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Resumen-Prácticas Profesional.

Farmacología
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1) Fármacos para la úlcera péptica:

Úlcera péptica: Una úlcera es una erosión de la capa mucosa del tubo
digestivo que normalmente se asocia a una inflamación aguda. Aunque las
úlceras pueden localizarse en cualquier porción del tubo digestivo, el duodeno
suele ser el lugar más frecuente. El término úlcera péptica se refiere a una
lesión que está localizada en el estómago (gástrica) o en el intestino delgado
(duodenal).

La úlcera péptica se asocia con los siguientes factores de riesgo:


Antecedentes de úlceras pépticas en familiares cercano, grupo sanguíneo 0,
hábito tabáquico, bebida y alimentos que contienen cafeína, fármacos
(glucocorticoides, AINE, ácido acetilsalicílico), estrés excesivo, infección por
Helicobacter pylori.

Los factores secundarios que contribuyen a la úlcera y a su posterior


inflamación incluyen el exceso de producción de ácido gástrico y la
hiposecreción de la protección adecuada de la mucosa.

Síntomas: El síntoma característico de la úlcera duodenal es un dolor corrosivo


o urente en el abdomen superior que ocurre de 1 a 3 horas tras una comida. El
dolor empeora cuando el estómago está vacío y a menudo desaparece con
la ingesta de alimento. Si la erosión progresa más profundamente en la
mucosa se produce el sangrado, que puede hacerse evidente en el vómito o
en las deposiciones negras y pegajosas.

Las úlceras gástricas son menos frecuentes que las duodenales aunque se
alivian con la ingesta, el dolor puede continuar incluso después de una
comida. Son más frecuentes la pérdida de apetito, llamada anorexia, así
como la pérdida de peso y los vómitos. Las úlceras más graves pueden
atravesar la pared del estómago y producir la muerte.

Fármacos:

Antagonistas de los receptores de H2: La histamina tiene dos tipos de


receptores: H1 y H2. La activación de los receptores H1 produce los síntomas
clásicos de inflamación y alergia, mientras que los receptores H2 son
responsables del aumento de la secreción de ácido en el estómago. Estos
fármacos suprimen el volumen y la acidez de las secreciones de las células
parietales. Ejemplo: Ranitidina clorhidrato.
Inhibidores de la bomba de protones: Los inhibidores de la bomba de protones
actúan bloqueando la enzima responsable de la secreción de ácido
clorhídrico en el estómago. Se usan ampliamente en los tratamientos a corto
plazo de la UP y de la ERGE. Ejemplo: Omeprazol.

Antiácidos: Los antiácidos son sustancias alcalinas inorgánicas de aluminio,


magnesio, sodio o calcio que se usan para neutralizar el ácido del estómago.
Proporcionan un alivio temporal del ardor de estómago y la indigestión.
Ejemplo: Hidróxido de aluminio. Están disponibles en comprimidos masticables
y en formulaciones líquidas.

Otros fármacos para la úlcera péptica: El sucralfato consta de sacarosa (un


azúcar) con hidróxido de aluminio (un antiácido). El fármaco produce una
sustancia gruesa y parecida a un gel que cubre la úlcera, protegiéndola de
una mayor erosión y favoreciendo la curación.

Antibióticos para H. pylori: Para eliminar más rápido y por completo las úlceras
pépticas, se usa la terapia combinada con varios antibióticos para erradicar
esta bacteria. Ejemplo: Amoxicilina, tetraciclina, Metronidazol, claritromicina.

Se administran dos o más antibióticos al mismo tiempo para aumentar la


eficacia del tratamiento y para disminuir la posible resistencia bacteriana. Los
antibióticos también se combinan con un inhibidor de la bomba de protones o
un antagonista de los receptores H2. El tratamiento suele durar de 7 a 14 días.

Enfermedad por reflujo gastroesofágico: Es una enfermedad común en la que


el contenido ácido del estómago asciende por el interior del esófago. Esto
produce una quemazón intensa (ardor de estómago), acompañada a veces
por eructos. La causa de la ERGE suele ser una debilidad del esfínter esofágico
inferior. El esfínter ya no puede cerrarse con fuerza, permitiendo que el
contenido del estómago suba cuando el estómago se contrae.
Muchos de los fármacos prescritos para las úlceras pépticas también se usan
para tratar la ERGE, con el objetivo principal de reducir la secreción gástrica
de ácido.

