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MARCO TEORICO

Historia del comic


La palabra cómic designa a aquello que algunos denominan figuración narrativa; esa
forma híbrida que mezcla texto e imagen se desarrolló en Norteamérica a fines del XIX.
A estas narraciones se las ha denominado cómics porque fueron esencialmente cómicas.
Hasta 1929 no apareció el primer cómic realista, Tarzan, de Harold Foster, inspirado en
la obra de Burroughs. Como las restantes formas expresivas creadas por los medios de
comunicación de masas, los cómics son unos productos industriales. Ello supone que en
el proceso que va desde su creación hasta su difusión pública en ejemplares múltiples y
en forma de papel impreso, intervienen gran número de personas y diversos procesos
técnicos. En puridad, el cómic existe como tal sin necesidad de su multiplicación y
difusión masiva, y, de hecho, el producto artesanal y único surgido del pincel o de la
plumilla del dibujante lo es ya. Sin embargo para que tal producto alcance el estadio de
la comunicación de masas es necesario proceder a su reproducción en ejemplares
múltiples, tarea propia de la industria periodística o editorial.
El cómic es un fenómeno de ámbito mundial. A pesar de que históricamente alcanza su
máxima expresión en Estados Unidos y Europa, Hoy en día, se lo encuentra por doquier,
y sobre todo en Japón, donde esta experimentando un volumen de producción y un
dinamismo extraordinarios. Cada país ha adoptado un termino específico para designar
esta expresión artística: así, en Francia las tiras o strips dan lugar a Bande dessinée o
B.D.; en Italia el termino fumetti deriva de la palabra fumetto (o humito), que designa al
bocadillo. Los países anglófonos utilizan comic y en España se alterna ese termino
castellanizado cómic con la palabra historieta, más globalizadora, utilizada así mismo en
la América hispanohablante. En Portugal se utiliza el termino quadrinhos.
Los orígenes.
Los cómics surgieron, precedidos de una larga tradición de narrativa iconografica en
Europa y por un exuberante desarrollo de la ilustración, en el seno de la industria
periodística estadounidense, a finales del siglo XIXLos cómics nacieron en Estados
Unidos como consecuencia de la rivalidad de dos grandes rotativos de Nueva York: el
World, propiedad de Joseph Pulitzer desde 1883, y el Morning Journal, adquirido por
William Randolph Herast en 1895. Yellow KidEn un clima de intensa competencia
comercial, el World creó, en abril de 1893, un suplemento dominical en color en el que
publicaron sus creaciones los dibujantes del periódico. Entre estos figuro Richard Felton
Outcault, quien desde julio de 1895 dio vida a una serie de abigarradas viñetas, sin
narración secuencial, en las que con intención caricaturesca mostraba estampas
infantiles y colectivas del proletario barrio de Hogan Alley, en Nueva York. En esta serie,
y a través de diversos tanteos, fue tomando cuerpo un protagonista infantil -calvo,
orejudo, de aspecto simiesco y vestido con un camisón de dormir de color amarillo
(coloración adquirida el 16 de febrero de 1896)- que fue bautizado como Yellow Kid
(niño amarillo). Aunque en la serie habían aparecido ocasionalmente globos con
locuciones inscritas, Yellow Kid se expresaba, a través de textos escritos en su camisa,
en un lenguaje crudo y populachero.
Pero al adquirir Hearst el Morning Journal e iniciar, en octubre de 1896, la publicación
de su suplemento dominical titulado The American Humorist, arrebató a Outcault a su
rival y le hizo que continuara las andanzas de Yellow Kid en sus paginas, mientras el
World proseguía la publicación del mismo personaje, pero dibujado por Geo B. Luks. Los
cómics primitivos, siempre de carácter jocoso, iniciados por Rudolph Dirks en el
Mourning Journal, se orientaron fundamentalmente hacia los protagonistas infantiles y
sus travesuras tendencia en la que destacaron los revoltosos niños germanoamericanos
The Katzenjammer Kids 1897, en el marco de África tropical. Happy HooliganCon la
duplicidad de Yellow Kid y con este nuevo episodio se instauró definitivamente en los
cómics la supervivencia de los personajes dibujados más allá de la voluntad, e incluso de
la muerte, de sus creadores originales. Una ternura infantil presidió también la creación
de Little Tiger 1897, el tigrecito dibujado por James G. Swinnerton para el Morninga
Journal, que iniciaba la estirpe de animales protagonistas. En el mismo periódico
apareció , en 1899, el vagabundo Happy Hooligan[3] , obra de Frederick Burr Opper. El
mismo dibujante dio vida a los extravagantes franceses Alphonse and Gaston 1900,
caricatura del refinamiento francés, y a la agresiva mula protagonista de Her name was
Maud! Su nombre era Maud
Así empezó a esbozarse, siempre en forma de caricatura, la tipología del antiheroe
asocial, que tuvo su mejor plasmación en el alto y poco escrupuloso Augustus Mutt
1907, obra de Bud Fisher, iniciador de las daily-strips tiras diarias, personaje que en
1908, encontraría al pequeño Jeff en un manicomio, con quien se uniría para formar la
extraña pareja Mutt and Jeff.
