer las expectativas de sus seres queridos. Ese es el problema con
muchas personas que son afeminadas, homosexuales y lesbianas. No
pudieron ser el hombre o la mujer que sus padres querían, y en su enojo y
frustración, se volvieron al propio sexo en busca de amor y aceptación, en
vez de volverse a Dios.
7. El enojo puede surgir porque otras personas han descubierto nuestros pecados. A
los pecadores no les gusta ser descubiertos. Se pueden enfurecer mucho.
Lo hemos visto en la vida de Jeremías. Esa es la razón por la que las
personas apedrearon a los profetas que Dios les había enviado. ¿Puede
adivinar por qué Balaam azotó a su asna? (Números 22:21-35).
8. El enojo puede surgir por orgullo personal. Cuando nuestro orgullo es herido,
somos tentados a enojarnos. El orgullo es de la carne. Crucifique la carne,
y la misma se va a indignar.
Cuando el rey Amasías mandó que un grupo de soldados fueran a sus
casas antes que se les permitiera luchar en una batalla, los soldados se
enojaron. Entonces Amasías apartó el ejército de la gente que había
venido a él de Efraín, para que se fuesen a sus casas; y ellos se enojaron
grandemente contra Judá, y volvieron a sus casas encolerizados (2
Crónicas 25:10).
Nuestros tres hijos jugaban fútbol, por eso he asistido a muchos
partidos de fútbol. A veces cuando un jugador perdía un puntapié decisivo,
un pase o un gol, uno de mis hijos golpeaba el suelo con el puño, dando
punta pies por todas partes. ¿Que pasaba? Estaba enojado con el mismo.
Su orgullo estaba herido. Enseñamos a nuestros hijos que nunca tenían
que mostrar su enojo de esa manera. Tenían que entregar sus errores y
fracasos al Señor y continuar con el partido. Si usted está todavía agitado
por las insuficiencias pasadas de su carne, entréguelas al Señor y vuelva al
partido.
9. El enojo puede surgir por haber sido avergonzados por otras personas. Eso es lo
que el rey Asuero experimentó cuando Vasti no quiso hacer lo que él le
pidió. Pasadas estas cosas, sosegada ya la ira del rey Asuero, se acordó
de Vasti y de lo que ella había hecho, y de la sentencia contra ella (Ester
2:1). A veces los hombres o las mujeres que se vuelven en contra de sus
cónyuges, se divorcian o tratan de herirlos físicamente, están reaccionando
al enojo reprimido que ha surgido debido a que han sido humillados y
avergonzados durante años por sus cónyuges.
10. El enojo puede surgir también contra los que condenan a otros o contra los que
se justifican delante de Dios o delante de otras personas. El enojo de Eliú contra
Job y contra sus tres "amigos" lo ilustra. (Job 32:1-4).
11. El enojo puede surgir debido a los pecados de otras personas. Absalón ardía de
furia hasta que mató a su hermano Amnón porque había violado a su
hermana Tamar, robándole su virginidad (2 Samuel 13). Tamar era hija de
David, y cuando Amnón la violó, David se enojó, pero no dejó que la ira lo
dominara. Sin embargo, Absalón fue un hombre que nunca controló su
enojo, ni siquiera el enojo en contra de su padre, y por último eso resultó
en su muerte.
¡Qué esencial es que le entreguemos el enojo a Dios! Recuerde
que sólo Dios tiene el derecho para vengar el pecado. Sólo Él es justo y
santo. Él tomará venganza de acuerdo con su carácter. Ahora bien, al decir
121

eso, quiero también decir que si Dios nos dice cómo tratar con ciertos
pecados, entonces tenemos que llevar a cabo sus juicios de acuerdo
con lo que nos dice en su Palabra.
12. El enojo puede surgir cuando la maldad del hombre continúa al parecer
incontenible. Mañana vamos a considerar este punto en detalle cuando
estudiemos el Salmo 37. Así que ¡continúe leyendo!

Quinto Día
¿Ha estado alguna vez enojado con los malvados y sus hechos? Yo sí. Si
no hubiera sido por lo que sé de la Palabra de Dios, su maldad al parecer sin
impedimentos me hubiera ocasionado una úlcera.
¿Qué puede aprender de la Palabra de Dios que lo ayude a tener su enojo
a raya? Consideremos la primera parte del Salmo 37 porque hay verdades
prácticas en ese salmo que lo ayudarán en gran manera.
Lea el Salmo 37:1-15 y marque las siguientes palabras de manera fácil de
distinguir a fin de que las ubique de inmediato:
a. impacientes, alteres, excites
b. ira
c. confía
d. guarda, espera(n)
e. cada referencia a Dios, junto con sus pronombres.
f. malignos, los que hacen iniquidad, el hombre que hace maldades,
malo, impío (márquelas de la misma manera).

SALMO 37:1-15
1 No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los
que hacen iniquidad.

2 Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierva verde se


secarán.

3 Confía en Jehová, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te


apacentarás de la verdad.

4 Deléitate asimismo en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu


corazón.

5 Encomienda a Jehová tu camino, y confía en él, -y él hará.

6 Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.

7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo


del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades.

8 Deja la ira, y desecha el enojo; no te excites en manera alguna a


hacer lo malo.

9 Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en Jehová,
ellos heredarán la tierra.
122

10 Pues de aquí a poco no existirá el malo; observarás su lugar, y no


estará allí.

11 Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de


paz.

12 Maquina el impío contra el justo, y cruje contra él sus dientes;

13 El Señor se reirá de él; porque ve que viene su día.

14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco, para derribar al


pobre y al menesteroso, para matar a los de recto proceder.

15 Su espada entrará en su mismo corazón, y su arco será quebrado.

1. A continuación haga una lista de todo lo que ha aprendido de las palabras


que marcó.
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2. ¿Cuáles son las exhortaciones o los mandamientos de Dios para usted en el
Salmo 37:1-15? Haga una lista de ellas.
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_________________________________________________________
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Mientras ese salmo está fresco en su mente, hay varios principios en los
que quiero que se concentre.
En el Salmo 37 vemos que no debemos impacientarnos por causa de los
malvados. La manera de tratar con el enojo es abstenerse del mismo, alejarse de
él. La impaciencia conduce al enojo y al pecado. En medio de la frustración y el
enojo debido a los malvados, debemos deleitarnos en el Señor.
Cuando Dios nos dice que nos deleitemos en Él, está dirigiendo nuestra
atención a nuestra única e incomparable fuente de satisfacción: Él mismo.
Nuestras heridas han surgido o se han incrementado cuando hemos puestos
nuestras expectativas de felicidad y satisfacción en otras personas en vez de
ponerlas en Dios. O cuando consideramos que el lograr cosas nos va a dar
felicidad en vez de hallarla en Dios mismo. Él es el único que nos da los deseos
de nuestro corazón, y no ningún ser humano.
Amado, ¿ha pensado alguna vez que quizás la razón por la que esté tan
herido es que buscó en otro ser humano lo que sólo Dios puede dar? Tal vez esa
sea la razón por la que esté tan enojado con la persona a quien ama. Porque ha
puesto su deleite en la naturaleza humana en vez de en Dios... y lo humano
siempre va a fallarle. Pero Dios no le fallará.
La segunda manera en que usted puede tratar con el enojo, de acuerdo
con el Salmo 37, es darse cuenta de que es Dios el que define su futuro, no el
hombre. En lugar de frustración y enojo, va a tener paz cuando encomiende su
123

camino a Él, confíe en Él y espere con paciencia a que Él obre. La voluntad de


nuestro Dios soberano no va a desbaratarse. Por lo tanto, no permita que el
hombre lo frustre o le haga hacer lo malo. Confíe en su Dios, que hace que todas
las cosas ayuden para su bien. La confianza es un gran remedio para el enojo.
Por último, el Salmo 37 nos asegura que no necesitamos dar rienda suelta
a nuestro enojo hacia los malvados. Dios se encargará de ellos, porque Él ve que
se acerca el día del maligno, cuando su espada entrará en su mismo corazón, y
su arco será quebrado (Salmo 37:13,15). Nos recuerda que debemos seguir el
ejemplo de nuestro Señor quien cuando le maldecían, no respondía con
maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que
juzga justamente [Dios el Padre] (1 Pedro 2:23).

Sexto Día
El enojo puede ser muy destructivo y peligroso. Los periódicos y los
noticieros lo confirman todos los días al darnos informes de matanzas, asesinatos,
disturbios y conflictos internacionales. El enojo puede conducir a contiendas,
desacuerdos, conflictos y asesinatos.
Tal vez no se detecta el enojo hasta que explota. A menudo leemos de
personas que se dejan arrastrar por un comporta-miento violento y matan a
muchas personas sin ninguna razón aparente, como el hombre que entró en un
restaurante y disparó contra personas inocentes, o como el estudiante que
comenzó a disparar su arma de fuego al azar en su escuela secundaria, o el
tranquilo empleado de correos que se dejó llevar por un comportamiento violento.
¿Qué es lo que pasó? Cada uno de ellos estaba albergando enojo y amargura sin
resolver.
¡Qué crucial que es que aprendamos a tratar con el enojo de manera
inmediata!
¿Cómo puede uno saber si no ha tratado con el enojo, y si lo está
reteniendo dentro de sí? ¿Qué pasa cuando no se trata con el enojo y no se lo
entrega a Dios? Permítame darle una lista de ideas que he recogido de la
Palabra. Busque las porciones bíblicas y anote lo que aprenda.
1. El enojo busca venganza: Génesis 49:6-7; 1 Samuel 25:28, 31
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_________________________________________________________
2. El enojo se atesora (se acumula en el corazón): Job 36:13;
_________________________________________________________
permanece latente y se enciende: Oseas 7:6; Proverbios 30:33
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_________________________________________________________
y entonces . . .
3. El enojo levanta contiendas: Proverbios 29:22;
_________________________________________________________
_________________________________________________________
4. El enojo se convierte en una inundación (es decir, de repente se derrama,
se desborda y cubre todo): Proverbios 27:4
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_________________________________________________________
5. El enojo guarda rencor: Salmo 55:3
124

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6. El enojo acusa: 1 Samuel 17:28
_________________________________________________________
_________________________________________________________
7. El enojo ocasiona acciones pecaminosas (ofensas): Proverbios 29:22
_________________________________________________________
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8. El enojo puede alejar a los amigos: Proverbios 22:24-25
_________________________________________________________
_________________________________________________________
9. El enojo hace que despreciemos a ciertas personas (muchas veces eso se
manifiesta en la manera en que les hablamos a ellos o hablamos de ellos.
Los homicidios comienzan en el corazón): Mateo 5:22
_________________________________________________________
_________________________________________________________
El enojo no liberado conduce a la amargura. La amargura sin control
estorba y contamina a muchos (Hebreos 12:15). Si desea sanarse, debe tratar
con el enojo y la amargura antes que lo destruyan a usted y a los que lo rodean.

Séptimo Día
¿Cómo trato con el enojo?
Hemos llegado por fin al momento en que necesitamos ver cómo tratar con
la ira hacia otras personas.
Comencemos con una mirada a Efesios 4:26.
1. Escriba y aprenda de memoria lo que dice Efesios 4:26.
2. Anote dos cosas que aprenda sobre la respuesta al enojo a partir de Efesios
4:26
Lea el Salmo 4 y responda a las preguntas que siguen.

SALMO 4:1-8
1 Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia. Cuando estaba en
angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi
oración.

2 Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,


amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira?

3 Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová


oirá cuando yo a él clamare.

4 Temblad, y no pequéis; meditad en vuestro corazón estando en vuestra


cama, y callad.

5 Ofreced sacrificios de justicia, y confiad en Jehová.

6 Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien? Alza sobre
nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
125

7 Tú diste alegría a mi corazón mayor que la de ellos cuando


abundaba su grano y su mosto.