Los tipos de fármacos incluyen los antiácidos, los agonistas de los receptores H2
y los inhibidores de la bomba de protones. Ya que los fármacos sólo
proporcionan alivio sintomático, puede llegar a necesitarse la cirugía para
eliminar la causa de la ERGE en pacientes con persistencia de la enfermedad.
2) Fármacos para los trastornos intestinales y otras alteraciones digestivas:

Estreñimiento: El estreñimiento se define como una disminución en la


frecuencia o número y/o cantidad de las defecaciones. Las deposiciones
pueden volverse secas, duras y difíciles de evacuar del recto sin esfuerzo.

A medida que el material de desecho se desplaza por el intestino grueso se va


absorbiendo cantidades normales de agua, produciendo deposiciones de
consistencia normal y blanda; si el material de desecho se queda en el colon
durante más tiempo, se reabsorbe demasiada agua produciendo heces
pequeñas y duras. El estreñimiento puede producir distensión y malestar
abdominal, así como flatulencia.

La causa puede deberse a la falta de ejercicio, ingesta alimentaria


insuficiente, ingesta de alcohol, harina, lácteos, disminución de la ingesta de
líquidos o medicamentos que reducen la motilidad intestinal, algunas
enfermedades como hipotiroidismo, diabetes, síndrome de intestino irritable,
etc.

Farmacoterapia para el estreñimiento:

Laxantes: Los laxantes son fármacos que favorecen los movimientos


intestinales. Facilitan la evacuación del intestino, o defecación, y se usan de
forma generalizada para prevenir y tratar el estreñimiento. Se encuentra en
forma de comprimidos, líquido y supositorios.

Estos fármacos a menudo se clasifican en cinco grupos principales:

*Agentes formadores de masa: Absorben agua, aumentando así el tamaño de


la masa fecal.

*Ablandadores de las heces o surfactantes: Hacen que se absorba más agua y


grasa en las heces. Se utilizan sólo para prevenir el estreñimiento.

*Estimulantes: Los estimulantes irritan el intestino para aumentar el peristaltismo.

*Laxantes osmóticos o salinos: Meten agua en la masa fecal para crear unas
heces más acuosas.

*Agentes herbarios: Son productos naturales disponibles sin receta médica.


Irrita el intestino y aumenta el peristaltismo. Ej: Senna.

* Agentes misceláneos: incluyen los aceites minerales, que actúan lubricando


las heces y la mucosa del colon.
Diarrea: La diarrea es un aumento en la frecuencia y fluidez de las
deposiciones. Cuando el intestino grueso no reabsorbe la suficiente agua de la
masa fecal, las heces se vuelven acuosas. Cuando es prolongada o grave,
sobre todo en niños, la diarrea puede producir una pérdida importante de
líquidos, y entonces se indica el tratamiento farmacológico. La diarrea
prolongada puede llevar a alteraciones en los fluidos, en el equilibrio
acidobásico o en los electrólitos.
La diarrea puede estar producida por algunas medicaciones, antibióticos,
infecciones intestinales y sustancias como la lactosa.

Farmacoterapia para la diarrea: El objetivo fundamental en el tratamiento de


la diarrea es identificar y tratar la enfermedad subyacente que causa la
diarrea.

Antidiarreicos: Si la causa es una enfermedad infecciosa, está indicado un


fármaco antibiótico o antiparasitario. Si es de naturaleza inflamatoria se
indican fármacos antiinflamatorios. Cuando la diarrea aparece como efecto
secundario de un tratamiento farmacológico, el profesional sanitario
suspenderá la medicación causante, disminuirá la dosis o la sustituirá por un
fármaco alternativo.

Tratamiento sintomático de la diarrea: Los fármacos más eficaces son los


opioides, que pueden disminuir drásticamente el peristaltismo del colon
(codeína y el difenoxilato con atropina). Suelen reservar para el tratamiento a
corto plazo de la diarrea aguda, ya que pueden producir dependencia.
Otros tratamientos sin receta médica incluyen el subsalicilato de bismuto, que
actúa uniéndose a las toxinas y absorbiéndolas.

Farmacoterapia de la enfermedad inflamatoria intestinal y del síndrome de


intestino irritable:

La ulceración de la porción distal del intestino delgado se llama enfermedad


de Crohn, y las erosiones del intestino grueso se conocen como colitis ulcerosa.
Estas dos enfermedades juntas se clasifican como enfermedad inflamatoria
intestinal.

