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MAPAS DE MESOPOTAMIA

En la zona de Mesopotamia a lo largo del V milenio a.C. se consolidan los procesos de


neolitización, con los cuales se pasa a un estilo de vida sedentario, en forma de
aldeas, hay avances tecnológicos, un auge del comercio y de la especialización de las
tareas. Este proceso acabará por conformar las ciudades-estado ya a finales del IV
milenio a.C. Este nuevo modelo urbano, con una estructura política y económica
propia basada en el templo y el palacio, aparece por primera vez en la zona en el área
sur, Súmer, durante etapa denominada Dinástico Arcaico 2900-2334 a.C. Estos siglos
se caracterizaron por las constantes luchas entre estas ciudades y el predominio
sucesivo de unas sobre otras (Kish, Ur, Uruk, Lagash... entre otras) por conseguir el
control en la zona.
El 2334 a.C. Sargón I de Akkad llevó a cabo una serie de empresas bélicas mediante
las cuales anexionó a Agadé —la nueva capital— nuevos territorios y conformo el
Imperio Acadio, que se extendía, en épocas de máximo esplendor, hasta la costa
Mediterránea. Obra continuada por su nieto Naram-Sin.
Hacia 2154 a.C. los guti, procedentes de la región de los Zagros invadireon la región y
provocaron el hundimiento del Imperio. Tras un período de sublevaciones y luchas
entre ciudades, entre las que se impuso Ur, empieza así el período hegemónico de la
III Dinastía de Ur (2140-2004 a.C.) con Ur-Nammu —autor del primer código de leyes
conocido—, que acabará con la invasión de los amorreos y continuas luchas con
Elam. Durante este mismo período Lagash gozó de una cierta indepedencia (2154-
2111 a.C.) y entre sus monarcas debemos mencionar a Gudea.
Con su caída, aparecerán nuevas dinastías que se harán con el control de la región,
Isin (2004-1932 a.C.), Larsa (1932-1780 a.C.) o Mari (1810-1750 a.C.). Hacia 1840
a.C. Babilonia se va haciendo fuerte, pero será con la llegada al trono en Babilonia de
Hammurabi el 1792 a.C. y la instauración de la Dinastía Amorita, que conseguirá la
hegemonía sobre las demás y se creará el Imperio Paleobabilónico, que perdurará
hasta 1595 a.C. tras la toma de la ciudad por los hititas. Tras un período intermedio en
el que llegó al poder una nueva dinastía procedente del País del Mar, se produjo una
nueva invasión proveniente de los Zagros, la de los casitas, que se hicieron con el
poder e instauraron una nueva dinastía. Durante este período los casitas mantuvieron
una serie de luchas contra los asirios, sobre todo con el ascenso al trono de Tukulti-
Ninurta el 1235 a.C. La Babilonia casita perdurará hasta 1157 a.C. con la llegada de
las tribus arameas y la posterior caída en manos del Imperio Asirio, bajo el cual se
mantendrá hasta el s.VII a.C. cuando Nabopolasar (625 a.C.-605 a.C.) consiguió de
nuevo la independencia y creó el Imperio Neobabilónico, bajo una nueva dinastía
caldea, que se irá expandiendo hasta occidente —sobre todo por su sucesor
Nabucodonosor II (605-562 a.C.) y se mantendrá hasta la conquista por parte del
persa Ciro en 539 a.C., momento en que pasará a ser una satrapía persa durante el
reinado de Nabónido.
Hacia el s. XVI a.C. hará su aparición en el extremo norte de Mesopotamia un nuevo
reino hurrita, Mitanni, que tras campañas bélicas se expandirá hacia el sur—
conquistando Asiria—, pero sobre todo, hacia el oeste, llegando a anexionarse la zona
norte se Siria, área en la que se enfrentó al Reino Nuevo Egipcio por mantener sus
posiciones en la costa Mediterránea. Tras los enfrentamientos, ambas potencias
firmaron tratados de paz, entre Saustatar y Tutmosis III a mediados del s. XV a.C.,
gracias a los cuales se llegó a un equilibrio internacional en la zona. Durante el s.XIV,
el reino de Mitanni cae bajo el nuevo auge del reino de Asiria y la expansión del vecino
Hatti bajo el reinado de Suppiluliuma (1380-1336 a.C.), desapareciendo el siglo
siguiente.
