Sei sulla pagina 1di 8

BIOREMEDIACIÓN: Los microorganismos ayudan a limpiar el

agua y el medio ambiente.


Los microorganismos juegan un papel muy importante en el proceso de
limpieza del agua contaminada con desechos industriales. Estos desechos
incluyen los desperdicios que salen de las minas, las curtiembres, las fábricas
productoras de azúcar, panela etc. que son colocados en el agua por las
industrias para poder deshacerse de ellos, sin tener en cuenta su capacidad
de destruir el medio ambiente.
Este proceso de limpiar para remediar los daños causados por procesos
industriales se denomina BIOREMEDIACIÓN y no solo se atribuye a la
limpieza del agua, también se puede aplicar a otros espacios tales como
paredes, cuadros, artesanías etc.
El motivo por el cual las bacterias y los hongos pueden desarrollar procesos
de bioremediación es porque hay algunos de ellos capaces de resistir pHs
extremos o lugares con alto contenido de sustancias tóxicas, las cuales son
aprovechadas por estos microorganismos, y a veces por plantas, para
realizar sus propios procesos metabólicos. Esto implica crecer y reproducirse
en estos ambientes, que también pueden concebirse como extremos.
En procesos de bioremediación se encuentran bacterias reductoras de
sulfatos, que convierten los metales contaminantes en insoluble. Al lograr
ese estado, el material contaminante se convierte en filtrable por ende,
separable del medio ambiente al que está contaminando. Este proceso de
insolubilizar el material contaminante es una de las formas más eficaces de
separación.
Actualmente y gracias a estos procesos de bioremediación, las bacterias
también se están utilizando para extraer el oro y cobre que se encuentra
pegado a las piedras en las minas. Para este proceso, se aprovecha el azufre,
el cual se oxida convirtiéndose de sulfuro a sulfato y el hierro de su forma
férrica a ferrosa y con esto se le da más valor al metal. Bacterias como
el Acidithiobacillus ferrooxidans son ejemplos de estos agentes que con el
paso del tiempo se van a volver más populares en nuestra industria.
Los microorganismos y la agricultura

Muchos aspectos importantes de nuestro sistema de agricultura intensiva


dependen por completo de las actividades microbianas en . Por ejemplo,
muchas cosechas se deben al cultivo de plantas llamadas leguminosas, que
viven en estrecha asociación con bacterias específicas que forman
estructuras en sus raíces llamadas nódulos. En estos nódulos radiculares las
bacterias convierten el nitrógeno atmosférico (N2) en nitrógeno fijado (NH3)
que las plantas utilizan para crecer.

Gracias a las actividades de estas bacterias fijadoras de nitrógeno las plantas


reducen la necesidad de costosos fertilizantes nitrogenados que pueden ser
además agentes contaminantes.

También tienen gran importancia agrícola los microorganismos que ayudan al


proceso digestivo en los animales rumiantes, como las vacas y las ovejas.
Estos animales domésticos tienen un órgano digestivo especial denominado
el rumen, donde una densa población de microorganismos realiza la
digestión de la celulosa, que es el componente mayoritario de las paredes
celulares vegetales. Sin estos microorganismos, las vacas y las ovejas no
podrían digerir este nutriente ni alimentarse por tanto de materiales tan
pobres como la hierba y el heno.

Los microorganismos también desempeñan papeles importantes en el


reciclado de elementos que son esenciales en la nutrición vegetal, en
particular del carbono, nitrógeno y azufre. En el suelo y en el agua, las
actividades microbianas convierten estos elementos a formas que son
fácilmente asimilables por las plantas. Sin embargo, además de beneficiosos,
los microorganismos también pueden acarrear perjuicios a la industria
agrícola, pues las enfermedades de plantas y animales causan pérdidas
económicas notables. Por ejemplo, enfermedades como el síndrome de las
vacas locas pueden tener efectos dramáticos sobre la comercialización de la
carne, así como las enfermedades sobre las cosechas puede reducir la
cantidad de granos y otros productos valiosos de origen vegetal.
Los microorganismos y los alimentos
Una vez obtenidas para el consumo las cosechas, los productos agrícolas o los
animales, éstos deben llegar de forma adecuada a los consumidores. De ahí
que los microorganismos tengan funciones relevantes en la industria
alimentaria, pues el deterioro de los alimentos ocasiona enormes pérdidas
anuales. Las industrias de enlatado, de alimentos congelados o de alimentos
desecados se han desarrollado para la conservación de alimentos que de otro
modo sufrirían deterioro por microorganismos. Las enfermedades
transmitidas por alimentos también son dignas de consideración. Como el
alimento adecuado para el consumo humano puede servir también para
sustentar el crecimiento de muchos microorganismos, incluso patógenos, los
alimentos deben prepararse adecuadamente y estar bajo control sanitario
para evitar la transmisión de microorganismos causantes de enfermedades.

