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Las estadísticas demuestran que los trabajadores que llevan habitualmente protección sufren
muchas menos lesiones que los que no la llevan.
Si al caminar por la calle nos encontramos con un perro furioso sentimos que estamos en peligro y
que puede atacarnos, en ese momento el cuerpo comienza a prepararse para la defensa, tanto
sea para escapar como para agarrar un palo u otro objeto.
Lo cierto es, que nuestro organismo envió varios mensajes al cerebro como parte del mecanismo
de defensa y del instinto de supervivencia.
Sabemos que:
● En trabajos donde hay partículas que
se proyectan, es necesario
protegerse con gafas protectoras.
● Donde se manejan objetos pesados
es necesario llevar zapatos con
punteras de acero.
● Un soldador al arco eléctrico tiene
que llevar una careta especial para
proteger sus ojos de las luces
cegadoras y de las chispas de los
arcos eléctricos.
Así nuestra ropa protectora puede ser guantes para cuidar nuestras manos, botas de goma, un
traje especial, un cinturón de seguridad o cualquier otro de los muchos equipos de protección que
existen, dependiendo de la necesidad.
Tomemos por ejemplo un par de gafas de seguridad o una máscara. Estos dispositivos no pueden
evitar daños en un equipo o evitar un incendio.
¡De esto se trata! La protección para la cara y para los ojos sirve únicamente para una cosa.
Impedir que la proyección de un material llegue a afectar tus ojos o cara. Fue diseñado
exclusivamente para eso, sin embargo, te protegerán sólo si tu lo permites.
No existe un método automático de protección para los ojos. Las gafas de seguridad y otras
protecciones sólo pueden ser eficaces cuando se utilizan de manera apropiada para la que fueron
diseñadas.
Con el casco de seguridad ocurre lo mismo, protege tu cabeza. Sólo te protegerá si lo usas, aún si
esta protección pudiera evitar un único accidente en todos los años trabajados por ti en la
empresa.
Los botines de seguridad están para proteger tus pies, no los pies del director de la compañía…
Sólo los tuyos.
Cuando hay riesgo de que algo caiga sobre tus pies, están las botas de seguridad con punta de
acero, capaces de soportar el peso de un objeto que podría aplastar tus pies, por lo tanto, el uso
de elementos de protección personal (EPP) no es un favor para la empresa. Es para que TU no
quedes ciego, que tu compañero no pierda una pierna o para que alguien no se enferme.
La ley dice que toda empresa está obligada a proporcionar los EPPs gratuitamente y la ley
también dice que la empresa debe capacitar a los empleados que requieren el uso de estos
elementos. Pero… Si el empleado desobedece las disposiciones de la empresa puede recibir
también una sanción.
A veces puede parecer complicado tener que ponerse el EPP solo para realizar un trabajo, para
cambiar un foco o sólo para esmerilar una pieza; pero toma un minuto para pensar en esto...
¿Cuánto tiempo puede llevarle a un trozo de acero o a un pedazo de esmeril llegar hasta tus ojos?
R: Sólo una fracción muy pequeña de un segundo.