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Estamos en la epístola a los Colosenses viendo la parte práctica, la instrucción que Pablo le indica a la Iglesia.
La instrucción tiene como fundamento el cambio interno, para luego hacerlo hacia lo externo. Primero saque
la viga de su ojo y luego ayúdele al otro.
Por eso es que si queremos cambios necesitamos cambiar nosotros primero. Necesitábamos con urgencia un
cambio interno algo que en nuestras humanas fuerzas sería imposible.
Tit 3:4-6
Es esa renovación espiritual a través de Cristo lo que nos hace cambiar. Así entonces los cambios deben de
iniciar en usted, no en las otras personas. Por eso es que hay un orden claro desde que iniciamos en el
versículo 5.
Del v5 al v17 estamos viendo que Dios nos llama a realizar cambios en la vida, en su vida, en mi vida. De
hecho si lo vemos detalladamente, del v5 al v11 la epístola nos dirige a cambios personales. Ahora, del v12 al
v17 vienen los cambios en las relaciones interpersonales.
Y así es como empezamos con dos baluartes de la vida cristiana: el soportar y el perdón ¿Están listos?
CONCLUSIÓN
No Cristiano
El infierno es crujir de dientes lloro y fuego por la eternidad. Usted ofendió a un Dios eterno, por lo tanto su
castigo será eterno. Hay un perdón para usted, pero tiene que hacer dos cosas antes.
a) Pídale usted perdón antes a Dios y arrepiéntase de todo lo que ha hecho y no lo vuelva a hacer más. Deje
de justificar sus pecados, confiéselos a Dios, apártese de sus pecados y aborrézcalos.
b) Y dos dígale a Dios que usted necesita a Cristo como sustituto. Así usted tendrá el perdón por toda su
impiedad y suciedad.
Cristiano:
La Biblia nos manda a perdonar así como lo hizo Cristo. Nadie en el mundo ha pecado contra usted tanto
como ha pecado contra Dios. Y aún así Dios lo perdonó en Cristo. ¿Quién es usted para no perdonar a su
prójimo al que Dios ya perdonó en Cristo?
a) Por eso déjese de idioteces como: “Yo perdono pero no olvido”. Recuerde: perdone como Dios perdona.
Y Dios perdonó y olvidó…
Miq 7:19 El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos
nuestros pecados.
Isa 38:17 He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque
echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
Heb 8:12 Porque seré propicio a sus injusticias, Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades.
b) Perdone: No importa que sea, quede bien con Dios, eso es lo más importante. Él se va a encargar de sanar
su dolor y nunca le dejará, si usted está en Cristo.
2Ti 4:16 En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta.
2Ti 4:17 Pero el Señor estuvo a mi lado, y me dio fuerzas, para que por mí fuese cumplida la predicación, y que todos los
gentiles oyesen. Así fui librado de la boca del león. 2Ti 4:18 Y el Señor me librará de toda obra mala, y me preservará para
su reino celestial. A él sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
c) Sólo queda una pregunta: ¿Por qué Dios nos perdonó? ¿Por qué lo hizo? ¿Por qué?
Sal 130:1 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo. Sal 130:2 Señor, oye mi voz; Estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica.
Sal 130:3 JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Sal 130:4 Pero en ti hay perdón, para que
seas reverenciado.