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Adolf Hitler

Adolf Hitlerc (Braunau am Inn, 20 de abril de 1889-Berlín,


Alemania, 30 de abril de 1945) fue un político, militar y escritor
Adolf Hitler
alemán, canciller imperial desde 1933 y Führer —líder— de
Alemania desde 1934 hasta su muerte. Llevó al poder al Partido
Nacionalsocialista Obrero Alemán o Partido Nazi,d y lideró un
régimen totalitario durante el período conocido como Tercer Reich
o Alemania nazi. Además, fue quien dirigió a Alemania durante la
Segunda Guerra Mundial, que inició con el propósito principal de
cumplir sus planes expansionistas enEuropa.

Hitler se afilió al Partido Obrero Alemán, precursor del Partido


Nazi, en 1919, y se convirtió en su líder en 1921. En 1923, tras el
pronunciamiento en la cervecería Bürgerbräukeller de Múnich,
Hitler intentó una insurrección, conocida como el Putsch de
Múnich, tras cuyo fracaso fue condenado a cinco años de prisión.
Durante su estancia en la cárcel redactó la primera parte de su libro
Mi lucha (en alemán, Mein Kampf), en el que expone su ideología
junto con elementos autobiográficos. Liberado ocho meses después,
en 1924, Hitler obtuvo creciente apoyo popular mediante la
exaltación del pangermanismo, el antisemitismo y el Retrato oficial de Hitler en la cancillería (1938).
anticomunismo, sirviéndose de su talento oratorio apoyado por la
eficiente propaganda nazi y las concentraciones de masas cargadas
de simbolismo.

Fue nombrado canciller imperial (Reichskanzler) en enero de 1933


Führer und Reichskanzlerde Alemaniaa
y, un año después, a la muerte del presidente Paul von Hindenburg, 2 de agosto de 1934-30 de abril de 1945
se autoproclamó líder y canciller imperial (Führer und Predecesor Ninguno
Reichskanzler), asumiendo así el mando supremo del Estado Paul von Hindenburg (presidente)
Él mismo (canciller)
germano. Transformó la República de Weimar en el Tercer Reich y
gobernó con un partido único basado en el totalitarismo y la Sucesor Ninguno
Karl Dönitz (presidente)
autocracia de la ideología nazi.
Joseph Goebbels (canciller)
El objetivo de Hitler era establecer un Nuevo Orden basado en la
absoluta hegemonía de la Alemania nazi en el continente europeo.
Su política exterior e interior tenía el objetivo de apoderarse de
Lebensraum (‘espacio vital’) para los pueblos germánicos. Reichskanzler de Alemania
Promovió el rearme de Alemania y tras la invasión de Polonia por b
30 de enero de 1933-2 de agosto de 1934
la Wehrmacht el 1 de septiembre de 1939, se inició la Segunda
Presidente Paul von Hindenburg
Guerra Mundial. Con estos actos, Hitler violó el Tratado de
Predecesor Kurt von Schleicher
Versalles de 1919, que establecía las condiciones de la paz tras la
Sucesor Él mismo
Primera Guerra Mundial.1

Bajo la dirección de Hitler, las fuerzas alemanas y sus aliados


ocuparon en 1941 la mayor parte de Europa y África del Norte.
Esas conquistas territoriales decrecieron paulatinamente después de Líder del Partido Nazi
la batalla de Stalingrado, hasta 1945, cuando los ejércitos aliados 29 de julio de 1921-30 de abril de 1945
derrotaron al ejército alemán. Por motivos raciales, Hitler causó la Predecesor Anton Drexler
muerte de diecisiete millones de personas,2 incluyendo seis Sucesor Martin Bormann
millones de judíos y entre medio y millón y medio de gitanos, en lo
que posteriormente se denominó «Holocausto».3

En los últimos días de la guerra, durante la batalla de Berlín en


1945, Hitler se casó con su antigua amante, Eva Braun. El 30 de Comandante de las Sturmabteilung
abril de 1945 los dos se suicidaron en el búnker de la Cancillería, septiembre de 1930-5 de enero de 1931
para evitar ser capturados por el Ejército Rojo. Posteriormente, sus Predecesor Franz Pfeffer von Salomon
cadáveres fueron quemados.4 Sucesor Ernst Röhm

Índice Alto mando del Oberkommando des Heeres


Política 19 de diciembre de 1941-30 de abril de 1945
Primeros años Predecesor Walther von Brauchitsch
Infancia Sucesor Ferdinand Schörner
Juventud en Viena y Múnich
Primera Guerra Mundial
Inicios en el nazismo
Inicio de la actividad política
Reichsstatthalter de Prusia
Putsch de Múnich
Mein Kampf 30 de enero de 1933-30 de enero de 1935
Reestructuración del partido Sucesor Hermann Göring
Ascenso al poder
El ascenso durante la Depresión Información personal
Intrigas de Schleicher y Papen
Nacimiento 20 de abril de 1889
Establecimiento de la dictadura Braunau am Inn, Austria-
El incendio del Reichstag y la ley habilitante Hungría
Gleichschaltung
Fallecimiento 30 de abril de 1945 (56 años)
La purga de las «camisas pardas»
Berlín, Alemania
Tercer Reich
Causa de la Suicidio forzado por arma de
Economía y cultura
muerte fuego
El rearme y nuevas alianzas
Residencia Berlín
Segunda Guerra Mundial
Triunfos iniciales Nacionalidad Austríaca (hasta 1925)
La caída Alemana (desde 1932)
Últimos días Lengua
Alemán
Boda con Eva Braun y testamento materna
Suicidio Religión Véase Opiniones religiosas de
El destino del cadáver y las versiones de los Adolf Hitler
soviéticos
Partido
Rasgos de su personalidad DAP y NSDAP
político
Autodidacta y lector empedernido
Antisemitismo Características físicas
Teorías sobre el origen de su antisemitismo Altura 1'75m
Legado de Hitler Peso 72 kilogramos
"Higiene racial" y el Holocausto
Ojos Azul
Véase también Cabello Marrón
Notas
Familia
Referencias
Bibliografía Padres Alois Hitler y Klara Pölzl
Enlaces externos Cónyuge Eva Braun
Pareja Maria Reiter
Eva Braun
Política
Información profesional
Ascendió al poder durante un período de crisis económica, social y
Ocupación Político
política, acentuada por los efectos de la Gran Depresión de 1929 y
Obras
el descontento y frustración popular en Alemania como Mi lucha
notables
consecuencia de la derrota en la Primera Guerra Mundial. A lo
largo de su mandato político utilizó la propaganda estatal y su
Rama militar Ejército alemán e infantería
carismática oratoria para persuadir a las masas, enfatizando su Rango Cabo
oposición al Tratado de Versalles de 1919, al pueblo judío, al Participó en Primera Guerra Mundial
pacifismo y al comunismo internacional, particularmente el Distinciones Ciudadanía honoraria
soviético-bolchevique. A la vez, resaltaba el nacionalismo alemán,
Ciudadanía honoraria
el militarismo, el racismo, la llamada preservación de la raza aria,
Cruz de Honor de la I Guerra
el pangermanismo y la anexión o recuperación armada de
Mundial
territorios europeos perdidos por el Imperio Alemán después de la
Medalla de herido
Primera Guerra Mundial. Después de reestructurar la industria y
economía y frenar en poco tiempo la inflación y el desempleo, Orden de la Sangre
Hitler se ganó el apoyo popular. Rearmó y organizó las fuerzas Orden del Elefante
armadas alemanas, estableciendo una dictadura totalitaria personal Placa Dorada del Partido
que transformó a la sociedad alemana y eliminó su sistema
Cruz de Hierro (1914)
democrático. Su régimen se caracterizó por la discriminación racial,
Ciudadanía honoraria(1933)
la supremacía aria y la persecución étnico-religiosa y política.
Desde 1939, como consecuencia de la guerra, este modelo se Collar de la Gran Orden Imperial
extendió al resto de Europa. En el plano ideológico, Hitler asumió de las Flechas Rojas(1937)
los planteamientos del fascismo italiano pero con matices propios Firma
basados en las características del nazismo y la sociedad alemana.
En torno a su figura se desarrolló un intensoculto a la personalidad.

Perseguía una agresiva política exterior expansionista para ampliar [editar datos en Wikidata]
el Lebensraum ('espacio vital') alemán al este de Europa, y
combatir una presunta conspiración internacional entre el judaísmo, la masonería, el comunismo y el capitalismo por parte de los
gobiernos estadounidense, inglés y soviético. Su política tenía como objetivo establecer un Nuevo Orden (Neuordnung) en el que
Alemania y la raza aria tendrían un papel hegemónico mundial.

Responsable del inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa con la invasión de Polonia en septiembre de 1939, para 1941,
período de su apogeo, sus tropas y aliados del Eje ocuparon la mayoría de Europa y partes de Asia y África, pero fueron derrotadas
por las potencias Aliadas en 1945. Hacia el final de la guerra, las violentas políticas de conquista territorial y subyugación racial de
Hitler habían causado la muerte de entre 55 y 60 millones de personas (alrededor del 2% de la población mundial de la época) en su
mayor parte civiles, así como un considerable grado de destrucción de ciudades europeas. El exterminio sistemático y masivo de
enemigos políticos y personas consideradas racialmente «inferiores» o «subhumanas», mediante la detención en una red de campos
de concentración y exterminio en Alemania y en los territorios conquistados, llevó a la muerte a poco más de seis millones de judíos
en lo que posteriormente en el contexto histórico se denominó el Holocausto, como así también a homosexuales, gitanos, eslavos,
discapacitados físicos, enfermos mentales, prisioneros de guerra soviéticos y opositores políticos a su régimen. Las estimaciones del
número de personas que perdieron la vida como consecuencia de medidas raciales adoptadas por el gobierno de Hitler, sus aliados del
Eje, estados satélite y colaboradores, según la mayoría de los historiadores serían aproximadamente once o doce millones de
personas, de las cuales la mitad corresponderían al Holocausto.
Primeros años

Infancia
Véase también: Familia Hitler
Adolf Hitler nació en Braunau am Inn, una pequeña aldea cerca de Linz en la provincia de la
Alta Austria, no muy lejos de la frontera alemana, en lo que entonces era el Imperio
austrohúngaro. Nacido en una familia de clase media, su padre, Alois Hitler (1837-1903), fue
un agente de aduanas. Su madre, Klara Pölzl (1860-1907), fue la tercera esposa de Alois.
Hitler fue el tercer hijo de la pareja.5 Como los padres de Hitler eran primos, debieron
obtener una dispensa papal para el matrimonio. De los cinco hijos de Alois y Klara, sólo
Adolf y su hermana Paula llegaron a la edad adulta.6 El padre de Hitler también tuvo un hijo,
Alois Jr., y una hija, Angela, con su segunda esposa.6

Su padre, Alois Hitler, fue un hijo ilegítimo, por lo que durante los primeros treinta y nueve
años de su vida llevó el apellido de su madre, Schicklgruber. En 1876, el padre de Alois,
Johann Georg Hiedler, finalmente lo reconoció. En el siglo XIX eran comunes en Austria las
variantes del apellido Hüttler, Hiedler, Hittler y Hitler. La teoría del escritor Franz Jetzinger
de que el apellido guarda relación con el checo Hidlar o Hidlarcek7 ha sido citada en la
Hitler de niño.
literatura en numerosas ocasiones,8 pero es actualmente rechazada: lo más probable es que
todas esas variantes deriven deHütte (choza), con lo que el apellido significaría algo así como
9
«pequeño campesino» o «el que vive en una cabaña».

La propaganda de los Aliados explotó el apellido original de la familia de Hitler durante la


Segunda Guerra Mundial. Panfletos portando la frase Heil Schicklgruber fueron lanzados
desde el aire sobre ciudades alemanas. Sin embargo, Adolf nació legalmente como Hitler;
además, se encontraba también relacionado con Hiedler a través de su abuela materna,
Johanna Hiedler.

El nombre Adolf viene del antiguo alto alemán y significa «lobo noble» (Adel=nobleza +
wolf=lobo).10 De ahí que uno de los apodos de Hitler puestos por él mismo fuera Wolf o Herr
Wolf —comenzó a usar este apodo a principios de los años 1920 y se le dirigían con él solo los
amigos íntimos (como «Tío Wolf» por los Wagner) hasta la caída del Tercer Reich—.11 Los
nombres de varios de sus cuarteles generales dispersos por la Europa continental
(Wolfsschanze en Prusia Oriental, Wolfsschlucht en Francia, Werwolf en Ucrania, etc.) reflejan
esto. Incluso Hitler sugirió a su hermana Paula que se cambiara de nombre durante los juegos Alois Hitler, padre de Hitler
(1837–1903).
Olímpicos en Garmisch y se mantuviera en estricto incógnito bajo el apellido Wolff,
manteniendo su nombre si quería. Por sugerencia de Paula, se añadió el calificativo de Frau
(Señora) para hacer menos sospechoso el cambio de nombre ante sus conocidos (haciendo ver que el cambio de nombre fuera debido
a un matrimonio). Hitler era conocido comoAdi por su familia y parientes más cercanos.

Hitler dijo que, de niño, era azotado a menudo por su padre. Años más tarde le dijo a su secretaria: «Entonces tomé la decisión de no
llorar nunca más cuando mi padre me azotaba. Unos pocos días después tuve la oportunidad de poner a prueba mi voluntad. Mi
madre, asustada, se escondió en frente de la puerta. En cuanto a mí, conté silenciosamente los golpes del palo que azotaba mi
trasero».12

La familia de Hitler se mudó a menudo, de Braunau am Inn a Passau, Lambach, Leonding y Linz. El joven Hitler fue un buen
estudiante en primaria. Pero en sexto, en su primer año de enseñanza secundaria (Realschule) en Linz, fue suspendido y tuvo que
repetir el curso. Sus profesores dijeron que no tenía «deseos de trabajar». No obstante, quedó cautivado por las lecturas
pangermánicas del profesor Leopold Poetsch, quien influyó notablemente en la mente del joven.
En Mein Kampf, Hitler concluyó que su bajo
desempeño en la educación fue una rebelión
contra su padre, que quería que su hijo
siguiera una carrera como agente de aduanas;
en cambio, Hitler quería convertirse en
pintor. Esta explicación se sostiene aún más
por la posterior descripción de Hitler de él

Árbol genealógico de Hitler. mismo como un artista incomprendido. Sin


embargo, Alois Hitler deseaba que su hijo
llegara a ser funcionario como él, empleo del
que se sentía muy orgulloso y al que había llegado prácticamente sin una base académica.
Pero al joven Hitler ese futuro no le seducía en absoluto, ya que estaba demasiado alejado de
su objetivo, las artes. No obstante, después de la muerte de Alois el 3 de enero de 1903, el Klara Pölzl Hitler, madre de
trabajo escolar de Hitler no mejoró. A la edad de dieciséis años, Hitler abandonó la educación Hitler (1860–1907).
secundaria sin un título.

Juventud en Viena y Múnich


Véase también: Pinturas de Adolf Hitler
A causa de su mediocre expediente académico Hitler debió abandonar en 1904 la Realschule de Linz y se trasladó a la de Steyr,
distante unos ochenta kilómetros. En 1905 su madre mudó la familia a un cómodo piso en Urfahr, un suburbio de Linz, donde Adolf
disponía de una habitación propia, llevaba una vida bastante indolente y, con el pretexto de una enfermedad fingida o más
probablemente algo exagerada, convenció a Klara de que no podía seguir en la escuela.13 Así pues abandonó los estudios a los
dieciséis años, después de haber sido calificado positivamente en la asignatura de dibujo y haberse convencido a sí mismo que su
futuro estaba en la pintura.14 Durante tres años, Hitler se mantuvo en Linz sin buscar trabajo, muchas veces en compañía de August
Kubizek, probablemente el único amigo que tuvo en su adolescencia;15 según Hitler, estos años serían los «mejores años de su
vida».15 Aunque Hitler consideraba que su futuro estaba en la pintura o la arquitectura, era un voraz lector, prefiriendo obras de
historia y mitología alemana.16 Para los dieciséis años, Hitler ya era un ferviente nacionalista pangermano, y aborrecía a los
Habsburgo y a la diversidad étnica delImperio austrohúngaro.15

Al cumplir diecisiete años, Hitler viajó a Viena por primera vez y pudo prolongar su estancia en la ciudad dos meses gracias a la
ayuda monetaria de su madre y otros parientes.16 Durante su estadía, visitó la Academia de Bellas Artes, donde consultó los
requisitos para ser admitido con el fin de convertirse en pintor. En octubre de 1907 regresó a Viena y se presentó a la prueba de
admisión; sin embargo, no logró ser admitido al no poseer el talento deseado, lo cual lo decepcionó mucho.17 Al año siguiente lo
intentó de nuevo, con peores resultados. El rector de la Academia le aconsejó intentar en el campo de la arquitectura, pero como
Hitler no se había graduado del colegio, era muy difícil que fuera admitido en la respectiva escuela.16 Sin embargo, en esos años
jóvenes con «talento excepcional» eran admitidos en la escuela de arquitectura sin diploma de secundaria, pero se desconoce si Hitler
intentó ingresar alguna vez.18

A pesar de su fracaso, Hitler decidió quedarse en Viena, aunque por unos meses continuó viviendo en Linz con su madre, quien
estaba agonizando por causa del cáncer de mama. Después de la muerte de su progenitora, el 21 de diciembre de 1907, Hitler viajó a
Viena, donde inicialmente se ganó la vida gracias a diversos trabajos como barrer la nieve, cargar maletas en la estación de trenes y
ser un obrero de construcción.18 Sin embargo, sus problemas económicos no terminaron, y un año después de haber llegado a Viena
fue desalojado de su apartamento y tuvo que vivir en un miserable hostal, recurriendo a comedores de indigentes para poder aplacar
el hambre.18 No obstante, para 1910 su situación económica era más estable, y se mantenía exclusivamente pintando cuadros. Viena,
una ciudad cosmopolita, con mucha vitalidad intelectual y multicultural, le fue por completo incomprensible. Aunque en posteriores
discursos Hitler afirmaría que Viena era «una perla ante mis ojos», Baldur von Schirach lo contradiría:

Hitler nunca amó a Viena. Odiaba a su gente.19


Sin embargo, su estadía en Viena fue muy importante. De acuerdo a Hitler, su antisemitismo se formó en esta ciudad; aunque su
amigo Kubizek lo contradice, ya que asegura que Hitler ya era un profundo antisemita en Linz.20 No obstante, de acuerdo al propio
testimonio de Hitler, sus ideas políticas y raciales fueron formadas, o por lo menos moldeadas, en esa ciudad. Hitler mismo
reconocería que la ciudad le enseñó todo lo que tenía que saber en la vida:

En este período tomó forma dentro de mí una imagen universal y una filosofía que se convirtió en la base
de todos mis actos. Además de lo que entonces creé, he tenido que aprender poco, y he tenido que cambiar
nada.21

