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Antropólogos pertenecientes al Grupo de Investigación Social de Acción Participativa de la Universidad
Pablo de Olavide (Sevilla) y al Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria de la Historia Social de
Andalucía. Este artículo está publicado en Acosta, Gonzalo, Ángel del Río y José Mª Valcuende (Coord.) La
recuperación de la memoria histórica: una perspectiva transversal desde las ciencias sociales. Centro de
Estudios Andaluces (2007)
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Introducción
Parece claro que un proceso de recuperación de la memoria implica: (a) una
revisión de carácter histórico que ponga de manifiesto los silencios y
tergiversaciones de la Historia oficial; y (b) una aproximación a los protagonistas
de los acontecimientos históricos y sociales que nos interesa analizar.
La apuesta por las fuentes orales es, desde este punto de vista, de carácter
metodológico pero es también una apuesta por la acción e implicación de la
sociedad en la construcción del conocimiento. Aunque debemos señalar que la
utilización de fuentes orales no es incompatible con otro tipo de fuentes.
El análisis de la Sociedad y de la Historia no es algo que deban realizar
exclusivamente los especialistas para los especialistas, al margen de los propios
protagonistas de los procesos históricos, que tienen mucho que decir en tanto
actores y agentes sociales que han vivido una etapa histórica determinada. Las
visiones globales sobre la Historia y la Sociedad no pueden ni deben olvidarse de
las visiones de las personas anónimas, de aquellos que no ocuparon espacios
significativos de poder y que no están en los listados de los grandes personajes. Es
a partir de esta visión como podemos introducir nuevos elementos y aproximarnos
a las víctimas de los procesos históricos o a los grupos que, de una u otra forma,
han sido minorizados por el poder. Al fin y al cabo la historia oficial tiende a
reflejar una visión parcial en la que normalmente se representa a una parte de la
sociedad, ya sea la que ganó una guerra o la que detentó el poder económico, etc.
Y es que no podemos olvidar que la Historia está llena de silencios, de hechos que
pasaron al olvido y de grupos, que fueron excluidos económica y políticamente, a
los que se les negó y niega la palabra. Es por eso que es tan importante volver a
revisar determinados periodos históricos y replantear la Historia desde el punto de
vista de las víctimas del poder. Este es sin duda un ejercicio fundamental en el
caso de la guerra civil, de la posguerra, del franquismo e incluso del periodo de la
transición. Todavía tenemos a muchos de los testigos y agentes directos de este
último periodo, aunque evidentemente este número se reduce a medida que nos
retrotraemos en la historia, y es que el tiempo corre en contra, de ahí la urgencia
de redoblar los esfuerzos a la hora de aproximarnos a los testimonios que
permanecen vivos en la memoria. En este sentido, cualquier trabajo que se realice
para mantener esta memoria, bienvenido sea, pero de todas formas en la medida
que desarrollemos una metodología adecuada y que unifiquemos criterios en la
recopilación de la información seremos mucho más eficaces en nuestra labor, lo
que nos permitirá llegar a conclusiones generales más allá de los testimonios
concretos. Es por esto, que es preciso proporcionar algunos instrumentos
metodológicos a aquellas personas y grupos que sin ser especialistas en Ciencias
Sociales están realizando una importante labor de recuperación de testimonios.
Vamos por tanto a desarrollar de una forma muy esquemática algunos puntos que
les permita aproximarse a las historias de vida, una de las técnicas más hermosas
y, al mismo tiempo, más compleja pese a su aparente sencillez. Compleja porque
probablemente si existe una técnica con una mayor implicación personal ésta es la
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Historia de Vida, pero antes de profundizar en estos aspectos conviene que nos
aproximemos a algunas de las distintas formas de construir relatos de vida
a) Las autobiografías
Investigar con fuentes orales implica recoger todo tipo de información, en este
caso hablamos de la recopilación de fuentes primarias, creadas al margen de una
metodología propiamente científica, pero que nos proporcionan una información de
base de sumo interés. A la hora de analizar esta información debemos tener en
cuenta varios hechos que nos pueden ayudar a interpretar el sesgo inevitable de
cualquier fuente primaria. Para ello debemos, en la medida de lo posible, intentar
responder a dos preguntas:
¿Cuál es el fin para el que se escribió la autobiografía? Por decirlo de alguna
forma, no es lo mismo cuando una biografía es pensada para ser publicada, lo
que inevitablemente influirá en la imagen que pretenda dar el protagonista de
la misma, o cuando se realiza simplemente para uso personal, como así
sucede, normalmente, en el caso de los diarios.
¿Cuál es la personalidad del que escribió la biografía? Es decir, si se trata de
alguien que pretende dar una imagen pública, si es alguien que escribe
libremente y plantea sus contradicciones o sus silencios, etc.