8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me


haces vivir confiado.

Como seguro ha notado, el cuarto versículo de ese salmo es un poco


diferente de la manera en que Pablo lo cita en Efesios 4:26. Mi Biblia tiene una
nota al pie de la página al lado de la palabra tiemblen y dice "de enojo o de
temor". Y pudiera traducirse como pero. Así, pudiera leerse: 'Tiemblen de enojo,
pero no pequen." Al parecer la persona está tan llena de enojo, tan enfurecida o
vehemente, que eso hace que tiemble. Puedo comprenderlo, porque ha habido
veces en las que estuve tan enojada que temblaba por la agitación interna.
¿Cómo maneja uno este enojo tan intenso? El salmista nos da la solución.
3. A partir de la lectura del salmo, ¿por qué situación cree que está
atravesando el salmista? ¿Es su enojo justificado o injustificado?
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_________________________________________________________
4. ¿Cuál es la confianza del salmista en medio de su aflicción?
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_________________________________________________________
5. ¿Qué dice él que hay que hacer en medio de ese enojo estremecedor?
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6. ¿Qué puede aprender de ese salmo para aplicar a su vida? Sea tan
específico y personal como sea posible.
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7. Vuelva a Efesios 4 y mire los versículos 31 y 32:
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y
maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros,
misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os
perdonó a vosotros en Cristo.
a. ¿Qué aprende acerca de su respuesta al enojo y a la ira a partir de esos
versículos?
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b. ¿Cómo piensa que se relaciona el versículo 32, si es que lo hace de
alguna manera, con el versículo 31?
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8. Lea Colosenses 3:8-17. ¿Cómo se pueden comparar esos versículos a los
de Efesios 4?
9. Ahora bien, demos una mirada también a Gálatas 5:19 -21, que hemos
impreso para usted:
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio,
fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías,
enemistades, pleitos, celos, contiendas, disensiones, herejías,
envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas
semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como
126

ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no


heredarán el reino de Dios.
a. De acuerdo con esos versículos, ¿es siempre malo el enojo? ¿Es
siempre una obra de la carne? Lea la porción bíblica con atención antes
de responder. Explique por qué responde de esa manera.
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b. ¿Ha notado el final de los que practican de forma habitual esos hechos
como parte de su estilo de vida? ¿Cuál es? ¿Qué le dice eso acerca de
las explosiones de enojo?
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_________________________________________________________
10. Por último, quiero que considere Santiago 1:19-26 otra vez. Léalo con
atención y luego responda a las preguntas que siguen.
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para
oír, tardo para hablar, tardo para airarse porque la ira del
hombre no obra la justicia de Dios. Por lo cual, desechando toda
inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra
implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores,
engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra
pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un
espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y
luego olvida cómo era.
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la
libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino
hacedor de la obra, éste será bienaventurada en lo que hace. Si
alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sí no que
engaña su corazón, la religión del tal es vana.

a. ¿Cuál es el mandato de Dios con respecto al enojo?


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b. ¿Qué más dice esa porción que debemos hacer?
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c. ¿Pudieran algunas de esas otras advertencias o exhortaciones ayudarnos a
tratar con nuestro enojo? ¿Cómo?
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d. ¿Por qué debe controlar su ira?
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Ahora bien, permítame resumir lo que puede hacer cuando se sienta


enojado.
1. Apártese del enojo. No permita que el enojo lo controle. Enójese y no peque.
Proverbios 29:8,11 dice: Los hombres escarnecedores ponen la ciudad en
llamas; mas los sabios apartan la ira. El necio da rienda suelta a toda su ira,
mas el sabio al fin la sosiega. Eclesiastés 7:9 dice: No te apresures en tu
127

espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.


Proverbios 16:32 me recuerda a mi esposo: Mejor es el que tarda en airarse
que el fuerte; y el que se enseñorea de su espíritu, que el que toma una
ciudad.
2. Esté dispuesto a pasar por alto las ofensas de otros en contra de usted. Eso es
mansedumbre, no debilidad. La cordura del hombre detiene su furor, y su
honra es pasar por alto la ofensa. El de grande ira llevará la pena; y si usa
de violencias, añadirá nuevos males (Proverbios 19:11,19).
3. Cuando alguien dice o hace algo que lo hace enojar, bríndele una respuesta
amable. La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el
furor (Proverbios 15:1). Una respuesta violenta hace subir el enojo de ellos,
¡pero también puede subir el enojo en usted!
4. Trate con sus sentimientos, no los reprima. Meditad en vuestro corazón estando
en vuestra cama, y callad. Ofreced:-sacrificios de justicia, y confiad en
Jehová (Salmo 4:4-5). En otras palabras, piense en su enojo y examínelo,
traiga sus sentimientos a la Palabra de Dios y entonces determine lo que
hará para sacrificar esos sentimientos y deseos por causa de la justicia.
Cuando lea los salmos, encontrará al salmista una y otra vez tratando con
sus sentimientos, diciéndole a Dios cómo se siente, y luego recordando la
verdad y actuando de acuerdo con ella. Esté atento a eso, creo que lo
bendecirá.
5. Con fíe en el Señor. El Salmo 37 nos enseñó eso. Recuerde la historia de
José en el Antiguo Testamento. Si alguien pudo haber justificado el enojo,
esa persona sería José; sin embargo, él nunca fue dominado por el enojo.
Lo que sabía, es lo que usted necesita recordar: Vosotros pensasteis mal
contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para
mantener en vida a mucho pueblo (Génesis 50:20). Sea lo que sea lo que
atraviesa, si lo trata como lo hizo José, encontrará que Dios le va a dar un
ministerio que ayudará a salvar a otras personas.
6. No tome venganza usted mismo. No os venguéis vosotros mismos, amados
míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la
venganza, yo pagaré, dice el Señor (Romanos 12:19).
Ya que no quiero que pierda nada de lo que Dios tiene para usted en
este estudio, quiero pedirle una cosa más. Haga una lista de lo que
Dios le ha mostrado de manera personal en el estudio de hoy. ¿Qué
versículos le han hablado de forma específica con respecto a la manera
en que usted trata con el enojo?
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Busque 1 Pedro 5:6-7 y escriba esos versículos.


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Dedique los próximos minutos para orar con esos versículos al Señor.
Permita que ellos sean el clamor de su corazón al humillarse bajo la mano
poderosa de su Padre Dios. Confiésele su enojo a Dios y acepte que es pecado.
128

Apártese de ese enojo y déjelo, echando toda su ansiedad, enojo, amargura y


herida sobre Él que lo ama tanto.
Ahora, vuelva a su estudio sobre el enojo. Repase las verdades que ha
encontrado. Escriba una oración de compromiso con el Señor.
129

El remedio para la amargura


Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Santiago 4:6

Primer Día

L a mansedumbre abrirá las puertas de hierro que lo ha tenido cautivo en una


celda de enojo y de amargura. Esa es la llave. La mansedumbre le otorga una
paz y una libertad como nunca antes experimentó.
La mansedumbre es una actitud de sumisión y confianza que acepta todos
los métodos de Dios con nosotros como buenos y, por lo tanto, no murmura, ni
discute, ni se venga. La mansedumbre se da cuenta de que lo que viene a
nosotros de parte de los hombres es permitido y usado por Dios para nuestra
disciplina como sus hijos para que así pueda purificar-nos. La mansedumbre es
una actitud confiada que mira más allá de las circunstancias y más allá del
hombre al Dios sobe-rano y, doblando las rodillas, dice: "Señor, lo que te agrada a
ti, me agrada a mí."
A partir de esa descripción, es obvio que la mansedumbre no es una
disposición natural del ser humano pecador, tampoco la verdadera mansedumbre
es posible separados del Espíritu de Dios. Debido a que la mansedumbre es una
gracia entretejida del alma, sólo es posible cuando Jesucristo vive allí. Es nuestro
Señor quien es manso y humilde de corazón.
El Salmo 37:11 dice: Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán
con abundancia de paz. Otra palabra para manso es humilde. Ese versículo del
Salmo 37 se puede comparar con las palabras de Jesucristo en el Sermón del
Monte, cuando dice: Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra
por heredad.
No creo que exista una persona que no tenga dentro de su corazón alguna
esperanza, algún sueño de una vida de satisfacción y placer, un deseo de recibir
todo lo que la vida tiene para ofrecerle. "Heredar la tierra" es una manera de
describir esa "esperanza". Ese versículo se puede comparar con "recibir la tierra
por heredad" (Mateo 5:5); la tierra, que pertenece al Señor y también su plenitud.
Lea todo el Salmo 37 y marque cada versículo que habla de heredar la
tierra. Cuando lo haga, encontrará una descripción maravillosa de los que son
mansos. Escriba lo que observe.
En el Salmo 37:9 vemos que los que confían en el Señor son los que
heredan la tierra. Una de las características de la mansedumbre es la confianza.
Tal vez usted haya sufrido mucho en esta vida. Tal vez parezca desposeído ante
los ojos del mundo, y quizás ante sus propios ojos, pero hay una vida para usted
que aún no ha visto, aún no ha experimentado, que es tan maravillosa que las
aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en
nosotros ha de manifestarse (Romanos 8:18). La vida abundante le espera. Los
malvados perecerán - se disiparán (37:20) -, pero usted heredará la tierra.
En el Salmo 37:18 leemos: Conoce Jehová los días de los perfectos, y la
heredad de ellos será para siempre. Usted es hecho perfecto en Cristo Jesús.
Usted lleva una vida sin tacha al ser lleno y controlado por el Espíritu. Y parte del
130

fruto del Espíritu es la mansedumbre (Gálatas 5:23, traducido como "amabilidad"


en otras versiones).
En el Salmo 37:22 y 29 vemos que los que Dios bendice y los justos son
los que van a heredar la tierra, es decir, los mansos.
La mansedumbre es la actitud que confía, se compromete, ---descansa y espera
en el Señor. Eso es lo que trata el Salmo 37.
Y la recompensa para tal espíritu se da en el versículo 34: Espera en
Jehová, y guarda su camino, y él te exaltará para heredar la tierra; cuando sean
destruidos los pecadores, lo verás.

