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t LA IDENTIDAD SOCIAL O EL RETORNO DEL SUJETO EN SOCIOLOGÍA
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Gilberto Giménez*
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UN NUEVO OBJETO DE ESTUDIO
'1 pranacionales (v.g., la comunidad europea) y :::l ep::irente despertar de las grandes
instituciones religiosas; por otra parte, la disolución en sus elementos étnicos
originarios.de estados multinacionales previamente unificados bajo una identidad
¡ ideológica supranacional (la ex Unión Soviética, Yugoslavia ... ), la proliferación de
identidades grupales de pequeña escala y de orientación anti-institucional (v.g., el
! fenómeno de las sectas), y el despertar nativista de identidades étnicas y subna-
1 cionales que se creían desaparecidas o debilitadas. Es lo que Maffesoli llama
·~
"tendencia a la neotribalización" en las sociedades de masa. 2 Tales son, en suma,
los "factores sociales difusos" (Parsons) que literalmente han impuesto el tema de
\•
' • Instituto de Investigaciones Sociales, UNAM, México.
1
"Cuando ciertos hábitos seculares se desmoronan, cuando ciertos tipos de vida desaparecen, cuando
ciertas viejas solidaridades se deshacen, entonces ciertamente suele producirse una crisis de identidad" .
Claude Lévi-Strauss, 1977, L' identité, París, Bemard Grasset, p. 9.
2
Michel Maffesoli, 1988, Le temps des tribus, París, Meridiens Klincksieck.
GILBERTO GIMÉNEZ
::1r.11m 1r.1 1:: h:::. e:s pt-·::: e de super-ego idealizado, el actor social
podrá invocar como a i:ras imágenes ce
:l"::. fi.:::i::: . 2::-: :is ::'.;:: s·.i "dentidad rasgos culturales objetivamente
inexistentes y hasta sc>Ciales eden hor
15
" ;;;:-·9. ::Ce:: ::;·=.:: ~:iv e tadas". Considerada en esta perspectiva, la identidad da origen jo s discursi.vos" de
al: :ni~ =·. e :;. Barel llama paradoja de los "auto", el "sf mismo" o la subjetividad de principales o "lugar
- • 16
:.J11:_¿s e:::as expresiones, y también de la autonomía, de la autogestión, etcétera. cia i.i.-ida , las matic
=:)•ei::cie añ adirse de inmediato que esta subjetividad reflexiva de la identidad no de "discurso s circul
e::: s lipsista , ya que supone, como condición de emergencia, la intersubjetividad ¿Cóm o se estructu
~.~ead ). En otras palabras, la identidad emerge y se afirma sólo en la medida en opera tivo de la id
e se confronta con otras identidades en el proceso de interacción social. En d iferenciación. Se
tkrminos de Habermas, las personas y los grupos se autoidentifican en y por su individuos y los gr¡
participación en acciones comunicativas, en la medida en que esa autoidentificación afirmación de su di
es reconocida intersubjetivamente. Por eso la identidad, en cuanto autoidentifica- el proceso de autc
ción, autorreconocimiento o autoasdcripción, se confronta siempre con la ~etero toma de concienci:
identificación, el hetera-reconocimiento y la hetera-adscripción. De aquí se ir:fiere en forma de contr
que, propiamente hablando, la identidad no es un atributo o una propiedad cos/negros, mi gn
intrínseca del sujeto, sino que tiene un carácter intersubjetiva y relacional. Esto lenguaje y en el su
significa que resulta de un proceso social, en el sentido de que surge y se desarrolla él. Ahora bien, er
en la interacción cotidiana con los otros. El individuo se reconoce a sí mismo sólo representaciones E
reconociéndose en el otro. tituyen un mero el
Ubicada de este modo en la subjetividad emergente de una intersubjetividad, la de comportamien1
identidad puede ser analizada en términos de lo que la escuela europea de psicología tanto en el interi
social denomina representaciones sociales: en efecto, la identidad tiene que ver con extraños, los extn
la organización, por parte del sujeto, de las representaciones que tiene de sí mismo Pero el princi
y de los grupos a los cuales ·pertenece, así como también de los "otros" y de sus (individuales o col
respectivos grupos. 17 y se complementa
Según Moscovici, ¡las "representaciones" son campos conceptuales o sistema de diferencias. En ef
nociones y de imágenes que sirven para construir la realidad, a la vez que dual o colectiva-
determinan el comportamiento de los sujeto& Se trata, por lo t ant o, de repre- unificador que la
sentaciones operativas, ya que operan en la vida social --€ n el plano int electu al o induce a "olvidar~
práctico-como realidades preformadas, como marcos de interpretacion es de lo r eal la unidad de una ·
y de orientación para la acción. Así entendidas, las representacio ne s sociales Y puede decirse e
pueden alcanzar en los individuos diversos grados de elaboración, que pueden ir de la construcción dE
una simple imagen mental, a todo un sistema de relaciones figuratiYas y/o con cep- de los particular
tuales, pasando por un grado intermedio que seria el de la "representaci ón ref eren- retórica".