El 24 de mayo de 1913 y acompañado de Rudolf Häusler, un compañero del albergue para hombres donde residía, se trasladó a
Múnich. Debió esperar a cumplir los veinticuatro años para poder cobrar la herencia paterna y, aunque afirmaba querer ingresar en la
Academia de Arte muniquesa, probablemente la razón principal de su marcha era eludir el servicio militar, inscripción que llevaba
demorando desde 1909, cuando debería haberlo hecho para incorporarse a filas con veintiún años.22 Aparentemente no deseaba
servir junto con eslavos y judíos,20 aunque también siempre se había sentido atraído por la prosperidad y fortaleza que mostraba el
Imperio alemán, en contraste con el decadente Imperio austrohúngaro. Por su parte, Hitler declaró que abandonó Austria porque la
mezcla de razas en Viena le causaba «repugnancia».20 No obstante las autoridades austríacas consiguieron localizarlo y el 18 de
enero de 1914 un agente de policía le entregó una citación judicial en la que se exigía su regreso: esquivar el servicio militar era
motivo de una importante multa, pero el hecho de abandonar Austria para ello se consideraba deserción y conllevaba pena de cárcel.
Hitler debió viajar entonces a Salzburgo, donde fue examinado el 5 de febrero, pero fue declarado no apto para prestar servicio
militar.23

Primera Guerra Mundial


El 28 de julio de 1914 estalló la Primera Guerra Mundial; una semana después,
Hitler se presentó como voluntario en el Ejército alemán y fue asignado a un
regimiento bávaro. El inicio de la guerra ocasionó gran entusiasmo en el joven
Hitler, quien pensó que había llegado una oportunidad para cambiar su vida:

No estoy avergonzado de decir que, arrastrado por mi entusiasmo, me


arrodillé y agradecí al Cielo desde el fondo de mi corazón ... por
haberme permitido vivir en ese tiempo.24

Hitler (derecha) junto a varios


Después de menos de tres meses de entrenamiento, Hitler fue enviado al frente compañeros durante la guerra.
occidental. Sirvió en Francia y Bélgica, como mensajero de la 1.ª Compañía del 16.°
Regimiento de Infantería Bávaro de Reserva. Participó en la primera batalla de
Ypres, donde su unidad fue diezmada en cuatro días. Al finalizar la batalla, de los 3500 soldados iniciales, solamente 600 podían
seguir combatiendo.25

Posteriormente, sus oponentes políticos lo acusarían de ser un cobarde, pero la evidencia los contradice.25 En octubre de 1916, en el
norte de Francia, Hitler fue herido en la pierna y regresó al frente en marzo de 1917, ascendido al rango de cabo. Sin embargo, no fue
promovido más allá de este grado, al considerarse en ese momento que Hitler no poseía dotes de mando. Hitler fue condecorado dos
veces: recibió la Cruz de Hierro de 2.ª clase el 2 de diciembre de 1914, y la Cruz de Hierro de 1.ª clase el 4 de agosto de 1918, honor
que era raras veces otorgado a un soldado de tan baja graduación.25 De acuerdo a diversos testimonios, Hitler ganó su última Cruz
de Hierro por haber capturado sin ayuda a quince soldados enemigos, aunque los registros militares no especifican la razón de esta
condecoración.25

Hitler era considerado como un soldado «correcto», pero, según se informa, era impopular entre sus compañeros debido a una actitud
poco crítica hacia los superiores. «Respetar al superior, no contradecir a nadie, obedecer a ciegas», dijo, describiendo su actitud
mientras era enjuiciado por elPutsch de Múnich en 1923. Uno de sus camaradas comentó:
Lo maldecíamos y lo encontrábamos intolerable. Había un cuervo blanco entre
25
nosotros que no quería seguirnos la corriente cuando maldecíamos la guerra.

En efecto, Hitler nunca se quejaba sobre la suciedad del frente y jamás pidió un permiso para
abandonarlo,25 aunque pudo salir cuando estuvo recuperándose de la herida en su pierna en
un hospital en Berlín. Cuando regresó, empezó a pronosticar repetidamente que Alemania
perdería la guerra por causa de los judíos y los marxistas, a quienes acusó de robar a la nación
y no prestar servicio militar.26 En el aspecto personal, Hitler nunca recibía cartas o presentes
de amigos o familiares, y no acompañaba a los soldados cuando hablaban de mujeres.25
Durante la guerra, también aprovechó la oportunidad para dibujar algunas historietas y dibujos
de instrucción para el periódico del Ejército.

El 13 de octubre de 1918, poco antes del


El soldado Adolf Hitler
final de guerra, Hitler quedó atrapado en un
durante la Primera Guerra
ataque de gas venenoso británico, cerca de
Mundial (1914-1918).
Ypres. Fue trasladado a un hospital de
campaña, donde quedó temporalmente ciego
por causa de los gases tóxicos.27 El 10 de noviembre se encontraba parcialmente
recuperado en el hospital militar de Pasewalk, cerca de Stettin, cuando fue
informado que la monarquía había sido depuesta y que se había proclamado la
posteriormente conocida comoRepública de Weimar. Cuando se enteró de que al día En la imagen, una caricatura ilustra
la Dolchstoßlegende: una mujer judía
siguiente iba a firmarse un armisticio y que la guerra se había perdido, Hitler cuenta
ataca por la espalda a un soldado
que se derrumbó, y posteriormente describió así su reacción: «Todo se hizo negro de
alemán. Hitler fue un ferviente
nuevo ante mis ojos».28 creyente de esta leyenda, culpando
a los judíos y marxistas de la derrota
Una investigación realizada porBernhard Horstmann indica que su ceguera temporal alemana en la I Guerra Mundial.
pudo haber sido resultado de una reacción histérica a la derrota alemana.
[cita requerida] Hitler expresó metafóricamente que durante aquella experiencia, al

quitarse la venda que cubría sus ojos, fue cuando descubrió que el objetivo de su vida era lograr la salvación de Alemania. Mientras
tanto, fue tratado por un médico militar y un especialista en psiquiatría, que, según se informa, diagnosticó al cabo como
«incompetente para comandar gente» y «peligrosamente psicótico».[cita requerida] Su comandante declaró: «¡Nunca promoveré a este
histérico!».[cita requerida] Sin embargo, el historiador Sebastian Haffner, refiriéndose a la experiencia de Hitler en el frente, sugiere
que por lo menos tuvo algún tipo de entendimiento con los militares.

La derrota alemana en noviembre de 1918 lo impactó sobremanera, pues en la creencia popular alemana el ejército alemán
permanecía invicto. Como muchos otros nacionalistas alemanes, Hitler culpó a los socialdemócratas («los criminales de noviembre»)
por el armisticio. Una explicación extendida por la derecha conservadora sobre la causa de la derrota fue la Dolchstoßlegende
(«leyenda de la puñalada por la espalda»), que pretendía argumentar que a espaldas del ejército los políticos socialistas y marxistas
habían traicionado y «apuñalado» por la espalda a los alemanes y a sus soldados.

El Tratado de Versalles impuso reparaciones de guerra y otras sanciones económicamente muy perjudiciales para el país, declarando
a Alemania culpable de los horrores de la Primera Guerra Mundial. Durante la negociación del documento surgieron controversias
entre el afán pacificador de Woodrow Wilson, presidente de Estados Unidos y el revanchismo del primer ministro francés, Georges
Clemenceau. La reconciliación nunca estuvo dentro de los objetivos del Reino Unido y Francia porque,[cita requerida] desde mediados
del siglo XIX, Alemania había rivalizado con estas dos potencias por la hegemonía de Europa y el control sobre los territorios
coloniales en África y Asia. El tratado fue considerado por los alemanes como una humillación y fue un importante factor en la
creación de las reivindicaciones políticas y territoriales demandadas por Hitler y su Partido Nacionalsocialista al llegar al poder
.

Inicios en el nazismo
Inicio de la actividad política
Al finalizar la guerra, cuya última fase fue sin duda muy importante para su
evolución ideológica,28 Hitler se percató que no contaba con dinero, amigos,
familiares con conexiones, estudios universitarios o experiencia política;29 por lo
que decidió intentar continuar en el Ejército, algo bastante complicado en pleno
periodo de desmovilización, aunque consiguió permanecer en sus filas hasta el 31 de
marzo de 1920.30
Carné de Hitler como miembro del
Hitler salió del hospital de Pasewalk el 19 de noviembre y el día 21 llegó a Múnich
DAP.
para reintegrarse a su batallón.31 Después de la abdicación del káiser Guillermo II
el 9 de noviembre y la firma del armisticio el día 11, Alemania estaba sumida en el
clima de agitación revolucionaria en que nació la República de Weimar y que en Baviera, tras la huida el 7 de noviembre del último
rey de la dinastía de losWittelsbach, Luis III,32 dio paso a la nueva República de Baviera con un gobierno provisional dominado por
los socialdemócratas del SPD y sobre todo por el más radical USPD, bajo la presidencia de Kurt Eisner.33 Surgieron consejos de
obreros y soldados al estilo soviético y Hitler se encontró a su regreso con que su unidad estaba bajo el control de uno de ellos por lo
que, según su propio relato en Mein Kampf, solicitó ser transferido a otro destino y fue enviado al campo de prisioneros de guerra de
Traunstein, cerca de la frontera austriaca,34 donde permaneció hasta finales de enero o principios de febrero de 1919.35 Aunque su
versión coincide con la de su compañero Ernst Schmidt, la actitud que mantuvo durante estos meses debió ser bastante más ambigua
de lo que deja traslucir y hubiera justificado un tratamiento más extenso de haberse opuesto frontalmente al gobierno que
posteriormente sería calificado como el de los «criminales de noviembre». No solo Traunstein estaba también regido por consejos de
soldados sino que Hitler aparece citado el 3 de abril como representante (Vertrauensmann) de su batallón, un cargo que, entre otras
atribuciones, tenía la misión de cooperar con las autoridades transmitiendo a la tropa material propagandístico y que muy
probablemente Hitler ostentaba ya desde febrero.36 Además, después del asesinato de Eisner el 21 de febrero, se produjo un periodo
de caos y anarquía que culminó con la corta fase de auténtico dominio comunista, con el fin claro de instalar una república
«soviética» y que es el estrictamente más conocido como Räterepublik o «república de consejos».33 Al día siguiente de su
instauración, el 14 de abril, Hitler fue reelegido representante de su unidad lo que parece indicar un cierto grado de respaldo por su
parte a la política del gobierno socialista o como mínimo que se abstuvo de exteriorizar ningún tipo de oposición frontal.37 Este
comportamiento, sea de pasividad o de oportunismo, no solo trascendió más tarde ocasionalmente en la prensa,38 sino que también
fue objeto de comentarios por parte de algunos dirigentes nazis como Ernst Röhm, Ritter von Epp o Rudolf Hess,39 pero parece
fuera de duda su rechazo a la izquierda revolucionaria y es muy probable que los votos que recibió fuesen de soldados que
40
compartían ese criterio y conocían su hostilidad hacia la Räterepublik.

Después de que el gobierno soviético de Baviera fuera derrocado por el Ejército alemán y grupos paramilitares conservadores, a
Hitler se le encargó la misión que le dio la oportunidad de implicarse en la política por primera vez. Su labor consistía en investigar a
los miembros de su unidad que habían colaborado con el gobierno soviético. Su trabajo fue apreciado por sus superiores, quienes lo
emplearon a tiempo completo, asignándolo al Departamento político de asuntos de prensa del Ejército, a nivel distrital. De esta
manera, Hitler se convirtió en un espía militar, investigando a los muchos grupos socialistas que estaban naciendo en toda Alemania.
También participó como oficial educador en el «pensamiento nacional», cursos organizados por el Departamento de Educación y
Propaganda del grupo bávaro de la Reichswehr. La principal tarea de Hitler era entonces erradicar «ideas peligrosas», como la
democracia, el socialismo y el pacifismo.41 Un objetivo clave de este grupo era crear una «cabeza de turco» para justificar la derrota
alemana.[cita requerida] Las cabezas de turco fueron encontradas en el Judaísmo Internacional, los comunistas y los políticos liberales,
especialmente los miembros de la coalición de W
eimar, que eran considerados como los «criminales de noviembre».

En mayo o principios de junio de 1919, Hitler ya aparece listado como V-Mann (Verbindungsmann, término alemán para un espía de
la policía) del Comando de Inteligencia (Aufklärungskommando) del Ejército, con el objetivo de atraer a otros soldados de ideas
similares. En septiembre, se le ordenó que se investigara un pequeño partido denominado Partido Obrero Alemán (DAP). Aunque
este partido era nacionalista, los superiores de Hitler desconocían esto, y sospechaban que podía ser un partido socialista o
comunista.41
El 12 de septiembre Hitler asistió por primera vez a un mitin del DAP celebrado en la Sterneckerbräu que debía tener como principal
orador a Dietrich Eckart, aunque debió ser sustituido a causa de una enfermedad por Gottfried Feder. Cuando en el debate final uno
de los presentes se enfrentó a Feder y comenzó a defender el separatismo bávaro, Hitler replicó con un discurso de tal intensidad que
llamó la atención de Anton Drexler, quien le regaló un ejemplar de su obra Mi despertar político y le animó a volver y unirse al
partido.42 En la segunda mitad de ese mismo mes ingresó en el partido y, aunque él aseguraría posteriormente ser su séptimo
miembro, se le asignó realmente el número 555,43 también ficticio porque por razones de imagen se decidió comenzar la numeración
en 501 repartiendo los números en orden alfabético a los primeros militantes.44 Pocas semanas después, el 16 de octubre, Hitler
pronunció en la Hofbräukeller su primer discurso público en un acto al que asistieron 111 personas,45 entre las que se encontraba
46
Ernst Röhm, que poco después ingresaría también en el partido.

Desde ese momento, la figura de Hitler fue cobrando más y más protagonismo, participando a tiempo completo en las actividades del
partido y perfilando con nitidez la nueva ideología:

A principios de la década de 1920, Hitler desarrolló un pronunciado sentido de su «misión nacional» (...).
La «misión» puede resumirse como sigue: nacionalizar las masas; apoderarse del Estado; destruir al
enemigo interno -los «criminales de noviembre» (refiriéndose a judíos y marxistas, más o menos lo mismo
para su punto de vista)-; construir defensas; llevar a cabo la expansión «por la espada» para garantizar el
futuro de Alemania, superando la «escasez de tierra» (Raumnot) y adquiriendo nuevos territorios en el este
de Europa.47

El 24 de febrero de 1920 el partido celebró su primera reunión de importancia en los salones de la Hofbräuhaus de Múnich. Ante
unos dos mil asistentes Hitler leyó los veinticinco puntos del programa del partido que habían redactado él y sobre todo Drexler las
semanas anteriores. Esos veinticico puntos se convirtieron posteriormente en la teórica base «inalterable» del programa
nacionalsocialista y la fecha del 24 de febrero en un motivo histórico de celebración anual, aunque en su momento tuvo una
repercusión muy limitada y hasta elVölkischer Beobachterrelegó la noticia a sus páginas interiores.48

El 1 de abril de 1920, el Partido Obrero Alemán cambió su nombre aPartido Nacionalsocialista Obrero Alemán; ese mismo día Hitler
abandonó el Ejército. Poco después organizó escuadrones de veteranos de guerra, liderados por Emil Maurice, para que mantuvieran
el orden en las reuniones del Partido, y expulsasen a los que no estuviesen de acuerdo con los oradores.49 El 5 de octubre de 1921,
estos escuadrones fueron organizados bajo el nombre de Sturmabteilung (SA), también conocidos como los camisas pardas por el
color de sus uniformes. Muy pronto, las SA, bajo el mando inicial de Johann Ulrich Klintzich, dejaron de limitarse a su rol de
mantener el orden y empezaron a atacar a los grupos políticos opositores y a los judíos, lo cual acabó convirtiéndose en su actividad
principal.50 En la primavera de 1920, Hitler toma como emblemas la Hakenkreuz —la cruz gamada— y el saludo del fascismo
italiano del brazo en alto.

Ya a principios de 1921, Hitler era considerado un gran orador, hablando frente a muchedumbres cada vez más grandes. Ganó
notoriedad fuera del partido por sus discursos polémicos, atacando el Tratado de Versalles, y a grupos rivales (sobre todo marxistas y
judíos). Ese año, Hitler personalmente lideró a los camisas pardas contra una reunión de federalistas bávaros. Aunque Hitler pasó tres
meses en la cárcel por la paliza que sus hombres propinaron a los federalistas, al salir no mostró arrepentimiento alguno; por el
contrario, estaba más resuelto a emplear la fuerza contra sus adversarios:

En el futuro, el movimiento nacionalsocialista evitará rudamente, si es necesario con la fuerza, las


51
reuniones o discursos que puedan distraer la mente de nuestros compatriotas.

En el verano de 1921, Hitler era el líder del partido;52 no sólo era el principal orador y propagandista, sino que también era la
principal fuente de ingresos de ese movimiento revolucionario. No obstante, los fundadores se encontraban resentidos debido a la
conducta dictatorial de Hitler, y aprovechando que se encontraba de viaje en el norte de Alemania,planificaron la fusión de su partido
con otros grupos políticos; de esta manera, pensaban reducir la importancia de Hitler y cuestionar su liderazgo. Hitler se enteró de
estos planes y regresó a Múnich, solicitando poderes dictatoriales en el partido, de lo contrario renunciaría. Drexler respondió
publicando una carta en un periódico, denunciado los abusos autoritarios de Hitler, pero este presentó una demanda legal en su
contra, y Drexler se tuvo que retractar. Derrotado, Drexler fue retirado de su cargo de presidente y Hitler lo sucedió, convirtiéndose
en el líder indiscutible del Partido Nazi. De esta manera, se estableció el «principio del liderazgo», que formó el sistema de gobierno
político de la Alemania nazi.53

En estos años Hitler conoció a Rudolf Hess, Hermann Göring, a Ernst Hanfstaengl y Alfred Rosenberg, quienes junto con Eckart, lo
introdujeron a círculos sociales más altos, de los cuales pudo obtener generosas donaciones para el naciente partido.

Alentado por el rápido crecimiento, Hitler empezó a idear la toma del poder. Sin embargo, su partido no era todavía la principal
fuerza política en Baviera, y era desconocido fuera de este estado, por lo que Hitler concluyó que necesitaba el apoyo de las fuerzas
políticas y las guarniciones militares bávaras para lograr este objetivo.54 Influenciado por la marcha sobre Roma de Benito
54
Mussolini, Hitler ideó realizar una marcha similar hacia Berlín, con la que doblegaría al gobierno nacional fácilmente.

