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1) El Espíritu de la Navidad:

“Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís
otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo
toleráis;” (2 Corintios 11:4)
Un concepto heredado del origen pagano de esta celebración, es el llamado “espíritu de la
Navidad”. Cada año se escucha en la publicidad de los medios de comunicación una invitación a
recibir, vivir y disfrutar este “espíritu”. Sin embargo, esto no es tan inocente como suena. Según
las tradiciones paganas nórdicas, el “espíritu de la Navidad” desciende a la tierra el 21 de
diciembre de cada año (al inicio del solsticio de invierno) cerca de la medianoche, y visita a los
hombres de buena voluntad. Además, según estas tradiciones, es posible pedirle deseos al
“espíritu de la Navidad” a través de cartas, el cual supuestamente los concederá cómo él lo
considere mejor.

Los brujos y practicantes del esoterismo tienen rituales (los cuales ellos describen
detalladamente) en honor al “espíritu de la Navidad”

A este “espíritu” se le atribuye el amor, la unidad, la generosidad y todos los sentimientos


positivos que la gente experimenta durante las fiestas navideñas. Por tal razón, no es nada
sorprendente que los brujos, astrólogos, y practicantes del esoterismo tengan ritos en los que se
usan vasos de agua, piedras, velas blancas, incienso en grano, papel y lapicero para escribir la
carta al “espíritu de la Navidad”. Este “espíritu” es sin lugar a dudas una creencia esotérica y
ocultista, aunque tristemente Iglesias que se autodenominan “cristianas” creen y celebran a este
“espíritu”. Por eso la Biblia nos dice:
“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos
falsos profetas han salido por el mundo.” (1 Juan 4:1)

2) Falso Amor y Falso Perdón:


“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido
de Dios, y conoce a Dios.
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.” (1 Juan 4:7-8)

Muchos se dejan llenar de un falso amor y un falso perdón a sus semejantes que no provienen de
Dios durante la “temporada navideña”.

Como hemos mencionado antes, en las Saturnales de Roma, los participantes se solían dar
regalos entre sí, y reinaba un ambiente de falso amor y comprensión, que beneficiaba aun a los
esclavos. Pero este ambiente era únicamente temporal, volviendo los esclavos a su esclavitud al
finalizar las festividades, y el falso amor y comprensión desaparecían luego del 25 de diciembre.
Es decir, después de la celebración del nacimiento del dios sol (Sol Invictus). Lo mismo ocurre
en nuestros días, en la temporada navideña, movidos por el supuesto “espíritu navideño”, la
gente se deja llenar de un falso amor, y son comunes las escenas de perdón entre gente que se
había herido física o emocionalmente entre sí; entre otras escenas conmovedoras. No obstante,
luego de las fiestas navideñas, el odio, los pleitos, la falta de perdón, y todos los sentimientos
negativos contra el prójimo vuelven a imperar.

Como el amor y el perdón que se manifiestan en la Navidad no provienen de Dios, sino de la


“magia” y el “espíritu” de la temporada, la vida decadente de quienes viven sin Cristo vuelve a
su estado caótico en el “Año Nuevo”

La humanidad no se da cuenta de que solamente Jesús, a través de Su Espíritu Santo, es quien


nos da de Su amor; nos llena de Su amor para que podamos amar y perdonar a quienes nos han
ofendido. Sólo Jesús puede hacer esa obra en el ser humano, no una celebración vacía, formada
de paganismo de principio a fin. Por eso Jesús nos dice:
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro
corazón, ni tenga miedo.” (Juan 14:27)