20
cial" (en el sentido de que abarca las diversas face tas de u.11 referente , "remitiendo También este
las identidades,
colectivas o gruf
15
Eric Hobsbawn y Terence Ranger (eds.), 1983, The ln venúon o{Tradition. Ll:m don, Camb ridge ración y de solid1
University Press.
16
Cf. J. W. Lapierre, 1984, "L' identité collective, objet paradoxal: d'oú nou.s viem-u:?", Recherches
Sociologiques, voL XV, no. 2-3, p. 200. lB Cf. P. Verges, 1f
17
Cf. Marisa Zavalloni, 1973, "L' identité psychosociale, un concepta la reche rche d' une scie nce", Communication·info
in Serge Moscovici (sous la direction de), Introduction a la psycho ogie sociale, vol. 2, P aris , Larousse, 19 Patrick Tort, l !
pp. 245-265. 20 Giulio Bollati,
Eunaudi, p . 61.
1'::mL,J!Jll !!:m1"r"1::1 : 1111i111·m::i"•1:1E:::z
~:...i·. ::J12'.NTID AD SOCIAL
Según la socióloga italiana Loredana Sciolla, son tres las dim ensiones ás
relevantes de la identidad: la locativa, la selectiva y la integrativa.
La identidad tiene, en primer lugar, una "dimensión locativa," en el sentido de
que a través de ella el individuo se sitúa dentro del campo (simbólico) o, en se ntido
más amplio, define el campo donde situarse. Es decir, el individuo asume un sistema
de relevancia, define la situación en que se encuentra y traza las fronteras (más o
menos móviles) que delimitan el territorio de su "mismidad". 25 La identidad tiene
también una dimensión selectiva en el sentido de que el individuo, "una vez que
haya definido sus propios límites y asumido un sistema de relevancia, est á en
condiciones de ordenar sus preferencias y de optar por algunas alternativas des-
cartando o difiriendo otras". 26 Por último, la identidad tiene una dimensión inte-
grativa en el sentido de que a través de ella "el individuo. dispone de un marco
interpretativo que le permite entrelazar las experiencias pasadas, presentes y
futuras en la unidad de una biografía. 27
La dimensión locativa de la identidad se relaciona con el principio de diferen-
reconocerse una ciación, ya que permite al individuo establecer una diferencia entre sí mismo y el
= .asignación de lo ¡ . otro, entre sí mismo y el mundo. Por otra parte, la dimensión integrativa se
e. :;xrrtner con respecto relaciona con el sentido de la continuidad de sí mismo a través del tiempo.