Mas los transgresores serán todos a una destruidos; la posteridad de los impíos
será extinguida. Pero la salvación de los justos es de Jehová, y él es su fortaleza en
el tiempo de la angustia. Jehová los ayudará y los librará; los libertará de los
impíos, y los salvará, por cuanto en él esperaron.
Salmo 37:38-40
Usted no tiene que aferrarse a su enojo. No tiene que buscar cómo
vengarse de los que le han hecho mal. En mansedumbre, despréndase de todo
eso. Póngalo a los pies de su Salvador. Refúgiese en E1. Extraiga de la fortaleza
de Él. Conozca el alivio y la paz admirable e increíble de deshacerse de todo
enojo y de toda amargura. El Señor le ayudará. No se preocupe por vengarse. En
justicia El se encargará de los que han pecado contra usted o contra sus seres
queridos. No permita que el enojo lo destruya. ¡Qué victoria les daría a los
malvados! Deje el enojo y la amargura vistiéndose con la mansedumbre de
Jesucristo.
Cuando el enojo golpea, la mansedumbre lo pondrá bajo control. Cuando
anda con mansedumbre, usted ofrece la otra mejilla. Amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los
que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en
los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre
justos e injustos. Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en
los cielos es perfecto (Mateo 5:44-45,48).
La mansedumbre se puede comportar de esa manera por-que se da cuenta
de que los insultos y las heridas que el hombre puede causar son sólo permitidos
y usados por Dios para la disciplina y purificación de sus hijos.
Vaya a Jesucristo, si está cansado y cargado con heridas, enojo y
amargura, y Él le dará descanso. Tome el yugo de El, hágase su compañero.
Ponga el reino de Dios y su gloria como su meta, su misión. Aprenda de
Jesucristo, porque Él es manso y humilde de corazón. Hágalo y encontrará
descanso; bendito, dulce descanso para su alma. Encontrará que el yugo de Él es
fácil y agradable, y que la carga de Él es ligera; ligera porque usted está unido
junto al Omnipotente que es el que lleva sus cargas.
Doble sus rodillas en oración. Tome la definición de mansedumbre y
personalícela. Dígale a Dios que aceptará los tratos de El con usted como buenos
y, por lo tanto, dejará de murmurar acerca de su pasado. Dejará de discutir con Él
sobre la razón por la cual sucedieron esas cosas. Usted cambiará su enojo y su
amargura por la mansedumbre de Él. Dígale que va a confiar en que El usará las
cosas horribles y difíciles de su vida como los instrumentos de disciplina y
purificación para hacerle a la imagen de su Hijo.
131

Segundo Día
La amargura surge cuando usted no reacciona a las circunstancias difíciles
de la vida desde una perspectiva bíblica. Es un estado mental enojado y resentido
que a menudo se dirige hacia Dios. Tal amargura hace que se desprecien las
bendiciones de Dios. La amargura también puede ser hacia otras personas,
mostrando su presencia como una perspectiva enojada y hostil de la vida
expresada en resentimiento y explosiones de enojo hacia otros.
Si no abandona la amargura, ella ocupará el corazón, crecerá allí y
producirá fruto que estorbará la vida en la que ha echado raíces. También
contaminará a otras personas.
La porción bíblica que nos enseña como tratar con la amargura es Hebreos 12. A
fin de apreciar Hebreos 12, necesita comprender el contexto y la ocasión de esa
epístola. Es una palabra de exhortación escrita a los cristianos hebreos que
estaban pasando por una gran prueba para su fe. Habían soportado gran
combate de padecimientos; por una parte, ciertamente, con vituperios y
tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra, llegasteis a ser compañeros
de los que estaban en una situación semejante (Hebreos 10:32-33). Algunos
habían sido puestos en prisión debido a su fe. Otros habían sufrido la pérdida de
propiedades y posesiones sólo porque eran cristianos. Muchos habían sufrido
maltratos. Para algunos era muy fuerte la tentación de abandonar su recién
encontrado cristianismo y volver al estilo de adoración del antiguo pacto. El
cristianismo era una disciplina de vida que costaba mucho, y algunos se
preguntaban si valía la pena.
El propósito de Hebreos 12 era animar a esos santos que sufrían a que se
despojaran de todo peso y corrieran con paciencia la carrera que tenían por
delante, "puestos los ojos en Jesús" (vv. 1-2). Después de decir todo eso y de
poner como ejemplo a Jesucristo, el autor del libro de Hebreos explica la
naturaleza de lo que estaban soportando. Era la paideia del Señor, el
adiestramiento, la disciplina que todo verdadero hijo de Dios experimenta.
Lea Hebreos 12:5-15, impreso a continuación, para que pueda aprender
que la amargura tiene que ver con la disciplina. Cuando lea, marque cada uso de
la palabra disciplina. Marque las palabras hijo e hijos de la misma manera. Y
marque las palabras que se refieren a nosotros, los hijos de Dios: su, nosotros, y
nuestro. Marque las palabras gracia y amargura, y cada referencia al Señor junto
con los pronombres que se refieren a Él.

HEBREOS 12:5-15
5 Y habéis ya olvidado la exhortación que como a hijos se os dirige,
diciendo: hijo mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni
desmayes cuando eres reprendido por él;

6 porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe


por hijo.
7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ^qué hijo es
aquel a quien el padre no disciplina?

8 Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido


participantes, entonces sois bastardos, y no hijos.
132

9 Por otra parte, tuvimos a nuestros padres terrenales que nos


disciplinaban, y los venerábamos. ¿Por qué no obedece-remos mucho
mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?

10 Y aquéllos, ciertamente por pacos días nos disciplinaban como a


ellos les parecía, pero éste para lo que nos es provechoso, para que
participemos de su santidad.

11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de


gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los
que en ella han sido ejercitados.

12 Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas;

13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo coja no se


salga del camino, sino que sea sanado.

14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al


Señor.

15 Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios;


que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos
sean contaminados.

Ahora haga una lista de todo lo que aprendió acerca de cada palabra que
marcó. Asegúrese de que no pierda ninguna instrucción u orden que se nos da.
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Por último, escriba un breve informe explicando cómo se relacionan todas
esas verdades con la sanidad de las heridas. ¿Qué hay en esa porción que
curarían su enojo y su amargura, y le protegerían de que sea una víctima de los
sucesos de su vida?
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Amigo, este estudio es muy importante. ¿Se da cuenta de lo imperativo que
es que se adhiera a esas verdades y viva de acuerdo con ellas? No hay ninguna
sanidad verdadera, profunda y duradera separada de tal obediencia de fe.

Tercer Día
La aceptación es una de las principales condiciones sobre las que
descansa su sanidad. Dije aceptación, no consentimiento. Aceptar es creer y
someter. Consentir es sencillamente rendirse, resignarse a algo o a alguien.
¿Qué es lo que debe aceptar si va a ser sanado por el Señor? La siguiente lista
contiene lo que creo que es esencial - crucial - y obligatorio para su sanidad.
133

1. Conozca a Dios: acepte su carácter y su soberanía.


¿Por qué debemos aceptar su soberanía? Si Dios no está en control - total
y por completo - entonces ¿en las manos de quién estamos? Si Él no estuviera
enterado de lo que nos va a pasar, entonces ¿cómo pudiera hacer que todas
las cosas ayuden para nuestro bien y para nuestra semejanza a Cristo? Si el
ser humano, Satanás, los accidentes, o "el destino" nos pueden hacer cosas sin
el permiso o conocimiento de Dios, entonces estamos en un grave aprieto,
porque significaría que Dios no está en control.
Debido a que Dios es soberano, usted tiene que saber cómo es el Dios
que gobierna sobre todo. Cuando conozca su carácter, uno de los atributos
principales de Dios que necesita compren der es que Dios es amor. Dios lo ama,
amigo, sin importar cómo es usted, sin importar lo que haga. Dios es amor y es su
amor el que lo atrae a Él. Dios es el iniciador del amor.

Dios dice: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi


misericordia (Jeremías 31:3). El amor desea el bien más alto para usted y está
dispuesto a pagar el máximo de los sacrificios para lograrlo. Ese sacrificio fue el
Hijo de Dios. Las heridas son sanadas por el amor incondicional. Acepte el amor
de Dios, acepte su carácter, acepte su soberanía.
2. Acepte la gracia de Dios.
Hay un aspecto triple de la gracia de Dios que afecta su sanidad.
En primer lugar, debe aceptar la gracia salvadora de Dios, porque es
por gracia que es salvo por medio de la fe. La gracia es un don de Dios,
nunca el resultado de las obras. En su pacto de gracia Dios quita sus pecados y
pone su Espíritu dentro de usted. El Espíritu lo capacita para llevar una vida recta.
El Espíritu es también el sello, la garantía, de que Dios mantendrá y completará
su pacto redimiendo su cuerpo y otorgándole vida eterna en su presencia.
Para mi, el aceptar la gracia de Dios es aceptar el hecho de que
Jesucristo es Dios, el que lo libertará de su pecado cuando reconozca que El es
quien dice que es y que, por lo tanto, tiene el derecho a controlar su vida. Una y
otra vez en nuestras sesiones de consejería, el personal que trabaja conmigo y yo
hemos visto que es esencial para la sanidad el aceptar la deidad y el señorío de
Jesucristo y someterse a Él.
En segundo lugar, la gracia lo guarda de la amargura. Demos una mirada
más detallada a Hebreos 12:15-16:
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de
Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por
ella muchos sean contaminados; no sea que haya algún
fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida
vendió su primogenitura.
En medio de tribulaciones, pruebas y tentaciones usted puede descansar
seguro en el hecho de que la gracia de Dios es suficiente para permitirle
encargarse de todo lo que venga en su camino. Cuando su Padre celestial
permite, en su soberanía, que soportemos la disciplina o el castigo en nuestro
adiestra-miento como hijos, no tenemos que dejar de alcanzar la gracia de Dios.
Dejar de alcanzar la gracia de Dios es dejar de apropiarnos de todo lo que Dios
ha provisto para nosotros y que se nos da libremente con una condición y sólo
con una condición: la de la fe.
El autor del libro de Hebreos pone a Esaú como ejemplo de uno que dejó
de apropiarse de la gracia de Dios. En un momento de hambre físico extremo,
Esaú despreció su derecho de nacimiento a fin de ganar la satisfacción temporal
134

de su carne. La gracia de Dios era suficiente para ayudar a Esaú a tratar con sus
anhelos, pero él no se apropió de ella.
¿Puede observar el paralelo? La gracia de Dios es suficiente para cualquier
prueba, cualquier herida, cualquier fracaso. Es suya sin condiciones, sólo por
creer. La cuestión es: ¿Se apropiará de ella por la fe? Cualquiera sea su herida,
su daño, su pasado, la gracia de Dios es suficiente. Acepte esa gracia.
El tercer aspecto de la gracia de Dios que tiene que aceptar para su salud
es con respecto a quién y qué es usted. Pablo dijo en 1 Corintios 15:10: Pero por
la gracia de Dios soy lo que soy. Todo, desde el momento en que fue concebido
hasta ahora, ha contribuido a hacerlo de Dios y, así, su colaborador para el
progreso de su reino. Tal vez esta verdad le sea difícil de comprender, pero es lo
que dice la Palabra de Dios, y Dios no miente. Recuerde lo que dice Juan 15:16:
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo as elegía vosotros, y os he puesto
para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que
pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. Usted es hechura suya, creado en
Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que
usted anduviese en ellas (Efesios 2:10).
Si deja de aceptar esas verdades y de vivir en obediencia fiel a ellas, eso
es dejar de alcanzar la gracia de Dios. Pablo nunca permitió que la maldad de su
pasado, la encarcelación y la muerte de muchos cristianos, el momento preciso
de su salvación, su aspecto físico y su hablar poco atractivo, o su imperfecto
cumplimiento como cristiano fueran impedimentos para seguir adelante a una vida
fructífera para Cristo. Ya que Pablo aceptó la gracia de Dios en toda su plenitud,
pudo decir: Su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más
que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo (1 Corintios 15:10)
La gracia de Dios será vana en su vida si dice: “Yo sé lo que Dios dice,
PERO _____________________________”
Cualquier cosa que usted agregue sería una contradicción a la veracidad
de la Palabra de Dios y a la suficiencia de su gracia, porque su gracia toma su
debilidad y la transforma en la fortaleza de El.
Amigo, ¿se da cuenta de que Dios no necesita nada de lo que usted tiene?
Sólo quiere lo que usted es, para que pueda llenarlo con Él mismo.
Cuando se mueve en fe, aceptando la gracia de Dios, su vida tendrá gran
importancia en el reino de Dios. Tal vez muchas veces su importancia
permanezca invisible para usted, pero no es invisible para Dios. Es todo un
asunto de obediencia de fe. La gracia hará el resto. Ahora bien, no permita que la
gracia de Dios sea en vano, acéptela.
3. Acepte el amor de Dios.
El amor sana. Vamos a estudiar eso durante los próximos dos días. Vaya al
Señor y pídale que le muestre si está fallando en algunos de esos aspectos.
Luego, en el espacio que sigue, escriba lo que Dios le muestre y lo que necesita
hacer con ello.
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_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
La incredulidad, que es la raíz de todos los pecados, se cura con el creer, y
el creer trae sanidad.
135

