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1- Cuál es la problemática que plantea el texto?

2- Que dice el autor al respecto?

1- La problemática que plantea el texto es la de la libertad, vista y analizada a partir de dos


perspectivas distintas. Inclusive desde el propio título “Elija usted si así lo desea” podemos
sostener tal afirmación.
2- En primer lugar el autor afirma que la libertad puede encontrarse tanto dentro como fuera
de la caverna, ya que la experiencia es única a nivel personal. Ahora bien, el autor hace
referencia a “caverna” como un espacio cerrado que puede darse en diferentes ámbitos de
interacción social tanto físicos como no y abarcar desde la mente de una persona, pasando por su
ámbito familiar, instituciones, o la sociedad misma.
Para contestar la pregunta el autor desarrolla que la elección en ambos casos supone un
desprendimiento, un cambio de mirada en la cual se busca alcanzar la plenitud y la
trascendencia. Sin embargo, creemos que la cuestión central gira en torno a la libertad de
elección y su “inevitabilidad” ya que el texto plantea una cuestión binaria para elegir ubicarse
dentro o fuera de la caverna.
Tanto el que está dentro como el que está fuera va a respaldar su posición y arremeter contra la
otra. El que se encuentra confinado en la caverna privilegiará la imaginación, la introspección, la
invención y la creación de su propio mundo. En cambio, el de afuera podrá “alcanzar” una
verdad objetiva y podrá vivenciar por él mismo las cosas yendo a su encuentro.
La cuestión central plantea que no es posible saber cuál de las dos posiciones es la más
“acertada” o la que llevará a una verdadera libertad del ser, sino que es preciso que cada uno
tome parte de la experiencia y elija (o no) la que mejor se adapte a sus necesidades.

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Elija usted si así lo desea

"¿Felicidad dentro o fuera de la caverna? No son antípodas en todo sentido. Comparten un


fuerte sesgo antigregario: en ambos casos el camino de la felicidad implica una confrontación
con uno mismo y un desprenderse. ​El salto, el desprendimiento, el cambio de mirada, el
sacrificio de lo sociable, incluso el afecto del otro​: todo esto ronda ambas apuestas por la
felicidad. Los dos caminos dan la espalda a un pasado en que otros nos han nombrado con sus
palabras. También buscan ambos una experiencia de plenitud que siempre tiene algo de
agraciada: sea de la trascendencia o de la autocreación. Fuera de la caverna, la fusión con el
Todo, lo Trascendente, lo Esencial. Dentro de la caverna, el encuentro infinito consigo mismo,
la máxima complicidad con el lenguaje que emana de la propia invención.
Pero más significativos son los contrastes. Fuera de la caverna la felicidad se afinca en la
libertad respecto del error y de la contingencia. Visto desde allí, quien habita dentro no puede
ser feliz porque vive engañado; levanta castillos en el aire, nada lo sostiene y su caída es sólo
cuestión de tiempo. Para quien elige su propia caverna, quien está fuera ha sacrificado la
libertad de inventarse, se rinde ante una verdad que le viene desde fuera, compra una
seguridad en que vende su autonomía, renuncia a hacerse, sacrifica la poesía - la invención, la
reinvención del lenguaje, la autodescripción como epifanía.

Visto desde fuera, la felicidad del que está dentro de la caverna es errática, inestable, alterable,
precaria. Para el que está dentro, la vida fuera de la caverna es estática, plana, impersonal. La
vida fuera de la caverna es, para quien la vive, una vida objetivamente feliz, deducida
necesariamente del encuentro con el ser mismo de las cosas. Dentro de la caverna, en cambio,
no importa ya la objetividad. Visto desde fuera, el habitante de la caverna no puede ser feliz
porque está preso del engaño. Visto desde dentro, quien renuncia a la caverna está preso de la
distinción entre lo verdadero y lo falso, entre lo objetivo y lo subjetivo, no puede liberarse de
esta visión dual de la existencia.
¿Cómo dirimir dónde es mayor la felicidad, si ambos tienen una experiencia inconmesurable
dentro de sí, la absoluta verdad o la absoluta libertad respecto de toda verdad? (Hopenhayn,
M., Después del nihilismo, de Nietzsche a Foucault, Ed. Andrés Bello, Barcelona, 1997)

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