3) VERDADERO SIGNIFICADO DE LA NAVIDAD

Texto: Mateo 1:20-22


«Pero cuando él estaba considerando hacerlo, se le apareció en sueños un ángel del Señor y
le dijo: «José, hijo de David, no temas recibir a María por esposa, porque ella ha concebido
por obra del Espíritu Santo.21 Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados.»
22 Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del
profeta:23 «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa
«Dios con nosotros»).
Introducción
Lo que hemos visto en el programa de Navidad en esta noche y lo que verdaderamente
celebramos en este tiempo, se resume en estos DOS versos que hemos leído que hablan del
verdadero significado de la Navidad, y es el tema de esta noche.
Lección
1. El mensaje para José. – José y María como era la costumbre de aquellos tiempos, estaban
“desposados”, o sea, comprometidos al matrimonio. En la costumbre de aquellos tiempos, los
que estaban comprometidos al matrimonio eran considerados como si ya estuvieran casados;
aunque el matrimonio no se había consumado todavía. De ahí que la inmoralidad sexual por
parte de uno de ellos era considerado como infidelidad matrimonial. María había quedado
embarazada siendo virgen todavía por medio del ESPÍRITU SANTO, y José al enterarse, sin
saber los detalles había pensado lo peor; pero como era un hombre justo, pensaba dejarla en
silencio, o sea, sin anunciarlo. Es ahí donde llega el ángel a traerle el mensaje de parte de DIOS,
junto con las instrucciones que debía seguir.
2. El Primer Significado del Mensaje. – (Mateo 1:21) «Dará a luz un hijo, y le pondrás por
nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.»

(a) El mensaje del ángel a José era claro, expresando la Obra que JESUCRISTO haría en la
Cruz del Calvario por la humanidad.

i. El NOMBRE JESÚS significa “La Salvación de JEHOVÁ” o “JEHOVÁ Salva”.


ii. El NOMBRE anuncia la Obra que JESUCRISTO haría en la Cruz del Calvario.

(b) El ser humano estaba en enemistad con Dios desde la caída de Adán y Eva. La Epístola a
los Romanos aclara muy bien la condición del ser humano por causa del pecado original.
Ninguna persona podía ni puede arreglar el problema del pecado original por sus propios
medios, o méritos; de ahí que solamente por medio de la Obra de JESUCRISTO en la Cruz del
Calvario, es que el hombre recibió la solución al problema de la enemistad que había entre Dios
y el hombre.

i. (Romanos 3:23) “Pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios”

3. El Segundo Significado del Mensaje. – (Mateo 1:22-23) «Todo esto sucedió para que se
cumpliera lo que el Señor había dicho por medio del profeta:23 «La virgen concebirá y dará a
luz un hijo, y lo llamarán Emanuel» (que significa «Dios con nosotros»).
(a) La Encarnación del Verbo Eterno tenía como objeto “redimir” al hombre de su pecado. De
ahí que el NOMBRE JESÚS lo dice todo. Ahora vemos en nuestro Texto que Su SEGUNDO
NOMBRE es Emmanuel que significa “Dios con Nosotros.”

i. Esta parte de nuestro Texto tal vez no es entendida del todo, o tal vez ocupa un segundo
lugar en nuestra mentes sobre la Obra de nuestro Salvador, pero para la mente Judía de aquel
tiempo, Dios con nosotros era visto de una forma general, o solamente en un lugar, y era primero
en el Tabernáculo, y después en el Templo. Era en el lugar Santísimo donde el Arca del Pacto
estaba, y siempre era el símbolo de la PRESENCIA de DIOS.
ii. Pero DIOS CON NOSOTROS era más que en el Templo, o en el Arca del Pacto; DIOS
CON NOSOTROS habla de la RECONCILIACIÓN que JESUCRISTO obraría en la Cruz del
Calvario, quitando la ENEMISTAD entre DIOS y el hombre, y el comienzo de una RELACIÓN
PERSONAL entre DIOS y el hombre.

(b) El apóstol Juan por Inspiración del ESPÍRITU SANTO lo explica bien claro, primeramente
comenzando su Evangelio hablando de la ETERNIDAD de JESUCRISTO, el Verbo Eterno.

i. (Juan 1:1) “En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era
Dios.” (LBLA)
ii. Nuestro Texto aclara muy bien que JESUCRISTO, el Verbo Eterno, es la Segunda Persona
de la Santísima Trinidad. Es DIOS ETERNO.
iii. Es importante entender eso para poder comprender la belleza de lo que EMMANUEL
verdaderamente significa.

(c) Pero el Texto de Juan sigue ahora de la ETERNIDAD del Verbo, a Su Encarnación.

i. “Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del
unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.”
ii. Debemos notar DOS cosas sobre nuestro Texto:

A. La primera es que el Verbo se hizo Carne, o sea, se hizo un hombre de carne y hueso. De ahí
que JESUCRISTO es cien por ciento DIOS, y cien por ciento Hombre.
B. La Segunda es que el apóstol añade que: “habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria
como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.”

(1) El apóstol era un testigo de la PRESENCIA de DIOS en medio de ellos, y era porque el
Verbo se hizo Carne.

