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PARTICIPANTES.
OSNEYDI BORGES
CI.17.520.746
EMILI MUÑOZ
CI. 21.544.961
MORELIS SALAS
CI.20.932.032
FRANYELYS BERMUDEZ
CI.25.009.193
ZULIMAR VENTURA
CI.24.308.212
YULENNIS GONZALEZ
CI.17.519.645
Su aprendizaje, además de durar toda la vida, debe comenzar lo antes posible para
que el niño se familiarice con su lenguaje, su manera de razonar y de deducir.
Desde la clase debemos ir evolucionando a través de distintos medios, buscar
planteos de preguntas, otros enfoques imaginativos y permitir el desarrollo de ideas.
Es necesario, por lo tanto, que apliquemos la matemática a la vida cotidiana, así el
aprenderla se hace más dinámico, interesante, comprensible, y lo más importante,
útil.
En la etapa de la Ed. Inicial, el conocimiento se construye de manera global, y ésta
disciplina no es una excepción. Cualquier situación puede aprovecharse para el
desarrollo de los conceptos matemáticos.
La autonomía intelectual
Piaget distinguió varias fases en el proceso durante el que el niño construye su pensamiento, lo
que denominó constructivismo. La relación entre el todo y las partes le son muy difíciles de
asimilar antes de lo siete años. A partir de esta edad, su pensamiento se moviliza lo suficiente
como para hacerse reversible y reconocer así las partes en el todo. También subraya que los niños
tratan de comprender su medio estableciendo una relación entre los fragmentos de conocimiento
que tiene, por lo que el método de las escuelas de enseñar verdades no asimiladas y de hacer
desconfiar al niño de su propio pensamiento no es fructífero. Aquellos que son disuadidos de
pensar autónomamente construyen menos conocimiento que los niños mentalmente activos y
seguros de sí mismos. Asegura Piaget que si el objetivo final de la educación está enfocado al
desarrollo de la autonomía del niño, las asignaturas deberían impartirse de otra manera, de tal
modo que lo que se haga tenga un sentido para el niño. Los niños aprenden modificando las viejas
ideas y no acumulando nuevos fragmentos. Piaget asegura que todas las materias, por muy rígidas
que sean, pueden servir para desarrollar el pensamiento del niño y que no importa tanto la
respuesta como el proceso que ha dado pie a ella. Por el contrario, si sólo se les ofrecen los hechos
“objetivos” e impersonales, no pueden construir una relación significativa por su propia cuenta.
Piaget establece asímismo una sorprendente analogía entre el proceso constructivo del
pensamiento de los niños con la evolución del pensamiento del hombre, destinado a una
autonomía cada vez mayor, que se manifiesta en el progreso de sus ciencias.
Piaget destierra por lo tanto el concepto del “saco de virtudes” como idea cambiante y
dependiente, sustituyéndola por una visión más natural sobre el desarrollo del niño y que
permanece inalterable en cada generación, la necesidad de autonomía de las criaturas. Esta visión
lógica es la base que utiliza para afirmar que fomentar la autonomía es más importante que la
puesta en práctica de los valores, mucho más volubles y arbitrarios, que prevalecen en cada
época.
Como conclusión, Piaget expone una teoría de la educación cuyo objetivo primordial es la
obtención de una respuesta correcta por parte del alumno sin que se haya dado de forma
heterogénea mediante la obediencia, sino que haya surgido de forma autónoma mediante la
convicción personal, mediante la asimilación construída.
Abstract
Para Piaget el fin de la educación debe ser el desarrollo de la autonomía, tanto en el terreno moral
como en el intelectual. Esto significa desarrollar la capacidad de pensar críticamente por sí mismo.