Cuarto Día
Dios lo ama con un amor eterno e incondicional. Cuando usted acepta esa
verdad y se aferra a ella sin importarle otra cosa, encontrará sanidad. Dorie, una
querida amiga, ilustra eso muy bien. Cuando conocí a Dorie Van Stone, ella y yo
estábamos compartiendo la plataforma en una conferencia que se daba en el
Instituto Bíblico Moody:
Dorie era una de dos hijas; "la fea" dice Dorie. Fue rechazada por su madre
mientras que su hermana fue recibida con los brazos abiertos. Dorie fue puesta
en un orfanato donde se la golpeaba casi todas las noches. En ese orfanato
sucedía todo tipo de maltrato, incluso abuso sexual, pero fue allí donde ella oyó
por primera vez, a través de un grupo de una iglesia que visitaba el orfanato, que
Dios la amaba. Aunque nunca sintió el amor de nadie, con fe de niña aceptó el
hecho de que Dios la amaba.
Aferrada al regalo de su propio Nuevo Testamento y esa verdad, Dorie
soportó años de mucho maltrato físico y emocional. Después del orfanato, Dorie
fue colocada en una familia adoptiva donde no era nada más que una esclava
despreciada. Fue el creer que Dios la amaba lo que la sostuvo a través del
rechazo total de su madre. Cuando la madre de Dorie fue llevada a los tribunales
para reclamar a su hija, se negó a tener la custodia de ella y le dijo al juez en
presencia de Dorie que deseaba que nunca hubiera nacido. E1 creer la verdad del
amor de Dios sostuvo a Dorie a través del gozo de encontrar a su padre, de
experimentar su amor y de ser rechazada por él debido a que ella no quiso negar
a Jesucristo. El creer en el amor de Dios y en su soberanía sostuvo a Dorie a
través de la repentina e inesperada muerte de su esposo, Lloyd, a la edad de
sesenta y dos años.
En la actualidad hay muchas voces en el mundo, y aun dentro del
cristianismo, diciéndonos que la raíz y la fuente de nuestros problemas, es la falta
de amor por uno mismo y de estima propia. Suena bien, en especial cuando viene
de los llamados expertos. Tal vez hasta suene más plausible cuando viene de
cristianos activos. También parece más creíble cuando lo vemos impreso;
considerado, explicado y comprobado por otros "expertos" en revistas y libros.
Pero ¿qué dice la Palabra de Dios acerca de la estima propia, el valor propio o la
imagen propia? Nada, excepto que separados de Jesucristo no somos nada.
En ningún lugar la Palabra de Dios nos dice que nuestro problema es una falta de
estima propia, la falta de amor por uno mismo o que es debido a una imagen
propia deficiente. En cambio, la Biblia nos dice que desde el principio del huerto
del Edén, el problema del hombre fue la incredulidad. La incredulidad, como ya ha
visto, hizo que el hombre pecara. El pecado separó al hombre de Dios y Dios es
amor. Cuando el hombre se aleja del amor, entonces comienza la búsqueda de
un sustituto. En su búsqueda, causan mucho dolor e infligen muchas heridas. El
amor por uno mismo es ese deficiente, pero muy engañoso, sustituto del amor de
Dios que de una manera engañosa pone al hombre en el centro en vez de que
Dios ocupe ese lugar. Es entonces que Dios existe para el hombre, en vez de
éste para Dios.
El amor por uno mismo y la estima propia le enseñarán que usted tiene valor y
mérito lejos de Dios. Eso es orgullo. ¿Es una mentira del diablo! Algunos le dirán
que el amor por uno mismo y la estima propia deben estar presentes antes que
pueda amar a Dios o a otro ser humano. Le dirán que nunca puede amar a su
prójimo hasta que no se ame a sí mismo.
136

Esas son distorsiones sutiles de la Palabra de Dios; distorsiones en las que


puede caer sin sospechar si no se detiene a examinarlas con atención. Eso me
sucedió a mí porque me encontré leyendo los libros, escuchando las grabaciones
y adquiriendo la jerga de algunas personas que aman a Dios y que son
aclamadas como expertos. Debido a que mucha gente se reúne para escucharlos
y hasta cierto punto se los ayuda, no significa que estén enseñando la verdad.
Aunque algunas personas son al parecer sanadas, eso no hace que el método 0
teoría sea correcto o agradable a los ojos de Dios. Muchas personas son sanadas
por medio de la operación psíquica pero eso no la hace correcta. Sin embargo, en
la enseñanza del amor por uno mismo y de la estima propia, usted puede ser
engañado sutilmente. Esas palabras y enseñanzas se encuentran sólo a un tono
de color alejado de la verdad, pero es un tono que, si no se discierne, lo llevará
más allá del efecto radiante del Hijo hacia una escalofriante oscuridad.
Aceptar el amor es decisivo para su sanidad, pero es aceptar el amor de
Dios en vez del amor por uno mismo. Cuando a usted no le guste quien es o lo
que ha hecho, cuando el enemigo viene a susurrarle a su oído, golpeando a la
puerta de su mente, diciéndole que usted no es nada, póngase de acuerdo con su
adversario. Luego déle la verdad. Dígale que apartado de Jesucristo usted no es
nada y no puede hacer nada que tenga ningún valor o mérito eterno. Pero
también dígale a Satanás que Dios le ama aunque usted no es nada, que lo
acepta así como es y que lo ama con un amor eterno e incondicional, que está en
el proceso de transformarlo a la imagen de El. Dígale al diablo que se encuentra
seguro en el amor de Dios porque el amor de Dios ha sido derramado" en su
corazón `por el Espíritu Santo que nos fue dado (Romanos 5:5), y nada podrá
separar a usted del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro
(Romanos 8:39).
Martín Lutero lo entendió bien cuando dijo: "Dios no nos ama porque
somos valiosos, sino que somos valiosos porque Dios nos ama." En esto consiste
el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a
nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios
nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros... Si nos
amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha
perfeccionado en nosotros (1 Juan 4:10-12).

Quinto Día
Cuando acepta el amor de Dios, permitirá que Dios ame a otras personas a
través de usted. Eso es parte de la sanidad. Habiendo creído y recibido el amor
de Dios y, de esa manera, teniendo su amor derramado en nuestro corazón, nos
convertimos en canales de su amor (Romanos 5:5). Y la sanidad continúa.
Mientras estoy escribiendo, puedo oír a mi amiga Sandi Patti cantando: "Y el
regalo continúa." La canción nos dice que el Padre ama al Hijo, el Hijo nos ama y
entonces nosotros podemos amar. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó
primero (1 Juan 4:19).
¡Qué distinto de lo que oímos! Muchas personas están diciendo que el
amarse a sí mismo es el requisito previo para amar a otros. Dicen que nuestra
capacidad para amar a Dios y para amar a nuestro prójimo es proporcional a
nuestra capacidad para amarnos a nosotros mismos. En otras palabras, si no
puede amarse a sí mismo, no puede amar a su prójimo 0 a Dios.
137

La manera de amar a otros no es por medio de amarse a uno mismo. Para amar
en realidad a Dios y a otros, debemos morir a nuestro yo. La muerte a mi yo hace
que tome mi cruz, me niegue a mí mismo y le siga a Él.
1. Busque Marcos 8:35-36. ¿Qué dice Jesucristo acerca de nuestra vida en
esos versículos?
_________________________________________________________
_________________________________________________________
2. ¿Qué dice Pablo con respecto al yo en Gálatas 2:20?
a. Escriba Gálatas 2:20 y comience a memorizarlo.
___________________________________________________
___________________________________________________
b. Ahora que lo ha escrito, ¿cómo se compara eso con lo que he dicho
acerca del amor a uno mismo, la estima propia y la imagen propia?
___________________________________________________
___________________________________________________

Cuando usted y yo aprendamos a llevar la vida crucificada, nuestra vida va


a estar de forma constante muerta al yo en vez de amarnos a nosotros mismos.
Tal vez se esté preguntando: ¿Pero qué pasa con el mandamiento de amar a mi
prójimo como a mí mismo? ¿No significa eso que tengo que amarme a mí mismo?

Hagamos una pequeña investigación en la Palabra, así usted puede


encontrar la respuesta de Dios.
3. Busque Romanos 13:8-10 y escriba los versículos o escriba la esencia de lo
que están enseñando esos versículos.
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_________________________________________________________
_________________________________________________________
_________________________________________________________
4. Ahora lea Marcos 12:28-33.

5. ¿En cuál de esas porciones Dios le, dice o le ordena amarse a sí mismo?
^Qué está enseñando El acerca del yo en esos versículos?
_________________________________________________________
_________________________________________________________
_________________________________________________________
6. Busque Filipenses 2:3-8. ¿Está enseñando el amor al yo o la muerte al yo?
¿Qué dicen en esencia esos versículos que nos ayudarían a tener una
opinión bíblica correcta con respecto al yo? Al responder, no se olvide del
ejemplo de Cristo.
_________________________________________________________
_________________________________________________________
_________________________________________________________
7. Ahora busque 2 Timoteo 3:1-5. ¿Qué aprende con respecto al amar al yo en
esa porción?
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_________________________________________________________

Algunas personas que apoyan la opinión del amor a uno mismo y de la


estima propia señalan la cruz como un testimonio de nuestro valor y mérito. Dicen
que si no tuviéramos valor, Dios no habría muerto por nosotros.
138

Amado, la cruz no demuestra nuestro valor para Dios; demuestra el amor


incondicional, de Dios para nosotros.

La Biblia dice: Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su
Hijo unigénito." No dice que Dios nos estimó de tal manera o que vio el valor del
ser humano que dio a su Hijo unigénito. Un estudio cuidadoso del libro de
Romanos, en especial del capítulo nueve, nos mostrará que Dios nunca estuvo en
deuda con el ser humano. En cambio, fue por su misericordia que Dios nos salvó.
De manera que de quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer,
endurece (9:18). La salvación es pura y totalmente por gracia, por lo tanto, no
puede basarse en méritos.
Por favor, cuando presente el evangelio, no lo haga sobre la base del valor
del ser humano, porque lo deformaría. Es pura gracia que derrama el amor "que
salvó a un vil como yo", como John Newton, el escritor de Maravillosa gracia tan
bien lo expresó. Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús
vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero
por esto fui recibido a misericordia (1 Timoteo 1:15-16). Los pecadores merecen
el infierno. Dios en su amor, por su misericordia y su gracia, les ofrece el cielo, un
lugar y una vida donde El va a expresar por la eternidad su amor hacia nosotros.
Un lugar donde, al final, podremos expresar plenamente nuestro amor por Él...
¡porque Él nos amó primero!
¿Aceptará no sólo su amor, sino también su llamado - la cruz - donde usted
murió a su yo, para que pueda vivir para Dios? Se convertirá en un canal del amor
de Dios hacia otros. Usted, como una rama, llevará el fruto del amor, no para sí
mismo, sino para otros. El amor de Dios fluyendo a través de usted sanará a otras
personas.

Sexto Día
Escritas en la parte superior de un cuadernillo de apuntes se encontraban
estas palabras: "Use todo lo que quiera, cada vez que lo necesite. Que Dios sea
glorificado por medio de todo esto." Y así para la gloria de Dios, he escogido lo
siguiente:
Nunca supe lo que era el verdadero amor materno o paterno. Mis padres fueron
criados en hogares donde no se expresaba el amor y, en consecuencia, nosotros --- mis dos
hermanos y una hermana --- fuimos también criados de esa manera. De los cuatro hijos,
parecía ser que yo era la que siempre era elegida para ser regañada. También era la
celadora; mantenía juntos a todos los demás. Parecía que sentía el rechazo y a falta de
amor debido a que a una edad muy temprana comencé a destruirme a mí misma. Esa
conducta duró hasta que acudí al Señor cuando tenía treinta años.