En lo referente al reino hitita, aunque hizo incursiones en la zona, incluso hasta
Babilonia durante el período del Reino Antiguo (Mursili I el 1595 a.C.), no será hasta
mediados del s. XV y con la llegada de Tudhaliya y la creación del Primer Imperio
Hitita, que se expandirá por la zona —sobre todo con la subida al trono de
Suppiluliuma—, llegando a controlar toda la cuenca alta del Éufrates hasta el s. XIII
a.C., en que cae ante los ataques de los Pueblos del Mar y el empuje asirio.
Tras la caída de la III Dinastía de Ur, otra de las ciudades que consiguió
independizarse fue Assur, con Puzur-Asur I. Pero será com Shamsi-Adad I (1813
a.C.-1781 a.C.) que se fundó el primer imperio asirio, el denominado Reino Antiguo. A
partir de su núcleo central en la zona norte de la Mesopotamia, se fue expandiendo,
hasta su ocupación por la babilonia amorita durante el reinado de su hijo Isme-Dagan
(1780-1741 a.C.). De nuevo, el 1392 a.C. recobra su independencia bajo el reinado de
Eriba-Adad, pero será con su hijo Assur-Uballit 1365-1330 a.C., que se consolidará
definitivamente. Con Adad-Nirari, Salmanasar, Tukulti-Ninurta y Tiglat-Pileser el
territorio del Imperio Asirio se extenderá enormemente a lo largo de los siglos XIII XI
a.C., pues hacia 1077 a.C. empezó una época de decadencia, que finalizará con la
llegada al trono de Adad-Nirari II el 911 a.C. y la creación del Imperio Nuevo. Los
reyes de esta nueva etapa hasta el 745 a.C. (Tukulti-Ninurta II, Asurnasirpal II,
Salmanasar III) se enfrentaron a sus vecinos, extendiendo sus dominios hasta Egipto,
la costa sirio-palestina, el reino de Urartu, hasta Frigia. Con Tiglat-Pileser III se
anexionó Babilonia, conformándose el Imperio Asirio-babilónico, que se mantuvo bajo
Sargón II y el resto de sargónidas hasta el 627 a.C., año de la muerte de Asurbanipal II
e inicio de los ataques por parte de los medos, que acabaron con este gran imperio.
El s.XI a.C hace su aparición en la zona septentrional de Mesopotamia el reino de
Urartu —con capital en Turushpa—, que se extendía por la región de la actual
Armenia, aunque su máxima expansión se dará entre los siglos IX-VIII a.C. Con las
invasiones de las tribus cimerias y el auge del imperio de Asur bajo Tiglat-Pileser III
provocaron su caída.
Como hemos mencionado anteriormente, en el S.VI hizo la aparición en la zona el
pueblo de los medos que bajo su rey Astiages (584-550 a.C.) que conquistará la zona
de Urartu y provincias asirias de Asia Menor y llegará hasta el río Halys. Con la unión
del Reino Medo y el Persa bajo Ciro II (559-528 a.C.) se creará el Imperio Persa
Aqueménida, que anexionará toda la zona mesopotámica durante su reinado. Un
enorme imperio que perdurará durante dos siglos más, hasta su conquista por parte de
Alejandro Magno.
MAPAS DE EGIPTO
Se ha denominado Período Predinástico a una serie de culturas que ocuparon el Valle
del Nilo durante el Neolítico antes de que Egipto se convirtiera en un estado
políticamente unificado hacia el año 3000 a.C. La expansión de una de estas culturas,
la de Naqada, ofrece un paralelismo con la evolución política y cultural de la zona. A
partir del núcleo original del Naqada I en el área de Tebas, los restos arqueológicos
han podido establecer su posterior expansión hacia el norte durante los períodos de
Naqada II y III. Este último período (3200-3150 a.C.) se corresponde ya con la época
protodinástica y las dinastías 0 y 00, etapa en la que se unificaron el reino del Alto y el
del Bajo Egipto, destacando los centros políticos de Naqada, Tinis—que acabará
constituyéndose la capital de la elite gobernante— y Hierakónpolis. Empieza entonces
la Época Tinita (3050-2686 a.C.), en la que también se sucederán las Dinastías I y II
con el rey Narmer —según la tradición, el mítico unificador del reino. En este momento
se sistematiza la escritura jeroglífica y se establece la titulatura faraónica que tendrá
tan larga duración: nombre de Horus, "Rey del Alto y Bajo Egipto" y el de "las dos
señoras".