De todas formas el hecho de que exista un sesgo no debe servir para que
desechemos este tipo de fuentes, siempre que seamos conscientes de sus ventajas
y limitaciones, y de que, en la medida de lo posible, consigamos complementar
esta información con otras fuentes. La recopilación de documentos de este tipo
puede ser una labor importante a realizar por los grupos que trabajan en la
recuperación de la memoria, como puede serlo también el fomento de la
realización de autobiografías, a partir de unas pautas generales comunes. En todo
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caso debemos tener en cuenta que una autobiografía es un texto que debe y
puede ser interpretado, independientemente de que la fuerza narrativa y
testimonial de algunas de ellas las conviertan en testimonios de primera mano de
un indudable interés.
b) Las microbiografías
Esta técnica, especialmente interesante para el caso que nos ocupa, está a medio
camino entre la historia de vida y la entrevista. Básicamente consiste en una
entrevista de carácter abierto, en la que se tratarán una serie de cuestiones
comunes para todos los entrevistados, pero que permite un cierto grado de
flexibilidad en función de las especificidades de los mismos. En todo caso, este
guión debe tener como hilo conductor la vida del informante, aunque centrada en
ciertos aspectos. La duración de la entrevista es muy variable en función del guión
de entrevista. En las que nosotros utilizamos habitualmente la duración suele estar
en torno a la hora y media, pero en algunos casos puede sobrepasar las tres horas
e incluso puede ser necesario realizarla en varios días. Este esquema flexible
permite, por un lado, tratar una serie de cuestiones que son comunes, lo que
posibilita la construcción de una historia de vida tipo, pero al mismo tiempo
permite analizar cuestiones específicas en función del conocimiento del informante.
Por ejemplo, una persona que haya tenido una actividad destacada en un partido
político nos contará muchos aspectos sobre dicho partido, alguien que conozca
más el funcionamiento del ejército desarrollará más otros aspectos, etc.
Las preguntas se plantean en torno a grandes cuestiones con el fin de que la
persona entrevistada pueda crear su propio discurso. En este sentido, se debe
tener una cierta flexibilidad en la entrevista, dejando márgenes al entrevistado,
pero evitando la total dispersión. De hecho, en algunos casos será necesario
reconducirla hacía los temas centrales. Es fundamental que la entrevista se plantee
como una conversación; el entrevistado no debe tener la sensación de que se le
está haciendo un interrogatorio.
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representatividad de las personas seleccionadas, en función del problema de
estudio. A continuación desarrollaremos brevemente el carácter de estas distintas
estrategias:
La Historia de vida como estudio de caso. Toda la investigación gira en
torno a una historia de vida. En este tipo de investigación la información
proporcionada por la persona entrevistada puede verse complementada por la
que nos proporcionen otras personas que lo han conocido, que han compartido
sus mismos contextos o que han vivido determinado tipo de acontecimientos. A
su vez, deberemos buscar, siempre que sea posible y que se ponga a nuestra
disposición: cartas, diarios, documentos personales, y otro tipo de documentos
de interés como: películas, fotografías o testimonios indirectos sobre el
protagonista. La vida del contexto y de la época del entrevistado debe estar lo
más documentada posible, lo que puede exigir también la consulta de diarios
de la época y otro tipo de fuentes documentales diversas.
Aprovechamos para señalar que, independientemente, de la técnica que
utilicemos es fundamental aprovechar la investigación para recopilar copias
de otro tipo de material que pueda ser interesante en la investigación:
documentos de la época, fotografías, cartas, sentencias judiciales, textos
escritos por el informante, etc.
Este tipo de investigación tiene como finalidad reflejar un contexto social desde
las vivencias subjetivas del sujeto. Nos permite aproximarnos a la acción
individual en un marco social y plasmar todas las contradicciones entre los
modelos sociales y las propias vivencias personales. Constituye una compleja
metodología en la que es preciso equilibrar la estructura y la agencia. En todo
caso, no se nos puede olvidar que este tipo de historia de vida nos interesa,
por un lado, como expresión de un contexto o una época y/o en cuanto
representación de un grupo social concreto; por otro, como la manifestación de
una vida personal que mira el mundo desde su propia subjetividad.
Una de las críticas habituales a las historias de vida, es que tienen un
carácter absolutamente subjetivo. Sin embargo, desde nuestro punto de
vista, el problema no es tanto la subjetividad o supuesta objetividad de
determinadas técnicas. Al fin y al cabo los hechos no pueden ser
interpretados al margen de nuestra forma de interpretar el mundo (es decir
los hechos están unidos a las representaciones), el problema es la falta de
rigor y el no reconocimiento de los fines que condicionan cualquier tipo de
investigación.