A finales de 1922, contaba ya con una pequeña y creciente banda de seguidores fanáticos, inspirada por la marcha sobre Roma de
Mussolini, que empezó a ver en él el deseo de un líder nacional heroico. En este sentido, un libro publicado ese año se refería a Hitler
explicando que

el secreto de su personalidad reside en el hecho de que lo que yacía dormido en lo más profundo del alma
del pueblo alemán ha cobrado vida en él [...]. Y eso es lo que ha aparecido en Adolf Hitler: la viva
encarnación del anhelo de la nación.55

Putsch de Múnich
En enero de 1923, luego de que el gobierno alemán se retrasase en el pago de las
reparaciones de guerra a Francia, esta nación procedió a ocupar la región industrial
del Ruhr, devastando la economía germana. El gobierno llamó entonces a la
resistencia no violenta contra Francia, pero en septiembre era obvio que esta
estrategia no estaba generando resultados. El 26 de septiembre, el canciller alemán
Gustav Stresemann decidió reiniciar los pagos a Francia, y cancelar la estrategia de
resistencia. Stresemann previó que los nacionalistas y los comunistas iniciarían toda
clase de protestas y disturbios ante estas impopulares medidas, por lo que declaró el
Hitler junto a los demás acusados
estado de emergencia ese mismo día.56 De esta manera, el comandante del Ejército,
por el Putsch de Múnich durante su
el general Hans von Seeckt, se convirtió en la principal autoridad de la República.56
juicio.
Hitler vio este período de inestabilidad política como la oportunidad para realizar su
propia versión de la marcha sobre Roma.54

No obstante, el tradicionalmente autónomo estado bávaro no estaba dispuesto a aceptar la autoridad central del General von Seeckt.
Ese mismo día, el gobierno regional proclamó su propio estado de emergencia y colocó a Gustav von Kahr al mando de Baviera. El
gobierno nacional reaccionó exigiendo el arresto de varios líderes nacionalistas y, además, reclamó la supresión del principal
periódico nazi, el Völkischer Beobachter. Cuando el Ejército bávaro rehusó obedecer a su comandante en Jefe, el General von Seeckt
amenazó con utilizar la fuerza contra Baviera. Hitler se percató entonces de que la situación regional solamente podría empeorar para
él ya que, probablemente, el gobierno de Stresemann lograría estabilizar la situación. Cuando Kahr se negó a discutir la situación con
Hitler y sus aliados, este último sospechó que el gobierno de Baviera iba a capitular ante el gobierno de Berlín, o peor aún, iba a
declarar la independencia de Baviera.57 Hitler decidió entonces realizar una maniobra arriesgada: iba a secuestrar a Kahr, al
comandante del Ejército en Baviera y al jefe de la policía regional; una vez en su poder, los iba a convencer de que se uniesen a su
bando, y luego, juntos, iban a marchar hacia Berlín para derrocar a Stresemann. Para ganarse el apoyo del Ejército, Hitler decidió
usar al general Erich Ludendorff, como figura respetada en su golpe de estado. El anciano general había sido atraído al movimiento
nazi unas semanas atrás.
En la noche del 8 de noviembre de 1923, Hitler y los camisas pardas irrumpieron en una reunión pública liderada por Kahr en el
Bürgerbräukeller, una cervecería a las afueras de Múnich. Hitler proclamó una revolución y anunció sus intenciones de formar un
nuevo gobierno, junto a Ludendorff, quien no estaba enterado del golpe.58 Antes de iniciar su "Marcha sobre Berlín", que derrocaría
al gobierno nacional, Hitler reclamó la ayuda de Kahr y de las fuerzas militares locales. Este último fingió ayudar a Hitler, pero,
gracias a la ingenuidad de Ludendorff, escapó en cuanto pudo y retomó el control regional.59 Al amanecer del 9 de noviembre, el
Ejército y la policía bávara estaban tomando posiciones contra los golpistas; Ernst Röhm y sus tropas nazis se encontraban rodeados
en el Ministerio de Guerra bávaro, y Hitler decidió marchar junto con Ludendorff para liberarlos. El anciano comandante alemán
había convencido a Hitler de que los soldados y la policía no dispararían contra él, y que se unirían a su causa.58 No obstante, la
policía no se replegó ante Ludendorff y se inició un tiroteo. Catorce golpistas y cuatro policías murieron durante la refriega, entre
ellos Max Erwin von Scheubner-Richter, uno de los organizadores del putsch, que recibió un balazo mientras marchaba en primera
60
línea cogido del brazo de Hitler, quien escapó únicamente con un hombro dislocado.

Hitler se escondió en la casa de Ernst Hanfstaengl, donde redactó su primer


testamento político en el que designaba como su sucesor al frente del NSDAP a
Alfred Rosenberg y nombraba vicepresidente a Max Amann, pero carecen de
fundamento versiones posteriores de los hechos que afirman que intentó
suicidarse.61 Fue arrestado la noche del 11 de noviembre,60 acusado de alta traición
y Rosenberg se convirtió temporalmente en el líder del partido. Según Joachim Fest,
esta subversión fracasada marcó uno de los grandes hitos en la vida de Hitler, pues
con ella habría finalizado su aprendizaje y se habría dado paso a su verdadera
Hitler saludando a las tumbas de los entrada en la política.62
dieciséis nazis que murieron durante
el golpe de 1923. Su juicio, atrajo atención internacional, y le proporcionó una plataforma política
para anunciar su movimiento. Durante su juicio, que se inició el 26 de febrero de
1924, Hitler recibió tiempo casi ilimitado para hablar,63 lo que hizo que su
popularidad creciera debido a su poderoso y convincente discurso nacionalista. A diferencia de los participantes en el golpe de Kapp,
Hitler asumió la responsabilidad de la intentona golpista, pero negó haber cometido un crimen:

Solamente yo cargo la responsabilidad. Pero no soy un criminal por eso. Si hoy me presento aquí como un
revolucionario, es como un revolucionario en contra de la revolución. No existe la alta traición contra los
traidores de 1918.64

Durante su juicio en1924.

El 1 de abril de 1924, Hitler fue sentenciado a 5 años de prisión en la fortaleza de Landsberg, aunque la Constitución estipulaba
cadena perpetua contra crímenes de este tipo.65 Hitler recibió un trato privilegiado de los guardias y pudo recibir cartas y visitas de
sus admiradores.66 Fue absuelto y liberado el 20 de diciembre de ese mismo año, como parte de una amnistía masiva hacia
prisioneros políticos. En total, solo cumplió nueve meses de su condena.

Mein Kampf
La estadía de Hitler en la prisión de Landsberg le permitió organizar sus ideas, que dictó a diversos secretarios. El resultado sería una
obra titulada Mein Kampf (Mi Lucha), aunque originalmente había planeado llamarla Cuatro años de lucha contra mentiras,
estupidez y cobardía.67 Esta obra, dedicada a Dietrich Eckart,[cita requerida] era una autobiografía y, más importante aún, una
exposición de la ideología nacionalsocialista.

A través de sus 782 páginas, Hitler detalló los pasos que un futuro Estado alemán nacionalsocialista debía seguir para finalmente
convertirse en el «amo del mundo».68 Primero aboga por la conclusión definitiva de la hostilidad franco-germana, que se lograría
con la destrucción de Francia.68 Una vez conseguido esto, Alemania finalmente se encontraría en libertad de expandirse, con el
objetivo de conseguir el llamado «espacio vital alemán». Hitler concluye que el
Tercer Reich no debe buscar colonias en Asia o África, sino que debe expandirse
hacia el este, a expensas de Rusia.68 Aunque reconoce que diversos pueblos ya
habitan en Europa oriental, asegura que el pueblo alemán tiene el derecho de
desalojar a sus ocupantes:

...la naturaleza no ha reservado esta tierra para la futura posesión de


una nación o raza en particular; por el contrario, esta tierra existe para
el pueblo que posea la fuerza de tomarla.68

Acerca de la expansión alemana hacia el este.

Hitler considera que la conquista de Rusia será relativamente fácil, ya que los
bolcheviques la controlan, y por lo tanto losjudíos.69 Sobrecubierta de Mein Kampf (1926-
27).
En cuanto a la política interior del Tercer Reich, Hitler claramente define que el
sistema de gobierno será una dictadura:68 Además, el Estado tendrá muy poco que
ver con la economía, ya que en realidad será un «organismo racial».69 Después de establecer que la raza aria es superior sobre el
resto, asegura que la misma debe subyugar a las demás para poder «preservar e incrementar la cultura».70 Concluye que los
alemanes se encuentran en el estado actual debido a que no preservaron su raza pura, y «gradualmente perdieron su creatividad
cultural».70 Después de escribir esto, no es sorprendente que determine que el principal propósito del Estado nazi sea:

...la preservación de los elementos raciales originales que confieren cultura y crean la belleza y la dignidad
de una humanidad superior.71

Acerca del propósito delEstado.

Asegura que en un futuro distante, la humanidad se enfrentará a problemas que solamente una raza superior, con dominio del mundo,
podrá resolver.71

Aunque en la actualidad la interpretación de la historia alemana que Hitler expone en Mein Kampf es considerada grotesca e inexacta,
muchos alemanes compartían su visión histórica. Peor aún, cuando Hitler subiese el poder en 1933, se mantendría fiel a sus
escritos72 y llevaría a cabo la expansión hacia el este, que desembocaría en la Segunda Guerra Mundial y en un genocidio de los
pueblos eslavos y semitas.

Mein Kampf no solo sirvió para la exposición de las ideas de Hitler, también le proporcionó su principal fuente de ingresos.72
Aunque el libro se publicó en dos volúmenes entre los años de 1925 y 1926, solamente vendió alrededor de 240 000 ejemplares entre
1925 y 1934, aunque en los primeros años las ventas fueron bajas. Hitler pasó esos años esquivando los impuestos aplicables sobre
los derechos de autor de su libro, y acumuló una deuda tributaria de cerca de 405 500 marcos. Esta deuda lo perseguiría hasta que se
convirtió en canciller.

Reestructuración del partido


Hitler salió de prisión el 20 de diciembre de 1924.73 Su movimiento revolucionario probablemente estaba en su punto más bajo, el
Partido Nazi y sus órganos mediáticos habían sidoprohibidos; además, Hitler tenía prohibido hablar en público y el gobierno regional
estaba recomendando que fuese extraditado a Austria.74 Durante su ausencia, Gregor Strasser y Erich Ludendorff lideraron el
movimiento nazi, y se fueron distanciando de él.

En el aspecto nacional, la inestabilidad política y económica que habían contribuido en el rápido crecimiento del Partido Nazi estaban
quedando en el pasado.74 La hiperinflación y los fuertes pagos de indemnización habían sido amortiguados, y los franceses habían
aceptado salir de la Renania. Aunque gracias a su fallido golpe Hitler llegó a tener cierta prominencia nacional, el puntal de su
partido siguió siendo Múnich y en los meses siguientes el apoyo popular empezó a mermar. En las elecciones parlamentarias de
diciembre, los nazis, que participaron bajo el nombre de «Movimiento
Nacionalsocialista de Libertad», perdieron la mitad de sus votantes; en contraste, los
socialdemócratas estaban recuperando los votos perdidos. Los nazis continuarían en
decadencia hasta 1929, mientras tanto, Hitler tuvo que seguir organizando el partido
y luchando por mantener el liderazgo del mismo.

Aunque muchos de sus colegas creían que estaba acabado, Hitler salió de prisión con
una visión mesiánica de su papel en la historia, y aseguró que los buenos tiempos de
la República no durarían.75 74 A los pocos días solicitó una entrevista con Heinrich
Held, primer ministro bávaro, y luego de realizar promesas de buena conducta, Entre 1924 y 1929 los nazis
experimentaron pérdidas electorales.
consiguió que legalizase el Partido Nazi de nuevo. Al periódico nazi Voelkischer
Beobachter también se le permitió circular de nuevo. Creyendo en las promesas de
Hitler, Held le dijo a su ministro de Justicia:

76
La bestia salvaje está controlada. Podemos permitirnos aflojar la cadena.

Dr. Heinrich Held sobre Hitler.

Aunque Hitler seguía siendo un autoritario, sus promesas de apegarse a la Constitución eran parcialmente ciertas. Sin embargo, el
futuro dictador no había cambiado su ideología, sino su estrategia. Habiendo fracasado en derrocar a la República con un golpe de
Estado, ahora perseguía la «estrategia de la legalidad»; esto significaba adherirse a las normas de la Constitución de Weimar para
poder ascender al poder legalmente. Algunos miembros del partido, sobre todo los líderes de los «camisas pardas», se opusieron a
esta estrategia. Röhm la llegó a ridiculizar, apodando a Hitler «Adolphe Legalité». De esta manera, Hitler ahora se apoyaría en la
democracia y las elecciones para acceder al poder
, y luego las destruiría:

En lugar de trabajar para conseguir el poder a través de un golpe armado, debemos taparnos las narices y
entrar al Parlamento como oposición a los diputados católicos y marxistas. Si superarlos en votos lleva más
tiempo que superarlos en disparos, por lo menos el resultado será garantizado por su propia constitución...
77
Tarde o temprano alcanzaremos la mayoría, y después de eso Alemania.

Acerca de su nueva estrategia constitucional.

El 27 de febrero de 1925, Hitler realizó su primer discurso desde su arresto en 1923, aunque la mayoría de sus hombres de confianza
faltaban: Rosenberg, Röhm, Strasser y Ludendorff no asistieron, Eckart había muerto, y Göring estaba exiliado. Sin embargo, Hitler
dejó claro que no pensaba compartir el liderazgo con alguien más:

Solamente yo lidero el movimiento, y nadie puede imponerme condiciones mientras yo personalmente


asuma la responsabilidad.77

En su primer discurso al salir de prisión.

No obstante, en esta ocasión Hitler no pudo contenerse. Pronto empezó a calificar al Estado, a los judíos y a los marxistas de ser «el
enemigo», y los amenazó de muerte.77 De inmediato el Estado bávaro le prohibió pronunciar discursos durante dos años. Desde
entonces, la mayor parte de su tiempo lo pasó en Obersalzberg, donde continuó escribiendo Mein Kampf.78 Temeroso de que en
cualquier momento fuera deportado, el 7 de abril de 1925, renunció a su ciudadanía austríaca, convirtiéndose efectivamente en un
79
hombre sin nacionalidad, ya que el gobierno bávaro se negaba a concederle la alemana.

Sin poder utilizar sus dotes de oratoria, Hitler empezó entonces a trabajar como propagandista y organizador. Fue durante estos años
que organizó el Partido Nazi a nivel nacional, y empezó a crear agrupaciones de todo tipo dentro del mismo. Pronto se crearon las
Juventudes Hitlerianasy la Liga de Muchachas Alemanas, y se establecieron organizaciones en Austria, Checoslovaquia, el Sarre y la
Ciudad Libre de Danzig. Se establecieron las SS como una subdivisión de las SA; sus miembros debían realizar un juramento de
lealtad especial hacia Hitler y pronto se distinguieron por ser más confiables que los rudos
«camisas pardas». Hitler se colocó a la cabeza de la jerarquía nazi, bajo el título de «Supremo
Líder del Partido y de las SA, Presidente de la Organización Nacionalsocialista Alemana de
los Trabajadores». Además, creó el «Directorado del Reich», compuesto por los principales
jerarcas nazis. Uno de los objetivos de crear esta estructura tan vasta y compleja era la
formación de «un Estado dentro del Estado»;80 de esta manera, cuando los nazis finalmente
llegasen al poder, Hitler podría destruir la estructura republicana en poco tiempo, y la
reemplazaría por la estructura de su Partido.80

Decidido a convertir a su partido en una fuerza nacional relevante, Hitler llamó a Gregor
Strasser y le propuso la organización del movimiento en el norte de Alemania.81 La
personalidad de Strasser competía con la de Hitler, y la idea de trabajar con independencia en
Prusia, Sajonia, Hanóver y la Renania le agradó, por lo que se dedicó a esta tarea junto con su
hermano Otto Strasser y un joven secretario llamado Joseph Goebbels. Sin embargo, la
personalidad independiente de Strasser y su firme creencia en el elemento socialista del
Gregor Strasser, líder nazi .82 81 En poco tiempo, Strasser
programa nacionalsocialista le ganaron la animosidad de Hitler
que en varias ocasiones
se convertiría en la amenaza más seria al liderazgo del último, y esto finalmente le costaría la
cuestionó el liderazgo de
Hitler. vida.

El 22 de noviembre de 1925, Strasser realizó una conferencia en Hanóver, donde apoyó la


expropiación de bienes de la nobleza depuesta, medida que pronto iba a ser consultada en un plebiscito. De esta manera, la
organización nazi del norte, la Arbeitsgemeinschaft der Gauleiter Nord-West, se unió a los marxistas en la campaña electoral.83
Hitler contraatacó el 14 de febrero de 1926, organizando una conferencia en Bamberg, donde obligó a Strasser y a Goebbels a
retractarse de su programa. Para complicar la posición de Strasser, Goebbels abandonó su causa unos días después y se unió a Hitler.
Sin embargo, este no sería el fin de la enemistad entre Hitler y Strasser.

Después de este encuentro, el partido de Hitler quedó aún más centralizado, y el llamado Führerprinzip («Principio del líder») quedó
finalmente arraigado en la organización partidaria. Bajo este sistema, los dirigentes no serían elegidos por su grupo, sino más bien
designados por sus superiores, siéndoles delegada la completa responsabilidad ante ellos, al tiempo que exigirían la misma
obediencia incondicional a sus subordinados. De acuerdo a Hitler, todo el poder y la autoridad debía ser delegada de arriba hacia
abajo.

Ascenso al poder

El ascenso durante la Depresión


La Gran Depresión trajo nuevos tiempos para el revolucionario alemán. Durante
años Hitler había predicho que llegaría y mientras varios bancos se declaraban en
quiebra y millones perdían sus empleos, él declaró su satisfacción, porque entendió
que el momento era oportuno para su discurso revolucionario:

Nunca en mi vida he estado más dispuesto e interiormente presto a la


lucha que en estos días. Porque la dura realidad ha abierto los ojos de
millones de alemanes a las estafas, mentiras y traiciones sin
84
precedentes de los marxistas engañadores del pueblo. Reunión del partido nazi en 1930.

Acerca de la Gran Depresión.


Un elemento clave del discurso de Hitler fue su capacidad de revivir el sentimiento de orgullo nacional, debilitado en la Primera
Guerra Mundial y en el posterior Tratado de Versalles. Después de estos sucesos, Alemania había perdido importancia económica en
Europa, junto con todas sus colonias, y además había adquirido una pesada deuda al aceptar la responsabilidad de la guerra. Hitler
prometía repudiar al Tratado de Versalles, suspender los pagos de indemnización, generar empleo, combatir la corrupción y controlar
a los ricos.85 Sutilmente, los nazis empezaron también a asociar a los judíos con los comunistas y los empresarios corruptos,
reviviendo antiguos sentimientos antisemitas.

