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EL MODELO DE SUSTITUCIÓN DE IMORTACIONES

El proceso de industrialización de México se orientó por las medidas de política


económica, adoptadas en su momento por el gobierno federal. Durante el
gobierno del general Lázaro Cárdenas, el panorama empezó a cambiar para la
economía de México, aunque la real transformación comenzó a partir de 1940,
generándose un proceso que llevó al país de una economía
predominantemente agrícola a una industrial, lanzándolo así a una nueva
etapa de crecimiento económico.

La política de sustitución de importaciones surgió como consecuencia de la


segunda guerra mundial y, en menor medida, de la gran depresión, por los
problemas de la balanza de pagos de los países subdesarrollados y su deseo de
industrializarse. Al comenzar la Segunda Guerra Mundial y particularmente al
finalizar ésta, el gobierno reorientó el proyecto de desarrollo nacional dando
lugar a una estrategia de industrialización que se le conoce como: el modelo
de sustitución de importaciones, implicó sustituir los artículos manufacturados
de procedencia extranjera que hasta ese momento habían satisfecho el
consumo local, por artículos de la misma naturaleza fabricados por la industria
nacional.

El objetivo de dicho modelo, consistió en convertir la actividad industrial en eje


del desarrollo económico y de la acumulación del capital. Se pasó de una
economía basada sobre todo en la agricultura y la minería de exportación a la
industria de manufacturas para proveer al mercado interno, las exportaciones
constituyeron una variedad relativamente diversificada de productos
agropecuarios e incluso manufacturados o de consumo intermedio. También
aceleró la inversión industrial, principalmente para el mercado doméstico, con
control estatal de los precios del mercado y con barreras a la entrada y al
acceso de financiamiento e importaciones. La expansión del modelo productivo
se relacionó directamente con el comportamiento de la economía mundial.
Fue adoptado en los años 40´s bajo el sexenio de Manuel Ávila Camacho
inicialmente fomentó el crecimiento de la industria ligera, productora de bienes
de consumo no duradero, que se convirtió en el eje de la acumulación de
capital. De esta forma, se desarrolló una industrialización que los analistas del
periodo denominaron "auto centrada" (o hacia adentro). El gobierno mexicano
apoyó con subsidios y medidas proteccionistas esa industrialización. La
inversión pública dio prioridad al sector industrial, al cual destinó casi 30% del
presupuesto público de ese periodo, marginando a la agricultura. Durante éste
sexenio, y con la finalidad de impulsar la industrialización en México se crearon
algunos organismos como: Sosa Texcoco, S.A. (1940); el IMSS (1942); Altos
Hornos de México, S.A. (1942); Cobre de México, S.A. (1943); Guanos y
Fertilizantes de México, S.A. (1943); y también se reorganizo NAFIN (Nacional
Financiera), con el fin de apoyar al proceso de industrialización y revitalizar el
aparato productivo del Estado, con el fin de beneficiar a la iniciativa privada del
país.
Durante el sexenio de Miguel Alemán Valdés se siguió impulsando a las
empresas privadas, nacionales como extranjeras, en este sexenio se
incrementaron las obras de infraestructura en nuestro país, sobre todo
caminos y puentes. En la década de los 50´s, surgió una fuerte actividad
industrial de pequeñas y medianas empresas.

En 1955 se promulgó la Ley para el Fomento de las Industrias Nuevas y


Necesarias, cuyo ordenamiento permitió que se estableciera un importante
número de empresas industriales y fundamentalmente medianas y pequeñas, y
que un gran número de talleres y artesanías se transformaran en pequeñas
empresas. Para esto el Estado instituyó mecanismos de carácter financiero
para poder responder a la demanda de créditos de las pequeñas y medianas
empresas de tipo industrial, creando un rápido proceso de expansión y
diversificación de la rama industrial en nuestro país.
Lo antes mencionado constituye la primera etapa del Modelo de
Industrialización Sustitutiva (1940-1955). Que se tradujo en una política
económica orientada a promover la expansión y desarrollo industrial en
México.
Consecuencias del Modelo de Sustitución de Importaciones
Si bien es cierto que durante esos años se vivió una etapa de bonanza en
algunas regiones agrícolas, principalmente del norte y noroeste de la república,
alcanzando la anhelada autosuficiencia alimentaria en el país, la realidad fue
que se privilegió sólo a una parte de los productores. Fue así como los distritos
de riego más capitalizados resultaron favorecidos, mientras que se marginó al
sector mayoritario del campesinado.