Su padre borracho le disparó con un arma de fuego. Ella era la sirvienta, la


cocinera y la casera para sus padres alcohólicos y sus hermanos. Era la que
rescataba a su madre cuando su padre la violaba de manera injuriosa en una furia
de borracho. Fue abusada sexualmente por su abuelo desde que tenía diez años,
con respecto a lo cual escribió:
Crecí odiando el sexo debido a la manera pervertida en que lo vi usarse. Después
lo vi usarse de otra manera y lo odié aún más. Cuando mi abuelo se aprovechaba
de mí, yo era como un cadáver. Estaba tan llena de miedo. Comencé a tener miedo
de todos los hombres y me aislé aún más. Mi abuelo había avanzado desde
139

empezar a tocarme hasta el acto sexual y yo me había desviado desde ser una niña
inocente a ser una mujer adulta con un cuerpo de niña. Me sentía abusada de todas
las formas posibles. Para mí, ese era un destino peor que la muerte. Estaba siendo
atormentada por las mismas personas que debieran amarme y educarme para
entrar en la adultez. Sentía que a nadie le importaba. Me convertí en una niña
muy enojada y comencé a expresar mi conducta en acciones delictivas. Buscaba
con mucha desesperación a alguien que se interesara en mí, pero parecía que
nadie lo hacía. Dios se interesaba; pero en ese tiempo no tenía idea de quien era
El en realidad. Sólo había oído su nombre en maldiciones, pero no como mi Padre
o como alguien que se interesaba por lo que me pasaba. Me metí en problemas
serios con la ley por haber entrado por la fuerza en una casa para robar.

Por último, en la soberanía de Dios, por medio de un ministerio en


ómnibus, se le presentó el pueblo de Dios a esa mujer. ¡Qué lección hay aquí
para nosotros en expresar sin cansancio el amor incondicional de Dios para otros
como ella misma lo expresa! "Dios trajo a muchas personas a mi vida para
acercarme a Él. Yo buscaba y buscaba pero nunca podía confiar demasiado
como para rendirme por completo y permitirle a Dios que gobernara mi vida. Tan
pronto como mis padres notaron lo mucho que disfrutaba yendo a la iglesia, me
quitaron esa alegría."
Cuando ella tenía diecisiete años, después de una severa paliza de su
padre, fue ubicada en un hogar adoptivo. "Dios sabía lo que hacía. Esas personas
eran buenos cristianos." Pero "yo me escapaba de todos los que me requerían un
compromiso. La vida se hizo insoportable otra vez." Intentó suicidarse, pero era
para llamar la atención. Después asistió durante un año a una escuela bíblica con
una pareja piadosa que se interesó mucho en ella. Luego de graduarse de la
universidad con un título en psicología, "todavía estaba buscando la respuesta.
Trataba de explicarme por qué tenía problemas."

Con toda la psicología y el conocimiento intelectual de la Biblia, todavía no tenía


paz. Mientras tanto me comprometí en Precepto y comencé a estudiar con fervor.
Deseaba de todo corazón conocer quién era Dios y qué propósito tendría con mi
vida. Comencé a enseñar en la escuela a niños perturbados emocionalmente y
ahogué mis problemas ayudándoles. Me volví aún más deprimida y suicida. Me
aislé de todos mis amigos. Me llamaban por teléfono pero lo dejaba sonar por
horas. Venían a mi casa, pero no les abría la puerta. Comencé a rechazar a todos los
que me trataban de ayudar. El viejo patrón de conducta se había apoderado de mí
otra vez. TODAVÍA NO HABÍA MUERTO A MÍ MISMA. Quería controlar mi
vida y dejar que Dios tuviera una partecita de ella. Una amiga vino a visitarme una
noche y me encontró en la puerta cuando estaba saliendo.
Me hizo regresar a la sala, me hizo sentar y trató de explicarme lo que yo le
estaba haciendo a ella y a mis otros amigos. Nunca se me ocurrió pensar que
estaba hiriendo a nadie más que a mí misma. Ellos en realidad se interesaban por mí
pero yo no les creía. Mi amiga comenzó a llorar pero no podía creerlo. Nunca tuve
a nadie que llorara por nada que me hubiera hecho a mí misma. Eso me sacó de
quicio.
Después que ella se fue comencé a examinar mi corazón. Era una piedra fría.
Dios me hizo darme cuenta de mi culpa y me mostró mi pecado y lo egoísta que era
en realidad. Decidí allí que era tiempo de rendirme y de permitirle a Dios que
controlara por completo mi vida. Sentí una paz muy grande. La depresión se disipó,
pero los viejos patrones de conducta fueron difíciles de romper. Al perder mi
140

empleo, me di cuenta de que mi devoción tenía que ser por completo para Dios.
Cuando ponía otras cosas antes que Él, Dios las eliminaba y me mostraba donde
tenía que estar mi verdadera devoción.
Dios ha cambiado mi vida. Ya no tengo que vivir deprimida o con
pensamientos suicidas. LA ELECCIÓN ES MÍA. Estoy muerta y ya no tengo que
vivir de esa manera. Vivir en libertad se convirtió en una alegría porque sé que en
Cristo y por medio de É1 puedo hacer todo lo que Dios me pida.

Todavía tengo que tratar con el rechazo, pero sé que Dios está presente. El está,
y estuvo, controlando todo y no va a permitir nada en mi vida que no sea para mi
bien, que no sea para su gloria, o que no pueda enfrentar con su ayuda. ¡Él es Dios!
¿Quién soy yo para poner en duda lo que Él hace? Tengo, pues, de qué gloriarme en
Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere. Porque no osaría hablar sino de lo
que Cristo ha hecho por medio de mí (Romanos 15:17-18).

Hay una lección esencial en este testimonio que no debe perder, y es la


necesidad constante de echar todas nuestras inquietudes sobre Dios. Si bien no
he nombrado todas las heridas con las que pueda tener que tratar,
fundamentalmente el remedio se encontrará, en principio, en lo que hemos visto y
en lo que vamos a ver mañana. Cada vez que surge una herida, ocurre un dolor o
se despierta un recuerdo, humíllese delante de Dios. No intente tratar con ellos en
su propia fuerza o a su manera. Jesucristo está allí. Usted está unido a Él. Eche
esa carga, esa inquietud, esa ansiedad sobre É1; porque El se interesa por usted
(1 Pedro 5:6-7).

Séptimo Día
Muchas de nuestras heridas están centradas en la falta de aceptación.
¿Recuerda el dolor que sentía cuando otras personas no le aceptaban por lo que
era usted? ¿El dolor que tenía cuando otras personas, de una u otra forma, lo
rechazaban? Estamos heridos porque no somos aceptados por otras personas; y
así nos sentimos rechazados. También experimentamos dolor porque no
aceptamos a otras personas.
Vamos a tratar con el segundo aspecto de esas heridas, el no aceptar a
otras personas, en nuestro último día de estudio. Muchos están heridos porque
sus padres, su esposo o esposa, sus hijos, sus amigos, alguien en su vida, no
vivieron de acuerdo con las expectativas, deseos o ideales de ellos o no pudieron
satisfacer los mismos.
Permítame resumirlo de esta manera. Por lo general nos duele y
encontramos difícil aceptar a alguien:
1. Porque pensamos (con razón o sin ella) que nos debe algo, que tiene una
"deuda" que no ha satisfecho. Puede ser amor, respeto, estima, tiempo.
2. Porque no es lo que queríamos o esperábamos en nuestra relación con esa
persona, (por ejemplo: como padre, madre, hija, hijo, esposo, esposa,
amigo, amiga).
3. Debido a sus acciones, a sus hábitos característicos o a la forma en que
nos trata. Nos recuerdan a alguien que nos ha herido, amargado, fallado o
rechazado.
141

En otras palabras, hemos sido heridos porque fuimos nosotros los que no
pudimos aceptar a otros por una de las razones que acabo de mencionar. Por
ejemplo, tal vez esté herido porque nunca tuvo el tipo de familia como en las
series de televisión sobre familias ideales que veía representarse cada semana
mientras estaba creciendo.
Usted mira el programa de Cosby y languidece por dentro porque su padre
nunca estaba en casa, y cuando estaba, no quería que lo molestara. Tal vez
hasta haya ido a él y le haya rogado que le diera más atención. Tal vez le haya
dicho que había un vacío profundo en su vida debido a que él no lo tuvo en sus
brazos, no lo tocaba, no iba a los partidos o actividades de la escuela, o
sencillamente porque no fue y no hizo lo que un padre es y hace. Tal vez haya
alcanzado el valor para expresar todo eso, y aún así él no ha cambiado. Cuando
eso sucede, la herida parece peor, porque no es como sí él no supiera de sus
necesidades. Ahora las sabe y todavía no le importa hacer nada para mejorar la
relación, lo que parece como un rechazo aún mayor y, en un sentido, lo es.
Y luego si algunas personas aparecen y le dicen que debido a que ha sido
privado del amor y de la atención de su padre usted tendrá problemas por el resto
de su vida, su herida se intensifica. ¡Qué deprimente! ¡Qué frustrante! Y así será,
ama-do, continua y de forma persistente, derrotándolo hasta que acepte a su
padre tal como es. La herida y el dolor continuarán, no porque él no lo ha
aceptado, sino porque usted no lo ha aceptado a él tal como es. EL rechazo de su
padre, su falta de voluntad para satisfacer sus necesidades cuando era niño, su
falta de amor, su egoísmo, son todos malos. El será responsable ante el Padre
celestial. Sin embargo, usted no puede cambiarlo. Lo que sí puede cambiar es la
manera en que reacciona ante su padre. Ninguna otra persona puede hacerlo por
usted.
No experimentará sanidad hasta que se incline delante de Dios en
mansedumbre y acepte el hecho de que esa relación ha sido permitida por Dios y
que tiene un propósito eterno. Si esa relación lo iba a dañar permanentemente
como dirían muchas personas atrapadas en la sabiduría humana, entonces Dios
hubiera intervenido. Recuerde - no las olvide nunca - las promesas de la Palabra
de Dios referentes a que todas las cosas ayudan a bien para conformarlo a la
imagen de El. Nunca olvide que Dios lo ama.
He usado la ilustración de un padre y su hijo; sin embargo, estoy segura de que
se da cuenta de que pudiéramos usar otras combinaciones, tales como esposo y
esposa, usted, y... cualquier otra persona.
Ahora bien, quiero que dedique unos minutos para pensar en esas
personas que lo estorban de alguna manera; los que lo irritan, los que quiere
evitar, con los que no quiere tener nada que ver en absoluto.

1. Haga una lista de sus nombres. Luego, considerando las cinco preguntas
que siguen, escriba las respuestas a las preguntas que corresponden a cada
persona. Tal vez necesite usar más espacio que el provisto. Si es así, use
otra hoja.
a. ¿Qué cree usted que______________________ le debe?
b. ¿Qué merece usted en su relación con ___________________que no
está recibiendo o que nunca ha recibido?
c. ¿Es el molde en que espera que encajen, el mismo molde al cual usted
cree que Dios desea que encajen?
d. ¿Se siente agraviado porque le hace recordar a alguien? ¿A quién?
¿Cómo?
142

e. ¿Proyecta sentimientos, actitudes o pensamientos en esa persona que


usted no está absolutamente seguro de que los tiene? ¿Por qué?
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________
_____________________________________________________________

2. Habiendo hecho eso, busque Romanos 15:7, y escríbalo.


____________________________________________________________
____________________________________________________________
____________________________________________________________
a. ¿En que estado se encontraba usted, amigo, cuando Jesucristo lo
aceptó?
____________________________________________________________
b. Si usted fuera a extender el amor de Dios a las personas que puso en
su lista, ¿qué les diría a cada una de ellas?
Haga una lista de sus nombres, y luego al lado, escriba lo que necesita hacer con
cada persona para ser obediente a Romanos 15:7.
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
_________________________________________________________________
3. ¿Está dispuesto a perdonarlas? Recuerde que el amor y el perdón van
juntos como las dos orejas, las dos fosas nasales, los dos ojos.
4. Ahora vuelva a considerar su lista de nombres y, uno por uno, dígale a Dios,
en un acto de fiel obediencia, que los aceptará como Él y su Hijo lo han
aceptado a usted.

