Yeguas Gestantes

Las yeguas gestantes necesitan una ración que satisfaga los requerimientos nutricionales de su
propio organismo, así como las de su producto. Una alimentación insuficiente al final de su
gestación y al principio de la lactancia (donde la producción láctea es ascendente) reduce las
reservas corporales disponibles y provoca una manifestación de prioridad para la secreción láctea
frente a la función reproductiva que se ve disminuida, de tal manera que los calores se hacen más
débiles y más espaciados. Por lo tanto, el excito de las cubriciones es incierto, ya sea por fallas en
la ovulación y dificultades en para la detención del estro , o bien por problemas en la nidación. De
otra forma, el intervalo entre las gestaciones se prolonga y así la productividad de la yegua
disminuye. Inversamente, una sobrealimentación, primordialmente energética, durante la fase
preparatoria a la cubrición, estimula el funcionamiento ovárico y especialmente la ovulación. Si se
juzga en función de la experiencia adquirida en otras especies, esta sobrealimentación transitoria
se debe moderar de acuerdo con el estado físico de la yegua para que mantenga una buena
condición de carnes sin llegar a la obesidad, lo cual influirá negativamente en la fertilidad. La sobre
alimentación se irá incrementando y cesara poco después de la fecundación. Paralelamente a este
aporte energético, en aquellos casos en los que los animales no estén en buenas condiciones se
pueden suplementar vitaminas A,E , complejo B y minerales como selenio, hierro, yogo y
magnesio, ya que su deficiencia podría provocar fallas en el ciclo reproductivo de la yegua.

Durante los 2 primeros tercios de la gestación el producto no es muy grande y no aumentan

mucho los requerimientos nutricionales de la yegua en mantenimiento, pero en el último tercio,
aproximadamente, el séptimo mes de gestación, el feto aumenta rápidamente de tamaño y, por
consiguiente, las necesidades nutritivas de la yegua se incrementan, no se debe olvidar que estos
requerimientos nutricionales se tienen que relacionas con un volumen determinado de alimento.
También es importante recordar que en esta etapa el apetito de la yegua disminuye, sobre todo
de alimentos voluminoso; esto se relaciona con el aumento del abdomen provocado por la masa
uterina y el feto. El consumo global declina casi a 1KG de M S /100KG de peso; por esta razón, la
proporción de concentrado en la ración se debe aumentar cuidadosamente; así, se aportan más
elementos nutritivos y se evita un excesivo volumen intestinal; además, no se debe olvidar que la
ración contara con una cantidad adecuada de fibra para prevenir trastornos digestivos, también es
conveniente facilitar el tránsito intestinal mediante ejercicio regular y el suministro controlado de
alimentos laxantes, como el salvado de trigo y la harina de lino.

Al mantener un adecuado nivel nutritivo durante los últimos 90 días de gestación se obtienen
potros más fuertes al nacimiento, más pesados, más vigorosos para tetar, resistentes a las
afecciones, y la yegua aumentara sus reservas corporales para su futura lactación y gestación. Se
debe evitar los alimentos polvosos, mohosos, o congelados, ya que pueden ser los causantes de
complicaciones durante la gestación eh inclusos provocar abortos.