Sin embargo, no todos los microorganismos presentes en los alimentos


tienen efectos indeseables sobre los productos alimenticios o sobre los
consumidores. Por ejemplo, muchos productos lácteos dependen de
transformaciones microbianas, como las fermentaciones que originan
quesos, el yogurt o la mantequilla. De modo similar, la col ácida, los pepinillos
y algunas variedades de salchichas deben también sus propiedades a
fermentaciones microbianas. Además, los alimentos de panadería y las
bebidas alcohólicas se originan por las actividades fermentativas de las
levaduras, que forman como ingredientes importantes dióxido de carbono
(CO2) para levantar la masa y alcohol, respectivamente.

Microorganismos, energía y medio ambiente

Los microorganismos son importantes en la producción de energía. El gas


natural (metano) es un resultado de la actividad microbiana, pues se origina
en el metabolismo de las bacterias metanogénicas. Los microorganismos
fotótrofos pueden utilizar la energía de la luz para la producción de biomasa,
que es energía acumulada en forma de organismos vivos. La biomasa
microbiana y los materiales de desecho, como la basura doméstica, los
excedentes de cosechas y los residuos animales, se pueden convertir en
biocombustibles, como el metano y el etanol, por las actividades
degradativas de los microorganismos. En algunos países, como Brasil, el
etanol que se produce durante la fermentación microbiana de la glucosa de
la caña de azúcar o del almidón del maíz constituye el principal combustible,
y este producto es un componente cada vez más importante entre los
combustibles de los Estados Unidos.

Los microoganismos también se pueden usar para eliminar la contaminación


creada por las actividades humanas mediante la biorremediación
microbiana . Los microorganismos se emplean en la eliminación de vertidos
de petróleo, disolventes, pesticidas y otros productos tóxicos que
contaminan el medio ambiente. Si cesara la producción de contaminantes,
las áreas contaminadas podrían limpiarse a lo largo del tiempo sin la
intervención humana, gracias a las actividades de microorganismos que
existen en la naturaleza. La biorremediación lo que hace es acelerar este
proceso de limpieza natural mediante la introducción de microorganismos
que consumen los agentes contaminantes o mediante la adición de
nutrientes que ayudan a estos microorganismos degradativos. En la enorme
diversidad de microorganismos presentes en la Tierra existen recursos
genéticos muy amplios. Los investigadores están actualmente estudiando
estos genes para desarrollar nuevas soluciones a los desafíos que plantean
los problemas de la contaminación.

Los microorganismos y sus ambientes naturales


En la naturaleza, las células microbianas viven asociadas a otras en conjuntos
llamados poblaciones. Las poblaciones microbianas son grupos de células que
derivan de una única célula parental por divisiones celulares sucesivas. El
medio en el que se desarrolla una población microbiana se denomina hábitat.
En los hábitats microbianos, las poblaciones celulares raramente viven
aisladas, por lo general se relacionan con otras poblaciones en conjuntos
llamados comunidades microbianas . En una comunidad microbiana, la
diversidad y abundancia de microorganismos está controlada por los recursos
(alimentos) y por las condiciones (temperatura, H, concentración de oxígeno,
etc.) que existen en el medio. El estudio de los microorganismos en sus
ambientes naturales constituye la ecología microbiana.

a) b)

Comunidades microbianas. (a) Micrografía de una comunidad bacteriana que se desarrolla en las
profundidades de un pequeño lago (Lago Wintergreen, Michigan) formada por distintas células
bacterianas. (b) Comunidad bacteriana de una muestra de sedimentos de aguas residuales. La
muestra se tiñó con una serie de colorantes, cada uno de los cuales tiñe un grupo bacteriano
diferente. Tomado de R. Amann, J. Snaidr, M. Wagner, W. Ludwig y K.H. Schleifer, 1996. Journal of
Bacteriology 178: 3496-3500, Fig. 2b. ©1996 American Society for Microbiology.

Interacciones microbianas
Las poblaciones microbianas interaccionan y cooperan de varios modos, y
estas relaciones pueden ser beneficiosas o perjudiciales. Por ejemplo, los
productos de desecho de las actividades metabólicas de algunos
microorganismos pueden servir de nutrientes para otros.

Los microorganismos también interaccionan con su ambiente físico y


químico. Las características de los hábitats son notablemente diferentes: un
factor que favorece el crecimiento de un microorganismo concreto puede ser
dañino para otro. En conjunto, denominamos ecosistema a todos los
organismos vivos y a las condiciones físicas y químicas de su entorno. Existen
importantes ecosistemas en los medios acuáticos (océanos, estanques, lagos,
corrientes, hielo, fuentes termales) y en los medios terrestres (suelo,
profundidades bajo la superficie), así como en otros organismos (plantas y
animales).
Un ecosistema está influenciado —e incluso controlado— por las actividades
microbianas. Los procesos metabólicos llevados a cabo por los
microorganismos requieren la obtención de nutrientes del ecosistema y su
uso para construir nuevas células. Al mismo tiempo, eliminan productos de
desecho al medio ambiente. Así, con el tiempo, los ecosistemas microbianos
se extienden y contraen en función de los recursos y las condiciones
disponibles, de modo que las actividades metabólicas de los
microorganismos modifican gradualmente los ecosistemas, tanto desde el
punto de vista químico como físico.

El hábitat puede cambiar así de modo significativo. Por ejemplo, el oxígeno


molecular (O2) es un nutriente vital para algunos microorganismos pero
resulta venenoso para otros. Si los microorganismos que consumen oxígeno
(aerobios) agotan el oxígeno de un hábitat convirtiéndolo en anóxico
(carente de O2), las nuevas condiciones pueden favorecer el crecimiento de
microorganismos anaerobios previamente presentes en el hábitat pero que
eran incapaces de crecer. Por ello, a medida que cambian los recursos y las
condiciones en los hábitats microbianos, las poblaciones celulares aumentan
o descienden, cambiando de nuevo el hábitat.

Los microorganismos se presentan en la naturaleza como poblaciones que


interaccionan con otras poblaciones para formar comunidades microbianas.
Las actividades de los microorganismos en estas comunidades pueden
afectar de modo importante al hábitat y cambiar rápidamente sus
propiedades físicas y químicas.

-¿Qué es un hábitat microbiano? ¿En qué se diferencia una comunidad


microbiana de una población microbiana?

-¿Cómo cambian los microorganismos las características de sus hábitats?

Interacciones microbianas
Las poblaciones microbianas interaccionan y cooperan de varios modos, y
estas relaciones pueden ser beneficiosas o perjudiciales. Por ejemplo, los
productos de desecho de las actividades metabólicas de algunos
microorganismos pueden servir de nutrientes para otros.

Los microorganismos también interaccionan con su ambiente físico y


químico. Las características de los hábitats son notablemente diferentes: un
factor que favorece el crecimiento de un microorganismo concreto puede ser
dañino para otro. En conjunto, denominamos ecosistema a todos los
organismos vivos y a las condiciones físicas y químicas de su entorno. Existen
importantes ecosistemas en los medios acuáticos (océanos, estanques, lagos,
corrientes, hielo, fuentes termales) y en los medios terrestres (suelo,
profundidades bajo la superficie), así como en otros organismos (plantas y
animales).

Un ecosistema está influenciado —e incluso controlado— por las actividades


microbianas. Los procesos metabólicos llevados a cabo por los
microorganismos requieren la obtención de nutrientes del ecosistema y su
uso para construir nuevas células. Al mismo tiempo, eliminan productos de
desecho al medio ambiente. Así, con el tiempo, los ecosistemas microbianos
se extienden y contraen en función de los recursos y las condiciones
disponibles, de modo que las actividades metabólicas de los
microorganismos modifican gradualmente los ecosistemas, tanto desde el
punto de vista químico como físico.

El hábitat puede cambiar así de modo significativo. Por ejemplo, el oxígeno


molecular (O2) es un nutriente vital para algunos microorganismos pero
resulta venenoso para otros. Si los microorganismos que consumen oxígeno
(aerobios) agotan el oxígeno de un hábitat convirtiéndolo en anóxico
(carente de O2), las nuevas condiciones pueden favorecer el crecimiento de
microorganismos anaerobios previamente presentes en el hábitat pero que
eran incapaces de crecer. Por ello, a medida que cambian los recursos y las
condiciones en los hábitats microbianos, las poblaciones celulares aumentan
o descienden, cambiando de nuevo el hábitat.

Los microorganismos se presentan en la naturaleza como poblaciones que


interaccionan con otras poblaciones para formar comunidades microbianas.
Las actividades de los microorganismos en estas comunidades pueden
afectar de modo importante al hábitat y cambiar rápidamente sus
propiedades físicas y químicas.

-¿Qué es un hábitat microbiano? ¿En qué se diferencia una comunidad


microbiana de una población microbiana?

-¿Cómo cambian los microorganismos las características de sus hábitats?

Potrebbero piacerti anche