Tanto los valores morales como los conocimientos intelectuales no deben ser interiorizados por
los niños, sino construídos desde el interior a través de la interacción con el medio. La educación
actual refuerza la heteronomía de los niños y les impide desarrollar su autonomía, que es una
tendencia natural en el hombre de base biológica. Algunos principios de enseñanza de una
educación que tenga como objetivo el desarrollo de la autonomía son: reducir el poder de adulto
del profesor; inducir al niño a intercambiar y coordinar sus puntos de vista con otros niños y con el
profesor de igual a igual; incitar a los niños a tener una mentalidad activa y a tener confianza en su
propia capacidad de descubrir cosas.
Teoría de PIAGET
Estudió las operaciones lógicas que subyacen a muchas de las actividades matemáticas básicas a
las que consideró pre requisitos para la comprensión del número y de la medida. Aunque a Piaget
no le preocupaban los problemas de aprendizaje de la matemática, muchas de sus aportaciones
siguen vigentes en la enseñanza de la matemática elemental y constituyen un legado que se ha
incorporado al mundo educativo de manera significativa.
Éste último, desde la perspectiva de Labinowicz (1995) se caracteriza por: (a) no ser
enseñable directamente, debido a que el propio sujeto lo construye a través de su
experiencia; (b) se desarrolla en sentido ascendente hacia la búsqueda de la coherencia y el
equilibrio; (c) una vez que se construye no se olvida. En la medida en que se experimenta
con los conocimientos físico y social, mejor se estructura este conocimiento.
A partir de la interacción con los objetos y personas que le rodean, el niño puede
establecer semejanzas y diferencias o crear un ordenamiento entre ellos. Estas relaciones
son las que sirven de base para la construcción del pensamiento lógico-matemático en el
cual, de acuerdo con Piaget (1972), están las nociones lógicas como clasificación,
seriación, correspondencia término a término, noción de número, y las funciones
infralógicas que se construyen lentamente como son la noción del espacio y el tiempo. A
continuación se presenta una breve descripción de las mismas.
La clasificación constituye una serie de relaciones mentales en función de las cuales los
objetos se reúnen por semejanzas, se separan por diferencias, se define la pertenencia del
objeto a una clase y se incluyen en ella subclases. Dentro de las propiedades de ésta, se
encuentran las nociones de comprensión y extensión de los objetos (Maldonado y Francia,
1996). La comprensión está dada por las relaciones de semejanzas y diferencias y la
extensión por los elementos con características comunes que pertenecen a una misma clase
de objetos. Este proceso también pasa por tres estadios.
Por otra parte, Labinowicz (1995) concibe la seriación como la capacidad intelectual
para ordenar un grupo de elementos de acuerdo con una o varias dimensiones dadas, al
coordinar relaciones transitivas sin recurrir al ensayo y error. Implica una coordinación
mental de relaciones transitivas reversibles y se basa en la comparación de unos objetos con
otros, permitiendo desarrollar el sentido del orden, el cual se inicia con la comparación de
los extremos de la serie. Además, implica la comprensión de los números en sentido
ordinal; cuando el niño empieza a comprender la noción de orden en su mundo físico puede
comenzar a observar el orden de los números abstractos.
Esta noción se desarrolla en tres estadios (Escalante, 1991). En el primero, el niño puede
alinear objetos por orden de tamaño, pero con pocas cantidades, de igual manera podrá
construir torres de tacos de distinto tamaño pero lo hará a tanteo y descartará los elementos
que no logre ubicar. En el segundo estadio, el niño construye series pero por el método de
ensayo y error. Esto lo logra a través de ir probando el tamaño de cada uno de los objetos y
posteriormente decide si va delante o detrás del anterior (comienza a establecer diferencias
entre "más grande que" y "más pequeño que"). Es en este estadio en donde se encuentra el
niño el momento para comenzar a manejar la reversibilidad propia de la seriación
(relaciones en sentido inverso), como son por orden creciente y decreciente. De igual
manera se inicia el proceso de transitividad, la cual supone establecer una relación de
comparación entre un elemento de la serie con el que le sucede y del anterior con el
siguiente, para poder llegar así a establecer la relación entre el primero y el último (Kamii,
1987). En el tercer estadio, el niño ordena objetos de manera creciente o decreciente de
acuerdo con las características que se le presente, bien sea por color, tamaño, etcétera. En
este estadio el niño utiliza el método operatorio, ya conoce los pasos para hacer una serie y
la realiza de manera sistemática porque ha construido las dos propiedades fundamentales
descritas en el estadio anterior como son la reversibilidad y transitividad. Cuando el niño
está ubicado en este estadio logra establecer relaciones de tamaño ("más grande que",
"menos grande que") y además establece relaciones inversas.