La inestabilidad económica de la Gran Depresión pronto se extendió al campo


político y benefició a Hitler. En marzo de 1930, Heinrich Brüning fue nombrado
canciller de Alemania por el presidente Paul von Hindenburg, ya que el canciller
saliente fue incapaz de conseguir la mayoría parlamentaria para gobernar. Brüning
tampoco la consiguió, pero se mantuvo en el poder gracias a los decretos
presidenciales de Hindenburg. De esta manera, la voluntad del canciller quedó sujeta
a la del presidente, y la voluntad del Parlamento alemán fue relegada a un segundo
plano. Sin embargo, Brüning era un demócrata, y procedió a llamar a nuevas
elecciones, con la esperanza de obtener la mayoría parlamentaria necesaria poder
Hitler posa para la cámara. gobernar sin la aprobación de Hindenburg.86 Irónicamente, las elecciones
parlamentarias de 1930 no contribuirían en el fortalecimiento de la democracia, ya
que convertirían al Partido Nazi en la segunda fuerza política de Alemania y al
Partido Comunista en la tercera.

Después de obtener apoyo popular, Hitler procedió a buscar el del Ejército. El discurso nacionalista de Hitler hizo mella en jóvenes
oficiales; y una semana después de las elecciones, durante un juicio contra tres oficiales que habían promovido la ideología nazi en el
Ejército, Hitler fue llamado a testificar y aprovechó esta oportunidad para intentar ganar el apoyo de los militares, asegurando que
«vengaría» la Revolución de Noviembre y que eliminaría los límites impuestos al Ejército alemán en el Tratado de Versalles. La
victoria electoral de Hitler también atrajo la atención de los hombres de negocios germanos. Desde 1931, Walther Funk empezó a
presentar a Hitler poderosos industriales; además, varias empresas empezaron a financiarlo, entre las que destaca la aseguradora
Allianz.87 Sin embargo, la mayoría de empresas alemanas se negaron a apoyar al futuro dictador.88

Intrigas de Schleicher y Papen


Como líder de la segunda fuerza política en el Parlamento, Hitler pronto fue incluido en los
planes de los gobernantes de la República de Weimar.89 A finales de 1931 se reunió con el
canciller Brüning y el presidente Hindenburg, pero ambos fueron incapaces de conseguir un
acuerdo político con él. Fue después de esta primera reunión que Hindenbur
g aseguró que:

...el «cabo bohemio» era un curioso personaje que podría llegar a ser un Ministro
de Correos, pero ciertamente no un Canciller.90

Hindenburg sobre Hitler.

El 7 de enero de 1932, Brüning se reunió de nuevo con Hitler, e intentó persuadirlo de que
aprobase la postergación de las elecciones presidenciales de 1932.91 El anciano Hindenburg
no quería postularse a la reelección, y todo parecía indicar que Hitler se convertiría en
presidente ante la carencia de otros candidatos de peso; si Hitler aceptaba la postergación de Papeleta electoral de las
las elecciones hasta la muerte natural de Hindenburg, el canciller Brüning luego solicitaría el elecciones presidenciales
alemanas de 1932.
restablecimiento de la monarquía alemana, aunque bajo un sistema de gobierno similar al
británico.92 Hitler se dio cuenta que esta medida no lo beneficiaría, y después de realizar una
serie de demandas que fueron rechazadas de inmediato por Hindenburg, rehusó apoyar el plan de Brüning. De esta manera,
Hindenburg fue forzado a aspirar a un segundo período para evitar un triunfo hitleriano.
El 25 de febrero, Hitler finalmente decidió convertirse en ciudadano alemán, y de inmediato presentó su candidatura, en
contraposición a la de Hindenburg. A pesar de que Hitler realizó una impresionante campaña electoral,93 Hindenburg ganó con
holgura estas elecciones, aventajándolo con más de 16 puntos porcentuales. El candidato austríaco había duplicado los votos de su
partido en dos años, pero parecía incapaz de acceder el poder a través de los votos sin comprometerse políticamente con Hindenburg.
Fue en este año que la animosidad entre Strasser y Hitler se acentuó de nuevo; a pesar de su derrota en Bamberg en 1926, Gregor
Strasser había continuado siendo un importante líder del Partido Nazi, y era más aceptado por el Parlamento y el presidente que
Hitler. Debido a su talento político, Hitler lo mantenía en su círculo de asesores más cercano, y junto con Goebbels, Göring, Frick y
Röhm, ocupaba el escalafón más alto del Partido en 1932. Sin embargo, Strasser empezó a criticar la postura intolerante de Hitler,
quien rehusaba compartir un gobierno con los hombres de Hindenbur
g.

Después de esta derrota electoral, las «camisas pardas», que ya superaban al Ejército
en número, fueron prohibidas. Fue en este momento que el General Kurt von
Schleicher, artífice del ascenso de Brüning, empezó a conspirar para provocar su
caída. Schleicher contactó a Hitler a través de Röhm; a este último le ofreció
legalizar las SA de nuevo, con planes de anexarlas posteriormente al Ejército.94 Por
otro lado, le ofreció a Hitler la convocatoria de nuevas elecciones parlamentarias, a
cambio de apoyar a un nuevo gobierno. Como antiguo amigo de Hindenburg,
Schleicher logró convencerlo de forzar la renuncia de Brüning, y luego lo persuadió
Saludo fascista, abril de 1932
de que nombrase canciller a Franz von Papen. En las nuevas elecciones
parlamentarias de 1932, el Partido Nazi se convirtió en la primera fuerza política del
Parlamento, pero no alcanzó la mayoría necesaria para gobernar. Con estos resultados, Hitler se negó a apoyar a Papen, y reclamó la
Cancillería para él, rehusando de nuevo compartir el poder con la facción de Hindenburg y Schleicher. Con este nuevo fracaso, la
corriente de Strasser en el Partido Nazi se fortaleció, y la dirección política de Hitler empezó a ser criticada públicamente por este.

Al igual que su predecesor, el nuevo canciller, resultó ser incapaz de conseguir la mayoría parlamentaria, y Papen llamó entonces a
nuevas elecciones, las terceras en 1932. Aunque en estas elecciones los nazis continuaron siendo la primera fuerza política, perdieron
votos, y Hitler quedó aún más lejos de alcanzar la mayoría en el Parlamento. No obstante, por esto no cambió su estrategia, ya que el
político austríaco continuó demandando la Cancillería para él, rechazando el ofrecimiento de la Vice-cancillería que le extendió
Hindenburg. Por su parte, Schleicher empezó a planificar la caída de Papen, y convenció a Hindenburg que si lo nombraba canciller
lograría dividir el Partido Nazi separando a Strasser. Hindenburg accedió el 2 de diciembre de 1932, sin embargo, el gobierno de
Schleicher fue breve, ya que Hitler lo sucedería en menos de dos meses.

En este punto era claro que aún antes del ascenso de los nazis al poder, el poder ya no residía en el pueblo ni el Parlamento
democráticamente electo, sino en el presidente Hindenburg, quien era muy anciano y propenso a ser manipulado por la camarilla que
lo rodeaba.95 Esto era obvio para Hitler, y por eso, cuando Papen se le acercó unos días después de haber salido de la Cancillería,
decidió hacer un trato con él, ya que el excanciller todavía contaba con la confianza del presidente. Esta alianza llegó en el momento
oportuno para Hitler, ya que el Partido Nazi se encontraba en quiebra, y los seguidores más radicales estaban abandonando las filas
para ingresar al Partido Comunista. Para complicar la situación, Schleicher había puesto en marcha su plan de dividir a los nazis,
ofreciendo la Vicecancillería a Strasser, y aunque este no había aceptado, sí tuvo una calurosa discusión con Hitler, después de la cual
renunció a todos sus cargos y envió su versión de la historia a los periódicos, amenazando acabar con el Partido. Esta era la amenaza
más grave contra el movimiento nazi desde 1925, y Hitler amenazó con suicidarse:

Si el partido llegara a caerse a pedazos, le pondré fin a todo en tres minutos con un disparo.

Sobre la amenaza deStrasser.

Strasser tenía control sobre una parte importante de la estructura nazi, pero en el momento crítico decidió viajar a Italia a tomar unas
vacaciones, con la esperanza de que Hitler lo llamase de regreso. El futuro dictador no sólo no lo llamó, sino que aprovechó su
ausencia para destituir a todos sus simpatizantes de los cargos de importancia en el partido, y en su lugar nombró a partidarios más
fieles. Luego, convocó a todos los líderes nazis a Berlín, donde les tomó un juramento de fidelidad personal. Cuatro días después de
la partida de Strasser, Hitler había tomado finalmente el control de toda la estructura política del pa
rtido.
El 4 de enero de 1933, Hitler se reunió con Papen, donde acordaron formar una
coalición en caso de que el último lograse convencer a Hindenburg de nombrar
canciller al líder nacionalsocialista. El 22 de enero, Hitler tuvo otra reunión con Otto
Meissner y con Oskar von Hindenburg, Secretario e hijo del presidente
respectivamente, consiguiendo su apoyo. El 28 de enero, después de pasar varios
días intentando conseguir apoyo de cualquier fuerza política sin éxito, el canciller
Schleicher presentó su renuncia ante Hindenburg. El anciano presidente de
inmediato buscó el consejo de Papen, quien le aseguró que podría formar un
gobierno con Hitler, donde los nazis serían minoría y estarían bajo control. Hitler en la Cancillería del Reich, el
30 de enero de 1933.
Finalmente, el 30 de enero de 1933, Hitler fue nombrado canciller de Alemania por
el presidente Hindenburg.96 Políticos conservadores como Papen, e industriales
adinerados como Emil Kirdorf, pensaron que lograría controlar al revolucionario alemán y que lo harían obrar en pro de sus intereses,
pero en unas pocas semanas Hitler demostraría ser más capaz que estos, y durante su gobierno, muchos de los que lo ayudaron en su
carrera al poder terminarían siendo ejecutados, confinados encampos de concentracióno huyendo al exilio para salvar sus vidas.

Establecimiento de la dictadura
Con su llegada al poder, Hitler estaba lejos de encontrarse en una situación segura,
las mismas fuerzas que habían motivado la renuncia de los tres últimos cancilleres
seguían vigentes, y por lo tanto Hitler tenía que lidiar con el presidente Hindenburg
y su camarilla, quien a su vez era respaldado por el Ejército y por su propio gabinete
de ministros, controlado por los conservadores e industriales, donde los nazis eran
minoría.97 Además, en el Partido Nazi estaban presentes las expectativas de 4
millones de camisas pardas que, liderados por Ernst Röhm, no ocultaban su desdén
por el hecho de que tantos elementos conservadores compartieran el gobierno con
Hitler. Adicionalmente se encontraban las fuerzas políticas opositoras en el
Hitler con su primer gabinete, el31
Parlamento, socialdemócratas y comunistas, que controlaban diversos gobiernos
de enero de 1933. Conformado
regionales; aunque, a pesar de su aversión por el nazismo, jamás fueron capaces de principalmente por conservadores,
aproximarse entre sí para formar un frente común contra este. que deseaban controlar a Hitler, muy
pronto fueron subyugados. (Al frente:
Hermann Göring y Franz von Papen
El incendio del Reichstag y la ley habilitante a su izquierda)
Con solo el 34 % del Parlamento bajo su control, Hitler todavía tenía que recurrir al
«Anciano Caballero», el presidente Hindenburg, para lograr aprobar sus leyes.98 El
vicecanciller Franz von Papen, que gozaba del apoyo de Hindenburg, estaba seguro de que «en dos meses habremos arrinconado
tanto a Hitler que se pondrá a chillar».98 Papen no fue el único que subestimó a Hitler, la prensa en general seguía esta misma línea
de pensamiento:

La composición del gabinete no deja a Herr Hitler la menor posibilidad de colmar sus ambiciones
dictatoriales.98

The New York Times, 31 de enero de 1933

Consciente de su situación, Hitler ocultó inicialmente sus planes revolucionarios, en sus primeras alocuciones evitó en lo posible
alarmar al ciudadano común.99 Sin embargo, de inmediato empezó a trabajar para adquirir más poder; después de sabotear las
conversaciones con el Partido del Centro, Hitler informó a su gabinete que eran necesarias nuevas elecciones.100 Ante las protestas
de Hugenberg y Papen, Hitler los calmó asegurándoles que no cambiaría la composición del gabinete sin importar el resultado. Para
la campaña de las nuevas elecciones parlamentarias, fijadas para el 5 de marzo, Hitler pudo hacer uso de los recursos del Estado;100
además, contó con el apoyo de un importante grupo de industriales; quienes, luego de que Hermann Göring les asegurara que
probablemente serían las últimas elecciones «en los próximos cien años», donaron tres millones de marcos de la época para la causa
nazi.101 Adicionalmente, días antes, Hitler había tenido una cena con diversos líderes del ejército; a pesar de su llamado al rearme de
Alemania, los resultados fueron mixtos, pocos altos oficiales tenían sentimientos democráticos y eran muchos los que deseaban una
dictadura militar, pero desconfiaban de los nazis.102

No contento con contar con muchos recursos para hacer campaña, Hitler empezó a colocar trabas a los partidos de oposición. A
través de decretos presidenciales, impuso restricciones a los mítines políticos y restricciones a la prensa.103 Además, consolidó la
autoridad de un gobierno paralelo regional en Prusia, y colocó a Göring al mando de la policía estatal. Al poco tiempo, la policía
prusiana con la ayuda de las «camisas pardas» empezó a disolver las concentraciones opositoras; solo los opositores más ilusos
acudían a la policía cuando eran hostigados por los nazis.104 Muy pronto, otros siete gobiernos regionales de estados más pequeños
105
fueron usurpados por los nazis, que establecieron autoridades paralelas.

El 27 de febrero de 1933, una semana antes de las elecciones el edificio del


Reichstag fue incendiado. Si bien todavía existe dudas sobre la autoría del incendio,
es claro que Hitler se benefició ampliamente de este crimen.106 Después de que la
policía atrapara a un comunista neerlandés de nombre Marinus van der Lubbe en la
escena del crimen, Göring empezó a acusar a los comunistas de querer ejecutar un
golpe de Estado, y la prensa nazi pronto copió su discurso. Al día siguiente, Hitler
no perdió tiempo en presentar un decreto de emergencia de seis artículos, redactados
por Göring, donde solicitaba la suspensión de varios artículos de la Constitución de
Weimar con el objetivo de «proteger los documentos culturales alemanes».107 En
realidad, el llamado Decreto del incendio del Reichstag acababa con todos los
derechos que suelen defender las naciones democráticas: la libertad de expresión; el
respeto a la propiedad privada; la libertad de prensa; la inviolabilidad del domicilio,
de la correspondencia y de las conversaciones telefónicas; así como la libertad de
reunión y de asociación.107 Además, permitía al gobierno nacional intervenir
cualquier gobierno regional que considerase incapaz de mantener el orden en su El incendio del Reichstagpermitió a
estado.108 Luego de que Papen y Meissner apoyaran el decreto, el anciano Hitler acelerar sus planes de
presidente lo firmó.107 persecución contra sus opositores,
acusándolos de ser golpistas.
Con estos poderes, la persecución nazi se intensificó, los dirigentes comunistas
fueron arrestados y enviados a campos de concentración; además, desde los medios
del Estado se inició una campaña de alerta contra el «terror comunista», tratando de convencer al ciudadano alemán de que, a menos
que no votasen por los nazis, el país entraría en una guerra civil.108 109 Por otro lado, Hitler moderó su discurso, aseguró que sólo
necesitaba cuatro años en el poder y minimizó su antisemitismo en público, como dejó constancia el futuro presidente de Alemania
de la posguerra, Theodor Heuss:

Vocifera mucho menos. Ha dejado de vomitar fuego contra los judíos y en estos días es capaz de
110
pronunciar un discurso de cuatro horas sin mencionar la palabra «judío».

Theodor Heuss, sobre el discurso hitleriano antes de laselecciones parlamentarias de Alemania de


1933.

El 5 de marzo de 1933 se celebraron las últimas elecciones democráticas bajo el gobierno de Hitler, a pesar de su intensa campaña
electoral y de la persecución contra sus opositores, la mayoría parlamentaria seguía eludiendo a los nazis, que obtuvieron el 44 % de
los escaños.109 Aliado con los nacionalistas de Hugenberg, Hitler controlaba ahora la mitad del Parlamento; pero para poder llevar a
cabo su revolución nacional, el canciller demandaba dos tercios de los escaños.111 Para solucionar esto, y haciendo uso del decreto
del incendio del Reichstag, fueron arrestados todos los diputados comunistas y unos pocos socialdemócratas desafortunados, pasando
por alto la inmunidad parlamentariaque gozaban.
Ahora Hitler contaba con suficientes diputados como para cambiar la Constitución y
arroparse de más poder; no obstante, primero realizó un acto simbólico para
tranquilizar a los movimientos representados por el presidente Hindenburg: los
militares, los junkers y los monarquistas. El 21 de marzo, la misma fecha en que
Bismarck inauguró el primer Parlamento del Imperio alemán, Hitler inauguró el
primer Parlamento del Tercer Reich; seleccionó la iglesia del cuartel de Potsdam,
sitio de importancia histórica para los militaristas prusianos, y Goebbels se esforzó
en crear una atmósfera que diese la impresión de Hitler estaba subordinado al
anciano Hindenburg.112 El embajador francés, presente en la ceremonia, escribió Hitler se «subordina» antePaul von
después: Hindenburg, al inaugurar el nuevo
Parlamento, 21 de marzo de 1933.
Dos días después, Hitler obtiene la
Después del llamativo compromiso hecho por Hitler en Potsdam, ley habilitante, que acaba con el
¿cómo podrían estos hombres —Hindenburg y sus amigos, los Junkers gobierno parlamentarioy lo convierte
y los barones monarquistas, Hugenberg y sus alemanes nacionalistas, en un dictador constitucional.
los oficiales del Ejército alemán— ... dudar en concederle su entera
confianza, en cumplir todas sus peticiones, en concederle todos los
poderes que exigiera?113

André François-Poncet, embajador francés en Alemania entre1931 y 1938.

El 23 de marzo de 1933, el Parlamento Alemán, reunido en la Ópera Kroll, aprobó la Ley para Aliviar las Penurias del Pueblo y del
Reich, mejor conocida como la ley habilitante de 1933. Hitler pronunció un discurso moderado que contrastaba con sus habituales
diatribas. Prometió usar sus poderes sólo en casos esenciales, y se comprometió con todas las clases;112 además, pregonó por la
búsqueda de la paz con Occidente e incluso con la Unión Soviética.112 Sin embargo, al finalizar su exposición, dejó claro que si no
obtenía estos poderes legalmente del Parlamento, su gobierno los obtendría a través de otros métodos más violentos.114 Solo los
socialdemócratas votaron en contra de Hitler; elZentrum cedió luego de que Hitler les prometiera que toda ley suya podría ser vetada
por el presidente Hindenburg.115 De esta manera, 441 diputados aprobaron la ley contra 94 diputados socialdemócratas
116

Con esta ley, Hitler, por un período de cuatro años, tomaba todos los poderes del Poder Legislativo, y ganaba la capacidad de decretar
leyes que «podían desviarse de la Constitución».113 No obstante, no buscando ganarse la enemistad de Hindenburg, la ley
conservaba los poderes del presidente intactos.113 De esta manera, el Reichstag alemán sucumbía voluntariamente ante el canciller,
adquiriendo un estado de impotencia total que mantendría hasta la posguerra.