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la hora de analizar al individuo. En todo caso, cuando realizamos numerosas
historias de vida lo normal (siempre dependerá de los medios y de las
dimensiones del equipo de investigación) es que tengan una extensión más
limitada.
Con este tipo de relatos lo que pretendemos es construir una historia de vida
tipo y/o el análisis de un contexto histórico determinado a través de las
historias de vida seleccionadas. Por ello es fundamental la representatividad de
la muestra en función de las variables que nos interesa analizar. Por ejemplo, si
nos interesa conocer cómo se vivió la represión franquista en el pueblo X, nos
puede interesar conocer como se vivió en función del sexo (hombres y
mujeres), en función de la clase social y/o del sector socioprofesional
(jornaleros, grandes propietarios, comerciantes, etc.), nos puede interesar en
función del nivel de participación sociopolítica (miembros o no de un partido
político, de un sindicato), etc.
Los criterios de selección de la muestra pueden ser distintos en función de
nuestros intereses de partida, aunque debemos asegurarnos que después de
haber realizado estas biografías tenemos una muestra suficientemente
representativa. Normalmente se pueden utilizar criterios estadísticos de
representatividad en función de la muestra, o bien, se puede utilizar el
denominado criterio de saturación. Por decirlo de una forma sencilla, después
de haber realizado un número determinado de entrevistas llega un momento
en que sabemos qué es lo que nos va a responder el entrevistado, esto indica
que la técnica utilizada ha dado de sí todo lo que podía dar.
Pujadas diferencia entre los relatos biográficos paralelos y los relatos
biográficos cruzados, comencemos por los primeros.
Los relatos biográficos paralelos: Pensados fundamentalmente para “el
estudio de unidades sociales amplias”. En función de los objetivos que
pretendemos con la investigación podemos realizar, siguiendo a Szcpnsaki
(Pujadas: 52 y ss.) cinco tipos de análisis, que como este mismo autor indica
no son excluyentes:
- El análisis tipológico: consiste en la presentación de determinados tipos de
personalidad, formas de comportamiento o de convivencia, que surgen con
el estudio de diversos grupos. Los materiales autobiográficos se someten a
una distribución por categorías y a una clasificación en la que toda la
riqueza de la realidad descrita se reduce a una serie de tipos.
- El análisis de contenido. “consiste básicamente en la realización de una
descripción objetiva, sistemática, y eventualmente cuantitativa de los
contenidos extraídos en cualquier texto” (Pujadas: 73). “Este análisis,
sugiere Szczepanski, puede ofrecer una técnica más rigurosa para examinar
las actitudes de los sujetos de una muestra. Incluso es posible realizar un
tratamiento estadístico del análisis de contenido para poder hacer una
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lectura más clara de algunos factores que puedan llegar a ser importantes
en nuestro análisis de las narrativas autobiográficas (Pujadas: 52).
- El método de ejemplificación. Consiste básicamente en la “ilustración” y
fundamentación de determinadas hipótesis mediante ejemplos escogidos,
extraídos de una serie de relatos biográficos. No se trata de tesis
críticamente comprobadas por el autor de la autobiografía (o el sujeto
entrevistado), sino que se trata de intentar por parte del investigador una
confirmación de la propia posición teórica mediante ejemplificación. Este
tipo de metodología es para Pujadas la más utilizada y al mismo tiempo la
más criticable desde el punto de vista científico, en tanto que la historia de
vida acaba siendo una “excusa” que sirve precisamente para reafirmar los
presupuestos iniciales de partida.
- El método constructivo: consiste en el estudio del mayor número posible de
relatos biográficos desde el punto de vista de una problemática claramente
delimitada. Cuando el investigador elabora sistemáticamente sus materiales
autobiográficos, los interpreta a partir de una perspectiva teórica
determinada. En este sentido, las descripciones contenidas en los relatos se
convierten en los “sillares” que configuran una imagen general de los
fenómenos en estudio. Aquí el papel de la intuición del investigador es
fundamental para llevar a buen puerto esta actividad de selección de
atributos empíricos para sustentar hipótesis previamente formuladas y, por
otro lado, para formular nuevas hipótesis en base a las nuevas evidencias
proporcionadas por las propias narrativas. Este método, a diferencia del
anterior, establece una relación dialéctica entre los postulados teóricos
previos a la revisión del material empírico y los hechos presentados por
éstos.
- El método estadístico: establece correlaciones entre formas de vivir y
características socieconómicas, sin embargo, tal y como señala Pujadas no
parece muy justificado realizar relatos de vida para aplicar exclusivamente
el método estadístico, aunque puede tener un carácter complementario.