Por lo que toca a la dimensión selectiva, ésta ha sido puesta particularmente de
relieve por los teóricos de la acción social (Melucci, Pizzorno ... ), ya que permite
:r na identidad. Se establecer una relación entre la identidad y la acción. Aquí se plantea la tesis de
tiempo, más allá de que los procesos de decisión pasan a través de la identidad, es decir, que el individuo
. Esta continuidad ordena sus preferencias y escoge entre diferentes alternativas de acción en función
l.Sado y el presente, de su identidad. Por lo tanto, en principio es posible imputar un determinado
de la misma (de lo tipo de identidad a un actor social a partir de la observación de ciertas característi-
! tiempo). Dicho de cas de su acción (sus preferencias, sus fines, sus estrategias, su estilo, etcétera) en
interpretativo que un determinado contexto cultural. Éste es precisamente el cambio sugerido por
:Uturas en la unidad Alessandro Pizzorno cuando afirma que una acción o una serie de acciones, en
cia colectiva (en el primera instancia incomprensibles, quedan explicadas cuando se logra "reidentifi-
car" a su actor-fuente situándolo en su contexto cultural propio ("ricollocazione
ica (pensemos, por culturale"). Según Pizzorno, ambas operaciones -la "reidentificación" y la "recolo-
nilenarias") resulta cacióri cultural"- suponen la reconstrucción del sistema de reglas y, por lo tanto,
, de u na reconstruc- del sistema de identidades potenciale·s propio del contexto cultural en cuestión. 28
>royectarlo hacia el De este modo, el concepto de identidad sería también explicativo, y no sólo un
':Ontra Parménides: concepto descriptivo que se limite a circunscribir un objeto de investigación, como
nta rei, y ninguna pretende J.W. Lapierre. 29· · ·
iad supuestamente
26
"E:5, Amorrortu, p.148. Loredana Sciolla, 1978, Identitá, op. cit., p. 22.
26
/bid . .
27 [bid.
28
i ::nigranti", in Angelo Di Cf. Alessandro Pizzorno, 1989, "Spiegazione come reidentificazione", Rassegna Italiana de Socio-
contornos cambia
lnmnmAD T ESTRUCTURA SOCIAL
indi\'id o está siem
surgimiento de la identidad en sus diferentes dimensiones presupone una dad y de la acepta
tl ·dad de las relaciones sociales en la vida del individuo, es decir, un mundo dramaturgia socia
• · • que el individuo comparte, ya no sólo con sus interlocutores próximos en las
en el teatro del m
es e ta sociabilidad cotidiana, sino también con otros individuos más lejanos, Entre la conce
nocidos y anónimos. Dicho de otro modo: a la relación Ego-Alter, que consti- personalidad y la
tuye la condición elemental de emergencia de la identidad, se añade un tercer ración efimera to t
término: la estructura condicionante del mundo social más amplio. se presentan conce
Todo el problema radica en la manera en que debe entenderse este condi- la identidad, pro
cionamiento social de la identidad. En este punto las posiciones divergen. En un entre otras, una n
polo podemos situar a los que interpretan este condicionamiento casi en términos "concepción de sf
de determinismo social y cultural. El representante clásico de esta posición es valores y aspiracio
"yo profundo" o "re
T~cott Parsons, 30 quien, en conformidad con su teoría de la socialización, concibe
cia en un determi
la identidad como el sistema central de significados de una pP"SOnalidad individual,
segunda es efím.e
que orienta normativamente y confiere sentido a su acciónfPero estos significados
entre la concepci6
no son construcciones arbitrarias ni son definidos por los mismos individuos en el
devuelven sus inte
est~cho marco de sus interacciones cotidianas, sino que resulta de la interiori-
como para poner &
zación de valores, normas y códigos culturas altamente generalizados y comparti-
esta identidad con
dos, mediados por el sistema social. En otros términos, mediante la interiorización
de un conjunto de roles institucionalizados, el individuo entra en comunicación con sí con base en las i
el u~verso cultural de los símbolos y valores de modo que estos últimos se Turner destaca
conVIertan en parte constitutiva de su identidad. De este modo la identidad madura producto de la int
y normal del individuo representa un componente estable, unitario y coherente de
propio individuo ,
la personalidad individual. · responsabilidad, ¿
En ~l po.lo opuesto, los interaccionistas simbólicos enfatizan el carácter múltiple, tamientofuturo.F
precario e mes table de la identidad..Ésta no se concibe como un producto estable inalterada en la ir
revisión. Turner d
del siste~a ~ultural y social, sino como resultado provisorio y variable de procesos
de ~egociac1ón en el curso de las interacciones cotidianas. Existen, por cierto, de la identidad del
De este modo
códigos y valores generalniente compartidos que permiten la interacción entre los
"fuerte", que deja
individuos. Pero, a diferencia de Parsons, tales códigos y valores representan
que le atribuye li
apenas "el marco dentro del cual se desarrolla la acción social y no el determinante
manteniendo la lil:
de esta aeción" (Blumer). Más aún, los "valores comunes" no constituyen modelos
y el espesor de su
normati~os de la acción individual, sino sólo "reglas dejuego",~ es decir, reglas
La inscripción
convenc10nales mínimas requeridas para la comunicación.