Por otra parte, resulta imposible hablar de la estructuración del espacio y el tiempo como
nociones infralógicas en el niño preescolar, sin hacer mención a la conformación del
Esquema Corporal, puesto que el cuerpo es la unidad integradora del resto de las
actividades psicomotrices: control tónico respiratorio, control postural, equilibrio,
estructuración del espacio y del tiempo (Ballesteros, citado por Palacios, Marchesi y Coll,
1994).
Según este autor, la verdadera construcción del esquema corporal en el ser humano se
logra aproximadamente entre los cuatro (4) y cinco (5) años de edad, cuando el movimiento
comienza a reflexionarse, esto es, cuando se comienza a tener conciencia de él. La
construcción del esquema corporal sigue tres etapas: (a) Exploración de uno mismo y del
medio; (b) Toma de conciencia de lo que se posee y de lo que se puede lograr; (c) Etapa de
coordinación, estructuración e integración. De lo antes expuesto, se puede consolidar la
idea de que las nociones de espacio y tiempo son funciones necesarias para la
estructuración tanto de los objetos como de la noción del esquema corporal.
De igual forma, estos autores describen planos temporales básicos (antes, después,
mañana-tarde-noche) y planos temporales secundarios (ayer-hoy-mañana, días y meses del
año).
Estos autores las dividen en ocho (8) categorías: aprendizaje activo, lenguaje,
experimentación y representación, clasificación, seriación, número, relaciones espaciales y
tiempo. El modelo presentado por estos autores sirvió de base para definir las experiencias
incorporadas en cada noción.
VI. METODOLOGÍA
Diseño
Contexto de la Experiencia
Evaluadoras
Esta investigación fue aplicada como parte de las actividades de formación de las
pasantes de la asignatura Fase de Ejecución de Proyectos; esta fase es una asignatura que
se cursa como materia obligatoria en el octavo semestre de la carrera de Educación
Preescolar de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador, núcleo Maracay (UPEL
Maracay). De allí que se convirtiera en un trabajo de campo. En total, trabajaron 12
estudiantes pasantes, 6 en cada una de las instituciones (dos por cada sección de estudiantes
evaluados).
Sujetos
Técnicas de Investigación
Las técnicas utilizadas en este trabajo para recoger la información fueron básicamente
dos: la entrevista aplicada a los niños y docentes (no estructurada) y la observación
participante. Ésta última puede definirse como un método interactivo de recogida de
información que requiere una implicación del observador en los acontecimientos o
fenómenos que está observando (Rodríguez Gómez, Gil Flores y García Jiménez, 1996).
Materiales y estrategias
Se elaboraron fichas en cartulina, plastificadas, las cuales tenían dibujos alusivos al día,
la noche, entre otras para trabajar las nociones temporales; fichas con historias o secuencias
de hechos para que fueran ordenadas por los niños de acuerdo con una secuencia lógica;
fichas con animales y objetos ubicados arriba, abajo, a la izquierda o a la derecha de la
tarjeta que se les presentaba, delante o detrás con referencia a otro dibujo mostrado en la
lámina para trabajar nociones espaciales.
