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Resumen
Una de las propuestas que más aceptación ha tenido en los últimos años es el
denominado Aprendizaje Basado en Problemas (ABP), uno de los enfoques
pedagógicos objeto de estudio en el proyecto de investigación: “Tendencias actuales de
la formación universitaria. Una visión desde la Pedagogía”, que se realiza en la
actualidad con la participación de investigadores del CEPES de la Universidad de La
Habana.
Summary
The current society needs novel ways to develop the formation, keeping in mind that the
traditional pattern of teaching has stopped a long time ago to be useful. This question is
a permanent concern in all the teaching levels, but it’s a particular incidence in the
superior education. The demand of more and more competent and able professionals of
facing the challenges of the technological and social development, demands that the
education looks for alternative of formation that contribute to that demand.
One of the proposals that more acceptances has had in the last years it is the Problem
Based Learning (PBL), being one of the focuses pedagogic study object in the project of
investigation current "Tendencies of the university formation. A vision from the
Pedagogy" that is carried out now with the participation of investigators of CEPES of the
University of Havana.
Introducción
Esta situación llevó a las autoridades a enfocar el tema desde el punto de vista de la
formación de los profesionales que debían ejercer en aquel entorno y de dicho
planteamiento surgieron las primeras reflexiones: ¿están capacitados nuestros
profesionales para atender estas necesidades? y ¿cómo podemos mejorar su
formación? De ahí que las autoridades universitarias en la universidad de McMaster se
replanteasen la forma en que sus profesionales tenían que adquirir los conocimientos,
las competencias y las habilidades necesarias para su trabajo. La fórmula empleada fue
ingeniosa y atrevida en la medida en que su puesta en práctica supuso cuestionar de
Es así que surge una nueva forma de abordar el proceso de enseñanza aprendizaje en
la educación médica, que se caracterizaba por seguir un patrón intensivo de clases
expositivas de ciencia básica, seguido de un programa exhaustivo de enseñanza
clínica, que fue convirtiéndose gradualmente en una forma inefectiva e inhumana de
preparar estudiantes, por el crecimiento explosivo de la información médica y las
nuevas tecnologías; además de las demandas rápidamente cambiantes de la práctica
profesional. Era evidente para estos educadores, que el perfil de sus egresos requería
habilidades para adquirir información, sintetizarla en posibles hipótesis y probar esas
hipótesis a través de la adquisición de información adicional. (Morales Bueno & Landa
Fitzgerald, 2004)
El ABP llega a Europa a mitad de los años 70. En 1974 se crea la Universidad de
Maastricht, en los Países Bajos. Una universidad nueva ofrece, por primera vez en
suelo europeo, la posibilidad de cursar todos sus estudios con una metodología de
aprendizaje distinta a la tradicional. Esta forma diferente de abordar el proceso de
enseñanza aprendizaje ha tenido una evolución rápida en un corto período de tiempo
en tres vertientes fundamentales: la extensión a nuevas universidades, la proliferación
de publicaciones recientes sobre experiencias aplicadas y la ampliación de las áreas de
estudio donde se aplica.
Desarrollo
Fundamentos teóricos y conceptualización del ABP
A decir de Glaser (Glaser, 1991), existen tres principios relacionados con el aprendizaje
y demás procesos cognitivos. El primero de ellos consiste en valorar el aprendizaje
como un proceso de construcción y no de pasividad por parte del estudiante, otro de los
principios consiste en la incidencia de la metacognición en el empleo del conocimiento.
Por último y no por ello menos importante, se resalta el carácter social del aprendizaje.
Sin embargo, no hay consenso sobre qué es el ABP. ¿Es un método de enseñanza?
¿Es una metodología? ¿Es un enfoque curricular? Estas preguntas tienen diferentes
respuestas en función del nivel de aplicación del ABP.
Una universidad, facultad o carrera lo puede asumir desde lo curricular y organizar todo
el pensum de la carrera en función del ABP. En otro nivel, que es donde predomina su
empleo, la aplicación del ABP se circunscribe a asignaturas o módulos dentro de una
carrera, por interés de los profesores que la imparten.
