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Universidad Nacional Autónoma de

México

Facultad de Estudios Superiores


Zaragoza

Microbiología General II

Práctica 1. Aislamiento de Bacteriófagos.

Grupo: 1752

Equipo 9

Benites Prado Carlos ______________


Mecinas Cureño Abimael Ignacio______________
Pérez Mendoza Manuel Alberto______________

Fecha de entrega: 16 de noviembre del 2017


Objetivo.
 Conocer e identificar un bacteriófago, un virus y el efecto del parasitismo intracelular
que producen en una célula hospedera.
 Llevar a cabo el manejo y aislamiento de bacteriófagos.
 Conocer las etapas de la replicación de los bacteriófagos.
Resultados.
Tabla 1. Bacteriófagos procedentes de aguas residuales e inoculados en caldo soya
tripticaseina y enriquecidos con E .coli.
Tubo 1 Tubo 2 Tubo 3 Tubo 4

Turbidez Turbidez Aclaramiento Aclaramiento

Se aprecia turbidez en tubo 1 y 2 lo cual indica que no hay presencia de


bacteriófagos, ya que en presencia de estos, se debería observar aclaramiento,
como ocurre en los tubos 3 y 4.
Tabla 2. Bacteriófagos procedentes de moscas e inoculados en caldo soya
tripticaseina y enriquecidos con E. Coli.
Tubo 1 Tubo 2 Tubo 3 Tubo 4

Turbidez Turbidez Aclaramiento Aclaramiento


Se aprecia turbidez en los tubos 3 y 4 lo que indica ausencia de fagos, porque se en
presencia de estos se observa aclaramiento como ocurre en los tubos 3 y 4, además de ser
evidente un aclaramiento mayor en estos tubos en comparación con los tubos 3 y 4 de los
bacteriófagos obtenidos de aguas residuales, debido a mayor presencia de bacteriófagos
obtenidos de moscas.

Tabla 3. Observación de placas líticas causadas por bacteriófagos procedentes de aguas


residuales.
Placa 1 Placa 2

Placa 3 Placa 4

Solo se observaron placas líticas (calvas) en la placa número 3 la cual corresponde


a la dilución 10−3 de nuestra muestra de aguas residuales en la misma al realizar el
conteo de las mismas este fue de 16 por lo que el conteo de placas líticas cada una
de las calva, en cambio en las placas 1,2 y 4 no se observó la presencia de placas
líticas por lo que el conteo de Unidades formadoras de placas líticas en cada placa
es la siguiente:
Tabla 4.Conteo de placas líticas en muestra de aguas residuales.
Número de 1 2 3 4
placa
Factor de 10−1 102 10−3 10−4
dilución
Conteo Unidades ---------------- ------------- 86 ------------------
formadoras
placas líticas o
calvas
U.F.C/mL --------------- ----------------- 86,000 ------------------

Tabla 5. Observación de placas líticas causadas por bacteriófagos procedentes de aguas


residuales.
Placa 1 Placa 2

Placa 3 Placa 4
Tabla.6 Conteo de placas líticas en muestra de moscas trituradas.
Número de 1 2 3 4
placa
Factor de 10−1 102 10−3 10−4
dilución
Conteo de ----------- ------------- 290 272
Unidades
formadoras
placas líticas o
calvas
U.F.C/mL ------------ -------------- 290,000 2,720,000

Análisis de resultados.
En las placas con E. coli solo se observó crecimiento en una placa en el agua residual que
corresponde 300 UFP y además n se encontró turbidez en los tubos ya que la
concentración de los virus no fue la adecuada. En el agua residual hay una gran cantidad
de otros microorganismos y además no se tienen condiciones óptimas para la replicación
del virus. Un cultivo bacteriano sensible se lisa por completo cuando se replica el fago y
se libera para infectar más bacterias, sin embargo, la lisis no siempre es completa y se
debe a diferentes causas: La finalización del desarrollo bacteriano por la limitación de
nutrientes, puesto que los fagos requieren de células completamente activas
metabólicamente para replicarse. La presencia de células que son resistentes a fagos por
causas genéticas, mutantes resistentes a fago, o fenotípicas donde hay ausencia a
receptores de fagos, este caso puede ser el caso de bacteriófagos en agua y en moscas.
El establecimiento de lisogenia es decir, un estado portador en que las células contienen
genoma fagico, son inmunes a lisis si se reinfectan con ese fago y ocasionalmente pueden
liberar partículas fagicas, pudendo no detectar lisis. Si el desarrollo de las células
resistentes o inmunes supera al de las sensibles por el fago, puede no detectarse lisis.4
Las condiciones ambientales son críticas; algunos casos requieren concentraciones o
equilibrios de iones bastante específicos para fijarse a la bacteria. Los nutrimentos y la
temperatura también afectan la replicación del fago tanto que pueden aumentarla como
disminuirla. La capa de inoculación debe ser confluente, ya que el tamaño de las placas
líticas disminuye con la concentración de agar aumentada. 4
De acuerdo con el crecimiento obtenido y las calvas producidas en las cajas con cultivo
bacteriano de E.coli corresponden a
bacteriófagos de la clase T, sin embargo de
esta serie la inhibición del crecimiento y el tipo
de placas líticas concuerda con bacteriófagos
de la serie T2, T4 y T6. Estos bacteriófagos
contienen HMC glucosilado como proteínas de
transferencia para la infección de bacterias y
son de cabeza icosaedrica.4

Conclusiones.
En la muestra de aguas residuales se encontró una cantidad muy pequeña de bacteriófagos
en comparación a la muestra extraída de moscas, ya que en la contaminación de aguas
residuales con otro tipo de células y constantemente con bacteriófagos puede hacer que
las bacterias presenten cierta inmunidad o no expresen receptores para la serie T de ciertos
bacteriófagos. En adición a ello en las moscas es más susceptible el crecimiento de
bacterias que puedan ser infectadas bacteriófagos. En este caso se determinó que los fagos
en aguas residuales pueden corresponder a bacteriófagos de la serie T4, T2 y T6. Sin
embargo se necesita realizar la diferenciación con otro tipo de análisis ya que el análisis
realizado, es cualitativo para la determinación de bacteriófagos en muestras como agua y
mosca.

Bibliografía.
1) Patrick R. Murray Microbiología medica 7ma edición, editorial El Sevier España
2013.
2) Cárter J, Saunders V: Virology: principies and applications, Chichester,Inglaterra, 2
0 0 7 , Wiley.
3) Pagina web consultada el 15/11/17 22:20 hrs
www.virology.net%2Fgarryfavweb.html.
4) SE. Luria; James E. Darnell. Virología general. 2 ed. Madrid, España. Editorial
Omega: 1997.

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