Otro recurso fue la comida no perecedera, como pasta (tipo plumitas) e hilo de nailon
para construir cadenetas de igual tamaño, luego se ubicaban en diferentes formas variando
su longitud y se les hacía la pregunta de dónde había más cantidad; se realizaron terrarios
con frascos de compota, tiza de colores y sal de mesa, sobre una hoja de papel los niños
"pintaban la sal con la tiza", luego la vaciaban en los frascos, y se comparaba la cantidad de
sal pintada con la sal blanca, para constatar la noción de conservación de sustancia. Se
utilizaban granos también, en diferentes cantidades, se cambiaba la ubicación espacial de
los mismos (en líneas, en círculos, en "punitos") y se preguntaba dónde había más cantidad
de éstos.
VII. PROCEDIMIENTO
Fase Inicial
Fase Diagnóstica
Evaluación de los niños respecto a las nociones lógico - matemáticas alcanzadas según el
planteamiento de Vygotski. Esta evaluación de entrada permitió clasificar a los sujetos en
tres grupos: Grupo A, los que tenían un mayor número de nociones alcanzadas y podían
realizarlas solos, a éstos se les clasificó como niños en la Zona de Desarrollo Actual y
fueron los que posteriormente trabajaron como mediadores conscientes en los grupos que se
conformaron (se trabajó con 9 niños en este grupo); grupo B, los que tenían un número
intermedio de nociones lógico-matemáticas, que podían realizar las actividades sugeridas
con ayuda, bien de un compañero (par) o de algún adulto (maestra o evaluadora), a estos se
les denominó niños en la Zona de Desarrollo Próximo; y grupo C, los que tenían un número
más bajo de nociones lógico-matemáticas, es decir no podían realizar las actividades
sugeridas, ni solos ni con ayuda. Pertenecían en su mayoría al grupo con menor edad en
meses. El criterio utilizado para la clasificación en cada grupo fue la frecuencia de
conductas que los niños realizaban o dejaban de realizar solos o con ayuda.
Fase de entrenamiento
Durante las próximas dos sesiones se puso en práctica la experiencia de mediación entre
los niños mediadores concientes y los demás (los que lograban hacer las actividades
asignadas, pero sólo en compañía). Se trabajó sólo con las conductas que estaban en
proceso de adquisición, obviando las tareas que ninguno de los niños logró hacer, ni con
ayuda.
Así mismo, se entrenó a los niños que estaban más aventajados respecto al grupo
(clasificado como grupo A), para que fueran mediadores conscientes del proceso de sus
pares. Se les pedía que le explicaran a sus compañeros lo que ya habían realizado en
compañía de las investigadoras, pero que usaran para ello sus propias palabras, ejemplos,
juegos y experiencias. Ellos decidían con cuál canción, cuento, juego o dinámica
trabajarían. Por ejemplo, se le decía a una niña mediadora "María, Johanna necesita ayuda
para poner junto lo que va junto" (para trabajar la noción de clasificación). La mediadora
(María) respondía "Yo le puedo enseñar, ¿puedo hacerlo con los tacos de colores para que
ponga los rojos, los verdes y los azules?", la evaluadora contestaba "Hazlo como tú creas
que puedes, recuerda cómo lo hacíamos nosotras contigo", la mediadora respondía "¡Síii!,
con los tacos".
En otras ocasiones, la evaluadora podía mediar a su vez al niño mediador: cuando éste no
lograba encontrar la estrategia adecuada o se confundía. Por ejemplo, se le decía al niño
mediador "Gustavo, Alejandra necesita ayuda para identificar cuándo es de día y cuándo
es de noche" (para trabajar la noción infralógica de tiempo), el mediador respondía "Puedo
decirle que ahora es de día y después es de noche", la evaluadora respondía "¿Tú crees que
será suficiente, o podríamos decirle algo más?", el niño respondía "Yo creo que puedo
contarle un cuento donde salga el Sol por la mañana, y un niño se levante y se va para la
escuela, después viene, después juega, después come y después se acuesta porque es de
noche", la evaluadora respondía "Yo creo que si, que puedes hacer las dos cosas".