No puedo creer que hemos completado nuestras trece semanas. Gracias


por haber permanecido fiel y por haber estudiado con diligencia la Palabra de
Dios. Estoy segura de que se da cuenta, amigo, de que sólo conocer todas esas
verdades y principios no le producirán su sanidad. Ellas deben aplicarse momento
a momento, oportunidad tras oportunidad. Si no puede hacerlo solo, no se sienta
avergonzado. Dios no lo dejó solo; Él lo hizo una parte de su cuerpo. Pídale a su
Padre Dios que lo dirija hacía alguien que conozca la Palabra, que ame al Señor y
que esté dispuesto a ayudarle a poner en práctica las verdades de la Palabra de
Dios que necesitan aplicarse en su vida.
Y, sobre todo, no deje que éste sea el fin de su estudio de la Biblia. He
estado orando para que comience un estudio sistemático de la Palabra de Dios.
Hay muchos buenos estudios bíblicos asequibles para los cristianos de hoy. Le
sugeriría que elija uno que le enseñe cómo profundizar en la Palabra de Dios por
usted mismo para que pueda aprender las capacidades que le permitirán estudiar
y discernir la verdad por usted mismo. Creo que nos esperan días difíciles, y el
pueblo de Dios necesita saber cómo alimentarse por sí mismo. Por supuesto,
consideraría un privilegio seguir siendo su maestra de una manera indirecta por
143

medio de la Biblia de Estudio Inductivo y mi libro Cómo estudiar su Biblia


publicados por Editorial Vida.
Un estudio continuo de la Palabra es crucial como medicina preventiva
para las heridas de la vida que seguro vendrán. Si la Palabra de Dios es el
bálsamo de Galaad ¡no podemos andar sin él! ¡Y lo es!

Gracia y paz os sean multiplicadas, en el conocimiento de Dios y de nuestro Señor


Jesús. Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido
dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamó por su
gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas
promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina,
habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la
concupiscencia.
2 Pedro 1:2-4

Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos
los que hacen maldad serán estopa; aquel día que vendrá los abrasará, ha dicho
Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama. Más a vosotros los que
teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación; y
saldréis, y saltaréis como becerros de la manada. Hollaréis a los malos, los
cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies, en el día en que yo actúe, ha
dicho Jehová de los ejércitos.
Malaquías 4:1-3

Lo amo en el Señor.
144

Preguntas para el estudio en Grupo


Si usted desea usar Señor, sana mis heridas como un estudio en grupo, le
sugerimos que:

1. En oración encomiende el estudio al Señor, buscando su dirección en


cada paso.

2. Cada alumno debe comprar un libro y hacer el estudio en casa.

3. Después de cada lección semanal, tenga una clase de estudio en grupo


durante cuarenta a sesenta minutos.

Capitulo uno
1. Al leer las porciones del libro de Jeremías esta semana, vio el estado
quebrantado y herido de las personas. ¿Por qué estaban en ese estado?
2. ¿Cuáles son algunas de las heridas de su vida, de la de los miembros de su
familia, de la vida de sus amigos?
3. ¿Qué semejanza hay entre la época en que vivió Jeremías y la época en
que vivimos?
4. ¿Cuál cree que es la razón de esas heridas y los horrores que vemos en el
mundo todos los días?
5. Cuando hacemos las cosas a nuestra manera y no a la manera de Dios,
¿qué estamos haciendo?
6. En Jeremías 7:1-7 vemos el sentir de Dios hacia el pueblo cuando les ofrece
una oportunidad para hacer una cosa, ¿cuál?
7. Cuando piensa en sus heridas, las heridas de otras personas y la condición
del mundo, ¿se hace eco del clamor de Jeremías que encontramos en
Jeremías 8:18: A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí?
¿Cómo reacciona Dios a ese clamor? ¿Cómo reacciona al problema de la
época de Jeremías y de nuestra época?
8. ¿Qué aprendió de este estudio que puede aplicar a su propia vida?
9. ¿Qué preguntas trajo esta lección a su mente?

Capitulo dos
1. ¿Cuál era la raíz de la angustia de Jeremías cuando lloraba por su pueblo?
2. ¿Cómo sabe que había sanidad disponible para las personas por las cuales
lloraba Jeremías?
3. Uno de los nombres de Dios lo presenta como el Gran Médico. ¿Cuál es el
nombre de Dios que usted aprendió esta semana? ¿Qué significa?
4. ¿Cuándo se usó ese nombre de Dios por primera vez en la Biblia? ¿Qué
estaba tratando Dios de enseñar a su pueblo en esa situación?
5. Aunque Dios quería sanar las heridas de las personas que vivieron en la
época de Jeremías, ¿qué hicieron ellas en vez de ir a Él en busca de
sanidad?
6. Repase brevemente el relato de la vida del rey Asa en 2 Crónicas 14-16.
145

a. Describa los dos sucesos que le dieron a Asa una oportunidad para
acudir al Señor. ¿Cómo respondió a cada uno de ellos?
b. ¿Cómo vio Dios sus respuestas en cada caso?
c. ¿Qué perspectivas obtuvo a partir de la vida de Asa que puede aplicar a
su propia vida?
7. ¿Sana Dios sólo enfermedades físicas? ¿Qué observó y a quienes sanó
Dios en las porciones bíblicas que usó esta semana?
8. El mismo Dios que estaba dispuesto a sanar al pueblo de Jeremías está
dispuesto a sanarlo a usted, a su familia, a sus amigos, a su nación. Pero,
¿es a Él a quien acuden cuando necesitan sanidad?
a. ¿Cuáles son algunos de los lugares a los que las personas acuden en
busca de ayuda y por qué piensa que acuden a esas fuentes?
b. ¿Por qué cree que para algunas personas es difícil acudir a Dios?
9. ¿Qué ha significado esta lección para usted?
10. La próxima vez que esté herido o lastimado, ¿adónde acudirá? ¿Por qué?

Capitulo tres
1. Cuando vimos el clamor de Jeremías en 8:22, observamos que preguntaba
si había o no dos cosas en Galaad que las personas necesitaban para
sanarse. Una de ellas era un Gran Médico, que aprendimos que era Dios.
¿Cuál era la otra cosa que necesitaban para su restauración?
2. Cuando leyó el Salmo 107, ¿qué observó que Dios usaría para traer
sanidad?
3. A partir de su estudio del Salmo 107, ¿qué puede compararse al "bálsamo
de Galaad"? ¿Cuáles eran las dos cosas por las cuales Galaad era
conocida?

4. A partir de su estudio de 2 Timoteo 3:16-17 sobre la Palabra de Dios:


a. ¿Para qué es útil la Palabra de Dios?
b. ¿Qué se logra por la Palabra de Dios?
5. Enuncie brevemente el significado de cada una de las siguientes palabras:
a. Enseñar
b. Reprender
c. Corregir
d. Instruir en justicia
6. ¿Qué significa estar "enteramente preparado para toda buena obra"?
7. ¿De qué manera es la Palabra de Dios diferente de las palabras del
hombre? ¿Observa algún paralelo entre lo que aprendió acerca de la
Palabra de Dios y las dos cosas por las cuales Galaad era conocida?
8. A la luz de su estudio de esta semana, ¿cree que la Palabra de Dios tiene
las respuestas para las heridas de los miembros de su familia, de sus
amigos... para sus propias heridas? ¿Por qué sí o por qué no?
9. Si todo lo que hemos mencionado esta semana es verdad, y la Palabra de
Dios es útil para enseñar, reprender, corregir e instruir en rectitud a fin de
que el hombre o la mujer de Dios estén capacitados y preparados por
completo para hacer toda clase de bien, entonces ¿cuál debe ser su actitud
hacia la Palabra de Dios?
146

10. ¿Qué ha significado para usted la lección de esta semana? ¿Qué cambiará
en su vida como resultado de esta lección?

Capitulo cuatro
1. ¿Cuál es el lugar de refugio para el cristiano? ¿Por qué?
2. Esta semana estudió las diferentes formas por las cuales Cristo suplió para
su sanidad. ¿Cuáles son esas tres formas?
3. Todos nosotros sufrimos - o hemos sufrido - de alguna manera. ¿Cuál es la
raíz verdadera de toda herida que hemos sufrido?
4. Hay una provisión maravillosa que fue hecha para la sanidad de la raíz de
nuestras heridas. ¿Dónde fue hecha esa provisión? ¿Dónde encuentra su
base nuestra sanidad?
5. En Isaías 53:4 leemos: llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros
dolores. De acuerdo con lo que leyó en Mateo 8, ¿cuándo se cumplió la
porción bíblica de Isaías 53:4?
6. ¿De qué manera provee sanidad la obra de Jesucristo en el Calvario?
7. ¿Cuál es el medio por el cual Cristo sigue supliendo para nuestra sanidad?
(Sugerencia: ¡Mientras usted está leyendo esto, Él está haciendo provisión
para su sanidad de esa manera!)
8. ¿Cuál es la verdad preciosa que Hebreos 4:14-16 revela acerca de
Jesucristo, su sumo sacerdote? ¿Puede El comprenderlo cuando intercede
por usted?
9. ¿Cree que Jesucristo puede en realidad sentir compasión de su situación?
Piense en lo que ha estudiado esta semana y en las diferentes cosas que
Cristo sufrió por su salvación y sanidad.
10. A la luz de la lección de la semana pasada y de lo que Cristo hizo para
proporcionar una manera para que usted sea sano, ¿qué hará con sus
heridas? ¿qué le dirá a otras personas que están heridas y que piensan que
estarán incapacitadas por sus heridas durante el resto de su vida?

Capitulo cinco
1. La crucifixión no sólo es una parte vital del evangelio pero hay otro
ingrediente clave para el evangelio. Sin esa parte del evangelio, estaríamos
muertos en nuestras maldades y pecados. ¿Cuál es esa parte clave del
evangelio?
2. ¿Cuáles son las dos verdades esenciales que muestra la resurrección de
Cristo?
3. Explique la importancia de cada una de las verdades de la pregunta anterior.
4. ¿Cuál es la esencia de lo que aprendió en Romanos 6?
5. ¿Cuál es la clave para la victoria sobre un problema? ¿Es suficiente el
consentimiento mental o hay más para ser victorioso sobre un pecado o un
problema que sólo estar de acuerdo con lo que dice Dios?
6. ¿Cuáles son algunos de los mandamientos que Dios da al creyente en
Romanos 6?
7. ¿Qué aprendió del contraste que hace Pablo de los dos esclavos en
Romanos 6?
8. ¿Qué se ha hecho realidad para usted al identificarse con Jesucristo?
147

9. Ya que pertenecemos a Dios, nuestra vida tienen propósito. ¿Qué verdad


maravillosa aprendió de Juan 15:16?
10. A la luz de esta lección, ¿hay algunos conceptos equivocados que ha tenido
sencillamente porque no comprendía por completo todo lo que significaba
estar "en Cristo"? ¿Cómo piensa encargarse de ellos para corregirlos?
¿Cómo piensa avanzar en la verdad?