formular pregunt
Según el modelo dramatúrgico de Groffman, los individuos actúan en la escena
diferentes tipos dE
cambiante de la vida cotidiana tratando de presentar cada vez una imagen convin-
identidades no se e
cente y positiva de sí mismos según la naturaleza de la escena representada y la
seres míticos que
expectativa del "público". De este modo endosan diferentes máscaras que cambian
el riesgo de su pér
al cambiar la escena. La identidad, por lo tanto, no es única sino múltiple, tantas
grupal, fundada e.
como las máscaras endosadas. Su coherencia se plantea sólo dentro de los limites
las identidades in
de la escena representada. Además, se trata de una identidad "negociada" de
31
30 R. H. Turner, "TI
T. Parsons, "The Position ofldentity in the General Theory of Action", art. cit.
t
_____ L ______
LA IDENTIDAD SOCIAL 19
G
1
GILBERTO GThfÉNEZ LA IDENTIDAD SOC
sí dentro de un g
es una ..esencia"
E.Ds::e numerosas contribuciones a este respecto, sobre todo en lo referente a desafiando fronta
ad de los grupos étnicos y a la condición peculiar de las identidades afirmar que la id
es en las sociedades modernas. personales. 37 Est
respecto a estas últimas, una serie de autores -de A Gehlen a D. Ríes- identidad.
• - consideran que el desafío mayor para las identidades proviene del proceso
e · erenciación que afecta no sólo a la estructura social (Parsons), sino también La autciden.tifica
esfera simbólica y cultural. Lo que caracteriza a las sociedades modernas sería fundar la identid
por los demás. J
damentalmente la ausencia de un universo simbólico unitario (representado por autoidentifica.ciór
.. a religión en las sociedades premodernas) capaz de integrar las nornias y los en el interior de i
ámbitos institucionales, y de conferir significado a la vida de los individuos. La
sociedad moderna sería una sociedad culturalmente descentrada, caracterizada por Detengámono
la multiplicación de referentes simbólicos heterogéneos no integrados entre sí. En persona tiene un
consecuencia, el individuo se confronta desde la primera infancia con "mundos" de de ego resulta df
significados y definiciones de la realidad no sólo diferentes, sino contradictorios. En concéntricos o in
estas condiciones, la subjetividad ya no dispone de una base coherente y unitaria de una familia n
donde echar raíces, y la identidad individual ya no se percibe como un dato o un extensa), oriund
destino, sino como una opción y una construcción del sujeto. "La dinámica de la regional, súbditc
identidad moderna, cada vez más abierta, proclive a la conversión, exasperada- derechos human•
mente refiexiva, múltiple y diferenciada, se desarrolla en un vaivén incesante entre nado club, profes
expectativas demasiado elevadas, inducidas por la misma amplitud de las posibili- de izquierda, et.el
dades, y frustraciones y fracasos inevitables generados por la escasa capacidad para es lo mismo que f
actualizarlas~·. 33 definida por mee
cisas. Cada una ,
en grado suficie1
IDENTIDAD INDIVIDUAL E IDENTIDAD COLECTIVA particular que ti,
Normalmenu
En la materia que nos ocupa, una distinción fundamental es la que se da entre dimensiones de ·
identidad personal, o individual e identidad colectiva. No se nos escapa que algunos
autores, como Berger y Luckmann,34 consideran que el concepto de identidad sólo 35
· Veáse una buer
puede entenderse como atributo de un sujeto individual, so pena de caer en una en Alfonso Pérez Ag
hipos¡tasiación semejante a la operada por Durkheim con su teoría de la "con- Occidente, no. 56, M,
36
ciencia colectiva". Sin embargo, este riesgo sólo existiría si se concibiera la identi- Dice a este res¡
dad colectiva de·ungrupo como algo totalmente diferente y externo a las identidades particular aquellos J
vamente al sujeto pe
personales de cada uno de sus miembros. La identidad colectiva no planea sobre
que tornan indisperu
los individuos, sino que resulta del modo en que los individuos se relacionan entre la capacidad de esta
situarse dentro de u
decir, de tener una '
sujeto-actor colectivr
37
32
P. Berger et al., 1973, The Homeless Min.d, op. cit. "La identidad
33
Loredana Sciolla, 1983, ldentitá, op. cit., p. 48 1981g La reconstrua:
3
34
Veáse entre otros, P. Berger y T. Luck.mann, 1966, The Social Construction of Reality, New York, A. Melucci, "Id
Doubleday (traducción española: La construcción social de la realidad, Buenos Aires, Amorrortu). 151.
39
George Deven
:. . A IDE1'<"TID AD SOCIAL 21
1:'.:J::r¡;;¡1e.r.J5:Jt: :Jte1s '.'..e :a:. manera que eclipse o anule todas las demás. Es lo que Devereux
J.J!L:l':.,a "'''.::...: :~·e::i::atec ización" de una "identidad de clase", es decir, de uno de los
::t."'."'::::i.::.l :i.s ¿2 pertenencia del individuo. Asf, 'bajo el régimen nazi, los judíos fueron
j¡1:=1s;:::i· =~ ::..i s gradualmente de todas sus "identidades de clase" significativas, excepto
Cambio }
Cie J:. : i e.n tídad judia; y en el curso de ese proceso se los despojó también de su
, :.e ::.~ :.d a personal".
40
1
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"'.
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de la fusión de los difererentes grupos étnicos africanos trasplantados a nuestro
continente en la época de la esclavitud en una sola etnia -la de los "negros"-,
como resultado de las políticas de dominación y explotación desarrolladas por las
clases dominantes -los "señores" latifundistas-en las economías de plantación. 44
La integración supone la pérdida de identidad de un ~po a raíz de su absorción
~idad necesitamos de
por otro grupo que mantiene inalterada su identidad. Este es el caso de las minorías
1p amos como criterio nacionales que se "americanizan", a veces deliberadamente, en los Estados Unidos;
un concepto genérico de las etnias indígenas que se "occidentalizan" en México por la castellanización o
n y la mutación. 41 La simplemente por presiones ejercidas desde la dominación; de los campesinos
da en la continuidad, tradicionales que se "urbanizan" a rafz de su migración a las grandes ciudades,
i. . Tratándose de las etcétera. La división implica, obviamente, la escisión de un grupo, que anterior-
>forman con el tiempo mente ya tenia rasgos identitarios propios, en sus partes componentes. Tal sería el
!COlógico o social. 42 La caso de todos los movimientos separatistas, de base étnica o nacional, que tuvieran
;l sistema, es decir, el éxito, y es ésta la tendencia que se observa actualmente tanto en la ex URSS como
el mo do de alteración en Yugoslavia, la India y el Canadá, por citar sólo algunos ejemplos. En el campo
s mo dos: por fu,sión y antropológico se ha señalado el notable caso de la escisión entre los shikhs y los
m el campo semántico hindúes, que antes de la colonización inglesa se consideraban partes de un mismo
grupo. En fin, la proüferación implica la formación de uno o más grupos con
identidad o identidades nuevas a partir de un grupo madre o, frecuentemente, de
dos grupos originarios que mantienen su identidad. Asf, por ejemplo, en Bosnia,
Yugoslavia, ha surgido un nuevo grupo étnico llamado "musulmán" formado por
individuos que anteriormente se identificaban como serbios o como croatas.
:.!es , Paris, PUF, particular- 43
D. L. Horowitz, 1975, "Ethnic Ident ity", in N . Glazer and D . P. Moynihan (eds.), Ethnicity. Theory
,: p:-esente su unid ad y sus and Experience, Harvard, Harvard University Press, pp. 115-116.
44
:u: =!. y social de su región, Roger Bastide ha estudiado el caso de las identidades afro-brasileñas en el marco de una teona,
:~.::e ::.:.: turel et de l'eco- "sociología del bricolage", inspirada en Lévi-Strauss. Véase R. Bastide, 1970, "Memoire collective et
sociologie du bricolage", Lanée Sociologi.qlE!, pp. 78-108.
_..; GILBERTO G:::v7·:-,.~