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Bueno señora, muchas gracias, hasta mañana…

¿Pero adónde vas abombada?

Tengo cosas que hacer.

¿Qué cosas?

Dejé sin planchar el cable de la plancha, vio que después queda arrugado y…

Sentate, quiero que hablemos de la película. ¿Y? ¿Qué te pareció?

Es muy linda Italia.

Italia es preciosa, ¿viste qué paisajes no? Yo viendo esta película siento que estoy allá.

Si, el que hizo la película debe tener una agencia de turismo, ¿no es cierto?

Es director de cine, no necesita trabajar.

Qué suerte…

Pero bueno, decime algo más.

¡No sé señora!

Hablame de la historia.

Y… se conocen, se les sube la sangre, hacen sus cosas y se separan.

La vida misma.

Si, lo que nos pasa a todos. Ahora, que cosa gastar tanta plata en algo que le pasa a personas
como nosotras, ¿no es cierto señora? Yo creí que las historias de las películas eran más grandes
que una, no iguales.

No te compares. Esa gente es muy distinta a vos. Fijate como se la pasan hablando de libros, de
poesía, de filosofía, de arte.

Es cierto, parecía que estaban más en una clase de la facultad que en una casa, ¿no?

¿Vos sabés mucho de facultades?

¡No! ¿Qué voy a saber señora? Por eso es que usted entiende más que yo la película.

A ver, ¿qué no entendiste?

Me pareció que a veces contaba cosas que si no estaban era lo mismo.


Dame un ejemplo.

Y… hay muchos… Por ejemplo cuando están al lado de la pileta, con los anteojos negros, que no
pasa nada por mucho tiempo.

Claro, ¿sabés qué pasa? No se puede vivir de “Rambito y Rambón primera misión”. Si supieras más
estarías tan orgullosa como yo. Esos son planos en homenaje a nuestra gran directora salteña, que
aunque provinciana es como nuestra. Cuando vi esas imágenes se me cayeron las lágrimas.

A mí también. Digame, esa directora, la que es nuestra pero es de Salta, ¿es famosa?

Bueno, en las facultades la adoran. Y en Europa también.

Claro, como yo de facultades no tengo idea y de Europa solamente conozco lo que la agencia nos
acaba de mostrar…

Vos quedate tranquila que todo se aprende. Un día vas a mirar una película como esta y te juro
por Dios que la vas a entender.

Mire que yo creo en los milagros, pero entender por qué alguien haría una película en que la
imagen es como que la están pateando y después como si la estuvieran quemando, ¿o no vio que
en un momento aparecieron como esos dibujos que tienen las negativos de las fotos? No, no creo
que algo así yo pueda entenderlo nunca. Ni por intervención divina del espíritu santo en persona.
O en paloma.

Lo que pasa es que esas cosas en particular no son para vos. Están más puestas para gente como
yo, que busca del cine algo más complejo que una historia.

¿Qué es lo que busca la gente como usted señora? Me gustaría mucho saberlo.

Que mientras miramos cine nos hagan acordar que miramos cine.

¿Usted anda mal de la memoria?

No, quiero decir que mientras miramos una película nos gusta reflexionar sobre el mismo hacer
del cine. Entender cine es muy complicado. Hay muchas cosas que te estás perdiendo.

Seguro que tiene razón. ¿Sabe qué? Yo me quedé pensando cuando van de viaje, ¿Por qué el chico
vomita?

Eso es un símbolo. Está muy enamorado.

¡Ah, con razón cuando usted cocina para su aniversario el señor también se la pasa vomitando!
¡Ahora entiendo!

Decime la verdad. ¿Te gustó?

¡Si usted sabe que yo soy una bruta señora!


¡No me mientas que no estamos jugando a la canasta!

La verdad que se me hizo un poco pesada y me dio sueño, pero hoy me levanté a las siete.

Estoy un poco decepcionada. Esperaba más de vos.

¿Qué quiere? ¿Qué me ponga el despertador a las seis?

No. Que me digas algo más interesante, no sé, encima que la puse especialmente para vos, al
final…

El reloj, ¿se dio cuenta? El reloj del chico.

¡Muy bien! Ahí hay algo, muy bien.

Como que lo mostraban mucho, ¿no es cierto? Se notaba que querían decir algo con el reloj,
entonces había momentos que solamente estaban puestos para que se entendiera que querían
decir algo con el reloj. ¿Pero eso está bien? ¿Qué sea tan fácil que uno se dé cuenta que le quieren
decir algo porque le dicen lo mismo una y otra vez y no pasa más nada que eso que repiten? A mí
no me hace sentir muy inteligente que me digan siempre lo mismo, ¿a usted señora?

No es tan fácil darse cuenta.

Le digo que es muy fácil.

No, no lo es y basta. Me pone nerviosa que seas tan necia. Viste una obra maestra y lo único que
dijiste es que era aburrida, chica y reiterativa. Me parece un análisis demasiado pretencioso para
alguien que solamente mira canal siete todo el día.

Solamente en horas de descanso señora. Bueno, ¿me puedo ir a dormir ahora?

Si. ¿Vas a pensar en todo lo que hablamos?

No señora, disculpe. En la cama y a la hora de mirar la tele, prefiero soñar en grande.

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