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Tala
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Generalmente al ejecutar el segundo corte el motosierrista deja una primera
porción del fuste sin cortar, como medida de seguridad para mantener la posición
del árbol hasta que termine el corte. Una vez talado el árbol el motosierrista
desrama las ramas más gruesas y luego procede a trozar el árbol. La selección de
la dirección de caída en este tipo de bosque no corresponde habitualmente a una
planificación previa para facilitar el madereo, sino que se ajusta a las posibilidades
que presenta el propio árbol, la topografía y en el caso de cortas selectivas y de
protección cuidando no dañar la vegetación remanente.
Variantes
La ley identifica en principio como corta de protección, una corta gradual del rodal
en una serie de cortas parciales, para dar origen a un rodal coetáneo a través de
regeneración natural, la cual se inicia bajo protección del antiguo rodal. Este tipo
de corta queda restringido a pendientes menores de 60 por ciento (CONAF, 1981).
Actuales normas de adhesión para corta final en el tipo forestal siempre verde
precisan tres métodos alternativos (la corta en fajas, la corta en bosquetes y la
corta homogénea) atendiendo a la factibilidad técnica de obtener la supervivencia
de la especie y el control del riesgo de erosión (CONAF, 1994b).
Las normas de adhesión precisan que el método de tala rasa en fajas alternas o
sucesivas consiste en voltear todos los árboles que se encuentren dentro de una
faja boscosa de no más de 30 m de ancho. En fajas alternas el bosque que queda
entre fajas de tala no debe tener menos de 30 m de ancho. En las fajas sucesivas
se debe haber establecido regeneración de a lo menos 2500 plantas/ha de
especies forestales del tipo forestal homogéneamente distribuidas con una altura
mínima de 1 m, antes de establecer la faja siguiente. En caso de bosques con más
de 20% de especies tolerantes con diámetros menores de 40 cm se sugieren fajas
de hasta 60 metros, pero dejando en pie las especies tolerantes (CONAF, 1994b).
Este método de corta de protección como cosecha final del bosque consiste en
una corta en dos etapas. Una primera corta de semillación o tala de una porción
de los árboles en una superficie determinada, asegurando un nivel de cobertura
homogénea del suelo que permita proteger la regeneración que se establecerá en
el sitio posterior a la explotación. Esta etapa permite la extracción máxima de un
70% del área basal o de la cobertura total en una primera intervención o corta de
semillación. La segunda etapa o corta final de los árboles remanentes podrá
hacerse por volteo o anillado de los árboles en pie, según el riesgo de afectar la
regeneración, cuando esté establecida con al menos 2500 plantas
homogéneamente distribuidas con una altura promedio de 1 o 2 m, según exista
menos o más del 20% de presencia de especies tolerantes de diámetros menores
de 40 cm (CONAF, 1994b).
La primera etapa en este tipo de corta luego de identificar los sectores a explotar
es la marcación de los árboles que se extraerán del bosque. En este caso el
criterio fundamental es asegurar el nivel de cobertura dejando en pie una masa
boscosa cualitativamente semejante a la inicial, más allá de un criterio netamente
productivo. De esta forma, los árboles que se cortan no son sólo aquellos que
acumulan los mayores volúmenes del rodal o presentan la mejor forma.
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enriquecimiento o favorecer la regeneración, además regular la cobertura y
distribución espacial del bosque.
Bibliografía:
http://www.fao.org/docrep/V9727S/v9727s08.htm