Las consecuencias de esta nueva política no se hicieron esperar: en corto


tiempo se presentó un vertiginoso desplazamiento de la mano de obra agrícola
hacia las zonas urbanas, y una fuerte emigración hacia el vecino país, con lo
que se hicieron evidentes las repercusiones que el cambio de rumbo provocó
sobre el empleo agrícola.

Para fortuna de nuestra economía, durante esos años se firmó un convenio


entre los gobiernos de México y Estados Unidos que permitió la contratación
legal de trabajadores mexicanos en el vecino país y fue conocido como
programa de braceros. En cierta forma este convenio sirvió para paliar la
demanda nacional de empleo al permitir la internación legal de miles de
mexicanos hacia Estados Unidos.

A fines de los años cincuenta y principios de los sesenta se presentó un fuerte


estancamiento de la economía mexicana, por lo cual se decidió impulsar la
industria pesada del país, desplazando a la industria menos rentable (que era
fundamentalmente la nacional). También en este rubro hizo acto de presencia
la inversión extranjera de manera importante.

Se reforzó la intervención del Estado en apoyo al crecimiento industrial, se


aplicaron medidas para controlar la inflación, y se estableció un tipo de cambio
fijo como forma de subsidiar la producción del sector privado y el consumo
suntuario de los sectores de mayores ingresos. La economía se estabilizó y el
PIB creció hasta 6% en la segunda mitad de los sesenta. Para lograrlo se aplicó
una política de contención salarial: solamente los trabajadores ocupados en las
industrias más dinámicas, como la automotriz, la siderúrgica y la metal
mecánica, pudieron percibir una recuperación en sus salarios, mientras que las
mejoras salariales para los sectores ocupados en la industria tradicional y la
agricultura se vieron truncadas.

En el campo mexicano se trató de paliar el descontento social de los


campesinos, quienes durante más de 20 años habían carecido de apoyos reales
para incentivar la producción.

Sin embargo, fueron sólo los estados del noroeste los cuales finalmente
capitalizaron los apoyos. La crisis de ese tiempo se cargó sobre las espaldas de
los trabajadores y campesinos, lo cual se vio reflejado en el surgimiento de las
movilizaciones sindicales y populares.

Las consecuencias de esta nueva política se tradujeron en el incremento del


desempleo y el subempleo, y en consecuencia, en un impulso a la emigración
de la fuerza de trabajo hacia Estados Unidos.

Decadencia del Modelo de Sustitución de Importaciones


A principios de los años setenta el país se encontraba en una etapa de
crecimiento moderado, con una inflación acelerada y con acentuados
desequilibrios financieros internos y externos. La tasa media anual de
crecimiento llegaba al 5% mientras que la inflación era de 14.2 por ciento.
Pronto, la máscara que envolvía a la economía mexicana ante el exterior se fue
develando, y la fama que tenía el país en el extranjero, donde se le
consideraba el creador y beneficiario de "el milagro mexicano", se fue
deteriorando poco a poco al conocerse lo que realmente ocurría en el interior
del país. La pobreza alcanzaba cada vez a más millones de mexicanos, y el
desempleo y la inflación eran evidentes. El bienestar del que tanto se había
hablado sólo llegó a unos cuantos. El desarrollo económico era simplemente
ajeno a la mayoría de los mexicanos.
Bibliografía

 DELGADO Gloria M. “México estructuras política, económica y social”. Editorial


Prentice Hall. Segunda Edición, México 20003. 149-159 p.
 SOLÍS Leopoldo. “Evolución de la economía mexicana”. Editorial El Colegio
Nacional. Primera edición, México 1999. 251-256 p.
 SOLÍS Leopoldo. “Medio siglo en la vida económica de México 1943-1993”.
Editorial El Colegio Nacional. Primera edición, México 1994. 51-78 p.

Estructura y Desarrollo de México

Profa. Martha E. Marroquín Segura.

(Resumen del texto publicado por: Ladislao García López -http://modsus.blogspot.mx/).

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