Los síntomas de la colitis ulcerosa son los dolores cólicos abdominales con
deposiciones frecuentes. La enfermedad grave puede producir pérdida de
peso, diarrea sanguinolenta, fiebre alta y deshidratación, y en la enfermedad
de Crohn también presenta dolor abdominal, cólicos abdominales y diarrea.

Tratamiento: El tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal leve a


moderada se la trata con Ácido 5 aminosalicílico. Los corticoesteroides se usan
en los casos más persistentes, y en los casos graves es necesario de
inmunodepresores.
El síndrome del intestino irritable (SII), también conocido como colon espástico
o colitis mucosa, es una alteración común del aparato digestivo inferior. Los
síntomas incluyen dolor abdominal, hinchazón, exceso de gases y dolores de
tipo cólico. Los hábitos intestinales están alterados, con diarrea que alterna
con estreñimiento, y puede haber moco en las heces.

Tratamiento: El tratamiento del SII es de soporte, siendo los síntomas el objetivo


del tratamiento farmacológico, dependiendo de si predomina el estreñimiento
o la diarrea. El tegaserod (agonista de la serotonina) es uno de los pocos
fármacos aprobados para el tratamiento a corto plazo del SII que presentan
estreñimiento, estimulan el reflejo peristáltico.

Náuseas y vómitos: Las náuseas son una sensación subjetiva


desagradable que se acompaña de debilidad, diaforesis e hiperproducción
de saliva. A veces se acompaña de mareo. Las náuseas intensas con
frecuencia conducen al vómito o emesis, en el que el contenido del estómago
se fuerza hacia el esófago y sale por la boca.

Las náuseas y los vómitos son síntomas que pueden estar causadas por
infecciones digestivas, envenenamiento, nerviosismo, desequilibrios
emocionales, cambios en la posición corporal (mareo) y dolor extremo como
también anestésicos generales, la migraña, un traumatismo craneal o en los
órganos abdominales, alteraciones del oído interno, diabetes, embarazo y
factores psicológicos.

Farmacoterapia para las náuseas y vómitos:

Antieméticos: Actúan inhibiendo los receptores cerebrales de la dopamina o


la serotonina. Las náuseas y vómitos simples suelen aliviarse con antiácidos o
Difenhidramina. Las opciones herbarias incluyen la hierbabuena y el jengibre, y
el alivio de las náuseas o vómitos graves, sin embargo, requiere prescripción
medicamentosa.

Agentes antihistamínicos y anticolinérgicos: Son eficaces para tratar las


náuseas y vómitos simples, por ejemplos aquellas náuseas producidas por el
mareo. El fármaco que más se suele usar para el mareo es la escopolamina,
que se suele administrar en parche transdérmico. Los antihistamínicos como el
dimenhidrinato y la meclicina también son efectivos, pero pueden producir
somnolencia significativa en algunos pacientes.

Fenotiacinas: Se las utiliza para tratar las náuseas y vómitos graves asociados
con el tratamiento antineoplásico. Para prevenir la pérdida de la medicación
antiemética debida a los vómitos, pueden administrarse por vía IM, IV y/o en
supositorios.

Glucocorticoides: Se usan para las náuseas y vómitos inducidos por


quimioterapia o posquirúrgicos. Se reservan para casos agudos por la
posibilidad de efectos adversos graves.
Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina: Se usan en los casos de
náuseas y vómitos graves debidos a tratamiento antineoplásico, radioterapia o
procedimientos quirúrgicos.

Otros antieméticos: La benzodiacepina (loracepam) tiene la ventaja de


promover la relajación, además de sus propiedades antieméticas.

En algunas ocasiones es deseable estimular el reflejo del vómito con fármacos


llamados eméticos. Las indicaciones de los eméticos incluyen la ingesta de
venenos y la sobredosis de fármacos orales. Ej: Jarabe de ipecacuana o
apomorfina, induce el vómito en los próximos 15 minutos.

Hambre y apetito: El hambre ocurre cuando el hipotálamo reconoce los


niveles de ciertas sustancias químicas (glucosa) y hormonas (insulina) en
sangre. El hambre es una respuesta fisiológica normal que conduce a la
persona a buscar alimentos.

Anorexígenos: Son fármacos utilizados para inducir la pérdida de peso al


suprimir el apetito y el hambre. Ej: Sibutramina. Es un inhibidor selectivo de la
recaptación de serotonina (ISRS), es el supresor del apetito más ampliamente
prescrito para el control a corto plazo de la obesidad.
Los fármacos para adelgazar tienen una eficacia limitada y efectos
secundarios potencialmente graves.

