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El autor Regi Campbell es un hombre de negocios muy exitoso.

También es un
seguidor comprometido de Jesucristo. Hace unos años, Dios lo llevó a tomar una
incitativa muy poderosa y ejemplar: servir de mentor a un grupo de hombres
mas jóvenes que él para poder compartir las cosas que ha aprendido en su
caminar con Dios, y para servirles de guía y apoyo.
Al poco tiempo de haber comenzado a trabajar con sus ‘discípulos’, entendió el
poderoso ejemplo que Jesus mismo nos había dejado. En su libro, él delinea
principios básicos que Jesus usó como mentor a sus 12 discípulos:

Jesus lo hizo en el contexto de un grupo. Si, con algunos se llevaba mas que
con otros, pero siempre andaban en grupo. Jesus era intencional con su grupo. No
era algo casual. No se reunían a platicar a ver si algo bueno salía de las platicas.
Jesus les enseñaba, los corregía, les modelaba como caminar con Dios.
Aparte de que es mas eficiente trabajar con un grupo de personas, estas mismas
personas tienen una misma meta: ser mas como Jesus. Esto crea presión. Buena
presión. Porque aun que el mentor no este presente, los otros del grupo estan
cerca para checarte y darte un empujón en la dirección correcta.
Jesus escogio a sus discípulos. Despues de una muy larga conversación con el
Padre, Jesus sale a escoger a 12 hombres. Muchos siguieron al Maestro, pero él
cuidadosamente eligió solo a doce.
Es buena idea buscar y pedirle a alguien que nos sirva de mentor, pero es mejor
idea que las personas que pueden ser usadas por Dios como mentores busquen a
quienes mentorear.
El rol de mentor de Jesus tuvo un comienzo y un fin. No era para siempre. Su
trabajo como Mentor a los que les dejaría encargado el gran trabajo de llevar las
Buenas Nueves hasta lo último de la tierra duró solo 3 años.
Cuando el tiempo es limitado, nos concentramos en lo esencial. Nos enfocamos.
Al saber que hay una fecha tope, se nos hace mas facil trazar lo que hay que
hacer y cómo lograrlo.
Jesus tenía una verdad que compartir. El se tomó su tiempo para enseñar esta
verdad, pero mas que todo la vivió frente a sus discípulos.
Todo mentor tiene un conocimiento más amplio de alguna verdad. El tiene más
experiencia en esta verdad. Por eso de mucho valor que la comparta con otros.
Jesus oraba. El oraba con sus discípulos, por sus discípulos, por los discípulos
de sus discípulos y les modelaba una vida auténtica de oración – ¡siendo El
mismo Dios!
La oración es un aparte integral de un grupo de mentoreo. Oran juntos, oran los
unos por los otros y juntos experimentan oraciones contestadas.
Jesus enseñaba haciendo. El no era una catedrático, no un instructor. El les
enseñó sobre la oración orando, servicio sirviendo, perdón perdonando, etc.
El mentor se toma el tiempo para explicar, pero mas que nada, abre su vida ante
el grupo. Es transparente con su diario vivir. El ejemplifica cosas, tal vez básicas
para él, pero que le pueden cambiar la vida a otra persona.
Jesus era un mentor en cualquier lugar. En el camino, en un jardín, cerca del
pozo, en la casa de Pedro, en la sinagoga, en las montañas, y en el mar.
El mentor y su grupo no se deben de limitar a un lugar especifico, como algún
salón de una iglesia, por ejemplo, o e la casa de una sola persona. El mentor se
sale de su zona de comodidad, y busca encontrarse con sus ‘discípulos’ en donde
están – ya sea en su lugar de trabajo, estudio, vivienda, etc. Así el mentor podrá
tener una mejor perspectiva y así podrá brindar mejor ayuda y guía.
Jesus tenía un compromiso alto con sus discípulos, y también les requirió del
mismo compromiso. El fue quien dijo, “El que no toma su cruz, no puede ser mi
discípulo”.
Sin un serio compromiso, nadie será beneficiado en un grupo de mentoreo. Esto
requiere de mucho sacrificio y hasta tener que declinar otro compromiso por
cumplir con este. Tanto el mentor y el resto del grupo están invirtiendo tiempo y
sacrificio.
¿Qué es un Mentor?
Un mentor es una persona mayor y con más experiencia que ayuda al
desarrollo de otra persona (un colega joven) en áreas especificas ya sea de
trabajo o en la vida en general. Un mentor sirve de modelo. Es como un asesor
de confianza que está en la posición de ofrecer orientación valiosa. La inversión
de tiempo, atención e interés de parte del mentor tienen el único fin de ver
triunfar a la otra persona. Naturalmente, para que sea beneficiosa esta inversión,
el colega joven debe tener el mismo compromiso hacia su mentor y compartir la
misma determinación de cumplir con todo lo acordado para el periodo de
mentoreo.
El proceso de mentoero debe tener un tiempo de comienzo y un fin. No es
para siempre. Esto permite que tanto el mentor y el colega joven se enfoquen en
áreas especificas. Tampoco es necesario ni eficiente para ninguno de los dos
tener una relación muy larga de mentoreo.
Necesitamos Mentoras
Indudablemente tu y yo necesitamos mentoras si queremos pelear la buena
batalla, acabar la carrera y guardar la fe (2 Timoteo 4:7). Necesitamos que
nos ayuden a navegar en las cosas básicas de la vida Cristiana. Que nos ayuden a
entender y vivir el diseño y plan de Dios para la mujer. Que esposas nos modelen
como honrar, respetar y servir a nuestros maridos. Que madres nos ayuden y
guíen en la crianza de nuestros hijos. Que nos ayuden a administrar nuestro
tiempo, nuestro hogar, nuestras finanzas, etc. ¡Que alguien desinteresadamente
nos haga ver y ayude corregir las cosas feas en nuestras vidas! Y que alguien que
ya ha alcanzado los sueños que tenemos nos eche mano y nos ayude a alcanzar
los nuestros.
El mentoreo es un elemento esencial en la vida Cristiana. Pienso en Pablo cuando
dijo “Imítenme a mi así como yo imito a Cristo” (1 Corintios 11:1), claramente
se esta poniendo en posición de mentor. Jesus mismo lo hizo por los 3 enteros
años que la Biblia documenta su ministerio aquí en la tierra. El fue el mentor de
12 discípulos, quienes después de su partida trastornaron al mundo entero con Su
mensaje. ¡Que efecto tan poderoso tuvo el modelo de la vida de Jesus!

Como buscar una mentora


Si existe un área en tu vida en donde desees mejorar, busca a una mentora
HOY. Ora y pídele a Dios guía. Probablemente tengas varias opciones, o tal vez
no. Como sea, Dios te dará una respuesta. Si tienes varias opciones, busca a una
hermana en Cristo en quien tu vez un genuino caminar con Dios. Pregúntale si te
puede servir de mentora en X o Y área en tu vida. Comprométete a ser honesta,
abierta al consejo y valorar todo el tiempo y ayuda que te pueda brindar.
Acuerden con un límite de tiempo para esta relación de mentoreo, ¡y alístate para
que tu vida sea transformada!
Una de las mejores cosas que vas a poder hacer tu misma es de servirle, en el
momento adecuado, de mentora a otras mujeres que vienen detrás de ti. ¡Todo
para gloria de Dios!

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