El primer comic considerado como tal apareció en Ecuador en el año 1983 y fué
producido por el guayaquileño Iván Valero Delgado,el nombre del personaje central es
Panfleto,quien con sus amigos y su agudo humor cambió la manera de leer comic que
hasta ese entonces existía en el Ecuador,la publicació contó con un tiraje de 5,000
ejemplares el mayor publicado hasta la época,e impreso en offset Graba,distribuído
nacional e internacionalmente por la firma Muñoz hermanos,luego Iván preparía una
segunda edición en el año 1988 lista para finales de ese año,quie contó con el apoyo del
Ing. Andrés Mendoza Paladines y el Abogado Eduardo Mendoza Paladines,después en
el año de 1989 Marcelo Ferder, Javier Bonilla, Juan Lorenzo Barragán y Hugo Idrovo
lanzan en la galería Pomaire el número uno de "Secreciones del Mojigato"; con un tiraje
de 1000 ejemplares, selección de historieta negra ecuatoriana recogiendo una serie de
trabajos algo inmaduros pero a la vez bastante atrevidos para ese momento.
Como se hace un comic
El proceso creativo utilizado en el cómic no difiere en demasía de cualquier otro proceso
editorial o artístico; y aunque cada autor tiene un método diferente a la hora de trabajar,
casi siempre se hace necesario atravesar una serie de pasos básicos:
-Proyectación o diseño.
-Producción o dibujo.
-Post-producción o impresión/publicación digital.
- Proyectación o dibujo
Idealización: Aquí comienza lo esencial del cómic, lo que dará vida a unos personajes,
situaciones y acciones que desencadenarán una historia. Cualquier historia imaginada
puede plasmarse en un cómic y es por ello que no hay que desechar ninguna idea a
priori. Escribir hoy unas líneas con un concepto que no dice nada, puede ser mañana el
principio de algo. Almacenar esas ideas en una libreta es una buena solución para no
desesperar a la hora de buscar una historia convincente.
En este paso se elige a que responderá el cómic:
-Ficción (elección de género: aventuras, comedia, ciencia-ficción... o mezcla de ellos).
-No-ficción (infografía, periódicos, instrucciones, etc...).
Diseño de producción
-Diseño de personajes. Consiste en abocetar todos los personajes principales del cómic
vistos desde cualquier ángulo, decidiendo su indumentaria, gestos, peinado,
complementos, etc. En definitiva, cualquier diseño que ayude a entender como es cada
personaje.
-Ambientes coherentes. Se trata de estructurar universos propios convincentes
eligiendo escenarios y localizaciones.
-Estilográfico (adulto-infantil-juvenil). ¿A quién va dirigido el cómic? ¿Qué público leerá
la obra? Es esencial planificar un estilo de dibujo para todo el cómic acorde al lector. Lo
esencial es que la obra tenga coherencia gráfica de principio a fin para que el resultado
sea lo más profesional posible.
-Materiales y técnicas. Este es un campo muy personal. Cada autor dispone hoy en día
de innumerables materiales y técnicas con las que trabajar, desde un lápiz y un pincel
hasta hacerlo todo a través de programas de diseño por ordenador. Lo importante es
que la elección de materiales y técnica vaya acorde al estilográfico que llevará la obra,
que pueda ser reproducido posteriormente y/o publicado digitalmente.
Documentación
Un trabajo bien documentado es una obra creíble. Da igual que el cómic sea de ciencia-
ficción, un drama histórico o una biografía de un personaje público, siempre hay
referentes en los que apoyarse para dar coherencia a la historia.
Se suele buscar documentación principalmente en:
-El cine y la literatura.
-En otros cómics.
-En Internet.