Gleichschaltung
Alemania entró entonces en un proceso conocido como Gleichschaltung (coordinación), donde el Estado y la sociedad empezaron a
ser asimiladas por el Partido Nazi y sus organizaciones. En su deseo de unificar a Alemania bajo un totalitario gobierno central, Hitler
primero enfiló la ley habilitante contra el federalismo alemán. Los gobiernos de los estados más grandes, Prusia y Baviera, ya habían
sido usurpados, y los gobiernos de otros estados más pequeños pronto corrieron la misma suerte. El 31 de marzo, con la ayuda de
Wilhelm Frick, Hitler promulgó entonces una ley que disolvía todas las dietas regionales, y ordenaba su reconstitución bajo los
resultados de las últimas elecciones nacionales.117 Una semana después, Hitler apuntó gobernadores para cada estado, y les concedió
la facultad de disolver las dietas y destituir a los jueces.117 De esta manera, todos los gobiernos regionales empezaron a seguir las
directivas de Berlín, y Hitler lograba acabar con la celosa autonomía que los históricos estados alemanes habían defendido desde la
Guerra de los Treinta Años (1618-1648).

El siguiente objetivo de Hitler fueron los sindicatos, otrora poderosas organizaciones obreras que habían contrarrestado exitosamente
un golpe de derecha en 1920. Pero antes de acabarlas, Hitler y Goebbels, ahora Ministro de Propaganda, se esforzaron primero en
ganarse la confianza de la clase trabajadora: después de restablecer el 1 de mayo como día festivo; los nazis organizaron
manifestaciones de obreros por todo el país; Hitler en persona habló en el aeropuerto de Tempelhof frente a cien mil trabajadores,
promoviendo el motto «Honor, trabajo y respeto para el trabajador».118 Al día siguiente, el 2 de mayo, la actitud del gobierno
cambió drásticamente, todos los sindicatos fueron disueltos y «coordinados» forzosamente en un sindicato único, el Frente Alemán
del Trabajo, y sus líderes fueron colocados bajo «custodia protectora», un
eufemismo que implicaba la internación en un campo de concentración; ni siquiera
aquellos que habían estado colaborando con el régimen nazi se salvaron.118
Solamente a los sindicatos católicos se les concedió un respiro de dos meses, luego
recibieron el mismo trato.118 Desde entonces, los representantes sindicales fueron
electos directamente por Hitler, y como los contratos firmados por estos eran
legalmente vinculantes, lashuelgas quedaron prohibidas de facto.119

En este punto, los partidos políticos de oposición se encontraban tan indefensos e


Hitler y Hindenburg durante las
celebraciones del 1 de mayo de impotentes que se empezaron a doblegar ante la mínima presión del gobierno
1933. nacional; el 10 de mayo, se confiscaron todas las propiedades del Partido
Socialdemócrata, y se cerraron sus periódicos;120 los socialdemócratas
respondieron eligiendo una nueva directiva más tolerante al nazismo, pero tres días
después, Wilhelm Frick disolvió el movimiento por considerarlo «subversivo».120 Los líderes socialdemócratas terminaron
acompañando a sus homólogos comunistas en los campos de concentración.121 El Partido Popular Alemány el Partido Democrático
Alemán, baluartes de la democracia alemana, se disolvieron voluntariamente a inicios de julio;120 de inmediato siguieron los
partidos católicos, el Partido Popular de Baviera se disolvió el 4 de julio, y su aliado nacional, el Zentrum, hizo lo mismo al día
siguiente.120 Tampoco los aliados derechistas de Hitler pudieron evitar ser «coordinados», el 21 de junio la policía ocupó todas las
oficinas del Partido Nacional del Pueblo Alemán, el partido de Hugenberg; una semana después este renunció a su cargo de ministro
120
de Agricultura, y disolvió el partido, también «voluntariamente».

Con la oposición política neutralizada, Hitler propuso entonces a su gabinete ilegalizar todos los partidos excepto el Partido Nazi.
Este gabinete había sido modificado, resaltaba Hjalmar Schacht como nuevo ministro de Economía, y contaba ahora con ocho nazis;
y aunque el conservador Franz von Papen permanecía en el gobierno como vicecanciller, estaba muy consciente de la futilidad de su
posición.120 La ley del partido único fue aprobada el 14 de julio, casi sin oposición dentro del gabinete.
121

Mientras Hitler se esforzaba por «coordinar» la sociedad alemana con el Partido, al mismo tiempo obraba para mantener al mar
gen de
la sociedad a los elementos raciales «inferiores». El 1 de abril llamó a un boicot contra los negocios judíos, como respuesta a una
«campaña mediática» que supuestamente Estados Unidos e Inglaterra habían iniciado en su contra.122 Una víctima de este período
fue Albert Einstein, cuyos bienes y propiedades fueron embargados luego de que se descubriera y considerase como «arma
comunista» un cuchillo de pan hallado en su nueva casa de veraneo.122 Aunque se apostaron camisas pardas frente a los negocios
judíos, en general hubo poca violencia, y la ineficaz medida tuvo que ser levantada tres días después.119 El boicot sí sirvió para sacar
de su letargo, aunque temporalmente, al anciano Hindenburg; el presidente le recriminó al canciller el hecho de que los veteranos de
guerra judíos no estaban siendo tratados como ciudadanos alemanes. Hitler elaboró una vaga promesa para calmarlo, pero el 7 de
abril promulgó leyes prohibiendo la presencia de judíos en la administración pública, y restringió su presencia en la abogacía y la
medicina.123 Luego limitó el número de estudiantes judíos en las universidades, bajo el pretexto de prevenir el «hacinamiento».123
No obstante, las medidas de 1933 no fueron consideradas peligrosas por muchos judíos, que creían que el objetivo de Hitler se
limitaba a hostigar a los judíos provenientes deEuropa oriental.123

La purga de las «camisas pardas»


En poco tiempo, logró afianzarse en el poder, ocupando los cargos de canciller y presidente de la República a la muerte de
Hindenburg (2 de agosto de 1934), nombrándose a sí mismo Führer. Eliminó a los oponentes de su propio partido y a colaboradores
de dudosa fidelidad durante la llamada «Noche de los cuchillos largos», iniciando el proceso de eliminación de diversos grupos
raciales, políticos, sociales y religiosos que consideraba «enemigos de Alemania» y «razas impuras», lo que le llevó a reasignar las
directrices a los campos de concentración para la liquidación sistemática de comunistas, judíos, testigos de Jehová (Bibelforscher),
gitanos, enfermos mentales yhomosexuales, principalmente, así como a un intenso rearme.

Las fábricas y factorías comenzaron a trabajar en la maquinaría del rearme. Además para absorber mano de obra desocupada se
empezaron a construir modernasautobahns o carreteras.
Tercer Reich
Habiendo obtenido el poder político que necesitaba, Hitler llegó a obtener el apoyo y
convencer a la mayoría de los alemanes de que él era su salvador ante la economía derivada
de la Gran Depresión, el comunismo, el «judeo-bolchevismo», y el Tratado de Versalles, junto
con otras minorías «indeseables». Los nazis eliminaron la oposición a través de un proceso
conocido como Gleichschaltung.

Economía y cultura
Hitler estuvo a cargo de una de las mayores
expansiones de la producción industrial y la
mejora civil como nunca se había visto en Gráfico que muestra el
sistema de marcado en los
Alemania, en su mayoría sobre la base de la
campos de concentración
deuda de flotación y el rearme. Durante un nazis.
discurso de la Organización de Mujeres
Nacionalsocialistas (NSF) en septiembre de
1934, Adolf Hitler argumentó que para la mujer alemana su mundo era «su marido,
su familia, sus hijos, y su casa».

Esta política fue reforzada al instaurar la Cruz de Honor de la Madre Alemana, junto
con incentivos económicos para la mujer que tuviera cuatro o más hijos. La tasa de
desempleo se redujo sustancialmente, en su mayoría a través de la producción de
armas, construcciones de obras civiles (Organización Todt) y el envío de la mujer a
casa, para que los hombres pudieran ocupar sus puestos de trabajo. En vista de esto,
se llegó a afirmar que la economía alemana logró emplear a todos, al menos según la
Ceremonia en honor de los caídos propaganda de la época. Gran parte del financiamiento para la reconstrucción y el
(Totenehrung) en el Campo Zeppelín rearme vino de la manipulación de la moneda por Hjalmar Schacht, incluyendo los
de Núremberg (septiembre de 1934). créditos a través de las cuentas mefo. Los efectos negativos de esta inflación se
compensaron durante los años siguientes por la adquisición de oro de las tesorerías
de las naciones anexadas.

Hitler también estuvo a cargo de una de las más grandes campañas de mejora de la infraestructura en la historia alemana, con la
construcción de decenas de represas, autopistas, ferrocarriles, y otras obras civiles. Hitler insistió en la importancia de la vida
familiar: los hombres debían ser el «sostén de la familia», mientras que las prioridades de las mujeres debían ser la educación de los
hijos y las tareas domésticas. Esta revitalización de la industria y la infraestructura se produjo a expensas del nivel general de vida, al
menos para los que no fueron afectados por el desempleo crónico después de la República de eW
imar, ya que los salarios se redujeron
ligeramente durante la Segunda Guerra Mundial y se aumentó en un 25 % costo promedio de vida. Los obreros y los agricultores, los
votantes frecuentes del NSDAP, sin embargo, registraron un aumento en su nivel de vida.

El gobierno de Hitler auspicio la arquitectura en una escala inmensa, junto con Albert Speer que pasaría a ser el famoso «Arquitecto
del Reich». Si bien como arquitecto fue importante en la aplicación clasicista y la re interpretación de la cultura alemana, Speer
demostró ser mucho más eficaz como ministro de armamento en los últimos años de la Segunda Guerra Mundial. Todos estos
avances fueron ampliamente explotados por el Ministerio de propaganda dirigido por Goebbels.

En 1936, Berlín fue sede de los Juegos Olímpicos de verano, que fueron inaugurados y dirigidos por Hitler como una forma de
demostrar la superioridad aria alemana sobre todas las demás razas. Olympia, la película sobre los juegos y otras películas
documentales de propaganda para el partido nazi fueron dirigidas por la cineasta personal de Hitler
, Leni Riefenstahl.
Aunque Hitler hizo planes para una Breitspurbahn (una red de ferrocarriles de
amplio calibre) estos fueron cancelados tras el inicio de la II Guerra Mundial. De
haber sido construido el ferrocarril, su calibre habría sido de tres metros, siendo
incluso más amplio que el ferrocarril Great W
estern de Gran Bretaña.

Hitler también contribuyó al diseño de un automóvil accesible y práctico para el


pueblo, automóvil que más tarde se convertiría en el Volkswagen Tipo 1, cuyo
diseño y construcción le fue encomendado al ingeniero Ferdinand Porsche. La
producción de este también fue aplazada a causa de la guerra. Hitler desfila en el Estadio Olímpico
de Berlín junto a miembros del
Hitler consideró a la antigua Esparta como el primer estado nacional socialista, y
Comité Olímpico Internacional.
alabó su tratamiento eugenésico de los niños deformes.

También otorgó la Orden del Águila Alemana, una de las más altas distinciones del
Tercer Reich, al industrial Emil Kirdorf en abril de 1937, en recompensa por su apoyo financiero durante su ascenso al poder. Al año
siguiente, cuando murió, también le organizó un funeral de estado.

El rearme y nuevas alianzas


Si bien se especula que desde 1919, se mantenía un programa secreto para volver a armar un
ejército por parte del gobierno Alemán, es en marzo de 1934, cuando Hitler anuncia
públicamente que el Ejército alemán se ampliaría a 600 000 hombres (seis veces el número
estipulado en el Tratado de Versalles), así como la introducción de una Fuerza Aérea
(Luftwaffe) y el incremento del tamaño de la Marina (Kriegsmarine). Gran Bretaña, Francia e
Italia, así como la Sociedad de Naciones rápidamente condenaron estas acciones. Sin embargo,
dado que Alemania nuevamente explicó que sólo estaba interesada en la paz, ningún país tomó
Hitler y Mussolini.
medida alguna para detener este desarrollo y se permitió que el programa armamentista alemán
continuara. Además, el Reino Unido no compartía la visión pesimista de Francia sobre
Alemania, y en 1935 firmó un acuerdo naval con Alemania, lo que permitió aumentar el tonelaje alemán hasta un 35% del de la
armada británica. Este acuerdo que se firmó sin consultar ni a Francia ni a Italia, debilitó directamente la Sociedad de Naciones y
puso al Tratado de Versalles en camino hacia la irrelevancia.

En marzo de 1936, las disposiciones del gobierno alemán violaron nuevamente el tratado al introducir tropas y ocupar nuevamente la
zona desmilitarizada en Renania. Ante la inacción de los gobiernos de Gran Bretaña y Francia, el afán expansionista de Alemania se
extendió. En julio de 1936, comenzó la Guerra Civil Española cuando el ejército, dirigido por el General Francisco Franco, se
sublevó contra el gobierno de laRepública. Tras recibir una petición de ayuda del general Franco en julio de 1936, Hitler envió tropas
en apoyo de Franco, y España sirvió como banco de pruebas para las nuevas fuerzas alemanas y sus métodos, incluyendo el
bombardeo de ciudades, como el de Guernica, en abril de 1937, primer bombardeo contra blancos civiles de la historia,50 y que,
posteriormente, Pablo Picasso plasmó en su célebre cuadro.

El conde Galeazzo Ciano, ministro de Asuntos Exteriores de Benito Mussolini, declaró el 25 de octubre de 1936 una alianza entre
Berlín y Roma, a la que denominó «El Eje». El 25 de noviembre del mismo año, Alemania firmó el Pacto Anti-Comintern con Japón.
Para fortalecer la relación con esta nación, Hitler se reunió en 1937 en Núremberg con el príncipe Chichibu, hermano del emperador
Hirohito.

El Pacto Tripartito fue firmado por Saburo Kurusu en representación del Imperio japonés, Adolf Hitler por Alemania y Galeazzo
Ciano, el 27 de septiembre de 1940. Más tarde se amplió para incluir a Hungría, Rumanía y Bulgaria. Este grupo se conoció como las
Potencias del Eje. Más tarde, el 5 de noviembre de 1939, en la Cancillería del Reich, Adolf Hitler celebró una reunión secreta con los
ministros de Guerra y Exteriores, más los tres jefes de servicios, registrada en el Memorándum Hossbach y reveló sus planes para la
apropiación de «espacio vital» (Lebensraum) para el pueblo alemán.
Segunda Guerra Mundial

Triunfos iniciales
El 12 de marzo de 1938, Hitler presionó a Austria para la unificación con Alemania (el Anschluss) e hizo una entrada triunfal en
Viena el 14 de marzo. A ello le siguió la intensificación de la crisis de los Sudetes, en la zona de habla alemana de Checoslovaquia
conocida como Sudetes; Esto condujo al Acuerdo de Múnich de septiembre de 1938, que autorizó a la anexión y ocupación militar
inmediata de estos distritos por parte de Alemania. Como resultado de la cumbre, la revista TIME proclamó a Hitler «Hombre del
Año» de 1938. El primer ministro británico, Neville Chamberlain, saludó este acuerdo como la «paz en nuestro tiempo», pero al dar
forma a las exigencias militares de Hitler, Gran Bretaña y Francia también abandonaron Checoslovaquia a Hitler. Hitler ordenó al
Ejército alemán entrar en Praga el 15 de marzo de 1939, tomando el castillo de Praga y de Bohemia y proclamando un protectorado
alemán en Moravia.

Tras ello, Hitler eleva quejas relativas a la Ciudad libre de Dánzig y el corredor
polaco (la Crisis de Danzig), que fue cedida por Alemania en virtud del Tratado de
Versalles. Gran Bretaña no había podido llegar a un acuerdo con la Unión Soviética
para una alianza contra Alemania, y, el 23 de agosto de 1939, Hitler firma a un pacto
secreto de no agresión (el Pacto Molotov-Ribbentrop) con Stalin en el que se acordó
la futura partición de Polonia entre la Unión Soviética y la Alemania nazi. El 1 de
septiembre, Alemania invadió Polonia. Después de haber garantizado la asistencia a
Polonia, Gran Bretaña y Francia declararon la guerra a Alemania el 3 de septiembre,
Hitler saluda a las tropas alemanas
pero no actúan de inmediato. No mucho después, el 17 de septiembre, las fuerzas
que se dirigen a Polonia.
soviéticas invadieron Polonia oriental.

En abril de 1940, ordena a las


fuerzas alemanas a marchar sobre Dinamarca y Noruega. En mayo de 1940, Hitler
ordena a sus fuerzas atacar Francia, la conquista de los Países Bajos, Luxemburgo y
Bélgica. Francia se rindió el 22 de junio de 1940. Esta serie de victorias persuaden a
su principal aliado, Benito Mussolini de Italia, para unirse a la guerra al lado de
Hitler en mayo de 1940.

Gran Bretaña, cuyas fuerzas derrotadas en Francia fueron evacuadas de la ciudad


costera de Dunkerque, continuó luchando junto a las fuerzas canadienses en la
batalla del Atlántico. Después de sus gestiones en pro de la paz sistemáticamente
rechazadas por el Gobierno británico, ahora conducido por Winston Churchill, Hitler
ordena los bombardeos sobre las islas británicas, dando lugar a la batalla de
Inglaterra, un preludio de la ya prevista invasión alemana. Los ataques comenzaron a
golpear por las bases de la Real Fuerza Aérea y la protección de las estaciones de
radar sudeste de Inglaterra. Sin embargo, la Luftwaffe no derrota a la Real Fuerza
Hitler en Yugoslavia. Aérea a finales de octubre de 1940. La superioridad aérea para la invasión,
denominada Operación Sealion, no estaba asegurada, y Hitler ordenó diversos
bombardeos que se llevarían a cabo en ciudades británicas, incluyendo Londres y
Coventry, en su mayoría por la noche.

La caída
El 22 de junio de 1941, aún sin doblegar a Inglaterra, tres millones de soldados alemanes atacaron la Unión Soviética, rompiendo el
pacto de no agresión que Hitler había firmado con Stalin dos años antes. Esta invasión, llamada Operación Barbarroja, cuya duración
se estimaba en unos pocos meses, incautó grandes cantidades de territorio, incluidos los estados bálticos, Bielorrusia, y Ucrania.
También rodearon y destruyeron muchas fuerzas soviéticas. Pero los alemanes debido al retraso de cuatro meses por las operaciones
en Grecia y Yugoslavia, no consiguieron llegar a Moscú en diciembre de 1941, en lo que también influyó la llegada anticipada del
invierno ruso con temperaturas de hasta -50 °C (el más duro en 50 años), todo ello unido a la feroz resistencia soviética, reforzada
con tropas siberianas del entonces general Zhúkov especialmente adaptadas a las condiciones extremas. La invasión no había logrado
el triunfo rápido que Hitler quería.