El 2686 a.C. da comienzo la época menfita o Reino Antiguo, que incluirá las dinastías
III a VI, y perdurará hasta el 2181 a.C. La capital se traslada a Menfis. Da comienzo
una primera etapa expansiva hacia Nubia y el Sinaí. Destaca la construcción en piedra
de las grandes pirámides, a partir de la pirámide escalonada de Zoser (II Dinastía) y su
arquitecto Imhotep en Saqqara y la posterior evolución con las de Jufu, Jafra y
Menkaura (de la IV Dinastía durante el s. XVI a.C.) en Giza. Con la V Dinastía empezó
a debilitarse el poder real que favoreció un aumento de poder por parte de los
nomarcas y aristócratas locales que acabó con una inestabilidad política y la división
del reino en varias partes y bajo dinastías locales diferentes (de la VII a la XI), el
Primer Período Intermedio (2181-2040 a.C.). Al final de este, Tebas y Heracleópolis se
disputarán la hegemonía, que caerá en manos de la dinastía Tebana con el faraón
Mentuhotep I (2060-2010 a.C.), instaurándose así el Reino Medio (2040-1785 a.C.),
con las dinastías XI y XII. Con Mentuhotep se recuperó la consolidación del poder del
faraón y empezó la expansión del territorio: hacia Nubia (hasta Buhen, Kumma),
Palestina y la península del Sinaí.Tras estas dinastías se dio otro período de
inestabilidad, el Segundo Período Intermedio (1782-1570 a.C.). La Dinastía XIII
trasladó la capital a Itjitauy. La Dinastía XIV, paralela a la anterior, estableció su capital
en Xois, en el Delta. En el Delta, ya desde el siglo XX a.C. empezaron a llegar hicsos,
un pueblo procedente del este y que hacia el 1663 a.C., aprovechando la inestabilidad
que había en la zona, se hicieron con el poder y establecieron un nuevo reino hicso
bajo las dinastías XV y XVI con capital en Avaris. Paralela a estas dinastías, en el Alto
Egipto la Dinastía XVII tebana mantenía el control en el resto del reino, hasta la
primera catarata, ya que el área nubia se había independizado y había formado el
reino de Kush.
Al final de esta etapa, el rey de Tebas Ahmosis I consiguió liberar el delta de los hicsos
y unificar de nuevo el reino hacia 1570 a.C., iniciándose así la XVIII Dinastía de Tebas
y el período denominado Imperio Nuevo, que perdurará hasta el 1070 a.C. Esta época
incluye las dinastías XVIII, XIX y XX. Fue sobre todo con la llegada al trono de
Tutmosis I y sus sucesores que Egipto llegó a su máxima extensión, tras campañas de
conquista hasta la Alta Nubia y en la franja sirio-palestina hasta Aleppo, entrando en
conflicto con Mitanni primero y Hatti después bajo los ramésidas —principalmente
Ramsés II en la famosa batalla de Kadesh—, en el s. XIII a.C. Durante este período
encontramos el paréntesis del cisma de el-Amarna, durante el cual Amenofis IV (1350-
1334 a.C.) llevó a cabo una reforma religiosa muy radical, estableciendo Atón como
divinidad principal, y trasladando la capital a la nueva ciudad de Aketatón (el-Amarna).
Al finalizar el Imperio Nuevo, con la Dinastía XXI, se creó el Estado Divino de Amón,
bajo el control de los sacerdotes de Tebas en el alto Egipto. En el delta, las dinastías
XXII, XIII de origen libio establecieron otro reino con capital en Tanis. al final del
período, la Dinastía XXV nubia consiguió unificar brevemente la práctica totalidad el
reino, hasta el 730 a.C. que cayó bajo el poder asirio, aunque recuperó la
independencia con Psamnético I el 664 a.C. y la Dinastía XXVI, denominada Saíta por
haber establecido la capital en Sais. Finalmente, el 525 a.C. el reino fue conquistado
por los persas (dinastías persas XVII-XXX) y, finalmente, el 333 a.C., por Alejandro
Magno.
MAPAS DEL LEVANTE MEDITERRÁNEO
Tras el período de neolitización, la zona se caracterizó por el surgimiento de las
primeras sociedades complejas y las primeras ciudades-estado, entre las que
destacaron el Reino de Ebla durante la primera mitad del III milenio a.C., y el Reino de
Mari, durante el tercer cuarto del mismo milenio. El surgimiento de estas ciudades
estados coincidió con el Período Predinástico y Reino Antiguo en Egipto, aunque
posteriormente cayeron bajo la influencia del Imperio Acadio, creado por Sargón en
Mesopotamia el 2334 a.C. y que durará hasta el 2193 a.C. En la zona central de
Anatolia, surgieron las primeras sociedades prehititas, que mantuvieron una fructífera
relación comercial con el Imperio Antiguo Asirio, a través de los asentamientos
comerciales que este había fundado en la zona. Entre ellos destacó el de Kanesh.