Estos métodos no son necesariamente excluyentes, sino que, en muchos casos,
se plantean como complementarios. Incluso la utilización de las historias de
vida no tiene por qué ser incompatible con otro tipo de técnicas de
investigación.
Una de las mayores virtudes del Proyecto de Investigación: El Canal de los
Presos, fue precisamente el enriquecimiento que se produjo a la hora de
trabajar conjuntamente: historiadores, geógrafos, antropólogos…. Este
hecho nos permitió abordar los temas de estudio desde distintas miradas
con técnicas complementarias (en las que se incluyen los relatos de vida). A
su vez, permitió ir contrastando y matizando los resultados parciales al
combinar la información que se iba recogiendo de distintas fuentes.
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Los relatos biográficos cruzados: En este caso se pretende analizar un
hecho desde diferentes perspectivas. “La idea central del procedimiento
consiste en hacer converger los relatos de las experiencias personales hacia un
punto central de interés, hacia un tema común, del que todos los sujetos han
sido a la vez protagonistas y observadores externos, como el cambio social
aldeano, la experiencia migratoria y la construcción de un barrio periférico, o la
trayectoria individual o las motivaciones que han impelido a varios sujetos a
hacerse miembros de una secta religiosa (...). Esta convergencia produce, ella
misma, un cierto efecto de saturación, pues nos permite aislar las
características irreductibles de la subjetividad humana de los elementos
comunes y presuntamente estructurales, que nos dan cuenta de un fenómeno
social complejo”. (Pujadas: 57).
Las microbiografías realizadas en la investigación el Canal de los Presos
responden básicamente a esta metodología. Las diferentes historias de vida de
los entrevistados convergen en mismo hecho (la prisión) y en un mismo espacio
(el campo de concentración). Estos dos ejes conductores acaban articulando
diferentes vidas unidas “por un mismo drama”.
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más rápidamente posible determinados testimonios orales e incentivar la
creación de historias de vida y de autobiografías, aunque al mismo tiempo
trabajemos en la creación de una metodología que pueda ser compartida y
que haga mucho más eficaz el trabajo.
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historia global, sin renunciar a la diversidad de situaciones o a poner de
manifiesto las contradicciones, los sentimientos, las sensaciones de
personas con un rostro que, en ocasiones, es negado en los análisis macro.
Otro aspecto que consideramos importante es la necesidad de no
centrarnos exclusivamente en los hombres a la hora de realizar esta
investigación. Y esto por dos razones, la primera porque la represión la
experimentaron hombres y mujeres (no podemos reproducir en estas
investigaciones una visión androcéntrica); segundo, porque en muchos
casos son las mujeres las que guardan los recuerdos de forma mucho más
minuciosa. Los hombres en las entrevistas tienden a incidir más en los
“grandes” acontecimientos, mientras que las mujeres tienden a describir
mucho más pormenorizadamente la cotidianeidad.
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Esto es un trabajo conjunto, y en este sentido no podemos olvidar otra
cuestión importante, la información debe volver a aquellos que la hacen
posible, porque ellos son la parte central de este proceso y los que le dan
verdaderamente sentido.
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compartido como el que ahora nos ocupa en el que los objetivos son comunes,
en la mayor parte de los casos, entre entrevistadores y entrevistados.
Debemos tener en cuenta que muchos de los aspectos tratados en estas
entrevistas son realmente duros, y que a veces es preciso bastante tiempo
hasta que el informante decide abordar ciertos aspectos. En todo caso es
necesario ser respetuosos con los ritmos de la persona entrevistada y
esperar a que ésta se decida cómo y cuándo quiere abordar ciertas
cuestiones (si es que quiere abordarlas), pero nunca forzar la entrevista. De
todas formas, también es cierto, que cuando el entrevistado comienza a
hablar de su vida y siente que existe un reconocimiento se produce un
efecto positivo en el propio informante, que es realmente difícil explicar con
palabras.
En el caso de la investigación del Canal de los Presos la mayor parte de
nuestros informantes han colaborado sin problemas, aunque ha habido
algunas excepciones. Excepciones motivadas normalmente por la acción de
algunas familias, bien como una forma de “proteger” al informante, bien
como una forma de negación, cuando no de desprecio, de su pasado. La
represión no finalizó con el franquismo, sigue viva en muchas cabezas.
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con mucho tiempo, en este caso no hay problema, pero en otros casos nuestro
acceso al informante va a estar limitado (un hecho que es fácil que suceda
cuando se trabaja con una muestra grande) y lo que no hayamos podido
preguntar ya no tendremos una segunda oportunidad para hacerlo.
