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intervención más utilizadas en la práctica clínica. En general, hoy día con independencia
del método, el entrenamiento en relajación se emplea prácticamente en todas aquellas
situaciones cuyo tratamiento requiere o aconseja la reducción de la actividad simpática del
sistema neurovegetativo, de la tensión muscular o del estado de alerta general del
organismo.
Cuando fueron comparados los 2 tipos de tratamiento se observó que había decrecido
significativamente la ansiedad, la depresión, y el número e intensidad de los síntomas en los
2 grupos. El EA pareció producir efectos específicos sobre las sensaciones de pesadez,
calor en las extremidades y profundidad de la respiración, sin embargo no hubo diferencias
respecto al índice cardíaco y la conductancia cutánea.
Podemos observar que aunque el estudio fue de comparación entre las 2 técnicas y se
obtuvieron determinados resultados, no se estudió su efectividad según las características
particulares (clínicas y psicológicas) de los individuos.
De forma similar se comparó la relación entre ambos métodos, pero esta vez se hizo énfasis
en la parte de los entrenadores, y ver como éstos podían influir con sus sugerencias de
relajación en las 2 técnicas. Al término del entrenamiento se hallaron diferencias en cuanto
a los efectos subjetivos, no fue así respecto a las sugerencias por parte de los entrenadores.2
En 1991 Lucic3 trató de ver si la contracción muscular antes de la relajación resultaba más
efectiva que la técnica de Jacobson, de no usar relajación por contracción muscular. y
obtuvo que los sujetos que no realizaron contracción muscular fueron los más relajados.
Unos de los usos más frecuentes de las técnicas de relajación son aquellos aplicados en la
hipertensión arterial (HTA); la mayoría de los estudios parecen mostrar que mediante este
entrenamiento se han conseguido reducciones significativas de la presión arterial (PA) al
menos estadísticamente, tanto sistólica como diastólica, en pacientes hipertensos. Además,
se observa que este procedimiento en combinación con otras técnicas, constituye una
alternativa prometedora en el tratamiento de dicho trastorno.
Los procedimientos en el entrenamiento de relajación han sido también aplicados en los
paquetes terapéuticos más variados, pretendiendo intervenir sobre los componentes
fisiológicos, cognitivos y temperamentales.
Estos resultados indican que la terapia de relajación puede tener efectos selectivos en la
presión arterial.
También se plantea la hipótesis de que el tratamiento con relajación puede ser efectivo en
hipertensos esenciales que no tengan tratamiento medicamentoso. Para esto, Davison7 y
Richter8 realizaron trabajos tomando en cuenta esta condición, por lo que pudieron
confirmar su hipótesis.
Por su parte, Eisenberg9 planteó que para lograr éxito en la técnica de relajación en
hipertensos leves o moderados, lo más importante consistía en la motivación por la técnica
en sí.
Si bien son muchos los autores que de forma exitosa han aplicado el entrenamiento de
relajación en combinación con algún procedimiento de feedback, se plantea la posibilidad
de que el entrenamiento de relajación puede ser efectivo sin el biofeedback, lo que
facilitaría quizás, gracias al estado de relajación, una mejor circulación arterial.12
Sin embargo, en las conclusiones de este estudio no se precisa como recomendación el uso
del control del estrés y la relajación como parte del tratamiento para la reducción de la
hipertensión, por no tener el autor conclusiones definitivas.
Como otra variante del EA (Boza J, 1992. Entrenamiento autógeno modificado en pacientes
con HTA esencial. Hospital Carlos J. Finlay, La Habana. Trabajo presentado en Conferencia
Psicológica de la Salud, 1992. Palacio de las Convenciones 5-9 octubre La Habana, Cuba)
Boza aplicó el EA modificado a un grupo de pacientes con HTA. Los resultados fueron
satisfactorios, y la autora propuso valorar el entrenamiento en esta técnica psicoterapéutica
en el personal médico, e incluir al médico de la familia con la finalidad de generalizar la
técnica como parte del tratamiento de HTA.
Como hemos observado existen numerosos trabajos que tratan acerca del tratamiento de la
HTA. Entre estos estudios aparecen los que recomiendan el tratamiento farmacológico y no
farmacológico combinados, los que recomiendan la relajación, la relajación combinada con
el tratamiento de biofeedbacks, relajación y psicoterapia, el que controla cambios en el
estilo de vida de los pacientes como una maniobra de reducción del estrés, etcétera. Todos
estos tratamientos y sus combinaciones han producido mejoría en las cifras tensionales de
los sujetos bajo estas experiencias, por lo que entre estas medidas se destaca el tratamiento
con las técnicas de relajación.