Enzimas pancreáticas: El páncreas secreta enzimas digestivas esenciales.


La porción enzimática del jugo pancreático contiene carboxipeptidasa,
quimiotripsina y tripsina, se secretan en forma activa en el intestino delgado y
otras enzimas como lipasa, amilasa y nucleasa requieren de la presencia de la
bilis. La falta de secreción producirá trastornos malabsortivos.

Pancreatitis: La pancreatitis se produce cuando la amilasa y la lipasa se


quedan en el páncreas en lugar de liberarse en el duodeno, produciendo la
inflamación del páncreas o pancreatitis. La pancreatitis puede ser aguda o
crónica.

La pancreatitis aguda suele ocurrir en adultos que a menudo se asocia a


cálculos biliares en mujeres y al alcoholismo en hombres. Los síntomas se
presentan repentinamente, con dolor fuerte y continuo en el área epigástrica
que suele irradiar hacia la espalda. El paciente se suele recuperar de la
enfermedad y recobra la función normal del páncreas, aunque está
enfermedad puede volverse en crónica.

Tratamiento: En pacientes con dolor agudo, la meperidina proporciona un


alivio eficaz. Para reducir o neutralizar las secreciones gástricas pueden
prescribirse bloqueantes de los receptores H2 (cimetidina) o inhibidores de la
bomba de protones (Omeprazol). Para disminuir la cantidad de enzimas
pancreáticas secretadas se pueden usar inhibidores de la anhidrasa
carbónica (Acetazolamida) o antiespasmódicos (diciclomina). En casos
graves pueden ser necesarios los líquidos IV y la nutrición parenteral total.
La pancreatitis crónica se asocia al alcoholismo porque promueve la
formación de proteínas insolubles que obstruyen el conducto pancreático. El
jugo pancreático no puede fluir al duodeno y se queda en el páncreas,
dañando las células y produciendo inflamación. Los síntomas incluyen dolor
crónico epigástrico o en el cuadrante superior izquierdo, anorexia, náuseas,
vómitos y pérdida de peso. La pancreatitis crónica al final conduce a la
insuficiencia pancreática, que puede requerir tratamiento con insulina y
sustitución de las enzimas pancreáticas.

Tratamiento: Los fármacos prescritos para el tratamiento de la pancreatitis


aguda pueden también prescribirse en los casos de pancreatitis crónica.
Además, el paciente con pancreatitis crónica puede precisar insulina y es
probable que necesite antieméticos y un suplemento de enzimas pancreáticas
como la pancrelipasa o la pancreatina para digerir las grasas, las proteínas y
los carbohidratos complejos.

3) Fármacos para los trastornos nutricionales:

Vitaminas: Son sustancias esenciales que se necesitan en cantidades muy


pequeñas para mantener la homeostasis. Las que se disuelven fácilmente en el
agua se llaman vitaminas hidrosolubles. Ejemplos son las vitaminas C y B. Las
que se disuelven en lípidos se llaman vitaminas liposolubles e incluyen las
vitaminas A, D, E y K.

Las vitaminas hidrosolubles se absorben con el agua en el aparato digestivo y


se disuelven rápidamente en la sangre y los líquidos corporales. Cuando se
absorbe un exceso de ellas, no se pueden almacenar para su utilización y
simplemente se excretan por la orina. Como no se almacenan deben ingerirse
a diario de lo contrario desarrollarán deficiencias rápidamente.

*Vitamina B1 (Tiamina): Abunda en productos animales y vegetales, sobre


todo en alimentos integrales, judías secas y cacahuetes. La deficiencia de
Tiamina se caracteriza por pérdida progresiva de la sensibilidad y los reflejos,
como la deficiencia crónica puede ocasionar una insuficiencia cardíaca.

*Vitamina B2 (Riboflavina): Se encuentra en abundancia en productos


vegetales y animales como el germen de trigo, los huevos, el queso, el
pescado, las nueces y las verduras con hoja. Los signos de deficiencia incluyen
vascularización corneal y anemia, así como alteraciones de la piel, como
dermatitis.

*Vitamina B3 (niacina): se encuentra ampliamente tanto en vegetales como


animales, incluyendo las alubias, el germen de trigo, las carnes, nueces y pan
integral. La deficiencia produce síntomas como fatiga, anorexia y sequedad
de la piel, en los casos más graves dermatitis, diarrea y demencia.