Capitulo seis
1. ¿Qué dos verdades fundamentales aprendimos la semana pasada que son
la base para que usted pueda tratar con su pasado?
2. ¿De qué cosas está Dios en control, de acuerdo con lo que vio esta semana
en su estudio?
3. Puesto que Él está en control de todas las cosas, ¿cómo se aplica eso a
usted? ¿Vino a Dios por sí mismo o Dios tuvo algo que ver con eso?
4. ¿Cuándo fue usted elegido por Dios? ¿Cómo?
5. ¿Cuáles son las verdades que observó en Romanos 8:28-39 que pertenecen
al hijo de Dios?
6. Si fue elegido desde antes de la fundación del mundo y si lo que aprendió en
Romanos 8 es verdad, entonces ¿qué es cierto acerca de todas las cosas
que constituyen su pasado?
a. ¿Son ellas una sorpresa para Dios?
b. ¿Puede Él usar esas situaciones? ¿Cómo lo sabe?
7. ¿Cuál es el bien que Dios promete producir al usar todo lo que le ha
sucedido en la vida?
8. ¿A partir de lo que aprendió de la Biblia cuando estudió la limpieza y la
transformación, ¿cómo será usted transformado y limpiado?
9. ¿Cuál es uno de los medios principales usados por Dios para conformarnos
a la imagen de su Hijo?
10. ¿Qué significan para usted las verdades para cada día que ha aprendido
esta semana? ¿Cómo puede aplicarlas a su vida momento a momento?

Capitulo siete
1. Si es verdad que Dios es soberano y que está en control y sí Él lo eligió
antes de la fundación del mundo para ser de Él:
a. ¿Estuvo Dios sorprendido en el momento preciso de su salvación?
b. ¿Qué aprendió acerca del momento preciso de la salvación de Pablo?
2. A La luz de todo lo que hemos aprendido, ¿tomó de sorpresa a Dios algo
que le pasó a usted como hijo de El durante su niñez durante su
adolescencia, durante sus primeros años de adulto, durante su adultez o
durante su vejez? ¿Puede Dios utilizar las diferentes situaciones que
ocurrieron en cada etapa de su vida o esos sucesos le han arruinado la
vida? ¿Cómo lo sabe? ¿De qué manera Él usará cada incidente?
3. Cuando usted leyó y volvió a leer el Salmo 139, ¿cuáles fueron los diferentes
aspectos del carácter de Dios que observó o cuáles fueron sus atributos que
se encuentran en ese salmo?
4. a partir de las verdades del Salmo 139, ¿a quién conoce Dios? ¿Lo conoce
bien?
5. ¿Qué sabe El acerca de usted? ¿Sabe Él cuando usted sufre?
148

6. ¿Dónde está siempre Dios de acuerdo con el Salmo 139? Cuando usted fue
herido, ¿dónde estaba Dios? ¿Estaba solo en esa situación?
7. También vimos que Él no sólo sabía todo y estaba en todas partes, sino que
además nos creó y nos sostiene. De acuerdo con el versículo 14, ^cómo
debe ser su reacción a la forma en que Él lo hizo?
a. ¿Hubo algún accidente cuando E1 lo hizo en el vientre de su madre?
b. Si para sus padres usted fue un error o si desean que no hubiera
nacido, ¿qué sabe a partir de la Palabra de Dios que lo ayudaría a
tratar con esa herida? ¿Qué debe creer?
c. ¿Sabía Dios quiénes eran sus padres? ¿Cometió Dios un error al
escoger a sus padres para usted? ¿Por qué piensa que Dios permitió
que usted tuviera los padres que tuvo?
8. ¿Qué aprendió acerca de su Dios, el juez justo?
9. ¿Qué puede aprender acerca de su responsabilidad en la parte final del
Salmo 139?
10. ¿Qué aprendió del libro de Lucas acerca de su sanidad?
11. ¿Qué tipo de regalo observó en Lucas 11 que su Padre le daría? Si la
respuesta a su oración persistente no es lo que piensa que debiera ser, ¿en
que debe descansar, según lo que aprendió de Lucas 11?
12. A la luz del estudio de esta semana, ¿cuál es su respuesta ahora a su hogar,
sus padres, sus pérdidas, su cuerpo, sus heridas, sus desilusiones y las
tragedias de su pasado? ¿Cuál es su respuesta al futuro?

Capitulo ocho
1. ¿Cómo observó que Dios se refería a los creyentes en su estudio del libro
del Apocalipsis?
2. ¿Cuál era la idea que se enfatiza en Hebreos 5:1-3 acerca de los sacerdotes
levíticos? ¿Qué vio con anterioridad acerca de su Sumo Sacerdote que va
junto con ese hecho de los sacerdotes levíticos? ¿Qué significa eso para
usted?
3. ¿Qué le está pidiendo Pablo que haga según Romanos 12:1-2? ¿A qué se
compara esa ofrenda? ¿Cuál es la importancia de esa verdad?
4. ¿Cuál es la herramienta que Dios usará para transformarnos?
5. ¿Qué vio que necesita renovarse de acuerdo con su estudio de Romanos
12:1-2?
6. Según su estudio, ¿qué es lo que contamina al ser humano?
7. ¿Qué puede hacer para que su mente y sus pensamientos no lo
contaminen?
8. ¿Qué aprendió de 2 Corintios 5 acerca de todo creyente?
9. A partir de 2 Corintios 5, ¿qué son las cosas que pasaron? ¿Qué le asegura
que usted es una nueva persona? ¿Qué posee que las personas del mundo
no tienen?
10. A la luz de su estudio de esta semana, ¿qué cree que es verdad con
respecto a su pasado?
11. ¿Está viviendo a la luz de su pasado en vez de a la luz de lo que Jesucristo
le ha proporcionado? Si es así, ¿por qué? ¿Qué piensa hacer según el
estudio de esta semana?
12. ¿Qué cree que significa 2 Corintios 5:16 con respecto a usted?
149

Capitulo nueve
1. Ahora que es una nueva creación en Cristo y que su "vieja naturaleza" está
muerta, ¿quién es su enemigo?
2. ¿Dónde ataca por lo general el enemigo del creyente? ¿Cuáles son algunos
de los sentimientos, pensamientos y emociones que resultaron de su pasado
- o de su situación presente - con los que debe tratar ahora?
3. ¿Qué aprendió en Juan 8:44 acerca de su enemigo? ¿Qué le permite
conocer ese hecho acerca de él y de la manera como vendrá en contra de
usted?
4. ¿Qué aprendió en 2 Corintios 10:3-6 acerca de sus armas en su guerra
contra el enemigo?
5. ¿Cuál es el arma principal que debe usar contra las mentiras del enemigo?
6. ¿Qué tiene que hacer con los pensamientos que vienen a su mente de
acuerdo con 2 Corintios 10?
7. ¿Cómo puede someter todo pensamiento?
8. ¿Qué porción bíblica en particular actúa como una plomada con la cual
puede medir sus pensamientos para ver si son agradables a Dios? ¿Qué
aprendió en ese versículo acerca de como deben ser sus pensamientos?
9. Los sentimientos de rechazo son una de las principales tácticas del enemigo.
¿Qué aprendió acerca de cómo tratar con esos sentimientos?
10. ¿Cómo puede tratar con los sentimientos de depresión que vienen como
resultado de su pasado?
11. ¿Qué aprendió en los Salmos 42 y 43 acerca de la manera en que el
salmista trató con su desesperación y sus sentimientos de rechazo por Dios,
y que usted puede aplicar a su vida cuando tenga sentimientos parecidos?
12. ¿Le ha ayudado la lección de esta semana a comprender que puede hacerle
frente a los ataques del enemigo a su mente y a comprender que puede
pensar en las cosas que son agradables a Dios? ¿De qué manera piensa
poner en práctica lo que ha aprendido?

Capitulo diez
1. La semana pasada vimos que usted tiene un enemigo: Satanás. Ahora
hemos visto que en esta batalla hay otras fuerzas a su disposición del
enemigo para ayudarlo en su ataque contra los cristianos. ¿Qué aprendió
durante esa semana acerca de esas fuerzas?
2. ¿Qué aprendió a partir del relato del ataque de Satanás después que Jesús
había estado en el desierto durante cuarenta días y cuarenta noches?
a. ¿Cuál fue la importancia del momento preciso del ataque de Satanás?
b. Lea otra vez el primer versículo de esa porción. ¿Se sorprendió Dios
por lo que le sucedió a Jesús? ¿Qué significa eso para usted?
c. ¿Cuáles eran las cosas que Satanás le ofreció a Jesús? ¿Eran cosas
que podían satisfacer una necesidad legítima¿
d. ¿Cómo se acercó a Jesús? ¿Qué hizo Satanás con la Palabra de Dios?
e. ¿Desistió Satanás y se fue después que Jesús lo rechazó por primera
vez?
f. ¿Qué hizo nuestro Señor para combatir los ataques de Satanás?
g. ¿Puede ver alguna forma en la que ese ataque a Jesús puede
compararse con la manera en que el enemigo lo ataca a usted?
150

3. ¿Qué significa 1 Juan 4:4 para usted en su diario vivir?


4. En Efesios 6 aprendió más acerca de su lucha espiritual y de la manera en
que debe tratar con el enemigo.
a. ¿Dónde es nuestra lucha?
b. ¿Qué se le enseña que haga a fin de permanecer firme en contra del
enemigo?
c. Después que ha seguido las instrucciones para resistir al diablo, hay
una instrucción más. ¿Cuál es?
d. Vemos que tenemos una responsabilidad hacia otras personas
también. ¿Cuál es esa responsabilidad?
5. ¿Qué es especialmente importante para nosotros acerca de ceñirnos con la
verdad en este estudio?
6. ¿Qué aprendió acerca de las otras partes de la armadura?
7. ¿De qué manera puede el hecho de comprender Efesios 6 servir para sanar
sus heridas?
8. La lucha espiritual es aflicción de parte del enemigo. ¿Qué aprendió en el
Salmo 119 acerca de la aflicción?
9. ¿Qué hace la Palabra de Dios en la aflicción? ¿Cuál fue el clamor del
salmista a la luz de la aflicción?
10. Al final de su lección, usted buscó porciones bíblicas que le mostraron que
su aflicción podía ser usada por Dios para ser de bendición y ayuda para
otras personas. ¿Cuáles fueron algunas de las cosas que vio en esos
versículos? ¿Cómo piensa aplicar lo que ha aprendido?

Capitulo once
1. ¿Es posible que todos se sanen de las heridas del pasado, de los dolores,
de las desilusiones, de las tragedias? ¿De qué depende la sanidad?
2. ¿Cuál es la razón fundamental por la que las personas no son sanadas
mental y emocionalmente de manera completa? ¿Por qué no había sido
sanado el hombre que estaba al lado del estanque?
3. ¿Por qué algunas personas no quieren sanarse?
4. Para sanarse, usted debe estar dispuesto a perdonar a otras personas, o
debe estar dispuesto a aceptar el perdón de Dios hacia usted. ¿Qué
aprendió acerca del perdón en esta lección?
5. ¿Qué aprendió de la vida de José?
a. ¿Cuáles fueron las circunstancias que rodearon a José?
b. ¿Qué sufrió como resultado?
c. ¿Cuál fue su reacción a todo eso?
d. ¿Había amargura o falta de perdón en su vida?
6. ¿Qué aprendió en Lucas 7 acerca de la manera en que debe verse el
pecado?
7. ¿Qué aprendió acerca del perdón en Lucas 7?
a. ¿Cuál es el resultado del perdón?
b. ¿Cuán a menudo debe usted perdonar?
8. ¿Cuál era la idea central de la parábola en Mateo 18?
a. ¿A quién representa el rey? ¿Por qué?
b. ¿A quién representa el siervo del rey?
c. ¿Por qué estaba muy enojado el rey con el siervo cuya deuda él había
perdonado?
d. ¿Qué comparación puede hacer a partir de esa historia?
151

9. ¿Qué aprendió de las otras porciones que estudió esta semana sobre el
perdón? ¿Cómo responderá a los que lo han herido?
10. ¿Por qué una persona no desearía perdonar?
11. ¿Qué hace cuando no tiene deseos de perdonar? ¿Qué pasará si usted se
niega a perdonar?
12. ¿Cuál será el resultado del verdadero perdón?
13. ¿De qué manera piensa responder a las grandes verdades de esta lección?
Si responde de forma correcta (bíblicamente), ¿cuál será el resultado?