Hitler firmó la declaración de guerra contra los Estados Unidos el 11 de diciembre


de 1941, cuatro días después del ataque del Imperio del Japón a Pearl Harbor,
Hawái, muchos historiadores consideran este paso un grave error táctico y político,
pues logró reunir así en su contra una coalición que incluía el imperio más grande
del mundo (el Imperio británico), el más grande del mundo industrial y financiero
(los Estados Unidos), y el ejército más grande del mundo (la Unión Soviética).

A finales de 1942, las fuerzas alemanas fueron derrotadas en la Segunda Batalla de


El Alamein, frustrando los planes de Hitler para aprovechar el Canal de Suez y el
Hitler dando un discurso en contra
Oriente Medio. En febrero de 1943, la titánica batalla de Stalingrado acabó con el
de Roosevelt, 11 de diciembre de
cerco y la destrucción del 6.º Ejército alemán. Poco después llegó la gigantesca
1941.
batalla de Kursk (1 300 000 soviéticos, 3600 tanques, 20 000 piezas de artillería y
2400 aviones, frente a 900 000 alemanes, 2700 tanques, 2000 aviones).

Desde Stalingrado, el plan militar de Hitler se volvió cada vez más errático, los rusos comenzaron a avanzar obligando a la retirada
de fuerzas alemanas extenuadas y la situación económica interna en Alemania se deterioró.

Después de la invasión aliada de Italia (Operación Husky), en 1943, el aliado de Hitler, Mussolini, fue depuesto por Pietro Badoglio,
que se rindió a los Aliados. A lo largo de 1943 y 1944, la Unión Soviética constantemente forzó a los ejércitos de Hitler a retroceder a
lo largo del Frente Oriental. El 6 de junio de 1944, los ejércitos occidentales aliados desembarcaron en el norte de Francia en la
Operación Overlord, la operación militar anfibia más grande jamás realizada.

En el Ejército alemán, los más realistas sabían que la derrota era inevitable, y
algunos oficiales concibieron un plan para terminar con Hitler y poner fin a la
guerra. En julio de 1944, uno de ellos, el exoficial de observación de artillería del
mariscal Erwin Rommel, Claus von Stauffenberg colocó una bomba en el cuartel
general de Hitler en Rastenburg, la Wolfsschanze o Guarida del Lobo, pero sin
lograr su objetivo en uno de los atentados contra Hitler que estuvo más cerca de
tener éxito.

La represión fue implacable y llevó a la detención de unas cinco mil personas, entre Hitler muestra a Benito Mussolini el
ellas las familias completas de los principales implicados.124 Los detenidos fueron estado en que quedó la sala en la
torturados y sometidos a rápidos juicios espectáculo, celebrados a partir del 7 de que llevó a cabo el atentado del 20
de julio de 1944.
agosto,125 que resultaron en la ejecución de unos doscientos de los acusados.126 El
principal movimiento de resistencia fue destruido, aunque pequeños grupos aislados
siguieron funcionando. La lista de personajes que cayeron es extensa y se puede citar a Wilhem Canaris, Friedrich Fromm y Erwin
Rommel, entre otros.

El atentado contra Hitler el 20 de julio de 1944 le dejó secuelas progresivas que lentamente fueron afectando su raciocinio,
desenvolvimiento y dominio de la situación.

Hitler también experimentó un deterioro de su salud. Su mano izquierda temblaba; el biógrafo Ian Kershaw y otros creen que podría
sufrir la enfermedad de Parkinson. También se ha sospechado, por alguno de los síntomas, que pudo haber padecido sífilis, aunque
las evidencias en favor de ello son mínimas.

Últimos días
Hitler regresó por última vez a Berlín el 15 de enero de 1945, en un tren especial procedente de Ziegenberg, localidad cercana a Bad
Nauheim, donde desde su cuartel general conocido como «Adlershorst» o «Nido del Águila» había dirigido desde el 11 de diciembre
de 1944 la fracasada ofensiva de las Ardenas.127 128 Ahora su principal preocupación era la ofensiva soviética en el frente oriental y
el motivo inmediato de su viaje fue la radical oposición de Guderian a su decisión de trasladar a la división Grossdeutschland desde
Prusia Oriental hacia el sur para reforzar la defensa del frente polaco.129 Con su habitual desconfianza hacia los generales de la
Wehrmacht decidió que debía estar más cerca del Estado Mayor deZossen.130

El 30 de enero, con motivo del duodécimo aniversario de su ascenso al poder, dirigió por última vez unas palabras al pueblo alemán
en un discurso radiado que, pese al optimismo de Goebbels, permitió constatar que sus palabras ya no conseguían levantar la moral
de la población ante la evidencia de lo desesperado de la situación.131 Ese mismo día Albert Speer le comunicó que la pérdida de la
producción de la Alta Silesia significaba la total imposibilidad de seguir manteniendo un mínimo suministro de armas y municiones
al Ejército, a lo que Hitler se limitó a contestar que no le gustaba recibir informes derrotistas y que mantuviera un completo
secreto.132 Pocos días después, el 3 de febrero, un devastador bombardeo diurno estadounidense, el más duro que había sufrido
Berlín hasta entonces, destruyó casi completamente la vieja Cancillería del Reich y dañó gravemente el nuevo edificio de Speer, lo
que obligó a Hitler a vivir desde entonces casi permanentemente bajo tierra, en un búnker subterráneo de dos plantas situado bajo el
133
jardín de la Cancillería en el que ya dormía desde su regreso.

El 12 de febrero el comunicado de la conferencia de Yalta, que incluía las duras condiciones impuestas por los Aliados a Alemania
después de su derrota, entre ellas la división del país, la prohibición del Partido Nazi y el procesamiento de los criminales de guerra,
no hizo si no reafirmar su postura de que cualquier tipo de rendición estaba fuera de discusión.134 Sus esperanzas estaban puestas en
lo que consideraba inevitable en un momento u otro: la ruptura de los aliados occidentales, británicos y estadounidenses, con los
soviéticos.135 Al día siguiente Hitler reaccionó con furia al enterarse delbombardeo de Dresde y fue necesaria la insistencia conjunta
de Keitel, Jodl, Dönitz y Ribbentrop para convencerle de que sería contraproducente su intención inicial de ejecutar a un prisionero
aliado por cada civil muerto.136

El 24 de febrero celebró la última reunión con los Gauleiter con motivo del vigesimoquinto aniversario de su discurso de
presentación del programa del partido. Estaba en muy mala condición física, con dificultades para controlar los temblores de su brazo
izquierdo y habló sentado durante una hora y media en la que rememoró la época «heroica» del partido y, entre evocaciones a sus
triunfos pasados, afirmó que era el único que podía juzgar el curso que tomaría la fase decisiva en que se encontraba la guerra. Poco
más podía añadir que aludir a las armas milagrosas que se estaban desarrollando antes de volver a recordar sus tesis, en el estilo del
más implacable darwinismo social, de que si se perdía la guerra sería porque al fin y al cabo el pueblo alemán no poseía el «valor
interno» necesario y él no sentiría la menor compasión por su destrucción. Las obligadas ausencias de Erich Koch (Prusia Oriental) y
Karl Hanke (Breslau) eran reflejo de la situación real, así que su discurso no pudo disipar el pesimismo incluso entre los
incondicionales de la vieja guardia,137 aunque no faltaron quienes como Rudolf Jordan, el Gauleiter, de Magdeburgo-Anhalt, se
sintieron revivir creyéndose ver ante el «antiguo Hitler».138 La fecha había sido hasta 1942 motivo para un gran discurso de Hitler
en la Hofbräuhaus de Múnich, pero en esta ocasión se limitó a una proclama de cuya lectura se encargó Hermann Esser y que se
convirtió en la última que dirigió a los alemanes.139

Boda con Eva Braun y testamento


En las primeras horas del 29 de abril de 1945, poco después de la medianoche,e Hitler contrajo matrimonio con Eva Braun en la sala
de mapas del búnker de la Cancillería. La ceremonia la ofició Walter Wagner, un funcionario municipal, y además de los contrayentes
solo estaban presentes como testigos Joseph Goebbels y Martin Bormann. El acto fue muy breve y a su finalización los recién
casados se retiraron a sus habitaciones, donde se organizó una fiesta que se prolongó varias horas, en el transcurso de la cual su
secretaria Traudl Junge mecanografió en una sala contigua los testamentos privado y político que Hitler le había dictado sobre las
once y media.141 142 Los últimos informes confirmaban el avance de las tropas soviéticas hasta zonas a solo unos cientos de metros
de la Cancillería, ya se combatía en la Potsdamer Platz y se desvanecían las últimas ilusorias esperanzas de que el ejército de Walther
Wenck pudiera conseguir romper el cerco.143
En su testamento privado, del que nombra albacea a Martin Bormann, Hitler explica
su decisión de casarse con Eva Braun, la voluntad de ambos de morir y ser
incinerados para escapar a la vergüenza de la derrota, y lega sus posesiones al
Partido, o al Estado si aquel dejara de existir, con la excepción de su colección de
cuadros, cuyo destino sería un nuevo museo en Linz, y los recuerdos personales o
incluso bienes que, a juicio de Bormann, fueran necesarios para el sustento de los
144 145
sirvientes o allegados que le habían servido con lealtad.

Su testamento político es más extenso, con una primera parte en la que reitera su
tradicional retórica antisemita acusando a los judíos de provocar el estallido de la Adolf Hitler con Eva Braun en el
Berghof, la residencia del Führer en
guerra y recordando su profecía de que en ese caso no serían millones de arios los
los Alpes Bávaros.
que morirían sino los verdaderos culpables, en lo que parece una transparente
alusión a la solución final. Considera que algún día aquella lucha de seis años
acabaría siendo considerada un momento glorioso y parece achacar la responsabilidad de la derrota a sus viejos antagonistas, los
oficiales del Ejército (no así a los de la Marina), por su falta de arrojo y fidelidad. En la segunda parte pasa a nombrar un nuevo
gobierno y comienza expulsando del partido y desposeyendo de todos sus cargos a Hermann Göring, al que acusaba de deslealtad por
intentar sucederle y tomar el poder prematuramente, y a Heinrich Himmler, por negociar a sus espaldas con el enemigo. En lugar de
Göring escogió para sucederle a Karl Dönitz, recuperando para él el cargo de presidente del Reich que había ostentado Hindenburg.
Premió la fidelidad de Joseph Goebbels con el nombramiento de canciller, sustituyó como ministro de Asuntos Exteriores a Joachim
von Ribbentrop por Arthur Seyss-Inquart, como Reichsführer-SS a Himmler por Karl Hanke y puso al frente del Ejército al general
Ferdinand Schörner.f 147 148 Ambos documentos estuvieron terminados sobre las cuatro de la mañana, hora a la que constan las
firmas de Goebbels, Bormann, Wilhelm Burgdorf y Hans Krebs en el testamento político, mientras para el privado Nicolaus von
Below añadió la suya a las de Goebbels y Bormann.149 146 Cerca del mediodía salieron emisarios con copias de los documentos a
diferentes destinos: una copia del testamento político se le confío al ayudante de Hitler, Willi Johannmeier, para ser entregada al
general Schörner, y debían llevar copias de ambos testamentos Wilhelm Zander, adjunto de Bormann, a Dönitz y Heinz Lorenz,
oficial del Ministerio de Propaganda, que además portaba un «Apéndice al testamento político del Führer» escrito por Goebbels que
debía hacer llegar a la Casa Parda, la sede del Partido Nazi en Múnich. Por diferentes circunstancias ninguno de los mensajeros
consiguió completar su misión.150 151

Suicidio
El día 29 de abril Hitler comenzó a realizar los últimos preparativos para su suicidio.
Aunque ya se había enterado de la muerte de Benito Mussolini, colgado ese mismo
día boca abajo junto con su amante Clara Petacci en una gasolinera de Milán donde
sus cadáveres sufrieron todo tipo de maltratos, no es seguro que conociera los
detalles y no tiene fundamento la tesis de que estos le influyeran más allá de reforzar
una decisión ya tomada.151 152 Por la tarde, antes de la sesión informativa diaria
con sus generales, hizo matar a su perra Blondi. Hitler ya había proporcionado
ampollas de ácido prúsico, suministradas por su médico Ludwig Stumpfegger, a sus
secretarias y otros miembros del personal del búnker y decidió probarlas con Blondi,
para lo que hizo llamar a su antiguo cirujano, el profesor Werner Haase, que
envenenó al animal ayudado por Fritz Tornow, el sargento encargado del cuidado de
los perros del Führer que ya había matado a tiros a los otros dos que le pertenecían.
Hitler no presenció el envenenamiento, pero acudió a contemplar unos instantes y en
silencio el cadáver del animal.153 154 Hitler y Karl Dönitz en el
Führerbunker. Dönitz sucedería a
Hacia el mediodía del 30 de abril comunicó a Martin Bormann la decisión definitiva Hitler como Presidente de Alemania.
de suicidarse y dio a su ayudante Otto Günsche instrucciones estrictas sobre la
cremación de su cuerpo y el de su esposa, según dijo no quería que fueran exhibidos
en el «museo de cera de Moscú». Inmediatamente Günsche ordenó al chófer de Hitler, Erich Kempka, que consiguiera unos
doscientos litros de gasolina y los hiciera llevar al jardín de la Cancillería. Después y como de costumbre sobre la una, Hitler almorzó
con aparente tranquilidad en compañía de sus secretarias, Traudl Junge y Gerda Christian, y de su cocinera Constanze
Manziarly.155 156 Después de comer Hitler se retiró a sus habitaciones y regresó poco después acompañado de Eva Braun para una
última ceremonia de despedida. Allí estaban presentes Martin Borman, Joseph Goebbels, Wilhelm Burgdorf, Hans Krebs, Otto
Günsche, Walther Hewel, Peter Högl, Heinz Linge, Werner Naumann, Johann Rattenhuber y Erich Voss además de Magda Goebbels,
Else Krüger y las otras tres mujeres asistentes a la comida.157 156 Hitler les dedicó solo unas pocas palabras y, tras estrechar las
manos a todos, regresó a su estudio de donde solo volvió a salir para visitar a Magda Goebbels que, angustiada por su futuro y el de
sus hijos, probablemente le pidió que reconsiderara su decisión de no abandonar Berlín. Después de la conversación, poco antes de
156
las 15:30 horas, se encerró por última vez en su despacho acompañado casi inmediatamente por Eva Braun.

Todo el grupo, al que se unió en el último momento Artur Axmann, permaneció en espera mientras Günsche hacía guardia ante la
habitación y, tras unos diez minutos en los que no se oyó ningún sonido,g fue Linge quien asumió la responsabilidad de abrir la
puerta haciéndose acompañar por Bormann. Encontraron a Hitler y Eva Braun sentados en el sofá del despacho; ella recostada a su
izquierda desprendiendo el olor a almendras amargas característico del ácido prúsico y con un revólver al lado que no llegó a utilizar,
mientras que Hitler tenía a sus pies la pistola Walther PPK de 7,65 mm con la que se había disparado un tiro en la sien derecha de la
que seguía manando la sangre.159 160 h

Confirmadas las muertes de ambos, sus cadáveres fueron envueltos en mantas


proporcionadas por Linge y fue también él mismo, con ayuda de tres miembros de
las SS, quien se hizo cargo de transportar el cuerpo de Hitler hasta los jardines de la
Cancillería, para lo que era necesario subir un tramo de escaleras de unos siete
metros y medio. Por su parte Bormann sacó el cuerpo de Eva Braun y se lo entregó a
Kempka en el pasillo, quien a su vez se lo cedió a Günsche para que lo ascendiera
por las escaleras.162

En medio del incesante bombardeo soviético Günsche colocó los cuerpos, Eva
Braun a la derecha de Hitler, en el terreno llano del jardín a unos tres metros de la
puerta de salida del búnker y, después de verter sobre ellos la gasolina proporcionada
por Kempka, consiguió encender la pira con ayuda de Linge y Bormann. Cerraron
rápidamente la puerta y el grupo, completado por Krebs, Burgdorf y Goebbels,
descendió a la seguridad del búnker tras alzar los brazos en un breve saludo de «Heil
Hitler».163 164

Una media hora después Günsche ordenó a dos miembros de la guardia personal de
Portada del diario militar Hitler, Ewald Lindloff y Hans Reisser, que se encargaran de enterrar los cadáveres.
norteamericano The Stars and
Lindloff lo hizo en alguno de los cráteres de bombas que se habían formado en el
Stripes con fecha del 2 de mayo de
jardín, donde ya se estaban depositando los restos de otras víctimas procedentes del
1945.
hospital que se había instalado en la Cancillería, y declaró que los cadáveres estaban
«completamente consumidos» y en un «estado terrible», muy probablemente además
dañados y posteriormente dispersos por efecto del bombardeo que todavía continuaría un día más. Otros dos guardias del exterior del
recinto, Hermann Karnau y Erich Mansfeld,165 confirmaron que los cuerpos estaban «carbonizados, encogidos e irreconocibles». A
las seis y media de la tarde Günsche le confirmó a Reisser que Lindloff ya había completado la tarea y que no era necesaria su
ayuda.166

Siguió una conferencia a la que asistieron Bormann, Goebbels, Krebs, Burgdorf, Axmann y seguramente también el general Wilhelm
Mohnke en la que se decidió enviar a Krebs, que hablaba ruso como antiguo agregado militar en Moscú, para intentar entrevistarse
con Gueorgui Zhúkov y entregarle una carta firmada por Bormann y Goebbels en la que se le informaba de la muerte de Hitler y se
tanteaban las condiciones de un armisticio o una rendición.i Krebs salió del búnker a las diez de la noche y solo se obtuvo una
respuesta definitiva a las seis de la mañana en la que Zhúkov exigía una rendición incondicional que debía anunciarse ese mismo
día.169 170
No fue hasta las 10:53 de la mañana del 1 de mayo cuando el almirante Karl Dönitz recibió en Plön la primera noticia de ello y de la
muerte de Hitler en un engañoso telegrama redactado por Bormann: «Testamento en vigor. Llegaré ahí lo antes posible. Hasta
entonces, creo que es mejor aplazar publicación. Bormann». A las 15:18 otro telegrama más explícito, el último enviado desde el
búnker y dictado por Goebbels, confirmaba la muerte de Hitler sin especificar que se había tratado de un suicidio, le anunciaba su
nombramiento como presidente y adelantaba la lista de algunos otros ministros, aunque finalmente Dönitz hizo caso omiso de ella
169 171
entre otras cosas porque nunca llegó a recibir el testamento con la lista completa.