*Vitamina B6 (Piridoxina): Es una coenzima implicada en el metabolismo de los


aminoácidos. La deficiencia puede derivarse del alcoholismo, uremia,
hipotiroidismo o insuficiencia cardíaca. Los síntomas de deficiencia incluyen
alteraciones de la piel, fatiga e irritabilidad.
*Vitamina B9 (ácido fólico): Es esencial para la síntesis de ADN y para la
eritropoyesis. El ácido fólico se distribuye ampliamente en los vegetales, sobre
todo en los de hoja verde y en los cítricos.

*Vitamina B12 (Cianocobalamina): Actúa como coenzima en una serie de vías


metabólicas, replicación celular, maduración del eritrocito y en la síntesis de
mielina. Sus fuentes incluyen la carne magra, el marisco, el hígado y la leche.
Su deficiencia produce anemia megaloblástica.

*Vitamina C (ácido ascórbico): Es un potente antioxidante y ejerce muchas


funciones que incluyen la síntesis de colágeno, la cicatrización y el
mantenimiento de los tejidos óseo, dentario y epitelial. La deficiencia está
producida por las dietas pobres de frutas y verduras. Los síntomas incluyen
fatiga, encías sangrantes y otras hemorragias, gingivitis y mala cicatrización.

Las vitaminas liposolubles se absorben en el intestino con los lípidos de la dieta


y se almacenan principalmente en el hígado. Cuando se consumen en
grandes cantidades, estas vitaminas pueden acumularse hasta
concentraciones tóxicas y producir hipervitaminosis.
Estas vitaminas abundan tanto en comidas vegetales como animales, como el
cuerpo las almacena, no es necesario ingerir las cantidades recomendadas a
diario.

*Vitamina A (Retinol): Se obtiene de los alimentos que contienen carotenos


(verduras amarrillas y hojas oscuras, mantequilla, huevo, leche entera e
hígado).

*Vitamina D (Calcitriol): Se obtiene de la leche fortificada, margarina y otros


productos lácteos.

*Vitamina E (Tocoferol): se encuentra en los aceites de semillas, en los cereales


integrales, huevos y algunas vísceras como el hígado, el páncreas y el corazón.

*Vitamina K (Fitonadiona): Se encuentra en fuentes vegetales, en concreto en


las verduras de hoja verde, tomate y coliflor, y en la yema del huevo, el hígado
y los quesos. La vitamina K se usa como tratamiento en pacientes con
trastornos de la coagulación y es el antídoto de la sobredosis por warfarina.

Minerales: Los minerales son sustancias inorgánicas que se necesitan en


pequeñas cantidades para mantener la homeostasis. Los minerales se
clasifican en macrominerales y microminerales. Algunas son iones o electrólitos
esenciales en los fluidos corporales; otras se encuentran unidas a moléculas
orgánicas como la hemoglobina, los fosfolípidos o enzimas metabólicas. Los
macrominerales incluyen el calcio, cloro, magnesio, fósforo, potasio, sodio y
azufre.

Farmacoterapia con minerales: Los suplementos de minerales están indicados


en ciertas patologías.

MACROMOLÉCULAS:
CALCIO: Es esencial para la conducción nerviosa, la contracción muscular, la
construcción de matriz ósea y la hemostasia. La hipocalcemia aparece
cuando el calcio en suero cae por debajo de 4,5 mEq/L y puede deberse a
una ingesta inadecuada de alimentos que contengan calcio, a falta de
vitamina D, a diarrea crónica. La farmacoterapia incluye compuestos con
calcio, que está disponible de forma oral (carbonato cálcico, citrato cálcico,
gluconato cálcico o lactato cálcico). En casos graves se administran
preparaciones IV.

FÓSFORO: Es un mineral esencial que desempeña un papel importante en la


estructura ósea, ATP y ácido nucleicos. La hipofosfatemia aparece en
pacientes con patología renal, que produce una pérdida excesiva de fósforo
en la orina. Los síntomas incluyen debilidad, temblor muscular, anorexia, pulso
débil y trastornos hemorrágicos. Se suelen administrar suplementos de fosfato
(fosfato sódico y fosfato potásico).

MAGNESIO: Es necesario para la función neuromuscular adecuada como


también en la función metabólica. Los niveles séricos caen por debajo de 1
mEq/L. La hipomagnesemia es la alteración electrolítica que con mayor
frecuencia no se diagnostica. Los pacientes pueden sufrir debilidad general,
arritmias, hipertensión, pérdida de los reflejos tendinosos profundos y depresión
respiratoria. La farmacoterapia con sulfato magnésico puede revertir
rápidamente los síntomas de hipomagnesemia.

