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tzSta mandado por el sesor Villemorin de Saint-Mah lentin i como la marea nos fué contraria, no podiarnos
cuenta l o mismo de lo que ha visto en el Estrecho sacarle el bulto con una brisa S. O. la que se paso
de Maire en 1713.Habiéndole pillado u n tiempo de poco despues, airada con ráfagas i turbonadas es-
calma en medio del Estrecho i como la marea 10 pantosas, de modo que teníamos la ¿ice n Pena baja
arrojara mui cerca de tierra, vieron del buque dos las dos velas bajas plegadas; sin embargo, era
piraguas de salvajes de la Isla de Fuego que llegar- preciso forzar la ve!a para doblar el cabo de Sar,
ron a bordo. Demostraron estraña afeccion por el ro- Bartoiorné, que es eique está'mas al Sur de la tierra
j o i al propio tiempo estraordinario atrevimiento, de los Estados. Pasamos al S. S. E. de la brújula i
pues el primero que subió a ver una gorra colorada por fin, ya noche cerrada, doblamos ese cabo, que
en lia cabeza de un oficial que iba a recibirle, s e !a quedaba al N. O. cerca de dos leguas, pero habien-
quit6 descaradamente i se la puso bajo el brazo; otro dose puesto el tiempo impetuoso, nos vimos obliga-
que vi6 las crestas rojas de los gallos, las arran- dos a estar a la copa bajo !a gran vela plegad?.
caba para llevárselas. Ademas quisieron sacar de la con una inquietud terrible en nuestra vida?>.
chalupa los pantalones rojos de un oficial. Esas jen- Despues de relatar el tnal tiempo que alli tuvie-
tes parecian robustas, mejor formadas que los indios ron, el accidente sucedido a la AhtZu, el meteoro
de Chile i Ias mujeres que llevaban, mas hermosas; desconocido que vieron i que duró medio minuto,
pero todos eran grandes ladrones. Sus piraguas ea- algunos errores de las cartas, doblaron el Cabo de
taban construidas con corteza de árbol ensambladas Hornos i sobre este punto Frezier da las siguientes
con mucho arte. Despreciaron todo 10 que se les indicaciones:
ofreció de comer i demostraron gran temor por los «Todo buque que viene del Este i quiere doblar
cañones, cerca de los cuales hacian visajes de hom- el Cabo de Hornos, debe tomar siempre al Sur i a6
bres asustados, probablemente por haber visto dis- Oeste la mitad mas de lo que cree conveniente, sea
parar a algunos navfos de estadía. E n efecto, un ofi- porque los vientos reinan siempre del lado Oeste,
cial de Brunet me ha contado que habiendo m.uerto sea ,por precaverse de las corrientes que pueden
una gabiota de un disparo de fusil, todos los salvajes hacerlo retroceder, como efectivamente les ha suce-
s e arrojaron en tierra de miedo. dido a nuestros buques que han encontrado tierra,
«Almedio dia estábamos al Este de la Bahla V a - cuando creian haber doblado, o estar40 o $o leguas

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