El anuncio público se retrasó unas cuantas horas hasta que a las 21:30 Radio Hamburgo anunció una importante noticia y a las 22:26
Dönitz en persona comunicó su nombramiento y la muerte del Führer «esta tarde» luchando «a la cabeza de sus tropas» contra el
bolchevismo. Dönitz sabía que había muerto el día anterior y, aunque hubiera supuesto que se había tratado de un suicidio trató de
ocultarlo para evitar la posible reacción de unas tropas que se hubieran podido sentir abandonadas por el líder a quien habían jurado
lealtad.172 173 Helmuth Weidling, al frente de la defensa de Berlín, sí se lo comunicó a sus hombres el 2 de mayo, precisamente para
convencerlos de que dejaran la lucha.174 Además Dönitz quería aplazar la capitulación total para permitir que continuaran la lucha
los ejércitos que intentaban desesperadamente escapar del Ejército Rojo y rendirse a los aliados occidentales, pero no tuvo
inconveniente en aceptar otras capitulaciones parciales el 2 de mayo en Italia; el 4 de mayo en el norte de Alemania, Holanda y
175
Dinamarca; el 5 de mayo en el norte de los Alpes y el día 7 en Austria.

El destino del cadáver y las versiones de los soviéticos


En gran parte a causa de las distintas versiones dadas por los soviéticos, y su
negativa a colaborar con las investigaciones de los aliados occidentales sobre el final
de Hitler y el destino de su cadáver, su muerte se puso en duda durante mucho
tiempo, creándose toda suerte de mitos.176 El 2 de mayo los soviéticos tomaron la
Cancillería y comenzaron de inmediato la búsqueda del cadáver de Hitler, que se le
había encomendado a un destacamento especial del NKVD llegado a Berlín el 29 de
abril.177 178 Como muy tarde ya habían localizado sus restos el 9 de mayo, ya que Fotografía de Hitler manipulada por
ese día le mostraron una caja de puros que contenía una mandíbula y dos puentes el ejército de los EE. UU. para
dentales a Fritz Etchmann, un mecánico dental que había trabajado para Johann facilitar una posible identificación de
un Hitler con su apariencia física
Hugo Blaschke, el odontólogo de Hitler desde 1938. Etchmann identificó los
169
modificada.
puentes como pertenecientes a Hitler y Eva Braun.

Por lo tanto, a principios de mayo de 1945 los soviéticos ya habían encontrado e


identificado por lo menos algunos de los restos del cadáver de Hitler.179 Además, no solo habían sido informados del suicidio de
Hitler la misma noche del 30 de abril por el general Hans Krebs,180 181 j sino que a lo largo del mes siguiente también localizaron e
interrogaron a muchos de los demás testigos directos de los sucesos ocurridos en el búnker los últimos días de abril, entre ellos a
Günsche y Linge, a quienes habían hecho prisioneros.183 184

Aunque durante ese tiempo los soviéticos no publicaron ningún comunicado oficial al respecto, el 5 de junio, durante una reunión
celebrada en Berlín, aseguraron a miembros del Estado Mayor de Eisenhower que habían identificado los restos de Hitler con casi
absoluta seguridad. Sin embargo, el 9 de junio su actitud ya había cambiado radicalmente y, durante una conferencia de prensa,
Zhúkov negó que hubieran identificado los restos y especuló con la posibilidad de que Hitler hubiera escapado de Berlín en avión en
el último momento. A continuación el comandante ruso de Berlín, Nikolái Berzarin, dijo que «en su opinión» se había refugiado en
algún lugar de Europa, probablemente en España con el general Franco. A partir de ese momento el oscurantismo se convirtió en
185
permanente actitud soviética y no volvieron a proporcionar ningún tipo de información sobre el caso.

Los rusos confirmaron finalmente en 1955 la muerte de Hitler, pero no se mostraron evidencias muy sustanciales, salvo algunos
detalles odontológicos, lo que confirmaba a pesar de todo que los rusos tenían los cuerpos.

Recientes versiones surgidas en los años 1990 del lado ruso, confirman que los soviéticos (NKVD), después de una infructuosa
búsqueda en la que incluso llegaron a especular con la posibilidad de que en la Cancillería hubiera permanecido un doble de Hitler
mientras este escapaba de Berlín, por fin dieron con los restos irreconocibles en parte de Hitler, Braun y la familia Goebbels y que
estos, secretamente aún para el mismo general Zhúkov, fueron transportados en cajas especiales a la frontera, a un cuartel militar que
luego pasaría a ser territorio de laRepública Democrática Alemana.[cita requerida]

Estos restos permanecieron secretamente enterrados bajo un jardín de dicho cuartel en la ciudad de Magdeburgo y sólo algunas
autoridades de la NKVD sabían dónde estaban, hasta que en 1970 fueron exhumados, se extrajo el cráneo a Hitler y el resto de los
186
cadáveres fue incinerado para evitar que su tumba fuera objeto de veneración, y las cenizas fueron lanzadas al río.

No se ha podido dar con el cráneo de Hitler, pero una parte signada como de Hitler, el hueso parietal de su caja craneana, está en un
museo soviético. Sin embargo, en septiembre de 2009, el arqueólogo Nick Bellantoni anunció que, luego de un análisis de ADN
187
practicado a los restos, se determinó que el fragmento del cráneo correspondería a una mujer de entre 20 y 40 años de edad.

Rasgos de su personalidad
El gran interés que despierta la figura de Hitler se debe precisamente a los ribetes de su
extraordinario tipo de personalidad y su halo de impenetrabilidad. Hitler poseía un
extraordinario carisma capaz de envolver no sólo a las personas, sino también a las masas,
además de poseer una gran oratoria gesticular muy estudiada y una capacidad de liderazgo
notable; pero quien haya permanecido con él diría lo mismo que opinó su ministro y
arquitecto Albert Speer: «Nunca llegué a conocerlo».

Ciertos psicoanalistas, como por ejemplo Arno Gruen, parten de la premisa de que la relación
de Hitler con su padre estaba dominada por la violencia. Su madre en cambio lo habría
«endiosado». Dado que sus tres hermanos mayores habían muerto poco antes del nacimiento
de Adolf, su madre siempre habría temido perder también a su cuarto hijo.188 Esta relación
tensionada habría tenido una influencia determinante sobre el desarrollo de la personalidad de
Hitler: la madre no habría podido proteger al hijo de los castigos por parte del padre, más sin
Hitler en una de sus embargo lo habría endiosado, de manera compensadora, utilizándolo así en un juego de poder
características poses en contra de su padre. El niño habría experimentado a su madre como una persona débil y
oratorias.
digna de desprecio, tal como la habría percibido su padre. Al mismo tiempo, el hijo habría
deseado proteger a la madre en contra del padre. Esta situación habría precipitado al niño a
determinados conflictos interiores, a los que solamente habría podido esquivar alienándose de sí mismo y de sus necesidades. A
causa de esta alienación se habría desarrollado una identidad muy débil. El vacío interior habría sido rellenado por fantasías violentas
y poses superpuestas.189 Aparte de esta interpretación, numerosas obras psicológicas tratan de diversas enfermedades psíquicas de
Hitler.

Hitler era en sí un individuo muy autosuficiente y solitario. Muy pocas personas integraban su séquito personal, se pueden citar a
Albert Speer, el fotógrafo Heinrich Hoffmann, Martin Bormann, Wilhelm Bruckner, Joseph Dietrich, Joseph Goebbels, Julius
Schaub, Julius Schreck y el arquitecto Geisler y sus secretarias personales. A ellos les exigía lealtad a toda prueba y discreción.

Según algunos historiadores, Hitler fue vegetariano,190 si bien otros lo descartan,191 no fumador,190 abstemio190 (dato también
cuestionado por algunos historiadores),191 ecologista,192 se dice que promulgó las primeras leyes de la historia que penaban el
maltrato a los animales,192 aunque la verdad es que las primeras leyes contra el maltrato animal ya proceden del Imperio
romano.193 Se dice que no permitía a sus colaboradores fumar ni beber delante de él.

Hitler jamás visitó una ciudad bombardeada, un campo de concentración o un hospital[cita requerida] (la única excepción fue para
visitar a las víctimas del atentado del 20 de julio). Un fiel ejemplo de este aspecto es que Hitler se negó a ver las fotos y filmaciones
de las ejecuciones de los involucrados en el atentado ejecutado porClaus von Stauffenberg hacia su persona en 1944.

Una de las características más relevantes de la personalidad de Hitler era la capacidad de impresionar (fascinar), encantar, manipular
y subyugar a quienes lo rodearan; había personas que podían ser muy fuertes y seguras en sus campos de acción, pero en presencia de
Hitler estas personalidades se veían disminuidas y manipuladas hasta el servilismo; por ejemplo,
Hermann Göring expresó al ministro
de finanzas Schacht que:
Cada vez que estoy frente al Führer siento el corazón en un puño.

Hitler, era muy poco proclive a demostrar algún rasgo emocional o demostrar
afinidad hacía alguien cuando se tomaba fotografías en presencia de personas de su
confianza y aceptación; en cambio si demostraba una faceta muy humana en
ghof.194
presencia de niños, sobre todo cuando era visitado en Ber

Hitler demostraba además insensibilidad y falta de escrúpulos cuando se trataba de


deshacerse de enemigos y/o sacrificar soldados; se puede citar como ejemplo la
destrucción del 6º Ejército alemán en Stalingrado.

En su vida sentimental, muy discreta, se asocian los nombres de Geli Raubal, María
Reiter, Eva Braun, quien fue su amante, Unity Mitford e Inga Ley. Leni Riefenstahl,
una de las más sindicadas en su momento, negó haber sido amante de Hitler. Hitler
era muy celoso y no permitía a casi nadie inmiscuirse en esos temas. Albert Speer en
sus memorias señaló que Hitler mostraba un trato desconsiderado, opresivo y
vejatorio a Eva Braun. Eger, 3 de octubre de 1938

Respecto de la orientación sexual de Hitler mucho se ha escrito[cita requerida] debido


a su vínculo inicial conErnst Röhm, pero las evidencias indican que Hitler era, sin lugar a dudas,heterosexual.191

Una de las secretarias personales de Hitler, Traudl Junge, describió así la energía que emanaba de la persona de Hitler:

Cuando estaba presente (Hitler), todo el edificio bullía de actividad, todos corrían, los teléfonos sonaban,
los radioespectadores no cesaban de enviar y recibir notas de comunicados (...) Cuando él estaba ausente,
todo volvía a una monótona normalidad, Hitler era como una especie de dinamo.

Junge describió a Hitler como una persona que presentaba dos personalidades: una muy considerada y afable, y otra muy fría,
iracunda y avasallante en extremo, apasionada y calculadora.

Cita Junge en sus remembranzas:

Hitler era vegetariano, gustaba del té y además no soportaba el calor; no se podía fumar en su presencia y
hacía climatizar sus ambientes a no más de 11 °C de temperatura. Otro de los aspectos es que a Hitler le
gustaba escuchar chismes, pues lo distraían de su realidad. Además, Hitler se acostaba muy tarde, a las tres
o cuatro de la madrugada, y se levantaba también muy tarde, entre las 10:00 y las 11:00 horas; el personal
militar de la primera planta se acostaba en torno a la medianoche, terminada la última reunión de guerra de
cada día y se levantaba hacia las siete.[cita requerida]

Para los miembros cercanos a Hitler, Keitel, Lammers y Bormann, Hitler predicaba con el ejemplo pagando sus propios costes
personales sin derogar ningún fondo del Estado. Los ingresos de Hitler, hábilmente administrados por su secretario personal Martin
Bormann, sucesor de Rudolf Hess, provenían de los derechos por su imagen postal y por su libroMein Kampf. [cita requerida]

Otro de los rasgos característicos de Hitler era su desprecio por la debilidad ante el enemigo y por éste, sobre todo al judaísmo y en
segundo grado al comunismo, su impulsividad y su obcecación por las metas sin importar el costo que tuvieran. Por ejemplo: cuando
Brauchistch le solicitó la retirada estratégica deMoscú, Hitler se encolerizó diciendo:

¡No me podéis quitar Moscú!, ¡quiero Moscú!.


Un ejemplo de su aparente flexibilidad es cuando cedió ante Himmler por la deportación de los holandeses a Polonia, en pro de
aumentar primeramente el contingente de las SS.

Albert Speer llegó a emitir el siguiente comentario al respecto:

En el lugar donde debía haber un corazón en el pecho de Hitler


, había un gran hueco.

Cuando le tocaba tratar temas variados sobre aspectos técnicos o militares, mostraba un acabado conocimiento de estos, llegando a
sorprender a sus interlocutores.

Hitler era muy condescendiente con quienes mostraban valor y arrojo en combate; llegó a diseñar él mismo la Cruz de Brillantes,
Espadas y Robles paraHans Ulrich Rudel, el célebre piloto de «Stukas».

Autodidacta y lector empedernido


Hitler era autodidacta. Sus conocimientos detallados acerca de diversos temas no los había
adquirido en forma sistemática o bajo dirección científica, dado que además siempre tuvo una
aversión contra las universidades y los profesores universitarios, a los que despectivamente
llamaba "Profaxe". Repetidas veces expresó su aversión a las ciencias establecidas.195
Siguiendo a su mentorDietrich Eckart, Hitler alababa las enseñanzas esotéricas y ocultistas de
autores como Guido von List o Hanns Hörbiger, los que unían ciertas tesis científicas con
elementos míticos y místicos y que con frecuencia también integraban ideas nacionalistas o
racistas en sus obras.

Hitler poseía más de 16 000 libros distribuidos en tres bibliotecas privadas ubicadas en
Múnich, Berlín y Berchtesgaden, de los que unos 12 000 se han conservado.196 Junto a
literatura militar práctica, como Heigls Taschenbuch der Tanks (El compendio de tanques de
Heigl),197 que representaba alrededor de la mitad del inventario,196 Hitler leía a numerosos
escritores nacionalgermanos y antisemitas tales como Paul de Lagarde, Hans F. K. Hitler, de perfil.
Günther197 o Jörg Lanz von Liebenfels198 y documentaba su comportamiento como lector
con subrayados y notas al margen. Más de un diez por ciento de los libros que se conservan
estaban representados por esotérica de derecha y ocultismo, por ejemplo obras de Carl Ludwig Schleich, Maximilian Riedel o Ernst
Schertel.196 197

Hay poca ficción o bellas letras entre las obras que se conservan.197 La afirmación de Hitler, de que en prisión habría realizado
estudios filosóficos con Immanuel Kant, Arthur Schopenhauer y Friedrich Nietzsche, merece ponerse en duda por la falta de estos
filósofos entre lo que se conserva de la biblioteca.197 196 Solamente un tomo con escritos de Johann Gottlieb Fichte, regalado por y
con dedicatoria de Leni Riefenstahl, se encuentra197 junto a dramas de Shakespeare, preferido por Hitler antes de Goethe y Schiller.
Le gustaba impresionar a sus auditores con citas de Julio César y Hamlet.196 Hitler era capaz de memorizar en forma duradera
informaciones esenciales fruto de sus lecturas, incluso muchos detalles, intercalándolas a voluntad en sus discursos, conversaciones o
monólogos. Al hacerlo, generalmente evitaba indicar la fuente, de manera que a los auditores con frecuencia les daba la impresión de
.195
que se trataba de ideas originales del propio Hitler

No dominaba ningún idioma extranjero aparte de un francés rudimentario que había aprendido en la enseñanza media de Linz,
terminando sus estudios en el ramo al tercer año con la nota de «insuficiente».199 Es de suponer que en los años 1914–1918 haya
tenido ocasión de refrescar en algo sus conocimientos de francés en el frente occidental. Como canciller, Hitler se informaba de la
prensa extranjera solamente por vía de su traductor jefe Paul-Otto Schmidt. Aparte de Praga (1939), Varsovia (1939), París (1940) y
Roma, así como Viena y Berlín, Hitler personalmente no conoció otras capitales europeas.

Dado que tenía mala vista, pero rehusaba portargafas por vanidad, los sirvientes debían distribuir gafas para leer en todas las salas de
200
la Cancillería, para que Hitler tuviera rápidamente una a mano.
Antisemitismo
El primer testimonio de Hitler sobre la cuestión judía se encuentra en una carta escrita en septiembre de 1919:

Utilizando la terminología biológica que frecuentemente desplegaría, declaró que las actividades de los
judíos producían «una tuberculosis racial en las naciones». Afirmó categóricamente que los judíos eran una
raza, no una religión. El antisemitismo como movimiento político, declaró, debería basarse en la «razón»,
no en la emoción, y debería conducir a la eliminación sistemática de los derechos de los judíos. Sin
embargo, concluía:

El «objetivo final», que sólo podía alcanzarse con un gobierno de «fortaleza


201
nacional» tenía que ser la «eliminación completa de los judíos».

Veintinco años después, en vísperas de su suicidio, dejó escrita en su Testamento Político su valoración de la «raza judía» como la
verdadera culpable de la guerra en curso.

En un pasaje de Mein Kampf, escribió que el sacrificio de los soldados alemanes en el frente de la Gran Guerra no hubiese sido
202
necesario si «doce o quince mil de estos judíos corruptores del pueblo hubiesen sido sometidos a los gases tóxicos».

El antisemitismo de Hitler era un componente muy arraigado y esencial de su ideología, más allá de los usos propagandísticos que
pudo darle a lo largo de su trayectoria política. Junto con el deseo de asegurar la hegemonía de Alemania en Europa y la consecución
203
de un espacio vital para su país, la eliminación de los judíos era el tercer elemento que conformaba su ideología.

El deseo de venganza que Hitler desarrolló tras la capitulación alemana en noviembre de 1918 se centró en una serie de enemigos que
ya había identificado años antes, a los que solo se podía combatir mediante la guerra;

Ya que bajo su punto de vista los judíos eran los responsables de los crímenes más terribles de todos los
tiempos -por la «puñalada en la espalda» de 1918, la capitulación, la revolución, la desgracia de
Alemania-; ya que bajo su pervertida percepción eran los principales protagonistas del capitalismo de Wall
Stret y de la City de Londres, así como del bolchevismo de Moscú; y ya que, según su creencia en la
leyenda de la «conspiración judía

En este sentido, Hitler se veía como el agente necesario para la salvación de Alemania y veía la destrucción del poder de los judíos
como el medio indispensable para lograrla.

Con su ascenso al poder el 30 de enero de 1933, su Weltanschauung, ante todo un conjunto de objetivos visionarios, sirvió para
integrar las fuerzas centífugas del nazismo, para movilizar a sus activistas y para legitimar determinadas iniciativas políticas llevadas
a cabo siguiendo, de una forma u otra, su voluntad. Entre tales objetivos estaba la eliminación de los judíos, idea que supo manejar
con criterio táctico a lo largo de su carrera. Así,

Hitler intervenía para canalizar los ataques en forma de una legislación antijudía tremendamente
discriminatoria, aplacando en cada fase a los radicales y progresando en la radicalización de las medidas
adoptadas. Existía, por lo tanto, una «dialéctica» continua entre acciones «salvajes» desde abajo y
discriminación orquestada desde arriba. Cada fase de radicalización era más intensa que la que la precedía.
204
De esta manera, la inercia no se desvanecía nunca.

