Sei sulla pagina 1di 4

Monición de entrada

Queridos hermanos bienvenidos a esta celebración de la Eucaristía, hoy VI Domingo del


Tiempo Ordinario, último domingo antes de cuaresma y que coincide con la jornada
mundial de los enfermos y agentes de la salud. Pidamos al Señor que nos sane de la lepra
de la indiferencia y nos conceda un corazón abierto para acoger y acompañar a cuantos
padecen sufrimientos y quebrantos. Dispongámonos a vivir con Fe y Escucha esta
celebración.

Opción 1: Monición única para todas las lecturas

En la liturgia de la palabra, el libro del Levítico nos habla de la ley y como se excluía a
aquel que tuviese lepra, pues era considerado impuro, por el contrario, Jesús, en el pasaje
del evangelio, sana al leproso y lo integra de nuevo en la vida pública. En la carta a los
corintios San Pablo nos invita a glorificar a Dios con nuestras acciones, siguiendo su
ejemplo, como él sigue el de Cristo. Escuchemos con atención.

Opción 2: Moniciones para cada lectura

Primera lectura (Levítico 13, 1-2. 44-46)


El libro del Levítico contiene una serie de prescripciones relativas al culto y a la vida de
Israel. Entre ellas, las "reglas de la pureza legal", que ocupan los capítulos 11-16 y de las
que está tomada la página que leemos hoy sobre los leprosos.

Salmo responsorial (Salmo 31)


En aquel tiempo había una tendencia a considerar la enfermedad como producto del pecado
de una persona. En respuesta a la primera lectura, el salmo nos presenta a un Dios
misericordioso que borra nuestras culpas. Contestaremos todos:

Segunda lectura (1 Corintios 10, 31—11, 1)

En el último pasaje que leemos estos domingos de la primera carta de Pablo a los de
Corinto, el autor sugiere unas normas cristianas que él cumplió primero, a ejemplo de
Cristo. Escuchémoslas.

Evangelio (Marcos 1, 40-45)

En el primer capítulo del Evangelio de San Marcos, Jesús hace su interpretación y


aplicación más humana de la norma que escuchábamos en la primera lectura sobre los
leprosos.
Oración de los fieles
1. Para que la Iglesia siga saliendo al encuentro de los enfermos y dolientes de nuestra
sociedad. Oremos.
2. Para que nuestros gobernantes provean de todo lo necesario en el ramo de la salud
de nuestro país, y así calmar el dolor y la enfermedad de sus conciudadanos,.
Oremos.
3. Para que todos los enfermos, especialmente los que no tienen los recursos para
obtener su tratamiento médico, para que encuentren en los cristianos la ayuda
necesaria. Oremos.
4. Para que todos los pobres puedan tener acceso a la atención médica. Oremos.
5. Para que todos nosotros hoy seamos liberados de nuestras dolencias y
enfermedades, sobretodo la lepra del pecado. Oremos.

Presentación de las Ofrendas

Nuestras limitaciones y dolores son como un molino de la vida que nos tritura con dolor,
pero Dios nos hace Eucaristía en el amor. Que podamos en este momento entregar la
plenitud de nuestros dolores, para que se hagan Eucaristía en el amor de Dios. Cantamos…

Moniciones para el Sexto domingo del Tiempo Ordinario - Ciclo B


Moniciones

Moniciones para la Misa.

Por: P. Domingo Vásquez Morales | Fuente: Catholic.net

Sexto domingo del Tiempo Ordinario


Ciclo B

Monición de entrada:

La Iglesia siempre cercana a todos los seres humanos, trae hoy ante el
altar a los que nosotros descartamos; a esos que no les hacemos sitio
en nuestros encuentros, a esos a los que se les impide levantar la voz
para que no reclamen justicia. Pero este egoísmo que llevamos tan
dentro se opone a la lógica de Jesús que no le dice al leproso: “ten
paciencia, aguanta un poco, debes aceptar, soporta la situación”. Le
responde sin rodeos: “Quiero, queda limpio”. Después de ver este hecho
¿Qué diremos hoy a cada uno de estos que nos tienden la mano?
¿Somos conscientes de que los bienes de la tierra son de todos? El
Señor, siempre paciente, espera la respuesta. Entonces, hoy sería un
momento oportuno para examinarnos de si hacemos las cosas buscando
nuestro bien, o buscando el bien de los hermanos. Puestos de pie,
recibiremos a los ministros de esta eucaristía cantando con alegría.

Primera lectura: Lv 13, 1-2.44-46 (El leproso vivirá solo, fuera


del campamento)

El libro del Levítico del que es nuestra primera lectura, nos muestra la
terrible ordenación jurídica y religiosa sobre los leprosos. Ni siquiera
podían vestir con decoro. Era la enfermedad más contagiosa conocida
hasta entonces y la Ley ponía inhumanos medios para evitar su
propagación. La venida de Cristo cambiará radicalmente esa Ley tan
dura. Pongan atención.

Segunda lectura: 1 Cor 10, 31-11,1 (Sigan mi ejemplo, como yo


sigo el de Cristo)

La lección de Pablo, en el breve fragmento que escucharemos de la


primera carta a los fieles de Corinto, es singular. Y dice que todo lo que
hay en el mundo es bueno y sirve para dar gracias a Dios. Somos
nosotros los que distinguimos absurdamente viendo cosas malas donde
solo hay buenas. Tendríamos que hacer todo, como nos dice la segunda
lectura, para gloria de Dios, pero vemos que eso no es así. Y de ahí los
muchos problemas que sufre nuestro mundo. Escuchen con atención
este mensaje.

Tercera lectura: Mc 1, 40-45 (Curación de un leproso por Jesús)

Jesús rompe la durísima ley que separaba a los leprosos del mundo. La
curación es sin duda la solución universal al problema. Pero a nosotros
la enseñanza que recibimos de este texto evangélico es que debemos
reconocer nuestras limitaciones, faltas y problemas y, como el leproso
del Evangelio, ponernos ante el Señor para decirle: “si quieres puedes
limpiarme”. Encomendar a Él la solución de nuestras angustias. Y, eso
sí, cuando nos veamos limpios no dejemos de dar gracias a Dios. No lo
olvidemos. De pie para entonar el Aleluya, antes de escuchar la Buena
Nueva.

Oraciones de los fieles

Potrebbero piacerti anche