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no importa, la entrevista comenzará cuando se apague la grabadora, y
puede suceder también que haya personas que no quieran ser grabadas (no
suele ser habitual), en este caso tomaremos notas, y a ser posible será
recomendable que haya una tercera persona anotando mientras una de las
personas pregunta.
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La redacción de los resultados
Este tipo de técnicas nos permiten analizar los hechos sociales desde los propios
individuos que participan en los mismos. Esta es sin duda una de sus grandes
virtudes y es un elemento fundamental a la hora de exponer los resultados. Son
muy diversas las formas de exponerlos en función del público al que vayan
dirigidos y del propio formato (libro, artículo). Si hablamos de un público
“académico”, deberemos explicitar de forma muy precisa la metodología, las
hipótesis de partida, las técnicas utilizadas, etc. Si hablamos de otro tipo de
ámbitos deberemos incidir en los aspectos de carácter divulgativo. En todo caso la
pregunta fundamental que se nos plantea es cómo exponer los resultados de los
testimonios. Nuevamente nos podemos encontrar con diversas opciones,
plantearemos algunas de ellas, sin que ello presuponga que sean las únicas o
necesariamente las más correctas:
La Historia de vida en primera persona. Una técnica que puede ser apropiada
para el estudio de caso. El texto se construye fundamentalmente a partir del
relato del entrevistado. El investigador bien en el propio texto o bien en notas
al pie puede ir clarificando determinados aspectos del contexto o de los hechos,
incluir la información recogida de otro informantes o de otro tipo de fuentes.
El investigador puede o no aparecer formalmente en el texto. Y señalo lo de
formalmente porque éste siempre está aunque no lo parezca (de otro modo
nos encontraríamos ante una autobiografía). Por ello es conveniente que se
explicite en la publicación cuál ha sido el papel de ambos. Este hecho nos
permitirá una mejor y más correcta interpretación de las historias de vida.
La historia de vida en tercera persona. El personaje o los personajes de la
historia de vida aparecen en tercera persona. Es el investigador el que de
forma explícita construye el relato a partir de una historia tipo o bien
reconstruye un contexto en función de la información recogida a partir de las
historias de vida y, en ocasiones, de otras fuentes documentales. En este caso,
de modo formal, el investigador aparece como el intérprete de toda una serie
de vidas. Según los estilos nos encontramos con monografías en las que
apenas aparecen los informantes o aparecen en notas al pie, y nos
encontramos otros casos en las que es habitual incluir los testimonios de
algunos informantes en la propia narración. Esto exige una selección de textos
en función de su representatividad pero también de la excepcionalidad.
Una de las cuestiones que habitualmente se plantea es hasta qué punto se debe
mantener el texto original de las entrevistas o se pueden hacer correcciones
formales. Aquí nos encontramos con distintas posturas. Desde nuestro punto de
vista, siempre que sea posible, se debe mantener el texto original, aunque hay
casos en los que será necesario hacer correcciones que permitan la comprensión
del propio texto, pero teniendo en cuenta que no se puede tergiversar ni la forma
ni el fondo.
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Un texto debe ser riguroso pero también debe ser atractivo para el lector, y este
tipo de técnicas posibilitan ambas facultades. Independientemente de las formas
de redacción no podemos olvidar que vamos a dar a conocer toda una serie de
hechos desde las propias vivencias de las personas que los vivieron, y que éstas
deben aparecer reflejadas en el relato.
APÉNDICE:
Modelo básico de entrevistas para realizar historias de vida o
microbiografías con relación a la “memoria histórica”
La reconstrucción de la trayectoria vital de las personas informantes o „donantes
de memoria‟, desde sus primeros recuerdos y sus primeras experiencias hasta los
aspectos referidos a la valoración que se tiene de ciertas cuestiones de la
actualidad, se hará siguiendo un eje que, a su vez, dividiremos en bloques
temáticos, con la pretensión de abarcar las distintas dimensiones que
consideramos fundamentales para la recuperación de lo que conocemos por
memoria histórica.
En este sentido, es básico y esencial todo el proceso relacionado con la
socialización del informante en su entorno socioeconómico y cultural a través de la
educación (formal o informal), la vida familiar en los distintos grupos domésticos
de los que ha formado parte, el mundo laboral, el asociacionismo y la sociabilidad,
las creencias y las ideas, etc.
El cuestionario básico de entrevista aparece dividido en compartimentos temáticos
—aunque en la realidad todos ellos están entreverados— y sigue un orden
cronológico. En ellos, se recoge de forma esquemática los diversos aspectos de la
vida social del individuo, aunque dependiendo de la personalidad y de la propia
experiencia, es preciso detenerse con mayor énfasis en algunas facetas de la
misma.