trabajo en equipo, capacitándole para trabajar con otros. (Molina Ortiz, García
González, Pedraz Marcos, & Antón Nardiz, 2005)
Características esenciales
El ABP no debe confundirse con otros métodos que trabajan casos o problemas. Aquí
es preciso señalar que “mientras tradicionalmente primero se expone la información y
posteriormente se busca su aplicación en la resolución de un problema, en el caso del
ABP primero se presenta el problema, se identifican las necesidades de aprendizaje, se
busca la información necesaria y finalmente se regresa al problema” (Instituto
Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), 2005)
Se acepta por la mayoría de los autores que las características fundamentales del ABP
son las propuestas por Barrows (1986), a partir de su aplicación en la Facultad de
Ciencias de la Salud de la Universidad McMaster (Canadá):
Muchos autores se han referido a las características de los problemas que se deben
trabajar en las universidades. Para el ABP en particular, (Bejarano Franco & Lirio
Castro, 2010) se insiste en que no es suficiente tener un buen problema, sino que el rol
de facilitador que ejerce el profesor al plantear el problema es clave. Por esto
puntualizan las siguientes características de los problemas que se trabajan en el ABP,
los cuales deben tender a que:
Otro aspecto que se ha de tener en cuenta son criterios para evaluar la calidad de los
problemas. Sobre la base de la aplicación del ABP en Rouen, Francia (Des Marchais,
1999) se proponen nueve criterios para evaluar la calidad de los problemas trabajados
en el ABP, lo que constituye una herramienta muy importante para el profesor, pues
permite valorar el problema que se escoge o diseña.
6) Activar la curiosidad.
2) Aclaración de la terminología.
3) Identificación de factores.
4) Generación de hipótesis.
El ABP impone una secuencia del proceso de enseñanza diferente a la mayoría de las
propuestas educativas que los estudiantes han enfrentado en su vida escolar. Esto
cambia su rol de forma radical, al pasar a desempeñar un papel verdaderamente activo
en la búsqueda y apropiación de los conocimientos necesarios, vinculados a la
resolución del problema propuesto, los que se concretan en lo siguiente:
Analizar el problema.
Un aspecto esencial que distingue el cambio en el rol del profesor es su función como
tutor, que implica:
La evaluación en el ABP
En el caso del ABP es necesario cambiar la visión de evaluación como el resultad final
que se obtiene por parte del estudiante, incorporando diferentes formas de evaluación a
lo largo del proceso de resolución del problema que permita la participación activa del
estudiante, lo que contribuirá a su propia autorregulación.
¿Qué se evalúa?: Por una parte, los contenidos de aprendizaje incluidos en los
problemas con los que se trabajó. La evaluación debe ir más allá de la medida de la
reproducción del conocimiento, ya que las pruebas tradicionales no son apropiadas
para formas de aprendizaje que se refieren a la resolución de problemas, la
construcción de significados por parte del estudiante y el desarrollo de estrategias para
abordar nuevos problemas y tareas de aprendizaje. Es necesario, por tanto, que la
evaluación incremente el uso de diversos tipos de elementos para cuya solución los
estudiantes tengan que interpretar, analizar, evaluar problemas y explicar sus
argumentos.
¿Cómo se evalúa?: Los múltiples propósitos del ABP traen como consecuencia la
necesidad de una variedad de procedimientos de evaluación que reflejen los objetivos
perseguidos en su totalidad. Por lo tanto, se recurre, por supuesto, a exámenes
¿Quién evalúa?: Todos los implicados. El profesor, por una parte, pero también los
estudiantes y el grupo. El profesor puede recurrir a la evaluación continua de todos los
problemas que se han trabajado, pero también a una evaluación final al terminar el
curso. El tutor, por otra parte, evalúa, también de forma continua, la participación en el
grupo, la implicación en el trabajo de los problemas, el trabajo desarrollado y los
resultados obtenidos en el curso de la tarea; igualmente, evalúa el trabajo grupal. El
estudiante, finalmente, lleva a cabo su propia autoevaluación (de su aportación al
trabajo del grupo, de su implicación y toma de responsabilidad), así como la evaluación
del grupo con el que trabaja como equipo. Y evalúa también al tutor al final de cada
caso, con el fin de facilitar la retroalimentación al tutor sobre cómo es percibida su
actuación por el grupo y arbitrar, si es necesario, propuestas que se ajusten a las
demandas y necesidades del grupo. Finalmente, puede también evaluar al experto al
final de curso para valorar su intervención y el valor de su aportación al grupo.
Por esta razón Martínez (Martínez Cano, 2010), propone un grupo de elementos
referidos a la evaluación que se concentran en: qué deben poder evaluar los
estudiantes, cómo y por quién debe ser evaluado el estudiante, e incluso el profesor y
finalmente propone diferentes modalidades para realizar la evaluación.
Evaluarse a sí mismos.
A sus compañeros.
Al tutor.
Los resultados.
Preparación de la sesión.
Evaluación crítica.
Modalidades de evaluación:
Informes escritos.
Mapas conceptuales.
Autoevaluación.
Presentación oral.
Portafolios.
Ventajas:
Desarrollo de la creatividad.
Desventajas:
Requiere más tiempo por parte de los estudiantes para lograr su aprendizaje.
Conclusiones
Como propuesta educativa posee gran flexibilidad, en tanto es aplicable como modelo
curricular en carreras y universidades o como metodología de trabajo en asignaturas o
temas.
Bibliografía
Bejarano Franco, M. T., & J. Lirio Castro (2010). La utilización de problemas auténticos
en la enseñanza superior. En: A. Escribano, & A. del Valle. El Aprendizaje
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