Planificación: Desarrollo espacio-temporal de la obra y plazos de entrega
Desarrollo del guión
Producción o Dibujo
Estos pasos tienen mucho que ver con la técnica seleccionada, en cualquier caso, casi
siempre se suele abordar los siguientes pasos de alguna forma u otra:
1. Storyboard y/o guión técnico. Tanto uno como otro ayudan a romper el hielo a la hora
de empezar a dibujar, además consolidan el guión a nivel gráfico para no tener que
improvisar nada en la página original.
2. Encaje a lápiz y entintado.
3. Color (si lo hubiera):
-Color directo: sobre el original
-Color digital: escaneo del lápiz o la tinta original y colorear con un programa de diseño
por ordenador.
4. Arte final. Preparación del archivo final listo para imprimir y/o para ser publicado en
pantalla. Hace falta optimizar el cómic según los soportes donde pueda ser reproducido.
Post-producción o impresión/publicación digital.
Teniendo la obra original falta el paso de la impresión, ya que el cómic- que responde a
un carácter indirecto- no estará terminado hasta que no sea reproducido y/o visualizado
en una pantalla. El lector si lo recibe de forma impresa leerá una reproducción del
original y en este proceso la obra puede sufrir cambios, sobre todo en el color. Si
hablamos de la multitud de dispositivos digitales para visualizar imágenes, los cambios
pueden ser aún mayores dependiendo de la calibración de cada pantalla donde se lea.
Importancia del comic
Todos recordamos cuáles fueron nuestros primeros cómics. En mi caso estoy
convencido de que tuvo que ser algún Don Miki todavía conservo una caja llena de ellos.
Aún así, el primer cómic que recuerdo perfectamente fue el Superman de Zinco número
6. Era la etapa correspondiente a John Byrne, con un Superman derrotado por un
malvado y misterioso Metallo en portada. Aquél cómic me enamoró y mis pobres padres
me quisieron comprar los números anteriores. No sabían lo que hacían… Desde
entonces he sido un ávido lector, el cuál ha leído sin miedo a equivocarme miles de
cómics y un número incontable de páginas y viñetas. Pero fue aquél hecho, el
enamorarme de los cómics desde pequeño lo que me llevó a estar en la situación en la
que me veo ahora.
La juventud de hoy no lee muchos cómic; de hecho, no lee nada o casi nada. Esto viene
de un problema de carácter social padres muy ocupados para estar excesivamente
encima de los niños, rivales de ocio como internet y televisión o prejuicios hacia el medio
serían algunos de los problemas.
Hay que crear una cantera de lectores desde joven. Es más fácil que una persona acabe
leyendo cómics regularmente si lo ha hecho desde pequeño. Por ello es importante
cuidar al lector infantil. Cómics como Los Pequeños Titanes, las Aventuras de Spider-
Man o los cómics de Disney ayudan a esta empresa. Aún así, son los padres y las
instituciones los que deben preocuparse en hacer llegar la cultura sea en forma de
cómic, libros o de cualquier otra forma a los más pequeños de la casa.
Por ello me encanta ver iniciativas cómo la de Carmona en Viñetas. Esta asociación sin
ánimo de lucro reside en Andalucía y se dedica a la loable labor de promocionar la
lectura de cómics entre los niños y la juventud. Para ello llevan cómics a los centros
escolares, promocionan el medio, participan y organizan jornadas y actividades y un
largo etcétera. De verdad, lo que hacen me encanta. Me encanta, me apasiona y creo
que la pena es que casi no existan organizaciones así. Los organismos oficiales deberían
realizar estas actividades o, al menos, apoyarlos económicamente.
En una sociedad cómo la actual hay que apoyar la lectura desde bien pequeños para que
este hábito no se pierda o, al menos, quede reducido a algo esporádico. Para ello
necesitamos que todos nuestros estamentos y miembros familiares se preocupen de
que la juventud lean libros y cómics (quizá con esto último sea más fácil de llegar a más
número de jóvenes). Por eso admiro tanto las familias que fomentan la lectura o
asociaciones como la de Carmona en Viñetas, que consiguen algo tan difícil como es que
los niños y jóvenes lean cómics. En definitiva, es muy importante que los niños y jóvenes
lean cómics. Si no hay lectores en el futuro, el medio se verá afectado gravemente. Por
ello animo a todo el mundo a que anime a los jóvenes a leer cómics y que descubran el
increíble mundo que les ofrece.

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