Fase de Mediación
Este proceso de se dio durante cuatro (4) sesiones de trabajo, una vez a la semana, en las
cuales se invitó a los 9 niños del grupo A a trabajar como "maestros de sus compañeros de
clase", a partir del entrenamiento que se les había dado.
Fase de Evaluación
Fase de Cierre
Se realizó un trabajo con los padres, con la finalidad de exponerles los resultados
logrados y dotarlos de herramientas para el fortalecimiento y seguimiento en el hogar.
A partir de estos resultados (Cuadro 1) se puede observar que el 78,43% de los niños son
capaces de realizar por sí mismos (sin ayuda) las actividades sugeridas, mientras que el
21,57 % requiere de ayuda para poder lograr la tarea. Tomando en consideración que la
noción de esquema corporal es una de las primeras en consolidarse, tal como lo señala
Zaporózhets (en Shuare, 1987), debido a que el punto de referencia del ser humano para la
comprensión de su realidad es su propio cuerpo y que prácticamente se logra consolidar
alrededor de los 5 años, resulta evidente el hecho de que todos los niños han logrado
consolidar esta noción, y sólo el 21,57 % de ellos es capaz de hacerlo con ayuda; mientras
que el resto lo logra por sí mismo.
El 52,62 % de los niños evaluados son capaces de realizar las actividades sin ayuda
(Cuadro 4), mientras que un 23,85% las hace con ayuda, y el 23,53% no logra realizarlas.
La clasificación por cinco atributos y la identificación de las clases de los objetos son
nociones que se logran con niños de niveles evolutivos más elevados, aproximadamente a
los 7 años de edad (clase lógica o clasificación operatoria) tal como lo describen
Maldonado y Francia (1996). Sin embargo, se incorporó para evaluar si existían niños con
estas nociones en proceso de consolidación, como en efecto se encontró: doce de estos
niños fueron capaces de realizarlo con ayuda de la maestra o de las estudiantes que
aplicaron la evaluación, a través del conflicto sociocognitivo; se utilizó la pregunta y la
duda en la respuesta como estrategia. Al terminar el entrenamiento estos doce niños
alcanzaron la noción con el entrenamiento dirigido por la maestra. Esto refuerza el
planteamiento de Piaget (1985) al aclarar el carácter relativo o aproximado de los períodos
evolutivos en relación con la edad. Además, tal como lo expone León de Viloria (2000),
juegan un papel importante el contexto y las estrategias y experiencias utilizadas para
mediar conocimientos en los niños.
El cuadro 5 indica que el 55,88 % de los niños evaluados son capaces de realizar las
actividades sin ayuda, mientras que un 25,5 % las hace con ayuda, y el 18,62 % no logra
realizarlas. Existe relación entre los resultados de la seriación por atributos con la
clasificación por atributos; para estos niños es mucho más sencillo seriar cuando utilizan el
ensayo y error, tal como lo plantea Kamii (1987) comenzando a establecer la relación de
"más que" y "menos que". Estos resultados indican que la mayoría de los niños se
encontraba en el segundo estadio de la clasificación; sin embargo, hay un número de ellos
considerable (14 en una y 10 en otra) que logran hacerlo solos al utilizar más de dos
atributos, sin necesidad del ensayo, ya conocen los pasos para hacer una serie y la realizan
de manera sistemática porque han construido las dos propiedades fundamentales descritas
en el estadio anterior como son la reversibilidad y transitividad, lo cual los ubica en el
tercer estadio de esta noción.
En atención al Cuadro 6, el 48,03% de los niños evaluados son capaces de realizar las
actividades sin ayuda, mientras que un 33,32% las hace con ayuda, y el 18,62% no logra
realizarlas. Nótese que aunque los niños en su mayoría (17 de 34, equivalente al 50%) no
son capaces de hacer predicciones ni siquiera con ayuda, existen 16 de ellos que pueden
lograrlo en situación de mediación y que uno de los niños lo logra, esto podría relacionarse
con el resultado obtenido en el cuadro 3 en relación con la anticipación de acontecimientos
y el análisis que de él se deriva.
