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Las células atmosféricas

En una primera aproximación podríamos


comparar la tierra y su atmósfera de aire, con
una cacerola con agua puesta al fuego. En ella
el agua caliente sube y la de arriba con agua
fría baja, formando una circulación. De hecho,
si ponemos granitos de colorante veremos
perfectamente como se establece esta
circulación del agua. Tenemos una célula
convectiva.

El sol calienta muchísimo más la zona del


ecuador porque los rayos solares inciden justo
desde la vertical y no de forma oblicua.

Por tanto es allí donde más se calienta el aire,


que sube al estar dilatado por el calor y por tanto pesar menos. Desde allí circula hacia los
polos, de donde bajaría el aire frío para ser de nuevo calentado. En principio este modelo de
una célula convectiva en cada hemisferio podría funcionar para planetas que fueran
pequeñitos y no giraran...

En nuestra querida tierra, las cosas


son un poco más complicadas.
Veamos: La pequeña superficie de
los polos no podría absorber todo el
aire que proviene de las zonas
ecuatoriales que son mucho más
extensas. En caso de ser así la
presión y los vendavales en los polos
serían fortísimos.

Antes de que esto ocurra, los polos


generar un estrangulamiento que
frena la llegada de más aire caliente
ecuatorial que viene por las alturas.

Lo que ocurre es que esta célula


hipotética se rompe en varias células
más pequeñas. En la práctica son 3
células convectivas que se encargan
de hacer circular el calor recibido por la tierra en el ecuador, hacia latitudes mayores.

Gracias a las células el calor del sol que es recibido sobre todo en el Ecuador se distribuye
por todo el globo terrestre.
La célula más próxima al ecuador es la llamada célula de Hadley, la siguiente es la
de Ferrel, y la superior es la que llamamos célula polar.

Donde se juntan las células de Ferrel y la polar, podemos ver que las dos láminas de viento,
una viene del Sur y otra del Norte, chocan frontalmente y las dos láminas de aire suben. En
la frontera de Ferrel y de Hadley, ocurre lo contrario, como si fuesen piñones con
engranajes, y las dos láminas de aire vienen desde arriba, estrellándose contra el mar.
Estamos en la famosa zona de calmas intertropicales en donde apenas hay vientos
(horizontales claro) y los veleros huyen para no quedarse parados. Por ejemplo en el
famoso anticiclón de las Azores.

En esta misma zona de la banda, pero en tierra en vez de en la mar, es donde se


encuentran los grandes desiertos de la tierra. Tiene su lógica, ya que el chorro de aire que
baja velozmente es comprimido al estrellarse contra la tierra, y por tanto se calienta (como
también se caliente por ejemplo el aire de una bomba de bicicleta al comprimir su embolo).
Al calentarse, este aire queda más seco evitando las lluvias, y desertizando estas zonas.
Como además nuestro planeta gira, entran en juego las fuerzas de Coreolis que se encargan
de hacer girar estas especies de rodillos de aire, cortándolos y generando las circulaciones
que finalmente conocemos. Coreolis se encarga de que los Alisios no vengan justo desde el
Este y que tiendan a ir hacia el ecuador. Por la misma razón los vientos entre las latitudes
30º y 70º correspondientes a la célula de Ferrel no soplan justo hacia el Este siendo
ligeramente empujados hacia los polos.

En la parte superior donde se juntan los 'rodillos' de aire que giran a modo de engranajes es
donde se forman estas zonas conocidas como Jets Streams.

En la frontera entre la célula polar y la de Ferrel es donde se forman los frentes. Un frente
no es más que el choque de la lámina de aire frío con otra caliente. El frente tendría que ser
una zona lineal definida por la latitud. De hecho hay muchos frentes que son así. Pero
gracias a Coreolis este frente se puede 'doblar' formando lo que estamos acostumbrados a
ver en los mapas de meteo.

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