Con el cambio de milenio se observa cómo estos pequeños estanos prehititas se
unifican bajo el control del rey Anitta, durante el s. XVIII a.C., dando así comienzo al
Antiguo Reino Hitita, que perdurará hasta el 1500 a.C. y en la que el reino mantuvo
una cierta paz con las potencias del momento, Egipto y Mitanni.
Por la misma época, en el extremo occidental de la península de anatolia, se observa
la influencia de las cultura minoica (s. XVII) y micénica (s.XIV) respectivamente. De
hecho esta región estuvo siempre bajo el influjo cultura del Egeo, es decir, bastante
más vinculado a las culturas "griegas" que a las provenientes de oriente, de las que
también recibirán influencias.
Como hemos mencionado anteriormente, hacia el s. XVI a.C. hace su aparición en la
región un nuevo reino, Mitanni, que se expandirá hasta anexionarse la zona norte de
Siria, motivo por el cual se enfrentó al Reino Nuevo Egipcio, que también tenía
intereses y territorios en la zona sirio-palestina. Saustatar y Tutmosis III firmaron
tratados de paz a mediados del s. XV a.C., gracias a los cuales hubo un período de
relativa paz en la zona.
A mediados de s. XV a.C. los hititas llevaron a cabo una política expansionista, con la
que empieza el Primer Imperio Hitita —sobre todo con el reinado de Suppiluliuma—,
llegando a controlar toda la cuenca alta del Éufrates hasta el s. XIII a.C., y la zona de
Siria, por lo que mantendrán tres episodios bélicos con Mitanni (empezando así su
decadencia que acabará con su caída bajo el nuevo auge del reino de Asiria y la
expansión del vecino Hatti a lo largo del s. XIII a.C.) y Egipto (sobre todo en época de
Ramsés II, ya durante el Segundo Imperio Hitita —1336-1216 a.C.) por mantener la
hegemonía en la zona. Tras el desgaste por las guerras con Egipto, conflictos internos
por la sucesión y insurrecciones de algunos de los pueblos sometidos, pero
principalmente por los ataques de los Pueblos del Mar y el empuje asirio el Imperio
Hitita acabará desapareciendo a finales del s. XIII a.C.
Con las invasiones de los Pueblos del Mar, el panorama político de la zona cambió
radicalmente y se observa el surgimiento de otras entidades políticas tras el período
de recuperación. En la península de Anatolia, en la zona sureste, la desmembración
del Imperio Hitita dio paso a la creación de una serie de pequeños reinos de pueblos
luvitas y arameos, los Reinos Neohititas, que tuvieron su época de esplendor entre los
siglos XI-VIII a.C. En la zona central, se asentaron el pueblo de los frigios, donde
crearon un reino que vio su máximo esplendor durante los siglos VIII-VII a.C. Este
reino acabó con la invasión de los cimerios el s. VII a.C., momento en que el Reino
Lidio reemplazará al de Frigia como principal potencia de la zona, hasta el 546 a.C.,
con la invasión persa. No podemos olvidar que toda esta zona, a partir de la del s. XI
a.C., entró en contacto con los griegos, fruto de la colonización griega de la costa
oeste de la península por la presión de los dorios.
En la franja sirio-palestina, tras la invasión de los Pueblos del Mar durante el s. XI a.C.
hicieron su aparición una serie de estados independientes constituidos por pueblos
arameos, los Reinos Arameos.
En la franja de la costa franqueada al este por la cordillera del Líbano, hizo su
aparición el pueblo fenicio, desmarcándose de sus orígenes cananeos y adquiriendo
personalidad propia. Se trata de una serie de ciudades-estado independientes de
marcado carácter comercial, lo que los impulsó a realizar una colonización por todo el
Mediterráneo, instaurando una talasocracia en la zona, sobre todo durante el s. VIII
a.C. Entre estas ciudades destacan Tiro, Sidón o Biblos.
A lo largo del s. XI a.C., en la zona de Palestina, los pueblos israelitas establecen un
estado monárquico bajo los reinados de Saúl, David y Salomón (finales del s.XI-X
a.C.), aunque mantendrán conflictos con sus vecinos del oeste, los filisteos, y los
egipcios. El reino sufrirá una división el 931 a.C. entre Israel en el norte, con capital en
Samaria, y Judá en el sur y con capital en Jerusalén.
El final de la independencia de todos estos estados creados tras las invasiones del s.
XIII a.C. se dio con la conquista por parte del Imperio Asirio el s.VIII-VII a.C. y
posteriormente por el Imperio Neobabilónico el s. VII a.C. y el Imperio Persa el s. VI
a.C.

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