Fueron muchas las expresiones, actividades, juegos y "ocurrencias" que los niños
mediadores concientes utilizaron con el resto de sus compañeros en ese proceso de ayuda.
De las situaciones más representativas que lograron construir se presentan a continuación
tres:
Vamos a ver, aquí (señalando una tarjeta con un pollito dibujado al lado derecho de la
misma), ¿Dónde está el pollito?
Aquí (señalando con el dedo el lugar donde su ubica el pollito).
Si, pero ¿cómo se llama ese lado?
No sé.
Mira, pon esta mano aquí (sobre el lado izquierdo de la tarjeta) y ésta aquí (sobre el lado
derecho, donde estaba el pollito). Ahora dime con cuál mano escribes tú.
Con ésta (indicando la mano derecha).
¿Y tú sabes cómo se llama esa mano?
No.
Esa mano se llama derecha, porque está del lado derecho.
Ajá (indicando que sí con la cabeza).
Bueno, entonces el pollito que está en esa mano, ¿de qué lado está?
En el derecho.
(Esta última afirmación que hizo la niña mediadora respecto a los peligros que le
atribuye a la noche fue de mucha utilidad, debido a que permitió informar a la docente del
aula para que realizara una sesión de discusión con los niños sobre lo que eran las drogas y
sobre la delincuencia, puesto que era un tema de interés colectivo entre ellos. Esto permite
valorar el papel del lenguaje como herramienta mediadora en todos los procesos y nociones
del infante).
Estos resultados fueron corroborados por el personal docente de las instituciones, quienes
se mostraron satisfechos por el trabajo realizado con los infantes y acotaron que habían
encontrado adelantos en los niños en relación con las nociones lógico - matemáticas que en
días anteriores estaban en proceso de consolidación y que para los momentos actuales ya
estaban consolidadas en los estudiantes sometidos a estudio. Esto apoya la tesis de que la
actividad lúdica es una estrategia adecuada para el trabajo en la Zona de Desarrollo
Próximo, que Vygostki (1979) describe así "el juego (...) contiene todas las tendencias
evolutivas de forma adecuada".
Una vez finalizado el trabajo con los niños, se procedió a planificar una sesión de trabajo
con los docentes y los representantes de los niños que fueron evaluados. En vista de algunas
limitaciones de tiempo y de disponibilidad de calendarios por parte de los representantes,
esta fase se limitó a una de las instituciones.
El taller contó con la participación de la Directora del plantel, tres docentes de aula y 25
representantes de ambos sexos, entre los cuales se encontraban padres, madres y abuelas.
Esta actividad se estructuró en tres fases; la primera fue teórica, en la cual se explicaron
algunos conceptos básicos sobre las nociones lógico - matemáticas y el papel de los
mediadores en el proceso de enseñanza - aprendizaje; la segunda parte, se invitó a los
representantes a interactuar con los materiales, juegos y dinámicas que se utilizaron para
evaluar a sus representados, con la finalidad de que sintieran el agrado de aprender a través
de la actividad lúdica. Por último, se hizo una ronda de preguntas en la cual los asistentes
manifestaron sus inquietudes, apreciaciones respecto al trabajo y el deseo de que el colegio
siguiera promoviendo ese tipo de trabajo y se aplicó el cuestionario de evaluación; éste
arrojó comentarios favorables en atención a: (a) los adelantos de los niños a partir del nivel
de entrada antes del entrenamiento, (b) la participación de las estudiantes del Programa de
Educación Preescolar de la UPEL Maracay, en este tipo de investigaciones de campo.
En relación con los resultados encontrados y tomando como punto de referencia los
objetivos del estudio, se concluye y recomienda lo siguiente: