blanco de ataques constantes. Pero eso seguramente no lo sorprendió. En una oración a su Padre, Jesús le dijo: “Tu palabra es la verdad” (Juan 17:17). Y él sabía de sobra que Satanás, “el gobernante del mundo”, es “mentiroso y el padre de la mentira” (Juan 8:44; 14:30). En la ocasión en que fue probado por el Diablo, Jesús rechazó las tentaciones refiriéndose tres veces a las Escrituras. Así, cuando Satanás le citó un versículo de los Salmos, aplicado mal a propósito, Jesús defendió la Palabra de Dios contra tal manipulación (Mateo 4:6, 7). Pregunta
12-14. a) ¿Cómo mostraron los líderes
religiosos falta de respeto a la Ley mosaica? b) ¿Cómo defendió Jesús la Palabra de Dios?
12 Con frecuencia, Jesús defendió las Santas
Escrituras contra las interpretaciones erróneas y las tergiversaciones. Los guías religiosos de su época ofrecían una imagen desequilibrada de la Palabra de Dios. Daban muchísima importancia al cumplimiento de los más mínimos detalles de la Ley mosaica, pero muy poca a la aplicación de los principios en que se basaban sus mandamientos. De ese modo, fomentaban una adoración superficial que se centraba más en las apariencias que en los asuntos de verdadero peso, como la justicia, la misericordia y la fidelidad (Mateo 23:23). ¿Cómo defendió Jesús la Ley de Dios?
13 En el Sermón del Monte, Jesús usó varias
veces la expresión “oyeron ustedes que se dijo” para introducir algún mandato de la Ley mosaica. Luego empleaba la frase “sin embargo, yo les digo” antes de explicar algún principio que iba más allá del cumplimiento superficial de la Ley. ¿Estaba atacando la Ley? No; la estaba defendiendo. Por ejemplo, los israelitas conocían muy bien el mandamiento “No debes asesinar”. Pues bien, Jesús les indicó que odiar a una persona estaba en contra del espíritu de dicho mandamiento. Igualmente, alimentar la pasión por alguien que no fuera el propio cónyuge violaba el principio en que se basaba la prohibición divina del adulterio (Mateo 5:17, 18, 21, 22, 27-39).
14 Por último, Jesús dijo: “Oyeron ustedes
que se dijo: ‘Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo’. Sin embargo, yo les digo: Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen” (Mateo 5:43, 44). ¿Provenía de la Palabra de Dios la orden de “odiar a tu enemigo”? No; la habían impuesto por su cuenta los líderes religiosos, contaminando la perfecta Ley divina con sus opiniones personales. Con valentía, Jesús defendió la Palabra de Dios contra las tradiciones humanas que la atacaban (Marcos 7:9-13). Pregunta
15. ¿Cómo defendió Jesús la Ley de Dios
cuando los guías religiosos intentaron presentarla como excesivamente estricta y dura?
15 Los guías religiosos también atacaban la
Ley de Dios al hacerla parecer excesivamente estricta o demasiado dura. Así, cuando los discípulos de Jesús arrancaron algunas espigas de trigo al pasar por un campo, hubo fariseos que dijeron que estaban violando el descanso sabático. Jesús se valió de un ejemplo de las Escrituras para defender la Palabra de Dios contra esa afirmación tan exagerada. Citó del único pasaje bíblico que hablaba del empleo del pan de la presentación fuera del santuario: la ocasión en la que lo comieron David y sus hambrientos hombres. De esta manera, Jesús mostró que aquellos fariseos habían perdido de vista la misericordia y la compasión de Jehová (Marcos 2:23-27). Pregunta 16. ¿Qué habían hecho los dirigentes religiosos con la disposición de Moisés sobre el divorcio, y cómo reaccionó Jesús?
16 Los dirigentes religiosos le restaban
fuerza a la Ley de Dios ideando maneras de manipularla para evadir los mandamientos. Tomemos como ejemplo lo que decía la Ley respecto al divorcio: el marido podía disolver su matrimonio si encontraba “algo indecente” en su esposa, obviamente una falta grave que avergonzaba a la familia (Deuteronomio 24:1). Pero las autoridades religiosas del tiempo de Jesús recurrían a esa concesión para justificar que el hombre se divorciara por cualquier motivo, hasta porque a su mujer se le hubiera quemado la comida.* Tras señalar que ellos habían distorsionado gravemente las palabras inspiradas de Moisés, Cristo restableció la norma original de Jehová sobre el matrimonio, a saber, la monogamia, y dejó la inmoralidad sexual como única base lícita para divorciarse (Mateo 19:3-12). Pregunta
17. A imitación de Jesús, ¿cómo defendemos
la Palabra de Dios?
17 De igual modo, los seguidores de Cristo
nos sentimos en la obligación de defender las Sagradas Escrituras contra los ataques que reciben. Cuando algunos líderes religiosos dan a entender que las normas morales de la Palabra de Dios están anticuadas, no están haciendo otra cosa que atacar la Biblia. Y también arremeten contra ella cuando promueven doctrinas falsas como si fueran enseñanzas bíblicas. Para nosotros es un privilegio apoyar la Palabra pura de la verdad divina, mostrando, por ejemplo, que Dios no es una Trinidad (Deuteronomio 4:39). Pero esa defensa la hacemos con tacto, amabilidad sincera y profundo respeto (1 Pedro 3:15). Pregunta