En función del objetivo de recoger un máximo de testimonios de personas mayores
con la celeridad y prontitud que exige por razones de desaparición de testigos, nos
vamos a centrar en etapas claves de sus vidas: la Segunda República, la guerra
civil y la posterior represión franquista. Es decir, ahondaremos en todos estos
aspectos silenciados por la historia oficial desde distintas dimensiones como las
familiares, políticas, económicas, sociales… En este sentido, nos interesa conocer
el más amplio espectro posible de formas y mecanismos de represión e injusticia,
más allá de las que producen mayor impacto social. Por poner un ejemplo, no sólo
nos interesa saber dónde hay una fosa común, con qué número de asesinados y
quiénes eran, sino también, si aquellas personas encontraron enormes dificultades
para obtener un empleo por su condición de rojo o roja, si les fue vetado el acceso
a la enseñanza, si sufrieron el escarnio y las humillaciones públicas, si fueron
desposeídos de determinados bienes muebles o inmuebles…
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El guión que ofrecemos como borrador, abierto a las modificaciones oportunas tras
una primera aproximación a la persona que vayamos a entrevistar, tiene una
pretensión meramente de orientación. No se trata de cerrar un modelo, pues
consideramos que cada informante precisa de un cuestionario específico,
dependiendo de su propia experiencia vital. En este sentido, tan sólo señalamos
algunas claves para podernos sumergir en los siempre complejos mundos
valorativos de las personas que tratan de (re)construir su pasado, siempre desde
un presente concreto.
Algunas consideraciones previas:
Esto no es un guión de entrevista cerrado. Es sólo un modelo donde se
apuntan algunas dimensiones a partir de las cuales se puede elaborar un guión
más o menos adaptado al informante que vaya a ser entrevistado/a.
El modelo está enfocado sobre todo para Historias de Vida y Microbiografías,
más que para entrevistas ceñidas a aspectos muy concretos.
Es muy positivo mantener una charla previa con la persona que vayamos a
entrevistar para calibrar de mejor modo qué dimensiones de su vida tienen más
interés a los efectos de nuestros objetivos (No es lo mismo entrevistar a una
persona que estuvo tres años en una cárcel y dos en un campo de trabajo, que
otro al que asesinaron a su padre y fue testigo directo de la represión en su
pueblo siendo un niño). Sobre estos aspectos recomendamos la lectura
detenida del Protocolo de Entrevistas elaborado por los antropólogos Francisco
Ferrándiz y Luis Elguezabal que puede consultarse en la sección de documentos
de la página web todoslosnombres.org.
No pretendemos realizar entrevistas de corte periodístico. No nos interesa tanto
una información detallada y precisa como el testimonio en sí. Por eso, no
debemos darle mucha importancia a los posibles equívocos de fechas,
nombres, lugares, etc. propios de la gente mayor. O si se atranca, hay largas
pausas, etc. Las posibles erratas se pueden corregir una vez finalizada la
entrevista. Nos interesa sobre todo el discurso, la valoración que hace de sus
experiencias y vivencias. De este modo, es preferible no cortar el discurso,
aunque aparentemente pareciera que se está divagando. A veces, un silencio
prolongado, un suspiro, una lágrima, una sonrisa, un gesto, una expresión, etc.
nos ofrecen una información valiosa que difícilmente se expresaría por
palabras. Hemos de escucharlos más que oírlos y mirarlos más que verlos.
La experiencia nos dice que las personas muy mayores se van apagando en el
transcurso de la entrevista —aunque no siempre es así— y tanto la información
como la capacidad de reflexión se ven mermadas. Es, a veces, preferible, hacer
tres entrevistas de una hora, que una entrevista de tres horas. La hora del día,
el tiempo, el contexto, etc. son factores que condicionan bastante el desarrollo
de una buena entrevista.
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GUIÓN DE HISTORIA DE VIDA
Datos básicos de identificación:
- Nombre y apellidos (y apodo en su caso).
- Fecha y lugar de nacimiento.
- Estado civil y número de hijos.
- Lugar actual de residencia.
- Oficio y situación actual.
Los orígenes sociales, políticos y familiares:
Se trata de reconstruir, en la medida de lo posible, la trayectoria de padres y abuelos
(maternos y paternos) con el fin de calibrar su origen socioeconómico y político. Para ello,
se abordarán los aspectos referidos a la educación que tuvieron, la zona geográfica de
procedencia y los motivos de movilidad, los trabajos, sus vidas familiares, las relaciones
entre ellos, sus ideas políticas y religiosas, la sociabilidad, etc. Con respecto a la Segunda
República y la Guerra Civil ahondar en aspectos organizativos e ideológicos, además de,
lógicamente, los derivados de la represión: ¿Qué posición adoptaron durante la Segunda
República y la Guerra Civil?, ¿Combatió en algún frente?, ¿En cuáles?, ¿Pertenecían a
alguna organización política, sindical o de otro tipo?, ¿Sufrió algún tipo de represión
durante la guerra o durante el franquismo? ¿Qué pensaban sobre la figura y el régimen
de Franco?...
La educación/formación:
Se recogerá toda la información posible referida a la instrucción, sea académica o extra-
académica: dónde, cuándo y quién le enseñó a leer y a escribir, las primeras lecturas, los
años de escolarización, tipo de escuela a la que fue y el nivel que adquirió. Ambiente
circundante escolar: profesores, compañeros, amistades… El lugar que ocupaba la
educación en la familia, y qué suponía en la economía doméstica. La proyección con
relación al empleo y/o a la cultura. Tipos de estudios realizados y la influencia que ejerció
con posterioridad en lo familiar, laboral, político, etc. Se trata de conocer, dentro de lo
posible, cuáles fueron sus principales fuentes de formación/identificación ideológica y
política (la familia, la escuela, el trabajo, los amigos…)
La infancia y la juventud:
La vida en la casa familiar hasta la emancipación. Descripción de la vivienda: usos y
espacios. La organización familiar. El grupo doméstico: número de miembros, edades,
sexo, roles asignados y jerarquización. El trabajo doméstico: organización y participación.
El nivel de vida: nivel de consumo y de gastos, participación y gestión del presupuesto
familiar. Las relaciones intrafamiliares: grado de confianza con padres y hermanos y
hermanas, la influencia que han ejercido en su vida. Relaciones y actividades fuera de
casa: el vecindario, las amistades y otras redes de relaciones. Alimentación y salud.
Tiempo libre: deportes, juegos, canciones, espacios y centros de sociabilidad. Los
primeros trabajos remunerados: participación en la economía doméstica, etc.
Emancipación del grupo doméstico de origen o creación de uno nuevo:
Causas: estudios, trabajo, matrimonio, conflictos sociales, familiares, políticos, etc. La
nueva vivienda: condiciones. Supervivencia económica y trabajo. Organización de la vida
cotidiana. Las relaciones con la familia y con el entorno anterior. El cambio en la vida:
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significaciones.
Noviazgo y matrimonio:
El noviazgo: Quién era el novio o la novia. Dónde y cuándo se conocieron. El tiempo de
noviazgo. La postura de los padres y del entorno. La boda: descripción de la ceremonia.
La nueva vida en pareja: residencia. Modelo de familia: proyecto familiar, número de
hijos, relaciones entre marido y mujer y con los hijos e hijas. Trabajo, reparto de
responsabilidades, decisiones y tareas dentro de la familia. Convivencia y conflictos. Nivel
de vida y modo de vida. Ingresos y participación en la economía doméstica. La(s)
vivienda(s): usos del espacio, individuales y colectivos. Relaciones con el vecindario.
Rituales festivos familiares y alimentación asociados a ellos. Interesa calibrar los cambios
que se producen a partir del matrimonio y cómo se caracteriza a la familia.
La experiencia laboral:
Interesa reconstruir la trayectoria laboral en su proceso de desarrollo, describiendo los
distintos trabajos desempeñados a lo largo de su vida y qué valoración se hacen de ellos.
Interesan conocer las relaciones sociales y personales, las categorías laborales, la
conflictividad, los periodos de desempleo y los motivos, el posible ostracismo laboral, la
movilidad geográfica a causa del trabajo (emigración temporal o definitiva), los cambios
de oficios, salarios, duración de los empleos, formación en el trabajo, trayectoria laboral
ascendente o descendente, las posibilidades de promoción, la empresa y el patrón, la
sociabilidad asociada al entorno laboral, etc. Calibrar en todo ello qué relación puede
tener en la experiencia laboral el estigma de “rojo”, el haber sido señalado como tal. Es
de sumo interés detenerse en las vivencias de los peores momentos, los momentos del
hambre y la represión. Calibrar quiénes eran los que ayudaban y quiénes no. Ahondar en
las redes de ayuda y solidaridad que se establecen para mitigar las necesidades.
La cosmovisión:
Se trata de explorar la visión y la opinión que se tiene sobre los distintos aspectos que
afectan a su vida: la religión, la política, la sociedad, la familia, etc. Examinar el grado de
religiosidad a través de la asistencia a determinados oficios religiosos de carácter
sacramental en la iglesia, o de la participación en eventos populares de adscripción
religiosa (procesiones, romerías). La pertenencia a alguna asociación: partido político,
sindicato, hermandad, grupo cultural, etc., y tipo de compromiso. Origen y evolución del
compromiso. Era algo familiar o individual. Cómo afectó en la familia y en el entorno
próximo el hecho de pertenecer a alguna asociación de modo activo. Fuentes de
influencia: libros, autores, líderes, mítines, charlas, reuniones, etc. Postura en relación
con los distintos regímenes políticos, gobiernos y conflictos (según época y edad).