Capitulo doce
1. Puede ser que su sanidad no haya sido completa debido a que hay enojo en
su vida. Esta semana cuando estudió sobre el enojo, ¿trató con el enojo que
todavía estaba en su corazón? Si no ¿por qué no lo hizo? ¿Qué le impide
rendirse?

2. Usted vio en su estudio que Dios se enoja.


a. ¿Qué tipo de enojo es ese?
b. ¿Cuáles son las cosas que enojan a Dios?
c. ¿Cuál es la raíz de las cosas que enojan a Dios?
d. ¿Qué aprendió acerca del enojo de Dios?

3. ¿Cuáles son los dos tipos de enojo que experimenta el ser humano?
a. ¿Puede justificarse el enojo contra Dios?
b. ¿Cuáles son algunas de las razones por las que el hombre se enoja
contra Dios?
c. ¿Qué vio en Isaías 45:20-24 que lo ayudaría a tratar con el enojo contra
Dios?
d. ¿Cuáles son algunas de las respuestas que nos hacen enojar con otras
personas?
e. ¿Qué dos cosas aprendió acerca de reaccionar al enojo en Efesios 4:26?
¿Qué aprendió en Efesios 4:31-32?
f. En el Salmo 4 vimos que el salmista estaba muy enojado con otras
personas. ¿Cuál era su confianza en medio de esa situación? ¿Qué
aprendió a partir de ese salmo acerca de tratar con su enojo hacia otras
personas?
g. ¿Ha estado alguna vez enojado con los malvados?
h. ¿Qué aprendió del Salmo 37 que lo ayudaría a tratar con su enojo?

4. ¿Cuáles son los resultados del enojo cuando no se lo entrega a Dios y se lo


trata de manera correcta?
5. ¿A qué lo guiará por fin el enojo que no fue entregado a Dios?
6. ¿Estudió Gálatas 5:19-21?
a. ¿Es siempre malo el enojo?
b. ¿Es el enojo siempre una obra de la carne?
c. ¿Cuál es el final de los que practican de manera constante los hechos
que aparecen en esta porción?
d. A la luz de su última respuesta, ¿qué le dice eso acerca de las
explosiones de enojo?
152

7. ¿Cuál es el mandamiento de Dios con respecto al enojo en Santiago 1:19-


26?
a. ¿De qué manera esas advertencias y exhortaciones nos ayudan a tratar
con el enojo?
b. ¿Por qué tiene que controlar su enojo?
8. Explique lo que hará cuando se enoje.
9. ¿Descansará en el Señor y dejará de enojarse? ¿Qué ha determinado
delante del Señor que hará la próxima vez que sienta que el enojo surge en
su corazón?

Capitulo trece
1. ¿Cuál es la clave para tratar con el enojo y la amargura?
2. ¿Cuál es su definición de mansedumbre?
3. ¿Qué hace que nos amarguemos? ¿Hacia quién se dirige la amargura?
4. Cuando estamos amargados con alguien, ¿de qué manera se expresa la
amargura? Si estamos amargados con Dios, ¿de qué manera se manifiesta?
5. A partir de nuestro estudio de Hebreos 12, ¿qué aprendió que lo ayudaría en
la sanidad de sus heridas, que lo sanaría de su enojo y de su amargura, y
que lo protegería de ser una víctima de los sucesos de su vida?
a. ¿De qué manera esa porción bíblica muestra la relación entre la
amargura y la mansedumbre?
b. ¿En qué ocasión se escribió Hebreos?
c. ¿Cuáles fueron las circunstancias de las personas a quienes fue
dirigida esa carta?
d. Según Hebreos 10:32-33, ¿por qué pruebas habían pasado?
e. ¿Cuáles fueron algunas de las cosas que habían sufrido?
f. ¿Cuál fue el resultado de ese sufrimiento?
g. ¿Cuál era el mensaje, el propósito, de Hebreos 12?
6. De acuerdo con Hebreos 12:5-7, ¿cómo debemos ver la disciplina del
Señor?
7. En medio de las pruebas y tribulaciones usted puede descansar con la
seguridad de que Dios sabe todo y que su gracia es suficiente. ¿Qué
aprendió acerca de la gracia de Dios?
8. Hemos visto que aceptar el amor de Dios es esencial para la sanidad.
Cuando usted acepta el amor de Dios, le permitirá a Dios que ame a otras
personas por medio de usted; muriendo a su yo, tomando la cruz, y
siguiendo al Señor. ¿Qué dice Jesucristo acerca de nuestra vida en Marcos
8:35-36?
9. Ya que usted memorizó Marcos 8:35-36, diga lo que aprendió de esos
versículos acerca del amor por uno mismo y de la estima propia.
10. ¿Qué aprendió de la Biblia acerca de una correcta opinión de uno mismo?
11. ¿Murió Cristo por usted porque usted era valioso? ¿Por qué murió por
usted? ¿Cuál es el mensaje de la cruz?
12. Otra fuente de herida es que no hemos aceptado a otras personas.
a. ¿Por qué es difícil aceptar a otros?
b. ¿Cómo debemos tratar con esos sentimientos para que puedan sanarse?
c. ¿Cómo se vincula el aceptar a otras personas con la mansedumbre?
d. ¿Cómo era usted cuando Dios lo amó por primera vez? ¿Tiene alguna
razón para no aceptar y no amar a otras personas?
153

13. ¿Está dispuesto a perdonar? ¿De qué manera le hizo sentir culpable la
lección de esta semana y cómo respondió?
14. Tal vez quiera finalizar este estudio teniendo un tiempo de alabanza,
testimonio, adoración, alrededor de una mesa con la cena servida, de un
almuerzo o cualquier cosa que sea apropiada para su grupo. Sería bueno
permitir que cada uno relate lo que este estudio ha significado para él y de
qué manera le gustaría que el grupo lo mantenga en sus oraciones. Como
observó en el estudio, la Palabra de Dios es mandataria en la sanidad. Por lo
tanto, es esencial tener un estudio continuo de la misma.
154

Los atributos de Dios


Omnisciente

Dios lo sabe todo. Tiene un conocimiento perfecto de todo lo pasado,


presente o futuro. Job 37:16; Salmo 139:1-6.

Omnipotente
Dios posee todo poder. Puede hacer existir cualquier cosa que decida
hacer, con o sin el uso de algún medio. Génesis 18:14; Job 42:2; Jeremías 32:27.

Omnipresente
Dios está presente en todas partes, en todo el universo, en todo momento,
en la totalidad de su carácter. Proverbios 15:3; Jeremías 23:23, 24.

Eterno
Dios no tiene principio, y no tiene fin. No está confinado por el tiempo o por el
cálculo de tiempo del hombre. Él es, en realidad, la causa del tiempo.
Deuteronomio 32:40; Isaías 57:15.

Inmutable
Dios es siempre el mismo en su naturaleza, su carácter y su voluntad. Él nunca
cambia, y nunca se puede hacer que cambie. Salmo 102:25-27; Malaquías 3:6;
Hebreos 13:8.

Incomprensible
Debido a que Dios es Dios, se encuentra más allá del entendimiento del hombre.
Sus caminos, su carácter y sus hechos son más elevados que los nuestros. Sólo
entendemos lo que Él escoge revelarnos. Job 11:7; Isaías 55:8-9; Romanos
11:33.

Existencia propia
No hay nada de lo cual Dios dependa de su existencia excepto Él mismo. La base
total de su existencia está dentro de Él mismo. Hubo un tiempo en el que no había
nada excepto Dios mismo. No agregó nada a Él mismo con la creación. Éxodo
3:14; Juan 5:26.

Autosuficiente
Dentro de Él mismo, Dios puede actuar, realizar su voluntad sin ninguna ayuda.
Aunque puede escoger usar alguna ayuda, es su elección, no algo que necesita.
Salmo 50:7-12; Hechos 17:24-25.

Infinito
Dios no tiene límites o fronteras de ningún tipo. 1 Reyes 8:27; Salmo 145:3.
155

Trascendente
Dios está sobre su creación, y existiría si no hubiera creación. Su existencia está
por completo separada de sus criaturas o de su creación. Isaías 43:10; 55:8,9.

Soberano
Dios se encuentra en forma total, suprema y preeminente sobre toda su creación.
No hay ninguna persona o cosa que no esté bajo su control y plan conocido de
antemano. Daniel 4:35.

Santo
Dios es un ser moralmente excelente y perfecto. La suya es la pureza del ser en
todo aspecto. Levítico 19:2; Job 34:10; Isaías 47:4; 57:15.

Justo
En todas sus obras, Dios actúa con justicia. Ya sea que trate con el ser humano,
con ángeles o con demonios, actúa en total equidad recompensando la rectitud y
castigando el pecado. Puesto que Él lo sabe todo, cada decreto es justo en
absoluto. Números 14:18; 23:19; Salmo 89:14.

Misericordioso
Dios es un ser compasivo de manera activa. En sus acciones responde de una
manera compasiva hacia los que se han opuesto a su voluntad buscando sus
propios caminos. Salmo 62:12; 89:14; 116:5; Romanos 9:14-16.

Tolerante
La ira justa de Dios es lenta en encenderse contra los que no escucha sus
advertencias o sus instrucciones. El anhelo eterno del bien más elevado para sus
criaturas retiene su justicia santa. Números 14:18; 2 Pedro 3:9.

Sabio
Las obras de Dios se basan en su carácter, lo cual le permite escoger fines rectos
y hacer planes adecuados para lograr esos fines. Isaías 40:28; Daniel 2:20.

Amor
E1 atributo de Dios que hace que se dé por otro, hasta el punto de dar su propia
vida. Este atributo hace que desee el bien más elevado del otro sin pensar en
absoluto en Él mismo. Este amor no se basa en el valor, la respuesta o el mérito
del objeto amado. Jeremías 31:3; Romanos 5:8; 1 Juan 4:8.

Bueno
Este atributo de Dios hace que dé a otros de una manera que no tiene motivos y
no está limitada por lo que merece el que recibe. 2 Crónicas 5:13; Salmo 106:1.
Airado
Existe dentro de Dios un odio por todo lo que es injusto así como también un
insaciable deseo de castigar toda injusticia. Todo lo que sea incompatible con Él
debe ser consumido al fin. Éxodo 34:6, 7; 2 Crónicas 19:2; Romanos 1:18.
156

Veraz
Todo lo que dice Dios es verdad. Ya sea que el ser humano lo crea o no, ya sea
que lo vea como una realidad o no; si es lo que dice Dios, es realidad. Todo lo
que Él habla se vuelve realidad de la manera en que la conocemos. Salmo 31:5;
Tito 1:2.
Fiel
Dios es siempre leal a sus promesas. Nunca puede negar sus promesas de
bendición o de juicio. Como no puede mentir, Él es fiel por completo a lo que ha
hablado. Deuteronomio 7:9,2; 2 Timoteo 2:13.

Celoso
Dios no compartirá su gloria con ninguna otra criatura ni renunciará a su pueblo
redimido. Éxodo 20:5; 34:14.

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