Teorías sobre el origen de su antisemitismo


Desde su aparición en el mundo político, surgieron toda clase de teorías y rumores que han intentado explicar los orígenes del
antisemitismo de Hitler.

Se dice que al menos desde la década de los 1920 ya circulaban rumores de que Hitler tenía alguna ascendencia de sangre judía. La
más seria de estas teorías es la que expuso Hans Frank en sus memorias, escritas después de la guerra. Frank afirmó haber
investigado sus antecedentes familiares por orden del mismo Hitler y llegado a la conclusión de que su abuela, Maria Schicklgruber,
había dado a luz a Alois Hitler, el padre de Hitler, mientras trabajaba como criada en una familia judía de Graz apellidada
Frankenberger, de la cual el hijo de la misma, Leopold Frankenberger, sería el padre de Alois. Ninguna de estas historias, incluida la
de Frank, ha demostrado tener bases factuales.205 Lógicamente las implicaciones de estos rumores eran políticamente explosivas
para un proponente de una ideología especialmente racista contra los judíos. Los adversarios intentaron demostrar que Hitler tenía
antepasados judíos o checos, y aunque estos rumores no fueron nunca probados, se piensa que para Hitler fueron una razón suficiente
para ocultar sus orígenes.[cita requerida] Según Robert G. L. Waite en The Psychopathic God: Adolf Hitler, el régimen de Hitler hizo
ilegal que las mujeres alemanas trabajaran en familias judías, y después del Anschluss (anexión) de Austria, convirtió la ciudad natal
de su padre en un área de prácticas de artillería. Waite dice que las inseguridades de Hitler en este aspecto pueden haber sido más
importantes que si la ascendencia judía pudo ser probada por sus compañeros.

Para 1903, Hitler asistía a la Realschule al mismo tiempo que Ludwig Wittgenstein, uno de los más destacados filósofos del siglo
XX. Un libro de Kimberley Cornish sugiere que los conflictos entre Hitler y algunos estudiantes judíos, incluyendo Wittgenstein,
fueron un momento crítico en la formación de Hitler como un antisemita.206 Sin embargo, la obra de Cornish ha sido acusada de ser
de naturaleza especulativa.207 208

Muchos otros historiadores tratan de especular el origen de su odio extremo hacia los judíos señalando la posibilidad de que el padre
biológico de Alois (y por tanto su abuelo) fuera de origen judío,[cita requerida] lo que fue desmentido luego. Otros lo atribuyen a que
su madre, Klara Hitler, murió al cuidado de un médico judío,209 pero el mismo Hitler pareció estar agradecido por sus atenciones (le
regaló una pintura y más tarde como canciller le permitió salir de Austria).210 Según algunos, sería la idea de la supuesta influencia
sionista para que Estados Unidos entrara en la guerra.[cita requerida] Hasta la fecha, ninguna de estas aseveraciones ha sido
convincentemente confirmada.

Por otra parte, diversos autores también aseguran que Hitler fue seriamente influenciado por la teoría del darwinismo social211
basada en la idea de Darwin de "la supremacía del más fuerte" y extendida como una práctica social por la creencia en una supuesta
superioridad e inferioridad física e intelectual de algunos humanos como resultado de la evolución.212 213 214 215 216 217 En esta
línea de pensamiento, algunos autores consideran que Hitler creía que los judíos y otros grupos étnicos como los afroamericanos y
gitanos, estaban «corrompiendo» la supuesta «pureza» de la nación germana, y ponían en peligro su salud física, y su oportunidad de
competencia con otras naciones del mundo.218 La teoría es incluso tratada en el libro Why the holocaust: Hitler's Darwinistic
Messianic Genocide de Jan Horník, donde el autor señala una cita de Darwin en la que este escribió que en «un futuro no muy
distante» sucedería una de exterminación y reemplazo de «razas salvajes» humanas que si duda alguna generaría un «estado más
civilizado» en la humanidad.k

Otra hipótesis afirma que fue simplemente por estrategia política.[cita requerida] Hitler encontró un culpable simbólico que le permitía
justificar fácilmente el nacionalismo alemán y superar la lucha de clases (lo que en psicología básica se denomina chivo expiatorio).
[cita requerida] El banquero no era malo por ser banquero, sino por ser judío. Si el banquero era alemán, nacionalista alemán, sólo

podía empeñar la plusvalía que obtenía a costa de los trabajadores en engrandecer Alemania. Era una adaptación de la idea fascista
del nacionalismo para superar la lucha de clases, pero era mucho más potente al identificar un enemigo mítico contra el que ya existía
recelo y aversión mítica y antigua. Una brillante idea con la que promover un movimiento unitario con una gran dosis de crítica y
acción constructora (la gran Alemania) y una no menor dosis de destrucción y violencia mítica. La acción política perfecta: construir
y destruir como propuesta política.

Según sus escritos, él consideraba a los judíos como una raza extranjera en territorio alemán y compartía muchas de las ideas
antisemitas comunes en la época, que eran de origen muy antiguo (un ejemplo de esto lo tenemos en la influencia del panfleto
apócrifo Los protocolos de los sabios de Sion). Así es como hablaba de una «conspiración judeo-bolchevique» (en la que incluía a
todos los movimientos de izquierda por igual), al mismo tiempo que culpaba a los empresarios y financieros judíos de los problemas
económicos por los que pasaba Alemania en aquel entonces (algunos de sus
primeros discursos versaban sobre lo que él llamaba «la esclavitud del interés»).
Como se verá, eso llevó a acusarlos también de llevar a Alemania a la derrota en
1918.

En cuanto a sus influencias personales que a menudo se menciona que pudieron


haber alimentado su racismo contra los judíos, se encuentran Henry Ford (de quien
es conocido su antisemitismo), quien además publicó una serie de panfletos
conocidos como The International Jew: The World's Foremost Famous Problem y
apelaba a una supuesta «conspiración sionista», señalando a los judíos como los Al-Husseini, el Gran Muftí de
culpables. Se cree que todo esto también influyó en Hitler, pues la relación se vio Jerusalén y presidente del Consejo
evidente, de hecho, cuando en 1923, Ford fue acusado de proveer ayuda financiera a Islámico Supremo junto con Adolf
Hitler, 1941
Hitler, y más tarde (dos años antes de convertirse en canciller de Alemania) Hitler
declaró a un periodista de The Detroit News: «Considero a Henry Ford como mi
inspiración» (1931)219

Otras figuras con cuya ideología se ha vinculado su antisemitismo, incluyen tanto a Friedrich Nietzsche, de quien leyó sus obras en la
prisión de Landsberg donde redactó Mein Kampf;73 220 como al reformador alemán Martín Lutero, a quien consideraba, junto a
Richard Wagner y Federico el Grande, como uno de los alemanes verdaderamente «grandes» de la historia,221 y responsable de un
gran número de escritos antijudíos.

Legado de Hitler
Durante los Juicios de Núremberg se acusó a 611 personas, integrantes de las diversas instituciones del Tercer Reich, de cinco delitos:
complot, crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad(exterminio), crímenes contra la pazy genocidio. Los principales jerarcas
nazis apresados fueron condenados a la horca o a largas penas de prisión; otros murieron en los meses que siguieron a la caída de
Berlín.

El nazismo y cualquier reminiscencia ideológica afín fueron prohibidos en casi toda Europa; de hecho no se pueden publicar textos
de orientación nazi ni utilizar públicamente esvásticas y otros símbolos hitlerianos sin riesgo de cometer falta o delito punible. Sin
embargo, la discriminación antisemita permaneció hasta bien entrada la década de los 60, sobre todo en países americanos.

Desde el punto de vista militar, el legado más importante de la Alemania nazi es la


completa adopción del concepto del Blitzkrieg, literalmente guerra relámpago, en
todas las academias de guerra del mundo. Las estrategias, batallas y técnicas de la
Wehrmacht usadas en la Segunda Guerra Mundial son objeto de estudio en todos los
institutos militares. Hitler fue nominado al Premio Nobel de la Paz de 1939, pero
esta no fue una nominación seria y fue más bien una crítica en forma de sátira de un
miembro del parlamento sueco.222

La publicación del libro Mein Kampf de Hitler está prohibida en muchos países
europeos, principalmente enAlemania desde 1945;223 no obstante, sigue editándose
en otros países, como por ejemplo España y México, circula libremente en muchos
idiomas por las librerías de muchos países y es objeto de estudios de todo tipo.
Primera edición de Mein Kampf, julio
Distintos grupos en todo el mundo se consideran herederos del nazismo. Grupos de 1925.

violentos como el Ku Klux Klan, Nación Aria, etc., se reclaman herederos de esta
doctrina.50

Otro de los legados de Hitler es el nombre y el concepto del automóvilVolkswagen (auto del pueblo), llamado en un primer momento
Kdf-Wagen (Kraft durch Freude, fuerza a través de la alegría). El diseño original del auto fue realizado por el ingeniero Ferdinand
Porsche, pero el propio Hitler se ocupó de los detalles finales del acabado de la carrocería y aportó el nombre. Durante el gobierno
nazi solo se construyeron prototipos, pero tras la guerra el Volkswagen (como fue conocido finalmente el automóvil) se hizo muy
popular, desarrollándose diversos modelos de e( scarabajo).224

"Higiene racial" y el Holocausto


Uno de los fundamentos de Hitler y el NSDAP de las políticas sociales es el
concepto de «higiene racial». Se basó en las ideas de Arthur de Gobineau, el
movimiento de la eugenesia, y el darwinismo social. Aplicado a los seres humanos,
«la supervivencia de los más aptos» fue interpretado como una exigencia de la
pureza racial y la matanza fuera de la «vida indigna de ser vivida». Las primeras
víctimas fueron mutilados y niños con retraso en un programa denominado Acción
T4. Después de una protesta pública, Hitler hizo un amago de poner fin a este
programa, pero, de hecho, los asesinatos continuaron. Generalplan Ost: la deportación o
exterminio de la población deorigen
Entre 1939 y 1945, las SS, con la ayuda de gobiernos colaboracionistas y reclutas de
eslavo.
los países ocupados, sistemáticamente asesinaron entre 11 y 14 millones de
personas, incluidos cerca de seis millones dejudíos, en los campos de concentración,
los guetos y las ejecuciones en masa y a través de otros métodos como los experimentos médicos. Además de los que eran gaseados
hasta la muerte, muchos de ellos murieron como consecuencia de la hambruna y la enfermedad mientras trabajaban como esclavos (a
veces en beneficio de las empresas privadas alemanas en el proceso, debido al bajo costo de esa mano de obra). Junto con judíos,
fueron asesinados polacos no judíos (más de tres millones de víctimas), opositores políticos (como algunos comunistas), miembros de
grupos de resistencia, prisioneros de guerra soviéticos (se estima que cerca de tres millones de ellos), sindicalistas, religiosos
católicos y cristianos protestantes opositores, testigos de Jehová, miembros del clero anti-nazi, minusválidos, discapacitados físicos,
retrasados mentales, pacientes psiquiátricos, homosexuales y gitanos. Uno de los mayores centros de asesinato en masa fue el
complejo-campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau. Hitler nunca visitó los campos de concentración y no habló en público sobre
las muertes en términos precisos.

Las matanzas que llevaron al Holocausto (la «Solución Final de la Cuestión Judía» o
Endlösung der Judenfrage) fueron planificadas y ordenadas por líderes nazis, con
Himmler jugando un papel clave. Si bien no se ha hallado la orden concreta de Hitler
autorizando el asesinato en masa de los judíos, existe documentación que demuestra
que aprobó los Einsatzgruppen, escuadrones de muerte que siguieron al ejército
alemán a través de Polonia y Rusia, y que se le mantuvo bien informado acerca de
sus actividades. La evidencia también sugiere que en el otoño de 1941, Hitler y
Himmler decidieron el exterminio en masa por medio de gases. Durante los
interrogatorios por oficiales de inteligencia soviéticos, desclasificados más de Cadáveres apilados sobre un
remolque a las afueras del
cincuenta años después, el valet Heinz Linge y el ayudante militar Otto Gunsche
crematorio del campo de
oyeron decir a Hitler que había «poros de más en los primeros planos de las concentración de Buchenwald(abril
cámaras de gas».[cita requerida] Hitler además se preocupó de que la llamada de 1945).
Solución final se aplicara a cada país invadido, prueba de ello fue el encargo
personal a Theodor Dannecker para que supervisara la deportación de judíos de
Bulgaria. Cuando empezaron las deportaciones de los judíos holandeses, la esposa de Baldur von Schirach, Henriette Hoffmann
espetó en la misma cara a Hitler por lo que le sucedía a la población judía en ese país. Hitler después de ese comentario infortunado
expulsó al matrimonio von Schirach de su círculo social.

Para avanzar en la aplicación de esta «Solución Final», se celebró laConferencia de Wannsee cerca de Berlín, el 20 de enero de 1942,
con quince altos funcionarios participantes, dirigido por Reinhard Heydrich y Adolf Eichmann. Las actas de esta reunión
proporcionarían la prueba más clara de la planificación para el Holocausto. El 22 de febrero, Hitler fue grabado diciendo a sus socios,
[cita requerida]
«vamos a recuperar nuestra salud sólo con la eliminación de los judíos».
Predecesor: Sucesor:
Paul von Hindenburg Führer de Alemania Karl Dönitz
1934-1945

Predecesor: Sucesor:
Kurt von Schleicher Canciller imperial de Alemania Joseph Goebbels
1933-1945

Predecesor: Sucesor:
Anton Drexler Líder del Partido Nazi Martin Bormann
1921-1945

Predecesor: Sucesor:
Franz Pfeffer von Salomon Comandante de las Sturmabteilung Ernst Röhm
1930-1931

Predecesor: Sucesor:
Walther von Brauchitsch Alto mando del Oberkommando des Ferdinand Schörner
Heeres
1941-1945
Predecesor:
Persona del año paraTime Sucesor:
Chiang Kai-shek
1938 Joseph Stalin
Soong May-ling

Predecesor: Sucesor:
— Reichsstatthalter de Prusia Hermann Göring
1933-1935

Véase también
Adolf Hitler en la cultura popular
Alemania Nazi
Anexo:Calles designadas como Adolf Hitler
Holocausto
Mein Kampf
Nacionalsocialismo
Opiniones religiosas de Adolf Hitler

Notas
a. A la muerte del presidente Hindenburg, se intituló Führer und Reichskanzler (‘líder y canciller imperial’), asumiendo
las funciones del Reichspräsident (presidente), que se sumaron a las que ya desempeñaba como jefe de Gobierno
desde 1934. Dicho título fue el empleado hasta julio de 1942, fecha en la que cambió por Führer des Großdeutschen
Reiches (‘líder del Gran Imperio Alemán’).
b. Este período hace referencia al tiempo en el que Hitler ostentó únicamente el título de canciller. Tras la muerte de
Hindenburg, siguió siendo canciller, pero unió las funciones del presidente a las de este cargo, por lo que pasó a ser
jefe de Estado y de Gobierno.
c. También conocido en castellano comoAdolfo Hitler.
d. En alemán, Nationalsozialistische Deutsche Arbeiterparteio NSDAP.
e. Nicolaus von Below, Gerda Christian y Else Krüger declararon que la boda se celebró antes de medianoche, pero
todos los demás testimonios y pruebas, incluida la fecha del certificado de matrimonio, confirman que se celebró
comenzado el día 29 de abril.140
f. El resto de los componentes del gobierno eran Paul Giesler (Ministerio del Interior), Karl-Otto Saur (Ministerio de
Armamento), Werner Naumann (Ministerio de Propaganda), Schwerin von Krosigk (Ministerio de Finanzas), Walther
Funk (Ministerio de Economía), Otto Georg Thierack (Ministerio de Justicia) y Herbert Backe (Ministerio de
Agricultura).146
g. Ninguno de los testigos más próximos y creíbles afirmaron haber escuchado el sonido de un disparo. 158

h. No tienen credibilidad las fuentes, recogidas intencionadamente por algunos autores soviéticos, que afirmaron que
Hitler se envenenó con cianuro. Este fue el testimonio de Fritz Tornow, que solo entró en la habitación cuando ya se
habían retirado los cuerpos. Hans Baur, el piloto de Hitler que tampoco estaba presente, sostuvo la versión de que
se envenenó previamente a dispararse, igual que Artur Axmann citando a Günsche, algo que contradecía sus
primeras explicaciones y además desmentido por el mismo Günsche. Ni Linge ni Günsche hablaron en ningún
momento de envenenamiento y tampoco mencionaron el olor característico del ácido prúsico en el caso de Hitler, un
envenenamiento previo que es además extremadamente improbable por razones forenses debido a la rápida acción
del ácido prúsico. No tienen ningún fundamento tampoco las versiones que sostienen que Hitler se disparó en la
boca o que fue un tiro de gracia de Günsche o Linge. 161

i. Según un primer relato oficial de los soviéticos Krebs se entrevistó con Vasili Chuikov, mientras que otra versión
afirma que llegó a encontrarse con Zhúkov.167 Según el relato de Zhúkov, después de informar a Stalin de la
muerte de Hitler, para encontrarse con Krebs envió al cuartel general de Chuikov a su jefe de Estado Mayor, Vasili
Sokolovski.168
j. Los soviéticos también habían tenido noticias del matrimonio de Hitler y Eva Braun por medio de un prisionero civil
que afirmó ser un técnico encargado de una reparación del sistema de ventilación del búnker, a cuya declaración el
NKVD no le concedió ninguna credibilidad.182
k. La cita: «En algún periodo del futuro, no muy distante, como en cuestión de siglos, es casi seguro que las razas
civilizadas del hombre exterminarán y reemplazarán a las razas salvajes en todo el mundo. Al mismo tiempo, los
monos antropomorfos, tal como el profesor Schaaffhausen ha señalado, será sin duda exterminados. La ruptura
entre el hombre y sus aliados más cercanos entonces será más amplia, porque intervendrá en el hombre en un
estado más civilizado, como podemos esperar, incluso que el de los caucásicos, y algunos monos tan inferiores
como el mandril, en lugar de como ahora [pasa] entre el negro o el australiano y el gorila»; Charles Darwin, El origen
del hombre (1871), Cap. VI, «En el lugar de nacimiento y la antigüedad del hombre».

Referencias
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7. Franz Jetzinger: Hitlers Jugend. 58. Shirer, 1960, p. 70
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la nota la pie nº 19; compárese 35. Kershaw, 1999, p. 135. 62. Fest, 2006, p. 281
con Hamann, 1997, p. 64. 63. Shirer, 1960, p. 75
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Enlaces externos
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Juan Francisco Fuentes, «Libros que matan» (reseña del ensayo de Timothy W. Ryback, Los libros del gran
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«Adolf Hitler». NNDB. Consultado el 12 de diciembre de 2012.

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