Valoración de la represión, la clandestinidad, el hambre... Cómo han transmitido a sus
hijos sus ideales. Ahondar en la identificación político-ideológica, esto es, cómo se ha
definido aunque sea de forma individual o familiar durante la Guerra, la dictadura y la
democracia.
La sociabilidad:
Es de especial importancia recoger todas aquellas actividades que se realizaban fuera de
la familia y del trabajo. Los espacios de sociabilidad según el género, la edad o la clase
social: el lavadero, la iglesia, la plaza, el casino, la taberna, la barbería, el cine, etc. Red
de relaciones dentro de la localidad (barrio, pueblo, ciudad): Amigos, vecinos,
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compadres, comadres, camaradas, colegas, etc. Tiempo libre, tiempos extraordinarios:
deportes, bailes, espectáculos, fiestas. Interesa saber, después de los años, la valoración
que hace de los amigos de antaño, qué fue de ellos, qué les pasó, hasta qué punto
corrieron peor o mejor suerte que él.
Hechos destacados:
Los bloques que destacamos ahora no necesariamente han de ir separados de los
anteriores, es más, lo ideal es insertarlos en las distintas dimensiones que van siendo
tratadas a lo largo de la entrevista. En este caso hacemos esta particularización para
mostrar con mayor énfasis aquellos temas que más nos interesan para los objetivos de la
recuperación de la Memoria Histórica
La Segunda República y la Guerra Civil
¿Qué recuerdos guarda de la Segunda República y la Guerra Civil? ¿Cómo vivió aquellos
años? ¿Pertenecía a alguna organización? ¿Por qué? ¿Qué sabía de la represión que se
estaba efectuando en aquellos momentos? ¿Combatió con las milicias o Ejército
Republicano? ¿Dónde, cuánto tiempo? ¿Qué puede hablarnos de la represión que se
estaba perpetrando? ¿Qué sabe de las cárceles, los campos de concentración, de trabajo,
los consejos de guerra, los juicios, las detenciones, las delaciones y los chivaros, la
tortura, los asesinatos…? ¿Y la Iglesia, representada en los curas, frailes y monjas, qué
hacían?
El Franquismo
En este punto es fundamental, una vez que se tienen conocimientos del pueblo y del
contexto social del informante, hacerse un buen plantel de preguntas sobre los aspectos
más profundos de una vida cotidiana cimentada en el miedo. Es importante penetrar en
sus percepciones a partir de vivencias clave, como el trabajo o el desempleo, fechas
conmemorativas de un familiar o ser cercano asesinado o desaparecido, la cotidianidad
junto a los torturadores y asesinos, la prepotencia y ensañamiento de estos ante
determinadas circunstancias, la actitud de los curas, la guardia civil, la policía, el señorito,
el falangista…, el ostracismo social de los que tenían miedo y no querían señalarse, etc.
¿Qué opinión le merecía el régimen de Franco? ¿Y Franco? ¿Durante el franquismo en
dónde se situaba ideológicamente? ¿Padeció el hambre y las necesidades durante su
juventud? ¿Era el hambre una lacra muy extendida socialmente? ¿Fueron los vencedores
de la guerra justos con los vencidos? ¿Qué posición mantuvo en los últimos años del
franquismo? ¿Participó activamente en su liquidación? ¿Cuáles fueron las causas del fin
del franquismo? ¿Cree que la democracia actual ha restituido socialmente a todas las
víctimas del franquismo?...
La memoria compartida
¿Se hablaba en la familia de todos los duros acontecimientos de la Guerra? ¿Quién? ¿El
padre? ¿La madre? ¿Los dos? ¿Y usted, les ha transmitido aquellas vivencias a sus hijos?
¿Por qué? ¿Cree necesario que lo jóvenes de hoy sepan las vivencias de las generaciones
mayores? ¿Cree que los jóvenes conocen poco de la Guerra y de la dictadura franquista?
¿Qué opinión le merece que hoy se esté recuperando la memoria de la historia social de
Andalucía a través de proyectos que rescatan las obras que hicieron los presos políticos o
a través de las exhumaciones de las fosas comunes, entre otros? ¿Considera que la
sociedad y las instituciones políticas aún no han reconocido socialmente a las víctimas de
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la dictadura? ¿Qué piensa de que aún haya estatuas y calles en muchos pueblos y
ciudades con los nombres de los máximos dirigentes de la dictadura de Franco?...
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