MICROMOLÉCULAS:

HIERRO: Es un microminerales esencial que se asocia con la hemoglobina. Son


fuentes excelentes de hierro alimenticio la carne, el marisco, los frutos secos y
las legumbres. Un exceso de hierro en el cuerpo produce hemocromatosis,
mientras que una falta de hierro produce anemia ferropénica. La
farmacoterapia para la anemia se utiliza el sulfato ferroso.

YODO: El yodo es un mineral traza necesario para sintetizar la hormona


tiroidea. La fuente más común de yodo alimenticio es la sal yodada. Cuando
la ingesta alimenticia de yodo es baja, aparece hipotiroidismo y
agrandamiento de la glándula tiroides (bocio). A altas concentraciones, el
yodo suprime la función tiroidea. El yoduro sódico actúa suprimiendo
rápidamente la secreción de hormona tiroidea y está indicado en pacientes
con una crisis tiroidea aguda.

FLÚOR: Es un oligoelemento que tienen efectos beneficiosos en los huesos y en


los dientes. Las grandes cantidades de flúor pueden ser tóxicas.

CINC: Es mineral traza tiene una función reguladora de las enzimas que
controlan la síntesis de ácidos nucleicos y se cree que actúa en la
cicatrización, en la fertilidad masculina, en la formación ósea y en la
inmunidad mediada por células. El sulfato de cinc, el acetato de cinc y el
gluconato de cinc se utilizan para prevenir y tratar los estados deficitarios.
Suplementos nutricionales: Los suplementos nutricionales pueden requerirse
durante un tratamiento a corto plazo o durante el resto de la vida del
paciente, en los casos de desnutrición.
DESNUTRICIÓN: Cuando el paciente ingiere o absorbe menos nutrientes de lo
que precisa para un crecimiento y mantenimiento normales del cuerpo,
aparece la desnutrición. Las Causas de esta puede ser edad avanzada, VIH-
sida, alcoholismo, quemaduras, cáncer, enfermedad inflamatoria intestinal
crónica, trastornos de la alimentación y digestivos, disfagia, esclerosis múltiple,
cirugía, traumatismo.

*Nutrición enteral: Los productos que se administran por el tubo digestivo, ya


sea por vía oral o por una sonda de alimentación, se clasifican como nutrición
enteral. Los que se administran por infusión IV se denominan nutrición
parenteral. La alimentación por sonda, es necesaria cuando el paciente tiene
dificultad para tragar o por otros motivos no puede tomar la comida por boca.
Una de las ventajas es que puede medirse la cantidad nutricional y registrarse
de forma precisa.

Hay varias vías para la alimentación con sonda, incluyendo la nasogástrica,


nasoduodenal, nasoyeyunal, gastrostomía y yeyunostomía (la sonda se sitúa
directamente en el estómago o en el yeyuno, a través de una incisión
quirúrgica).

El producto de nutrición enteral concreto se elige en función de las


necesidades nutricionales específicas del paciente.

Formulaciones oligoméricas: Contienen cantidades de aminoácidos libres y


combinaciones. Las indicaciones incluyen obstrucción intestinal parcial,
síndrome del intestino irritable, enteritis por radiación, fístulas intestinales y
síndrome del intestino corto.

Formulaciones poliméricas: Contienen varias mezclas de proteínas,


carbohidratos y lípidos. Las indicaciones incluyen la desnutrición general,
aunque el paciente debe conservar una buena función del tubo digestivo.

Formulaciones modulares: Contienen un solo nutriente, proteína, lípido o


carbohidrato. Las indicaciones incluyen la deficiencia de un único nutriente o
necesidades de nutrientes específicos.

Formulaciones especializadas: Contienen una combinación específica de


nutrientes para una enfermedad particular. Las indicaciones incluyen
insuficiencia hepática, insuficiencia renal o deficiencia genética de una
enzima específica.

La nutrición parenteral se utiliza cuando las necesidades metabólicas del


paciente no pueden satisfacerse por nutrición enteral, a través de una vena
periférica o vena central. Esta nutrición es capaz de proporcionar el paciente
todas sus necesidades nutricionales en una solución hipertónica que contiene
aminoácidos, emulsiones de lípidos, carbohidratos (como la dextrosa),
electrólitos, vitaminas y minerales. Debe administrarse mediante una bomba
de infusión, para que la administración se pueda monitorizar de forma precisa.

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