C. El apóstol agrega que VIERON SU GLORIA, o sea, así como la Gloria de DIOS había
estado en medio del pueblo de Israel al salir de Egipto; y así como la Gloria de DIOS se
manifestaba en el lugar Santísimo del Templo, así el apóstol Juan testifica que ello habían visto
SU GLORIA.
D. Eso es lo que el ángel le había dicho a José, y era que Su NOMBRE iba a TESTIFICAR que
DIOS ESTABA CON NOSOTROS.

4. Navidad anuncia la Obra de JESUCRISTO. – (Juan 3:16-21) “Porque tanto amó Dios al
mundo, que dio a su Hijo *unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que
tenga vida eterna.17 Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para
salvarlo por medio de él.18 El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está
condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.19 Ésta es la causa
de la condenación: que la luz vino al mundo, pero la *humanidad prefirió las tinieblas a la
luz, porque sus hechos eran perversos.20 Pues todo el que hace lo malo aborrece la luz, y no
se acerca a ella por temor a que sus obras queden al descubierto.21 En cambio, el que
practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en
obediencia a Dios.”

(a) Nuestro Texto muestra una vez más el propósito de la Encarnación, y era el AMOR DE
DIOS hacia la humanidad. Ese Amor es la razón de la Cruz del Calvario para redimir al hombre
de sus pecados. Veamos algunas cosas:

i. Noten que la Encarnación y la Obra de JESUCRISTO, produce la Vida eterna para aquellos
que CREEN en el Hijo Unigénito.
ii. Pero todo aquel que NO CREE, ya ha sido condenado. En otras palabras, todo el que
RECHAZA al Hijo, Vive en condenación.
iii. Todo el que rechaza a JESUCRISTO, es porque aborrece la luz; o sea, aborrece a
JESUCRISTO quien es la luz del mundo.

(b) Pero vemos que todo el que practica la verdad se acerca a la luz. Ese es el llamado que
JESUCRISTO hace en la vida del pecador.

5. ¿Cómo celebras Navidad? – Para concluir, es obvio que Navidad es un tiempo de diferentes
ocupaciones, de reunirse con familiares, y para hacer y recibir regalos. Pero habiendo tratado ya
el tema de lo que la Navidad verdaderamente es para nosotros, debemos aclarar que el creyente
debe celebrar la Navidad para ANUNCIAR y GLORIFICAR la ENCARNACIÓN del Verbo
Eterno, JESUCRISTO. Es por eso que es nuestro deseo que ésta Navidad sea una de regocijo, y
que por medio de nuestro ejemplo, otros puedan ver el verdadero significado de lo que Navidad
es.

4) ¿Entonces en qué fecha debemos celebrar el nacimiento de Jesús?

Cristo murió para que nosotros tuviésemos vida, pero resucitó al tercer día, y ahora está sentado
en gloria a la diestra de nuestro Padre celestial

En ninguna fecha. Porque nuestro Señor Jesucristo en ningún momento nos ordenó que
celebrásemos su nacimiento. Lo que nos dio vida no fue su nacimiento, sino su muerte. Satanás
sabía que no era el nacimiento de Jesús lo que nos daría vida, sino su muerte; por eso, en una
ocasión, utilizando a Pedro, Satanás le pidió a Jesús que no fuera a la cruz (Mateo 16:21-22).
Jesús, reconociendo que no era Pedro, sino Satanás quien le hablaba, lo reprendió (Mateo
16:23). Fue por medio de la muerte de Jesús que nosotros fuimos reconciliados con Dios el
Padre (Romanos 5:10). Fue Su sangre derramada en la cruz del Calvario la que nos justificó
(Romanos 5:8-9), no fue su nacimiento. Si Cristo hubiese únicamente nacido sin haber muerto,
en muerte de cruz (Filipenses 2:8), todos seguiríamos enemistados con Dios el Padre, y
continuaríamos muertos en nuestros delitos y pecados (Efesios 2:1). Jesús no nos ordena que
como Su Iglesia conmemoremos Su nacimiento, sino Su muerte:

La Iglesia que ama a Jesús no es llamada a conmemorar su cumpleaños (fecha de nacimiento),


sino su muerte (su sacrificio en la cruz del Calvario)

“Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue
entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi
cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí.
Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo
pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor
anunciáis hasta que él venga.” (1 Corintios 11:23-26).

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